Parafin A
Parafin A
Parafin A
En los últimos años es cada vez más frecuente el uso de parafina en tratamientos de
belleza gracias a sus propiedades hidratantes. La propiedad hidratante es la más
valorada de la parafina, aunque su uso está muy extendido a otros ámbitos, como por
ejemplo al de la fisioterapia, donde se usa como agente terapéutico y calmante.
QUÉ ES LA PARAFINA???
La parafina no huele ni tampoco tiene sabor. Al ser una sustancia inodora, cuenta con la
ventaja de se le puede añadir algún aroma para que su percepción sea más agradable.
Como hemos dicho anteriormente su uso es muy frecuente en el sector de la estética por
contener propiedades altamente hidratantes. La parafina se utiliza en estado líquido,
pues su eficacia radica en el calor húmedo que transmite al cuerpo al estar fundida. La
parafina se puede adquirir en gel o en bloques para su posterior calentamiento.
Son muchas las ventajas de la parafina, pero sin duda una de las más importantes es su
poder hidratante y regenerador, por eso, es muy habitual su uso en el ámbito de la
estética para aportar firmeza y suavidad a las pieles secas, agrietadas o descamadas. La
mejor época para su aplicación coincide con los cambios bruscos de temperatura que
hacen que la piel pierda líquidos más fácilmente, y tenga un aspecto castigado y
deshidratado. Los tratamientos de parafina están especialmente indicados para pies y
manos.
Su alto poder hidratante se debe a que humecta la piel a niveles muy profundos.
Además, la parafina genera una fina capa sobre la piel que evita la pérdida de líquidos,
manteniendo la dermis suave e hidratada durante más tiempo.
Alivia el dolor gracias al 'efecto calor', que actúa como vasodilatador mejorando la
circulación sanguínea de la zona.
Actúa como relajante gracias a los minerales y esencias incorporadas en las parafina
Muchos tratamientos de manicura y pedicura incluyen el uso de parafina por los
beneficios mencionados anteriormente.
Contraindicaciones de la parafina
Es importante que sepas que existen algunas contraindicaciones que debes tener en
cuenta antes de realizarte un tratamiento de parafina. Si eres una persona que padece
diabetes, tienes veras varicosas, es decir varices, o algún tipo de corte o herida en la
piel, no es recomendable que te hagas este tipo de tratamiento.
Preparación de la parafina
Antes de emplear la parafina, hay que calentarla para que se vuelva líquida. Para ello,
existen los calentadores o bañeras de parafina ( Se conocen en el mercado como
parafineros). Estos utensilios están especialmente diseñados para el calor en el interior,
sin que pase al exterior. La parafina debe ser calentada en este tipo de aparatos a una
temperatura elevada de entre 45 y 55 grados. Para aplicar la parafina, es muy importante
que la zona que se vaya a tratar esté limpia y desinfectada.
Materiales necesarios:
1 bloque de parafina. Puedes adquirir aquellas parafinas que traen integrados otros
ingredientes con buenas propiedades para la piel como la manteca de karité por ejemplo.
Calentador o fundidor digital específico para parafina. Este es un aparato que te
permite conservar las propiedades de la parafina intactas mientras se funde y calentarla
a la temperatura más adecuada para que el tratamiento funcione bien, pues incorpora un
regulador de temperatura que impide que esta sustancia se queme.
Bolsas de plástico pequeñas o papel film.
Manoplas de toalla ó patucos para cubrir las manos y los pies y crear un efecto de
calor que potencie la actuación de la parafina en la piel.
Una vez que hayas reunido todo lo necesario, solo tienes que hacer el tratamiento de
parafina para manos y pies siguiendo el paso a paso que detallamos a continuación:
Con estos pasos, habrás finalizado tu baño de parafina y verás cómo tus manos y pies
lucen más suaves y perfectos que nunca. Antes de empezar a realizarse este tratamiento,
es importante tener en cuenta que no es aconsejable en caso de tener heridas abiertas o
lesiones significativas en la zona.