Más Allá Del Fin de La Administración - Hammer
Más Allá Del Fin de La Administración - Hammer
Más Allá Del Fin de La Administración - Hammer
Michael Hammer
Los clientes ahora esperan que hagamos las cosas a su manera y no que las
hagamos a nuestra manera.
La organización tradicional llegó a la mayor edad en una época en que había una
economía de suministro restringido, cuando la gente hacía cola esperando obtener
cualquier cosa. Había más demanda que oferta, por lo cual todo lo que teníamos
que hacer era organizarnos para maximizar la utilización de nuestra capacidad,
para maximizar nuestra producción, lo cual nos dio una estandarización del
mercado masivo. Y si los clientes no obtenían exactamente lo que querían, eso
era mejor que nada.
Por ello el éxito será para los que puedan hacer las cosas en la forma que el
cliente quiera, bien sea adaptando un determinado pedido o adaptando un
determinado producto, o bien haciendo negocios en la forma más conveniente
para el cliente.
Esta nueva primacía del cliente, junto con la intensa competencia actual y el
constante cambio tecnológico y contextual que se está llevando a cabo a nuestro
alrededor, se ríe del modelo centralizado de ´´mando y control´´ propio de la
organización tradicional. Sencillamente ya no sirve.
Los procesos complejos son rígidos por definición, inflexibles, de baja calidad y
alto costo.
Eso significa que los individuos deben hacer mayores componentes del trabajo
que ha de llevarse a cabo y no fragmentos aislados. Esos trabajos mayores
necesitan individuos más sofisticados, lo cual representa, en realidad, una
inversión de la revolución industrial.
Necesitamos volver a una idea donde las personas no están concentradas en una
tarea determinada o una actividad aislada sino en un resultado. Y ¿Qué produce
ese resultado? Un proceso. No una tarea individual sino un conjunto de tareas.
Como los procesos no los puede llevar a cabo siempre una sola persona,
debemos volver a la idea del equipo. No una línea de ensamblaje, sino un
conjunto de individuos, un grupo de personas con la responsabilidad colectiva de
crear algo. Para llevar a cabo el proceso completo, no trozos de él, y para llevar el
resultado al cliente.
Desarrollo personal
Nos hemos acostumbrado en los últimos cincuenta, sesenta, noventa años quizás
a una organización jerárquica en la cual el modelo de desarrollo personal era la
promoción jerárquica.
Y hemos llegado a comportarnos como si eso fuera a continuar siempre así.
Ése es el modelo de desarrollo personal que las corporaciones del siglo XXI
ofrecerán – si las personas son buenas en su trabajo, son muy buenas para
ponerlas en un puesto directivo.
Creo que habrá tres tipos de personas en la organización del futuro. Tendremos
una gran mayoría, que serán los creadores del valor agregado, los que harán el
trabajo real – bien sea trabajo rutinario, o bien altamente creativo. Tendremos un
pequeño conjunto de entrenadores que les facilitarán su trabajo y los capacitarán,
y tendremos un puñado de líderes que serán los que dirijan la organización.
Actualmente, los empresarios pueden tener treinta o sesenta años. Pues bien,
creo que la idea de que los altos directivos deban tener una edad avanzada ya no
es viable.
Puede haber jugadores de primera línea de cierta edad que han crecido a lo largo
de su carrera profesional y cuya influencia no se ejerce por medio de órdenes sino
por medio de la sabiduría que han ganado por su habilidad para compartir con los
demás y por la forma ejemplar en que desempeñan sus actividades.
A mediano plazo, puedo predecir que muy pronto habrá menos directivos per
cápita en las organizaciones; quedarán el 50 por ciento de los actuales. Y a largo
plazo, pienso que disminuirán más significativamente aún.