Lección 11 EL PROPOSITO DE LAS PRUEBAS
Lección 11 EL PROPOSITO DE LAS PRUEBAS
Lección 11 EL PROPOSITO DE LAS PRUEBAS
Introducción:
Hoy en muchas iglesias no se habla de las pruebas del cristiano y dicen que el
cristiano no debe pasar por pruebas, no debe tener problemas económicos ni
problemas de salud. Mucho se predica sobre “El evangelio de la prosperidad” Pero,
¿Qué cristiano no ha pasado por momentos difíciles? Las pruebas en la vida
cristiana no se pueden evadir.
Muchas veces las pruebas nos hacen dudar. Al sufrir una tragedia, muchas
personas preguntan, "¿Por qué?“
Debemos estar conscientes que el sufrimiento empezó cuando el hombre pecó
Los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros (Isaías 55:8,9) y por eso
no podemos entender en el momento de la prueba, cual es el propósito de Dios.
Hasta después que pasamos la prueba logramos entender (Job 42:1-6)
La palabra “prueba” viene del griego "dokimos", que significa "aprobado/a". Es una
palabra que se encontraba en la parte del asiento de muchas piezas de alfarería
desenterradas por los arqueólogos en el cercano Oriente. Ese sello significaba que la pieza
había pasado por el fuego sin quebrarse, sin fracturarse, ¡vaya, ni siquiera una pequeña
fisura!; había resistido; había sido aprobada. Dios desea ayudar a esos vasos de barro
creados a Su imagen, que somos nosotros, a madurar en el horno de las pruebas y
pasarlas sin rompernos, sin siquiera una fisura, a fin de ser "probados y aprobados".
La prueba es una situación que pone a prueba nuestro carácter (valga la redundancia); y
entendiéndola también como examen, podemos reprobarla, sucumbiendo a ella; o
aprobarla, saliendo victoriosos. También podemos utilizar la palabra "tribulación", o
simplemente " un problema de difícil solución".
Al igual que en una fábrica, cuyo coche no salió de allí sin haber sido probado, para luego
poder ser utilizado para su fin, así somos probados en la tierra, con el fin de disfrutar de
nuestra verdadera vida en el cielo.
Todos pasaremos por pruebas. La vida consiste en una serie de pruebas. Si amamos a
Dios en la adversidad, más le amaremos en la eternidad. Dios tuvo “un Hijo sin pecado”
pero “ningún hijo sin una cruz” El Señor Jesús dijo:
En la Biblia hay muchos ejemplos de fieles que pasaron grandes pruebas y vencieron Ej.
Job, Abraham (Hebreos 11:17-19 amó más a Dios que a su único hijo)
Podemos afirmar que nadie está exento, todos tenemos pruebas; pues si Jesús mismo las
tuvo, ¿quién podría afirmar que nunca las ha tenido?
Las pruebas son variadas, de todo tipo, tamaño y color: “son diversas”
Puede ser daño a la salud personal, a la salud de un ser querido, de carácter económico,
de trabajo, de estudios, de relaciones familiares o interpersonales, de carácter espiritual,
etc. Hay de todas medidas, colores y grados de intensidad.
6 Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han
tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo.
No las debemos ver como molestas y ofensiva, sino como exámenes diseñados
especialmente por Dios para fortalecer nuestra fe. En vez de considerar a las pruebas
como enemigos debemos verlas como instrumentos de Dios para producir las
circunstancias que necesitamos para crecer espiritualmente.
Las causas de las pruebas:
Muchas pruebas ocurren como resultado de malas decisiones, es decir, ellos cometen
errores por no buscar la guía del Espíritu Santo y así van a pagar el precio. Al violar las
leyes de Dios sufrimos y cosechamos lo que sembramos (Gálatas 6:7). Yo creo
aleatoriamente que por falta de sabiduría este tipo de pruebas representan el 60% de las
terribles experiencias de muchos cristiano. Y pensar que la gente podría evitar el 60% de
sus tribulaciones si fuesen sabios y dirigidos por inspiración del Espíritu Santo. Ejemplo de
estas causas son: Deudas innecesarias por codiciar cosas, negocios ilícitos por avaricia,
matrimonios equivocados y otras malas decisiones que tomamos para tratar de “arreglar”
nuestro problema. Esto trae como consecuencia la disciplina del Señor:
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a
quien el padre no disciplina? Hebreos 12.8
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados. Hebreos 12.11
Debemos obedecer la Palabra del Señor de manera que sepamos que no debemos
codiciar cosas, y que no debemos buscar nuestra felicidad poseyendo cosas.
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él
dijo: «No te desampararé ni te dejaré». Hebreos 13.5
Algunas personas cometen errores y pecados, después deben tener la madurez suficiente
para hacer frente a las consecuencias y no crear un pecado mayor para resolverlo. (Ej.: El
pecado de embarazo antes del matrimonio no se resuelve con el aborto). Al igual que
David, quien cometió el pecado con Betsabé y se escondió detrás de un asesinato.
Estas pruebas que provienen del mal que hay en el mundo que nos rodea, aunque
siempre han existido, sin duda están cada vez más presentes en nuestras vidas.
Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque
los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor,
implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno,
traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores
de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los
tales evita. 2a Timoteo 3.1-5
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el
amor del Padre no está en él. 1a Juan 2.15
Porque, ¿qué de notable hay sí, cuando cometéis pecado y sois abofeteados, lo
soportáis? Pero si lo soportáis cuando hacéis el bien y sois afligidos, esto sí es
aceptable delante de Dios (1 Pedro 2:20)
Muchas mujeres y niños sufren por el pecado del marido: mal uso del dinero,
borracheras, ETS, etc
Las pruebas nos hacen reflexionar y arrepentirnos de nuestros pecados: El Hijo prodigo
(Lucas 15:11-20); David (Salmos 119:67,71); El ladrón arrepentido Lc 23:39-43)
No todas las pruebas son consecuencia del hombre o de Dios. Satanás puede venir a tratar
de tirar de la alfombra para que se deslicen en sus pecados, esto se llama tentación,
cuando es tentado cada ser humano.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el
diablo. Mateo 4:1
Ahora, la tentación causada por Satanás existe en nuestra debilidad de la carne, porque
sabe que ahí es donde estamos susceptibles.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que
no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 1 Corintios 10:13
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque
Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es
tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Santiago
1:13,14.
Las pruebas que Dios permite para refinar nuestro carácter y nuestra fe:
Dios espera de nosotros que soportásemos semejante prueba en amor y que la pasemos
adorando con el fin de recibir la aprobación.
Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham.
Y él respondió: Heme aquí. Génesis 22:1
Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos
cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había
en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Deuteronomio 8:2
Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los
probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo
mío; y él dirá: Jehová es mi Dios. Zacarías 13:9
Dios permite las aflicciones en nuestras vidas para enseñarnos a tener paciencia, que
quiere decir resistencia, soportar o aguante alegre (esperanzado), no es una mera
resignación sino una espera en medio del trabajo y la esperanza y esta virtud tan
necesaria para la vida es producida en nosotros por la aflicción:
2 Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con
diversas pruebas, 3 pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. 4 Y
la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e
íntegros, sin que les falte nada. (Stg 1:2-4)
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo
que la tribulación produce perseverancia, 4 y la perseverancia produce carácter
probado, y el carácter probado produce esperanza. 5 Y la esperanza no acarrea
vergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Romanos 5:3-5)
Dios probará nuestra fe, así como se prueba el oro, por medio del fuego, para quitar las
impurezas (ansiedad, temor, enojo, impaciencia, dudas, etc)
7 para que la prueba de vuestra fe — más preciosa que el oro que perece, aunque
sea probado con fuego — sea hallada digna de alabanza, gloria y honra en la
revelación de Jesucristo. (1 Pedro 1:7)
Dios permite las aflicciones en nosotros para revelarnos su plan perfecto, el cual llegamos
a entender hasta en un futuro cercano o lejano. Ejemplo en la historia de José (Gn 45:8;
50:20)
Las pruebas nos enseñan a ser más humildes. Para evitar que nuestra propia arrogancia
nos haga pensar que el éxito que tenemos nos viene por nuestros propios esfuerzos. Para
bajarnos de donde nos hemos elevado así mismo (2 Corintios 12:7-10) “para que no me
enaltezca”. Somos esclavos de Cristo.
Las pruebas son para que aprendamos a confiar en Dios: Para no confiar en nuestras
propias fuerzas sino en el poder de Dios. La debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza
humana (1Cor 1:25). Muchas situaciones solo Dios las resuelve (2 Corintios 1:8-10). El
poder de Dios se perfecciona en nuestras debilidades (2 Corintios 12:8-10)
Las pruebas son para que tengamos la esperanza en las cosas eternas: Debemos entender
que todo lo material termina y no debe atraernos. No le demos mayor valor a las cosas de
esta tierra porque lo material es temporal y va a perecer. (2Cor 4:16-18) Nuestro hogar
no está aquí (Filipenses 3:20; Romanos 8:18, 22,23). Después del sufrimiento viene la
gloria Ro 8:18.
Las pruebas son para revelar lo que realmente amamos: Abraham probó que realmente
amaba a Dios. Debemos amar a Dios sobre todas las cosas (padres, hijos, hermanos,
trabajo y aún su propia vida)
Las pruebas son para que valoremos la bendición de Dios: En medio de la aflicción y la
prueba vamos a la Palabra de Dios, la obedecemos y encontramos bendición. Sal 63:3 “tu
misericordia es mejor que la vida” Mejor un día en tus atrios que mil fuera de el.
Las pruebas nos hacen más fuertes: “El valor del soldado nunca se conoce en tiempos de
paz, sino en el calor de la batalla”. Nos preparan para estar en condiciones para la próxima
lucha.
Las pruebas nos capacitan para ayudar a otros: Nos capacitan para poder socorrer a otros
cuando pasen por pruebas: Pedro sería zarandeado, el Señor oraría por él y luego Pedro
debía alentar a los hermanos. Dios nos consuela en nuestras tribulaciones para que
después podamos consolar a otros:
Son resultado de seguir el camino de Dios y se presentan como ataques por causa de ello,
manifestándose como burlas, desprecio, discriminación o persecuciones. Así que...
Hermanos míos, no se extrañen si los que son del mundo los odian. 1a Juan 3.13
Por lo demás, todos los que aspiren a llevar una vida cristiana auténticamente
piadosa, sufrirán persecución. 2a Timoteo 3.12
Debemos alegrarnos de tener parte de los sufrimientos de Cristo (1 Pedro 4:12-14)
No debemos avergonzarnos por sufrir como cristiano (1 Pedro 4:15)
Recibirla “con sumo gozo” es decir, debemos verle el lado positivo, el lado amable,
como algo que puede resultar al final en nuestro total beneficio.
Reconocer que el fuego del horno no tiene el propósito de quebrarnos sino
solidificarnos y fortalecer el carácter de Dios en nosotros.
Esforzarse por estar firmes (Josué 1:9)
Decidir y actuar sabiamente, para ir en el camino correcto y no meternos en más
problemas. (Santiago 1:5)
Que la angustia no nos venza en ningún momento. Sepamos que realmente
contamos con Él (1 Pedro 5:7)
El Señor nos invita a ir donde él los que estemos cargados y cansados (Mateo
11:28-30)
Reconocer que el Señor sabe librar de tentación a los piadosos (2 Pedro 2:9)
Cuando venga la tentación Dios dará juntamente la salida (1Cor 10:13)
El Señor Jesucristo se compadece y nos ayuda en nuestras debilidades (He 4:15)
Muchas pruebas duran “un poco de tiempo” (1 Pedro 1:6,7)
No atribuir a Dios despropósito alguno (Job 1:22)
Conclusión:
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