3.HRS - Subsidio Marzo 2021
3.HRS - Subsidio Marzo 2021
3.HRS - Subsidio Marzo 2021
I. Exposición
El celebrante, con el paño de hombros de color blanco, trae el Santísimo Sacramento
del lugar de la reserva y lo coloca en la custodia que estará en el altar sobre un mantel
blanco y un corporal del mismo color, previamente extendido. Se emplea cuatro o seis
cirios.
Celebrante: A ti, Cristo Jesús, que nos miras con misericordia a pesar de nuestras
debilidades y miserias, y nos llamas a formar parte de Tú Iglesia, llenos de
agradecimiento te decimos:
Celebrante: Bendito sea el Espíritu Santo, Paráclito, por cuya acción este Sacramento del
Sacrificio de Cristo es para nuestro bien el memorial de la Alianza eterna.
Canto: Sólo quiero darte gracias (Verónica Sanfilippo) u otro canto adecuado
El celebrante se retira
1er. Jueves
EL RICO EPULÓN Y EL
POBRE LÁZARO…
Monición: Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves
a quien la ha perdido, atrae hacia ti nuestros corazones y
abrásalos en el fuego de tu Espíritu, para que
permanezcamos firmes en la fe y eficaces en el bien obrar,
que seamos ser sencillos y humildes para que no
encuentres obstáculos para llegar a lo más hondo de
nuestro corazón. Hermanos en esta tarde-noche. “Dispongámonos de corazón a
experimentar la palabra del Señor” (Isaías.9,2).
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Breve pausa de silencio. Podemos tomar una posición cómoda que nos ayude a la
meditación
Oración introductoria
Lector 2: Señor, ayúdame a ser consciente de que estás siempre a mi lado, de que cada
oración es un nuevo encuentro contigo, mi Mejor Amigo. Señor, Tú sabes que soy débil
y que muchas veces me olvido de ti, buscando mi satisfacción en las cosas de este
mundo. Sabes que suelo pensar en mí mismo, en mis planes, en mis gustos, en mi
voluntad.
Petición
Guía: Te pido, Señor, que cambies mi corazón de piedra en uno de carne y hueso, para
así cumplir mi misión de ser sal de la tierra y luz del mundo. Te ofrezco, Señor, esta
meditación por los más necesitados y oprimidos, y por los que viven lejos de tu amor.
Meditación
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 5 de marzo de 2015, en Santa Marta).
Lector 1: No se dice que el rico epulón fuera malvado, al contrario, tal vez era un
hombre religioso, a su manera. Rezaba, quizás, alguna oración y dos o tres veces al año
seguramente iba al Templo a hacer sacrificios y daba grandes ofrendas a los sacerdotes,
y ellos con aquella pusilanimidad clerical se lo agradecían y le hacían sentarse en el
lugar de honor. Pero no se daba cuenta de que a su puerta estaba un pobre mendigo,
Lázaro, hambriento, lleno de llagas, símbolo de tanta necesidad que tenía.
El hombre rico tal vez el vehículo con el que salía de casa tenía los cristales polarizados
para no ver fuera... tal vez, pero no sé... Pero seguramente, sí, su alma, los ojos de su
alma estaban oscurecidos para no ver. Solo veía dentro de su vida, y no se daba cuenta
de lo que había sucedido a este hombre, que no era malo: estaba enfermo. Enfermo de
mundanidad. Y la mundanidad transforma las almas, hace perder la conciencia de la
realidad: viven en un mundo artificial, hecho por ellos...
Lector 2: La mundanidad anestesia el alma. Y por eso, este hombre mundano no era
capaz de ver la realidad. Muchas personas que llevan la vida de modo difícil; pero si
tengo el corazón mundano, nunca entenderé eso. Con el corazón mundano no se
puede entender la necesidad y lo que hace falta a los demás. Con el corazón mundano
se puede ir a la iglesia, se puede rezar, se pueden hacer tantas cosas. Pero Jesús, en la
Última Cena, en la oración al Padre, ¿qué ha rezado? 'Pero, por favor, Padre, custodia a
estos discípulos para que no caigan en el mundo, que no caigan en la mundanidad'. Es
un pecado sutil, es más que un pecado: es un estado pecador del alma. .
Reflexión
Lector 2: Es interesante ver en este evangelio cómo el rico sólo se acuerda de Lázaro
cuando necesita de él. En su vida, nunca le tuvo presente para ayudarle a tener una
vida más digna. E igualmente, en nuestra vida, muchas veces pasa lo mismo. Sólo nos
acordamos de los demás para nuestro propio provecho y bienestar.
Guía: El rico se fue para el infierno no por sus bienes, sino porque dedicó toda su vida a
satisfacer su propio gusto, en vez de haberla empleado en hacer obras de misericordia.
Todos los bienes y talentos que recibimos de Dios son para servir a los demás. Muchas
veces no podremos ayudar materialmente, pero podemos dedicar nuestro tiempo, dar
una sonrisa, unas palabras amorosas. La mejor forma de transmitir a Cristo, de
evangelizar el mundo, es con nuestro ejemplo, con la donación de nuestro tiempo a los
demás, tiempo que es la mayor riqueza que tenemos.
Lector 2: La situación del rico y del pobre. Los dos extremos de la sociedad. Por un
lado, la riqueza agresiva. Por el otro, el pobre sin recursos, sin derechos, cubierto de
úlceras, impuro, sin nadie que lo acoge, a no ser los cachorros que lamen sus heridas.
Propósito
Lector 1: Elijamos un día y una hora a la semana para ir y estar frente al sagrario o en
una capilla de adoración perpetua con la esperanza de poder acoger esta voz en el
silencio de nuestro interior. Busquemos hacer un acto de caridad, siendo consciente de
que todo lo que hago a uno de estos pequeñitos por amor a Dios, es a Cristo a quien lo
hago
Guía: Presentamos hermanos nuestras oraciones que, para la gloria de Dios, el pueblo
ofrece, y miremos con amor al prójimo, diciendo: Escúchanos, Señor.
2. Por todos los hermanos perdidos en la vida mundana, que provocan sufrimiento
y muerte, concédeles el don del arrepentimiento, para que confiesen a Cristo
como Señor y lo adoren como a Dios verdadero. Roguemos al Señor.
3. Padre Santo, te pedimos por los indigentes, los niños de la calle y los
abandonados, para que suplas sus necesidades y les concedas el amor para llevar
su cruz dignamente. Roguemos al Señor.
4. Dios Nuestro, te pedimos que nos des un corazón noble y justo para compartir
nuestros bienes materiales, espirituales con el prójimo. Roguemos al Señor.
Guía: Las personas que quieran presentar alguna oración al Señor, desde su lugar en este
momento pueden hacerlo.
Oremos
Escucha, Dios misericordioso, nuestra oración pobre y sincera,
y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo,
Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos
esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos. Amén.
Canto: Venid fieles todos (Roberto Rene Hdez) u otro canto adecuado
III. Bendición
A) Incensación. El ministro hace genuflexión, se arrodilla y se canta un himno
eucarístico u otro canto apropiado. El ministro inciensa el Santísimo Sacramento.
Repetimos todos:
IV. Reserva
Canto: Oh buen Jesús u otro canto adecuado
2do. Jueves
EL QUE NO ESTÁ
CONMIGO,
ESTÁ CONTRA MÍ
Monición: Te pedimos humildemente, Señor, que, a
medida que se acerca la fiesta de nuestra salvación,
vaya creciendo en intensidad nuestra entrega para
celebrar dignamente el misterio pascual, para ello es necesario cuidar nuestro corazón,
donde habita el Espíritu Santo, para que no se divida con otros intereses. Hermanos, en
esta tarde-noche. “Dispongámonos de corazón a experimentar la palabra del Señor”
(Isaías.9,2).
Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: «Todo reino dividido por luchas
internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido
contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los
demonios con el poder de Satanás. Entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los
hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los
demonios con el poder de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros;
pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba
y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no
recoge conmigo, desparrama".
Breve pausa de silencio. Podemos tomar una posición cómoda que nos ayude a la
meditación
Oración introductoria
Guía: Dios mío, tu Reino ha llegado ya hasta nosotros. El poder del enemigo ha
acabado y comienza ahora la obra de la evangelización y de la salvación. Señor,
permíteme ser partícipe de ese amor, estar siempre a tu lado y recoger contigo el fruto
de tu redención.
Petición
Señor, quiero recoger contigo, quiero estar siempre contigo.
Meditación
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 10 de octubre de 2014, en Santa Marta)
Lector 2: El diablo tiene paciencia y no deja lo que quiere para sí, es decir, nuestra
alma. Por eso es necesario cuidar nuestro corazón, donde habita el Espíritu Santo, para
que no entren otros espíritus. Cuidar el corazón como se cuida una casa, con llave.
Y después vigilar el corazón, como un centinela: Cuántas veces entran los malos
pensamientos, las malas intenciones, los celos, las envidias. Entran muchas cosas. Pero
¿quién ha abierto la puerta? ¿Por dónde han entrado? Si yo no me doy cuenta de
cuánto entra en mi corazón, se convierte en una plaza, donde todos van y vienen. Un
corazón sin intimidad, un corazón donde el Señor no puede hablar y tampoco ser
escuchado.
Lector 1: Jesús dice otra cosa allí, que parece un poco rara: 'el que no recoge conmigo,
desparrama'. Usa la palabra 'recoge'. Tener un corazón recogido, un corazón sobre el
que no sabemos qué sucede, y aquí y allá, se puede hacer la práctica tan antigua de la
Iglesia, pero buena: el examen de conciencia.
Guía: El Señor nos ama tanto que no puede aceptar que estemos lejos de Él, lo quiere
todo o nada. Cristo no se conforma con partes de un todo. Él desea nuestra entrega
total; lo mejor, lo más bello, lo más grande. Y se lo podemos ofrecer a través de
nuestros hermanos. Cuando nos esforzamos en la caridad agradamos mucho al corazón
de Jesucristo.
Reflexión
Lector 2: Jesús había expulsado un demonio que era mudo. La expulsión provocó dos
reacciones diferentes. Por un lado, la multitud se quedó admirada y maravillada. La
multitud acepta Jesús y cree en él. Por otro, los que no aceptan a Jesús y no creen en él.
De estos últimos algunos decían que Jesús expulsaba a los demonios en nombre de
Belcebú, el príncipe de los demonios, y otros querían de él una señal del cielo.
Lector 1: Quien no está conmigo, está contra mí. Jesús termina su respuesta con esta
frase: “El que no está conmigo, está contra mí. El que no recoge conmigo, desparrama”.
En otra ocasión, también a propósito de una expulsión del demonio, los discípulos
impidieron a un hombre el que usara el nombre de Jesús para expulsar un demonio, ya
que no era de su grupo y Jesús respondió: “No se lo impidáis. Porque ¡l que no está
contra vosotros está con vosotros!” (Lc 9,50).
Lector 2: Parecen dos frases contradictorias, pero no lo son. La frase del evangelio de
hoy está dicha contra los enemigos que tienen preconceptos contra Jesús: “Quién no
está conmigo, está contra mí. Y quien no recoge conmigo, dispersa”. Preconcepto y no
aceptación hacen que el diálogo se vuelva imposible y rompen la unión. La otra frase la
pronuncian los discípulos que pensaban tener el monopolio de Jesús: “¡Quién no está
contra vosotros está a favor vuestro!” Mucha gente que no es cristiana práctica el amor,
la bondad, la justicia, muchas veces hasta mejor que los cristianos. No podemos
excluirlos. Son hermanos y obreros en la construcción del Reino. Nosotros los cristianos
no somos dueños de Jesús. Es lo contrario; ¡Jesús es nuestro dueño!
Propósito
Guía: Veré todo los acontecimientos del día de hoy como oportunidades que Cristo me
da para demostrarle mi amor por Él y por mis hermanos, los hombres.
Guía: Queridos hermanos: Somos el pueblo de Dios en camino hacia la unidad, esto es,
hacia la salvación. Habiendo sido educados por Dios, al escuchar su Palabra, oremos
como una sola familia, diciendo: Padre bueno, escúchanos.
2. Por nuestras autoridades civiles, concédeles actuar con justicia, empatía y equidad
con todos los pueblos. Roguemos al Señor.
4. Por todos nosotros, para que nos ayudes a conservar nuestra fe en estos tiempos
tan difíciles de consumismo, globalización y sectarismo, para que actuemos en
unidad contigo. Roguemos al Señor.
Guía: Las personas que quieran presentar alguna oración al Señor, desde su lugar en este
momento pueden hacerlo.
III. Bendición
A) Incensación. El ministro hace genuflexión, se arrodilla y se canta un himno
eucarístico u otro canto apropiado. El ministro inciensa el Santísimo Sacramento.
Repetimos todos:
IV. Reserva
Canto: Venid fieles todos (Roberto Rene Hdez) u otro canto adecuado
3er. Jueves
Perdona Señor
las culpas de tu Pueblo
Monición: Que en este camino cuaresmal nos
atrevamos a reconocer nuestros ídolos, tengamos el
valor de destruirlos y abandonarlos y volvamos a los
brazos amorosos del Padre. Hermanos, en esta tarde-
noche. “Dispongámonos de corazón a experimentar la palabra del Señor” (Isaías.9,2).
Lector 1: ―Si yo hago de testigo en mi favor, mi testimonio no tendrá valor. Pero Otro
está dando testimonio de mí, y yo sé que es verdadero cuando da testimonio de mí.
Ustedes mandaron interrogar a Juan, y él dio testimonio de la verdad. Yo les recuerdo
esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago
recomendar por hombres. Juan era una antorcha que ardía e iluminaba, y ustedes por
un tiempo se sintieron a gusto con su luz. Pero yo tengo un testimonio que vale más
que el de Juan: son las obras que el Padre me encomendó realizar.
Estas obras que yo hago hablan por mí y muestran que el Padre me ha enviado. Y el
Padre que me ha enviado también da testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz
ni visto su rostro; y tampoco tienen su palabra, pues no creen al que él ha enviado.
Lector 2: Ustedes escudriñan las Escrituras pensando que encontrarán en ellas la vida
eterna, y justamente ellas dan testimonio de mí. Sin embargo, ustedes no quieren venir
a mí para tener vida. Yo no busco la alabanza de los hombres.
Sé sin embargo que el amor de Dios no está en ustedes, porque he venido en nombre
de mi Padre, y ustedes no me reciben. Si algún otro viene en su propio nombre, a ese sí
lo acogerán. Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan
la gloria que viene del Único Dios, ¿cómo podrán creer?
No piensen que seré yo quien los acuse ante el Padre. Es Moisés quien los acusa, aquel
mismo en quien ustedes confían. Si creyeran a Moisés, me creerían también a mí,
porque él escribió de mí. Pero si ustedes no creen lo que escribió Moisés, ¿cómo van a
creer lo que les digo yo?»"
Breve pausa de silencio. Podemos tomar una posición cómoda que nos ayude a la
meditación
Reflexión
Guía: El Evangelio de Juan, hoy, nos invita a escuchar la voz de Dios. Jesús conoce muy
bien la voz, no solamente la voz, conoce el rostro de su Padre y quiere que
experimentemos la alegría de esa intimidad de Dios.
Dice Jesús: ―Ustedes escudriñan las Escrituras pensando que encontrarán en ellas la
vida eterna, y justamente ellas dan testimonio de mí. Sin embargo, ustedes no quieren
venir a mí para tener vida…
Lector 1: Jesús en este evangelio nos dirige un reproche. Cristo intenta defender su
nombre, no porque le interesara en sí, sino para que mayor número de personas
creyeran en Él. Hace un esfuerzo por presentarse ante los judíos, siguiendo su
mentalidad de confiar en el testimonio de otros.
Hace y dice todo cuanto puede. Sin embargo, parece que sus palabras chocan y
resbalan, ante la incredulidad de los corazones endurecidos.
Guía: Si me busco a mí mismo: quedar bien, triunfar, y que los demás me admiren,
¿cómo voy a entenderte? Tú mismo has dicho: ―Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y
la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y prudentes, y las revelaste a los
pequeños (Mt 11,25).
Lector 2: En el fondo, toda esta gloria que da el mundo ―acaba por aburrir. ―¿Te
aburres? —Es que tienes los sentidos despiertos y el alma dormida. (San José María Escrivá)
¿Cómo el alma dormida? Sí, leer las escrituras y no entender el mensaje de Cristo: ir a
misa y después no vivir el evangelio; llamarse cristiano.. y apenas conocer a Jesús.
Pero Jesús es paciente. Nos espera. Y si nos reprocha algo en nuestra conciencia, es
porque nos ama y nos quiere cerca de su amantísimo Corazón.
Dios es misericordia, perdón, amor. Dios no se porta como dictador, sino, más bien,
como un Padre que corrige para señalar el camino correcto, porque ama y quiere lo
mejor para su hijo. Actúa sabiendo que va a doler, pero es para que todo salga
adelante.
Lector 2: Hoy el Señor también nos invita a Creer, y ―Creer, no es añadir una opinión
a otras. Y la convicción, la fe en que Dios existe, no es una información como otras.
Muchas informaciones no nos importan si son verdaderas o falsas, pues no cambian
nuestra vida. Pero, si Dios no existe, la vida es vacía, el futuro es vacío. En cambio, si
Dios existe, para ti y para mí, todo cambia, la vida es luz, nuestro futuro es luz y
tenemos una orientación para saber cómo vivir. (Homilía de su Santidad Benedicto XVI 15 de agosto de 2006)
Lector 1: ¿Haz experimentado la propuesta que Dios tiene para ti, para saber llevar tú
vida?, no la vida de otra persona, si no Tú propia vida?
¿cuándo te has negado a ti mismo para aceptar la forma de vida que Dios te propone?
Trae a tú memoria al menos una ocasión.
Guía: "Si crees sólo en lo que te gusta del Evangelio, y rechazas lo que no te gusta, no es
en el Evangelio en el que crees, sino en ti mismo". (San Agustín)
Creer, decir: "Sí, creo que tú eres Dios, creo, que en el Hijo encarnado, estás presente
entre nosotros", está presente aquí, en el Santísimo Sacramento del Altar.
Lector 1: Vamos a repetir con mucha Fe. "Sí, creo que tú eres Dios, creo que en el Hijo
encarnado, estás presente entre nosotros", está presente aquí, en el Santísimo
Sacramento del Altar.
Lector 2: Creer… orienta nuestra vida, nos impulsa a adherirnos a Dios, a unirme a Dios
y a encontrar así el lugar donde vivir, y el modo como debo vivir. Y creer, no es sólo
una forma de pensamiento, una idea; Creer es una acción, una forma de vivir. Creer,
quiere decir seguir la senda señalada por la palabra de Dios. (Homilía de su Santidad Benedicto XVI 15
de agosto de 2006)
No solo creer en lo que me gusta del Evangelio, si no creer en toda la Palabra de Dios.
"Dios nos ama. No tengamos miedo de amarlo. La fe se profesa con la boca y con el
corazón, con la palabra y con el amor". (Papa Francisco)
Meditación
(Papa Francisco, Encuentro con los jóvenes en la parroquia romana de Santa María Madre del Redentor, Roma, 09 de marzo de 2015)
Lector 1:¿Me hago el católico, el cercano a la Iglesia y luego vivo como un pagano?
Pero Jesús no lo sabe, nadie va a contárselo. Pero Él lo sabe. Él no tenía necesidad de
que alguien diera testimonio; Él de hecho, conocía lo que hay en el hombre.
Jesús conoce todo aquello que hay adentro de nuestro corazón: nosotros no podemos
engañar a Jesús. No podemos, delante de Él fingir que somos santos y cerrar los ojos,
hacer así, y después llevar una vida que no es aquella que Él quiere. Y Él lo sabe.
Guía: Todos conocemos el nombre que Jesús daba a estos de doble cara: hipócritas,
"Pero yo voy a la Iglesia, todos los domingos, y yo…", sí podemos decir todo aquello.
Pero si tu corazón no es justo, si tú no haces justicia, si tú no amas a aquellos que tienen
necesidad del amor, si tú no vives según el espíritu de las Beatitudes, no eres católico.
Eres hipócrita.
En Cuaresma, todos debemos preguntarnos: "¿Jesús, te confías de mí? ¿Yo tengo una
doble cara?" Dentro de cada uno de nosotros se encuentra el pecado, pero del pecado
Jesús no se asusta.
"¡Pero Jesús, mira cuánta suciedad! Ven, limpia. Limpia con tu misericordia, con tus
palabras dulces; limpia con tus caricias".
Guía: Presentemos, hermanos, nuestras oraciones al Señor en este día santo que nos ha
permitido ver lo que otros no vieron y oír lo que otros no oyeron y digámosle: Señor,
ten piedad
1. Por los pueblos y naciones que no han sido iluminados por el Evangelio y por
aquellos que, habiendo conocido a Cristo, han abandonado el camino de la verdad.
Oremos.
2. Para que el Papa, los obispos y todos los sacerdotes sean instrumentos dóciles a
través de los que el Señor pueda seguir derramando su amor al mundo. Oremos
3. Para que nuestros gobernantes como Moisés, tengan presente en sus decisiones la
palabra de Dios y promuevan la vida de las personas desde su inicio hasta su
término natural. Oremos:
4. Por los sedientos de nuestro mundo, y por todos los que buscan al margen de
Jesús saciar su sed, para que sientan pronto, como la Samaritana, que Cristo puede
darles el agua de la salvación. Oremos
Guía: Las personas que quieran presentar alguna oración al Señor, desde su lugar en este
momento pueden hacerlo.
Oremos
Señor, Dios nuestro, Tú nos pusiste en la existencia, adornados con cualidades
excepcionales de inteligencia, voluntad y libertad; Tú nos dotaste de ingenio para
descubrir una parte de los misterios de la naturaleza y de la vida;
Tú pusiste en nuestras manos el poder ser creadores contigo.
Concédenos vivir y enseñar a vivir con conciencia responsable en todos los planos de la
existencia. Amén.
III Bendición
A) Incensación. El ministro hace genuflexión, se arrodilla y se canta un himno
eucarístico u otro canto apropiado. El ministro inciensa el Santísimo Sacramento.
Canto: Altísimo Señor
Repetimos todos:
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
IV Reserva
Canto: Vive Jesús, el Señor u otro canto adecuado
4to. Jueves
EL SI DE MARÍA,
MUJER AUTÉNTICA
Monición: María, madre mía, vengo a tus pies para
ponerme en tus manos. Llévame a Jesús. Ayúdame a
conocerlo cada día mejor y a meditar sus palabras en mi
corazón. Enséñame, madre, a ser un discípulo fiel de
Jesús en cada momento; a no tener miedo ante la
prueba y la cruz. Hermanos, en esta tarde-noche.
“Dispongámonos hermanos, de corazón a experimentar la palabra del Señor” (Isaías.9,2).
Breve pausa de silencio. Podemos tomar una posición cómoda que nos ayude a la
meditación
Oración introductoria
Lector 2: Señor, así como María supo acoger el anuncio del ángel, permite que yo sepa
escuchar y aceptar lo que hoy quieres decirme en mi oración, porque mi anhelo es que
la verdad de tu Evangelio impregne mi modo de ver, pensar y de actuar
Meditación
((Papa Francisco, 21 de noviembre de 2013)
Lector 1: «Llena de gracia», María estaba preparada para recibir a Dios en su corazón. En
su corazón no existían zonas oscuras o reservadas, sino que era como un río cristalino
en el que se podía ver todo. María era una mujer auténtica. Podemos decir que tenía
las puertas de su corazón abiertas de par en par para cumplir la voluntad de Dios. Y ese
«sí» fue una respuesta concreta de su alma.
Tal vez, no entendía lo que estaba pasando y, mucho menos, se imaginaba lo que
pasaría en el futuro. No se imaginaba cómo vendría este hijo suyo, no se imaginaba su
nacimiento en un pesebre, ni el dolor tan grande al ver a ese hijo clavado en la cruz.
Pero dijo «sí» y «hágase».
Guía: Y en nuestra vida concreta ella nos guía «en este valle de lágrimas». Andando de
la mano de María el camino se hace más sencillo y llevadero. Ella nos enseña a abrir
nuestro corazón a la gracia de Dios y a aceptar su voluntad aun en medio de las
situaciones más difíciles.
Lector 1: Decir sí con alegría a veces no es fácil. Pero si vemos la vida de María nos
podremos dar cuenta que su vida no fue de lo más ideal sino de lo más real. Pensemos,
por ejemplo, la situación tan difícil de su embarazo, ¿cómo explicarlo a José? O ver a su
hijo nacer en un establo (cueva) de animales ¡Qué difícil ver que su hijo no puede tener
unas condiciones dignas para nacer! O la huida a Egipto, los treinta años monótonos sin
ver alguna manifestación extraordinaria de su hijo… Y, por último, la prueba de la cruz.
Lector 2: Silencio, escucha, sencillez, paz, amor. Éstas fueron las virtudes que ejercitó
María durante su vida. Y así, pudo tener su corazón abierto para recibir la gracia de
Dios. Por eso es la llena de gracia. “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.
Reflexión
Guía: La visita del ángel a María evoca las visitas de Dios a varias mujeres del Antiguo
Testamento: Sara, madre de Isaac (Gn 18,9-15), Ana, madre de Samuel (1 Sam 1,9-18), la
madre de Sansón (Jueces 13,2-5). A todas ellas fue anunciado el nacimiento de un hijo
con una misión importante en la realización del plan de Dios.
Lector 1: El ángel le dice: “¡Alégrate!, ¡Llena de gracia! ¡El Señor está contigo!” Palabras
símiles fueron dichas a Moisés (Ex 3,12), a Jeremías (Jr. 1,8), a Jedeón (Jz 6,12) y a otras
personas con una misión importante en el plan de Dios. María se queda extrañada ante
este saludo, y tratar de saber el significado de aquellas palabras. Es realista. Quiere
entender. No acepta cualquier inspiración.
Lector 2: El ángel responde: “¡No temas, María!” Como en la visita del ángel a Zacarías,
el ángel recuerda aquí que el primer saludo de Dios es siempre:” ¡No temas!” Luego el
ángel recuerda las promesas del pasado que se cumplirán mediante el hijo que va a
nacer y que debe recibir el nombre de Jesús. Será llamado Hijo del Altísimo y en él se
realizará el Reino de Dios. Esta es la explicación del ángel para que María no tenga
miedo.
Lector 1: La respuesta del ángel aclara todo para María, y ella se entrega: “¡He aquí la
sierva del Señor! Hágase en mí según su Palabra”. María usa para si el título de Sierva,
sirvienta del Señor. Este título viene de Isaías, que presenta la misión del pueblo no
como un privilegio, sino como un servicio a los otros pueblos (Is 42,1-9; 49,3-6). Más tarde,
Jesús definirá también su misión como un servicio: “No vine para ser servido, sino para
servir” (Mt 20,28). ¡Aprendió de su Madre!
Propósito
Lector 2: Hoy, Jesús, voy a rezar el rosario contemplando la vida de tu madre. Y voy a
renovar mi deseo de estar atento a lo que Tú me vas pidiendo en lo concreto de mi día
y rechazare preocupaciones sobre las que no puedo hacer nada, para actuar
confiadamente sobre lo que sí puedo cambiar.
1. Por todos los hombres que a ejemplo de san José, acepten las decisiones que
tienes para sus vidas. Roguemos al Señor.
2. Por la salud mental de los hermanos que sufren esquizofrenia y ataques
mentales, para que les otorgues la paz que tanto necesitan. Roguemos al Señor.
3. Por las mujeres maltratadas, abandonadas, con enfermedades crónicas, obligadas
a abortar, para que a ejemplo de nuestra señora, sepan confiar en ti plenamente
y suplas sus necesidades. Roguemos al Señor.
4. Eterno Padre, te rogamos por todas las mujeres del mundo que se encuentra en
la etapa del embarazo, para que les concedas ser portadoras de vida y sus bebes
nazcan sanos y fuertes. Roguemos al Señor.
Guía: Las personas que quieran presentar alguna oración al Señor, desde su lugar en este
momento pueden hacerlo.
Canto: Tú eres Señor, el pan de vida (T. Aragües) u otro canto adecuado
Oremos
Señor Dios, cuya eterna Palabra embelleció los cielos y tomó de la Virgen María la
fragilidad de nuestra carne, concede que, así como se manifestó entre nosotros en el
esplendor de la verdad, así se manifieste en la plenitud de su poder, para salvar al
mundo. Amén.
III. Bendición
Repetimos todos:
IV. Reserva
Canto: Incomparable u otro canto adecuado