La Biblia....
La Biblia....
La Biblia....
La Biblia no fue escrita en una sola lengua, sino en 3: Hebreo, arameo y griego. Los
idiomas predominantes son el hebreo y el griego, caracterizándose el primero por
su enorme riqueza expresiva y el último por su elegancia y precisión.
El Antiguo Testamento se escribió entre 1500 a.C – 400 a.C, fue escrito en Hebreo
y algunos fracciones en Arameo, y es posible que los mandamientos en los tiempos
de Moisés están escritos sobre piedra, también fueron utilizados el barro, la arcilla
y el cuero.
El Nuevo Testamento se escribió entre el año 45 al 100 d.C y fue escrito en Griego
y tiene algunos modismos en Arameo, en este se utilizo un material más moderno
como el papiro, el papiro más antiguo que se ha encontrado es el de Juan.
En Israel los escribas eran personas que se dedicaban a transcribir las escrituras y
lo hacían de una forma y método muy minucioso ya que se tenía mucho cuidado al
hacerlo, con reverencia y respeto. Por lo tanto, la Biblia es el libro más traducido,
impreso y vendido de todos los tiempos ya que gracias a la imprenta en el siglo XV
fue el primer libro que se imprimió (la Vulgata que es una de las versiones latinas
de las Sagradas Escrituras). Ha sobrevivido a las inalcanzables persecuciones Un
ejemplo de estas persecuciones fue Joacim uno de los Reyes de Judá que quemó
los escritos del profeta jeremías. Otro perseguidor fue Antíoco Epífanes, que dictó
un decreto en el que ordenaba que todos los libros sagrados de los judíos fueran
quemados y que sus poseedores fueran condenados a muerte.
La inspiración bíblica se manifestó a los autores para poder escribir y por ello
tenemos la confianza de que la Biblia es real y que el Espíritu Santo fue el encargado
de transmitirla, Dios se reveló al ser humano y encargó que su relación fuera escrita.
Desde el Antiguo Testamento Dios dijo que se escribiera su palabra, ya que como
lo dice en génesis está escrita en nuestros corazones. Un ejemplo que podemos ver
es como los Diez Mandamientos fueron escritos por el mismo Dios sobre unas
tablillas de piedra, Moisés ordenó que la ley fuera copiada.
Los judíos realizaron su propio canon compilaron sus libros y los clasificaron. En 1
d.C Jesús cita al Antiguo Testamento y hace referencia a los libros que ya se
conocían, Citando el canon que los judíos que ya habían creado. En el año 100
después de Cristo es en esta época se escribía el Nuevo Testamento los apóstoles
realizaban escritos circulando en las iglesias con la autoridad correspondiente de
cada uno de ellos, Pero a medida que pasaba el tiempo se fueron añadiendo otras
cartas entonces se tuvo problemas ya que eran cartas que no fueron escritas por
ninguno de los apóstoles; se inició el canon pues tenían muchos escritos que
circulaban en las iglesias y comenzaron a poner nombres importantes y con ellos
las herejías y falsas doctrinas entonces tenían que hacer la labor de ver cuáles eran
los reales. en los tiempos de Jesús como ya lo mencionamos el Antiguo Testamento
ya estaba formado, pero el Nuevo Testamento aún no, desde épocas tempranas
hubo selección de hechos y dichos de Jesús. los apóstoles ordenaron que la Iglesia
leyeran sus cartas, ellos decían cual se tenía que leer, la Iglesia debía creer y
obedecer los escritos de los apóstoles estos escritos debían circular después de
haber sido leídos y tenían que ser conservados.
La Biblia es el único libro cuyo texto está respaldado por los manuscritos más
antiguos, el hallazgo de los rollos del mar muerto en 1947 contribuyó en forma
especial a distinguir en este aspecto a las sagradas escrituras. Se han encontrado
diversos manuscritos, los manuscritos del Antiguo Testamento se llaman oficiales y
privados; Los oficiales se usaban en las sinagogas pues estos estaban en forma de
rollos y los privados eran de uso particular; Los de Nuevo Testamento se llaman un
cielo y manuscritos; Los unciales eran escritos en letras mayúsculas y se usaron
hasta más o menos el siglo x, los manuscritos o cursivos eran escritos en
minúsculas estos son menos antiguos que los unciales.
La Biblia tiene la maravillosa virtud de satisfacer las necesidades espirituales del ser
humano, las cuáles han sido las mismas a través de toda la historia.