Tipos de Movimientos

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EL MOVIMIENTO DE LA “GUERRA ESPIRITUAL”

 
Parece que los cristianos no se cansan de tratar de encontrar una nueva manera
de tratar con la vida. Se nos recuerda de los atenienses en el Areópago, que,
“Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra
cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.” (Hechos 17:21). Dentro del
cristianismo evangélico de hoy, hay un desfile constante de nuevos enfoques para
tratar con nuestros pecados y problemas. Uno de ellos es lo que algunos llaman la
“guerra espiritual”. La guerra espiritual se ha vuelto muy de moda en muchos
círculos cristianos, a pesar de la falta de apoyo bíblico. Esto se debe a varios
factores: la experiencia mística y la orientación de la iglesia moderna, la influencia
de elementos carismáticos, el pragmatismo, la entrega de la iglesia a la psicología
en los últimos veinte años, y la aprobación de teólogos respetados. Pero la
pregunta es, como siempre, se adapta este nuevo movimiento con la Palabra de
Dios. Vamos a descubrir que no sólo no se adapta con la Escritura, sino que el
movimiento de guerra espiritual es anti-bíblico.

¿Qué es el ministerio profético?"

Respuesta: El ministerio profético, como los grupos carismáticos lo entienden hoy


en día, es cualquier ministerio que se basa en el don de la profecía y en una
nueva revelación de Dios para guiar a la iglesia a la madurez. Aquellos que están
involucrados en el ministerio profético a veces se refieren a él como un ministerio
quíntuple y creen que los oficios de apóstol y profeta están siendo restaurados en
la iglesia moderna.

A menudo vemos el ministerio profético en el antiguo testamento, cuando Dios


levantaba a los profetas para alentar y reprender a la nación de Israel en los
momentos de dificultad o de rebelión. Durante el reinado del Rey David (2
Samuel), el profeta Natán, entre otros, hablaron la palabra del Señor a David, para
orientarlo y dirigirlo, y de igual manera para confrontarlo sobre su pecado con
Betsabé. Por supuesto, Isaías, Jeremías, Oseas, Amós, Miqueas, Zacarías, etc.,
también tuvieron un ministerio profético; después de todo ellos eran profetas. El
llamado de un profeta era hablar en nombre de Dios. Un profeta enseñaba,
guiaba, aconsejaba o reprendía si era necesario.

En el nuevo testamento, encontramos a otros que tuvieron un ministerio profético.


Algunas personas tenían el don de profetas para dar orientación, dirección,
consejería, etc., para el pueblo de Dios. El don de profecía específicamente se
menciona en 1 Corintios 12:10 y Efesios 4:11. Por favor tenga en cuenta que este
don fue dado para la edificación de la iglesia (Efesios 4:12). Por lo tanto, los
profetas debían hablar la palabra de Dios a la iglesia, para que los creyentes
conocieran la mente del Señor y que supieran cómo debe funcionar la iglesia.

Creemos que el verdadero ministerio profético hoy en día es, sencillamente, la


predicación de la biblia de manera precisa y clara. El don de profecía hoy es
"hablar" de la palabra escrita, no la retransmisión de nueva información desde el
cielo. El propósito de los dones de milagros en la iglesia primitiva, era brindar
dirección orientación hasta que se completara el nuevo testamento y para validar
el ministerio de los apóstoles. Una vez que se completó la biblia y los apóstoles
murieron, los dones milagrosos dejaron de usarse en la iglesia. Podemos ver esto
en el nuevo testamento, en el que los primeros libros como 1 Corintios y Efesios
mencionan los dones de milagros, mientras que libros posteriores tales como 1 y 2
Timoteo no los mencionan. Toda la biblia es suficiente para nosotros para seguir al
Señor con fidelidad. Segunda Timoteo 3:16-17 es clara en este punto (ver también
Hebreos 1:1-2). Palabras adicionales de parte del Señor, son innecesarias.

Hay muchos cristianos hoy en día que afirman estar involucrados en el ministerio
profético, que creen que la profecía continúa, y que se presentan a sí mismos
como canales de la nueva revelación del cielo. Las iglesias que creen en el
ministerio profético, normalmente intentan interpretar sueños, predecir el futuro y
hablar en lenguas, aunque el don de lenguas del nuevo testamento (la habilidad
sobrenatural de hablar en un idioma que no se ha aprendido, con el propósito de
compartir el evangelio) no es el tipo de lenguas que se practican hoy.

La biblia está completa. Incluso la escritura advierte en contra de añadir a la


palabra de Dios (Apocalipsis 22:18). Por consiguiente, la profecía, en el sentido de
una "nueva" palabra de Dios, ya no es necesaria.

¿Qué es la risa santa?"

Respuesta: El término "risa santa" fue creado para describir un fenómeno durante
el cual una persona se ríe en forma descontrolada, presumiblemente como
resultado de estar llena del gozo del Espíritu Santo. Se caracteriza por carcajadas
incontrolables, a veces acompañadas por desmayos o caídas al piso. Los relatos
de primera mano de aquellos que han tenido esta experiencia varían un poco,
pero todos parecen creer que es una señal de una 'bendición' o 'unción' del
Espíritu Santo.

La experiencia de la risa santa es, por naturaleza, subjetiva. Por lo tanto, en un


esfuerzo por encontrar la verdad del asunto, debemos ser objetivos. Cuando
nuestra definición de la verdad depende de nuestra experiencia del mundo,
estamos cercanos a convertirnos en ser totalmente relativos en nuestro
pensamiento. En resume, los sentimientos no nos dicen lo que es cierto. Los
sentimientos no son malos, y a veces nuestros sentimientos están alineados con
la verdad bíblica. Sin embargo, más a menudo están alineados con nuestra
naturaleza pecaminosa. La naturaleza cambiante del corazón lo hace una brújula
muy poco fiable. "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). Este principio del corazón engañoso es
específicamente aplicable al fenómeno conocido como la "risa santa". No hay
ninguna duda de que la gente ha empezado a reírse incontrolablemente en las
reuniones de avivamiento. Es un hecho. Pero ¿qué significa realmente?

Se aborda el tema de la risa varias veces en la Biblia. A menudo se utiliza para


describir una respuesta burlona o despectiva, como fue el caso de Abraham y
Sara que se reían cuando Dios les dijo que podrían tener a un hijo en su vejez.
Algunos versículos lo usan como un signo de burla (Salmo 59:8; Salmo 80:6;
Proverbios 1:26), y aún otros hacen acentuadas declaraciones acerca de la
naturaleza de la risa misma. Salomón, por ejemplo, hizo la siguiente observación
en Eclesiastés 2:2, "A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?"
Luego él dice en 7:3, "Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del
rostro se enmendará el corazón". Proverbios 14:13 dice lo contrario: "Aun en la
risa tendrá dolor el corazón; Y el término de la alegría es congoja". Ambos
versículos son verdaderos: una persona triste puede reír para cubrir su tristeza, y
una persona puede llorar, aunque está feliz por dentro. Así, la emoción no sólo
falla en dar la verdad, sino que también vemos que la risa no siempre es indicativa
de la alegría, pero puede significar enojo, tristeza o burla. Asimismo, la falta de la
risa no significa tristeza automáticamente. La risa es una experiencia subjetiva.

El argumento más convincente de las Escrituras contra lo que se llama la 'risa


santa' se encuentra en Gálatas 5:22-23. Dice, "Mas el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra
tales cosas no hay ley". Si el dominio propio es un fruto del Espíritu de Dios,
¿cómo puede la incontrolable risa ser también fruto de Su Espíritu? Los líderes de
avivamiento afirman que ser 'lleno' del Espíritu significa ser de alguna manera
'sacudido' por Sus caprichos. Pero la idea de que Dios haría que la gente actuara
como borrachos o reírse incontrolablemente o hacer ruidos de animales como
resultado de la unción del Espíritu se opone directamente a la forma que actúa el
Espíritu, según Gálatas 5:22-23. El Espíritu que se describe en Gálatas 5 es uno
que promueve el autocontrol dentro de nosotros, no lo contrario. Finalmente, no
había nadie en la Biblia más llena del Espíritu Santo que Jesús, y ni una sola vez
la Biblia le registra riendo.

A la luz de estas cosas, es provechoso echar un vistazo al siguiente pasaje de 1


Corintios 14, donde Pablo habla acerca de hablar en lenguas.
"Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os
aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con
doctrina?" (v.6)

Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así


también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se
entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.” (vv.8-9)

"¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene
salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase
todo para edificación. Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo
más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y
hable para sí mismo y para Dios" (vv.26-28)

"…pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de
los santos" (v.33)

En esos días, mucha gente en las iglesias estaba hablando en lenguas que eran
irreconocibles a los demás, y, por lo tanto, Pablo dice que eran inútiles en la
iglesia porque el orador no podía edificar a otros con su discurso. Lo mismo podría
aplicarse a la risa santa. "¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada
uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene
interpretación". Otra vez, dice: "Hágase todo para edificación'. Él termina su
argumento diciendo, "Dios no es Dios de confusión, sino de paz", que resulta claro
que no quiere que el ambiente dentro de la iglesia sea uno de confusión y falta de
significado, sino de conocimiento y edificación.

Parece, de lo que Pablo está diciendo, que lo que se llama la 'risa santa' caería
bajo la categoría de lo que es 'no edificante' al cuerpo de Cristo y por lo tanto debe
evitarse. Hemos reconocido que a) la risa es una respuesta emocional poco
confiable; b) puede ser un signo de varias emociones diferentes; y c) no logra
nada útil. Además, los espasmos incontrolables de emoción son contrarias a la
naturaleza del Espíritu Santo. Es aconsejable, por lo tanto, no mirar a la "risa
santa" como un medio de acercarnos a Dios o como un medio de experimentar Su
Espíritu.
Algunas posiciones de la enseñanza de la confesión positiva
La enseñanza de la confesión positiva depende de una definición del diccionario
de la palabra confesar: “Reconocer, o poseer; reconocer con fe”.  La confesión
también se describe como la afirmación de algo que se cree, declarar algo
conocido, y testificar de una verdad que ha sido acogida o aceptada.
Esta opinión va un paso más allá y divide la confesión en aspectos negativos y
positivos.  Los negativos son el reconocimiento de pecado, enfermedad, pobreza,
u otras situaciones no deseadas.  La confesión positiva es reconocer o poseer las
situaciones deseadas.
Aunque hay una variedad de interpretaciones y enfoques en cuanto a esta
enseñanza, la conclusión es que lo desagradable se puede evitar al abstenerse de
las confesiones negativas.  Lo agradable se puede disfrutar al hacer confesiones
positivas.
Según esta perspectiva, como está expresada en varias publicaciones, el creyente
que evite el reconocimiento de lo negativo y siga afirmando lo positivo estará
asegurándose circunstancias agradables.  Podrá dominar la pobreza y la
enfermedad.  Se enfermará solamente si confiesa que está enfermo.  Algunos
hacen una distinción entre reconocer los síntomas de una enfermedad y la
enfermedad misma.
Esta perspectiva arguye que Dios quiere que los creyentes se pongan la mejor
ropa, manejen los mejores coches, y tengan lo mejor de todo.  Los creyentes no
tienen que sufrir problemas financieros.  Lo único que necesitan hacer es decir a
Satanás que quite las manos de su dinero.  Con sólo decirla, el creyente puede
tener resuelta cualquier cosa que desee, sea una necesidad espiritual, física, o
financiera.  Se enseña que la fe obliga la acción de Dios.
Según esta perspectiva, lo que una persona diga determinará lo que recibirá y lo
que llegará a ser.  Por tanto, las personas son instruidas a empezar a confesar
aunque lo que quieren quizá no haya sido realizado.  Si una persona quiere
dinero, debe confesar que ya lo tiene aun cuando no sea cierto.  Si una persona
quiere ser sanada, debe confesarlo aunque sea obvio que no es el caso.  Las
personas aprenden que pueden tener cualquier cosa que digan, y de ahí la gran
importancia que se atribuye a la palabra hablada.  Proclaman que la palabra
hablada, si se repite suficientemente, con el tiempo resultará en fe que obtendrá la
bendición deseada.
Se entiende por qué a algunas personas les gustaría aceptar la enseñanza de la
confesión positiva.  Promete una vida libre de problemas, y sus defensores
parecen apoyarla con pasajes de las Escrituras.  Los problemas se desarrollan, sin
embargo, cuando los pasajes bíblicos son aislados del contexto y de lo que el
resto de las Escrituras dicen acerca de este asunto.  Resultan los extremos que
tergiversan la verdad y al final perjudican a los creyentes como individuos y la
causa de Cristo en general.
Cuando los creyentes estudian la vida de fe y la victoria que Dios tiene para su
pueblo, es importante, como en toda doctrina, que busquen un énfasis equilibrado
de las Escrituras.  Esto ayudará a evitar los extremos que finalmente frustrarán en
vez de ayudar a los creyentes en su relación con Dios.

La teología de la prosperidad

(a veces denominada el evangelio de la prosperidad, el evangelio de la salud y


la riqueza, el evangelio del éxito o la fe de la semilla) es una creencia religiosa
controvertida que sostiene que la bendición financiera y el bienestar físico son
siempre la voluntad de Dios para ellos, y que la fe, el discurso positivo y las
donaciones a causas religiosas aumentarán la riqueza material de uno. 1 La
teología de la prosperidad ve la Biblia como un contrato entre Dios y los humanos:
si los humanos tienen fe en Dios, él les dará seguridad y prosperidad.2
La doctrina enfatiza la importancia del poder personal, proponiendo que es la
voluntad de Dios que su pueblo sea bendecido. Se interpreta que la expiación
(reconciliación con Dios) incluye el alivio de la enfermedad y la pobreza, que se
consideran maldiciones que deben romperse por la fe. Se cree que esto se logra a
través de donaciones de dinero, visualización y confesión positiva.
Fue durante los renacimientos curativos de la década de 1950 que la teología de
la prosperidad llegó por primera vez a la prominencia en los Estados Unidos,
aunque los comentaristas han vinculado los orígenes de su teología al movimiento
del Nuevo Pensamiento que comenzó en el siglo XIX. La enseñanza de la
prosperidad figuró más tarde de manera prominente en el movimiento de la
Palabra de Fe y en el televangelismo de los años 80. En los años noventa y en los
años 2000, fue adoptada por líderes influyentes del Movimiento Pentecostal y del
Movimiento Carismático de los Estados Unidos y se ha extendido por todo el
mundo. Entre los líderes destacados en el desarrollo de la teología de la
prosperidad se encuentran E. W. Kenyon,3 Oral Roberts,4 A. A. Allen,5 Robert
Tilton,6 T. L. Osborn,7 Joel Osteen, Creflo Dollar,8 Kenneth Copeland,9 Reverend
Ike,10 y Kenneth Hagin.11
La teología de la prosperidad ha sido criticada por líderes de varias
denominaciones cristianas, incluso dentro de los movimientos pentecostales y
carismáticos, que sostienen que es irresponsable, promueve la idolatría y es
contraria a las escrituras. Observadores seculares y algunos cristianos también
han criticado la teología de la prosperidad como explotadora de los pobres. Las
prácticas de algunos predicadores han atraído escándalos y algunos han sido
acusados de fraude financiero.
Embriagamiento con el Espíritu Santo

Desde hace muchos años, hemos escuchado hablar de la "borrachera espiritual" o


"borrachos en el Espíritu". No hay una clara definición en cuanto a este concepto,
puesto que cada quién manifiesta "la borrachera espiritual" de diferente manera.
Algunos caen al suelo, otros empiezan a reir descontroladamente, otros saltan o
se desmayan o la combinación de todas las anteriores.

Para ejemplo, un video:

Algunos dirán que esto es espiritual y que por lo tanto no puede entenderse (sin
ánimo de parecer racionalista, hemos tachado a muchas cosas como
"sobrenaturales" o "espirituales" para no examinarlas). Los que defienden
este tipo de prácticas, recurren a un versículo de la Biblia -que según ellos-
certifica la borrachera espiritual. Dicho versículo es:
No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean
llenos del Espíritu. (Efesios 5:18)
Según ellos, Pablo está diciendo que, no nos emborrachemos con vino
(evidentemente) sino que al contrario, que nos emborrachemos del Espíritu. ¿Es
esa la interpretación correcta? Absolutamente no.

La palabra embriagarse en griego es "methýskō" (utilizada en Lc. 12:45; 1 Tes.


5:7), en Efesios 5:18, es usada como "methyskesthe". Por otro lado la palabra
lleno, es "plērousthe", que viene a ser un imperativo en tiempo presente, lo que le
da la sensación de "estar siendo llenado" o "ser continuamente lleno" o "seguir
siendo llenado."

"[...] los Efesios están encomendados a ser "llenos del Espíritu". El verbo "llenar"
ocurre en 1:23; 3: 19; 4: 10; 5:18 y siempre en relación con un miembro de la
Trinidad." [1]
En base a lo anterior, es evidente que "embriagarse" y "ser lleno" no son palabras
intercambiables. ¿Entonces, de qué se trata Efesios 5:18? Un contraste. Pablo
contrasta la vida de ebriedad con una vida llena del Espíritu. 

"El contraste aquí no es entre dos tipos de embriaguez: la embriaguez era


simplemente una expresión regular, de hecho, en la Literatura de la Sabiduría
Judía era una expresión proverbial de la locura, y contrasta con el Espíritu que
(igualmente proverbial) es visto como la fuente de la sabiduría y el entendimiento
(como en 1: 17; 3: 16-18)" [2]

En ese sentido, Pablo no está hablando de una nueva embriaguez, ni de una


experiencia similar a la embriaguez. El movimiento neopentecostal ha mal
interpretado este versículo, llevando a prácticas equivocadas.

Alguien podría objetar lo siguiente: 

Hechos 2:13, dice que, en el día de Pentecostés, cuando fueron bautizados por el
Espíritu Santo, algunos dijeron: "Están borrachos."
A tal objeción, la respuesta es que los judíos se estaban burlando de lo que estaba
sucediendo. Fue un comentario despectivo, que no implica de ningún modo que
los discípulos estuviesen actuando de manera extraña (como un borracho), tal
como lo presenta el movimiento neopentecostal. 

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