Memoria Juventudes Rurales, Educacion Superior y Trabajo
Memoria Juventudes Rurales, Educacion Superior y Trabajo
Memoria Juventudes Rurales, Educacion Superior y Trabajo
Santiago, Chile
Mayo 2009
En recuerdo de mi querida bisabuela Aurora
2
(…)
Gonzalo Rojas
Antología del Aire
Fragmento: El principio y el fin
3
AGRADECIMIENTOS
A toda la comunidad educativa del Liceo Jorge Irribarren Charlín, a los directores
del Liceo y del internado, los y las profesoras, a todos. Les agradezco
profundamente su confianza y respaldo, me hicieron sentir como en casa.
Nada de adiós muchachos. Tan joven y tan viejo, Like a Rolling Stone.
4
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS………………………………………………………………………… : 4
ÍNDICE………………………………………………………………………………………….. : 5
I. PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN…………………………………………... : 8
1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………… : 8
3. FUNDAMENTACIÓN………………………………………………………………………………… : 11
4. OBJETIVOS……………………………………………………………………………………………. : 13
4.1 GENERAL…………………………………………………………………………………………. : 13
4.2 ESPECÍFICOS……………………………………………………………………………………. : 13
III. METODOLÓGÍA…………………………………………………………………………… : 23
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN………………………………………………………. : 23
1.1 PRIMER VIAJE (2004): “En busca de los Jóvenes de Río Hurtado”…………………... : 25
1.2 SEGUNDO VIAJE (2005): “Los resultados son de ustedes”……………………………. : 25
1.3 TERCER VIAJE (2007): “Cerrando el círculo”……………………………………………... : 26
3. TIPO DE INVESTIGACIÓN…………………………………………………………………………... : 28
5
4. UNIDAD DE ANÁLISIS………………………………………………………………………………. : 29
4.1 UNIVERSO DE ESTUDIO………………………………………………………………………. : 29
4.1.1 Universo de estudio según técnicas cualitativas de producción de información…... : 29
a. Entrevista grupal……………………………………………………………………….. : 29
b. Entrevista semi estructurada……………………………………………………..….. : 30
4.2 MUESTRA…………………………………………………………………………………………. : 31
4.2.1 Muestra según técnicas cuantitativas de producción de información……………….. : 31
a. Encuesta social………………………………………………………………………… : 31
6. PROCEDIMIENTO DE ANÁLISIS…………………………………………………………………... : 32
1. JUVENTUDES RURALES…………………………………………………………………………… : 34
1.1 EL CONTEXTO DE LA NUEVA RURALIDAD……………………………………………….. : 36
1.2 JUVENTUDES RURALES Y EMPLEO……………………………………………………….. : 39
1.3 MIGRACIONES Y JUVENTUDES RURALES………………………………………………... : 43
1.4 CULTURAS JUVENILES EN LA RURALIDAD……………………………………………… : 47
V. OFICIO DE FOTÓGRAFO………………...………………………………………………. : 61
6
2.1 ANHELOS POSTSECUNDARIOS…………………………………………………..………… : 104
2.1.1 Estudiantes que anhelan continuar estudios superiores……………………………... : 104
Cuadro 1: Proyecto postsecundario por modalidad de enseñanza
Estudiantes del 2007………………………………………………………... : 106
a. Principales motivaciones para continuar estudios superiores…………………… : 110
2.1.2 Estudiantes que desean insertarse en el mundo laboral…………………………….. : 113
a. Principales motivaciones para ingresar al mundo laboral………………………… : 113
2.1.3 Estudiantes que esperan realizar la práctica TP……………………………………… : 116
a. Principales motivaciones para realizar la práctica profesional…………………… : 117
2.1.4 Estudiantes que desean realizar el servicio militar …………………………………… : 118
a. Principales motivaciones para realizar el servicio militar…………………………. : 118
2.1.5 Estudiantes que tienen otro tipo de planes…………………………………………….. : 120
2. CUADROS……………………………………………………………………………………………... : 150
CUADRO 2: META POSTSECUNDARIA POR MODALIDAD DE ENSEÑANZA
ESTUDIANTES 2007……………………………………………………………………… : 150
CUADRO 3: POBLACIÓN COMUNAL POR GRUPOS DE EDAD 2002……………………..... : 150
CUADRO 4: POBLACIÓN/NIVEL DE ESCOLARIDAD 2002………………………………….... : 150
CUADRO 5: ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES- NÚMERO DE DOCENTES-
NÚMERO DE NO DOCENTES- NÚMERO DE CURSOS- NÚMERO DE
ALUMNOS POTENCIALES POR LOCALIDAD 2005…………………………….. : 151
CUADRO 6: RESULTADOS PAA Y PSU AÑOS 2002, 2003, 2004, 2005…………………….. : 152
CUADRO 7: RESULTADOS PSU PROMOCION 2007…………………………………………... : 152
3. MAPA…………………………………………………………………………………………………… : 153
3.1 UBICACIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES DENTRO DE LA
COMUNA DE RÍO HURTADO…………………………………………………………………. : 153
7
I. PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
1. INTRODUCCIÓN
1
Situación que es señalada como una tendencia general para el caso de los y las jóvenes rurales de América
Latina por Daniel Espíndola (2006).
8
Transversalmente entre los expertos en la temática de las juventudes rurales se
plantea como imperativo el considerar a este segmento social como un actor
protagónico y estratégico para liderar los procesos de endodesarrollo de la nuevas
ruralidades2, al reconocerlos como poseedores de mayores herramientas para
enfrentar las nuevas situaciones impuestas por el modelo globalizador.
2
Daniel Espíndola plantea que “el Enfoque de Derechos y el de Actores Estratégicos para el Desarrollo “, (…)
“son las nuevas redefiniciones estratégicas con y para el sector rural” (2006: 37).
9
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Es sobre este punto donde comienzan a emerger las interrogantes que dan
sentido a este trabajo, donde resulta pertinente preguntarse qué están pensando
hacer con su futuro las juventudes que egresan del sistema municipalizado rural,
en lo concerniente con sus proyecciones educacionales y/o laborales. En este
sentido, fue oportuno investigar en qué medida la actual generación de jóvenes
rurales se manifiestan ilusionadas frente al discurso social –convocante y de alta
10
aceptación entre el conjunto de actores involucrados en el proceso educativo-
respecto del rol y la importancia de la educación como factor primordial para su
ascenso social (Thomas y Hernández, 2001; Dávila et al., 2005; entre otros).
3. FUNDAMENTACIÓN
11
información desde una perspectiva de derechos, permite reconocer cuales son las
condiciones mínimas de inclusión social referidas por los jóvenes, las cuales se
constituyen en insumos para la construcción de programas que busquen incluirlos
socialmente4.
4
Hoy en día, Aldo Mascareño y Marcel Theza (INJUV, 2007) postulan que la política de juventud debe
establecer un marco de condiciones mínimas de inclusión social juvenil fundadas en una perspectiva de
derechos juveniles.
12
Para finalizar se hace necesario destacar la importancia de generar conocimiento
a partir de la práctica, valorando el lenguaje de los individuos, construido en la
acción cotidiana (Ander-Egg, 2002); esto, con el propósito de contribuir al
mejoramiento de los problemas mediante la realización de intervenciones que
respondan a sus intereses, valores e historias personales. En este sentido, como
investigador se comparte la sentencia de muchos cientistas sociales que ven
como fundamental, antes de hacer cualquier acción encaminada a efectuar
cambios radicales en las dinámicas de una comunidad, que deba existir un trabajo
cara a cara con las personas que la integran, orientado a conocer lo que los
motiva, les interesa y moviliza, y que de esta manera sea pertinente además, con
sus realidades socioculturales particulares.
4. OBJETIVOS
4.1 GENERAL
4.2 ESPECÍFICOS
Determinar las proyecciones educacionales y/o laborales de los y las
estudiantes que egresan de cuarto año medio.
Conocer cuáles son los elementos que los y las jóvenes reconocen como
facilitadores y obstaculizadores para la materialización de sus proyecciones
educacionales y/o laborales.
5
Según la literatura especializada en este grupo hay una clara tendencia a concentran las aspiraciones de
ingreso en el sistema universitario (Ghiardo y Dávila, 2005).
13
5. ESTRUCTURA DEL INFORME
14
II. MARCO CONTEXTUAL
6
Para mayor detalle por grupos etáreos ver anexos Cuadro 3.
15
en 10 años hasta un 34% en 30 años, cuando en 1970 había 7.225 habitantes en
el lugar (INE 1970)” (Pezo, 2005: 152).
En general, se puede apreciar que los distintos análisis (planteados por las
investigaciones y documentos gubernamentales7) respecto de las condiciones de
la comuna de Río Hurtado, enfatizan su condición de precariedad, desequilibrio
socioambiental y socioeconómico, que explican el difícil momento que vive esta.
Asimismo, hemos podido observar que este modelo interpretativo de situación de
crisis general en Río Hurtado, ha configurado en distintos actores comunales un
imaginario de resistencia, encaminando acciones-proyectos de defensa,
convivencia y desarrollo que principalmente desde la orgánica civil han potenciado
la creación de un Foro Comunitario (donde participan las principales
7
Para la construcción de los antecedentes generales de la comuna, se utilizó como soporte el siguiente
material bibliográfico: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 2000 / Instituto Nacional de Estadísticas. Censo 2002 /
Fundación para la Superación de la Pobreza. Programa Servicio País. Diagnóstico Global 2001-2002.
Comuna de Río Hurtado. / Fundación para la Superación de la Pobreza. Programa Servicio País. Diagnósticos
2001-2002. Comuna de Río Hurtado. /Plan Anual de Desarrollo Educativo Municipal (PADEM) 2008 y 2005,
Departamento de Educación. I. Municipalidad de Río Hurtado.
16
organizaciones sociales y comunitarias) como un lugar donde se discuten, evalúan
y se sugieren a las autoridades caminos para la resolución de tales problemáticas.
Ahora bien, creemos importante hacer hincapié sobre estas perspectivas pues es
desde donde habitualmente se analiza la situación social y económica del agro,
las cuales mayoritariamente se apoyan sobre la primera mirada que construyen
una realidad en torno al atraso, carencia y angustia del mundo rural y, no presta
mayor atención a los procesos internos de resistencia y convivencia que se
desarrollan dentro de las comunidades rurales8.
8
Como ejemplo de estos procesos, se destaca que a nivel comunal se ha definido una estrategia territorial y
sectorial de desarrollo denominado Plan Hurtado, el cual contempla: un Plan Integral de Desarrollo Agrícola
(PIDA), un Programa de Infraestructura Rural (PIR), un proyecto turistico-patrimonial (ruta Anta Kari), un plan
de desarrollo del Secano, un plan de recuperación y puesta en valor del patrimonio comunal, un plan de
desarrollo y acompañamiento microempresarial y, un plan de fortalecimiento de la educación comunal
(PADEM, 2008).
17
Emigración hacia las ciudades: Las actividades económicas existentes en la
comuna, son principalmente la agricultura de subsistencia y la crianza de
ganado caprino, de la cual se aprovecha su carne y derivados. La carencia de
actividades productivas y de inversiones privadas, origina un alto nivel de
cesantía. Debido a las escasas oportunidades laborales en la zona, las
personas emigran en búsqueda de nuevas fuentes de trabajo y para mejorar la
calidad de vida. Esto conlleva a una pérdida paulatina de la identidad local y
sentimientos de desarraigo (Servicio País, 2002; Contreras et. al., 2004;
PADEM 2005; entre otros).
18
tendencia a imitar la vida urbana, olvidando la riqueza patrimonial existente
(Servicio País, 2002).
9
Acápite elaborado utilizando como bibliografía: Plan Anual de Desarrollo Educativo Municipal (PADEM) 2005
y 2008, Departamento de Educación. I. Municipalidad de Río Hurtado. Proyecto Educativo Institucional Liceo
Iribarren Charlín.
19
Un punto a destacar es que actualmente, el Departamento de Educación (DAE)
ha proyectado un fortalecimiento de la educación municipal con miras a mejorar la
calidad de los aprendizajes, a partir de: cambios y adecuación en la planta
docente, inversión en infraestructura, la acreditación de Liceo Hurtado y
certificación ambiental para escuelas de Hurtado, Serón, Pichasca y Samo Alto,
entre otros (Ibíd.). Entre las características y resultados de la educación comunal
se presentan distintas situaciones. En el caso de la educación básica se detecta:
Ahora bien, el tránsito de los estudiantes de las escuelas básicas más distantes
(uni o bi docentes) que ingresan a séptimo básico en los establecimientos de las
localidades más pobladas, da cuenta de otro escenario claramente desigual y
múltiple respecto a los resultados de los estudiantes, donde se hace evidente el
rezago de los alumnos formados en aulas donde se trabaja con distintos niveles al
mismo tiempo (Ibíd.). En síntesis, desde el DAE se describe que la situación al
final de este ciclo, “A nivel descriptivo, encontramos que los alumnos de mejores
resultados académicos emigran escolarmente de la comuna. Otro grupo deserta
del sistema educativo y una tercera esfera de alumnos llega al Liceo Jorge
Iribarren Charlín donde la desigualdad y multiplicidad está lejos de ser superada.
(…) (Ibíd.: 29)”.
Como enfocamos nuestro interés sobre el liceo comunal se hará una mayor
profundización respecto de este centro educativo. El liceo Jorge Iribarren Charlín
20
se ubica en la localidad de Hurtado, zona precordillerana, distante a 80 Kilómetros
de la ciudad de Ovalle. El liceo posee jornada escolar completa y, a partir de
tercero medio coexisten claramente dos modalidades educativas 10: una científico
humanista (HC) y, una técnico profesional (TP) agrícola. Es el único
establecimiento que imparte educación general media completa en la comuna; sin
embargo, a partir del 2008 se incorpora a este nivel la escuela de Pichasca (con
un primero medio HC) con la finalidad de recuperar a los alumnos que viven en la
zona media y baja del valle de Río Hurtado, los cuales habitualmente emigran a
los establecimientos educacionales de Ovalle.
10
En adelante se utilizará la abreviatura HC para designar la modalidad Científico Humanista y TP en el caso
de la modalidad Técnico Profesional.
21
Como se señaló anteriormente, el liceo recibe en sus aulas principalmente a
estudiantes provenientes de las escuelas de la comuna y en menor medida de
Ovalle. La matrícula del año 2007 fue de 218 alumnos con un total de 8 cursos
(dos cursos por nivel), con 98 en la modalidad HC y 120 en la TP.
11
Cuestión que aparece consignada por PNUD (2008) en el índice de Desarrollo Humano en el área de
Educación. Para el tema de los resultados en las pruebas de selección universitaria ver en anexos los cuadros
6 y 7.
22
III. METODOLOGÍA
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
Ahora bien, para acercar al lector a algunos de los sucesos vividos en este
proceso investigativo, sin duda que para los antropólogos y las antropólogas es un
compromiso describir la perspectiva subjetiva del investigador con respecto a la
entrada en el campo (Flick, 2004), cuestión que a continuación se pasa a
reseñar12.
12
Del mismo modo, el célebre Malinowski (Confesiones de ignorancia y fracaso, 1939) señala que “(…) es
una obligación del investigador de campo rendir cuidadosas y sinceras cuentas de sus fracasos e
inexactitudes”, esto con el doble propósito de: documentar los métodos que posibilitaron producir tales datos,
como también, para reconocer las dificultades o aciertos vividos en el campo, es decir, como fuente de
aprendizaje empírico.
23
trabajar cómodamente en el liceo (acceso a la institución); asimismo, los jóvenes
estuvieron llanos a conversar o ha ser entrevistados según mis solicitudes,
siempre curiosos ante mi presencia y a mis sucesivos retornos (acceso a los
individuos). Anecdóticamente recuerdo que en un principio los estudiantes creían
que yo era un profesor o un psicólogo que venía a conversar con los alumnos de
cuarto medio, desde un principio intenté desmarcarme de aquella imagen de
manera de traspasar la barrera entre lo normativo y vigilante de tales figuras.
24
1.1 PRIMER VIAJE (2004): “En busca de los Jóvenes de Río Hurtado”
25
Técnicas aplicadas: entrevistas semi estructuradas (2).
Actividades realizadas: exposición del trabajo en un encuentro comunal,
participación en dos programas de la radio comunitaria Terral con jóvenes, visitas
a distintos colegios a lo largo de la comuna, entrega de trípticos a los apoderados
y alumnos del liceo, entre otros.
Antecedentes: en dicha ocasión, se realizaron distintas actividades de difusión y
discusión de los resultados de la investigación13, que incluyeron la presentación de
un stand en el Tercer Encuentro Contra la Desertificación y la Pobreza de Río
Hurtado, la intervención en dos programas de la radio comunitaria Terral y,
fundamentalmente con la divulgación de los resultados con los actores juveniles
involucrados, padres y apoderados, y las autoridades del Departamento de
Educación Municipal (DAE), entre otros.
13
Donde la información fue presentada a partir de trípticos explicativos del trabajo y mediante la exposición de
un material audiovisual que contenía las conclusiones y sugerencias del estudio.
26
2. ORIENTACIÓN METODOLÓGICA GENERAL
27
2.1.2 Entrevista semi estructurada: se refiere al tipo de entrevista que sigue un
esquema general y flexible de preguntas, en cuanto a orden, contenido y
formulación de estas. En términos generales, busca comprender más que explicar,
asume el formato de estímulo/respuesta sin esperar la contestación objetivamente
verdadera, sino subjetivamente sincera (Ruiz, 1996). Esta técnica se utilizó para
obtener mayor información de las autoridades municipales de educación, como
también para profundizar en ciertos temas con los estudiantes.
3. TIPO DE INVESTIGACIÓN
28
Egg, 1979: 61). En definitiva, el presente estudio exploratorio-descriptivo recolectó
información que antes no se había abordado sistemáticamente por otros
investigadores, forjando una descripción antropológica capaz de caracterizar y
especificar las aspiraciones postsecundarias de las y los estudiantes del liceo.
4. UNIDAD DE ANÁLISIS
29
b. Entrevista semi estructurada: corresponde a las entrevistas realizadas
con las autoridades de educación local con el objetivo de discutir los alcances de
la investigación realizada en el año 2004 y, obtener información contextual
respecto a la educación comunal.
2005
Informante clave Fecha Criterio de pertinencia Temas de la entrevista
Willy Godoy 30/11/2005 Jefe del Departamento de -Discusión de los resultados de la
Educación Municipal (DEM) Río investigación realizada.
Hurtado -Posición del DEM frente al
proyecto CFT.
2007
Informante clave Fecha Criterio de pertinencia Temas de la entrevista
Estudiante 22/08/2007 Estudiante con el mejor -Anhelos y proyecciones laborales
4 HC rendimiento escolar y/o educacionales.
30
Estudiante 28/08/2007 Estudiante con el mejor
4 TP rendimiento escolar
Orientadora del 23/08/2007 Profesional de la educación que -Perfiles de los estudiantes del liceo
establecimiento asume un papel activo en el tema en cuanto a sus proyecciones
que se investiga. laborales y/o educacionales.
- tendencias y diferencias según:
Modalidad.
Género.
Tipo de carrera y/ o empleo.
-Elementos facilitadores y
obstaculizadores para la
materialización de las proyecciones.
4.2. MUESTRA
14
En el diseño de la encuesta se utilizaron preguntas utilizadas en otras investigaciones (Martinic, 2002;
Martinic y Sepúlveda, 2002; Dávila et. al, 2004).
31
encuesta en interacción directa con los estudiantes, situación que posibilitó que la
encuesta se desarrollase en un contexto de entrevista personal.
6. PROCEDIMIENTO DE ANÁLISIS
32
En la construcción del relato se privilegió el sentido integrativo de todo el proceso
investigativo, en el cual se expone el habla juvenil, como también la mirada y
reflexión particular del antropólogo, que obviamente fue sustentada por una
exhaustiva revisión bibliográfica de los puntos de vistas y las reflexiones de los
especialistas en el tema. Asimismo, el registro fotográfico constituye un
documento que recoge y analiza la experiencia presencial del trabajo de campo,
con el propósito de que los lectores mediante la expresión visual transiten hacia un
“acercamiento progresivo” con el mundo juvenil estudiado y “su posible
reconstrucción mediante la imagen” (Colegio de Antropólogos, 2006: 80).
33
IV. MARCO TEÓRICO
1. JUVENTUDES RURALES
Pensar desde el ámbito académico a los y las jóvenes que viven en la ruralidad
del siglo XXI nos exige reflexionar respecto a lo que se define por juventudes
rurales, donde explícitamente se adopte un pronunciamiento sobre sus dos
vocablos: juventudes y rurales (Kessler, 2006). En este sentido, nuestro punto de
vista reconoce la necesidad de pluralizar el concepto de juventud en virtud de la
diversidad y pluralidad que asume, primero el mundo juvenil (Duarte, 2005), y en
segundo término, en los/as propios/as sujetos/as que poseen “(…) una marcada
vinculación y dependencia territorial con los espacios rurales” (González, Y. 2003:
154).
34
y posición social (clase, género, etnia, etc.), (…) y que den testimonio así de las
pluralidades y diversidades ya señaladas existentes en las juventudes” (Duarte,
2005: 4).
Con este enfoque se buscó descubrir algunas de las experiencias y prácticas que
posibiliten acercarnos progresivamente a los estudiantes de Río Hurtado, donde
particularmente se analizan las condiciones estructurales-origen y, las
características subjetivas-identitarias propias del grupo y de los sujetos
investigados (Dávila et al., 2005). De esta forma, nuestra propuesta admite poder
merodear desde el interior del liceo-internado, epicentro donde los jóvenes viven,
experimentan y re-crean su condición juvenil en el último año de su escolaridad
secundaria.
35
1.1 EL CONTEXTO DE LA NUEVA RURALIDAD
15
En nuestro caso, comulgamos con el concepto de Nueva Ruralidad, el cual se entiende en el sentido
expresado por Luis Llambí (1994) quién caracterizó que los cambios o alteraciones de lo rural abarcan tres
ámbitos: Territorial, que aborda el cambio de valorización de los espacios rurales; Ocupacional, que
comprende las transformaciones en las esferas productivas del agro; Cultural, que dice relación con los
cambios de los esquemas de conocimiento, como también en el ámbito valórico, que están presentando las
poblaciones del campo.
36
dictadura militar.” (2007: 1). Justificadamente, toda su artillería doctoral
apunta a concluir una: “(…) conflictiva constitución como actores sociales –
al menos desde la década de los 80-, de los y las jóvenes rurales
pertenecientes a esta ruralidades “alteradas”. Ello debido, primordialmente,
a la proletarización y el contacto con el medio urbano, pero también y de
sobremanera, a la articulación con el mercado, la educación superior, la
industria cultural y los medios de comunicación de masas, fundamentales
en la juvenilización de la sociedad y la cultura desde la mitad del siglo XX
en América Latina (Ibíd.).
Las juventudes rurales del siglo XXI emergen a partir de un “proceso dinámico y
diferenciado” (Duarte, 2005: 7), que tuvo como telón de fondo a los disímiles
contextos modernizantes que acontecieron en el campo chileno en las últimas tres
décadas16. En nuestro caso, se asume que en Río Hurtado se tejieron diversos
16
Si vuestra intención fuese el profundizar respecto de las temáticas, tensiones, problemas, etc., que
nutrieron las producciones en torno a las juventudes rurales de los últimos treinta años, recomendamos
revisar los textos de: Luis Pezo (2008): “Aproximación a la trayectoria de intervenciones e investigaciones
sobre juventud rural en Chile (1948 -2008)”; Yanko González (2003): “Juventud rural: trayectorias teóricas y
dilemas identitarios”; De Gabriel Kessler (2006): “Juventud Rural en América Latina. Panorama de las
37
contextos económicos, sociales, ecológicos y culturales que intervinieron en los
modos en que las y los jóvenes fueron construyendo diferenciadamente sus
identidades. Asimismo, se piensa a las juventudes rurales en un contexto de
fuertes tensiones y contradicciones con el mundo adulto enraizado en una matriz
cultural patriarcal adultocéntrica, el cual tradicionalmente propone un manto de
relaciones de poder y control social de una alta asimetría en desmedro de los
sujetos jóvenes. En contraste a lo anterior, las condiciones sociales actuales
permiten que las juventudes rurales fortalezcan su autonomía en o desde los
mundos juveniles, a partir de espacios como la educación, el empleo asalariado,
la migración, entre otros; precisamente, se está en presencia de una época donde
la voz del patriarca ha dejado de ser un mandato forzoso que propone-designa un
futuro para sus hijos (Durston, 1996; Pezo, 2005).
investigaciones actuales”; y Luis Caputo (2006): “Estudios sobre juventud rural en América Latina.
Limitaciones y desafíos para una agenda de investigaciones sobre juventud rural”.
38
información, pero acceden en menor grado a los espacios consagrados de
deliberación política, y están menos afiliados a los partidos. Expanden
exponencialmente el consumo simbólico pero no así el consumo material
(…) (Hopenhayn, 2008: 53).
Como se ha venido planteando, para profundizar sobre las relaciones que se tejen
entre el mundo del trabajo y las juventudes rurales necesariamente se debe tener
en cuenta los contextos modernizadores impulsados por la globalización y las
reformas estructurales (Kessler, 2006), que “anticipadamente” desde la década de
los ochentas vienen impactando al mundo rural chileno. Se ha señalado también,
en los planteamientos de Yanko González una mirada crítica respecto a la
influencia negativa de los procesos de globalización en la conformación identitaria
de las y los jóvenes rurales, los cuales han gatillado su proletarización, ocupación
en trabajos inestables y precarios, altos niveles de desempleo, su exclusión del
competitivo mercado laboral, el desajuste de las formas clásicas de trabajo, la
desarticulación de la vida del agro y la migración, la baja en la demanda de mano
de obra rural, entre otras situaciones que afectan especialmente a las juventudes
rurales (González, Y. 2007; CEPAL, 2008)17.
17
Se recomienda la revisión del trabajo de Daniel Kessler (2006: 36-40) donde se sintetizan investigaciones
que permiten ahondar en las miradas positivas y negativas de la influencia: “(…) de los procesos de
globalización y la apertura de mercados en las oportunidades juveniles” (…).
18
Desde una perspectiva histórica, los y las jóvenes corresponden a un tipo de trabajadores que han sido
sistemáticamente explotados por los distintos sistemas de producción, por ejemplo, el sistema hacendal del
39
(Rodríguez, 2001; Jaramillo, 2004). En efecto, la reinante crisis económica global
que está debilitando el desarrollo productivo y el crecimiento económico de
nuestras naciones, estimula una exclusión laboral segmentada preferentemente
hacia las juventudes más afectadas por la desigualdad social, en función de
factores como el género, el espacio, la etnicidad y la clase (CEPAL, 2003; Acuña,
2006). Las voces de los especialistas señalan que la fragilidad de los procesos
socio-productivos menoscaba la inclusión social de las juventudes, produciendo
exclusión laboral en los siguientes ámbitos (Weller, 2001):
siglo XVIII y XIX, tenía a los hijos de inquilinos, en la mayoría de los casos por peones sin salario (por gracia)
a los cuales se les consideraba mercancía de segundo orden, exigiéndoseles trabajar arduamente en las
grandes haciendas del latifundio (Salazar, 1985).
40
que se circunscribe “(…) en la agricultura, la ganadería, ordeña de vacas, en
patronales, corta de pasto, trabajo “apatronado” en general, y en agua potable
(…)”(Zúñiga, 2000: 63).
41
siguiendo ritmos ajustados, con edades prescritas en función de la estructura
patriarcal19 (Durston, 1998); no obstante, como se ha venido señalando, hoy en
día se han conformado distintas formas de emancipación social que muestran una
gama de posibilidades de transición juvenil,“(…) con otra estructura, con otro
orden en la secuencia y otros tiempos para cada paso (…)”(Op.cit. 2008: 50).
En efecto, las juventudes viven una etapa de la vida donde la sociedad les exige
apostar por modos o formas para adquirir capacidades y derechos asociados a la
adultez (Dávila, 2004). En nuestro caso, resulta obvio enfatizar en la coyuntura
experimentada por los estudiantes rurales de cuarto año medio, los cuales se
enfrentan con uno de los hitos claves en la construcción subjetiva de su futuro, es
decir, su egreso del sistema escolar que los enfrenta a la decisión de cambiar,
mantener o aplazar su condición de estudiante (postsecundario).
Ahora, cuando el sol del recreo secundario se vuelve aurora en las juventudes
rurales, suenan con mayor fuerza las voces que apuestan hacia una transición
juvenil estructurada por su ingreso al ámbito laboral, en tanto forma de
reproducción social oportuna y necesaria. De este modo, se consuma la secuencia
de transición “típica” a partir de un contacto más inmediato y prematuro de los
jóvenes rurales con el mundo del trabajo, principalmente vinculado con labores en
el predio familiar (Kessler, 2006).
42
reproducción de la unidad productiva, lo cual permite asegurar los niveles de
supervivencia mínimos del grupo familiar. Asimismo, las juventudes que participan
de la fuerza de trabajo familiar, por su condición de precariedad económica se ven
interpeladas a emplearse (de forma permanente o temporal) fuera de la unidad
productiva familiar, con el objetivo de introducir un ingreso externo en beneficio de
la familia y/o de los propios sujetos. Así, la realidad indica que lo más común es
una doble explotación del trabajo juvenil, en tanto, se desempeñan en el trabajo
directo en el predio, en las labores domésticas, entre otros, y además, desarrollan
un trabajo remunerado para contribuir al bienestar general del hogar. Finalmente,
en el caso de tratarse de una estrategia económica de acumulación serán los hijos
e hijas solteras/os más jóvenes los cuales procuran mayores posibilidades de
acumulación de capital para el jefe de familia (Ibíd.).
Para finalizar este apartado, se quiere reiterar el papel que desde la subjetividad
juvenil asume el ámbito laboral como sustentador de las aspiraciones de
integración social (CEPAL, 2008) de los estudiantes que egresan de la educación
secundaria municipal. Lamentablemente, el peso de la coyuntura económica-
productiva les proclama una exclusión laboral, túnica de frustraciones de sus
expectativas que buscan una transición postsecundaria favorable hacia una
autonomía económica y social20. Ante este panorama, nos encontraremos con
distintas estrategias “adaptativas” de las juventudes rurales para hacer frente a su
futuro, un punto central donde la migración se vuelve en un tema a indagar.
43
fenómeno de larga data que se ha visto incrementado por la globalización, la
inestabilidad de la macro economía y la centralidad que asumen las grandes urbes
en nuestra Latinoamérica.
Para nuestra suerte, el tema de las migraciones de las juventudes rurales de Río
Hurtado ha sido investigado con detenimiento por Luis Pezo (2005), quién nos
ofrece respuestas comprensivas que permiten contextualizar las diversas
connotaciones que adquiere dicho fenómeno en la construcción identitaria de las y
los jóvenes. A continuación, se presentan algunos de los argumentos planteados
por el autor, los cuales nos aventuran panorámicamente al entendimiento de los
procesos migratorios desde la perspectiva motivacional de los sujetos.
44
planteamientos de Durston (1996) encajan sus colores en nuestro cubix,
enfatizando que la migración es una estrategia de vida que tiene por objeto la
inclusión social de los sujetos a los sistemas de producción y reproducción que
procuran teóricamente un mejor bienestar (económico, social e identitario). De
este modo, se interpreta a la migración como estrategia de vida que busca
esquivar por un lado, las pocas posibilidades de inclusión social de los jóvenes en
un agro socavado por los nuevos tiempos, como también, en contra de relaciones
intergeneracionales adultocéntricas con estilos autoritarios que inhiben la
liberación, participación y reproducción de los mundos juveniles en la nueva
ruralidad.
Ahora bien, John Durston (1996) examinó los factores motivaciones (sociales e
individuales) que originan la migración de la población joven en Latinoamérica. Su
análisis determina que aunque entre hombres y mujeres los factores
motivacionales sean esencialmente idénticos, sin embargo, las estrategias de vida
son distintas entre los géneros, lo cual configura secuencias de transición a la vida
adulta con distintos objetivos, acciones y medios. En el caso de los varones las
circunstancias y factores que influyen en la migración son: la falta de tierra, la
atracción de lo urbano, mejores salarios en labores agrícolas de cultivo de
exportación, como estrategia de acumulación, etc., situaciones que se
considerarán de importancia a la hora de tomar la decisión de migrar o quedarse
en el campo. En el caso de las mujeres existe una mayor expectativa migratoria
caracterizada por los deseos de seguir estudiando o de trabajar en el medio
urbano, sin embargo, el autor plantea que en los casos que la migración está
motivada por una situación de pobreza, el destino principal de ocupación de la
joven será el servicio doméstico, así:
Las mujeres aparecen con una mayor expectativa migratoria que los
hombres, siendo Santiago el centro de mayor atracción. Las expectativas
migratorias de los hombres se centran principalmente en sectores rurales
(…) los padres estimulan al hijo hombre a quedarse trabajando en la
agricultura y a la mujer a estudiar y trabajar en sectores urbanos (Cit. en
Durston 1996: 71).
45
Por su parte, la investigación de Luis Pezo señaló que a nivel global existen en la
comuna de Río Hurtado una situación de desequilibrio21, lo cual hace que:
21
Así, desde la perspectiva ecológica de Adler una situación de desequilibrio se debe entender como: “la
saturación temporal o permanente de un nicho ecológico y que afecta a la subsistencia y seguridad de un
grupo humano” (Salas 1986: 21)” (Cit. en Pezo, 2005).
46
1.4 CULTURAS JUVENILES EN LA RURALIDAD
Los estudios sobre juventud rural muy pocas veces se han interesado por las
experiencias, prácticas, gustos y adscripciones estético-musicales que expresan la
identidad de las juventudes rurales en su vida cotidiana (Kessler, 2006). Esta
suerte de desinterés epistemológico, tuvo su páramo en enfoques que
cuestionaban la existencia de la juventud rural al reconocerla como una
experiencia efímera en función de una temprana asunción de roles adultos
(Durston, 1996; González, Y. 2007), en este sentido, se hablaba de “(…) jóvenes
con o sin juventud” (González, Y. 2003). Asimismo, esta indiferencia tiene que ver
con el predominio de estudios e intervenciones centradas en los problemas,
urgencias y demandas de un sector que se construyó bajo el estereotipo del joven
empobrecido, analfabeto, minifundista, entre otros (CEPAL, 1996). No obstante, la
investigación actual ha podido verificar que lo propiamente juvenil ha tenido una
expresión plural, diversa e histórica en la ruralidad, que se ha caracterizado por los
modos de vivir y sobrevivir de este grupo, como también, en las maneras de
agruparse, socializar, expresarse y presentarse ante la sociedad (Duarte, 2001).
Es esta la dirección que emprende nuestro trabajo, pues pretende bosquejar una
huella que muestre las partículas que conforman lo propiamente juvenil en el
ámbito liceano. A partir de esta premisa, es que arriban a nuestro pórtico teórico
algunos conceptos claves de la juvenología cultural Iberoamericana. Carles Feixa,
baluarte catalán de los estudios de Juventud, afirma que el concepto de cultura
juvenil designa la aparición de “microsociedades juveniles” portadoras de altos
grados de independencia de la institucionalidad de las sociedades adultas, de esta
manera, las juventudes construyen estilos de vida particulares que se emplazan
fundamentalmente en su tiempo libre-ocio o en los distintos territorios-esferas de
las orbes industrializadas (Feixa, 1999; Alpizar y Bernal, 2003; González, Y. 2007;
entre otros.). A poco andar, emergieron voces que buscaron profundizar en “(…) la
multiplicidad diacrónica y sincrónica en los “modos” de ser joven (…)” (Reguillo,
2000: 9), de ahí, la pregunta por los modos de ser-hacer juventud en la ruralidad
fue tomando forma.
47
En Chile, esta posición epistemológica ha sido enarbolada por el antropólogo
Yanko González, quién se ha transformado en una de las voces más calificadas
para dar cuenta de la “eclosión identitaria de las juventudes rurales” (2007). Su
propuesta se interroga por la juvenilización del mundo juvenil rural, abordando los
procesos de apropiación-consumo de bienes simbólicos musicales (y en función
de un escenario histórico mayor) que posibilitaron a las generaciones de los años
noventa una expansión y diversificación identitaria (Ibíd.). Desde su perspectiva, la
música funciona “(…) como un bien simbólico “liberado” del mundo adulto y
consumido activamente por las recientes generaciones (…), transformándose en
la “voz de la identidad”, un tejido al que se vinculan percepciones territoriales,
afectivas, sociales y culturales” (Ibíd.: 4). Considerando lo anterior, su obra
puntualiza que las adscripciones musicales fortalecieron un imaginario cultural que
les planteaba modos de ser-hacer específicos para las y los jóvenes rurales (en
contraposición con el mundo adulto), garantizando de esta forma, la existencia y
reproducción de este segmento a partir de la vivencia del período juvenil.
48
2. EDUCACIÓN SECUNDARIA E INCLUSIÓN SOCIAL
La sociedad chilena del siglo XXI, aún se sigue cuestionando por el rol que juega
la educación secundaria frente a la inclusión social de las juventudes. Claro, si
aunque en nuestro imaginario colectivo la educación se funda como una
herramienta básica para la ampliación de las oportunidades y de las competencias
que contribuyen a la superación de las asimetrías sociales. Sin embargo, hoy en
día, tal confianza se ha debilitado producto de la marcada desigualdad
educacional que ostenta el sistema educativo chileno, sobretodo a la hora de
evaluar la calidad de la enseñanza entre los establecimientos privados, públicos y
subvencionados (Ghiardo y Dávila, 2005; Redondo, 2005). Quizás por eso, es
fundamental observar los efectos producidos por un mayor nivel de escolaridad en
los estudiantes rurales, en la conformación de sus expectativas, apuestas y/o
proyectos postsecundarios.
49
Durante el siglo XX la masificación de la educación secundaria - hoy educación
media - se constituyó en una de las grandes transformaciones del sistema
educativo chileno, no obstante, la mayor democratización en el acceso no se ha
traducido en un aumento de la calidad en la enseñanza (Cruz, 2003). En este
marco, los esfuerzos se centraron en la expansión cuantitativa-lineal del sistema
educativo, expresado básicamente en: un mayor porcentaje de escolarizados, más
años de escolarización, más y mejor infraestructura y equipamientos, mayor
número de profesores, mayor cantidad de recursos didácticos, entre otros. Así, la
ecuación programó que a mayor inversión -incrementando el porcentaje del PIB-
en educación, era posible garantizar una mejora sustancial de la calidad de la
educación (Ander-Egg, 2001). Y así fue, el gasto en educación desde el año 1996
al 2008 se ha triplicado22, extendiéndose la cobertura en todos los niveles
educativos a largo del país. Y si esto es así, cabe preguntarnos si en el siglo XXI
¿se podrá ofrecer una educación de calidad a las juventudes rurales? (Duhart,
2004b).
50
que egresan de cuarto año medio, probablemente siendo uno de los primeros
integrantes de su familia en conseguir tal logro. Ahora bien, las cifras de la
integración juvenil a la educación secundaria, también nos señalan limitaciones
específicas de las juventudes rurales frente a su participación en la educación
formal. Por ende, a la hora de analizar su integración al sistema educativo, siguen
existiendo grandes diferencias en cuanto a la cobertura, asistencia, pertinencia y
calidad de la educación entregada24 (Duhart, 2004b). Por ejemplo, la cobertura de
educación secundaria para las áreas rurales es de un 85% mientras que de un
94% para las zonas urbanas. Como bien se sabe, el problema a nivel nacional no
es la cobertura sino que el rendimiento de los estudiantes para egresar de la
educación media en la edad oportuna, justamente, solo un 56% de los estudiantes
rurales lo logran (Brunner et al., 2006). Finalmente, los datos apuntan a que un
47% de jóvenes rurales entre los 20 y 24 años poseen una escolaridad de 12
años, en relación con un 79% de jóvenes urbanos con este rendimiento. Y por
supuesto, existe la confianza que Chile en los próximos decenios podrá
vanagloriarse de haber alcanzado la casi universalización de la educación
secundaria en los sectores “más pobres”. No obstante, existe mayor expectativa,
en que esta transformación en la estructura de nuestra sociedad, no solo
conquiste “la igualdad de oportunidades para aprender” sino que apueste por
asegurar una integración funcional para las juventudes rurales (educacional y
sociolaboral), que construya los pilares básicos para su inclusión social efectiva
(Dávila et al., 2005).
24
Para un análisis preliminar de las limitaciones que caracterizan al sistema de educación secundaria en Chile
en términos de la distribución desigual de la calidad de aprendizajes entre sus estudiantes (rurales/urbanos y
según su condición socioeconómica), se sugiere una revisión donde se compare los resultados de estos
grupos en: los puntajes de las Pruebas SIMCE, los puntajes de las pruebas de selección para el ingreso a la
educación superior (PSU), en las habilidades para el uso de las herramientas de la modernización como la
computación o idioma extranjero, entre otros.
51
rurales posean mayor escolaridad paradójicamente tienen menos acceso al
empleo que los adultos (Hopenhayn, 2008). Asimismo, resulta indiscutible
considerar que uno de los principales efectos de la educación sea la manipulación
de las aspiraciones (Bourdieu, 1990), precisamente, la institución escolar es un
espacio donde se internalizan expectativas respecto del futuro, donde se
alimentan esperanzas en que: “(…) a más educación presente, mayores
oportunidades futuras (…)” (Op. cit.: 54).
52
rurales, que como se ha visto, se expresan en el ámbito del empleo, la educación,
entre otros.
A su vez, distintos autores han ofrecido evidencias de cómo opera los postulados
de la teoría de la reproducción en el campo de la educación secundaria chilena.
En este sentido, Juan Cassasus plantea que hoy en día la mayor cobertura de la
educación secundaria ha significado que
53
refuerzan la teoría de reproducción, donde el hecho más evidente y
empíricamente visible son los resultados que arrojan cada año las pruebas
estandarizadas (SIMCE y PSU), en que se aprecia la magnitud de las diferencias
en los resultados entre las escuelas públicas, subvencionadas y privadas de
nuestro país. Más allá de los puntajes, lo que aquí interesa recalcar es que el
rendimiento escolar es el resultado de una combinación compleja de factores
(Ibíd.), tales como:
54
secundaria no asegura esquivar las condiciones laborales que establecen una
creciente precarización de las condiciones del trabajo asalariado de las juventudes
rurales.
La educación rural al igual que su homóloga urbana, debe cumplir con la misma
misión educativa-formadora, no obstante posee sus propias características y
limitaciones que la hacen desenvolverse de distinta manera frente a una misma
misión. En términos generales, se puede plantear que la educación rural chilena
debido al impacto del fenómeno globalizador ha visto alterado su accionar, ya que
se han integrado nuevas tareas y desafíos, los cuales han complejizado aún más
su labor. En este caso, los estudios rurales plantean que los sistemas
educacionales han sido sobrepasados por la velocidad y complejidad de los
cambios provocados por la modernización, no existiendo en ellos los elementos
necesarios para reconocer y comprender su papel frente a estas
transformaciones, al mismo tiempo que, no han sido capaces de reaccionar y dar
respuesta, por ejemplo, a la formación y capacitación de las juventudes rurales
(Thomas y Hernández, 2001). Desde esta perspectiva, es pertinente agregar que
conjuntamente con el surgimiento de “nuevas ruralidades”, se puede atestiguar
además, que: “La educación ha sido incapaz de aprehender estas nuevas
realidades e incorporarlas a los curriculum para poder capacitar a los educandos a
fin de desarrollarse en las nuevas condiciones de la globalización.” (Ibíd.).
55
Educación formal que persiste en su función reproductora del sistema
social, propiciando una reafirmación de sus estructuras y dinámicas
actuales. Así la escuela se constituye en una institución socializadora
transmisora de la cultura imperante, la cual traspasa aprendizajes,
habilidades y conocimientos con respecto a: “(...) cómo funciona o cómo
debe funcionar la sociedad, como por la asimilación inconsciente o
internalización de creencias, valores y pautas de conductas provenientes de
la sociedad o de los grupos que la dirigen.” (Prieto, 2001: 20).
27
En el año 2008 los resultados de la PSU mostraron una radiografía de este panorama, donde el 93, 8 % de
los egresados de los establecimientos privados ponderaron 450 puntos o más, versus un 70, 3% de los
egresados del establecimientos subvencionados y, solo un 57, 8% del sector público (EL Mercurio, 22-12-
2008). Por otro parte, los establecimientos subvencionados y públicos están estancados en los mismos
puntajes desde que se inició la PSU, y los privados han ido mejorando progresivamente sus resultados
(OPECH, 2008). Ver anexos donde aparecen los resultados de los estudiantes de Río Hurtado.
56
Implementación de modelos educacionales foráneos que han
ocasionado una uniformidad cultural, no permitiendo la expresión de
distintas realidades locales:
58
2.3 EL ESTUDIO DE LOS ANHELOS POSTSECUNDARIOS
28
Un primer acercamiento al concepto señala que las: “Aspiraciones, anhelos, sueños, son las
representaciones que se hacen los individuos y los grupos acerca del estado de cosas, personales o sociales,
que desean para el futuro y que caracterizan como “lo mejor”. Las aspiraciones son distintas de las
expectativas, porque éstas se refieren a lo que se cree que ocurrirá en el futuro dadas las tendencias
actuales, no lo que se desea que ocurra ni lo que se está dispuesta a hacer para ello” (PNUD, 2000: 58).
29
El enfoque de trayectorias sociales se refiere “a los procesos de enclasamiento de las nuevas
generaciones, a la estrategias y posibilidades de posicionamiento de las generaciones de las diferentes
clases” (Ghiardo, 2008, 1).
59
Otro de los enfoques abordado fue el de estructuras de transición, el cual observa
los fenómenos juveniles en el marco de una transición a la adultez (Ghiardo y
Dávila, 2008). Con esto se buscó investigar las variaciones en los ritmos, la
secuencia y los tiempos en que las juventudes -en función de sus aspiraciones
postsecundarias- proyectan asumir roles asociados a la adultez. Desde esta
perspectiva, el interés recayó en poder dar cuenta de la conformación de “nuevas
condiciones juveniles rurales” las cuales revelan a los lectores cómo se han
mantenido y/o cambiado las formas de transición de los y las estudiantes en el
mundo rural o fuera de este.
60
V. OFICIO DE FOTÓGRAFO
Hoy en día la versatilidad de la fotografía digital permite que cualquiera pueda ser
un gran fotógrafo. Y así fue. La cantidad de imágenes captadas crearon un oficio
investigativo, a veces un poco imprudente, disimulado, reiterativo pero siempre
respetuoso. Un oficio que se articuló como puerta de entrada a las y los
estudiantes. Hubo cercanía, complicidad y cuando escapó a sus manos plasmó su
mirada. El registro fotográfico que a continuación se presenta busca establecer un
puente hacia la memoria que aquí se registra, piezas de colección que al igual que
las palabras evocan un lenguaje que nos conecta y toca profundamente.
61
Al fondo el cerro gigante y el valle de Hurtado, paisaje Jóvenes en horario de recreo afuera del
desde el liceo. Viaje 2004 casino. Arriba las manos!. Viaje 2004
62
Entrevista grupal 3 HC.
En ese momento los
estudiantes escribían en
un papel cuales eran sus
expectativas luego de
egresar de cuarto año
medio. Viaje 2004
63
Entrevista grupal 3 TP.
Fue con estos estudiantes
con quién tuve una mayor
cercanía durante mi estadía
en el año 2004 y 2005.
Viaje 2004
Viaje 2004
64
Presentación de los resultados de
la investigación a los estudiantes
(ahora) de 4 HC. Viaje 2005
Viaje 2005
65
Estos jóvenes
preparaban su
presentación del
tema Thiller de M.
Jackson, el cual se
presentó a los
apoderados que
asistieron a la última
reunión de cada
curso.
Viaje 2005
En esta
oportunidad tomé
muchas fotografías
por solicitud del
jefe de UTP. Con
el tiempo este
registro me ayudó
a reconstruir mi
memoria respecto Horacio fue uno de los jóvenes con quién
de las juventudes. desarrolle una mayor amistad. En un par de
Viaje 2005 ocasiones con mi cámara fotografió a sus
compañeros, obteniendo imágenes más íntimas y
desinhibidas de los y las jóvenes.
Viaje 2005
66
Durante el año se realizan al menos 3 reuniones de
apoderados. Los buses llegan mayoritariamente con
mujeres provenientes de todas las localidades de la
comuna.
Viaje 2005
Viaje 2005
Viaje 2005
67
Mientras fotografiaba a
los apoderados me
topé con esta linda
imagen. Los ojos de
esta joven - a quién le
decían la gata- junto a
la mirada angelical de
su hija.
Viaje 2005
Asistí de invitado a la
celebración del 4 TP luego de
su licenciatura. Un asado de
capao junto al río Hurtado
Viaje 2005
68
En el 2005 había muy pocos
estudiantes con celular. Dos años
después el uso de celulares estaría
casi masificado entre los jóvenes.
Viaje 2005
Viaje 2005
Viaje 2005
Viaje 2005
69
Estudiantes afuera del comedor
haciendo la fila para ingresar al
casino.
Viaje 2005
Viaje 2005
70
No me había atrevido a
fotografiar a las
muchachas. Un día perdí
el pudor y las fotografié.
Viaje 2005
Punk y románticas.
Rancheras y
cumbieras. Todos los
gustos musicales
sonaban en las
habitaciones de las
jóvenes.
Viaje 2005
Anuario de
señoritas en blanco
y negro.
Viaje 2005
71
Jóvenes del 4 TP
preparándose para la
ceremonia de
graduación.
Viaje 2007
Viaje 2005
72
Valeria durante su paso por el establecimiento
siempre estuvo en el cuadro del honor.
Viaje 2007
Alumnos/as con mejor rendimiento
escolar. Viaje 2005
Viaje 2007
73
Formamos un grupo y organizamos una
escalada al cerro gigante.
Viaje 2007
Viaje 2007
Vista panorámica
desde el cerro
gigante. Se aprecia
gran parte del
pueblo de Hurtado.
Viaje 2007
74
Instalaciones del liceo
internado. En la parte
superior se distingue la
multicancha, los patios
interiores y todas las salas.
El dormitorio donde
Alojé se ubica aquí.
Viaje 2007
75
En mi viaje a la escuela de Las Breas
pude conocer a estos niños.
Viaje 2005
Viaje 2005
La imagen de la despedida.
Viaje 2007
76
VI. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
30
Los datos que componen este ítem corresponden a los cuartos años medios del 2007.
77
exclusión de la educación superior existiendo a nivel familiar un grupo minoritario
de jóvenes que asisten a dichas instituciones.
Resulta relevante señalar que aunque los niveles de escolaridad entre hombres y
mujeres son bastante similares, los espacios de trabajo productivo/asalariado se
configuran como instancias fundamentalmente masculinas con una leve
participación femenina (crianceras de cabras), situación que según un estudio de
la Universidad de Chile se fundamenta en imaginarios de género que ajustan los
roles y papeles sociales de las mujeres hacia el ámbito reproductivo en la esfera
doméstica (Contreras et al., 2004).
78
completaron la básica, finalmente, un 30% finalizó la educación media, de las
cuales la mitad se tituló de una profesión universitaria. En relación a las
actividades que desarrollan, sigue siendo mayoritario el grupo de mujeres que se
desempeñan como “dueñas de casa”, además, un grupo significativo realiza
actividades laborales asalariadas de corte formal como docentes del mismo liceo.
Por su parte en los hombres disminuye los casos que no han finalizado la
educación básica (35%), luego con un 35% los que consiguieron completar su
educación básica y un 30% que finalizó estudios medios y, solo un hombre que
egresó de la educación superior. Entre los padres, las principales actividades
productivas que desarrollan son: las actividades agrícolas, en la minería y en la
ganadería caprina; finalmente, existe un grupo que trabaja en forma independiente
y una minoría que realiza actividades profesionales.
32
Donde un 40% tiene un rango de ingresos mensuales que van entre los 300 hasta los 700 mil pesos (500 y
1.150 US Aprox.).
79
asimétricos de escolarización, con mayores o menores posibilidades de poder
legar capital escolar a sus hijos33.
Así se verificó que, la modalidad TP donde los padres presentan los más bajos
niveles de escolaridad la tendencia es que los alumnos luego de la práctica (con la
que obtienen su título técnico) se dividan en grupos que desean, primero: ingresar
al mundo laboral, en segundo lugar, realizar el servicio militar y, finalmente,
continuar estudios superiores. En este sentido, lo que a nuestro juicio resulta ser
preponderante para que estos estudiantes delineen trayectorias ligadas al mundo
laboral, tiene que ver con las presiones y demandas económicas que reciben para
apoyar la deficitaria economía familiar34, como también, las que surgen de su
deseo de independizarse del seno familiar35.
80
mayoritariamente adhieren con el discurso social que ve en la educación superior
el insumo necesario para integrarse satisfactoriamente a la sociedad. Asimismo,
los distintos jóvenes entrevistados37 distinguieron como elemento fundamental en
la formación de su discurso más proclive a la mayor escolarización, la actitud y la
esperanza que sus padres depositan (discursivamente) en la educación superior.
Cuestión que desde una visión holística confirma que la educación superior es
considerada por estos jóvenes como un vehículo en pro del mejoramiento de la
calidad de vida y la superación de los niveles de pobreza que viven los jóvenes en
la comuna38.
De esta manera, los datos recopilados permitieron evidenciar que según los
jóvenes la gran mayoría de sus padres se declaraban reacios a la posibilidad de
optar a becas y/o financiamiento estatal o privado, principalmente por: temor a
endeudarse por cifras que sobrepasan su presupuesto, pues la documentación
que se exige para los trámites no se consigue a tiempo, desconocen los valores
de las carreras, dudan de la capacidad de que sus hijos obtengan resultados
favorables, entre otros39. En este sentido, lo que se busca develar son las
37
Tanto en las entrevistas grupales como en las entrevistas realizadas el año 2007.
38
En este sentido, Sonia Zapata (2000) señala el rol que asume la educación para los jóvenes, en tanto se
constituye en una vía para ascender socialmente, de obtener reconocimiento y valoración social: “Para los
jóvenes rurales, al igual que para amplios sectores de la sociedad chilena, la educación representa un medio
de movilidad social, de ahí expresiones de “surgir” y de “ser alguien”, que conllevan una carga valórica
referida a un lugar de mayor reconocimiento y mayor valoración social” (2000: 48). Esta movilidad, estaría en
estrecha relación con un proyecto de vida alejado de las dinámicas rurales, es decir con “(...) la posibilidad de
salir del trabajo directo en el campo y de no continuar en la senda de los progenitores” (2000: 115).
39
Desde nuestra perspectiva, se interpreta esta situación como el afianzamiento en los padres de una lógica
económica (no monetarizada) anacrónica a los sistemas de financiamiento monetarizados. Situación que debe
ser argumentada considerando que: la formación de los estudiantes se ha desarrollo en un sistema
educacional eminentemente asistencial (internado), el que además se caracteriza por una baja participación
de los padres en la educación; De esta manera, cuando los estudiantes dejan el liceo aterrizan en un sistema
81
limitaciones que sufren estos jóvenes para acceder a los medios de financiamiento
ofrecidos por el estado, donde producto de esta actitud de renuencia y/o
desconfianza parental al sistema de financiamiento externo imperante, se reduce
la posibilidad de que los jóvenes con menos recursos puedan acceder a la única
forma de costear su anhelo de continuidad educacional.
educacional privado altamente monetarizado, donde no existe un apoyo similar al que se recibe en el liceo (de
carácter universal y extensivo), lo que genera en los padres una incapacidad de adaptación, poca confianza y
desinterés por un sistema que les provoca desconfianza y endeudamiento como consumidores-beneficiarios.
40
Según el informe sobre la educación en Chile (Brunner et al., 2005) el mercado norte (hasta región de
Coquimbo) posee una presencia relativamente significativa de IP y CFT en la matrícula regional (35%) lo cual
sólo se aprecia en el mercado centro sur.
41
En la misma proporción hombres y mujeres.
82
grupo será muy leve la diferencia entre matriculados en universidades e institutos
técnicos, además, las carreras elegidas mostrarán una heterogeneidad de áreas
de trabajo. Se verificó que un 66% de los estudiantes TP que desea continuar
estudios (luego de realizar la práctica profesional) tiene un hermano/a que ha
ingresado o egresado de la educación superior. A nuestro juicio, esta situación nos
muestra una tendencia, donde la mayor escolarización del hermano/a será un
aliciente para generar expectativas de continuidad de estudios en los estudiantes;
lo que a primera vista se interpreta como transformaciones en la formas de
generación de las juventudes rurales, las cuales históricamente han desarrollado
estrategias de reproducción más ligadas al trabajo (agropecuario, minero) que a la
continuidad educacional (Ghiardo y Dávila, 2005).
42
Donde la mayoría son varones.
43
En este sentido, Dávila et al., (2005: 105) plantean que: “quienes son hijos con madre o padre que no pudo
completar estudios superiores presentan niveles similares o incluso menores de apego al camino escolar.
Quizás la experiencia del fracaso en el padre o la madre podría estar detrás de un discurso desencantado
respecto a esta alternativa”. Por otro lado, los hijos de padres que completaron la educación media aumentan
(en relación a los que no la completaron) sus aspiraciones de continuar estudios superiores.
83
general de mayor referencia al camino de la escolarización que se esta viviendo
hoy en día en el agro, cuestión que nos obliga a pensar en las transformaciones
que vive la sociedad rural hacia estrategias de reproducción que se planean más
ligadas a la escolarización que al trabajo agropecuario no especializado.
84
1.2 VIVIR LAS JUVENTUDES EN EL LICEO: DE LO RELACIONAL A LO
IDENTITARIO
Como primer elemento, al asumir que la mayoría de los estudiantes que asiste al
liceo vive durante la semana en el internado ubicado en las dependencias de este,
es evidente reconocer que la interrelación cotidiana entre los distintos jóvenes,
impone una manera de vivir su juventud en clara referencia a las vivencias y
experiencias que allí se conjugan. De esta forma, aumenta la distancia de las
juventudes con el mundo de los adultos, tensionándose aún más por el hecho de
vivir internados en un espacio juvenil donde el grupo de semejantes reemplaza
con creces las funciones de socialización, vinculación y reconocimiento
tradicionalmente referidas en la familia. Desde esta perspectiva, las vivencias
dentro del liceo-internado, en las piezas que comparten con distintos jóvenes de la
comuna, con los amigos, compañeros y con todos los que pertenecen al liceo, se
constituyen en los espacios donde se vive más fuertemente el proceso de
construcción de su identidad.
44
Que comprende: “a un conjunto de jóvenes que se relacionan entre sí en torno a afinidades e intereses
comunes en un contexto particular determinado y durante un tiempo determinado” (Pezo, 2006: 508); a su vez
85
socializadores que más influyen en la identificación personal y generacional de los
jóvenes (Pezo, 2006). Ahora bien, es importante precisar que el grupo de
semejantes no se constituye en una entidad con límites rigurosos ni pertenencias
exclusivas de los miembros que los configuran (Ibíd.), pues muchas veces los
jóvenes transitan por los grupos con total libertad, estableciendo con algunos
mayores grados de pertenencia y aceptación que en otros.
Indagar sobre las expresiones y prácticas juveniles de los y las estudiantes del
liceo de Río Hurtado fue una labor que se asumió tenuemente en los años de
acercamiento al espacio educativo. Sin ser el tema central de la investigación, se
programa un re-conocimiento de los jóvenes en relación con algunos de los
elementos articuladores de su condición juvenil en el liceo, es decir, lo que los
personifica, es adjetivo y resulta más evidente a la hora de dar cuenta de estos
sujetos.
destacamos en cursiva la palabra semejantes que reemplaza al de pares, pues siguiendo las sugerencias de
Klaudio Duarte será el concepto de semejantes el que posea mayor sentido y comprensión a dicha relación.
45
“Culturas juveniles: hace referencia al conjunto heterogéneo de expresiones y prácticas socioculturales
juveniles” (Reguillo, 2000:18).
86
central de las pautas de identificación de género, los roles sexuales asociados a
cada grupo y las formas de grupalización de estos. Por lo tanto, los distintos
momentos del día donde los jóvenes interactúan grupalmente se vuelven
fundamentales para identificar los canales de homogenización de los gustos
estéticos, prácticas sociales y elementos identitarios de cada uno de estos
estudiantes. La gran mayoría de estas situaciones, momentos y contextos fueron
registrados fotográficamente, así en el período de la escritura se pudo reconstituir
algunos de estos recuerdos del trabajo de campo.
87
La música que se escucha y canta en las habitaciones del internado resulta ser la
materia prima que va moldeando el ánimo y ritmo diario, las letras de las
canciones que hablan sobre relaciones de pareja, sexualidad, diversión, y
“romanticismo cebolla”, entre otros tópicos, forman parte central de su manera de
representar lo juvenil (González, Y. 2007). A su vez, en el transcurso del día
seguirá siendo la música de los celulares y mp3s la que escolte a los jóvenes
(solos o en grupo), siendo el telón de fondo de las parejas y acompañando,
animando o deprimiendo a los estudiantes que habitan un espacio distinto al de
sus hogares46.
88
olvidemos que estamos hablando de estudiantes que viven su condición juvenil en
un territorio hormonal, de seres enamoradizos que buscan al otro (o al mismo)
género con el mismo ahínco devorador que tienen las cabras, las cuales llegan
hasta las más altas cumbres locales en busca del escaso forraje vegetal.
En el casino observo cada rostro de los alumnos que ingresan, los varones
almuerzan rápidamente, en silencio encorvados devoran la ensalada y el
plato de guatitas a la jardinera, al final conversan un poco, algunos piden la
repetición y la mayoría se marcha con el pan y el plátano en las manos; las
mujeres son un poco más locuaces, por momentos se detienen entre cada
cucharada a conversar, al final todos salen sin decir muchas palabras; los
estudiantes de cursos menores caminan cohibidos casi sin expresión, con
la mirada en el horizonte. En la vestimenta de los jóvenes predomina la
presencia del polerón con capuchón de distintas marcas, en casi todos los
casos acompañado de las zapatillas de skates y los peinados con mucho
gel, en general los jóvenes son delgados salvo contadas excepciones
(Cuaderno de campo, Agosto 2007).
89
obstante, las observaciones en terreno permiten reconocer que la eventual
sumisión o docilidad de los grupos de estudiantes derivará de la firmeza con que
se aplique la autoridad, como también de los grados de desobediencia con los que
pueda actuar un grupo para contradecir o deslegitimar la autoridad que los
cuestiona en su actuar48.
48
Se pudo constatar que los profesores y asistentes de la educación que aplicaban una mayor rigidez en el
control de ciertas conductas (como el uso de celulares en las salas o la disciplina en los patios) o actitudes
lograban mayores grados de obediencia por parte del grupo, sobretodo en lo que tiene que ver con el control
del desorden en las salas de clase; por el contrario, los profesores y asistentes de la educación menos
estrictos, en la mayoría de las ocasiones eran sobrepasados por el grupo de estudiantes, primando en
aquellos casos un generalizado desorden o desatención de los estudiantes para las actividades que se
realizaban en el aula o en otras dependencias del establecimiento; en este sentido, el grupo sabía con quién
se podía sobrepasar y con quién tenía que tener más cautela.
90
encontrarnos con jóvenes siendo los rostros de adultos o ancianos lo más
recurrente, no obstante cuando se accede al precordillerano pueblo de Hurtado se
puede tropezar a lo largo del camino con distintos grupos de estudiantes que
deambulan por las instalaciones pertenecientes al liceo. Esa gracia generacional
actúa como imán, es muy habitual que en las afueras del liceo nos encontremos
con jóvenes residentes de la localidad que se dirigen a conquistar a alguna de las
estudiantes; en el caso de tener éxito pasarán a formar parte de los “chupa reja”,
personajes que según la jerga local permanecen largas jornadas pololeando
(cortejando a) con sus parejas a través de los alambres.
Otra dimensión que nos interesó indagar dice relación con el manejo de los
estudiantes de las denominadas “herramientas de la modernización”.
Fundamentalmente, se buscó conocer hasta que nivel los estudiantes rurales
“poseen una mayor cercanía con las “nuevas tecnologías de comunicación e
91
información”” y, en que medida su “uso constituye una práctica sociocultural
relevante para comprender a la juventud” (INJUV, 2006: 248).
49
Se advierte al lector que dicha propuesta no representa una posición de “devoción” frente a las nuevas
tecnologías y su papel en la práctica educativa, sino que adhiere con los planteamientos de Ezequiel Ander-
Egg por hacer un “uso razonable, equilibrado y creativo de las nuevas tecnologías” (2001: 54-56).
92
presencia de computador y conexión a Internet en el hogar y, el manejo de
programas computacionales50.
A nivel general, los datos producidos por la investigación nos permiten revelar la
presencia de un 77,1% de estudiantes (HC Y TP) con bajos niveles de acceso a
las herramientas de la modernización, el que se limita al uso regular del teléfono
celular. Por otro lado, sólo ocho jóvenes poseen un computador en su hogar (22,
9%) y seis de éstos tienen conexión a Internet (dos de los cuales no viven en la
comuna). Además, no existe ningún caso que señale tener un manejo fluido del
inglés y es mínima la cantidad de estudiantes que manifiesta entender y tener un
dominio escrito del idioma.
Una primera entrada al tema, nos presenta los bajos niveles de integración a los
procesos modernizadores de los estudiantes en sus hogares, hecho que nos
revela el papel que está jugando actualmente el liceo como instancia de
redistribución del acceso a las nuevas tecnologías (Dávila et al., 2005; Cristancho
et al., 2008) de mayor costo y acceso para las familias rurales, como lo son el
computador e Internet51. De esta manera, será principalmente en el liceo donde
los jóvenes aprendan a utilizar y familiarizarse con los distintos programas
computacionales, como también para tener un “eventual acceso” a la red.
50
Nos referimos a la reflexión de distintos estudios, tales como: INJUV, 2007; PNUD-INJUV, 2003; Dávila et
al., 2005, entre otros.
51
Otras instancias de acceso gratuito a las nuevas tecnologías que se encuentran en la comuna corresponde
al Infocentro de la INJUV ubicado en la localidad de Pichasca. Por otra parte, la aparición de negocios (ciber)
y casas particulares que ofrecen servicios de Internet, han producido una presencia cada vez mayor de dichas
tecnologías en la comuna.
93
entre otros); además, definen que su conocimiento en dichas tecnologías es
limitado, es decir, se reconocen como usuarios con un nivel básico de experticia.
El grupo de jóvenes restantes se divide en: estudiantes con una baja cercanía y
dominio, que presentan un mínimo interés por su uso (en algunos casos con temor
a provocar daños en los equipos), en contrapartida con jóvenes con tienen una
alta sintonía y dominio informático, los cuales habitualmente se localizan en la sala
de computación y, que son los encargados de proporcionar una orientación a los
compañeros menos diestros en la materia. Por otra parte, no se observan
diferencias sustantivas entre los géneros respecto a un mejor o menor manejo de
estas herramientas, no obstante los datos apuntan a situar a los estudiantes TP en
el grupo con menor cercanía y dominio informático52. La cantidad de programas
conocidos por los estudiantes va desde tres hasta catorce programas, donde
sobresale el paquete de Office, los reproductores de música, el antivirus, el
grabador de CD, entre otros. Finalmente, será mayor el número de estudiantes de
la modalidad HC que posee correo electrónico (60 %), respecto de sus
compañeros TP (33 %), para ambos casos la compañía de mensajería elegida
será Hotmail.
52
Situación que puede verse condicionada en este grupo por la precaria situación socioeconómica que limita
la mayor familiarización de éstas tecnologías al interior de los hogares.
53
La velocidad de conexión telefónica con la red es de 200 Kb, el cual debe ser compartida por siete equipos.
94
En este sentido, Ghiardo y Dávila (2005) sostienen que:
Sin estar en desacuerdo con tal planteamiento, es legítimo cuestionar que hoy en
día Internet (consideran las dificultades para la conexión) se constituya en un
método eficaz para planificar-proyectar-imaginar los posibles caminos
postsecundarios de los estudiantes del liceo54. No obstante, se cree que en los
próximos años se cumplirá lo manifestado por Ghiardo y Dávila,
sobretodo considerando el irreversible avance de la tecnología y la comunicación
lo cual modificará las formas de comunicar y adquirir la información que tienen
actualmente los jóvenes del campo. Esta situación a corto plazo producirá un uso
más extensivo de las herramientas de modernización como canales que permiten
imaginar un futuro en las juventudes riohurtadinas del siglo XXI.
95
artefacto de ritualidad propiamente juvenil que genera un reconocimiento social
entre los semejantes. En definitiva, elementos que para nuestro caso son
fundamentales de analizar, sobretodo cuando el objetivo es dar cuenta de las
relaciones que se tejen entre las juventudes y la telefonía celular.
Se debe decir que la irrupción masiva del uso del celular en el liceo es reciente,
pues antes del año 2007 era un aparato poco común entre los estudiantes. Hoy en
día, si nos detenemos a observar a los estudiantes, no importando la hora, el
lugar, si están solos o en grupo, lo más probable es que estén haciendo uso de
algunas de las funciones de su celular.
55
Para María Victoria Martín (2006) esta situación implicaría que: “(…) los celulares establecen nuevos ritos
que, con sus nuevos sentidos y significaciones, transforman las rutinas y las energías del orden establecido
en la Modernidad en la distinción entre lo público y lo privado”.
96
A continuación, se exponen dos componentes que moldean la imagen social de lo
juvenil en el liceo, que se exhibe a partir de sus “(…) preferencias, gustos
musicales y estéticos reflejados en sus atuendos (…)” (González, Y.: 2007: 11).
En nuestro caso, los medios asumidos por las juventudes para interrelacionarse
generacionalmente, confiriéndoles una visualización y distinción identitaria, se
muestran-expresan más comúnmente a partir de la adopción de una imagen o
estética particular que da cuenta de su adscripción a alguno de los estilos
juveniles referenciales a su generación. Las estéticas y bienes musicales que
forma parte de las expresiones de las juventudes rurales emergen a partir de un
proceso de hibridación de contenidos exógenos y endógenos56, conformando un
cóctel estilístico particular que se constituye en una forma explícita de afirmación
de la condición juvenil en el agro.
En este sentido, es que se reconoce que hoy en día los estudiantes rurales son
consumidores voraces de estilos musicales y modas de vestir que provienen de
las culturas juveniles urbanas, las que por distintas vías les imponen un “deber
ser”57 mediante la adscripción de pautas de consumo, estilos musicales, etc.
Ahora bien, luego del proceso de hibridación de contenidos (exógeno-endógeno)
surge la selectividad-identificación de los jóvenes con ciertos “estilos o estéticas
juveniles”, los cuales se van incorporando grupal o individualmente en su vida
cotidiana58.
Hecho este preámbulo, serán los propios estudiantes de cuarto año medio los que
describirán los gustos musicales y estéticas juveniles presentes en los estudiantes
del liceo. Así, al grupo de jóvenes se les consultó ¿cuáles eran los estilos juveniles
56
Génesis dual constituida por un componente exógeno -las culturas juveniles urbanas que atraviesan todas
las fronteras- y otro componente endógeno –los contenidos socioculturales propios de la zona de origen.
57
En un contexto mayor Sergio González R. (2006) manifiesta que la emergencia de nuevos imaginarios en la
ruralidad que imponen a los ciudadanos del agro formas de representación social, involucra un “deber ser” en
concordancia con los modelos dominantes que dicta la globalización.
58
En Oficio de Fotógrafo se expone algunas de estas estéticas presentes en los estudiantes del liceo.
97
más comunes en el liceo?, obteniéndose las siguientes respuestas: para Yimi (4
HC) los más comunes son los “normales”, los cuales se visten con el clásico jeans
con la chaqueta, que escuchan reggeton, cumbias y rancheras; él señala que
también hay otros que pertenecen a grupos punk, hardcore, heavy metal, a todos
esos grupos. Por su parte, Ismael (4 TP) plantea que la mayoría son normales, los
reggetoneros, los salseros, los cumbieros, sin embargo, no estaría de acuerdo en
definirlos como estilos consolidados sino que mezclas de estilos. Valeria (4 HC)
avanza hacia una definición de “los niños” a los que designa como: más
cumbieros, pero son como snob pues se dejan llevar por cualquier moda, como el
axe, cumbia, románticos, son todos los jóvenes así. Una visión más crítica de los
estudiantes la tiene Solange (4 HC) quién se refiere a las mujeres como: mente
grupo, donde lo que viene de afuera les pueden parecer ridículo o lo adoptan en
masa; o lo toman o se burlan, de esta manera plantea que, no hay un estilo
definido o llega algo de moda y se queda por un tiempo, llega otra cosa y todos
cambian, nadie mantiene una postura.
98
suena habitualmente en los patios. Por otro lado, las vías de influencia/ingreso de
las estilos musicales se realizan por contacto directo o indirecto; por ejemplo, los
estudiantes que provienen de Ovalle actúan como vehículos de contagio de los
ritmos musicales y estéticas de moda; otra de las vías de mayor impacto en el
arribo de estilos musicales urbanos, depende del flujo comunicacional permanente
de los medios de comunicación de masas (televisión nacional y satelital, radio,
telefonía celular e Internet en un menor grado) como re-localizadores de la cultura
y los estilos de vida urbanos a los espacios rurales.
Una revisión de los gustos estéticos de los estudiantes revela que a nivel general,
los jóvenes se visten privilegiando la ropa que anuncia claramente las marcas
deportivas más conocidas del mercado. Así, es habitual que dentro del horario de
liceo los varones utilicen elementos complementarios al uniforme, donde se
destacan los: polerones con gorro, chaquetas, poleras deportivas y zapatillas; por
su parte, aunque las mujeres mantienen un canon de mayor apego al uniforme,
persisten la tendencia a integrar otras prendas como los polerones, chaquetas y
zapatillas, como elementos particulares de recambio del uniforme escolar.
Desde esta perspectiva, se destaca que dentro del horario libre los estudiantes
buscan notoriedad a partir del uso de sus prendas favoritas, las cuales expresan
su cercanía con ciertos estilos juveniles urbanos o simplemente con el uso de
prendas deportivas de mayor prestigio. En este sentido, no es común para la gran
mayoría de los jóvenes utilizar con rigor algunos de los atuendos más usados por
las microsociedades juveniles59 citadinas60, siendo lo más habitual que se haga
59
Se postula que el uso conceptual del término “microsociedades juveniles” acuñado por Feixa para referirse a
una diversidad de experiencias que integran el concepto de “culturas juveniles” (1999) es el más atingente
para la caracterización de los estilos juveniles. En este sentido, las microsociedades juveniles expresan de
manera precisa a los conglomerados de individuos que constituyen estilos de vida que se asocian a
99
alusión o guiños a estas colectividades con el uso de ciertos elementos icónicos o
referenciales a éstas (poleras, chapitas, parches, etc.). Por último, cabe destacar
que en el último año (2007-2008) los jóvenes han sido influenciados masivamente
por el estilo-moda urbana “pokemon”.
adscripciones musicales, discursos y/o ideologías, que se localizan principalmente en el tiempo libre de las
juventudes. Todas estas expresiones juveniles se definen hoy en día con un facilismo por los medios de
comunicación de masas bajo el concepto de tribus urbanas, y que a un nivel académico se delimitó bajo el
vapuleado concepto de subcultura.
60
Se hace referencia por ejemplo a: los Metaleros, Hiphoperos, Punkis, Emos, Góticos, Pokemones,
Rastafaris, entre otros grupos.
61
La que es más fuerte entre los estudiantes provenientes de las localidades del secano, como también del
interior de los interfluvios y las quebradas y, de las zonas precordilleranas.
62
Debemos manifestar que el imaginario del mundo campesino no deja de ser un sistema de referencia
contradictorio para los jóvenes, pues aunque se integre como parte de su identidad, para muchos
representará situaciones o modos de vida que se desean desechar y, que se asocian con la pobreza, el atraso
y la falta de oportunidades presente en la comuna.
100
basada en “la tradicionalidad patriarcal que aún hegemoniza la cultura local”
(PADEM, 2008: 30).
Para cerrar este capítulo, es necesario aclarar que está rápida pincelada por las
expresiones y prácticas juveniles dentro del liceo tuvo la finalidad de reconstituir el
escenario sociocultural que encuadra la vida de los estudiantes. Los distintos
elementos que se presentan nos obligan a reconocer que las juventudes rurales
viven un proceso muy dinámico respecto de la conformación de su identidad, en la
cual se articula un proceso de selectividad-identificación con los contenidos
endógenos y exógenos que transitan por las arterias de la ruralidad. En este
sentido, la identidad juvenil-rural amalgama “la tendencia a la homogenización
sociocultural dictada por la modernidad” con los contenidos del “micro-espacio”
local63 (González, S. 2006: 22). Una caracterización de lo expuesto anteriormente
revela que nos encontrarnos con juventudes que reconocen una pertenencia al
mundo rural de acuerdo a su participación interactiva con las expresiones y
prácticas que acontecen en la comuna, las que al mismo tiempo, se
interrelacionan cotidianamente siguiendo algunos de los códigos y expresiones
estilísticas de las culturas juveniles urbanas.
63
El trabajo de Sergio González (2006) proclama la construcción de “nuevas identidades culturales” rurales,
que se generan a partir de una apropiación de los contenidos de la modernidad (macro-espacio), pero que se
conforman con mayor identificación en función del micro-espacio (rural). Por nuestra parte, el análisis nos
muestra que la configuración de la identidad juvenil rural se proyecta dinámicamente entre los dos contenidos
pero con una mayor influencia del macro espacio.
101
2. PROYECCIONES POSTSECUNDARIAS DE LOS ESTUDIANTES DE RÍO
HURTADO
64
Para Dávila esto nos remite a un análisis temporal y territorial concreto: “(…) el cómo los diversos jóvenes
viven y experimentan su condición de jóvenes, en un espacio y tiempo determinado” (Dávila, 2004: 98).
102
esta perspectiva, se hace necesario señalar la relación sinérgica entre ambos
cuestionamiento, donde la posibilidad de concreción de las proyecciones futuras
de los jóvenes se liga, refuerza y finalmente, justifica su disposición e interés por
emigrar de Río Hurtado, producto de las pocas posibilidades que ofrece la comuna
para realizar los diversos caminos imaginados. Justamente, este estudio refuerza
los planteamientos de Pezo (2005) al reconocer que en Río Hurtado predominan
factores de expulsión de la juventud escolarizada, donde se conjugan
dinámicamente las motivaciones personales de la juventud (que a continuación
serán explicitadas) y, las motivaciones sociales que se generan por la situación de
desequilibrio socioeconómico y ecológico de la comuna. Una primera mirada a
estos datos nos hace pensar que la migración es un proceso estructural de
desplazamiento de las juventudes, el que según Durston (1996) nos remiten a las
distintas estrategias de vida trazadas por los jóvenes para una inclusión social. En
definitiva, en este apartado se exponen e interpretan los resultados del proceso
investigativo el cual se dirige a proporcionar un tratamiento descriptivo respecto de
las aspiraciones educacionales y/o laborales de los y las jóvenes que egresan de
educación secundaria en la comuna de Río Hurtado. Como se planteó
anteriormente, en la construcción del texto se incluyen las diferentes técnicas de
producción de información aplicadas durante las prospecciones a terreno, las
cuales desde un enfoque predominantemente cualitativo dan respuesta a la
temática en estudio.
103
2.1 ANHELOS POSTSECUNDARIOS
65
Expresión utilizada por Dávila et al., 2005.
104
HC), manifiestan una distinta apertura o afinidad con una continuidad educacional,
mostrando asimismo, una orientación específica entre un camino técnico o uno
universitario66. Es pertinente aclarar que los datos generados por cada instrumento
metodológico generan datos complementarios, los cuales dan cuenta a su vez de
dos grupos de jóvenes que presentan anhelos postsecundarios diferentes, en este
caso no se buscó privilegiar una comparación entre ambos momentos sino más
bien ampliar el análisis según cada caso expuesto.
“Yo lo que quiero hacer después de egresado de cuarto medio sería especializarme
en algo que fuera relacionado con el área agropecuaria como puede ser veterinario
o apicultura”. (Estudiante 3° año TP).
66
Distintos autores -para el caso urbano- nos muestran como la modalidad educativa marca las preferencias
sobre esta tendencia postsecundaria, donde la elección de carreras técnicas será más frecuente para la
modalidad TP y, las carreras universitarias por parte de la modalidad HC (Martinic y Sepúlveda, 2002; Dávila
et al., 2005).
105
“En primer lugar titularme como técnico agropecuario. En segundo lugar continuar
mis estudios superiores como ingeniero civil ambiental o ingeniería en mina”.
(Estudiante 4° TP).
Cuadro 1
Proyecto postsecundario por modalidad de enseñanza
Estudiantes del 2007
Proyecto postsecundario Modalidad
Técnico profesional Científico humanista
Continuar estudios 20,0 80,0
superiores
No lo tengo claro 6,7 0
Insertarse en el mundo 33,3 10,0
laboral
Realizar el servicio militar 33,3 0
Trabajar, luego estudiar 6,7 5,0
Preuniversitario 0 5,0
Total 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia
106
profesionales que presentan entre sus mayores anhelos postsecundarios el
ingresar al mundo laboral y, el realizar el servicio militar67.
En relación a las carreras universitarias que los jóvenes del 2004 anhelaba cursar,
se destacaron: psicología, educación parvularia, medicina, trabajo social,
agronomía, veterinaria, ingeniería y derecho. Entre las mujeres la carrera más
solicitada fue la de educación parvularia. En cuanto a los varones, se repitió con
mayor fuerza la carrera de veterinaria y agronomía. Por su parte, los estudiantes
del 2007 fueron menos proclive a este tipo de carreras, existiendo una
concentración de las preferencias en las mujeres de la modalidad HC, donde se
destacaron las carreras de: pedagogía en matemáticas, enfermería, educación
diferencial y, veterinaria en el caso de una alumna de la modalidad TP.
67
Cabe señalar que en las páginas posteriores se irá completando el análisis de las demás tendencias
postsecundarias antes citadas, dejando a continuación un espacio para profundizar sobre el anhelo de
ingresar a la educación superior.
107
Para ambos casos, los estudiantes fijan su interés principalmente en las
universidades de la región de Coquimbo y Antofagasta, lo cual facilita que la
migración estacional que desarrollen en su estadía en dichas ciudades, se
transforme en una migración indefinida de la comuna producto de las pocas
posibilidades que esta les brinda para el ejercicio profesional de sus carreras.
Por su parte, la demanda por continuar carreras técnicas nos remite a un grupo de
estudiantes con expectativas de desarrollar una formación técnica que asfalte
rápidamente su camino para conseguir fuentes laborales. En definitiva, los anhelos
postsecundarios de estos jóvenes reflejan un habla que postula una mayor
urgencia respecto del ámbito laboral, demostrando que para ellos y ellas la
dimensión laboral se constituyen en uno de los elementos centrales del ciclo vital
juvenil (Duhart, 2004).
Dentro de las carreras técnicas que se presentan con bastante fuerza entre las
prioridades de los estudiantes, se encuentran: maquinaria pesada, técnico en
turismo, técnico agrícola, mecánica, cocina internacional, secretariado ejecutivo
computacional, técnico en educación especial, prevención de riesgos, asistencia
judicial, entre otras. Se acentúan entre los hombres las carreras técnicas con un
nicho laboral consolidado, el cual históricamente tiene como foco a la gran minería
del norte grande (Contreras et al., 2004; Pezo, 2005). Entre las mujeres las
carreras aluden a una migración indefinida hacia los principales centros
comerciales y productivos regionales, como Ovalle, La Serena y Coquimbo, como
también, en las conversaciones fueron señaladas las ciudades de Santiago,
Antofagasta e Iquique como posibles lugares de residencia.
108
“Yo tengo pensado estudiar maquinaria pesada y al estudiar eso tengo que salir de
la comuna y buscar en otros lados. Y eso es lo que quiero yo”. (Estudiante 3° año
HC).
“Yo al salir de cuarto medio quiero seguir estudiando para poder surgir y ser alguien
en la vida. Mi meta es estudiar turismo, pero si no lo puedo hacer, tengo que
trabajar para ser independiente y tener mis propias cosas” (Estudiante 4° año HC).
68
Como se planteó en el capitulo anterior, esta es una situación que abarca tanto las experiencias biográficas
familiares de los hermanos que han estudiado en tales centros, como también de otros jóvenes que se han
incorporado a dichos CFT.
69
Situación que se analiza en: Condiciones de origen-estructurales de los estudiantes
109
Ahora bien, las carreras técnicas señaladas por los jóvenes de la promoción 2007
circunscriben al análisis realizado anteriormente, mostrando una recurrencia en
carreras como: maquinaria pesada, mecánica, prevención de riesgos, cocina
internacional, asistencia judicial, además, de otras carreras tales como, técnico
forestal, diseño gráfico, programador en 3D, constructor civil, químico laboratorista
y programador analista informático. Asimismo, a este grupo de estudiantes
también se les consultó respecto de los principales puntos que tomarían en cuenta
a la hora de elegir su carrera. El resultado fue que los estudiantes de ambas
modalidades señalaron a la vocación como primer razonamiento70 para elegir una
carrera, sin embargo, se demuestra más adelante que los criterios que aluden a
una juicio más instrumental respecto a la elección de la carrera71, son los que
tienen un mayor peso en estos jóvenes a la hora de pensar una carrera
universitaria o técnica.
Se destaca de la lectura de los testimonios dos motivaciones por las cuales los
estudiantes desean continuar estudios superiores, en primer lugar, para acceder a
mejores oportunidades de trabajo y, en segundo lugar, para surgir y mejorar la
calidad de vida. A continuación se abordan sucintamente cada una de ellas.
“Me gustaría seguir estudiando para tener un trabajo mejor y más oportunidades en
la vida y en lo laboral”. (Estudiante 4° año HC).
70
Es decir, la opción que señala que la carrera elegida debe ser afín con sus habilidades e intereses.
71
Criterios como: el campo laboral de la carrera y, los beneficios económicos que otorga la misma.
110
“Yo lo principal que quiero es seguir estudiando para ser otra persona más adelante.
Para lograr mi propia fuente de trabajo. Lo menos que me gustaría es andar
mendigando y pidiendo por favor trabajo”. (Estudiante 3° año TP).
En general, los estudiantes (TP y HC) señalan como uno de los atributos
principales de la educación superior el concederles en un futuro una realización
laboral, dejando de manifiesto que la motivación por ingresar a la educación
superior se sustenta sobre una orientación instrumental del logro de fines
laborales concretos72.
Otro de los motivos presentes en los relatos dice relación con la posibilidad de
surgir, de realizarse personalmente y de mejorar la calidad de vida. La educación
superior para estos jóvenes representa en su imaginario un instrumento para
satisfacer sus expectativas de una mejor calidad de vida 73, pues desarrolla en
ellos un conjunto de capacidades y habilidades que le reportan mayores
competencias laborales. En definitiva, los jóvenes al situarse en el futuro refuerzan
el polo instrumental de la educación superior apostando a que ésta se constituirá
en un potenciador de un proyecto de vida exitoso.
“¿La importancia del CFT?, especializarse más, ser alguien más, o sea, ser mayor
y al momento de ejercer la fuente laboral, tener un trabajo mejor y más digno, con
un buen presupuesto”. (Estudiante 3° TP).
72
Sergio Martinic y Leandro Sepúlveda (2002) manifiestan con respecto a la representación de los jóvenes
frente al trabajo dos orientaciones que le permiten planificar su futuro, una instrumental que coloca al trabajo
con medio para conseguir fines concretos y, otra expresiva que se relaciona con un conjunto de capacidades
que no aluden a la satisfacción de necesidades materiales urgentes.
73
Como lo señalan Durston, Zapata, Martinic y Sepúlveda anteriormente citados.
111
“Yo al salir de cuarto medio quiero seguir estudiando para poder surgir y ser alguien
en la vida. Mi meta es estudiar turismo, pero si no lo puedo hacer, tengo que
trabajar para ser independiente y tener mis propias cosas” (Estudiante 4° año HC).
“Trabajar para estudiar y ser una persona con mejor calidad de vida. Un futuro
mejor, más aliviado”. (Estudiante 4° TP).
Desde una perspectiva más global, se puede establecer citando a CEPAL (1996)
que los anhelos postsecundarios de este grupo de estudiantes, nos presentan un
tipo de proyecto personal que contiene las aspiraciones de muchos jóvenes
rurales que muestran la internalización de la modernidad, la cual es dimensionada
como meta a seguir según la adhesión de nuevos patrones valorativos y
cognoscitivos de la realidad, sin embargo, en muchos estudiantes no existen una
conciencia e información de las condiciones mínimas para conseguirlos, lo que
finalmente (..) se refleja en la distancia existente entre las metas a las que aspira y
los caminos reales de inserción (CEPAL, 1996: 253).
74
Zúñiga (2000) constató que en Río Hurtado las personas que cuentan con estudios medios completos se
constituyen en un grupo específico que mayoritariamente planificaría una estrategia de migración indefinida de
la comuna.
112
En este sentido, el proyecto personal esgrimido por estos estudiantes, desde el
análisis de la CEPAL se constituye desde una cultura de expectativas que emerge
vinculada a las interacciones con la modernidad (Ibíd.), situación que en definitiva
genera un proyecto personal que se encuentra más alejado de la cultura de
pertenencia que se identifica tradicionalmente con la cultura campesina75.
Desde nuestro punto de vista, son al menos dos situaciones las que se vuelven
gravitantes sobre la decisión de los jóvenes para potenciar una experiencia laboral
inmediata.
La formación dual
113
las empresas ya conocidas o el incorporarse como un trabajador asalariado
calificado en otras empresas agropecuarias. Se observa entonces, que los
estudiantes TP al egresar del liceo planifican una inserción laboral a corto plazo, lo
que demuestra su apertura y predisposición hacia el trabajo en el área vocacional
elegida. Esta situación a juicio de Martinic y Sepúlveda (2002) refleja que tales
estudiantes (versus sus pares HC) tienen mayores herramientas concretas para
iniciarse prontamente en el mundo laboral.
En segundo término, es el caso de los jóvenes que una vez egresados del liceo 76
transforman su condición de estudiante a la de fuerza de trabajo familiar,
principalmente producto de las presiones económicas del frágil sistema económico
campesino/ganadeno, lo que los obliga a trabajar (internamente y/o externamente)
rápidamente para generar ingresos. Además, si posicionamos al trabajo en la
perspectiva personal de los jóvenes, este se constituye en una forma para generar
dinero que les permite la satisfacción de distintas necesidades inmediatas (como
costear sus gustos, vestimenta, ocio, etc.) lo que produce en los jóvenes una
sensación de emancipación; constituyéndose a largo plazo en la manera de
propiciar una independencia económica y social de sus familias.
Los testimonios que a continuación se presentan, dan cuenta del papel que asume
el trabajo en su generalidad, donde se establece como una posibilidad para reunir
dinero, independizarse y para costearse estudios superiores.
“Me gustaría trabajar para poder tener mi dinero”. (Estudiante 3° año HC).
76
Que para nuestro caso, se constituye en un sistema eminentemente asistencial, que entrega a los
estudiantes alimentación, educación y albergue a la gran mayoría durante toda su estadía en la educación
media.
114
“Me gustaría mucho estudiar ya que hoy el cuarto año no sirve de nada, pero
posiblemente por los recursos económicos no se pueda y en ese caso optaría por
trabajar”. (Estudiante 4° año HC).
“Trabajar para estudiar y ser una persona con mejor calidad de vida. Un futuro
mejor, más aliviado”. (Estudiante 4° TP).
“Trabajar y ser independiente de una vez, para así poder hacer y realizar las cosas
que me gustan y también tener una mejor situación más adelante”. (Estudiante 4°
año HC).
“Ejercer mi carrera y tener el cartón y empezar a trabajar o quizás seguir estudiando
dependiendo de lo que viene a futuro”. (Estudiante 3° año TP).
Dentro de esta lógica es importante revelar que muy a pesar de las triunfales
expectativas de conseguir un trabajo estable que propicie y financie una carrera
universitaria o técnica, se observa que contrariamente distintos autores señalan
que la tendencia de la economía agraria es provocar una creciente proletarización
77
Como lo plantean Ghiardo y Dávila este es un grupo de jóvenes que “posterga la (condición) de estudiante
y asume la de trabajador, para luego volver a la de estudiante. Este tipo de fenómenos están a la base del
concepto de trayectoria yo-yo que hace un tiempo viene planteando Pais cuando intenta dar cuenta de los
formatos de juventud que van y vuelven de una condición a otra” (2005: 63).
115
(González, Y. 2007), siendo ofrecido en la mayoría de los casos trabajos de
carácter temporal, que propician la independencia, la movilidad social y un ingreso
pronto por parte de los jóvenes, pero que asimismo se constituyen en trabajos que
generan inseguridad, dependencia, que son mal pagados y agotadores (Duhart,
2004), es decir, “(…)“un futuro precario en términos laborales” (…)” (Bonfil, 2001:
528); tales características se constituyen finalmente en obstáculos para desarrollar
una posterior incorporación a la educación superior, impidiéndoles a estos jóvenes
volver a su condición de estudiante según las condiciones actuales de empleo que
se ofrecen en el ámbito rural.
“Buscar una buena fuente laboral para realizar mi práctica técnica agropecuaria y a
la vez adquirir de allí todos los conocimientos que sean necesarios para realizar mis
proyectos personales y laborales, etc.”. (Estudiante 4° TP).
“Quiero hacer mi práctica y adquirir conocimiento que me falten para trabajar con mi
título, después trabajar”. (Estudiante 4° TP).
“Realizar mi práctica profesional y después seguir trabajando para después tal vez
poder seguir estudiando más adelante”. (Estudiante 4° TP).
78
Según un artículo de Miranda (2007) alrededor del 80% de los estudiantes técnicos profesionales chilenos
al egresar del liceo realizan la práctica profesional.
116
“Bueno, en primer lugar hacer la práctica para poder tener el título de técnico
agrícola y no quedarme inactivo, sino que seguir haciendo cosas como seguir
estudiando o trabajando”. (Estudiante 3° año TP).
117
2.1.4 Estudiantes que desean realizar el servicio militar
Una de las principales razones indicadas por los jóvenes para justificar su
inscripción como voluntario en las fuerzas armadas, tiene que ver con las
posibilidades de perfeccionamiento ofrecidas en los cursos de capacitación (como
computación, mecánica, entre otros), los cuales pueden transformarse en futuras
oportunidades de trabajo. En este sentido, los testimonios de los jóvenes subrayan
que el servicio militar ofrece a los jóvenes una diversificación de sus posibilidades
de empleo y conocimiento.
Por otro lado, también se destacó entre los estudiantes el hecho de que el servicio
militar se constituye en una experiencia interesante por realizar, tanto por tratarse
de una vivencia que les permitiría ensayar cosas nuevas y, que además, se
118
constituye en un buen aprendizaje para los jóvenes que desean ingresar a las
fuerzas armadas o de orden.
Ahora bien, desde nuestro punto de vista son al menos dos situaciones las que
nos permiten interpretar la emergencia de esta tendencia postsecundaria entre los
jóvenes de la modalidad TP79.
En primer lugar, se destaca el hecho que los jóvenes todos los años reciben la
visita de uniformados al liceo (militares y carabineros), que en conjunto con
realizar una charla respecto de las oportunidades que se abren para los jóvenes
con el servicio militar, les presentan los cursos de capacitación y formación a los
cuales pueden acceder, para finalmente invitarlos a inscribirse en el mismo
establecimiento. Según la orientadora, tal información resulta atractiva para los
jóvenes principalmente porque se les entrega directamente, cuestión que involucra
un proceso interactivo de propaganda donde se apela a que los jóvenes imaginen
las vivencias que podrían tener en las instituciones militares.
79
Se debe reconocer que la información recopilada no nos permite profundizar sobre el hecho de que esta
tendencia se exprese mayoritariamente en los alumnos de la modalidad TP y no en los jóvenes de la
modalidad HC, sin embargo, algunas de las variables que pueden estar influyendo en este grupo pueden ser:
que en general provienen de las familias de más escasos recursos, y además, que más del 60% de los
estudiantes TP tiene un rendimiento escolar bajo (ver anexos Gráfico 3) lo que se puede interpretar con
mayores cuotas de incertidumbre frente al futuro (Ghiardo y Dávila, 2005); por lo tanto, tales estudiantes
enfilan sus aspiraciones sobre el camino militar, el cual en el papel aparece como el más factible de acceder.
80
Buen momento que se destaca en un pequeño artículo de la revista Qué pasa (2007, N° 1904: 4), donde se
utiliza un juego de palabras para aludir que Oscar Izurieta (Comandante en jefe del Ejercito) sería el “fan N° 1
del reality, esto producto que: “Este año y tras la transmisión del reality, el proceso de reclutamiento para el
Servicio Militar por primera vez logró un 100% de conscriptos voluntarios, con la selección de 14.400 hombres
y 100 mujeres, de entre más de 40 mil postulantes”.
81
Esta situación se pudo constatar de forma directa e indirecta con los estudiantes, los cuales manifestaron
que dicho programa era uno de los más seguidos por los jóvenes y sus familias.
119
por manifestar que, más que interpretar este fenómeno desde una relación causa-
efecto nos interesa reconocer la influencia de la espectacularización de la
actividad militar trasmitida por la televisión y, cómo esta puede potenciar la
proyección de una carrera militar en los jóvenes.
En último lugar, nos encontramos con los jóvenes que declaran tener otro tipo de
planes luego de egresar del liceo. Los datos entregados por la encuesta social
(Cuadros 1 y 2) muestran una escasa cantidad de jóvenes dentro de este grupo,
integrado por jóvenes que no tienen claro lo que piensan hacer en su futuro, cómo
también quienes planean realizar un preuniversitario o tener un año sabático82.
Entre el grupo de los estudiantes que no tiene claro lo que piensan hacer, aunque
se proyecta la posibilidad de trabajar o estudiar, ambos caminos deseados, no
obstante, los estudiantes admiten una postura de mayor inseguridad frente a sus
reales posibilidades de concreción de tales anhelos.
Aunque resulte obvio, será necesario destacar que cuando los estudiantes
declaran estar o no convencidos (mental o discursivamente) respecto de un
camino postsecundario, debemos recordar que la decisión se proyecta desde el
terreno de la virtualidad y la potencialidad, donde los anhelos, esperanzas o
sueños son cotejados con las posibilidades que los jóvenes atribuyen a que estos
caminos se logren.
82
No deja de llamar la atención el hecho de que para estos jóvenes, la opción de planificar un año sabático
luego de su egreso del liceo no tenga presencia en sus testimonios, por el contrario lo más común será que
frente a esta posibilidad los jóvenes manifiesten una obligación personal a emplearse como fuerza de trabajo
familiar o asalariada, sin dejar espacio a este período de “descanso juvenil” que entre los estudiantes citadinos
se plantea con mayor frecuencia.
120
3. ESTUDIANTES CON MEJOR RENDIMIENTO
Al enfocar el lente sobre los estudiantes con alto rendimiento se pudo comprobar
que se trataba de un pequeño grupo constituido sólo por mujeres, las cuales se
perciben individualmente como estudiosas pero no fanáticas. Al ser consultadas
por el rendimiento a nivel general, declaran que el nivel de sus cursos era bajo
debido a que sus compañeros no presentan interés por competir y/o por lograr
notas sobresalientes, primando una actitud de conformismo, flojera y chacota
frente a las materias escolares.
Ahora bien, una lectura superficial de los anhelos postsecundarios muestra que
todas las alumnas con mejor rendimiento desean cursar una carrera técnica o una
universitaria84. Asimismo, la mayoría ya tiene claro la carrera y la institución
educacional a la cual le gustaría pertenecer. Sin embargo, esta certidumbre
respecto al camino deseado no les permite necesariamente evaporar sus dudas
respecto de que tales anhelos se puedan conseguir en el futuro.
83
Ahora bien, en las conversaciones con los estudiantes se constató que la gran mayoría de los estudiantes
al consultarles cual era su actitud frente a los estudios se consideran flojos y/o dejados, con poco interés para
estudiar o prepararse para las pruebas y, concientes de que el rendimiento del grupo es regular.
84
Cuestión que viene a confirmar los planteamientos de Dávila et. al. (2005) respecto a la relación entre el
rendimiento y las metas educacionales.
121
En este sentido, es importante destacar que las jóvenes declaran que para tener
mayores grados de optimismo o certidumbre respecto a la ejecución de sus
anhelos educacionales, se deben conjugar tres elementos fundamentales, como lo
son: una actitud de esfuerzo y perseverancia frente al aprendizaje escolar (Cervini,
2003), que se cuente con el apoyo, valoración y un ambiente favorable por parte
de los padres o adultos significativos en dicho proceso (Ghiardo y Dávila, 2005), y
finalmente, es decisivo el nivel socioeconómico que presente su familia85.
Un elemento primordial tiene que ver con lo que se ha definido como “oficio de
estudiante” (Dávila, et. al. 2005: 165), es decir, las estrategias desplegadas con el
objetivo de conseguir buenas calificaciones.
85
Así, en la medida que las alumnas con mejor rendimiento evalúan positivamente la capacidad de
financiamiento y apoyo familiar, y confían en su capacidad para cumplir con sus metas educacionales,
alcanzan mayores grados de confianza y optimismo en alcanzar las metas propuestas.
86
Se destacará que producto de que el este grupo estuviera integrado sólo por mujeres, se tuvo que
flexibilizar la selección de los entrevistados (según el rango de notas) incorporando en las entrevistas a los
hombres con el mejor rendimiento por modalidad (con rendimiento intermedio).
122
reconocer sus escasas posibilidades para competir adecuadamente por algún
cupo. Si embargo, su certidumbre se hace mayor al enfocar su camino
postsecundario en otras carreras como enfermería o kinesiología, ambas con
menores puntajes de selección. De todas maneras, manifiesta que sobrepasado el
escollo de la PSU tiene plena confía en su éxito en la universidad pues este
dependerá fundamentalmente de su esfuerzo y buen desempeño, elementos que
durante su trayectoria escolar ha sabido formar disciplinadamente.
Solange (17, estudiante de la modalidad HC) es una joven que ingreso en tercero
medio al liceo (anteriormente estudiaba en el liceo de niñas de la Serena), un
nuevo escenario juvenil al cual se ha podido adaptar, logrando mantener una
actitud de perseverancia y esfuerzo frente a los estudios. En su relato destaca que
su madre se ha transformado en un modelo positivo dentro de su formación, pues
ella actualmente estudia en un IP con dedicación y disciplina lo cual le ha
permitido lograr buenas calificaciones en su carrera de paramédico. Su anhelo es
cursar estudios de pedagogía en matemáticas en la Universidad de la Serena, un
desafío para el cual se siente capacitada y que no le parece irrealizable.
Finalmente, define como su principal dificultad el obtener un puntaje necesario
para ingresar a la universidad, en el caso de no conseguirlo señala dos caminos
posibles, como lo son: ingresar a una institución privada o realizar un
preuniversitario.
Vale la pena destacar que ambos casos permiten apoyar la idea de (Ghiardo y
Dávila, 2005: 54) respecto del papel que juega: “(…) la opinión, la valoración, la
actitud que tengan los padres o los “adultos responsables” sobre “la Educación”
como concepto y como herramienta, son elementos que resultan fundamentales
para la construcción del discurso y la actitud del sujeto-estudiante. (…)”87.
87
No obstante, resulta difícil generalizar la noción de que los mayores niveles de escolaridad de las madres
se relacionan directamente con la decisión de sus hijos de continuar estudios superiores (aseveración
planteada por Dávila et. al, 2005) pues aunque los datos nos muestran dicha relación, no obstante un análisis
de la información nos muestra que la tendencia general sea que el anhelo por continuar estudios superiores
se distribuya tanto en estudiantes con padres con bajos, medios y altos niveles educacionales.
123
Yimi (17 años, estudiante de la modalidad HC) manifestó su deseo de estudiar
técnico en informática en Inacap, carrera por la cual siente una afinidad, interés y
vocación de ejercer. Sus palabras destacan a su padre como principal motor y
apoyo para seguir estudiando, de hecho este ha comenzado a ahorrar dinero para
poder costear sus estudios. Aunque declara no sentirse muy preparado para
afrontar su próximo desafío, sin embargo su mayor temor es que su padre no lo
pueda apoyar económicamente.
124
4. MIRANDO AL HORIZONTE: ESPERANZAS E INCERTIDUMBRES
125
motivaciones hacia una mayor escolarización, deben ser refutadas y criticadas88.
En segundo lugar, nos deja de sorprender que los jóvenes diagnostiquen un
incipiente proceso de devaluación del título secundario en esta modalidad (HC),
puesto que el sólo egreso del liceo ha dejado de ser una herramienta efectiva que
les propicie una incorporación al mercado laboral o una mejora en el nivel de vida.
Precisamente, los distintos jóvenes entrevistados advirtieron el poco peso que
asume egresar de cuarto medio, caracterizando que los empleos y niveles de
salario a los que pueden optar con este son los mínimos, así apenas les: “(…)
sirve para barrer, con suerte. El diploma de educación secundaria se ve como un
premio de consuelo” (Jimmy, HC), o que: “(…) creen que terminar cuarto es como
no tener nada (Nicolás, HC)”.
A nivel más general, los estudiantes (TP y HC) relatan otro tipo de “necesidades
formativas” que le correspondería divulgar al liceo, las que se refieren a los
conocimientos prácticos para afrontar su trayectoria al mundo exterior.
Evidentemente, la situación de incertidumbre-ansiedad que se provoca
(generalmente) en los jóvenes antes del egreso, requiere de una atención por
parte de los establecimientos, sobretodo considerando que resultó significativo en
el transcurso de las conversaciones que los jóvenes manifestaron su temor,
ansiedad y desconocimiento respecto al panorama que se les avecinaba. En este
sentido, lo que se busca es adquirir los conocimientos y habilidades prácticas para
88
La construcción de estereotipos respecto a este segmento social ha sido destacada por distintos autores,
donde históricamente se ha creado una idea de que los jóvenes rurales son: pobres, semianalfabetos, con
nula participación y organización, faltos de expectativas, entre otros prejuicios que solo los muestran como un
grupo que está influido negativamente por las condiciones de pobreza (GIA, 1986; CEPAL, 1996; Durston,
1996).
126
ingresar al mundo social, posiblemente como una preparación básica para dar el
salto del cascarón liceano en pos de una nueva independencia-dependencia
juvenil. Asimismo, antes de dar el paso al frente, se hace generalizado el lamento
por el hecho de abandonar la vida de “distracción juvenil internada”, ese múltiple
escenario en que se fundido su biografía, construido a partir de esa cárcel liceana
de libertades hormonales, vivido por cierto como un escape a las tradicionales
obligaciones familiares y, que se constituyó en la voz-pregón identitario de las
generaciones estudiantiles que transitan por las rutas de los doce años de
obligatoriedad educativa.
127
en el liceo determinadas competencias que les procuren una mayor competitividad
y éxito en la búsqueda de trabajo.
De igual manera, los estudiantes que buscan trabajar reconocen que: no tener
experiencia laboral, que el trabajo sea irregular o estacionario, que el trabajo sea
mal remunerado, que no existan fuentes laboral, y tener que emigrar a otras
latitudes en busca de trabajo, se constituyen en los barreras que deben torear los
jóvenes que buscan incorporarse rápidamente al trabajo. En este caso, la
incertidumbre no se relaciona con limitaciones personales sino a condiciones
propias del mercado laboral, aquel que se caracteriza por poseer una nula oferta
de empleos para los jóvenes de la comuna, situación que en definitiva consolida la
migración del escenario local ya que éste es incapaz de crear empleos o
alternativas productivas donde se puedan insertar los estudiantes que egresan del
liceo.
128
en otros estudios (Dávila et. al, 2005; Oyarzún e Irrazabal, 2005) el cual con
distintos matices promulgaban que la juventud es un segmento que se caracteriza
por tener una visión optimista respecto de su futuro personal (INJUV, 2006). Ahora
bien, nuestros jóvenes declararon casi en su totalidad sentirse optimistas frente al
futuro, es decir, de reconocerse como seres con esperanzas o sencillamente con
pocas cuotas de pesimismo.
129
que aparecen con mayor confianza respecto al éxito en sus proyecciones,
certidumbre que producto de la formación dual le da mayor confianza en su buen
desempeño e inserción en el ámbito laboral.
Por otro lado, la segunda pregunta que se efectuó se dirigió a mostrar cuan
preparados se sentían para afrontar sus proyecciones postsecundarias. Siguiendo
la lógica anterior, los estudiantes TP manifestaron casi en su totalidad sentirse
“preparados” para afrontar de buena manera sus próximos pasos, situación que
según Dávila: “(…) denotan una evaluación positiva de los alumnos hacia su liceo
y su enseñanza en cuanto a su preparación para asumir proyectos de futuro, (…)”
(Dávila et al., 2005:198). Ahora, los jóvenes de la modalidad HC exponen distintas
percepciones del futuro, en primer término, existe una leve supremacía de la
noción de “no estar preparados” (60%) versus la que manifiesta el estar
“preparados” (40%) para desenvolverse en la educación superior técnica; por otro
lado, la mayoría de los jóvenes cuya meta es estudiar una carrera universitaria
declaran sentirse “preparados” para rendir de buena manera en ella. En este caso,
cabe destacar que la tendencia fue que los estudiantes (HC) que manifestaron
sentirse “preparados” para asumir determinado proyecto de futuro, en la pregunta
anterior declararon tener “muchas posibilidades” para llevar a cabo sus
aspiraciones postsecundarias. Como se aprecia, se pudo ver en las páginas
anteriores un esfuerzo por demostrar cuales son las condiciones declaradas por
los jóvenes como fundamentales para tener éxito o fracaso en la ejecución de sus
proyectos postsecundarios. Expuesta ya el habla juvenil, es el tiempo de sintetizar
nuestras reflexiones respecto a las incertidumbres y certidumbres que pavimentan
los caminos postsecundarios de nuestros jóvenes hurtadinos.
130
respecto de los factores que condicionan-acompañan-posibilitan la realización de
los anhelos postsecundarios.
131
VII. CONCLUSIONES
Una primera conclusión nos señala que las juventudes rurales son portadores de
una gran heterogeneidad, lo cual se expresa en las diferencias y singularidades de
las formas-modos en que viven y experimentan sus vidas. En este sentido, nos
hemos aproximado a sujetos jóvenes de cara a un hito que marca “un rito de
pasaje” en su transición hacia nuevas posibilidades y experiencias en sus vidas,
en donde la sociedad los y las interroga sobre su futuro, en otras palabras,
exigiéndoseles un cuestionamiento vital como sujetos en preparación para el
futuro (Dávila, 2004).
Desde una perspectiva histórica, no cabe duda que estamos frente a la generación
de jóvenes rurales más escolarizada en lo que va de nuestra república, los cuales
han consolidado su condición juvenil en un contexto donde la modernidad avanza
dinámicamente por las arterias de las ruralidades. Un escenario social que les ha
posibilitado dar un salto cualitativo en comparación a sus padres y abuelos,
entregándole un mayor equipamiento “para que en sus futuras trayectorias
laborales tengan altas posibilidades de salir de la pobreza o no caer en ella”
(Hopenhayn, 2008: 62). Precisamente, el panorama recién presentado, nos
muestra a un grupo de jóvenes que se declaran esperanzados de poder lograr su
autonomía social mediante una mayor escolarización y/o una rápida inserción
laboral.
132
En un plano analítico, sus anhelos, apuestas y proyecciones postsecundarias van
marcando un precedente en la conformación de las trayectorias sociales de las
juventudes rurales del tercer milenio, pues nos anuncian formas de reproducción
social en pos de “nuevos” posicionamientos en la estructura societal, que en la
mayoría de los casos, pretenden dar una solución a las desigualdades de origen.
Igualmente, nos muestran a una generación de jóvenes que ha experimentado un
proceso de construcción de identidad al interior de una comunidad educativa,
donde se han moldeado y multiplicado las expresiones en que se visibilizan y
construyen sus mundos juveniles. Es en este contexto donde se localiza nuestra
reflexión, pues como sabemos, la inclusión social que se promueve con la
educación más que respuestas plantean búsquedas, y a nivel del sistema
educativo no hay garantías de éxito (Ander-Egg, 2001). Desde esta perspectiva,
se postula como un desafío para la educación el dar un impulso a esta coyuntura
garantizando que las juventudes rurales desarrollen sus capacidades, pero a su
vez entregándoles oportunidades en concordancia con sus aspiraciones y estilos
de vida (Duhart, 2004b).
133
Como pudo verse, esta investigación se propuso revelar algunos aspectos vitales
para la comprensión del fenómeno juvenil en el ámbito liceano. Este trabajo
estableció la pertinencia de desarrollar un acercamiento a las culturas juveniles
como una puerta de entrada al tema de los anhelos postsecundarios, puesto que
las estéticas, adscripciones y gustos juveniles son también un reflejo de los
procesos de transformación cultural vividos por los estudiantes rurales. Así,
nuestro oficio antropológico tuvo la virtud de introducirse rigurosamente al interior
del espacio educativo, logrando una vinculación directa con el mundo juvenil, una
cuestión que desde un punto de vista epistemológico permite reforzar la
generación de un conocimiento comprensivo de los y las jóvenes (Duarte, 2001).
En este marco, se ha querido reivindicar a la antropología como un espacio de
producción etnográfica, que a partir de un discurso narrativo-experiencial ilustra e
interpreta lo que acontece al interior de los espacios escolares.
Ahora bien, el foco de nuestra atención propone a los lectores una caracterización
detallada de los anhelos postsecundarios reconociendo las particularidades de
cada tendencia en función de la modalidad educativa, como también, sus
principales motivaciones. En términos generales, los resultados nos presentan el
predominio de anhelos enfocados en la educación superior, pues esta se concibe
como un agente materializador de sus proyectos de vida. Asimismo, un grupo
importante de estudiantes manifestó su expectativa de insertarse en el mundo
laboral, y en menor medida, ingresar a las fuerzas armadas, entre otros. Por otro
lado, se pudo comprobar que las modalidades educativas (HC y TP) estructuran
las preferencias de las juventudes, predominando en los estudiantes científicos
humanistas anhelos por una continuidad educacional (técnica y/o universitaria) y,
en técnicos profesionales el deseo de emplearse rápidamente luego de la
realización de la práctica profesional, como también, el ingresar a las fuerzas
armadas. En cada uno de los casos, se intentó interpretar los alcances y
motivaciones subyacentes a cada anhelo postsecundario, preguntándonos
fundamentalmente respecto de los factores a los cuales respondían.
134
La revisión de los principales resultados nos permiten evidenciar que una de las
principales transformaciones culturales en los estudiantes secundarios, se expresa
a nivel subjetivo, con mayores expectativas de una mejor inserción laboral,
continuidad educacional, entre otros elementos propios de la inclusión social.
Lamentablemente la realidad nos muestra que las juventudes rurales
experimentan una asimetría entre sus expectativas (educacionales y laborales) y
las oportunidades reales en que estas se cumplan (CEPAL, 2008). Esta situación
fue analizada en el texto bajo el enfoque de brecha de expectativas, el cual
demuestra la poca claridad que acontece en el eslabonamiento entre la educación
secundaria y los trayectos laborales posteriores, asunto que tiene a los y las
estudiantes rurales en una situación de incertidumbre respecto a la ejecución de
sus proyectos postsecundarios (CEPAL, 2003).
135
posibilidades de inclusión social de los jóvenes en un agro socavado por los
nuevos tiempos, como también, en contra de relaciones intergeneracionales
adultocéntricas con estilos autoritarios que inhiben la liberación, participación y
reproducción de los mundos juveniles. En síntesis, más allá de reconocer las
ambivalencias y el difícil panorama que presenta la inclusión social de las
juventudes rurales (Hopenhayn, 2008), se ha querido remarcar que la educación
rural por si misma no puede hacer frente y revertir la gran gama de situaciones
problemáticas que afectan la inclusión social de las juventudes rurales. Nos
parece plausible plantear entonces, que el Estado debe asumir el rol de garante
de condiciones aceptables de inclusión social, “a partir de la generación de
acciones y políticas públicas que tengan en cuenta estas brechas y diferencias”
(Aravena: 2008: 27).
Por otro lado, cuando se enfocó la atención en las y los estudiantes con un mejor
rendimiento escolar, se pudo constatar un pronóstico educativo favorable respecto
de su futuro educacional (Martinic, 2002). De un modo general, se pudo reconocer
que los elementos fundamentales que apoyan tales expectativas son: el vínculo
social de los padres respecto al cumplimiento de sus aspiraciones (Ghiardo y
Dávila, 2005; Palacios y Cárdenas, 2008), la actitud de esfuerzo en la
consolidación del oficio de estudiante (Dávila, et. al. 2005), la existencia de una
mayor orientación y conocimientos de sus posibilidades postsecundarias, y
finalmente, el nivel socioeconómico familiar.
136
Más allá de las diferencias entre las y los estudiantes con un mejor o un menor
rendimiento, nos parece fundamental promover que las juventudes rurales cuenten
con mejores recursos para tomar decisiones frente a las posibilidades y
alternativas que pueden aspirar-alcanzar una vez egresados (Duhart, 2004b),
sobretodo en los casos donde el vínculo social de los padres con el futuro
educacional/laboral de sus hijos es débil o inexistente. Obviamente, gran parte de
esta tarea se plantea como un desafío para los docentes, lo cual exige fortalecer
su protagonismo frente a este cambio educativo. Desde este punto de vista,
resulta determinante la generación de reflexiones respecto de la poca confianza
hacia las capacidades y posibilidades del alumnado rural, y del papel que juegan
los docentes frente a la formación de la auto imagen de los jóvenes y de sus
proyectos futuros (Zapata, 2000), con el propósito de revertir las formas de
discriminación que se dan en la socialización escolar y en los contenidos
educacionales (Acuña, 2006; CEPAL, 2008).
137
Por otra parte, quedan preguntas abiertas respecto a las implicancias de éstas
transformaciones en las estructuras de transición de las juventudes (Ghiardo y
Dávila, 2008) en relación al devenir del mundo rural. Respecto al caso de Río
Hurtado, mucho se ha hablado del fenómeno migratorio de las juventudes y su
negativo impacto sobre la reproducción vegetativa de la población de la comuna.
Así, cada año egresarán estudiantes con más años de escolarización apostando
por expectativas y anhelos postsecundarios cada vez más distantes del contexto
local, una cuestión que requiere de respuestas del mundo rural el cual debe (en un
corto plazo) mejorar las oportunidades y posibilidades de inclusión social en el
materia de educación y trabajo.
Por lo pronto, se han escogido algunas de los argumentos que nos parecen más
importantes, teniendo en cuenta las propuestas e iniciativas de la FAO y la
UNESCO en la promoción de un marco regional de acción para la educación rural
(Duhart, 2004b). En primer lugar, existe el convencimiento entre los expertos que
la mayor educación y formación puede elevar los niveles de productividad,
equipando a las comunidades rurales de “competencias para el desarrollo rural”
(FAO-UNESCO, 2004: 266). En segundo lugar, las demandas de mayores
oportunidades de empleo y educación de las y los estudiantes rurales coinciden
con la creciente multi o pluriactividad de la economía campesina, en la medida que
crece el empleo en actividades que no son agropecuarias (artesanía, comercio,
turismo, entre otras) (Kay, 2005). Finalmente, en latinoamericana existen
experiencias exitosas en la conformación de universidades rurales enfocadas en el
138
desarrollo y el bienestar del mundo rural, las cuales “responde a la realidad,
desafíos y potenciales de la juventud rural” (Duhart, 2004b: 87).
Finalmente, se espera que las reflexiones aquí presentadas hayan permitido a los
y las lectoras ampliar su conocimiento y comprensión de los nuevos escenarios y
momentos que vive la educación en las zonas rurales. Asimismo, se confía en que
la presenta memoria pueda sugerir y aportar a la generación de propuestas
coherentes, integrales y prospectivas a la integración social de las juventudes
rurales.
90
Una educación técnico-profesional que por una parte, apunte a una formación “agropecuaria específica”
capaz de contribuir a cautivar la fuerza de trabajo en este sector, como también, que incluya la formación en
empleos no agrícolas que respondan a las necesidades y las iniciativas de desarrollo local, respaldadas y
consensuadas con las comunidades rurales (FAO-UNESCO: 2004). Asimismo, “sería muy interesante ensayar
formas de aplicarlo en Chile, a través del mismo sistema tripartito de financiamiento y aplicación, por medio de
la acción conjunta entre las agencias estatales (MINEDUC, Chile califica, FOSIS, INDAP), el municipio y los
organismos no gubernamentales (ONGs) y/o OTECs” (Duhart, 2004b: 87).
139
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147
IX. ANEXOS
70%
60%
Porcentaje
50%
40% Madre
30% Padre
20%
10%
0%
Educación Educación Educación Educación Educación
básica básica media media superior
incompleta completa incompleta completa incompleta
Nivel educacional
50%
40%
Porcentaje
30% Madre
20% Padre
10%
0%
Educación Educación Educación Educación Educación Educación
básica básica media media superior superior
incompleta completa incompleta completa incompleta completa
Nivel educacional
148
1.3 DESEMPEÑO ESCOLAR POR MODALIDAD
70%
60%
50%
Porcentaje
40% TP
30% HC
20%
10%
0%
Bajo Intermedio Alto
Desempeño escolar
80%
70%
Porcentaje
60%
50% TP
40%
30% HC
20%
10%
0%
Prepararlos para Preparalos para Educarlos Otro
el trabajo ingresar a la
educación
superior
Misión
149
2. CUADROS
CATEGORÍA NÚMERO %
4433 100
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas INE (2002).
150
CUADRO 5: ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES- NÚMERO DE
DOCENTES- NÚMERO DE NO DOCENTES- NÚMERO DE CURSOS- NÚMERO
DE ALUMNOS POTENCIALES POR LOCALIDAD 2005
151
CUADRO 6: RESULTADOS PAA Y PSU AÑOS 2002, 2003, 2004, 2005
NEM (Notas de
AÑOS enseñanza media) VERBAL MATEM. HIST. CIENCIAS PROMEDIO
PAA 2002 518 350 360 402 426 355
PAA 2003 500 338 362 414 400 350
PSU 2004 496 341 384 375 366 362
PSU 2005 - 383.05 417.65 410.56 495.5 400.35
PROMEDIO 353 381 401 422 362
Fuente: PADEM 2005.
152
3. MAPA
153