Sabiduría de Occidente y Oriente
Sabiduría de Occidente y Oriente
Sabiduría de Occidente y Oriente
s a b i d u r í a d e o cc i d en t e
y o r i en t e
visiones de una espiritualidad integral
3ª edición
Desclée de brouwer
bilbao - 2008
ÍNDICE
11
humano, sobre todo en los campos en los que se juega
nuestro destino. Sería, sin embargo, poco creíble e
incluso sospechoso que compartiéramos la misma
opinión en todo. La verdad es sinfónica, dijo alguien,
y yo toco una nota distinta en la misma orquesta.
Como nos dice el P. Willigis, la mayoría de las reli
giones organizadas son antiguas y venerables, pero
también están anticuadas y petrificadas. Desde hace
decenios me dedico a “predicar” la conversión de las
religiones. Willigis Jäger nos ayuda a que penetre aire
nuevo en este campo.
La palabra espiritualidad es una reacción suave
contra la petrificación de las religiones. Sin embargo,
como explica Willigis Jäger, no se trata de condenar
por igual a justos y pecadores sino de vivir de una
forma nueva el núcleo más hondo de cada religiosi
dad, de experimentarlo y profundizarlo. La religión
auténtica, como el mismo nombre indica (religare,
relegere y religere) es lo que nos libera de la cárcel de
nuestra soledad (individualidad), sin que confunda
mos individualidad con singularidad. La religión nos
une con la realidad total y, al mismo tiempo, nos des
ata de todo apego. La libertad es el pilar de toda reli
gión auténtica. Como se dice en el Corán, la religión
no permite ninguna coacción.
En este campo hay dos conceptos importantes: fe y
creencia. La fe no debe identificarse con formulacio
nes de la creencia, pues esta confusión ha tenido efec
tos desastrosos a lo largo de la historia. Toda persona
tiene una fe, esto es, es consciente de no saberlo todo,
de que existe más de lo que es capaz de comprender y
de que se encuentra frente a lo infinito. Paradójicamente,
12
podríamos decir que la fe es tener consciencia de la
propia ignorancia. Nicolás de Cusa habló de la “docta
ignorantia”; aún es más impresionante cómo lo expre
só hace muchos siglos Evagrius Ponticus, otro místi
co: “Bienaventurados son los que han alcanzado la
ignorancia infinita (agnosia)”. Pero, como somos seres
racionales, expresamos nuestra consciencia con pala
bras que nos aporta nuestra cultura. Y ésas son las
formulaciones de la creencia.
13
No me corresponde señalar el valor del silencio de
un Maestro Zen, que se encuentra detrás de sus obras.
“Tibi silentium laus”, dice un salmo (LXIV, 2). “El
silencio es Tu alabanza”. No quiero perturbar ese silen
cio. ¡Qué la lectura de este nuevo libro suyo transmita
paz y alegría!
15
De aquí en adelante, al utilizar la palabra “Dios”, no
me referiré a un ser personal externo. Esa palabra apun
tará a una “Consciencia Absoluta” que no se capta con
la razón. Para mí significa una realidad de fondo que se
vierte en todo lo que tiene forma y que, sin embargo, no
es esa forma.
En la primera parte del libro me ocupo de los grandes
interrogantes existenciales de la humanidad, de pregun
tas que se han planteado los seres humanos desde siem
pre, preguntas sobre nuestro origen y nuestro destino,
sobre el sentido de la existencia humana.
En la segunda parte me ocupo de la crisis en la que
se encuentran desde hace ya tiempo las confesiones cris
tianas, una crisis que se plasma también en el hecho de
que cada vez más personas les van dando la espalda,
buscando interpretaciones alternativas sobre el sentido
de la vida. Es evidente que la influencia de las religiones
institucionalizadas está perdiendo peso mientras que, al
mismo tiempo, está despertando una sensibilidad reli
giosa muy nueva. Al fin y al cabo, las religiones siguen
girando demasiado alrededor de sí mismas y no van a la
par con el desarrollo del ser humano. También las reli
giones tienen que transformarse de acuerdo con el desa
rrollo total del ser humano, con el fin de conducir a una
espiritualidad actualizada. Más que nunca les hace falta
no ya una reforma, sino una transformación.
En la tercera parte presento un camino espiritual
centrado en la esencia de las tradiciones religiosas, que
quisiera denominar “Sabiduría de Occidente y Oriente”.
Es un camino claro, que pretende conducir a una expe
riencia religiosa transconfesional a todos los que se
decidan a recorrerlo. Requiere determinación y confian
za en aquellas dimensiones que estén acordes con la
16
cosmovisión y antropología del siglo XXI. Cualquiera
puede encaminarse por ese sendero espiritual, indepen
dientemente de que pertenezca o no a una religión, sin
importar que sea cristiano o no crea en Dios alguno, que
esté bautizado o siga cualquier otro credo. El camino de
la “Sabiduría de Occidente y Oriente”, aquí descrito,
lleva más allá de todo dogma y credo.
Su antigüedad se cifra en varios miles de años, se ha
incorporado a todas las religiones y, hoy en día, está más
actual que nunca. La “Sabiduría de Occidente y Oriente”
enseña la estructura básica de los caminos espirituales
de Oriente y Occidente como un camino de práctica espi
ritual que transciende las tradiciones y abarca una for
mación de la conciencia que integra cuerpo, psique y
mente. Este camino comprende formas y rituales inspi
rados en las tradiciones y conduce a la vida cotidiana
como lugar de validación de esa práctica. Se puede andar
por él y, al mismo tiempo, quedarse en la confesión a la
que se pertenece. Pero también está pensado para todos
aquellos que carecen de confesión. Las experiencias mís
ticas que se den en el camino se expresarán en el lengua
je religioso que le sea propio a cada uno. Estas experien
cias también se prestan a ser expresadas en forma poéti
ca, en un lenguaje psicológico o en imágenes.
En todos los caminos espirituales que nos conducen
a nuestro centro interno podemos experimentar que
no somos unidades aisladas, sino de que todo es uno.
Cuando intentamos verter tal experiencia en palabras,
resulta casi imposible no echar mano de imágenes y
conceptos con los que estamos muy familiarizados. Para
la ciencia, ese lenguaje no es aceptable. Lo que no se
presta a ser pesado, contado, medido y calculado no es
aceptado por ella. Sin embargo, la experiencia mística
17
va de la mano de procesos neurológicos que pueden
medirse, que, “aunque sean poco corrientes, no están
fuera del espectro normal de las funciones del cerebro.
En otras palabras, la experiencia mística es biológica
mente real y perceptible para la ciencia”, así lo formula
Andrew Neuberg, investigador norteamericano del cere
bro y de las religiones, en su libro “El Dios pensado”. Es
un factor antropológico y una señal esencial del ser
humano. Sin embargo, lo que se experimenta escapa a
cualquier medición, pues la experiencia ocurre en un
espacio de la conciencia transracional. El siguiente
ejemplo nos lo aclarará: Un analfabeto mira una poesía,
cuenta los versos, mide su número y longitud, etc. Pero
así nunca entenderá la poesía.
“La sabiduría de Occidente y Oriente” nos muestra el
camino hacia el siguiente nivel del desarrollo de nuestra
conciencia. Nos aporta una comprensión muy nueva y
nos conduce a una experiencia en la que ya no hay nin
guna separación entre Dios y ser humano, sino un des
pertar continuo de la “consciencia divina” en nosotros.
La “Sabiduría de Occidente y Oriente” señala una co
rriente mística que atraviesa todas las religiones más
allá del tiempo. Esa corriente conduce más allá de toda
religión hacia la experiencia de la Realidad, hacia la
experiencia de la unidad de todo ser. Esa sabiduría eter
na significa armonía con la ley cósmica.
El camino místico conduce siempre de vuelta al mun
do y a la responsabilidad para con el mundo. Conduce a
la acción, al actuar y al prójimo, y es la base de la ética
del amor, que nos hace reconocernos a nosotros mismos
en el otro. Necesitamos esta experiencia mística para
que la Tierra y los seres humanos alcancen el futuro
sanos y salvos.
18
El camino de la “Sabiduría de Occidente y Oriente”
dice sí a la vida y no se retrae del mundo. Fenómenos
secundarios de ese camino espiritual son: la conciencia
de responsabilidad hacia una existencia humana digna,
la ecología, la paz y la justicia social. Quizás sea la mís
tica la que ofrezca al mundo la última esperanza para un
futuro digno de la humanidad. Su meta consiste en la
experiencia de la unidad de todo ser. Ésa es la revolución
auténtica que nos aguarda. En esa experiencia, creo,
radica la salvación de la humanidad.
19
i
LOS CUA T RO G RA N D ES
I N T ERRO G A N T ES D E LA
HUMANIDAD
¿ D e d ó n d e venimos? ¿Qu iénes som os?
¿ P o r q u é existimo s? ¿ Ad ó n d e va m os?
21