Anorexia

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Trastornos del Comer: Anorexia y Bulimia Nerviosa

¿En qué consisten los trastornos del comer?


¿Quién contrae trastornos del comer?
Sexo y edad.
La geografía y los factores socioeconómicos.
Trastornos de la personalidad.
Personas muy activas físicamente.
Vegetarianos.
Diabetes.
Pubertad temprana.

¿Cuáles son las causas de los trastornos del comer?

Causas que provocan los trastornos del comer.


Causas de la perpetuación de la Bulimia Nerviosa.
Causas de la perpetuación de la Anorexia Nerviosa.

¿Qué tan serios son los trastornos del comer?

Complicaciones de la bulimia nerviosa sin anorexia.


Complicaciones de la anorexia nerviosa.
Complicaciones en los adolescentes diabéticos.

¿Cuáles son los síntomas de los trastornos del comer?


¿Qué confirmará un diagnóstico de trastorno del comer?

Diagnóstico de la bulimia nerviosa.


Diagnóstico de la anorexia nerviosa y sus complicaciones.

¿Cómo se tratan los trastornos del comer?

Tratamiento inicial.
Enfoque de equipo.
Otros enfoques.

¿Dónde más puede conseguir alguien ayuda con los trastornos del comer?
Información reciente.

¿En qué consisten los trastornos del comer?

Los trastornos del comer consisten en devastadoras enfermedades


conductuales producidas por una acción recíproca compleja de factores, que puede
incluir trastornos emocionales y de la personalidad, presiones familiares, una posible
sensibilidad genética o biológica y una cultura en la que existe una sobreabundancia
de comida y una obsesión con el estar delgado. Los trastornos del comer se
categorizan en general como bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y trastornos del
comer no especificados de otra manera. Estos trastornos no son nuevos. La
anorexia nerviosa se diagnosticó por primera vez como un problema médico en
1873, pero descripciones de autoinanición se han encontrado aún en escritos
medievales.

Bulimia Nerviosa.
La bulimia nerviosa, la cual es más común que la anorexia, describe un ciclo
de comer excesivo y purgación. La bulimia nerviosa empieza generalmente a
principios de la adolescencia cuando las mujeres jóvenes intentan dietas restrictivas,
fracasan y reaccionan comiendo excesivamente. En respuesta a los excesos, los
pacientes se purgan vomitando o tomando laxantes, pastillas de dieta y
medicamentos para reducir los líquidos. Los pacientes también pueden revertir a
dietas severas, las cuales se tornan de nuevo en excesos si es que el paciente no
llega a convertirse en anoréxico. Los excesos al comer promedian cerca de 1,000
calorías pero pueden llegar a ser hasta de 20,000 calorías ó 100. Los pacientes
diagnosticados con bulimia tienen un promedio de cerca de 14 episodios por
semana. En general, las personas con bulimia tienen un peso corporal de entre
normal a normal-alto, pero pueden fluctuar por más de 10 libras debido al ciclo de
comer excesivo-purgación.

Anorexia Nerviosa.
La anorexia nerviosa es un estado de inanición y emaciación que puede ser
adquirido a través de dietas severas o purgación. Las personas con anorexia
nerviosa se tornan morbosamente delgadas al punto de inanición real, perdiendo por
lo menos 15% y hasta el 60% del peso corporal normal. La mitad de estos pacientes
reducen el peso restringiendo severamente sus dietas y se conocen como restrictors
de anorexia; la otra mitad, los pacientes bulímicos anoréxicos, mantienen la
emaciación mediante la purgación. Aunque ambos tipos son graves, el tipo bulímico,
que impone estrés adicional a un cuerpo desnutrido, es el más dañino.

Trastornos del comer no especificados de otra manera.


Una tercera categoría denominada trastornos del comer no especificados de
otra manera (NOS, por siglas en inglés) fue establecida para definir los trastornos
del comer no definidos específicamente como anorexia y bulimia. Esta categoría
incluye exceso del comer sin purgación y otros comportamientos de anorexia y
bulimia acompañados de peso normal, o vómitos después de comer cantidades
pequeñas de comida. [Para mayor información sobre el comer en exceso sin bulimia,
vea el informe de Well-Connected Well-Connected Report #53 Obesity.]

¿Quién contrae trastornos del comer?

Sexo y edad.
Un estudio reportó que dos tercios de los estudiantes de escuela secundaria estaban
a dieta, aunque sólo 20% sufrían en realidad de sobrepeso. Aunque un 90% de los
casos reportados eran entre las mujeres, parece que la tasa entre los hombres está
en aumento. Los hombres tienden a ocultar más un trastorno del comer que las
mujeres por lo que la incidencia pude haber sido subestimada. Un estudio reciente
entre los hombres de la armada reportó una prevalencia de 2.5% de anorexia, 6.8%
de bulimia y 40% de otra forma de trastorno del comer no especificado de otra
manera. Un estudio entre los hombres civiles con trastornos del comer reportó que
42% de los que tenían bulimia eran homosexuales o bisexuales y 58% de los
hombres con anorexia reportaron ser asexuales. Los otros factores de riesgo entre lo
hombres, incluyendo depresión, trastorno de la personalidad y abuso de sustancias,
fueron paralelos a los factores entre las mujeres con trastornos del comer.

La bulimia ha aumentado a una velocidad mayor que la anorexia durante los


pasados cinco años. Un estudio de estudiantes de escuela secundaria reportó que
2.7% de las niñas y 1.4% de los niños presentaron comportamiento bulímico. Los
estudiantes universitarios corren un riesgo inclusive mayor. Los cálculos de la
prevalencia de la bulimia nerviosa entre las mujeres jóvenes oscilan entre cerca de
3% a 10%. Algunos expertos sostienen que este problema está bastante
subestimado ya que muchas personas con bulimia pueden ocultar la purgación y no
es obvio a simple vista el que tengan un peso por debajo de lo normal. Algunos
estudios reportan que el 80% de las estudiantes universitarias han comido
excesivamente en algún momento; los jóvenes que ocasionalmente forzan el vómito
después de comer demasiado, sin embargo, no se consideran bulímicos y casi
siempre este comportamiento insalubre ocasional no continúa después de la
juventud.

La anorexia nervosa es la tercera enfermedad crónica más común entre las mujeres
adolescentes, y se calcula que ocurre en 0.5% a 3% de todos los adolescentes.
Ocurre generalmente en la adolescencia, aunque todos los grupos de edad son
afectados, incluyendo las personas ancianas y los niños de hasta seis años de edad.
Entre los mediados de los años cincuenta y los años setenta, la incidencia de la
anorexia aumentó por casi 300%. Las indicaciones son, sin embargo, que la tasa
puede estar estabilizándose.

Geografía y factores socioeconómicos.

El vivir en naciones económicamente desarrolladas en cualquier continente parece


plantear un riesgo mayor para el desarrollo de los trastornos del comer que el
pertenecer a un grupo étnico particular; los síntomas permanecen
sorprendentemente similares entre los países de alto riesgo. Extrañamente, dentro
de los países desarrollados parece no existir diferencia de riesgo entre los
habitantes ricos y pobres. En efecto, los que se encuentran en grupos económicos
más bajos pueden estar a un riesgo mayor de bulimia. La vida en la ciudad es un
factor de riesgo de bulima pero no de anorexia. En una prueba, las personas con
trastornos del comer obtuvieron una calificación significativamente mayor en las
pruebas de COEFICIENTE INTELECTUAL que las personas que no sufrían de estos
trastornos. Las personas con bulimia, y no anorexia, obutvieron calificaciones más
altas en pruebas no verbales que en las verbales.

Trastornos de la personalidad.

Vinculados con los trastornos del comer están trastornos de la personalidad


específicos: personalidad evasiva en la anorexia; personalidad inestable en la
bulimia, y narcisismo en ambas. Deberá tomarse en cuenta que todos estos rasgos
pueden encontrarse en cualquiera de los grupos.

Algunos estudios indican que hasta un tercio de restrictors de anorexia son de


personalidad evasiva; osea, tienden a ser perfeccionistas y están emocional y
sexualmente inhibidos. También tienen a menudo una vida de fantasías menor a la
de las personas con bulimia o a las personas que no sufren de trastornos del comer.
Rara vez se rebelan y se les percibe por lo general como personas que siempre son
buenas. El logro de la perfección, y todo lo que esto implica, es la única manera de
lograr amor; esto significa el convertirse en una persona libre de dificultades, y el no
exigir nada (incluyendo comida). Como parte de este paquete de perfección está una
imagen ideal de delgadez que nunca puede lograrse. Cuando el fracaso inevitable
ocurre, el proceso de no comer se convierte en un acto de venganza pasiva contra
aquellos cuyo amor está siempre fuera del alcance: "¿ves? estoy desapareciendo
lentamente, y vas a estar muy triste cuando ya no esté". Un experto describió a sus
pacientes anoréxicos como que carecían totalmente de personalidad propia --mucho
más allá de una autoestima baja. Las personas con anorexia son sumamente
sensibles al fracaso, y cualquier crítica --no importa cuán leve-- refuerza su propia
creencia de que "no son buenos".

Los estudios indican que casi el 40% de las personas que tienen anorexia bulímica --
que pierden peso comiendo excesivamente y mediante la purgación-- tienen
personalidades inestables. Tales personas tienden a tener estados de ánimo,
patrones de pensamiento, comportamientos y autoimágenes inestables. No pueden
soportar el estar solos, exigen atención constante y tienen dificultad de controlar el
comportamiento impulsivo. Se ha dicho que las personas con personalidades
inestables causan caos a su alrededor mediante el empleo de armas emocionales
como berrinches, amenazas de suicidio y hipocondría. Idealizan a las personas y a
menudo son decepcionadas y rechazadas. Algunas investigaciones han indicado
que la gravedad de este trastorno de la personalidad predice dificultad en el
tratamiento de la bulimia y puede ser más importante que la presencia de los
problemas psicológicos como la depresión. Los estudios también han encontrado
que las personas con bulimia o anorexia tienen una tasa de narcisismo alta, un
trastorno de la personalidad marcado por una incapacidad de calmarse a uno mismo
o de empatizar con otros, una necesidad de admiración y una hipersensibilidad a la
crítica o la derrota
Personas bastante activas físicamente.

Los atletas más competitivos son a menudo perfeccionistas, un rasgo común entre
las personas con trastornos del comer. Las mujeres en los deportes de "apariencia",
incluyendo gimnasia y patinaje artístico, deportes de resistencia como carreras
atléticas y carreras a campo traviesa, tienen un riesgo mayor de desarrollar
anorexia. El éxito en el ballet depende del desarrollo de un cuerpo nervudo y
sumamente esbelto. Los cálculos de los episodios de los trastornos del comer entre
dichos atletas y artistas oscilan entre 15% y 60%.

Los luchadores hombres y los remeros de peso liviano se encuentran también a


riesgo de someterse a dietas excesivas. Un tercio de los luchadores a nivel de
escuela secundaria emplea un método llamado cortado de peso para la pérdida
rápida de peso; Este proceso incluye la restricción de comida y la depleción de
líquidos usando baños turcos, saunas, laxantes y diuréticos. Aunque los atletas
masculinos tienen una mayor tendencia a reanudar patrones de comer normales una
vez la competencia concluye, los estudios están mostrando que los niveles de grasa
del cuerpo de varios luchadores todavía están lo bastante por debajo de sus
compañeros durante la estación baja y llegan a estar a menudo tan bajos como 3%
durante la estación de lucha.

Los estudios también están mostrando un riesgo mayor del promedio para el
desarrollo de trastornos del comer entre los hombres y las mujeres en la milicia.

Vegetarianos.

Un estudio reciente de adolescentes vegetarianos (la mayoría de ellos mujeres)


encontró que aunque estos adolescentes parecen comer más frutas y verduras,
tienen también una probabilidad dos veces mayor de estar a dieta con frecuencia,
cuatro veces mayor de someterse a una dieta intensiva y ocho veces mayor de usar
laxantes en comparación a sus compañeros no vegetarianos.

Diabetes.

Los trastornos del comer se han convertido en un problema grave entre las personas
con diabetes. Un estudio reportó que más de un tercio de las mujeres diabéticas
omitía o usaba menos insulina con el fin de controlar el peso. Si tales pacientes
insulinodependientes desarrollan anorexia, puede parecer que su peso
extremadamente bajo controla la diabetes por un tiempo. Con el tiempo, sin
embargo, si dejan de tomar insulina y recuperan el peso, estas pacientes morirán.
Pubertad temprana.

Un estudio de niñas que no sufrían de trastornos del comer reportó que antes de la
pubertad, las niñas comían cantidades de comida apropiadas a su peso corporal,
estaban satisfechas con sus cuerpos, y la depresión se asoció con una menor
ingestión de comida. Después de la pubertad, las niñas comían cerca de tres cuartos
de la ingestión recomendada de calorías, tenían una autoimagen corporal más mala,
y la depresi&oaucten incrementó con la mayor ingestión de comida. No es
sorprendente, entonces, que haya un mayor riesgo de bulimia y otros trastornos
emocionales entre las niñas que experimentan una pubertad temprana, cuando las
presiones experimentadas por todos los adolescentes se intensifican aún más por la
antención que provoca ansiedad en sus cuerpos cambiantes tempranos.

¿Cuáles son las causas de los trastornos del comer?

Causas que provocan los trastornos del comer. No existe una sola causa de los
trastornos del comer. Un número de factores, incluyendo presiones culturales y
familiares, desajustes químicos y trastornos emocionales y de la personalidad
colaboran para producir la anorexia y la bulimia, aunque cada trastorno es
determinado por diferentes combinaciones de estas influencias. La genética también
puede desempeñar un papel.

Trastornos emocionales.
Los trastornos del comer van con frecuencia acompañados de depresión, trastorno
de ansiedad o ambos, pero no se sabe si los trastornos emocionales son causas o
resultados de los trastornos del comer.

Entre un 40% y un 80% de todos los pacientes con trastornos del comer
experimentan depresión, y la depresión es común en las familias de los pacientes
con trastornos del comer. Algunos expertos sostienen que la depresión no
desempeña un papel causal, en particular en la anorexia, ya que los trastornos del
comer rara vez se curan cuando se administra medicación antidepresiva como el
único tratamiento. La gravedad del trastorno del comer tampoco se correlaciona con
la gravedad de cualquier depresión existente. Además, la depresión a menudo
mejora después de que los pacientes anoréxicos empiecen a aumentar de peso.

Por otro lado, los estudios han revelado cantidades bajas de ciertos
neurotransmisores --mensajeros químicos en el cerebro-- en algunas personas con
anorexia y bulimia severas, que permanecen bajas incluso después de que han
recuperado el peso. Niveles reducidos de estos neurotransmisores, la serotonina y la
norepinefrina, también se encuentran en las personas con depresión, y se ven
anormalidades de serotonina en las personas con trastorno obsesivo-compulsivo. Un
estudio reciente ha encontrado que los niveles sanguíneos bajos del aminoácido
triptofano, un componente en la comida que es esencial en la producción de
serotonina, pueden producir depresión. Las personas que comen excesivamente
después de una dieta severa pueden estar respondiendo a este estado emocional
de estímulo proteínico.

La estación a menudo afecta la depresión y los trastornos del comer. En varias


personas, la depresión es más severa en los meses de invierno más oscuros; en
forma similar un subgrupo de los pacientes bulímicos sufren de una forma específica
de bulimia la cual empeora en el invierno y el otoño; tales pacientes tienen una
mayor tendencia de haber empezado a comer excesivamente a una edad más
temprana y a comer excesivamente con mayor frecuencia que aquellos cuya bulimia
es más consistente durante todo el año. El inicio de la anorexia parece llegar al
máximo en mayo, el mes con mayores índices de suidicio.

Los trastornos de ansiedad son muy comunes en la anorexia y la bulimia. Las fobias
y el trastorno obsesivo-compulsivo preceden por lo general el inicio del trastorno del
comer, y así mismo el trastorno de pánico tiende a seguir. Las fobias sociales, en las
cuales una persona tiene miedo de ser públicamente humillada, son comunes en
ambos trastornos del comer. Las personas con anorexia, sin embargo, están
especialmente propensas al trastorno obsesivo-compulsivo. Las obsesiones son
imágenes, pensamientos o ideas mentales recurrentes o persistentes que pueden
resultar en comportamiento compulsivo --rutinas repetitivas, rígidas y autoprescritas
cuyo propósito es prevenir la manifestación de la obsesión. Las mujeres con
anorexia pueden volverse obsesivas con el ejercicio, la dieta y la comida. A menudo
desarollan rituales compulsivos --por ejemplo, el pesar cada pedazo de comida,
cortándola en pedazos diminutos, o poniéndola en envases diminutos. La presencia
del trastorno obsesivo-compulsivo con anorexia o bulimia no parece ejercer un
efecto negativo en las perspectivas a largo plazo, aunque la mejoría en el tratorno
del comer a menudo es paralela a la mejoría en la ansiedad.

Factores familiares.
Los factores negativos dentro de la familia, posiblemente tanto hereditarios como
ambientales, desempeñan una función importante en la provocación y perpetuación
de los trastornos del comer. Un estudio encontró que el 40% de las niñas entre las
edades de 9 y 10 años están tratando de perder peso, generalmente por
recomendación de las madres. Algunos estudios han encontrado que las madres de
los anoréxicos tienden a estar sobreinvolucradas en la vida de sus hijos, mientras
que las madres de los bulímicos son críticas y distantes. Aunque las madres pueden
tener una influencia grande sobre sus hijos en lo que respecta a los trastornos del
comer, los padres y los hermanos excesivamente críticos también pueden
desempeñar un papel importante en el desarrollo de anorexia en las niñas. Los
estudios reportan que las personas con cualquiera de los trastornos del comer tienen
mayor probabilidad de tener padres que sufren de alcoholismo o abuso de
sustancias que la población en general. Parece que existe entre las mujeres con
trastornos del comer una incidencia mayor de abuso sexual; los estudios han
reportado tasas de abuso sexual de hasta un 35% en las mujeres con bulimia. Las
personas con bulimia también tienen una mayor probabilidad que las personas con
otros trastornos psiquiátricos de tener un padre obeso o de haber sido ellas mismas
0obesas en la niñez.

Influencias culturales.
Cuando se incluye la obesidad, es indiscutible que el comer no saludable es
epidémico en América. Las presiones sociales de la cultura occidental desempeñan
sin duda un papel importante en la provocación de los trastornos del comer. Por un
lado, los anunciantes comercializan a gran escala programas para la reducción de
peso y presentan modelos jóvenes anoréxicos como paradigma de deseo sexual;
por otro lado, los medios de comunicación inundan al público con anuncios de
galguerías. La ropa se diseña y exhibe para los cuerpos delgados a pesar de la
realidad de que pocas mujeres podrían llevarlas con éxito. Aunque corren mayor
riesgo las personas cuyo sentido de la autoestima se basa en su totalidad en la
aprobación externa y apariencia física, pocas mujeres son inmunes a estas
influencias.

Atletismo excesivo.
La actitud cultural hacia la actividad física va mano a mano con la actitud
desordenada en lo referente al comer. A los estadounidenses se les anima a que
admiren la actividad física sólo como un esfuerzo competitivo intenso que pocos
pueden lograr, dejando a la mayoría de las personas como espectadoras. En la
pequeña comunidad de atletas, el ejercicio excesivo desempeña un papel principal
en muchos casos de anorexia (y, a un grado menor, en bulimia). El término "tríada
de atletas mujeres" ahora se emplea para describir la presencia de disfunción
menstrual, trastornos del comer y osteoporosis, un problema cada vez más común
en las atletas mujeres jóvenes y bailarinas. La anorexia pospone la pubertad,
permitiéndoles a las atletas mujeres jóvenes retener una figura muscular aniñada sin
la acumulación normal de tejidos grasos en los senos y las caderas que podría
mitigar su estímulo competitivo. Los entrenadores y profesores agravan el problema
recomendando el conteo de calorías y la pérdida de grasa en el cuerpo y
controlando en exceso las vidas de los atletas. Algunos son inclusive abusivos si sus
atletas sobrepasan el peso límite y los humillan en frente de los miembros del equipo
o precisan castigos. En las personas con trastornos de la personalidad que los
hacen vulnerables a esta crítica, los efectos pueden ocasionar el que pierdan peso
excesivo, lo cual se sabe ha sido mortal inclusive entre atletas famosos.
Anormalidades pituitarias de hipotálamos. Existen dudas sobre si las anormalidades
típicas observadas en los sistemas neurológicos y hormonales de las personas con
trastornos del comer son resultados o causas de los trastornos. El entorno clave de
estas anormalidades se origina en el área del cerebro conocida como el hipotálamo,
el cual regula la glándula pituitaria, a veces conocida como la glándula maestra
debido a su importancia en la coordinación de los sistemas nerviosos y hormonales.
Los estudios a base de imágenes de los cerebros de pacientes anoréxicos han
encontrado altos niveles de proteínas conocidas como factores de secreción de
corticotropina (CRF, por siglas en inglés), las cuales se secretan durante períodos
de estrés y bloquean la sustancia neuropéptido Y (NPY, por siglas en inglés), un
estimulante de apetito potente. Estos productos químicos relacionados con el apetito
pueden servir como los enlaces biológicos entre las enfermedades estresantes
extremas en la vida de una persona joven y el desarrollo posterior de anorexia,
aunque algunos estudios por imágenes indican que estas anormalidades ocurren
después de desarrollada la anorexia. Se necesita más trabajo. Otro estudio vincula
niveles inestables, generalmente bajos, de leptin con la anorexia; esta sustancia está
bajo escrutinio por su papel en la obesidad.
El sistema pituitario del hipotálamos es también responsable de la producción de
hormonas reproductivas importantes que se agotan severamente en la anorexia,
dando lugar a la cesación menstrual. Altos niveles de la hormona masculina
testosterona también se han detectado en las mujeres con trastornos del comer.
Aunque la mayoría de los expertos creen que estas anormalidades reproductivas
son resultado de la anorexia, otros han reportado que en un 30% a 50% de las
personas con anorexia, los trastornos menstruales ocurrieron antes de ocurrida la
malnutrición severa y se convirtieron en un problema por mucho tiempo después del
aumento de peso, indicando que las anormalidades pituitarias de hipotálamos
preceden al trastorno del comer mismo.

Problemas alrededor del nacimiento.


En algunas personas con anorexia, se mostró una incidencia alta de problemas
durante el embarazo de la madre o después del nacimiento lo cual pudo haber
desempeñado un papel en el desarrollo posterior de trastornos del comer. Estos
problemas incluyen infecciones, trauma físico, convulsiones, bajo peso al nacer y
mayor edad materna. Las personas con anorexia a menudo tuvieron problemas del
estómago e intestinales en edades muy tempranas.

Infecciones.
La investigación ha encontrado un enlace entre la anorexia y las bacterias del grupo
A beta-hemolítico estreptocócico (GABHS, por siglas en inglés), la causa de la
inflamación séptica de la garganta. GABHS ya se ha identificado como un factor
causante de una forma rara de trastorno obsesivo-compulsivo (OCD, por siglas en
inglés) en los niños; OCD y anorexia tienen varios comportamientos en común.
Epstein Barr, el virus que causa la mononucleosis también ha sido asociado con el
desarrollo de anorexia. Una teoría que explica estos vínculos es que los anticuerpos
provocados por los organismos pueden accidentalmente lesionar el cerebro durante
el proceso de lucha contra la infección. Los antibióticos, la terapia inmunológica y
una vacuna experimental contra la fiebre reumática pueden inclusive ayudar a tratar
la anorexia en estos pacientes.

Factores genéticos.
La anorexia es ocho veces más común en las personas que tienen parientes con el
trastorno, pero los expertos no saben precisamente cuál podría ser el factor
hereditario. Muchos anoréxicos tienen un metabolismo más rápido que las personas
normales, quizá haciéndoles más difícil el subir de peso. Esta propensión genética
hacia la delgadez acompañada de la aprobación cultural podría predisponer a
algunas personas a desarrollar anorexia.

Causas de la perpetuación de la bulimia nervosa.

Los estudios sobre el comportamiento animal y los prisioneros de guerra sugieren


que la restricción crónica de comida (el someterse a una dieta severa) a menudo
conduce a un patrón de comer excesivo que persiste aún décadas después de
restaurados suministros regulares de comida. Los factores biológicos pueden ser
responsables de este ciclo insidioso. Algunos expertos creen que el metabolismo se
adapta al ciclo bulímico de comer excesivo y purgación, disminuyendo su ritmo, así
aumentando el riesgo de aumento de peso inclusive sólo a través de la ingestión
normal de calorías. El proceso de vomitar y el uso de laxantes puede estimular la
producción de opioides --narcóticos en el cerebro, lo cual causa una adicción al ciclo
bulímico. Durante la etapa de dieta entre los períodos de comer excesivo, las
personas se tornan a menudo irritables, deprimidas, y pueden tener una tendencia
mayor a expresar trastornos de la personalidad. Los sentimientos positivos tan sólo
pueden ser restaurados con otro período de comer excesivo; y así siegue el patrón.
El comer dulces también aumenta la serotonina, un producto químico en el cerebro
que reduce la depresión y el estrés.

Causas de la perpetuación de la anorexia nervosa.

Sensación de logro y poder. Una vez que una persona ha logrado emaciación, una
sensación de logro y condición social podrían ser los motivadores principales de la
perpetuación de la anorexia. La pérdida de peso trae un sentimiento de triunfo sobre
la impotencia. En un país donde la obesidad es epidémica, las mujeres jóvenes que
logran adelgazar creen que han alcanzado una victoria cultural y personal
importante; han superado las tentaciones de las galguerías, y al mismo tiempo,
autocreado una imágen corporal idealizada por los medios de comunicación. Esta
sensación de logro falsa a menudo es reforzada por la envidia de sus amigos más
gordos quienes pueden percibir a los pacientes anoréxicos como emocionalmente
más fuertes y más atractivos sexualmente que ellos.

Efectos de la inanición. El hambre a menudo intensifica la depresión, lo cual puede


reducir aun más la autoestima y la confianza, aumentando la necesidad de vigilancia
renovada sobre el control del peso, por lo tanto perpetuando el ciclo. Por otro lado,
algunos expertos creen que ciertas personas anoréxicas heredan una cantidad
inusual de narcóticos naturales que se secretan en el cerebro durante condiciones
de inanición y pueden promover una adicción al estado de hambre. La inanición
también puede crear una sensación de llenura debido a la actividad reducida del
estómago, haciendo cada vez má fácil el no comer.

¿Qué tan serios son los trastornos del comer?

Complicaciones de la bulimia nervosa sin anorexia.

Perspectivas a largo plazo. Existen pocos problemas mayores de salud para las
personas bulímicas que mantienen el peso normal y no llegan a convertirse en
anoréxicas. En general, las perspectivas son mejores para la bulimia que para la
anorexia. Debe observarse, sin embargo, que en un estudio de pacientes bulímicos,
después de seis años la tasa de mortalidad fue de 1% en las mujeres en terapia.
Otro estudio encontró que el 20% de las mujeres con bulimia todavía estaban
luchando contra el trastorno después de diez años.

Problemas médicos. La erosión de los dientes, cavidades y los problemas con las
encías son comunes en la bulimia. Los episodios bulímicos también pueden resultar
en la retención de agua e hinchazón e inflamación abdominal. Ocasionalmente, el
proceso de comer excesivo y purgación resultan en la pérdida de líquido y niveles de
potasio bajos, que pueden causar debilidad extrema y casi parálisis; esto se revierte
cuando se administra potasio. Los niveles peligrosamente bajos de potasio pueden
resultar en ritmos cardíacos peligrosos y a veces mortales. Los incidentes de
esófagos rotos debido a los vómitos forzados se han asociado con dificultad aguda
del estómago e inclusive con ruptura del esófago o el tubo alimenticio. Rara vez, las
paredes del recto pueden debilitarse tanto debido a la purgación que llegan a salirse
por el ano; ésta es una condición grave que requiere de cirugía.

Problemas psicológicos y comportamiento auto-destructor. Las mujeres con bulimia


están propensas a la depresión y se encuentran también en peligro de
coportamientos impulsivos peligrosos, como promiscuidad sexual y cleptomanía, los
cuales se han reportado en la mitad de las personas con bulimia. El abuso de
alcohol y drogas es más común en las mujeres con bulimia que en la población en
general o en las personas con anorexia. En un estudio de mujeres bulímicas no
anoréxicas, el 33% abusaban el alcohol y el 28% abusaban las drogas, con un 18%
con sobredosis repetidamente. La cocaína y las anfetaminas fueron las drogas con
mayor frecuencia abusadas. En el mismo estudio, fueron comunes otros tipos de
comportamiento autodestructor, entre otros el auto-cortado y el robo.

Medicamentos sin prescripción. Las mujeres con bulimia con frecuencia abusan los
medicamentos sin prescripción como los laxantes, supresores del apetito, diuréticos
y las drogas que inducen el vómito --por lo general ipecac. Ninguno de estos
medicamentos está libre de riesgo. Por ejemplo, se han notificado casos de
intoxicación por ipecac, y algunas personas se tornan dependientes de los laxantes
para el funcionamiento intestinal normal. Las pastillas de dieta, inclusive las hierbas
y los medicamentos sin prescripción, pueden ser peligrosos, en particular si son
abusados.

Complicaciones de la anorexia nervosa.

Perspectivas a largo plazo. En este momento ningún programa de tratamiento para


la anorexia nervosa es completamente eficaz. Dos estudios a largo plazo (10 á 15
años) reportaron recuperación después del tratamiento en entre 76% y 90% de los
pacientes. En un estudio, sin embargo, la mayoría siguio comiendo menos de lo
normal y en ambos estudios la bulimia y el comer excesivo continuaban siendo muy
comunes al final del estudio.
Riesgo de muerte. Muchos estudios de pacientes anoréxicos han encontrado tasas
de mortalidad que oscilan entre un 4% y 20%. El riesgo de muerte es significativo
cuando el peso es menos de 60% de lo normal. El suicidio se ha calculado que
comprende la mitad de las defunciones en la anorexia. (Razonablemente se puede
tomar la posición de que todos los casos de anorexia son intentos de suicidio.) El
riesgo de muerte prematura es dos veces más alto entre anoréxicos bulímicos que
entre los tipos de dieta-restrictor. Otros factores de riesgo de muerte prematura
incluyen estar enfermo durante más de seis años, obesidad previa, trastornos de la
personalidad y matrimonios disfuncionales. Los hombres con anorexia están a un
riesgo específico de problemas médicos potencialmente mortales, probablemente
porque se diagnostican generalmente más tarde que las niñas.

Cardiopatía. La cardiopatía es la causa médica más común de muerte en las


personas con anorexia severa. El corazón puede desarrollar ritmos de bombeo
anormales peligrosos y ritmos lentos conocidos como bradicardia. Se reduce el flujo
sanguíneo y la presión arterial puede descender. Además, los músculos del corazón
llegan a padecer de hambre, perdiendo tamaño. Los niveles de colesterol tienden a
subir. Los problemas del corazón son un riesgo específico cuando la anorexia es
agravada por la bulimia y el uso de ipecac, el medicamento que causa vómitos.

Desajustes de electrolito. Los minerales como el potasio, el calcio, el magnesio y el


fosfato se disuelven normalmente en el líquido del cuerpo. El calcio y el potasio son
particularmente críticos para el mantenimiento de las corrientes eléctricas que
causan que el corazón lata regularmente. La deshidratación e inanición de anorexia
pueden reducir los niveles de líquido y contenido mineral, una enfermedad conocida
como desajustes de electrólito, que puede ser muy grave a menos que los líquidos y
los minerales se reemplacen.

Anormalidades reproductivas y hormonales. La anorexia causa niveles reducidos de


hormonas reproductivas, cambios en las hormonas de la tiroides y mayores niveles
de otras hormonas, como la hormona de estrés cortisol. La menstruación irregular o
ausente (amenorrea) a largo plazo es común, lo cual con el tiempo puede causar
esterilidad y pérdida de hueso. La reanudación de la menstruación, indicando niveles
de estrógeno restaurados, y aumento de peso mejora las perspectivas, pero incluso
después del tratamiento, la menstruación nunca regresa en un 25% de pacientes
con anorexia severa. Las mujeres que quedan encinta antes de recuperar un peso
normal, afrontan un futuro reproductivo precario, con pesos bajos al nacimiento,
abortos espontáneos frecuentes y una tasa alta de niños con defectos congénitos. El
peso bajo solo quizá no sea suficiente para causar amenorrea; los comportamientos
extremos de ayunamiento y purgación pueden desempeñar un papel aun mayor en
el trastorno hormonal. La pérdida de minerales óseos (osteopenia) y la osteoporosis
causada por niveles bajos de estrógeno y aumento de hormonas esteroideas resulta
en huesos porosos y sujetos a fracturas. Dos tercios de niños y niñas adolescentes
con anorexia no desarrollan huesos fuertes durante este período de crecimiento
crítico, una enfermedad potencialmente irreversible. Entre más tiempo persiste la
enfermedad, mayor la probabilidad de que la pérdida de hueso sea permanente. Los
pacientes que se rehabilitan a una edad temprana (15 años o menores) tienen
mayor probabilidad de lograr una densidad ósea normal. Tan sólo la rápida
restauración de la menstruación regular puede proteger contra la pérdida ósea
permanente; el aumento de peso no es suficiente. Los niños y adolescentes con
anorexia también pueden experimentar crecimiento retrasado debido a niveles
reducidos de la hormona de crecimiento.

Problemas neurológicos. Las personas con anorexia severa pueden sufrir daño
nervioso y experimentar convulsiones, pensamiento desordenado y cosquilleo,
pérdida de sensación u otros problemas nerviosos en las manos o los pies. Las
exploraciones cerebrales indican que partes del cerebro experimentan cambios
estructurales y actividad anormalmente alta o baja durante los estados anoréxicos;
algunos de estos cambios regresan a la normalidad después del aumento de peso,
pero existe evidencia de que algún daño puede ser permanente.

Problemas sanguíneos. La anemia es un resultado común de la anorexia y la


inanición. Un problema sanguíneo particularmente grave es la anemia perniciosa,
que puede ser causada por niveles severamente bajos de la vitamina B12. Si la
anorexia se torna extrema, la médula ósea reduce extraordinariamente su
producción de glóbulos, una enfermedad potencialmente mortal llamada
pencitopenia.

Problemas gastrointestinales. La inflamación y el estreñimiento son ambos


problemas muy comunes en las personas con anorexia.

Complicaciones en los adolescentes diabéticos.

Los trastornos del comer son muy graves en los jóvenes con diabetes de tipo 1. La
hipoglicemia, o baja cantidad de azúcar en la sangre es un peligro en cualquier
persona con anorexia, pero es un riesgo particularmente peligroso en los diabéticos.
Un estudio reciente encontró que un 85% de las mujeres jóvenes con diabetes y
trastornos del comer tenían retinopatía --daño en la retina del ojo, que puede
conducir a ceguera. El estudio también reportó que los trastornos del comer que
persistieron en tales jóvenes aumentaba el riego de otras complicaciones diabéticas
agudas y crónicas.

¿Cuáles son los síntomas de los trastornos del comer?

Los síntomas de la bulimia pueden ser muy sutiles, ya que las mujeres con
este trastorno lo practican en secreto, y aunque pueden ser de bajo peso, no son
siempre anoréxicas. En general, las personas con bulimia están preocupadas con la
comida y pueden abusar de los laxantes, pastillas de dieta, eméticos (drogas que
inducen el vómito) o diuréticos (medicamentos que reducen los líquidos). Del mismo
modo que la anorexia, los que sufren de bulimia también pueden hacer ejercicios de
manera compulsiva. El esfuerzo ejercido para vomitar a veces puede causar vasos
sanguíneos rotos en los ojos e hinchazón de las glándulas salivales que aparecen
como áreas abulladas y debajo de las esquinas de la boca. Los dientes son
propensos a las cavidades y erosión del esmalte debido al exceso de ácido, la
encias pueden enfermarse y pueden surgir brotes de salpullidos y barros en la piel.
Los vómitos repetidos autoinducidos en los que la persona se mete la mano hasta la
garganta también pueden producir cortes y callos pequeños en las partes superiores
de las articulaciones del dedo.

El síntoma pricipal de la anorexia es la pérdida mayor de peso por una dieta


excesiva y continua, la cual puede ser una dieta restrictiva o un comer excesivo y
purgación. Los síntomas pueden ser muy sutiles en las mujeres jóvenes que tienen
tanto diabetes como trastornos del comer; tales personas pueden tener un peso
normal o inclusive alto y aun ser consideradas anoréxicas. El comportamiento
anoréxico en los vegetarianos deberá sospecharse si la persona ha dejado de comer
carne sólo para evitar la grasa y no por otros motivos, como por el amor a los
animales, si la dieta vegetariana coincide con una pérdida de peso rápida y si la
persona está evitando ciertos alimentos, como el tofu, nueces y productos lácteos
que contienen aceites o grasas. En las mujeres, la menstruación puede ser
infrecuente o estar ausente. A menudo, el ejercicio compulsivo junto con la
emaciación conduce a problemas ortopédicos, en particular en los bailarines y
atletas; esto podría ser la primera señal de dificultad que obliga a un paciente a
buscar ayuda médica. La piel puede estar seca y cubierta con pelo fino, y el pelo del
cuero cabelludo normal puede estar delgado. Los pies y las manos pueden estar
fríos o a veces hinchados. El estómago a menudo se afecta después de comer y a
menudo se inflama. El pensamiento puede estar confundido o desacelerado, y un
paciente anoréxico puede tener una mala memoria y carecer de juicio.

Posiblemente, el síntoma más confuso de los trastornos del comer es la distorsión


de la imagen corporal. Aunque las personas asocian típicamente la distorsión de la
imagen corporal con la anorexia severa, un estudio indicó que la distorsión es más
probable en las personas con bulimia que en las pesonas con anorexia. El estudio
indicó que las personas con bulimia tienen una mayor probabilidad de sobreestimar
su tamño; hay una mayor disparidad entre cómo quieren lucir y cómo piensan que se
ven que en las personas con anorexia o en las personas que no sufren de trastornos
del comer. Las personas con bulimia tienen una mayor probabilidad de describir sus
propios cuerpos más grandes de lo que son cuando se encuentran presentes
imágenes de comida. En otro estudio, las personas con anorexia tendían a tener una
percepción exacta de su cuerpo superior, pero sobreestimaban el tamaño del área
abdominal y pelviana.

¿Qué confirmará un diagnóstico de trastornos del comer?

Uno de los aspectos más difíciles para un padre o paciente es admitir que existe un
problema. Puede ser diícil, por ejemplo, que una madre le confiese a un médico que
su hija tiene un problema del comer, ya que la comida es una parte tan intrínseca de
la relación madre/hijo, y el trastorno del comer de un hijo podría parecer un fracaso
paterno terrible. Es sumamente importante superar esos sentimientos e informar al
médico de cualquier pérdida de peso sospechosa o problemas conductuales
relacionados con la comida. A menudo, el paciente necesita ser obligado por un
padre u otros a ver a un médico. Debido a que el paciente puede negar y resistir el
problema, se recomienda que un compañero de apoyo esté presente durante parte
de la entrevista para que ofrezca información adicional sobre los antecedentes del
comer del paciente y ayude a compensar cualquier resistencia o negación que el
paciente pueda expresar.

Diagnóstico de la bulimia nervosa.

A pesar de la prevalencia de la bulimia, en un estudio sólo el 30% de los médicos


familiares del Midwest habían diagnosticado bulimia alguna vez. Los médicos más
jóvenes y las médicas tienen una mayor probabilidad de detectar bulimia. Un médico
deberá hacer un diagnóstico de bulimia si hay por lo menos dos episodios de bulimia
por semana durante tres meses. Basándose en otros síntomas y antecedentes, el
médico entonces categorizaría al paciente como (1) del tipo que utiliza la purgación
que utiliza el vómito autoinducido o medicinas para eliminar la comida o el agua o (2)
del tipo que no efectúa la purgación pero ayuna o hace ejercicios excesivos.

Diagnóstico de la anorexia nervosa y sus complicaciones.

En general los síntomas físicos y una historia personal confirmarán rápidamente el


diagnóstico de anorexia. Los criterios estándar para diagnosticar la anorexia nervosa
son: rehusarse a mantener un peso corporal normal según la edad y la estatura; el
temor intenso de engordar aunque se encuentre bajo de peso; una autoimagen que
resulta en disminución de la autoestima; negación de la gravedad de la emaciación e
inanición; y en las mujeres, la pérdida de la función menstrual durante por lo menos
tres meses. El médico entonces categorizará la anorexia como restrictiva (anorexia
producida sólo por dieta severa) o comer excesivo-purgación. Ya que el trastorno
rara vez aparece en los hombres, los médicos quizá no estén alerta de sus
pacientes hombres, aunque muestren los síntomas clásicos de la anorexia. Los
médicos deberán estar muy conscientes de estos síntomas en cualquier persona, en
particular entre los atletas hombres y mujeres. Una vez que se hace un diagnóstico,
los médicos de inmediato deberán verificar la presencia de cualquier complicación
grave de inanición. También deberán descartar los trastornos médicos que puedan
ser la causa de anorexia, incluyendo el síndrome de fatiga crónica, la enfermedad de
Crohn, el hipertiroidismo, la enfermedad de Addison, el cáncer, la tuberculosis, la
anemia y la enfermedad celiaca. En todos los casos, las pruebas deberán incluir un
conteo sanguíneo completo, pruebas para determinar desajustes de electrólitos y
niveles proteicos, un electrocardiograma y una radiografía del tórax y pruebas para
problemas del hígado, riñón y tiroides. Los niveles bajos de potasio indican que el
trastorno tiene mayor probabilidad de ir acompañado del síndrome de comer
excesivo-purgación. Según la gravedad de la anorexia, podrían necesitarse otras
pruebas como pruebas de la densidad ósea u otros tipos de radiografías y técnicas
de imágenes.

¿Cómo se tratan los trastornos del comer?

La primera dificultad mayor para tratar los trastornos del comer es a menudo la
resitencia del paciente anoréxico que cree que la emaciación es normal e inclusive
atractiva o el paciente bulímico que cree que la purgación es la única manera de
prevenir la obesidad. Aun peor, la enfermedad anoréxica puede ser estimulada por
los amigos que envidian la delgadez o por los entrenadores de baile o deportes que
promueven los niveles de grasa bajos. La familia misma puede negar el problema y
ser obstructiva o manipuladora, aumentando las dificultades del tratamiento. Es muy
importante que el paciente y cualquier amigo o parientes cercanos estén informados
acerca del grave potencial de estas enfermedades y la importancia de recibir ayuda
inmediata.

Los pacientes pueden abandonar los programas si tienen expectativas poco realistas
de "curarse" tan solamente mediante las apreciaciones de los terapéutas. Antes de
que empiece un programa, deberá ponerse de manifiesto que el proceso es doloroso
y requiere trabajo duro por parte del paciente y la familia. Existe la posibilidad de
tratar varios métodos terapéuticos hasta que el paciente tenga éxito en superar
estos trastornos tan difíciles. La recaída es común y no deberá recibirse con
desesperación. En un estudio, después de seis años, tan sólo cerca del 10% de los
pacientes bulímicos que se habían tratado habían dejado de responder. La bulimia
se trata mejor con una combinación de antidepresivos y terapia congoscitiva. El
resultado de la bulimia es en general más favorable que en la anorexia; incluso
después de la recuperación, las mujeres con anorexia a menudo retienen un
deterioro en el sentido de la línea corporal. Los estudios a largo plazo, sin embargo,
están mostrando recuperación aún en la mayoría de las personas tratadas contra la
anorexia. Un estudio reveló que para las personas con anorexia temprana, la terapia
familiar funcionó mejor y para las personas con anorexia tardía la terapia individual
de apoyo fue la más eficaz.

Tratamiento inicial. La mayoría de los pacientes anoréxicos entre moderada y


severamente enfermos son ingresados en el hospital para recibir el tratamiento
inicial, en particular bajo las siguientes circustancias: si la pérdida de peso sigue aun
con tratamiento ambulatorio; si el peso está 30% por debajo del mínimo necesario
para mantener la salud; si ocurren ritmos del corazón anormales; si la depresión es
severa o el paciente es suicida; si la pérdida de potasio es severa o la presión
arterial es sumamente baja. Los expertos recomiendan 10 á 12 semanas para la
recuperación nutricional total. Los pacientes solían permanecer varios meses en el
hospital, pero ahora las aseguradoras en los Estados Unidos rara vez cubren más
de 15 días, lo cual, lamentablemente, no es por lo general suficiente para que el
paciente alcance el peso corporal ideal y no es, sin lugar a duda, tiempo suficiente
para hacer cambios profundos en el comportamiento afianzado. Un estudio ha
reportado que la terapia ambulatoria y la orientación nutricional eran tan eficaces
como la hospitalización a largo plazo, pero otros han documentado la necesidad de
tratamiento de hospitalización prolongado. Los pacientes con bulimia rara vez
necesitan hospitalización a menos que el ciclo de comer excesivo-purgación haya
conducido a la anorexia, se necesitan medicamentos, o está presente depresión
mayor.

Aumento de peso. Además del tratamiento inmediato de cualquier problema


médico grave, la meta de la terapia para la persona anoréxica es aumentar de peso.
La meta del peso es fijada estrictamente por el médico o profesional de la salud, por
lo general, una a dos libras a la semana. Esta meta es absoluta sin importar cuán
convincentemente el paciente (o inclusive los miembros de la familia) pueda
argumentar para lograr una meta de peso inferior. Los pacientes que están
severamente malnutridos deberán empezar con un recuento de calorías de sólo
1,500 calorías al día para reducir las posibilidades de dolor de estómago e
inflamación, retención de líquidos e insuficiencia cardíaca. Con el tiempo, al paciente
se le dan comidas que contienen hasta 3,500 calorías o más al día. Los suplementos
alimenticios no se recomiendan por lo general, ya que el paciente deberá reanudar
cuanto antes los patrones de comer normales. Aunque comer es el problema, no se
deben mantener charlas sobre el trastorno durante las comidas, pues estos son
momentos para la interacción social relajada. La alimentación intravenosa o por
tubos rara vez se necesita o recomienda a menos que la enfermedad del paciente
sea potencialmente mortal. Nunca deberán emplearse tales medidas invasoras de
alimentación como una forma de castigo durante la terapia conductual. La
investigación indica que en algunos casos la dieta severa puede causar que el
metabolismo se adapte a la malnutrición y resista los efectos de sobre alimentación,
de tal manera que algún paciente puede tener dificultad de aumentar de peso aun
cuando esté siendo alimentado adecuadamente.

Ejercicio. Para las personas con anorexia, el ejercicio excesivo es a menudo


un componente del trastorno original. Los estudios han reportado que los pacientes
anoréxicos en general tienen un metabolismo más alto que los individuos normales,
y se necesitaban más calorías para aumentar de peso. Durante el programa de
recuperación, pueden utilizarse regímenes de ejercicio muy controlados como
recompensa por desarrollar buenos hábitos dietéticos y como una manera de reducir
la dificultad estomacal e intestinal que acompaña la recuperación. El ejercicio no
debe realizarse si todavía existen problemas médicos severos y si el paciente no ha
tenido un aumento de peso significativo.

El enfoque de equipo. Un enfoque de equipo multidisciplinario con apoyo y


orientación consistentes es esencial para la recuperación a largo plazo de todos los
trastornos severos del comer. Los profesionales incluidos en este equipo pueden ser
especialistas de complicaciones médicas específicas, dietistas, terapéutas
conductuales y psicoterapéutas, asistentes sociales y enfermeras capacitadas.
Todos estos profesionales deberán estar capacitados en la provición del tratamiento
de los trastornos del comer. Los estudios han encontrado que las personas tratadas
por tales especialistas tienen una tasa de mortalidad inferior que aquellos tratados
sólo como pacientes psiquiátricos, un enfoque terapéutico común. Un estudio
reportó un éxito significativo cuando los pacientes anoréxicos de una edad promedio
de 22 años estaban empleando un enfoque en equipo dentro de una unidad
pediátrica. Después de casi dos años, aunque la mitad de los pacientes
desarrollaron modelos de comer excesivo-purgación, su peso promedio era el 96%
del ideal, la reanudación de la menstruación ocurrió en 80% de las pacientes, y
ninguna de las pacientes que deseaban quedar embarazadas, tuvieron problemas
para concebir.

Terapia nutricional. La American Dietitian's Association ha recomendado que


los dietistas formen parte del equipo de orientación a largo plazo. Estos
especialistas deberán educar a los pacientes y los padres en las metas de objetivo
de la atención nutricional, las respuestas del cuerpo al ciclo de comer excesivo-
purgación y la dieta severa, y deberán ofrecer estrategias para la planeación de
comidas. El dietista también deberá estar en comunicación cercana con los otros
profesionales del equipo para integrar los resultados del trabajo conductual e
interpersonal con el proceso de desarrollo de buenos hábitos nutricionales.

Terapia conductual. La terapia conductual se concentra sólo en cambiar los


hábitos dietéticos. Para las personas con anorexia, estos métodos se emplean de
inmediato en el hospital para promover el aumento de peso. Por lo general, estos
enfoques utilizan una recompensa por comer y un castigo por no comer (un ejemplo
sería la negación de privilegios). Es importante que el castigo sea lo suficientemente
fuerte para promover el cumplimiento con la dieta pero no tan severo como para que
haga resaltar la autoestima ya baja del paciente, sentido de aislamiento y cualquier
enfermedad psicológica que haya podido causar el trastorno. Deberá tomarse en
cuenta que este método no es muy eficaz cuando se emplea solo. En un estudio de
personas con bulimia, los pacientes que empleaban el conductualismo sin ningún
otro método presentaron una tasa de abandono de más del 50%.

Terapia conductual cogniscitiva. La terapia cognoscitiva trabaja utilizando el


principio de que un modelo de pensamiento y creencia falso acerca del cuerpo de
una persona puede ser reconocido objetivamente y alterado, así cambiando la
respuesta y eliminando la reacción insalubre a los alimentos. Es la primera línea de
terapia para la mayoría de los pacientes con trastornos del comer, y es
particularmente eficaz para la bulimia, especialmente cuando se combina con
antidepresivos. El proceso lleva entre cuatro y seis meses durante los cuales el
paciente llega a comer tres comidas al día, incluyendo alimentos que ha evitado
anteriormente. Durante este período, el paciente controla la ingestión diaria de
alimentos y cualquier episodio de comer excesivo o purgación. Primero, el paciente
deberá aprender a reconocer cualquier reacción insalubre habitual y pensamientos
negativos hacia el comer mientras están ocurriendo. Deberá observarse
objetivamente cualquier lapso, sin autocrítica o juicio. Mediante la información y
discusión de estas respuestas con un terapéuta cogniscitivo, con el tiempo el
paciente puede descubrir las actitudes falsas acerca de la imagen corporal y el
perfeccionismo inasequible que son la base de la oposición a los alimentos y salud.
A esta altura, el paciente puede retar estas ideas y respuestas afianzadas y
automáticas y puede empezar a reemplazarlas con un conjunto de creencias
realistas junto con las acciones basadas en autoexpectativas razonables. Las
personas que se recuperan de la anorexia continúan reteniendo una necesidad
fuerte de orden y precisión, indicando que aunque estos rasgos pueden hacer a una
persona joven susceptible a la anorexia, son también cualidades fuertes que pueden
emplearse para reconstruir una vida muy valiosa.

Terapia interpersonal. La terapia interpersonal trata la depresión o la ansiedad


que puede ser la base de los trastornos del comer junto con los factores sociales
que influyen en el comportamiento del comer. Esta forma de terapia no trata el peso,
la comida o la imagen corporal en lo absoluto. Un análisis de estudio encontró que
por lo general no funciona para las personas que tienen episodios de comer
excesivo y que han fracasado en la terapia cognoscitiva. Las metas son expresar los
sentimientos, descubrir cómo tolerar la incertidumbre y el cambio, y desarrollar un
sentido fuerte de la individualidad e independencia. Esta forma de terapia también
toma en cuenta asuntos sexuales y cualquier suceso traumático o de abuso en el
pasado que puedan ser causa del trastorno del comer. El terapéuta deberá
acercarse a estos pacientes suave y lentamente para evitar respuestas
potencialmente autodestructoras a las emociones profundamente dolorosas
despertadas por estos recuerdos..

Terapia familiar. Debido al papel principal que juegan las actitudes familiares
en los trastornos del comer, se podría argumentar que uno de los primeros pasos en
el tratamiento del paciente anoréxico es buscarle ayuda y apoyo a la misma familia.
Los sentimientos de culpa y ansiedad intensa que experimentan los miembros de la
familia que cuidan a los pacientes anoréxicos son probablemente similares a los
producidos cuando se vive con una persona suicida. Un padre muy involucrado
puede inclusive apoyar el trastorno del comer del paciente por temor de su ira o
aflicción o debido a la propia identificación del padre con valores culturales de la
delgadez. En tales casos, es sumamente importante el que la familia comprenda por
completo el peligro de este trastorno y el que ellos forman parte de la enfermedad de
su hijo --o inclusive la muerte-- promoviendo este estado. Si el paciente es
hospitalizado, los expertos recomiendan que la terapia de familia empiece después
de que el paciente haya aumentado de peso pero antes de ser dado de alta y por lo
general deberá continuar después de que el paciente haya salido del hospital. Tal
terapia es particularmente útil para los pacientes más jóvenes para quienes la familia
continúa siendo una influencia grande.

Farmacoterapia. Farmacoterapia para la bulimia nervosa. Debido a la alta


incidencia de depresión en los pacientes con bulimia, a menudo se recomiendan
medicamentos antidepresivos si un paciente deprimido no responde a la psicoterapia
dentro de cuatro o cinco meses. Un estudio de un año determinó, sin embargo, que
cuando se empleó un antidepresivo como el único tratamiento sin terapia
cognoscitiva-conductual, la tasa de éxito fue sólo del 18%. Los antidepresivos más
comunes prescritos para la bulimia incluyen imipramina (tofranil), desipramina
(norpramin) y fluoxetina (prozac). Cerca del 20% se retiran del tratamiento debido a
los efectos secundarios. El prozac es eficaz en dosis mayores (60 mg) pero tiene
poca repercución en el ciclo de comer excesivo-purgación en dosis bajas (20 mg).
Algunos ensayos están empleando naltrexone o naloxona, medicamentos que se
emplean contra la drogadicción. Los investigadores esperan que estos
medicamentos reducirán los opioides naturales que pueden ser secretados durante
el comer excesivo. Un estudio indicó que la naloxona redujo el comer excesivo.
Algunos estudios han indicado que los niveles elevados de hormonas masculinas
pueden contribuir a la depresión y el comportamiento impulsivo que conduce a
algunas mujeres al comportamiento bulímico. El uso del medicamento flutamide, el
cual reduce las hormonas masculinas, ayudó a dos mujeres con bulimia en una
semana de tratamiento. Ambas pacientes recayeron tras detener el medicamento.
Más investigación se necesita en cuanto al uso de los tratamientos hormonales.

Farmacoterapia para la anorexia. Ninguna farmacoterapia ha demostrado ser


muy eficaz en el tratamiento de la anorexia o la depresión que acompaña por lo
general y perpetúa el trastorno. Los efectos de la inanición intensifican los efectos
secundarios y reducen la eficiencia de los medicamentos antidepresivos. Además la
mayoría de los antidepresivos suprimen el apetito y contribuyen a la pérdida de
peso. La fluoxetina (prozac), sertraline (zolofot), paroxetina (paxil), venlafaxine
(effexor) y la fluvoxamina (luvox) son medicamentos antidepresivos conocidos como
inhibidores de reabsorción de la serotonina selectivos (SSRI, por siglas en inglés);
ahora se recomiendan como tratamiento de primera línea contra el trastorno
obsesivo-compulsivo y pueden ayudar a las personas con anorexia. Por lo general
se necesitan dosis altas para el trastorno obsesivo-compulsivo; para los pacientes
que responden bien a la terapia inicial, la terapia de mantenimiento de dosis baja
puede ser suficiente, aunque la mayoría de los pacientes no tienen una respuesta
inicial plenamente adecuada. Pueden causar ansiedad inicial, sin embargo, y son
lentos en ser efectivos. Se recomiendan dosis más bajas para las personas con
bulimia. Algunos médicos recomiendan cyproheptadine (periactin), un
antihistamínico, que puede estimular el apetito. No hay evidencia hasta la fecha, sin
embargo, de que alguna farmacoterapia tenga beneficio específico contra la
anorexia nervosa, y en la mayoría de los casos, los trastornos de la depresión y
pensamiento mejoran con el aumento de peso.

Restauración de la función hormonal y densidad ósea. La normalización de los


balances de las hormonas reproductivas es más importante que el aumento de peso
en la restauración de la función menstrual. El uso de la terapia de estrógeno para
revertir la osteoporosis, sin embargo, ha sido desalentador. Un estudio reportó que
una combinación de estrógeno-progesterona aumentó la densidad ósea en las
mujeres con trastornos menstruales inducidos por ejercicio después de dos años,
mientras que otro no encontró ningún efecto positivo en la terapia de estrógeno en el
crecimiento óseo en las mujeres con pérdida ósea severa por menstruación anormal
(este grupo incluía tanto personas que hacían ejercicio como personas que no
hacían ejercicio).

Otros enfoques. Un estudio con mujeres bulímicas reveló que tenían una
sensibilidad alta a la hipnosis, indicando que puede ser beneficioso como parte du
su tratamiento. Parece que las personas con anorexia, por otro lado, son bastante
resistentes al estado de vulnerabilidad requerida en este proceso. Algunos
investigadores han observado una asociación entre la bulimia y el trastorno afectivo
estacional (depresión que se intensifica en los meses más oscuros del invierno);
esto sugiere que la terapia que utiliza luz intensa dirigida puede ser útil. Un
experimento de una semana en el que se empleó luz ayudó a las personas
bulímicas con depresión, aunque no se efectuo ningún cambio en el comportamiento
de comer excesivo-purgación. Se necesitan estudios más largos. Una técnica
conocida como imágenes guiadas redujo la frecuencia del comer excesivo y el
vómito en casi un 75% en un estudio; este método emplea audiocintas para evocar
imágenes que reducen el estrés y ayudan a lograr metas específicas. Aunque las
mujeres con trastornos del comer son comúnmente descalificadas para la cirugía
plástica, un estudio reportó que en las mujeres cuya bulimia era estimulada por el
tamaño grande de los senos, la cirugía de reducción fue eficaz en la resolución del
trastorno del comer.

¿Dónde más puede alguien conseguir ayuda para con un trastorno del comer?

American Dietetic Association


216 W. Jackson Boulevard
Chicago, Illinois 60606
Llame al (800-366-1655) o al (312-899-0040) o envíe un fax al (312- 899-1979)
en el Internet (http://www.eatright.org/)
La organizacón ofrece una línea de emergencia que le permite a las personas hablar
con un dietista licenciado y también proporciona nombres de dietistas licenciados en
sitios específicos. Su sitio en el web es excelente y muy recomendado.

National Association of Anorexia Nervosa and Associated Disorders (ANAD)


Box 7
Highland Park, IL 60035
Llame al (847-831-3438) o envíe un fax al (847-433-4632)
en el Internet (http://www.injersey.com/Living/Health/anad.index.html)
Esta es la organización más vieja para los trastornos del comer. Ofrecen información
gratuita y ayuda para encontrar o formar grupos de apoyo en las a´reas locales. Por
una contribución anual de $25, los miembros reciben un boletín informativo
trimestral.

Eating Disorders Awareness and Prevention


603 Stewart Street, Suite 803
Seattle, WA 98101
Llame al (206-382-3587)
o en el Internet (http://members.aol.com/edapinc/home.html)

American Anorexia/Bulimia Association, Inc. (AABA)


293 Central Park West
Ste. 1R
New York, NY 10024
Llame al (212-501-8351)
o en el Internet (http://members.aol.com/amanbu/index.html)
Ofrece un paquete básico de información. Mande un sobre con estampillas y
dirección del remitente con un cheque por $3.00.

Anorexia Nervosa and Related Eating Disorders (ANRED)


Box 5102
Eugene, OR 97405
Llame al (541-344-1144)
o en el Internet (http://www.anred.com)
Ofrece paquetes de información gratis y a bajo costo sobre los trastornos de
información.

National Eating Disorders Organization


6655 South Yale Ave.
Tulsa, OK 74136
Llame al (918-481-4044)
Ofrece información y servicios de remisión.

Association for Advancement of Behavior Therapy


305 Seventh Ave.
16th Fl.
New York, NY 10001
Llame al (800-685-2228) o al (212-647-1890)
Ofrece paquetes de información que incluyen una lista de terapéutas de
comportamiento, hojas informativas sobre diversos problemas psicológicos y los
métodos para elegir a un terapéuta.

National Women's Health Network


514 10th St. NW
Suite 400
Washington, DC 20004
Llame al (202-347-1140)
El costo de afiliación es de $25 por año y proporciona un boletín informativo
bimestral y acceso a información. Los informes cuestan $6.00 para los miembros y
$8.00 para los no miembros.

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Información reciente.

Docenas de artículos y resúmenes se revisan para actualizar cada informe de Well-


Connected. Los siguientes reprensentan tan sólo algunos que podrían serles de
interés a los lectores.
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knowledge, body mass, gender, and bulimic symptomatology (Las actitudes hacia los
comportamientos bulímicos en dos generaciones: la función del conocimiento, la
masa corporal, el género y la sintomatología bulímica). Addict Behav 1997 Jul-
Aug;22(4):491-507Bulimia as a disturbance of narcissism: self-esteem and the
capacity to self-soothe. Addict Behav 1997 Sep-Oct;22(5):699-710

<Imagen>Bone mineralization, hypothalamic amenorrhea, and sex steroid therapy in


female adolescents and young adults (La mineralización ósea, la amenorrea
hipotalámica y la terapia de esteroide de sexo en las adolescentes y adultos jóvenes
mujeres). J Pediatr 1995 May;126(5 Pt 1):683-9

<Imagen>Course and outcome in adolescent anorexia nervosa (El curso y resultado


en la anorexia nervosa adolescente). Int J Eat Disord 1996 May;19(4):335-45

<Imagen>Dental erosion, oral hygiene, and nutrition in eating disorders (La erosión
dental, la higiene oral y la nutrición en los trastornos del comer). Int J Eat Disord
1997 Mar;21(2):195-9

<Imagen>Disorderd eating behavior and microvascular complications in young


women with insulin-dependent diabetes mellitus (El comportamiento del comer
desordenado y las complicaciones microvasculares en las mujeres jóvenes con
diabetes mellitus insulinodependiente). The New England Journal of Medicine,
6/26/97

<Imagen>Eating disorders (Trastornos del comer). Med Clin North Am 1998


Jan;82(1):145-59

<Imagen>Eating disorders and antecedent anxiety disorders: a controlled study (Los


trastornos del comer y los trastornos de ansiedad antecedentes: un estudio
controlado). Acta Psychiatr Scand 1997 Aug;96(2):101-7

<Imagen>Eating disorders in males: a report on 135 patients (Los trastornos del


comer en los hombres: un informe en 135 pacientes). Am J Psychiatry 1997
Aug;154(8):1127-32

<Imagen>The intellectual functioning of adolescents with anorexia nervosa and


bulimia nervosa (El fucionamiento intelectual de los adolescentes con anorexia
nervosa y bulimia nervosa). Eur Child Adolesc Psychiatry 1997 Sep;6(3):129-35

<Imagen>Personality factors and weight preoccupation: a continuum approach to the


association between eating disorders and personality disorders (Los factores de la
personalidad y la preocuapción con el peso: un enfoque en el proceso continuo a la
asociación entre los trastornos del comer y los trastornos de la personalidad). J
Psychiatr Res 1997 Jul-Aug;31(4):467-80

<Imagen>Comparison of cognitive style in bulimia nervosa and depression


(Comparación del estilo cognoscitivo en la bulimia nervosa y la depresión). Behav
Res Ther 1997 Oct;35(10):939-48
<Imagen>Family and individual therapy in anorexia nervosa. A 5-year follow-up (La
terapia de familia e individual en la anorexia nervosa. Un seguimiento de 5 años.)
Arch Gen Psychiatry 1997 Nov;54(11):1025-30

<Imagen>The long-term course of severe anorexia nervosa in adolescents: survival


analysis of recovery, relapse, and outcome predictors over 10-15 years in a
prospective study (El curso a largo plazo de la anorexia nervosa severa en los
adolescentes: análisis de supervivencia y recuperación, recaída y los predictores de
los resultados en un período de 10-15 años en un estudio prospectivo). Int J Eat
Disord 1997 Dec;22(4):339-60

<Imagen>Medication and psychotherapy in bulimia nervosa (La medicación y la


psicoterapia en la bulimia nervosa). American Journal of Psychiatry, April,1997

<Imagen>Persistent osteopenia after recovery from anorexia nervosa (Osteopenia


persistente después de la recuperación de la anorexia nervosa). Int J Eat Disord
1997 Jul;22(1):71-5

<Imagen>Prevalence and contributing factors of eating disorder behaviors in active


duty Navy men (La prevalencia y los factores contribuyentes de los comportamientos
de los trastornos del comer en los hombres de la Armada). Mil Med 1997
Nov;162(11):753-8

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implications (La prevalencia de niveles altos de ejercicio en los trastornos del comer:
las implicaciones etiológicas). Compr Psychiatry 1997 Nov-Dec;38(6):321-6

<Imagen>Racial/ethnic and gender differences in concern with weight and in bulimic


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