Alucinogenos Indigneas
Alucinogenos Indigneas
Alucinogenos Indigneas
2015;30(1):42—49
NEUROLOGÍA
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REVISIÓN
0213-4853/$ – see front matter © 2011 Sociedad Española de Neurología. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.nrl.2011.07.003
Alucinógenos en las culturas precolombinas mesoamericanas 43
Objectives: The archaeological, ethno-historical and ethnographic evidence of the use of hallu-
cinogenic substances in Mesoamerica is reviewed.
Results: Hallucinogenic cactus, plants and mushrooms were used to induce altered states of
consciousness in healing rituals and religious ceremonies. The Maya drank balché (a mixture
of honey and extracts of Lonchocarpus) in group ceremonies to achieve intoxication. Ritual
enemas and other psychoactive substances were also used to induce states of trance. Olmec,
Zapotec, Maya and Aztec used peyote, hallucinogenic mushrooms (teonanacatl: Psilocybe spp)
and the seeds of ololiuhqui (Turbina corymbosa), that contain mescaline, psilocybin and lysergic
acid amide, respectively. The skin of the toad Bufo spp contains bufotoxins with hallucinogenic
properties, and was used since the Olmec period. Jimson weed (Datura stramonium), wild
tobacco (Nicotiana rustica), water lily (Nymphaea ampla) and Salvia divinorum were used for
their psychoactive effects. Mushroom stones dating from 3000 BC have been found in ritual
contexts in Mesoamerica. Archaeological evidence of peyote use dates back to over 5000 years.
Several chroniclers, mainly Fray Bernardino de Sahagún, described their effects in the sixteenth
century.
Conclusions: The use of psychoactive substances was common in pre-Columbian Mesoamerican
societies. Today, local shamans and healers still use them in ritual ceremonies in Mesoamerica.
© 2011 Sociedad Española de Neurología. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reser-
ved.
Ololiuhqui
«Quentase con verdad del peyote, y del ololiuhque, que Datura stramonium recibe el nombre de toloache o hierba
si se toman por la boca, sacan tan deveras de juyzio del diablo en Mesoamérica (fig. 5). Numerosos grupos nati-
al miserable que los toma, que entre otras terribles, y vos del norte de México y sur de Estados Unidos lo usaron
espantosas fantasmas se les representa el demonio, y aun como medicina, como medio de diagnosticar la enferme-
les da noticia (según dizen) de cosas por venir, y debe dad, para adquirir visiones iniciáticas en los ritos de pasos
ser todo traças, y embustes de sathanas, cuya propiedad de la adolescencia y auxiliar en las cacerías.
48 F.J. Carod-Artal
A diferencia de las demás sustancias que se empleaban encontrado restos de estos sapos en complejos ceremoniales
para lograr un estado de trance y una mayor percepción de acompañando a los sacerdotes olmecas, así como cerámi-
la consciencia, el toloache se utilizó para crear estados de cas de Bufo alvarius en contextos rituales21 . También se han
delirium con agitación e intensas alucinaciones, debido a hallado vasijas rituales con el sapo sagrado. Los cronistas del
su efecto anticolinérgico. En el estado de Hidalgo se han siglo xvi relataron que los mayas añadían la piel seca del sapo
encontrado representaciones precolombinas de personajes común (Bufo marinus) y tabaco para hacer más potentes sus
recostados de cuyo vientre sale una planta del toloache. bebidas alcohólicas. Los mayas quiché actuales todavía usan
Probablemente, se usó en ritos asociados a ceremonias de la piel de este anfibio como un aditivo más al balché.
sacrificios humanos. Los huicholes lo consideran el contrario
del peyote, quien le vence en las narraciones mitológicas.
Conclusiones
Teotlaqualli En la actualidad numerosas sustancias alucinógenas pro-
cedentes de hongos y plantas siguen usándose en las
El término teotlaqualli significa comida divina y hace refe- sociedades indígenas mesoamericanas, que han elaborado
rencia a un ungüento o tizne de color oscuro con el que complejos rituales ceremoniales para prevenir el abuso
se cubrían la piel los sacerdotes aztecas. Estaba com- de estas. El cactus del peyote y los hongos psilobíceos
puesto por extractos de Nicotiana rustica, ololiuhqui y se consumen en ceremoniales religiosos y terapéuticos.
cenizas de «animales ponzoñosos», como arañas, alacranes El acta de libertad religiosa norteamericana permitió el
y serpientes19 . Aun cuando su composición detallada no se uso sacramental del peyote entre los adeptos de la Igle-
conoce en profundidad, algunos autores postulan que, ade- sia Nativa Americana. Los alucinógenos estaban vinculados
más de «betún divino», podría contener sustancias que se al complejo teocrático, político-religioso de las socieda-
absorberían por vía transdérmica y que podrían provocar un des precolombinas mesoamericanas. Pero en las culturas
estado alterado del nivel de consciencia19 . indígenas actuales los alucinógenos se configuran como un
El aspecto que este tizne confería a los sacerdotes y instrumento que permite el mantenimiento del complejo
curanderos fue asociado con la brujería en tiempos colo- chamánico, la inducción de estados alterados de consciencia
niales. Fray Diego Durán, en su Historia de las Indias de y las ceremonias curativas. El abuso de estas sustancias con
Nueva España e Islas de Tierra Firme, relataba que20 «Todo fines hedonísticos es un hecho reciente en las sociedades
esto amasaban junto con tizne y echábanlo en unas olletas posmodernas euroamericanas. La posibilidad de consumo o
y jicaras y poniéndola delante de este dios como comida dependencia de estas nuevas sustancias debería conside-
divina. Los cuales embijados con ella era imposible dejar de rarse entre los jóvenes que son atendidos por cuadros de
volverse brujos o demonios, y ver y hablar al demonio». delirium o alteración del nivel de consciencia en las urgen-
El teotlaqualli se ofrecía a los dioses a modo de ali- cias de los hospitales.
mento divino. Los sacerdotes aztecas se embadurnaban para
alcanzar un estado de consciencia apropiado para servir a
los dioses. En algunas ocasiones, los emperadores aztecas y
algunos soldados fueron teñidos con teotlaqualli. Se piensa Conflicto de intereses
que el color oscuro de algunas deidades aztecas que apare-
cen en los códices se debía a la aplicación de este. El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
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