SuanShu. El Arte de Calcular
SuanShu. El Arte de Calcular
SuanShu. El Arte de Calcular
CHINA
"Suanshu" era la definición que daban los antiguos chinos a la matemática, significaba “la
práctica de calcular”. Para la civilización China, originada en las extensas llanuras de los ríos
Yang-Tse Kiang (Río Azul) y Hoang-Ho (Río Amarillo), la matemática no era una ciencia
importante.
Hay suficientes razones para sospechar que parte de la geometría de Pitágoras, como la
originalidad de su tratado numérico, proviene de fuentes chinas muy antiguas.
La característica de la primitiva ciencia numérica china está en que sus números son
figurados, representados por círculos, puntos o líneas. En el libro chino conocido como "Libro
de las permutaciones”, escrito unos 500 años antes de Pitágoras, los ocho primeros números se
representan con combinaciones de rayas horizontales. Si el número era impar se representaba
con rayas de trazo continuo ( ____ ), si era par con rayas de trazo discontinuo (- - - -). Cada
numero contenía el secreto de algún objeto: fuego agua, aire, cielo, tierra…
Existió otro sistema de escritura que consistía en representar a los números por medio de
[1]
puntos y círculos: los círculos blancos representaban los números impares o masculinos ,
los círculos negros o puntos representaban los números pares o hembras. Este sistema se
encuentra expresado en el cuadro mágico “lo Shu” del "Libro de las Permutaciones” y se cree
que se compuso unos 1.000 años antes de Cristo.
Los chinos amantes de la estética y la simetría de las formas, hicieron proliferar el culto a
los números mágicos. La popularidad de estos números mágicos en todo el mundo antiguo fue
quizás, una de las causas de la ciencia llamada “gematría”.
Para los griegos y los hebreo las letras servían, además, para simbolizar los distintos
números. Las palabras no sólo tenían su significado habitual sino también una característica
numérica, ya que una palabra equivalía a la suma de los números que representaba cada letra.
Esto empezó a crear unas curiosas supersticiones; palabras distintas tenían la misma
característica numérica. Si dos palabras tenían distinta suma, era más importante y superior la
de mayor suma; así, cuenta la historia que la superioridad de Aquiles sobre Héctor era
justificada porque las letras de la palabra Aquiles sumaban 1.276, mientras que las de Héctor
equivalían a 1.125. El conjunto de misterio que resultaba de la relación palabra-número, se
conocía, como hemos indicado anteriormente, con el nombre de “gematría”.
El número apocalíptico es una huella marcada por esta ciencia. El numero de la bestia
(666) del libro del Apocalipsis simboliza al anticristo. Sobre este número Pedro Bungo,
teólogo católico, escribió un libro para demostrar que era un criptograma del nombre de
Martín Lutero. Otros, sin embaro, como el matemático europeo Stifel, demostró que el número
666 se refería al papa León X.
Los sistemas de numeración más utilizados por los chinos fueron dos. El primero, decimal,
tenía símbolos para representar los símbolos de 1 a 9 y las distintas potencias de 10. La forma
en la que escribían los números era parecida a una descomposición polinómica actual de un
número en base diez, pero verticalmente, de abajo a arriba.
Con estos símbolos escribían cualquier número. Cuando la cifra ocupaba un lugar impar la
representaban con los símbolos de las unidades, cuando representaba un lugar par
simbolizaban el número con los símbolos de las decenas. Así, en este sistema el número
248.316 se representaría:
BIBLIOGRAFÍA
GARCIA BACCA, J,D. (1961): Textos clásicos para la historia de las ciencias.
Univ.Central de Venezuela, Caracas
IFRAH, G (1987): Las cifras: Historia de una gran invención. Alianza, Madrid
NEWMAN, J.R.(1985): El mundo de las matemáticas. Vols. I, II, III, Grijalbo, Barcelona
[1]
.- Esta clasificación mágica de los números en machos y hembras se debía a la preocupación común de
aquellas civilizaciones por: la fecundidad de los rebaños, la fertilidad de los campos y la agrupación patriarcal de
la familia.