Ii Los Sujetos 4. La Multitud

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1. LA MULTITUD.

Tras el concepto de multitud, desde sus inicios, pervive una persistente pugna por no
someterse al Uno, por defender la pluralidad, la autonomía de los individuos frente a la
autoridad del soberano. Hobbes denostaba a la multitud por ser la principal enemiga del
pueblo. Virno o Negri la alaban y la ponen como principal escudo frente a las arbitrariedaes
del pueblo.

Un elemento central en el pensamiento de Virno es que lo universal reside en un dato


común a todos los seres humanos: el intelecto general. La facultad de hablar, leer, escribir,
comunicarse presente en la inmensa mayoría de los seres humanos es lo que constituye el
elemento decisorio de la multitud. El pueblo, cuando se pone en movimiento –sea en la
Revolución Francesa sea en la Rusa–, en realidad es una parte del todo que asume
responsabilidad por el conjunto, incluídos los subalternos e idiotas. Laclau describe este
proceso en el que la plebs se toma a sí misma como el populus, la parte como el todo.1 En
la multitud, en cambio, nadie representa a nadie, sino que cado uno actúa por sí mismo a
partir de su intelecto general. Esto es lo que otorga una potencialidad enorme a los
individuos de la multitud para jugar un papel fundamental en el poder de la comunicación
en red. Esta es una de las grandes diferencias y conflictos entre el pueblo y la multitud a
nivel representativo: mientras que en el primero una parte representa al todo, en la segunda
cada uno se representa a sí mismo.

Estas condiciones de la multitud para participar no nesariamente se traducen en capacidades


para generar transformaciones sistémicas a nivel político. La multitud es una poderosa
fuerza contrademocrática pero, también, una peligrosa fuerza para iniciar procesos que
acaban cristalizando en infiernos espantosos, como nos lo ha demostrado la primavera
árabe. La multitud genera procesos políticos y sociales tan abiertos que acaban siendo
ingobernables, y ese riesgo a veces tiene consecuencias irreversibles.

1.1. El concepto.

1
Laclau, 2006, pp. 113.
El concepto de multitud es una noción del siglo XVII presente en dos filósofos coetáneos,
Hobbes y Spinoza, que ha sido recuperado recientemente, por lo apropiado del contexto
histórico, por autores como Paolo Virno o Antonio Negri.

Thomas Hobbes señalaba que una de las causas internas que facilitan la disolución del
Estado –especialmente el monárquico– era la no diferenciación entre el pueblo y la
multitud:
… es un gran inconveniente para el gobierno civil, en especial el monárquico, que los
hombres no distingan con claridad la diferencia que existe entre un pueblo y una multitud.
El pueblo es algo que es uno, que tiene una voluntad y al cual puede atribuírsele una acción;
ninguna de estas cosas puede decirse propiamente de una multitud.2

Hobbes distingue claramente entre la multitud, que preserva las diferencias de las
singularidades y de lo heterogéneo, y el pueblo que tiende al uno, a arrastrar hacia lo
homogéneo lo que en realidad es diverso: "Mientras la multitud es una confusa relación
constitutiva, el pueblo es una síntesis constituida que está preparada para la soberanía".3

La multitud para Hobbes no tiene una voluntad, ni una acción, ni es un uno. Es una masa
sin dirección. La metáfora que Hobbes emplea es significativa: en una monarquía el rey es
el pueblo, esto es, el uno, la voluntad, la acción, y los subditos son la multitud, es decir, la
multiplicidad, la anomía, la diversidad. De ahí que Hobbes señale que de ningún modo
puede ser el pueblo –el uno– el que se levante contra la autoridad real –el uno– sino que es
la multitud –lo opuesto al uno– quien realmente se puede rebelar contra la soberanía –el
uno, el pueblo, el rey–. Por ello Hobbes es un enemigo declarado de la multitud.

Es un hecho que la pugna entre pueblo y multitud la ganó el primero. La razón principal de
esta victoria reside probablemente en que el término pueblo se adaptó fácil y
coherentemente a la idea de soberanía –como ya determinó Hobbes– mientras que la
multitud se constituía como un permanente obstáculo para una soberanía única. Pero la
victoria del pueblo no supuso la desaparición de la multitud. Baruch Spinoza, en su
Tratado Político, señala que la multitud es la forma de existencia social y política de los
muchos en tanto que muchos, que persiste como tal en el mundo de lo público y lo político
sin someterse al Uno. Para Spinoza el poder de la multitud reside en el Estado con

2
Hobbes, Thomas, De cive, Alianza Editorial, Madrid 2000, capítulo XII, nº8, pp. 203–204. Cursivas de
Hobbes.
3
Negri, A. y Hardt, M., Imperio, Paidós, Barcelona 2005, p. 122.
independencia de si éste está gobernado por un Consejo –democracia–, por unos escogidos
–aristocracia– o por uno solo –monarquía–. El fundamento de los derechos comunes es por
tanto la multitud.4 En Spinoza, la primacía en la soberanía de la multitud sobre el poder
unos pocos o de uno solo, se muestra cuando afirma que: "la multitud sólo transfiere
libremente al rey aquello que no puede, por sí misma, mantener en su poder, es decir, la
solución de las controversias y la rapidez de las decisiones."5

Sin embargo, no podemos deducir de Spinoza lo que Spinoza no dice. Virno y Negri lo
usan para enfrentar contemporáneamente a la multitud contra el pueblo y esto, aunque es
posible hacerlo, no se puede hacer con Spinoza. Al estilo del Pierre Menard de Borges,
parten de su experiencia para contradecir con Spinoza lo que Spinoza afirma. Y es que éste,
a pesar de la prevalencia de la multitud sobre el poder de uno, no se imagina a la multitud
sin el poder de uno. Para Spinoza la sociedad se ha de regir por "el poder de la multitud que
se rige como por una sola mente", pues ese es el mandato de la razón. 6 Pero, además, esa
multitud debe tomar una decisión, "en la medida de lo posible, eterna" que favorezca
siempre la misma forma de Estado, indivisible, con un solo rey y del mismo sexo, pues "de
lo contrario, será inevitable que el poder del Estado pase con frecuencia a la multitud, lo
cual supone un cambio radical y, por lo mismo, sumamente peligroso". 7 O de otro modo, la
multitud para Spinoza es el origen del poder –se diferencia de Hobbes– pero no lo puede
ostentar por sí misma porque sería el caos –coincide con el escocés–.

De ahí que resulte compleja y complicada la contraposición radical entre pueblo y multitud
que realizan Virno y Negri a partir de Spinoza. No obstante, dicho antagonismo tiene
sentido, si nos olvidamos del fundamento spinozista, y por eso la abordaremos.

1.2. La multitud versus el pueblo.

Paolo Virno hace un ejercicio de redención de la multitud frente al pueblo y lo hace


situándola como «el contrario de "pueblo"».8 A tal punto llega esta contraposición que si
hay multitud no hay pueblo y si hay pueblo no hay multitud.
4
Spinoza, 1986, Capítulo II, nº 16–17, pp. 93–94
5
Spinoza, 1986, Capítulo VII, nº 5, p. 144.
6
Spinoza, 1986, Capítulo III, nº 4, p. 104
7
Spinoza, 1986, Capítulo VII, nº 25, p. 156.
8
Virno, Paolo, Gramática de la multitud. Para un análisis de las formas de vida contemporáneas, Traficantes
de sueños, Madrid, 2003, p. 19.
Virno se sitúa, junto a Negri, en una concepción negativa e irredenta de "pueblo" pues
cuando se refieren a este término lo remiten permanentemente a las relaciones entre pueblo
y nación, pueblo y constitución de la identidad nacional, pueblo y nacionalismo. Es una
visión unilateral, la criticada por Badiou. Nunca "pueblo" tiene en ellos un carácter
emancipador, ligado a propuestas populistas de confluencias de demandas, de lógica social
que busca un cambio en el ejercicio del poder, sino que el "pueblo" siempre es el pueblo de
la nación, una solución siempre precaria al problema de la soberanía: "así como el concepto
de nación completa la noción de soberanía pretendiendo que es anterior a ella, el concepto
de pueblo también completa el de nacion en virtud de otra regresión lógica fingida". 9 Más
que diferencias, Virno establece un antagonismo radical, una oposición permanente, entre
pueblo y multitud a través de cuatro oposiciones.

Pluralidad versus Monopolio. La primera oposición es que la multitud remite a la


pluralidad, al conjunto de singularidades, mientras que el pueblo lo hace al monopolio del
poder del Estado. Esta es la oposición más básica y general. En realidad recoge el
enmarque que Hobbes y Spinoza establecieron, aunque Virno y Negri le dan una
interpretación positiva. Virno concentra esta multitud en los trabajadores posfordistas que
analizaremos en el siguiente apartado.

En este punto es necesario señalar la centralidad del principio de individuacion: la multitud


está conformada por sujetos, por individuos, que no desaparecen jamás en la masa de la
multitud sino que ésta está compuesta por las características de cada uno de los individuos
que la componen. El intelecto de cada uno de los individuos, su capacidad para el lenguaje
y la comunicación, son las condiciones para que la pluralidad prevalezca sobre el
monopolio. La pluralidad significa entonces que la condición de cada individuo es
respetada y garantiza el ejercicio del intelecto general, el de cada individuo.

Premisa versus Promesa. La segunda oposición es de carácter epistemológico. Para el


pueblo la universalidad es una promesa mientras que para la multitud es una premisa. En el
pueblo esa universalidad se resume en el Estado como forma de gobierno general, un solo
poder para todos. En la multitud la universalidad se concentra en el lenguaje. Para Virno el

9
Negri y Hardt, 2005, p. 121.
intelecto y, en concreto, las estructuras lingüísticas son las que orientan la conducta humana
y la condición que define a la multitud contemporánea.10

El intelecto es la condición de posiblidad de la multitud. Es un punto de partida, no de


llegada. El intelecto general es lo que consitituye a la multitud como un fenómeno
ambivalente, abierto. La multitud no necesariamente ha de conformar un escenario positivo,
emancipador –a diferencia de la promesa contenida en el "pueblo"–. Virno advierte que si
el intelecto no se articula en la esfera de lo público, de lo común, en un espacio político
compartido, puede producir efectos letales: "El general intellect, o intelecto público, si no
deviene en república, esfera pública, comunidad política, multiplica locamente las formas
de sumisión".11

Naturaleza versus ficción. En la tercera oposición, el pueblo es ficción y la multitud es


naturaleza. "Estoy verdaderamente convencido de que la multitud es el modo de ser
colectivo caracterizado por el hecho de que todos los requisitos naturales de nuestra
especie adquieren una inmediata importancia política."12 Virno regresa otra vez a Hobbes y
Spinoza. Según el filósofo napolitano, estos supieron ver en la naturaleza humana la
materia prima de la acción política. De ahí que quien no tiene en cuenta la naturaleza
humana no puede comprender la fuerza de trabajo contemporánea. La multitud sería una
síntesis entre la naturaleza humana y la dimensión histórica y, viceversa, la posibilidad de
comprender los acontecimentos históricos desde elementos biológicos. Virno lo que busca
es establecer el dominio del Uno en la naturaleza, en el intelecto humano presente en cada
individuo de la multitud, y no en la política, en el Estado al que el pueblo se somete.

La diferencia entre la multitud contemporánea y la del siglo XVII es sustancial. Mientras


que en el siglo XVII la multitud no se diferenciaba de los pobladores de un Estado
determinado, en el mundo contemporáneo tiene como presupuesto un espacio mucho más
universal que el Estado, que no es otro que la Web como el lugar común habitado a nivel
mundial. La multitud que con su intelecto coloniza ese espacio no se caracteriza por la

10
Virno, 2003, p. 30.
11
Virno, 2003, p. 41.
12
Virno, Paolo, Ambivalencia de la multitud entre la innovación y la negatividad, Tinta Limón Ediciones,
Buenos Aires 2011, p. 8.
calidad del pensum académico sino por habitar lugares comunes, las redes sociales. De
hecho solo necesitan lo básico: saber leer y escribir.

Extranjeros versus nacionales. La cuarta oposicion versa sobre el sujeto politico. Para
Negri "el concepto de nación nunca fue más reaccionario que cuando se presentó como
revolucionario".13 La multitud es un fenómeno ambivalente, "un modo de ser abierto a
desarrollos contradictorios: rebelión o servidumbre, esfera pública no estatal o base de
masas de gobiernos autoritarios."14 En ese sentido la multitud, a diferencia del sujeto
revolucionario, no es punto de llegada sino un punto de partida desde el que podemos llegar
a cualquier estado social y político, por bueno, malo o aséptico que éste sea.

Virno se pregunta cómo ha sobrevivido la multitud a la creación de Estados nacionales. Su


respuesta es que la multitud durante siglos ha sobrevivido en el ámbito privado, lejos de la
cosa pública. Ahora se darían unas condiciones sociales, políticas e históricas que
favorecen la salida a la arena pública de la multitud. Entre estas condiciones destaca la vida
de los extranjeros como la categoría ordinaria de existencia. La situación de no estar nunca
en la propia casa, una especie de emigrante o refugiado perpetuo, es la suerte permanente e
irreversible que corre la multitud.

1.3. La fuerza de trabajo posfordista: una crítica desde el fordismo.

Todas estas oposiciones entre el pueblo y la multitud, o mejor, todos los elementos de esta
multitud, son las que caracterizan a la fuerza de trabajo posfordista. 15 En Virno, como
vimos, subyace una determinada concepción de la naturaleza que se hace historia, una
ontología que se hace fenómeno. Virno lo que hace es partir de una hipótesis antropológica
para sostener una teoría política y sociológica.

13
Negri y Hardt, 2005, p. 123. En concreto, esta expresión la enmarcan dentro del proceso de la Revolución
Francesa. En su opinión, el concepto de nación clausuró un proceso de transformación, un sello final, que
impidió posteriores transformaciones.
14
Virno, 2003, p. 19.
15
Las características posfordistas están presentes en Gramática de la multitud, Virno 2003. Están
concentradas en el resumen de un seminario sobre Gramática de la multitud ofrecido por Virno, "Diez tesis
sobre la multitud y el capitalismo posfordista", en https://books.google.com.co/books?
id=MW7QiG42JNQC&pg=PA107&lpg=PA107&dq=diez+tesis+sobre+la+multitud&source=bl&ots=h_ih0U
P1Z8&sig=9BZR1n9lGQ45Mq7V4X3YqNuCxsY&hl=es&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=diez%20tesis
%20sobre%20la%20multitud&f=false
El proceso laboral posfordista tiene como elemento constitutivo las aptitudes lingüísticas y
cognitivas de los individuos. Estas aptitudes se configuran de modo aventajado en las
nuevas tecnologías de la información y en los puestos de trabajo deslocalizados, que no
precisan necesariamente de oficinas, sino de soportes móviles. Un perpetuo extranjero,
como el que constituye la multitud, se adapta a esta forma de trabajo porque el modo de ser
extranjero es el modo de ser ordinario.

La crisis del trabajo mundial consiste en que la riqueza ya no está producida por la fuerza
de trabajo como tal sino por el intelecto general. El fundamento de la producción es la
ciencia, la información, la comunicación, no el tiempo de trabajo. En el posfordismo cada
vez hay menos diferencia cualitativa entre tiempo de trabajo y de no trabajo. Si en el
fordismo el obrero, al finalizar el tiempo de trabajo, iba al local del sindicato o del partido a
leer el periódico, a debatir o simplemente a tomar una cerveza con los amigos, en el
posfordismo la prevalencia de la producción intelectual hace que el tiempo de trabajo y el
de no trabajo sea un continnum indiferenciable.

Jacques Rancière tiene una obra entrañable sobre el trabajo fordista, pero especialmente del
tiempo del no trabajo de los obreros. En La noche de los proletarios: archivos del sueño
obrero, recoge cómo se fueron formando las voces y el intelecto de los de abajo, del
proletariado, de esa masa que, como señaló Pazé, dejó de ser plebe a través de la educación.
El proletario vivía un tiempo escindido: en el trabajo la explotación, en el no trabajo la
formación, en el trabajo la máquina, en el no trabajo la mente. En este segundo tiempo, "su
emancipación consiste, primero en reapropiarse de esta fragmentación del tiempo para crear
formas de subjetividad que vivan a otro ritmo que el del sistema".16

La preparación para la emancipación igualitaria tenía lugar en el tiempo del no trabajo a


partir de la experiencia de la desigualdad preminente en el tiempo del trabajo. Rancière
desconfía de las divisiones entre lo manual y lo intelectual, y especialmente de palabras
como lo "cognitario", en una clara oposición a las tesis de Negri y Virno. 17 El líder obrero
que describe Rancière, no es un intelectual de salón, ni un obrero de fábrica, sino un sujeto
que integra ambas facetas. No solo sabe hablar mejor que sus compañeros sino que los

16
Rancière, Jacques, La noche de los proletarios: archivos del sueño obrero, Tinta Limón, Buenos Aires,
2010, p. 9.
17
Rancière, 2010, p. 14.
representa ante los dueños. Esto introduce una duplicidad en el corazón y la vida del
trabajador: “la doble e irremediable exclusión de vivir como obreros y de hablar como los
burgueses.”18

Los obreros empleaban la noche para formarse y cambiar la naturaleza del trabajo diurno.
El posfordismo, en cambio, no distingue entre el tiempo de trabajo y el no trabajo, pues,
como mencionamos, el intelecto es la base de la producción y éste no descansa ni de día ni
de noche. El trabajador posfordista produce también en el tiempo que formalmente no es
retribuido económicamente. Sin llevar a cabo la distinción fordista/posfordista, el sociólogo
sueco Göran Therborn se pone del lado de Rancière cuando sostiene que "la
desindustrialización y la gerencia electrónica debilitan la cohesión y el tamaño de la fuerza
de trabajo; la financiarización y la transnacionalización del capital expanden los recursos de
poder en manos del capital." 19 Las consecuencias del posfordismo son preocupantes pues la
política y el tiempo de trabajo de los trabajadores acaba poniéndose al servicio del dictado
del capital.

1.4. Tres ejemplos del poder comunicativo de la multitud posfordista.

Esta sustitución del tiempo fordista por un tiempo único de trabajo permanente que realiza
el posfordismo, deberá tener consecuencias para la psique de la multitud. Pero de eso no
nos ocuparemos en este trabajo. Sí lo haremos respecto al animal de comunicación que
genera este intelecto en constante interacción y las posibilidades de cambio que alberga.

Virno otorga dignidad y protagonismo a la intelectualidad de masas. Se aparta de


Habermas que situaba la acción comunicativa en un plano superior y privilegiado respecto
a las condiciones materiales de la vida. Para Virno la intelectualidad de masas no es la
capacidad de la gente del común de saber sobre biología molecular. Eso sería mantenerse
en los esquemas habermasianos. El intelecto general remite a las capacidades generales de
la mente y de todo ser humano: la facultad del lenguaje, la memoria, la disposición para el
aprendizaje, la inclinación hacia la autorreflexión, etc. Es decir, es el predominio de la
facultad de pensar y de hablar, de las facultades naturales sobre los saberes especializados.20

18
Rancière, 2010, p. 22.
19
Theborn, Göran, Los campos de exterminio de la desigualdad, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires,
2015, p. 128.
20
Virno, tesis 8 y tesis 9, en "Diez tesis sobre la multitud y el capitalismo posfordista", op. cit.
Virno no habla mucho de comunicación, más bien nada, pero en el 2003 cuando escribe
esas líneas no era consciente del poder de un teléfono móvil en la manos y en la mente de
los individuos de la multitud. Quien sabe leer, escribir, pensar y comunicar se convierte en
un potencial sujeto político, con independencia de su condición socioeconómica. Vamos a
presentar tres ejemplos del poder de la comunicación de la multitud en tres condiciones
diferentes: subalternos, un individuo y muchos individuos.

a. La multitud subalterna.

En los inicios del siglo XXI las masas de refugiados que caminan hacia Europa son una de
las figuras que mejor representan a los subalternos. Predomina su condición de extranjeros:
abandonan su patria y pasan a ser exiliados en busca de refugio.

Muchos de ellos no eran los más pobres, ni el lumpen en sus países de origen. Por lo
general tienen formación, saben qué es una vida de clase media. El contexto de guerra,
pobreza y exclusión los ha convertido en subalternos. Convertirse en un refugiado es una
señal de emancipación, es una premisa para llegar a ser lo que ya fueron. Pero no cabe duda
de que se acogen a la premisa con el sueño de cumplir una promesa, lo cual muestra que la
radical contraposición de Virno no es tal.

Lo que los impulsa a iniciar una nueva vida es la naturaleza. No emprenden el camino para
fundar un pueblo sino para seguir viviendo. Es un caso de cómo los acontecimientos
históricos son una respuesta de las fuerzas biológicas –como es el instinto de
supervivencia–, frente a los desafíos que lanzan las construcciones políticas y culturales –
como es la guerra–.

Una señal de que son sujetos que hablan y piensan es la impresionante capacidad de
comunicación que poseen. Muchos de ellos a través del teléfono móvil van narrando y
denunciando las situaciones que sufren. Este hecho es absolutamente novedoso. Ya no es
imprescindible –aunque sí necesario– que un Sebastião Salgado, un Robert Capa, un Steve
MacCurry o un Gervasio Sánchez vayan a los escenarios de guerra y desastre para que
conozcamos qué sucede con los subalternos. Éstos, en forma de multitud de refugiados,
tienen el poder de la comunicación para mostrar sus condiciones de desigualdad y su
voluntad de emancipación.
La Deutsche Welle ha realizado un documental basándose en las imágenes tomadas por los
refugiados con sus teléfonos móviles, desde el lugar de partida al de llegada. El
documental, titulado “#MiHuida” convierte a los refugiados en sujetos de su propia historia
emancipatoria, haciendo secudario el concurso de equipos profesionales y especializados de
periodistas. Con el teléfono móvil narran en primera persona su destino y sus aspiraciones,
sin intermediarios.21

Es una multitud que tiene objetivos propios, individuales. "Si sobrevivo tendré una vida
mejor, una vida en la que se respeten mis derechos. Con esta esperanza me puse en
camino", comenta Khaled, un joven de 28 años de Eritrea. Su horizonte político no es un
cambio de poder en su país, sino conservar la vida, el respeto de sus derechos
individuales.22 Solo huyen del despotismo lo más lejos posible. No son pueblo, son
multitud.

Wedi Keshi es otro joven eritreo que graba todo el viaje desde su partida. En la frontera
entre Sudán y Libia pone en riesgo su vida: descose la costura de la capucha de su chándal,
guarda el móvil, sabe que allí no va a ser cacheado por los traficantes libios. Pero también
sabe que si es descubierto será asesinado. Un amigo de Wedi, mientras están abandonados
en la frontera y piensan que van a morir, mira a la cámara del móvil y dice: "Creo que ya
estamos en Youtube."23 Cuando Wedi arriesga la vida por un móvil no lo hace por el valor
del hardware sino por el poder que le otorga la comunicación. Si algo les pasa ya hay
memoria, están colgados en Youtube, sus familiares algún día sabrán qué pasó con ellos,
que no fueron malos hijos o padres o hermanos que olvidaron la razón de su viaje sino que
algo terrible les sucedió en el camino del exilio. Limpiar la memoria, mantenerla a salvo
del olvido y el reproche, ese es uno de los sentidos ocultos del móvil en las manos de un
refugiado y de su deseo compulsivo por subirlo a las redes sociales.

Al final de viaje, y del documental, re–nacen nuevas perspectivas, especialmente la de des–


subalternizarse para recuperar su condición de origen, de emanciparse de los desastres que
la guerra hizo en sus vidas. Khaled trabaja en una fábrica. Hamber vuelve a ejercer de

21
http://www.dw.com/es/programa/mihuida/s-32608-9797
22
#MiHuida, parte 1, minuto 26:04
23
#MiHuida, parte 1, minuto 30:25
médico en las oficinas de refugiados en Berlín. Rahnat se prepara para ser reportero y Saleh
para terminar su carrera de Ingeniero iniciada en Damasco.

Con todo, la imagen metafórica que refleja la condición de la multitud refugiada es la que
filma Omar, un joven sirio de 21 años al que Estado Islámico asesinó a su padre, mientras
cruza la frontera entre Macedonia y Serbia. Enfoca la cámara de su móvil al suelo. Es un
día soleado. Solo graba su sombra, moviéndose inseparable de un cuerpo invisible, y
comenta: "Mi sombra atraviesa la frontera entre Macedonia y Serbia. Pero yo sigo estando
en Siria."24 Es la condición de escisión perpetua en la que vive el extranjero. Al sujeto de la
multitud refugiada, de un modo u otro, le acompañará por siempre la sombra, la memoria
vivida y la posibilidad amenazante de volver a ser convertido en subalterno, esta vez por la
migración alemana. Es la realidad del paraíso perdido.

b. La multitud de un individuo.

La multitud puede ser generada a partir de un individuo. Por individuo entiendo no al líder,
que trataremos en el siguiente apartado, sino a una persona del común. Este es realmente un
fenómeno nuevo que no puede darse sino en el contexto de las nuevas formas de
comunicación, especialmente a través de las redes sociales y todos sus mundos anexos.

A diario cualquier usuario anónimo del común de twitter puede llegar a ser trending topic.
La novedad consiste en que un individuo que pertenece a esa confusa relación constitutiva
que Hobbes denominaba multitud, puede tener la palabra y generar una acción
comunicativa y hasta política –aunque por lo general, no lo será por más de diez minutos–.

Frente el monopolio de la comunición tradicional, las redes permiten que cualquiera de los
que componen la pluralidad inmensa de individuos pueda originar una acción al margen de
la dinámica homogénea del poder que busca controlar los mensajes y los imaginarios de la
población. La ambivalencia de la comunicación en red determina que no hay nada pre–
determinado cuando los individuos usan las redes sociales.

Lucía Mendizábal es una señora guatemalteca de 53 años, casada, con dos hijos, un perro y
un pequeño negocio de bienes raíces.25 Nunca militó en ningún partido político. Es el
24
#MiHuida, parte 2, a partir del minuto 19:24
25
La historia de Lucía Mendizábal, #RenunciaYa se puede escuchar en Radioambulante.org
http://radioambulante.org/audio/renunciaya
clásico perfil de los guatemaltecos de clase media, urbanos, que durante la guerra espantosa
entre las élites políticas, económicas y militares, y la izquierda guerrillera, permaneció en
una indiferencia y neutralidad indolentes ante las violaciones, masacres y desapariciones de
mujeres y hombres indígenas.

Cuando Otto Pérez Molina, un exmilitar, accedió al poder en 2011 lo hizo con el firme
propósito de combatir la corrupción pero ésta fue la marca de su gobierno. En marzo de
2015 comenzaron los preparativos para la campaña presidencial de septiembre. Entonces
saltó un escándalo de corrupción que implicaba a la vicepresidenta Rossana Baldetti. En las
redes sociales surgió una corriente que promovía el voto nulo. En respuesta a esa corriente
Lucía escribió en su muro de Facebook: "Votar nulo no, lo que hay que hacer es salir a las
calles." A continuación convocó una manifestación siendo coherente con lo que acababa de
escribir.

En menos de 24 horas 600 individuos se habían adherido a la manifestación. Lucía se


emocionó y al mismo tiempo se asustó. Buscó a un amigo de su hija que sabía manejar las
redes sociales y que puso el nombre clave: #RenunciaYa. En tres días 4 mil personas se
habían apuntado. Ante el crecimiento espontáneo se conformó un grupo de 8 personas:
cuatro jóvenes y cuatro señoras como Lucía que pasaban del medio siglo.

Los partidos políticos comenzaron a preguntarles cuanta gente querían que llevasen, cuanto
dinero necesitaban, etc. El equipo rechazó todas las ofertas de los partidos políticos. Solo
querían que la gente, los individuos, llegasen por sí solos. Eran una multitud, no un pueblo.

El 25 de abril más de 30 mil personas se congregaron en la Plaza de la Constitución. Lucía


llegó como una más y consiguió lo que nadie en la historia de Guatemala había logrado:
que la clase media saliese a la calle a protestar. La plaza pública había sido siempre de los
indígenas, los campesinos y los izquierdosos, entre los que hay que incluir a los estudiantes
y los sindicalistas, pero nunca de la clase media.

La vicepresidenta dimitió. El grupo de los 8 decidió convocar otra manifestación para el 16


de mayo. Pero no todos estaban convencidos. Los riesgos por represalias, el miedo por el
éxito obtenido hizo que surgieran divisiones. Esta vez se pedía la dimisión del presidente.
El resultado fue tal, 60 mil personas, que tras el 16 de mayo el grupo se disolvió abrumado
por el éxito político. Una vez más, eran una multitud, no un pueblo.26

Lucía demostró la capacidad y potencialidad que puede tener cualquier individuo de la


multitud para ponerla en movimiento si usa las redes en el momento y modo oportunos. No
hacen falta promesas para alcanzar el poder, como las tiene el pueblo, solo la voluntad para
cambiarlo, reformarlo, mejorarlo, sin necesidad de asaltarlo. En el caso de Lucía pura
contrademocracia inconsciente. Esa es una característica de la multitud: son propensos a
controlar y vigilar al poder, no a hacerse con él. Lucía sigue feliz en su casa, con su familia,
su perro y su pequeño negocio.

c. La multitud de muchos individuos.

Los muchos son realmente los que con más frecuencia componen la multitud. Estos muchos
son muchos individuos. Los grandes movimientos de la multitud acaecidos en los últimos
años –Turquía, Egipto, Brasil, etc.– están compuestos por una multitud de muchos
individuos. Han sido suficientemente estudiados y no me extenderé.

El 15 de mayo de 2011 una multitud de muchos se concentró en la Puerta del Sol de Madrid
en un contexto de profunda crisis económica e incipiente malestar social. 27 La
manifestación del 15M fue convocada desde la web de Democracia Real Ya. Asistieron
muchos, pero no multitudes. Al final de la misma hubo un grupo de unos 40 que decidieron
acampar en la Puerta del Sol en resistencia ante la violencia policial y la manipulación
informativa de la derecha. Las redes sociales, la interconexión entre individuos, muchos
individuos, que recogían otras versiones diferentes a la oficial, generaron unas condiciones
propicias para que el 15M perdurase por un tiempo en la Puerta del Sol y sus afectos nos
alcancen hasta el día de hoy.

Lo interesante es analizar si el 15M fue realmente un movimiento antisistema, como lo


denunciaban los poderes fácticos de la derecha y muchos antisistema que participaban
activamente en la protesta, o si por el contrario el 15M fue un movimiento contra el sistema

26
Otro grupo organizado bajo #YoNoTengoPresidente fue el que convocó el 27 de agosto otra manifestación
que obligó a la renucia del presidente.
27
Fernández Steinko, Armando, "Origen y recorrido del movimiento 15M español", en
http://www.attac.es/uploads/Armando-Fernández-Steinko-Origen-y-recorrido-del-movimiento-15M-
español.pdf
para mejorarlo. La multitud de muchos criticaba las debilidades del sistema representativo
pero no quería acabar con el mismo. El lema "No nos representan" era una ataque ad
hominem contra los políticos, no contra el sistema representativo. Lo que exigían, como
mostró el tiempo con el retiro de muchas caras viejas de la política y el surgimiento de
Podemos, eran mejores representantes no otro sistema de representación. Tampoco el 15M
buscaba acabar con el Estado o tomárselo por vías de hecho, sino más sociedad, más
participación, más respeto por la opinión de los ciudadanos.

Esto muestra que el 15M era una multitud de muchos, no un pueblo guiado o llamado a
instaurar una nueva realidad política. El 15M fue una premisa para el contexto político que
vive hoy España: nadie sabe en qué desembocará pero sí hay un consenso en que el modelo
de la transición se agotó. Es un ejemplo de contrademocracia ejercida por la multitud. Es
cierto que el 15M se originó en el movimiento antisistema y anticapitalista. Pero la
multitud, por su carácter ambivalente, es mucho más que los grupos que la conforman. En
realidad nada asegura que perviva conexión alguna entre lo que los individuos son y
piensan, y lo que la multitud llega a ser o a alcanzar. Aunque el deseo y voluntad política de
los más activistas del 15M pudiese ser acabar con el sistema, lo cierto es que la multitud de
muchos individuos del 15M lo que consiguió fue establecer las bases para mejorarlo y
apuntalarlo.

1.5. La peligrosa ambivalencia de la multitud.

La multitud es un concepto que pone en cuestión la hegemonía del Uno, llámese Estado,
clase obrera, partido. Al tiempo, es un concepto que sirve para explicar la pluralidad actual
de las formas de identidad, de opresión y de resistencia. 28 Las luchas contemporáneas del
feminismo, de la ecología, del movimiento LGBTI, del anticolonialismo, etc., encuentran
en la multitud un hogar en el que se sienten cómodos porque les permite defender el
derecho a la identidad sin la obligación de conquistar el poder. Quieren ser ciudadanos con
derechos, no políticos con responsabilidades.

La multitud sirve para acoger una realidad actual: las sociedades son más amplias que las
fronteras de los Estados. La comunicación global, la condición de extranjero como forma

Keucheyan, Razmig, Hemisferio izquierda. Un mapa de los nuevos pensamientos críticos, Siglo XXI,
28

Madrid, 2013, p. 125.


permanente de vida de muchos individuos, los flujos migratorios por causa de la violencia,
la economía o los desastres naturales, se explican a través del concepto de multitud.

Uno de los vacíos de la multitud es la excesiva generalización del general intellect. Es


cierto que el constante trabajo intelectual ha destrozado los esquemas temporales del
trabajo, hasta el punto de que trabajar es sinónimo de vivir. Y lo contrario también. Un
doctorando en nanología está de modo permanente produciendo. Pero, parafraseando a
Bordieu con la opinión, no todo el que tiene una red social a su alcance produce algo
realmente interesante.29 Karl Kraus, refiriéndose satíricamente al psicoanálisis, decía que
era la única cura que se había inventado su enfermedad. A veces, siguiendo al vienés, se
puede tener la impresión de que a través de la facultad del intelecto general se ha postulado
y generalizado la existencia de un sujeto que, en realidad, no pasa de ser una legión de
idiotas cibernéticos en el sentido que Umberto Eco le da al término.30

La multitud por su ambivalencia y tendencia a valorar lo inútil, genera confusión y produce


cierta predilección por el espanto. Puede incluso llegar a ser terriblemente cruel. Sus límites
producen interrogantes serios. La multitud fue la premisa que posibilitó, por ejemplo, las
primaveras árabes. ¿Podemos hoy sostener que la Libia actual es mejor que la Libia de
Gadaffi? Si al final, la realidad política y social posibilitada por la multitud puede llegar a
servir para vivir peor que en el horror, ¿qué sentido tiene apoyarlo? La violencia y
monstruosidad del Uno, se puede repetir en la arbitrariedad y amoralismo de lo plural.

La multitud no es inocente, como tampoco lo es el pueblo. Por eso, si es origen y causa de


dolores y desastres no puede ser exculpada. No es coherente afirmar que el pueblo es el
responsable de los fracasos y consecuencias de sus aventuras revolucionarias, al tiempo que
no se quiere aceptar que la multitud también lo es de sus lances primaverales. Las promesas

29
Bordieu, P. "La opinión pública no existe", en Idem, Cuestiones de sociología, Istmo, Madrid 2003, pp.
220–232.
30
Tras el fallecimiento de Umberto Ecco la prensa nos recordó su opinión sobre los idiotas que participan en
internet: "Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el
bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen
el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas". Puede ser que la razón esté del
lado de Ecco pero no la realidad: todos esos, por idiotas que sean –y lo son–, ponen y quitan gobiernos, tienen
el mismo derecho a votar y su voto vale lo mismo que el más inteligente de los intelectuales amaparado en la
razón. En realidad, calificarlos de idiotas –que lo pueden ser– no tiene ningún efecto real sobre la realidad
política y social. Pero Ecco tiene razón: ahora las legiones de idiotas tienen mayor poder y capacidad para
dañar a la comunidad política y social. http://www.lastampa.it/2015/06/10/cultura/eco-con-i-parola-a-legioni-
di-imbecilli-XJrvezBN4XOoyo0h98EfiJ/pagina.html
pueden ser la causa de muchas injusticias, pero las premisas ambivalentes también. La
multitud alejándose de la cuestión de la soberanía y dejándosela solo al pueblo no puede
desprenderse de las consecuencias que sus actos tienen para la misma.

Con ello quiero resaltar que el concepto de multitud es un tanto disfuncional. Otorgándole
todo el poder al individuo como premisa social y política absolutamente abierta, no le
concede también la responsabilidad del cierre social y político, de lo que puede llegar a
suceder, a cristalizarse, a configurarse. Parecería que la autonomía está en el inicio del
proceso de la multitud pero en sus resultados funcionaría una especie de suerte anómica
absolutamente impredecible regida por la ley ¿necesaria? de la ambivalencia, con lo cual la
autonomía política no sería sino un simulacro que no se hace cargo de las consecuencias de
sus decisiones.

A fin de cuentas no podemos hacer a un lado la cuestión ética de una vida política mejor,
más buena. Judith Butler pone el dedo en la llaga y los pies en el suelo cuando sostiene que
"lo que me interesa no es tanto la vitalidad de las multitudes o el surgimiento de una fuerza
basada en la acción colectiva, sino la lucha comprometida por mejorar eficazmente la
condiciones de una vida vivible frente a la creciente precariedad."31 Es decir, la promesa es
mucho màs importante y necesaria de lo que Virno y Negri sostienen.

31
Butler, 2014, p. 71.

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