Fundaciones El Mirador

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El 

Edificio Mirador es un edificio de arquitectura postmoderna que se encuentra en el barrio


de Sanchinarro, en el norte de la ciudad de Madrid (España). Fue desarrollado por el estudio
de arquitectura neerlandés MVRDV en colaboración con la arquitecta madrileña Blanca Lleó.1
El proyecto debía incluir 156 apartamentos.

Se trata de un edificio en altura de 63,4 metros (21 plantas) con viviendas. Lo más llamativo
de él es la gran abertura central que se encuentra a 36,8 metros del suelo. En ella hay un
jardín comunitario y unas amplias vistas de la sierra de Guadarrama, hecho que da nombre a
la construcción.
La idea del proyecto es que este edificio representa una manzana tradicional de
un ensanche pero colocada en posición vertical, por lo que la terraza intermedia equivale al
patio de manzana y la variedad de colores en fachada y de tipologías de vivienda se deben a
la diversidad que se encuentra en una manzana tradicional.
El nombre que coloquialmente más se utiliza es «torre mirador»; también, «torre mirador de la
sierra» y «el edificio del agujero». Su construcción se gestionó desde la EMV (empresa
municipal de la vivienda de Madrid), y sus viviendas se adjudicaron por el método del precio
tasado.
La percepción de quien lo conoce por dentro es la de un edificio donde confluye un compendio
de acabados, fachadas, tipologías de distribución de cada vivienda (35 diferentes), espacios
insólitos o poco frecuentes en edificios de gran altura (corredores, pasillos, escaleras
emergencias y de uso normal, terrazas, etc.); ejemplo de ello es el pasillo corredor semiabierto
de la última planta, entre otros.
Numerosas mejoras en instalaciones y aislamientos se han acometido por la comunidad de
propietarios, quedando a día de hoy cerrada por un vallado reciente, que mejora el uso y
acceso al edificio.2
Para la construcción del edificio se juntaron nueve bloques independientes alrededor del
hueco.[1] Estos bloques se pueden diferenciar desde el exterior gracias a las diferentes
tonalidades y similitudes en las piedras, hormigón y alicatados. Los colores blancos, grises y
negros construyen, mientras que las pinturas naranjas indican la circulación del edificio. Cada
uno de estos bloques tiene su propia planificación, por lo que se ofrecen al menos nueve tipos
diferentes de apartamentos.

EL DISEÑO
Para la construcción del edificio se juntaron 9 bloques independientes alrededor del hueco. Estos
bloques se pueden diferenciar desde el exterior gracias a las diferentes tonalidades y similitudes
en las piedras, hormigón y alicatados. Los colores blancos, grises y negros construyen, mientras
que las pinturas naranjas indican la circulación del edificio. Cada uno de estos bloques tiene su
propia planificación, por lo que se ofrecen al menos 9 tipos diferentes de apartamentos.

El edificio es un encuadre y un observatorio del horizonte lejano. La construcción proyectada, al


elevarse, permite liberar en gran parte la ocupación de la parcela; así se hace posible la cesión
de una parte del terreno privado en beneficio del disfrute social colectivo. Se contribuye de este
modo a la generación del espacio público necesario que la ciudad contemporánea demanda.
Por otra parte, el gran mirador situado a 36,850 metros del suelo, ofrece a los vecinos un jardín
comunitario y un espacio al aire libre en altura, donde encontrarse y gozar de las vistas.
Contra la seriación y repetición racionalista de la unidad familiar tipo, se plantea la variación
razonable como respuesta a los nuevos modos contemporáneos de habitar. Se proponen
organizaciones de viviendas flexibles y adaptables. Se trata de propiciar la identidad que cada
habitante vuelca en su casa, facilitando la adecuación a un funcionamiento requerido e
incorporando en lo posible los cambios y solicitudes de la demanda actual.
Las circulaciones en el edificio son como pequeñas calles verticales. Sus transformaciones, a lo
largo de cada recorrido, aglutinan el compendio de tipologías estructuradas a modo de pequeños
barrios. Al exterior, cada uno de los nueve grupos de viviendas iguales o barrios queda
identificado y diferenciado de los demás. Pare ello se utilizan distintas combinaciones en la
modulación y posición de los huecos, así como los materiales, la textura y el color de los distintos
cerramientos de fachada.
El vacío exterior, llamado también jardín en altura o mirador tiene una superficie aproximada de
580 m2 en planta [39,4 x 14,70 metros] y una altura de 14,14 metros [menos recrecido de 1,35
metros]; situado en la planta 12, aglutina la diversidad y da identidad al conjunto edificado.

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