Trabajo Práctico de Régimen de Proyecto PDF
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PRÁCTICO DE
RÉGIMEN DE
PROYECTO
Profesora: Vanesa Barroso
pág. 0
¿Qué es la anorexia?
La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria (TAC) que supone una
pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. Se
caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y
delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se
encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del
peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente comienza con la eliminación de los carbohidratos, ya que existe la falsa
creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los
líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le
pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes,
purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico.
Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más
críticos, de su peso corporal. En España hay unos 250.000 casos de anorexia
diagnosticados. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que
provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización
del cuerpo. Todo esto tiene consecuencias graves en la relación del enfermo con su
entorno.
Es importante distinguir la anorexia de otros trastornos alimentarios muy frecuentes
aunque más leves. El 80 por ciento de los jóvenes pasan por etapas en las que empeora su
relación con los alimentos y los evitan, lo que no indica en ningún momento que estén
desarrollando la enfermedad.
La edad de inicio de la anorexia se sitúa en la primera adolescencia, en torno a los 12 años,
si bien la población más afectada se encuentra entre los 14 y 18. Es más frecuente en las
clases sociales media y media-alta.
En un 95 por ciento de los casos la anorexia afecta a mujeres jóvenes, aunque en los
últimos años se ha producido un aumento en hombres, en mujeres adultas y en niños. Los
hombres tienen más posibilidades de ocultar el trastorno ya que no están sometidos a un
juicio social tan fuerte. Esto favorece que el tratamiento sea más difícil, pues la
enfermedad se diagnostica cuando ya se encuentra en un estado muy avanzado.
Existen colectivos más propensos a sufrir estos trastornos, es el caso de las gimnastas, las
bailarinas o las modelos. En la anorexia nerviosa se pueden distinguir dos subtipos:
Subtipo restrictivo: La reducción de peso se consigue mediante dietas o ejercicio físico
intenso y el enfermo no recurre a sobre ingestas, atracones o purgas.
Subtipo bulímico: El enfermo recurre a las purgas aunque haya ingerido una pequeña
cantidad de alimento.
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Factores desencadenantes:
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¿Qué es la bulimia?
Las personas bulímicas son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer,
pero el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a ayunar,
usar purgativos (laxantes, diuréticos, dietas, pastillas adelgazantes, etc.) y provocarse
vómitos para prevenir el aumento de peso.
Los bulímicos tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por semana y, en
general, su peso es normal, por lo que resulta difícil detectar la enfermedad. En un solo
atracón pueden llegar a consumir de 10.000 a 40.000 calorías.
Esta enfermedad afecta a los jóvenes y, al igual que la anorexia, se manifiesta con más
frecuencia en las mujeres. La media de edad de inicio se sitúa en los 19 años y las
personas que han sufrido anorexia o han realizado dietas sin control tienen un mayor
riesgo de sufrir esta patología. El número de enfermos de bulimia ha superado en los
últimos años a los de anorexia.
En esta enfermedad se pueden distinguir dos subtipos:
Purgativo: El enfermo recurre a los vómitos u otros métodos purgativos para evitar el
aumento de peso.
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No purgativo: Utiliza métodos no purgativos como el ayuno o el ejercicio físico
compulsivo, pero no recurre a vómitos, diuréticos o laxantes
¿Cuál es su origen?
Los factores que intervienen en la aparición de la bulimia son numerosos y, en ocasiones,
difíciles de determinar. En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos,
psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y
responden a un gran temor a engordar. El enfermo siempre se ve gordo, aun cuando su
peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer.
Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin
control médico. El 50 por ciento de los casos de anorexia desemboca en bulimia. La
limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de
ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos.
Hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de
la enfermedad y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el
entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico. Muchos de los factores
coinciden con los de la anorexia, como los trastornos afectivos surgidos en el seno
familiar, el abuso de drogas, la obesidad, la diabetes mellitus, determinados rasgos de la
personalidad y las ideas distorsionadas del propio cuerpo.
Síntomas:
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Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de las comidas se
provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le
permitan controlar el peso, como la práctica abusiva de actividades deportivas.
Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.
La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo.
Asimismo, se producen otros cambios físicos y emocionales (depresión, ansiedad) que
manifiestan el desarrollo de la enfermedad. Los bulímicos se ven gordos, incluso cuando
su peso es normal; se avergüenzan de su cuerpo y lo rechazan, por lo que intentan hacer
dieta en todo momento. A pesar de todo, la ingestión compulsiva a escondidas o durante
la noche es una de las principales características de esta patología.
Pueden llegar a gastar una gran cantidad de dinero en comida o recurrir a la que ya hay en
casa, que comienza a desaparecer misteriosamente de la despensa. No sienten ningún
placer al comer ni preferencias en cuanto al tipo de alimentos, sólo buscan saciarse.
Intentan evitar los lugares en los que hay comida y procuran comer solos. Su
comportamiento suele ser asocial, tienden a aislarse, y la comida es su único tema de
conversación.
Además, la falta de control sobre los alimentos les produce grandes sentimientos de culpa
y vergüenza. En cuanto a los signos físicos que evidencian la enfermedad se encuentran la
debilidad, dolores de cabeza; hinchazón del rostro por el aumento de las glándulas
salivales y parótidas, problemas con los dientes, mareos, pérdida de cabello,
irregularidades menstruales, y bruscos aumentos y reducciones de peso, aunque
generalmente no sufren una oscilación de peso tan importante como la que se manifiesta
en la anorexia. La bulimia puede ir acompañada de otros trastornos como la cleptomanía,
el alcoholismo o la promiscuidad sexual.
Diagnóstico y tratamiento:
El diagnóstico de la bulimia resulta complicado ya que los episodios de voracidad y
vómitos se ocultan con facilidad. Además, algunos síntomas pueden ser confundidos con
los de otras patologías. Para un diagnóstico adecuado es necesaria una entrevista
psiquiátrica que desvele la percepción que el enfermo tiene del propio cuerpo y la relación
que mantiene con la comida.
Asimismo, es necesaria una exploración física completa para detectar los trastornos fruto
de su comportamiento alimenticio. Los objetivos del tratamiento son corregir los
trastornos alimenticios y psicológicos de la enfermedad. En virtud de la gravedad se puede
recurrir a un tratamiento ambulatorio o a la hospitalización.
En primer lugar se trata de evitar los vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico
del enfermo, se impone una dieta equilibrada y nuevos hábitos alimenticios. Junto a este
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tratamiento, encauzado hacia la recuperación física, se desarrolla el tratamiento
psicológico con el fin de reestructurar las ideas racionales y corregir la percepción errónea
que el paciente tiene de su propio cuerpo.
El tratamiento también implica la colaboración de la familia, ya que en ocasiones el factor
que desencadena la enfermedad se encuentra en su seno. La curación de la bulimia se
alcanza en el 40 por ciento de los casos, si bien es una enfermedad intermitente que
tiende a cronificarse. La mortalidad en esta enfermedad supera a la de la anorexia debido
a las complicaciones derivadas de los vómitos y el uso de purgativos.
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existen problemas de imagen corporal, los atracones secundarios a estos mecanismos
generados por la impulsividad pueden conducir a conductas compensatorias de purga y,
por lo tanto, dar lugar a la conexión entre el TDAH y la bulimia.
Otra hipótesis que puede explicar la relación entre el TDAH y la bulimia nerviosa es el
síndrome de deficiencia de recompensa. De acuerdo con ésta hipótesis, los individuos con
TDAH y atracones poseen sistemas de dopamina desregulados que les llevan a una
deficiencia en la satisfacción con las recompensas naturales, que les conducen a buscar
recompensas no naturales (por ejemplo, comportamientos de riesgo, juegos de azar, uso
de sustancias y alimentación inapropiada). Las alteraciones de algunos receptores de
dopamina se han asociado con el síndrome de deficiencia de recompensa y las mismas
características de esos receptores se han observado en los individuos con TDAH y en
pacientes obesos con patrones alimentarios desordenados. Aunque no ha habido estudios
que examinaran dichos receptores de dopamina en pacientes con bulimia nerviosa en
concreto, una desregulación común en el sistema dopaminérgico entre los atracones y el
TDAH podría, hipotéticamente, conducir a síntomas bulímicos en pacientes con
insatisfacción de la imagen corporal. Esto se apoya en el trabajo de otros investigadores
que sugieren que los pacientes con bulimia tienen menores niveles de dopamina en el
cerebro. Otro factor que apoya esta hipótesis es que los psicoestimulantes, que aumentan
la dopamina disponible en el cerebro, han demostrado mejorar tanto síntomas del TDAH
como de la bulimia nerviosa. En otras palabras, el aumento de los niveles de dopamina en
el cerebro puede satisfacer su impulso hacia una recompensa natural, aliviando de este
modo la necesidad de una recompensa no natural (por ejemplo, los alimentos).
Sin embargo, otros estudios observaron que la falta de atención podría fomentar un
comportamiento bulímico, sin estar este también mediado por la impulsividad. Por
ejemplo, los atracones podrían actuar como mecanismo de compensación para ayudar a
controlar la frustración asociada a las dificultades de atención y de organización típicas del
TDAH; por otra parte, el déficit de atención podría hacer que las personas ignoren el
hambre, la saciedad, o ambos.
Por otra parte, también hay estudios con resultados aparentemente contradictorios a los
anteriores, donde la impulsividad se relacionó con la evitación de la comida que engorda,
la limitación de la ingesta calórica, la dieta y el ayuno excesivo. Todos estos
comportamientos requieren una disciplina estricta y, por lo tanto, no parecen ser muy
compatibles con la impulsividad, sin embargo, podrían señalar una importante
peculiaridad de los trastornos alimentarios: el control extremo, que es un síntoma central
de pacientes con anorexia nerviosa (por ejemplo, cuando se enfrentan a alimentos
calóricos), que podría interpretarse como una respuesta a una impulsividad primaria, y
explicar el cambio de diagnóstico de anorexia a bulimia, que ocurre con bastante
frecuencia.
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¿Qué otras características comparten el TDAH y la bulimia?:Otros rasgos comunes que
pueden mostrar los pacientes con TDAH y bulimia son:
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Bibliografía
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/digestivas/2002/05/27/que-anorexia-
6796.html
https://aluba.org.ar/home/que-es-bulimia-y-anorexia/
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/anorexia/2015/11/05/diferencias-
anorexia-bulimia-vigorexia-97186.html
https://www.trastornolimite.com/trastornos/anorexia-bulimia-e-ingesta-compulsiva
http://www.acab.org/es
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