Sesión 06 - El Cuerpo

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MAYORDOMÍA INTEGRAL

Sesión 06: Mayordomía del Cuerpo


1. Introducción

Cuando tratas el tema del cuerpo, tal vez lo primero que piensas es en tu vecino o familia
que esta subido de peso o el que está muy delgado, pero no se trata solamente de eso,
se trata de tu cuerpo y no de los demás.

Las veces que se ha tratado de orientar a las personas a no descuidar su cuerpo, las
respuestas de algunos han sido: “Cada uno hace con su cuerpo lo que quiere” o “acaso
es tu cuerpo”, no podemos pasar por alto este asunto del cuerpo, ni tocarlo a la ligera,
porque necesitamos aprender mucho acerca de nuestro cuerpo. El cuerpo no es solo
para depositar comida y bebida y poner abrigo, sino que tiene un propósito mucho más
alto. Tienes un cuerpo que está hecho para que Dios habite en él. ¿Qué necesitas saber
de tu cuerpo? Leer 1 Corintios 6:12-20 (Rom 10:13-15/Mat 25:34-40/Jn 14:18-20/Gal
2:20) y 2 Corintios 6:14-18.

2. Conocer bien nuestro cuerpo

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19

Somos mayordomos de nuestro cuerpo y como tal rendiremos cuentas a Dios por
nuestro cuerpo, también porque nosotros estamos acostumbrados a administrar
nuestros bienes, pero no nuestro cuerpo.

A. Dios le dio una FORMA ESPECIAL a tu cuerpo

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida, y fue el hombre un ser viviente. Génesis 2:7

El cuerpo no apareció de la casualidad, sino que Dios decidió darle una forma
humana, muchas veces no valoramos nuestros cuerpos, sin embargo, los
médicos tienen que estudiar muchos años para conocer parte del cuerpo y cada
día se encuentran sorprendidos.

Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así
que obra de tus manos somos todos nosotros. Isaías 64:8

Somos obra de la mano de Dios, formados del barro, pero tocados por la mano
poderosa de nuestro Dios.

B. Dios puso SU IMAGEN en tu cuerpo

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Génesis 1:27

“El hombre es un proyecto divino hecho realidad con un destino eterno”

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Hoy en día el hombre se diferencia del barro, porque el cuerpo es algo vivo,
porque hay una imagen de grandeza en su interior, la imagen de Dios.

Tenemos un cuerpo precioso, Dios lo hizo bueno, eres bonito no feo, eres
especial no un desperdicio, no eres un proyecto de gente eres una realidad
divina.

Muchos no aceptan como son y sufren por ello, Dios no mira lo externo sino el
corazón.

“Has llegado a tener la forma de ser humano porque Dios te dio forma y
valor, porque Dios puso su imagen en ti.”

Dios dice que toda ha sido hecho bueno en ti, por tanto, debes valorar tú físico
y agradecerle a Dios. El hombre no se da cuenta el cuerpo y la imagen que tiene,
pero como creyentes debemos valorar la obra de Dios.

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la
tarde y la mañana el día sexto.” Génesis 1:31

C. Dios le dio una FUNCIÓN ESPECIAL a tu cuerpo

“Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las
otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el
Señor para el cuerpo”. 1 Corintios 6:13

Cuando Dios nos dio este cuerpo y puso aliento en nosotros, es porque quería
tenernos como parte de su familia celestial, es decir nos ha creado y preparado
para estar con él y para servir a sus propósitos divinos, no nos puso en la tierra
y nos dejó para hacer de nuestro cuerpo lo que nosotros quisiéramos. Tampoco
experimentó con nosotros y luego nos dejó a la deriva, sino que fuimos hechos
buenos en gran manera, fuimos hechos para dirigir el rumbo de la tierra, de la
familia y para la alabanza de su gloria.

En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado. Efesios 1:6

“El cuerpo que tú tienes te sirve para movilizarte, para trabajar, para
comunicarte con los demás, pero recuerda que tu cuerpo es de Dios y para
Dios”.

D. Dios hizo su MORADA EN TU CUERPO

“¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo
del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos
serán mi pueblo”. 2 Corintios 6:16

Cuando un presidente viaja a un lugar, siempre le tienen preparado una suite


presidencial, una habitación especial, sólo para personalidades importantes,

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imagínate que tienes que alojar en tu casa a un dignatario importante, por lo


menos te preocuparías en limpiar y ordenarlo todo.

Dios es el rey, no el representante de una nación y habita en tu corazón, él ha


elegido habitar en nosotros, quiere hacer de tu cuerpo su palacio. ¡Qué valor
tiene nuestro cuerpo!

Hemos reconocido el valor que tiene nuestro cuerpo, pero ahora debemos
conocer cómo administrarlo de la mejor manera para honrar a Dios.

3. Administrar bien nuestro cuerpo

“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:20

Debemos de cuidar nuestro cuerpo porque está metido en la inmundicia, que nuestro
pensamiento, nuestros labios, nuestros pies sólo practican la maldad y no le glorifican a
Dios. El creyente debe distinguir entre la voluntad de Dios y su propia voluntad.

“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo
no me dejaré dominar de ninguna”. 1 Corintios 6:12

Satanás busca matar nuestro cuerpo, busca contaminarlo, desaparecerlo, y llenarlo de


miseria. Hay cuerpos que están llenos de licor, de tabaco, de drogas, de prácticas
ocultas, pero menos del Espíritu de Dios. (1 Tim 4:7-9/1 Cor 10:31/2 Tim 3:1-5)

A. Cuidar nuestro cuerpo de la CONTAMINACIÓN

Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo;
Y yo os recibiré. 2 Corintios 6:17

Cuando se habla de cuidar se habla de la decisión que nosotros debemos tomar,


por eso dice “salid”, “no toquéis”, “glorificad”. Dios nos pide esto porque ya
nosotros podemos vencer y lograrlo. En otras palabras, Dios está diciendo:
“Ustedes usaron su cuerpo para mal ahora usen su cuerpo para Dios.”
El hombre a deshonrado su cuerpo (Rom 1:24), ha convertido su cuerpo en un
instrumento para el pecado (Rom 6:12/Rom 3:12-18), el pecado se ha
convertido como el rey de su vida.

“El beneficio de cuidar nuestro cuerpo es que me permitirá en el presente


gozar de buena salud y en el futuro me permitirá estar preparado para
entrar en la presencia de Dios”.

Pablo pide que el cuerpo se aparte de fornicación, del culto al cuerpo, de la


violencia, de las drogas, etc. Hay que decir no a lo que está prohibido, al alcohol,
al tabaco, a la droga, a la fornicación, a la violencia, al adulterio, al ocultismo, a
la mentira.

“Tu mente, tus manos, tus pies y corazón, deben ser para Cristo, sólo así
podrás darle gloria, Dios no acepta un cuerpo contaminado”.

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B. Cuidar nuestro cuerpo del DESGASTE

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo
11:28

En estos días cuando uno pregunta a cualquier hermano como se encuentra, de


seguro te va a contestar “cansado o mejor dicho desgastado”, hoy en día no sólo
los adultos están cansados sino los jóvenes y niños.

ESTA ES LA RAZÓN PORQUE MUCHOS NO ESTÁN LISTOS PARA SERVIR AL


SEÑOR, Y ALGUNOS NI TAMPOCO PUEDEN SER ÚTILES A LA SOCIEDAD.

“La persona que está cansada no podrá hacer un trabajo esforzado para
el Señor, el mismo hecho de venir un domingo a adorar será cansado”.

A Dios le interesa tu cuerpo, quiere que le seas útil, tanto vale tu cuerpo que
tuvo que pagar un precio muy alto por él, Jesús encontró muchos cuerpos
dañados y tuvo que sanarlos, para usarlos según su propósito y también quiere
hacerlo con el tuyo.

“Dios quiso que le diéramos un día para él y que a la misma vez renovemos
nuestras fuerzas”.

Seis días trabajarás, más en el séptimo día descansarás; aun en la arada y en la siega,
descansarás. Éxodo 34:21

Si queremos que la promesa de Dios se cumpla en nuestra vida, tenemos una


sola opción, nunca dejar de reconocer quienes somos y para que somos, de esta
manera estaremos unidos con Dios en Espíritu, alma y cuerpo.

Conclusiones

1. (2 Corintios 6:16; 1 Corintios 3:16; 1 Corintios 6:19; Efesios 2:21-22; Hebreos 3:6.)
Nuestro cuerpo es valioso para Dios y debe serlo para nosotros, somos templo viviente
del Espíritu Santo.

2. (Salmos 139:13-14) Dios nos ha dado el cuerpo y nos pedirá cuentas del mismo, la
función principal del cuerpo es alabar a Dios, nuestro cuerpo es de Dios y para Dios.

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