Mishnateinu: Los Seis Órdenes Ideológicos Fundamentales Del Movimiento Masortí y Su Abordaje de La Tradición Judía
Mishnateinu: Los Seis Órdenes Ideológicos Fundamentales Del Movimiento Masortí y Su Abordaje de La Tradición Judía
Mishnateinu: Los Seis Órdenes Ideológicos Fundamentales Del Movimiento Masortí y Su Abordaje de La Tradición Judía
MISHNATEINU
Los seis órdenes
ideológicos
fundamentales del
Movimiento Masortí y su
abordaje de la tradición
judía.
משנתינו
MISHNATEINU
Los seis órdenes
ideológicos
fundamentales del
Movimiento Masortí
y su abordaje de la
tradición judía.
CREDITOS:
Coordinacion:
Rabino Mauricio Balter
Rabino Marcelo Rittner
Ariela Rosemberg-Garbatzky
Edición:
Rab. Salomón Nussbaum
Daniel Cohn
MASORTI AMLAT
Presidente
Rabino Marcelo Rittner
Vicepresidente
Mirko Lebl
Secretario
Graciela Ciociano
Tesorero
Sergio Koremblit
משנתינו
MISHNATEINU
INDICE
El Movimiento Masortí y su 07
abordaje de la halajá.
Glosario 35
Figuras 38
משנתינו
MISHNATEINU
Es mi sincero deseo que esta publicación sirva de referencia inicial para la futura
profundización de los aspectos teóricos, de los valores, ideales y convicciones que
informan nuestro abordaje de la tradición judía y la aspiración a su continuidad.
Masortí 05
Palabras del Presidente de Masortí AmLat y del Director
Ejecutivo de Masortí y MERCAZ Olami
Uno de los grandes desafíos del judío moderno es confrontar su identidad con el
mundo que lo rodea. Dos tendencias atentan contra la posibilidad de construir una
identidad judía Masortí clara y fuerte. Por un lado, la actual tendencia fundamentalista
que invita, en todas las ideologías, a extremar posiciones. Esta tendencia intenta
generar siempre la sensación de que nada es genuino a nos ser que sea extremo.
Así se da el fenómeno de nunca nada de lo que se hace es suficiente siempre hay
que buscar nuevas medidas extremas que nos “salven” de las anteriores. Cuanto más
cerrada y límite es la posición aparenta ser más auténtica. Por otro lado, tenemos otro
grupo caracterizado por la indiferencia. Todo es lo mismo, nada cambia, nada vale la
pena. La pasividad y la inercia caracteriza a los adherentes a los adherentes de este
grupo. Su lema es “no sé, ni me interesa”.
Ni uno ni otro caracteriza el ideario del movimiento Masortí , sin ninguna duda Talmud
Torá, el estudio de la Torá es el centro de nuestra vivencia Masortí. El estudio es la
mejor manera de combatir el fundamentalismo y de neutralizar la indiferencia. Un
judío sin estudio se priva a si mismo de la posibilidad de elección y de acción.
Nuestro maestro el Rabino Marshal Meyer z`l solía decir que uno de los grandes
problemas de los judíos de nuestros días es que ejercemos un judaísmo “pediátrico”,
es decir que no invertimos en desarrollar y sofisticar nuestro conocimiento sobre
judaísmo lo que implica que quedo varado en un nivel muy básico. El agregaba que si
hubiésemos dejado todas las áreas de nuestra vida en el mismo nivel no podríamos
ejercer ni profesionalmente, ni como parejas, ni como padres y ni siquiera como
adultos eficientes.
Pirkei Avot nos enseña: “el tiempo es corto y la tarea abundante…”, por lo que los
invitamos a involucrarnos en el estudio del texto para que nuestra vida sea de un
judaísmo Masorti genuino.
La halajá (heb. )הלכה, o ley judía tradicional–que incluye las normas de kashrut, *
el cumplimiento y la práctica de Shabat y las Festividades, así como las prácticas
de culto diarias, entre otros—,es un sistema de normas cuyos orígenes se remonta
al Talmud o en un sentido más preciso a los aspectos legales de lo que llamamos
“literatura rabínica”.* Esta literatura, desarrollada entre los siglos II y VI de la
Era Común por una élite de eruditos judíos y legistas radicados tanto en la Tierra
de Israel como en Babilonia, se transformó con el correr del tiempo en la piedra
angular del judaísmo y de allí emana la mayor parte de las prácticas rituales y
religiosas que hoy consideramos judías. Sin embargo, el Talmud–y la literatura
rabínica en general— no establece la ley de manera inequívoca sino que son más
bien estudiosos posteriores –en su mayoría, aquellos llamados “Rishonim”* (heb. =
)ראשוניםy “Ajaronim” *(heb.= —)אחרוניםlos que establecen la misma a través de
un proceso interpretativo y fluido que tuvo lugar a lo largo de toda la historia, luego
de la cristalización del Talmud y que continúa hasta el día de hoy.
1
El asterisco refiere al glosario de expresiones y conceptos que se halla hacia el final de esta publicación, así
como a la lista de las figuras y personajes más prominentes que aparecen en la misma.
08 Masortí
Las condiciones de vida modernas y las grandes transformaciones que las sociedades
occidentales han experimentado en el último tiempo –muchas de ellas motivadas
por el avance del desarrollo tecnológico y por la ruptura con percepciones y
actitudes sociales tradicionales que durante muchos años fueron consideradas
incontestables– demandan un alto nivel de creatividad a fin de preservar la halajá
y de transformarla en un elemento relevante para la vida judía. En este sentido –
como sostiene el rabino R. Gordis–,* la concepción de la halajá en el Movimiento
Masortí implica un retorno al espíritu de los períodos más creativos en cuanto al
desarrollo de la ley judía, es decir, un retorno a la concepción de la halajá como un
sistema en continuo movimiento y cuyos cambios se deben realizar tras un estudio
profundo de la ley y un análisis minucioso de las circunstancias que ameritan los
mismos. Asimismo, el Movimiento Masortí incentiva la utilización de los métodos
de estudio modernos de las fuentes judías clásicas, que incorporan elementos de
estudio científico, del campo de la historia y de las humanidades, como instrumento
para la revaluación de ciertas actitudes frente a la halajá y para su revitalización.2
A lo largo de todas las eras, los rabinos y estudiosos de las fuentes judías han sabido
dilucidar las necesidades de su tiempo a fin de hacer de la halajá y de su cumplimiento
algo alcanzable y significativo. Puede haber diversas razones que lleven a uno a
cumplir con la halajá, como ser, el mero apego a la tradición, una cierta consciencia
de compromiso con ella –ya sea porque se la percibe como una expresión de la
voluntad de Dios según fue entendida por los estudiosos y eruditos judíos a lo
largo de las generaciones o bien por su ligazón histórica con el pueblo de Israel–,
la creencia de que la misma vehiculiza valores morales intrínsecos al judaísmo, etc.
Si bien también hay distintas posturas al respecto dentro del Movimiento Masortí,
todas ellas convergen en la idea de que la observancia de la ley y de la tradición
judías debe ser algo enaltecedor.
2
R. Gordis, “Responsum on the Shabbat”, en D. Golinkin, Proceedings of the Committee of Jewish Laws and
Standards of the Conservative Movement. 1927-1970, The Rabbinical Assembly and the Institute of Applied
Halakhah, Jerusalem, 1997.
Masortí 09
Para ello, la halajá debe abarcar la vida de una persona de manera cabal; no debe
ser reducida solo a actos o a eventos determinados, sino que debe acompañar al
individuo a lo largo de su vida y envolverlo en su totalidad en busca de su elevación
espiritual y su consagración. 3
Masortí: entre ideología y comunidad. Reflexión sobre el hoy para nuestro movimiento
del mañana, Consejo Intercomunitario del Movimiento Conservador, Masortí, 1994, pp. 45-
49. Ver: https://masortiolami.org/wp-content/uploads/2014/11/emet-vemuna-in-spanish.pdf.
D. Golinkin, Halajá en nuestros días. Un enfoque masortí de la ley judía, Instituto para
el Estudio de la Halajá y su Aplicación, Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Jerusalem,
1998. (Texto original solo disponible en hebreo: גישות התנועה המסורתית: הלכה לימינו, גולינקין.ד
, ירושלים, מכון שכטר למדעי היהדות, המכון לחקר ההלכה ויישומה,) (מהדורה רביעית מורחבת,להלכה
תשנ”ח.)
3
A. J. Heschel, “Toward and Understanding of Halachah”, in S. Siegel (ed.), Conservative Judaism and Jewish
Law, Ktav, New York, 1977, pp. 133-152.
10 Masortí
2
Dios: su lugar
y percepción
dentro del
Movimiento
Masortí.
a. Teología judía y teología dentro del Movimiento Masortí: ¿Existe una teología
única y legítima?
12 Masortí
La respuesta a estas preguntas es negativa: el carácter fluido y fluctuante de los
distintos intentos por comprender la idea de Dios a lo largo de los siglos tiene como
corolario fundamental que no existe una teología única y unívoca, sino distintas
maneras de concebir a Dios y Su vínculo con cada individuo. Esta afirmación
también es correcta al referirnos al abordaje de este asunto dentro del Movimiento
Masortí. Es decir, no es posible convenir una teología particular y exclusiva dentro
del Movimiento. Sin embargo, sí es posible afirmar que uno de los asuntos que
mueve a los líderes e intelectuales de nuestro Movimiento es el reconocimiento
de la centralidad que ocupa Dios en la tradición y en el abordaje de la misma, así
como –parafraseando al rabino A. J. Heschel— la búsqueda constante y el intento
de lidiar con Dios, es decir, de definir lo que entendemos por tal y el modo en que
nos vinculamos con lo divino en nuestra experiencia personal y colectiva.
Masortí 13
Dios como presencia inefable: Heschel.
Heschel sostiene que los humanos contamos con lo que podríamos definir como
una suerte de instinto religioso, es decir, una tendencia natural a buscar la conexión
con lo trascendente. Es justamente el misterio de la Creación y la sensación de
asombro y admiración que ello provoca, lo que lleva a las personas a aspirar a ello.
Para Heschel, Dios es una presencia inefable, es decir, se trata de una presencia que
no es posible expresar o definir en palabras. El instinto natural humano no es el de
la definición de aquello que llamamos “Dios” sino el de la experiencia de lo divino.
De modo similar, hay quienes realzan la idea del vínculo pero sin embargo sostienen
que Dios no se halla necesariamente en el vínculo sino que Dios es el vínculo o el
agente que facilita la unión e interacción de todo aquello que existe. Para quienes
adhieren a esta postura, Dios es el vínculo en sí mismo, la fuerza inminente e
inexorable que nos lleva a relacionarnos con los otros y con todo aquello que forma
parte de la Creación.
Esta teoría es formulada por el rabino B. Shavit-Artson, uno de los mayores referentes
de la doctrina llamada “teología de los procesos” (del inglés, “process theology”)
en el mundo judío. Esta teoría postula que Dios se halla, fundamentalmente, en el
proceso continuo de la Creación. Este proceso es eterno e incesante y en él participa
Dios pero también sus creaturas. Es decir, las personas –así como todo aquello
que existe y es capaz de vincularse con otros entes—, al ser una emanación del
Dios creador, somos también creadores y tenemos un alto grado participación en
la continua existencia del mundo, que es su constante creación y renovación. Al
vincularnos con todo lo que existe en el mundo, aportamos al proceso de la creación,
y es en este vínculo –en esta interacción creativa— donde yace Dios. Entonces, Dios
no es tan solo el vínculo sino por sobre todo el vínculo creativo, la fuerza creativa
que yace dentro de cada individuo y que lo lleva a actuar e interactuar con el mundo
constantemente.
14 Masortí
Dios como representación de todo aquello que debemos alcanzar: Kaplan.
De más está decir que las posturas mencionadas anteriormente –así como otras
posiciones al respecto dentro del Movimiento Masortí— se apoyan en ciertas
convenciones comúnmente aceptadas acerca de Dios, o del concepto de Dios, que
fueron registradas en la literatura judía clásica. Por ejemplo, la concepción de la
unicidad de Dios y de Su unidad. Asimismo, algo que caracteriza a gran parte de las
teologías dentro del Movimiento es la concepción de Dios, o la idea de Dios, como
origen y fuente de toda moralidad. Esta postura se basa en la idea bíblica según la
cual todo ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios (este concepto es
comúnmente referido a través de la expresión “imago Dei”).* De ello se desprende
la consciencia del valor sublime y de la integridad de cada individuo y de su vida.
Así también, la concepción de Dios como un ser perfecto, nos lleva a la aspiración
a cultivar y alcanzar nuestras mayores virtudes (imitatio Dei)* y, de ese modo, ser
activos en el perfeccionamiento del mundo.
Masortí 15
Referencias bibliográficas para la profundización de los temas aquí tratados:
A. J. Heschel, Dios en busca del hombre. Una filosofía de la religión, trad. T. Snajer,
Seminario Rabínico Latinoamericano, Buenos Aires, 1984.
Masortí: entre ideología y comunidad. Reflexión sobre el hoy para nuestro movimiento
del mañana, Consejo Intercomunitario del Movimiento Conservador, Masortí, 1994, pp. 42-
44. Ver: https://masortiolami.org/wp-content/uploads/2014/11/emet-vemuna-in-spanish.pdf.
B. Shavit Artson, El Dios del ser y de la relación, Jewish Lights Publishing, Vermont,
2013. (Texto original solo disponible en inglés: B. Shavit Artson, God of Becoming and
Relationship, Jewish Lights Publishing, Vermont, 2013.)
16 Masortí
3
Torá: texto,
estudio,
Revelación y
transmisión.
a. ¿Cuál es el lugar del estudio de la Torá y de los textos judíos clásicos en el
Movimiento Masortí?
18 Masortí
como a la literatura exegética clásica y a la filosofía judía, cuyos orígenes se remontan
a finales de la Alta Edad Media— es un valor fundamental y necesario a fin de llevar
una vida judía tradicional plena y colmada de sentido.
Entendemos que de ser estas obras clásicas –que resultan en buena medida los
pilares sobre los que se erigen las prácticas y la idiosincrasia judías— relegadas,
corremos el peligro de asistir a un proceso de desintegración identitaria: ¿cómo
habríamos de identificarnos como judíos si nuestra propia tradición literaria, nuestro
propio acervo cultural, nos es ajena o desconocida?
4
M. Kaplan, A new approach to the problem of Judaism, The Society for the Advancement of Judaism, New
York, 1924, p. 43. Masortí 19
Para atinar a responder estas preguntas, es necesario que definamos en una primera
instancia a qué nos referimos por Revelación. Cuando hablamos de Revelación
Divina podemos generalmente referirnos a dos tipos de Revelación.
5
E. Dorff, Conservative Judaism: Our Ancestors to our Descendants, Youth Commission, United Synagogue
of America, 1977, pp. 110-153.
20 Masortí
2. Según la segunda postura, la Torá es un texto escrito por humanos,
durante distintas épocas y en distintos lugares, en estado de inspiración
divina. Sin embargo, aunque podría considerarse terrenal, el texto
contiene en sí mismo elementos de autoridad divina. Según esta escuela de
pensamiento, la revelación divina no se limita a Sinaí sino que se extiende a
lo largo del tiempo e, incluso, puede ser constatada de diversas maneras en
nuestros días tanto en el ámbito del estudio de la Torá como en el campo
artístico, literario, científico, etc.
Masortí 21
Referencias bibliográficas para la profundización de los temas aquí tratados:
Masortí: entre ideología y comunidad. Reflexión sobre el hoy para nuestro movimiento
del mañana, Consejo Intercomunitario del Movimiento Conservador, Masortí, 1994, pp. 44,
75-77. Ver: https://masortiolami.org/wp-content/uploads/2014/11/emet-vemuna-in-spanish.
pdf.
22 Masortí
4
Cuestiones
de Género:
diversidad,
roles y
aspiración a
la igualdad.
a. El imperativo moral: la igualdad de todos los seres humanos y su dignidad
inalienable.
Así como afirmamos el derecho de la mujer a llevar una vida judía plena y a participar
del ritual judío en un pie de igualdad con el hombre, entendemos que nuestro
Movimiento alberga un amplio espectro de comunidades, algunas de las cuales aún
no ven como necesidad imperiosa la apertura hacia una práctica igualitaria.
24 Masortí
Así como respetamos todas las posiciones que se sostienen al respecto en el gran
abanico que hace a nuestro Movimiento, alentamos la adopción de una visión
igualitaria y entendemos que los procesos de reflexión, estudio y discusión acerca
de esta problemática deben ser acompañados por los líderes de cada comunidad
según su idiosincrasia y necesidades particulares.
A modo de ilustración, basta aquí con mencionar los estudios eruditos del catedrático
y rabino D. Golinkin,* quien ha demostrado que la prohibición de colocarse tefilín
para mujeres jamás ha sido unánimemente aceptada, sino que siempre ha habido
voces de disentimiento e incluso posiciones en distintos estratos de la literatura
rabínica, que ven en estas prácticas una obligación que recae tanto en hombres
como e mujeres por igual. Asimismo, Golinkin ha constatado la existencia de
testimonios históricos acerca de mujeres que realizaban estas prácticas en distintas
épocas.7
7
Véase, por ejemplo: D. Golinkin, El estatus de la mujer en la halajá: una colección de responsa, El Centro
para el Estudio de la Mujer en la Halajá, Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Jerusalem, 2001, pp. 40-43
(en hebreo). Masortí 25
Del mismo modo, la rabina y profesora universitaria P. Barmash ha demostrado a
través de un análisis minucioso de la literatura rabínica y de la halajá medieval que
cierto principio legal por medio del cual se suele justificar la exclusión, o exención,
de las mujeres en el cumplimiento de ciertas prácticas,8 está lejos de ser una ley
aceptada por el consenso talmúdico y que incluso grandes legistas medievales,
como por ejemplo Maimónides no consideran este principio válido o vinculante.9
Así como estos, podrían ser citados muchos otros estudios y responsa desarrollados
por referentes del Movimiento Masortí, cuyo objetivo es vindicar el lugar de la
mujer en su compromiso con las mitzvot, y destituir ciertas visiones equívocas y
anquilosadas acerca del mismo. Sin embargo, consideramos esto suficiente a los
fines de esta publicación e invitamos a quienes quieran profundizar en el abordaje
de este tema en el seno de nuestro Movimiento a considerar el material bibliográfico
que se señala a continuación.
Referencias bibliográficas para la profundización de los temas aquí tratados:
M. Susskind Goldberg, “La mujer y la lectura de la Torá en público”, trad. Diana Vila,
en Aprender y Enseñar. Cuadernillos de estudio sobre la mujer en la ley judía, Nro. 2, Centro
de Investigación sobre la Mujer en la Ley Judía, Instituto Schechter de Estudios Judaicos,
Jerusalem, 2004. Ver: https://www.responsafortoday.com/.
M. Susskind Goldberg, “Las mujeres en el minián y como shelijot tzibur”, trad. Diana
Vila, en Aprender y Enseñar. Cuadernillos de estudio sobre la mujer en la ley judía, Nro. 3, Centro
de Investigación sobre la Mujer en la Ley Judía, Instituto Schechter de Estudios Judaicos,
Jerusalem, 2004. Ver: https://www.responsafortoday.com/.
20
Véase el recuento de los distintos abordajes a la plegaria en el judaísmo en: D. Golinkin, Rediscovering the
Art of Jewish Prayer, Commission on Jewish Education, United Synagogue of Conservative Judaism, New York,
1995, pp. 3-4.
28 Masortí
Si bien es correcto afirmar que con el paso del tiempo ciertas rúbricas y plegarias
fueron ganando mayor aceptación en el ámbito de la liturgia tradicional hasta su
cuasi definitiva estandarización, lo cierto es que un análisis histórico y crítico del
desarrollo del Sidur –como aquel que caracteriza el abordaje del acervo cultural
judío en nuestro Movimiento— arroja como corolario irrebatible que el mismo es
una obra que ha sido conformada a lo largo de la historia y que comprende, por
consiguiente, adiciones y supresiones, cambios y alteraciones en conformidad con las
percepciones teológicas y morales, así como con las necesidades y el sentir religioso
de individuos y comunidades por igual. Así también, el Sidur comprende variaciones
vinculadas con las prácticas litúrgicas y rituales de cada comunidad de acuerdo con
su origen y lugar de residencia: por ejemplo, el núsaj -o rúbrica y estilo de la tefilá—
de las comunidades ashkenazíes, difiere de aquel preservado por comunidades
de origen judío-portugués o italiano. Lo curioso es que la estandarización cuasi-
definitiva de la tefilá tal como la conocemos hoy en sus distintas variantes, responde
a un fenómeno histórico extrínseco al judaísmo: la invención de la imprenta y su
popularización.
Masortí 29
Como dijimos anteriormente, la tefilá es el marco litúrgico judío tradicional y
particular. Entendemos que la remoción del hebreo como lengua de culto primordial
conduce a la pérdida de ciertas connotaciones y conceptos intrínsecos a él que,
al ser traducidos en términos sucedáneos, tienden a verse diluidos. Sin embargo,
alentamos la comprensión y el entendimiento del texto entre los miembros de
nuestras comunidades, de modo que el mismo pueda ser abordado desde un lugar
de sentido y de conexión personal. Por consiguiente, los sidurim del Movimiento
suelen estar acompañados de traducción a la lengua vernácula del lugar, así como
de transliteración fonética de los textos en hebreo y también diversos cometarios
explicativos acerca de ciertos textos litúrgicos, su historia y desarrollo y sus múltiples
significados.
Masortí: entre ideología y comunidad. Reflexión sobre el hoy para nuestro movimiento
del mañana, Consejo Intercomunitario del Movimiento Conservador, Masortí, 1994, pp. 71-75.
Ver:https://masortiolami.org/wp-content/uploads/2014/11/emet-vemuna-in-spanish.pdf.
30 Masortí
6
Sionismo: el
colectivo judío
y el apoyo
incondicional al
Estado de Israel y
al ideal sionista.
a. El ideal sionista, el apoyo incondicional al Estado de Israel y la lucha por la
instauración de la libertad y pluralidad religiosa:
A lo largo de los casi dos mil años de exilio y del cese de la soberanía judía política
en la Tierra de Israel, el pueblo judío ha expresado continuamente un profundo
anhelo por el retorno a Sión y la restauración de la autonomía política en su tierra.
La expresión de este anhelo está presente por doquier en la liturgia judía y en los
textos clásicos y, por sobre todo, se ve materializada en las oraciones diarias en las
que imploramos por la restauración de Sión y por la reunión de los dispersos en
la Tierra de Israel. Es decir que, de alguna manera, este anhelo ha abrevado todo
su brío y su fuerza principalmente en la tradición judía; las ansias del retorno del
pueblo a la Tierra de Israel –enclavada en lo más profundo del imaginario colectivo
del pueblo—, se hallan históricamente ligadas a la práctica y a los textos judíos
clásicos. Es allí donde este profundo anhelo fue registrado y expresado.
La consciencia de esta ligazón tan estrecha entre la tradición y el anhelo del retorno
a Sión, lleva al Movimiento Masortí a sostener y a vindicar la ideología sionista. De
hecho, a diferencia del resto de los movimientos religiosos principales en el mundo
judío moderno, el Movimiento Masortí ha fomentado y apoyado la ideología
sionista desde sus orígenes. Nuestro movimiento hace hincapié en la centralidad
del pueblo judío todo y, por ende, percibe al Estado de Israel como un elemento
clave y constituyente en la preservación del pueblo, de sus valores y de su cultura.
Por consiguiente, alentamos la aliá de los miembros de nuestras comunidades, pero
entendemos el sionismo de una manera más amplia, como el apoyo y la vindicación
política del establecimiento de un hogar nacional judío en la Tierra de Israel.
Vemos en nuestro joven Estado no solo un refugio nacional para millones de judíos
desplazados, sino fundamentalmente una plataforma para el desarrollo de la
cultura judía en todas sus formas y variantes, de la práctica religiosa y de los valores
morales más elevados que nuestro pueblo supo cultivar a lo largo de la historia.
Por ello, bregamos por la instauración de una verdadera pluralidad religiosa en el
Estado de Israel: entendemos como una necesidad primordial la preservación del
carácter judío del Estado; pero sin embargo nos oponemos con vigor a la coerción
o intervención del mismo y de sus agentes políticos en las áreas que conciernen a
la práctica religiosa y a la creencia de sus ciudadanos. Nos oponemos al monopolio
y a la creciente concentración del poder de decisión sobre cuestiones de índole
religiosa y tradicional que el Estado de Israel otorga en manos de los elementos
ortodoxos más obstinados y bregamos por la instauración de un sistema que
reconozca la diversidad de prácticas religiosas y la legitimidad inalienable que cada
una de ellas detenta.
32 Masortí
A través del Movimiento Masortí en Israel, que ya lleva varias décadas de desarrollo
y fortalecimiento en el país, bregamos por el mejoramiento de la sociedad israelí y
llevamos a miles de hogares y familias en Israel una opción para abordar la tradición
judía desde una perspectiva moderna, auténtica y relevante. El Movimiento Masortí
en Israel se compone de numerosas y crecientes comunidades a lo largo y a lo
ancho del territorio israelí; de diversas y variadas instituciones educativas; de un
centro de formación rabínica en Jerusalem, así como de un instituto de formación
académica en el área de los estudios judaicos al que llegan cientos de profesoras y
profesores del área judaica en Israel a formarse; de órganos que proveen servicios
de asesoramiento en materia religiosa, como ser, fundamentalmente, el área de
conversiones, y desde los que bregamos por una activa participación en la palestra
política del Estado de Israel; de una Asamblea Rabínica en la que se deciden
asuntos vinculados con la halajá y su aplicación en la actualidad. Asimismo, Israel
es el epicentro de las organizaciones globales del Movimiento, como por ejemplo,
Masortí Olamí, Mercaz Olamí, Noam Olamí y Marom Olamí.
Masortí 33
Por el otro lado, la existencia judía fuera de la Tierra de Israel nos ha dado el Talmud
de Babilonia –la obra fundamental y esencial en el desarrollo de la halajá posterior–,
el grueso de la literatura halájica post-talmúdica, así como la mayor parte de la
filosofía judía desde la Antigüedad hasta el día de hoy. Todas estas obras –imbricadas
entre sí– configuran la idiosincrasia, la práctica y la cosmovisión judías. Todas ellas,
en su diálogo constante e inexorable, dan cuenta de la reciprocidad de la relación
entre las comunidades judías de la Tierra de Israel y aquellas diseminadas alrededor
del mundo. Si bien –como fue dicho anteriormente– apoyamos incondicionalmente
al Estado de Israel, alentamos la aliá y trabajamos para el continuo mejoramiento
de la sociedad israelí, consideramos que la voluntad de aquellos judíos radicados
fuera de Israel debe ser respetada y valorada. Entendemos que no se debe negar
ni disminuir el valor, la riqueza cultural y el carácter privativo de cada una de las
comunidades judías del mundo. Por el contrario, creemos que es necesario percibir
la relación entre ellas e Israel como un vínculo recíproco y complementario, en el que
ninguna de las partes se debe presentar como un centro al cual la otra se encuentra
supeditada, sino como una relación en la que ambas partes están dispuestas a
enriquecerse entre sí con los elementos que cada una puede aportar a la otra y al
colectivo judío en general.
Masortí: entre ideología y comunidad. Reflexión sobre el hoy para nuestro movimiento
del mañana, Consejo Intercomunitario del Movimiento Conservador, Masortí, 1994, pp. 60-
64. Ver: https://masortiolami.org/wp-content/uploads/2014/11/emet-vemuna-in-spanish.pdf.
34 Masortí
GLOSARIO
Ajaronim: se trata de los rabinos y estudiosos que vivieron a partir del siglo
XVI, tanto en las zonas de Ashkenaz como de Sefarad, y que centraron sus esfuerzos
en el desarrollo de la halajá y en la interpretación del Talmud. La transición del
período de los Rishonim al de los Ajaronim se dio como resultado de varios sucesos
históricos significativos, como ser, la expulsión de los judíos de España hacia finales
del siglo XV y la composición -seguida de su extendida aceptación en virtualmente
todas las diásporas del mundo judío entonces- del Shulján Aruj por Iosef Karo, uno
de los códigos de ley judía de mayor envergadura. Seguimos designando de esta
manera (es decir, Ajaronim) a los estudiosos que hasta el día de hoy se dedican al
esclarecimiento del desarrollo de la halajá y a su aplicación en la vida judía.
Imago Dei: expresión latina que tiene correlación con la expresión hebrea
tzélem Elohim (heb. = ) צלם אלוהיםy significa, literalmente, imagen de Dios. Se trata
de una expresión empleada en el campo de la teología para referirse a la noción
bíblica según la cual los humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios
(véase: Génesis 1:26-27). Según esta noción –abordada y explicada de diversos
modos a lo largo de la historia– todos detentamos algún tipo de afinidad o ligazón
con lo divino.
Imitatio Dei: expresión latina que apunta a una cierta aspiración a imitar
las más elevadas características que asociamos con lo divino, como por ejemplo, la
justicia, el amor por el otro, etc. Esta noción, ampliamente difundida en la teología
cristiana, halla su origen en la interpelación de Dios al pueblo de Israel en Levítico
19:2: “Sean santos porque Yo, Dios, tu Dios, Soy Santo”.
Masortí 35
Kashrut: sistema de normas y costumbres alimenticias judías. El mismo halla su
origen en las prescripciones bíblicas registradas en Levítico 11 y Deuteronomio 14:4-
21. Estas normas fueron luego extensamente elaboradas en la literatura rabínica en
general y en el Talmud en particular, fundamentalmente en el tratado de Julín y,
en menor medida, en el tratado de Pesajim, entre otros. En la literatura legal post-
talmúdica, estas normas son extensamente discutidas en los distintos códigos de
ley judía, como ser, el Tur o el Shulján Aruj, entre otros.
A los rabinos del segundo período los llamamos amoraim (heb.= אמוראים,
literalmente: intérpretes, voceros). Las obras fundamentales de esta época son los
dos Talmudim: el Talmud Bavli (heb.= תלמוד בבלי, Talmud de Babilonia) y el Talmud
Ierushalmi (heb. =תלמוד ירושלמי, Talmud de la Tierra de Israel o Talmud Palestinense)
y los midrashei agadá. 1) Los Talmudim contienen disquisiciones legales, fragmentos
narrativos y tradiciones orales de distinta índole, que parten siempre de la Mishná.
A pesar de lo que indica su nombre, el Talmud Ierushalmi no fue desarrollado en
Jerusalem, sino en las academias de estudio del norte de la Tierra de Israel. 2) Los
midrashei agadá (heb.= )מדרשי אגדהfueron compilados en diversos textos que
contienen interpretaciones más del tipo alegóricas de ciertos libros del Tanaj.
36 Masortí
Se considera que el Talmud de Babilonia fue codificado en el siglo VI, mientras que el
de la Tierra de Israel cobró su edición más o menos final en el siglo V.
El rol de los rabinos que vivieron durante este período en cuanto a la configuración de
la halajá es fundamental y su gran impacto no puede ser comparado con el de otras
eras con respecto a este tema. Sin embargo, su influencia y actividad se extendió
mucho más allá del campo de la ley judía. Entre los rabinos más prominentes que
vivieron durante este período, se encuentran los famosos Rashi (Rabi Shelomó
Itzjaki) y el mismísimo Maimónides, así como otros grandes genios en la historia del
pueblo judío, cuya impronta aún se ve preservada en los campos de la halajá, de la
exégesis bíblica, de la filosofía judía y del piut o poesía litúrgica.
Masortí 37
FIGURAS
38 Masortí
Heschel, Abraham Joshua z”l (1907-1972): rabino, teólogo y filósofo. Nacido
en Polonia hacia principios del siglo XX, Heschel se formó como rabino y catedrático en
Alemania para luego emigrar a los Estados Unidos, lugar en el que llegaría a la cúspide
de su carrera y en el que pasaría el resto de sus días. Fue un autor prolífico y, sin
dudas, uno de los pensadores judíos más prominentes del siglo pasado. Promediando
sus días, se abocó fuertemente al activismo político y al apoyo del movimiento por los
derechos civiles de la población afro-descendiente en Estados Unidos.
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