Auto y Coevaluacion

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Diplomado educación emocional

Clase 8
Alumno: Roberto Mendez Alvarado

¿como me
veo?

auto y
coevaluacion

¿como me
¿como me
ven mis
ven?
amigos?
Para aprender mas
Experiencia emocional, factor determinante en el desarrollo cerebral del niño
Las primeras interacciones del niño con su entorno son intercambios emocionales que se
van construyendo en experiencias que van conformando su inteligencia emocional. Las
emociones han sido consideradas como estados subjetivos, poco racionales. La
investigación neurológica ha demostrado que las experiencias interactivas tempranas
pueden y suelen modificar la estructura cerebral y estas primeras experiencias son una
amplia gama de intercambios emocionales que van dando sentido a las experiencias y las
van organizando originando conductas.
La conducta surge gradualmente por efecto del medio ambiente sobre los circuitos
nerviosos que se están desarrollando. El cerebro inicia su funcionamiento antes de estar
terminado, aproximadamente desde la tercera semana de gestación y su actividad eléctrica
va modificando su estructura física a partir de la interacción entre genes y medio ambiente
materno. Los genes que traen información determinada interactúan con el medio
permitiendo que la conducta se vaya construyendo. La influencia de las experiencias
ambientales varia con la edad y las circunstancias y sus efectos más profundos se producen
en los primeros meses de vida.
Después del nacimiento el cerebro va estableciendo conexiones entre neuronas, formando
redes neuronales. La cantidad y calidad depende de las experiencias sensoriales del niño y
de las interacciones emocionales. Durante el primer año el cerebro produce muchas mas
neuronas de las que se podría usar y va eliminando no se usan. El primer año de vida es de
gran importancia para el desarrollo cerebral, la falta de interacción de calidad, esto es,
afectuosa, generadora de respuestas y lúdica, produce un cerebro 20 o 30% más pequeños
de lo normal.
La frecuencia de los latidos del corazón de un niño aumenta cuando los padres le hablan
melodiosamente. El potencial esta en los genes, pero como se desarrolle dependerá de los
modelos grabados por la experiencia en los años iniciales y de la calidad de la interacción
con los adultos. Las funciones mentales son divisibles en sub funciones.

Como se construye la conducta emocional en el niño pequeño


Las sensaciones que percibe el niño desde su nacimiento producen emociones, el que
responde a lo físico y contextual, el niño va construyendo el significado el significado de
sus experiencias emocionales a partir de las interacciones con las personas que lo cuidan.
Las actitudes de estas personas desencadenan respuestas en los niños, el niño estimula con
su presencia al adulto y así se establece un lazo único entre ellos. Las emociones organizan
y coordinan muchas de las funciones cerebrales y juegan un rol preponderante en el
desarrollo de la inteligencia al servir de puente entre el deseo, el afecto y el propósito y la
acción o respuesta.
El crecimiento del cerebro se inicia antes de que los primeros pensamientos sean
registrados en él. Las neuronas se activan con la experiencia y así establecen conexiones. A
través de ellos el niño aprenderá a tomar conciencia de sus sensaciones y a organizar su
capacidad de atención, con esto comenzará a construir sus relaciones con los demás,
desarrollando preferencias y estableciendo diferencias entre personas y objetos. Durante
este periodo de aprendizaje pre verbal, el rol de la educadora es determinante, una respuesta
afectiva pertinente y una acción incentiva cálida ayudaran al niño a comprender como sus
actos desencadenan respuestas ajenas a él.
El intercambio relacional con personas significativas en el primer año de vida le enseñara a
interpretar las reacciones de los demás y sus experiencias emocionales le permitirán evaluar
cómo actuar en consecuencia. De ahí sus interacciones se tornarán más complejas, sus
acciones y respuestas. Aprenderá a reconocer patrones de conductas en los otros y a
imitarlos, comenzara a manejar ideas y no solo acciones y estas ideas, como imágenes que
se suceden en su interior, le permitirán pensar las acciones antes de ponerlas en práctica.
La relación afectiva educadora-niño en este periodo adquiere un carácter diagonal. Debe
encontrar estrategias adecuadas de interacción en cada situación y etapa de proceso
educativo.

Algunas consideraciones para elaborar un programa educativo para sala cuna


El aprendizaje emocional se inicia desde los primeros momentos de la vida. Todos los
intercambios entre padres e hijos tienen un contenido emocional y es en base a los mensajes
que recibe el niño que se va formando su conducta emocional. El cerebro en los tres
primeros años alcanza aproximadamente dos tercios de su tamaño definitivo y evoluciona a
un ritmo mucho más acelerado de lo que hará posteriormente.
Las experiencias emocionales que tengan los niños en este periodo irán modelando su
inteligencia emocional. Experiencias positivas con adultos sensibles y empáticos, les
permitirán crecer emocionalmente seguros y confiados. La expresión emocional auténtica
de los adultos facilitara la adecuada interpretación de las situaciones que se presenten y en
consecuencia la elaboración de una respuesta pertinente del parte del niño.
Alrededor del año responde en forma selectiva y adecuada a las expresiones faciales de la
madre. Alrededor de los dos años ya puede identificar las acciones que producen un estado
emocional en otra persona y puede intentar cambiarlas. La conducta defensiva o autentica
que adopte el niño dependerá en gran medida de la calidad de sus relaciones interpersonales
con los adultos y de la forma en que estos manejen las conductas reforzadoras.
La construcción de su ser-persona dependerá en gran parte de que los adultos les permitan
ser, hacer y decidir y de lo que le presenten desafíos factibles de superar por sí mismos,
evitando fracasos que le producen vergüenza, pero permitiendo cierto nivel de frustración,
necesario para el crecimiento personal. La conducta del adulto debe ser apoyadura, pero no
sobreprotectora, estable, pero flexible. el lenguaje debe ser el factor esencial en el
desarrollo cerebral y en la construcción del pensamiento y la capacidad para resolver
problemas, cuyas bases neurológicas se establecen durante el primer año de vida.
El lenguaje debe ser claro, expresivo, preciso y significativo para el niño, evitando hablar
con diminutivos o deformando palabras. El vínculo que establezca y mantenga el educador
con el niño, sea físico, auditivo o visual, permitirá paulatinamente la independización. La
sensación de pérdida o carencia de vínculo afectivo crea inseguridad y puede llegar a
producir desadaptación e incluso indiferencia e inercia ante los estímulos del medio
ambiente.
El espacio también debe ofrecer seguridad para su desplazamiento e independización
gradual. Los materiales didácticos deben contribuir al enriquecimiento de las experiencias
de los niños, ofrecer desafíos intelectuales y contribuir al establecimiento de vínculos
afectivos. La música como recurso pedagógico debe estar presente desde la sala cuna
menor, el adulto como mediador deberá potenciar las capacidades del niño. aceptándolo,
acogiéndolo y amándolo. No se debe olvidar que según como los niños construyan sus
experiencias ahora, interpretaran el mundo que enfrentaran mañana.

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