Dom Casmurro - Traducción
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IX – An Opera
Ya no tuvo una voz, pero insistió hasta que la tuvo. “La discusión es qué hago mal”,
añadió. Siempre que una nueva compañía arribaba desde Europa, iba hasta el impresario y
exponía todas las injusticias del cielo y la tierra; el empresario se comprometió otra vez, y
salió a llorar otra vez contra la iniquidad. Todavía tenía el bigote en sus papeles. Cuando
caminó, se veía como un hombre viejo, parecía cortejar una princesa de Babilonia. Algunas
veces huía, sin abrir la boca, a alguna parte incluso más que él o ella; Voces silenciadas que
son posibles. Llevaba aquí dinero conmigo unos pocas veces. Una noche, después de tanto
Chianti, me repitió la definición de hábito, y dijo que su vida puede ser como una ópera,
como un viaje en mar o una batalla, sacudió su cabeza y contestó:
“La vida es una ópera y una gran ópera. El tenor y el barítono luchan por la soprano, entre
la presencia del bajo y los comprimarios, o cuando la soprano y la contralto luchan por el
tenor, en presencia de algunos bajos y comprimarios. Son numerosos, varios ballets, y la
orquestación es excelente....
Qué?
Dios es el poeta. La música es de Satanaz, joven maestro de mucho futuro, cuan aprendido
en el conservatorio del cielo. Rival de Miguel, Rafael y Garbriel, no toleraba la prioridad
que tuvieron en la distribución de las plazas. Solo pudo hacer que la música, aquella dulce y
mística de esos otros condiscípulos, fuera abominable de su genio esencialmente trágico.
Instigó una rebelión que fue descubierta a tiempo, y fue expulsado del conservatorio. Todo
habría pasado sin cualquier otra cosa, sí Dios no hubiera escrito un libreto de ópera, a cual
había renunciado, entendería que un género de recreación era inapropiado para su
eternidad. Satan tomó el manuscrito con él al infierno. Para demostrar que valía más que
los demás, y tal vez reconciliarse consigo mismo con el compositor, la partitura, y tan
pronto como fue terminada, fue tomado por el Padre Eterno”
- Nada, nada!
Satán suplicó, sin la mejor fortuna, hasta Dios, cansado y lleno de misericordia, consintió
que la opera sea interpretada, pero fue desde el cielo. Creó un teatro especial, este planeta, e
inventó una compañía entera, con todas sus partes, primarias y comprimarias, comediantes
y bailarines.
“No, no quiero que sepas sobre esos ensayos, es suficiente para mi tener realizado el
libreto. Estoy preparado para compartir los derechos de autor contigo.”
Esta fue tal vez una negación; la cual llevó a algunos desconciertos de la antigua audiencia
y amistosas colaboraciones que debió haberse evitado. De hecho, este es una parte donde el
verso va por un lado y la canción al otro lado. No hay una postura común que diga que en
este pensamiento está la belleza de la composición, huyendo de la monotonía, y así
explicando la Tettotus del Edén, el aria de Abel, el corte de la guillotina y la esclavitud. No
es común para las mismas posturas interpretar sin la suficiente razón. Ciertos motivos
abundan con la fuerza de repetir. También hay oscuridades; el maestro abusa de los llantos
en masa, frecuentemente enmascarando lo que significa en una confusa vía. Las partes de la
orquesta son tratadas con gran habilidad. Tal es la opinión de los imparciales.
Los amigos del maestro quieren que sea difícil hallar una obra bien terminada. Uno o los
otros admiten ciertas rudezas y tales o cuales brechas, pero con la marcha de la ópera es
probable que estos son cumplidos o explicados, y todavía desaparecen enteramente, sin
negarse que el maestro modifique la obra donde cree que no responda en absoluto al
pensamiento sublime del poeta.