Memoria Juventudes Rurales, Educacion Superior y Trabajo

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Universidad de Chile

Facultad de Ciencias Sociales


Departamento de Antropología

“Juventudes rurales, educación superior


y trabajo: anhelos y demandas para
u n a in c lu s ió n s o c ia l”

Aspiraciones educacionales y/o laborales de los y las jóvenes que


egresan de la educación secundaria en la comuna de Río Hurtado,
región de Coquimbo, Chile.

-Memoria para optar al Título de Antropólogo Social-

Autor: Ariel Patricio Führer Führer

Profesora Guía: María Elena Acuña Moenne

Santiago, Chile

Mayo 2009
En recuerdo de mi querida bisabuela Aurora

2
(…)

Oh Tiempo. Rostro múltiple.


Rostro multiplicado por ti mismo.
Sal desde los orígenes de la música. Sal
desde el llanto. Arráncate la máscara riente.
Espérame a besarte, convulsa belleza.
Espérame en la puerta del mar. Espérame
en el objeto que amo eternamente.

Gonzalo Rojas
Antología del Aire
Fragmento: El principio y el fin

3
AGRADECIMIENTOS

Agradezco a todos y cada una de las personas que de diferentes formas


acompañaron mi proceso investigativo, gracias por la paciencia.

Gracias a mi compañera Daniela Bolívar por intervenir en este trabajo. Tú apoyo,


amor y guía iluminaron siempre mi labor.

Agradezco sinceramente a toda mi familia. A mis madres, hermanos y hermana.

A las juventudes con quién compartí parte de mi juventud.


Gracias por su sinceridad y confianza.

A toda la comunidad educativa del Liceo Jorge Irribarren Charlín, a los directores
del Liceo y del internado, los y las profesoras, a todos. Les agradezco
profundamente su confianza y respaldo, me hicieron sentir como en casa.

Agradezco especialmente a Allan Ramírez quién me estimuló e invitó a conocer a


los y las jóvenes de su comuna.

Agradezco a María Elena Acuña por su gran generosidad, comprensión y apoyo


en la construcción de este texto.

A Luis Pezo por compartir sus conocimientos y reflexiones respecto a las


juventudes rurales, gracias por tus comentarios y sugerencias.

A Roberto Hernández quién me acompañó y dirigió en los primeros años


de este trabajo.

Nada de adiós muchachos. Tan joven y tan viejo, Like a Rolling Stone.

4
ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS………………………………………………………………………… : 4

ÍNDICE………………………………………………………………………………………….. : 5

I. PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN…………………………………………... : 8

1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………… : 8

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………………………………………………………… : 10

3. FUNDAMENTACIÓN………………………………………………………………………………… : 11

4. OBJETIVOS……………………………………………………………………………………………. : 13
4.1 GENERAL…………………………………………………………………………………………. : 13
4.2 ESPECÍFICOS……………………………………………………………………………………. : 13

5. ESTRUCTURA DEL INFORME……………………………………………………………………... : 14

II. MARCO CONTEXTUAL………………………………………………………………….. : 15

1. ANTECEDENTES GENERALES DE LA COMUNA DE RÍO HURTADO………………………. : 15

2. EDUCACIÓN MUNICIPAL EN LA COMUNA DE RÍO HURTADO……………………………… : 19

III. METODOLÓGÍA…………………………………………………………………………… : 23

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN………………………………………………………. : 23
1.1 PRIMER VIAJE (2004): “En busca de los Jóvenes de Río Hurtado”…………………... : 25
1.2 SEGUNDO VIAJE (2005): “Los resultados son de ustedes”……………………………. : 25
1.3 TERCER VIAJE (2007): “Cerrando el círculo”……………………………………………... : 26

2. ORIENTACIÓN METODOLÓGICA GENERAL……………………………………………………. : 27


2.1 LAS TÉCNICAS CUALITATIVAS DE PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN……………… : 27
2.1.1 Entrevista grupal………………………………………………………………………….. : 27
2.1.2 Entrevista semi estructurada…………………………………………………………….. : 28
2.2 LA TÉCNICA CUANTITATIVA DE PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN…………………. : 28
2.2.1 La encuesta social………………………………………………………………………… : 28

3. TIPO DE INVESTIGACIÓN…………………………………………………………………………... : 28

5
4. UNIDAD DE ANÁLISIS………………………………………………………………………………. : 29
4.1 UNIVERSO DE ESTUDIO………………………………………………………………………. : 29
4.1.1 Universo de estudio según técnicas cualitativas de producción de información…... : 29
a. Entrevista grupal……………………………………………………………………….. : 29
b. Entrevista semi estructurada……………………………………………………..….. : 30

4.2 MUESTRA…………………………………………………………………………………………. : 31
4.2.1 Muestra según técnicas cuantitativas de producción de información……………….. : 31
a. Encuesta social………………………………………………………………………… : 31

5. PROCEDIMIENTO DE REGISTRO DE LA INFORMACIÓN EN TERRENO…………………... : 32

6. PROCEDIMIENTO DE ANÁLISIS…………………………………………………………………... : 32

IV. MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………….. : 34

1. JUVENTUDES RURALES…………………………………………………………………………… : 34
1.1 EL CONTEXTO DE LA NUEVA RURALIDAD……………………………………………….. : 36
1.2 JUVENTUDES RURALES Y EMPLEO……………………………………………………….. : 39
1.3 MIGRACIONES Y JUVENTUDES RURALES………………………………………………... : 43
1.4 CULTURAS JUVENILES EN LA RURALIDAD……………………………………………… : 47

2. EDUCACIÓN SECUNDARIA E INCLUSIÓN SOCIAL…………………………………………… : 49


2.1 LA EDUCACIÓN SECUNDARIA RURAL Y LA REPRODUCCIÓN DE LAS
DESIGUALDADES SOCIALES………………………………………………………………… : 52
2.2 EDUCACIÓN RURAL EN CHILE Y GLOBALIZACIÓN…………………………………….. : 55
2.3 EL ESTUDIO DE LOS ANHELOS POSTSECUNDARIOS…………………………………. : 59

V. OFICIO DE FOTÓGRAFO………………...………………………………………………. : 61

VI. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN………………………………………………. : 77

1. DESCRIPCIÓN DE LAS CONDICIONES DE ORIGEN DE LOS ESTUDIANTES Y LAS


EXPRESIONES Y PRÁCTICAS SOCIOCULTURALES JUVENILES………………………….. : 77
1.1 CONDICIONES ESTRUCTURALES-ORIGEN DE LAS JUVENTUDES………………….. : 77
1.2 VIVIR LAS JUVENTUDES EN EL LICEO: DE LO RELACIONAL A LO IDENTITARIO.. : 85
1.2.1 Vivir las juventudes en el liceo -desde la experiencia del autor………………...…… : 86
a. Convivencia e interacción en el liceo………………………………………………… : 87
b. Las nuevas tecnologías de información y comunicación: globalización e
identidad………………………………………………………………………………… : 91
c. Gustos musicales y estéticas de las juventudes en el liceo………………………. : 97
2. PROYECCIONES POSTSECUNDARIAS DE LOS ESTUDIANTES DE RÍO HURTADO……. : 102

6
2.1 ANHELOS POSTSECUNDARIOS…………………………………………………..………… : 104
2.1.1 Estudiantes que anhelan continuar estudios superiores……………………………... : 104
Cuadro 1: Proyecto postsecundario por modalidad de enseñanza
Estudiantes del 2007………………………………………………………... : 106
a. Principales motivaciones para continuar estudios superiores…………………… : 110
2.1.2 Estudiantes que desean insertarse en el mundo laboral…………………………….. : 113
a. Principales motivaciones para ingresar al mundo laboral………………………… : 113
2.1.3 Estudiantes que esperan realizar la práctica TP……………………………………… : 116
a. Principales motivaciones para realizar la práctica profesional…………………… : 117
2.1.4 Estudiantes que desean realizar el servicio militar …………………………………… : 118
a. Principales motivaciones para realizar el servicio militar…………………………. : 118
2.1.5 Estudiantes que tienen otro tipo de planes…………………………………………….. : 120

3. ESTUDIANTES CON MEJOR RENDIMIENTO……………………………………………………. : 121

4. MIRANDO AL HORIZONTE: ESPERANZAS E INCERTIDUMBRES………………………….. : 125

VII. CONCLUSIONES………………………………………………………………………… : 132

VIII. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….. : 140

IX. ANEXOS…………………………………………………………………………………… : 148

1. GRÁFICOS ENCUESTA SOCIAL 2007……………………………………………………………. : 148


1.1 ESCOLARIDAD DE LOS PADRES MODALIDAD TP………………………………………. : 148
1.2 COLARIDAD DE LOS PADRES MODALIDAD HC…………………………………………. : 148
1.3 DESEMPEÑO ESCOLAR POR MODALIDAD……………………………………………….. : 149
1.4 MISIÓN DEL LICEO SEGÚN LOS ESTUDIANTES…………………………………………. : 149

2. CUADROS……………………………………………………………………………………………... : 150
CUADRO 2: META POSTSECUNDARIA POR MODALIDAD DE ENSEÑANZA
ESTUDIANTES 2007……………………………………………………………………… : 150
CUADRO 3: POBLACIÓN COMUNAL POR GRUPOS DE EDAD 2002……………………..... : 150
CUADRO 4: POBLACIÓN/NIVEL DE ESCOLARIDAD 2002………………………………….... : 150
CUADRO 5: ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES- NÚMERO DE DOCENTES-
NÚMERO DE NO DOCENTES- NÚMERO DE CURSOS- NÚMERO DE
ALUMNOS POTENCIALES POR LOCALIDAD 2005…………………………….. : 151
CUADRO 6: RESULTADOS PAA Y PSU AÑOS 2002, 2003, 2004, 2005…………………….. : 152
CUADRO 7: RESULTADOS PSU PROMOCION 2007…………………………………………... : 152

3. MAPA…………………………………………………………………………………………………… : 153
3.1 UBICACIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES DENTRO DE LA
COMUNA DE RÍO HURTADO…………………………………………………………………. : 153

7
I. PRESENTACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

La educación chilena ha de enfrentar constantes desafíos en el siglo XXI, siendo


uno de principales retos propuestos por el anterior gobierno de la Concertación el
garantizar que todos los jóvenes posean un mínimo de 12 años de escolaridad,
estableciendo la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza media a partir del año
2003. Este hito no deja de pasar inadvertido a la mirada de la antropología que se
detiene ante la historia para reconocer su evolución, sus movimientos y las formas
“inéditas” que la contemporaneidad asume, con la necesidad de desarrollar un
dialogo transdiciplinario que analice los nuevos escenarios y momentos que vive la
educación en las zonas rurales.

Uno de los principales efectos de la expansión cuantitativa del sistema


educacional secundario es la mayor integración de las y los jóvenes rurales, lo que
históricamente para las zonas rurales significa que estos duplicarán, triplicarán o
cuadriplicarán la escolaridad promedio de sus padres y abuelos (MIDEPLAN,
2004)1. En este sentido, no es un hecho desconocido que los estudiantes rurales
egresados de la educación media demanden mayores oportunidades para
incorporarse en nuestra sociedad, admitiendo que los pasos fundamentales para
conseguir una inclusión social efectiva dependen, tanto de las posibilidades que
tengan cada uno de ellos de continuar estudios superiores o capacitarse, como
también mediante una pronta inserción laboral-productiva. No obstante, la realidad
nos muestra el hecho concreto de que la gran mayoría de los estudiantes no
alcancen a cumplir tales aspiraciones educacionales producto de las pocas
posibilidades de competencia que presentan frente a otros jóvenes mejor
preparados y con una acumulación mayor de capitales sociales, haciendo cada
vez más evidente la tendencia a la “desigualdad educacional de las clases y la
inequidad del sistema escolar chileno” (Ghiardo y Dávila, 2005: 35).

1
Situación que es señalada como una tendencia general para el caso de los y las jóvenes rurales de América
Latina por Daniel Espíndola (2006).

8
Transversalmente entre los expertos en la temática de las juventudes rurales se
plantea como imperativo el considerar a este segmento social como un actor
protagónico y estratégico para liderar los procesos de endodesarrollo de la nuevas
ruralidades2, al reconocerlos como poseedores de mayores herramientas para
enfrentar las nuevas situaciones impuestas por el modelo globalizador.

Por su parte, diversas investigaciones (Durston, 1996; González, Y. 2003; Pezo,


2005) han confirmado que los mayores niveles de educación formal, como
también las condiciones de fragilidad socioeconómica de las localidades rurales de
origen, se han transformado en los factores de expulsión más comunes que
obligan a emigrar a los jóvenes hacia las zonas urbanas. Al observar la situación
de los estudiantes secundarios rurales, se nos señala que actualmente los
territorios rurales entregan cada vez menos posibilidades para que estos realicen
sus anhelos postsecundarios en materia de educación y trabajo, cuestión que
contribuye a que sus motivaciones personales y sociales los lleven
mayoritariamente a migrar indefinidamente de sus comunas (Pezo, 2005). Desde
esta perspectiva, es paradójico pensarlos desde la noción de generación de
reemplazo (Espíndola, 2006) y, endosarles la responsabilidad de ser los
portadores de las esperanzas de cambio y transformación de las alicaídas zonas
rurales (Duhart, 2004). Será en este sentido, que el cuestionamiento por las
proyecciones postsecundaria de las juventudes rurales no solo sea una pregunta
para los propios sujetos y su futuro, sino que es una pregunta que engloba el
devenir del mundo rural en el presente siglo. En resumen, resulta ineludible
reflexionar sobre las actuales demandas de inclusión social de los estudiantes
secundarios rurales, teniendo en cuenta las brechas y dificultades que se
presentan para la integración social de este segmento.

Es desde esta tribuna que la presente memoria desarrolla un acercamiento a la


situación que enfrentan las juventudes rurales del siglo XXI, donde la comprensión
de los cambios y contextos particulares de los estudiantes de Río Hurtado, sea un
aporte a la generación de reflexiones y análisis de este fenómeno a nivel nacional.

2
Daniel Espíndola plantea que “el Enfoque de Derechos y el de Actores Estratégicos para el Desarrollo “, (…)
“son las nuevas redefiniciones estratégicas con y para el sector rural” (2006: 37).

9
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En los últimos veinte años, la expansión de la educación secundaria a las zonas


rurales de nuestro país ha generado una de las transformaciones culturales más
significativas al permitir que una gran cantidad de jóvenes mejoren sus niveles de
educación, combinando dinámicamente su experiencia y condición juvenil a la
posición de estudiante (Ghiardo y Dávila, 2005). Será posible reconocer entonces,
a juventudes con trayectorias sociales que recorren un camino quizás inédito para
sus familias, con padres más ligados al trabajo que a la escolarización, juventudes
que en su mayoría pertenecen a los sectores de la población con menos
posibilidades (Ibíd.), y que han asentado su confianza en la escolaridad
secundaria como insumo básico en pos de una integración efectiva a la sociedad,
en tanto propicia el ascenso social y/o el mejoramiento del nivel de vida de sus
egresados. De acuerdo a lo anterior, emerge como un imperativo para las
Ciencias Sociales el determinar los efectos de la universalización de la educación
secundaria desde la perspectiva de la inclusión o exclusión social de las
juventudes rurales.

Tomando en cuenta la carencia de estudios a nivel comunal y nacional, respecto


al tema Juventudes rurales, educación superior y trabajo; y por último,
considerando las motivaciones personales del investigador, es que surge el
presente problema de investigación, el cual se expresa de la siguiente manera:

¿Cuáles son las aspiraciones educacionales y/o laborales de los y las


estudiantes que egresan de la educación secundaria en la comuna de Río
Hurtado?

Es sobre este punto donde comienzan a emerger las interrogantes que dan
sentido a este trabajo, donde resulta pertinente preguntarse qué están pensando
hacer con su futuro las juventudes que egresan del sistema municipalizado rural,
en lo concerniente con sus proyecciones educacionales y/o laborales. En este
sentido, fue oportuno investigar en qué medida la actual generación de jóvenes
rurales se manifiestan ilusionadas frente al discurso social –convocante y de alta

10
aceptación entre el conjunto de actores involucrados en el proceso educativo-
respecto del rol y la importancia de la educación como factor primordial para su
ascenso social (Thomas y Hernández, 2001; Dávila et al., 2005; entre otros).

3. FUNDAMENTACIÓN

La línea investigativa actual de la Antropología Rural señala a la educación y la


juventud dentro de los temas emergentes que se han transformado en
problemáticas transversales a la nueva ruralidad de nuestro país (Colegio de
Antropólogos, 2006). Por una parte, la educación rural debido al impacto del
fenómeno globalizador ha visto alterado su accionar, pues se han integrado
nuevas tareas y desafíos, los cuales han complejizado aún más su misión
educadora-formativa3. Por otro lado, la juventud se ha instalado como temática
central dentro de las propuestas y preguntas por un desarrollo sustentable para las
zonas rurales.

Considerando lo anteriormente señalado, se reconoce como fundamental la


contribución que desde Antropología se desarrolle en torno al análisis de la
educación, entendida como una práctica social. Asimismo, resulta de vital
importancia para las y los antropólogos rurales el registrar y analizar el impacto
que está teniendo la política pública de expansión educacional sobre las
comunidades rurales, en especial en el caso de las juventudes que asisten a
centros educacionales. En nuestro caso, resultó significativo el constatar en qué
medida la mayor integración educacional de los jóvenes rurales a la educación
formal, ha posibilitado la consolidación de sujetos sociales poseedores de
mayores anhelos educacionales y/o laborales ascendentes.

Admitiendo que la educación y el trabajo constituyen una de las dimensiones más


clásicas que permiten abordar el tema de la inclusión social juvenil en los sistemas
sociales, se asume como necesario y estratégico el indagar respecto de las
tendencias que asumen las planificaciones de futuro de los estudiantes que están
a un paso de egresar del sistema formal en las zonas rurales. Actualizar dicha
3
Según Thomas y Hernández (2001) una de sus nuevos desafíos será el formar y capacitar a las nuevas
generaciones de campesinos para adaptarse mejor a las nuevas situaciones impuestas por la globalización.

11
información desde una perspectiva de derechos, permite reconocer cuales son las
condiciones mínimas de inclusión social referidas por los jóvenes, las cuales se
constituyen en insumos para la construcción de programas que busquen incluirlos
socialmente4.

Asimismo, la necesidad de “(…) mirar y conocer a las juventudes como portadoras


de diferencias y singularidades que construyen su pluralidad y diversidad en los
distintos espacios sociales” (Duarte, 2001), nos cautivó para precisar como
experimentan-viven las y los estudiantes secundarios al final de su trayectoria
escolar, específicamente desde los modos de agregación e interacción juvenil
(Reguillo, 2000). Desde nuestra perspectiva, resulta fundamental el contribuir a
reflexionar sobre “(…) la construcción sociocultural de las experiencias juveniles
en contextos adultocéntricos. Es decir, estamos hablando de experiencias sociales
construidas en medio de relaciones de poder y como expresión de las mismas,
(…)” (Duarte, 2005: 25). Finalmente, se reconoce que en este ejercicio de pensar
lo juvenil intervinieron nuestros puntos de vista y planteamientos académicos, los
cuales intentaron construir puentes capaces de aproximarnos a estos mundos
juveniles.

En cuanto a la finalidad específica del estudio, se procura fundamentalmente el


aportar con una investigación que sirva de complemento y orientación al
Departamento de Educación Municipal (DEM) y al liceo en particular, lo cual
permita dar cuenta de algunos aspectos de la realidad juvenil comunal
(construidos a partir de los sentidos y significados de las juventudes), para que se
efectúen acciones y/o actividades pertinentes y coherentes con dicha realidad.
Además, se busca entregar elementos que permitan fomentar la participación
juvenil comunal, considerada esta, como potenciadora de la autoestima y la toma
de conciencia de los y las jóvenes de sus capacidades, tales elementos en un
sentido estricto de participación, les permiten desarrollarse en un ámbito de toma
de decisiones sobre cualquier tema (Ander-Egg, 1995).

4
Hoy en día, Aldo Mascareño y Marcel Theza (INJUV, 2007) postulan que la política de juventud debe
establecer un marco de condiciones mínimas de inclusión social juvenil fundadas en una perspectiva de
derechos juveniles.

12
Para finalizar se hace necesario destacar la importancia de generar conocimiento
a partir de la práctica, valorando el lenguaje de los individuos, construido en la
acción cotidiana (Ander-Egg, 2002); esto, con el propósito de contribuir al
mejoramiento de los problemas mediante la realización de intervenciones que
respondan a sus intereses, valores e historias personales. En este sentido, como
investigador se comparte la sentencia de muchos cientistas sociales que ven
como fundamental, antes de hacer cualquier acción encaminada a efectuar
cambios radicales en las dinámicas de una comunidad, que deba existir un trabajo
cara a cara con las personas que la integran, orientado a conocer lo que los
motiva, les interesa y moviliza, y que de esta manera sea pertinente además, con
sus realidades socioculturales particulares.

4. OBJETIVOS

4.1 GENERAL

Determinar las aspiraciones educacionales y/o laborales de los y las


estudiantes que egresan de la educación secundaria en la comuna de Río
Hurtado.

4.2 ESPECÍFICOS
Determinar las proyecciones educacionales y/o laborales de los y las
estudiantes que egresan de cuarto año medio.

Caracterizar las proyecciones educacionales y/o laborales de los y las


estudiantes con mejor rendimiento escolar que egresan de la educación
secundaria5.

Conocer cuáles son los elementos que los y las jóvenes reconocen como
facilitadores y obstaculizadores para la materialización de sus proyecciones
educacionales y/o laborales.

5
Según la literatura especializada en este grupo hay una clara tendencia a concentran las aspiraciones de
ingreso en el sistema universitario (Ghiardo y Dávila, 2005).

13
5. ESTRUCTURA DEL INFORME

El presente informe está organizado en ocho partes. En la primera se presenta la


investigación, explicitando el planteamiento del problema, los fundamentos y
objetivos. La segunda parte expone el marco contextual en donde se presentan
los antecedentes generales de la comuna de Río Hurtado, entregando además
una descripción de la educación municipal y del liceo que alberga a las
juventudes. La tercera parte profundiza respecto de la metodología, abordando el
trabajo de campo y el diseño metodológico.

Luego en el marco teórico se analizan las principales perspectivas de las Ciencias


Sociales respecto a dos grandes temas: juventudes rurales y educación
secundaria e inclusión social. Oficio de fotógrafo es el quinto apartado del
documento, aquí se exhibe un registro de imágenes que intenta reconstruir los
pasos etnográficos del autor y la otredad investigada. La sexta parte examina los
resultados del estudio, los cuales se estructuran en: la descripción de las
condiciones de origen de los estudiantes y las expresiones y prácticas
socioculturales juveniles, las proyecciones postsecundarias de los estudiantes, los
y las estudiantes con mejor rendimiento escolar y los facilitadores y
obstaculizadores para la materialización de las proyecciones postsecundarias.

En la última parte de la memoria se presentan las conclusiones del trabajo donde


se reflexiona sobre el impacto que está teniendo la política pública de expansión
educacional sobre las juventudes que proyectan una mayor inclusión social.

14
II. MARCO CONTEXTUAL

En el siguiente apartado se expondrán algunos antecedentes de la comuna de Río


Hurtado, los cuales posibiliten a los lectores un acercamiento a las condiciones
ecológicas, productivo-económicas y sociales presentes en la comuna. Asimismo,
se hace una especial referencia a las características de la educación municipal y,
del establecimiento que alberga a las y los estudiantes de nuestro estudio.

1. ANTECEDENTES GENERALES DE LA COMUNA DE RÍO HURTADO

Río Hurtado forma parte de la Provincia de Limarí, región de Coquimbo. Posee 22


poblados habitados, donde la mayor parte de estos se emplazan a lo largo del
principal valle fluvial que se despliega transversalmente de NE a SO y, en menor
proporción se sitúan hacia los cerros y en los cajones que componen los
interfluvios existentes (PADEM, 2008). La comuna es netamente rural y, los
poblados que concentran la mayor cantidad de población local son: Samo Alto,
Serón, Pichasca y Hurtado. La comuna posee zonas de riego, secano y cordillera,
insertas en un clima semiárido de altura que presenta muy pocas precipitaciones
durante el año.

Últimamente, podemos apreciar como las precipitaciones están afectas al


calentamiento global, pues estas se presentan de manera cada vez más
irregular. Esto corresponde a un fenómeno planetario, caracterizado por un
recalentamiento atmosférico que intensifica, entre otros, los fenómenos de
sequía, eleva las temperaturas medias, baja las precipitaciones y acelera el
derretimiento de los glaciares cordilleranos (Ibíd.).

La comuna posee una población de 4.771 habitantes6 (Censo 2002), lo que


representa un 3 % de la población provincial. Sin embargo, “Históricamente se
puede observar una disminución constante de la población, que va desde 6,3 %

6
Para mayor detalle por grupos etáreos ver anexos Cuadro 3.

15
en 10 años hasta un 34% en 30 años, cuando en 1970 había 7.225 habitantes en
el lugar (INE 1970)” (Pezo, 2005: 152).

En términos sociodemográficos, la tendencia de la distribución de la población por


tramos de edad nos muestra un proceso constante de envejecimiento en los
últimos 10 años, representado por un aumento de la población adulta y de los
adultos mayores, como también por una disminución en el porcentaje de niños/as
de 0 a 9 años y de la población de mujeres fértiles (entre 14 y 40 años) para el
2002 (Contreras et. al, 2004). Los últimos informes (Pezo, 2005; PADEM, 2008)
señalan que la situación de envejecimiento poblacional se funda en problemáticas
estructurales y endémicas de la comuna, como lo son: la carencia de actividades
económicas permanentes que absorban la fuerza de trabajo disponible,
inexistencia de alternativas de capacitación sistemáticas para jóvenes y adultos,
entre otras problemáticas (Ibíd.), que se presentan para los habitantes y especial
para las juventudes (en el realitario como en el imaginario) como una carencia de
oportunidades económicas y de desarrollo social, las cuales fundamentan: “(…) un
proceso de emigración sostenida que permite señalar a esta comuna como una
zona de expulsión por excelencia” (Pezo, 2005: 152).

En general, se puede apreciar que los distintos análisis (planteados por las
investigaciones y documentos gubernamentales7) respecto de las condiciones de
la comuna de Río Hurtado, enfatizan su condición de precariedad, desequilibrio
socioambiental y socioeconómico, que explican el difícil momento que vive esta.
Asimismo, hemos podido observar que este modelo interpretativo de situación de
crisis general en Río Hurtado, ha configurado en distintos actores comunales un
imaginario de resistencia, encaminando acciones-proyectos de defensa,
convivencia y desarrollo que principalmente desde la orgánica civil han potenciado
la creación de un Foro Comunitario (donde participan las principales

7
Para la construcción de los antecedentes generales de la comuna, se utilizó como soporte el siguiente
material bibliográfico: MIDEPLAN, Encuesta CASEN 2000 / Instituto Nacional de Estadísticas. Censo 2002 /
Fundación para la Superación de la Pobreza. Programa Servicio País. Diagnóstico Global 2001-2002.
Comuna de Río Hurtado. / Fundación para la Superación de la Pobreza. Programa Servicio País. Diagnósticos
2001-2002. Comuna de Río Hurtado. /Plan Anual de Desarrollo Educativo Municipal (PADEM) 2008 y 2005,
Departamento de Educación. I. Municipalidad de Río Hurtado.

16
organizaciones sociales y comunitarias) como un lugar donde se discuten, evalúan
y se sugieren a las autoridades caminos para la resolución de tales problemáticas.
Ahora bien, creemos importante hacer hincapié sobre estas perspectivas pues es
desde donde habitualmente se analiza la situación social y económica del agro,
las cuales mayoritariamente se apoyan sobre la primera mirada que construyen
una realidad en torno al atraso, carencia y angustia del mundo rural y, no presta
mayor atención a los procesos internos de resistencia y convivencia que se
desarrollan dentro de las comunidades rurales8.

A continuación, serán presentados resumidamente algunos de los principales


problemas planteados para la comuna de Río Hurtado:

Aislamiento físico: Las localidades existentes en la comuna se distribuyen a


lo largo de 101 Km de territorio, unido por un camino troncal que bordea el río
Hurtado. Existen servicios de locomoción colectiva, el cual opera diariamente,
ida y vuelta a Ovalle, pero sólo en horarios determinados. Cabe mencionar que
el 11,5% de la población, está en zonas que se encuentran geográficamente
aisladas y separadas del camino troncal, las cuales están clasificadas como
zonas de extrema pobreza. Los caminos de acceso a estas áreas son de tierra
y se encuentran en mal estado. (Servicio País, 2002).

Falta de recursos técnicos y humanos capacitados: La comuna carece de


mano de obra especializada y preparada, técnica y profesionalmente en toda
orden de actividad (agrícola, ganadera, minera, turístico, etc.), lo cual afecta al
progreso de ésta (Servicio País, 2002; Contreras et. al., 2004).

Pobreza: En la comuna un 23,2 % de los hogares se encuentra en situación de


pobreza (indigencia y pobreza no indigente), la cual se asocia directamente a la
crisis socioambiental del territorio (procesos de desertificación, la sequía, entre
otros.) (PADEM, 2008).

8
Como ejemplo de estos procesos, se destaca que a nivel comunal se ha definido una estrategia territorial y
sectorial de desarrollo denominado Plan Hurtado, el cual contempla: un Plan Integral de Desarrollo Agrícola
(PIDA), un Programa de Infraestructura Rural (PIR), un proyecto turistico-patrimonial (ruta Anta Kari), un plan
de desarrollo del Secano, un plan de recuperación y puesta en valor del patrimonio comunal, un plan de
desarrollo y acompañamiento microempresarial y, un plan de fortalecimiento de la educación comunal
(PADEM, 2008).

17
Emigración hacia las ciudades: Las actividades económicas existentes en la
comuna, son principalmente la agricultura de subsistencia y la crianza de
ganado caprino, de la cual se aprovecha su carne y derivados. La carencia de
actividades productivas y de inversiones privadas, origina un alto nivel de
cesantía. Debido a las escasas oportunidades laborales en la zona, las
personas emigran en búsqueda de nuevas fuentes de trabajo y para mejorar la
calidad de vida. Esto conlleva a una pérdida paulatina de la identidad local y
sentimientos de desarraigo (Servicio País, 2002; Contreras et. al., 2004;
PADEM 2005; entre otros).

Problemas de desertificación: en la comuna, más del 55% de las tierras


están desertificadas (PADEM, 2005; entre otros).

Problemas habitacionales: existe una insuficiente cobertura habitacional en la


comuna, además de una mala calidad de las viviendas habitables.
Paralelamente se presenta el problema de la tenencia de la tierra, ya que gran
parte de los terrenos pertenecen a comunidades agrícolas y no poseen títulos
de dominio saneados (Servicio País, 2002).

Grandes problemas y deficiencias en la actividad productiva: Para el caso


de los campesinos se representa porque este se desarrolla principalmente en
el ámbito artesanal (economía de subsistencia), con precarios métodos de
producción y escaso conocimiento y uso en tecnologías apropiadas (que
permitan un desarrollo sustentable del territorio); además, se observa una
inexistente actividad de producción de carácter asociativo, un mal manejo en
de canales de comercialización de los productos elaborados, lo que implica una
mala calidad productiva (Contreras et. al., 2004; PADEM, 2005).

Pérdida paulatina de la identidad cultural: Se manifiesta en dos formas:


pérdida de patrones y tradiciones culturales, ya que no existe un programa
motivacional dirigido a los miembros de la comunidad. Además existe

18
tendencia a imitar la vida urbana, olvidando la riqueza patrimonial existente
(Servicio País, 2002).

Insustentabilidad demográfica o “desertificación poblacional”: Existe una


poca capacidad de absorción de mano de obra que los tres sectores
económicos tienen, lo que principalmente se debe a la inexistencia del sector
secundario, tanto a nivel de la industrial como de la construcción y, a un muy
reducido sector de servicios, como también de la pequeña empresa agrícola y
pecuaria. (Contreras et. al., 2004; PADEM 2005).

2. EDUCACIÓN MUNICIPAL EN LA COMUNA DE RÍO HURTADO9

La comuna cuenta con 21 establecimientos de educación general básica, 1 Liceo


que entrega una enseñanza científico humanista y técnico profesional y 2 Hogares
Estudiantiles. El sistema educacional se caracteriza por ser totalmente rural y
100% municipal, la cobertura educacional alcanza solo a un 57% debido a que
una parte de estudiantes secundarios asisten a algunos de los liceos de la ciudad
de Ovalle, como también, a que gran parte de los párvulos no asiste o tiene
atención en los centros educativos (PADEM, 2008). Algunas de las principales
cifras en educación señalan que: la escolaridad promedio de la comuna es de 6.1
años de estudios, el analfabetismo en lecto escritura concentrado en los adultos
sobre 50 años alcanza a un 11,78 % (Ibíd., 9). Por otra parte, el cuadro 4 (en los
anexos) señala los niveles de escolaridad del total de la población; donde se
registra que solo un 3.23% de la población curso la educación parvularia, que un
62.06% posee estudios de enseñanza básica y que un 18.3% terminó la
enseñanza media. Finalmente, un 5.15% continuó estudios superiores (en CFT, IP
o universidades) y se registra un 11.3% de personas que estudió en otro tipo de
instituciones.

9
Acápite elaborado utilizando como bibliografía: Plan Anual de Desarrollo Educativo Municipal (PADEM) 2005
y 2008, Departamento de Educación. I. Municipalidad de Río Hurtado. Proyecto Educativo Institucional Liceo
Iribarren Charlín.

19
Un punto a destacar es que actualmente, el Departamento de Educación (DAE)
ha proyectado un fortalecimiento de la educación municipal con miras a mejorar la
calidad de los aprendizajes, a partir de: cambios y adecuación en la planta
docente, inversión en infraestructura, la acreditación de Liceo Hurtado y
certificación ambiental para escuelas de Hurtado, Serón, Pichasca y Samo Alto,
entre otros (Ibíd.). Entre las características y resultados de la educación comunal
se presentan distintas situaciones. En el caso de la educación básica se detecta:

Gran heterogeneidad en el desarrollo de capacidades motoras de los


alumnos (…), como así también, la autoestima, el autocontrol, las
relaciones sociales y un elevado número de alumnos con NEE situación
que se refleja en las capacidades de lecto-escritura, comprensión lectora y
pensamiento lógico matemático, la que se ve confirmada con los resultados
obtenidos por estos establecimientos educacionales en la evaluación
SIMCE de cuartos medios del año 2002 y que queda de manifiesto en la
evaluación del año 2005 y 2006, en donde no se detenta un avance
significativo en el logro de aprendizajes de cada escuela evaluada (Ibíd.,
27).

Ahora bien, el tránsito de los estudiantes de las escuelas básicas más distantes
(uni o bi docentes) que ingresan a séptimo básico en los establecimientos de las
localidades más pobladas, da cuenta de otro escenario claramente desigual y
múltiple respecto a los resultados de los estudiantes, donde se hace evidente el
rezago de los alumnos formados en aulas donde se trabaja con distintos niveles al
mismo tiempo (Ibíd.). En síntesis, desde el DAE se describe que la situación al
final de este ciclo, “A nivel descriptivo, encontramos que los alumnos de mejores
resultados académicos emigran escolarmente de la comuna. Otro grupo deserta
del sistema educativo y una tercera esfera de alumnos llega al Liceo Jorge
Iribarren Charlín donde la desigualdad y multiplicidad está lejos de ser superada.
(…) (Ibíd.: 29)”.

Como enfocamos nuestro interés sobre el liceo comunal se hará una mayor
profundización respecto de este centro educativo. El liceo Jorge Iribarren Charlín

20
se ubica en la localidad de Hurtado, zona precordillerana, distante a 80 Kilómetros
de la ciudad de Ovalle. El liceo posee jornada escolar completa y, a partir de
tercero medio coexisten claramente dos modalidades educativas 10: una científico
humanista (HC) y, una técnico profesional (TP) agrícola. Es el único
establecimiento que imparte educación general media completa en la comuna; sin
embargo, a partir del 2008 se incorpora a este nivel la escuela de Pichasca (con
un primero medio HC) con la finalidad de recuperar a los alumnos que viven en la
zona media y baja del valle de Río Hurtado, los cuales habitualmente emigran a
los establecimientos educacionales de Ovalle.

El Liceo cuenta con un hogar estudiantil que atiende aproximadamente al 90% de


los estudiantes provenientes de las distintas localidades, proporcionando
alojamiento, alimentación y la programación de actividades recreacionales y
deportivas en el tiempo libre. En el 2008 se inauguraron las nuevas instalaciones
del hogar estudiantil, lo cual implicó una mejora significativa en las condiciones de
habitabilidad y equipamiento entregadas a los estudiantes, donde se destaca la
presencia de nuevas salas de uso múltiple y, el incrementó de la infraestructura
dedicada a las actividades agropecuarias de la modalidad TP, entre otros. A
continuación se hará una mayor referencia a las modalidades educativas
presentes en el liceo:

Área Técnico Profesional: está orientada hacia la formación agropecuaria,


impartiéndose un tipo de educación dual, la cual complementa el aprendizaje
realizado en el liceo con una experiencia de trabajo en empresas; los
estudiantes cuentan con profesionales especializados (ingenieros y técnicos),
variado equipamiento e infraestructura agrícola, terrenos para la realización de
prácticas, laboratorio de ciencias, entre otros.

Área Humanista Científico: para una mejor enseñanza y diversificación de las


prácticas pedagógicas cuenta con: personal docente especialista, sala de
medios audiovisuales, laboratorio de ciencias y de computación.

10
En adelante se utilizará la abreviatura HC para designar la modalidad Científico Humanista y TP en el caso
de la modalidad Técnico Profesional.

21
Como se señaló anteriormente, el liceo recibe en sus aulas principalmente a
estudiantes provenientes de las escuelas de la comuna y en menor medida de
Ovalle. La matrícula del año 2007 fue de 218 alumnos con un total de 8 cursos
(dos cursos por nivel), con 98 en la modalidad HC y 120 en la TP.

Ahora bien, una lectura de la desigualdad y heterogeneidad de los estudiantes del


liceo señala que:

Los jóvenes estudiantes provienen de mundos extremadamente diversos:


ganadero, agrícola y semi-urbano lo que dificulta el desarrollo de una
identidad única: el Liceo es un mosaico de intereses y los recursos son
pocos. Lo anterior se agrava cuando visualizamos el establecimiento como
un nodo enclavado en una de las localidades más alejadas de nuestra
Comuna -ya suficientemente marginalizada- en un proceso presionado por
las perentorias exigencias de la pertinencia reformadora, el contexto
globalizador de los medios de masa (el Hogar Estudiantil cuenta con TV
satelital), la tradicionalidad patriarcal que aún hegemoniza la cultura
comunal y la consiguiente desertificación poblacional asociada a un
completo proceso histórico y geoambiental difícil de revertir (Ibíd.: 30).

Finalmente, las diversas evaluaciones (DAE principalmente) respecto del proceso


educativo que realiza el liceo, resaltan algunos de los puntos críticos de los
resultados educativos, donde se acentúan, el estancamiento de los resultados en
la PSU11, el porcentaje de deserción y repitencia, las cuestiones relativas a la
disciplina, la desvinculación con la comunidad local, entre otros (Ibíd.). En este
sentido, se puede apreciar como en el liceo donde se desarrolla nuestra
investigación se conjugan algunas de variables sistémicas que demuestran la
desigualdad educacional de la educación pública chilena, la cual es resultado de
un conjunto de variables intra y extra escolares y el efecto combinado y
concentrado de estas (Casassus, 2003).

11
Cuestión que aparece consignada por PNUD (2008) en el índice de Desarrollo Humano en el área de
Educación. Para el tema de los resultados en las pruebas de selección universitaria ver en anexos los cuadros
6 y 7.

22
III. METODOLOGÍA

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

La investigación en terreno se realizó durante los años 2004, 2005 y 2007,


mayoritariamente en los poblados de Hurtado y Pichasca ambas localidades
pertenecientes a la Comuna de Río Hurtado, Región de Coquimbo. La memoria
corresponde a un estudio sociocultural desarrollado en torno a tres viajes al área
de estudio. Se trata, por tanto, de un estudio longitudinal que da cuenta de la
realidad social desde una perspectiva temporal enmarcada en el trabajo de
campo, con el propósito de generar un relato mayor capaz de integrar todo el
proceso investigativo. Por otro lado, en la Región Metropolitana (en las comunas
de Providencia y Ñuñoa) es el lugar donde se encuentra la base de operaciones
del autor, sitio donde se planificó, interpretó y analizó todo el material producido y
recolectado.

Ahora bien, para acercar al lector a algunos de los sucesos vividos en este
proceso investigativo, sin duda que para los antropólogos y las antropólogas es un
compromiso describir la perspectiva subjetiva del investigador con respecto a la
entrada en el campo (Flick, 2004), cuestión que a continuación se pasa a
reseñar12.

El trabajo de campo se produjo a partir de un periódico ir y venir por la comuna de


Río Hurtado, concentrando mi estadía en el liceo ubicado en la localidad de
Hurtado donde logré relacionarme y compartir con los jóvenes en distintos
espacios de convivencia. Fueron tres años de entrar y salir en un espacio habitado
principalmente por jóvenes y dirigido por adultos. Debo reconocer que en cada
una de mis visitas al establecimiento conté con el apoyo de profesores, directores
y asistentes de la educación, entregándoseme los espacios y libertades para

12
Del mismo modo, el célebre Malinowski (Confesiones de ignorancia y fracaso, 1939) señala que “(…) es
una obligación del investigador de campo rendir cuidadosas y sinceras cuentas de sus fracasos e
inexactitudes”, esto con el doble propósito de: documentar los métodos que posibilitaron producir tales datos,
como también, para reconocer las dificultades o aciertos vividos en el campo, es decir, como fuente de
aprendizaje empírico.

23
trabajar cómodamente en el liceo (acceso a la institución); asimismo, los jóvenes
estuvieron llanos a conversar o ha ser entrevistados según mis solicitudes,
siempre curiosos ante mi presencia y a mis sucesivos retornos (acceso a los
individuos). Anecdóticamente recuerdo que en un principio los estudiantes creían
que yo era un profesor o un psicólogo que venía a conversar con los alumnos de
cuarto medio, desde un principio intenté desmarcarme de aquella imagen de
manera de traspasar la barrera entre lo normativo y vigilante de tales figuras.

Resumidamente sintetizaré el tema de mi acceso: en el 2004 llegué como un


extraño y me marché como un visitante. A mí vuelta en el 2005 fui recibido con
familiaridad y cariño logrando alcanzar altos grados de participación con un grupo
de jóvenes. Finalmente el 2007 nuevamente llegué como un visitante y me integré
como un observador interno. Para acercarme a los jóvenes utilice “todos los
medios posibles”, desde los canales jerárquicos de las autoridades del
establecimiento, hasta mi participación en distintas actividades recreativas y de
conversación directa con los estudiantes. Durante las cortas estadías me relacioné
más distendidamente con los varones, con quienes logré una mayor cercanía.
Mientras que con las adolescentes, por distintas razones, intenté ser más
cauteloso a la hora de interrelacionarme, con lo cual conseguí un menor grado de
participación de sus experiencias cotidianas. En general, la experiencia de
convivencia al interior del internado fue muy provechosa pudiendo mimetizarme
como un personaje habitual en el día a día, en los comedores, la multicancha, los
patios y los dormitorios de los varones. En este sentido, se debe destacar que el
año 2007 alojé en la habitación de los cursos superiores ocupada por una
treintena de jóvenes. Como observador presencié desde la cotidianidad las
costumbres y los modos de relacionarse, lo cual permitió que ampliase la visión
que tenía de estos, acercándome más a la experiencia juvenil dentro del
internado.

A continuación se detalla el camino seguido por este trabajo, que como se


mencionó anteriormente se estructuró en función de tres sucesivas experiencias
de campo, referente empírico que da sustancia a esta memoria de investigación
antropológica.

24
1.1 PRIMER VIAJE (2004): “En busca de los Jóvenes de Río Hurtado”

Temporalidad: abril 1 semana, Octubre 2 semanas.


Propósito general: conocer y describir los discursos de los estudiantes que
cursaban tercer y cuarto año medio en el liceo Jorge Iribarren Charlín, respecto a
una propuesta de instalación de un proyecto de educación superior técnica en la
comuna.
Técnicas aplicadas: cuatro entrevistas grupales.
Actividades realizadas: participación en mesa de discusión sobre educación (22
abril).
Estudio interdisciplinario: realizado en conjunto con mi compañera trabajadora
social.
Antecedentes: este trabajo comenzó su camino investigativo en el año 2004
cuando se planificó el primer acercamiento a los jóvenes con el propósito de
conocer sus opiniones y discursos respecto de un proyecto que pretendía la
construcción e implementación de un Centro de Formación Técnica (CFT) en la
comuna. Para lograr dicho objetivo se efectuó en conjunto con Daniela Bolivar
(trabajadora social) y con el apoyo de los ejecutores del proyecto, la realización de
una visita al liceo-internado de Hurtado, efectuándose cuatro entrevistas grupales
a los terceros y cuartos medios existentes. La estrategia metodológica buscó
profundizar en el plano de la subjetividad de los jóvenes, lo que posibilitó que ellos
plantearan sus opiniones, expectativas y los temas más relevantes en relación a la
construcción de CFT. En definitiva, el análisis permitió sondear preliminarmente
los grados de pertinencia sociocultural que tenía dicho proyecto para los jóvenes,
de acuerdo a sus distintos puntos de vista y su potencial disposición para ingresar
en un futuro a dicho centro educacional. Asimismo, se indagó particularmente en
los proyectos de vida de los jóvenes una vez finalizada su educación secundaria.

1.2 SEGUNDO VIAJE (2005): “Los resultados son de ustedes”

Temporalidad: noviembre y diciembre dos semanas.


Propósito general: difusión, discusión y entrega de los resultados de la
investigación realizada (2004) a los sujetos involucrados en esta.

25
Técnicas aplicadas: entrevistas semi estructuradas (2).
Actividades realizadas: exposición del trabajo en un encuentro comunal,
participación en dos programas de la radio comunitaria Terral con jóvenes, visitas
a distintos colegios a lo largo de la comuna, entrega de trípticos a los apoderados
y alumnos del liceo, entre otros.
Antecedentes: en dicha ocasión, se realizaron distintas actividades de difusión y
discusión de los resultados de la investigación13, que incluyeron la presentación de
un stand en el Tercer Encuentro Contra la Desertificación y la Pobreza de Río
Hurtado, la intervención en dos programas de la radio comunitaria Terral y,
fundamentalmente con la divulgación de los resultados con los actores juveniles
involucrados, padres y apoderados, y las autoridades del Departamento de
Educación Municipal (DAE), entre otros.

1.3 TERCER VIAJE (2007): “Cerrando el círculo”

Temporalidad: dos semanas en agosto.


Propósito general: actualizar y profundizar los datos y la información.
Técnicas aplicadas: entrevistas semi estructuradas a estudiantes con mejor
rendimiento por cada curso, encuesta social a los cuartos medios (TP y HC),
entrevista con orientadora del liceo.
Antecedentes: se programó la ejecución de una última etapa de investigación
social capaz de profundizar selectivamente respecto de algunos temas de mayor
interés, como también sobre otros que no habían sido abordados en las visitas
anteriores. Asimismo, se efectuó un re-encuentro con una nueva promoción de
estudiantes logrando conocer sus aspiraciones y proyectos postsecundarios.

En términos generales, el corpus empírico descubierto permite al lector conocer


las principales tendencias en la distribución de las aspiraciones y proyecciones
futuros de los jóvenes que cursan cuarto medio.

13
Donde la información fue presentada a partir de trípticos explicativos del trabajo y mediante la exposición de
un material audiovisual que contenía las conclusiones y sugerencias del estudio.

26
2. ORIENTACIÓN METODOLÓGICA GENERAL

El presente estudio combina dos estrategias de investigación siguiendo un


“modelo con enfoque dominante” (Hernández, et al., 2003: 20). En este sentido, la
investigación se realizó fundamentalmente bajo el enfoque cualitativo ya que este
permite captar y reconstruir el significado que los estudiantes atribuyen a sus
procesos, comportamientos y actos, es decir, desde sus propias palabras y
discursos, paralelamente se incluye de forma complementaria un componente del
enfoque cuantitativo que proporcionó una medición estandarizada y numérica de
aspectos de la realidad de interés para nuestra investigación.

2.1 LAS TÉCNICAS CUALITATIVAS DE PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN

2.1.1 Entrevista grupal: El principal propósito de la técnica de entrevista grupal


en la investigación social, es producir información referida a conocimientos,
actitudes, experiencias, etc., que no son posibles de obtener con suficiente
profundidad mediante otras técnicas tradicionales como la observación, la
entrevista personal o la encuesta social. En nuestro caso, se buscó entrevistar
colectivamente a cada uno de los cursos con el objetivo de obtener múltiples
opiniones y juicios dentro de cada grupo de estudiantes (según su modalidad de
estudios), incitando a los que responden a “(…) liberar al Yo Latente para romper
las barreras de la comunicación, para potenciar la capacidad cognitiva y analítica”
(Ruiz, 1996: 251). En cada una de las cuatro entrevistas grupales se logró crear
una situación conversacional donde las y los jóvenes expresaron sus inquietudes
individuales e intercambiaron puntos de vista respecto al tema en estudio.
Finalmente, se planificó realizar esta técnica considerando sus principales
ventajas, tales como, ofrecer la oportunidad de entrevistar a más personas en
menos tiempo (con el consiguiente ahorro de energía y de tiempo) y, permitir
indagar más profundamente respecto de una situación, trama o problema
compartido por un grupo real –o sea, que existe en la vida cotidiana- (Ruiz, 1996;
Flick, 2004).

27
2.1.2 Entrevista semi estructurada: se refiere al tipo de entrevista que sigue un
esquema general y flexible de preguntas, en cuanto a orden, contenido y
formulación de estas. En términos generales, busca comprender más que explicar,
asume el formato de estímulo/respuesta sin esperar la contestación objetivamente
verdadera, sino subjetivamente sincera (Ruiz, 1996). Esta técnica se utilizó para
obtener mayor información de las autoridades municipales de educación, como
también para profundizar en ciertos temas con los estudiantes.

2.2 LA TÉCNICA CUANTITATIVA DE PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN

2.2.1 La encuesta social: por medio de este dispositivo se suelen medir la


opinión y el comportamiento de un grupo humano respecto a un fenómeno de
estudio. Su organización se basa en un conjunto de preguntas elaboradas por el
investigador de acuerdo a los aspectos que considera relevantes de ser
preguntados, cada uno de las cuales posee un abanico acotado de respuestas
que son presentadas a los entrevistados para que este las seleccione (Dávila et,
al. 2005). En nuestro caso, la finalidad que tuvo la encuesta social fue el distribuir
los casos individuales y formar agrupaciones de las categorías de respuesta,
información que nos permitió generar un análisis estadístico que respaldó y
corroboró los datos producidos mediante las técnicas cualitativas.

3. TIPO DE INVESTIGACIÓN

Esta investigación corresponde a un estudio de tipo exploratorio-descriptivo. El


carácter exploratorio que se enfatizó fue el “(…) examinar un tema o problema de
investigación poco estudiado” (Hernández et al., 2003: 115). En este sentido, se
debe reconocer que no existen estudios sobre las juventudes de la comuna de Río
Hurtado, que aborden la temática de las aspiraciones y proyectos postsecundarios
de los estudiantes del liceo. Por otra parte posee un carácter descriptivo ya que
pretende especificar las cualidades, características y propiedades relevantes del
fenómeno analizado. Con respecto a esto, Ander-Egg señala que el estudio
descriptivo “(...) consiste fundamentalmente en caracterizar un fenómeno o
situación concreta indicando sus rasgos más peculiares o diferenciados” (Ander-

28
Egg, 1979: 61). En definitiva, el presente estudio exploratorio-descriptivo recolectó
información que antes no se había abordado sistemáticamente por otros
investigadores, forjando una descripción antropológica capaz de caracterizar y
especificar las aspiraciones postsecundarias de las y los estudiantes del liceo.

4. UNIDAD DE ANÁLISIS

4.1 UNIVERSO DE ESTUDIO

El universo de estudio está constituido por el conjunto total de los sujetos


investigados, donde se asumió un criterio de selección en función de las técnicas
de investigación aplicadas:

4.1.1 Universo de estudio según técnicas cualitativas de producción de


información
a. Entrevista grupal: Debido a lo reducido del universo, en la oportunidad se
determinó estudiar a la totalidad de este, así se realizaron cuatro entrevistas
grupales con los estudiantes que cursaban tercero y cuarto medio en liceo
Jorge Iribarren Charlín de la comuna de Río Hurtado (2004). A continuación se
presenta la constitución específica de cada grupo:

Nº GRUPOS FECHA LUGAR Nº Masc. Fem. Pertenece


PARTICIPANTES a la
comuna
si no
1 Tercero Científico 08/10/2004 Biblioteca del Liceo 17 7 10 17 --
Humanista (HC) 2
2 Tercero Técnico 10/10/2004 Biblioteca del Liceo 17 13 4 9 8
Profesional (TP) 4
3 Cuarto Científico 09/10/2004 Biblioteca del Liceo 13 6 7 9 4
Humanista (HC) 3
4 Cuarto Técnico 04/10/2004 Biblioteca del Liceo 14 12 2 8 6
Profesional (TP) 1
TOTAL 61 38 23 43 18

% 62, 3 37,7 70,5 29,5

29
b. Entrevista semi estructurada: corresponde a las entrevistas realizadas
con las autoridades de educación local con el objetivo de discutir los alcances de
la investigación realizada en el año 2004 y, obtener información contextual
respecto a la educación comunal.

2005
Informante clave Fecha Criterio de pertinencia Temas de la entrevista
Willy Godoy 30/11/2005 Jefe del Departamento de -Discusión de los resultados de la
Educación Municipal (DEM) Río investigación realizada.
Hurtado -Posición del DEM frente al
proyecto CFT.

Allan 03/12/2005 Integrante Departamento de -Actualizar la información respecto


Ramírez Educación municipal (DEM), al Proyecto CFT.
Concejal, -Futuro del Proyecto CFT.
Miembro del Canelo de Nos Discusión de los resultados de la
investigación realizada.

A continuación, se presenta el universo de estudio que da respuesta al Objetivo


1.3., el cual profundiza en las proyecciones de los estudiantes con mejor
rendimiento de cada curso efectuado el 2007.

2007
Informante clave Fecha Criterio de pertinencia Temas de la entrevista
Estudiante 22/08/2007 Estudiante con el mejor -Anhelos y proyecciones laborales
4 HC rendimiento escolar y/o educacionales.

4Estudiante 23/08/2007 Estudiante con el mejor -Perspectivas de migrar o


4 HC rendimiento escolar permanecer en la comuna.

4Estudiante 28/08/2007 Estudiante con el mejor - Situación después del egreso.


4 HC rendimiento escolar
-Perspectiva de integración social.
Estudiante 28/08/2007 Estudiante con el mejor
4 TP rendimiento escolar -Elementos facilitadores y
obstaculizadores para la
Estudiante 28/08/2007 Estudiante con el mejor materialización de las proyecciones.
4 TP rendimiento escolar

30
Estudiante 28/08/2007 Estudiante con el mejor
4 TP rendimiento escolar

Orientadora del 23/08/2007 Profesional de la educación que -Perfiles de los estudiantes del liceo
establecimiento asume un papel activo en el tema en cuanto a sus proyecciones
que se investiga. laborales y/o educacionales.
- tendencias y diferencias según:
Modalidad.
Género.
Tipo de carrera y/ o empleo.

-Elementos facilitadores y
obstaculizadores para la
materialización de las proyecciones.

4.2. MUESTRA

4.2.1 Muestra según técnicas cuantitativas de producción de información

a. Encuesta social: La encuesta buscó abarcar el total del universo de


estudio compuesto por los dos cuartos medios (modalidad HC y TP) existentes en
el liceo Jorge Iribarren Charlín, en este sentido, corresponde a un tipo de muestra
intencionada. El diseño de la encuesta se construyó en relación a la información y
los resultados del las entrevistas grupales ya realizadas, las cuales orientaron en
mayor medida la formulación de las preguntas y las alternativas de respuestas
para cada caso14.

La encuesta se aplicó a casi la totalidad de los alumnos que integraban cada


curso, con 20 estudiantes del cuarto científico humanista y 15 del cuarto técnico
profesional. Finalmente, se señala que, fue el propio investigador el cual aplicó la

14
En el diseño de la encuesta se utilizaron preguntas utilizadas en otras investigaciones (Martinic, 2002;
Martinic y Sepúlveda, 2002; Dávila et. al, 2004).

31
encuesta en interacción directa con los estudiantes, situación que posibilitó que la
encuesta se desarrollase en un contexto de entrevista personal.

5. PROCEDIMIENTO DE REGISTRO DE LA INFORMACIÓN EN TERRENO

La gran mayoría de la información que se produjo en terreno se registró en


cuadernos de campo. Para las entrevistas grupales y entrevistas semi
estructuradas se utilizaron grabadoras magnetofónicas, siendo transcritas cada
una de estas. Además, se presenta un amplio registro fotográfico de las
juventudes en el liceo y los distintos momentos de la investigación, un artificio
creativo que busca interpelar a la frágil memoria en su tarea de reconstruir las
experiencias y las historias de una otredad en un tiempo futuro.

6. PROCEDIMIENTO DE ANÁLISIS

En la etapa cuantitativa se desarrolló un análisis descriptivo de las principales


aspiraciones educacionales y/o laborales de las juventudes, tomando en cuenta la
modalidad de estudio cursada (HC y TP), el género, rendimiento escolar, entre
otras categorías de análisis. Los cruces entre estas variables se determinaron
según el interés de la investigación y dieron origen a tablas de datos cuantitativos
que completan la información surgida a partir de la aproximación cualitativa.

El análisis de la información cualitativa de terreno derivada de las entrevistas


individuales y grupales, se dirigió a la identificación y categorización de los
elementos y la exploración de sus conexiones, lo que se ajustó a un análisis
interpretacional de tipo descriptivo/interpretativo (Valles, 2003). Para determinar
las aspiraciones educaciones y/o laborales de los estudiantes se desarrolló un
análisis interpretativo de: las condiciones estructurales-origen de éstos, las
experiencias y prácticas juveniles en el ámbito escolar, los anhelos
postsecundarios, el caso de los estudiantes con mejor rendimiento y los elementos
facilitadores y obstaculizadores para la materialización de sus proyecciones.

32
En la construcción del relato se privilegió el sentido integrativo de todo el proceso
investigativo, en el cual se expone el habla juvenil, como también la mirada y
reflexión particular del antropólogo, que obviamente fue sustentada por una
exhaustiva revisión bibliográfica de los puntos de vistas y las reflexiones de los
especialistas en el tema. Asimismo, el registro fotográfico constituye un
documento que recoge y analiza la experiencia presencial del trabajo de campo,
con el propósito de que los lectores mediante la expresión visual transiten hacia un
“acercamiento progresivo” con el mundo juvenil estudiado y “su posible
reconstrucción mediante la imagen” (Colegio de Antropólogos, 2006: 80).

33
IV. MARCO TEÓRICO

1. JUVENTUDES RURALES

Pensar desde el ámbito académico a los y las jóvenes que viven en la ruralidad
del siglo XXI nos exige reflexionar respecto a lo que se define por juventudes
rurales, donde explícitamente se adopte un pronunciamiento sobre sus dos
vocablos: juventudes y rurales (Kessler, 2006). En este sentido, nuestro punto de
vista reconoce la necesidad de pluralizar el concepto de juventud en virtud de la
diversidad y pluralidad que asume, primero el mundo juvenil (Duarte, 2005), y en
segundo término, en los/as propios/as sujetos/as que poseen “(…) una marcada
vinculación y dependencia territorial con los espacios rurales” (González, Y. 2003:
154).

Asimismo, un pronunciamiento sobre la ruralidad reconoce que las juventudes son


influidas por el escenario de la nueva ruralidad, espacio con un alto coeficiente
multiplicador de realidades, donde “(…) de acuerdo a diversas características de
cada geografía se articulan de diferente manera la cultura propiamente local y la
fuerte influencia de la cultura global” (Romero, 2003), por lo tanto, desde una
segunda lectura la noción de juventudes asume un principio de heterogeneidad
que considera al territorio rural de origen y su (des)-vinculación con los procesos
de transformación sociocultural dictados por la modernidad. Es así como en Río
Hurtado encontramos una heterogeneidad de jóvenes que provienen de los
diversos territorios de la comuna, del valle, la cordillera, el secano y los
interfluvios, cada uno de ellos conectados en menor o mayor medida con la
modernidad.

En todo caso, se aclara de antemano que nuestra posición no patrocina la


imposibilidad de fundar una conceptualización inclusiva de las juventudes rurales,
por el contrario, se apuesta hacia una definición que no se postule únicamente
desde miradas holísticas, sino que asuma el desafío de tener la suficiente “(…)
flexibilidad para adecuarse a las tensiones juveniles que caracterizan cada época

34
y posición social (clase, género, etnia, etc.), (…) y que den testimonio así de las
pluralidades y diversidades ya señaladas existentes en las juventudes” (Duarte,
2005: 4).

Ahora bien, en este camino de definición de las juventudes rurales se hace


pertinente declarar el sustento teórico que acompaña -vigila- a la interpretación del
autor, de aquellos lentes que enfocan nuestras miradas subjetivas. Así, la
presente memoria tiene como uno de sus consejeros al enfoque de construcción
social de las juventudes. Dicho enfoque subraya que cada sociedad construye una
noción de juventud en función de un contexto sociocultural, político y económico
específico, lo que en definitiva se explicita en los modos en que las juventudes se
socializan, viven y construyen sus identidades (Alpízar y Bernal, 2003; Dávila,
2004; Duarte, 2005). Por ende, el enfoque de construcción social de las
juventudes “(…) permite reconocer la heterogeneidad de lo juvenil desde las
diversas realidades cotidianas en las que se desenvuelven las distintas
juventudes. (…)” (Dávila, 2004: 93).

Con este enfoque se buscó descubrir algunas de las experiencias y prácticas que
posibiliten acercarnos progresivamente a los estudiantes de Río Hurtado, donde
particularmente se analizan las condiciones estructurales-origen y, las
características subjetivas-identitarias propias del grupo y de los sujetos
investigados (Dávila et al., 2005). De esta forma, nuestra propuesta admite poder
merodear desde el interior del liceo-internado, epicentro donde los jóvenes viven,
experimentan y re-crean su condición juvenil en el último año de su escolaridad
secundaria.

Para retornar al camino de la conceptualización de las juventudes rurales, se hace


fundamental profundizar en la caracterización de la nueva ruralidad, haciendo
hincapié sobre algunos de los procesos modernizadores que han impactado
directamente sobre la emergencia y consolidación de las juventudes rurales.

35
1.1 EL CONTEXTO DE LA NUEVA RURALIDAD

El cambalache social de fin de siglo modifico paulatinamente el rostro de la


ruralidad, el resultado fue y será un acercamiento asimétrico a los márgenes del
mundo globalizado, vaivenes de un proceso de transformación que en su corta
duración ha estampado “una gama de nuevas condiciones en el que el mundo
rural se reproduce” (González, S. 2006: 11). Por tanto, las “grandes”
transformaciones acaecidas en las últimas tres décadas en el medio rural
latinoamericano han generado una nueva ruralidad (Llambí, 1994; Gómez, 2002;
González, S. 2006, entre otros), diversas ruralidades (Barril, 2001) o ruralidades
alteradas (González, Y. 2007).

En este contexto, uno de los elementos más distintivos de la nueva ruralidad 15


dice relación con su creciente interrelación con el mundo urbano, produciendo una
continuidad temporo-espacial entre lo que anteriormente se dicotomizaba como
típicamente rural y lo urbano (González, S. 2006; Kessler, 2006). En otras
palabras, la prolongación de la urbanidad por las arterias de la ruralidad en un
flujo diario mediante el transporte, las comunicaciones y las TIC’s, en un continuo
movimiento de articulación y dependencia con el mercado capitalista, la industria
cultural y los medios de comunicación de masas (González, Y. 2007). Asimismo,
este proceso enfatiza la emergencia de una agricultura altamente industrializada
lo que ha significado un despliegue de formas de producción que privilegian la
proletarización y sub-proletarización de los trabajadores-campesinos y la
temporalidad y precariedad del trabajo, entre otros (Ibíd.). Siguiendo los
planteamientos de Yanko González se verá que:

En Chile, el proceso de “eclosión pública” de las juventudes rurales está


estrechamente ligada a los procesos específicos que se vivieron en el
campo posterior a la “contrarreforma” agraria llevada a cabo por la

15
En nuestro caso, comulgamos con el concepto de Nueva Ruralidad, el cual se entiende en el sentido
expresado por Luis Llambí (1994) quién caracterizó que los cambios o alteraciones de lo rural abarcan tres
ámbitos: Territorial, que aborda el cambio de valorización de los espacios rurales; Ocupacional, que
comprende las transformaciones en las esferas productivas del agro; Cultural, que dice relación con los
cambios de los esquemas de conocimiento, como también en el ámbito valórico, que están presentando las
poblaciones del campo.

36
dictadura militar.” (2007: 1). Justificadamente, toda su artillería doctoral
apunta a concluir una: “(…) conflictiva constitución como actores sociales –
al menos desde la década de los 80-, de los y las jóvenes rurales
pertenecientes a esta ruralidades “alteradas”. Ello debido, primordialmente,
a la proletarización y el contacto con el medio urbano, pero también y de
sobremanera, a la articulación con el mercado, la educación superior, la
industria cultural y los medios de comunicación de masas, fundamentales
en la juvenilización de la sociedad y la cultura desde la mitad del siglo XX
en América Latina (Ibíd.).

En función de tales concepciones resulta coherente manifestar que la constitución


de:
(…) identidades juveniles aparecen como estructuradas y estructurantes
(…)”, al proceso dinámico de transformaciones guiadas por el acelerado
avance de la dinámica neoliberalizadora en el agro de los años 90’. En
este contexto, en la zona central del país emerge masivamente un nuevo
actor en el campo: los/as temporeros/as. Trabajadores estacionales que
sirven a la agroindustria de la fruta de exportación y que se componen
principalmente de “campesinos desplazados de los fundos, exbeneficiarios
de la reforma agraria abandonados a su suerte, los que perdieron sus
parcelas, los que se vieron obligados a emigrar hacia pueblos o aldeas o
hacia ciudades, los miembros de las familias de la pequeña agricultura
campesina empobrecida” (Chonchol, 1996: 385). A partir de esta realidad,
comienzan a fraguarse las condiciones que permitieron la visibilidad
identitaria de los segmentos más jóvenes de temporeros/as que se
enrolaron masivamente en estas labores (…) (Ibíd.).

Las juventudes rurales del siglo XXI emergen a partir de un “proceso dinámico y
diferenciado” (Duarte, 2005: 7), que tuvo como telón de fondo a los disímiles
contextos modernizantes que acontecieron en el campo chileno en las últimas tres
décadas16. En nuestro caso, se asume que en Río Hurtado se tejieron diversos

16
Si vuestra intención fuese el profundizar respecto de las temáticas, tensiones, problemas, etc., que
nutrieron las producciones en torno a las juventudes rurales de los últimos treinta años, recomendamos
revisar los textos de: Luis Pezo (2008): “Aproximación a la trayectoria de intervenciones e investigaciones
sobre juventud rural en Chile (1948 -2008)”; Yanko González (2003): “Juventud rural: trayectorias teóricas y
dilemas identitarios”; De Gabriel Kessler (2006): “Juventud Rural en América Latina. Panorama de las

37
contextos económicos, sociales, ecológicos y culturales que intervinieron en los
modos en que las y los jóvenes fueron construyendo diferenciadamente sus
identidades. Asimismo, se piensa a las juventudes rurales en un contexto de
fuertes tensiones y contradicciones con el mundo adulto enraizado en una matriz
cultural patriarcal adultocéntrica, el cual tradicionalmente propone un manto de
relaciones de poder y control social de una alta asimetría en desmedro de los
sujetos jóvenes. En contraste a lo anterior, las condiciones sociales actuales
permiten que las juventudes rurales fortalezcan su autonomía en o desde los
mundos juveniles, a partir de espacios como la educación, el empleo asalariado,
la migración, entre otros; precisamente, se está en presencia de una época donde
la voz del patriarca ha dejado de ser un mandato forzoso que propone-designa un
futuro para sus hijos (Durston, 1996; Pezo, 2005).

Hopenhayn (2008) nos propone una reflexión de las temáticas y contradicciones


que actualmente viven las juventudes rurales en función del contexto de la nueva
ruralidad, donde una lectura comprensiva de las juventudes rurales debe precisar
las paradojas y asincronías que sustentan su inclusión-exclusión social de los
procesos de transformación impuestos por la globalización. En este marco, su
formulación nos presenta el enfoque de brecha de expectativas, el cual apunta a
que las brechas se engendran en la medida que “(…) crece la asimetría entre
capacidades y oportunidades, vale decir, cuando las oportunidades existentes
quedan rezagadas respecto de las capacidades adquiridas; o bien con la
asimetría entre las aspiraciones presentes y los logros esperados” (…)” (Ibíd.: 52).
De esta forma, nuestras juventudes rurales son quizás los sujetos que mejor
encarnan nuestra rica tradición de desigualdades, expresadas principalmente en
el campo de la educación, el empleo, la salud, la autodeterminación, entre otros
(CEPAL, 2003). Por ende, se dejar ver que:

De un lado tienen mayores logros educativos que los adultos, medido


sobre todo en años de educación formal, pero por otro lado menos acceso
al empleo. Manejan con mayor ductilidad los nuevos medios de

investigaciones actuales”; y Luis Caputo (2006): “Estudios sobre juventud rural en América Latina.
Limitaciones y desafíos para una agenda de investigaciones sobre juventud rural”.

38
información, pero acceden en menor grado a los espacios consagrados de
deliberación política, y están menos afiliados a los partidos. Expanden
exponencialmente el consumo simbólico pero no así el consumo material
(…) (Hopenhayn, 2008: 53).

A continuación, se volcarán nuestras miradas sobre algunas de las temáticas que


nos ayudan a vislumbrar el escenario que acompaña a las y los estudiantes que
egresan de la educación secundaria. En esta dirección, se desenrollan claves de
lectura que permiten aproximarnos comprensivamente al lugar desde donde se
inscriben sus apuestas, estrategias y planes respecto a su futuro.

1.2 JUVENTUDES RURALES Y EMPLEO

Como se ha venido planteando, para profundizar sobre las relaciones que se tejen
entre el mundo del trabajo y las juventudes rurales necesariamente se debe tener
en cuenta los contextos modernizadores impulsados por la globalización y las
reformas estructurales (Kessler, 2006), que “anticipadamente” desde la década de
los ochentas vienen impactando al mundo rural chileno. Se ha señalado también,
en los planteamientos de Yanko González una mirada crítica respecto a la
influencia negativa de los procesos de globalización en la conformación identitaria
de las y los jóvenes rurales, los cuales han gatillado su proletarización, ocupación
en trabajos inestables y precarios, altos niveles de desempleo, su exclusión del
competitivo mercado laboral, el desajuste de las formas clásicas de trabajo, la
desarticulación de la vida del agro y la migración, la baja en la demanda de mano
de obra rural, entre otras situaciones que afectan especialmente a las juventudes
rurales (González, Y. 2007; CEPAL, 2008)17.

Desde esta perspectiva, las juventudes rurales se conciben como un sector


laboralmente vulnerable pues presentan mayores problemas para conseguir
empleo y aún dificultades más grandes para que sean de buena calidad18

17
Se recomienda la revisión del trabajo de Daniel Kessler (2006: 36-40) donde se sintetizan investigaciones
que permiten ahondar en las miradas positivas y negativas de la influencia: “(…) de los procesos de
globalización y la apertura de mercados en las oportunidades juveniles” (…).
18
Desde una perspectiva histórica, los y las jóvenes corresponden a un tipo de trabajadores que han sido
sistemáticamente explotados por los distintos sistemas de producción, por ejemplo, el sistema hacendal del

39
(Rodríguez, 2001; Jaramillo, 2004). En efecto, la reinante crisis económica global
que está debilitando el desarrollo productivo y el crecimiento económico de
nuestras naciones, estimula una exclusión laboral segmentada preferentemente
hacia las juventudes más afectadas por la desigualdad social, en función de
factores como el género, el espacio, la etnicidad y la clase (CEPAL, 2003; Acuña,
2006). Las voces de los especialistas señalan que la fragilidad de los procesos
socio-productivos menoscaba la inclusión social de las juventudes, produciendo
exclusión laboral en los siguientes ámbitos (Weller, 2001):

El desempleo abierto bloquea las posibilidades de las personas para


acceder a mínimos de bienestar por la vía de los ingresos continuos
(CEPAL, 2003; CEPAL, 2008; Hopenhayn, 2008).
Las ocupaciones de baja productividad y con precarias condiciones
laborales crecen en los momentos de recesión económica (CEPAL, 2003;
Weller, 2006).
Los empleos de condiciones precarias ofrecen bajos salarios, nula
seguridad social, estabilidad, salud ocupacional y derechos laborales
(CEPAL, 2003).

Lamentablemente el deterioro de la inclusión social de los y las jóvenes se


agudiza en las áreas rurales pues como se viene planteado, las oportunidades de
inserción laboral son menos favorables (CEPAL; 2008). En este sentido, se
sostiene un debilitamiento de los vínculos que los unen al mundo rural, es decir,
de los mecanismos mayormente responsables de su integración al sistema social,
como el ámbito laboral, lo que repercute en la reproducción de las condiciones de
pobreza que históricamente han afectado a este sector (INJUV, 2002; FLACSO,
2005). Como se espera, el panorama local de inserción laboral de los y las
jóvenes riohurtadinos expresa los ámbitos de exclusión laboral manifestados por
los expertos. Así, se presentan escasas oportunidades de emplearse dentro de la
comuna, además, de una mala remuneración y una limitada oferta de ocupaciones

siglo XVIII y XIX, tenía a los hijos de inquilinos, en la mayoría de los casos por peones sin salario (por gracia)
a los cuales se les consideraba mercancía de segundo orden, exigiéndoseles trabajar arduamente en las
grandes haciendas del latifundio (Salazar, 1985).

40
que se circunscribe “(…) en la agricultura, la ganadería, ordeña de vacas, en
patronales, corta de pasto, trabajo “apatronado” en general, y en agua potable
(…)”(Zúñiga, 2000: 63).

Ahora bien, en lo que atañe a nuestra investigación, diversas perspectivas han


penetrado en las relaciones entre juventud secundaria y empleo, perfilando rutas
comprensivas que señalan: al aspecto laboral como un lugar primordial en el
proceso de transición de los y las jóvenes hacia una vida adulta (Ghiardo y Dávila,
2008); como aspecto que permite a las juventudes expresar sus identidades y
recibir una valoración social (Krauskopf, 1996) convirtiéndose en un elemento
central del ciclo vital (Duhart, 2002); como eje de integración social (CEPAL,
2003); y finalmente, se entiende como una demanda juvenil que abarca una
dimensión productiva y económica de legitimación social, la cual permite la
consolidación de la auto imagen, la autoestima, el aporte a la economía familiar,
como la generación de niveles de independencia del entorno familiar original
(CEPAL, 1996).

El conjunto de antecedentes planteados sitúan nuestra reflexión sobre la noción


de transición, que nos remite al paso de una situación de dependencia económica
y social, a un ambiente de emancipación social (Redondo, 2000). Asimismo, dicha
transición se concibe como un proceso de reproducción social, en tanto articula
trayectorias de vida que son consecuencia de estructuras de origen y procesos
sociales específicos, como también, de las aspiraciones y apuestas juveniles
respecto de su futuro (Dávila, 2004; Ghiardo y Dávila, 2008). Será en este sentido
que las transiciones juveniles posean una historicidad que nos revela distintas
“estructuras de transición” (Ibíd. 2008: 50), las cuales muestran órdenes de
secuencias que se mantienen, cambian o mutan en función del tiempo social que
viven las juventudes. Ahora bien, específicamente en el mundo rural, lo más
tradicional fue el reflejo de estructuras de transición lineal definidas “(…) por una
secuencia culturalmente establecida y socialmente reproducida (…)” (Ibíd.), en
que (idealmente) de la educación primaria (completa o incompleta) las juventudes
pasaban a trabajar para la unidad productiva familiar o a emigrar en busca de
trabajo, de ahí a formar su propia familia y a la crianza de los hijos, todo esto

41
siguiendo ritmos ajustados, con edades prescritas en función de la estructura
patriarcal19 (Durston, 1998); no obstante, como se ha venido señalando, hoy en
día se han conformado distintas formas de emancipación social que muestran una
gama de posibilidades de transición juvenil,“(…) con otra estructura, con otro
orden en la secuencia y otros tiempos para cada paso (…)”(Op.cit. 2008: 50).

En efecto, las juventudes viven una etapa de la vida donde la sociedad les exige
apostar por modos o formas para adquirir capacidades y derechos asociados a la
adultez (Dávila, 2004). En nuestro caso, resulta obvio enfatizar en la coyuntura
experimentada por los estudiantes rurales de cuarto año medio, los cuales se
enfrentan con uno de los hitos claves en la construcción subjetiva de su futuro, es
decir, su egreso del sistema escolar que los enfrenta a la decisión de cambiar,
mantener o aplazar su condición de estudiante (postsecundario).

Ahora, cuando el sol del recreo secundario se vuelve aurora en las juventudes
rurales, suenan con mayor fuerza las voces que apuestan hacia una transición
juvenil estructurada por su ingreso al ámbito laboral, en tanto forma de
reproducción social oportuna y necesaria. De este modo, se consuma la secuencia
de transición “típica” a partir de un contacto más inmediato y prematuro de los
jóvenes rurales con el mundo del trabajo, principalmente vinculado con labores en
el predio familiar (Kessler, 2006).

Es en este punto donde el carácter más personal de las proyecciones sobre el


futuro se funden-condicionan según las estructuras socioculturales y económicas
de origen de los estudiantes (Ghiardo y Dávila, 2008), pues: “El funcionamiento de
la estrategia económica del hogar rural (sea ésta de supervivencia o de
acumulación) exige los aportes de todos sus miembros, aportes que están
culturalmente definidos y sancionados como obligación ética esencial (…)”
(Durston, 1998: 10). Por ejemplo, en el caso de una economía de subsistencia,
resulta fundamental la participación de este grupo dentro de la explotación de la
fuerza de trabajo familiar ya que sus labores están enfocadas principalmente a la
19
En este sentido, las investigaciones sobre género y ruralidad han permitido ahondar en los modos fácticos y
simbólicos en que las hegemonías sociales de género han configurado estructuras de transición con una alta
asimetría y subordinación de las mujeres a la estructura patriarcal (Zapata, 2001; Kessler, 2006).

42
reproducción de la unidad productiva, lo cual permite asegurar los niveles de
supervivencia mínimos del grupo familiar. Asimismo, las juventudes que participan
de la fuerza de trabajo familiar, por su condición de precariedad económica se ven
interpeladas a emplearse (de forma permanente o temporal) fuera de la unidad
productiva familiar, con el objetivo de introducir un ingreso externo en beneficio de
la familia y/o de los propios sujetos. Así, la realidad indica que lo más común es
una doble explotación del trabajo juvenil, en tanto, se desempeñan en el trabajo
directo en el predio, en las labores domésticas, entre otros, y además, desarrollan
un trabajo remunerado para contribuir al bienestar general del hogar. Finalmente,
en el caso de tratarse de una estrategia económica de acumulación serán los hijos
e hijas solteras/os más jóvenes los cuales procuran mayores posibilidades de
acumulación de capital para el jefe de familia (Ibíd.).

Para finalizar este apartado, se quiere reiterar el papel que desde la subjetividad
juvenil asume el ámbito laboral como sustentador de las aspiraciones de
integración social (CEPAL, 2008) de los estudiantes que egresan de la educación
secundaria municipal. Lamentablemente, el peso de la coyuntura económica-
productiva les proclama una exclusión laboral, túnica de frustraciones de sus
expectativas que buscan una transición postsecundaria favorable hacia una
autonomía económica y social20. Ante este panorama, nos encontraremos con
distintas estrategias “adaptativas” de las juventudes rurales para hacer frente a su
futuro, un punto central donde la migración se vuelve en un tema a indagar.

1.3 MIGRACIONES Y JUVENTUDES RURALES

En la última década se ha consolidado un tipo de reflexión que señala a las


migraciones de las y los jóvenes rurales como un problema para la reproducción
del mundo rural. Desde esta perspectiva, una de las principales preocupaciones
que conlleva la migración juvenil es el recambio generacional de las poblaciones
rurales, suscitando que la población rural se reduzca y envejezca aceleradamente,
“(…) lo que plantea serios problemas al analizar estrategias de desarrollo futuro
(…)” (Espíndola, 2006: 34). Pues bien, en Río Hurtado la migración es un
20
Léase transición hacia la vida adulta desde el adultocentrismo.

43
fenómeno de larga data que se ha visto incrementado por la globalización, la
inestabilidad de la macro economía y la centralidad que asumen las grandes urbes
en nuestra Latinoamérica.

Para nuestra suerte, el tema de las migraciones de las juventudes rurales de Río
Hurtado ha sido investigado con detenimiento por Luis Pezo (2005), quién nos
ofrece respuestas comprensivas que permiten contextualizar las diversas
connotaciones que adquiere dicho fenómeno en la construcción identitaria de las y
los jóvenes. A continuación, se presentan algunos de los argumentos planteados
por el autor, los cuales nos aventuran panorámicamente al entendimiento de los
procesos migratorios desde la perspectiva motivacional de los sujetos.

Según Luis Pezo, la migración es “(…) un fenómeno complejo y multidimensional


que está relacionado con muchos elementos de la realidad que viven las personas
(…)” (2005: 155). Quizás por este motivo es que su trabajo nos propone el
descubrir las motivaciones de las y los sujetos por migrar, un enfoque que da
cuenta de las circunstancias, los factores y las percepciones que estimulan o
inhiben el proceso migratorio (Ibíd.). Ahora bien, aunque la decisión de emigrar se
consecuencia de una decisión voluntaria en pos de mejores condiciones de vida, a
nuestro juicio, en muchos casos puede entenderse como un hecho forzado u
obligado de acuerdo a la amenaza o consolidación de situaciones que gatillan una
exclusión social. Por ello, un elemento central de su análisis puntualiza que la
decisión de migrar se resuelve en función del juego jerárquico de distintas
motivaciones personales y sociales, que son parte de la realidad de los habitantes
de cada localidad. Desde esta lógica, cada contexto exhibe factores
motivacionales de atracción-expulsión que promueven y/o inhiben la migración de
las localidades rurales de origen (Ibíd.).

Quizás, es sobre este punto donde Río Hurtado constituye un ejemplo


paradigmático de territorios rurales en los cuales predominan factores de
expulsión (Ibíd.), un fenómeno que se vuelve altamente sensible para las y los
estudiantes secundarios que experimentan una transición hacia roles de
subsistencia y/o emancipación luego de su egreso del liceo. En esta óptica los

44
planteamientos de Durston (1996) encajan sus colores en nuestro cubix,
enfatizando que la migración es una estrategia de vida que tiene por objeto la
inclusión social de los sujetos a los sistemas de producción y reproducción que
procuran teóricamente un mejor bienestar (económico, social e identitario). De
este modo, se interpreta a la migración como estrategia de vida que busca
esquivar por un lado, las pocas posibilidades de inclusión social de los jóvenes en
un agro socavado por los nuevos tiempos, como también, en contra de relaciones
intergeneracionales adultocéntricas con estilos autoritarios que inhiben la
liberación, participación y reproducción de los mundos juveniles en la nueva
ruralidad.

Ahora bien, John Durston (1996) examinó los factores motivaciones (sociales e
individuales) que originan la migración de la población joven en Latinoamérica. Su
análisis determina que aunque entre hombres y mujeres los factores
motivacionales sean esencialmente idénticos, sin embargo, las estrategias de vida
son distintas entre los géneros, lo cual configura secuencias de transición a la vida
adulta con distintos objetivos, acciones y medios. En el caso de los varones las
circunstancias y factores que influyen en la migración son: la falta de tierra, la
atracción de lo urbano, mejores salarios en labores agrícolas de cultivo de
exportación, como estrategia de acumulación, etc., situaciones que se
considerarán de importancia a la hora de tomar la decisión de migrar o quedarse
en el campo. En el caso de las mujeres existe una mayor expectativa migratoria
caracterizada por los deseos de seguir estudiando o de trabajar en el medio
urbano, sin embargo, el autor plantea que en los casos que la migración está
motivada por una situación de pobreza, el destino principal de ocupación de la
joven será el servicio doméstico, así:

Las mujeres aparecen con una mayor expectativa migratoria que los
hombres, siendo Santiago el centro de mayor atracción. Las expectativas
migratorias de los hombres se centran principalmente en sectores rurales
(…) los padres estimulan al hijo hombre a quedarse trabajando en la
agricultura y a la mujer a estudiar y trabajar en sectores urbanos (Cit. en
Durston 1996: 71).

45
Por su parte, la investigación de Luis Pezo señaló que a nivel global existen en la
comuna de Río Hurtado una situación de desequilibrio21, lo cual hace que:

(…) la migración es una respuesta a esta situación crítica de presión


demográfica sobre los recursos, en la cual la homeostasis necesaria para
permitir la vida humana no admite la radicación de más personas en el
medio e inevitablemente los expulsa. Sin duda que esta es una situación
estructural de expulsión que se ha mantenido en el tiempo, y que es
posible considerar a nivel general como la más importante condicionante
(aunque no la única) de la migración de la comuna. (…) (Ibíd.).

Del mismo modo, su trabajo analiza cómo se presentan dichos factores


motivacionales en los principales agentes socializadores de las y los jóvenes
(familia, la educación formal y los grupos de pares). En primer lugar, la familia se
constituye en uno de los agentes socializadores que estimula la emigración de las
juventudes de Río Hurtado puesto que en los padres existe el convencimiento de
que la comuna ofrece pocas oportunidades de progreso para sus hijos. En
segundo lugar, la educación se constituye en: “un factor de retención para niños y
jóvenes, pero a su vez las crecientes necesidades educativas propenden al joven
a migrar en busca de calidad o continuidad de estudios” (Pezo, 2005: 158).
Finalmente, en el plano de la integración y socialización de las juventudes existen
pocos espacios de participación para las mujeres jóvenes, cuestión que opera
como un factor de expulsión para ellas. En tercer lugar, se pudo constatar la
presencia de ciertos conflictos intergeneracionales (tenencia tierra, ocio, trabajo,
etc.) los cuales pueden constituirse en factores de expulsión de las y los jóvenes
de Río Hurtado (Pezo, 2005). Como se advierte, esta selección apuntó a los
factores de expulsión ya que estos son los más recurrentes en nuestro análisis,
elementos que en términos culturales nos refieren a un imaginario colectivo que
vislumbra a la migración como una práctica social tradicional en los habitantes de
la comuna, en especial entre las juventudes.

21
Así, desde la perspectiva ecológica de Adler una situación de desequilibrio se debe entender como: “la
saturación temporal o permanente de un nicho ecológico y que afecta a la subsistencia y seguridad de un
grupo humano” (Salas 1986: 21)” (Cit. en Pezo, 2005).

46
1.4 CULTURAS JUVENILES EN LA RURALIDAD

Los estudios sobre juventud rural muy pocas veces se han interesado por las
experiencias, prácticas, gustos y adscripciones estético-musicales que expresan la
identidad de las juventudes rurales en su vida cotidiana (Kessler, 2006). Esta
suerte de desinterés epistemológico, tuvo su páramo en enfoques que
cuestionaban la existencia de la juventud rural al reconocerla como una
experiencia efímera en función de una temprana asunción de roles adultos
(Durston, 1996; González, Y. 2007), en este sentido, se hablaba de “(…) jóvenes
con o sin juventud” (González, Y. 2003). Asimismo, esta indiferencia tiene que ver
con el predominio de estudios e intervenciones centradas en los problemas,
urgencias y demandas de un sector que se construyó bajo el estereotipo del joven
empobrecido, analfabeto, minifundista, entre otros (CEPAL, 1996). No obstante, la
investigación actual ha podido verificar que lo propiamente juvenil ha tenido una
expresión plural, diversa e histórica en la ruralidad, que se ha caracterizado por los
modos de vivir y sobrevivir de este grupo, como también, en las maneras de
agruparse, socializar, expresarse y presentarse ante la sociedad (Duarte, 2001).

Es esta la dirección que emprende nuestro trabajo, pues pretende bosquejar una
huella que muestre las partículas que conforman lo propiamente juvenil en el
ámbito liceano. A partir de esta premisa, es que arriban a nuestro pórtico teórico
algunos conceptos claves de la juvenología cultural Iberoamericana. Carles Feixa,
baluarte catalán de los estudios de Juventud, afirma que el concepto de cultura
juvenil designa la aparición de “microsociedades juveniles” portadoras de altos
grados de independencia de la institucionalidad de las sociedades adultas, de esta
manera, las juventudes construyen estilos de vida particulares que se emplazan
fundamentalmente en su tiempo libre-ocio o en los distintos territorios-esferas de
las orbes industrializadas (Feixa, 1999; Alpizar y Bernal, 2003; González, Y. 2007;
entre otros.). A poco andar, emergieron voces que buscaron profundizar en “(…) la
multiplicidad diacrónica y sincrónica en los “modos” de ser joven (…)” (Reguillo,
2000: 9), de ahí, la pregunta por los modos de ser-hacer juventud en la ruralidad
fue tomando forma.

47
En Chile, esta posición epistemológica ha sido enarbolada por el antropólogo
Yanko González, quién se ha transformado en una de las voces más calificadas
para dar cuenta de la “eclosión identitaria de las juventudes rurales” (2007). Su
propuesta se interroga por la juvenilización del mundo juvenil rural, abordando los
procesos de apropiación-consumo de bienes simbólicos musicales (y en función
de un escenario histórico mayor) que posibilitaron a las generaciones de los años
noventa una expansión y diversificación identitaria (Ibíd.). Desde su perspectiva, la
música funciona “(…) como un bien simbólico “liberado” del mundo adulto y
consumido activamente por las recientes generaciones (…), transformándose en
la “voz de la identidad”, un tejido al que se vinculan percepciones territoriales,
afectivas, sociales y culturales” (Ibíd.: 4). Considerando lo anterior, su obra
puntualiza que las adscripciones musicales fortalecieron un imaginario cultural que
les planteaba modos de ser-hacer específicos para las y los jóvenes rurales (en
contraposición con el mundo adulto), garantizando de esta forma, la existencia y
reproducción de este segmento a partir de la vivencia del período juvenil.

En tal sentido, la presente investigación da cuenta de los sujetos y las prácticas


juveniles que presentan los estudiantes en el ámbito liceano. Consecuentemente,
se abordan las formas de grupalización e interacción de las juventudes (Reguillo,
2000). Resumidamente, se puntualiza que con este enfoque se buscó desplegar
una mirada centrada sobre algunas de las experiencias cotidianas que nos remiten
a procesos de construcción de identidad de las juventudes del liceo. Se tiene
confianza en poder ampliar la visión que se tiene sobre los jóvenes del liceo,
alentando a los lectores a aproximarse comprensivamente a los procesos que
viven los jóvenes en el ámbito escolar a partir de la incorporación de la variable
sociocultural (Dávila, 2004).

48
2. EDUCACIÓN SECUNDARIA E INCLUSIÓN SOCIAL

La sociedad chilena del siglo XXI, aún se sigue cuestionando por el rol que juega
la educación secundaria frente a la inclusión social de las juventudes. Claro, si
aunque en nuestro imaginario colectivo la educación se funda como una
herramienta básica para la ampliación de las oportunidades y de las competencias
que contribuyen a la superación de las asimetrías sociales. Sin embargo, hoy en
día, tal confianza se ha debilitado producto de la marcada desigualdad
educacional que ostenta el sistema educativo chileno, sobretodo a la hora de
evaluar la calidad de la enseñanza entre los establecimientos privados, públicos y
subvencionados (Ghiardo y Dávila, 2005; Redondo, 2005). Quizás por eso, es
fundamental observar los efectos producidos por un mayor nivel de escolaridad en
los estudiantes rurales, en la conformación de sus expectativas, apuestas y/o
proyectos postsecundarios.

Para muchos, el principal rol de la educación es promover el desarrollo de las


personas y las comunidades (CEPAL, 2008). En este sentido, el factor escolar se
ha constituido en uno de los principales mecanismos de estructuración social, que
le permite a las juventudes incrementar sus posibilidades de trabajo, ingreso y
status (Dávila et al., 2005). Se observa entonces que, la noción de educación está
íntimamente ligada al concepto de inclusión social, que se define “(…) como el
desarrollo de capacidades para el ejercicio de libertades (Sen, 1999) (…)”
(Hopenhayn, 2008: 51). Consecuentemente, uno de los objetivos declarados por
los sistemas educativos latinoamericanos, es “(…) el de asegurar la integración
social y reducir las desigualdades que se producen en la estructura social. (…)”
(Casassus, 2003: 24). Una afirmación que ha sostenido en alto la promesa de la
educación como mecanismo de movilidad social, un gran dolor de cabeza para
nuestra sociedad. Frente a esta situación, nuestra reflexión aborda una de las
grandes apuestas políticas: la universalización y obligatoriedad de la educación
secundaria.

49
Durante el siglo XX la masificación de la educación secundaria - hoy educación
media - se constituyó en una de las grandes transformaciones del sistema
educativo chileno, no obstante, la mayor democratización en el acceso no se ha
traducido en un aumento de la calidad en la enseñanza (Cruz, 2003). En este
marco, los esfuerzos se centraron en la expansión cuantitativa-lineal del sistema
educativo, expresado básicamente en: un mayor porcentaje de escolarizados, más
años de escolarización, más y mejor infraestructura y equipamientos, mayor
número de profesores, mayor cantidad de recursos didácticos, entre otros. Así, la
ecuación programó que a mayor inversión -incrementando el porcentaje del PIB-
en educación, era posible garantizar una mejora sustancial de la calidad de la
educación (Ander-Egg, 2001). Y así fue, el gasto en educación desde el año 1996
al 2008 se ha triplicado22, extendiéndose la cobertura en todos los niveles
educativos a largo del país. Y si esto es así, cabe preguntarnos si en el siglo XXI
¿se podrá ofrecer una educación de calidad a las juventudes rurales? (Duhart,
2004b).

Para responder tal pregunta, resulta inevitable referirse a la expansión cuantitativa


del sistema educativo considerando a la población “estadísticamente joven” (15 y
29 años)23. Las cifras señalan que la integración juvenil al sistema educacional
entre los años 1992 y 2003 aumentó sostenidamente (desde un 30% a un 43%),
justamente, en el año 2003 concurrían más de 1.600.000 jóvenes a
establecimientos educacionales (INJUV, 2006). Con esto, hoy en día, la
escolaridad promedio de la población joven es de 11,4 años de educación (Ibíd.,
110). Pues bien, he aquí nuestra atención. En uno de los efectos más evidentes
de la expansión cuantitativa del sistema educacional secundario chileno, con una
mayor integración de jóvenes rurales al sistema educativo, lo que históricamente
para las zonas rurales significa que las actuales generaciones duplicarán,
triplicarán o cuadriplicarán la escolaridad promedio de sus padres y abuelos. Tal
situación se propaga cada año, con cada vez más estudiantes de zonas rurales
22
Así, la presidenta Michelle Bachelet lo señaló en el discurso del 21 de mayo del 2008: “Hicimos el mayor
esfuerzo financiero en la historia de Chile, al destinar en el presupuesto más de siete mil 600 millones de
dólares a la educación”.
23
Lo primero señalar que, de acuerdo a la tendencia al envejecimiento de la población chilena, la proporción
de jóvenes ha caído desde un 28% a principios de la década de los noventa a un 24% al 2005, con
aproximadamente cuatro millones de jóvenes (INJUV, 2006), de los cuales el 88% vive en las ciudades y un
12% lo hace en las zonas rurales, unos 443.586 hombres y mujeres (Censo, 2002).

50
que egresan de cuarto año medio, probablemente siendo uno de los primeros
integrantes de su familia en conseguir tal logro. Ahora bien, las cifras de la
integración juvenil a la educación secundaria, también nos señalan limitaciones
específicas de las juventudes rurales frente a su participación en la educación
formal. Por ende, a la hora de analizar su integración al sistema educativo, siguen
existiendo grandes diferencias en cuanto a la cobertura, asistencia, pertinencia y
calidad de la educación entregada24 (Duhart, 2004b). Por ejemplo, la cobertura de
educación secundaria para las áreas rurales es de un 85% mientras que de un
94% para las zonas urbanas. Como bien se sabe, el problema a nivel nacional no
es la cobertura sino que el rendimiento de los estudiantes para egresar de la
educación media en la edad oportuna, justamente, solo un 56% de los estudiantes
rurales lo logran (Brunner et al., 2006). Finalmente, los datos apuntan a que un
47% de jóvenes rurales entre los 20 y 24 años poseen una escolaridad de 12
años, en relación con un 79% de jóvenes urbanos con este rendimiento. Y por
supuesto, existe la confianza que Chile en los próximos decenios podrá
vanagloriarse de haber alcanzado la casi universalización de la educación
secundaria en los sectores “más pobres”. No obstante, existe mayor expectativa,
en que esta transformación en la estructura de nuestra sociedad, no solo
conquiste “la igualdad de oportunidades para aprender” sino que apueste por
asegurar una integración funcional para las juventudes rurales (educacional y
sociolaboral), que construya los pilares básicos para su inclusión social efectiva
(Dávila et al., 2005).

He aquí la tensión señalada en el primer párrafo, ¿cómo la educación por si


misma puede hacer frente a la gran gama de situaciones problemáticas que
afectan la inclusión social de las juventudes rurales?. Y claro, una respuesta
esperanzadora nuevamente se enturbia en función de las contradicciones y
paradojas que circundan al tema de la educación y la inclusión. Como se planteó
anteriormente, el centro del debate actual señala que, aunque las juventudes

24
Para un análisis preliminar de las limitaciones que caracterizan al sistema de educación secundaria en Chile
en términos de la distribución desigual de la calidad de aprendizajes entre sus estudiantes (rurales/urbanos y
según su condición socioeconómica), se sugiere una revisión donde se compare los resultados de estos
grupos en: los puntajes de las Pruebas SIMCE, los puntajes de las pruebas de selección para el ingreso a la
educación superior (PSU), en las habilidades para el uso de las herramientas de la modernización como la
computación o idioma extranjero, entre otros.

51
rurales posean mayor escolaridad paradójicamente tienen menos acceso al
empleo que los adultos (Hopenhayn, 2008). Asimismo, resulta indiscutible
considerar que uno de los principales efectos de la educación sea la manipulación
de las aspiraciones (Bourdieu, 1990), precisamente, la institución escolar es un
espacio donde se internalizan expectativas respecto del futuro, donde se
alimentan esperanzas en que: “(…) a más educación presente, mayores
oportunidades futuras (…)” (Op. cit.: 54).

Todos estos antecedentes permiten evidenciar que una de las principales


transformaciones culturales de las y los estudiantes rurales que poseen un mayor
capital educativo, se expresa a nivel subjetivo, con mayores expectativas de una
mejor inserción laboral, continuidad educacional, entre otros elementos propios de
la inclusión social. Tristemente, la realidad nos muestra que las juventudes rurales
experimentan una asimetría entre sus expectativas (educacionales y laborales) y
las oportunidades reales en que estas se cumplan (CEPAL, 2008)25. Con todas
estas referencias, se hace “(…) difícil pensar que la educación hace la palanca de
movilidad social, de igualación de oportunidades y de compensación a las
desigualdades de origen. (…)” (Hopenhayn, 2008: 62).

2.1 LA EDUCACIÓN SECUNDARIA RURAL Y LA REPRODUCCIÓN DE LAS


DESIGUALDADES SOCIALES

Hasta el momento, nuestras reflexiones han evidenciado las paradojas y


ambivalencias que presenta la educación secundaria rural frente a las demandas
de las juventudes rurales por una inclusión social. En este sentido, existe una
evaluación favorable respecto a la mayor escolarización de este segmento, pues
representa el umbral exigido por la sociedad para adaptarse a las condiciones de
vida contemporánea, entregándole altas posibilidades para superar la pobreza o
no caer en ella (Ibíd.). Ahora bien, desde la problemática de la inclusión social que
nos ocupa, tales transformaciones educacionales resultan insuficientes para
contrarrestar la reproducción de las asimetrías sociales de los y las estudiantes
25
Sobretodo considerando los altos índices de desempleo de este sector, como también, de las mínimas
posibilidades de poder costear y/o integrarse en la educación técnica y/o universitaria que ofrece el mercado
educacional chileno.

52
rurales, que como se ha visto, se expresan en el ámbito del empleo, la educación,
entre otros.

La comprensión de este fenómeno ha estado marcada por la obra de Bourdieu y


Passeron (1996, 2003) quienes detectaron –hace ya tres décadas- la importancia
del sistema educativo (francés) en la reproducción de las desigualdades sociales
(Acuña, 2006). En tal sentido, la acción pedagógica ostenta una eficacia altamente
diferenciada según las diferentes características sociales, culturales y económicas
(Bourdieu y Passeron, 2003), y además, en función de los factores de género,
clase y etnicidad (Op. cit.). Por ende, la educación secundaria rural opera como un
mecanismo que reproduce-legitima la estratificación social en función de las
asimetrías sociales de origen de los y las estudiantes rurales. Desde esta
perspectiva, la corriente crítica de la sociología de la educación ofrece un análisis
desesperanzador de las posibilidades que ofrece el sistema educativo en pos de la
inclusión social de los y las estudiantes rurales. Al poco andar, y a pesar de las
esperanzas declaradas, resulta difícil no abrazar los planteamientos que
proclaman que “(…) los sistemas educativos no favorecen la igualdad de
oportunidades (…)” (Redondo, 2005: 97).

A su vez, distintos autores han ofrecido evidencias de cómo opera los postulados
de la teoría de la reproducción en el campo de la educación secundaria chilena.
En este sentido, Juan Cassasus plantea que hoy en día la mayor cobertura de la
educación secundaria ha significado que

(…) el criterio de “años de escolaridad” perdió su eficacia como


mecanismos de selección. Años de escolarización se convirtió en una
condición necesaria, pero no suficiente. La condición suficiente fue el
resultado de la escolaridad, entendido como nivel de rendimiento
académico” (…) (2003: 26).

En consecuencia, la desigualdad o igualdad de la educación debe ser entendida


en función del rendimiento escolar de los y las estudiantes (Ibíd.). Ahora bien, el
análisis de rendimiento escolar de las juventudes ofrece múltiples aristas que

53
refuerzan la teoría de reproducción, donde el hecho más evidente y
empíricamente visible son los resultados que arrojan cada año las pruebas
estandarizadas (SIMCE y PSU), en que se aprecia la magnitud de las diferencias
en los resultados entre las escuelas públicas, subvencionadas y privadas de
nuestro país. Más allá de los puntajes, lo que aquí interesa recalcar es que el
rendimiento escolar es el resultado de una combinación compleja de factores
(Ibíd.), tales como:

(…) el origen socioeconómico del alumno, la educación y la ocupación de


los padres, los recursos del hogar y el nivel educacional de la comunidad,
se acompañan de otros factores, en los que se subraya la importancia del
nivel de involucramiento de los padres en la educación de los hijos, el
liderazgo, la confianza interpersonal, el nivel de asociatividad, el clima
escolar y por supuesto, las creencias y los valores asociados a la
educación. (…) (Palacios y Cárdenas, 2008: 66).

Elementos que en el transcurso de nuestro trabajo no se perderán de vista, no


sólo para analizar el rendimiento escolar, sino también las posibilidades de
integración social de las juventudes rurales.

Finalmente, un último elemento que expresa las ambivalencias de la


universalización de la educación secundaria, es la devaluación del diploma de
educación media como “(…) capital clave y una ventaja importante en la
competencia por empleo e ingreso en Chile” (Durston et al. 1995: 16)26. En este
sentido, Jesús Redondo establece que hoy en día sea difícil asegurar a todos los
egresados de la educación media tengan mejores empleos y salarios (2005), así:
“(…) la misma cantidad de años de escolaridad representa cada vez menos en
términos de ingresos esperados por retorno a la educación en el empleo (…)”
(Hopenhayn, 2008: 62). Tal situación ha generado que los estudiantes deban
incrementar sus años de educación pues los retornos (ingreso) en educación son
sustantivamente mayores a partir de los 16 años de escolaridad (CASEN, 2006).
En definitiva, una situación que obliga a concluir que, el egreso de educación
26
Se aclara que los autores señalaban en 1995 que la devaluación del cartón de educación media no era tan
fuerte en Chile pues existía una baja oferta potencial de trabajadores con enseñanza secundaria completa.

54
secundaria no asegura esquivar las condiciones laborales que establecen una
creciente precarización de las condiciones del trabajo asalariado de las juventudes
rurales.

2.2 EDUCACIÓN RURAL EN CHILE Y GLOBALIZACIÓN

La educación rural al igual que su homóloga urbana, debe cumplir con la misma
misión educativa-formadora, no obstante posee sus propias características y
limitaciones que la hacen desenvolverse de distinta manera frente a una misma
misión. En términos generales, se puede plantear que la educación rural chilena
debido al impacto del fenómeno globalizador ha visto alterado su accionar, ya que
se han integrado nuevas tareas y desafíos, los cuales han complejizado aún más
su labor. En este caso, los estudios rurales plantean que los sistemas
educacionales han sido sobrepasados por la velocidad y complejidad de los
cambios provocados por la modernización, no existiendo en ellos los elementos
necesarios para reconocer y comprender su papel frente a estas
transformaciones, al mismo tiempo que, no han sido capaces de reaccionar y dar
respuesta, por ejemplo, a la formación y capacitación de las juventudes rurales
(Thomas y Hernández, 2001). Desde esta perspectiva, es pertinente agregar que
conjuntamente con el surgimiento de “nuevas ruralidades”, se puede atestiguar
además, que: “La educación ha sido incapaz de aprehender estas nuevas
realidades e incorporarlas a los curriculum para poder capacitar a los educandos a
fin de desarrollarse en las nuevas condiciones de la globalización.” (Ibíd.).

Tomando en cuenta esta situación, el doble desafío ha resultado difícil y lejano,


sobretodo si se consideran algunas características que presenta el sistema
educativo latinoamericano, las cuales están obstaculizando los retos de la
educación rural e incidiendo sobre su dinámica. Entre estas se encuentran:

Centralización del sistema educativo chileno e implementación de la


reforma educacional de manera vertical (Thomas y Hernández, 2001)

55
Educación formal que persiste en su función reproductora del sistema
social, propiciando una reafirmación de sus estructuras y dinámicas
actuales. Así la escuela se constituye en una institución socializadora
transmisora de la cultura imperante, la cual traspasa aprendizajes,
habilidades y conocimientos con respecto a: “(...) cómo funciona o cómo
debe funcionar la sociedad, como por la asimilación inconsciente o
internalización de creencias, valores y pautas de conductas provenientes de
la sociedad o de los grupos que la dirigen.” (Prieto, 2001: 20).

Percepción de la educación como un instrumento que posibilita el


ascenso social, a través de un camino que conduce a los educandos hacia
las universidades, centros de formación técnica (CFT) e institutos
profesionales (IP). Esta noción desconoce la realidad actual de ingreso y
mantención de los estudiantes a este tipo de instituciones, pues sólo una
notable minoría tiene posibilidades de llegar a la educación superior, lo que
se expresa en que los dos primeros quintiles alcanzan un 17, 3 % y 22, 4 %
de ingreso a la educación superior27 (CASEN, 2006). En definitiva, el nivel
de participación de los quintiles más pobres en la educación superior sigue
siendo deficitario en comparación con lo sucede con los quintiles más ricos
(Espinoza y González, 2008).

“La escolaridad rural no proporciona una base adecuada para


comprender las posibles alternativas ocupacionales de los individuos:
propician imágenes estereotipadas de las ocupaciones y un
desconocimiento de las mismas.” (Krauskopf, 1996: 224).

27
En el año 2008 los resultados de la PSU mostraron una radiografía de este panorama, donde el 93, 8 % de
los egresados de los establecimientos privados ponderaron 450 puntos o más, versus un 70, 3% de los
egresados del establecimientos subvencionados y, solo un 57, 8% del sector público (EL Mercurio, 22-12-
2008). Por otro parte, los establecimientos subvencionados y públicos están estancados en los mismos
puntajes desde que se inició la PSU, y los privados han ido mejorando progresivamente sus resultados
(OPECH, 2008). Ver anexos donde aparecen los resultados de los estudiantes de Río Hurtado.

56
Implementación de modelos educacionales foráneos que han
ocasionado una uniformidad cultural, no permitiendo la expresión de
distintas realidades locales:

En América Latina, los sistemas educativos se constituyeron en


instrumentos eficaces para lograr la homogeneización cultural de las
diversas poblaciones, a través de la aplicación de curriculum cuyos
contenidos y metodologías de enseñanza, provenían de una cultura
académica, originaria de Europa principalmente (Magendzo, 1986).
(Thomas y Hernández, 2001).

Este modelo educativo penetró en los diversos sectores sociales, sin


reconocer ni adaptarse a la diversidad cultural, lo que posibilito la exclusión
de las culturas locales.

Subvaloración del conocimiento local de las zonas rurales, proveniente


de los distintos actores sociales que las integran. Esto ha significado:
(...) desechar experiencias de vida acumuladas por las poblaciones locales
en sus relaciones con su entorno natural y social, los saberes populares,
las historias locales, los sistemas valóricos y cognoscitivos, los sistemas
simbólicos, las cosmovisiones y creencias, los sistemas tecnológicos
tradicionales, el folklore y sobre todo, los estilos de aprendizaje y los
patrones de socialización (Ibíd.).

Sistema educacional que se enmarca en un modelo jerárquico,


caracterizado por una escasa participación de los y las estudiantes en
las decisiones y, por formas de aprendizaje autoritarias. Este ambiente
es aludido por Giddens, por ejemplo cuando, “Se espera que los niños
aprendan a estar callados en clase, que lleguen puntuales a la clase y que
respeten las reglas de la disciplina escolar. Se les exige que respondan a la
autoridad del personal docente.” (1994: 111). Precisamente, la acción
escolar tiende a infundir y reforzar una aceptación sin cuestionamiento del
orden social existente, mediante la disciplina y el sistema impartido. Desde
esta perspectiva, las instituciones educativas poseen en alguna medida lo
57
que el célebre Michael Foucault denominó como “poder disciplinario” (2001:
175), cuya función principal es encauzar comportamientos y crear
individuos normalizados en base a un criterio común. Por otra parte, en
cuanto a los contenidos de las clases, se entiende que éstos son impartidos
de forma mecánica y repetitiva, lo cual genera una respuesta casi irreflexiva
de los estudiantes. A este mecanismo, Ivan Illich (1994: 471) lo denomina
currículum oculto, pues su función primordial es el adaptar a las y los
jóvenes a la sociedad mediante el control social por medio del
conocimiento. Esta suma de elementos, permiten establecer que las
instituciones educativas se conciben: como lugares de resguardo o
custodia, que asignan a los educandos funciones ocupacionales, donde se
aprende los valores de la cultura dominante y, para obtener destrezas y
conocimientos aceptados por la sociedad.

Introducción de los conceptos principales del neoliberalismo tales


como: la competencia, el exitismo, la sobrevalorización de los bienes
materiales, entre otros. Dichos elementos han pasado a formar parte de la
lógica del quehacer educativo, siendo reproducidos y legitimados en
muchos establecimientos educacionales; sobre esto Etchegaray señala
que:
(…) las instituciones escolares han sido poco coherentes, perdieron su
identidad. Con un ideario pedagógico del libro, que habla de educación, de
solidaridad, de respeto por la persona, de premio al esfuerzo, y con una
realidad que les habla de negocio, de competitividad, de
instrumentalización económica o ideológica, y de éxito de los exitosos y
fracaso de los fracasados (1999: 157).

58
2.3 EL ESTUDIO DE LOS ANHELOS POSTSECUNDARIOS

En la última década, el estudio de los proyectos y aspiraciones28 postsecundarias


se ha enfocado con mayor fuerza al ámbito urbano, enarbolando una notable
producción bibliográfica al alero de las Ciencias Sociales. Consecuentemente, la
arquitectura del presente texto nutre su reflexión a partir de los enfoques y
conceptos centrales de dichas producciones. Esencialmente, se ha tenido como
principal referente a las publicaciones de los investigadores del Centro de Estudios
Sociales CIDPA (2005, 2008), las cuales han hecho su entrada a los mundos
juveniles desde el enfoque de trayectorias sociales29. En este sentido, se destaca
la obra “Los Desheredados” de Felipe Ghiardo, Oscar Dávila y Carlos Medrano
(2005), en donde se aplica este enfoque para el análisis de la juventud secundaria,
con el propósito de abordar “(…) de manera integrada sus características
estructurales o de origen, sus trayectos escolares y la exploración de los distintos
modos en que proyectan su futuro en el plano educacional, laboral y familiar”
(Ghiardo y Dávila, 2005: 33). En nuestro caso, se echaron mano de elementos de
este enfoque con la intención de generar un posicionamiento de las juventudes en
la estructura social, que indicasen la distribución de los capitales sociales (escolar,
económico, cultural) y la situación de clase de este segmento. Bajo esta
perspectiva, se pretende delinear “(…) el efecto de destino que impone la situación
de clase, que define posibilidades de trayectorias diferentes para los miembros de
las clases diferentes, y similares para quienes comparten una misma condición
(…)” (Ibíd.: 39). Por otra parte, se incorporó de este trabajo, el interés por indagar
del manejo de las herramientas de modernización por parte de las juventudes
rurales, pues se entiende como un campo que les permite a los y las jóvenes
aumentar sus capitales sociales e integrarse a los procesos modernizadores.

28
Un primer acercamiento al concepto señala que las: “Aspiraciones, anhelos, sueños, son las
representaciones que se hacen los individuos y los grupos acerca del estado de cosas, personales o sociales,
que desean para el futuro y que caracterizan como “lo mejor”. Las aspiraciones son distintas de las
expectativas, porque éstas se refieren a lo que se cree que ocurrirá en el futuro dadas las tendencias
actuales, no lo que se desea que ocurra ni lo que se está dispuesta a hacer para ello” (PNUD, 2000: 58).
29
El enfoque de trayectorias sociales se refiere “a los procesos de enclasamiento de las nuevas
generaciones, a la estrategias y posibilidades de posicionamiento de las generaciones de las diferentes
clases” (Ghiardo, 2008, 1).

59
Otro de los enfoques abordado fue el de estructuras de transición, el cual observa
los fenómenos juveniles en el marco de una transición a la adultez (Ghiardo y
Dávila, 2008). Con esto se buscó investigar las variaciones en los ritmos, la
secuencia y los tiempos en que las juventudes -en función de sus aspiraciones
postsecundarias- proyectan asumir roles asociados a la adultez. Desde esta
perspectiva, el interés recayó en poder dar cuenta de la conformación de “nuevas
condiciones juveniles rurales” las cuales revelan a los lectores cómo se han
mantenido y/o cambiado las formas de transición de los y las estudiantes en el
mundo rural o fuera de este.

Finalmente, de un modo general, se puede indicar que esta investigación atiende


los resultados del artículo de Martinic y Sepúlveda (2002), donde se analiza el rol
de la educación secundaria en la formación para el trabajo. Para efectos de este
trabajo, especial atención nos refiere las constataciones respecto a los proyectos
de futuro de los y las estudiantes secundarios considerando: las modalidades
educativas de los estudiantes, las orientaciones o representaciones acerca de la
vida laboral y educacional futura, las habilidades requeridas en los empleos, entre
otros. De igual manera, en el transcurso del análisis algunos de estos resultados
son cruzados con la información producida en terreno, entregando una mayor
contextualización de las proyecciones postsecundarias de las y los estudiantes
chilenos.

60
V. OFICIO DE FOTÓGRAFO

La fotografía y los medios audiovisuales han acompañado a nuestra disciplina en


su incesante búsqueda constituyéndose en herramientas que presencian-registran
nuestros pasos etnográficos. Y claro, sus lentes apuntan, vigilan lo que se
muestra, capturando la realidad que muchas veces queda en el olvido. En nuestro
caso, la fotografía digital ha funcionado como una herramienta concreta de registro
que recoge la experiencia vivida, un documento que busca reconstruir nuestra
memoria a partir de esos momentos sujetados en una imagen fija.

Hoy en día la versatilidad de la fotografía digital permite que cualquiera pueda ser
un gran fotógrafo. Y así fue. La cantidad de imágenes captadas crearon un oficio
investigativo, a veces un poco imprudente, disimulado, reiterativo pero siempre
respetuoso. Un oficio que se articuló como puerta de entrada a las y los
estudiantes. Hubo cercanía, complicidad y cuando escapó a sus manos plasmó su
mirada. El registro fotográfico que a continuación se presenta busca establecer un
puente hacia la memoria que aquí se registra, piezas de colección que al igual que
las palabras evocan un lenguaje que nos conecta y toca profundamente.

Texturas y colores de manos juveniles. Viaje 2004

61
Al fondo el cerro gigante y el valle de Hurtado, paisaje Jóvenes en horario de recreo afuera del
desde el liceo. Viaje 2004 casino. Arriba las manos!. Viaje 2004

Patio contiguo a las salas de clases. Viaje 2004

62
Entrevista grupal 3 HC.
En ese momento los
estudiantes escribían en
un papel cuales eran sus
expectativas luego de
egresar de cuarto año
medio. Viaje 2004

Entrevista grupal 4 HC. Viaje 2004

Con estás tarjetas se buscó


que los y las jóvenes señalarán
concretamente cuales eran sus
apuestas, esperanzas y
expectativas luego de su
egreso. Viaje 2004.

63
Entrevista grupal 3 TP.
Fue con estos estudiantes
con quién tuve una mayor
cercanía durante mi estadía
en el año 2004 y 2005.

Viaje 2004

Algunos de los estudiantes


del 4 HC luego de finalizada
la entrevista grupal.

Viaje 2004

Sala de clases del 3 TP.


Viaje 2004

64
Presentación de los resultados de
la investigación a los estudiantes
(ahora) de 4 HC. Viaje 2005

Jóvenes del 4 TP. Viaje 2005

Volver a compartir los resultados


de la investigación con los
cuartos años del 2005 fue una
situación muy especial.

Viaje 2005

Rayar los muros dejando una


huella de pasaje, alumnos/as del
4 HC que finalizan el camino
escolar.

65
Estos jóvenes
preparaban su
presentación del
tema Thiller de M.
Jackson, el cual se
presentó a los
apoderados que
asistieron a la última
reunión de cada
curso.

Viaje 2005

En esta
oportunidad tomé
muchas fotografías
por solicitud del
jefe de UTP. Con
el tiempo este
registro me ayudó
a reconstruir mi
memoria respecto Horacio fue uno de los jóvenes con quién
de las juventudes. desarrolle una mayor amistad. En un par de
Viaje 2005 ocasiones con mi cámara fotografió a sus
compañeros, obteniendo imágenes más íntimas y
desinhibidas de los y las jóvenes.
Viaje 2005

66
Durante el año se realizan al menos 3 reuniones de
apoderados. Los buses llegan mayoritariamente con
mujeres provenientes de todas las localidades de la
comuna.
Viaje 2005

Luego de finalizar la reunión un grupo de


apoderadas y alumnos/as espera que lleguen
los buses para regresar a sus hogares.

Viaje 2005

En el casino los estudiantes


ocupan los puestos por
orden de llegada. En
general, cuando la comida
no era del gusto del/la
joven el pan y la fruta eran
cotizados. Y por supuesto,
los productos del barco de
confites permitían engañar
al estómago.

Viaje 2005

67
Mientras fotografiaba a
los apoderados me
topé con esta linda
imagen. Los ojos de
esta joven - a quién le
decían la gata- junto a
la mirada angelical de
su hija.

Viaje 2005

En el predio del liceo los


estudiantes del área TP reciben
un aprendizaje práctico en el
área agropecuaria. A estos
jóvenes los había conocido
anteriormente, aproveche la
confianza y les tomé esta foto.

Asistí de invitado a la
celebración del 4 TP luego de
su licenciatura. Un asado de
capao junto al río Hurtado
Viaje 2005

68
En el 2005 había muy pocos
estudiantes con celular. Dos años
después el uso de celulares estaría
casi masificado entre los jóvenes.

Viaje 2005

Viaje en tractor por las calles de Hurtado.

Viaje 2005

El uso de pircing en las estudiantes


comenzó a popularizarse con la presencia
de esta joven.

Viaje 2005

Un grupo de estudiante de segundo


medio. Algunos de ellos
participarían de la encuesta
aplicada en el 2007.

Viaje 2005

69
Estudiantes afuera del comedor
haciendo la fila para ingresar al
casino.

Viaje 2005

Los cursos menores eran los encargados


de adornar el escenario donde se
realizaría la ceremonia de graduación de
los 4 medios. Viaje 2005
Una noche se realizó una competencia
de talentos musicales. Los estudiantes
me inscribieron como jurado del
concurso. Viaje 2005

Para muchos, el finalizar un


año escolar significaba
alejarse de su grupo de
amigos y parejas. Para los de
4 años el fin del internado, su
gran despedida.

Viaje 2005

70
No me había atrevido a
fotografiar a las
muchachas. Un día perdí
el pudor y las fotografié.

Viaje 2005

Punk y románticas.
Rancheras y
cumbieras. Todos los
gustos musicales
sonaban en las
habitaciones de las
jóvenes.

Viaje 2005

Anuario de
señoritas en blanco
y negro.

Viaje 2005

71
Jóvenes del 4 TP
preparándose para la
ceremonia de
graduación.

Viaje 2007

Horacio Valdemar recibe su título de


educación media. Una noche donde
hubo emoción, lágrimas y diversión
hasta la aurora.

Viaje 2005

72
Valeria durante su paso por el establecimiento
siempre estuvo en el cuadro del honor.
Viaje 2007
Alumnos/as con mejor rendimiento
escolar. Viaje 2005

Ismael me dijo que los jóvenes en el liceo no


tenían un solo estilo consolidado, más bien
eran una mezcla de estilos.
Viaje 2007

Jóvenes de tercero medio.

Viaje 2007

73
Formamos un grupo y organizamos una
escalada al cerro gigante.
Viaje 2007

El grupo estuvo compuesto de 5


estudiantes, el director del liceo, Thomás
(alemán) y yo. Cuando llegamos a la
cumbre nos detuvimos tomar un té, desde
el liceo nos hacían señas con espejos.

Viaje 2007

Vista panorámica
desde el cerro
gigante. Se aprecia
gran parte del
pueblo de Hurtado.

Viaje 2007

74
Instalaciones del liceo
internado. En la parte
superior se distingue la
multicancha, los patios
interiores y todas las salas.

Luego del camino único, se


encuentra la escuela básica
de Hurtado.

El dormitorio donde
Alojé se ubica aquí.
Viaje 2007

Los peinados con gel se pusieron de


moda en ese año.
Viaje 2007

Estudiantes del cuarto HC


repasando la materia para una
prueba.
Viaje 2007

75
En mi viaje a la escuela de Las Breas
pude conocer a estos niños.
Viaje 2005

En la radio Terral de Pichasca


con Horacio y Cristián
presentamos los resultados de
la investigación del 2004.

Viaje 2005

La imagen de la despedida.
Viaje 2007

76
VI. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

1. DESCRIPCIÓN DE LAS CONDICIONES DE ORIGEN DE LOS


ESTUDIANTES Y LAS EXPRESIONES Y PRÁCTICAS SOCIOCULTURALES
JUVENILES

En este apartado se examinan algunas de las características socioculturales


centrales de las juventudes en estudio, constituidas por las condiciones
estructurales-origen y las características subjetivas-identitarias propias del grupo y
de los sujetos investigados (Dávila et al., 2005), las cuales generan un análisis
más acabado de las relaciones que se ponen en juego a la hora de la construcción
de las proyecciones postsecundarias en materia de educación y trabajo 30. Se
plantea de esta manera que la interpretación de las expectativas, proyectos y
anhelos postsecundarios comprende una doble aproximación, en primer lugar: al
nivel socioeconómico y educacional familiar, y en segundo lugar, a las expresiones
y prácticas de los jóvenes dentro del liceo.

1.1 CONDICIONES ESTRUCTURALES-ORIGEN DE LAS JUVENTUDES

Se entiende que las condiciones estructurales-origen de los/as estudiantes de Río


Hurtado como lo son: la escolaridad de las padres (Dávila et al., 2005), las
actividades económico productivas que estos realizan y los grados de
participación en la educación superior de su núcleo familiar, permiten situar la
posición social y el volumen de capital cultural que dispone cada estudiante para
la elaboración de sus proyecciones luego de su egreso del liceo.

El análisis de la escolaridad de los padres confirma la pauta tradicional de bajos


niveles de escolaridad de los adultos de las zonas rurales, no obstante existe un
grupo de padres que ha finalizado la educación media y una proporción mínima de
casos con estudios superiores. Asimismo, el grueso de los padres proviene de la
matriz ocupacional campesina (agricultor/a, criancero/a) con un escaso capital
escolar y económico. Finalmente, se constató una disminución en las brechas de

30
Los datos que componen este ítem corresponden a los cuartos años medios del 2007.

77
exclusión de la educación superior existiendo a nivel familiar un grupo minoritario
de jóvenes que asisten a dichas instituciones.

Al profundizar sobre la escolaridad de los padres y las actividades económico


productivas que estos realizan, una revisión desagregada considerando modalidad
educativa y género nos entregó los siguientes resultados: en el caso de las
madres de la modalidad TP, lo más frecuente es que éstas no hayan completado
la educación básica (60%), las siguen un 13,3% que terminaron la educación
básica, un 13,3% que desertaron estando en la enseñanza media y, finalmente, un
13,3% que completaron la educación media. En concordancia con lo anterior, la
mayoría realiza labores de “dueña de casa”, en menor medida se desempeñan
como criancera de cabras y solo una de ellas trabaja en un empleo formal
asalariado. En el caso de los hombres de la modalidad TP, el 64,3% no completó
la educación básica, lo sigue un 15% que finalizaron octavo básico, un 15% que
finalizó la educación media y un caso con estudios superiores inconclusos. Los
hombres se desempeñan principalmente en labores agrícolas, de los cuales
algunos trabajan su propio predio, como temporeros y, en la administración de
predios particulares; lo siguen los crianceros de cabras, luego aquellos que
realizan otras actividades asalariadas y, un minero.

Resulta relevante señalar que aunque los niveles de escolaridad entre hombres y
mujeres son bastante similares, los espacios de trabajo productivo/asalariado se
configuran como instancias fundamentalmente masculinas con una leve
participación femenina (crianceras de cabras), situación que según un estudio de
la Universidad de Chile se fundamenta en imaginarios de género que ajustan los
roles y papeles sociales de las mujeres hacia el ámbito reproductivo en la esfera
doméstica (Contreras et al., 2004).

En el caso de los padres de la modalidad HC existe una tendencia general hacia


una mayor escolarización, principalmente por la disminución del porcentaje sin
educación básica completa. Entre las madres sigue siendo recurrente que estas
no hayan finalizado la educación básica (45%), pero aumenta a un 25% las que

78
completaron la básica, finalmente, un 30% finalizó la educación media, de las
cuales la mitad se tituló de una profesión universitaria. En relación a las
actividades que desarrollan, sigue siendo mayoritario el grupo de mujeres que se
desempeñan como “dueñas de casa”, además, un grupo significativo realiza
actividades laborales asalariadas de corte formal como docentes del mismo liceo.

Por su parte en los hombres disminuye los casos que no han finalizado la
educación básica (35%), luego con un 35% los que consiguieron completar su
educación básica y un 30% que finalizó estudios medios y, solo un hombre que
egresó de la educación superior. Entre los padres, las principales actividades
productivas que desarrollan son: las actividades agrícolas, en la minería y en la
ganadería caprina; finalmente, existe un grupo que trabaja en forma independiente
y una minoría que realiza actividades profesionales.

En síntesis, se pudo verificar una mayor participación de estos padres en distintas


actividades no agropecuarias, las que en una mínima proporción corresponden a
trabajos que requieren una mayor escolarización o capacitación. Sin embargo, una
diferencia sustancial de este grupo (HC) como sus pares de la modalidad TP es
que los primeros ostentan mayores niveles de ingresos económicos32, cuestión
que permite a estos jóvenes tener una mayor certeza de que sus padres podrán
financiar sus estudios superiores.

En términos generales se concluye que: al analizar los niveles de escolaridad de


los padres y madres de los jóvenes riohurtadinos resulta evidente constatar el
escaso capital escolar que estos pueden concederle a sus hijos durante su
formación estudiantil, situación que se acentúa pues la mayoría de los padres no
ha completado la educación básica. Aunque la baja escolaridad de los padres se
constituye en un continuo de las realidades rurales, no es posible trazarlo como un
rasgo homogéneo a todas las familias, en este sentido, será adecuado señalar
que en la actualidad nos encontramos con la presencia de padres con ritmos

32
Donde un 40% tiene un rango de ingresos mensuales que van entre los 300 hasta los 700 mil pesos (500 y
1.150 US Aprox.).

79
asimétricos de escolarización, con mayores o menores posibilidades de poder
legar capital escolar a sus hijos33.

Ahora, al constatar las relaciones que se tejen respecto a los niveles de


escolaridad de los padres y los proyectos futuros de los jóvenes, se verá que no
es plausible conceder una respuesta unidireccional al tema, ya sea que a mayor o
menor escolarización de los padres se generen en los jóvenes: anhelos
postsecundarios ligados a un alargamiento de la escolarización o hacia una
incorporación inmediata al mundo del trabajo, entre otros.

Así se verificó que, la modalidad TP donde los padres presentan los más bajos
niveles de escolaridad la tendencia es que los alumnos luego de la práctica (con la
que obtienen su título técnico) se dividan en grupos que desean, primero: ingresar
al mundo laboral, en segundo lugar, realizar el servicio militar y, finalmente,
continuar estudios superiores. En este sentido, lo que a nuestro juicio resulta ser
preponderante para que estos estudiantes delineen trayectorias ligadas al mundo
laboral, tiene que ver con las presiones y demandas económicas que reciben para
apoyar la deficitaria economía familiar34, como también, las que surgen de su
deseo de independizarse del seno familiar35.

Los estudiantes de la modalidad HC cuyos padres en su mayoría posee educación


básica completa y un tercio completo la educación secundaria, componen un
colectivo con una mayoritaria preferencia hacia la continuidad de estudios
superiores. Se estima que aunque el capital escolar heredado por los jóvenes sea
escaso, la continuación de estudios superiores es concebida como herramienta
fundamental para acceder a mejores oportunidades de trabajo36. En definitiva, es
interesante manifestar que los estudiantes de la modalidad HC son sujetos que
33
Esta situación se señala para el estudio de Dávila et al., (2005), lo interesante será proyectar y pensar en el
efecto que tendrá en un futuro la acumulación de capital escolar (producto de la obligatoriedad de la
educación secundaria), en las familias rurales y, por cierto sus implicancias en las aspiraciones
postsecundarias de los estudiantes.
34
Con un rango de ingresos mensuales entre los 80 mil a 220 mil pesos (133 y 366 US Aprox.).
35
Por otra parte, distintos estudios (Martinic y Sepúlveda, 2002, Ghiardo y Dávila, 2005) han verificado que
los estudiantes TP poseen una formación que los orienta mayormente a ingresar al mundo laboral.
36
Este dato se constató tanto en los discursos de los estudiantes de tercer y cuarto medio en el año 2004,
como también, en la encuesta realizada a los cuartos medios el 2007 se reconoció como el principal de los
beneficios que otorga la educación superior.

80
mayoritariamente adhieren con el discurso social que ve en la educación superior
el insumo necesario para integrarse satisfactoriamente a la sociedad. Asimismo,
los distintos jóvenes entrevistados37 distinguieron como elemento fundamental en
la formación de su discurso más proclive a la mayor escolarización, la actitud y la
esperanza que sus padres depositan (discursivamente) en la educación superior.
Cuestión que desde una visión holística confirma que la educación superior es
considerada por estos jóvenes como un vehículo en pro del mejoramiento de la
calidad de vida y la superación de los niveles de pobreza que viven los jóvenes en
la comuna38.

Por otra parte, al abordar el tema del financiamiento de la educación superior,


nuestra investigación confirma que no solo se debe considerar lo que aparece
evidente en las cifras, es decir, los obstáculos económicos de estas familias con
escaso poder monetario para cubrir con los gastos de la educación de sus hijos,
sino que resulta prioritario enfocar una mirada comprensiva sobre las
concepciones que tienen los padres como usuarios-beneficiarios dentro del
sistema de financiamiento público y privado existente.

De esta manera, los datos recopilados permitieron evidenciar que según los
jóvenes la gran mayoría de sus padres se declaraban reacios a la posibilidad de
optar a becas y/o financiamiento estatal o privado, principalmente por: temor a
endeudarse por cifras que sobrepasan su presupuesto, pues la documentación
que se exige para los trámites no se consigue a tiempo, desconocen los valores
de las carreras, dudan de la capacidad de que sus hijos obtengan resultados
favorables, entre otros39. En este sentido, lo que se busca develar son las

37
Tanto en las entrevistas grupales como en las entrevistas realizadas el año 2007.
38
En este sentido, Sonia Zapata (2000) señala el rol que asume la educación para los jóvenes, en tanto se
constituye en una vía para ascender socialmente, de obtener reconocimiento y valoración social: “Para los
jóvenes rurales, al igual que para amplios sectores de la sociedad chilena, la educación representa un medio
de movilidad social, de ahí expresiones de “surgir” y de “ser alguien”, que conllevan una carga valórica
referida a un lugar de mayor reconocimiento y mayor valoración social” (2000: 48). Esta movilidad, estaría en
estrecha relación con un proyecto de vida alejado de las dinámicas rurales, es decir con “(...) la posibilidad de
salir del trabajo directo en el campo y de no continuar en la senda de los progenitores” (2000: 115).
39
Desde nuestra perspectiva, se interpreta esta situación como el afianzamiento en los padres de una lógica
económica (no monetarizada) anacrónica a los sistemas de financiamiento monetarizados. Situación que debe
ser argumentada considerando que: la formación de los estudiantes se ha desarrollo en un sistema
educacional eminentemente asistencial (internado), el que además se caracteriza por una baja participación
de los padres en la educación; De esta manera, cuando los estudiantes dejan el liceo aterrizan en un sistema

81
limitaciones que sufren estos jóvenes para acceder a los medios de financiamiento
ofrecidos por el estado, donde producto de esta actitud de renuencia y/o
desconfianza parental al sistema de financiamiento externo imperante, se reduce
la posibilidad de que los jóvenes con menos recursos puedan acceder a la única
forma de costear su anhelo de continuidad educacional.

A continuación se propondrá la revisión de la experiencia educacional familiar en


la educación superior. Se considera relevante indagar sobre este punto al
reconocer la influencia que puede tener en las proyecciones postsecundarias el
hecho de que un familiar, que en nuestro caso corresponde principalmente a un
hermano o hermana, haya cursado o este cursando una carrera universitaria o
técnica. Este punto nos obliga a pensar en cómo las biografías grupales (y/o
familiares) se cruzan con las aspiraciones y proyecciones que los jóvenes
elaboran; dicho de otra manera, cómo las biografías individuales se proyectan o
influencian en relación a los niveles de escolaridad que han alcanzado la
“generación” anterior y como estas se encadenan con trayectorias con un mayor o
menor (des)apego al mundo laboral o al camino educativo. Como primer elemento,
se advierte que aunque dentro del núcleo familiar haber cursado o egresado de la
educación superior no se constituye en un atributo generalizado entre sus
miembros más jóvenes, no dejan de ser significativo el número de hermanos/as
que actualmente están insertos/as en instituciones de educación superior. En
segundo lugar, se aprecia una tendencia a que la matricula de éstos se concentre
en instituciones de educación técnica, principalmente en el centro de formación
técnica Inacap de La Serena, y en menor proporción en universidades de
Antofagasta y La Serena40.
En el caso de los estudiantes de la modalidad TP un 40% de sus hermanos/as
estudia o ha estudiado en algún tipo de institución universitaria, de los cuales: tres
se encuentran estudiando, tres se titularon y uno no acabó sus estudios41. En este

educacional privado altamente monetarizado, donde no existe un apoyo similar al que se recibe en el liceo (de
carácter universal y extensivo), lo que genera en los padres una incapacidad de adaptación, poca confianza y
desinterés por un sistema que les provoca desconfianza y endeudamiento como consumidores-beneficiarios.
40
Según el informe sobre la educación en Chile (Brunner et al., 2005) el mercado norte (hasta región de
Coquimbo) posee una presencia relativamente significativa de IP y CFT en la matrícula regional (35%) lo cual
sólo se aprecia en el mercado centro sur.
41
En la misma proporción hombres y mujeres.

82
grupo será muy leve la diferencia entre matriculados en universidades e institutos
técnicos, además, las carreras elegidas mostrarán una heterogeneidad de áreas
de trabajo. Se verificó que un 66% de los estudiantes TP que desea continuar
estudios (luego de realizar la práctica profesional) tiene un hermano/a que ha
ingresado o egresado de la educación superior. A nuestro juicio, esta situación nos
muestra una tendencia, donde la mayor escolarización del hermano/a será un
aliciente para generar expectativas de continuidad de estudios en los estudiantes;
lo que a primera vista se interpreta como transformaciones en la formas de
generación de las juventudes rurales, las cuales históricamente han desarrollado
estrategias de reproducción más ligadas al trabajo (agropecuario, minero) que a la
continuidad educacional (Ghiardo y Dávila, 2005).

Por su parte, un 50% de los hermanos de los estudiantes de la modalidad HC


estudia o ha estudiado en alguna casa de estudio de nivel superior 42. El desglose
muestra que: siete se encuentran estudiando, cuatro egresaron y uno se retiro de
la institución. La mayor parte se encuentra matriculado en CFT o IP de la ciudad
de la Serena y, solo tres se encuentran estudiando en carreras universitarias.
Dentro de las carreras que se repiten nos encontramos con: ingeniería (en minas,
mecánica y comercial) y prevención de riesgos. Ahora bien, sólo dos casos de
jóvenes con hermanos incorporados a la educación superior proyectarán una
alternativa distinta a la educacional. En términos generales, se puede plantear que
las experiencias biográficas familiares ligadas a una mayor escolarización, se
suman al “imaginario aspiracional” de confianza en la educación superior como vía
plausible de integración a la sociedad.

Aunque resulta difícil ahondar sobre este punto considerando que no se


profundizó sobre las posibilidades, dificultades, caminos exitosos o de frustración
que marcaron o marcan la experiencia postsecundaria más próxima de sus
familias43, no obstante, los datos presentados nos permiten constatar el contexto

42
Donde la mayoría son varones.
43
En este sentido, Dávila et al., (2005: 105) plantean que: “quienes son hijos con madre o padre que no pudo
completar estudios superiores presentan niveles similares o incluso menores de apego al camino escolar.
Quizás la experiencia del fracaso en el padre o la madre podría estar detrás de un discurso desencantado
respecto a esta alternativa”. Por otro lado, los hijos de padres que completaron la educación media aumentan
(en relación a los que no la completaron) sus aspiraciones de continuar estudios superiores.

83
general de mayor referencia al camino de la escolarización que se esta viviendo
hoy en día en el agro, cuestión que nos obliga a pensar en las transformaciones
que vive la sociedad rural hacia estrategias de reproducción que se planean más
ligadas a la escolarización que al trabajo agropecuario no especializado.

En definitiva, se hace evidente reconocer que el análisis de las condiciones de


origen-estructurales de las juventudes rurales nos permite enfocar la mirada sobre
los procesos de transformación de las biografías de un grupo de personas
provienen del mundo rural. Por tanto, los estudiantes se reproducen, redefinen y/o
transforman sus anhelos postsecundarios valiéndose de las trayectorias vividas
por sus padres y hermanos/as, como también por los grados de capital económico
y escolar heredado. Como marco general se reconoce como una tendencia
colectiva el proyectar caminos postsecundarios alejados de las dinámicas de la
ruralidad, los cuales sobrepasan las condiciones de origen de los padres y que
son influidos por los caminos de reproducción social que sus hermanos/as han
delineado en su tránsito a “la vida adulta”.

A continuación, se presenta una descripción de la condición juvenil en la


cotidianeidad del ámbito liceano, de manera de dar cuenta del contexto
sociocultural donde estos jóvenes se socializan, otra fuente de análisis que nos
permite dilucidar desde donde los jóvenes están pensando su futuro.

84
1.2 VIVIR LAS JUVENTUDES EN EL LICEO: DE LO RELACIONAL A LO
IDENTITARIO

Desde una perspectiva antropológica-cultural el estudio de las juventudes implica


fundamentalmente interpretar la influencia que tiene sobre los jóvenes el contexto
sociocultural donde se socializan (Dávila, 2004); asimismo, Carles Feixa (1999)
manifiesta que el objeto de la antropología de la juventud menos explorado es el
estudio de la construcción juvenil de la cultura. La brújula sociocultural guió
entonces nuestra travesía a la vida de los y las estudiantes dentro del liceo, donde
el análisis de algunas de las experiencias sociales colectivas nos permitió conocer
y dar cuenta de los modos de agregación e interacción juvenil (Reguillo, 2000) que
co-habitan en el espacio escolar.

Como primer elemento, al asumir que la mayoría de los estudiantes que asiste al
liceo vive durante la semana en el internado ubicado en las dependencias de este,
es evidente reconocer que la interrelación cotidiana entre los distintos jóvenes,
impone una manera de vivir su juventud en clara referencia a las vivencias y
experiencias que allí se conjugan. De esta forma, aumenta la distancia de las
juventudes con el mundo de los adultos, tensionándose aún más por el hecho de
vivir internados en un espacio juvenil donde el grupo de semejantes reemplaza
con creces las funciones de socialización, vinculación y reconocimiento
tradicionalmente referidas en la familia. Desde esta perspectiva, las vivencias
dentro del liceo-internado, en las piezas que comparten con distintos jóvenes de la
comuna, con los amigos, compañeros y con todos los que pertenecen al liceo, se
constituyen en los espacios donde se vive más fuertemente el proceso de
construcción de su identidad.

Se observa entonces qué en nuestro contexto, el análisis del conjunto de


expresiones y prácticas socioculturales juveniles (Ibíd.) requiere
fundamentalmente una revisión de las relaciones de los jóvenes con sus grupos
de semejantes44, entendiendo que estos se constituyen en los agentes

44
Que comprende: “a un conjunto de jóvenes que se relacionan entre sí en torno a afinidades e intereses
comunes en un contexto particular determinado y durante un tiempo determinado” (Pezo, 2006: 508); a su vez

85
socializadores que más influyen en la identificación personal y generacional de los
jóvenes (Pezo, 2006). Ahora bien, es importante precisar que el grupo de
semejantes no se constituye en una entidad con límites rigurosos ni pertenencias
exclusivas de los miembros que los configuran (Ibíd.), pues muchas veces los
jóvenes transitan por los grupos con total libertad, estableciendo con algunos
mayores grados de pertenencia y aceptación que en otros.

Antes de entrar en terreno, se aclara que la visualización e interpretación


desplegada sobre las expresiones y prácticas juveniles en el ámbito escolar, es
acotada sobre algunos de los elementos que la componen, donde se destacan los
gustos musicales, las prácticas cotidianas, los grados de asimilación de las
herramientas de la modernidad, entre otros elementos que nos acercan a lo que
se define desde la perspectiva de Rossana Reguillo (2000) como culturas
juveniles45.

1.2.1 VIVIR LAS JUVENTUDES EN EL LICEO -DESDE LA EXPERIENCIA DEL


AUTOR-

Indagar sobre las expresiones y prácticas juveniles de los y las estudiantes del
liceo de Río Hurtado fue una labor que se asumió tenuemente en los años de
acercamiento al espacio educativo. Sin ser el tema central de la investigación, se
programa un re-conocimiento de los jóvenes en relación con algunos de los
elementos articuladores de su condición juvenil en el liceo, es decir, lo que los
personifica, es adjetivo y resulta más evidente a la hora de dar cuenta de estos
sujetos.

A continuación, se entregan claves que permiten posicionar al lector en el


escenario cotidiano de vida dentro de un liceo-internado. Desde esta perspectiva,
se reconoce que el comportamiento colectivo de los jóvenes (despertar en la
mañana, el almuerzo, el uso del tiempo libre, entre otros) como un componente

destacamos en cursiva la palabra semejantes que reemplaza al de pares, pues siguiendo las sugerencias de
Klaudio Duarte será el concepto de semejantes el que posea mayor sentido y comprensión a dicha relación.
45
“Culturas juveniles: hace referencia al conjunto heterogéneo de expresiones y prácticas socioculturales
juveniles” (Reguillo, 2000:18).

86
central de las pautas de identificación de género, los roles sexuales asociados a
cada grupo y las formas de grupalización de estos. Por lo tanto, los distintos
momentos del día donde los jóvenes interactúan grupalmente se vuelven
fundamentales para identificar los canales de homogenización de los gustos
estéticos, prácticas sociales y elementos identitarios de cada uno de estos
estudiantes. La gran mayoría de estas situaciones, momentos y contextos fueron
registrados fotográficamente, así en el período de la escritura se pudo reconstituir
algunos de estos recuerdos del trabajo de campo.

a. Convivencia e interacción en el liceo

La mañana no sólo asigna a los jóvenes las rutinas de aseo personal y de la


habitación, sino que encuadra el ambiente social en el cual el estudiante se
desenvuelve y se prepara día a día, así, el grupo de amigos y/o compañeros (en
este espacio de pseudo libertad) se convierte en el catalizador de las emociones y
disputas de los revoltosos adolescentes. Asimismo, se convierte en un espacio
donde los jóvenes homogenizan sus gustos musicales, pues las rancheras, las
cumbias y el pop romántico suenan a todo volumen en la radio de cada dormitorio.
Del diario de campo del último viaje se destaca el escenario de estimulación
musical que acompaña al grupo en el despertar:

Otra mañana de reggetton, rancheras y romanticismo a las 6:30 am.,


cuando el sol se asoma por la cordillera nevada de Río Hurtado.
Nuevamente los gritos juveniles me despiertan. Se pasean por los pasillos
mientras intento volver a dormir, de vez en cuando me río con las bromas
pesadas que se dicen. Envuelto en el saco de dormir los observo
sigilosamente. El inspector encargado del dormitorio obliga a dos
estudiantes a rasurar sus rostros, los afectados se tranzan en una
búsqueda de los demás compañeros que también deben obedecer las
órdenes, discuten y se acusan por los tres o cuatro pelos que poseen.
Jugarreta todo el rato, pelea matutina antes de ingresar a las aulas
(Cuaderno de campo, Agosto 2007).

87
La música que se escucha y canta en las habitaciones del internado resulta ser la
materia prima que va moldeando el ánimo y ritmo diario, las letras de las
canciones que hablan sobre relaciones de pareja, sexualidad, diversión, y
“romanticismo cebolla”, entre otros tópicos, forman parte central de su manera de
representar lo juvenil (González, Y. 2007). A su vez, en el transcurso del día
seguirá siendo la música de los celulares y mp3s la que escolte a los jóvenes
(solos o en grupo), siendo el telón de fondo de las parejas y acompañando,
animando o deprimiendo a los estudiantes que habitan un espacio distinto al de
sus hogares46.

Volviendo al tema de los espacios comunes, se distinguirá que dentro de las


habitaciones del internado se ordenan-ubican selectivamente los grupos de
semejantes por género, los cuales van conformando distintos grupos de amistad47,
que según la edad, la pertenencia ha determinado curso-modalidad y las
afinidades e intereses comunes, van construyendo al grupo en la medida que
avanza la historicidad de este. Espacios relacionales que desde la perspectiva
juvenil están provistos de una funcionalidad múltiple, en tanto se construyen como
espacios de: reconocimiento social, de diversión y ocio, de socialización, donde se
pueden establecer vínculos o lazos afectivos, entre otros (Duarte, 2002).

En los otros lugares del liceo los grupos de amistad se descomponen o


reconfiguran, en un juego de afinidades e intereses que se entiende como un
proceso constante de transformación, lo cual le resta consistencia a su capacidad
por mantenerse dentro de un mismo grupo. Durante los recreos y los espacios
libres los jóvenes desarrollan distintas actividades recreativas habituales a los
espacios escolares, momentos que son aprovechados para conversar, bromear,
escuchan música, ver televisión satelital y pololear. En estos espacios también
adquiere relevancia las actividades propiamente juveniles que se encuadran
dentro de las relaciones de pareja y de cortejo que se dan entre los géneros, no
46
Por otro lado, este también será un terreno donde se delinean las diferencias socioeconómicas, donde se
encuentran los estudiantes de más recursos con celulares de última generación, que se presentan arreglados
con ropas de marca, versus los estudiantes con uniformes sencillos, que se manifiestan deseosos de los
artefactos juveniles de moda de sus compañeros.
47
Luis Pezo (2006) identifica tres tipos de grupos de pares (semejantes): los grupos informales de amistad,
las organizaciones juveniles y las participaciones juveniles en organizaciones o instituciones no
exclusivamente juveniles, las cuales conforman formas no excluyentes entre sí.

88
olvidemos que estamos hablando de estudiantes que viven su condición juvenil en
un territorio hormonal, de seres enamoradizos que buscan al otro (o al mismo)
género con el mismo ahínco devorador que tienen las cabras, las cuales llegan
hasta las más altas cumbres locales en busca del escaso forraje vegetal.

Ahora bien, en contraposición al alborotado y bullicioso comportamiento que se da


normalmente en las habitaciones, la conducta grupal en los comedores es
generalmente silenciosa transformando la comida en un ejercicio mecánicamente
introvertido.

En el casino observo cada rostro de los alumnos que ingresan, los varones
almuerzan rápidamente, en silencio encorvados devoran la ensalada y el
plato de guatitas a la jardinera, al final conversan un poco, algunos piden la
repetición y la mayoría se marcha con el pan y el plátano en las manos; las
mujeres son un poco más locuaces, por momentos se detienen entre cada
cucharada a conversar, al final todos salen sin decir muchas palabras; los
estudiantes de cursos menores caminan cohibidos casi sin expresión, con
la mirada en el horizonte. En la vestimenta de los jóvenes predomina la
presencia del polerón con capuchón de distintas marcas, en casi todos los
casos acompañado de las zapatillas de skates y los peinados con mucho
gel, en general los jóvenes son delgados salvo contadas excepciones
(Cuaderno de campo, Agosto 2007).

Aunque el silencio no sea un rasgo unívoco dentro del comedor, existiendo


distintas situaciones donde los estudiantes se presentan inquietos, desordenados
o ruidosos, se postula que en su mayoría los jóvenes del liceo manifiestan un
temperamento humilde esencialmente dócil, el cual en contextos de subordinación
a una autoridad, que para el caso será: la jerarquía liceana o el patriarcado rural
(en un contexto mayor), consolidan un actuar sumiso. Con esto no se quiere decir
que los estudiantes no desarrollen cuotas de desobediencia o fiereza frente a las
órdenes o los dictámenes de las autoridades, sino que su matriz idiosincrásica
configura un escenario de obediencia y subordinación a la autoridad; asimismo, se
observó que dicha conducta se consolida en los estudiantes lacónicos o poco
comunicativos, tímidos, que presentan problemas de aprendizaje, entre otros. No

89
obstante, las observaciones en terreno permiten reconocer que la eventual
sumisión o docilidad de los grupos de estudiantes derivará de la firmeza con que
se aplique la autoridad, como también de los grados de desobediencia con los que
pueda actuar un grupo para contradecir o deslegitimar la autoridad que los
cuestiona en su actuar48.

Volviendo al tema de lo rutinario de ciertas prácticas y su papel sobre la


conformación de los grupos de semejantes, se expone una cotidiana experiencia
escolar. Al interior del liceo los estudiantes permanecen separados de la calle
única de Hurtado por una reja con un tránsito continuo de integrantes de la
comunidad educativa, al costado de la entrada se ubica un puesto que vende
golosinas, el que se constituye en uno de los focos de la actividad juvenil, con
estudiantes que compran o fían productos durante todo el día. Al detenernos sobre
este hecho, veremos que: en primer lugar, en su generalidad el solo poder de
compra se constituye en una categoría de status para los jóvenes; en segundo
término, si se observan las relaciones que se dan para comprar productos (que
pueden ser de cooperación, reciprocidad, individualismo o egoísmo) se tienen
luces sobre el papel que juega este tipo de prácticas sobre las cotidianidad juvenil,
como también en la consolidación de los grupos de semejantes y de amistad. Se
entiende de esta forma que el puesto de productos y golosinas permite una
socialización de los estudiantes sustentada en un proceso de consumo, el cual
genera en los estudiantes lazos de pertenencia y cercanía a determinados grupos,
en tanto consumidores que refuerzan una identificación con éste en base al
despliegue de una actitud de reciprocidad y compañerismo.

En su generalidad, los estudiantes y el liceo dan vida y jovialidad al poblado de


Hurtado, transformándolo en un territorio juvenil durante gran parte de la semana.
Si recorremos las distintas localidades de la comuna se nos hará difícil

48
Se pudo constatar que los profesores y asistentes de la educación que aplicaban una mayor rigidez en el
control de ciertas conductas (como el uso de celulares en las salas o la disciplina en los patios) o actitudes
lograban mayores grados de obediencia por parte del grupo, sobretodo en lo que tiene que ver con el control
del desorden en las salas de clase; por el contrario, los profesores y asistentes de la educación menos
estrictos, en la mayoría de las ocasiones eran sobrepasados por el grupo de estudiantes, primando en
aquellos casos un generalizado desorden o desatención de los estudiantes para las actividades que se
realizaban en el aula o en otras dependencias del establecimiento; en este sentido, el grupo sabía con quién
se podía sobrepasar y con quién tenía que tener más cautela.

90
encontrarnos con jóvenes siendo los rostros de adultos o ancianos lo más
recurrente, no obstante cuando se accede al precordillerano pueblo de Hurtado se
puede tropezar a lo largo del camino con distintos grupos de estudiantes que
deambulan por las instalaciones pertenecientes al liceo. Esa gracia generacional
actúa como imán, es muy habitual que en las afueras del liceo nos encontremos
con jóvenes residentes de la localidad que se dirigen a conquistar a alguna de las
estudiantes; en el caso de tener éxito pasarán a formar parte de los “chupa reja”,
personajes que según la jerga local permanecen largas jornadas pololeando
(cortejando a) con sus parejas a través de los alambres.

Al llegar la noche los jóvenes poseen un tiempo destinado al entretenimiento y


esparcimiento, agrupándose principalmente en los patios del liceo los grupos de
semejantes, de amistad y las parejas, se reúnen para divertirse mientras suena en
grandes parlantes la música de moda; otros estudiantes permanecen en la sala de
computación, viendo televisión satelital en el comedor, entre otras actividades. La
mayoría de los hombres y las mujeres se prepara prolijamente para tal ocasión,
acicalándose completamente para lograr una apariencia limpia, a la moda,
adornada con sus mejores atuendos, bien perfumados y peinados. No cabe duda
que la noche se constituye en el momento de mayor libertad para los estudiantes,
el que confiere una especial ritualidad al encuentro de cada velada.

En definitiva, los patios, salas y dormitorios se constituyen en espacios donde los


jóvenes actúan según ciertas regularidades y rutinas, lugares que les permiten
establecer dinámicas cotidianas de interacción intergrupal.

b. Las nuevas tecnologías de información y comunicación: globalización


e identidad

Otra dimensión que nos interesó indagar dice relación con el manejo de los
estudiantes de las denominadas “herramientas de la modernización”.
Fundamentalmente, se buscó conocer hasta que nivel los estudiantes rurales
“poseen una mayor cercanía con las “nuevas tecnologías de comunicación e

91
información”” y, en que medida su “uso constituye una práctica sociocultural
relevante para comprender a la juventud” (INJUV, 2006: 248).

A nivel general, se reconoce que en la actualidad los espacios educativos rurales


cuentan con mayores niveles de conectividad con el mundo globalizado, iniciativa
que irrumpió con fuerza desde la administración de Ricardo Lagos (2003) con la
implementación de la “Agenda Digital” y la “Campaña Nacional de Alfabetización
Digital” (Mercado, 2005: 30). Los efectos más notorios de dicha política pública se
resumen en un mayor acceso a las nuevas tecnologías de la información por parte
de los estudiantes del liceo, producto de la implementación del proyecto Enlaces
(que considera el uso de computadores, Internet y televisión satelital), no obstante,
el acceso de las juventudes rurales a las nuevas tecnologías por la vía escolar no
resulta ser suficientemente eficiente para revertir la tendencia a una baja
integración o un acceso limitado de este sector a los procesos modernizadores, lo
que ha sido definido por los expertos como la aparición de “nuevas” fórmulas de
exclusión de (entre) los jóvenes (Ghiardo y Dávila, 2005; Asún, 2005; INJUV,
2006; entre otros).

En este sentido, como primera reflexión se destaca los planteamientos de Rodrigo


Asún (2005) quién nos señala que el desafío ulterior de la política pública que
procure igualar las oportunidades (de las juventudes rurales) en el campo de las
nuevas tecnologías, debe distinguir como una de sus metas principales el lograr la
universalización de estas tecnologías en los propios hogares, cuestión que
favorezca una paulatina naturalización-apropiación de dichos lenguajes y
tecnologías por parte de los estudiantes y sus familias49.

Ahora bien, para cuantificar la posesión de los lenguajes de la modernidad se


utilizó la siguiente nomenclatura, la cual define que las herramientas básicas de
modernización son: el dominio del inglés, la posesión de teléfono celular, la

49
Se advierte al lector que dicha propuesta no representa una posición de “devoción” frente a las nuevas
tecnologías y su papel en la práctica educativa, sino que adhiere con los planteamientos de Ezequiel Ander-
Egg por hacer un “uso razonable, equilibrado y creativo de las nuevas tecnologías” (2001: 54-56).

92
presencia de computador y conexión a Internet en el hogar y, el manejo de
programas computacionales50.

A nivel general, los datos producidos por la investigación nos permiten revelar la
presencia de un 77,1% de estudiantes (HC Y TP) con bajos niveles de acceso a
las herramientas de la modernización, el que se limita al uso regular del teléfono
celular. Por otro lado, sólo ocho jóvenes poseen un computador en su hogar (22,
9%) y seis de éstos tienen conexión a Internet (dos de los cuales no viven en la
comuna). Además, no existe ningún caso que señale tener un manejo fluido del
inglés y es mínima la cantidad de estudiantes que manifiesta entender y tener un
dominio escrito del idioma.

Una primera entrada al tema, nos presenta los bajos niveles de integración a los
procesos modernizadores de los estudiantes en sus hogares, hecho que nos
revela el papel que está jugando actualmente el liceo como instancia de
redistribución del acceso a las nuevas tecnologías (Dávila et al., 2005; Cristancho
et al., 2008) de mayor costo y acceso para las familias rurales, como lo son el
computador e Internet51. De esta manera, será principalmente en el liceo donde
los jóvenes aprendan a utilizar y familiarizarse con los distintos programas
computacionales, como también para tener un “eventual acceso” a la red.

Un segundo acceso respecto de la disposición y el uso de las herramientas de la


modernización, nos propone una sucinta descripción de algunos de los rasgos
más relevantes de las tecnologías con mayor popularidad entre los jóvenes: el
computador, Internet y los teléfonos celulares.

Un acercamiento al uso del computador y de Internet nos muestra que los


estudiantes reconocen en la mayoría de los casos, que en su uso se combinan
actividades educativas y recreativas (chat, correo electrónico, juegos, fotolog,

50
Nos referimos a la reflexión de distintos estudios, tales como: INJUV, 2007; PNUD-INJUV, 2003; Dávila et
al., 2005, entre otros.
51
Otras instancias de acceso gratuito a las nuevas tecnologías que se encuentran en la comuna corresponde
al Infocentro de la INJUV ubicado en la localidad de Pichasca. Por otra parte, la aparición de negocios (ciber)
y casas particulares que ofrecen servicios de Internet, han producido una presencia cada vez mayor de dichas
tecnologías en la comuna.

93
entre otros); además, definen que su conocimiento en dichas tecnologías es
limitado, es decir, se reconocen como usuarios con un nivel básico de experticia.
El grupo de jóvenes restantes se divide en: estudiantes con una baja cercanía y
dominio, que presentan un mínimo interés por su uso (en algunos casos con temor
a provocar daños en los equipos), en contrapartida con jóvenes con tienen una
alta sintonía y dominio informático, los cuales habitualmente se localizan en la sala
de computación y, que son los encargados de proporcionar una orientación a los
compañeros menos diestros en la materia. Por otra parte, no se observan
diferencias sustantivas entre los géneros respecto a un mejor o menor manejo de
estas herramientas, no obstante los datos apuntan a situar a los estudiantes TP en
el grupo con menor cercanía y dominio informático52. La cantidad de programas
conocidos por los estudiantes va desde tres hasta catorce programas, donde
sobresale el paquete de Office, los reproductores de música, el antivirus, el
grabador de CD, entre otros. Finalmente, será mayor el número de estudiantes de
la modalidad HC que posee correo electrónico (60 %), respecto de sus
compañeros TP (33 %), para ambos casos la compañía de mensajería elegida
será Hotmail.

Un punto aparte dice relación con la velocidad de conexión a Internet en la sala de


computación53, la cual debido a su lentitud limita el acceso a los contenidos de la
red (con tiempos de espera de media hora para cargar las páginas) y permite que
sólo algunos estudiantes completen sus búsquedas de forma satisfactoria.
Aclaramos a los lectores que el punto antes señalado -aunque aparece como un
dato irrelevante- nos permite situar una reflexión de contexto respecto del posible
papel que juegan (hoy en día) los procesos de apropiación-uso de las nuevas
tecnologías en la conformación de los proyectos de vida de los estudiantes del
liceo.

52
Situación que puede verse condicionada en este grupo por la precaria situación socioeconómica que limita
la mayor familiarización de éstas tecnologías al interior de los hogares.
53
La velocidad de conexión telefónica con la red es de 200 Kb, el cual debe ser compartida por siete equipos.

94
En este sentido, Ghiardo y Dávila (2005) sostienen que:

Para los jóvenes el manejo de las llamadas “herramientas de


modernización” o de los lenguajes de la modernidad, resulta decisivo al
momento de armar sus proyectos de vida y dotarlos de sentido (PNUD,
2003). Aquellos que participan de cerca de los procesos modernización, los
que están más “conectados”, cuentan con más y mejores herramientas
para imaginar su futuro (2005: 42).

Sin estar en desacuerdo con tal planteamiento, es legítimo cuestionar que hoy en
día Internet (consideran las dificultades para la conexión) se constituya en un
método eficaz para planificar-proyectar-imaginar los posibles caminos
postsecundarios de los estudiantes del liceo54. No obstante, se cree que en los
próximos años se cumplirá lo manifestado por Ghiardo y Dávila,
sobretodo considerando el irreversible avance de la tecnología y la comunicación
lo cual modificará las formas de comunicar y adquirir la información que tienen
actualmente los jóvenes del campo. Esta situación a corto plazo producirá un uso
más extensivo de las herramientas de modernización como canales que permiten
imaginar un futuro en las juventudes riohurtadinas del siglo XXI.

Paralelamente, no cabe duda que la telefonía celular se ha constituido en la


herramienta tecnológica más popular entre las juventudes. Los datos de este
estudio registran que el uso de los teléfonos celulares es casi total, donde un 80%
de los estudiantes posee un aparato a pesar de la ausencia de antenas, las cuales
sólo logran despojarlo de su rasgo característico: la comunicación a distancia. Y
no cabe duda, hoy en día los celulares son el opio de la juventud -parafraseando
imaginariamente a Eduardo Galeano-, donde quiera que se observe habrá jóvenes
con celulares. Ahora bien, quizás el gran secreto o mejor cualidad de éstos
aparatos es el representar muchas cosas que cómo jóvenes se busca y/o aspira:
confirmar una identidad, suscitar una socialización, además de constituirse en un
54
En este sentido, los estudiantes declaran que la red no se constituye en una herramienta que les permite
indagar de sus posibilidades futuras en materia de estudio y trabajo, por lo que en gran medida es descartada
como canal informativo producto de la lentitud en la conexión a Internet en el liceo. A su vez, la orientadora
manifestó que la página creada por una red de orientadores (www.vallesdelfuturo.cl) para dar información a
los estudiantes de la región de las alternativas académicas existentes, no ha podido generar un impacto en los
estudiantes del liceo producto de las dificultades para acceder a los contenidos y links que aparecen en ella.

95
artefacto de ritualidad propiamente juvenil que genera un reconocimiento social
entre los semejantes. En definitiva, elementos que para nuestro caso son
fundamentales de analizar, sobretodo cuando el objetivo es dar cuenta de las
relaciones que se tejen entre las juventudes y la telefonía celular.

Se debe decir que la irrupción masiva del uso del celular en el liceo es reciente,
pues antes del año 2007 era un aparato poco común entre los estudiantes. Hoy en
día, si nos detenemos a observar a los estudiantes, no importando la hora, el
lugar, si están solos o en grupo, lo más probable es que estén haciendo uso de
algunas de las funciones de su celular.

Al intentar una explicación desde la identidad (individual) salen a escena los


aparatos-mascotas, los cuales pueden ser configurados según los gustos y
elecciones juveniles, permitiendo que los jóvenes los acondicionen según los
íconos o elementos de reconocimiento personal. A nivel grupal el uso de los
celulares aglutina a los jóvenes en torno a una actividad de socialización cotidiana.
La diversidad de contenidos posibles de compartir entre los jóvenes les permiten
ostentar cada uno de los artefactos que posee su memoria telefónica, como lo
son: los ring tones, las animaciones, fotos, música, gráficas, garabatos, XXX y una
amplia gama de mensajes sonoros (amorosos, sexuales, chistosos, etc.). La
socialización diaria se nutre del intercambio, haciéndose efectiva con la difusión
pública-grupal de los contenidos, los cuales transitan de un lugar a otro, de celular
en celular vía infrarrojo o compartidos a distancia por bluetooth.

Finalmente, la ritualidad es entendida desde la perspectiva de las regularidades y


la rutinas de su uso, las que propician distintos intercambios entre los jóvenes,
algunas de las situaciones más comunes son: cuando actúa como telón de fondo
de las relaciones de pareja, de quienes fuman un cigarrillo mientras escuchan una
canción o la habitual costumbre de compartir los contenidos de los celulares entre
distintos amigos55.

55
Para María Victoria Martín (2006) esta situación implicaría que: “(…) los celulares establecen nuevos ritos
que, con sus nuevos sentidos y significaciones, transforman las rutinas y las energías del orden establecido
en la Modernidad en la distinción entre lo público y lo privado”.

96
A continuación, se exponen dos componentes que moldean la imagen social de lo
juvenil en el liceo, que se exhibe a partir de sus “(…) preferencias, gustos
musicales y estéticos reflejados en sus atuendos (…)” (González, Y.: 2007: 11).

c. Gustos musicales y estéticas de las juventudes en el liceo

En nuestro caso, los medios asumidos por las juventudes para interrelacionarse
generacionalmente, confiriéndoles una visualización y distinción identitaria, se
muestran-expresan más comúnmente a partir de la adopción de una imagen o
estética particular que da cuenta de su adscripción a alguno de los estilos
juveniles referenciales a su generación. Las estéticas y bienes musicales que
forma parte de las expresiones de las juventudes rurales emergen a partir de un
proceso de hibridación de contenidos exógenos y endógenos56, conformando un
cóctel estilístico particular que se constituye en una forma explícita de afirmación
de la condición juvenil en el agro.

En este sentido, es que se reconoce que hoy en día los estudiantes rurales son
consumidores voraces de estilos musicales y modas de vestir que provienen de
las culturas juveniles urbanas, las que por distintas vías les imponen un “deber
ser”57 mediante la adscripción de pautas de consumo, estilos musicales, etc.
Ahora bien, luego del proceso de hibridación de contenidos (exógeno-endógeno)
surge la selectividad-identificación de los jóvenes con ciertos “estilos o estéticas
juveniles”, los cuales se van incorporando grupal o individualmente en su vida
cotidiana58.

Hecho este preámbulo, serán los propios estudiantes de cuarto año medio los que
describirán los gustos musicales y estéticas juveniles presentes en los estudiantes
del liceo. Así, al grupo de jóvenes se les consultó ¿cuáles eran los estilos juveniles
56
Génesis dual constituida por un componente exógeno -las culturas juveniles urbanas que atraviesan todas
las fronteras- y otro componente endógeno –los contenidos socioculturales propios de la zona de origen.
57
En un contexto mayor Sergio González R. (2006) manifiesta que la emergencia de nuevos imaginarios en la
ruralidad que imponen a los ciudadanos del agro formas de representación social, involucra un “deber ser” en
concordancia con los modelos dominantes que dicta la globalización.
58
En Oficio de Fotógrafo se expone algunas de estas estéticas presentes en los estudiantes del liceo.

97
más comunes en el liceo?, obteniéndose las siguientes respuestas: para Yimi (4
HC) los más comunes son los “normales”, los cuales se visten con el clásico jeans
con la chaqueta, que escuchan reggeton, cumbias y rancheras; él señala que
también hay otros que pertenecen a grupos punk, hardcore, heavy metal, a todos
esos grupos. Por su parte, Ismael (4 TP) plantea que la mayoría son normales, los
reggetoneros, los salseros, los cumbieros, sin embargo, no estaría de acuerdo en
definirlos como estilos consolidados sino que mezclas de estilos. Valeria (4 HC)
avanza hacia una definición de “los niños” a los que designa como: más
cumbieros, pero son como snob pues se dejan llevar por cualquier moda, como el
axe, cumbia, románticos, son todos los jóvenes así. Una visión más crítica de los
estudiantes la tiene Solange (4 HC) quién se refiere a las mujeres como: mente
grupo, donde lo que viene de afuera les pueden parecer ridículo o lo adoptan en
masa; o lo toman o se burlan, de esta manera plantea que, no hay un estilo
definido o llega algo de moda y se queda por un tiempo, llega otra cosa y todos
cambian, nadie mantiene una postura.

Las respuestas de los estudiantes y nuestra experiencia de campo, nos permiten


advertir que entre los estudiantes del liceo no existe grupos que cultiven estilos
únicos, sino que lo más característico es que las juventudes del liceo
homogenicen su predilección por la música de moda, como el reggeton y el pop
romántico, además de un apego por los ritmos tradicionalmente escuchados en la
comuna como lo son las rancheras y la cumbia sound. Conjuntamente con esto,
los jóvenes señalan su predilección por diversos estilos musicales que componen
un cúmulo de bandas de los más eclécticos géneros: el heavy metal, hard rock,
punk rock, hip hop, punk melódico, reggae, romántica, celta, entre otras.
Finalmente, se pudo verificar que la combinación musical con mayor adhesión
entre los jóvenes es la: Cumbianchera-reguetonera-ranchera entre los hombres y,
la Romántica-cumbiera-reguetonera entre las mujeres, sin el perjuicio de que
estos los y las jóvenes escuchen distintos grupos musicales.

En términos relacionales, las vías de homogenización musical más comunes entre


los grupos de semejantes, corresponde a la música que se escucha en las radios
de las salas (emisoras radiales y discos compactos), en celulares o mp3s y la que

98
suena habitualmente en los patios. Por otro lado, las vías de influencia/ingreso de
las estilos musicales se realizan por contacto directo o indirecto; por ejemplo, los
estudiantes que provienen de Ovalle actúan como vehículos de contagio de los
ritmos musicales y estéticas de moda; otra de las vías de mayor impacto en el
arribo de estilos musicales urbanos, depende del flujo comunicacional permanente
de los medios de comunicación de masas (televisión nacional y satelital, radio,
telefonía celular e Internet en un menor grado) como re-localizadores de la cultura
y los estilos de vida urbanos a los espacios rurales.

Una revisión de los gustos estéticos de los estudiantes revela que a nivel general,
los jóvenes se visten privilegiando la ropa que anuncia claramente las marcas
deportivas más conocidas del mercado. Así, es habitual que dentro del horario de
liceo los varones utilicen elementos complementarios al uniforme, donde se
destacan los: polerones con gorro, chaquetas, poleras deportivas y zapatillas; por
su parte, aunque las mujeres mantienen un canon de mayor apego al uniforme,
persisten la tendencia a integrar otras prendas como los polerones, chaquetas y
zapatillas, como elementos particulares de recambio del uniforme escolar.

A modo de conclusión, nuestro estudio confirmó que las prendas deportivas de


moda se han instalado como el referente estético más gravitante para los jóvenes
rurales, las cuales favorecen mayores cuotas de prestigio para los estudiantes que
las ostentan, sobretodo en el caso que presente un número considerable de
prendas y, privilegiando la originalidad-autenticidad de las mismas.

Desde esta perspectiva, se destaca que dentro del horario libre los estudiantes
buscan notoriedad a partir del uso de sus prendas favoritas, las cuales expresan
su cercanía con ciertos estilos juveniles urbanos o simplemente con el uso de
prendas deportivas de mayor prestigio. En este sentido, no es común para la gran
mayoría de los jóvenes utilizar con rigor algunos de los atuendos más usados por
las microsociedades juveniles59 citadinas60, siendo lo más habitual que se haga

59
Se postula que el uso conceptual del término “microsociedades juveniles” acuñado por Feixa para referirse a
una diversidad de experiencias que integran el concepto de “culturas juveniles” (1999) es el más atingente
para la caracterización de los estilos juveniles. En este sentido, las microsociedades juveniles expresan de
manera precisa a los conglomerados de individuos que constituyen estilos de vida que se asocian a

99
alusión o guiños a estas colectividades con el uso de ciertos elementos icónicos o
referenciales a éstas (poleras, chapitas, parches, etc.). Por último, cabe destacar
que en el último año (2007-2008) los jóvenes han sido influenciados masivamente
por el estilo-moda urbana “pokemon”.

Si la influencia de las culturas juveniles urbanas se ve expresada en distintos


ámbitos de la vida e interacción de los estudiantes del liceo, no obstante, se
observa que la cultura local sigue siendo un ingrediente primordial de las
experiencias sociales de los jóvenes. En este sentido, lo que primero se aprecia al
conversar con los jóvenes es la presencia de un acento o entonación al hablar, el
cual es expresión del mundo socializado por sus padres y familiares 61; asimismo,
los jóvenes dentro de sus conversaciones informales utilizan algunas de las
expresiones, dichos y palabras de mayor usanza entre sus padres.

Por otra parte, el imaginario del mundo campesino se constituye en un importante


sistema de referencia para las juventudes, sobretodo en lo que se refiere a las
formas de expresión y diversión más típicas dentro de la comuna62. Un ejemplo de
esto es que los jóvenes mantienen una afinidad con ritmos musicales como la
cueca, la cumbia sound y las rancheras, lo cual se visibiliza socialmente en los
espacios públicos y/o comunitarios donde se realizan actividades recreativas o
conmemorativas durante el año. Las fiestas y los bailes es el escenario propicio
para que los jóvenes (con mayor presencia de varones) interactúen con sus
amigos y la comunidad de origen, aquí comúnmente la diversión se asocia al baile,
el consumo de alcohol y cigarrillos durante las veladas. Finalmente, es importante
subrayar la influencia endógena en el ámbito cultural, donde prevalece entre los
jóvenes del liceo una tendencia a la reproducción de la matriz cultural machista

adscripciones musicales, discursos y/o ideologías, que se localizan principalmente en el tiempo libre de las
juventudes. Todas estas expresiones juveniles se definen hoy en día con un facilismo por los medios de
comunicación de masas bajo el concepto de tribus urbanas, y que a un nivel académico se delimitó bajo el
vapuleado concepto de subcultura.
60
Se hace referencia por ejemplo a: los Metaleros, Hiphoperos, Punkis, Emos, Góticos, Pokemones,
Rastafaris, entre otros grupos.
61
La que es más fuerte entre los estudiantes provenientes de las localidades del secano, como también del
interior de los interfluvios y las quebradas y, de las zonas precordilleranas.
62
Debemos manifestar que el imaginario del mundo campesino no deja de ser un sistema de referencia
contradictorio para los jóvenes, pues aunque se integre como parte de su identidad, para muchos
representará situaciones o modos de vida que se desean desechar y, que se asocian con la pobreza, el atraso
y la falta de oportunidades presente en la comuna.

100
basada en “la tradicionalidad patriarcal que aún hegemoniza la cultura local”
(PADEM, 2008: 30).

Para cerrar este capítulo, es necesario aclarar que está rápida pincelada por las
expresiones y prácticas juveniles dentro del liceo tuvo la finalidad de reconstituir el
escenario sociocultural que encuadra la vida de los estudiantes. Los distintos
elementos que se presentan nos obligan a reconocer que las juventudes rurales
viven un proceso muy dinámico respecto de la conformación de su identidad, en la
cual se articula un proceso de selectividad-identificación con los contenidos
endógenos y exógenos que transitan por las arterias de la ruralidad. En este
sentido, la identidad juvenil-rural amalgama “la tendencia a la homogenización
sociocultural dictada por la modernidad” con los contenidos del “micro-espacio”
local63 (González, S. 2006: 22). Una caracterización de lo expuesto anteriormente
revela que nos encontrarnos con juventudes que reconocen una pertenencia al
mundo rural de acuerdo a su participación interactiva con las expresiones y
prácticas que acontecen en la comuna, las que al mismo tiempo, se
interrelacionan cotidianamente siguiendo algunos de los códigos y expresiones
estilísticas de las culturas juveniles urbanas.

63
El trabajo de Sergio González (2006) proclama la construcción de “nuevas identidades culturales” rurales,
que se generan a partir de una apropiación de los contenidos de la modernidad (macro-espacio), pero que se
conforman con mayor identificación en función del micro-espacio (rural). Por nuestra parte, el análisis nos
muestra que la configuración de la identidad juvenil rural se proyecta dinámicamente entre los dos contenidos
pero con una mayor influencia del macro espacio.

101
2. PROYECCIONES POSTSECUNDARIAS DE LOS ESTUDIANTES DE RÍO
HURTADO

El periplo encaminado por los parajes de las expresiones y prácticas juveniles y,


las condiciones de origen-estructurales de las juventudes, buscó posicionar al
lector sobre una doble cartografía interpretativa que muestra a los sujetos
concretos que se intenta analizar64. Ahora bien, la mirada que seguidamente se
presenta propone una segunda travesía al terreno del habla, a ese andamiaje que
interpela al futuro postsecundario desde el plano aspiracional de los anhelos,
expectativas, apuestas y sueños por una inclusión social efectiva de los
estudiantes.

Al realizar una mirada retrospectiva del trabajo de producción de información en


terreno, se ve que las cuatro entrevistas grupales (2004) proporcionaron un
acercamiento al plano de las subjetividades de los jóvenes, estimulando el
intercambio de opiniones y puntos de vista respecto a sus proyectos
postsecundarios. Esta primera etapa entregó una gran cantidad de material de
análisis que permitió caracterizar las principales tendencias en las proyecciones
futuras, develando aspectos explícitos e implícitos de sus discursos. Ahora bien,
aunque se logró ahondar sobre la dirección hacia donde los estudiantes dirigían
sus apuestas, quedaron ciertos cabos sueltos en relación con los factores que
orientan y potencian las aspiraciones juveniles; de esta forma, la segunda etapa
donde se aplicó una encuesta social (2007) planteó un ordenamiento de las
variables o indicadores que marcan las principales tendencias postsecundarias,
como también, una indagación respecto de las expectativas de los estudiantes que
presentan un mejor rendimiento en sus cursos.

En términos generales, se reconoce que el material acumulado permitió indagar


satisfactoriamente sobre las proyecciones post-egreso de los y las estudiantes,
puesto que se consideró en primer lugar, sus expectativas al salir de cuarto medio
y, en segundo lugar, su disposición a permanecer o emigrar de la comuna. Desde

64
Para Dávila esto nos remite a un análisis temporal y territorial concreto: “(…) el cómo los diversos jóvenes
viven y experimentan su condición de jóvenes, en un espacio y tiempo determinado” (Dávila, 2004: 98).

102
esta perspectiva, se hace necesario señalar la relación sinérgica entre ambos
cuestionamiento, donde la posibilidad de concreción de las proyecciones futuras
de los jóvenes se liga, refuerza y finalmente, justifica su disposición e interés por
emigrar de Río Hurtado, producto de las pocas posibilidades que ofrece la comuna
para realizar los diversos caminos imaginados. Justamente, este estudio refuerza
los planteamientos de Pezo (2005) al reconocer que en Río Hurtado predominan
factores de expulsión de la juventud escolarizada, donde se conjugan
dinámicamente las motivaciones personales de la juventud (que a continuación
serán explicitadas) y, las motivaciones sociales que se generan por la situación de
desequilibrio socioeconómico y ecológico de la comuna. Una primera mirada a
estos datos nos hace pensar que la migración es un proceso estructural de
desplazamiento de las juventudes, el que según Durston (1996) nos remiten a las
distintas estrategias de vida trazadas por los jóvenes para una inclusión social. En
definitiva, en este apartado se exponen e interpretan los resultados del proceso
investigativo el cual se dirige a proporcionar un tratamiento descriptivo respecto de
las aspiraciones educacionales y/o laborales de los y las jóvenes que egresan de
educación secundaria en la comuna de Río Hurtado. Como se planteó
anteriormente, en la construcción del texto se incluyen las diferentes técnicas de
producción de información aplicadas durante las prospecciones a terreno, las
cuales desde un enfoque predominantemente cualitativo dan respuesta a la
temática en estudio.

A continuación, se presentan las principales tendencias sobre lo que los jóvenes


del liceo de Hurtado anhelan-apuestan conseguir luego de su egreso de la
educación secundaria.

103
2.1 ANHELOS POSTSECUNDARIOS

Una vista panorámica de las tendencias postsecundarias nos muestra las


siguientes aspiraciones:

Continuar estudios superiores (técnicos o universitarios)


Ingresar al mundo laboral
Realizar la práctica TP
Realizar el servicio militar
Otro tipo de planes

Se propone una lectura detallada de cada una de las proyecciones


postsecundarias reconociendo las particularidades de cada tendencia según la
condición de género y la modalidad educativa a la cual pertenece cada alumno/a.
Asimismo, la interpretación presentada aborda las principales motivaciones que
impulsan a los estudiantes a manifestar su preferencia por una u otra proyección.

2.1.1 Estudiantes que anhelan continuar estudios superiores

El grupo mayoritario de jóvenes que participaron de este estudio señaló como su


principal anhelo la realización de estudios superiores luego de su egreso del liceo.
En este sentido, se reconoce la constitución de un discurso dominante entre los
estudiantes respecto de su ilusión de continuidad educacional, la cual se
construye fundamentalmente bajo la figura del “imaginar o anhelar ser
profesional”. De esta forma, el alargamiento de la escolarización65 se establece
como la estrategia -por excelencia- de integración laboral y social, lo que la
constituye en el agente materializador de los proyectos de vida trazados por los
jóvenes.

Ahora bien, la información generada por las entrevistas grupales y la encuesta


social reveló como los estudiantes de acuerdo a su modalidad de estudio (TP y

65
Expresión utilizada por Dávila et al., 2005.

104
HC), manifiestan una distinta apertura o afinidad con una continuidad educacional,
mostrando asimismo, una orientación específica entre un camino técnico o uno
universitario66. Es pertinente aclarar que los datos generados por cada instrumento
metodológico generan datos complementarios, los cuales dan cuenta a su vez de
dos grupos de jóvenes que presentan anhelos postsecundarios diferentes, en este
caso no se buscó privilegiar una comparación entre ambos momentos sino más
bien ampliar el análisis según cada caso expuesto.

Efectivamente lo que se detectó en las entrevistas grupales fue una mayor


predilección de los estudiantes de tercero medio de la modalidad TP por las
carreras técnicas, por otro lado, la opción de estudios universitarios aparece
señalada en forma igualitaria por las dos modalidades, presentando especial
favoritismo entre los alumnos de tercero medio, tanto en las mujeres del tercero
HC, como en los varones del tercero TP. Finalmente, de forma mayoritaria los
estudiantes de la modalidad HC plantearon no tener aún definido el tipo de
educación superior ni la carrera a elegir, empero manifiestan firmemente su deseo
por acceder a este tipo de instituciones. A continuación se revela el habla de los
propios sujetos para referirse sobre este punto.

“Dar la PSU y si me va bien estudiar en la universidad una carrera profesional y


tener mi propio trabajo”. (Estudiante 3° año HC).

“Quiero en lo posible estudiar y convertirme en profesional, y si no, trabajar y


costearme un preuniversitario para ingresar a la universidad sí o sí”. (Estudiante 4°
año HC).

“Yo lo que quiero hacer después de egresado de cuarto medio sería especializarme
en algo que fuera relacionado con el área agropecuaria como puede ser veterinario
o apicultura”. (Estudiante 3° año TP).

66
Distintos autores -para el caso urbano- nos muestran como la modalidad educativa marca las preferencias
sobre esta tendencia postsecundaria, donde la elección de carreras técnicas será más frecuente para la
modalidad TP y, las carreras universitarias por parte de la modalidad HC (Martinic y Sepúlveda, 2002; Dávila
et al., 2005).

105
“En primer lugar titularme como técnico agropecuario. En segundo lugar continuar
mis estudios superiores como ingeniero civil ambiental o ingeniería en mina”.
(Estudiante 4° TP).

En contrapartida la encuesta social reveló como la tendencia postsecundaria de


los estudiantes del 2007 se ve estructurada fuertemente según la modalidad
educativa a la cual pertenece cada estudiante (Cuadro 1). En efecto, el camino
proyectado por los jóvenes nos muestra que un 80% de los estudiantes de la
modalidad HC manifiestan su interés por ingresar a la educación superior
(universitaria o técnica) y que solo un 20% de los jóvenes de la modalidad TP
desean continuar estudios superiores luego de realizar su práctica.

Cuadro 1
Proyecto postsecundario por modalidad de enseñanza
Estudiantes del 2007
Proyecto postsecundario Modalidad
Técnico profesional Científico humanista
Continuar estudios 20,0 80,0
superiores
No lo tengo claro 6,7 0
Insertarse en el mundo 33,3 10,0
laboral
Realizar el servicio militar 33,3 0
Trabajar, luego estudiar 6,7 5,0
Preuniversitario 0 5,0
Total 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia

En términos generales, la información antes expuesta viene a confirmar la


tendencia a que los estudiantes proyecten o piensen un futuro postsecundario,
influenciados por la modalidad educativa cursada en la educación media. De esta
manera, aunque los datos señalen que la alternativa más repetida sea el ingreso a
la educación superior, serán los estudiantes científicos humanistas los que la
señalen con mayor vehemencia, en contraposición a los estudiantes técnicos

106
profesionales que presentan entre sus mayores anhelos postsecundarios el
ingresar al mundo laboral y, el realizar el servicio militar67.

Ahora bien, al profundizar sobre la continuidad de estudios superiores se


emprende instantáneamente un análisis sobre la preferencia por un camino
universitario o por una ruta técnica.

Al penetrar sobre la preferencia por carreras universitarias se observa que un


número de jóvenes las ve como una elección ocupacional ideal a desarrollar luego
de su egreso, lo que se expresa en su ilusión por continuar una formación
académica en dichas casas de estudio. Por lo tanto, como lo señala Zapata (2000)
convertirse en un profesional universitario se constituye en un imaginario de
ascenso social, que según la mayoría de los testimonios corresponde a un
proyecto de vida alejado de las dinámicas propias del mundo rural. Asimismo, los
jóvenes manifiestan que en lo concreto, cursar una carrera universitaria reporta
beneficios tales como: constituirse en un medio para surgir en el plano profesional-
laboral, acceder a un excelente trabajo, bien remunerado que permita obtener una
solvencia e independencia económica (Op cit.).

En relación a las carreras universitarias que los jóvenes del 2004 anhelaba cursar,
se destacaron: psicología, educación parvularia, medicina, trabajo social,
agronomía, veterinaria, ingeniería y derecho. Entre las mujeres la carrera más
solicitada fue la de educación parvularia. En cuanto a los varones, se repitió con
mayor fuerza la carrera de veterinaria y agronomía. Por su parte, los estudiantes
del 2007 fueron menos proclive a este tipo de carreras, existiendo una
concentración de las preferencias en las mujeres de la modalidad HC, donde se
destacaron las carreras de: pedagogía en matemáticas, enfermería, educación
diferencial y, veterinaria en el caso de una alumna de la modalidad TP.

67
Cabe señalar que en las páginas posteriores se irá completando el análisis de las demás tendencias
postsecundarias antes citadas, dejando a continuación un espacio para profundizar sobre el anhelo de
ingresar a la educación superior.

107
Para ambos casos, los estudiantes fijan su interés principalmente en las
universidades de la región de Coquimbo y Antofagasta, lo cual facilita que la
migración estacional que desarrollen en su estadía en dichas ciudades, se
transforme en una migración indefinida de la comuna producto de las pocas
posibilidades que esta les brinda para el ejercicio profesional de sus carreras.

Por su parte, la demanda por continuar carreras técnicas nos remite a un grupo de
estudiantes con expectativas de desarrollar una formación técnica que asfalte
rápidamente su camino para conseguir fuentes laborales. En definitiva, los anhelos
postsecundarios de estos jóvenes reflejan un habla que postula una mayor
urgencia respecto del ámbito laboral, demostrando que para ellos y ellas la
dimensión laboral se constituyen en uno de los elementos centrales del ciclo vital
juvenil (Duhart, 2004).

En relación al tipo de carreras técnicas elegidas, se vio dos situaciones: una de


carreras ligadas directamente a una situación de migración indefinida hacia otras
latitudes donde existe un campo laboral objetivo a estas y, en segundo lugar, a
carreras que aparecen vinculadas al desarrollo de un trabajo dentro de la comuna
pero que apelan hacia una diversificación de las fuentes laborales existentes,
cuestión que según los testimonios, indica un leve interés por quedarse ejerciendo
una profesión en la comuna de origen.

Dentro de las carreras técnicas que se presentan con bastante fuerza entre las
prioridades de los estudiantes, se encuentran: maquinaria pesada, técnico en
turismo, técnico agrícola, mecánica, cocina internacional, secretariado ejecutivo
computacional, técnico en educación especial, prevención de riesgos, asistencia
judicial, entre otras. Se acentúan entre los hombres las carreras técnicas con un
nicho laboral consolidado, el cual históricamente tiene como foco a la gran minería
del norte grande (Contreras et al., 2004; Pezo, 2005). Entre las mujeres las
carreras aluden a una migración indefinida hacia los principales centros
comerciales y productivos regionales, como Ovalle, La Serena y Coquimbo, como
también, en las conversaciones fueron señaladas las ciudades de Santiago,
Antofagasta e Iquique como posibles lugares de residencia.

108
“Yo tengo pensado estudiar maquinaria pesada y al estudiar eso tengo que salir de
la comuna y buscar en otros lados. Y eso es lo que quiero yo”. (Estudiante 3° año
HC).

“Yo al salir de cuarto medio quiero seguir estudiando para poder surgir y ser alguien
en la vida. Mi meta es estudiar turismo, pero si no lo puedo hacer, tengo que
trabajar para ser independiente y tener mis propias cosas” (Estudiante 4° año HC).

“Especializarme en todo lo que es turismo ya que esto está creciendo en el último


tiempo. Crear iniciativas para cuidar el medio ambiente”. (Estudiante 3° año TP).

“Hacer mi práctica y seguir estudiando prevención de riesgo”. (Estudiante 4° TP).

La encuesta social confirma la tendencia a que los estudiantes prefieren


mayoritariamente las carreras técnicas, lo que la transforma en la meta
postsecundaria de mayor adhesión entre los estudiantes de la modalidad HC
(Cuadro 2 en anexos). Al respecto se plantean tres situaciones que explican tal
tendencia, en primer lugar, al reconocer que en general dichos estudiantes se
manifiestan conscientes de sus pocas posibilidades para ingresar a la universidad,
postulando entonces un ingreso a las instituciones privadas que no exigen
pruebas de admisión o puntajes específicos en la PSU. En segundo lugar, la gran
presencia de este tipo de instituciones en la región, evidencia la posición que han
asumido como la alternativa de continuidad educacional más cercana a la
comuna, con dos centros de formación técnica (Inacap y Santo Tomás) de gran
presencia mediática, cuestión que les ha permitido posicionarse como un referente
aspiracional que absorbe la atención entre los jóvenes68. Finalmente, son los
estudiantes de la modalidad HC los que postulan mayoritariamente este camino
pues sus familias son las que presentan mayores oportunidades de costear la
mensualidad de este tipo de instituciones, en comparación a sus estudiantes de la
modalidad TP que presentan una situación económica deficitaria69.

68
Como se planteó en el capitulo anterior, esta es una situación que abarca tanto las experiencias biográficas
familiares de los hermanos que han estudiado en tales centros, como también de otros jóvenes que se han
incorporado a dichos CFT.
69
Situación que se analiza en: Condiciones de origen-estructurales de los estudiantes

109
Ahora bien, las carreras técnicas señaladas por los jóvenes de la promoción 2007
circunscriben al análisis realizado anteriormente, mostrando una recurrencia en
carreras como: maquinaria pesada, mecánica, prevención de riesgos, cocina
internacional, asistencia judicial, además, de otras carreras tales como, técnico
forestal, diseño gráfico, programador en 3D, constructor civil, químico laboratorista
y programador analista informático. Asimismo, a este grupo de estudiantes
también se les consultó respecto de los principales puntos que tomarían en cuenta
a la hora de elegir su carrera. El resultado fue que los estudiantes de ambas
modalidades señalaron a la vocación como primer razonamiento70 para elegir una
carrera, sin embargo, se demuestra más adelante que los criterios que aluden a
una juicio más instrumental respecto a la elección de la carrera71, son los que
tienen un mayor peso en estos jóvenes a la hora de pensar una carrera
universitaria o técnica.

a. Principales motivaciones para continuar estudios superiores

Se destaca de la lectura de los testimonios dos motivaciones por las cuales los
estudiantes desean continuar estudios superiores, en primer lugar, para acceder a
mejores oportunidades de trabajo y, en segundo lugar, para surgir y mejorar la
calidad de vida. A continuación se abordan sucintamente cada una de ellas.

 Acceso a mejores oportunidades de trabajo

Al analizar las distintas percepciones y opiniones resulta evidente reconocer que


para las juventudes de Río Hurtado, el trabajo es considerado como una
preocupación prioritaria y permanente, en este sentido el egreso de la enseñanza
superior permite obtener mejores ingresos, adquirir nuevos conocimientos y
mejorar las posibilidades de empleo en cuanto a accesibilidad y calidad de éste.

“Me gustaría seguir estudiando para tener un trabajo mejor y más oportunidades en
la vida y en lo laboral”. (Estudiante 4° año HC).

70
Es decir, la opción que señala que la carrera elegida debe ser afín con sus habilidades e intereses.
71
Criterios como: el campo laboral de la carrera y, los beneficios económicos que otorga la misma.

110
“Yo lo principal que quiero es seguir estudiando para ser otra persona más adelante.
Para lograr mi propia fuente de trabajo. Lo menos que me gustaría es andar
mendigando y pidiendo por favor trabajo”. (Estudiante 3° año TP).

“Bueno, lo que yo quiero es especializarme en la materia por la cual me eduqué y


seguir estudiando para abarcar mis conocimientos más allá y tener una gran
alternativa de trabajo a futuro”. (Estudiante 4° TP).

En general, los estudiantes (TP y HC) señalan como uno de los atributos
principales de la educación superior el concederles en un futuro una realización
laboral, dejando de manifiesto que la motivación por ingresar a la educación
superior se sustenta sobre una orientación instrumental del logro de fines
laborales concretos72.

 Como una forma de surgir y mejorar la calidad de vida

Otro de los motivos presentes en los relatos dice relación con la posibilidad de
surgir, de realizarse personalmente y de mejorar la calidad de vida. La educación
superior para estos jóvenes representa en su imaginario un instrumento para
satisfacer sus expectativas de una mejor calidad de vida 73, pues desarrolla en
ellos un conjunto de capacidades y habilidades que le reportan mayores
competencias laborales. En definitiva, los jóvenes al situarse en el futuro refuerzan
el polo instrumental de la educación superior apostando a que ésta se constituirá
en un potenciador de un proyecto de vida exitoso.

“¿La importancia del CFT?, especializarse más, ser alguien más, o sea, ser mayor
y al momento de ejercer la fuente laboral, tener un trabajo mejor y más digno, con
un buen presupuesto”. (Estudiante 3° TP).

72
Sergio Martinic y Leandro Sepúlveda (2002) manifiestan con respecto a la representación de los jóvenes
frente al trabajo dos orientaciones que le permiten planificar su futuro, una instrumental que coloca al trabajo
con medio para conseguir fines concretos y, otra expresiva que se relaciona con un conjunto de capacidades
que no aluden a la satisfacción de necesidades materiales urgentes.
73
Como lo señalan Durston, Zapata, Martinic y Sepúlveda anteriormente citados.

111
“Yo al salir de cuarto medio quiero seguir estudiando para poder surgir y ser alguien
en la vida. Mi meta es estudiar turismo, pero si no lo puedo hacer, tengo que
trabajar para ser independiente y tener mis propias cosas” (Estudiante 4° año HC).

“Trabajar para estudiar y ser una persona con mejor calidad de vida. Un futuro
mejor, más aliviado”. (Estudiante 4° TP).

Volviendo al tema de fondo, se distingue que en general, el habla de los jóvenes


tiende a elaborar dos argumentos para pronunciarse a favor de la continuidad de
estudios superiores, en primer término, la referencia que se hace en repetidas
ocasiones acerca de la búsqueda de un trabajo independiente a partir del
desarrollo de una carrera técnica. No obstante desde nuestra perspectiva, en la
mayoría de los casos la creación de un trabajo independiente depende de la
posesión de un capital económico importante que permita generar un trabajo libre
de jefes, situación que en definitiva lo constituye en una pretensión contradictoria o
sin asidero en la mayoría de los casos. En segundo término, la elección del
camino técnico o universitario está motivado por (o forma parte de) la inquietud de
migrar para ejercer una profesión/actividad fuera de la comuna, lo que se enmarca
en el desarrollo de su autonomía económico y social como joven74. En este
sentido resulta evidente notar que los relatos juveniles reflejan una percepción
negativa de las pocas posibilidades de emplearse dentro de la comuna.

Desde una perspectiva más global, se puede establecer citando a CEPAL (1996)
que los anhelos postsecundarios de este grupo de estudiantes, nos presentan un
tipo de proyecto personal que contiene las aspiraciones de muchos jóvenes
rurales que muestran la internalización de la modernidad, la cual es dimensionada
como meta a seguir según la adhesión de nuevos patrones valorativos y
cognoscitivos de la realidad, sin embargo, en muchos estudiantes no existen una
conciencia e información de las condiciones mínimas para conseguirlos, lo que
finalmente (..) se refleja en la distancia existente entre las metas a las que aspira y
los caminos reales de inserción (CEPAL, 1996: 253).

74
Zúñiga (2000) constató que en Río Hurtado las personas que cuentan con estudios medios completos se
constituyen en un grupo específico que mayoritariamente planificaría una estrategia de migración indefinida de
la comuna.

112
En este sentido, el proyecto personal esgrimido por estos estudiantes, desde el
análisis de la CEPAL se constituye desde una cultura de expectativas que emerge
vinculada a las interacciones con la modernidad (Ibíd.), situación que en definitiva
genera un proyecto personal que se encuentra más alejado de la cultura de
pertenencia que se identifica tradicionalmente con la cultura campesina75.

2.1.2 Estudiantes que desean insertarse en el mundo laboral

La otra cara de la moneda nos muestra principalmente los anhelos


postsecundarios de los estudiantes de la modalidad Técnico Profesional, aquellos
que dentro de sus principales aspiraciones está la incorporación al mundo laboral
(ver Cuadro 1). Este grupo lo integran principalmente jóvenes que quieren dejar a
la educación secundaria como el último eslabón en la cadena educativa y, un
grupo minoritario de estudiantes que evalúa al trabajo como la principal estrategia
para el financiamiento de sus estudios superiores.

a. Principales motivaciones para ingresar al mundo laboral

Desde nuestro punto de vista, son al menos dos situaciones las que se vuelven
gravitantes sobre la decisión de los jóvenes para potenciar una experiencia laboral
inmediata.

 La formación dual

En primer término, pues se trata de estudiantes educados en un régimen de


formación dual que los liga periódicamente a distintas empresas agropecuarias
durante los dos últimos años de la enseñanza media. Estudiantes que al egresar
del liceo deben realizar una práctica profesional que los reconoce como técnicos
agropecuarios, cuestión que eventualmente les permite emplearse en alguna de
75
Así, la adscripción a la cultura de pertenencia, en este caso campesina, se constituirá principalmente de
acuerdo a: la residencia en las zonas de origen, una vinculación a las tradiciones, la socialización, el trabajo o
desarrollo profesional dentro de la zona, las historias de vida, el folklore, la gastronomía, el medioambiente,
entre otros elementos propios del mundo campesino.

113
las empresas ya conocidas o el incorporarse como un trabajador asalariado
calificado en otras empresas agropecuarias. Se observa entonces, que los
estudiantes TP al egresar del liceo planifican una inserción laboral a corto plazo, lo
que demuestra su apertura y predisposición hacia el trabajo en el área vocacional
elegida. Esta situación a juicio de Martinic y Sepúlveda (2002) refleja que tales
estudiantes (versus sus pares HC) tienen mayores herramientas concretas para
iniciarse prontamente en el mundo laboral.

 De estudiantes a fuerza de trabajo

En segundo término, es el caso de los jóvenes que una vez egresados del liceo 76
transforman su condición de estudiante a la de fuerza de trabajo familiar,
principalmente producto de las presiones económicas del frágil sistema económico
campesino/ganadeno, lo que los obliga a trabajar (internamente y/o externamente)
rápidamente para generar ingresos. Además, si posicionamos al trabajo en la
perspectiva personal de los jóvenes, este se constituye en una forma para generar
dinero que les permite la satisfacción de distintas necesidades inmediatas (como
costear sus gustos, vestimenta, ocio, etc.) lo que produce en los jóvenes una
sensación de emancipación; constituyéndose a largo plazo en la manera de
propiciar una independencia económica y social de sus familias.

Los testimonios que a continuación se presentan, dan cuenta del papel que asume
el trabajo en su generalidad, donde se establece como una posibilidad para reunir
dinero, independizarse y para costearse estudios superiores.

“Me gustaría trabajar para poder tener mi dinero”. (Estudiante 3° año HC).

“Trabajar con mi padre en el norte y perfeccionarme con él que sabe más de


mecánica”. (Estudiante 3° año HC).

76
Que para nuestro caso, se constituye en un sistema eminentemente asistencial, que entrega a los
estudiantes alimentación, educación y albergue a la gran mayoría durante toda su estadía en la educación
media.

114
“Me gustaría mucho estudiar ya que hoy el cuarto año no sirve de nada, pero
posiblemente por los recursos económicos no se pueda y en ese caso optaría por
trabajar”. (Estudiante 4° año HC).

“Trabajar para estudiar y ser una persona con mejor calidad de vida. Un futuro
mejor, más aliviado”. (Estudiante 4° TP).

“Trabajar y ser independiente de una vez, para así poder hacer y realizar las cosas
que me gustan y también tener una mejor situación más adelante”. (Estudiante 4°
año HC).
“Ejercer mi carrera y tener el cartón y empezar a trabajar o quizás seguir estudiando
dependiendo de lo que viene a futuro”. (Estudiante 3° año TP).

En un sentido más general, se hace necesario explicitar los distintos significados


que tiene la adquisición de un trabajo para los estudiantes de Río Hurtado, lo que
según Zapata (2000), nos señala un habla que revela entre los principales
beneficios del trabajo: el “surgir”, “ser capaz de lograr metas”, “mejorar la calidad
de vida de la familia” y “adquirir mayores responsabilidades” (Zapata, 2000: 56).
No deja de ser llamativo que la apuesta por el ámbito laboral se plantee en clave
de tránsito, que se mueve entre una situación de dependencia familiar a una
situación de autonomía social (Redondo, 2000). Para finalizar, vale la pena
señalar que el grupo de jóvenes que desea trabajar por un tiempo y luego ingresar
a la educación superior, reconoce la incertidumbre que sienten respecto de su
posibilidad de llevar a cabo su anhelo de continuidad educacional, sin embargo
creen que la mejor manera para alcanzar su sueño postsecundarios es mediante
su ingreso al mundo del trabajo77.

Dentro de esta lógica es importante revelar que muy a pesar de las triunfales
expectativas de conseguir un trabajo estable que propicie y financie una carrera
universitaria o técnica, se observa que contrariamente distintos autores señalan
que la tendencia de la economía agraria es provocar una creciente proletarización

77
Como lo plantean Ghiardo y Dávila este es un grupo de jóvenes que “posterga la (condición) de estudiante
y asume la de trabajador, para luego volver a la de estudiante. Este tipo de fenómenos están a la base del
concepto de trayectoria yo-yo que hace un tiempo viene planteando Pais cuando intenta dar cuenta de los
formatos de juventud que van y vuelven de una condición a otra” (2005: 63).

115
(González, Y. 2007), siendo ofrecido en la mayoría de los casos trabajos de
carácter temporal, que propician la independencia, la movilidad social y un ingreso
pronto por parte de los jóvenes, pero que asimismo se constituyen en trabajos que
generan inseguridad, dependencia, que son mal pagados y agotadores (Duhart,
2004), es decir, “(…)“un futuro precario en términos laborales” (…)” (Bonfil, 2001:
528); tales características se constituyen finalmente en obstáculos para desarrollar
una posterior incorporación a la educación superior, impidiéndoles a estos jóvenes
volver a su condición de estudiante según las condiciones actuales de empleo que
se ofrecen en el ámbito rural.

2.1.3 Estudiantes que esperan realizar la práctica TP

La totalidad de los estudiantes de la modalidad TP (promoción 2007) manifestaron


que luego del egreso del liceo realizaran la práctica profesional en alguna empresa
agropecuaria de la región78. Según los testimonios de los jóvenes, el realizar la
práctica profesional les permite cerrar el proceso de titulación de técnico
agropecuario de nivel medio, terminando de esta forma el período formativo de la
educación media. A continuación, se presentan algunos relatos de los estudiantes
del 2004 que dan cuenta de las motivaciones que los llevan a cumplir con la
práctica profesional.

“Buscar una buena fuente laboral para realizar mi práctica técnica agropecuaria y a
la vez adquirir de allí todos los conocimientos que sean necesarios para realizar mis
proyectos personales y laborales, etc.”. (Estudiante 4° TP).

“Quiero hacer mi práctica y adquirir conocimiento que me falten para trabajar con mi
título, después trabajar”. (Estudiante 4° TP).

“Realizar mi práctica profesional y después seguir trabajando para después tal vez
poder seguir estudiando más adelante”. (Estudiante 4° TP).

78
Según un artículo de Miranda (2007) alrededor del 80% de los estudiantes técnicos profesionales chilenos
al egresar del liceo realizan la práctica profesional.

116
“Bueno, en primer lugar hacer la práctica para poder tener el título de técnico
agrícola y no quedarme inactivo, sino que seguir haciendo cosas como seguir
estudiando o trabajando”. (Estudiante 3° año TP).

a. Principales motivaciones para realizar la práctica profesional

Queda de manifiesto que para los jóvenes TP la práctica profesional se constituye


en un mecanismo específico que los encamina hacia la búsqueda de un empleo.
Por esta razón, la mayoría de los estudiantes antes de egresar del liceo
consideran cuales son sus posibles lugares de práctica, como también los campos
de especialización (agro o pecuario) de las empresas elegidas. De hecho, la
encuesta social constató que a juicio de los estudiantes (técnicos profesionales)
una de las principales formas para encontrar un trabajo es el conseguir una buena
práctica.

Dejando de lado el deseo de incorporarse a un empleo, los estudiantes de la


modalidad TP destacan a la práctica como una posibilidad para acumular
conocimiento práctico en su formación como técnicos, como también el hecho de
adquirir una experiencia laboral real. Asimismo, subrayan que tales conocimientos
en el liceo no les hubieran podido adquirir, sobretodo en lo referido al trabajo en
terreno que desarrollan en las empresas.

Finalmente, la mayoría de los estudiantes evalúan positivamente la experiencia


vivida en las prácticas durante los últimos dos años, señalando que su ocupación
en las empresas les permitió relacionarse y conocer a gente nueva, preparándolos
para su posterior incorporación laboral. Además, manifestaron que les ayudó para
enterarse de algunas de las competencias y habilidades exigidas por los
empleadores.

117
2.1.4 Estudiantes que desean realizar el servicio militar

Un grupo importante de estudiantes de la modalidad TP (2007) desea realizar el


servicio militar luego de su egreso del liceo (Cuadro 1). Se trata principalmente de
estudiantes de ambos sexos los cuales al momento de la encuesta ya se
encontraban inscritos como voluntarios para cumplir con el servicio militar.

La primera cuestión que se destaca es que este anhelo se constituye en una


categoría emergente, pues anteriormente se estableció como una proyección sin
mucha adhesión entre los estudiantes del liceo. En este sentido, lo más habitual
era que cada año no más de dos estudiantes lo declarase como una situación
deseada y, según los datos de la orientadora, dentro de este grupo solo uno de
ellos postulara continuar una carrera en las fuerzas armadas o de orden. En
efecto, la información generada por las entrevistas grupales mostró que en el 2004
una sola estudiante manifestó su deseo de ingresar a la escuela de carabineros,
sin embargo, como contraparte cinco estudiantes en el 2007 ya se encontraban
inscritos como voluntarios y una estudiante estaba postulando para la escuela de
carabineros. A continuación, se presentan las principales motivaciones señaladas
por los jóvenes para realizar el servicio militar.

a. Principales motivaciones para realizar el servicio militar

Una de las principales razones indicadas por los jóvenes para justificar su
inscripción como voluntario en las fuerzas armadas, tiene que ver con las
posibilidades de perfeccionamiento ofrecidas en los cursos de capacitación (como
computación, mecánica, entre otros), los cuales pueden transformarse en futuras
oportunidades de trabajo. En este sentido, los testimonios de los jóvenes subrayan
que el servicio militar ofrece a los jóvenes una diversificación de sus posibilidades
de empleo y conocimiento.

Por otro lado, también se destacó entre los estudiantes el hecho de que el servicio
militar se constituye en una experiencia interesante por realizar, tanto por tratarse
de una vivencia que les permitiría ensayar cosas nuevas y, que además, se

118
constituye en un buen aprendizaje para los jóvenes que desean ingresar a las
fuerzas armadas o de orden.

Ahora bien, desde nuestro punto de vista son al menos dos situaciones las que
nos permiten interpretar la emergencia de esta tendencia postsecundaria entre los
jóvenes de la modalidad TP79.

En primer lugar, se destaca el hecho que los jóvenes todos los años reciben la
visita de uniformados al liceo (militares y carabineros), que en conjunto con
realizar una charla respecto de las oportunidades que se abren para los jóvenes
con el servicio militar, les presentan los cursos de capacitación y formación a los
cuales pueden acceder, para finalmente invitarlos a inscribirse en el mismo
establecimiento. Según la orientadora, tal información resulta atractiva para los
jóvenes principalmente porque se les entrega directamente, cuestión que involucra
un proceso interactivo de propaganda donde se apela a que los jóvenes imaginen
las vivencias que podrían tener en las instituciones militares.

En segundo lugar, un fenómeno concomitante al anterior, el que según nuestra


hipótesis resulta ser decisivo en la emergencia de esta tendencia en la promoción
2007, tiene que ver con el buen momento que tuvo la imagen de la institución
castrense producto del éxito del show televisivo Pelotón transmitido por TVN80,
único canal de señal abierta que llega al valle de Río Hurtado. A modo de ejemplo,
se pudo evidenciar que algunos de los jóvenes interesados en realizar el servicio
militar planteaban el querer ser “reclutas”, palabra utilizada para llamar a los
participantes del show81. Ahora bien, siguiendo a Martín-Barbero (2002) nos queda

79
Se debe reconocer que la información recopilada no nos permite profundizar sobre el hecho de que esta
tendencia se exprese mayoritariamente en los alumnos de la modalidad TP y no en los jóvenes de la
modalidad HC, sin embargo, algunas de las variables que pueden estar influyendo en este grupo pueden ser:
que en general provienen de las familias de más escasos recursos, y además, que más del 60% de los
estudiantes TP tiene un rendimiento escolar bajo (ver anexos Gráfico 3) lo que se puede interpretar con
mayores cuotas de incertidumbre frente al futuro (Ghiardo y Dávila, 2005); por lo tanto, tales estudiantes
enfilan sus aspiraciones sobre el camino militar, el cual en el papel aparece como el más factible de acceder.
80
Buen momento que se destaca en un pequeño artículo de la revista Qué pasa (2007, N° 1904: 4), donde se
utiliza un juego de palabras para aludir que Oscar Izurieta (Comandante en jefe del Ejercito) sería el “fan N° 1
del reality, esto producto que: “Este año y tras la transmisión del reality, el proceso de reclutamiento para el
Servicio Militar por primera vez logró un 100% de conscriptos voluntarios, con la selección de 14.400 hombres
y 100 mujeres, de entre más de 40 mil postulantes”.
81
Esta situación se pudo constatar de forma directa e indirecta con los estudiantes, los cuales manifestaron
que dicho programa era uno de los más seguidos por los jóvenes y sus familias.

119
por manifestar que, más que interpretar este fenómeno desde una relación causa-
efecto nos interesa reconocer la influencia de la espectacularización de la
actividad militar trasmitida por la televisión y, cómo esta puede potenciar la
proyección de una carrera militar en los jóvenes.

2.1.5 Estudiantes que tienen otro tipo de planes

En último lugar, nos encontramos con los jóvenes que declaran tener otro tipo de
planes luego de egresar del liceo. Los datos entregados por la encuesta social
(Cuadros 1 y 2) muestran una escasa cantidad de jóvenes dentro de este grupo,
integrado por jóvenes que no tienen claro lo que piensan hacer en su futuro, cómo
también quienes planean realizar un preuniversitario o tener un año sabático82.
Entre el grupo de los estudiantes que no tiene claro lo que piensan hacer, aunque
se proyecta la posibilidad de trabajar o estudiar, ambos caminos deseados, no
obstante, los estudiantes admiten una postura de mayor inseguridad frente a sus
reales posibilidades de concreción de tales anhelos.

Últimamente, se presentan relatos juveniles que ambicionan caminos


postsecundarios que no integran el ingreso a la educación superior, aludiendo que
la materialización de sus proyectos de vida depende de su capacidad para iniciar
una rápida inserción laboral.

Aunque resulte obvio, será necesario destacar que cuando los estudiantes
declaran estar o no convencidos (mental o discursivamente) respecto de un
camino postsecundario, debemos recordar que la decisión se proyecta desde el
terreno de la virtualidad y la potencialidad, donde los anhelos, esperanzas o
sueños son cotejados con las posibilidades que los jóvenes atribuyen a que estos
caminos se logren.

82
No deja de llamar la atención el hecho de que para estos jóvenes, la opción de planificar un año sabático
luego de su egreso del liceo no tenga presencia en sus testimonios, por el contrario lo más común será que
frente a esta posibilidad los jóvenes manifiesten una obligación personal a emplearse como fuerza de trabajo
familiar o asalariada, sin dejar espacio a este período de “descanso juvenil” que entre los estudiantes citadinos
se plantea con mayor frecuencia.

120
3. ESTUDIANTES CON MEJOR RENDIMIENTO

El último punto a profundizar se refiere a los estudiantes con mejor rendimiento


escolar que egresan de cuarto año medio, aquellos que según Ghiardo y Dávila
(2005) conforman un grupo que en general -para el caso urbano- concentran sus
aspiraciones postsecundarias en el ingreso a las universidades.

Como primera entrada al tema del rendimiento escolar, se observa en el Gráfico 3


(Anexos) que el desempeño académico por modalidad (al momento de la
encuesta), nos muestra que un 25% de los estudiantes de la modalidad HC y un
6,7% de los estudiantes TP se encuentran ubicados en el rango alto (entre 6,1 y
70), siendo lo más común (un 60% como promedio para ambas modalidades)
entre los alumnos el ubicarse en el rango de notas intermedias (entre 5,1 y 6,0) 83.

Al enfocar el lente sobre los estudiantes con alto rendimiento se pudo comprobar
que se trataba de un pequeño grupo constituido sólo por mujeres, las cuales se
perciben individualmente como estudiosas pero no fanáticas. Al ser consultadas
por el rendimiento a nivel general, declaran que el nivel de sus cursos era bajo
debido a que sus compañeros no presentan interés por competir y/o por lograr
notas sobresalientes, primando una actitud de conformismo, flojera y chacota
frente a las materias escolares.

Ahora bien, una lectura superficial de los anhelos postsecundarios muestra que
todas las alumnas con mejor rendimiento desean cursar una carrera técnica o una
universitaria84. Asimismo, la mayoría ya tiene claro la carrera y la institución
educacional a la cual le gustaría pertenecer. Sin embargo, esta certidumbre
respecto al camino deseado no les permite necesariamente evaporar sus dudas
respecto de que tales anhelos se puedan conseguir en el futuro.

83
Ahora bien, en las conversaciones con los estudiantes se constató que la gran mayoría de los estudiantes
al consultarles cual era su actitud frente a los estudios se consideran flojos y/o dejados, con poco interés para
estudiar o prepararse para las pruebas y, concientes de que el rendimiento del grupo es regular.
84
Cuestión que viene a confirmar los planteamientos de Dávila et. al. (2005) respecto a la relación entre el
rendimiento y las metas educacionales.

121
En este sentido, es importante destacar que las jóvenes declaran que para tener
mayores grados de optimismo o certidumbre respecto a la ejecución de sus
anhelos educacionales, se deben conjugar tres elementos fundamentales, como lo
son: una actitud de esfuerzo y perseverancia frente al aprendizaje escolar (Cervini,
2003), que se cuente con el apoyo, valoración y un ambiente favorable por parte
de los padres o adultos significativos en dicho proceso (Ghiardo y Dávila, 2005), y
finalmente, es decisivo el nivel socioeconómico que presente su familia85.

Como nuestro propósito es ahondar en las proyecciones postsecundarias de estos


estudiantes86, se emprende una sucinta inspección –desde los sujetos- sobre la
importancia del rendimiento en sus anhelos futuros.

Un elemento primordial tiene que ver con lo que se ha definido como “oficio de
estudiante” (Dávila, et. al. 2005: 165), es decir, las estrategias desplegadas con el
objetivo de conseguir buenas calificaciones.

Valeria (17 años, estudiante de la modalidad HC) encarna a la estudiante aplicada,


aquella con una constante actitud de responsabilidad y autoexigencia frente al
estudio, quien en su trayectoria escolar logró posicionarse como el mejor elemento
del liceo, aquel sobre el cual se tienen certezas (pares y profesores) de que
conquistará sus anhelos postsecundarios. En su relato, la estudiante manifiesta
que sus padres y familiares cercanos han sido fundamentales para impulsarla a
cumplir con sus aspiraciones educacionales, los cuales la han aconsejado en su
planificación, presentándole alternativas y ofrecimientos de alojamientos en los
posibles lugares de destino universitario. Su meta educacionales más altas es
estudiar medicina, anhelo que rápidamente contradice, considerando la posición
marginal que tiene como alumna que cursa en un liceo rural, donde la preparación
en la PSU no ha sido intensa ni de gran profundidad, como tampoco el tiempo que
ha podido destinar a estudiar en su casa, cuestión que en definitiva la lleva a

85
Así, en la medida que las alumnas con mejor rendimiento evalúan positivamente la capacidad de
financiamiento y apoyo familiar, y confían en su capacidad para cumplir con sus metas educacionales,
alcanzan mayores grados de confianza y optimismo en alcanzar las metas propuestas.
86
Se destacará que producto de que el este grupo estuviera integrado sólo por mujeres, se tuvo que
flexibilizar la selección de los entrevistados (según el rango de notas) incorporando en las entrevistas a los
hombres con el mejor rendimiento por modalidad (con rendimiento intermedio).

122
reconocer sus escasas posibilidades para competir adecuadamente por algún
cupo. Si embargo, su certidumbre se hace mayor al enfocar su camino
postsecundario en otras carreras como enfermería o kinesiología, ambas con
menores puntajes de selección. De todas maneras, manifiesta que sobrepasado el
escollo de la PSU tiene plena confía en su éxito en la universidad pues este
dependerá fundamentalmente de su esfuerzo y buen desempeño, elementos que
durante su trayectoria escolar ha sabido formar disciplinadamente.

Solange (17, estudiante de la modalidad HC) es una joven que ingreso en tercero
medio al liceo (anteriormente estudiaba en el liceo de niñas de la Serena), un
nuevo escenario juvenil al cual se ha podido adaptar, logrando mantener una
actitud de perseverancia y esfuerzo frente a los estudios. En su relato destaca que
su madre se ha transformado en un modelo positivo dentro de su formación, pues
ella actualmente estudia en un IP con dedicación y disciplina lo cual le ha
permitido lograr buenas calificaciones en su carrera de paramédico. Su anhelo es
cursar estudios de pedagogía en matemáticas en la Universidad de la Serena, un
desafío para el cual se siente capacitada y que no le parece irrealizable.
Finalmente, define como su principal dificultad el obtener un puntaje necesario
para ingresar a la universidad, en el caso de no conseguirlo señala dos caminos
posibles, como lo son: ingresar a una institución privada o realizar un
preuniversitario.

Vale la pena destacar que ambos casos permiten apoyar la idea de (Ghiardo y
Dávila, 2005: 54) respecto del papel que juega: “(…) la opinión, la valoración, la
actitud que tengan los padres o los “adultos responsables” sobre “la Educación”
como concepto y como herramienta, son elementos que resultan fundamentales
para la construcción del discurso y la actitud del sujeto-estudiante. (…)”87.

87
No obstante, resulta difícil generalizar la noción de que los mayores niveles de escolaridad de las madres
se relacionan directamente con la decisión de sus hijos de continuar estudios superiores (aseveración
planteada por Dávila et. al, 2005) pues aunque los datos nos muestran dicha relación, no obstante un análisis
de la información nos muestra que la tendencia general sea que el anhelo por continuar estudios superiores
se distribuya tanto en estudiantes con padres con bajos, medios y altos niveles educacionales.

123
Yimi (17 años, estudiante de la modalidad HC) manifestó su deseo de estudiar
técnico en informática en Inacap, carrera por la cual siente una afinidad, interés y
vocación de ejercer. Sus palabras destacan a su padre como principal motor y
apoyo para seguir estudiando, de hecho este ha comenzado a ahorrar dinero para
poder costear sus estudios. Aunque declara no sentirse muy preparado para
afrontar su próximo desafío, sin embargo su mayor temor es que su padre no lo
pueda apoyar económicamente.

Paula (17 años, estudiante de la modalidad TP), es la alumna con mejor


rendimiento de este curso, principalmente por un tema de responsabilidad que la
ha llevado a estudiar y poner atención durante las clases. Su padre, hermanos y
amigas son principalmente quienes la han incentivado a destacarse como
estudiante, motivándola a ser alguien mejor, con mayores metas y con ganas de
superarse. Manifiesta que su anhelo es poder continuar estudiando en algún
Instituto profesional o CFT aunque aún no tiene decidida la carrera. Ahora bien,
piensa que la única posibilidad para estudiar una vez egresada es con el
financiamiento de alguna beca, de no ser así se establecerá como meta el trabajar
para de esta manera concretar sus anhelos.

En resumen, se observa que una de las características que distingue a las


alumnas con mejor rendimiento es su convicción en poseer capacidad, rigurosidad
y esfuerzo para poder enfrentar exitosamente sus estudios superiores. Por otra
parte, se constató que el grupo de mejor rendimiento maneja información más
detallada respecto a las instituciones educativas y carreras a cursar, lo que les
permite trazar más firmemente los caminos que son proyectados. Finalmente,
constituyen un grupo que enfrenta su futuro bajo la mirada y el apoyo familiar,
asegurando desde ahí los motores que emprenden el vuelo del aeroplano
migratorio, aquel que levanta su nariz de la desértica comuna con miras e
ilusiones por una inclusión social alejada del mundo rural.

124
4. MIRANDO AL HORIZONTE: ESPERANZAS E INCERTIDUMBRES

Al presentar el habla de los estudiantes rurales que miran su futuro


anticipadamente con los lentes de la imaginación, las esperanzas, los sueños y las
incertidumbres, se logró un acercamiento a las formas “imaginadas” de
reproducción social que asume este colectivo en el plano de los anhelos
declarados, de aquellos que no se sabe con completa certeza si serán
engendrados. Ahora bien, el cable a tierra que necesita esta interpretación
requiere el cruce de la dimensión estructural-origen y la dimensión subjetiva
(Dávila et. al, 2005), un lugar que permite confirmar “(…) la tensión existente
desde los jóvenes y estudiantes en cuanto al optimismo frente al futuro, versus las
posibilidades reales de concreción de sus proyectos futuros; (…) (Ibíd., 2005:
190). Es por esto, que en este último apartado se buscó indagar sobre algunos de
los elementos que a los estudiantes les permite evaluar (positiva o negativamente)
sus posibilidades para la concretización de sus pretensiones postsecundarias.

De esta forma, el primer cuestionamiento que se analiza desde el habla juvenil es


el papel o misión que debe tener el liceo en su formación o preparación para el
mundo postsecundario. Naturalmente o como se espera, las respuestas de los
estudiantes se mueven en clara concordancia con el camino al que se aspira, es
decir, la demanda mayoritaria de los estudiantes de la modalidad HC se centra en
que la misión del liceo deba ser el prepararlos para ingresar a la educación
superior y, los jóvenes de la modalidad TP distribuyen su preferencia entre la
opción anterior y la de prepararlos para el trabajo (Cuadro 3 en anexos).

Ahora, destacamos el hecho de que para gran parte de los estudiantes de la


modalidad HC la educación media se ha transformado en el piso mínimo al cual se
aspirar llegar. Declarar esta situación nos obliga a afirmar dos cuestiones, en
primer lugar que, los estereotipos o las construcciones históricas que resaltaban a
las juventudes rurales como sujetos carentes de expectativas de superación o sin

125
motivaciones hacia una mayor escolarización, deben ser refutadas y criticadas88.
En segundo lugar, nos deja de sorprender que los jóvenes diagnostiquen un
incipiente proceso de devaluación del título secundario en esta modalidad (HC),
puesto que el sólo egreso del liceo ha dejado de ser una herramienta efectiva que
les propicie una incorporación al mercado laboral o una mejora en el nivel de vida.
Precisamente, los distintos jóvenes entrevistados advirtieron el poco peso que
asume egresar de cuarto medio, caracterizando que los empleos y niveles de
salario a los que pueden optar con este son los mínimos, así apenas les: “(…)
sirve para barrer, con suerte. El diploma de educación secundaria se ve como un
premio de consuelo” (Jimmy, HC), o que: “(…) creen que terminar cuarto es como
no tener nada (Nicolás, HC)”.

El reverso de la moneda la dominan los estudiantes de la modalidad TP, quienes


manifiestan que la misión del liceo debe ser aún más eficiente en su preparación
para el mundo laboral, subrayando una mayor profundización en el ámbito de las
competencias (habilidades y conocimientos) y en el plano sicológico (superación
de temores e inseguridad y, trabajo con la autoestima); en definitiva, tal
diagnostico dicta la necesidad de una formación de cualidades que ofrezcan
herramientas a los estudiantes para enfrentarse con mercados laborales
competitivos (Jaramillo, 2004).

A nivel más general, los estudiantes (TP y HC) relatan otro tipo de “necesidades
formativas” que le correspondería divulgar al liceo, las que se refieren a los
conocimientos prácticos para afrontar su trayectoria al mundo exterior.
Evidentemente, la situación de incertidumbre-ansiedad que se provoca
(generalmente) en los jóvenes antes del egreso, requiere de una atención por
parte de los establecimientos, sobretodo considerando que resultó significativo en
el transcurso de las conversaciones que los jóvenes manifestaron su temor,
ansiedad y desconocimiento respecto al panorama que se les avecinaba. En este
sentido, lo que se busca es adquirir los conocimientos y habilidades prácticas para
88
La construcción de estereotipos respecto a este segmento social ha sido destacada por distintos autores,
donde históricamente se ha creado una idea de que los jóvenes rurales son: pobres, semianalfabetos, con
nula participación y organización, faltos de expectativas, entre otros prejuicios que solo los muestran como un
grupo que está influido negativamente por las condiciones de pobreza (GIA, 1986; CEPAL, 1996; Durston,
1996).

126
ingresar al mundo social, posiblemente como una preparación básica para dar el
salto del cascarón liceano en pos de una nueva independencia-dependencia
juvenil. Asimismo, antes de dar el paso al frente, se hace generalizado el lamento
por el hecho de abandonar la vida de “distracción juvenil internada”, ese múltiple
escenario en que se fundido su biografía, construido a partir de esa cárcel liceana
de libertades hormonales, vivido por cierto como un escape a las tradicionales
obligaciones familiares y, que se constituyó en la voz-pregón identitario de las
generaciones estudiantiles que transitan por las rutas de los doce años de
obligatoriedad educativa.

Ahora bien, la encuesta social abordó específicamente las conductas o situaciones


que el habla juvenil identifica como requisitos necesarios para alcanzar las metas
propuestas, afirmaciones que a continuación son expuestas. En el caso de los
estudiantes que anhelan ingresar a la educación superior, se sostiene (en orden
decreciente) que: estudiar constantemente, tener el apoyo de los padres, tener la
posibilidad de optar a créditos o becas y emigrar a otras ciudades donde existan
los centros educativos, se convierten en los requisitos necesarios para conseguir
el ingreso a la educación superior. En este caso, los estudiantes sostienen que la
actitud y conocimiento personal que desarrollen, además del apoyo familiar y, el
financiamiento estatal, se constituye en la nomenclatura de capitales (escolar y
social) con los cuales se fortalecen sus oportunidades para cumplir sus metas.

Por su parte, los estudiantes que desean incorporarse al mundo laboral


identificaron como los principales requerimientos: el conseguir una buena práctica
y, ser responsable y trabajador, conjuntamente con poseer habilidades técnicas en
el trabajo y, saber utilizar la tecnología, para finalmente, señalar que tener una
buena presencia, son los elementos que conforman la amalgama de atributos
imprescindibles para conseguir rápidamente un trabajo. En este sentido, los
estudiantes plantean conceptos que remiten principalmente a valores y actitudes
que demuestran una predisposición al trabajo, como también, a aquellos que se
vinculan con habilidades y conocimientos específicos (Martinic y Sepúlveda,
2002), es decir, reconocen que el mercado laboral exige que los estudiantes forjen

127
en el liceo determinadas competencias que les procuren una mayor competitividad
y éxito en la búsqueda de trabajo.

En la acera de enfrente, se puede observar el panorama más incierto frente al


futuro, el cual se constituye por las dificultades o incompetencias declaradas por
los estudiantes como detonantes de un fracaso de sus sueños postsecundarios.
Como pudo verse, los tres principales escollos en la ruta hacia una mayor
escolarización son: la falta de recursos económicos para costear la educación
superior, la falta de preparación escolar y la necesidad de tener que incorporarse
al trabajo, elementos que individual y grupalmente dinamitan las esperanzas
juveniles. En este caso, los jóvenes reconocen que su exclusión del sistema de
educación superior se gatilla cuando las familias no pueden financiar las carreras,
existe una débil formación escolar y, en el caso de que la presiones económicas
los obligue a incorporarse al trabajo. Por lo tanto, para un grupo importante de
jóvenes existe un alto grado de incertidumbre respecto a sus posibilidades
concretas de prolongar su educación más allá del liceo pues reconocen que al
menos una de estas situaciones es un problema que los aqueja.

De igual manera, los estudiantes que buscan trabajar reconocen que: no tener
experiencia laboral, que el trabajo sea irregular o estacionario, que el trabajo sea
mal remunerado, que no existan fuentes laboral, y tener que emigrar a otras
latitudes en busca de trabajo, se constituyen en los barreras que deben torear los
jóvenes que buscan incorporarse rápidamente al trabajo. En este caso, la
incertidumbre no se relaciona con limitaciones personales sino a condiciones
propias del mercado laboral, aquel que se caracteriza por poseer una nula oferta
de empleos para los jóvenes de la comuna, situación que en definitiva consolida la
migración del escenario local ya que éste es incapaz de crear empleos o
alternativas productivas donde se puedan insertar los estudiantes que egresan del
liceo.

Extrañamente, luego de dialogar con los estudiantes respecto de las certidumbres


e incertidumbres respecto de su futuro, tuvimos la curiosidad de preguntarles algo
ambiguo: ¿cómo se sentía respecto de su futuro?, un cuestionamiento abordado

128
en otros estudios (Dávila et. al, 2005; Oyarzún e Irrazabal, 2005) el cual con
distintos matices promulgaban que la juventud es un segmento que se caracteriza
por tener una visión optimista respecto de su futuro personal (INJUV, 2006). Ahora
bien, nuestros jóvenes declararon casi en su totalidad sentirse optimistas frente al
futuro, es decir, de reconocerse como seres con esperanzas o sencillamente con
pocas cuotas de pesimismo.

Luego de recoger este primer dato (y no muy convencidos de su utilidad) se


instaló nuestro interés en buscar respuestas concretas en relación a la tensión
(señalada anteriormente) entre el optimismo juvenil sobre el futuro y las
posibilidades de concreción de los proyectos postsecundarios, para lo cual se
realizaron dos preguntas. Obviamente que, para precisar dicha tensión se debía
consultar a los estudiantes cuales eran sus posibilidades de cumplir sus proyectos.
Precisamente, el informe inicial fue que las respuestas no fueron tan optimistas
para los estudiantes de la modalidad HC quienes manifestaron que
mayoritariamente (60%) poseían pocas posibilidades de alcanzar la educación
superior, siendo sólo unos pocos estudiantes (25%) quienes afirmaron tener
muchas posibilidades de desarrollarlos89, en síntesis, los datos confirmaron la
tensión planteada por nuestros autores (Dávila et. al, 2005: 191); por el contrario,
la gran mayoría de los alumnos de la modalidad TP mantuvieron su posición de
optimismo frente al futuro declarando sus altas posibilidades de cumplir sus
aspiraciones educacionales o laborales (74 %).

Sacamos en limpio de los datos anteriores las siguientes cuestiones, el caso de


los estudiantes de la modalidad HC que expresan altas metas educacionales
(Cuadro 2) y pocas posibilidades de ejecución, responde a que estos ven como
una situación improbable que sus familias puedan financiar o endeudarse en el
sistema de educación privado (CFT o IP). Se entiende que los sueños no se
desechan antes de fallar pues no se acepta a priori la desilusión, sino que se
configura una actitud que combina el optimismo y la resignación respecto al futuro
que les puede tocar vivir. Por su parte, los estudiantes de la modalidad TP son los
89
Grupo integrado por estudiantes con distintos rendimientos escolares (alto, medio y bajo), la única
característica en común entre ellos fue declarar que sus padres poseían una situación socioeconómica
solvente.

129
que aparecen con mayor confianza respecto al éxito en sus proyecciones,
certidumbre que producto de la formación dual le da mayor confianza en su buen
desempeño e inserción en el ámbito laboral.

Por otro lado, la segunda pregunta que se efectuó se dirigió a mostrar cuan
preparados se sentían para afrontar sus proyecciones postsecundarias. Siguiendo
la lógica anterior, los estudiantes TP manifestaron casi en su totalidad sentirse
“preparados” para afrontar de buena manera sus próximos pasos, situación que
según Dávila: “(…) denotan una evaluación positiva de los alumnos hacia su liceo
y su enseñanza en cuanto a su preparación para asumir proyectos de futuro, (…)”
(Dávila et al., 2005:198). Ahora, los jóvenes de la modalidad HC exponen distintas
percepciones del futuro, en primer término, existe una leve supremacía de la
noción de “no estar preparados” (60%) versus la que manifiesta el estar
“preparados” (40%) para desenvolverse en la educación superior técnica; por otro
lado, la mayoría de los jóvenes cuya meta es estudiar una carrera universitaria
declaran sentirse “preparados” para rendir de buena manera en ella. En este caso,
cabe destacar que la tendencia fue que los estudiantes (HC) que manifestaron
sentirse “preparados” para asumir determinado proyecto de futuro, en la pregunta
anterior declararon tener “muchas posibilidades” para llevar a cabo sus
aspiraciones postsecundarias. Como se aprecia, se pudo ver en las páginas
anteriores un esfuerzo por demostrar cuales son las condiciones declaradas por
los jóvenes como fundamentales para tener éxito o fracaso en la ejecución de sus
proyectos postsecundarios. Expuesta ya el habla juvenil, es el tiempo de sintetizar
nuestras reflexiones respecto a las incertidumbres y certidumbres que pavimentan
los caminos postsecundarios de nuestros jóvenes hurtadinos.

En primer lugar, manifestamos que cualquier análisis que se desarrolle respecto al


éxito o fracaso de las proyecciones postsecundarias de los estudiantes
secundarios rurales, debe reconocer “(…) la naturaleza compleja de los procesos
educativos, de sus interrelaciones con el desarrollo económico y social, en los
análisis se incluyen no solo aspectos pedagógicos, económicos, sociales y
culturales, sino que también el efecto sistémico existente entre ellos” (Casassus,
2003: 114). De este modo, se propone una comprensión multidimensional

130
respecto de los factores que condicionan-acompañan-posibilitan la realización de
los anhelos postsecundarios.

En segundo lugar, los jóvenes rurales ejemplifican y hacen evidente el efecto


revolucionado que han propiciado los sistemas educativos en el aumento de sus
expectativas y metas educacionales (Dávila et. al, 2005). En este sentido, se
reconoce que los cambios a nivel de la subjetividad han sido más rápidos que los
cambios de las condiciones de origen de las juventudes, de ahí que muchas de las
esperanzas que apunta a una movilidad social ascendente se pongan en entre
dicho (Ibíd., 2005). Por lo tanto, una comprensión multidimensional del éxito o el
fracaso en la concreción de los anhelos postsecundarios, según el análisis de los
especialistas debe desarrollarse considerando los factores que influyen a corto y a
largo plazo en la ejecución del camino propuesto (Casassus, 2003; Dávila et. al,
2005).

131
VII. CONCLUSIONES

En el transcurso de la memoria nos hemos acercado progresivamente al tránsito


que viven las juventudes rurales que egresan del sistema de educación municipal
rural, a partir de una caracterización de las principales tendencias en la formación
de anhelos, apuestas y proyecciones postsecundarias. La atención se ha
focalizado en los elementos que a nuestro juicio son centrales para aprender a
mirar, conocer y reflexionar respecto de las condiciones juveniles, como lo son: los
contextos socioculturales de origen, las prácticas y vivencias juveniles, las
expectativas y anhelos postsecundarios, y las incertidumbres y fortalezas respecto
a la concreción de sus proyecciones.

Una primera conclusión nos señala que las juventudes rurales son portadores de
una gran heterogeneidad, lo cual se expresa en las diferencias y singularidades de
las formas-modos en que viven y experimentan sus vidas. En este sentido, nos
hemos aproximado a sujetos jóvenes de cara a un hito que marca “un rito de
pasaje” en su transición hacia nuevas posibilidades y experiencias en sus vidas,
en donde la sociedad los y las interroga sobre su futuro, en otras palabras,
exigiéndoseles un cuestionamiento vital como sujetos en preparación para el
futuro (Dávila, 2004).

Desde una perspectiva histórica, no cabe duda que estamos frente a la generación
de jóvenes rurales más escolarizada en lo que va de nuestra república, los cuales
han consolidado su condición juvenil en un contexto donde la modernidad avanza
dinámicamente por las arterias de las ruralidades. Un escenario social que les ha
posibilitado dar un salto cualitativo en comparación a sus padres y abuelos,
entregándole un mayor equipamiento “para que en sus futuras trayectorias
laborales tengan altas posibilidades de salir de la pobreza o no caer en ella”
(Hopenhayn, 2008: 62). Precisamente, el panorama recién presentado, nos
muestra a un grupo de jóvenes que se declaran esperanzados de poder lograr su
autonomía social mediante una mayor escolarización y/o una rápida inserción
laboral.

132
En un plano analítico, sus anhelos, apuestas y proyecciones postsecundarias van
marcando un precedente en la conformación de las trayectorias sociales de las
juventudes rurales del tercer milenio, pues nos anuncian formas de reproducción
social en pos de “nuevos” posicionamientos en la estructura societal, que en la
mayoría de los casos, pretenden dar una solución a las desigualdades de origen.
Igualmente, nos muestran a una generación de jóvenes que ha experimentado un
proceso de construcción de identidad al interior de una comunidad educativa,
donde se han moldeado y multiplicado las expresiones en que se visibilizan y
construyen sus mundos juveniles. Es en este contexto donde se localiza nuestra
reflexión, pues como sabemos, la inclusión social que se promueve con la
educación más que respuestas plantean búsquedas, y a nivel del sistema
educativo no hay garantías de éxito (Ander-Egg, 2001). Desde esta perspectiva,
se postula como un desafío para la educación el dar un impulso a esta coyuntura
garantizando que las juventudes rurales desarrollen sus capacidades, pero a su
vez entregándoles oportunidades en concordancia con sus aspiraciones y estilos
de vida (Duhart, 2004b).

Dentro de este análisis comprensivo, se evidenció que aunque las condiciones de


origen del alumnado reflejan cierta continuidad respecto a la tendencia histórica de
las zonas rurales, donde la mayoría de los padres poseen un escaso capital
escolar y económico heredable, no obstante, se observa que las experiencias
biográficas familiares ligadas a una mayor escolarización han reforzado un
imaginario aspiracional de confianza en la educación superior como vía para lograr
un mejor posicionamiento social. Por otra parte, en la medida que las demandas y
presiones económicas son más urgentes, las y los estudiantes favorecen su
incorporación inmediata al mundo del trabajo en función de la satisfacción de
necesidades personales y colectivas. Finalmente, el análisis de las condiciones de
origen-estructurales posibilitó enfocar la mirada sobre los procesos de
transformación de las biografías de un grupo de personas provenientes del mundo
rural, que nos permiten reconocer la conformación de trayectorias sociales que
sobrepasan las condiciones de origen de los padres y, que están siendo influidas
por los caminos de reproducción social delineados por sus hermanos/as.

133
Como pudo verse, esta investigación se propuso revelar algunos aspectos vitales
para la comprensión del fenómeno juvenil en el ámbito liceano. Este trabajo
estableció la pertinencia de desarrollar un acercamiento a las culturas juveniles
como una puerta de entrada al tema de los anhelos postsecundarios, puesto que
las estéticas, adscripciones y gustos juveniles son también un reflejo de los
procesos de transformación cultural vividos por los estudiantes rurales. Así,
nuestro oficio antropológico tuvo la virtud de introducirse rigurosamente al interior
del espacio educativo, logrando una vinculación directa con el mundo juvenil, una
cuestión que desde un punto de vista epistemológico permite reforzar la
generación de un conocimiento comprensivo de los y las jóvenes (Duarte, 2001).
En este marco, se ha querido reivindicar a la antropología como un espacio de
producción etnográfica, que a partir de un discurso narrativo-experiencial ilustra e
interpreta lo que acontece al interior de los espacios escolares.

Ahora bien, el foco de nuestra atención propone a los lectores una caracterización
detallada de los anhelos postsecundarios reconociendo las particularidades de
cada tendencia en función de la modalidad educativa, como también, sus
principales motivaciones. En términos generales, los resultados nos presentan el
predominio de anhelos enfocados en la educación superior, pues esta se concibe
como un agente materializador de sus proyectos de vida. Asimismo, un grupo
importante de estudiantes manifestó su expectativa de insertarse en el mundo
laboral, y en menor medida, ingresar a las fuerzas armadas, entre otros. Por otro
lado, se pudo comprobar que las modalidades educativas (HC y TP) estructuran
las preferencias de las juventudes, predominando en los estudiantes científicos
humanistas anhelos por una continuidad educacional (técnica y/o universitaria) y,
en técnicos profesionales el deseo de emplearse rápidamente luego de la
realización de la práctica profesional, como también, el ingresar a las fuerzas
armadas. En cada uno de los casos, se intentó interpretar los alcances y
motivaciones subyacentes a cada anhelo postsecundario, preguntándonos
fundamentalmente respecto de los factores a los cuales respondían.

134
La revisión de los principales resultados nos permiten evidenciar que una de las
principales transformaciones culturales en los estudiantes secundarios, se expresa
a nivel subjetivo, con mayores expectativas de una mejor inserción laboral,
continuidad educacional, entre otros elementos propios de la inclusión social.
Lamentablemente la realidad nos muestra que las juventudes rurales
experimentan una asimetría entre sus expectativas (educacionales y laborales) y
las oportunidades reales en que estas se cumplan (CEPAL, 2008). Esta situación
fue analizada en el texto bajo el enfoque de brecha de expectativas, el cual
demuestra la poca claridad que acontece en el eslabonamiento entre la educación
secundaria y los trayectos laborales posteriores, asunto que tiene a los y las
estudiantes rurales en una situación de incertidumbre respecto a la ejecución de
sus proyectos postsecundarios (CEPAL, 2003).

Como se ha venido insistiendo, las paradojas o asincronías que experimentan las


juventudes rurales en el plano de la exclusión e inclusión social, están fuertemente
condicionadas por: las transformaciones acaecidas en la nueva ruralidad, las
características del sistema educativo rural, y el contexto sociocultural local. En
primer lugar, el contexto de la nueva ruralidad chilena nos habla de una
profundización del modelo agro exportador, el cual hasta el momento ha ido
acompañado de una agudización de las desigualdades y exclusiones en el mundo
rural, en especial de las juventudes (Pezo, 2007). Lo que en palabras de Yanko
Gónzalez (2007), ha posibilitado su desagrarización, la ocupación en trabajos
inestables y precarios, la exclusión laboral permanente, la desarticulación de la
vida del agro y la migración, un cúmulo de situaciones -que a juicio de la mayoría
de los autores citados- que menoscaban su inclusión social. En segundo lugar, la
educación rural ha sido incapaz de reaccionar y dar respuesta a la formación y
capacitación de los estudiantes rurales, criticándose la pertinencia y calidad de
esta. Y que en definitiva, funciona como un mecanismo que reproduce-legitima la
estratificación social en función de las asimetrías sociales de origen (Bourdieu y
Passeron, 1996). En tercer lugar, la incorporación de las variables territoriales,
socioculturales y ecológicas de la comuna de Río Hurtado, nos señalan la
presencia de condiciones estructurales que hacen que la migración se haya
transformado en una estrategia de vida que busca esquivar por un lado, las pocas

135
posibilidades de inclusión social de los jóvenes en un agro socavado por los
nuevos tiempos, como también, en contra de relaciones intergeneracionales
adultocéntricas con estilos autoritarios que inhiben la liberación, participación y
reproducción de los mundos juveniles. En síntesis, más allá de reconocer las
ambivalencias y el difícil panorama que presenta la inclusión social de las
juventudes rurales (Hopenhayn, 2008), se ha querido remarcar que la educación
rural por si misma no puede hacer frente y revertir la gran gama de situaciones
problemáticas que afectan la inclusión social de las juventudes rurales. Nos
parece plausible plantear entonces, que el Estado debe asumir el rol de garante
de condiciones aceptables de inclusión social, “a partir de la generación de
acciones y políticas públicas que tengan en cuenta estas brechas y diferencias”
(Aravena: 2008: 27).

Por otro lado, cuando se enfocó la atención en las y los estudiantes con un mejor
rendimiento escolar, se pudo constatar un pronóstico educativo favorable respecto
de su futuro educacional (Martinic, 2002). De un modo general, se pudo reconocer
que los elementos fundamentales que apoyan tales expectativas son: el vínculo
social de los padres respecto al cumplimiento de sus aspiraciones (Ghiardo y
Dávila, 2005; Palacios y Cárdenas, 2008), la actitud de esfuerzo en la
consolidación del oficio de estudiante (Dávila, et. al. 2005), la existencia de una
mayor orientación y conocimientos de sus posibilidades postsecundarias, y
finalmente, el nivel socioeconómico familiar.

En último lugar, al analizar las esperanzas e incertidumbres para la realización de


los anhelos postsecundarios, predominó un ambiente de incertidumbre marcado
por la tensión existente entre el optimismo frente a su futuro, versus las
dificultades o incompetencias declaradas por los estudiantes como detonantes de
un fracaso de sus sueños postsecundarios. Asimismo, los y las estudiantes
poseen distintos capitales (cultural, social, económico, escolar) que les permiten
tener mayores certezas o dudas frente a sus caminos postsecundarios, no
obstante se advierte que aún para la gran mayoría de éstos las posibilidades para
el cumplimiento de sus anhelos son muy restringidas.

136
Más allá de las diferencias entre las y los estudiantes con un mejor o un menor
rendimiento, nos parece fundamental promover que las juventudes rurales cuenten
con mejores recursos para tomar decisiones frente a las posibilidades y
alternativas que pueden aspirar-alcanzar una vez egresados (Duhart, 2004b),
sobretodo en los casos donde el vínculo social de los padres con el futuro
educacional/laboral de sus hijos es débil o inexistente. Obviamente, gran parte de
esta tarea se plantea como un desafío para los docentes, lo cual exige fortalecer
su protagonismo frente a este cambio educativo. Desde este punto de vista,
resulta determinante la generación de reflexiones respecto de la poca confianza
hacia las capacidades y posibilidades del alumnado rural, y del papel que juegan
los docentes frente a la formación de la auto imagen de los jóvenes y de sus
proyectos futuros (Zapata, 2000), con el propósito de revertir las formas de
discriminación que se dan en la socialización escolar y en los contenidos
educacionales (Acuña, 2006; CEPAL, 2008).

Desde un marco interpretativo mayor, nuestra investigación plantea una relectura


de los planteamientos que señalan a las juventudes rurales como actores
estratégicos para el desarrollo de rural (Espíndola, 2006; Pezo, 2008). En primer
lugar, juzgamos que históricamente se han impuesto versiones hegemónicas de
desarrollo rural que han marginado la participación interactiva de las poblaciones
rurales (Pezo, 2007), por lo tanto, resulta prioritario impulsar una construcción
colectiva de “Desarrollo” que incluya los intereses y visiones de las juventudes
(Pezo, 2008). En segundo lugar, hemos podido confirmar que para incluir la
participación estratégica de este segmento deben desplegarse condiciones
aceptables (y no mínimas) de inclusión social, en los ámbitos de la educación, el
empleo, la titularidad de derechos y la protección social (CEPAL, 2008).
Finalmente, se discute la idealización de las y los jóvenes como los portadores de
las esperanzas de cambio y de transformación del mundo rural (Duarte, 2001), y
será por esto que García Canclini (2008) señale que las juventudes más que el
futuro son el núcleo del nuestro presente, debiendo preguntarles a nuestras
naciones si en un futuro existirán las garantías para que las juventudes puedan
construir un verdadero desarrollo rural.

137
Por otra parte, quedan preguntas abiertas respecto a las implicancias de éstas
transformaciones en las estructuras de transición de las juventudes (Ghiardo y
Dávila, 2008) en relación al devenir del mundo rural. Respecto al caso de Río
Hurtado, mucho se ha hablado del fenómeno migratorio de las juventudes y su
negativo impacto sobre la reproducción vegetativa de la población de la comuna.
Así, cada año egresarán estudiantes con más años de escolarización apostando
por expectativas y anhelos postsecundarios cada vez más distantes del contexto
local, una cuestión que requiere de respuestas del mundo rural el cual debe (en un
corto plazo) mejorar las oportunidades y posibilidades de inclusión social en el
materia de educación y trabajo.

En virtud de lo mencionado hasta este punto, es tiempo de reflexionar sobre los


tiempos que se vienen. Por nuestra parte, se ha podido examinar el momento que
vive la educación secundaria rural frente a la inclusión social de las juventudes
asumiendo la complejidad y la multicausalidad del fenómeno educativo. No
obstante, este es apenas un punto de partida. Lo que queda por hacer ahora es
dar respuesta a los retos del futuro tratando de imaginar algo más (Ander-Egg,
2001). Debe quedar claro que, en este contexto, todavía es necesario reflexionar
sobre el lugar que ocupa la educación en el debate sobre el desarrollo rural.

Por lo pronto, se han escogido algunas de los argumentos que nos parecen más
importantes, teniendo en cuenta las propuestas e iniciativas de la FAO y la
UNESCO en la promoción de un marco regional de acción para la educación rural
(Duhart, 2004b). En primer lugar, existe el convencimiento entre los expertos que
la mayor educación y formación puede elevar los niveles de productividad,
equipando a las comunidades rurales de “competencias para el desarrollo rural”
(FAO-UNESCO, 2004: 266). En segundo lugar, las demandas de mayores
oportunidades de empleo y educación de las y los estudiantes rurales coinciden
con la creciente multi o pluriactividad de la economía campesina, en la medida que
crece el empleo en actividades que no son agropecuarias (artesanía, comercio,
turismo, entre otras) (Kay, 2005). Finalmente, en latinoamericana existen
experiencias exitosas en la conformación de universidades rurales enfocadas en el

138
desarrollo y el bienestar del mundo rural, las cuales “responde a la realidad,
desafíos y potenciales de la juventud rural” (Duhart, 2004b: 87).

En definitiva, el conjunto de constataciones presentadas nos hacen pensar que la


promoción y la articulación del desarrollo rural debe concebirse a partir de la
implementación de una educación técnica-profesional90, que tenga como meta la
creación de un sistema permanente de empoderamiento de las personas y sus
organizaciones (Durston, 2002). Por tanto, se concuerda plenamente con los
planteamiento de Daniel Duhart, quien manifiesta que: “Poner al alcance de los
jóvenes rurales un sistema de educación que les ayude a constituirse en actores
sociales en sus regiones es un factor esencial para el logro de un desarrollo más
equitativo e integral, superando gradualmente el desequilibrio urbano-rural
existente” (2004b: 90). En definitiva, si se quiere que la educación superior rural se
constituya en una pieza central del desarrollo rural, se tiene que adecuar sus
programas a temas innovadores, con nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje,
desarrollando alianzas estratégicas con las universidades, las comunidades
rurales y el gobierno local, entre otros (FAO-UNESCO, 2004).

Finalmente, se espera que las reflexiones aquí presentadas hayan permitido a los
y las lectoras ampliar su conocimiento y comprensión de los nuevos escenarios y
momentos que vive la educación en las zonas rurales. Asimismo, se confía en que
la presenta memoria pueda sugerir y aportar a la generación de propuestas
coherentes, integrales y prospectivas a la integración social de las juventudes
rurales.

90
Una educación técnico-profesional que por una parte, apunte a una formación “agropecuaria específica”
capaz de contribuir a cautivar la fuerza de trabajo en este sector, como también, que incluya la formación en
empleos no agrícolas que respondan a las necesidades y las iniciativas de desarrollo local, respaldadas y
consensuadas con las comunidades rurales (FAO-UNESCO: 2004). Asimismo, “sería muy interesante ensayar
formas de aplicarlo en Chile, a través del mismo sistema tripartito de financiamiento y aplicación, por medio de
la acción conjunta entre las agencias estatales (MINEDUC, Chile califica, FOSIS, INDAP), el municipio y los
organismos no gubernamentales (ONGs) y/o OTECs” (Duhart, 2004b: 87).

139
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147
IX. ANEXOS

1. GRÁFICOS ENCUESTA SOCIAL 2007

1.1 ESCOLARIDAD DE LOS PADRES MODALIDAD TP

Nivel educacional de los padres modalidad TP

70%
60%
Porcentaje

50%
40% Madre
30% Padre
20%
10%
0%
Educación Educación Educación Educación Educación
básica básica media media superior
incompleta completa incompleta completa incompleta

Nivel educacional

1.2 ESCOLARIDAD DE LOS PADRES MODALIDAD HC

Nivel educacional de los padres modalidad HC

50%
40%
Porcentaje

30% Madre
20% Padre
10%
0%
Educación Educación Educación Educación Educación Educación
básica básica media media superior superior
incompleta completa incompleta completa incompleta completa

Nivel educacional

148
1.3 DESEMPEÑO ESCOLAR POR MODALIDAD

Desempeño escolar según modalidad

70%
60%
50%
Porcentaje

40% TP
30% HC
20%
10%
0%
Bajo Intermedio Alto

Desempeño escolar

1.4 MISIÓN DEL LICEO SEGÚN LOS ESTUDIANTES

Misión del liceo según los jóvenes

80%
70%
Porcentaje

60%
50% TP
40%
30% HC
20%
10%
0%
Prepararlos para Preparalos para Educarlos Otro
el trabajo ingresar a la
educación
superior

Misión

149
2. CUADROS

CUADRO 2: META POSTSECUNDARIA POR MODALIDAD DE ENSEÑANZA


ESTUDIANTES 2007

Meta postsecundaria Modalidad


Técnico profesional Científico humanista
Completar la educación 66,6 10,0
secundaria
Ingresar a la universidad 6, 7 20,0
Ingresar a un CFT o IP 13,3 55,0
No sabe que tipo de 6,7 15,0
institución de educación
superior
No lo tiene claro 6,7 0,0
Total 100,0 100,0
Fuente: Elaboración propia.
CUADRO 3: POBLACIÓN COMUNAL POR GRUPOS DE EDAD 2002
TOTAL POBLACIÓN 4.771 (100%) Cantidad de personas %
Población 0 a 17 años 1513 %31.71
Población 18 a 64 años 2602 %54.54
Población mayor de 65 años 656 %13.75
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas INE (2002).

CUADRO 4: POBLACIÓN/NIVEL DE ESCOLARIDAD 2002

CATEGORÍA NÚMERO %

ENSEÑANZA PRE BÁSICA


143 3.23
ENSEÑANZA BÁSICA
2751 62.06
ENSEÑANZA MEDIA
810 18.3
ENSEÑANZA SUPERIOR
Centro de Formación Técnica 35 0.8
Instituto Profesional 49 1.11
Universidad 144 3.25
Total Enseñanza Superior 228 5.15
INSTRUCCIÓN EN OTRAS INSTITUCIONES
501 11.3
TOTAL MATRÍCULA

4433 100
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas INE (2002).

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CUADRO 5: ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES- NÚMERO DE
DOCENTES- NÚMERO DE NO DOCENTES- NÚMERO DE CURSOS- NÚMERO
DE ALUMNOS POTENCIALES POR LOCALIDAD 2005

ESTABLECIMIENTOS N° NO N° DE N° DE ALUMNOS POTENCIALES POR


EDUCACIONALES DOCENTES DOCENTES CURSOS LOCALIDAD
Las Breas 2 2 53
El Bosque 1 1 3
El Chanar 1 1 23
Maitenes de Seron 1 1 27
El Chacay 1 1 7
Morrillos 1 1 7
Vado de Morrillos 2 1 13
El Romeral 1 1 19
Las Minillas 1 1 16
La Huerta 1 1 11
Fundina 2 1 41
El Sauce 1 1 16
San Pedro 1 1 20
El Espinal 1 1 17
Huampulla 2 1 32
Maitenes de Samo Alto 1 1 3
Tabaqueros 3 2 50
Amanecer de Hurtado 8 5 53
Seron 9 1 9 92
Pichasca 16 2 10 120
Samo Alto 8 5 60
Liceo J. I. Charlin 16 4 8 200
Hogar Hurtado - 9 - -
Hogar Pichasca - 7 - -
Escuela de Adultos 10 2 2 55
Fuente: PADEM 2008.

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CUADRO 6: RESULTADOS PAA Y PSU AÑOS 2002, 2003, 2004, 2005
NEM (Notas de
AÑOS enseñanza media) VERBAL MATEM. HIST. CIENCIAS PROMEDIO
PAA 2002 518 350 360 402 426 355
PAA 2003 500 338 362 414 400 350
PSU 2004 496 341 384 375 366 362
PSU 2005 - 383.05 417.65 410.56 495.5 400.35
PROMEDIO 353 381 401 422 362
Fuente: PADEM 2005.

CUADRO 7: RESULTADOS PSU PROMOCION 2007


NOMBRE CURSO PSU PSU PSU PSU NEM PROMEDIO
ALUMNO LENGUAJE MATEMATICA HISTORIA CIENCIAS
1.Yimi 4º H C 476 444 376 435 460
Alburquenque
2.Valeria 4º H C 598 532 618 576 785 565
Ángel
3.Nicolás 4º H C 404 471 519 476 437
Arancibia
4.Solange 4º H C 476 537 599 506
Araya
5.Verónica 4º H C 517 471 441 641 494
Escobar
6.Ana 4º H C 331 355 370 579 343
Espinosa
7.Robinsón 4º H C 395 433 497 496 414
Milla
8.Carol 4º H C 404 444 365 599 424
Ossandón
9.Claudia 4º H C 395 454 431 599 424
Ossandón
10.Diego 4º H C 318 463 460 455 390
Ramírez
11.Pedro 4º H C 304 454 365 455 379
Rojas
12.Aldo 4º H C 344 433 439 579 388
Romero
13.Solange 4º H C 376 285 384 455 330
Alburquenque
14.Eduardo 4º H C 288 444 466 414 348
Rossel
15.Liset 4º T P 395 408 397 478 401
Malebrán
16.Patricio 4º T P 344 355 406 495 399
Romero
17.Paula 4º T P 446 471 492 682 458
Romero
Promedio: 542 421
Fuente: Liceo Jorge iribarren Charlín 2008.
El Número de alumnos inscritos era mayor, sin embargo no se presentaron a rendir la
PSU 9 alumnos

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3. MAPA

3.1 UBICACIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES DENTRO DE LA


COMUNA DE RÍO HURTADO

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