Trabajo Integrador de Literatura 4tos PDF
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Debido a los acontecimientos conocidos por todos, nuestro año fue atípico.
Los temas vistos este año fueron: Mitos, leyendas, Héroes míticos y héroes
épicos y literatura gauchesca. No fueron difíciles y traté de reducir el nivel de
dificultad. Pero es necesario que entiendan que a pesar de las adversidades,
muchos de sus compañeros intentaron y lograron cumplir con las actividades.
Primero, investigarán sobre el contexto social e histórico del poema, para luego
responder de acuerdo a su lectura.
Averiguar y responder:
1. Investiga quiénes eran los Unitarios y los Federales. Detalla sus ideales,
protagonistas, conflictos.
2. ¿Qué fue la generación del 37? Explicó qué ideas tenían y por qué surge
el conflicto con el gobierno de Rosas.
La cautiva
1. El desierto
[.]
¿Quién es? ¿Qué insensata turba
con su alarido perturba
las calladas soledades
de Dios, do las tempestades
solo se oyen resonar?
¿Qué humana planta orgullosa
se atreve a hollar el desierto
cuando todo en él reposa? [...]
[...]
¿Dónde va? ¿De dónde viene?
¿De qué su gozo proviene?
¿Por qué grita, corre, vuela,
clavando al bruto la espuela,
sin mirar alrededor?
¡Ved que las puntas ufanas
de sus lanzas, por despojos,
llevan cabezas humanas,
cuyos inflamados ojos
respiran aún furor!
2. El festín
[.]
Feliz la maloca ha sido;
rica y de estima la presa
que arrebató a los cristianos:
caballos, potros y yeguas,
bienes que en su vida errante
ella más que
el oro aprecia;
muchedumbre de cautivas,
todas jóvenes y bellas.
[... ]Y no lejos de la turba,
que charla ufana y hambrienta,
atado entre cuatro lanzas,
como víctima en reserva,
noble espíritu valiente
mira vacilar su estrella; [...]
[...] En torno al fuego sentados
unos lo atizan y ceban;
otros la jugosa carne
al rescoldo o llama tuestan.
[..]
De la chusma toda al cabo
la embriaguez se enseñorea
y hace andar en remolino
sus delirantes cabezas;
entonces surge el bullicio,
y la algazara tremenda,
el infernal alarido
y las voces lastimeras,
mientras sin alivio lloran
las cautivas miserables,
y los ternezuelos niños,
al ver llorar a sus madres.
3. El puñal
Silencio; ya el paso leve
por entre la hierba mueve,
como quien busca y no atina,
y temeroso camina
de ser visto o tropezar,
una mujer; en la diestra
un puñal sangriento muestra,
Sus largos cabellos flotan
desgreñados, y denotan
de su ánimo el batallar
Ella va. Toda es oídos;
sobre salvajes dormidos
va pasando. Escucha; mira;
se para; apenas respira;
y vuelve de nuevo a andar.
Ella marcha, y sus miradas
vagan en torno azoradas,
cual si creyesen ilusas
en las tinieblas confusas
mil espectros divisar.
Su corazón de alegría
palpita; lo que quería,
lo que buscaba con ansia
Su amorosa vigilancia
encontró gozosa al fin.
Allí, allí está su universo
de su alma el espejo terso
amor, esperanza y vida
allí contempla embebida
Su terrestre serafín.
Y el amor y la venganza
en su corazón alianza
han hecho, y solo una idea
tiene fija y saborea
su ardiente imaginación
Absorta el alma, en delirio
lleno de gozo y martirio
queda, hasta que al fin estalla
como volcán, y se explaya
la lava del corazón.
Allí está su amante herido,
mirando al cielo, y ceñido
el cuerpo con duros lazos.
Abiertos en cruz los brazos,
ligadas manos y pies.
Cautivo está, pero duerme;
inmoble, sin fuerza, inerme
yace su brazo invencible;
de la pampa el león terrible
presa de los buitres es.
Allí, de la tribu impía,
esperando con el día
horrible muerte, está el hombre
Cuya fama, cuyo nombre
era, al bárbaro traidor,
más temible que el zumbido
del hierro o plomo encendido;
más aciago y espantoso
que el Valichú rencoroso
a quien acata su error.
Brián despierta, su alma fuerte,
conforme ya con su suerte,
no se conturba, ni azora;
poco a poco se incorpora,
mira sereno, y cree ver
un asesino; echan fuego
sus ojos de ira; mas luego
se siente libre, y se calma;
y dice:-Eres alguna alma
que pueda y deba querer?
Y enajenada se arroja
de su querido en los brazos,
le da mil besos y abrazos,
repitiendo: -Brián, Brián.
La alma heroica del guerrero
siente el gozo lisonjero
por sus miembros doloridos
correr, y que sus sentidos
libres de ilusión están.
.
-María, soy infelice,
ya no eres digna de mí.
Del salvaje la torpeza
habrá ajado la pureza
de tu honor, y mancillado
tu cuerpo santificado
por mi cariño y tu amor;
Levanta, mi Brián, levanta,
sigue, sigue mi ágil planta;
huyamos de esta guarida
donde la turba se anida
más inhumana y fatal.
-Pero adónde, adónde iremos?
Por fortuna encontraremos
en la pampa algún asilo
donde nuestro amor tranquilo
logre burlar su furor?
Podremos, sin ser sentidos,
escapar, y desvalidos,
caminar a pie, jadeando,
con el hambre y sed luchando,
el cansancio y el dolor?
-Sí, y el anchuroso desierto
más de un abrigo encubierto
ofrece, y la densa niebla
que el cielo y la tierra puebla,
nuestra fuga ocultará.
6. La espera
Brián, por el dolor vencido
al margen yace tendido
del arroyo. Probó en vano
el paso firme y lozano
de su querida seguir.
Sus plantas desfallecieron,
y sus heridas vertieron
sangre otra vez. Sintió entonces
como una mano de bronce
por sus miembros discurrir.
María espera a su lado,
con corazón agitado,
que amanecerá otra aurora
más bella y consoladora.
El amor le inspira fe
en destino más propicio,
y le oculta el precipicio
cuya idea solo pasma:
el descarnado fantasma
de la realidad no ve.
La noche cubierta, en tanto
camina en densa tiniebla,
y en el abismo de espanto
que aquellos páramos puebla,
ambos perdidos se ven.
Parda, rojiza, radiosa,
una faja luminosa
forma horizonte no lejos:
sus amarillos reflejos
en lo obscuro hacen vaivén.
La llanura arder parece,
y que con el viento crece,
se encrespa, aviva y derrama
el resplandor y la llama
en el mar de lobreguez.
Aquel fuego engolfado,
cuyo esplendor vaga horrendo,
era trasunto estupendo
de la infernal terriblez.
7. La quemazón
Era la plaga que cría
la devorante sequia
para estrago y confusión:
de la chispa de una hoguera
que llevó el viento ligera,
nació grande, cundió fiera,
la terrible quemazón.
Para ellos no existe el mundo
Detrás arroyo profundo,
ancho se extiende; y delante,
formidable y horroroso,
alza la cresta furioso
mar de fuego devorante.
Súbito ella se incorpora;
de la pasión que atesora
el espíritu inmortal
brota, en su faz la belleza
estampando fortaleza
de criatura celestial.
No sujeta a ley humana;
y como cosa liviana
carga el cuerpo amortecido
de su amante, y con él junto,
sin cejar, se arroja al punto
en el arroyo extendido.
8. Brian
Pasó aquel, llegó otro día
triste, ardiente y todavía,
desamparados como antes
a los míseros amantes
encontró en el pajonal.
Brián, sobre el pajizo lecho
inmoble está, y en su pecho
arde fuego inextinguible;
brota en su rostro visible
abatimiento mortal.
El sol pálido declina,
en la cercana colina
triscan las gamas y ciervos
y de caranchos y cuervos
grazna la impura legión,
de cadáveres avara,
Cual su muerte presagiara.
. María tiembla. El, alzando
la vista al cielo y tomando
con sus manos casi heladas
las de su amiga, adoradas,
a su pecho las llevó.
Y con voz débil la dice:
-Oye, de Dios es arcano,
que más tarde o más temprano
todos debemos morir.
Insensato el que maldice
la ley que a todos iguala;
hoy el término señala
a mi robusto vivir.
Resígnate! Bien venida
siempre, mi amor, fue la muerte,
para el bravo, para el fuerte,
que a la patria y al honor
joven consagró su vida;
qué es ella?, una chispa, nada,
con ese sol comparada,
raudal vivo de esplendor.
La mía brilló un momento,
pero a la patria sirviera;
también mi sangre corriera
por su gloria y libertad.
Lo que me da sentimiento
es que de ti me separo,
dejándote sin amparo
aquí en esta soledad.
Glosario.
Turba: Multitud desenfrenada.
Inmoble: Inmóvil.
Valichú: Espíritu maligno.
Aciago: Infausto, desgraciado.
Conturbar : Inquietar
Estrago: Daño, destrucción.
Triscar: Hacer ruido con los pies o dando patadas.
Do: Voz antigua para expresar "donde”.
Hollar: Profanar un sitio considerado sagrado.
Maloca: Malón. Ataque inesperado de indios.
Infelice: Desdichado.
Algazara: Bullicio, griterío.
Serafín: Ángel
Gama: Mamífero rumiante de la familia de los cérvidos.
Arcano: Secreto, misterio, cosa oculta y muy difícil de conocer.
Lobreguez: Oscuridad.
Engolfado: Arrebatado, impetuoso.
Trasunto: Imitación exacta.