El Hombre y Los Metales de Peru
El Hombre y Los Metales de Peru
El Hombre y Los Metales de Peru
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G Introducción 3 G De la Alquimia a la Tecnología 14
G Conquistadores y luego mineros 4 G El compromiso de los gobernantes 19
G Los Cronistas Testimoniales 7 G Etica, fe y derecho en la vida minera 21
G Indios de los descubrimientos 9
G Empresarios de la riqueza 10 Nuestro próximo Fascículo VII:
“ MINERÍA COLONIAL - SIGLO XVIII”
AUTORES CITADOS
S.A.R. Susana Aldana Rivera
J.M.B. Joseph M. Barnadas
M.B.G. Mariano Baptista Gumucio
M.B. Modesto Bargallò
J.B.D. José A. Del Busto Duthurburu
P.C.D. Paulino Castañeda Delgado
C.G.P. Carlos Gálvez Peña
L.G.P. Luis Guzmán Palomino
T.H.M. Teodoro Hampe Martínez
G.L.V. Guillermo Lohmann Villena
M. y G. José de Mesa y Teresa Gisbert
C.P.A. César Pérez Arauco
C.P.B. Ciriaco Pérez Bustamante
J.P.B. José de la Puente Brunke
F.Q.C. Francisco Quiroz Chueca
R.R.S. Raúl Rivera Serna
V.R.P. Virgilio Roel Pineda
M.S.O. Miriam Salas Olivari
M.S.B. Mario Samamé Boggio
L.A.S. Luis Alberto Sánchez
F.S.S. Fernando Silva Santisteban
E.T. Efraín Trelles
N OVIEMBRE 2000
2
Introducción
E
l presente fascículo, sexto de la Colección “El Hombre y los Metales
del Perú”, está dedicado a las vidas de los protagonistas del universo
minero, aquellos hombres de los siglos XVI y XVII que, desde muy
distintas circunstancias y ocupaciones, contribuyeron a hacer de la
minería colonial peruana la fuente de la riqueza que movió al mundo
de entonces.
En esta galería de retratos el lector encontrará personajes que volcaron
lo mejor de sus conocimientos, preocupaciones y esfuerzos en el quehacer
minero, imprimiendo un sentido de trascendencia a sus propios actos e
influenciando la evolución de la principalísima actividad productiva.
En el proceso de escoger, entre personalidades muy diversas y origi-
nales, a quienes debían figurar en esta galería, el optar por unas ha
significado no poder considerar a otras, que contaban con singulares
méritos. Por ello, el relato de
este fascículo no puede ser
exhaustivo y se referirá a
aquellos hombres que, en la
justa perspectiva del tiempo,
han sido reconocidos como
los representantes más ilus-
tres de su época.
Gracias a los datos biográ-
ficos, más asequibles en unos
casos que en otros, mostrare-
mos el lado humano, los ras-
gos, los valores y las viven-
cias de conquistadores, gober-
nantes, mineros, científicos,
cronistas, juristas y religiosos,
cuyos nombres han quedado
para siempre vinculados a la
historia de la minería del Perú
virreinal.
3
Conquistadores y luego mineros
E
n el Perú, como en México, los conquistadores
estuvieron guiados tanto por el interés de re-
unir el mayor volumen posible de tesoros como
por la necesidad de llegar a los yacimientos o
fuentes de los metales preciosos. Lo que hoy
día llamamos “espíritu emprendedor” fue sin duda una
de las características de Hernán Cortés, de Francisco
Pizarro y de algunos otros hombres que tuvieron la
habilidad de desarrollar la “empresa productiva” a la
par que la “empresa bélica”.
G F RANCISCO, HERNANDO
RANCISCO
Y GONZALO PIZARRO
Francisco (1476-1541), Hernando (1477-1567) y
Gonzalo Pizarro (1512-1548), tres de los cinco herma-
nos extremeños, constituyen el ejemplo temprano del
conquistador minero. A partir de 1533, y gracias a las
revelaciones de los lugareños, su nombre se encuentra
vinculado a la propiedad y la actividad mineras.
“... Al lado de sus hermanos, Pizarro fue dueño de
las ricas minas de oro de Chuquiabo y de las de plata
de Porco. Para poder explotarlas, les entregó los más
ricos repartimientos de esa región, Puna y Chaqui, res-
pectivamente. Para ellos, la mina de Porco, de la que
se decía que la plata salía ‘limpia de las vetas’, se
convirtió, por los beneficios que les otorgaba, en una
de sus principales preocupaciones económicas ...” Francisco Pizarro (Museo de América, Madrid)
(M.S.O.) cisco Pizarro. El acto tuvo lugar el 25 de octubre de
No siempre los hermanos Pizarro tendrían el tiem- 1538 ante el escribano público del Ayuntamiento,
po para conjugar sus faenas guerreras y colonizado- pregonándose las ordenanzas dos días después ...”
ras con el quehacer minero. En 1535, el mismo año (M.S.B.)
en que fundaba la Ciudad de los Reyes, “... Francisco Los resultados económicos de los Pizarro en Porco
Pizarro contrató los servicios de Hernando Sánchez de y Chuquiabo, inspiraron la llegada de nuevos pobla-
Pineda para atender la producción de estas minas, que dores y de encomenderos y cateadores a la región.
además de la famosa plata limpia, producían plomo “... Por su importancia, ambas minas dieron origen a
...” (C.G.P.) sendas ciudades españolas. Porco facilitó el desarrollo
Su preocupación por la minería fue más allá de de la villa de Chuquisaca, más tarde conocida como La
los intereses familiares en este rubro y se materializó Plata, fundada por Hernando y Gonzalo Pizarro en 1539;
en la elaboración de normas. “... Las primeras orde- mientras que Chuquiabo permitió el surgimiento de la
nanzas mineras vigentes en el Perú fueron dictadas ciudad de La Paz que sería fundada por La Gasca en
por el Cabildo del Cuzco, presidido por el Marqués Fran- 1548 ...” (M.S.O.)
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Cuando la confrontación con los almagristas co- el éxito de su campaña en una tierra que luego se
bró la vida de Francisco Pizarro en 1541, “... tocó a supo era pobrísima ...” (M.S.O.)
Hernando hacerse cargo de la administración de Porco, Su historia se vincula a la del sitio de Carabaya,
cuya beneficiaria era su sobrina y mujer, Dª Francisca uno de los más famosos yacimientos de oro durante
Pizarro Huaylas. Esta concentración lo convirtió en el la temprana conquista. “... Parece que Santa Ana de
primer gran minero del Perú colonial temprano, pues Carabaya comenzó a reconocerse y explotarse hacia
añadió los bienes de su difunto hermano y suegro a 1538 cuando arribó allí el conquistador, informado sobre
los suyos propios. Fue la de Hernando una muy repu- su existencia y producción por los nativos, pues era
tada ambición pero esta característica no niega que conocido en época prehispánica...” (C.G.P.)
fuera también de los pocos hombres de esa época, que Aunque el trabajo más intensivo en los lavaderos
tuviera la capacidad y los conocimientos para hacerse a orillas del río Carabaya se diera unos años después,
cargo exitosamente de un emporio minero. Importó en los tiempos de Pedro de Candia ya se extraían pe-
los mayores contingentes de mano de obra negra des- pas de oro “de extraordinaria magnitud, de más de
tinados a Porco a lo largo del período de la conquista, cuatro arrobas de peso”. Así lo refieren las crónicas y
con lo que aseguró la rentabilidad del sitio ...” (C.G.P.) esto era conocido por la monarquía y por los mineros
Cuando los conflictos políticos determinan la in- locales, lo que fue contribuyendo a la reputación del
tervención del pacificador Pedro de la Gasca, Gonza- asiento.
lo es condenado a la decapitación y Hernando, a lar-
ga prisión en España. “... Alejados ya los Pizarro del
primer gran sitio minero virreinal, toda la región fue
adjudicada oficialmente – población nativa y recursos
minerales incluidos – a la Corona en calidad de enco-
mienda, y años más tarde, encargada su administra-
ción a la orden jesuita, acaso con el propósito de con-
tener ambiciones que de todas maneras se precipita-
ron con el auge potosino ...” (C.G.P.)
G P EDRO D E CANDIA
Conocido como “el Griego” debido a que nació en
Creta en 1494. Desde muy joven se ejercita en el
manejo de armas y en 1508 pasa a servir en la arma-
da española, en calidad de arcabucero. En 1526 es
uno de los trece conquistadores que parten de la Isla
del Gallo hacia el Perú.
“... Entró por los Andes en su afán de hallar el
metal dorado. Fue el primer alcalde ordinario del
Cuzco y encomendero de los indios de Cotarma. En
1536 se internó con 300 hombres en las selvas
cuzqueñas, a buscar el país de Ambaya, como tierra
de origen de unos ídolos, plantas y animales traba-
jados en oro que le obsequiaba su amante india.
Pero la espesura de los bosques, la presencia de in-
dios antropófagos y la dureza de los ríos impidieron El arcabucero Pedro de Candia, según grabado del siglo XIX
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de la posición de encomendero minero, habilidad que
llega a convertirlo en “... uno de los hombres princi-
pales del Perú de entonces ...” (E.T.).
“... Compraba y vendía tanto mercaderías na-
tivas como europeas y propulsó todo tipo de em-
presas, incluidos molinos y barcos. Dispuso de
indios encomendados, yanaconas y esclavos.
Para él también trabajaban los españoles,
desde letrados, bachilleres y presbíteros has-
ta simples mozos de espuela y pajes, solda-
dos y hombres de mar ...” (M.S.O.)
G L ORENZO D E AL DDANA
ANA
Extremeño como los Pizarro, este soldado
de la conquista está vinculado al descubrimiento
y desarrollo de otro importante yacimiento de
plata en el altiplano; el de Oruro.
Nació en Cáceres en 1508 y una vez en América,
anduvo por Guatemala y Colombia; se le considera
fundador de la villa de Pasto. Llega al Perú en 1535 y
en los primeros tiempos combate al lado de Francisco
Dos Reales de Escudo acuñados en Lima Pizarro. Cambia su lealtad y adhiere al Rey y a La
(Colección Eduardo Dargent Chamot)
Gasca, cuando éste desembarcaba en Panamá. “... Ello
Pedro de Candia proseguiría la agitada vida mili- hizo que fuera uno de los más destacados al recibir las
tar del conquistador hasta su muerte, en setiembre recompensas. Recibió una rica encomienda en la zona
de 1542, en la batalla de Chupas. de Charcas, abarcando las provincias de Paria, Toledo,
Tapacarí y Capinota, que por aquella época valía la
G L UCAS MARTÍNEZ VE GGAZO
AZO suma de 60,000 pesos (US$ 2‘659,875 a valores ac-
Después de haber hecho, junto a Diego de Almagro, tuales). La fortuna del encomendero fue varia y confe-
la expedición de conquista a Chile y “... pasados los sándose ‘pobre’ en 1552, se le tenía por uno de los
años de la lucha por el territorio, poseía una amplia más ricos del país cinco años después ...” (M. y G.)
encomienda que incluía Arica, Tarapacá, Ilo, Carumas. Es alrededor de 1557 en que empieza a explotar
Su situación era inmejorable. Tenía casas y sirvientes lugares mineros en los cerros de la región de Paria,
en Arequipa, Cuzco y Lima. Era vecino principal del que ya habían sido trabajados por los incas. “... La
cabildo de la ciudad de Arequipa, cuyo escudo de ar- riqueza que estas minas de plata constituían propor-
mas había sido transportado de España al Perú, a su cionó al viejo encomendero nueva base de gran fortu-
costa. Disponía de grandes sumas de dinero gracias a na ...” (M. y G.)
sus minas de plata ...” (M.S.O.) El uso que haría de ella dice mucho de sus valores
Tuvo la fortuna de que las minas de su encomien- de humanidad y generosidad, que por cierto no de-
da de Tarapacá produjeran aquella “plata fina” que bió ser el único en tener en aquella época. “... Mu-
se extraía con la forma y el peso de gruesos adobes. chos son los abusos que se han cometido por parte de
La vida de este conquistador nos ilustra sobre la crea- los encomenderos en los territorios del virreinato del
tividad empresarial y comercial desarrollada a partir Perú y que han formado la base para ‘la leyenda ne-
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gra’ de la colonización española, pero es justo colocar los fundos: Santo Tomás, Caricari, Burgillos,
la contrapartida al lado de ellos, como el caso de Lo- Guancarama y Querejani que contaban 50,000 cabe-
renzo de Aldana ...” (M. y G.) zas de ganado lanar.
Al sufrir los achaques de la edad, se trasladó al Antes de fallecer en 1573, había dejado la dota-
más benigno clima de Arequipa. “... De acuerdo a las ción necesaria para sostener el convento de frailes
leyes de la encomienda no pudo llevar a la zona de su agustinos de Paria, con sede en Challacollo, los que
nueva residencia ninguno de los indios que le fueron debían encargarse de misionar en la zona. Se creó ade-
encomendados, y a quienes a su muerte, en un gesto más, a cargo de estos mismos religiosos, un hospital
de magnanimidad legó extensas tierras que constituían de indios en Tapacarí ...” (M. y G.)
“. .
Los cronistas fueron como los grandes reporte-
ros de nuestros tiempos. Las crónicas, teórica-
mente de un subgénero auxiliar de la historia,
tienen un importante carácter histórico. Son
testimonios con las implicancias de género tan
difícil y tan subjetivo. Hay en ellos picardía, minucio-
sidad, misticismo, objetivismo y a ratos, poesía. Figu-
ran en el capítulo de la literatura virreinal, no sólo por
el mérito de su estilo, sino porque la crónica fue para
los lectores de los siglos XVI y XVII lo que la novela
para nuestros contemporáneos ...” (L.A.S.)
7
donde dio término a su obra “La Crónica del Perú”. “...
La primera parte es una descripción general del país. La
segunda trata sobre ‘El Señorío de los Incas’. La tercera,
sobre el descubrimiento y la conquista. La cuarta sobre
las guerras civiles y las campañas de Salinas, Chupas,
Quito, Huarina y Jaquijahuana ...” (C.P.A.)
“... Cieza de León traza en las ‘Crónicas del Perú’ y
en ‘El Señorío de los Incas’, un cuadro minucioso y
plástico del Perú incaico y del territorio tal como él lo
vio, recorriéndolo a pie y a caballo antes de 1550. El
estilo de Cieza es directo, pero no exento de elegancia
en su sequedad ...” (L.A.S.)
En 1550 Pedro Cieza de León regresó a la Metró-
poli y presentó el manuscrito de su obra al monarca.
Esta se publicó en 1553. El cronista se afincó en Se-
villa, ciudad en la que murió en 1554.
G L UIS D E CAPOCHE
Es probablemente el cronista más fidedigno y mejor
documentado de cuantos escribieron sobre las minas Portada de la ²Relación² de Capoche
del Perú en el siglo XVI, lo que contrasta con lo poco el bienestar del Perú depende del ‘Cerro Rico’ y que
que se sabe de su vida antes de su llegada. éste es ‘el mayor depósito de riqueza que el mundo ha
“... Se supone que nació en Sevilla en 1547. Quizás conocido nunca’ ...” (M.B.G.)
también sirvió en los tercios españoles en Flandes. De Su experiencia de minero le daba la autoridad téc-
venida pudo pasar por México y posiblemente recorrió nica para tratar los aspectos críticos de una explota-
otras ciudades del virreinato. En Potosí apareció de ción y también para hacer recomendaciones. “... La
dueño de minas y de dos ingenios. No hay constancia información que ofrece es siempre precisa y la más
de que desempeñara cargos públicos ni se viera en- completa, como la referida a los propietarios, número
vuelto en las pendencias entre naciones de españoles y extensión de los socavones, convencido como está
salvo alguna que otra querella con otros mineros ...” de que el buen mantenimiento de éstos, para extraer
(M.B.G.) el metal a la superficie y desaguar las minas inunda-
Fueron varios los motivos que lo llevaron a escri- das, es la clave para la prosperidad potosina. Enumera
bir su “Relación General del Asiento y Villa Imperial de 577 concesionarios para 94 vetas.
Potosí”, dirigida al entonces virrey Fernando de To- La ‘Relación’ contiene abundantes noticias sobre el
rres y Portugal, conde de Villardompardo (1585-1588). trabajo de los indios y la mita. No obstante ser dueño
Este documento no se refiere sólo al Cerro y a la ciu- de minas y de ingenios, es loable su independencia de
dad de Potosí, sino también a Porco, los Lípez, juicio y objetividad cuando juzga el duro trato que
Berenguela y otros asientos mineros del distrito de recibe la población indígena. Algunas de sus recomen-
Charcas. daciones fueron adoptadas con el tiempo ...” (M.B.G.)
“... Como él mismo dice, no lo movió a escribir el Capoche dispuso que a su muerte, una vez salda-
afán de ‘relatar curiosidades’ ni tampoco la vanidad da la parte de sus deudas, sus bienes fueran donados
literaria sino el deseo de informar puntualmente al al Arzobispado de La Plata y al colegio y la iglesia de
virrey sobre los asuntos de Potosí. Está convencido que la Compañía de Jesús.
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Indios de los descubrimientos
L
os relatos del hallazgo de las minas más impor- pañoles al territorio de los Incas, Guallpa se encon-
tantes suelen ser versiones adornadas de ele- traba al servicio de Huáscar, con el encargo de guar-
mentos de leyenda o de fábula y tanto más exa- dar las plumas con las que el soberano se adornaba.
geradas cuanto más rico haya sido el yacimien- Se hallaba en el Cuzco cuando la toma de Cajamarca
to en su explotación. Resulta pues difícil recu- y seguía allí cuando ocurre el saqueo de la capital
perar la huella biográfica de quienes fueran protago- imperial. Bien pronto se entendió con los españoles
nistas clave de estos descubrimientos: los indios, que y entró al servicio de un soldado de nacionalidad
revelan al mundo hispánico las fuentes de la máxima portuguesa, Cardoso, con quien pasó a Porco cuando
riqueza. se conoció de su riqueza argentífera. Estaba encarga-
Poco sabemos de Juan Ayavire
Cuisara, cacique de los Charcas, por
quien los Pizarro saben de la ubi-
cación del yacimiento de Porco; o
del indio del pueblo de Acoria, Gon-
zalo Ñahuincopa, dependiente de la
encomienda de Amador de Cabrera,
que le indica a éste donde se en-
cuentran las ricas vetas del cinabrio
de Huancavelica; o de Huari Capcha,
que en 1630 descubre la plata de
Yauricocha en Santa Rosa; o de
Domingo Quilina Cacamata, que en
1680 descubre nuevas y ricas vetas
de plata en el cerro Huantajaya de
Tarapacá.
Entre dos o tres versiones exis-
tentes ha sido posible precisar más
información sobre la vida de Diego
Guallpa, el indio yanacona que des-
cubriera para los españoles la rique-
za argentífera de Potosí: lo que ha-
bía de ser “el nervio del tesoro es-
pañol” y principal población del
Perú en su época de esplendor.
G D IEGO GUALLPA
ALLPA
Era natural del pueblo de Yan-
qui, en Chumbivilcas, donde su pa-
dre, de nombre Alcaxuca, era indio
principal del ayllu de Anansayu. En
el momento de la llegada de los es- Indio peruano negociando con un comerciante venido de Cochabamba
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do de varias comisiones y Cardoso le tenía gran esti- no prestan crédito a sus palabras. Quien si lo hace es
mación. Cuando éste partió a Lima, lo dejó encomen- el amo de su amigo Challco, Juan de Villarroel, resul-
dado a un soldado Marín. El indio yanacona, conver- tando beneficiado con el suceso, pues verificó el ha-
tido a la fe cristiana, pasó a ser Don Diego Guallpa. llazgo teniendo por testigos a Gonzalo Bernal y Juan
Su aproximación al mineral de Potosí no fue ca- del Castillo e inmediatamente registró la veta “por la
sual ya que poco antes “... se hallaba buscando minas voluntad de Dios”.
con cuatro españoles (Marcos Jaramonte, Alvaro de Guallpa continuó relatando a unos y otros lo que
Olmedo, Gaspar Montesinos y Juan Camargo). Fue había encontrado y se dice que entregó gran canti-
enviado a la cima de un cerro-huaca a recoger las ofren- dad de metal a Antonio Quixada, para que éste lo
das ...” (F.Q.C.) enviara al rey. A su vez Quixada dijo haberlo trasla-
Irónicamente no encuentra objetos de valor pero dado al Presidente Pedro de la Gasca, quien lo llevó a
al regreso le ocurre hacer el hallazgo del mineral. España. De la suerte de Guallpa no se han encontrado
Vuelve varias veces hasta el cerro con españoles que noticias posteriores.
Empresarios de la riqueza
“. .
En una sociedad como la colonial, presidida de plata y, naturalmente, la búsqueda de vetas mine-
por el dinero, y en la que las actividades prin- rales, para los encomenderos, a cambio de la partici-
cipales son las del comercio, la minería y los pación correspondiente a la futura producción ...”
obrajes, quienes estuvieran dedicados a ellas (C.G.P.)
ocupaban necesariamente un lugar prominen- A partir de 1542 interviene directamente en la
te. En todas la provincias en que hubo minas u obrajes, explotación de Santa Ana de Carabaya, con resulta-
sus propietarios, junto con los mercaderes y los hacen- dos tan espectaculares que alrededor de este yaci-
dados, ocupaban la cumbre social ...” (V.R.P.) miento se origina una “fiebre minera” cuyo momento
culminante se da en 1545 y que ocurre de manera
G S ANCHO TOFIÑO simultánea a la “fiebre” de las minas de oro de Quito.
Le tocó ser partícipe de uno de los momentos de Tofiño permaneció en el Perú hasta 1547.
gloria de la minería colonial, aunque vivió un tiempo
relativamente corto en el Perú. Hombre versado y G J UA N D E VILLARROEL
versátil, alerta a las oportunidades que brindaba el El Capitán de Villarroel fue el principal beneficia-
entorno, “... Tofiño representa muy bien al pequeño rio del hallazgo de la plata potosina hecho por Diego
minero peruano de la primera época: aventurero y pro- Guallpa. La veta “Descubridora” que registró, fue de
visto de conocimientos técnicos obtenidos después de su propiedad y emprendió los primeros trabajos de
cambiar de oficio en México ...” (C.G.P.) minería en el Cerro Rico con sus socios Diego de Cen-
Llega al Perú en 1538, justamente el año en que teno y Pedro Cotamito.
Pedro de Candia descubre el rico yacimiento de oro Aunque fueron llegando muchos más mineros a
de Carabaya y se instala en el Cuzco. “... Sus ocupa- Potosí, Juan de Villarroel se vio doblemente favoreci-
ciones cubrían desde la enseñanza de las prácticas do: por la plata abundante y fácil de los diez prime-
mineras a españoles, indios y negros, hasta el ensayo ros años, el llamado “período legendario”, de 1545 a
10
del mundo, está acompañada de querellas
judiciales movidas por la codicia y así tam-
bién sucedió con la ‘Descubridora’, disputa-
da a Villarroel por su antiguo socio Centeno.
La Corona falló a favor del primero convir-
tiéndolo en uno de los hombres más ricos de
Potosí ...” (M.B.G.)
G A N TTONI
ONIO
ONIO DE OR É
Sin duda fue uno de los más importantes
emprendedores de Huamanga, donde era re-
gidor, por la riqueza minera que supo explo-
tar y acumular en breve tiempo y por la inte-
resante diversificación que imprimió a todas
sus actividades. “... Como hombre de cabildo,
obtuvo de esta institución muchas mercedes
de tierra que le permitieron fundar empresas
económicas de todo orden, minas, obrajes,
haciendas, estancias, molinos ...” (M.S.O.)
En 1563 Antonio de Oré descubre la rica
mina de plata de Chumbilla y para su explo-
tación el gobierno virreinal le concede la
encomienda y un repartimiento de indios
Grabado de época ilustrando la importancia de Potosí
“hanan chillques”, que eran pobladores de
1555; y por la notable riqueza de su propia veta. “... zona cercana a la mina. También tuvo intereses en la
En menos de medio siglo, de 1545 a 1590, la ‘Descu- mina de Huancavelica, a partir de 1565.
bridora’ produjo un chorro de plata equivalente a 62 “... Al cabo de cinco años, las vetas superficiales de
millones de pesos. En 1551, los mitayos de Villarroel Chumbilla se agotaron y la mina se abandonó pues la
hallaron una enorme muestra de plata blanca, en for- tecnología existente no permitía trabajarla a niveles
ma de pino, con estrías de rosicler, cual si los gnomos más profundos. Chumbilla dejó de producir pero a Oré
de la montaña hubiesen modelado en milenios de tra- le quedó una invalorable riqueza: los indios ...” (M.S.O.)
bajo subterráneo, la imagen de ese árbol característi- Entonces llevó a cabo un proceso que hoy llama-
co de los bosques europeos. Villarroel envió de obse- ríamos de “reconversión” de sus trabajadores. “... Hizo
quio la notable muestra al Emperador ...” (M.B.G.) que atendiesen sus obrajes de Canaria y de Chincheros,
“... Carlos V, a pedido de Juan de Villarroel y por una su molino de Conchopata, sus cocales y trigales en
donación de 12,000 pesos que éste le hizo (US$ 531,920 Macachacra y que en Yucay le cultivasen viñedos y fru-
a valores actuales), le otorgó a la ciudad un escudo de tales y le cuidasen un bosque y una estancia de gana-
armas. A partir del 28 de enero de 1545, por real cédu- do lanar, mientras que en Chupis los obligó a cuidar
la, se llamaría Villa Imperial de Potosí. El donante reci- una estancia de caballos. Por su sola orden, los “hanan
bió de la Corona el hábito de Santiago, el título de chillques”, de campesinos, pastores y mineros, debían
descubridor del Cerro Rico de Potosí y el de fundador de devenir en constructores de su mansión citadina, de
la villa, todo ello a expensas de sus socios ...” (M.S.O.) su casa de campo, de los conventos e iglesias que fun-
“... La historia de la minería, en cualquier parte dó y de los oficios de sus obrajes, para luego pasar a
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trabajar en ellos como hilanderos, cardadores, tejedo- “... Nació en Cuenca, como hijo legítimo de Alonso
res, bataneros ...” (M.S.O.) de Cabrera y Ovalle y de Juana de Espinosa. Pasó al
Parte de la riqueza creada a partir de su mina de Perú en 1555, entre los criados del virrey Marqués de
Chumbilla fue destinada a erigir monumentos religio- Cañete; en 1549 era regidor del cabildo de Huamanga.
sos en Huamanga. “... Junto a su esposa Luisa Díaz de Contrajo matrimonio con la hija del Conquistador
Rojas, logró edificar e inaugurar en 1568 el Monaste- Hernando de Villalobos, Doña Inés, y el virrey promul-
rio de Santa Clara, lo que les representó una inversión gó en su favor y con aumento de indios, la encomien-
de 20,000 pesos (US$ 886,534 a valores actuales). Par- da de Mallomarca y Angaraes de la que ella venía dis-
ticiparon en la construcción del convento de San Fran- frutando ...” (G.L.V.) De este matrimonio nacerían un
cisco y fundaron una capellanía en la iglesia parroquial. hijo varón y cinco hijas.
Deseaban ver culminada su obra con el ingreso de sus El 1º de enero de 1564 inscribe a su nombre la más
numerosos hijos a esos claustros ...” (R.R.S.) rica mina de azogue de Huancavelica. Después tam-
bién registra bajo su propiedad las minas Santa Inés,
G A MADOR D E CABRERA Santa Isabel y el socavón La Santísima Trinidad. Gozó
Personaje absolutamente crucial de la minería co- de las minas en absoluta propiedad y durante ocho
lonial ya que en su rápida capacidad de iniciativa años se dedicó a la extracción y beneficio del azogue.
recae la primera explotación del yacimiento de azo- En 1570, el virrey Francisco de Toledo incauta su
gue de Huancavelica que resultaría providencial para mina “Descubridora”. A partir de allí, y en defensa de
las minas de plata de Potosí. sus propiedades, Cabrera sostiene continuos
enfrentamientos legales con la Corona. Siendo inevi-
table la progresiva confiscación que hacía la Corona
de las 43 minas de mercurio, socavones y lavaderos
del yacimiento, “... en octubre de 1572, Amador de
Cabrera renuncia a sus derechos sobre las minas me-
diante un convenio firmado en el Cuzco. Recibió como
resarcimiento la suma de 250,000 ducados, de lo que
se arrepintió después, por considerar que valían más
de 500,000 ducados. Entabló nuevo litigio que fue
fallado en su contra aunque se le reconoció un dere-
cho de usufructo ...” (L.G.P.)
En estas querellas legales, se fue gran parte de su
fortuna. “... El virrey Toledo halló que no era ‘hombre
de muchas inteligencias’. La mejor demostración de
ello era su pobreza y el gran número de acreedores que
lo acosaban, al paso que muchos de sus compañeros
se hallaban con gruesas fortunas. Continuó siempre
avecindado en Huamanga, donde en 1586 fue Alcalde
ordinario. La riqueza de Huancavelica se le escapó de
las manos a Cabrera, de un lado porque el Estado le
cercenó sus facultades de explotar la mina, y de otro
porque no supo administrar la ingente riqueza que la
Providencia había puesto a su alcance. Su fallecimien-
Españoles de Castilla, según Guamán Poma de Ayala to debió ocurrir antes de 1598 ...” (G.L.V.)
12
G D IEGO, FRANCISCO
RANCISCO
PARIA
YJUA N D E MEDRAN
EDRANOO
A ellos se atribuye la segunda y más prós-
pera etapa del desarrollo minero colonial de
Oruro, cuya actividad se había estancado
después de la explotación de Lorenzo de
Aldana y durante los años en que todas las
miradas estaban puestas en Potosí y que
NO
MI
todas las prioridades administrativas bene-
CA
ficiaban a ese yacimiento.
Habiendo realizado labores de intensiva
exploración partiendo de Corquemarca, Diego
ORURO
y Francisco de Medrano redescubren en 1595 SEPULTURAS
unas antiguas minas abandonadas quince
años antes en la localidad conocida como
Uru-Uru. “... Se dieron cuenta que constituían
riquísimos filones muy fáciles de explotar, ver- CA
MI
NO
daderamente prodigiosos por su ley y no ofre-
CA
13
G J OSÉ Y GASPA R SALCEDO
ASPA
Estos exitosos empresarios, a quienes tocó pro- La importancia que los Salcedo adquirieron,
tagonizar los dramáticos sucesos de Laicacota, se en el Virreinato del Perú y en toda América, les
inician en la zona de Cerro de Pasco, explotando las granjeó la animadversión de otros empresarios y
minas de Yanacancha y Pariarjirca, en Lauricocha. de las autoridades, generándose los conflictos que
Posteriormente se trasladan al altiplano, atraídos duraron de 1665 a 1668 en Laicacota. No poca
por la fama del asiento de San Antonio de Esquilache debió ser la envidia que suscitaban, a juzgar por
y exploran cada uno por su cuenta y con distinta el ensañamiento con que el virrey Conde de Lemos
suerte. “... Gaspar, en la provincia de Paucarcolla, los trató en 1668, perjudicando todo cuanto tu-
tras la huella argentífera en Las Lagunitas, Santa viera que ver con ellos. Sus minas,
Lucía, Cerrillo, Bruno, Huarumpampa, y otros lugares irreparablemente inundadas; sus hombres, envia-
de Puno; en San Antonio de Esquilache halló vetas dos a la muerte o al presidio; sus bienes, incau-
muy ricas, que exploró en tres socavones. Su herma- tados o destruidos. Como para borrar toda huella
no, con poco éxito, trabajaba las minas del Cerro San de la fama de los Salcedo, el virrey llegó hasta el
José ...” (M.S.B.) detalle de cambiar el nombre a la población de
Pero el destino de ambos cambia cuando en 1657 San Luis de Alva y rebautizarla como San Carlos
“... José Salcedo atacó el crestón del vecino cerro de (que después daría origen a la ciudad de Puno).
Laicacota, descubriendo una veta valiosa, y lo mismo “... José Salcedo fue condenado a la horca,
hizo en la laguna cercana que mandó barrenar, en- aplicándosele primero garrote, luego se le colgó de
contrando una rica mina de plata blanca. Se asegura un palo en la plaza y su cabeza se colocó en la pico-
que, en una sola noche, José sacó 93 bolsas de mine- ta. Gaspar fue condenado a muerte ‘en rebeldía’. Se
ral, por el valor de más cien mil pesos ...” (M.S.B.) encontraba preso en Lima, lo que le salvó la vida y
(US$ 4‘432,943 a valores actuales). fue después condenado a seis años de destierro, al
Con un mineral rico, de fácil extracción y presente pago de las costas procesales y además 12,000 pe-
también en los vecinos cerros de Cancharani, el del Azo- sos. Posteriormente, los representantes de los Salcedo
gue y otros, la producción de estas minas llegó a supe- siguieron en Madrid un juicio de reivindicación, de-
rar los cinco millones de pesos anuales. En siete u ocho nunciando la crueldad de Lemos. Por real disposi-
años, el rico asiento propició el surgimiento de la conti- ción ejecutoriada se mandó devolver a Gaspar Salcedo
gua localidad de San Luis de Alva y los Salcedo lograron todos los bienes embargados. En 1703, el Rey Felipe
acumular una gran fortuna. No sólo se les reconocía por V, concedió el título de Marqués de Villarrica de
su riqueza. “... Su fama de generosos con los humildes y Salcedo a un hijo de José Salcedo, del mismo nom-
hasta con los oidores, perduró largos años ...” (M.B.) bre de éste ...” (M.S.B.)
De la Alquimia a la Tecnología
P
or una buena parte de su desarrollo, la minería G B ARTOLOMÉ D E MEDINA
ARTOLOMÉ
colonial es tributaria de los hombres que aquí Si bien su biografía está más ligada a México que
se encuentran retratados. Pese a lo significati- a cualquier otra tierra y siendo probable que nunca
vo de los trabajos que ellos hicieron, muchas haya pisado suelo peruano, en esta secuencia no po-
veces los coetáneos de estos investigadores, demos dejar de mencionar a quien ha sido reconocido
científicos y divulgadores, no supieron valorar y re- como el inventor del método de la amalgamación de
conocer su gran aporte al avance y engrandecimiento la plata por el azogue. “... Aunque la idea de extraer
de la actividad productiva. la plata sin fundición se consideraba y estudiaba por
14
¥ Chihuahua (1703)
¥ Parral (1631)
¥ Santa B‡rbara (1567)
GOLFO
¥ Sombrerete (1558) de
¥ Rosario (1650) MEXICO
¥ Zacatecas (1546)
¥ Bola–os (1740)
¥ Guadalajara (1543) ¥ Guanajuato (1550)
¥ Tehuantepec (1530)
¥ Tegucigalpa (1530)
aquel entonces en Europa, está probado que la mane- como librero. Contribuyó a difundir la literatura
ra de hacerlo fue creación de Medina ...” (M.S.B.) renacentista. En 1558 viaja a México para estudiar el
Llegó a México hacia 1553 o 1554 y se dedicó a la procedimiento de amalgamación de la plata por el
investigación metalúrgica. “... Realizó sus ensayos en azogue, que Bartolomé de Medina había puesto a
la mina Purísima Grande, de Pachuca, logrando per- punto en Pachuca. Retornó al año siguiente y se le
feccionar su método tras alrededor de dos años de es- empieza a conocer como “perito en azogues” y
fuerzos persistentes. La fecha de su invento se fija, “ensayador” además de atribuírsele el mérito de ha-
para unos, a fines de 1555 y para otros, en 1557. ber traído el innovador método al Perú. Lo aplicó en
Hacia este último año tenía concertados convenios de las minas de Paras que había descubierto. En 1560,
utilización de su proceso con mineros de Pachuca, descubre las minas de azogue de Tomaca, también en
Taxco, Sultepec, Zacualpán, Tlalpujahua, Guanajuato, la región de Huamanga.
Temascaltepec y México ...” (M.S.B.) Cuando ocurre el hallazgo del yacimiento de azo-
gue de Huancavelica, “... por encargo de Amador de
G E NRIQUE GARCÉS Cabrera, fue el portugués Enrique Garcés el que se en-
En este personaje se conjugan la sensibilidad del cargó de certificar la calidad del asiento y lo consideró
hombre de letras con la fibra aventurera del descu- muy rico ...” (M.S.O.)
bridor de minas y el espíritu científico del perito Fue Factor de la Caja Real de Huancavelica de 1572
metalurgista. Su nombre está asociado a momentos a 1573. Como las autoridades españolas no accedían
relevantes de la minería colonial peruana. a concederle las facilidades que reclamaba para desa-
Se presume que nació en Oporto, en 1525. Llegó rrollar sus empresas, en 1589 se trasladó a la Metró-
al Perú con el objetivo de buscar minas. Residió pri- poli a fin de hacer gestiones ante la Corte. A partir de
mero en Lima, entre 1547 y 1556, desempeñándose 1591 empieza a publicar las traducciones que hizo
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Lavado del mineral en la industria metalúrgica
de los Sonetos y Canciones de Petrarca y de las sonales para acomodar el método a la naturaleza pro-
Luisíadas de Camoens, además de un tratado político pia de los minerales potosinos. En 1574 logró hacer
de Patrizzi. Se cree que murió en Madrid en 1595. patente ante el virrey el método adecuadamente mo-
dificado y la manera de entablarlo en Potosí. Debe ser
G P EDRO FERNÁNDEZ D E VELASCO considerado pues, como reformador de los procedimien-
Personaje que está crucialmente ligado a la histo- tos conocidos hasta entonces y de la técnica de los
ria de la amalgamación, al ser el impulsor del método mismos, que se difundieron en cuanto se apreció su
en Potosí. “... Había figurado como criado en la servi- excelencia...(G.L.V.)
dumbre de los Marqueses del Valle de Oaxaca, y en El aporte de Fernández de Velasco fue muy rele-
1565 consta que solicitaba en Madrid se le hiciera mer- vante para el yacimiento de Potosí ya que, en pala-
ced de un cargo de Alguacil Mayor en México. Proba- bras de magistrados de La Plata, “... le ha verdadera-
blemente allí debió de aprender el procedimiento de la mente resucitado ...”. Aún con estos méritos el
amalgamación y ejerció el oficio de fundidor ...” (G.L.V.) metalurgista no perdió su natural humildad. “... Su
Llega al Perú en 1571 y por lo que parece, no inocencia puede apreciarse por la cuantía de la recom-
logró impresionar favorablemente a Francisco de pensa: 575 pesos ensayados por declarar secreto de
Toledo en el Cuzco. Según el propio virrey, “... era tan tal monta (según Provisión del virrey Toledo, librada
paupérrimo de bienes materiales como escaso de en- el 14 de mayo de 1580) ...” (G.L.V.)
tendimiento, pues apenas le alcanzaban sus luces más
que para desenvolverse estrictamente en su ocupación G R ODRIG O TORRES D E NAVARRA
ODRIG
y aún esto necesitaba explicarlo mediante un compa- Existen pocos registros biográficos de este inteli-
ñero, Jerónimo Piña de Zúñiga, de ingenio algo más gente hidalgo español. Al incorporar el ichu como com-
despierto ...” bustible en el proceso de beneficio del azogue, hizo
Se dedica a estudiar porqué la amalgamación que una contribución que en su momento fue considerada
había sido introducida doce años antes por Garcés, providencial para la economía minera de Huancavelica.
no resultaba eficiente para tratar los minerales “... Nació en Carmona en 1533 y pasó al Perú a la
argentíferos de Potosí “... cuya índole por lo visto era edad de 25 años. Acompañante de Gil Rámirez Dávalos
disímil de la de los mexicanos. Hizo experiencias per- en la conquista de las Comarcas de los Quijos, Sumaco
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y la Canela, estuvo entre los fundadores de Baeza de de los asentistas y no pocas maniobras de despresti-
la Nueva Andalucía (1559), donde se avecindó, ejer- gio. A lo largo de nueve años, Saavedra Barba realizó
ciendo primero el cargo de Regidor y en 1560 el de muchas pruebas, demostraciones y gestiones admi-
Alcalde Ordinario. En 1563 hallóse en la fundación de nistrativas para acreditar su invento.
Avila (Sumaco) y Alcalá del Río, en aquella fue Capi- “... En abril de 1638 presentó estas probanzas en
tán y Teniente de Gobernador varios años; posterior- la Audiencia de Lima, ponderando las ventajas de su
mente estuvo a sus expensas en el descubrimiento de invención que permitiría producir un promedio de ocho
las provincias de Tapaca y Quiques. Cansado de esta quintales de mercurio al año por peón. Pidió que se le
vida sin provecho material y acabada la pacificación adjudicara un premio correspondiente a la importan-
de dichos territorios, se dirigió a Huancavelica, donde cia de su hallazgo; en tanto se precisaba la cuantía de
se estableció hacia 1569 ...” (G.L.V.) éste, nadie usaría de sus hornos; y en fin, demandó
Torres de Navarra se orientó a la búsqueda de so- que le entregara un séptimo de la cantidad de exceso
luciones que pudieran paliar la escasez de combusti- que sobre la producción normal se obtuviera mediante
bles tradicionales como la madera y la leña. Observó su sistema.
las costumbres locales y el uso doméstico que se ha- Al fin, en Provisión del 14 de agosto de 1641 se
cía del abundante ichu de la región; realizó muchas señaló a Saavedra Barba durante toda su vida y por
pruebas “... hasta que acertó con el procedimiento otra siguiente, el valor del 2 % libre de todo el azogue
más adecuado, a principios de 1570. La aplicación de que de cualquier manera se beneficiara en
este combustible fue justamente encomiada y recibida Huancavelica, debiendo abrirse una cuenta en la Caja
con el alborozo que se deja entender. Gracias al ha- Real en donde se satisfaría al beneficiario el equiva-
llazgo del Capitán Torres de Navarra pudo aumentarse lente en metálico de dicha renta, calculada a precio de
la producción de azogue a cantidades insospechadas, tasa ...” (G.L.V.)
al tiempo que en proporción inversa descendía el cos- Muy poco tiempo gozaría del reconocimiento al
to de ésta ...” (G.L.V.) aporte que hizo a la minería. Falleció el 24 de marzo
de 1645. Su tiempo, su salud y sus recursos se habían
G L OPE D E SA AAVEDRA
VEDRA BARBA
ARBA consumido en la larga batalla de patentar el invento.
La minería colonial le debe a este inventor, médi- Los empresarios del azogue querían utilizarlo sin cos-
co de profesión, una de las innovaciones tecnológi- tear los correspondientes derechos. Sus cuatro hijos
cas generadas en el Nuevo Mundo como fue el siste- sufrieron muchas vicisitudes al tratar de cobrar sus
ma de obtención de azogue por destilación, que se regalías de la Hacienda Pública y de los mineros.
encuentra descrito en detalle en el Fascículo V de Otra gran ingratitud histórica hacia este inventor
esta colección. ocurre un año después de su muerte cuando “... un
Saavedra Barba nació en Siruela, Badajoz y se pre- desaprensivo sujeto, llamado Juan Alonso de
sume que pueda haber llegado a Huancavelica alre- Bustamante, enterado del procedimiento de conden-
dedor de 1617 para ejercer su profesión. Dotado de sación, lo introdujo en Almadén en 1646, dándolo por
gran curiosidad científica, volcó su espíritu inquisi- suyo, y siendo colmado de premios y galardones ...”
dor en cuanta actividad minera y yacimiento podía (G.L.V.)
haber en la región, es decir, pasó a ser lo que se
denominaba un “buscón”. G A LVARO ALONSO BARBA
ARBA
En 1629 logra poner a punto un aparato que per- “... En su momento y en su esfera, Alonso Barba puso
mite la condensación del azogue fuera de la cámara a Charcas en la vanguardia universal del saber y del ha-
en que se alojan las vasijas de cocimiento. Como suele cer. Acaso su verdadera y definitiva significación históri-
ocurrir, el inventor tuvo que enfrentar la reticencia ca resida en haber sido, hasta hoy, la única figura de
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y una influencia duradera en los siglos XVII y
XVIII. Fue traducido al inglés en 1670, al ale-
mán en 1676 y al francés en 1730 y alcanzó
muchas ediciones en los países europeos.
Se sabe que a su retorno a España pro-
dujo otros escritos de carácter científico y
político. Hizo propuestas para las minas pe-
ninsulares y “... dio a conocer sus ideas en
defensa de la profesión del minero. Para Amé-
rica sugirió la eliminación de la política mo-
nopolista de la Corona, a favor de las conce-
siones y arrendamientos de los yacimientos a
los particulares ...” (M.B.G.)
G C ONSTANTIN
ONSTANTINO
ANTINO DE VASCONCELLOS
El innovador del método extractivo de las “rozas”
aplicado en Huancavelica, nació en Braga, Portugal,
Georgius Agrícola (1494-1555). Fundador de la minería en el seno de una familia de hidalgos de la casa real.
y de la metalurgia científicas Era miembro de la Orden Lusitana de Santiago de la
relieve auténticamente mundial que ha dado la socie- Espada. Aunque se decía que había estudiado mine-
dad charqueña y hoy boliviana ...” (J.M.B.) ría en Almadén, la fama de “teórico” que tuvo en
Alvaro Alonso Barba nació en la villa de Lepe, An- Huancavelica pudo haber sido generada por él mismo
dalucía. Por vocación se formó dentro del sacerdocio ya que afirmaba haber estudiado también: Lógica,
pero estudió también minería y metalurgia. Pasó la Filosofía, Teología, Jurisprudencia, Matemáticas, Cos-
mitad de su vida en el territorio de la Audiencia de mografía, Geometría, Aritmética, Arquitectura, Dibu-
Charcas ejerciendo como religioso en las localidades jo lineal y Música.
cercanas a los yacimientos mineros como los Lípez, Vasconcellos llegó al Perú en 1629 con el séquito
Porco, Tarabuco, Pacajes, Oruro, Chocoya y Potosí. del Arzobispo electo del Cuzco, Hernando de Vera y
“... Era un personaje singular por su genio científi- Zúñiga. “... Batió una medalla de oro con las armas
co, su independencia intelectual y su pasión por los del Prelado Vera. El 9 de febrero de 1632 fue elegido
metales. Combinaba el trato con los libros, con los Mayordomo del Ayuntamiento de la ciudad del Cuzco.
paseos a los cerros en busca de minerales, o las visitas En 1633 trabajaba en Oruro perforando socavones con
a los ingenios, en procura de mejorar sus métodos de gran eficacia y después pasó a ejercer la minería en
refinamiento. Su mayor contribución habría sido el Potosí. Enterado de que las minas de Huancavelica
beneficio de los minerales mediante el método de estaban muy maltratadas, se presentó al Marqués de
amalgamación en caliente o cocción ...” (M.B.G.) Mancera, ofreciendo repararlas valiéndose de sus mé-
“El Arte de los Metales”, la obra que lo hace mun- todos especiales, que tenían además la virtud de au-
dialmente conocido se publica en Madrid en 1640. Se par la producción. Después de algunas conferencias
ha dicho que este tratado es un puente entre la al- con él, el virrey pudo aquilatar su inteligencia y ente-
quimia medieval y el método científico moderno, com- reza, así como el desinterés que le guiaba al formular
plementado con las valiosas observaciones hechas por su proposición ...” (G.L.V.)
Alonso Barba en el terreno. El hecho es que tuvo un No sólo era de rigor el acercamiento a la auto-
gran impacto en la ciencia mineralógica de entonces ridad política para hacer aprobar una propuesta
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técnica, sino que además en este caso, Vasconcellos
haría modificaciones al método de las “rozas” ob-
servado en Almadén. Cambiarían las herramientas a
usarse, la manera de explotar las vetas, el trazado
de las galerías, los tiempos y las cuotas de trabajo.
Y no sería fácil que los asentistas del azogue de
Huancavelica aceptasen tantos cambios que por otro
lado, perjudicaban el ya establecido equilibrio de
sus intereses económicos. Entonces, a pesar de que
el método se adoptó en 1643, fue muy discutido
durante varios años y no perduró más allá de 1652.
Entre 1643 y 1645 se encarga a Vasconcellos el
diseño de las fortificaciones del puerto de Valdivia,
en Chile, y también levanta la planta de las defensas
militares del Callao.
“... Después de muchos trajines e idas y venidas a
Huancavelica, en 1657 Constantino de Vasconcellos se
avecindó definitivamente en Lima, donde trazó los pla-
nos de su obra maestra conocida: la iglesia de San
Francisco, que no alcanzó a ver terminada. A ella de-
dicó todos sus desvelos, hasta que le sobrevino una
‘muerte acelerada’. Se le inhumó en el cementerio del
mismo templo, en entierro mayor, el 22 de agosto de
1668 ...” (G.L.V.) Facsímil de la carátula de la primera edición en 1640
C
iertamente, la buena marcha de la actividad mi- Nació en la villa de Oropeza en 1514. Estaba empa-
nera fue preocupación común a todos los virre- rentado con Carlos V y con su hijo y sucesor Felipe II,
yes. Los gobiernos de Francisco de Toledo en el a quienes sirvió como miembro de la Orden y caballe-
siglo XVI y del Marqués de Montesclaros en el ría de Alcántara, en varios frentes del Imperio. Toda su
XVII, son probablemente los mejores ejemplos vida vestiría el hábito de la Orden y profesó los votos
de una administración articulada sobre una “visión in- de obediencia, pobreza y castidad.
tegral” del universo minero. En 1569, a los 54 años de edad, llega al Perú para
iniciar un mandato virreinal de once años y medio, el
G F RANCISCO DE TOLEDO gobierno más largo del siglo XVI. (Se dice que llegó
Sin lugar a dudas, el personaje político que dejó acompañado por 72 sirvientes, varios de ellos familia-
más profunda huella en la historia de la minería colo- res, y 20 esclavos). “... Fue enviado a Lima por sus dotes
nial y de mayor influencia en muchos otros campos de ejecutivas, pues aunque tenía el celo y la obstinación
la administración del virreinato. de un conquistador, concluida la conquista y serenados
19
ciencia, hombres de leyes, religiosos, gobernantes loca-
les, entre los que se encontraban Pedro Sarmiento de
Gamboa, Pedro Fernández de Velasco, Juan de Matien-
zo, el padre Joseph de Acosta, Polo de Ondegardo ...”
(M.B.G.)
Fuertemente identificado con la minería, Toledo
tiene la indiscutible paternidad del ordenamiento de
todas las actividades del sector, de la matemática re-
organización de la mita. Fue además el impulsor del
“matrimonio” entre la plata de Potosí y el azogue de
Huancavelica y el promotor de la construcción de in-
genios y de sistemas de represas.
Y todo ello, en permanente y leal servicio a sus dos
monarcas. Como lo expresa él mismo en una carta al
Cardenal de Sigüenza: “... No creo que habrá muchos
que a ellos y a la Orden hayan servido con más peligro,
antigüedad y trabajo, en la mar y en la tierra, en estos
Reynos y fuera de ellos ...”
G J UA N D E
MENDO Z A Y LUNA,
ENDOZ
Virrey Francisco de Toledo, según Guamán Poma de Ayala MARQUÉS D E MONTESCLAROS
los ánimos de las guerras civiles, hacía falta más bien En el siglo XVII, destaca con muchos méritos la
un gran administrador. El monarca no pudo haber esco- figura de este virrey que se comprometió muy decidi-
gido mejor. Francisco de Toledo combinaba en grado damente en la solución de los problemas mineros del
supremo las virtudes del estadista y del legislador. Tenía territorio.
meticulosidad y amor por el detalle. Se dedicó con de- “... Hizo su entrada solemne en Lima el 21 de di-
voción a su tarea de gobernante y de jurista, dando al ciembre de 1607. Al año siguiente estableció el Tribunal
exánime organismo del imperio una nueva transfusión del Consulado y el Arzobispado de Charcas. En 1609
de sangre gracias al conjunto de medidas adoptadas en instauró la Real Audiencia de Chile y los obispados de
las explotaciones mineras ...” (M.B.G.) Arequipa, Huamanga y La Paz. Fue su obra la primera
Los cinco primeros años de su mandato fueron de- Alameda de los Descalzos concluida en 1611. En 1614
dicados a viajar y conocer muy de cerca las distintas hizo levantar el censo de Lima que arrojó la cifra de
realidades del virreinato, a la vez que eludía los con- 24,454 habitantes. En 1615, el hecho que el filibustero
flictos con la Audiencia de Lima. Este período le per- holandés Spielberg no llegara a atacar el Callao, mien-
mitió conceptualizar y madurar lo que sería su gran tras el virrey inspeccionaba las defensas y daba las ór-
contribución legislativa de 1574, las “Ordenanzas”. denes para rechazarlo, se interpretó como un milagro
“... Residió por un tiempo en la Villa Imperial, adon- de Santa Rosa ...” (F.S.S.)
de llegó, auspiciosamente, junto con la noticia de la Fue el primer virrey que inspeccionó las minas de
victoria de Lepanto, en 1573. Reorganizó política y ad- Huancavelica, en 1608, en un famoso viaje del que
ministrativamente la Audiencia de Charcas; fundó las muchos trataron de disuadirlo: algunos porque no se
villas de Tomina, Cotagaita, Tarija y Cochabamba; me- expusiese al peligro de accidentes en la mina y otros,
joró urbanísticamente la ciudad de Potosí. Supo rodear- por mantener ocultas las corruptelas imperantes en
se de un selecto grupo de asesores. En su comitiva de dicho asiento. A lo largo de cuarenta jornadas y acom-
cincuenta personas figuraban cronistas, hombres de pañado de un séquito bastante numeroso, “... practicó
20
F OTO 17
nutridas indagaciones, tanto públicas como reservadas,
ya verbalmente, ya por escrito, sobre numerosos aspectos
de la explotación de las minas. El primer día que pasó en
el subsuelo, consumió más de seis horas recorriendo todo
detenidamente. Adrede permanecía un tiempo mayor en
aquellos sectores en que conocidamente se registraba pe-
ligro, sin dejar boca, hueco ni lugar que no viese ni por-
menor que no inquiriese. En cada sitio ordenaba tomar
testimonio de lo que se había examinado ...” (G.L.V.)
Verificó la adecuación de la mano de obra a los dis-
tintos tipos de faenas. Dispuso que el hospital de la villa
contara con un facultativo especializado para atender a
los trabajadores mineros. Impartió instrucciones y una
serie de medidas técnicas para que se refaccionaran las
galerías de las minas y los sistemas de ventilación. Fijó
el coeficiente máximo de producción exigible a los ope-
rarios, sin afectar su salud. Asistió a pruebas para mejo-
rar los métodos de beneficio del azogue. Aplicó una suerte
de “re-ingeniería financiera” a la engorrosa deuda que
tenían los mineros con el Estado. Estableció condiciones
más favorables para la celebración de los futuros asien-
tos entre los mineros y la Corona.
Fue sin duda una fecunda misión la que el virrey cum-
plió en su visita. “...Un testigo afirmaba que con ella
Montesclaros había hecho el milagro de ‘dar vida a un muer-
to’, ya que el haber logrado que la producción de azogue en
Huancavelica volviera a la normalidad, significaba resta-
Virrey Marqués de Montesclaros. Museo Nacional de
blecer ‘el nervio de toda la economía peruana’ ...” (J.P.B.) Antropología, Arqueología e Historia, Lima
E
n los siglos XVI y XVII, el desarrollo de la acti- de la Colonia tiene en el conocido y estudiado Bartolomé
vidad minera no sólo planteó desafíos de carác- de las Casas al indiscutible “Apóstol de las Indias”. Para
ter económico, productivo y técnico. También este acápite hemos escogido referirnos a tres pensado-
inspiró amplios debates entre pensadores, esen- res que vieron de cerca la realidad minera peruana y en
cialmente juristas y religiosos, que argüían di- ella inspiraron muchas de sus propuestas.
ferentes posiciones éticas sobre la manera en que el
poder español se aplicaba en América a la naturaleza G J UA N D E MATIENZO
de las cosas y a la vida de sus pueblos. “... El autor de ‘El Gobierno del Perú’ y de una vasta
La defensa de la condición humana de los habitantes obra de carácter científico y político, ha sido elogiado
21
formando parte del grupo de consejeros que acom-
pañó a este último en su viaje de inspección por
el distrito de La Plata ...” (M.B.G.)
Siete años antes de la promulgación de las
“Ordenanzas”, Matienzo había concluido su li-
bro “El Gobierno del Perú”, en el que dedicó a
la economía minera potosina seis de los treinta
y dos capítulos. La obra no sólo contenía pro-
lija información sino planteaba recomendacio-
nes para la mejor administración virreinal. Fue
enviada a España a fines de 1567. Aunque el
inquieto escritor no lograra en ese momento
la acogida esperada, la historia le ha recono-
cido un rol importante en la concepción y ela-
boración del cuerpo de normas legales que en
1574 dictó el virrey Toledo para la minería.
G J UA N D E SOLÓRZANO PEREIRA
OLÓRZANO
“... Es imposible tratar un tema histórico-
jurídico sobre América sin acudir a Solórzano.
Es sin duda, el de más valor de cuantos auto-
res estudiaron problemas jurídicos indianos y
el que más influjo tuvo en gobernantes y es-
critores ...” (P.C.D.)
Nació en Madrid en 1575 e hizo sus estu-
Portada de la ²Política Indiana² de Juan Solórzano Pereira, 1647 dios de Derecho en la Universidad de Sala-
con justicia como el más notable escritor jurista de las manca. Llegó a Lima con el encargo de hacer una
Indias en siglo XVI ...” (M.B.G.) obra sobre legislación y gobierno. “De indiarum iure”
Matienzo nació en Valladolid en 1520. Se graduó fue su primer volumen publicado, con el que se dice
como Licenciado en Derecho y trabajó durante 17 años ganó fama y simpatía. El segundo volumen apareció
en la cancillería de su ciudad natal. Era muy recono- en 1639. Doce años después, en 1647, se publica su
cido como jurisconsulto y por su versación en el la- “Política Indiana”.
tín. La amistad que lo unió a Cristóbal Vaca de Castro Solórzano se pregunta sobre el tema de la legitimi-
y a Pedro de la Gasca, debió inspirar su curiosidad dad del trabajo minero obligatorio en estos términos:
por lo que ocurría en las colonias. Obtuvo el nombra- “... Si es justo y lícito dar indios y mita para labrar
miento de Oidor de Charcas, con cuatro mil pesos oro minas y beneficiar los metales que de ellas se sacan y
de salario y dejó España en noviembre de 1559, acom- obligarles a este servicio, aunque ellos no quieran ...”
pañado de algunos familiares y esclavos negros. “... Observa que el problema de la licitud o ilicitud
“... Desde su llegada a Lima envió informes al Rey; del repartimiento de mita sólo puede plantearse des-
fue un infatigable escritor. Su pasión por conocer la ver- pués de hacer las siguientes precisiones: ‘que los in-
dad y revelarla le ganó muchos enemigos. Tampoco lo dios se muden y truequen por un tiempo determina-
hizo popular su sugerencia de que se suprimiese el cargo do; que el trabajo sea sólo para obras necesarias o
de virrey para ser reemplazado por un tribunal de seis de bien común y que no sea excesivo; que estos in-
oidores. Sin embargo gozó de la confianza del virrey Toledo, dios mitayos sean fuertes y sanos, es decir que no
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sean enfermos o viejos o demasiado jóvenes; que se en Lima en 1630. “... Esta valiente acusación sobre el
les pague competentes salarios y jornales en propia régimen colonial, ratificada en sus sermones y prédi-
mano y sin tardanza; que los indios así repartidos ten- cas, sería causa para que el franciscano fuera conside-
gan a precios acomodados todo lo necesario para su rado sujeto peligrosísimo para la seguridad del Esta-
vida y sustento; y finalmente, que sean repartidos sólo do. Sus opositores insistieron en que se le desterrara,
en la séptima parte’ ...” (P.C.D.) consiguiéndolo en 1631, año en que abandonó la pa-
A lo largo de su vida, Solórzano supo sostener un tria para no volver más. Moriría en el convento de
rico intercambio de conceptos y de criterios con otros Cuernavaca, el 15 de noviembre de 1635 ...” (C.P.A.)
pensadores de la época. Murió en 1654.
La reflexión final de nuestro fascículo está dedi-
G F R AAYY BUENAVENTURA
UENAVENTURA cada al hombre mitayo. Aquel esforzado trabajador
D E SALINAS Y CÓRDOB A
ÓRDOBA de las minas, de los ingenios y de los talleres, que
“... Este fraile franciscano fue uno de los más fer- construye la minería colonial muchas veces enfren-
vorosos defensores del pueblo indio durante la Colo- tando las más adversas condiciones; aquel héroe anó-
nia. Luis E. Valcárcel dijo de él: ‘No es superado por nimo que a diferencia del hombre ilustre, no podrá
nadie en el Perú y sólo igualado por Bartolomé de las ser recordado por su nombre, pero a quien la pers-
Casas en América’ ...” (C.P.A.) pectiva del tiempo y de la historia han reconocido su
Nace en Lima en 1592, en el seno de una familia verdadera dimensión. Sin su contribución poco ha-
perteneciente a la nobleza de aquella época, y desde brían podido conseguir el ímpetu conquistador, las
muy joven tiene contacto con los protagonistas de la racionales normas o los revolucionarios inventos.
vida política del país, pues se sabe que a la par de
sus estudios en el Colegio Real de San Martín, sirvió
de paje a los virreyes Conde de Salinas, Conde de
Monterrey y Marqués de Montesclaros. Estudia en la
Universidad de San Marcos y parecía efectivamente
destinado a ejercer en la política, ya que a la edad de
23 años ocupa el cargo de Secretario Mayor del Go-
bierno del Perú. Sin embargo, en 1616, la vocación
religiosa lo lleva a renunciar al puesto y a ingresar a
la orden y al convento franciscanos de Lima.
En los siguientes catorce años, Fray Buenaventu-
ra vivirá muchas circunstancias y en distintos lugares
del Perú, en los que sentirá ser “... el testigo indigna-
do del terrible contraste que existió entre las leyes
indianas y la realidad y el testigo presencial y cons-
ciente de la desdicha de los oprimidos. Ello lo conver-
tiría en acusador de encomenderos, curas y doctrineros,
caciques, alcaldes de minas, funcionarios oficiales, en
fin, de todo el régimen colonial culpable de la inicua
explotación de los indios ...” (C.P.A.)
Su testimonio, en tono de dramática protesta y
en términos muy crudos, está recogido en uno de los
tres discursos que componen el “Memorial de las His-
torias del Nuevo Mundo Pirú”, obra que se imprimió Cura y Corregidor castigando indios (Según Guamán Poma de Ayala)
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Bibliografía de consulta:
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Orfebres europeos del siglo XVI trabajando los metales preciosos que llegan de América
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