3 Cnidarios

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CNIDARIOS

Arvey José Olivero Meza¹ & Luis David Ruíz Arrieta¹

¹Estudiantes de la asignatura Zoología de Invertebrados, del Programa Biología. Departamento de Biología


y Química. Facultad de Educación y Ciencias. Universidad de Sucre: Cra. 28 #5-267, Puerta Roja, Sincelejo,
Sucre (Colombia).

INTRODUCCIÓN

El filo Cnidaria toma su nombre de las células llamadas cnidocitos, que contienen
orgánulos urticantes (nematocistos). Los nematocistos son producidos y utilizados
exclusivamente por los cnidarios. Estos organismos se encuentran con mayor abundancia
en hábitat marinos poco profundos, especialmente en lugares con temperaturas cálidas y
regiones tropicales. No hay especies terrestres. Los hidroides coloniales se encuentran
generalmente adheridos a conchas de moluscos, rocas, muelles y otros animales en aguas
costeras poco profundas, aunque algunas especies se encuentran a grandes profundidades.
Las medusas flotantes y nadadoras se hallan en mares abierto y lagos, con frecuencia lejos
de la costa (Hickman et al, 2006).

El filo incluye a las hidras, medusas, anémonas de mar y corales. Los colores brillantes de
muchas especies, aunados a la simetría radial, crean a menudo un índice de belleza
sobrepasado por pocos animales. Dicha simetría suele considerarse como justificación para
unir los cnidarios con los ctenóforos en una división de filos del reino animal, conocida
como Radiata. Los celenterados poseen dos características estructurales básicas propias de
los metazoarios. En primer término, un espacio interno para a digestión, llamado cavidad
gastrovascular. Esta cavidad se extiende a lo largo del eje polar del animal y se abre al
exterior de un extremo para formar una boca. La presencia de una cavidad digestiva y boca
permite a estas especies utilizar una gama mucho más amplia, en cuanto se refiere al
tamaño de las partículas alimenticias, que la empleada por los protozoarios y las esponjas.
Por otra parte, se observa un circulo de tentáculos rodeando la boca, que representan
prolongaciones de la pared corporal, y que constituyen una importante ayuda en la captura
e ingestión del alimento (Barnes, 1985).

El phylum Cnidaria agrupa a todos los corales duros, los cuales se caracterizan por secretar
esqueletos de carbonato de calcio (CaCO₃). Actualmente se conoce un total de 1.574
especies de corales duros pertenecientes a grupos tan disímiles como Hydrozoa y
Scleractinia, 260 de las especies pertenecen a los órdenes Milleporida (familia
Milleporidae) y Stylasterida (familia Stylasteridae) de la clase Hydrozoa, mientras las
restantes 1.314 especies son del Orden Scleractinia de la clase Anthozoa (Reyes et al, 2010)

En esta práctica de laboratorio se identificó un grupo de corales duros y se observó la


estructura de otros organismos pertenecientes al filo Cnidaria. Asimismo, se hizo un
reconocimiento de las estructuras corporales más relevantes para este grupo y se diferenció
las clases taxonómicas de dicho Phylum.
MATERIALES Y MÉTODOS

 Microscopio
 Estereoscopio
 Micropreparados
 Claves taxonómicas

Se realizó la identificación de siete corales duros preservados en seco, utilizando la clave


taxonómica de INVEMAR, para ello fue necesario el uso de un estereoscopio que permitió
la observación de estructuras que a simple vista no se apreciaban con claridad, como los
septos de los cálices. Posteriormente se procedió a reconocer y caracterizar otros
organismos presentes en el laboratorio, conservados en seco y en líquido. Finalmente, se
realizó la observación e identificación de estructuras corporales de los micropreparados.

RESULTADOS

Según lo obtenido en la determinación taxonómica con la clave de INVEMAR para corales


duros y el libro de corales escleractínidos de Colombia, las siete especies identificadas
presentan las siguientes características:

 Stephanocoenia intercepta (Coral estrella sonrojado)


Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias hemisféricas o
en forma de colina. Colonias con cálices definidos, circulares, irregulares o elípticos.
Colonias con los cálices redondeados. Colonias con los cálices embebidos en la matriz del
esqueleto. Espacio entre cálices relativamente amplio. Cálices con 24 septos, lóbulos
presentes (Figura 1). Común en los arrecifes del Caribe, sin embargo, en Colombia no se
encuentran formando grandes agregaciones y por tal razón no se puede considerar como un
constructor del arrecife. Se encuentra en la mayoría de las zonas arrecifales y
abundantemente en sectores de baja turbulencia (Reyes et al, 2010).

A B C
Figura 1: Fotografías de Stephanocoenia intercepta. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Vista general del
coral. B: Cálices conceptos. C: Colonia viva, en el medio acuático.

 Acropora palmata (Coral cuerno de alce)


Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias ramificadas, en
uno o varios planos. Colonias con los cálices en la superficie de las ramas. Cálices
sobresalen de la matriz del esqueleto. Espacio entre cálices muy reducido, casi ausente
(Figura 2). Habita en aguas claras y someras (0-6 m) de hidrodinámica moderada, son
comunes en la cresta arrecifal y llegan a ser el principal constructor de esta unidad en el
Caribe colombiano. Como resultado del mecanismo reproductivo de los corales de realizar
desoves masivos, se ha observado que A. palmata presenta hibridaciones de primera
generación con la especie A. cervicornis, dando origen a la especie A. prolifera (Reyes et
al., 2010).

A B
Figura 2: Fotografías de Acropora palmata. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Cálices que sobresalen de la
matriz esquelética. B: Colonia viva, en el medio acuático, vista general.

 Meandrina meandrites (Coral laberíntico)


Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias hemisféricas o
en forma de colina. Colonias con cálices sin un límite definido, dispuestos en series
formando meandros. Colonias con septos completamente lisos (Figura 3). Habita en la
mayoría de los ambientes arrecifales, especialmente mar afuera en profundidades medias de
20 a 40 m, sin embargo, puede encontrarse en los arrecifes de parche entre 5 y 10 m de
profundidad. Meandrina meandrites forma danae se encuentra sobre sustratos arenosos y de
cascajo sin adherirse firmemente al sustrato, también es muy común en las praderas de
Thalassia (Reyes et al, 2010).

A B
Figura 3: Fotografías de Meandrina meandrites. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Meandros con septos
lisos. B: Colonia viva, en el medio acuático, vista general.

 Diploria strigosa (Coral cerebro simétrico)


Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias hemisféricas o
en forma de colina. Colonias con cálices sin un límite definido, dispuestos en series
formando meandros. Colonias con septos finamente aserrados. Valles relativamente
delgados, menores a 10 mm de ancho (Figura 4). Se encuentra generalmente sobre el borde
lagunar de las barreras arrecifales y el talud somero (Reyes et al, 2010).
A B
Figura 4: Fotografías de Diploria strigosa. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Meandros con septos
aserrados. B: Colonia viva, en el medio acuático, vista general.

 Diploria clivosa (Coral cerebro simétrico)


Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias hemisféricas o en
forma de colina. Colonias con cálices sin un límite definido, dispuestos en series formando
meandros. Colonias con septos finamente aserrados. Valles relativamente delgados, menores a
10 mm de ancho (Figura 5). Esta especie es típica de zonas someras, comunes entre espolones,
terraza prearrecifal y lagunas (Reyes et al, 2010).

A B
Figura 5: Fotografías de Diploria clivosa. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Meandros con septos
aserrados. B: Colonia viva, en el medio acuático, vista general.

 Porites astreoides (Coral mostaza)


Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias hemisféricas o en
forma de colina. Colonias con cálices definidos, circulares, irregulares o elípticos. Colonias con
los cálices redondeados. Colonias con los cálices embebidos en la matriz del esqueleto. Espacio
entre cálices reducido o ausente. Cálices hasta con 12 septos, diámetro menor de 2 mm (Figura
6). Es una especie común de todos los ambientes arrecifales, principalmente entre 4 y 24 m,
donde sus colonias suelen ser pequeñas, pero pueden alcanzar varios metros de diámetro
(Reyes et al, 2010).

A B C
Figura 6: Fotografías de Porites astreoides. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Detalle de los cálices. B:
Vista general del coral. C: Colonia viva, en el medio acuático, vista general.
 Manicina areolata (Coral rosado)
Cálices con septos presentes, esqueleto sin verrugas redondeadas. Colonias hemisféricas o en
forma de colina. Colonias con cálices sin un límite definido, dispuestos en series formando
meandros. Colonias con septos finamente aserrados. Colonias con los valles relativamente
anchos, de 10 a 20 mm. Colonias que presentan entre 12 y 24 septos por cm (Figura 7). Es una
especie común en los ambientes arrecifales someros, habitualmente se encuentra en áreas
protegidas sobre cascajo, arena o pastos marinos, sin embargo, pueden crecer sobre los
arrecifes, adheridas al sustrato y de forma esférica (Reyes et al, 2010).

A B
Figura 7: Fotografías de Manicina areolata. [Tomadas de Reyes et al., 2010]. A: Meandros con septos
aserrados. B: Colonia viva, en el medio acuático.

En esta práctica de laboratorio también se llevó a cabo la identificación de algunas de las clases
taxonómicas del filo Cnidaria mediante la observación de los organismos preservados en el
laboratorio (Figuras 8 y 9) y de micropreparados (Figuras 11, 12 y 13). Las clases identificadas
fueron Anthozoa, Scyphozoa e Hydrozoa.
La clase Anthozoa se caracteriza porque sus individuos no presentan estado de medusa. Son
todos marinos y se encuentran tanto en aguas profundas como superficiales, en mares polares y
tropicales. Varían mucho en tamaño y pueden ser solitarios y coloniales. Muchas formas están
provistas de esqueletos (Hickman et al., 2006). Los antozoos o “animales flor”, según su
traducción del griego, son una parte de los cnidarios. En concreto se trata de un grupo de estos
animales que pasa toda su vida bajo la forma de pólipos. El esqueleto de los corales duros
(escleractinios) es de carbonato cálcico (CaCO₃) cristalizado en forma de aragonito, al igual
que ocurre en la concha de muchos moluscos. Esta tasa de mineralización del carbonato cálcico
disuelto en el agua que se produce en los corales es en algunas especies optimizada por las
algas simbiontes (zooxantelas) que viven en sus tejidos. Pero otros corales utilizan compuestos
de proteínas, carbohidratos y alógenos como la Gorgonina para configurar un esqueleto corneo,
en ocasiones junto con espículas calcáreas (Aguilar, 2007).
Figura 8: Organismos preservados en el laboratorio, pertenecientes a la clase Anthozoa.
Figura 9: Organismos
conservados en el laboratorio.
A: Pseudopterogorgia
americana (Clase: Anthozoa).
B: Millepora sp. (Clase:
Hydrozoa).
C: Gorgonia sp. (Clase:
Anthozoa).
A B D: Millepora
(Clase: Hydrozoa).
alcicornis

C D
En la figura anterior se observa dos organismos pertenecientes al género Millepora de la
Clase Hydrozoa. Se han descrito alrededor de 50 especies de coral de fuego que expresan
una variedad de formas de crecimiento. Las formas de crecimiento se extienden de colonias
compuestas por ramas como de árboles, colonias sólidas que son típicamente en forma de
cúpula o colonias que se adhieren estrechamente al substrato. Estos corales constructores de
arrecifes (hermatípicos) pueden ser de color verde, crema o amarillo y las especies con
ramas tienen núcleos huecos que contienen oxígeno y pueden romperse fácilmente. Otras
especies forman colonias gruesas y robustas capaces de soportar la acción de las olas más
fuertes. Los corales de fuego son hidrozoos y por lo tanto tienen diferentes tipos de pólipos
con diferentes funciones. Los pólipos de hidrozoos tienen un tamaño casi microscópico y
en su mayoría están incrustados en el esqueleto y conectados por una red de canales
diminutos (BIOPEDIA, s.f.). Por su parte el Millepora alcicornis presenta una estructura
fina altamente ramificada. Comúnmente se le observa incrustado en abanicos de mar
adoptando esta forma, sin embargo, siempre presenta desarrollo de delgadas proyecciones
verticales (Coralpedia, 2018).
También se puede observar dos Anthozoa: Gorgonia sp. (Las dos grandes especies
pertenecientes a este género (G. flabellum y G. ventalina) representan los característicos
abanicos de mar. Frecuentemente es difícil distinguir entre estas dos especies, ya que en
ambas las ramas forman un enrejado, el cual comúnmente se orienta en un solo plano con
respecto a la corriente principal. Las dos especies llegan a medir más de 1.5 metros de largo
y ancho (Coralpedia, 2018)) y Pseudopterogorgia americana; Esta gorgonia en forma
similar a plumas presenta ramas secundarias que emergen a lados opuestos del tallo
principal, generalmente al mismo nivel. Las colonias llegan a medir hasta 1 metro de altura.
Esta especie produce una cantidad considerable de mucus, por lo cual tienen una
consistencia viscosa al tacto (Coralpedia, 2018).

El último de los organismos observados fue el Hydrozoa Physalia physalis (Figura 10),
comúnmente conocida como calavera o fragata portuguesa. Especie bastante característica
por su flotador o neumatóforo púrpura o azul plateado con matices rojos. Alcanza un
tamaño de 30 cm de longitud y 10 de ancho, y en la parte superior tiene una vela en forma
de cresta. En la parte inferior se encuentran suspendidos de un corto pedúnculo una
asociación de pólipos con funciones concretas: unos agrupados en tentáculos largos que
pueden llegar a decenas de metros, los dactilozoides, encargados de la captura de presas y
la defensa; en tentáculos más pequeños están los gastrozoides, pólipos con funciones
alimenticias, sin tentáculos, y los gonodendros, reproductores. Los dactilozoides están
armados con potentes nematocistos, que pueden ser extremadamente peligrosos para el
hombre (Valderrey & Corchón, 2005).

Vela

Gastrozoides y
Tentáculos gonozoides

Figura 10: Physalis physalis (fragata portuguesa) conservada en líquido.

Los micropreparados observados en el microscopio corresponden a una pieza completa de


hidra (Figura 11), Actinia (Figura 12) y una éfira (Figura 13). Ésta última corresponde a la
tercera clase taxonómica identificada: Scyphozoa. Esta clase incluye muchas de las grandes
medusas. La mayoría de escifozoos fluctúan entre 2 y 40 cm de diámetro. La umbrela
puede tener distintos grosores. La capa gelatinosa (mesoglea) es gruesa. Esta capa, al
contrario que las hidromedusas, contiene células ameboides y fibras. El movimiento se
produce por pulsaciones rítmicas de la umbrela. Los tentáculos, el manubrio, y a menudo
toda la superficie del cuerpo, están bien provistos de nematocistos. En la base de cada
tentáculo presentan una estructura aplanada llamada pedalia, donde se alojan una serie de
órganos sensoriales denominados ropalia (Hickman et al., 2006).

Actinia es un género de anémonas de mar. Estas son pólipos depredadores que se unen a la
superficie del suelo marino. Son pequeñas (aproximadamente 1mm), pero pueden llegar a
medir los 6m. Poseen cientos de tentáculos para identificar sus alrededores. Su cuerpo es
colorido y a menudo luce como flores de tonos rojos o rosas, como vemos en la imagen.
Dichos tentáculos se hallan alrededor de la boca, la cual permanece oculta (Menéndez &
Lorenzo, 2005).
Tentáculos
Boca

Cavidad
gastrovascular

Figura 11: Pieza completa de hidra (Clase: Hydrozoa). Objetivo 4X

Tentáculos

Cavidad
gastrovascular

Figura 12: Placa fija de Actinia, una anémona de mar. Objetivo 4X

Tentáculos

Boca

Ropalia

Manubrio

Figura 12: Pieza completa de una éfira. Objetivo 4X


CONCLUSIONES

Al concluir la práctica, se logró:


 Caracterizar, de forma general, las distintas clases taxonómicas que comprende el
phylum Cnidaria.
 Identificar, mediante claves taxonómicas, un grupo de corales duros. Asimismo,
reconocer las diferencias que se presentan en las estructuras corporales que
presentan. Por ejemplo, los septos y cálices.
 Reconocer las estructuras más relevantes de un Hydrozoa y un Scyphozoa
observando al microscopio.

BIBLIOGRAFÍA

Aguilar, F. (2007). Corales del Mediterráneo. Ciudad de México, México. Editorial


Oceana

asturnatura.com "Physalia physalis (Linnaeus, 1758)" (2005). Asturnatura.com Num. 9.


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Barnes, R.D. (1985) Zoología de los invertebrados. 4ᵃ Edición. Nueva Editorial


iNTERAMERiCANA S.A. de C.V. México, D.F. 119-189

Corales de fuego (Millepora spp.) (s.f.) Biopedia.com. Recuperado de


http://www.biopedia.com/corales-de-fuego-milleporaspp/

Coralpedia (2018). Coralpedia.com, recuperado de http://coralpedia.bio.warwick.ac.uk/en

Hickman, C., Roberts, L. & Larson, A (1998) Principios integrales de zoología. 10ᵃ
Edición. Mc-Graw-Hill-Interamericana. España.

INVEMAR. (Sin fecha), Corales duros. Manual de Identificación CITES de Invertebrados


Marinos de Colombia.

Menéndez, J.L. & Lorenzo, A. (2005). Cnidarios. Asnatura.com. Recuperado de


https://www.asturnatura.com/articulos/cnidarios/inicio.php ISSN 1887-5068

Reyes, J., Santodomingo, N. & Flórez, P. (2010). Corales Escleractinios de Colombia.


Santa Marta, Colombia. INVEMAR Serie de Publicaciones Especiales.

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