Casos de la vida real

La evasión de aportes al Sistema de Riesgos Profesionales

representa un riesgo para las finanzas de las empresas. Más artículos
Estos son algunos casos de la vida real.*
Más casos de la vida real
CASO 1 (Parte II)

Un representante de ventas de una empresa de clase de riesgo I,

(porcentaje de cotización 0.522%), falleció en un accidente de
tránsito, el cual fue catalogado como de origen profesional por la
Junta Regional de Calificación de Invalidez. El salario del
trabajador ascendía a $3’450.000, por lo que sus beneficiarios;
esposa de 48 años de edad y sus dos hijos de 19 y 15 años
respectivamente, recibirán una mesada pensional equivalente a
$2’590.000. El valor presente de la renta vitalicia que le
garantice a la empresa cumplir con esta obligación pensional es
de $617’000.000, dinero que la empresa tendría que asumir
por estar en mora con el sistema general de riesgos
profesionales.

CASO 2

Un operario de planta de una empresa de clase de riesgo V,

(porcentaje de cotización 6.96%), sufrió un accidente, el cual fue
catalogado como de origen profesional por la Junta Regional de
Calificación de Invalidez, la cual le calificó una pérdida de
capacidad laboral del 50.17%, generando así una pensión de
invalidez correspondiente al 60% del ingreso base de liquidación
del trabajador. Dicho ingreso correspondía a $1’100.000, por lo
que él (40 años), recibirá una mesada pensional equivalente a
$660.000. El valor presente de la renta vitalicia que le garantice
a la empresa cumplir con esta obligación pensional es de
$199’000.000, dinero que la empresa tendría que asumir por
estar en mora con el sistema general de riesgos profesionales, en
adición a los costos de la atención asistencial del evento que
ascendieron a $16’700.000 y el pago de 317 días de incapacidad
previos a la definición de su estado de invalidez que tienen un
costo de $11’400.000. Es decir, que el monto total a asumir será
de $227’100.000

CASO 3

Un trabajador de una empresa de clase de riesgo V, (porcentaje

de cotización 6.96%), sufrió un accidente, el cual le generó
múltiples lesiones, permaneció incapacitado durante 120 días, en
los cuales se le prestó la atención medica requerida.
Posteriormente, el accidente fue calificado como de origen
profesional por Junta Regional de Calificación de Invalidez, la cual
le definió una pérdida de capacidad laboral del 31.78%,
generando así el pago de una indemnización única por
$20’000.000, dinero que la empresa deberá asumir por estar en
mora con el sistema general de riesgos profesionales, en adición
a los costos de la atención asistencial del evento que ascendieron
a $7’000.000 y el pago del subsidio por incapacidad temporal por
$3’300.000. Es decir, que el monto total a asumir será de
$30’300.000
*Casos documentados de siniestros reales

Casos de la vida real (Parte II) Más artículos

Casos de la vida real
(Parte I)

La evasión de aportes al Sistema de Riesgos Profesionales

representa un riesgo para las finanzas de las empresas.
Estos son algunos casos de la vida real.*

CASO 1

El jefe de compras de una empresa de clase de riesgo 1, falleció

en un accidente de tránsito, el cual fue catalogado como de
origen profesional por la Junta Regional de Calificación de
Invalidez. El salario del trabajador ascendía a $1'980.000, por lo
que sus beneficiarios, esposa de 40 años de edad y sus dos hijas
de 17 y 13 años respectivamente, recibirán una mesada
pensional equivalente a $1'485.000. El valor presente de la renta
vitalicia que le garantice a la empresa cumplir con esta obligación
pensional es de $386'000.000, dinero que la empresa tendría
que asumir por estar en mora con el Sistema General de
Riesgos Profesionales.

CASO 2

El supervisor de planta de una empresa de clase de riesgo 5,

sufrió un accidente, el cual fue catalogado como de origen
profesional por la Junta Regional de Calificación de Invalidez, la
cual le calificó una pérdida de capacidad laboral del 50.25%,
generando así una pensión de invalidez correspondiente al 60%
del ingreso base de liquidación del trabajador. Dicho ingreso
correspondía a $1'250.000, por lo que él, de 37 años y su grupo
familiar, esposa de 32 años y sus dos hijos de 8 y 12 años
respectivamente, recibirán una mesada pensional equivalente a
$750.000. El valor presente de la renta vitalicia que le garantice
a la empresa cumplir con esta obligación pensional es de
$215'000.000, dinero que la empresa tendría que asumir por
estar en mora con el Sistema General de Riesgos Profesionales,
en adición a los costos de la atención asistencial del evento que
ascendieron a $18'500.000 y el pago de 199 días de incapacidad
previos a la definición de su estado de invalidez que tienen un
costo de $4'400.000.

CASO 3

Un trabajador de una empresa de clase de riesgo 3, sufrió un

accidente, el cual le generó múltiples lesiones. Permaneció
incapacitado durante 145 días, en los cuales se le prestó la
atención médica requerida. Posteriormente, el accidente fue
calificado como de origen profesional por la Junta Regional de
Calificación de Invalidez, la cual le definió una pérdida de
capacidad laboral del 40.21%, generando así el pago de una
indemnización única por $35'000.000, dinero que la empresa
deberá asumir por estar en mora con el Sistema General de
Riesgos Profesionales, en adición a los costos de la atención
asistencial del evento que ascendieron a $17'000.000 y el pago
del subsidio por incapacidad temporal por $6'500.000.

*Sin perjuicio de otras acciones legales en contra de la

compañía.
*Casos documentados de siniestros reales
 

¿Cuáles son las sanciones por no pagar Más artículos

los aportes al sistema? ¿A quién favorece la
evasión y la elusión , en
el aporte a la ARP?

Basados en el decreto ley 1295 de 1994, resaltamos los

elementos que responden a esta inquietud por parte de
las empresas.

Artículos clave

Artículo 4. Características del Sistema

Artículo 21. Obligaciones del empleador

Artículo 23. Acciones de cobro

Artículo 91. Sanciones

La afiliación de los trabajadores dependientes es

obligatoria para todos los empleadores.

- El empleador que no afilie a sus trabajadores al

Sistema General de Riesgos Profesionales, además de
las sanciones legales, será responsable de las
prestaciones que se otorgan en este decreto.

- Los trabajadores afiliados tendrán derecho al

reconocimiento y pago de las prestaciones previstas en
el presente Decreto.

- Las cotizaciones al Sistema General de Riesgos

Profesionales están a cargo de los empleadores.

- La relación laboral implica la obligación de

pagar las cotizaciones que se establecen en
este decreto.
El empleador será responsable:

Del pago de la totalidad de la cotización de los

trabajadores a su servicio;
Trasladar el monto de las cotizaciones a la entidad
administradora de riesgos profesionales
correspondiente, dentro de los plazos que para el efecto
señale el reglamento;

Parágrafo. Son además obligaciones del empleador las

contenidas en las normas de salud ocupacional y que no
sean contrarias a este decreto.

Sin perjuicio de la responsabilidad del empleador de

asumir los riegos profesionales de sus trabajadores, en
caso de mora en el pago de las primas o cotizaciones
obligatorias corresponde a las entidades
administradoras de riesgos profesionales adelantar las
acciones de cobro con motivo del incumplimiento de las
obligaciones del empleador, de conformidad con la
reglamentación que expida el Gobierno Nacional. Para
tal efecto, la liquidación mediante la cual la
administradora de riesgos profesionales determine el
valor adeudado, prestará mérito ejecutivo.

Sanciones

Le corresponde al Ministerio de Trabajo y Seguridad

Social, a través del Director Técnico de Riesgos
Profesionales del Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, imponer las siguientes sanciones, frente a las
cuales no opera el recurso de apelación. La competencia
aquí prevista puede asumirla el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social.

El incumplimiento de la afiliación al Sistema General de

Riesgos Profesionales, le acarreará a los empleadores y
responsables de la cotización, además de las sanciones
previstas por el Código Sustantivo del Trabajo, la
legislación laboral vigente y la Ley 100 de 1993, o
normas que la modifiquen, incorporen o reglamenten, la
obligación de reconocer y pagar al trabajador las
prestaciones consagradas en el presente decreto.

 La no afiliación y el no pago de dos o más períodos

mensuales de cotizaciones, le acarreará al empleador
multas, sucesivas mensuales de hasta quinientos (500)
salarios mínimos legales mensuales vigentes.

 Cuando el empleador o responsable del pago de la

cotización no aplique las instrucciones, reglamentos y
determinaciones de prevención de riesgos
profesionales, adoptados en forma general por la
Dirección Técnica de Riesgos Profesionales del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ésta le podrá
imponer multas mensuales consecutivas hasta por
quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales.

 Se hará acreedor a igual sanción cuando no aplique

las instrucciones y determinaciones de prevención de
riesgos profesionales que le sean ordenados en forma
específica por la Dirección Técnica de Riesgos
Profesionales del Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, a solicitud de la entidad administradora a la que
se encuentre afiliado.

 En caso que no se hubiese corregido el riesgo, dentro

de los términos que señale el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, se procederá a ordenar la suspensión
de actividades hasta por seis meses. Transcurrido este
término, la Dirección Técnica de Riesgos Profesionales
del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
determinará el cierre definitivo de la empresa o
actividad económica.

 No obstante lo anterior, la Dirección Técnica de

Riesgos Profesionales del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, en cualquier momento, podrá ordenar
la suspensión de actividades, cuando el riesgo
profesional así lo amerite.

 Cuando la inscripción del trabajador no corresponda a

su base de cotización real, o el empleador no haya
informado sus cambios posteriores dando lugar a que
se disminuyan las prestaciones económicas del
trabajador, el empleador deberá pagar al trabajador la
diferencia en el valor de la prestación que le hubiera
correspondido, sin perjuicio de las sanciones a que
hubiese lugar.

 En los casos previstos en el literal anterior o cuando

el empleador no informe sobre el traslado de un afiliado
a un lugar diferente de trabajo, y esta omisión implique
una cotización mayor al Sistema, la Dirección Técnica
de Riesgos Profesionales del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, previa solicitud motivada de la
entidad administradora correspondiente, podrá imponer
al empleador una multa de hasta quinientos (500)
salarios mínimos legales mensuales vigentes, para cada
caso.

 La no presentación o extemporaneidad del informe

del accidente de trabajo o de enfermedad profesional o
el incumplimiento por parte del empleador de las demás
obligaciones establecidas en este decreto, la Dirección
Técnica de Riesgos Profesionales del Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, podrá imponer multas de
hasta doscientos (200) salarios mínimos legales
mensuales.

 
¿A quién favorece la evasión y la elusión, Más artículos
en el aporte a la ARP? La evasión y la elusión en
Jorge Alejandro Mejía Velásquez las aportes a la ARP
Gerente de Operaciones SURATEP
Evasión, elusión y mora,
riesgos a los que no se
debe exponer

Este es un mensaje para

no exponerse al peor de
Comencemos por definir estos términos en la Seguridad los riesgos
Social:

La evasión se define como la conducta por la cual la

persona responsable de trasladar los aportes a la
seguridad social no los realiza, es decir, el
incumplimiento total de la obligación.

Por otro lado, elusión se entiende como el actuar

fraudulento que realiza el titular de la obligación, que
para el caso del Sistema General de Riesgos
Profesionales es el empleador, con el objetivo de
disminuir el monto de los aportes que debe trasladar a
la respectiva Administradora de Riesgos Profesionales.

Sin el ánimo de hacer apología indebida, la evasión se

presenta en casos en los que:

El empleador no cumple con la obligación de afiliarse a

una Administradora de Riesgos Profesionales o cuando
estando afiliado, no reporta la totalidad de sus
empleados.

Y la elusión se presenta en el momento en que:

Se hacen los reportes y pagos a la ARP por salarios
inferiores a los reales, o usando una clase de riesgo
inferior a la que en realidad están expuestos los
empleados.

Después de haber definido los términos, abordemos la

pregunta que motiva este artículo, ¿a quién favorece la
evasión y la elusión, en el aporte a la ARP?,
considerándola respecto a los actores del sistema: El
empleador, el empleado, el sistema y la sociedad.

¿Al empleador?

La respuesta se puede encontrar en el Decreto Número

1772 de agosto 3 de 1994 en su artículo 10: "
Obligatoriedad de las cotizaciones. Durante la vigencia
de la relación laboral, los empleadores deberán efectuar
cotizaciones obligatorias al Sistema General de Riesgos
Profesionales.
El no pago de dos o más cotizaciones periódicas,
implica, además de las sanciones legales, la
desafiliación al Sistema General de Riesgos
Profesionales; de acuerdo con el reglamento de
afiliación y cobranzas de la correspondiente entidad
administradora, quedando a cargo del respectivo
empleador la responsabilidad de la atención y pago de
las prestaciones económicas y asistenciales
contempladas en el Decreto 1295 de 1994..."

Y en Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia,

Sentencia 04/09/95, Expediente 7542: "Con la
transición a la Seguridad Social institucional se buscaba
proteger al trabajador contra la insolvencia del
empresario o la insuficiencia de capital del patrono, y
además liberándolo de la necesidad de prestar sus
servicios exclusivamente a una misma empresa. De
acuerdo con lo anterior, si un empleador nunca afilió al
trabajador al seguro social, o los servicios se prestaron
en un lugar del país donde no existe cobertura de la
Seguridad Social institucional, o por cualquier razón la
Entidad Previsora Social se ve impedida para asumir el
riesgo, la prestación social respectiva estará a cargo del
patrono, pues en tales eventos no se produce la
subrogación, por el Instituto, de la obligación legal a
cargo del empleador".

No hace falta realizar avanzados cálculos para

determinar que asumir los costos del incumplimiento de
dichas normas puede afectar de manera significativa a
la empresa e incluso comprometer la permanencia en el
mercado de la misma, al tener que pagar las
prestaciones económicas y asistenciales que se deriven
de un accidente o enfermedad profesional, como
pueden ser el tratamiento necesario que requiera el
trabajador hasta su recuperación total y el pago de las
incapacidad temporal o permanente parcial o hasta una
pensión de invalidez o de sobrevivientes en caso de
muerte del empleado.

¿Al empleado?

El Sistema está concebido para proteger al empleado.

La evasión y elusión le hacen más difícil el acceso a los

derechos que se le reconocen ante la ocurrencia de un
accidente de trabajo o enfermedad profesional , al tener
que reclamarlos por otras vías más lentas y costosas
que las definidas por el sistema; estos inconvenientes
pueden afectar notoriamente su calidad de vida y la de
su grupo familiar.

Adicionalmente, dependiendo de que sea evasión o

elusión, puede inicialmente vérsele negado el acceso a
las prestaciones asistenciales o menguado el valor de
 las prestaciones económicas a que tenga derecho.

¿Al Sistema General de Riesgos Profesionales y la

Sociedad?

La evasión y elusión restan recursos al sistema,

comprometiendo la calidad y amplitud de su cobertura,
afectando las condiciones de trabajo y la salud de la
población trabajadora.

Por lo expuesto anteriormente, nuevamente se hace la

pregunta:

¿A quién favorece la evasión y la elusión, en el aporte a

la ARP?

Es claro que a nadie. Quienes por consideraciones

económicas de muy corto plazo deciden asumir todos
los riesgos y consecuencias que ello implica, es bueno
que consideren para su decisión además de las
sanciones legales, las implicaciones sociales en la
calidad de vida de sus empleados y su grupo familiar, y
que reflexionen y entiendan que cada vez que realizan
este tipo de prácticas, están comprometiendo de
manera seria la estabilidad económica y con ello el
futuro inmediato y la viabilidad de la empresa en el
largo plazo.

¿Qué pasa con los trabajadores independientes?

Por: Héctor Upegui García
Asesor en seguridad social

A la fecha, los únicos trabajadores que por Ley tienen acceso al Sistema
General de Riesgos Profesionales son los del sector formal de la economía,
entendiendo estos como los que tienen contrato de trabajo.
Es por ello que de tiempo atrás, se ha venido planteado la posibilidad de
que también puedan tener ingreso al Sistema, los trabajadores
independientes(1) , debate en el que sin duda alguna debe participar todo
actor del Sistema y cualquier idea que oriente dicha afiliación, debe
escucharse con sumo interés y responsabilidad.

El Sistema General de Riesgos Profesionales hace parte de la Seguridad

Social colombiana y está orientado al cubrimiento del accidente de trabajo
y la enfermedad profesional(2).

Esto representa varias situaciones para el trabajador independiente que se

entrarán a analizar:
Definición del origen: Es decir, saber si una

situación específica fue como consecuencia del trabajo o si por el contrario

le ocurrió al trabajador en otras circunstancias. Piense en una lesión de un
afiliado un fin de semana mientras jugaba fútbol en su tiempo libre: ¿Cómo
comprobar que fue o no accidente de trabajo? Cómo investigar las
condiciones de dicho accidente de trabajo si él mismo es quien lo reporta,
si él mismo es su empleador?. Monto que debería pagar: El Sistema
General de Riesgos Profesionales parte de una premisa: Mientras más alta
sea la posibilidad de tener accidente de trabajo o enfermedad profesional
se debe cotizar más.

No sería justo que cotizara la mismo un trabajador de oficina que uno de la

construcción. Debería cotizar más el segundo; pero igualmente de ésta se
desprende otro pregunta ¿Cómo no tener en cuenta el nivel de ingreso?
¿Será justo que un trabajador de la construcción por el solo hecho de estar
expuesto a un mayor riesgo pague más que el asesor independiente que
en un momento puede tener un mayor ingreso?.

A lo anterior se adiciona la dificultad para identificar la ocupación del

independiente, ya que buena parte tiene multiocupación lo que los coloca
en diferentes exposiciones a riesgo variable poniendo en peligro la
suficiencia financiera del Sistema, pues se podría estar en presencia de un
infraseguro (cotice menos del riesgo al que se expone).

Qué pasa con la Alta Rotación: El trabajador independiente tiene una alta
rotación entre estar ocupado y estar desocupado. Lo que representa una
importante situación de períodos discontinuos de cotización, con
agravamiento en la definición del origen.

Plan de Beneficios por parte del Sistema General de Riesgos Profesionales:

Teniendo éste su responsabilidad principal en la prevención y no en la
indemnización, cómo llegar con actividades verdaderamente serias de
prevención al sector de independientes?

Han sido múltiples las alternativas que se han buscado: Afiliación del
trabajador independiente mediante la creación de asociaciones, crear un
fondo de solidaridad en el Sistema General de Riesgos Profesionales, crear
subsidios parciales, buscar que los contratistas (personas naturales),
independientes (contratos civiles, prestación de servicios) se afilian de
manera voluntaria contra su propio ingreso, con la misma clase de
cotización del contratante en las mismas condiciones en que está planeado
para las empresas temporales, etc… Todas estas propuestas son válidas,
pero quisiera esbozar algunas otras reflexiones, que en ningún momento,
insisto, pretenden generar tropiezos para el mismo, sino por el contrario
alimentar el debate, partiendo de reflexiones que apoyan el logro de
soluciones socialmente eficientes y económicamente viables.

1. La condición de independiente (tal como se ha planteado para este

artículo, en el que se incluyen informales), tiene una connotación muy
especial. Muchos trabajadores de este sector están en él, como
consecuencia de la situación de productividad empresarial y económica que
existe en el País. Por tanto, la opción de independiente no ha sido por
voluntad propia sino que es una alternativa de sobrevivencia en un
ambiente socio-económico difícil. Pensar entonces en cualquier modelo en
el que se involucre el pago por parte del independiente, debe ser
cuidadosamente estudiado.

2. La posibilidad de crear un fondo de solidaridad que entregue subsidios a

esta población hace pensar en la necesidad de equilibrar el Sistema de
Seguridad Social, pues muchas personas del sector independiente, hacen
parte del régimen subsidio(3) en salud (régimen que no paga incapacidad
temporal), así mismo una gran parte están en el régimen vinculado e
igualmente muchos de ellos no están en el sistema de pensión. En caso de
accidente de trabajo o enfermedad profesional, se tendría derecho al pago
de prestaciones económicas y si no se encuentran afiliados a los otros
sistemas, o se encuentran en el régimen sudsidiado en salud que no
reconoce incapacidad temporal, frente a la dificultad en el origen, se
pondría en desequilibrio financiero al Sistema General de Riesgos
Profesionales. Si a esto se le suma que el Sistema General de Riesgos
Profesionales no tiene copagos ni cuotas moderadoras, la situación de
acceso a los servicios del Sistema General de Riesgos Profesionales se
vería mucho más presionada. Finalmente no podría pensarse en eliminar el
pago de estas prestaciones económicas por parte de riesgos profesionales,
pues no tendría razón de ser, que el trabajador independiente cotice y
reciba menos beneficios que el total de afiliados al Sistema General de
Riesgos Profesionales.

3. De otra parte no se entiende la búsqueda del ingreso de los trabajadores

independientes al Sistema General de Riesgos Profesionales, sabiendo que
mucha de esta población no se encuentra asegurada en el Sistema de
Salud. Prueba de ello es el importante número de vinculados(4)que existe
en dicho Sistema. El Sistema de Seguridad Social de Salud es de primer
nivel en cualquier aseguramiento social, máxime cuando al estar el
independiente por fuera de la salud, lo está igualmente su familia, con las
consecuencias que ello trae. No sería lógico pensar en el ingreso a riesgos
profesionales, cuando hay un sistema de mayor necesidad sin cobertura.

4. De otra parte el financiamiento en salud, tanto por los trabajadores

independientes que puedan encontrarse en el régimen contributivo, como
por los informales que puedan estar en el subsidiado, no se encuentran en
riesgos por la atención de este tipo de eventos, pues como los
independientes nunca en la historia han estado afiliados al Sistema General
de Riesgos Profesionales, las tablas de frecuencia de la morbilidad
definidos para el cálculo de la UPC5 en salud, ya incluían todo este tipo de
eventos. Paradójicamente, correría más riesgos el Sistema General de
Riesgos Profesionales entregando cobertura a una población para quien los
fines de prevención no serían tan evidentes y para quien los estudios
técnicos que se han planteado tanto de origen, variabilidad de riesgos
como de ingreso salarial, no son claros. No puede ser como algunos lo han
propuesto, una simple extrapoblación del financiamiento que a la fecha
existe para el sector formal en el Sistema General de Riesgos Profesionales
pues como se ha anotado los supuestos en el aseguramiento son muy
diferentes.

Algunas conclusiones.

En el momento actual, no se debería estar hablando de un régimen

subsidiado en riesgos profesionales para el sector de independientes, pues
sería un sofísma técnico de distracción, asumir que solamente con un
fondo solidario constituido por aportes de pensiones, salud y riesgos
profesionales, sin equilibrar los otros sistemas, pueda tener dicha
propuesta eficiencia social y viabilidad financiera. Máxime en la situación
actual de déficit fiscal y de deterioro en la economía. No sería más
prudente destinar esfuerzos y recursos a una reactivación del empleo o a
permitir la disminución del número de vinculados del régimen de salud? O
a buscar mecanismos para diminuir la carga que hoy por hoy tienen
algunos independientes que, aportando al Sistema de Seguridad Social,
deben de su propio ingreso cancelar el 12% para salud, 13.5% para
pensiones y 10% de retención en la fuente?

Si la propuesta es que sea él mismo quien lo cancele, igual habría que

equilibrar los Sistemas, lo que lleva indudablemente a buscar mejores
momentos económicos y sociales para los trabajadores del país, pues dicha
erogación podría afectar su ingreso y capacidad adquisitiva.

Valdría la pena pensar si es el Sistema General de

Riesgos Profesionales la prioridad que tendría el
sector de independientes en el momento actual.
Siendo el independiente su propio empleador y
sometiéndose él mismo al riesgo, no sería justo
que se le aumenten las erogaciones contra sus
ingresos, todo lo contrario de debería ayudar a
mejorar las condiciones salariales, permitiéndole
mayor capacidad de ahorro, mantener su
capacidad adquisitiva, en fin buscando que el
salario cumpla con la función social que
corresponde. Ello se reitera, implica una
responsabilidad social que va ligada a soluciones
de otro orden. Esto no es problema de
Administradora de Riesgos Profesionales, es un
problema de Sistema, es una situación de Estado.

1 Para este artículo, se incluyen independientes e informales.

2 Se entiende, con algunas excepciones, accidente de trabajo como "todo

suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo, y
que produzca en el trabajador una lesión orgánica, una perturbación
funcional, una invalidez o la muerte. Es también accidente de trabajo aquel
que se produce durante la ejecución de órdenes del empleador, o durante
la ejecución de una labor bajo su autoridad, aún fuera del lugar y horas de
trabajo. Igualmente se considera accidente de trabajo el que se produzca
durante el traslado de los trabajadores desde su residencia a los lugares de
trabajo o viceversa, cuando el transporte lo suministra el empleador" y
enfermedad profesional como "todo estado patológico permanente o
temporal que sobrevenga como consecuencia obligada y directa de la clase
de trabajo que desempeña el trabajador, o del medio en que se ha visto
obligado a trabajar, y que haya sido determinada como enfermedad
profesional por el gobierno nacional", Artículos 10 y 11 del D.L. 1295 de
1994.

3 El Sistema de Salud atiende enfermedad general y maternidad, tiene tres

subsistemas a). Contributivo: Administrado por las EPS (Entidades
Promotoras de Salud) para quienes como independientes ganen más de 2
SMLV y para el sector formal de la economía. Entrega un plan de beneficios
denominado POS (Plan Obligatorio de Salud) incluye licencia de maternidad
y pago de incapacidad temporal b). Subsidiado: Administrado por EPS
-algunas- y ARS (Administradoras del Régimen Subsidiado) para población
definida como pobre y vulnerable, identificada por el SISBEN. Entrega un
plan de beneficios denominado POS-S (Plan Obligatorio de Salud
Subsidiado) no pago licencia de maternidad y no paga incapacidad
temporal y c). Vinculado: Para aquellas personas que no están ni en el
contributivo ni en el subsidiado (ejm: Empleada del servicio doméstico que
se retira de trabajar. Puede que no clasifique para el régimen subsidiado,
pero tampoco tiene la capacidad de cotizar sobre 2 SMLV para poder
ingresar al régimen contributivo) en este régimen, la totalidad de los
gastos de salud en los que se llegue a incurrir como consecuencia de una
enfermedad, son por cuenta de dicha persona.

4 Existe en el régimen contributivo unos 14 millones de colombianos, 8

millones en el subsidiado y por tanto unos 18 millones en el vinculado. (cfr.
Documento, Minsalud. Comisión séptima H. Cámara de Representantes, 28
de mayo de 1999).

UPC: Unidad per cápia (Unidad de Pago por capitación), es la unidad de

financiamiento que recibe la EPS por cada uno de sus afiliados. Lo mismo
opera para el régimen subsidiado y se denomina UPC-S.
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La ley 100 de
1993 fue la
base para que
se
estructurara el
Sistema de
Riesgos
Profesionales
y fue el
Decreto 1295
de 1994 quien
definió cómo
operaría este
sistema en las
empresas
colombianas. 
En diciembre
del 2002 se
expidió la ley
776 donde se
dictan normas
sobre la
organización,
administración
y prestaciones
del Sistema
General de
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cargadas del
control y
vigilancia del
sistema como
el Ministerio
de Protección
Social.

El Sistema
General de
Riesgos
Profesionales
tiene un fin
básico:
Prevenir,
proteger y
atender a los
trabajadores
de las
enfermedades
y accidentes
de trabajo.
Las
actividades
que se
desarrollan
para lograr
este fin
común son:

 Mejorar los
lugares de
trabajo para
evitar los
accidentes y
las
enfermedades
.

 Establecer
procesos de
trabajo
seguros y
entregar los
elementos de
protección
personal
cuando sea
necesario.

 Atender el
trabajador en
caso de
presentarse
un accidente
de trabajo o
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nominadas
Entidades
Promotoras de
Salud que
administran el
sistema, los
riesgos
profesionales
tienen las
llamadas
Administrador
as de Riesgos
Profesionales
ARPs, para
atender lo
relacionado
con la
prevención y
atención de
accidentes y
enfermedades
de trabajo.

El pago
definido por la
ley para el
Sistema
General de
Riesgos
Profesionales
es asumido
completament
e por la
empresa. A
diferencia del
Sistema de
Salud y de
Pensiones
donde el
trabajador
también
aporta.

La
responsabilida
d del Sistema
General de
Riesgos
Profesionales
es compartida
entre la
empresa, la
ARP y el
trabajador. La
empresa afilia
a todos sus
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 o se
enfermen por
causas propias
de su trabajo.

El trabajador
acata las
normas de
seguridad y
prevención de
la empresa y

Más artículos
Cubrimiento del Sistema de Riesgos profesionales
El sistema de seguridad
social en Colombia.
Cuando uno se encuentra trabajando para una empresa, sin Marco General
importar su tamaño, una inquietud frecuente es sobre los riesgos
a los que se esta expuesto en el desarrollo de las actividades
laborales.  Enlaces de
interés
El Estado dirige, coordina y vigila el funcionamiento del Sistema de
Riesgos Profesionales. Y son las ARPs, las encargadas de la Conozca toda la
legislación relacionada
cobertura y la administración del sistema. con el Sistema General
de Riesgos
Toda empresa deben estar afiliada a una sola Administradora de Profesionales en
Colombia
Riesgos Profesionales. Así mismo, el pago total de la cotización
corre por cuenta del empleador y es este quien define cuál ARP
cubrirá los riesgos profesionales de su empresa.

Es importante que usted como trabajador conozca que la

cobertura en riesgos profesionales, se inicia al día siguiente de sus
afiliación por parte de la empresa a la ARP. Es necesario que el
trabajador este afiliado a la Administradora de Riesgos
Profesionales antes de iniciar sus labores en la empresa.

La afiliación al Sistema General de Riesgos Profesionales es

obligatoria para todos los trabajadores dependientes del país,
tanto del sector público como privado.

El estar cubierto por la ARP significa: que tenemos derecho a la

atención médica en caso de presentarse un accidente de trabajo o
una enfermedad profesional y al reconocimiento de las
prestaciones económicas que puedan generarse por estas causas.
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nsabilidad del autocuidado y protección.

ABC
ARP: Administradora de Riesgos Profesionales
ATEP: Accidente de Trabajo y Enfermedad Profesional

Base de cotización salud, pensión y riesgos

profesionales

La ley 100/93 dispone que la base de cotización de las

personas vinculadas mediante contrato de trabajo o como
servidores públicos, afiliados al Sistema General de
Seguridad Social en Salud, será la misma contemplada en
el Sistema General de Pensiones que establece la misma
norma. Por su parte, el decreto ley 1295/94 señala que la
base para calcular las cotizaciones al Sistema General de
Riesgos Profesionales es la misma determinada para el
Sistema General de Pensiones de la ley 100 y sus
reglamentos. En este orden de ideas, como las normas
antes señaladas disponen que la base para calcular las
cotizaciones a los sistemas generales de salud y riesgos
profesionales es la misma determinada para el Sistema
General de Pensiones, es evidente que el tope máximo de
cotización es la actualidad es 25 salarios mínimos
legales mensuales vigentes, límite fijado por la ley
797/03.

Continúa vigente el artículo 51 del decreto 1295 de 1994:

"Monto de las pensiones. Ninguna pensión de las
contempladas en esta ley podrá ser inferior al salario
mínimo legal mensual vigente, ni superior a veinte (20)
veces este mismo salario."

Derechos y deberes del trabajador

Así como en la constitución política de nuestro país están establecidos unos deberes
y unos derechos, en nuestras empresas como trabajadores también tenemos
derechos y responsabilidades relacionadas con nuestra seguridad y protección
laboral.

DEBERES

- Procurar el cuidado integral de su salud.

- Suministrar información clara, veraz y completa sobre su estado de salud.

- Cumplir las normas de seguridad e higiene propias de cada empresa.

- Participar en la prevención de los riesgos profesionales mediante las actividades
que determinen de manera conjunta la empresa y la ARP.

DERECHOS

- El primero es el derecho a un proceso de inducción y de entrenamiento en

seguridad pues antes de iniciar cualquier ocupación es obligación del empleador
informar sobre las políticas y las medidas de seguridad de la empresa, sobre los
factores de riesgo propios de la actividad económica y los específicos al oficio, al
igual que la forma de prevenirlos y controlarlos.

- Otro derecho que tenemos como trabajadores es la garantía de la salud y la

seguridad desde el principio. Identificando los factores de riesgo de cada trabajo y
controlando la fuente de esos riesgos.

- Si una maquinaria presenta fallas mecánicas, es necesario antes de ponerla a

trabajar, garantizar su buen mantenimiento y colocar sus guardas de protección.

- Si en las condiciones de trabajo dentro de la empresa, existe un factor de riesgo

como el ruido, es necesario usar elementos de protección auditivos.

- La inducción y el entrenamiento de una persona que ingresa a una empresa o que

es cambiada de puesto de trabajo debe ser integral, es decir, debe abarcar aspectos
como la seguridad, la calidad y la productividad.

- Conocer las normas de seguridad es una condición necesaria para el desarrollo de

la ocupación del trabajador y en consecuencia, el logro de buenos resultados para la
empresa. Esto quiere decir que la realización de un trabajo bien hecho necesita que
se haga con calidad y seguridad.

- Conocer claramente nuestro oficio y estar capacitado para hacerlo, es la mejor

forma de prevenir los accidentes de trabajo.

Responsabilidad Civil

La prevención de los riesgos profesionales en

el Sistema colombiano

es responsabilidad del
empleador. Así lo
establecen entre otros,
el Decreto Ley 1295 de
1994 en su Artículo 56
y la Circular Unificada
de la Dirección Técnica
de Riesgos
Profesionales a través
de los cuales se asigna
al empleador la
obligación de establecer
y ejecutar de forma permanente el programa
de salud ocupacional, dotar a los trabajadores
de los elementos de protección personal
idóneos para el ejercicio de su labor y
garantizar que las mismas se realicen en
ambientes de trabajo saludables.

En el momento en que ocurre un accidente de

trabajo o se diagnostica una enfermedad
profesional, el Sistema General de Riesgos
Profesionales, a través de la ARP, pone a
disposición del empleado accidentado todos
sus beneficios. Es decir, se garantiza la
prestación de todas las atenciones
asistenciales que requiera el afiliado,
buscando la reincorporación al aparato
productivo del país.

En ese lapso, y mientras le sea imposible

desempeñar su actividad, asume el pago de
los salarios que se vayan causando, y en caso
de requerirlo, asume las indemnizaciones o
las pensiones que la Ley contempla.

Cabe advertir, que las coberturas se

determinan ajustándose a las previsiones que
la Ley hace sobre la materia, y que en
algunos casos, los daños causados a los
empleados o a sus herederos, son superiores
a los que la Ley le indica a la ARP que debe
pagar.

A través de las brigadas de primeros auxilios,

que deben tener los empleadores al interior
de sus organizaciones, se debe brindar la
atención de urgencias en el sitio del
accidente. De igual forma, y tal como lo
establece el Artículo 21 del Decreto Ley 1295
de 1994, es obligación del empleador poner
en conocimiento de la ARP, de la ocurrencia
del accidente de trabajo o la enfermedad
profesional mediante los formatos diseñados
para tal efecto.

No son pocas las obligaciones con las que

carga el empleador, dirigidas directamente a
que el empleado conozca sus obligaciones, y
lo que es más importante, las cumpla.

Esta premisa es el desarrollo de la obligación

que tiene el empleador de realizar la
prevención de los riesgos que él pone en
marcha. Si el empleador es el encargado de
identificarlos, la prevención deberá realizarla
conjuntamente con el empleado. Es por ello,
que tiene la obligación de entregar los
elementos de protección personal, instruir a
los empleados en su utilización y reponerlos
cuando sea necesario. Además, debe utilizar
las herramientas con que cuenta al interior de
la relación laboral para hacer cumplir a sus
empleados las obligaciones de su cargo.

De conformidad con lo anterior, la delegación

que hace el empleador de la prestación de los
servicios de prevención y asistencia en riesgos
profesionales, no lo libera de sus obligaciones
con los trabajadores o los terceros que le
presten un servicio como son los trabajadores
en misión o contratistas, en relación con los
cuales estará obligado a indemnizar los
perjuicios que cause cuando se compruebe
que una conducta antijurídica de su parte
desencadene un riesgo laboral.

Este es un mensaje para no exponerse al peor de

los riesgos

¿Qué es la Elusión?
Con el fin de disminuir el monto de los aportes al Sistema de
Riesgos Profesionales, la persona responsable reporta datos que no
corresponden al valor real de los ingresos o de la clase de riesgo.

¿Qué es la Evasión?
Es cuando la persona responsable de afiliar los trabajadores y
trasladar los aportes a la seguridad social, no realiza ni la afiliación,
ni el pago del aporte. De esta forma incumple totalmente la
obligación.

¿Por qué la evasión y la elusión son el peor de los riesgos?

Porque se está exponiendo a las consecuencias de accidentes de
trabajo y enfermedades laborales sin ningún tipo de protección o
protección parcial por parte del Sistema de Riesgos Profesionales.

El empleador al igual que el trabajador queda sin el amparo debido,

al estar sujeto a juicios de responsabilidad civil más las sanciones
jurídicas, indemnizaciones y pagos por hospitalización, muerte o
invalidez del trabajador.

¿Qué consecuencias tiene la Evasión y la Elusión?

La ley dispone que todo trabajador debe estar afiliado
obligatoriamente al Sistema de Riesgos Profesionales
decreto 1295 de 1994).

El empleador se perjudica a sí mismo

al no realizar el pago porque el primer
expuesto al riesgo es él. Además de