04 El Evangelio de Mateo
04 El Evangelio de Mateo
04 El Evangelio de Mateo
1.1.- El autor
Siguiendo la costumbre de la época según la cual para dar importancia a una obra literaria se la
atribuía a algún autor importante, la tradición atribuyó este Evangelio al apóstol Mateo, también
llamado Leví; aquel recaudador que estando a la mesa cobrando los impuestos en Cafarnaum, fue
llamado personalmente por Jesús, y lo dejó todo al instante para seguirle.
Sin embargo, el análisis del texto induce a pensar que el autor material que redactó en griego el
Evangelio canónico que conocemos, no es el apóstol Mateo, sino un creyente de origen judío,
perteneciente a la segunda generación cristiana, perfecto conocedor del Antiguo Testamento, que
absorbió un primero, escrito en arameo por el apóstol Mateo. De este escrito original dan testimonio
Papías y San Ireneo (s. Il-lll)
Este redactor desarrolló una importante actividad literaria traduciendo, retocando y enriqueciendo
el fondo y la forma del Evangelio arameo primitivo.
1.4.- Destinatarios
Deducimos que los destinatarios inmediatos de este Evangelio eran los judíos convertidos al
cristianismo conocedores de la Sagrada Escritura, porque recalca con frecuencia los pasajes que
marcan la continuidad del Antiguo con el Nuevo Testamento. También tiene mucho interés en probar
que Jesús es el Mesías anunciado por los profetas y lo muestra por los milagros y las Escrituras que
en Él se cumplen (1,1-17,1,23; 2,6; 2,15; 4,14-16; 21,5-16).
"Evangelio" es un género literario con características propias, porque reúne elementos de redacción
y de selección de sus narraciones orientados a la predicación y enseñanza.
La técnica de composición propia de San Mateo tiene estas características:
• Reúne los discursos y los milagros en bloques alternos.
• Reagrupa los ciclos de discursos en grupos de siete y los milagros en grupos de tres.
• Su orden no es cronológico, sino lógico, de forma que une los discursos por temas.
• Predomina el enfoque didáctico, aunque tiene importantes elementos históricos.
• Se preocupa por relacionar los diversos episodios entre sí.
• El lenguaje es tranquilo, objetivo y carente de colorido.
• Prefiere los discursos a los milagros. Su mentalidad es más sensible a las explicaciones que a
las experiencias emotivas e impresionantes. Procura convencer, no motivar.
2.2.- Estructura
El Evangelio de Mateo puede describirse como un drama en siete actos. Encuadrados entre la Infancia
de Jesús y el relato de la Pasión, los cinco actos centrales tienen como tema el Reino de los cielos, y
constan de una narración de hechos y un discurso. La narración prepara e ilustra los temas del
discurso. El reparto de los siete actos, aunque cada uno de ellos tiene sus divisiones, es básicamente
el siguiente:
1) Nacimiento e Infancia de Jesús: 1,1-12 - 2,1-23.
2) La promulgación del Reino de los cielos: 3-7
3) La predicación del Reino de los cielos: 8-10
4) El misterio del Reino de los cielos: 11-13
5) La Iglesia, primicia del Reino de los cielos: 14-18
6) Próxima venida del Reino de los cielos: 19-25
7) Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús: 26,1- 28,20.
Las tres principales claves para interpretar y entender este evangelio las resumimos así:
a. Entre los cristianos y el judaísmo se planteaban algunas cuestiones: ¿qué grupo era el verdadero
pueblo de Dios? ¿Qué grupo interpretaba rectamente la Ley? ¿Dónde estaba la verdadera
interpretación de la Escritura, y sobre todo de las promesas mesiánicas? Para el judaísmo: el
verdadero pueblo seguía siendo Israel; los judíos eran los herederos de las promesas; por tanto,
ellos poseían la verdadera interpretación de la Ley. Para los cristianos: la comunidad cristiana era
la auténtica heredera del pueblo de Dios, de las promesas; la verdadera intérprete de la Escritura.
b. Además, las comunidades cristianas de Mateo tenían problemas internos para ajustar sus vidas a
las directrices de Jesús. Están atravesando dificultades para mantenerse fieles al Evangelio, se
enfrentan con doctrinas erróneas: hay miembros de la comunidad no suficientemente instruidos.
c. A pesar de esto, la comunidad (posiblemente de Antioquia) tiene ya cohesión interna: es una
iglesia en la que existen algunos ministerios y su convivencia está regulada. En esta comunidad
fijó su residencia Pedro durante unos años.
Jesús es el nuevo Moisés: especialmente en sus enseñanzas y discursos. El nuevo Moisés que
da una nueva Ley. Muchos detalles de la infancia recuerdan la vida de Moisés: como en
Moisés, el nacimiento es anunciado por un sueño; como Faraón busca la manera de impedir
el nacimiento de Moisés, también Herodes, nuevo Faraón, se propone hacer desaparecer a
Jesús (Ex 1, 15-16). Faraón consulta a sus astrólogos, como Herodes a los escribas. En los dos
casos los reyes deciden matar a todos los niños (Ex 3, 14-15), pero los dos, Moisés y Jesús,
logran escapara de la matanza. La orden dada a José es muy semejante a la que recibe Moisés
(Ex 4, 19-23). Los cinco grandes discursos de Mateo evocan los cinco libros de la Ley de Moisés
(Pentateuco); el relato de la transfiguración presenta claramente a Jesús como el nuevo
Moisés (17, 1-4).
Jesús es el Hijo de Dios: al que debemos recurrir en las dificultades (Mt 14, 33) y proclamarlo
con firmeza (Mt 16, 16) y reconocerlo en el crucificado (27, 54).
Jesús es el Hijo del hombre: que se identifica con todos los perseguidos, con los pequeños,
los pobres (25, 36-46),
Jesús es el Siervo que toma nuestras enfermedades: No es un Mesías glorioso, sino un Mesías
Siervo.
El programa de este Reino: Sermón de la montaña (5-7): es la carta programática de este Maestro
para el nuevo Reino que quiere establecer: cómo deben ser los que pertenezcan a este Reino, cuáles
son los nuevos valores de este Reino: humildad, desprendimiento, mansedumbre, pureza,
misericordia, sufrimiento, persecución, abandono en las manos de la Providencia divina.
Cómo es este Reino. Las parábolas (13): es semilla, es levadura, es perla preciosa, etc.
El sermón del monte (Mt 5,1-7,29)
Mateo reúne en este sermón muchas palabras de Jesús. Es posible que este discurso sea como
un pequeño catecismo que las primeras comunidades cristianas utilizaban para enseñar a los
que se iban incorporando a la comunidad.
Jesús enseña desde un monte (Mt 5,1). Con esto Mateo nos quiere decir que, así como Moisés
bajó del monte Sinaí con la ley para el pueblo, ahora Jesús, el nuevo Moisés, viene a darnos una
nueva y definitiva ley (Mt 5,17).
El sermón comienza con las bienaventuranzas (Mt 5,1 - 12). La primera de ellas nos dice que el
reino de Dios es de los "pobres de espíritu". A veces se hace una lectura interesada y piadosa de
esta bienaventuranza, como que todos, hasta los ricos, pueden formar parte del reino de Dios.
En las otras bienaventuranzas, Mateo deja claro que los pobres de espíritu son los que luchan
por la justicia (Mt 5, 6), sentencia que repite, dada su importancia, más adelante: "Busquen el
reino de Dios y su justicia"(Mt 6, 34); los que trabajan por la paz (5,9); los que rechazan a los
dioses que esclavizan y oprimen, especialmente al dios del dinero (6,24); los que son compasivos
y misericordiosos con los débiles (Mt 5,7); los que se mantienen fieles a pesar de las calumnias y
la persecución (Mt 5,11).
Mateo es el único de los cuatro evangelios que utiliza la palabra Iglesia en sus narraciones (Mt 16,18;
18,17). La comunidad cristiana es el nuevo pueblo de Dios. Mateo está muy preocupado por la vida
de la comunidad; por eso en su evangelio nos transmite normas muy concretas para la convivencia y
corrección fraterna (Mt 18,15-22), la oración y la liturgia (Mt 6,9- 13), la misión (Mt 10,5-15). Para
Mateo la comunidad eclesial es el esbozo del reino de Dios.
Tiene además este Evangelio el atractivo de ofrecer varios elementos particularmente interesantes
en relación con la realidad "iglesia", presente y actuante ya en la historia. Después de la primera
generación de seguidores y discípulos de Jesús, la comunidad cristiana había comenzado a
experimentar las dificultades internas que se dan en todo grupo humano: el cansancio, la relajación,
cierto abuso de poder, la indiferencia, etc.
Trae la salvación universal; presenta la Iglesia como una comunidad judeocristiana, con Pedro a la
cabeza y los apóstoles como jefes de la comunidad porque así lo quiso Jesús.
Las características de esta Iglesia son: la presencia de Cristo en la comunidad, la proclamación de la
palabra, su carácter esencialmente espiritual (si bien con implicaciones de orden humano y social,
que derivan del precepto del amor al prójimo, fundamento de toda convivencia y reforma social) y
su índole universal, anunciada ya por los profetas.
Este Evangelio tiene igualmente el interés de ser el que ha subrayado de forma particular la
dimensión escatológica en que vive la Iglesia. La Iglesia está "de camino", y por consiguiente, debe
velar constantemente para realizar una permanente conversión y renovación, para asegurar la
recompensa prometida por el Señor, y no ser expulsada a las tinieblas donde hay llanto y rechinar de
dientes, etc.