Chancho Va 2.pdf Versión 1
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Cuadro de valores
Trabajo con valores:
actitudes saludables en
la vida cotidiana ....... 69
Los trabajos Los animales Los transportes
Historieta de Mauro Serafini: Historieta de Mauro Serafini: Historieta de Mauro Serafini:
“Los trabajos” ........................................ 70 “Los animales” ....................................... 94 “Los transportes” ....................... 118
Cuadro de valores
Trabajo con valores: cuidado
de la salud, protección del Sol ....... 212
Prácticas del Lenguaje
S
EFEMÉRIDE Fichas 1. Chancho Va… ¡A segundo! Separación de palabras.
Ficha 2. Chancho Va… ¡A segundo! Confección de listas.
Ficha 3. (Cap. 1) Vocales y consonantes.
Ficha 4. (Cap. 1) Orden alfabético.
Ficha 5. (Cap. 1) Reconocimiento y uso de MB.
24 de Marzo Ficha 6. (Cap. 1) Reconocimiento y uso de MP.
Día Nacional de la Memoria por la Verdad Ficha 7. (Cap. 1) Reconocimiento y uso de NV.
y la Justicia .............................................................. 214 Ficha 8. (Cap. 2) Grupos consonánticos PL, FL, FR, TR.
Ficha 9. (Cap. 2) Grupos consonánticos GL, GR, PL, PR.
2 de Abril Ficha 10. (Cap. 2) Lectura de textos de tradición oral. Adivinanzas.
Día del Veterano y de los Caídos Ficha 11. (Cap. 2) Grupos consonánticos BR, BL.
en la Guerra de Malvinas ........................................215 Ficha 12. (Cap. 2) Uso de mayúsculas en los sustantivos propios.
Ficha 13. (Cap. 2) Sustantivos propios.
1.° de Mayo Ficha 14. (Cap. 3) Uso de adjetivos calificativos.
Día Internacional del Trabajador ............................ 216 Ficha 15. (Cap. 3) Descripción de personajes.
Ficha 16. (Cap. 3) Reconocimiento de CA, CO, CU, CE, CI.
25 de Mayo Ficha 17. (Cap. 3) Reconocimiento de QUE, QUI.
Aniversario del Primer Gobierno Patrio .................217 Ficha 18. (Cap. 3) Textos de tradición oral. Colmos.
Ficha 19. (Cap. 4) La rima.
20 de Junio Ficha 20. (Cap. 4) Género del sustantivo.
Día de la Bandera ................................................... 218 Ficha 21. (Cap. 4) Reconocimiento del número de los sustantivos.
9 de Julio Ficha 22. (Cap. 4) Género y número de los sustantivos.
Ficha 23. (Cap. 4) Formación de plurales.
Día de la Declaración de la Independencia ........... 219
Ficha 24. (Cap. 5) Los sinónimos.
17 de Agosto Ficha 25. (Cap. 5) Los antónimos.
Ficha 26. (Cap. 5) Uso de R y RR.
Paso a la Inmortalidad del General José
de San Martín ......................................................... 220 Ficha 27. (Cap. 5) Trabalenguas.
Ficha 28. (Cap. 5) Palabras con los dígrafos CH y LL.
11 de Septiembre Ficha 29. (Cap. 6) Uso de GA, GO, GU.
Día del Maestro .......................................................221 Ficha 30. (Cap. 6) Uso de GUE, GUI.
Ficha 31. (Cap. 6) Uso de GÜE, GÜI.
12 de Octubre Ficha 32. (Cap. 6) Reconocimiento de onomatopeyas.
Día del Respeto a la Diversidad Cultural .............. 222 Ficha 33. (Cap. 7) El uso de la coma en las enumeraciones.
Ficha 34. (Cap. 7) La carta.
10 de Noviembre Ficha 35. (Cap. 7) El correo electrónico.
Día de la Tradición .................................................. 223 Ficha 36. (Cap. 7) Aumentativos y diminutivos.
20 de Noviembre Ficha 37. (Cap. 8) Lectura y escritura de una receta.
Ficha 38. (Cap. 8) Reconocimiento de los verbos.
Día de la Soberanía Nacional ................................. 224 Ficha 39. (Cap. 8) Tiempos verbales.
Ficha 40. (Cap. 8) Tiempos verbales.
Matemática
Fichas 41. Chancho Va… ¡A segundo! Números en la vida cotidiana.
Ficha 42. Chancho Va… ¡A segundo! Cuadro de números hasta el 100.
Ficha 43. (Cap. 1) Ampliación del campo numérico hasta el 150.
Cha
Antología: Ficha 44. (Cap. 1) Ampliación del campo numérico hasta el 150.
ncho !!! Ficha 45. (Cap. 1) Sistema monetario: canje, composición y
va… ¡¡¡A leer descomposición de números.
Ficha 46. (Cap. 2) Construcción de tablas de cálculos aditivos
memorizados
Ficha 47. (Cap. 2) Situaciones problemáticas.
El flautista de Hamelin, Complementos de 10 y de 100.
versión de Nicolás Schuff ....................................226 Ficha 48. (Cap. 3) Ordenar, leer y escribir números hasta el 500.
Ficha 49. (Cap. 3) Resolución de problemas y análisis comparativo
de las diversas estrategias de suma.
El patito feo, Ficha 50. (Cap. 4) Escalas ascendentes y descendentes hasta el 600.
versión de Silvia Pérez ..........................................234 Ficha 51. (Cap. 4) Medidas de longitud convencionales.
Ficha 52. (Cap. 5) Números hasta 700. Descomposición
de sumas.
El gato con botas, Ficha 53. (Cap. 5) Doble y mitad.
versión de Sol Silvestre ........................................248 Ficha 54. (Cap. 5) Tablas de aumento proporcional.
Ficha 55. (Cap. 6) Resolver problemas de reparto y partición.
Ficha 56. (Cap. 6) Reconocimiento de elementos
La leyenda de la de los cuerpos geométricos.
Ficha 57. (Cap. 7) Multiplicación por la unidad seguida de 0.
Bella Durmiente, Ficha 58. (Cap. 7) Medidas de tiempo.
versión de Ficha 59. (Cap. 8) Medidas de peso.
Fabián Sevilla .............. 257 Ficha 60. (Cap. 8) Comparación de problemas de suma
y multiplicación.
Recortables
Fichas 58 a 64.
Fichas 1. (Cap. 1) La vida cotidiana de diferentes grupos Fichas 31. (Cap. 5) El sistema de transporte.
sociales en distintas sociedades del pasado. Ficha 32. (Cap. 5) Diferentes formas de acceder al transporte.
Ficha 2. (Cap. 1) Viviendas de distintos grupos. Ficha 33. (Cap. 5) Distintas formas de acceder al transporte.
Ficha 3. (Cap. 1) Roles de los niños en la época colonial. Ficha 34. (Cap. 5) Transporte de pasajeros.
Ficha 4. (Cap. 1) La vida cotidiana. Ficha 35. (Cap. 5) Transporte de pasajeros.
Ficha 5. (Cap. 1) La vida cotidiana. Ficha 36. (Cap. 5) Transporte de pasajeros.
Ficha 6. (Cap. 1) Normas de convivencia familiar. Ficha 37. (Cap. 5) Análisis de los medios de transporte
Ficha 7. (Cap. 1) ¡ABCiencias! Alfabetización científica. en la localidad.
Ficha 8. (Cap. 2) Reconocimiento de los cambios del cuerpo. Ficha 38. (Cap. 5) ¡ABCiencias! Alfabetización científica.
Ficha 9. (Cap. 2) La línea de tiempo personal. Ficha 39. (Cap. 6) Diversidad de plantas.
Ficha 10. (Cap. 2) Cuidado de la salud bucal. Ficha 40. (Cap. 6) Bulbos, tubérculos y raíces.
Ficha 11. (Cap. 2) Servicios de salud. Ficha 41. (Cap. 6) Necesidades y cuidados de las plantas.
Ficha 12. (Cap. 2) Actitudes saludables para la vida cotidiana. Ficha 42. (Cap. 6) Características de las semillas.
Ficha 13. (Cap. 2) Actitudes saludables para la vida cotidiana. Ficha 43. (Cap. 6) Características de las semillas.
Ficha 14. (Cap. 2) Actitudes saludables para la vida cotidiana. Ficha 44. (Cap. 6) El cuidado de las plantas.
Ficha 15. (Cap. 2) ¡ABCiencias! Alfabetización científica. Ficha 45. (Cap. 6) Necesidades y cuidado de las plantas.
Ficha 16. (Cap. 3) Los trabajos. Trabajadores y tecnologías. Ficha 46. (Cap. 6) ¡ABCiencias! Alfabetización científica.
Ficha 17. (Cap. 3) Los trabajos. Trabajadores y tecnologías. Ficha 47. (Cap. 7) Las comunicaciones. Medios individuales y
Ficha 18. (Cap. 3) Los trabajos. Trabajadores y tecnologías. medios colectivos.
Ficha 19. (Cap. 3) Los trabajos. Trabajadores y tecnologías. Ficha 48. (Cap. 7) Medios individuales y medios colectivos.
Ficha 20. (Cap. 3) Trabajo: artesanal e industrial. Ficha 49. (Cap. 7) La comunicación.
Ficha 21. (Cap. 3) Contaminación ambiental. Ficha 50. (Cap. 7) Medios de comunicación del pasado.
Ficha 22. (Cap. 3) ¡ABCiencias! Alfabetización científica. Ficha 51. (Cap. 7) La comunicación.
Ficha 23. (Cap. 4) Diversidad de estructuras utilizadas Ficha 52. (Cap. 7) Concientización del buen uso de los
en el desplazamiento. medios de comunicación.
Ficha 24. (Cap. 4) Diversidad de estructuras utilizadas Ficha 53. (Cap. 7) ¡ABCiencias! Alfabetización científica.
en el desplazamiento. Ficha 54. (Cap. 8) Los materiales y la luz. Propiedades ópticas.
Ficha 25. (Cap. 4) Diversidad de estructuras utilizadas Ficha 55. (Cap. 8) Las sombras y sus direcciones.
en el desplazamiento. Ficha 56. (Cap. 8) Las sombras y sus direcciones.
Ficha 26. (Cap. 4) Diversidad de estructuras utilizadas Ficha 57. (Cap. 8) Identificación de sombras.
en el desplazamiento. Ficha 58. (Cap. 8) Movimientos verticales y horizontales.
Ficha 27. (Cap. 4) Diversidad de estructuras utilizadas Ficha 59. (Cap. 8) Cuidado de la salud. Protección del Sol.
en el desplazamiento. Ficha 60. (Cap. 8) Identificación de sombras.
Ficha 28. (Cap. 4) Diversidad de estructuras utilizadas Ficha 61. (Cap. 8) Materiales translúcidos, opacos y transparentes.
en el desplazamiento. Ficha 62. (Cap. 8) Análisis del movimiento.
Ficha 29. (Cap. 4) Animales en extinción. Ficha 63. (Cap. 8) Movimientos horizontales y verticales.
Ficha 30. (Cap. 4) ¡ABCiencias! Alfabetización científica. Ficha 64. (Cap. 8) ¡ABCiencias! Alfabetización científica.
Introdu
cción a la
Unida ica:
d Pedagóg
Bloque B
(Continuidad de los contenidos
trabajados en Primer Grado - Bloque A)
Antes de leer
¿Qué materias podrían enseñarse en una
escuela de piratas?
10
El uniforme obligatorio del alumno pirata está
compuesto por un parche para cubrirle el ojo
izquierdo; una pata de palo con la que debe
practicar todos los días en la clase de gimnasia;
y un loro que continuamente debe caminar sobre
el hombro derecho del alumno pirata.
El loro, por su parte, debe aprender chistes
verdes, palabrotas y cuentos de loros, obvio.
Otra cosa que obligatoriamente debe aprender
el alumno, lo más importante, es el arte de exagerar.
No hay pirata que no exagere. Cuando un pirata
desembarca en un barco y va a una cantina a tomar
ron y a contar sus hazañas, tiene que agrandar
considerablemente sus historias. Si durante la travesía
en alta mar debió soportar leves vientos rotando
hacia el cuadrante norte, y casi se larga a lloviznar,
el pirata deberá contar en la cantina, a gritos y
echando escupitajos, una historia como la siguiente:
11
“Me encontraba parado sobre cubierta
tratando de arponear un terrible tiburón,
cuando una maldita ola más alta que el palo
mayor me levantó como a un corcho.
”Mientras iba cayendo vi con mis propios
ojos que el barco se quebraba en mil pedazos
al chocar contra un acantilado. Alcancé a
agarrarme de la trenza del cocinero chino, pero
enseguida los dos fuimos arrastrados por un
tifón que nos hundió hasta el mismísimo fondo
del mar, donde pude ver los monstruos más
increíbles que jamás se hayan visto.
”Creo que en algún momento perdí el
conocimiento. Cuando desperté, estaba en
una isla. Delante tenía una fuente con todos
los manjares que se puedan imaginar y
hermosísimas esclavas que me servían. Recién
allí me di cuenta de que los nativos me habían
designado rey de la isla…”
Ricardo Mariño
En Botella al mar. Buenos Aires: Editorial Alfaguara, 1999.
12
Luego de leer el cuento, conversamos.
Comprensión lectora. 13
Lista de útiles
Repasá la lista de materiales que escribió Agustina.
E M ILI A
NOS AE S C U E L A D E P I R
E A N OTÓ E N L ATA S .
M N O SE
ACA A
U
L
L
N
S
S C ST
ARI
T
P I RAT
LO A
ILADO
RO
UELA
ARC O
A
M
B
TI
ES
O RO S
FÓ N
Separación de palabras. 15
¡Cuántos clásicos!
Observá las tapas de estos cuentos clásicos. Luego,
encerrá con los colores indicados según corresponda.
Con el título.
Con la editorial.
Ahora, respondé.
Mi figu es la
número 65.
¿Cuándo usamos números? ¿Para qué los usamos todos los días?
¿En qué situaciones de la imagen hay números?
El número formado
10 + 10 + 10 + 10 + 1 + 1 + 1. por 10 dieces.
Ana está hablando con una amiga. Leé, mirá el cuadro y colocá
un ✓ en las afirmaciones correctas y una X en las incorrectas.
20 Problemas con la información en listas. Sumas de números iguales y redondos entre sí.
Otra competencia consistía en recoger pelotas. Buscá los pares
de pelotas según las consignas y pintalas como se indica.
20 25 50 13 30
13
17 17 25
20 12
5
6
16
5
30 13
50 12
10 1 10 5 20 1 5 34
1 5 50 1 5 26
1 5 32 1 5 24
1 5 10 1 5 40
Problemas con la información en listas. Sumas de números iguales y redondos entre sí. 21
HOLA CHICOS,
¿QUÉ LES PASA SÍ, NO
QUE ANDAN CON ESTAMOS HAY NADA
ESAS CARAS? ABURRIDOS, DIVERTIDO
PAPÁ. INVENTADO.
¿NADA
DIVERTIDO ESTARÍA
INVENTADO? GENIAL QUE TAMBIÉN LA
¿QUÉ LES INVENTEN LA COMPUTADORA,
GUSTARÍA QUE PLAYSTATION. Y LAS BARBIES Y
SE INVENTE? EL CINE. ¡Y EL FACEBOOK.
FÚTBOL!
¿BARBIES?
¿FACEBOOK? TOMÁS, ESAS
¿PLAYSTATION? ¿QUÉ VAMOS SÍ, CON COSAS NO
¿DE QUÉ ESTÁN A MERENDAR? HELADO DE EXISTEN,
HABLANDO, QUIERO UNA PISTACHO. NIÑOS.
CHICOS? DEBEN GASEOSA.
ESTAR CON
HAMBRE,
SEÑORA.
22
PUF, ¡QUÉ
ABURRIDA ES ESTA
SÍ, PODER PERO NIÑOS,
ÉPOCA COLONIAL!
IR AL KIOSCO Y ¡EN ESTA ÉPOCA
ME GUSTARÍA
COMPRAR COSAS HAY MUCHAS COSAS
VIAJAR AL
RICAS. DIVERTIDAS Y
FUTURO.
RICAS!
APARTE,
HAY MAZAMORRA, EN EL FUTURO,
PASTELITOS DULCES, SEGURAMENTE
Y MUCHAS COSAS VAMOS A SALIR
PARA JUGAR: EL ARO, EN LOS MANUALES
LAS BOLITAS, LA DEL COLE.
RAYUELA.
SÍ, ES
VERDAD.
RAYUELA CINE
FACEBOOK MAZAMORRA
PASTELITOS EL ARO
PLAYSTATION GASEOSA
23
Antes de leer
Los pomporerá
Había una vieja
virueja, virueja,
de pico picotueja
de pomporerá.
24
Tenía tres hijos
virijos, virijos,
de pico picotijos
de pomporerá.
Anónimo
25
Luego de leer la poesía, conversamos.
26 Comprensión lectora.
¡Todas las letras, todas!
Completá las letras que faltan en cada abecedario.
El abecedario
A C E I o alfabeto es el
conjunto ordenado
K M P de todas las letras.
R S X Z
Completá el cuadro.
b
k
p
g
y
Aa Aa Bb Bb
Dd Ee Ee Gg
Ll
Ss Ss VV
Xx Xx YY Yy
, , , abecedario,
con la de diario,
, , siguen su paso
y la , tan calladita,
se une sin atraso.
, , vienen detrás
con la , ¡qué lento va!,
la y la se mueven nadando
y a la dan un buen baño.
La y la las acompañan
pero la se quiere quedar
con la , la y la
que la esperan a tomar el té.
, , , casi al final,
hacen windsurf en el mar
con la que no se explica
lo que la y la le indican.
30
Remarcá las letras. Luego, respondé. ¡Los ejemplos te ayudan!
¿Cuáles son las letras que llegan hasta el techo del renglón?
¿Cuáles son las letras que llegan hasta la mitad del renglón?
¿Y cuáles son las letras que se escriben hacia abajo del renglón?
colonial mulato
peinetón caballero
familia cooial
mulatos peinetó
caballero familia
El abecedario: reflexión sobre la grafía de las letras. 31
Orden en la biblioteca
Los chicos de segundo están organizando la biblioteca del aula.
¿Te animás a poner en orden estas historietas sobre personajes
de la época colonial para que les resulte más fácil ordenarlas?
E SPAÑ OLE S
M UL ATO S
32 Orden alfabético.
El libro que todo lo sabe
Observá un diccionario con atención. Luego, marcá
con una X la definición correcta.
En el diccionario, ¿aparece
una única definición para
cada palabra?
¿Por qué se ordenarán
alfabéticamente las palabras
del diccionario?
E M P A N A D A
Q L Z D Z X P B
C E M B U D O O
A D O U P L K M
M M N O D U C B
P T A M B O R I
A Q W R E T Y L
N L J G F S L L
A L Á M P A R A
ciento
diez veinte diez
36 Ampliación del campo numérico hasta el 150. Análisis de relaciones cuantitativas entre los números.
Respondé mirando la recta numérica de la página anterior.
100 109
117
121
130
145
150 158
Ampliación del campo numérico hasta el 150. Análisis de relaciones cuantitativas entre los números. 37
Uso de billetes
Marisa, la abuela de Julia, trabaja en una perfumería. Para
pagarles a sus repartidores junta el dinero en diferentes sobres.
Observá y respondé.
¿Cómo resolvieron
Llegó el viernes y, como siempre, los últimos tres
Marisa anota en su planilla cuánto renglones? ¿Qué
dinero recaudó. Completala. dificultades
¡Podés ayudarte con la billetera! encontraron?
Días Total
Lunes 5 8 7
Martes 3 5 2
Miércoles 6 7 676
Jueves 1 0 150
Viernes 2 2 221
Ubicación de alumnos en el plano del aula. Uso del vocabulario preciso para indicar posiciones en un espacio 41
acotado. Trazado de trayectos de acuerdo con consignas.
La vida en familia
Observá las siguientes fotos. Luego, comentá
con tus compañeros.
44 Roles de los niños en la sociedad colonial. Los derechos como construcción histórica.
En las familias, como en la escuela o en un trabajo,
es importante respetarse para convivir mejor.
¿VISTE
QUE NO
¡NOOOOOOO!
??? DUELE
NADA?
ES
VERDAD,
DOC.
46
ACORDATE AHORA
DE COMER GRACIAS. TE TOCA IR
BIEN Y HACER AL DENTISTA,
DEPORTE. JUAN.
¡¿QUÉ?!
SÍ DOC,
GRACIAS.
VEO QUE
¡LOS DENTISTAS PASÁ Y TE LIMPIÁS
SON MUY SENTATE EN MUY BIEN LOS
MALOS! EL SILLÓN, DIENTES.
JUAN.
LO QUE
USTED
DIGA.
PERO
¿Pensás que son
TENÉS QUE En la historieta aparecen importantes los
COMER MENOS cuidados y consejos
DULCES, ¿EH? dos profesionales de la que recibe Juan?
salud. Ordená las letras ¿Por qué?
ERA COMO
YO DECÍA, ¡LOS
de cada rueda y escribí
DENTISTAS SON sus nombres de manera
MALÍSIMOS!
correcta.
E D A D
P I T E
A A S N
R T I T
47
Antes de leer
Sinforoso
A Sinforoso le empezó la picazón un jueves a la hora
de la cena, mientras comía una milanesa con papas
fritas. Estaba por dar el primer mordisco, cuando sintió
un cosquilleo en medio de la espalda, justo donde los
pequeños huesos de las vértebras forman la hilerita de
la columna. No le prestó demasiada atención, claro. Un
cosquilleo es una cosita de morondanga que no preocupa
a nadie, menos que menos a Sinforoso que tenía delante
un manjar apetitoso. Pero al segundo mordisco, el asunto
empeoró y le hormigueaba todo, desde el cuello hasta la
cintura pasando por las axilas y el ombligo. Sinforoso se
retorció un poco para un lado y para el otro, como una
lombriz alocada, pero siguió cenando la milanesa que
estaba deliciosa. Unos minutos y tres bocados más tarde,
no podía dejar de rascarse. Con todo se rascaba: con la
mano derecha, con la izquierda, con el respaldo de la
silla, con el tenedor, con el gato… Nada. No solo no se
le pasaba la comezón, sino que poco a poco se le iba
extendiendo por el resto del cuerpo. A la medianoche,
Sinforoso se rascaba como loco la nariz, las mejillas, los
hombros, los codos, las rodillas, la barriga, los dedos de
los pies, el... Bueno, todo. Por supuesto no pudo pegar
un ojo. La picazón no lo dejó dormir. Y eso que antes
de ir a la cama, se dio un baño bien caliente, tomó un
tecito de tilo y se puso pomada, talco, polvo antipulgas…
48
A la mañana siguiente, Sinforoso, rascándose como
un energúmeno, fue a la guardia del hospital. Le dio
bastante vergüenza rascarse en la sala de espera,
porque Sinforoso era medio timidón y porque todos
lo miraban torcido.
Cuando le tocó el turno, el médico lo revisó,
le hizo sacar la lengua y decir “AHHHH”, le escuchó
los latidos del corazón, le tomó la temperatura...
—Usted está sano —dijo finalmente el doctor.
—Pero me pica todo —insistió Sinforoso
rascándose la nuca con el estetoscopio y
la oreja con una palangana.
—Estas cosas así como vienen se van.
No se preocupe —lo tranquilizó el médico.
Sinforoso se fue del consultorio
desolado, arrastrando los pies. Y
rascándose, por supuesto. Se rascaba
contra las paredes, contra los árboles,
en la parada del colectivo, en los arteles
de “Prohibido estacionar”… Por las dudas
no volvió a comer milanesa con papas
fritas. Y bañó al gato (cosa que al gato
no le causó ninguna gracia).
49
Pero pasaban los días y la picazón no aflojaba. Y era tan
terrible que Sinforoso venció su timidez y le comentó su
problema a su único pariente (que vivía lejos, en Córdoba),
al vecino del piso de arriba, al del piso de abajo, al
encargado del edificio, a los compañeros de trabajo, a los
muchachos del café, al farmacéutico de la otra cuadra,
a la chica del kiosco… Y así fue consiguiendo un consejo,
un remedio casero, un amigo, una sonrisa…
Al poco tiempo Sinforoso volvió a comer milanesas con
papas fritas. Y dejó de bañar al gato (cosa que el gato
agradeció). Y lo más importante: dejó de rascarse. Porque
cada vez que empezaba a sentir un cosquilleo en el medio
de la espalda, hablaba con el pariente de Córdoba, con los
vecinos, con el encargado del edificio, con los compañeros
de trabajo, con los muchachos del café, con el farmacéutico
de la otra cuadra y sobre todo con la chica del kiosco, que
hacía que se olvidara de la picazón cuando le sonreía y le
preguntaba cómo estaba.
Liliana Cinetto
50
Luego de leer el cuento, conversamos.
¡El ejemplo
te ayuda!
axila
Comprensión lectora. 51
Grupos que no preocupan
Revisá con atención estas palabras y tachá
la que no es de la familia.
GRANO
GRILLO ATIGRADO
LIBRERO
LIBRAR LÚGUBRE
LIBRO
Familia de palabras en situaciones lúdicas. Grupos: GR, GL, CR, PR, BR. 53
¡Ja, ja, ja! ¡Qué risa que me da!
Leé los siguientes chistes.
BL BR
Ayerfuialdentistaymeencontróunacaries.
Paracuidarmisaludconsumomuchasverdurasyfrutas.
Mecepillolosdientesdespuésdecadacomida.
La oración es un
conjunto de palabras
que tienen un sentido.
Comienza con mayúscula
y termina con un punto.
56 Reconocimiento del concepto de oración. Uso correcto de las mayúsculas y del punto.
¡Adivinanzas corporales!
Leé las adivinanzas. Luego, escribí el número que le corresponde
a cada dibujo.
3 En el silencio
no te abandona,
sigue latiendo
todas tus horas.
No es lo mismo…
Viví la maratón en la ciudad
que Mara Tón vive en la ciudad.
No es lo mismo…
Me encanta China
que me enamoré de la china.
No es lo mismo…
Mar Chiquita
que la chiquita va al mar.
Damián Zain
Las personas que aparecen en la historieta se llaman Rosa y Lorenzo.
Observá nuevamente las imágenes y completá el cuadro.
¡Los sustantivos
propios se escriben
siempre con mayúscula!
200 201 202 203 204 205 206 207 208 209
210 211 212 213 214 215 216 217 218 219
220 221 222 223 224 225 226 227 228 229
230 231 232 233 234 235 236 237 238 239
240 241 242 243 244 245 246 247 248 249
250 251 252 253 254 255 256 257 258 259
260 261 262 263 264 265 266 267 268 269
270 271 272 273 274 275 276 277 278 279
280 281 282 283 284 285 286 287 288 289
290 291 292 293 294 295 296 297 298 299
300 301 302 303 304 305 306 307 308 309
310
$ $ $ $ $
72255 20 1 20 5
5 1 5 5 10 100 2 10 5
62353 50 1 40 5
10 2 2 5 8 50 1 50 5
21254 100 2 20 5
7 1 3 5 10 70 1 30 5
10 2 4 5 6 100 2 40 5
51459 70 2 20 5
10 2 1 5 9 10 1 30 5
11354 60 2 30 5
62 Construcción de tablas de cálculos aditivos memorizados (sumas y restas de dieces; complementos a 100
relacionados con los complementos del 10).
Problemas en el hospital
Resolvé los problemas. Luego, compará con tus compañeros.
D L M M J V S D L M M J V S D L M M J V S
1 2 1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 5
3 4 5 6 7 8 9 7 8 9 10 11 12 13 6 7 8 9 10 11 12
10 11 12 13 14 15 16 14 15 16 17 18 19 20 13 14 15 16 17 18 19
17 18 19 20 21 22 23 21 22 23 24 25 26 27 20 21 22 23 24 25 26
24 25 26 27 28 29 30
31 28 29 27 28 29 30 31
64 Medidas de tiempo. Uso del calendario. Relaciones entre días, semanas y meses.
Completá el cuadro con ayuda del calendario.
AGOSTO 1994
La mamá de Uma guardó la hoja D L M M J V S
del calendario del año en el que se 1 2 3 4 5 6
casó y rodeó ese día tan importante. 7 8 9 10 11 12 13
14 15 16 17 18 19 20
Completá las oraciones. 21 22 23 24 25 26 27
28 29 30 31
Medida de tiempo. Uso del calendario. Relaciones entre días, semanas, meses y años. 65
¡Qué grandes estamos!
Realicen las siguientes experiencias. Para ello necesitarán
1 calzado de cuando eran bebés (o la huella dibujada en un
cartón), papel, lápiz, goma, tijera, hilo, centímetro, una balanza.
Primera experiencia:
Remarquen sobre la hoja de papel el contorno
de su calzado de bebé y recórtenlo.
Hagan lo mismo con el calzado que tienen
puesto: remarquen su contorno y recórtenlo.
Comparen los dos moldes, ¿qué pasó?
¡Pueden medirlos con la regla!
Segunda experiencia:
Con ayuda de la seño, mídanse en el pizarrón.
Luego, apoyen la punta del hilo en donde hicieron
la marca, estírenlo hasta el piso y corten la medida.
Midan el largo del hilo con el centímetro.
Completá la información:
Mido centímetros.
Tercera experiencia:
Utilicen la balanza para pesarse. Registren su peso
actual y completen.
Ahora peso kilos.
Cuando nací pesaba kilos.
66 Reconocimiento de los cambios en el cuerpo desde el nacimiento hasta la edad actual (peso, medida, etc.).
¡Puedo solo!
Con el paso del tiempo no solo nuestro cuerpo cambia.
Pensá y completá.
Un bebé puede…
¡Nacío mi hijo
Lorenzo!
A los 6 años empecé
primer grado.
¿Qué opinan
sobre la actitud
de Facundo?
¿Por qué?
¡NO ME GUSTA
BAÑARME! ADEMÁS
FACU, ANDÁ A
NO QUIERO QUE ME
BAÑARTE QUE TE
PINCHEN. ¿ME TRAÉS
TENÉS QUE IR A
MÁS ALFAJORES, MA?
VACUNAR.
Instituciones: servicios de salud. Trabajo con valores: actitudes saludables en la vida cotidiana. 69
MARTÍN, ESTOY
TERMINANDO DE GRACIAS,
HORNEAR MÁS PAN, HOLA ME VIENEN
¿ME AYUDARÍAS A SR. JULIÁN, BIEN PARA
ENTREGAR UNOS ACÁ LE TRAIGO RECUPERAR
PEDIDOS? LAS GALLETAS FUERZAS.
CLARO QUE PIDIÓ.
QUE SÍ,
MANUEL.
¡MIRÁ EL
ZAPATOTE QUE
TUVE QUE ACÁ ESTÁ
ARREGLAR HOY! EL TALLER
DE AUTOS DE
¡PUF! PEPE.
HOLA
MARTÍN, ¿QUÉ MIRÁ, HOY UN HOMBRE
HACÉS POR CON DISFRAZ DE MURCIÉLAGO
ACÁ? ME TRAJO ESTE AUTO PARA
QUE LO ARREGLE.
LE TRAIGO
EL PEDIDO.
¡EL BATI
MÓVIL!
70
GRACIAS
HOLA MARTÍN, SOS
INGENIERA, ME UN GENIO.
PIDIÓ MANUEL
QUE LE TRAIGA
EL PEDIDO.
¡FAAAAA!
¡CUÁNTA GENTE
TRABAJA EN
ESTA FÁBRICA!
Y a vos, ¿de
¡PUFFFF!
¡DE TANTO VER
qué te gustaría
GENTE TRABAJANDO
Pintá del mismo color las trabajar cuando
YO TAMBIÉN ESTOY piezas del rompecabezas que seas grande?
CANSADO! formen los nombres de los
trabajos que aparecen en la
historieta.
ME
ZA TE
CÁ IN RA
CO
NI
PA GE
NIE
RO NA DE PA
RO
71
Antes de leer
¿Quiénes piensan que se mudan en este cuento?
¡Mudanzas! ¡Mudanzas!
Nadie sabe cuándo ni cómo empezó esta historia de mudanzas
en mi barrio…
¿Fue cuando la pescadería se instaló al lado de la florería?
¿Cuándo los novios dejaron de comprar flores?
Porque, ¿quién quiere regalar rosas con olor a merluza?
¿Y jazmines que huelan a atún?
La florista se mudó. Solo se fue a una cuadra. Se instaló al lado
de una zapatería. Esta vez no hubo ramos de azucena que olieran
a cuero. Ni alegrías del hogar con olor a suela de goma.
El aroma de flores llenó toda la cuadra. Y la fama de los zapatos
perfumados atrajo a muchos clientes que llenaron los dos negocios.
Al lado de la pescadería, el local quedó vacío. Hasta que abrió
sus puertas una farmacia.
72
Pero, ¿quién querría comer mariscos con olor a desinfectante?
¿O ponerse un termómetro que huela a pescado?
La farmacia y la pescadería también se mudaron. Se fueron
bien lejos uno del otro. Por suerte, siempre dentro del barrio.
El pescadero se fue a la misma cuadra que un negocio de
mascotas. Pero los gatos y pájaros enloquecieron. Maullaban,
se paseaban, revoloteaban y piaban atraídos por la fragancia a
pescado. Los veterinarios del negocio de mascotas tomaron sus
jaulitas y se fueron a un mejor lugar.
Hubo más mudanzas.
La farmacéutica se mudó cerca de una juguetería.
Inmediatamente se pusieron de moda los muñecos
doctores, las miniaturas de ambulancias y los
botiquines de primeros auxilios de plástico.
Una librería amenazó con mudarse. No
los convencía compartir la cuadra con un
restaurante. Aunque se llamaban “DEVORADORES
DE LIBROS”, las novelas románticas no se vendían
con olor a pesto. Las de aventuras tampoco si
olían a flan.
73
Y los clientes del restaurante solo pedían “sopa de
letras”. Y el “mil hojas” como postre…
La pescadería ahora se instaló cerca de una fábrica de
golosinas. Los padres estaban felices. Sus hijos querían
comer pescado de postre. Pero los turrones dejaron de
venderse. Parecía que tuvieran espinas…
Con el tiempo, todos se fueron acomodando. O
fuimos nosotros, los que vivimos aquí, los que nos
acostumbramos a la sinfonía de olores.
Ahora mi barrio es famoso por sus recetas de pescado
al chocolate. También por sus libros comestibles. Y por
sus remedios florales. Y por sus academias de bailes y
ferretería. Y por sus gimnasios donde mientras hacen
pesas se aprende idiomas.
Y por sus podólogos-psicólogos, que arreglan las uñas
de los pies mientras ayudan a resolver los problemas de
la cabeza. Y por los cerrajeros-dentistas, que tapan para
siempre las caries, hacen llaves para bocas habladoras y
ponen cerraduras que si alguien quiere forzar, gritan.
Y por, entre muchas otras cosas, los bazares de circo,
donde se puede comprar una fuente sobre una taza
sobre un jarrito o aprender a hacer equilibrio en la
cuerda floja sosteniendo una docena de platos finos…
Y por las agencias de casamiento-mudadoras, que no
solo encuentran la pareja ideal.
También los mudan al barrio de sus sueños...
Graciela Repún
74
Luego de leer el cuento, conversamos.
Comprensión lectora. 75
El flautista de Hamelin
Leé el cuento de la página 226 de la Antología. Luego, observá
las viñetas y contá junto con tus compañeros la historia.
1 2 3
4 5 6
7 8
9
El Rey lo miró
y soltó una
risotada, Muy enojado, el flautista Finalmente, con el primer
entonces… decidió… rayo de sol…
En las descripciones,
¿Qué otros personajes lo acompañan? los adjetivos acompañan
a los sustantivos y dan
detalles sobre cómo
son o cómo están. Por
ejemplo, casa grande;
Chancho feliz.
Era un joen
El Rey era
El flautista de Hamelin
Personajes:
SEÑOR
SEÑORA
FLAUTISTA
RATONES
78
(El flautista toca una cumbia, los ratones bailan a pata suelta).
Florencia Esses
En Teatro con los cuentos clásicos . Editorial Albatros, 2014.
1.
2.
3.
4. La C con la A, la O y la U
suena fuerte (carpintero,
5. cocinero, oculista). En
6. cambio, con la I y la E suena
suave (cine, cerealero).
Sol
Lucas
Olivia Valentino
Lectura e identificación de descripciones con el uso de adjetivos calificativos. Palabras con las sílabas CE, CI, QUE, QUI. 81
Bien colmados
Compartí con tus compañeros los siguientes colmos de trabajadores.
Graciela Repún
¿Cuál es el colmo
de un zapatero?
¿Cuál es el colmo
de un jardinero?
0 1 2 9
10 11 12 13 17 18
20 24
30 39
50
4 1 0 3 5
¡Ojo! Hay un número
que está en forma
vertical.
1 3 0 9 0
3 0 0 1 0
2 4 9 9 1
3 1 8 5 0
SOFÍA 1 3 9 1 2 5
100 1 10 1 10 1 10 1 9 10 1 10 1 5
100 1 50 1 14 5 164
MATEO
139 1 25 5
139 1 25 5 CARLA
10 1 10 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 139 5 100 1 30 1 9
1
25 5 20 1 5
139 1 10 1 10 5 159 164 5 100 1 50 1 14
159 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 5 164
129 1 45 5 215 1 27 5
116 1 58 5 142 1 49 5
pantalla
apagado
encendido y
borrado multiplicación
división
resta
igual suma
¿Qué es?
¿Para qué se usa?
¿Con qué materiales está hecho?
¿Se fabrica con grandes máquinas o pequeñas herramientas?
¿Se elabora en serie o es una pieza única?
No creo, tengo
mucho trabajo en el taller.
Me pidieron diez chalecos
para un grupo de danza.
SE ME FUE
A VECES
EL MICRO.
NECESITARÍA
SI CORRIERA RÁPIDO
SER FUERTE
COMO UNA CHITA
COMO UN
LO ALCANZARÍA
GORILA.
ENSEGUIDA.
LAS ÁGUILAS
SÍ QUE DEBEN
DISFRUTAR DEL
PAISAJE
DESDE ALLÁ
ARRIBA.
94
QUISIERA
SER DELFÍN Y
PODER NADAR
MEJOR QUE
NADIE.
UFFF, SI CUANDO ME
FUERA UN CERDO DAN LAS
NO ME RETARÍAN NOTAS DE LAS
POR VOLVER TODA PRUEBAS...
MANCHADA.
95
Antes de leer
96
Parece que se espantó
al ver el cambio de luces.
Por un monstruo lo tomó
y al suelo cayó de bruces.
97
Entonces volví y hablé
en la oreja de mi dino.
La gente decía: —¿¿Qué??
¡¡No va a entender ni un pepino!!
Elsa Bornemann
c/o Schavelzon Graham Agencia Literaria
www.schavelzon.com
98
Leé cada opción y señalá con una X la correcta.
Comprensión lectora. 99
Poéticamente
Buscá en la poesía “Paseo con dinosaurios” y completá.
Un animal:
Un medio de transporte:
Una fruta:
Un trabajador:
Un libro:
100 Comprensión lectora. Reconocimiento de las partes de una poesía: versos y estrofas.
¡Arrimate que riman!
Esta es otra versión del final de la poesía ¡Prestá atención
“Paseo con dinosaurios”. Leé y completá a la rima!
cada verso con las palabras de los carteles.
Al escuchar mi
mi dinosaurio
y, en amorosa ,
su amor me .
gigante elegante
Se casa la tortuga,
la madrina es una oruga.
Son estrofas cortitas, de solo dos versos cada una. Seguí los
pasos y completá las dos estrofas siguientes.
Está invitada la
La ballena gris
luces gente
monstruo piedra
pepino ojos
600 599
598
597
596
595
594
593
592
591
589 590
588
587
581 582 583 584 585 586
580
Si baja de 5 en 5:
600 –
Si sube de 2 en 2:
580 –
Si sube de 3 en 3:
580 –
Si baja de 10 en 10:
600 –
10 1 10 1 10 1 10 1 10 1 10 1 10 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
10 1 10 1 10 1 10 1 1 1 1 5 42
Luca resolvió de
esta manera:
76 2 34 5
76 2 4 5 72
72 2 30 5 42
Manuel escribió este cálculo:
Flor lo pensó así: 76 2 34 =
76 2 34 5
30 1 4 70 – 30 6–4
76 2 30 5 46
46 2 4 5 42 40 + 2 = 42
Resolución de problemas de suma y resta que involucran distintos sentidos de estas operaciones: unir, agregar, 109
ganar, avanzar, quitar, perder, retroceder. Comparación de diversas estrategias de resta.
Estimar resultados
Resolvé mentalmente y pintá los cálculos que dan más de 100.
Luego, comprobá con la calculadora.
35 1 50 58 1 60 20 1 80 150 2 50 140 2 20
80 1 12 60 1 80 100 2 8 90 1 28
Lucio
Felipe
Si sabemos que 30 + 30 + 30 = 90
Medidas de longitud convencionales. Utilización de la regla y cintas métricas para medir longitudes y conocer la 113
equivalencia entre metro y centímetro. Resolver problemas que impliquen medir y comparar medidas de longitud.
De aquí para allá
Los animales y los seres humanos nos desplazamos, es
decir, nos movemos de un lado a otro. Pero no todos lo
hacemos de la misma manera.
NADAN VUELAN
REPTAN CAMINAN
No tienen patas.
Sus patas son cortas
Se desplazan
y fuertes. Sirven
arrastrando su
para agarrarse a las
cuerpo.
ramas con firmeza.
Músculos muy
La melena lo ayuda a
fuertes que le
aparentar ser más
permiten correr a
grande de lo que es, y
gran velocidad.
también lo protege del
Patas anchas ataque de otro león, ya
y gruesas que que tienden a agredir
terminan en garras. en la garganta.
Materiales:
un recipiente transparente (una pecera, una botella de plástico
cortada al medio, etcétera), tierra fértil, ramas, plantitas y
piedras para decorar, insectos (hormigas, orugas, grillos,
lombrices), recipiente pequeño para el agua.
¿Qué opinan de lo
que dice la señora?
¿Está bien lucir
prendas fabricadas
¡SEÑORA! ¡AY, QUERIDA! ¿NO con animales?
¡ESOS ANIMALES VES QUE YA ESTÁN
LA VAN A MUERTOS?
¿Por qué?
MORDER!
Experiencias para observar conductas de animales. Trabajo con valores: animales en extinción. 117
A ESE
SEÑOR SE ¡SEÑOR,
LE CAYÓ SEÑOR, SU
ALGO. BILLETERA!
¡NO, SE
EL TAXI
SUBIÓ A ESE
PARÓ EN EL
BARCO!
PUERTO.
¡SEÑOR!
¡PUF!
AHÍ SE BAJÓ DEL SEÑOR,
BARCO Y SUBIÓ NECESITO QUE
A UN MICRO. SIGA A ESE MICRO.
TENGO QUE DEVOLVER
ALGO.
118
EL MICRO
PARÓ EN ESE
AEROPUERTO,
MIRE.
POR FAVOR,
¡SIGAMOS A
ESE AVIÓN!
¡MUCHAS
¡POR FIN
¡SEÑOR, GRACIAS!
LO ALCANCÉ!
SEÑOR! SOS UN
HABÍA PERDIDO
¡ESPERE! GENIO.
SU BILLETERA.
TOME.
T R A C T O R Y A S B
A V I Ó N Z P O B T A
X Z H A M I C R O H R
I B I C I C L E T A C
H E L I C Ó P T E R O
119
Antes de leer
Excursión
A Gimena le encantaba ir de excursión. Claro, ¿a quién no?
Imposible no soñar con las mochilas llenas de alfajores, galletitas,
caramelos, papas fritas y hasta sándwiches de milanesa.
¡Era fabuloso! Subir al micro grande. Saludar a los papás por la
ventanilla… “Chau mi amor, ponete el cinturón, portate bien, portate
bieeeeeen”. Arrancar. Sentir la vibración del motor como cosquillitas
en la panza y la voz de la seño contándolos por sexta vez.
—…veintisiete, veintiocho. Estamos todos. Chicos, vamos a viajar
alrededor de una hora. Nadie se levante de los asientos.
—¿Podemos empezar a comer?
Mientras masticaba un caramelo de limón, Gimena
miró por la ventanilla. Cuántos autos en la ciudad.
Rojos, grises, blancos, negros, todos en filita. Pasó una mamá en
bicicleta, con su hijito atrás. Gimena le hizo chau con la mano.
Después pasaron dos señores en moto, tan rápido
que en un instante se esfumaron en el aire de la mañana.
120
“También en las veredas hay mucha gente a esta hora”,
pensó Gimena mientras abría un alfajor. Un chico paseaba
una decena de perros de todos los tamaños. Y una hilera
de personas se subía a un colectivo rojo que parecía no
tener fondo.
Apenas dio el primer mordisco al alfajor, Gimena sintió que
algo le molestaba en el pelo. Sacudió la cabeza y un hermoso
peinetón de carey cayó sobre su vestido rojo. Se miró la ropa
y pegó un grito. ¿Y su guardapolvo? ¿Qué hacía, camino a
una excursión, con vestido de terciopelo largo hasta el piso
y un miriñaque que se le clavaba en las rodillas?
121
La calle ya no estaba repleta de autos. El único coche que se
desplazaba lentamente era un carruaje negro, tirado por caballos.
Adentro, dos señores con galera conversaban animadamente.
A Gimena le corrió un escalofrío.
—¿Dónde estamos? —le preguntó a Paola, su mejor amiga,
que lucía fabulosa con el vestido azul y la mantilla blanca.
—Ni idea —contestó ella, tranquila, mientras se abanicaba.
Un señor a caballo pasaba vendiendo plumeros.
Gimena la buscó a la seño, pero el enorme micro era ahora una
carreta destartalada, tirada por cuatro bueyes, donde no viajaba
nadie más que ellas. Las ruedas hacían mucho ruido sobre el
empedrado y la carreta se movía, para aquí y para allá.
—¡Las nueve han dado y sereno! —gritó un señor vestido de
negro, que caminaba lentamente sobre los adoquines desparejos.
“Las nueve…”, pensó Gimena preocupada. Una hora viajando.
Los chicos debían estar llegando al Museo. Ella quería estar allí
y no en esa carreta, por la calle angosta y barrosa.
—¡Llegamos! ¡Vamos, Gime! —la despertó la voz de la seño—.
¿No querés ir al Museo?
—¡Sí, seño!
Y se bajó de un salto del micro gigantesco, con olor a papa
frita. Se moría de ganas por conocer el Buenos Aires colonial…
Valeria Dávila
122
Luego de leer el cuento conversamos.
alegre
hermoso
enorme
bueno
E N O U T
U D Y Ñ E
R O A P I
E e con e e, guitar a,
e e con e e, ba il.
¡Mi a qué ápido uedan
las uedas edondas
del fe oca il!
Desde el lanzamiento,
hacía mucho tiempo
que no sentía el frío,
el calor ni el viento.
128
A veces solía
un poco extrañar:
—¿Qué día mi casa
volveré a pisar?
Miles de cometas
he visto pasar
y a los meteoritos
aprendí a esquivar.
Así contemplaba
los cielos cercanos,
las noches eternas,
los soles lejanos.
Un día lo llamaron
para que volviera:
—Se acabó el paseo,
la Tierra te espera.
Y fue recibido
con toda la gloria
el mono que ahora
figura en la historia.
María Martín
En VerZoos . Buenos Aires: editorial
La estación, 2010.
Chancho Llama
1 1
1 10 10
10 100 100
100
621 5 607 5
699 5 663 5
648 5 604 5
Instrucciones:
Cada jugador elige un color: rojo o verde.
El jugador que eligió ROJO, tira los dados y debe calcular el doble
de puntaje que obtuvo en los dados. Cada jugador pinta con el lápiz
rojo ese número en su tablero.
El jugador que eligió VERDE, tira ambos dados y también debe
calcular el doble de puntaje. Cada jugador pinta con verde ese
número en su tablero.
Si el número ya estuviera pintado, el jugador pierde
su turno y le toca al otro.
Gana el jugador que logre pintar mayor cantidad de casilleros.
4 6 8
10 12 14 24
16 18 20 22
2
¿Cómo completaron la
columna de las mitades? 8 16
¿Cómo harían para calcular
la mitad de 30? 10
20
Motos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cantidad
2
de ruedas
Semáforos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cantidad
3
de luces
Camionetas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cantidad
4
de ruedas
Manos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cantidad
5
de dedos
Inicio a la construcción de un repertorio multiplicativo. Problemas de aumento proporcional. Relaciones multiplicativas. 135
Problemas multiplicativos
Resolvé el problema escribiendo los cálculos necesarios para
llegar a la solución.
Análisis de la estructura de los medios de transporte en la localidad. Trabajo con valores. 141
Las plantas
MMM...
TARZÁN NO
CONOCER ESTA
PARTE DE LA
JUNGLA.
¡ESAS
¡¿EH?! PLANTAS
PERO... QUERER
¿QUÉ SER AGARRAR
ESTO? A TARZÁN!
¡TENER VOY A
QUE ANDAR SENTARME
CON MUCHO UN...
CUIDADO!
142
¡AUCH!
JUSTO
SENTARME
EN ESOS
CACTUS.
¡¡¡PLANTAS
CARNÍVORAS!!!
¡TE PEDÍ
VA A SER QUE REGARAS ¿EH?
MEJOR QUE LAS PLANTAS, ¿QUÉ
TARZÁN SE PABLO! PASÓ?
VAYA DE ACÁ.
143
Antes de leer
Paraíso de verano
Carmela vivía en una casa con jardín. A los vecinos
de la cuadra les gustaba pasar por la puerta de la casa de
Carmela y admirar sus flores y sus árboles.
Una tarde pasó Trini, la cocinera del barrio, y le dijo:
—Carmela, si vos querés que los jazmines crezcan
fuertes, tenés que agregarles dos tazas de agua, y esperar
a que la tierra las absorba. Luego, rocialas con dos pizcas
de agua de lluvia de verano mezclada con cuatro pizcas
de bruma de otoño. Después espolvorealos con un
poco de tierra de algún rincón de la casa. Cuando los
pimpollos florezcan, podés cortar dos o tres y servirlos
en la mesa en un lindo florero. Esa es la receta.
Otro día pasó Ricardo, un relator de fútbol, y le dijo:
144
—Carmela, ¡mirá! Anda una hormiga a paso firme, la sigue
su equipo atrás, están por pasar la línea de media cancha, peligro
de ataque al rosal. ¡Peligro, cuidado! Una de las hormigas acaba
de pincharse con la primera espina del tallo de la rosa roja. El rosal
ha evitado así el ataque. Debemos mejorar la estrategia de defensa
de nuestras plantas.
Al día siguiente pasó Antonio, el detective del barrio, enfundado
en su sobretodo y le dijo:
—Carmela, observa, ese es el secreto. Observa a través de mi
lupa. ¿Ves esta huella? Es pequeña, ¿acaso un niño pequeño ha
estado por aquí? Observa, por aquí hay pequeños pozos. ¿Acaso
los has hecho tú?, ¿tienes alguna pista de quién los ha hecho?
Observa, Carmela, observa. Son semillas de uvas. Corresponden
perfectamente con el dibujo de las semillas de mi manual.
Carmela se sorprendió pero no tanto, a su hijo
145
le encantaban las uvas y jamás se tragaba las semillas.
Pero ella nunca las veía en la basura. Antonio había
resuelto el caso.
A Carmela le gustaba mucho charlar con los vecinos.
Siempre tenía algo que aprender.
Un verano, los rayos del sol calentaban más que nunca.
Hacía tanto calor que la cocinera no quería prender el
horno, el relator de fútbol no quería ir a la cancha,
y el detective no quería ponerse su sobretodo para salir
a investigar.
Entonces, Carmela supo exactamente qué hacer para
—esta vez— ser ella quien ayudara a sus vecinos.
Desplegó varias lonas debajo del árbol con copa más
grande. Y se recostó a esperar.
Cuando pasó Trini, la cocinera, le dijo:
—Calculé la temperatura exacta para cocinar la mejor
siesta de verano. Regué el pasto con dos tazas de agua
de arroyo. Te invito a disfrutar de una copa de árbol.
Cuando pasó Ricardo, el relator de fútbol,
Carmela le dijo:
—¿Te gustaría pasar el entretiempo en esta área de
juego? Es ideal para planificar nuevas estrategias para
defenderse del calor.
Cuando pasó Antonio, el detective, Carmela le dijo:
—No busque más, todo indica que este es el lugar
exacto donde dormir la mejor siesta de su vida. Sin pistas
del calor veraniego. Puede guardar su lupa por un rato.
Así fue que gracias a las recetas y los consejos de
sus vecinos, el jardín de Carmela se transformó en un
paraíso de verano, al menos por un rato.
Florencia Esses
146
Luego de leer el cuento, conversamos.
¿Por qué les gustaba a los vecinos pasar por la casa de Carmela?
¿Quién era Trini?
¿A qué se dedicaba Ricardo? ¿Y Antonio?
¿Qué sucedió una tarde de verano?
¿Qué decidió hacer Carmela?
Delante de la y de la se escribe A I
OEU
una para que suene suave.
148 Letra G. Sistematización y comprensión de convenciones ortográficas: GA, GO, GU, GUE, GUI.
Plantamos palabras
Completá las palabras de las plantas con GÜE o GÜI,
según corresponda.
anti dad
ye ta
para ro ci ña
a ta
desa
len ta
pin no
Cuando después de
G va UE o UI, la U no
se pronuncia, salvo
cuando lleva diéresis.
Por ejemplo, pingüino.
Un señor va al doctor
y le dice: “¡Hola, doctor! no como, ni
Sabe que no duermo… tomo agua.
¡Hola!
¿Cómo Bien, estaba
Ahh…
estás? mirand…
¿? ¡Llegó la
primavera!
¡BOI N G!
C!
¡CRA
Las palabras
que representan
¡RING! sonidos se llaman
onomatopeyas.
0 10 20 30 60 90
400 430
600
800
156 Cuadro de números de 10 en 10 desde 0 hasta 800. Escritura, lectura y orden de números hasta el 800.
Mirá el cuadro de la página anterior y colocá V (verdadero)
o F (falso) según corresponda.
El posterior a 554.
El anterior a 731.
564
158 Resolver problemas de reparto y partición por medio de diversos procedimientos —dibujos, marcas, números y cálculos—.
Esta tabla muestra la cantidad de ruedas que
tiene un triciclo. Completala.
TRICICLOS 1 2 3 4 5
RUEDAS 3 18 21 30
Resolver problemas de reparto y partición por medio de diversos procedimientos —dibujos, marcas, números y cálculos—. 159
Cuerpos geométricos
Uní cada cuerpo con la huella que dejó. Luego, escribí en el
recuadro de cada figura su nombre.
¿Quién dijo, quién dijo? Observá el cuerpo que tiene cada nene.
Luego, escribí en el cartel el nombre del niño que dijo cada frase.
y no rodantes .
cara
Instrucciones:
La maestra piensa un cuerpo geométrico sin decir de cuál
se trata.
Los alumnos pueden hacer preguntas pero la maestra
solo podrá responder por “Sí” o por “No”.
Gana el equipo que adivine mayor cantidad de veces.
FLOTANTES
Tipo de tiene
es peluda es pinchuda es pegajosa es l iviana es alada cáscara
dispersión
viento
agua
animales
Necesidades y cuidados de las plantas. Experiencia: movimientos autónomos hacia la luz. 165
Trabajo con valores: el cuidado de las plantas.
HOLA ABU, ELLA ERA
QUERÍA QUE ME VECINA MÍA Y LA
HOLA FRAN,
CUENTES CÓMO VEÍA PASAR POR
¡QUÉ LINDO QUE
FUE QUE INVITASTE MI PUERTA. ASÍ QUE
VENGAS DE
A SALIR A LA UN DÍA LE ESCRIBÍ
VISITA!
ABUELA. UNA CARTA.
NO, ELLA
UNA ESTUDIABA
CARTA DE TÍO JUAN, CONMIGO EN LA
AMOR, ¡QUÉ ¿CÓMO FUE FACULTAD, Y UN DÍA
ROMÁNTICO! QUE LA INVITASTE CONSEGUÍ SU
COMO EN LAS A SALIR A LA TÍA? TELÉFONO Y
NOVELAS. ¿LE ESCRIBISTE LA LLAMÉ.
UNA CARTA?
ELLA
¡QUÉ LINDO! TRABAJABA
ME IMAGINO QUE PAPI, EN LA MISMA
DEBÍAN PASAR ¿CÓMO FUE OFICINA QUE YO,
HORAS Y HORAS QUE INVITASTE Y NO ME ANIMABA
HABLANDO. A SALIR A A HABLARLE...
MAMÁ?
166
NOS
...ASÍ CONOCIMOS
QUE UN DÍA POR FACEBOOK Y
LE MANDÉ UN PADRINO, UN DÍA LE MANDÉ
MAIL CON LA ¿CÓMO UN WHATSAPP PARA
COMPU. INVITASTE SALIR A TOMAR
A SALIR A TU ALGO.
¡GENIAL! NOVIA?
¿EH?
Y SÍ, LA
ME PARECE ALGUIEN PASÓ
TECNOLOGÍA
QUE VOS Y YO UNA CARTA POR
AVANZA MUY
ESTAMOS MÁS ABAJO DE LA
RÁPIDO.
MODERNIZADOS PUERTA.
QUE EL RESTO.
ES DE UN
COMPAÑERITO MÍO. Pintá el camino para formar
ME INVITA A TOMAR
UN HELADO. PARECE los nombres de los medios ¿Cuál es tu medio
QUE HAY COSAS de comunicación que se
QUE NO PASAN de comunicación
DE MODA. mencionan en la historieta. favorito?
¡El ejemplo te ayuda! ¿Por qué?
T O N C A O
E F O M R L
L É M S T A
O K F T M T
O M A L A S
B E C O I L
167
Antes de leer
Cambios
—¡Cuidado! Eso no es un juguete.
El señor Aguirre saltó de su silla para detener a Gabriel
y Paloma. Sus nietos estaban curioseando en su antiguo
combinado.
—Y no —respondió Gabriel—, sería un
juguete muy aburrido, no hace nada.
¿Qué es esto?
—Es un combinado —respondió
el señor Aguirre con paciencia.
—¿Combinado? ¿Y qué combina?
—preguntó Paloma haciéndose la
graciosa.
—Se llamaban así porque
combinaban dos aparatos, era una
radio y también un toca-discos.
—¡Qué nombre gracioso!
—dijo Paloma—, toca-discos…
Yo soy un toca-cabeza.
Y diciendo esto, comenzó a darle
golpecitos en la cabeza
a su hermano.
—Salí, pesada —dijo Gabriel.
—Bueno, soy una toca-panza
—y comenzó a hacerle cosquillas.
—¡Basta!
—Pórtense bien chicos
—intervino el señor Aguirre.
168
—¿Y para qué sirve un toca-discos, abuelo? —preguntó Gabriel.
—¿Para qué va a ser, nene? —dijo Paloma canchera—, para tocar discos…
—Pues sí —respondió el abuelo—, “toca-discos” quiere decir que los
hace sonar, en otras palabras, es un reproductor de música.
—Ahhhhhhhh— dijeron los dos chicos al mismo tiempo, porque
Paloma tampoco estaba del todo segura.
—Con la radio escuchábamos las noticias, en realidad mis padres
escuchaban las noticias, a mí me gustaban los radio-teatros, que eran como
las novelas y las series de televisión de hoy pero sin imágenes, solo el sonido.
—¿Sin imágenes? Pero no podías ver a los actores… ¡era horrible!
—Al contrario, era mucho mejor, uno les ponía las caras que quería,
había que usar la imaginación.
—¿Entonces todo este aparato hace lo mismo que mi mp3? —dijo
Gabriel, y sacó del bolsillo un dispositivo tan pequeño como uno de sus
dedos.
—Digamos que sí —respondió el abuelo.
—Pero tiene que hacer algo más ¿no? —preguntó Paloma—. No sé,
cocinar, ¡es un aparato muy grande!
—Sí, es grande y no, no hace nada más. Por supuesto no cocina. La
tecnología ha cambiado mucho, ahora todo es más chico. Los aparatos
son más chicos, los autos son más chicos, las casas son más chicas, vas
a comer afuera y te dan platos más chicos, todo es más chico… yo me
pregunto si algún día las personas no van a venir más chicas.
169
—Abuelo…, ¿y tenés también los discos de este
aparato? —preguntó Paloma.
—Sí, Paloma.
El señor Aguirre trajo un par de discos vinilos.
—Uau, son grandes —dijo Gabriel— y muy lindos.
Su abuelo sonrió.
—Claro que son lindos.
—Yo los conozco —dijo Paloma con seguridad—.
Son CD antiguos…
El abuelo no pudo evitar lanzar una carcajada,
pero pensó que la definición de Paloma en
realidad era correcta.
—Sí, Paloma, se llaman discos de vinilo y
podríamos decir que son los abuelos de los
CD, o que los CD son la versión moderna
de estos discos de vinilo.
—¡Los CD no son modernos abuelo! —dijo
Gabriel—, son re viejos, ya nadie los usa.
—Bueno, bueno, estos son discos aún más
viejos que los CD…. —dijo el abuelo.
—¿Y todavía anda este aparato? —preguntó
Paloma.
—¡Claro que anda!
El abuelo sacó uno de los discos de su
funda con mucho cuidado. Encendió el
aparato y puso la púa sobre el disco.
—¿Qué es eso?
—Se llama púa, por ahí la música llega a
los parlantes.
—Uau —dijo Gabriel realmente asombrado.
Luego se quedaron los tres callados
escuchando un buen rato. Y ninguno de los chicos
lo dijo, pero el toca-discos tenía un sonido hermoso.
Mejor que el de cualquier mp3.
Martín Blasco
170
¿Cuál es el medio de comunicación antiguo que descubren
los chicos? Marcalo con una X.
Un televisor.
Un teléfono.
Una revista.
172 La noticia.
Respondé las siguientes preguntas sobre la noticia. La noticia informa
sobre algo que ocurrió.
¿Cuándo se publicó? El suceso debe ser
verdadero y actual.
Referencias:
Fecha: indica el día en que aparece la noticia.
Título: indica/resume sobre qué trata la noticia.
Copete: explica brevemente lo que sucedió.
Cuerpo de la noticia: explica con detalle el acontecimiento.
Imagen: acompaña la noticia y clarifica.
Epígrafe: explica la imagen.
Lugar y fecha
Destinatario
Códoba, 22 de julio de 2015
Querido abelo:
Les escribo para cotarles que co mamá y papá
estamo preparando todo para mudarno a nuestra
nueva casa.
Cuerpo
Papá se está encargando de embalar lo muebes y
todo aquello que es pesado; mamá y yo guardamo lo
adono y oeto.
Me cotó mamá que para las vacacioes de inverno
van a vnir a vsitarno. Así que esto ansioa po
vrlo. Espero que esté todo muy ben po allá.
¡Lo extraño mucho! Esperamo noicias de ustedes.
Un bso de su nieta Despedida y saludo
Firma Lucía
De: lucio@email.com.ar
Para: juan@email.com.ar
Asunto: ¡Ganamos!
De: juan@email.com.ar
Para: lucio@email.com.ar
Asunto: FW ¡Ganamos!
Ventajas Desventajas
La carta
El correo electrónico
amigo
golpe
globo
pan
10 billetes de $ 20 10 monedas de $ 1
7 billetes de $ 10:
10 billetes de $ 50:
30 monedas de $ 1:
6 billetes de $ 100:
0 3 1 5 0 3 10 5 0 3 100 5
1 3 1 5 1 3 10 5 1 3 100 5
2 3 1 5 2 3 10 5 2 3 100 5
3 3 1 5 3 3 10 5 3 3 100 5
4 3 1 5 4 3 10 5 4 3 100 5
5 3 1 5 5 3 10 5 5 3 100 5
6 3 1 5 6 3 10 5 6 3 100 5
7 3 1 5 7 3 10 5 7 3 100 5
8 3 1 5 8 3 10 5 8 3 100 5
9 3 1 5 9 3 10 5 9 3 100 5
10 3 1 5 10 3 10 5 10 3 100 5
1 1 1
2 2 2
3 3 3
4 4 4
40 18 20
50 38 32
¡Podés usar el
recuadro para dibujar
o escribir cálculos!
x 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Si sabés que 3 x 6
es 18, entonces podés
1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 hacer dos divisiones
usando esos números:
18 : 3 = 6 y 18 : 6 = 3.
2 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
3 0 3 6 9 12 15 18 21 24 27 30
4 0 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40
5 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Si sabemos que 5 3 9 5 ,
entonces :9 5 5y :5 5 9.
Si sabemos que 3 3 6 5 ,
Si sabemos que 4 3 5 5 ,
¿Cuánto es 32 4 4?
¿Cuánto es 30 4 5?
¿Cuánto es 21 4 3?
¿Cuánto es 10 4 2?
…hacer la tarea?
…bostezar?
…guiñar un ojo?
…desayunar?
184 Medidas de tiempo: comparación de duraciones. Lectura de la hora en diferentes tipos de relojes.
Chancho dice que estos relojes marcan la misma hora.
¿Estás de acuerdo? Justificá en tu cuaderno.
Leé lo que dice cada uno de estos chicos y dibujá las agujas
en los relojes. Luego, respondé.
Arriamos
Entrada Salida Comienza Termina Formamos la bandera
Medidas de tiempo: lectura de la hora en diferentes tipos de relojes. Cálculos sencillos de duraciones. 185
¿Qué dicen?
Las personas necesitamos estar comunicadas. Hay muchas
maneras de hacerlo, esto depende de las distancias y de las
tecnologías con las que se cuenta.
¿Jugaremos el partido el
domingo? El entrenador dice que Yo vi en la ¡Hola, Josefa! Mi hija me mandó
escuchó en la que la placa del tiempo y una desde
habrá buen tiempo. pronosticaba lo mismo. Salta. ¡Es bellísmo el lugar!
Respondé.
Máquina de escribir
Papiro
Radio
MAÑANA ES ¡¡¡SÍ!!!
EL CUMPLE DE
FÁTIMA, ¡NO SE
OLVIDEN!
¡QUÉ ABURRIDO
ESTE CUMPLEAÑOS
DE MI HERMANO
MAYOR! NADIE
CONVERSA…
Trabajo en valores: concientización del buen uso de los medios de comunicación. 189
MMMM...
¿QUÉ TIPO
SE ME OCURREN
DE PERSONAJES
MUCHAS COSAS.
CREARÍAS USANDO
PRIMERO UN SER
DIFERENTES
DE PIEDRA...
MATERIALES?
...DURO,
PODEROSO, Y
QUE SU SOMBRA
CUBRA TODO
A SU PASO.
UN SER
O UN TODO HECHO
GUERRERO DE DE PAPEL. LIVIANO Y
DIAMANTE Y CRISTAL. OPACO. PODRÍA
FILOSO Y TRANSLÚCIDO. ADOPTAR CUALQUIER
CEGARÍA CON LOS FORMA COMO
REFLEJOS A SUS UN ORIGAMI.
ENEMIGOS.
A VER NO ME
O SI NO UN
ROBOT ENORME. QUÉ SE ME DIGAS NADA,
HECHO DE ACERO OCURRE A YA ME LO
INDESTRUCTIBLE. MÍ... IMAGINO...
¡LO LUSTRARÍA
TODOS LOS
DÍAS!
190
PRIMERO Y POR
UN LINDO
UN UNICORNIO ÚLTIMO UN
OSITO DE
BLANDO DE HERMOSO
GELATINA.
ALGODÓN DE PATITO DE
AZÚCAR. GOMA.
JAJAJA, ESTABA
A LAS CHICAS NO SABÉS PENSANDO EN
LES GUSTAN NADA VOS, OTRO TIPO DE
ESAS COSAS ¿EH? CRIATURA, MÁS
RARAS. TEMIBLE...
...CON CABEZA
DE PIEDRA, DIENTES
DE METAL AFILADO, Uní con diferentes colores los materiales
UN ESCUDO DE
DIAMANTE IRROMPIBLE con las características mencionadas en la
Y UNA GARRA DE METAL historieta.
QUE DESTRUYA TODO
LO QUE AGARRE.
papel bando
¡GLUP!
metal filoo y translúcido
diamante y cristal livano y oaco
piedra afilado
algodó de azúcar duro
La princesa Felicia
La princesa Felicia pasa horas mirándose al
espejo. Todos los días se prueba por lo menos
diez peinados. Un día Felicia grita fuerte:
—¡Mi cara no se refleja! ¡Papá! ¡No tengo
nariz, y ni siquiera una oreja!
El rey está preocupado y le comenta a su
asesor:
—Qué enfermedad tan extraña, hace
desaparecer la cara… ¡Llama al médico
de la corte!
Al día siguiente, llega el doctor al palacio
y los guardias lo anuncian con sus cornetas.
El doctor entra muy apurado con su
maletín. Lo abre y saca de adentro una
camilla. Después agarra a upa al rey, lo
sienta, y le ordena:
—Abra la boca.
192
—Ejem, disculpe pero mi hija es la paciente.
—Ya lo sé, solo quería ver cómo es la boca de un rey.
El doctor examina a la princesa con un espéculo:
—A ver, ¡diga treinta y tres!
—Tres tres.
—No, no, diga “treinta y tres”.
—Es que yo solo sé contar hasta diez.
Por la ventana entra un gato que salta desde las tejas y
pasa frente al espejo...
—¡Él tampoco se refleja! —grita Felicia—. ¡Lo contagié!
¡Perdón, gatito! —llora y le da besos.
—Noooo —se lanza el médico a separarlos—; si lo contagiás
más, se va a volver invisible, y eso es aún más contagioso.
A esta altura la corte ya está aterrorizada, un duque se sube
a upa de otro y deja escapar un gritito agudo.
193
—Y ahora me han contagiado a mí —dice el doctor—.
Porque ¡yo tampoco me reflejo!
Me temo que estamos con una epidemia de espejitis.
—¿Está seguro su majestad de que este espejo funciona?
—pregunta el asesor.
—Claro que sí, toda mi familia se ha mirado en ese espejo
durante siglos. Y no se cansaban de estar parados.
—Voy a revisar el espejo —dice el doctor y le pone un espéculo.
—Este espejo no tiene pulso —murmura sacándose el sombrero—,
se ha ido para siempre.
De pronto el médico dice asombrado:
—¡Momento! ¡Quedó la marca del espéculo en el vidrio del espejo!
Quiere decir que el cristal está lleno de tierra. ¡Traed un trapo!
Los sirvientes limpian el espejo con agua y jabón y después lo secan.
—A ver princesa, mírese ahora al espejo.
—¡Ahora sí que me reflejo!
El rey dice confundido:
—Es cierto… ¿y por qué un espejo debe estar limpio para reflejar?
Yo creí que los que teníamos que estar limpios éramos nosotros.
Cada vez que me voy a mirar, primero me baño.
—Si el vidrio está opaco, no puede pasar la luz.
—¿Ni siquiera tocando la puerta?
—Bueno, una luz tan educada debería pasar.
—Atención: el médico de la corte dará su veredicto —anuncia el
asesor del rey.
—La princesa está muy sana —dictamina el licenciado—, el problema
es del espejo: ¡¡¡Nunca nadie lo ha limpiado!!!
Carla Dulfano
194
Luego de leer el cuento, conversamos.
uevenga a la queseyó
Pastel loq
Ingredientes
1/2 litro de tinta de lapicera 6 tornillos sin rosca
1 litro de pintura multicolor 7 clavos oxidados
100 gramos de espejo rayado 8 lamparitas encendidas
1 suela de zapato derecho embarrado 1 puerta abierta
¿Se animan a
probar este
pastel?
¿Por qué?
Preparación
1 Poner en una olla la tinta con la pintura multicolor y calentar
hasta que hierva.
2 Picar bien chiquitos los tornillos y los clavos.
3 Mezclar en un balde los tornillos y clavos picados con
el vidrio rayado. Luego, colocarlos en la olla.
4 Cocinar durante 20 minutos.
5 Una vez que la mezcla esté blanda, agregar la suela de zapato
con las lamparitas encendidas.
6 Por último, cerrar la puerta para que nadie nos moleste y…
¡a comer!
Alfajocito de maicena
¿Se animan a
Ingredientes prepararlos
en clase?
• Tapitas de alfajores (las pueden
coseguir en el supermercado o
pedir ayuda para hacerlas)
• Un tarr� de dulce de leche
repotero
• C�c� rallad�
tilde
Cuando formulamos una ,
pregunta escribimos separado
Juguemo en el boque
mientras el lobo no .
—¿Lobo está?
—Me poiendo lo pantaloes.
Al do, al do,
Al do Pirulero,
Cada cual, cada cual
su juego,
y el que no,
y el que no
una prenda .
La faroera ,
y en la calle se .
Al pasar po un cuartel
se de un cooel.
100 101 102 103 104 105 106 107 108 109
110 111 112 113 114 115 116 117 118 119
120 121 122 123 124 125 126 127 128 129
970 971 972 973 974 975 976 977 978 979
980 981 982 983 984 985 986 987 988 989
990 991 992 993 994 995 996 997 998 999
1.000
Medidas de peso: explorar distintas unidades de medida e instrumentos de medición de pesos convencionales. 203
Suma y multiplicación
Pintá el o los cálculos que te sirven y resolvé los problemas.
Luego, comentá con tus compañeros.
10 1 6 10 3 6 10 1 10 1 10 1 10 1 10 1 10 10 2 6
204 Comparación de problemas de suma y de multiplicación y análisis de diferentes cálculos para un mismo problema.
Uní con flechas cada problema con su manera de resolución.
¿Se pueden usar todos los cálculos que nombra Franco para
resolver el último problema del ejercicio anterior? ¿Por qué?
Comparación de problemas de suma y de multiplicación y análisis de diferentes cálculos para un mismo problema. 205
Elaboración de problemas a partir de un cálculo dado.
Medimos líquidos
Leé lo que necesita Sofía para hacer esta receta.
Para saber cuánto
líquido necesitamos,
Flan de dulce de leche Mamá, ¿cómo se usa este recipiente
mido un litro llamado vaso
Ingredientes:
de leche? medidor.
1 litro de leche
2 tazas de dulce de leche
1 cucharada de esencia de vainilla
6 huevos
Para hacer el caramelo:
100 gramos de azúcar
206 Medidas de capacidad: explorar distintas unidades de medida e instrumentos de uso social
para la medición de capacidades.
¿Cuáles de estos productos se venden por litro? Pintalos.
jamón
detergente
Para los líquidos, se
yogur utilizan las medidas de
capacidad. El litro es la unidad
jabón en polvo
de medida más utilizada, pero
existen medidas menores y
mayores que él. Por ejemplo,
azúcar el mililitro.
agua mineral
gaseosa
Medidas de capacidad: relaciones entre el litro y unidades menores de uso común. Comparación 207
y medición de capacidades.
Cosas de la luz
Realicen la siguiente experiencia.
Materiales
Un rectángulo de papel celofán azul, un rectángulo de cartón, un
rectángulo de tela, un rectángulo de bolsa de supermercado, un
rectángulo de cartulina negra, un rectángulo de folio de carpeta.
Procedimiento
Deben reunirse en equipos. Tienen que intentar leer el siguiente
cartel, usando los rectángulos como anteojos.
cartón
cartón
208 Los materiales y la luz: propiedades ópticas de diferentes materiales (translúcidos, opacos y transparentes).
Veo, veo, ¿qué ves?
Observen las siguientes imágenes.
A B C
.
Los materiales y la luz: propiedades ópticas de diferentes materiales (translúcidos, opacos y transparentes). 209
¡A cazar sombras!
Reúnanse en grupos para realizar la siguiente experiencia.
Registren en sus cuadernos las conclusiones.
Materiales
Una linterna, objetos del salón (tijera, lápiz, un cuaderno, algún
juguete, etcétera).
Procedimiento
Para hacer esta experiencia van a tener que oscurecer un poco
el aula. Luego, apunten las linternas contra la mesa o pared,
colocando los objetos entre la linterna y la superficie lisa. Háganlo
de diferentes maneras: poniendo la linterna bien cerca, después bien
lejos, apuntando desde un costado, etcétera.
Deben realizar la
Materiales
actividad dos veces: la
Una tiza blanca, día soleado. primera, cuando llegan a
Procedimiento la escuela, y la segunda
Elijan a un compañero para que se pare a la
un ratito antes de volver
a casa.
luz del Sol y con la tiza marquen el contorno
de su sombra. Repitan el procedimiento,
antes de irse a sus hogares. Comparen las
sombras y conversen.
¿Qué pasó?
¿Por qué son diferentes?
¿Qué es lo que cambió?
Luego de observar la imagen, comenten. Hacé una encuesta para saber cuándo las
personas sienten que se identifican con la
¿Qué hacen las personas Bandera. Analizá las respuestas y escribí
representadas aquí las conclusiones.
en la pintura?
¿Quién es el hombre
a caballo?
¿Por qué el Monumento
a la Bandera se encuentra
en Rosario?
218
9 de Julio
Día de la Declaración de la Independencia
219
17 de Agosto
Paso a la Inmortalidad del
General José de San Martín
José de San Martín nació en Yapeyú, en la
provincia de Corrientes, pero cuando era chico
viajó con su familia a España.
Allí estudió la carrera militar. Cuando se enteró
de que los criollos luchaban por su independencia,
decidió regresar a América.
Organizó los ejércitos, cruzó la cordillera de los
Andes y así logró la libertad de nuestro país, la
de Chile y la del Perú. Por estas acciones es
La cordillera de los Andes está formada
considerado el “padre de la Patria”. por montañas muy altas. Hace mucho
Falleció en Francia el 17 de agosto de 1850. frío, incluso en verano.
222
10 de Noviembre
Día de la Tradición
223
20 de Noviembre
Día de la Soberanía Nacional
224
¡¡¡A leer!!!
El flautista de Hamelin
de los hermanos Grimm,
versión de Nicolás Schuff ............................................ 226
El patito feo
de Hans Christian Andersen,
versión de Silvia Pérez ................................................. 234
El gato con botas de Charles Perrault,
versión de Sol Silvestre ............................................... 248
226
Eran tantas que no se asustaban de los hombres. Ni de los perros.
Ni de los gatos.
Se metían en las casas a buscar queso y desparramaban la basura.
Algunas se colaban en los roperos para dormir dentro de un zapato.
Pasaron varios días así. Cada vez había más ratas.
Ni el veneno ni las trampas funcionaban.
Los habitantes de Hamelin estaban desesperados.
El Rey convocó a sus consejeros para resolver
el problema.
—Una rata se comió la torta de
cumpleaños de mi hijo
—contó uno de los consejeros.
—¡Miren lo que le hicieron a mis
medias nuevas! —dijo otro,
y mostró las medias agujereadas.
227
—Me pregunto qué vamos a hacer —suspiró el Rey y se agarró la
cabeza—. ¡Debemos encontrar ya mismo una solución !
Tenía los ojos colorados, porque no podía dormir. Su palacio estaba lleno de
ratas y le daba mucho miedo que una rata juguetona le mordisqueara la nariz.
Durante una hora pensaron qué hacer. Pero no se les ocurría nada útil.
Al final se quedaron en silencio, con las caras largas.
Entonces alguien dijo:
—¡Muy buenos días, señores!
En la puerta del salón había un desconocido. Era un joven alto y flaco.
Usaba botas y una capa hecha con retazos de tela amarilla y roja. De su
cinturón colgaba una flauta de madera.
—Buenos días serán para usted —le respondió de malhumor el Rey.
—Y para usted también, porque estoy aquí para resolver sus problemas
—dijo el joven desconocido.
El Rey lo observó. El extraño tenía una pinta muy curiosa.
¿Sería un loco que pasaba por el pueblo?
—No estamos para bromas —le dijo. Te pido que te retires.
—¡No es una broma! He venido a liberarlos de las ratas —explicó el
joven—. Con mi flauta mágica puedo lograr que cualquier ser vivo
me siga y me obedezca. Da lo mismo si corre, nada o vuela.
—¿Ah, sí? —preguntó el Rey, desconfiado.
228
—Sí, señor —respondió el joven—. A cambio de siete monedas de oro,
dejaré este pueblo sin ratas. Tal como era antes.
—¿Siete monedas de oro, nada más? —rio el Rey—. Dudo mucho que puedas
hacer lo que dices. Pero si fuera cierto no te daría siete. ¡Te daría setenta!
—Con siete es suficiente, gracias —dijo el joven—. ¡ Manos a la obra!
Luego de decir esto, el flautista dio media vuelta y salió a la calle.
Intrigados, el Rey y sus ayudantes salieron tras él y lo siguieron hasta
la plaza principal.
La gente se había acercado a ver qué ocurría. En Hamelin nunca tocaban
música en la calle. Era toda una novedad.
Cuando llegaron al centro de la plaza, el joven tomó la flauta entre sus finos
dedos. Cerró los ojos y sopló.
Sonaron tres notas largas, raras y hermosas. Entonces todos los habitantes
de Hamelin vieron algo increíble.
Empezaron a llegar ratas a la plaza.
Ratas gordas y flacas. Ratas grandes y pequeñas. Ratas blancas, negras
y grises. Ratas, ratas y más ratas. Bajaban de los techos y de los árboles.
Asomaban de las cloacas y los sótanos.
El flautista, sin dejar de tocar, tomó la calle principal
de Hamelin. Bailaba y hacía sonar su instrumento.
Su capa roja y amarilla se agitaba al viento,
y las ratas bailaban detrás.
229
Mientras andaban, se sumaban más ratas al baile. Salían de las casas
agitando sus colitas. La gente se amontonaba para verlas pasar.
El desfile siguió varias cuadras, hasta llegar a un barranco junto al río.
Era un río dorado, ancho y profundo. El flautista se detuvo al borde del
barranco y siguió tocando. Pero las pobres ratas no frenaron. Continuaron
danzando, como en un sueño. Una tras otra cayeron al agua y se ahogaron.
Cuando no quedó ni una rata viva, el flautista dejó de tocar.
La gente festejó y aplaudió. Sonaron las campanas
de la iglesia y el Rey se puso a dar instrucciones.
—¡Vayan a limpiar sus casas! —ordenó—. ¡Desinfecten
los baños y las alacenas! ¡Echen veneno en los sótanos
y altillos! ¡Que no quede ni un rincón donde estos bichos
puedan hacer nidos! ¡Que nunca vuelva a pasarnos algo así!
Cuando la muchedumbre se dispersó, el flautista se acercó al Rey.
—Espero que esté conforme —le dijo—. Ahora debo irme.
Le ruego que me entregue las siete monedas de oro.
El Rey lo miró y soltó una risotada.
—¡Me haces reír, amigo mío! —dijo—. ¿De verdad pretendes que
te dé siete monedas de oro por tocar un rato la flauta?
—Sí, eso fue lo que acordamos. Que yo libraría la ciudad de las ratas
a cambio de esas monedas.
230
—Las ratas fueron al río y se ahogaron —dijo el Rey—. Pero ¿cómo sé si
tu flautita tuvo algo que ver? Eso no podemos comprobarlo. ¿No es cierto,
amigo mío?
—Yo no soy su amigo —respondió el joven, muy serio—. Gracias a mí, las ratas
están muertas, tal como le prometí. Ahora le toca a usted cumplir su palabra.
—Las ratas ya están muertas. ¡Se acabó el problema! Tú no eres más
que un pobre músico callejero. ¡Un vagabundo, b a h ! Y en Hamelin no nos
gustan los vagabundos. Así que confórmate con esto.
El Rey sacó una monedita del bolsillo y la arrojó a los pies del flautista.
—Esto no va a quedar así —dijo el joven.
—En eso tienes razón. Si sigues protestando, te meteré en la cárcel.
Así que mejor que dejes de molestar y te vayas del pueblo cuanto antes.
El flautista le lanzó una mirada terrible. Después dio media vuelta y se alejó.
—¡Adiós, amigo mío! —le gritó el Rey, burlón—. ¡Mucha suerte en tu
próximo concierto!
Esa noche, cuando todos dormían, el flautista volvió a la plaza de
Hamelin. Era muy tarde. Solo se escuchaba el viento y el rumor del río.
El flautista se paró en la plaza. Igual que a la mañana, tomó su flauta y
sopló. Igual que a la mañana, sonó una música muy bella y extraña.
Pero esta vez, en lugar de ratas, llegaron niños.
Los chicos y chicas de Hamelin salían de sus casas en piyamas,
descalzos. Se acercaban a la plaza bailando a la luz de la luna.
El flautista tomó la calle principal y los chicos
lo siguieron. Reían y danzaban. En cada
cuadra se sumaban chicos y chicas nuevos.
Mientras tanto, los adultos dormían
y roncaban, porque habían festejado
hasta tarde. Cuando se dieron cuenta
de lo que pasaba, saltaron de sus camas.
231
—¡Nuestros hijos! —gritaron—. ¡El flautista los va a ahogar!
Salieron de sus casas y corrieron al barranco donde habían caído
las ratas. Pero ahí no había nadie.
Entonces prestaron atención a la música, que se escuchaba a lo
lejos. Vieron que el flautista iba con los chicos hacia la montaña.
—¿Qué hace? —preguntó una mujer—. ¿A dónde los lleva?
El Rey también estaba ahí. El piyama le quedaba corto y
se le veía la mitad de la panza.
—Todo esto es su culpa —lo acusó un hombre—. Tendría que
haberle pagado al flautista lo que le prometió.
—No se preocupen, no puede ir muy lejos —dijo el Rey—.
La montaña es muy alta. Los chicos se van
a cansar enseguida y van a volver.
Pero ocurrió algo muy distinto.
De pronto, al pie de la montaña
se abrió una grieta. Una especie
de puerta mágica. El flautista
y los chicos entraron por allí.
Y luego la entrada se cerró,
y la montaña quedó igual
que siempre.
232
Padres, madres, abuelos y tíos corrieron hacia el lugar. No encontraron ninguna
puerta, ni entrada, ni nada. Era la misma montaña de siempre. Y por ningún lado
había pistas del flautista o de los chicos.
El Rey fue hasta el palacio y reunió setenta monedas de oro. Volvió con la
bolsa al pie de la montaña. La apoyó sobre una roca y gritó:
—¡Flautista! ¡Aquí hay setenta monedas, como te prometí! ¡Por favor,
que vuelvan nuestros chicos!
No hubo respuesta. Algunos lloraban. Otros buscaban entre los arbustos
y llamaban a sus hijos. Nadie quería volver a casa. Se quedaron al pie de la
montaña, bajo las estrellas. Al final, la oscuridad y el cansancio les cerraron
los ojos y se durmieron.
Al despertar, con el primer rayo de sol, vieron que sus chicos habían vuelto.
Estaban todos. Dormían sobre el pasto, muy tranquilos.
Los padres abrazaron y besaron a sus hijos. Les hicieron mil preguntas.
¿Dónde habían estado? ¿Qué habían visto? Pero los chicos no se
acordaban nada de nada.
La bolsa con las setenta monedas de oro seguía sobre la roca.
El Rey las contó. Faltaban siete.
En Hamelin nunca volvieron a ver al flautista. Pero desde entonces,
para recordar la historia y no repetir sus errores, la calle principal del
pueblo se llamó “Calle del Flautista Mágico”.
Nicolás Schuff
En El flautista de Hamelin .
Editorial La estación, 2015.
233
El patito feo
¡Qué lindo es el campo en verano! Espigas de trigo doradas, árboles
frutales, vacas, caballos, ovejitas, aire limpio…
Uno de esos veranos, cerca de un corral, una pata empollaba sus huevos.
Estaba impaciente por ver a sus hijitos, que tardaban en nacer.
—¿Y, doña pata? —preguntó una gallina que pasaba por ahí.
—Acá me ve, vecina. ¡Esperando!
—Ánimo, amiga, ¡ya van a salir!
Así pasaron dos días. Tres. Cuatro. Cinco. Hasta que el sexto, ¡ CRRRAC!,
los pichones comenzaron a asomar sus cabecitas.
—¡Vamos! ¡Afuera, afuera! —gritaba la mamá,
animando a sus hijitos.
—¡Uy! ¡Qué grande es el mundo! —dijo uno,
apenas vio la inmensidad del campo.
234
—¡Qué rico huelen las flores! —dijo otro, moviendo el piquito a uno y otro lado.
—¡Y cómo brilla el sol! —comentó un tercero mirando el cielo.
Al rato, todos comenzaron a correr de acá para allá. ¡Era muy agradable
estirar las patitas, después de tantos días encogidos en el cascarón!
La mamá volvió a revisar el nido.
—¿Ya salieron todos? —preguntó. Entonces vio que aún quedaba un
huevo sin romper, mucho más grande que los demás.
—¡Vamos, perezoso! —dijo—. Y se puso a empollarlo.
Horas más tarde, finalmente, el huevo hizo ¡CRRRRRRRRRAC!
Y del interior salió, tambaleándose, un patito grandote y gris.
La pata lo miró desconcertada. ¡Era tan distinto a sus otros hijos!...
Sus hermanos también lo miraron muy extrañados.
—¿Por qué no es blanco como nosotros? —dijo uno.
—¿Por qué tiene las plumas despeinadas y el cuello largo? —dijo otro.
—¡¿Por qué es tan feo?! —dijeron todos.
—¡Basta! —dijo la mamá—. Pórtense bien y no molesten a su hermano.
El patito grandote y gris no entendía qué ocurría. Tenía patas de pato,
pico de pato, plumas de pato: ¡era un pato, igual que sus hermanos!
¿Por qué se burlaban de él? ¿Y qué significaba ser feo?
Pensando en estas cosas fue cerrando los ojitos y, al final, se durmió.
El día siguiente amaneció espléndido. El cielo parecía pintado con
témpera celeste y el sol brillaba como un durazno maduro.
—¡Despierten, despierten! —llamó la pata—. Miren qué mañana
hermosa, ¡nos vamos a nadar!
De inmediato, los siete pichones se ubicaron en fila detrás de su mamá,
y con pasito rápido marcharon hacia la laguna.
¡PL A F! La pata saltó al agua y, tras ella, fueron sus hijos. La primera
vez se hundieron unos segundos, pero pronto emergieron. Flotaban
perfectamente y movían sus patitas como expertos nadadores.
235
¡Qué lindo era deslizarse por el agua sin el menor esfuerzo!
El pato gris también nadaba, cerca de sus hermanos.
“¡Con qué elegancia se desplaza! ¡Y qué derechito se mantiene!”,
observó la pata.
“Lástima ese color gris y esas plumas tan despeinadas”,
pensó preocupada.
Entretanto, los patitos jugaban a hacer una fila india, a formar
una V entre todos o a nadar en ronda. También jugaban a hundir
la cabeza y alzarla enseguida, levantando miles de gotitas que
formaban un arcoíris cuando las atravesaba la luz del sol.
¡Todos se divertían mucho!
Todos, menos uno. El patito gris y grandote había intentado
sumarse a los juegos, pero sus hermanos le gritaron:
“¡Fuera, fuera, pato feo!”.
Entonces se fue a nadar solo, al otro extremo de la laguna.
Más tarde, la pata llamó a sus hijos.
—Suficiente por hoy, salgan. ¡Nos vamos al corral!
De inmediato, los patitos salieron del agua y marcharon
en hilera detrás de su mamá. El pato gris cerraba la fila.
236
En el corral, la pata vieja descansaba sobre un almohadón.
Cuando vio llegar a la pata con sus patitos se puso muy contenta.
—¡Bienvenidos! —dijo levantándose y dando unos pasitos con su bastón.
—¡Gracias! Le presento a mis hijos —dijo la pata, orgullosa.
— ¡ Cuac , cuac ! —graznaron los patitos agitando la cola.
—¡Qué lindos y graciosos son! —dijo la anciana.
Pero al ver al patito gris preguntó extrañada:
—¿Y este? ¿También es tu hijo?
—Claro —respondió la pata, sin que se le moviera una pluma.
La pata vieja caminaba alrededor del pichón, examinándolo.
¿Por qué tendría ese color gris y ese cuello tan largo?
¡Y qué plumas más feas!... De todas maneras, no podía ser
descortés con los nuevos integrantes del corral.
—¡Pasen! —dijo entonces—. Vayan a conocer
a sus amiguitos.
Pero los patos del corral no estaban muy contentos
con los recién llegados.
—Ya somos demasiados —dijo uno—, no necesitamos más patos.
237
—Y menos uno tan feo como ese —dijo otro,
señalando al pato grandote y gris.
En eso, todos lo rodearon y comenzaron a darle
picotazos en el cuello.
—¡Fuera, fuera! —le gritaban—. ¡No te queremos,
eres muy feo!
El pobre patito se quedó quieto como una estatua.
¡Estaba tan sorprendido y asustado que no podía defenderse!
Por suerte, intervino su mamá.
—¡Déjenlo tranquilo! —gritó la pata encrespando las plumas—.
¿Por qué lo molestan? ¡Él no les hizo ningún daño!
—¡Debería darles vergüenza! —dijo la pata vieja. Aunque, para sus
adentros, pensaba que ese patito no merecía formar parte del corral.
“Ser feo debe ser algo malo”, pensó el patito gris. “Debe ser algo
muy malo para que todos se enojen así conmigo”.
La pata y sus hijos siguieron recorriendo el corral.
Pero, para el pequeño pato, las cosas fueron de mal en peor.
Cuando pasaban a su lado, las gallinas murmuraban:
—¿Y este mamarracho?
—¡Se peleó con el peine!
—¡Y se dio una ducha de hollín!
“ ¡JI , JI, JI ! ”, reían las gallinas mirando al patito gris.
Más adelante, cuando el pavo lo vio, infló sus plumas como
las velas de un barco y se le fue encima, furioso.
—¡Fuera, fuera, pato feo! ¡Aquí no te queremos! —gritaba,
mientras lo empujaba hacia afuera con el pico.
238
Mamá pata trataba de defenderlo, pero era inútil. En todo el corral,
no había un animal que no se burlara, pellizcara o picoteara a su hijo.
—Va ser muy infeliz, mi pobre patito gris —suspiraba ella, muy triste.
Así pasaron los días y los meses.
Los patitos crecían sanos y fuertes. Habían aprendido a encontrar
entre la hierba los gusanos más ricos. Nadaban como patos
experimentados y hasta se atrevían a bucear y rescatar trocitos de
pan bajo el agua. Además de sanos, los patos estaban cada vez más
bonitos, con sus plumas blancas y sus piquitos de color naranja.
El pato gris también había crecido. Al igual que sus hermanos, sabía
encontrar gusanos en la hierba y bucear en el agua. ¡Y era el mejor
nadador, el más delicado y elegante! Pero nada de eso parecía importar.
Tampoco importaba que fuera simpático, bondadoso y amable:
su aspecto seguía provocando el rechazo de todos.
“¡Fuera, fuera, pato feo!”. “¡Fuera, fuera, pato gordo!”.
“¡Fuera de aquí, pato gris!”, solía escuchar a su paso.
Hasta que un día se cansó de tantas burlas, pellizcos y empujones.
Y de andar siempre solo y triste. Entonces, decidió irse lejos.
Por la noche, cuando todos dormían, se acercó adonde descansaba
su mamá, le dio un beso y, sin hacer ruido, abandonó el corral.
El patito gris caminó durante muchas horas, atravesando campos,
praderas y pantanos. Al atardecer, se levantó un viento fuerte,
tan fuerte que al patito le resultaba difícil andar.
239
Avanzaba con dificultad, mientras sus patas se agarraban fuertemente
a la tierra para no ser arrastrado por el viento.
Como pudo, siguió caminando y caminando, hasta que se encontró frente
a la puerta de una humilde cabaña. El pato descubrió una pequeña grieta por
la cual sería fácil entrar. Y eso hizo.
En la cabaña vivían una anciana, una gallina y un gato. El gato sabía
arquear el lomo y ronronear. La gallina era una gran ponedora.
Y la anciana cuidaba a esos animales como si fuesen sus hijos.
El gato y la gallina pronto descubrieron al patito gris.
—¡Hola! —ronroneó el gato saludando al intruso.
—¿Qué clase de animal sos? —cacareó la gallina, mirándolo extrañada.
—Soy un pato, ¡buen día! —graznó el patito gris.
—¿Qué es ese ruido? —dijo la anciana, que acababa de levantarse.
Al ver aquel pato tan gordito lo confundió con una pata.
—¡Qué suerte! Además de huevos de gallina, ahora tendré huevos de pata
—dijo la mujer, muy contenta.
Por un tiempo, el patito estuvo bastante tranquilo. La anciana le daba
de comer y beber, y sus compañeros no lo molestaban demasiado.
Pero un día, al comprobar que seguía sin poner
un solo huevo, la señora se disgustó mucho.
—¿Por qué no ponés huevos? —preguntó la gallina.
—Porque no soy pata —dijo el pato.
—¿Por qué no arqueás el lomo o ronroneás?
—preguntó el gato.
—Porque soy pato, no gato.
240
—¿Y qué hace un pato? —preguntaron el gato y la gallina.
—Nada —dijo el pato.
—¡Nada! —repitieron el gato y la gallina.
—¿Y te parece bien? —dijo la gallina, con voz de reproche.
—¡Me parece perfecto! —dijo el pato. Y pensó con nostalgia
en la laguna, en lo lindo que era nadar y zambullirse hasta
el fondo como un buzo.
—Deberías aprender a poner huevos —dijo la gallina.
—O a ronronear —dijo el gato—. Así la señora te querría
como a nosotros.
—¡Pero no puedo hacer eso! ¡Soy un pato!
—Sí, un pato que hace… ¡ nada! —dijo la gallina.
—No queremos vagos aquí. ¡Fuera! —gritó el gato.
Y comenzó a correr al pato, dando zarpazos.
—¡Fuera! —gritó la gallina, corriendo al pato a los picotazos.
Entonces, corriendo, corriendo, el patito huyó de la cabaña y se perdió
entre la hierba.
Pronto llegó el otoño. Las hojas de los árboles se volvieron amarillas, y
rodaban por el suelo empujadas por el viento. El cielo se volvió frío y metálico.
Y el patito seguía caminando sin rumbo, sin hogar y sin amigos.
Una tarde, mientras descansaba entre unos arbustos, divisó una bandada
de aves desconocidas. ¡Qué hermosas eran!
El patito las contempló admirado: su plumaje era blanco y
resplandeciente, y sus cuellos, largos y esbeltos, parecían dibujar un
delicado signo de interrogación.
¿Quiénes serían esas aves espléndidas? ¿Cuál sería su nombre?
¿Dónde vivirían?...
Poco después, toda la bandada extendió sus majestuosas alas y remontó vuelo.
El patito vio cómo se elevaban alto, muy alto, hasta perderse en el cielo.
241
Entonces, se sintió triste e inquieto. Como si, por alguna razón,
hubiese debido volar con ellas. ¡Qué sensación tan extraña! Nunca había
visto a aquellas aves y, sin embargo, eran más importantes para él que
todas las que había conocido hasta entonces.
El otoño había quedado atrás. Los árboles estaban cubiertos de nieve
y los lagos, congelados, servían de pista de patinaje a los niños.
¡B R RRR! ¡Qué frío hacía!
El patito caminaba tiritando en busca de refugio. Pero estaba tan
débil que las fuerzas empezaron a abandonarlo. Hasta que una noche
se quedó muy quieto, muy quieto, acurrucado en el hueco de un árbol.
Su corazón, a punto de congelarse, apenas latía.
Así lo encontró un campesino que pasaba por allí.
Entonces lo tomó en sus brazos y lo llevó a su casa.
—¡Mirá lo que traje! —le dijo a su esposa, apenas entró.
— ¡ Uy! ¡Qué pato tan flaco y feo! —exclamó la mujer al verlo—.
Pero tal vez pueda servirnos.
Para que entrara en calor, la señora lo acostó sobre un viejo
almohadón, cerca de la chimenea. Luego le dio unos granos
de maíz y unas cucharitas con agua. A los pocos días, gracias
a los cuidados, el patito se había recuperado por completo.
242
“¡Qué suerte tuve!”, pensaba. “¡Al fin conocí gente buena!”.
Hasta que una noche, mientras el campesino y su esposa
cenaban, escuchó la siguiente conversación:
—Para mí ya está a punto —dijo el hombre.
—Para mí también —dijo la mujer—.
Mañana mismo lo preparo.
— ¡ M m mm ! ¡El guiso de pato es mi comida preferida!
—exclamó el campesino, relamiéndose.
“¿Gui, gui…guiso de pa, pa… pato? ”, repitió el patito gris, temblando.
“¡Oh!... ¡Para eso me alimentaron y cuidaron tanto!”, se dijo espantado.
¡Cómo le temblaban las patas al pobre pato!
Pero no podía perder tiempo. Apenas el campesino y su mujer se quedaron
dormidos, empujó la puerta de la cabaña con el pico y huyó despavorido.
Si les contásemos todas las peripecias que sufrió el patito durante el
invierno, ¡no nos alcanzarían las hojas de este libro! Lo que deben saber es
que, después de sortear mil peligros y vivir muchas aventuras, finalmente
encontró refugio entre unos juncos, cerca de la laguna.
Una mañana lo despertó el canto de las alondras. El cielo era tan celeste
que parecía pintado con témpera, y el sol brillaba como un durazno maduro.
El patito respiró profundo y sintió el delicioso aroma de las flores, que
empezaban a abrirse. ¡Había llegado la primavera!
Muy contento, se desperezó sacudiendo fuertemente las alas.
Entonces le pareció que hacían un sonido diferente al de otras veces.
Volvió a sacudirlas y, sorprendido, vio que se elevaba hacia lo alto.
¡Estaba volando!
El patito disfrutaba del espectáculo: ¡qué lindo era el campo visto desde
arriba! Los sembrados, las flores de mil colores, el reflejo del sol en la
laguna… El pato estaba tan emocionado como el día en que nadó por
primera vez. ¡Es que volar es como nadar en el cielo!
243
Así, volando, volando, el pato llegó hasta un hermoso jardín.
Había manzanos en flor, y varios racimos de lilas colgaban
de las ramas hasta rozar un arroyo de agua cristalina.
“¡Qué lugar tan bonito!”, pensó. Y decidió descender para
descansar un rato.
En eso aparecieron frente a él tres hermosos cisnes blancos,
rizando sus plumas y dejándose llevar por la suave corriente del
arroyo. Al verlos, el patito reconoció a aquellas espléndidas criaturas
que había visto hace tiempo. Y, una vez más, sintió una extraña
emoción en su corazón.
“Volaré hasta ellas”, se dijo resuelto. “Sé que se burlarán de mí por ser
tan feo, y probablemente me echen a picotazos… ¡Pero no me importa!
Esta vez quiero admirarlas de cerca”. Y dicho eso voló hasta el arroyo.
Apenas lo vieron, los cisnes lo rodearon con las plumas
encrespadas.
—¡ O h ! —exclamó el patito—. ¡Disculpen mi atrevimiento!
Solo quería mirarlos de cerca, ¡son tan hermosos!
Y bajó la cabeza, avergonzado. Entonces, algo llamó su atención.
¿Qué era eso que veía en el agua?... De golpe, comprendió: ¡era su
propia imagen, reflejada en el arroyo! Pero ya no era un desdichado
patito gris... Su plumaje era blanco y resplandeciente; su cuello,
largo y esbelto, y sus alas, majestuosas…
244
—¡Bi enven ido! —le dijeron los cisnes, agitando las plumas
en señal de alegría.
—Nos hace muy felices que, por fin, te unas a nosotros
—dijo el cisne más viejo.
El patito los miraba confundido.
—No comprendo —dijo—. ¿Qué me pasó?
—Por error, naciste en un nido de patos —explicó el cisne viejo.
—Les habrás parecido un pato muy extraño —dijo otro.
—¡Y hasta feo! —agregaron los demás, riendo.
—Porque, en verdad, eres uno de los nuestros
—afirmó el cisne viejo.
245
Entonces, todos se acercaron al nuevo integrante de la familia
y lo acariciaron suavemente con sus picos.
Quien alguna vez fuera el patito “feo”, no podía estar más feliz.
Al fin había descubierto la verdad. Al fin sabía quién era.
¡Al fin estaba con los suyos!
Entonces recordó los tristes días vividos en el pasado. El desprecio
y las burlas de los animales del corral. La incomprensión del gato y
la gallina que vivían con la anciana. La crueldad de los campesinos
¡que casi lo convierten en guiso! Y tantas cosas más…
246
Sin embargo, tenía tanto cariño para dar y tantas ganas de recibirlo,
que en su corazón no había lugar para el odio. Solo quería disfrutar
del presente y el futuro con su familia. ¡Cuánto tenían para contarse!
¡Cuánto jugarían juntos! ¡Qué lugares lejanos visitarían,
y en cuántos arroyos nadarían!...
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, y el cielo se teñía de un
suave color durazno. Una brisa tibia agitó apenas el agua del arroyo.
—Ya es hora, ¿vamos? —dijo el cisne viejo.
Entonces, la bandada en pleno extendió sus majestuosas alas
y remontó vuelo, alto, muy alto, hasta perderse en el cielo.
Silvia Pérez
En El patito feo.
Editorial La estación, 2015.
247
El gato con botas
H ubo en estas tierras un molinero muy pobre que llegó a ser rey. No era muy
apuesto, la verdad. Tampoco demasiado valiente. Ni siquiera extremadamente
astuto. Pero tenía un gato muy emprendedor que supo cómo hacer para engrosar
su fortuna. Y entonces sí, rodeado de riquezas, pudo comprar ropa elegante que
lo hizo parecer buen mozo. Y, como todos lo respetaban y hasta lo miraban con
admiración, fue adquiriendo el coraje de los grandes caballeros. Y hasta empezó
a pensar lúcidamente en cuanto ya no tuvo que preocuparse por los avatares de la
vida diaria. Y con estas cualidades, claro, le resultó fácil conquistar a la princesa y
(¡más importante!) a su futuro suegro, el rey.
Pero empecemos por el principio que, en realidad, fue un final.
Porque todo comenzó cuando el padre del joven se moría.
Los bienes eran tan pocos que no hubo necesidad, siquiera, de
un magistrado. Tres posesiones, tres hijos. De mayor a menor: un
molino, un burro y un gato. Al joven de esta historia, le tocó el gato.
248
—¡Qué calamidad! —se lamentó al principio. Al dolor de perder a su
padre, se le sumó el problema de no tener con qué vivir. Sus hermanos,
al menos, podrían trabajar juntos y seguir siendo molineros. ¡Pero él!
¿Qué podía aportar él a la empresa, si no tenía más que un gato?
El gato, claro, lo escuchó lamentarse. Incluso, hasta dejó que se desahogara.
Pero, después de acicalarse un rato, dormir una siesta y lamerse las patas
delanteras, decidió ponerle fin a tanta tragedia y empezar a actuar:
—No soy tan poca cosa. Es más: de las tres heredades de tu padre,
te aseguro que soy la más productiva. Te lo demostraré: solo consígueme
una bolsa de arpillera y un par de botas, que yo haré lo demás.
“¿Un par de botas?”, se extrañó el joven. “¿Para qué querría un gato
un par de botas?”.
Y aunque no entendía sus extravagancias, cumplió con el pedido
porque, total, ¿qué podía perder?
Y así fue como al otro día el gato se calzó las botas y, con la bolsa
de arpillera al hombro, salió a hacer lo que mejor sabía hacer: cazar.
Su dueño lo miraba, extrañado. Porque este gato no cazaba como
los otros gatos. No se detuvo en posición de alerta, no olfateó los
alrededores, no prestó atención a los ruidos ni a los movimientos
que se desplegaban, como siempre, en el bosque.
Ni siquiera sacó las garras. Simplemente puso un rabanito
en la bolsa, la dejó bien abierta y se echó a un lado a descansar.
Y así pasó un largo rato. El joven miraba, el gato dormía
y la bolsa permanecía ahí, abierta y con su rabanito,
como si fuera parte del paisaje y hubiera crecido
espontáneamente entre los arbustos y
las hierbas del monte.
249
Hasta que apareció un conejo. Uno, dos, tres saltos.
Nariz en alto y fruncida. La cabeza a un lado y al otro,
las orejas paradas. Cuatro, cinco, seis saltos y llegó a la bolsa: husmeó,
dudó, acaso desconfió un poco, pero siguió avanzando. Un salto más.
Y otro. Y una vez adentro, ¡zas! El gato cerró la bolsa, se la echó al hombro
y caminó derecho hacia el palacio del rey.
—¿Quién llama? —preguntó el guardia real.
—Vengo en nombre del marqués de Carabás, con un obsequio para
el soberano —contestó el gato, con aires de grandeza. El guardia miró
las botas: no era un gato cualquiera, después de todo. Y lo dejó pasar.
¿Y a quién no le gustan los regalos? El rey estuvo encantado con su conejo
y agradeció por decreto al marqués de Carabás.
—¿Quién diablos es el marqués de Carabás? —preguntó después
el joven, que no entendía lo que su gato tramaba.
—¡Pues tú! ¿Quién más?
—¡Pero yo no soy marqués! —protestó, incrédulo.
—Ya lo serás —le contestó el gato, con absoluta certeza—.
¡Vaya si lo serás!
Y siguió con el mismo procedimiento día tras día.
La bolsa al hombro, el rabanito y la espera. Y, zas, siempre zas:
cazó conejos, perdices, ardillas y comadrejas.
Y todo se lo obsequió al rey:
—De parte de mi señor, el marqués de Carabás.
Y el rey contento, claro. Porque era amable
el marqués, y generoso. Y qué educado su gato.
Y qué lindísimas botas.
250
Y un día ya fue tiempo de dar un segundo paso. Y entonces el gato
emprendió un viaje hacia tierras vecinas. Se había enterado de que sus
habitantes estaban desesperados por culpa de un horrible ogro que los
tenía trabajando para él: en el huerto de frutillas, en los viñedos y en el río.
El gato reunió a todos los vecinos y les hizo una propuesta.
—Yo los libero del ogro y, a cambio, mi amo se queda con su castillo y las
tierras de alrededor. A ustedes les dejo el huerto, los viñedos y el río para que
se sustenten, pero, ¡eso sí!, si alguien pregunta dirán que todo es de mi señor.
Al principio, por supuesto, desconfiaron. Después de todo, era un simple
gato. ¿Cómo iba a sobrevivir si se enfrentaba al ogro, que era enorme
y cruel? ¿Cómo, si era experto en magia negra y podía transformarse en
lo que quisiera? Pero, a fin de cuentas, tampoco había nada que perder.
Así que finalmente todos los hombres y mujeres de aquella vecina región
estuvieron de acuerdo en aceptar el trato.
Y allá marchó el gato, al castillo del ogro. Miró la puerta con admiración.
Ni en el palacio del rey había visto tan exquisitos detalles: la madera
lustrosa y los herrajes en oro. Por un momento dudó de su buena
presencia, pero, al ver sus hermosas botas, se sintió orgulloso de cómo
iba vestido. Y tocó la puerta con decisión.
—¿Quién llama? —gritó una voz enorme como un volcán desde
adentro del castillo. El gato carraspeó, y juntó fuerzas para decir:
—Alguien que quiere conocerlo, caballero.
Al ogro nunca lo habían llamado “caballero”.
Pero le gustó. Y abrió la puerta,
intrigado. ¡Qué grande era!
Sus piernas, llenas de nervios y robustas,
eran como dos troncos altísimos. La piel,
verdosa y tirante, como la de un sapo.
Sus manos enormes, como garras de un
dragón: las uñas negras y los dedos huesudos.
251
Tenía un ojo ligeramente más grande que el otro, una nariz ancha y orejas
diminutas. Lo más impresionante, sin embargo, era su boca: los labios
gruesos y morados. Y unos colmillos amenazantes y en punta.
El ogro también miró al gato, ¡qué simpático estaba, con su par
de botas! Pero tampoco era cuestión de ser amable, así que le gruñó:
—Bueno, ya me conociste. ¡Ahora vete! —Y dio un portazo.
Pero el gato se había escabullido entre sus piernas y allí estaba,
junto al ogro, en la sala.
—Primero tengo que comprobar si es verdad que puedes convertirte
en cualquier animal, como dicen —le dijo, sin ningún miedo, el gato.
No bien terminó de hablar, el ogro se convirtió. Parado en
sus cuatro patas con porte soberano y una melena gruesa y brillante,
lanzó un rugido tan potente que el pobre gato, del susto,
terminó colgado de la araña.
Desde allí arriba, por las dudas, le dijo al ogro-león:
—Bueno, debe ser fácil convertirse en un animal
tan aterrador como tú mismo. Pero hay que ver si puedes
convertirte en otro más inofensivo.
Y entonces desapareció la melena y el porte y las enormes garras;
y en su lugar quedó un zorro de mediana estatura que lo miró
pícaramente. El gato bajó hasta él, pero con precaución.
Miró su cola larga y sus orejas atentas a los ruidos. Y otra vez carraspeó:
—Mucho mejor. Pero todavía no me parece inofensivo. ¡Mire esos
colmillos! A ver…, digamos, ¿qué tal si se convierte en un ratón?
En el acto, se esfumaron las orejitas paradas y la mirada pícara y la cola
larga. En cambio, apareció un pequeño roedor que se frotaba las patitas
como aplaudiendo su hazaña. Los ojos felinos, ahora sí, se regodearon.
El gato cayó en cuatro patas sobre su presa y de un solo zarpazo
se lo llevó a la boca. ¡Ay del ogro que no llegó a hacer nada!
252
Los vecinos quedaron boquiabiertos: ¿aquel gato, en serio, los había salvado
para siempre del horrible ogro? ¿Ya no verían su enorme bocaza ni su piel
verdosa ni sus garras aterradoras? ¿No escucharían esa voz de volcán ni sus
pasos retumbando como terremoto? ¿Ya no tendrían que volver a obedecerle
nunca más? ¿Pero, en serio, nunca más?
Y salieron en procesión, hombres y mujeres, ancianos y niños, a elevar
por los aires al héroe de la comarca:
—¡Viva el magnífico y poderoso gato con botas!
—¡Viva el gran marqués de Carabás, único dueño de estas tierras!
—¡Viva! —gritaban todos emocionados. Y el gato, mientras, tramaba su
siguiente paso.
Así fue que a los pocos días envió una invitación al rey:
253
Iban los carruajes —imponentes, brillantes, ostentosos—
andando con buen ritmo cuando se toparon, de pronto, con un huerto
de frutillas. ¡Cuántos campesinos trabajando en él! A la orden del rey,
se detuvieron los caballos.
—Dígame, buen hombre —le dijo el soberano a uno que estaba
recogiendo frutos—, ¿a quién pertenece este lugar?
— Al marqués de Carabás, por supuesto —contestó el campesino,
haciendo una reverencia.
Y el rey se marchó, satisfecho, con su cortejo. Hasta que llegó
al viñedo. Otra vez se detuvieron los caballos, y el rey se paseó
por las galerías llenas de racimos colgantes.
—¡Qué maravilloso sitio! —dijo, aspirando el aroma dulzón
de las uvas—. ¿Quién será su afortunado dueño?
—El marqués de Carabás —dijeron a coro unos niños que
por allí correteaban.
El rey cada vez estaba más admirado. Reanudaron la marcha, hasta
llegar al río. Había cerca de la orilla unos cuantos pescadores. El cortejo
se detuvo una vez más. Con paso majestuoso, el soberano llegó hasta ellos.
—¡Buena pesca, señores! —dijo, amablemente.
Los hombres se sobresaltaron. Hicieron una reverencia, nerviosos,
pero el rey con un gesto les hizo saber que no era necesario aquello.
Estaba de muy buen humor, seguramente.
—¿A que irán a decirme que este río pertenece al marqués de Carabás?
—se anticipó, jocoso.
—Pues sí —contestaron ellos. Y el rey aplaudió, divertido.
254
Por supuesto ignoraba que, a poca distancia de allí, el gato preparaba
la última jugada. Había conseguido ya un bellísimo castillo para su amo,
riquísimas tierras para asegurar su sustento y el respeto de toda una
comarca que lo admiraba. Pero no era suficiente todavía. No para el gato
con botas, que merecía, como mínimo, un reino.
—Métete en el río, desnudo —le indicó a su joven dueño.
—¿Cómo desnudo, estás loco? —protestó aquel.
—No conquistarás a la princesa con estas ropas de pordiosero. Y hasta aquí
no te ha ido mal siguiendo mis consejos. No te demores, que ya llegan.
Inútiles fueron todas las preguntas del joven. Tuvo que desvestirse
presuroso y meterse al agua, sin poder sospechar qué era lo que su gato
tramaba. Por eso mismo se sorprendió tanto como el rey cuando el felino
comenzó a gritar a viva voz:
—¡Socorro ! ¡Socorro ! ¡Le han robado sus ropas al marqués de Carabás!
¡Ayuda para mi señor!
Por supuesto el cortejo, que justo pasaba por allí, se detuvo en el acto.
Y el joven vio cómo se abría la portezuela del carruaje principal.
Y también el zapato lustroso, forrado en seda oriental,
que se asomó primero. Y el cetro y la capa de piel
y la corona de brillantes. Y los ojos del rey.
Porque el rey lo miraba. A él,
que estaba desnudo dentro
del agua. A él, que era un
pobre molinero y no tenía
más que un gato.
255
Pero no un gato cualquiera, ciertamente. Porque el joven lo vio acercarse
a uno de los carruajes. Y bajar un enorme cofre de donde sacó riquísimas
ropas: unos pantalones de fino paño, una chaqueta de terciopelo,
un tapado de piel, un sombrero con plumas de ganso y zapatillas bordadas
con hilos de oro. Y todo se lo dio a su amo, para que se vistiera.
¡Y qué bien le sentaba aquella vestimenta! Si hasta parecía buen mozo.
Por lo menos, la princesa lo miraba embobada. Aunque él no se quedó atrás.
No pudo articular una sola palabra cuando los presentaron.
Se perdió en sus rizos dorados que, movidos por el viento, escondían
de a ratos los ojos más hermosos que él hubiera visto jamás. Azules y
cristalinos como el agua del río donde se había bañado. ¡Y sus pestañas!
¡Ay de sus largas pestañas que lo hipnotizaron!
Por suerte, el gato habló por él. Y, sin rodeos, le dijo al rey que los dos
harían una preciosa pareja. Y el rey enseguida le dio la razón, feliz de haber
encontrado un yerno tan generoso, tan rico y respetado por todos.
Y así el pobre molinero se convirtió en príncipe heredero. Y, con los años,
se hizo rey. Y dicen que su reinado fue recordado por varias generaciones.
No porque fuera apuesto, ni muy valiente, ni sumamente ingenioso. Pero
supo rodearse de buenos consejeros, lo que es una cualidad muy necesaria
para ser un buen rey.
Lejos de lo que podría pensarse, el gato con botas no lo asesoró para nada
durante su gobierno. En cambio, se dedicó a acicalarse, a lamerse las patas
delanteras y a dormir la siesta ¿Pero quién podría culparlo? Después de todo,
tenía derecho a comportarse como un simple gato, ¿no?
Sol Silvestre
En El gato con botas .
Editorial La estación, 2015.
256
La leyenda de la
Bella Durmiente
Personajes:
Primer acto
Cuadro 1
(La sala del palacio adornada para una fiesta: en una mesa para seis
comensales hay vajilla lujosa y finos utensilios. En el centro, está la cuna
de la princesa recién nacida).
257
258
CORTESANOS y SÚBDITOS .— ¡Brindemos por el destino de la princesa Aurora!
¡Salud por la felicidad de los reyes! ¡Viva la alegría en Mataquín y hasta
en el último confín!
REY (observa a los invitados).— Entre los presentes no las veo a ellas.
REINA .— ¿Les llevaste las invitaciones, Pulgarcito?
PULGARCITO .— Como fue ordenado, tan rápido como mis botas siete pasos
hubieron dado. (Señala a un costado). ¡Y ya están aquí!
Con ustedes, las Hadas del Bosque.
(Las luces pintan el escenario con colores).
(Las HADAS, a medida que las nombran, entran,
saludan a los reyes y luego miran dentro de la cuna).
PULGARCITO .— El hada Rosa…, Jazmín…, Margarita…,
Alelí…, Clavelina… y Siempreviva.
REY .— ¡Es un honor tenerlas aquí!
HADAS .— El honor es nuestro.
REINA .— Será un orgullo que sean madrinas de Aurora.
HADAS .— Nuestro será el orgullo.
PULGARCITO (guiándolas a la mesa más lujosa).— Para ustedes,
queridas hadas, el rey me encargó preparar esta mesa…
ROSA (ocupa su lugar).— Los platos son de oro.
JAZMÍN (igual).— Las cucharas, tenedores y cuchillos de plata…
MARGARITA .— Con diamantes engarzados…
ALELÍ .— Y también rubíes.
CLAVELINA .— Las copas son de esmeraldas.
SIEMPREVIVA .— Muchas gracias, sus majestad…
(Se escucha un trueno; en medio del espanto generalizado se produce
un apagón y, al iluminarse el escenario, en el centro está MANDRÁGORA).
HADAS (sorprendidas).— ¡Es nuestra hermana, Mandrágora!
¡Qué vieja está! ¡La creíamos muerta o embrujada!
259
MANDRÁGORA.— Veo que hay fiesta, alegría y hadas invitadas. (Ofendida).
¡Salvo yo!
REY .— Hace muchísimo que nadie te veía por el bosque, por eso
no te llegó una invitación.
REINA .— Jamás quisimos ofenderte, respetadísima Mandrágora.
REY .— Para demostrártelo, dejame solucionar este malentendido. (Llama).
Pulgarcito… (Cuando el mensajero se le acerca, le dice algo al oído).
PULGARCITO.— Cumpliré con lo ordenado tan rápido como mis botas
siete pasos hayan dado. (Sale dando siete largos saltos).
REY.— Tendrás un lugar junto a las demás hadas, venerable Mandrágora…
REINA .— Con un plato de oro, cubiertos de plata y una copa de esmeraldas…
PULGARCITO (trae un plato, utensilios y un jarro rústicos).— ¡Su majestad, estamos
en problemas! Solo seis fueron los platos, tenedores, cuchillos, cucharas y
copas que mandé a hacer. Lo único que encontré fue esto… (Pone en la mesa el
plato, los cubiertos y el jarro).
MANDRÁGORA (con desprecio).— ¿Me servirán en un plato de madera cuando mis
hermanas comerán en platos de oro? (Comienza a enojarse). ¿Usaré utensilios de
simple metal cuando ellas tendrán plata con diamantes y rubíes? (Muy enojada).
¿Beberé en barro cuando las demás brindarán con el sabor de la esmeralda?
PULGARCITO.— Pero podrá repetirse postre. ¡Las veces que quiera,
doña Mandrágora!
JAZMÍN (para tranquilizar la situación).— Propongo que antes del banquete
otorguemos el don que cada una de nosotras trajo para regalarle a la princesita…
MANDRÁGORA (maliciosa).— Un regalo, buena idea.
ROSA. (seguida por las demás hadas, se acerca a la cuna).— Mi presente no va
a ser una cosa, sino una virtud: Aurora será más buena que una mariposa.
(Con su varita mágica, toca la frente de la pequeña).
CORTESANOS y SÚBDITOS.— ¡Gracias, hada Rosa, por la bondad que regalaste
a la pequeña majestad!
260
MARGARITA.— Sigo yo… (Con la varita toca la frente de la pequeña).
Serás una lindura sin comparación y todo lo lindo latirá en tu corazón.
REY.— ¡Gracias, Margarita, por darle belleza al pimpollo de nuestra realeza!
ALELÍ.— Mi turno. Te regalo risas como soles y sonrisas con sonidos de
cristal, princesita, serás tan simpática y jamás te sentirás mal.
REINA.— ¡Gracias, Alelí, por concederle simpatía para que Aurora nos
endulce cada día!
CLAVELINA.— Mi regalo es especial. A tus cantos, bailes, poemas y dibujos
no habrá quien se resista, pequeña, toda tu vida serás una gran artista.
PULGARCITO.— ¡Gracias, Clavelina, por dotarla del arte que hace feliz a quien
lo disfruta y lo comparte!
JAZMÍN.— Algo muy valioso te traigo, pero no es un anillo. ¡Te transmito
la inteligencia, con toda su luz y su inmenso brillo!
SIEMPREVIVA.— Me toca a mí…Mandrágora. (la empuja).— Para remediar
el bochorno al que me sometieron, corresponde que me dejen entregar
el regalo que pensé para Aurora.
SIEMPREVIVA.— Como quieras, pero…
MANDRÁGORA (levanta su varita).— Tendrás todas las virtudes que mis hermanas
te otorgaron, princesa…
REY y REINA (temerosos).— Muchas gracias, admirable Mandrágora.
MANDRÁGORA.— Pero al cumplir tus quince años, te pincharás un dedo con
una aguja de tejer y… (Grita). ¡Morirás! (Largas carcajadas que espantan;
se produce un apagón y, al volver la luz, ha desaparecido).
REY (abatido).— ¡No tenía derecho!
261
REINA (a los invitados).— La fiesta terminó. El rey y yo necesitamos estar solos…
(CORTESANOS y SÚBDITOS salen de escena, tristes y cabizbajos).
REY.— ¡Esto es terrible!
REINA. (sacando de la cuna a la pequeña).— ¡Lo peor que pudo habernos pasado!
PULGARCITO.— Sus majestades, no se desesperen. Falta el regalo de Siempreviva.
ROSA.— Ella conjurará la maldición.
SIEMPREVIVA.— No tengo poder para anular la horrible
condena que hizo mi hermana.
MARGARITA.— Podrías atenuarla.
SIEMPREVIVA (piensa un instante).— Aurora no morirá,
solo dormirá un sueño muy profundo hasta que un príncipe
venga a despertarla. (Con la varita toca a la niña).
REY.— ¿Y si el príncipe no aparece para despertarla?
REINA.— ¡Eso será una desgracia!
REY.— Una desgracia que voy a evitar (Llama). ¡Pulgarcito!
(Cuando el mensajero se le acerca, le dice algo al oído).
PULGARCITO.— Cumpliré con lo ordenado tan rápido como mis botas siete pasos
hayan dado. (Con largos saltos, sale de escena mientras se produce un apagón).
Cuadro 2
262
SÚBDITOS (extrañados).— ¿¡Cómo!?
PULGARCITO.— Lo que escucharon. ¡Pónganles corchos a los tenedores!
SÚBDITO 1.— ¡Todo sea por el destino de la princesa!
PULGARCITO.— ¡Nunca más le saquen punta a los lápices!
SÚBDITO 2.— ¡Todo sea por la felicidad de nuestros reyes!
PULGARCITO.— ¡Dejen mochos hasta los escarbadientes!
SÚBDITO 3.— ¡Todo sea por la alegría del reino!
PULGARCITO (mientras detrás otros parten agujas de tejer y forman una pila
para quemarlas).— Espero que esto sirva de algo. ¡Por el bien de la
princesa, sus padres, Mataquín y hasta el último confín!
Apagón o telón
Segundo acto
Cuadro 1
263
PULGARCITO.— Aurora creció buena, bonita, simpática, es toda una
artista y muy muy muy inteligente. Y justo hoy cumple…
AURORA.— ¡Quince!
PULGARCITO.— Todos en Mataquín y hasta en el confín olvidaron
la maldición de Mandrágora. Por eso, mientras los reyes organizan su
fiesta de cumpleaños, me ordenaron distraer a la princesa para que no
descubra la sorpresa…
AURORA — ¡Paloma, paloma, el que no se escondió se embroma!
(Se da vuelta y ve a PULGARCITO). ¡No te escondiste!
PULGARCITO.— Y me embromé, querida Aurora.
AURORA.— Ahora, Pulgar, te toca a vos. Pero deberás contar hasta mil.
PULGARCITO.— ¿Hasta mil? Voy a estar todo el día contra esa pared…
AURORA.— Tengo derecho a pedírtelo: hoy es mi cumple.
Además soy la princesa.
PULGARCITO.— Como lo ordenes, majestad. (Se apoya contra la pared).
Uno, dos, tres, cuatro…
AURORA.— ¿Dónde me escondo? No puedo bajar a la sala principal, ahí
me están organizando una fiesta y debo hacerles creer que no lo sé…
PULGARCITO.— Quinientos, quinientos uno, quinientos dos…
AURORA (descubre la escalera).— Jamás subí por ahí. Debe llevar a lo alto
de una torre.
PULGARCITO.— Novecientos seis, novecientos siete, novecientos ocho…
AURORA.— Será un escondite perfecto. (Sube la escalera). Pulgar demorará
siglos en encontrarme…
PULGARCITO.— ¡Paloma, paloma, el que no se escondió se embroma!
(Se da vuelta). Princesa, voy a encontrarte en un periquete solo
para vengarme de hacerme contar hasta mil…
(Se produce un apagón).
264
Cuadro 2
Un punto a la derecha,
y otro a la izquierda.
Una hilera arriba
y otra debajo.
Tejer es divertido,
pero da trabajo.
265
AURORA (se le acerca extrañada).— Buenos días, señora.
¿Qué está haciendo?
PULGARCITO. (su voz).— Aurora, tus padres me mandan buscarte.
¿Dónde te has escondido?
ANCIANA.— Estoy tejiendo, princesita.
AURORA.— ¿Y qué son esas pelotitas de todos colores?
ANCIANA.— Ovillos de lana, princesita.
AURORA.— ¿Y cómo se llaman esas dos cosas puntudas?
ANCIANA.— Son agujas.
PULGARCITO (su voz).— El juego terminó, Aurora. El rey y la reina
quieren que bajes a la sala principal porque desean mostrarte algo.
AURORA.— ¿Es difícil tejer?
ANCIANA.— Trabajoso y divertido, pero no difícil. (Le ofrece el tejido).
¿Querés intentarlo?
AURORA.— Me encantaría. (Recibe el tejido e intenta tejer, pero se pincha
un dedo con una aguja). ¡Ay!
PULGARCITO (su voz).— Salí de tu escondite o les arruinarás la sorpresa.
ANCIANA.— Me olvidé de aclararte algo, princesita.
AURORA.— ¡Me siento mareada!
ANCIANA.— Tejer es trabajoso, divertido…
AURORA (bosteza).— Tengo mucho sueño. ¡Justo hoy que es mi cumple!
(Cae desmayada sobre la cama).
ANCIANA.— Y peligroso. (Comienza a reírse a carcajadas, se produce
un apagón y cuando vuelve la luz en su lugar está MANDRÁGORA).
PULGARCITO (entra y descubre a AURORA sobre la cama).
— ¡La maldición de Mandrágora se hizo realidad!
REY (entra junto con la REINA).— ¿Por qué demoran tanto en venir?
(Al ver al hada). ¡Oh, no! Nos habíamos olvidado de ella…
266
MANDRÁGORA.— ¡Quince años se cumplieron y al fin mi regalo llegó a manos de la
princesa! Ahí está, muerta y embrujada como muerta y embrujada me creyeron.
REINA (corre y abraza a su hija).— ¡Aurora, hija mía!
MANDRÁGORA.— Ahora puedo abandonar este reino para siempre, feliz de haber
cumplido mi venganza. (Se produce una explosión y, cuando el humo
se disipa, se ha ido).
REINA (contempla a su hija).— Se ve tan bella como un ángel. El desmayo
no le quitó sus vivos colores, las mejillas siguen rosadas y sus labios
como el coral. (Al REY). ¿Qué haremos ahora?
REY (desesperanzado).— Ordenaré que adornen este cuarto, también que
pongan sábanas de oro y plata en esa cama. Aquí dormirá Aurora hasta que…
PULGARCITO.— Mientras, su majestad, le pido permiso para ir a buscar al hada
Siempreviva. Ella fue quien evitó que la princesa muriera; tal vez pueda
despertarla.
REY.— Hace quince años dijo carecer del poder para conjurar la maldición de
Mandrágora, pero no perdemos nada con intentarlo. Andá, Pulgarcito…
PULGARCITO.— Cumpliré con lo ordenado tan rápido como mis botas siete
pasos hayan dado. (Con largos saltos, sale de escena).
(Se produce un apagón).
Cuadro 3
(En el jardín del palacio. Detrás se ve el castillo, con la torre donde duerme Aurora).
267
SIEMPREVIVA .— No había pensado en eso. (Luego de reflexionar).— Ya se
me ocurrió. (Levanta su varita). ¡Todos y todo lo que hay en el palacio
dormirán y al mismo tiempo que la princesa despertarán! (Lanza su
encantamiento produciéndose un efecto de luces).
PULGARCITO (mira por la ventana al interior del palacio).— El rey y la reina se
durmieron en sus tronos. Los cortesanos también duermen. (Mira por
otra ventana). El cocinero ronca en la cocina, el fuego se adormeció
y el guiso dejó de guisarse. (Sale por un lado y vuelve a entrar). En la aldea
también duermen todos, se calmó el chorrito de la fuente y el viento dejó
de soplar. (Sale por el lado contrario y vuelve a entrar). En las caballerizas
duermen los caballos, las palomas reposan en el palomar y las moscas
se posan en las paredes.
SIEMPREVIVA .— Y para que nada le ocurra a la princesa… (Levanta su varita).
¡Espinas y enredaderas del jardín servirán como protección hasta que su
sueño llegue a su fin! (Se producen efectos de luces mientras espinos y
enredaderas crecen tapando todo el palacio). Es todo lo que puedo hacer,
Pulgarcito.
PULGARCITO.— ¿Y yo qué hago ahora, Siempreviva?
SIEMPREVIVA.— Como sos el único que no está encantado, tendrás que
esperar a que aparezca algún príncipe para contarle todo lo ocurrido.
De vos dependerá que él se anime a romper el encantamiento…
PULGARCITO.— ¿Cómo sabré si el que llega es el indicado para despertar
a la princesa?
SIEMPREVIVA .— Porque apenas intente entrar al jardín, las enredaderas
se abrirán a su paso.
PULGARCITO (se sienta a esperar). Cumpliré con lo ordenado tan rápido
como mis botas ni un solo paso hayan dado.
Apagón o telón
268
Tercer acto
Cuadro 1
269
PULGARCITO.— ¡Ni fantasmas, ni hechiceros, ni un dragón! En esa torre que se
ve por encima del jardín, duerme una princesa. ¡La más bella, bondadosa e
inteligente de todas! Y espera que alguien se anime a entrar para despertarla…
SILVESTRE.— ¿Y cómo hay que despertarla?
PULGARCITO.— El hada Siempreviva se olvidó de decírmelo. Pero el que
lo logre podrá casarse con ella…
SILVESTRE.— Suena interesante, aunque yo no quiero casarme.
Y dudo que la princesa quiera ser mi esposa solo porque pude despertarla.
¡Ni siquiera me conoce!
PULGARCITO.— ¿Tenés miedo? ¿No te animás a descubrir si lo que te cuento
es verdad? ¿O dudás de encontrar un modo de romper el encantamiento?
SILVESTRE (envalentonado).— No tengo miedo ni dudas, señorcito.
(Desenfunda su espada). Ese jardín necesita una buena podada. (Va a cortar
los espinos y enredaderas, pero se abren como una cortina). ¿Y eso?
PULGARCITO.— Creo que, aunque no seas príncipe, sos el indicado
para rescatar a Aurora.
SILVESTRE.— Si usted lo dice, señorcito. (Se anima a cruzar el jardín).
PULGARCITO.— ¡Esperá, Silvestre, te sigo! (Va tras el joven, mientras se produce
un apagón).
Cuadro 2
270
SILVESTRE.— ¿Cómo hago? Puedo echarle un baldazo de agua encima
o hacerle cosquillas.
PULGARCITO.— No creo que se despierte con nada de eso.
SILVESTRE.— ¿Qué beso?
PULGARCITO.— Dije “nada de eso”, no be… ¡Eso! Tal vez un beso la despierte.
SILVESTRE.— ¡Un beso!
PULGARCITO.— Sí, algo tan simple puede romper la peor de las condenas.
SILVESTRE.— Yo le doy el beso y, si se despierta o no, sigo camino en busca
de mi aventura con ogros, gigantes o brujas.
PULGARCITO.— Adelante, no pierdas tiempo entonces.
(SILVESTRE se arrima a AURORA y luego de cobrar valor le da un tímido
beso en la mejilla).
PULGARCITO (al escuchar sonidos de animales en el exterior, se asoma a la
ventana).— ¡En las caballerizas despertaron los caballos, las palomas se
alejan volando del palomar y las moscas ya no se posan en las paredes!
Pero Aurora sigue dormida. Hace falta otro beso…
(SILVESTRE le besa tímidamente la otra mejilla).
PULGARCITO (al escuchar bostezos y voces en el exterior, mira por la ventana).
— ¡En la aldea todos abrieron sus ojos, el chorrito de la fuente volvió
a la vida y el viento sopla otra vez!
SILVESTRE.— Entonces, me puedo ir.
PULGARCITO.— Todavía no. La princesa sigue soñando su sueño de años…
SILVESTRE.— Ya le besé ambas mejillas y sigue sin despertar, eso quiere decir
que… (Traga saliva, se da ánimo y besa la boca de Aurora).
(El REY y la REINA entran bostezando, seguidos por los CORTESANOS y los SÚBDITOS).
PULGARCITO (feliz).— ¡Sus majestades, buenos días!
REY (señala a SILVESTRE).— ¿Y ese quién es? No tiene pinta de príncipe…
PULGARCITO.— Pero fue el único que intentó despertar a Aurora, aunque fracasó.
REINA.— ¿Quién te dijo que fracasó?
271
AURORA (comienza a despertar, se sienta en la cama y mira a todos
sorprendida).— ¿A qué hora comienza la fiesta de cumple?
REY (la abraza y llena de besos).— Ya mismo, y ordeno que dure para toda la vida.
CORTESANOS y SÚBDITOS.— ¡Es bueno el destino del reino!
¡Reina la felicidad en Mataquín! ¡En Mataquín la alegría no tiene fin!
AURORA (a SILVESTRE).— ¿Y vos quién sos?
PULGARCITO.— Un chico que quiere vivir aventuras. (Lo empuja).
Por eso ya se va…
AURORA.— ¿Ya se va? ¡Qué pena!
SILVESTRE.— ¿Quién dijo que me iba? (En secreto a PULGARCITO).
Luego de tres besos me parece más interesante quedarme junto
a Aurora que los ogros, los gigantes o las brujas.
PULGARCITO.— ¡Así se habla!
REINA.— No perdamos más tiempo, comencemos a celebrar.
El cumple de Aurora, el fin de una condena y…
AURORA.— El comienzo de algo más. (Agarra de una mano a SILVESTRE).
¿Te gustaría bailar conmigo en la fiesta?
SILVESTRE.— ¡Me encantaría!
CORTESANOS y SÚBDITOS.— ¡Brindemos por el destino de la princesa Aurora!
¡Salud por la felicidad de nuestros reyes! ¡Viva la alegría en Mataquín!
REY.— Pulgarcito, andá a avisar a las hadas que de nuevo hay fiesta en el palacio.
PULGARCITO.— Cumpliré con lo ordenado tan rápido como mis botas siete pasos
hayan dado. (Da tres saltos, pero se detiene). Y de paso difundiré hasta el
último confín que la leyenda de la Bella Durmiente llegó a su fin.
272
Chancho Va… ¡A segundo! Capítulo 1. La vida cotidiana de diferentes grupos
Separación de palabras. sociales en distintas sociedades del pasado.
Yaempezássegundoaño.
Letrasynúmerosteestánesperando.
Respondé.
¿Qué cosas te gustarían aprender este año?
Pensá y escribí dos ejemplos más
¿Cómo se llama tu seño? de cada época.
¿Y tu compañero de banco?
FICHA FICHA
1 1
Chancho Va… ¡A segundo! Capítulo 1. Viviendas de distintos grupos.
Confección de listas.
Ascensor
Pileta de natación
Balcones soleados
Vivienda actual
Garage de auto
Techos de tejas
FICHA FICHA
2 2
Capítulo 1. Vocales y consonantes. Capítulo 1. Roles de los niños en la
época colonial.
S F L Respondé.
i u i a a e o alen eco . ¿Cómo te imaginás que aprendían los chicos en la
época colonial?
FICHA FICHA
3 3
Capítulo 1. Orden alfabético. Capítulo 1. La vida cotidiana.
La segunda letra de .
Cumpleaños actual
La primera letra de .
La segunda letra de .
Nombre y parentesco:
ón cam pe pe ta trom
FICHA FICHA
6 6
Capítulo 1. Reconocimiento
y uso de NV.
¡Completá
las definiciones
¡Se perdieron! que faltan!
FICHA FICHA
7 7
Capítulo 2. Grupos consonánticos Capítulo 2. Reconocimiento
PL, FL, FR, TR. de los cambios del cuerpo.
Tienen PL:
Respondé en tu cuaderno la pregunta
de Chancho.
Tienen FL:
del zoo.
FICHA FICHA
9 9
Capítulo 2. Lectura de textos Capítulo 2. Cuidado de la salud bucal.
de tradición oral. Adivinanzas.
plancha
Locomotora no soy
mas cuando con vapor voy
¡Listo! ¡A sonreír!
FICHA FICHA
10 10
Capítulo 2. Grupos consonánticos Capítulo 2. Servicios de salud.
BR, BL.
pueblo bruma R A N E S I O O
I Z V U T E G G
fresa abrir
L O H F A J O O
cable hambre
Investigá y escribí a qué se dedican los
tabla flauta especialistas del punto anterior.
FICHA FICHA
11 11
Capítulo 2. Uso de mayúsculas Capítulo 2. Actitudes saludables
en los sustantivos propios. para la vida cotidiana.
pelucas: Lucas
melena: armario:
comprita: masticarlos:
interesante: tema:
Respondé.
1 2 3
MENÚ:
FICHA FICHA
14 14
Capítulo 3. Descripción
de personajes.
Oftalmólogo
Ahora, inventá el
nombre de otro Antígenos que provocan
pirata, dibujalo y Vacunas anticuerpos contra
describilo. algunas enfermedades.
FICHA FICHA
15 15
Capítulo 3. Reconocimiento Capítulo 3. Los trabajos. Trabajadores
de CA, CO, CU, CE, CI. y tecnologías.
FICHA FICHA
16 16
Capítulo 3. Reconocimiento Capítulo 3. Los trabajos. Trabajadores
de CA, CO, CU, CE, CI. y tecnologías.
FICHA FICHA
17 17
Capítulo 3. Lectura y escritura de Capítulo 3. Los trabajos. Trabajadores
textos de tradición oral. Colmos. y tecnologías.
Su trabajo es:
FICHA FICHA
18 18
Capítulo 4. La rima. Capítulo 3. Los trabajos. Trabajadores
y tecnologías.
S
La rana Teresa
prepara la
. En tu cuaderno escribí qué herramientas
utiliza cada uno de ellos.
FICHA FICHA
19 19
Capítulo 4. Género del sustantivo. Capítulo 3. Trabajo artesanal e industrial.
FICHA FICHA
20 20
Capítulo 4. Reconocimiento del Capítulo 3. Contaminación ambiental.
número de los sustantivos.
FICHA FICHA
21 21
Capítulo 4. Reconocimiento del
género y número de los sustantivos.
¡Ya lo aprendí!
Leé las oraciones. Escribilas abajo
correctamente respetando el género y
número de los sustantivos. Trabajo
industrial
Julieta y Anabla so amiga y coeccioan
la figuritas de la princesas.
FICHA FICHA
22 22
Capítulo 4. Formación de plurales. Capítulo 4. Diversidad de estructuras
utilizadas en el desplazamiento.
FICHA FICHA
23 23
Capítulo 5. Los sinónimos. Capítulo 4. Diversidad de estructuras
utilizadas en el desplazamiento.
Referencias: P A L O M A X
2
3
Elegí uno de los animales que encontraste
4 y escribí cómo es su pico, su cola, cómo
5 tiene cubierto el cuerpo y qué utiliza para
6 desplazarse.
7
8
FICHA FICHA
24 24
Capítulo 5. Los antónimos. Capítulo 4. Diversidad de estructuras
utilizadas en el desplazamiento.
F A M A B L E B
K D A L T A Z I Nombre:
C H I Q U I T A Tiene el cuerpo cubierto de:
pelo plumas escamas
Tiene: patas alas aletas
Se desplaza:
Copiá las cualidades que pintaste y escribí
Su hábitat es:
los antónimos.
Nombre:
Tiene el cuerpo cubierto de:
pelo plumas escamas
Tiene: patas alas aletas
Se desplaza:
Su hábitat es:
FICHA FICHA
25 25
Capítulo 5. Uso de R y RR. Capítulo 4. Diversidad de estructuras
utilizadas en el desplazamiento.
mos-ra
a
Salid
1 5
Escribí tres Escribí dos
lo-re-ga animales que animales 6
caminan. 2 4 que saltan.
3 7
ta-rra-gui
9 8
Las aves
ro-na-co 10 tienen...
11
12
nes-ja-rro 13
Escribí tres
animales
rá-bai-la que nadan.
14 16 18
15 Escribí tres
animales que
17 Escribí dos
tienen escamas. animales con
rre-to músculos fuertes.
TAPIN Golondrina
Jacinta no
no con tinta.
Con tinta no Por agua
no Jacinta.
QURAIE Orca
Como quieres
que te
si el que quiero Por tierra
que me
no me quiere
como quiero
que me .
FICHA FICHA
27 27
Capítulo 5. Palabras con los Capítulo 4. Diversidad de estructuras
dígrafos CH y LL. utilizadas en el desplazamiento.
6 5
chuletas chimpancé chorizos come Ese y
FICHA FICHA
28 28
Capítulo 6. Uso de GA, GO, GU. Capítulo 4. Animales en extinción.
Chinchilla de
cola larga
Jaguar
Oso de anteojos
Escribí los objetos que faltan en la Elegí uno de los animales antes
segunda escena donde corresponde. mencionados y realizá una ficha bien
completa con sus características. Luego,
GA: escribí consejos para su protección.
GO:
GU:
FICHA FICHA
29 29
Capítulo 6. Uso de GUE, GUI.
Guiso de sílabas
Desaparición total
Armá palabras con las sílabas de las Extinción de una especie en
burbujas y escribilas en tu cuaderno. el planeta.
¡Ayudita: todas tienen GUE o GUI!
Uñas largas y
ME REN GUE JU GUE TES Garras afiladas de algunos
vertebrados.
GUIN DAS ES PA GUE TIS
: femenino-masculino-singular-plural.
: femenino-masculino-singular-plural.
: femenino-masculino-singular-plural. Desplazamiento
: femenino-masculino-singular-plural. ¡Completá s
ione
las definic n!
: femenino-masculino-singular-plural. que falta
FICHA FICHA
30 30
Capítulo 6. Uso de GÜE, GÜI. Capítulo 5. El sistema de transporte.
Al se le rompió la de
su zapato.
FICHA FICHA
31 31
Capítulo 6 Reconocimiento Capítulo 5. Diferentes formas
de onomatopeyas. de acceder al transporte.
FICHA FICHA
32 32
Capítulo 7. El uso de la coma Capítulo 5. Distintas formas de
en las enumeraciones. acceder al transporte.
¡A separar! ¿Viajamos?
La mamá de Juliana le dejó la siguiente Resolvé el crucigrama de transportes.
nota para que haga los mandados. Colocá
la coma con color donde corresponda. 1
FICHA FICHA
33 33
Capítulo 7. La carta. Capítulo 5. Transporte de pasajeros.
FICHA FICHA
34 34
Capítulo 7. El correo electrónico. Capítulo 5. Transporte de pasajeros.
De:
Ahorá, inventá una adivinanza para los
Para:
Asunto:
siguientes medios de transporte.
Velero:
Globo aerostático:
FICHA FICHA
35 35
Capítulo 7. Reconocimiento y escritura Capítulo 5. Transporte de pasajeros.
de aumentativos y diminutivos.
o c a
s j o r
z t
o a e
z a r
FICHA FICHA
36 36
Capítulo 8. Lectura y escritura Capítulo 5. Análisis de los medios
de una receta. de transporte en la localidad.
FICHA FICHA
37 37
¡Completá
Capítulo 8. Reconocimiento las definiciones
de los verbos. que faltan!
¿Qué hacen?
Uní cada dibujo con la acción que realizan.
Los transportes
salta
Transporte Colectivo
saluda maneja
Vehículo que se utiliza
para llevar personas o
cocina
Medio de
transporte
aéreo
Transporte que
nada duerme
se desplaza por
escribe Medio de el aire. Medio de
transporte transporte
acuático terrestre
Escribí una lista de acciones que realizás
en los lugares indicados.
En la escuela:
En tu casa:
FICHA FICHA
38 38
Capítulo 8. Tiempos verbales. Capítulo 6. Diversidad de plantas.
Completá el cuadro.
Verbos Pasado Presente Futuro
Plantas acuáticas
correr
cantar
bailar
Plantas trepadoras
volver
dormir
FICHA FICHA
39 39
Capítulo 8. Tiempos verbales. Capítulo 6. Bulbos, tubérculos
y raíces.
FICHA FICHA
40 40
Chancho Va… ¡A segundo! Números Capítulo 6. Necesidades y cuidados
en la vida cotidiana. de las plantas.
¡Manos a la obra!
huevo y vacialo.
2 Poné la tierra y el alpiste.
Día 1
Día 3
Día 5
Ordená los números que encontraste de
menor a mayor. Día 6
Día 7
Día 8
FICHA FICHA
41 41
Chancho Va… ¡A segundo! Capítulo 6. Características
Cuadro de números hasta el 100. de las semillas.
10 11 12 13 14 15 16 17 19
mandarina cardo maíz
20 21 22 23 24 25 26 27 29
60 61 62 63 64 65 66 67 68 69
naranja girasol pacará
70 71 72 73 74 76 77 78 79
Rodeá con las frutas que tienen una
80 84 85 86 87 88 89 sola semilla y, con las que tienen
muchas semillas.
91 92 93 94 95 96 97 98 99
100
manzana tomate limón durazno
Materiales:
Un envase de cartón (leche, jugo, puré de tomates)
135 136 137 100 145
Muchas semillas de distintos colores y tamaños.
Procedimiento
1 Cortá la parte superior
Hay tres números consecutivos que del envase y lavalo bien.
tienen un 3 en las decenas.
2 Dibujá un lindo diseño
de guardas.
La diferencia entre el número mayor
y el menor es 47.
3 Ponele pegamento con
el pincel.
El número que está cerca del 145 es el 149.
4 Pegá las semillas en todo
El ciento veinticinco y ciento veintiocho el envase.
no están.
5 Dibujá cómo te
Está el resultado de 50 + 50. quedó terminado.
En la parada ¡Prohibidísimo!
Seguí el camino y escribí el número que Inventá y dibujá señales que prohíban las
corresponde en el cartel. siguientes situaciones.
Ciento doce
Ciento veintisiete
Ciento diez
126:
Incendiar los bosques. Arrancar ramas.
145:
Respondé.
¿Cuánto dinero tiene Luna en total?
FICHA FICHA
45 45
¡Completá
Capítulo 2. Construcción de tablas
las definiciones
de cálculos aditivos memorizados. que faltan!
¡Qué fácil!
Tallo subterráneo
Completá la tabla. Tubérculo engrosado donde
algunas plantas
Sumas que dan 10 Sumas que dan 100 acumulan los nutrientes.
6+4 60 + 40
5+ Dispersión
2+
Las plantas
30 20 100
Raíz
40 100
FICHA FICHA
46 46
Capítulo 2. Situaciones problemáticas. Capítulo7. Las comunicaciones. Medios
Complementos de 10 y de 100. individuales y medios colectivos.
E D E G U I E Q U F
L I D K A F R I K I
S G H I A O L S M R
I U C O K L A P U N
Ó I R E V I S T A E
Chancho tenía en su alcancía $ 70 .Su abuela le N F V B A L P E R T
regaló dinero y ahora contó el dinero y tiene $ 100.
¿Cuánto le regaló la abuela?
Respondé.
Con los medios de comunicación que encontraste,
¿se comunican dos o muchas personas? ¿Por qué?
FICHA FICHA
47 47
Capítulo 3. Ordenar, leer y escribir Capítulo 7. Las comunicaciones.
números hasta el 500. Medios individuales y medios colectivos.
289 200 + 70 + 6
Para buscar una
información para
¡Todas dan 500! Completá las sumas. la escuela.
Si estás en la ruta
500 y se queda el auto.
Si querés
escuchar tu
canción favorita.
FICHA FICHA
48 48
Capítulo 3. Resolución de problemas. Capítulo 7. La comunicación.
Materiales:
Dos vasitos de yogur bien limpios
¡Manos a la obra!
Respuesta: en total hay caramelos.
1 Con un punzón, hagan un agujerito chiquito en el
centro de cada vasito.
2 Pasen el hilo por el agujerito de uno de ellos y
anuden.
3 Pasen la otra punta del hilo por el otro vasito y
anuden.
4 Ahora, tome cada uno un vasito, y aléjense.
5 Uno habla por el vasito y el otro lo escucha.
¡A comunicarse!
Respuesta: en total hay chupetines.
Pensá y respondé.
¿Por qué creés que tu amigo escucha tu mensaje?
540
y se tiraba al .
FICHA FICHA
50 50
Capítulo 4. Medidas de longitud Capítulo 7. La comunicación.
convencionales.
300 9 Quinientos
300
diez
Completá la tabla.
Ahora, dibujá una situación donde se vea
Anterior Números Posterior el buen uso de un medio de comunicación.
681
676
699
660
601
FICHA FICHA
52 52
Capítulo 5. Doble y mitad.
Te comparto la mitad
Pintá la mitad de las cosas que tiene Cami. Envoltorio de cosas, atado
Quepi en tela que los nativos
llevan en la espalda.
La mitad de 24 es .
Chasqui
FICHA FICHA
53 53
Capítulo 5. Tablas de aumento Capítulo 8. Los materiales y la luz.
proporcional. Propiedades ópticas.
Cantidad
3
de ruedas
Araña 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Cantidad
8
de patas
Semana 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Transparentes Translúcidos Opacos
Cantidad
7
de días
FICHA FICHA
54 54
Capítulo 6. Resolver problemas Capítulo 8. Las sombras y
de reparto y partición. sus direcciones.
Respuesta:
Materiales:
Cartulina Palito de brochette
FICHA FICHA
56 56
Capítulo 7. Multiplicación por la unidad seguida Capítulo 8. Identificación de sombras.
de 0 en el contexto de los billetes.
Número x 10 x 100
6 Sofía
380 3.800
Emilia
540
67
Ludmila
Respondé sin hacer la cuenta.
Campera $ 100 Gorro $ 10 Guantes $ 22
Juana
¿Cuánto cuestan 5 camperas?
FICHA FICHA
57 57
Capítulo 7. Medidas de tiempo. Capítulo 8. Movimientos verticales
y horizontales.
16 PM
2 R
Yo peso Yo peso Yo peso Yo peso
91 kg. 73 kg. 56 kg. 26 kg. 3 E
6 N
7 I
¿Cuánto pesan en total todos los que quieren subir?
8 R
FICHA FICHA
59 59
Capítulo 8. Comparación de problemas Capítulo 8. Identificación de sombras.
de suma y de multiplicación.
FICHA FICHA
60 60
Capítulo 8. Materiales translúcidos,
RECORTABLES.
opacos y transparentes.
FICHA FICHA
61 61
RECORTABLES. Capítulo 8. Análisis del movimiento.
FICHA FICHA
62 62
Capítulo 8. Movimientos horizontales
RECORTABLES.
y verticales.
moimiento hoizotales
sentido
moimiento vrticales
FICHA FICHA
63 63
RECORTABLES.
Movimiento Sombra
Materiales Materiales
translúcidos opacos
¡Completá Materiales
las definiciones transparentes
que faltan!
FICHA FICHA
64 64
COMO CHANCHO
QUE VA Y VIE NE ,
ESTE LIBRO LLE N
O DE SABERES
NO SE ACHANCHÓ
Y SE TERM INÓ DE
E N EL M ES DE SE IM PRIM IR
PTIE MBRE DE 2 0
E N LOS TALLERES 15 ,
GRÁFICOS DE
GRÁFICA PINTER
S. A .,
DIÓGE NES TABORD
A 48,
BUE NOS AIRES,
ARGE NTINA .