Consultor Alejandro
Consultor Alejandro
Consultor Alejandro
Adicional a lo dicho anteriormente, los consultores gerenciales no solo se destacan por sus
habilidades y técnicas eficientes para el desarrollo y la evolución de una compañía, sino
que también son referentes en valores y principios propios de la ética y de la habilidad
misma de los consultores. Así las cosas, y a partir del modelo de pedagógico Consultandes
el presente ensayo se basa en responder el interrogante: ¿De qué manera los valores y
principios Consultandes propician el desarrollo de las habilidades de un buen consultor?
Las habilidades y valores personales son aquellos que cada uno de los seres humanos
cultiva a lo largo de toda una vida. Son los que hacen avanzar como personas y los que más
juzgan en la sociedad. Es así como los sentimientos, emociones y comportamientos no solo
son importantes para el día a día del ser humano, sino también para tratar con personas en
el campo de la consultoría y en el ser consultor. Es por lo anterior por lo que las habilidades
y valores propician la responsabilidad y la generación de conocimientos en los consultores
pues fomenta la aplicación del ser humano en la carrera de consultor. Así las cosas “para
garantizar la credibilidad y sostenibilidad del consultor en el ambiente de la consultoría
gerencial, se requieren comportamientos, actitudes y acciones que reflejen los valores
éticos de una persona recta, confiable e íntegra.” (Facultad de Administración, 2021, p.3).
Por otra parte los valores y principios Consultandes son el respeto, la honestidad y la
integridad (Facultad de Administración, 2021, p.3). Estos tres valores son importantes en
cualquier consultor pues honran y aceptan los procesos, y además se alinean con el cambio
y el progreso que se busca en cualquier consultoría. Hay una creencia común que supone
que un consultor solo habla y aconseja, pero, en realidad, un buen consultor escucha más de
lo que realmente habla, demuestra respeto y comprensión compasiva, abre la puerta a la
confianza mutua a partir de la honestidad, y la muestra colaboración con los clientes y/o
compañeros de equipo desde la integridad misma de su ser.
Finalmente, el deber de un buen consultor es tener un esfuerzo continuo para mejorar los
negocios y resolver los problemas que muchas veces las compañías presentan. Sin
embargo, mejorar las acciones y prácticas de los demás requiere primero dominar las
propias virtudes, comportamientos y habilidades. Por lo tanto, un consultor excepcional se
esfuerza por perfeccionar la gestión personal y profesional, formando así relaciones de
calidad con otras personas, viviendo una vida productiva y saludable. Asimismo, las
habilidades y virtudes no son eficientes en si mismas sino que requieren de la presencia de
principios que caracterizan a los buenos consultores. Dichos principios son necesarios para
beneficiar el éxito de la consultoría y el ejercicio ético del consultor. De acuerdo con la
Facultad de Administración, (2021, p.4) los principios de un buen consultor son
Referencias