MDC 131 Q
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Las redes de apoyo social en la vida de las personas con discapacidad. Una
introspección a la temática.
Social networks in the life of people with disability. An introspection to the
thematic.
Reinaldo Pablo García Pérez (1), Yurkina Morales Femenías (2), Eddy García Rodríguez (3), Sahily
Concepción González-Pardo (4), Marilenni Matos Lores (4), Rainer López Leiva (4).
RESUMEN
Se realizó una revisión bibliográfica exploratoria acerca del desarrollo de las redes sociales que
apoyan al discapacitado. Sus objetivos se enmarcaron en describir los elementos conceptuales
relacionados con la temática e identificar las redes que predominan. Las redes se agrupan en dos
categorías: formales e informales. La familia se identificó como la red informal primordial, pues en
su seno se satisfacen necesidades básicas y psicológicas. En la escuela, red formal básica, se han
suscitado avances pero subyacen barreras físicas y psicológicas, sobre todo, en la enseñanza
universitaria. Las instituciones y tecnologías sanitarias se han convertido en redes formales
esenciales pues garantizan calidad de vida y equilibrio social al discapacitado. En la actualidad en
el mundo coexiste una amplia variabilidad de redes, que se manifiesta desde cuidadores
personales hasta la conformación de instituciones y organizaciones. Cuba muestra una hermosa
obra social llevada a cabo por su gobierno con participación comunitaria e intersectorial.
Palabras clave: APOYO SOCIAL, PERSONAS CON DISCAPACIDAD, FAMILIA, ESCUELA.
1. Especialista de 2do Grado en Medicina General Integral. Máster en Educación Médica. Profesor
Auxiliar.
2. Especialista en Logopedia y Foniatría. Profesora Aisistente.
3. Especialista de 1er Grado en Medicina General Integral. Máster en Urgencias Médicas. Profesor
Asistente.
4. Estudiante de 4to año de la carrera Logofonoaudiología.
INTRODUCCIÓN
La discapacidad significa capacidades diferentes, implica necesidades especiales y es hoy en el
mundo uno de los problemas emergentes que debe enfrentar la sociedad. Reducirla significa
incrementar calidad de vida, lo que está en estrecha relación con la calidad de la atención que
recibe la persona discapacitada en la red de instituciones que conforman el sistema de salud,
especialmente a nivel comunitario (1). La atención hacia las personas con algún tipo de
discapacidad, por el estado y el mercado, se ha visto condicionada a las distintas situaciones
económicas por las que ha transitado la humanidad y los fundamentos para su abordaje han ido
transformándose hasta el presente, donde prevalece una filosofía interventora fundamentada en
la integración social y laboral (2).
Kaplan, en 1974, definió el apoyo social como un patrón duradero de lazos continuos o
intermitentes que desempeñan una función notable en el mantenimiento de la integridad
psicológica y física del individuo en el transcurso del tiempo. Los diferentes elementos del sistema
de apoyo pueden ser espontáneos, es decir, no organizados en forma planificada por alguien
interesado en estimular la salud del individuo y las respuestas biosociales naturales de los
individuos, de su comunidad o a partir de los valores, las tradiciones de su cultura y sociedad”. En
1992, Ballesteros define el sistema de apoyo como la ayuda emocional e instrumental que para el
individuo se deriva de un entramado o red social. Las redes sociales expresan las propias
características estructurales –dimensión o cantidad de relaciones, frecuencia de contactos,
proximidad física, densidad, etc.- de las relaciones mantenidas por una persona (3).
Desde los umbrales de la década de los noventa del siglo pasado, Ballesteros y Martínez García,
clasificaron las redes de apoyo social en dos grandes categorías: las formales y las informales. Las
formales tienen una organización administrativa, un objetivo específico de apoyo en ciertas áreas
determinadas y utilizan profesionales o voluntarios para alcanzar sus metas. Las informales o
naturales sus funciones no están regidas por procedimientos, ni técnicas y el comportamiento de
la asistencia surge como consecuencia de relaciones sociales que tienen otras funciones, cuyo
motivo de dedicación y ayuda surge de sentimientos afectivos y de obligaciones (3). En la historia
la atención a las personas con discapacidad ha transitado desde concepciones pesimistas y
discriminativas hasta el presente donde predominan juicios francamente optimistas y socialmente
integracionistas. La evolución en el pensamiento ha estado sustentado por el vertiginoso avance
alcanzado por las ciencias humanas y sociales, que ha permitido sacar a la luz del conocimiento
las causas, las potencialidades de desarrollo y de integración social de estas personas; al acceder,
por tanto, a nuevas ideas y criterios que permiten la apertura del lugar que les corresponde en la
sociedad (4).
La reducción de la discapacidad implica afrontar las condiciones socioeconómicas desfavorables
que originan afecciones potencialmente invalidantes en la edad pediátrica, propiciar el desarrollo
social, el progreso económico, elevar el nivel de educación de la población, luchar contra el
desempleo, el hambre, la pobreza, la explotación, las diferencias de clases, la distribución
desigual de la riqueza; es asimismo, crear las condiciones favorables para un desarrollo de la
ciencia y la técnica puestas en función de resolver los problemas que afectan a los discapacitados
(5). En los países desarrollados, resuelto el problema de la mortalidad y la morbilidad, la calidad
de la descendencia se convierte en objeto central del pensamiento científico y se destinan
enormes recursos al desarrollo de tecnologías, para garantizar una descendencia no
discapacitada. Sin embargo, en los países en desarrollo la ciencia y la técnica centran sus
esfuerzos en reducir la mortalidad y la morbilidad, mientras que la discapacidad no es objeto de
atención. En Cuba, país en desarrollo, la prevención y atención a la discapacidad ocupa un lugar
privilegiado dentro de las políticas sociales del estado, crea condiciones que propician elevar su
calidad de vida, así como su integración social en igualdad de derechos, de una manera
protagónica y productiva (1). Es distintivo que en su sistema de atención primaria el equipo de
salud interactúa con las personas con discapacidad en su propia comunidad, se constituye una red
de apoyo conformada por el médico y enfermero de la familia, el psicólogo y los tecnólogos de la
salud (3).
El presente trabajo es fruto de una revisión documental de la temática relacionada con las redes
sociales que aportan el sustento que la sociedad brinda a las personas con discapacidad. La
investigación se trazó como objetivos describir los elementos conceptuales esenciales relacionados
con esta temática e identificar las principales redes que en la actualidad brindan soporte social al
discapacitado.
DESARROLLO
La discapacidad es uno de los eventos vitales que refleja, como fenómeno, el estado concreto de
salud de una población; manifiesta de modo particular la morbilidad (6). Entre 1961 y 1975 se
realizaron 27 estudios de prevalencia en 18 países, pero la diversidad de criterios de definición y
los métodos empleados, condujeron a que sus resultados variaran entre uno y 24%. La OMS cifró
entre el 8 y 10% la proporción de personas con discapacidad por razones médicas (1). Sin
embargo, otras investigaciones estiman que una de cada 10 personas es minusválida (6).
En Cuba en 1995 se realizó un estudio nacional sobre deficiencias, discapacidad y minusvalía el
que determinó que un 7% de la población padecía algún tipo de discapacidad. El sexo más
afectado era el femenino y el grupo de edad el de 60 años y más (1). Otras investigaciones
posteriores estimaron que en las edades pediátricas estaba afectada el 5% de la población y que
una de cada 20 familias contaba con hijos con algún tipo de discapacidad (7). En el estudio
psicosocial de las personas con discapacidad y estudio psicopedagógico y clínico-genético de las
personas con retraso mental realizado en el país, entre 2001 y 2003, la tasa de personas con
discapacidad fue de 3,26 por cada 100 habitantes; es Guantánamo, Cienfuegos y Santiago de
Cuba las provincias con tasas más elevadas. El grupo de edad de 60 años y más fue el de mayor
prevalencia con una tasa de 7,36 por cada 100 habitantes y con relación al sexo predominó el
masculino con el 51,3% (8).
En esta investigación, la más completa realizada en el país, la discapacidad intelectual representó
el 38,3% del total de discapacitados, la físico-motora el 25,2%, la visual el 12,7%, la mental el
10,0%, la auditiva el 6,5%, la mixta el 6,8% y la visceral por Insuficiencia Renal Crónica el 0,5%
(8). Sin embargo, una quinta parte de las personas con discapacidad intelectual estudiadas no
habían sido registradas con anterioridad y fue la pesquisa activa en la comunidad la que permitió
su inclusión en el estudio; se demostró de esta forma que los registros tradicionales tienden a
subestimar la prevalencia real de dicho problema de salud (9).
En la provincia Ciego de Ávila, los resultados de este estudio, determinaron una tasa de
discapacidad de 3,64 por cada 100 habitantes. Con relación al sexo y al grupo de edad más
prevalente, el territorio presentó un similar comportamiento que los resultados a escala nacional.
El retraso mental representó el 40,3% del total de personas con discapacidad, la físico-motora el
24,7%, el retraso mental el 40,3%, la visual el 13,9%, la mental el 7,8%, la auditiva el 5,8%, la
mixta el 7,0% y la visceral por insuficiencia renal crónica el 0,2%. Con una tasa de 1,47% de
retraso mental por cada 100 habitantes, Ciego de Ávila se ubicó en la quinta posición por encima
del indicador nacional (1,25%) (8).
Se estructuró el desarrollo del trabajo en cuatro tópicos, para favorecer una mejor comprensión
del contenido. En primer lugar, se aborda la familia como red social primordial que acompaña al
discapacitado desde los primeros momentos de su vida. La escuela, como institución básica que
sostiene el encargo de la sociedad, será la segunda temática. Las instituciones y tecnologías
sanitarias, el tercer lugar, pues son trascendentales en función de mejoramiento de su calidad de
vida. En la cuarta y última parte, se agrupan algunas de las diversas entramadas sociales que hoy
prevalecen en el mundo.
CONCLUSIONES
La discapacidad es uno de los grandes problemas que enfrenta la humanidad, por lo que su
estudio e intervención no debe circunscribirse al componente clínico, sino al cómo afrontar el
problema en el entorno social donde se desarrolle. Su atención ha estado condicionada por las
disímiles situaciones económicas transitadas por la humanidad y por el avance alcanzado por las
ciencias hasta la actualidad, donde se propugna la integración social y laboral.
Las redes sociales que apoyan al discapacitado, en el decursar de su vida, se agrupan en dos
grandes categorías: formales e informales. La familia, como red informal insigne, es primordial
pues en su seno se satisfacen sus necesidades básicas y psicológicas. La escuela, como red
formal, tiene como encargo el apoyo a la familia para la transformación cultural de las personas.
Particularmente, la educación de las personas con necesidades educativas especiales ha suscitado
significativos avances en el mundo desde la publicación del Informe Warnock; no obstante, aún
subyacen barreras físicas y psicológicas que limitan al discapacitado, sobre todo en la enseñanza
universitaria.
El sector salud, por su parte, brinda una función fundamental en el mantenimiento del estado de
salud del discapacitado para que éste mantenga su equilibrio social con el medio que le rodea. En
el mundo coexiste un extenso entretejido de redes sociales donde la incursión de la ciencia y la
tecnología ha trascendido con equipamientos y tecnologías avanzadas en función de la
prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de la discapacidad. Cuba muestra una
hermosa obra social llevada a cabo por su gobierno, con una activa e innegable participación de la
comunidad y los sectores sociales.
ABSTRACT
An exploratory bibliographical revision was carried out about the development of the social
networks that support the disability. Their objectives were framed in describing the conceptual
elements related to the theme and identify the main networks that prevail. The networks are
grouped into two cathegories: formal and informal. The family was identified as the primordial
informal network, because in its bosom basic and psychological necessities are satisfied. In the
school, basic formal net, advances have been raised but physical and psychological barriers
underlie, mainly, in the university teaching. The institutions and sanitary technologies have
become essentials formal networks because they guarantee quality of life and social balance to
the disability. In the world there is a wide variety of nets that goes from personal carer to the
conformation of institutions and organizations. Cuba shows a beautiful social work carried out by
its government with community and intersectorial participation.
Key words: SOCIAL SUPPORT, SOCIAL NETWORKS, FAMILY, SCHOOL.
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