El Tiempo De La Muerte

Octavo Servicio
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Guatemala, 3 de Febrero del Año De La Prosperidad

El estudio de la Santa Cena debe ser considerado desde el punto de vista escatológico por cuanto
Jesús habló respecto a los días finales como tiempos de mucho sufrimiento para el mundo; sin
embargo nosotros los que hemos creído en nuestro Señor Jesucristo y en Su resurrección, hoy
tenemos la esperanza de poder salir de la tierra antes que llegue lo que conocemos como la última
semana de Daniel o la semana 70 de Daniel o la gran tribulación; salir por medio de Su sangre
preciosa lo cual podemos recordar en cada Santa Cena. Es por eso que nosotros debemos
entender las cosas que Dios entiende, verlas como El las ve y pensar como El piensa; por eso fue
que Jesús le dijo al Apóstol Pedro que si quería que no fuera a la cruz; era porque estaba
pensando como los hombres de la tierra, no obstante que ya tenía algún tiempo de estar
caminando con Jesús; de tal manera que si el Apóstol Pedro en algún momento se desvió en su
forma de pensar, ¿cuánto más nosotros, si el Espíritu Santo no nos enseña para que las podamos
entender?

Por eso es que en la Biblia podríamos ver algunas situaciones en las que podríamos decir que
Jesús se había equivocado, de lo cual podemos encontrar 7 supuestos errores de Jesús y que
todos ellos están relacionados con la muerte; pero nosotros lo podemos ver de esa forma porque
no vemos la muerte como El la ve; al grado que cuando nos mencionan la muerte, luego
rechazamos esa idea, porque tenemos una idea diferente a la que tiene Dios a ese respecto. Otra
de las cosas que debemos recordar es que la muerte es un lugar, un concepto, una entidad, un
estado que a veces creemos comprender y la realidad es que no sabemos mayor cosa. Porque
también debemos saber que existe un tiempo para cada cosa, por ejemplo: existe un tiempo para
juntar piedras, un tiempo para lanzar piedras, etc., hoy puede ser un tiempo para lanzar piedras,
basándonos en que somos piedra vivas, debemos saber que un día podemos ser lanzados en la
onda que usa nuestro David, o sea nuestro Señor Jesucristo, lanzados a lugares que El ha
considerado que vayamos a predicar Su evangelio glorioso.

Eclesiastés 3:1-2 LBLA Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para
cada suceso bajo el cielo: tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y
tiempo de arrancar lo plantado…

El tiempo que hoy estamos viviendo es un tiempo de morir, aunque podría ser también un tiempo
de nacer por todas las personas que pueden estar naciendo de nuevo en el Señor Jesucristo; pero
es sumamente importante que hoy muramos a esta dimensión, con el propósito que seamos
trasladados a la dimensión extraordinaria que hoy nos está esperando, pero el requisito es que
muramos a nosotros mismos, a nuestros afanes y deseos en la carne.

Apocalipsis 9:6 LBLA En aquellos días los hombres buscarán la muerte y no la

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La explicación que podamos encontrar en forma fácil a este versículo como parte de una
explicación; no es lo que significa en su profundidad. Para comenzar lo que podemos decir
entonces es que este versículo pertenece al primer ¡ay!, de los 3 ¡ay!, que describe el libro de
Apocalipsis y que está señalado también como un período pretribulacionario de 150 días, los otros
2 ¡ay!, pertenecen al tiempo de tribulación y el otro a un período conocido como la gran tribulación,
3.5 años de cada uno, para totalizar 7 años y 150 días; aunque esto lo podamos ver desde el punto
de vista natural, debemos enfocarlo desde el punto de vista espiritual por cuanto es un misterio el
hecho que haya un águila volando hacia el sol con la cola manchada de sangre; sin embargo el
hecho de ver un águila volando como lo describe la Biblia, no es un misterio si lo vemos desde el
punto de vista natural, porque es natural que un águila vuele de esa forma; la interpretación de esa
águila es un grupo de personas que se conoce como la novia del Señor Jesucristo que pudieron
morir a ellos y fueron participantes del arrebatamiento.

Pero entonces cuando eso haya sucedido, habrá un grupo de hombres que querrán morir, pero
será tarde porque no será tiempo de morir como lo habrán hecho los que formaron el grupo que es
llamada el águila volando hacia el sol con la cola manchada de sangre y que murieron cuando
tenían que morir porque a todo esto, también debemos recordar que cuando nos acercamos a la
mesa del Señor Jesucristo, es un tiempo para morir y que entonces pertenezcamos al grupo que
señala el libro de Apocalipsis 8:13 y no pertenecer al grupo que habla el mismo libro de Apocalipsis
9:6.

Juan 18:11 LBLA Jesús entonces dijo a Pedro: Mete la espada en la vaina. La copa
que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber?

Esta es la copa de la muerte que los discípulos de Jesús no comprendieron que no podía
sobrellevar.

Marcos 10:38-40 LBLA Pero Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la
copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado? Y ellos
le dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: La copa que yo bebo, beberéis; y seréis
bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado, pero el que os sentéis a mi
derecha o a mi izquierda, no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido
preparado.

La respuesta fácil de esta cita es precisamente la que los discípulos habían encontrado y que
habían comprendido; sin embargo la copa que Jesús tomaría era una copa en la que tenía que
morir a El mismo; pero entonces ¿qué es esa muerte?, es renunciar a un derecho que le
correspondía como a muchos nos ha sucedido; nos encontramos en situaciones que son injustas

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ante los ojos de todo buen criterio; sin embargo necesitamos morir a nosotros mismos, debemos
renunciar a lo que nos corresponde por derecho. ¿Cómo lo podemos ejemplificar?, por ejemplo:
una pareja de esposos, en la que la esposa cayó en adulterio y el esposo la perdona porque quiere
salvar su matrimonio y darle un oportunidad; sin embargo para poder perdonar y tener esa nueva
oportunidad, el esposo debe morir a él mismo y al derecho que le corresponde ejercer ante el
adulterio de su esposa; de otra manera, si no muere a sus derechos, lo que estarán viviendo es un
matrimonio en tormento; el problema con esto es que el hombre difícilmente puede perdonar una
traición:

Proverbios 6:34-35 RV 1960 Porque los celos son el furor del hombre, Y no
perdonará en el día de la venganza. No aceptará ningún rescate, Ni querrá perdonar,
aunque multipliques los dones.

Pero entonces para poder alcanzar ese nivel de perdonar, debemos morir a través de la Santa
Cena y cuando morimos, podemos perdonar.

Filipenses 3:10 LBLA …y conocerle a El, el poder de su resurrección y la

Cuando llegamos a ese nivel, es cuando debemos ceder nuestro derecho, eso será un reflejo de
que en realidad hemos muerto; pero si no lo hacemos en el momento que debemos hacerlo;
después sufriremos como los hombres de Apocalipsis 9:6.

Lucas 22:42 LBLA …diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Para que Jesús pudiera ir a la cruz, primero tenía que haber muerto a Sus derechos que como Hijo
de Dios, como Santo; tuvo que morir a Su voluntad para que nosotros tuviéramos una oportunidad
hoy y que igualmente muriéramos a nuestra voluntad para poder heredar la eternidad lo cual
podemos recordar en la participación de la Santa Cena.

Ester 4:16 LBLA Ve, reúne a todos los judíos que se encuentran en Susa y ayunad
por mí; no comáis ni bebáis por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis
doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco,
perezco.

Hasta dónde llevarían a Esther; al grado que si moría, no le importaba pero no se quedaría sin
hacer el último intento por salvar a su pueblo; pero es entonces cuando al llegar a pedirle al rey

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una oportunidad para su pueblo, ella entró en una condición de muerta a sus deseos personales y
de esa manera encontró el cetro del rey ofreciéndole hasta la mitad del reino.

2 Reyes 7:4 LBLA Si decimos: "Vamos a entrar en la ciudad," como el hambre está
en la ciudad, moriremos allí; y si nos sentamos aquí, también moriremos. Ahora
pues, vayamos y pasemos al campamento de los arameos. Si nos perdonan la vida,
viviremos; y si nos matan, pues moriremos.

Este es otro ejemplo de haberse humillado y pedir para vivir pero en un estado de muertos a sus
afanes, porque si entramos muertos a pedir, encontraremos vida, pero si pedimos estando vivos
para subir de nivel material, no encontraremos la eternidad.

Hechos 21:13 LBLA Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis, llorando y

Esto es aplicable a los predicadores que llegan a lugares a predicar, pero llegan muertos a ellos
mismos porque los han amenazados de muerte natural, sin embargo no les importa y continúan
haciendo la obra de Dios.

Jueces 16:30 LBLA Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y se inclinó con
todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el
pueblo que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que
había matado durante su vida.

Cuando morimos a nuestras pasiones, matamos a más enemigos que cuando estamos luchando
por ganar una batalla que no debemos pelear.

1 Samuel 14:43 LBLA Dijo, pues, Saúl a Jonatán: Cuéntame lo que has hecho. Y
Jonatán le respondió, y dijo: En verdad probé un poco de miel con la punta de la
vara que tenía en la mano. Heme aquí, debo morir.

Si morimos voluntariamente; Dios no dejará que nos maten.

1 Samuel 20:8 LBLA Trata entonces con misericordia a tu siervo, ya que has hecho
entrar a tu siervo en un pacto del SEÑOR contigo. Pero si hay maldad en mí,
mátame tú, pues, ¿por qué llevarme a tu padre?

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