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RESEÑAS

Trabajo de campo etnográfico.


Prácticas y Saberes

Ana Domínguez Mon (compiladora). Colección Libros de Cátedra,


Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, 2017,
291 páginas. ISBN: 978-987-4019-72-1

Por Fernando Alberto Balbi*


propiciar revisiones generales del punto de
Cabe comenzar esta reseña celebrando dos vista analítico adoptado. Nada de esto pue-
felices iniciativas: la decisión de la cátedra de de ser ‘enseñado’ en forma meramente teó-
Metodología y Técnicas de la Investigación rica. De allí que la enseñanza curricular de
de Campo de dedicar un apreciable tiem- la investigación etnográfica tienda a asumir
po y esfuerzo a elaborar este valioso libro la forma de talleres (a veces combinados
como subproducto de y aporte para su tarea con clases teóricas, teórico-prácticas, etc.).
docente; y la de las autoridades de nuestra Sin embargo, en lo que refiere a la etnogra-
Facultad de Filosofía y Letras de poner a fía, las instancias de enseñanza curricular
disposición de los lectores todos los volú- raramente coinciden con el ‘tempo’ de las
menes de la Colección Libros de Cátedra en trayectorias formativas de los estudiantes,
formato digital con Acceso Abierto.1 que son más prolongadas y asumen ritmos
relacionados con los encuentros, relativa-
Quienes hemos dictado algún curso dedica- mente azarosos, entre las condiciones de sus
do a la investigación etnográfica sabemos trabajos de campo, sus otras ocupaciones
que se trata de una tarea ímproba porque lo (incluyendo, especialmente, las laborales) y
que puede enseñarse al respecto por fuera sus naturales inseguridades de principiantes.
de las propias prácticas de investigación es
relativamente poco. Hay en esta modalidad Por otro lado, el Plan de Estudios de nues-
de investigación algo de inasible, algo que tra carrera –pensado en el marco de la nota-
no se relaciona –como se ha pensado en el ble explosión demográfica generada por la
pasado– con el problema del rapport o la su- recuperación de la democracia– concentró
puesta capacidad del etnógrafo para empati- la enseñanza de la investigación etnográfi-
zar con sus interlocutores sino con las ten- ca en dos cursos: Metodología y Técnicas,
siones inherentes a una práctica que exige y el Seminario de Investigación de la
construir el objeto de investigación sobre la Orientación Sociocultural. Este diseño, en
marcha, no trazar de antemano el universo su momento razonable, terminó colocando a
empírico a abordar y meter palos en la rue- los docentes de Metodología en la incomo-
da de las propias orientaciones teóricas para didad de disponer de apenas un cuatrimestre
para brindar una formación básica a un con-
1. La Colección se encuentra disponible en: http://publica- glomerado de estudiantes cuyos intereses
ciones.filo.uba.ar/catálogo-libros-de-cátedra

*
Doctor en Antropología, Museu Nacional – Universidade Federal do Rio de Janeiro. Universidad de Buenos Aires. Facul-
tad de Filosofía y Letras, Instituto de Ciencias Antropológicas, Sección Antropología Social (UBA–FFyL–ICA–SEANSO).
CONICET. Buenos Aires, República Argentina. fabalbi@yahoo.com.ar

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temáticos son variados y muchas veces poco otro “¡qué interesante!”, como si no se trata-
definidos; y, también, condenó a los docen- ra de una conversación); y el libro de autoa-
tes del Seminario a afrontar cada año una yuda para etnógrafos conflictuados (género
amplia dispersión temática y una marcada que tanto debe al amor de los autores nor-
heterogeneidad en cuanto a los grados de teamericanos de los ochenta por sus propios
avance de los trabajos de los estudiantes. Es ombligos), que nos induce a creer que todas
cierto que el segundo inconveniente es par- las incomodidades y desgracias que pudiera
cialmente administrado multiplicando los depararnos el campo no son sino magníficas
seminarios de investigación para que cubran ocasiones para producir conocimiento por-
distintos campos temáticos y que se ha com- que nosotros somos el centro del quehacer
pensado parcialmente el primero mediante la etnográfico y, por ende, debemos priorizar
introducción de contenidos ‘metodológicos’ por sobre todas las cosas la atención a los
en las materias y los seminarios de grado aspectos afectivos y emotivos de nuestras
(se trata de políticas que ha impulsado des- experiencias.
de hace años la Junta Departamental). Sin
embargo, los problemas subsisten y su peso De una manera mucho más interesante y
recae fundamentalmente sobre los docentes productiva, el libro presenta lo que Ana
de ambas asignaturas. Domínguez Mon describe como “una pro-
puesta de indagación a partir de las activi-
Este contexto hace particularmente auspi- dades que todo/a investigador/a debe reali-
ciosa la publicación del libro que aquí re- zar” (p. 16) y de “aspectos particulares de
seño. Primero, porque resulta de reflexiones las acciones centrales del oficio del o de
sobre la enseñanza del trabajo de campo et- la trabajador/a de campo” (pp. 16-17). En
nográfico llevadas a cabo por el actual equi- este contexto, además, el énfasis recae so-
po docente que viene poniéndole el pecho bre “algunos de los temas que usualmente
cotidianamente a las dificultades inscriptas quedan fuera de la organización de las cla-
en la configuración de nuestra disciplina y ses teórico-prácticas y de los talleres” (p. 9),
en nuestro diseño curricular. Y, segundo, de manera que el libro puede leerse como
porque estos colegas, al haberse formado un acompañamiento y una prolongación del
como docentes en el seno de la misma cáte- proceso pedagógico de la materia que, en lu-
dra, pueden capitalizar los aportes de nume- gar de reducir a fórmulas vacías los asuntos
rosos colegas que han pasado por allí desde ya tratados en clase, aporta un plus que los
los ochenta, entre quienes destacan dos et- estudiantes podrían aprovechar antes, du-
nógrafas y especialistas en la ‘metodología’ rante y después de cursarla.2
etnográfica de la talla de Esther Hermitte y
de Rosana Guber, así como una colega tan Otro gran acierto del libro –el mayor, qui-
versada en la etnografía de los procesos zás– es el de dar la palabra a alumnos y ads-
educativos como Graciela Batallán. criptos de la materia. Sus voces, tanto más
cercanas a las de los futuros estudiantes,
Uno de los mayores méritos de Trabajo de aportan cuidadosas exposiciones de sus ex-
campo etnográfico... es que evita exitosa- periencias de investigación en el marco del
mente las tentaciones que esconde la figura curso y más allá del mismo, extendiéndose
del ‘manual’: la guía, repleta de obviedades,
del tipo ‘hágalo usted mismo’ (esa clase de
2. En este sentido, además, el libro es una respuesta a
una parte de los problemas que plantea el diseño curricu-
texto donde se nos ‘enseña’ que para man- lar de la carrera, un recurso para extender la intervención
tener el rapport durante una entrevista hay del equipo docente más allá del estrecho marco de un cua-
que asentir cada tanto y musitar algún que trimestre, ampliando la gama de temas a cubrir.

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hacia el trayecto de sus tesis de licenciatu- necesariamente crítico pero contiene fuer-
ra. Complejas, inteligentes y reflexivas pero tes impulsos sociales en tal sentido.
aún frescas, jóvenes, en formación, son vo-
ces que –bajo la orientación de miembros de Termino esta breve nota, como es de rigor,
la cátedra– recuperan sus experiencias de in- refiriéndome brevemente a los contenidos
vestigación desde el lugar de quienes todavía de los capítulos del libro.
no han terminado de procesarlas o, incluso,
de transitarlas y siguen comprometidos con En el primer capítulo, Carlos María Chiappe
las incertidumbres teórico-metodológicas, y Alejandra Ramos procuran “brindar herra-
técnicas y éticas inherentes a la experiencia mientas” para la “búsqueda, clasificación
de campo y la escritura etnográfica. y armado de corpus” relativos a los “dife-
rentes tipos de materiales escritos” (p. 25)
Un último punto a destacar es que prác- con que tratan los investigadores: fuentes,
ticamente todos los capítulos están atra- datos en general, textos académicos, etc.
vesados por consideraciones respecto de Apuntando, con acierto, a mostrar “el carác-
la dimensión ética de la investigación et- ter progresivo –pero no lineal–” (p. 24) de
nográfica. Esto es fundamental porque lo dicho trabajo, presentan algunas de las es-
que –más allá de la debilidad relativa de trategias desarrolladas en sus propias inves-
nuestros consensos al respecto– entende- tigaciones, lo que les permite mostrar que
mos por ‘etnografía’ en nuestra disciplina el armado de tales corpus “requiere de una
no sólo es una práctica de investigación prospección dúctil que habilite reformular el
que se ocupa de los asuntos de seres hu- problema de investigación” (p. 49).
manos sino una que lo hace apelando a
la construcción de relaciones personales, Los tres capítulos siguientes exploran di-
operacionalizando relaciones diádicas ba- versos usos de recursos visuales. Santiago
sadas en una u otra modalidad de confianza Manuel Giménez y Joanna Sander se cen-
mutua, hecho que nos compromete ética- tran en la fotografía y analizan “las dinámi-
mente de maneras que difieren de las pro- cas que adquieren las imágenes visuales en
pias de modalidades de investigación más el trabajo de campo antropológico” (p. 54)
formalizadas o estructuradas. El hecho de recorriendo su incorporación en los inicios
que estos docentes, estudiantes y adscrip- de la disciplina, el uso de las imágenes de la
tos de Metodología y Técnicas entiendan alteridad indígena en nuestro país, los deba-
que las reflexiones ‘metodológicas’ y las tes en la etnografía contemporánea sobre las
problematizaciones éticas son inseparables relaciones entre fotografía y reflexividad, y
y que deben ser compartidas con los futu- el uso de las imágenes en una etnografía en
ros estudiantes es sumamente feliz. Si bien particular. Al cabo, concluyen que “el pro-
quienes conocemos la calidad profesional ceso de construcción de una imagen se torna
y personal del actual equipo docente de la un material significativo para ser incorpora-
materia no podríamos haber esperado otra do al proceso de investigación” cuando es
cosa, creo que este detalle debe ser enten- “acompañado por un tipo de interpretacio-
dido también como un subproducto del he- nes que nos permita contextualizarlo y vol-
cho de que nuestra carrera se desarrolle en verlo inteligible para el observador” (p. 82).
el marco de una universidad pública, libre Luego, Ana Padawer aborda el uso de los re-
y gratuita. No es solamente para achicar el cursos fílmicos, recuperando dos experien-
gasto público que hoy –como en ocasiones cias de investigación propias que comparten
anteriores– se las ataca: está en juego la la apelación a una “aproximación audio-
existencia de un espacio que acaso no sea visual para el registro de la vida cotidiana

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mediante la observación participante” en la utilidad del cine documental etnográfico


función del análisis de “las relaciones entre para la representación de la heterogeneidad
ideas pedagógicas y políticas” en dos “es- que es propia de las perspectivas de nuestros
tablecimientos educativos públicos” (p. 87) interlocutores, tema sobre el cual los antro-
de distintas características. Padawer aborda pólogos solemos cacarear mucho sin aportar
algunos interrogantes relativos al uso de las demasiados recursos prácticos.
TICs en el trabajo de campo etnográfico, re-
lacionados con su doble condición de “parte El quinto capítulo explora el valor de una
de las relaciones sociales contemporáneas” herramienta tradicional de la etnografía, la
y “modos muy valiosos de conocerlas que entrevista abierta, en función de una finali-
podemos compartir con nuestros interlocu- dad no necesariamente inserta en un proceso
tores” (p. 92): problemas referidos a la me- de investigación etnográfico: la obtención
diación, la verdad y la representación, la au- de ‘testimonios’ audiovisuales de víctimas
toridad y la reflexividad, punto sobre el cual del terrorismo de Estado. Articulando sus
gira la que quizás sea la más interesante de experiencias como colaboradora de la cá-
sus conclusiones: “Mostrar la intersubjetivi- tedra y como entrevistadora e investigado-
dad en la producción de conocimiento an- ra del archivo oral de una asociación civil,
tropológico, con un formato visual, implica Susana Skura muestra que “el testimonio
asumir el propio punto de vista en tensión puede ser considerado como un modo pe-
con el de los otros” (p. 114). Finalmente, culiar de entrevista” (p. 154) abierta que
Ana Domínguez Mon recapitula sus expe- prioriza “la transmisión, el legado a otras
riencias –fuertemente marcadas en térmi- generaciones” y “la búsqueda de reparación
nos éticos– de realización de dos videos simbólica” (p. 154). El texto cierra con un
etnográficos: uno emprendido junto con un examen de los aspectos éticos involucrados
grupo de diabéticos tipo 2 a fin de registrar en la producción de testimonios, atendien-
sus experiencias y “visibilizar las activida- do al hecho de que “no siempre es posible
des que realizan para el cuidado cotidiano para los entrevistados retener el control de
de su salud” (p. 121) de cara a un púbico los mensajes que expresan” y a la pregunta
de profesionales de la salud; y otro que fue sobre “hasta qué punto debemos hacer esa
acordado con el mismo grupo de pacientes tarea los entrevistadores” (p. 172).
pero se centró en el registro de las activi-
dades de los profesionales, con el objetivo Los dos capítulos finales recuperan las expe-
de “poner en evidencia cómo (...) conciben riencias de alumnos y adscriptos de la mate-
el trabajo de cuidados (...) en su práctica ria para abordar los diversos registros de es-
cotidiana” (p. 122). La autora muestra que, critura que involucra la etnografía. Primero,
trabajando en conjunto con documentalistas los estudiantes Pablo Vidal, Francisco Tizón
y con los propios actores en estos trabajos y Julia Boronat Schvartzman reflexionan
audiovisuales donde “la investigación etno- sobre distintas instancias de reelaboración
gráfica es previa a la descripción fílmica” de sus notas de campo (correspondientes
(p. 124) fue posible concretar productos que a ejercicios propuestos por el equipo de la
apuntan a “colaborar en la construcción de cátedra) bajo la orientación de las docentes
un dispositivo que incorpora los saberes y Florencia Girola y Alejandra Ramos. Vidal
prácticas profesionales como mutuamente parte de un planteamiento inicial de su tema
constitutivos y en diálogo con los saberes de investigación como la intención de estu-
y las prácticas de lxs pacientes” (p. 145). diar “una subcultura juvenil ligada a una es-
Aunque Domínguez Mon no lo mencione cena musical underground” (p. 184; itálicas
expresamente, el texto es demostrativo de del original) para reflexionar sobre cómo sus

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registros de campo y, en particular, la redac- campo y su vinculación con la tarea de


ción de una descripción analítica intermedia exposición del conocimiento producido a
le permitieron focalizar y redefinir su inte- través del despliegue de argumentos” (p.
rés, orientando su investigación a “explorar 241). Ivancovich examina sus registros y
las estrategias de vinculación que llevan a los tópicos desarrollados a partir de ellos,
cabo, a escala local e internacional, los jó- mostrando “cómo la pregunta inicial fue
venes que practican un conjunto de géne- modificándose” (p. 254) en función del re-
ros y subgéneros musicales” (p. 196; itáli- diseño de las sucesivas salidas al campo: su
cas del original). Tizón explica la forma en análisis de la implementación del progra-
que elaboró su informe final para la materia, ma agroecológico Prohuerta (INTA) en un
enfatizando cómo comprendió que algunos contexto de agronegocio se centraba en la
de sus objetivos iniciales “eran inviables en mirada institucional expresada por sus coor-
los tiempos de la cursada” (p. 212) porque dinadores nacionales y por las técnicas lo-
abarcaban a un “conjunto de relaciones” (p. cales; ante las dificultades para desarrollar
213) demasiado complejo y que necesitaba un trabajo de campo acorde a ese interés, el
centrarse en la “experiencia cotidiana” de trabajo con sus notas de campo le permitió
los miembros de su referente empírico (una preguntarse por el papel de las voluntarias
radio comunitaria) antes que en sus relacio- que “hacían el trabajo territorial” (p. 255), la
nes con terceros para “dar sentido a ciertas definición de su rol en el diseño del progra-
categorías” nativas y, así, “comprender me- ma y, especialmente, las formas en que ellas
jor sus prácticas” y, por lo tanto, “las rela- mismas lo concebían. El desplazamiento
ciones que construían con otros espacios” queda denotado por una lista de registros
(p. 214). Finalmente, Boronat Schvartzman de campo que reflejan crecientemente ins-
expone la reformulación del planteo inicial tancias de interacción con las voluntarias,
de su problema de investigación, que se cen- así como por la paulatina redefinición de los
traba en “analizar la supuesta funcionalidad tópicos relevados. A continuación, Laurens
de reinserción social” de un programa esta- nos brinda la infrecuente oportunidad de
tal “para borrar marcas y tatuajes” (p. 228) acompañar la escritura del primer produc-
tumberos. La autora muestra cómo el traba- to ‘público’ de un proceso de investigación
jo desarrollado en la materia la condujo a iniciático: la ponencia que constituyó la pri-
“re-construir el problema de investigación mera aproximación al tema de su tesis, que
focalizando en los tatuajes como marca cor- versará “sobre el proceso de formación y las
poral identificatoria (...) y los sentidos que prácticas cotidianas de organización” de una
les atribuyen los sujetos en la cárcel” (pp. cooperativa textil integrada “por personas
229-230), colocando en primer plano lo que pasaron por contexto de encierro y sus
que inicialmente era apenas parte de uno de familiares” (p. 263). La autora detalla cómo
varios ejes analíticos. Finalmente, traza su encontró alternativas analíticas y formas de
trabajo de tesis en un plazo más largo es- textualización que le permitieran abordar la
pecificando los aportes de la materia y del “variabilidad de situaciones” (p. 265) pre-
Seminario de Investigación. sentada por sus registros. Finalmente, en un
puñado de páginas que se cuentan entre las
En el último capítulo del volumen, María más interesantes del libro, Garibotti traza el
Belén Garibotti, Tatiana Ivancovich y recorrido de la investigación plasmada en su
María Paz Laurens (adscriptas de la mate- tesis de licenciatura, dedicada a los diver-
ria) se unen a la docente Florencia Girola sos canales de producción y distribución de
para “reflexionar sobre las actividades de bienes materiales y servicios a que recurren
interpretación y análisis del material de las unidades domésticas en el contexto del

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dualismo monetario de la economía cubana. Sólo me resta reafirmar el valor de Trabajo


Centrándose en la monografía de un semina- de campo etnográfico. Prácticas y saberes.
rio de grado que constituyó su primera apro- En efecto, no sólo se trata de un conjunto
ximación substancial al tema y en su tesis, de materiales didácticos sumamente valio-
muestra cómo “fue cambiando la escritura sos sino que se alza como una colección de
argumentativa” (p. 271): “a medida que se muy ricas contribuciones a un género de
organizan los datos en las diferentes fases de literatura académica poco transitado: el de
la escritura (notas de campo, descripciones la reflexión sobre las prácticas de investiga-
analíticas intermedias y escritura etnográfi- ción etnográfica comprometida con el lector
ca) y se realiza el análisis hermenéutico de antes que con el propio autor.
todo el corpus documental (...), se compleji-
za el problema inicial a la vez que se identi-
fican los supuestos” (pp. 279-280).

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