Filosofía de La Ciencia
Filosofía de La Ciencia
Filosofía de La Ciencia
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ARTICULO TEÓRICO
Entre ciencia y pseudociencia: Definiciones, consecuencias y
relevancia.
ASIGNATURA
Filosofía de la ciencia
NOMBRE DEL ALUMNO
Diana del Pilar Ruiz pino
NOMBRE DEL CATEDRÁTICO
Dr. José Concepción Piña Álvarez
Bogotá, Colombia; enero 11 de 2019.
Entre ciencia y pseudociencia: Definiciones,
consecuencias y relevancia.
Resumen
Ciencia y pseudociencia son dos conceptos que se tratan a menudo pero que rara
vez se definen en campos más allá de los académicos en la comunidad científica y su
filosofía, en una sociedad en la que ciencia se asocia con procesos intelectuales para un
grupo académico de elite y no se diferencia un conocimiento verdadero de uno falso,
ciencia y pseudociencia luchan entre la necesidad de divulgación, la búsqueda de
popularidad y de patrocinadores -riquezas- para su crecimiento social, a la vez que se
encuentran como puntos de inflexión a la hora de delimitarlas. El presente artículo busca
hacer una descripción conceptual de lo que se entiende por ciencia y pseudociencia, las
características correspondientes a cada una, sus finalidades y consecuencias en la realidad
social; tal recorrido teórico lleva a mostrar un análisis de la realidad de la enseñanza de
las ciencias y de la importancia de la diferenciación entre conocimiento común,
conocimiento científico y conocimiento “pseudocientífico” desde los procesos educativos
para contribuir en la formación de sujetos sociales críticos y futuros científicos
responsables en la producción de conocimiento.
Palabras clave
Abstract
Science and pseudoscience are concepts that are often discussed but they are rarely
defined in fields beyond the academics of the scientific community and their philosophy,
in a society where the science is associated with intellectual process for an elite academic
group and there are not difference between true or false knowledge , science o
pseudoscience struggle between the need for disclosure, the popularity search an the
sponsors -riches- for their social growth, at the same time as they are points of inflection
when they are delimit . This article seeks to do a conceptual description about science and
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pseudoscience meaning, the characteristics corresponding to each one, its purposes and
consequences in the social reality , such theoretical journey shows an analysis of the
reality of the teaching of science and the importance of the differentiation between
common knowledge, scientific knowledge and "pseudoscientific" knowledge from
educational processes to contribute to the formation of critical social subjects and future
responsible scientists in the production of knowledge.
Key word
Introducción
Es común cuando se inicia el proceso educativo en las escuelas decir que los
estudiantes dan los primeros pasos en su camino de obtención del conocimiento, sin
embargo, como seres sociales y culturales no se es una hoja en blanco que llega a ser
escrita en un centro educativo, por el contrario, se llevan conocimientos previos que
empiezan a determinar las condiciones de aprendizaje, conocimiento ordinario o común.
Aun así, es finalidad del proceso educativo que los sujetos también tengan manejo de
conocimiento científico, para así permitir el acercamiento, interés y formación de los
científicos de las futuras generaciones, es decir, fomentar la renovación de la comunidad
científica y aun, aunque no todo sujeto pretenda ser científico, se formen personas capaces
de distinguir conocimiento científico del conocimiento común que producen las
pseudociencias.
Partiendo de estos supuestos ¿el conocimiento puede ser definido como las ideas
obtenidas de lo que se observa en la naturaleza? Al respecto, otras escuelas filosóficas
refutarían, pues a diferencia de lo anteriormente expresado, desde el racionalismo
Descartes (citados en Vergne, 2013) afirma que los sentidos generan prejuicios y por lo
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tanto no llevan al conocimiento verdadero, se hace necesaria entonces la razón y un
método para alcanzarlo. Por supuesto existe un sin número de posturas para la definición
de un concepto tan importante en la evolución de la humanidad y la participación de cada
sujeto en el manejo o no de este en la construcción de sociedades del conocimiento.
Es natural suponer que todo ser humano tiene acceso al conocimiento, pero ¿qué
tipo de conocimiento? ¿quién produce ese conocimiento? Al respecto Bunge (2004)
plantea que se puede hacer una distinción de dos tipos, un conocimiento común basado
en las creencias populares y sin fundamentos científicos producido por necesidades de
las poblaciones, pero no fundamentado, sin argumentos de peso o simplemente pasados
de generación en generación y el conocimiento científico, de carácter especializado
afianzado en la experimentación y la contrastación, y a su vez como expresa Olive ( 2013)
capaz de ser incorporado en la solución de enigmas que articulan las comunidades
científicas y otras dimensiones sociales. Es justo hacer la claridad que el conocimiento
científico se caracteriza según Bunge (1995) por ser claro y preciso en cuanto no permite
vaguedades que el conocimiento común sí, ser comunicable, pues todo producto científico
debe ser comunicado al mundo para generar crecimiento del constructo científico, ser
verificable a través de la experiencia, ser sistemático, es decir ordenado y coherente, ser
general, legal y predictivo pues plantea leyes que, aunque no son inmutables, si describen
el mundo de manera general, tendiendo a prever el futuro de fenómenos ya analizados.
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verdadero y que idea de ciencia – o pseudociencia- realmente se maneja en la formación
de ciudadanos en las escuelas.
Marco teórico
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Sin embargo, las personas del común tienden a ver la ciencia como un mundo
alterno donde solo los que pertenecen a las comunidades científicas poseen la habilidad
de entender el conocimiento científico que se produce, se entiende que solo aquellos que
producen y validan el conocimiento, es decir la comunidad científica (Olive, 2013)
pueden manejarlo, por lo tanto, se puede decir que hay un tipo de elitismo cognitivo.
Dicha situación afecta una de las características principales del conocimiento científico,
su comunicabilidad, pues no todos tienen acceso a ese conocimiento y al surgir en las
sociedades la creencia descrita, se rompe con ese ideal. Se plantearía que una de las
prioridades en la actualidad para la comunidad científica es hacer más comprensible el
conocimiento que se produce y divulga por medio de sus investigaciones pero no solo
para los especialistas, pues si se entiende la ciencia como una herramienta que permite
percibir y modificar el mundo; la divulgación científica tiene como objetivo principal
rebajar la brecha intelectual entre conocimiento especializado y conocimiento popular
(Alonso y Cortiñas, 2014) y todo miembro de la sociedad debería estar en la capacidad
por lo menos de conocerla; y si como dice Bunge (2004) la ciencia crece a partir del
conocimiento común y constituye un estilo de pensamiento y acción en la sociedad desde
las escuelas se hace necesaria la promoción de formación de personas que así no sean
científicos productores de conocimiento, si sean capaces de leerlo y aproximarse a la
realidad o percepción cambiante del universo.
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dentro del mismo paradigma; aun teniendo en cuenta este argumento, la ciencia no
construye verdad desde el vacío, entonces en caso de ser una construcción paradigmática
el conocimiento producido tiene rigor y valor científico que lo definen como
conocimiento valido y a lo cual Bunge (Citado en silva, 1997 ) refuta sistemáticamente al
decir que lo que se propone la ciencia ciertamente son representaciones parciales de la
realidad, que la modelan de manera cada vez más adecuada sin perder el toque
impersonal, pues todo lo que tienda al subjetivismo es típico de lo que no es ciencia
(Bunge, 2012) y por ende ese entendimiento de verdad o de conocimiento verdadero no
se consideraría como producto de la ciencia.
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maneja y produce, se hizo necesario por los científicos la formulación de reglas que
proveyeran al investigador una metodología entendida como una forma racional y optima
para resolver los problemas humanos (Morles, 2002) y a su vez ir más allá generando un
método científico a nivel lógico para la solución de problemas teóricos complejos y
nuevos (Morles, 2002). En este sentido el método constituye según Fernández (1998) el
camino para la búsqueda de la verdad, un camino exhaustivo que permite diferenciar lo
verdadero de lo falso. Dicho método, se caracteriza desde el positivismo según Morles
(2002) por ser hipotético deductivo y encierra un conjunto de técnicas que validan las
teorías científicas por medio de la contrastación de la hipótesis (Klimovsky,1971),
Toledo (1999) profundiza en el tema explicando el método en términos de la heurística
positiva – conjunto de sugerencias del tratamiento de teorías científicas- de Lakatos en
el cual desde el método científico se produce la formulación de nuevo conocimiento,
entonces primer momento después de la duda, se hace necesaria entender y transformar
los postulados teóricos en conjeturas susceptibles de falsación o corroboración es decir
hipótesis observables, a partir de aquí se encuentran las otras fases de documentación,
experimentación y comunicación (Asensi y Parra, 2002); agréguese que es en la
comunicación el punto de inflexión donde la crítica con fundamento da fuerza o hunde
ese nuevo conocimiento, generando la movilidad y evolución, tan importante en la
ciencia, se dará mayor sustento a la formulación de este convirtiéndolo en legal,
sistemático y predictivo.
Téngase en cuenta que para que la evaluación del conocimiento científico resulte
fructífera en términos de veracidad no solo se puede partir de la duda pues como expresa
Bunge (1983) en el método científico la duda es un punto de partida o una etapa de
tránsito, no de llegada. Y a su vez en el proceso se deben buscar pautas generales y
expresarlas con la mayor exactitud posible para poder realmente construir teorías audaces
que al ser sometidas a la experimentación rigurosa no se ven falseadas, pero a la vez no
volverse dogmático con la teoría sino abrirse a nuevas puertas e ideas, nuevas dudas que
posiblemente sean parte del conocimiento verdadero pero que hasta no demostrarlo la
ciencia no las acogerá como suyas.
“La pseudociencia es más fácil de inventar que la ciencia, porque hay una mayor
disposición a evitar confrontaciones perturbadoras con la realidad que no
permiten controlar el resultado de la comparación. Los niveles de
argumentación, lo que pasa por pruebas, son mucho más relajados. En parte por
las mismas razones, es mucho más fácil presentar al público en general la
pseudociencia que la ciencia. Pero eso no basta para explicar su popularidad”
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En un mundo en el que la inmediatez esta a la orden del día, las normas no valen
mucho y la necesidad de crédito, riquezas y fama supera la ética de los científicos, una
ola de conocimiento que no se debería llamar científico surge con frenesí. Según el
diccionario de la real academia de la lengua española una definición para Pseudociencia
es simple Pseudo Falsa y ciencia, una falsa ciencia, definición básica ciertamente, sin
embargo, con las necesidades, el mundo, los academicos de las ciencias y la filosofía de
la ciencia se han visto en la necesidad de hacer una definición y demarcación para este
concepto, Bunge (2004) precisa esta como un cuerpo de creencias y practicas cuyos
cultivadores desean, ingenua o maliciosamente, dar como ciencia, aunque no comparte
con esta ni el planteamiento, ni las técnicas, ni un cuerpo de conocimiento. Gallo (s.f.)
también la define en este sentido al decir que son las hipótesis – a lo cual Bunge (2004)
contradeciría pues las pseudociencias no producen hipótesis- o conjunto de afirmaciones
que no pueden ser debidamente verificadas con el método científico, que han sido
refutadas, pero de las que no se habla como conocimiento no válido y a su vez que
necesitan de un conocimiento, una técnica o tecnología que aun la comunidad científica
no maneja. Mientras tanto, Alonso y Cortiñas (2014) van más allá al involucrarse en un
sentido social diciendo que la pseudociencia es también un elemento social, es una
construcción teórica que a modo de paraguas conceptual, engloba una gran serie de
prácticas, disciplinas, productos, fenómenos y poderes, en contra posición a todo lo
anterior se puede encontrar a Feyarabend (citado en Bunge, 1983) quien expone que no
hay razón para que la magia, la astrología y demás no sean ciencias, partiendo de su
principio de inconmensurabilidad argumenta que son igualmente respetables en cuanto
no son comparables y todo criterio de evaluación no es válido en las pseudociencias.
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tanto una demarcación concienzuda es el punto de quiebre para la construcción de
conocimiento científico verdadero.
En suma, todo sujeto en una sociedad tiene la necesidad de comprender que por
definición ciencia y pseudociencia no son lo mismo -sin haber analizado aun sus
características- pues la pseudociencia satisface necesidades emocionales y cura miedos
que la ciencia no (Alonso y Cortiñas, 2014), entonces entiéndase como pseudociencia a
una necesidad del humano, un intento de conocimiento que como Sagan (2000) expresa
ofrece una satisfacción del hambre espiritual, la curación de las enfermedades, la
promesa de que la muerte no es el fin o un punto medio entre lo que la religión promete
y la ciencia da respuestas incompletas que asustan al ser social.
Adicional a estas características, se observa que la pseudociencia sale más del campo ético
y legal del que a veces la ciencia también tiende a escapar y desfigurar sus fines, por lo
tanto ciencia y pseudociencia deben estar sometidas a controles del saber humano, sean
de orden jurídico, filosófico, político, administrativo, etc (Valero-Matas y Muñoz, 2017),
si la ciencia con su método riguroso y además con la filosofía de la ciencia que contribuye
a estar en un espacio privilegiado en comprensión de la naturaleza, como diría Carrillo
(2016) posee la facultad de interrogarse a si misma cuestionarse, construirse desde la
lógica y fundamentarse a si misma y a la ciencia y aun así presenta vacíos y recurre a
autoevaluarse para autocorregirse entonces esa falta de control es otra cuestión desde la
que inicia el fallo de la pseudociencia, en la producción de conocimiento y reconocimiento
como ciencia.
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Prosiguiendo con el tema, expone Sagan (2000) que la pseudociencia aprovecha
los nichos ecológicos que deja la ciencia a causa de su popularización dispersa y
deficiencias, pero lo llena con información sin fundamento teórico o como Silva (1997)
afirma evidencias especulativas o anecdóticas que calman los miedos de la población que
necesita más que verdades, dogmas. Con esta caracterización en mente, conviene señalar
que las pseudociencias se convierten en un campo de difícil control, los medios de
comunicación la divulgan, las masas la prefieren porque suplen los argumentos
estructurales con ilustraciones de sus concepciones y las evidencias estadísticas con
anécdotas (Silva, 1997), es capaz de seducir con promesas vacías a algunos pacientes,
en mayor o menor grado desesperados, para que abandonen las terapias médicas
convencionales, causa un creciente embrutecimiento y retroceso cultural (Alonso y
Cortiñas, 2014) y aun sabiendo que no posee los fundamentos teóricos que dan respaldo
a lo que promueven como conocimiento es capaz de generar actividades conscientes con
fines de lucro sin importar los resultados en las personas que aceptan o se someten a
tratamientos basados en sentimientos de miedo y desesperación.
Cabe concluir en este punto que en todas las ciencias hay una bolsa de
pseudociencias, pues las obras de ficción venden más que los trabajos científicos (Bunge,
2012) esto significa que hay pseudociencia en todos los campos en que se mueve la
ciencia, desde las ciencias formales como las fácticas, las inter-ciencias y los campos de
aplicación como la medicina. Por ejemplo en la actualidad es común oír hablar de
homeopatía como ciencia o practica científica para la cura de enfermedades tales como el
cáncer, el análisis de la demarcación de la ciencias indica como explica Silva (1997) que
esta es una propuesta científica que no muestra fundamento teórico, ni experimental que
garantice su replicabilidad así mismo Bunge (2004) refuerza el argumento al dilucidar el
objetivo primeramente práctico y no cognitivo de la homeopatía que es presentada como
ciencia pero sin fundamento como si lo haría en su momento la tecnología, sin
autoproclamarse esta última como ciencia. En este sendero se pueden ver a vez la
astrología y la parapsicología utilizadas por las personas para la toma de decisiones
trascendentales en la vida o satisfacer vacíos emocionales a lo cual no encuentran
respuestas verificables, de estos ejemplos se puede enunciar que expresan tesis laxas y
vagas, simples especulaciones (Gutiérrez,2007), además utilizan técnicas que no tienen
rigor ni base física que den un carácter científico. Sin embargo su uso y movilidad en los
campos de la ciencia se reduce a una característica que explican Alonso y Cortiñas (2014)
pues un factor que comparten ciencia y pseudociencia es la comunicabilidad, donde la
pseudociencia negativamente toma fuerza ya que al contrario de la ciencia que no ha
permitido una divulgación en los sujetos de menos preparación científica, la
pseudociencia es capaz de extender sus brazos en cualquier área de la sociedad logrando
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de a poco quitarle terreno a la ciencia; el engaño y las falsas esperanzas son las peores
consecuencias de la pseudociencia en la sociedad.
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Ante el escenario expuesto y compartiendo la idea de la realidad educativa frente
a la enseñanza de las ciencias Gallo (s.f) hace énfasis en que:
Conclusiones
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ahondar en la rivalidad entre científicos por el contrario se hace la invitación a que así
como el conocimiento común ha sido fuente del conocimiento científico desde la
antigüedad las pseudociencias busquen el camino de la fundamentación, teórica, filosófica
y metodológica que por medio de la practica las lleve a hacer parte del cuerpo de la
ciencia, ese es finalmente el principio de la ciencia su capacidad de adaptación,
trasformación, su esfuerzo inagotable; entonces la pseudociencia debe entrar en un punto
de inflexión en el que el cambio se transforme en su esencia.
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