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La responsabilidad social

En este primer módulo se comenzará con un recorrido recuperando el concepto de


responsabilidad social, el cual desde las últimas décadas, podría decirse desde principios de
los años 90, ha estado resonando en el entorno empresarial, otorgando una nueva idea o
nuevo enfoque sobre las organizaciones.

Responsabilidad social

Alcance de la responsabilidad social

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

Responsabilidad social

La responsabilidad social (en adelante RS) ha estado madurando en distintos sectores, tal como el sector público y el
no gubernamental, hasta concebir que no se alcanzará un verdadero cambio de paradigma siendo responsables sólo
en algunos ámbitos de la sociedad, sino en todo su conjunto.

Da la sensación de que son muchas las personas y organizaciones que adhieren a este pensamiento, mientras que, al
mismo tiempo, puede percibirse que su comprensión suele ser un tanto superflua.

¿Estamos frente a una noción aún muy joven?

Podemos pensar que la RS surge por necesidad, como una reacción inmunológica de la sociedad, que intenta
regenerar defensas y alternativas ante la realidad. Sabemos que su ámbito de desarrollo está en la convivencia entre
personas y organizaciones, y que va de la mano de otros conceptos como el de sostenibilidad o desarrollo
sustentable. Pero no estamos refiriéndonos a un concepto nuevo, sino a uno que tiene tantos años como la misma
humanidad.

Entonces ¿cómo comprender a la responsabilidad social?

Responsabilidad social en Argentina


En el siguiente enlace encontrarás una interesante entrevista realizada por La Voz del Interior a Luis Ulla, fundador y
director del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE), en donde narra cómo y por qué
surge esta entidad y cómo se ha desarrollado la temática en nuestro país.

Responsables 3.0.pdf
278 KB

Fuente: Martinez, P. (19 de enero 2015). Responsables 3.0. Recuperado de: https://www.lavoz.com.ar/entrevistas/responsables-

30

En el año 2002 se fundó el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria, con sede en la ciudad de
Córdoba, con la misión de generar conocimiento público para promover y difundir el concepto y la práctica de la
responsabilidad social, a fin de impulsar el desarrollo sustentable de Argentina y la región.

En la entrevista arriba sugerida, Luis Ulla, fundador y actual director del IARSE, afirma que para iniciar con tales
actividades, se unió a un grupo de ejecutivos que se desempeñaban en el sector empresarial de Córdoba. En ese
momento, las compañías contaban con sus propias fundaciones para accionar en temas públicos relacionados con
educación, salud o creación de empleo, ya que la responsabilidad social de aquella época respondía a ese tipo de
demandas. El interés de la sociedad en los años 90 pasaba por saber qué parte de las ganancias de la empresa volvía a
la comunidad.

Consultando en otros países más desarrollados y con otro contexto socioeconómico, como Estados Unidos (EE.
UU.), Suiza, y Brasil, Luis Ulla pudo ver que se gestaba un enfoque diferente sobre la responsabilidad social
corporativa (en adelante, RSC). La aplicación de la RSC en las organizaciones consistía en desarrollar herramientas
de gestión, construyendo indicadores que permitieran medir, comparar, diagnosticar y tomar decisiones, haciendo de
la RSC algo cada vez más tangible, exhaustivo y comunicable.
El IARSE ayuda, guía y promueve en las organizaciones la incorporación de los valores de la RSC como
comportamiento continuo y progresivo, incorporándolo a la estrategia, sin perder de vista la posición y el contexto de
cada caso particular. Para ello, en el instituto se diseñan y facilitan diversas herramientas de gestión, según el sector
de actividad, para generar vínculos y alianzas entre empresas y organizaciones del tercer sector en las diversas
temáticas por abordar, prestar distintos servicios que se adaptan a cada necesidad y formar una amplia red en
Responsabilidad Social y Sustentabilidad. Actualmente, cuenta con numerosos miembros como grandes, medianas y
pequeñas empresas y empresas emergentes.

Desde la visión pragmática de Luis Ulla:

Las empresas se pueden transformar en inclusoras, traer adentro a los excluidos. Se pueden
preguntar: ¿le puedo comprar a los pobres? ¿es transferible el conocimiento a grupos vulnerables?
¿Se puede trasladar el conocimiento de costos, calidad, mercado y hacer que se transformen en
una empresa, que sea mi proveedora? “Por ejemplo, si una empresa funcionara con una visión
integral de responsabilidad social debería tener un criterio ético y no participar de la corrupción…

No es, ir cada 15 días a pintar una escuelita al Champaquí. Eso es bueno, pero no es
responsabilidad social. Esto implica que la empresa gane el dinero de una manera que la sociedad
entiende que es legítima, que no tenga “antivalores” éticos o culturales, que se gana sin destruir el
capital ambiental, sin dañar el tejido social.

Si es de servicios, tienen que responder cómo atienden a los usuarios. Si son petroleras, cómo
manejan los derrames. Después, pueden contar si plantaron árboles o ayudaron a una escuela,
pero esos aspectos son básicos.

Figura 1: Luis Ulla (fundador del IARSE)


Fuente: [Imagen sin título de Luis Ulla. Director miembro del Comité Ejecutivo y Fundador de IARSE].
Autor desconocido. (s.f). Recuperado de: http://www.iarse.org/que-es-iarse/quienes-somos

Figura 2: Isologotipo del IARSE


Fuente: [Imagen sin título del logo de IARSE]. Autor desconocido. (s.f). Recuperado de:
http://www.iarse.org/que-es-iarse/quienes-somos

Etimológicamente la palabra responsabilidad deriva de responsum: forma latina del verbo responder, más los
sufijos “idad” (cualidad) “bilis” (capacidad, posibilidad) hacen al significado de la palabra: "la habilidad o
capacidad de responder”.

Lo social brinda un sentido de pertenencia, ya que implica algo que se comparte a nivel comunitario.

De este modo, podemos dilucidar que la responsabilidad siempre está dada por una demanda o una expectativa que
recae sobre alguien y, en este caso, esa expectativa es compartida por un conjunto de personas. Por lo tanto, lo que
hace que un ente o persona sea considerado responsable dependerá de la capacidad para responder a esas demandas y
expectativas que serán cambiantes, como el tiempo mismo y el contexto.

El concepto de responsabilidad social implica que la organización se hace responsable frente a aquellos afectados por
las decisiones y las actividades que realice, así como de diversas problemáticas que aquejan la sociedad en general.

Desde el IARSE, hay plena conciencia de que, al principio, muchas empresas se sumaban a la tendencia de
incursionar en la RSC como una estrategia más de marketing. Pero una vez en el camino, la concepción cambiaba
hacia una verdadera búsqueda de la transparencia, ya que según el mismo Ulla:

Aquí hay cuatro “patas”: conocer el impacto que la empresa tiene a nivel ambiental, económico,
social y ético. Saber cómo es el tema hacia adentro, ver si se está gestionando y, por último,
contarlo a los públicos de interés. Si uno cuenta cómo lo está haciendo también deja que los
demás lo puedan controlar. (Martínez, 2015, http://bit.ly/2lzaFGG).

Lo que se intenta es dejar en claro cuál es el alcance de la responsabilidad social, que muchas veces se ha confundido
con lo verde, relegándolo solo a temas ambientales:

Muchas veces se asocia la sustentabilidad a lo “verde”. Pero, por ejemplo, tratar mal a los
ancianos no es sustentable, tampoco dejar a los jóvenes sin trabajo, ni tener educación o salud
pública de calidad. Hay que empezar a mirar también el impacto y la oportunidad social que una
empresa tiene para hacer cambios. (Martínez, 2015, http://bit.ly/2lzaFGG).

Afortunadamente, en nuestro país y en la región, contamos con numerosos ejemplos de organizaciones que
desarrollan una gestión de la responsabilidad social bien entendida, en el sentido estricto del término. Por ejemplo,
Grupo Sancor Seguros es un grupo asegurador cooperativo, nacido en Sunchales (provincia de Santa Fe) en 1945.
De la mano de la industrialización elemental de la producción lechera, Sancor Cooperativa de Seguros Ltda. es la
empresa que dio origen al grupo Sancor Seguros. En la actualidad, las empresas del grupo Sancor Seguros se
encuentran entre los primeros puestos del mercado, porque cumplen con estándares de calidad internacionales, y han
extendido su actividad a países vecinos.

Grupo Sancor entiende que ejercer la responsabilidad social es tener una visión de negocios que integre
armónicamente el desempeño económico y el respeto por los valores éticos, las personas, la comunidad y el medio
ambiente. No debe comprenderse como un el desarrollo de actividades filantrópicas, sino más bien como un
programa que se lleva a cabo desde la propia actividad. (Lliarte Vejrup, 2009).

¿Qué implica una correcta concepción de la responsabilidad


social?
Aquí es importante destacar que no existe una única definición de responsabilidad social, ya que se trata
principalmente de un concepto nuevo cuya aplicación no lleva mucho tiempo difundiéndose. Sin embargo, citaremos
algunas definiciones a las que adhiere el IARSE. Por ejemplo, la que propone el Instituto Ethos de Brasil sobre
responsabilidad social empresaria (RSE), una de las instituciones pioneras y de mayor prestigio en RSE en
Latinoamérica:

Responsabilidad Social Empresarial es una forma de gestión definida por la relación ética y
transparente de la empresa con todos los públicos con los cuales se relaciona, y por el
establecimiento de metas empresariales compatibles con el desarrollo sustentable de la sociedad,
preservando recursos ambientales y culturales para las futuras generaciones, respetando la
diversidad y promoviendo la reducción de desigualdades sociales. (Instituto Ethos en IARSE,
2018, p. 4).

El instituto Ethos plantea, a su vez, una serie de parámetros que debe seguir la organización para incorporar la
responsabilidad social a la estrategia organizacional, los que se desarrollarán a continuación:

Tabla 1: Criterios ETHOS reflejados en la estrategia de


Sancor Seguros

Criterios Ethos Aplicación en Sancor Seguros


Criterios Ethos Aplicación en Sancor Seguros

El proceso de RSE del Grupo Sancor Seguros es


transversal a todas las áreas del negocio. La
gerencia de RSE es el área que se ocupa de
liderar dicho proceso, desde el momento de la
planificación. Colabora en las distintas
instancias de implementación y luego se encarga
de la medición de los resultados. En ese
proceso, recibe y evalúa propuestas que puedan
Una visión de integralidad, teniendo en cuenta significar oportunidades y generar valor en
que abarca múltiples dimensiones y la materia de sustentabilidad para sus grupos de
interacción entre ellas. interés. La gerencia de RSE reporta
directamente a la figura ejecutiva máxima de la
alta dirección, y dentro del consejo de
administración, cuenta con un consejero como
interlocutor directo, que facilita el diálogo entre
el área y todos los miembros del consejo, al
momento de elevar, evaluar y aprobar los
programas y proyectos que hacen a la estrategia
de sustentabilidad de la organización.

Una perspectiva de gradualidad, en un camino Si bien el grupo Sancor Seguros se ha


de excelencia, que se hace paso por paso.
caracterizado históricamente por su compromiso
con la comunidad, a partir del año 2005 la
organización inició un proceso sistemático para
abordar y gestionar la RSE.

2005: se incorporan los estándares AA1000 y se


abre el diálogo con los grupos de interés
mediante entrevistas telefónicas (empleados,
productores, asesores y clientes).

2006-2007: se realizan avances en los planes


propuestos para satisfacer las expectativas y
Criterios Ethos Aplicación en Sancor Seguros

mejorar la gestión, y se elabora el Informe de


RSE denominado Pre-Ciclo 3.

2007-2008: en el proceso de gestión de RSE se


implementó un diálogo que se enfocó en la
temática de la seguridad vial en Argentina; se
charló con referentes claves, grupos de interés,
productores asesores, proveedores, comunidad,
Gobierno, medios, competencia, expertos e
interesados en la seguridad vial. Como
resultado, se obtuvieron 31 expectativas. Dichas
expectativas, planes de acción e indicadores,
más el desempeño económico, social y
medioambiental del Ciclo 2007-2008, fueron
documentados en el Reporte Social (elaborado
bajo lineamientos de la AA1000AS (Norma de
Aseguramiento de la Sostenibilidad) y el Global
Reporting Iniciative , versión G3 nivel c).

2009: se evalúa el reporte con los grupos de


interés. Se mejoran las formas de trabajo,
comienzan las mediciones de impacto
ambiental.

De modo sucesivo, cada año la elaboración del


reporte de sustentabilidad ofrece oportunidades
de mejora.
Criterios Ethos Aplicación en Sancor Seguros

En este caso, la actividad principal es brindar


Una noción de proporcionalidad, ya que su seguridad y respaldo. La intención es proyectar
aplicación dependerá del tamaño de la ese compromiso con la seguridad hacia otros
organización o empresa y su poder o influencia. ámbitos (grupos de interés y la sociedad en
general).

Una mirada de totalidad, ya que alcanza a todas


Algunos programas se basan en alianzas con
las empresas, (y podríamos añadir
otras entidades dedicadas a la seguridad, el
organizaciones), sin discriminar tipo o tamaño;
cooperativismo y la formación de una cultura de
es, decir, una mirada de la que debe participar
prevención de riesgos.
toda la sociedad.

Fuente: Elaboración propia con base en Instituto Ethos en IARSE (2018) Algunas definiciones de Responsabilidad Social.

Recuperado de: http://www.iarse.org/uploads/59069_Algunas%20Definiciones%20de%20RSE%20(1).pdf

En este camino gradual hacia la responsabilidad social, las acciones de Sancor Seguros han sido pensadas
estratégicamente y asumidas de modo voluntario. La voluntariedad es una característica de la responsabilidad e
implica la intención de ir más allá de lo que la ley obliga, en busca del bien común. Entonces, cuando no es
legalmente obligatorio.

¿Hasta dónde corresponde llegar en ese camino?

Es sensato preguntarse hasta dónde llega la responsabilidad social, qué abarca y cuáles son los límites, pero también
es fundamental cuestionarse qué sucede con ese alcance en la práctica, en la realidad de las organizaciones, o si a
todas les competen las mismas responsabilidades. A continuación, aclararemos estas cuestiones.
Actualmente, la estrategia de responsabilidad social de Sancor Seguros sigue enfocada en su actividad principal:

Nuestra gestión de sustentabilidad tiene como objetivo fundamental abordar y dar respuesta a
nuestros grupos de interés sobre los temas más importantes del negocio y su gestión sustentable.
Para identificar los temas materiales de nuestro negocio, a lo largo de estos años hemos analizado
las mejores prácticas de la industria del seguro, lineamientos internacionales de sustentabilidad y
consultado la opinión de todos nuestros grupos internos y externos. (Balance de Grupo Sancor
Seguros, 2018, p. 19).

Grupos de interés de Sancor Seguros:

empleados,

productores asesores,

asegurados,

proveedores,

comunidad,

ambiente.

Los pilares de la estrategia de RSE son:

El diálogo con los grupos de interés, a través de un proceso sistemático de gestión de la RSE.

La incorporación de las expectativas de nuestros grupos de interés a la gestión del negocio.

El desarrollo de iniciativas de RSE vinculadas con la actividad aseguradora y cooperativa.


El desarrollo de productos y servicios que atiendan los nuevos desafíos económicos, sociales y
ambientales.

La sistematización de las iniciativas desarrolladas y la medición de nuestro desempeño económico,


social y ambiental.

La mejora continua de los procesos vinculados a la RSE.

Figura 3: Ejes de la Estrategia de RSC de Sancor Seguros

Fuente: Grupo Sancor Seguros. Reporte de Sustentabilidad 2017/2018. 13 años de proceso de RSE para
una gestión de sustentabilidad. (2017/2018). Disponible en: http://bit.ly/2m1Me58

Figura 4: RSE/Sustentabilidad
Fuente: Grupo Sancor Seguros. Reporte de Sustentabilidad 2017/2018. 13 años de proceso de RSE para
una gestión de sustentabilidad. (2017/2018). Disponible en: http://bit.ly/2m1Me58
LECCIÓN 2 de 4

Alcance de la responsabilidad social

En el siguiente artículo vas a encontrar un informe sobre la responsabilidad social, que será de ayuda para
profundizar en su definición, dimensiones, fundamentos, alcance y aplicación actual:

Estrategia y Sociedad.pdf
255.8 KB

Fuente: Porter, M; Kramer M. Estrategia y Sociedad. (2006). Recuperado de:

http://www.iarse.org/uploads/Porter_y_Kramer_Estrategia_y_Sociedad_HBR_dic_2006.pdf

En cuanto al alcance de la responsabilidad social, podemos tomar algunas apreciaciones esclarecedoras al respecto.
Entre los primeros autores que empezaron a hablar acerca de esta temática, encontramos a Archie Carrol (en
Caravedo, 2011), quien diferencia algunos tipos de responsabilidades que debe asumir la organización:

Tabla 2: Caracterización de los tipos de responsabilidad en


Sancor Seguros
Tipos de responsabilidad (Carrol) Aplicación en Sancor Seguros

“La producción del ejercicio tuvo un


crecimiento del 31,22%, continuando con la
tendencia registrada en períodos anteriores. De
hecho, nuestro grupo asegurador, que viene
ocupando el primer puesto en el mercado
asegurador argentino desde el año 2011”.
Económica: tiene que ver con el retorno a la
Solvencia financiera: FixScr (Calificadora de
inversión de los accionistas.
riesgo) otorgó a Sancor Seguros, según el último
informe, la calificación AA+ (Arg.),
correspondiente a compañías de seguros que
muestran una fuerte capacidad para el
cumplimiento de los compromisos, fortaleza
financiera de largo plazo y perspectiva estable.

Legal: relacionada con las obligaciones que En este tipo de responsabilidad, las acciones
deben respetar y que son exigidas en las
pueden observarse en diversos ámbitos de la
sociedades en las que actúan.
actividad de la organización. Sancor Seguros
declara las siguientes líneas de acción como
compromisos asumidos con la agenda 2030 para
la consecución de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS).

Paz, justicia e instituciones sólidas:


disminución de la judicialidad - Diálogo e
involucramiento de los grupos de interés -
Gestión de reclamos de nuestros grupos de
interés - Gestión integral de riesgos para la
continuidad del negocio Prevención del Fraude
y Lavado de Activos - Ética y transparencia en
la gestión del negocio - Gestión responsable de
Tipos de responsabilidad (Carrol) Aplicación en Sancor Seguros

proveedores - Gestión de riesgos informáticos y


cibernéticos - Promoción de los Derechos del
Niño - Inclusión de grupos vulnerables.

Servicio y consumo responsables: diálogo e


involucramiento con los grupos de interés -
Transparencia y claridad en la comunicación de
productos y servicios - Prevención para la salud
y seguridad de los asociados - Ética y
transparencia en la gestión del negocio - Gestión
responsable de proveedores - Uso sostenible de
los recursos y energía - Conformidad ambiental
de los productos y servicios - Adaptación de
estrategias de productos y servicios al cambio
climático.

Trabajo decente y crecimiento económico:


prevención del Fraude y Lavado de Activos -
Ética y transparencia en la gestión del negocio -
Uso sostenible de los recursos y energía -
Conformidad ambiental de los productos y
servicios - Conciliación trabajo/familia -
Desarrollo profesional - Seguridad y salud de
los empleados - Diversidad e igualdad de
oportunidades Seguridad vial - Promoción de
los Derechos del Niño - Empoderamiento de la
mujer - Inclusión de grupos vulnerables.
Tipos de responsabilidad (Carrol) Aplicación en Sancor Seguros

“Somos conscientes de que, como aseguradora,


estamos expuestos a varias formas de
corrupción. Es por ello que abordamos las
prácticas justas en el negocio de los seguros
trabajando fuertemente en la prevención de
lavado de activos y lucha contra el terrorismo e
implementando procedimientos antifraude y
Ética: tiene que ver con lo que esperaría una
programas de capacitación y concientización a
sociedad, aunque no se constituya en una
nuestros funcionarios, empleados y cadena de
exigencia legal.
valor”. La empresa cuenta para ello con un
Código de ética, un comité de ética que asegura
el cumplimiento del código y que vela por la
dignidad, privacidad, equidad y convivencia
respetuosa; comunica los valores de la empresa;
expresa las pautas de conducta de los
empleados; etcétera.

Dentro de la estrategia, el eje participación y


desarrollo de la comunidad incluye:

desarrollo científico, económico y social,

acceso a la tecnología,

Filantrópica: vinculada con las donaciones que educación y cooperativismo,


son consideradas deseables por la empresa, más
prevención y seguridad hacia nuestras
allá de las responsabilidades legales y éticas.
comunidades,

prevención, salud y seguridad en las


generaciones futuras,

educación y cultura.

Fuente: Elaboración propia con base en Instituto Ethos en IARSE (2018) Algunas definiciones de Responsabilidad Social.

Recuperado de: http://www.iarse.org/uploads/59069_Algunas%20Definiciones%20de%20RSE%20(1).pdf


Debido a que existen distintos tipos de responsabilidades y diferentes alcances de esas responsabilidades según la
actividad que desarrolla la organización, surgen diversos énfasis en las dimensiones de la responsabilidad social, lo
que también lleva a designarla con diferentes nombres. Por ejemplo, el término ciudadanía corporativa, que se
refiere puntualmente al rol que han asumido o debido asumir diversas empresas al desarrollar funciones que
normalmente desempeña el Estado. En países emergentes, la construcción de bien público suele desbordar al Estado,
por lo que se requiere de la participación y el compromiso del sector empresarial y de las organizaciones de la
sociedad civil.

A las organizaciones les corresponden ciertas responsabilidades dependiendo del contexto en el que se encuentren.
Por su actividad, algunas están mucho más expuestas respecto a asuntos públicos. Hay diversas perspectivas por las
que las organizaciones pueden optar en el camino de su responsabilidad social:

Perspectiva limitada: se busca compensar a la sociedad por los beneficios económicos percibidos
debido a sus productos y servicios. Esto puede compararse con los comienzos de Sancor Seguros,
cuando tenía una responsabilidad social basada solo en la actividad filantrópica.

Perspectiva equivalente: se busca responder al punto de vista de los constituyentes, partes


interesadas, públicos interesados o stakeholders. Por ejemplo, cuando en 2005 Sancor Seguros decidió
gestionar estratégicamente su responsabilidad social y abrir canales de diálogo con sus principales
grupos de interés, para comenzar con el relevamiento de datos y poder dar respuestas asertivas.

Perspectiva extendida: está vinculada al buen gobierno comunitario. Se le reconoce un rol político a
la corporación en la sociedad. En esta etapa, el rol de Sancor Seguros apunta a promover la
responsabilidad en todas sus dimensiones y en todos los grupos de interés a través del programa
Ciudadano sustentable, mediante el cual promueve en sus principales stakeholders los valores de
ciudadanía corporativa de la organización.

Figura 5: programa ciudadano sustentable de Sancor


Seguros
Fuente: Grupo Sancor Seguros. Reporte de Sustentabilidad 2017/2018. 13 años de proceso de RSE para
una gestión de sustentabilidad. (2017/2018). Disponible en: http://bit.ly/2m1Me58

Entonces, dado que el contexto en el que se encuentra inserta la organización es complejo, cambiante, lleno de
carencias y necesidades, según Caravedo (en Vives y Peinado Vara, 2011):

¿Es responsabilidad de la empresa resolver los problemas de la sociedad, tales como la pobreza, la
violencia o el desempleo? No.

¿Es responsabilidad de la empresa resolver las carencias de los gobiernos? No.

¿Puede la empresa permanecer indiferente ante estos problemas? No. (Caravedo, 2011, p. 58 ).
¿Debe la empresa ir más allá del comportamiento ético y el cumplimiento de las
leyes?

“La línea que separa lo obligatorio de lo voluntario, el cumplimiento de las regulaciones del
comportamiento responsable voluntario, es una línea variable que depende de la empresa y de las
circunstancias en que opera” (Vives en Vives y Peinado Vara, 2011, p. 59).

Aquí es fundamental diferenciar que, en países en desarrollo, encontraremos que cumplir con las leyes muchas veces
no alcanzará para llevar un comportamiento ético, y que el entorno inmediato de la organización obliga a esta a
hacerse cargo de situaciones como dotar de agua potable o cloacas a parte de la población, fortalecer y apoyar la
educación mediante programas escolares, becas y capacitación, recolectar y distribuir víveres ante desastres
naturales, etcétera. El límite será muy variable y, muchas veces, estará dado no solo por lo que la organización debe
hacer, sino por lo que puede hacer por el entorno: si está a su alcance, si cuenta con los recursos para hacerlo sin
comprometer su propio sostenimiento, entonces, se convierte en una responsabilidad.
LECCIÓN 3 de 4

Video conceptual

El concepto de responsabilidad social

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LECCIÓN 4 de 4

Referencias

Caravedo, B. (2011). Desarrollo sostenible, ética, filantropía y responsabilidad social. En A. Vives y E. Peinado-
Vara (Eds.), La responsabilidad social en la empresa en América Latina (pp. 29-44). Washington D.C.: Banco
Interamericano de Desarrollo y Cumpetere. Recuperado de: https://www.pwc.com/cl/es/publicaciones/assets/la-
responsabilidad-social-de-la-empresa-en-america-latina.pdf

Grupo Sancor Seguros. (s. f.). Reporte de Sustentabilidad 2017/2018. Recuperado


de:https://files.gruposancorseguros.com/ReporteSocial/49/REPORTE_RSE_GSS_2018_FINAL.pdf

Instituto Ethos en IARSE, (2018). Algunas definiciones de responsabilidad social. Recuperado de:
http://www.iarse.org/uploads/59069_Algunas%20Definiciones%20de%20RSE%20(1).pdf

Kliksberg, B. (2011). RSE ¿Moda o demanda social?. Artículo Publicado por Fundación Carolina de España. Red
Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial. Recuperado de
https://www.econo.unlp.edu.ar/frontend/media/88/10988/96ec54036dada3b4ed47f8dcb0c92bbd.pdf

Lliarte Vejrup, N. (2009). Diálogos en torno a la construcción de una ciudadanía responsable: Experiencias de
empresas argentinas. Córdoba, AR: Editorial de la Universidad Católica de Córdoba.

Martínez, P. (2015). Responsables 3.0. La Voz del Interior. [Versión digital]. Recuperado de
https://www.lavoz.com.ar/entrevistas/responsables-30

Porter, M.; Kramer M. (2006). Estrategia y Sociedad. Recuperado de:


http://www.iarse.org/uploads/Porter_y_Kramer_Estrategia_y_Sociedad_HBR_dic_2006.pdf
[Imagen sin título de Luis Ulla. Director miembro del Comité Ejecutivo y Fundador de IARSE]. Autor
desconocido. (s.f). Recuperado de: http://www.iarse.org/que-es-iarse/quienes-somos

[Imagen sin título del logo de IARSE]. Autor desconocido. (s.f). Recuperado de: http://www.iarse.org/que-es-
iarse/quienes-somos
Responsables 3.0
La RSE, hoy, ya no es ayudar a la comunidad o pensar en “verde”. Implica poder contar a
todos los interesados cómo las empresas ganan el dinero. Abarca aspectos éticos, sociales,
ambientales y económicos. Se mira tanto a los empleados como a clientes y proveedores.

Una visión integral. “Cuando uno toma una decisión sustentable impacta en forma positiva en
muchos otros aspectos de la empresa. Es algo que se va extendiendo y es imparable”, dice Ulla
(Facundo Luque/LaVoz).

PAULA MARTÍNEZ
Lunes 19 de enero de 2015 - 00:01 | Actualizado: 19/01/2015 - 01:27

Lejos de la visión tradicional de las empresas que ayudaban a


la comunidad o realizaban acciones en pos del ambiente, hoy
la responsabilidad social empresaria (RSE) se toma en forma
integral y con un nuevo concepto: decir cómo ganan las
empresas su dinero.

Y no sólo evolucionó el concepto, también las formas de


medirlo y comunicarlo ya que, en el mundo, se desarrollan
estándares que se pueden asimilar a las normas ISO de
certificación de calidad, seguridad laboral, o ambientales.

En Córdoba, en 2001, un grupo de ejecutivos formó el


Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria
(Iarse), que hoy ya tiene proyección nacional.

–¿Cómo fue que nació el Iarse, desde Córdoba?

–Varios de los fundadores estaban en distintas empresas


locales. En ese momento, estaban las fundaciones de las
compañías, para temas de fines públicos, educación, salud,
creación de empleo, juventud. Se basaba en la definición de
esa época de responsabilidad social.

–¿Cuál era?

–Tenía que ver con qué parte de las ganancias de la empresa


volvían a la comunidad. Era la idea de los ’90. Con el apoyo
de la fundación Kellogs y de Avina, de Estados Unidos y
Suiza, empezamos a tener contacto con el resto del mundo.
En Brasil nos encontramos con el instituto Ethos.

–¿Y se encontraron con un mundo distinto?

–Sí, el tema nos apasionó porque no tenía nada que ver con lo
que hacíamos acá, vimos que era transformador. En Brasil
tenían unas 80 personas desarrollando herramientas de
gestión de RSE. Con su ayuda, el Iarse empezó a editar,
desde 2003, indicadores de responsabilidad social, que hoy
usan nueve países de Latinoamérica.

–O sea, que hoy se puede medir y comparar.

–Hoy estamos en la 3.0, digital, con los indicadores de


responsabilidad social y gestión responsable. Es una gran
herramienta de gestión que te muestra dónde estás parado y
adónde querés llegar. Te ponen cuatro escalones, el básico es
cumplir la ley. Cumplir la ley no es responsabilidad social
empresaria, siempre lo aclaramos.

–¿Y qué cosas se miden?


–Se ve qué puede hacer una empresa en distintas áreas. Por
ejemplo, en la infancia se ve cómo establecer un
compromiso, cómo evaluarlo, cómo comunicarlo. Es un tema
este de no saber cómo se comunica la RSE.

–Pero al decirlo, ¿no parece que la empresa está haciendo


marketing con esto?

–No, ahora hay otra concepción. La comunicación es una


exigencia básica de transparencia. Aquí hay cuatro “patas”:
conocer el impacto que la empresa tiene a nivel ambiental,
económico, social y ético. Saber cómo es el tema hacia
adentro, ver si se está gestionando y, por último, contarlo a
los públicos de interés. Si uno cuenta cómo lo está haciendo
también deja que los demás lo puedan controlar.

–Al principio se ligaba la RSE al cuidado del ambiente.


¿Sigue siendo así?

–Muchas veces se asocia la sustentabilidad a lo “verde”.


Pero, por ejemplo, tratar mal a los ancianos no es sustentable,
tampoco dejar a los jóvenes sin trabajo, ni tener educación o
salud pública de calidad. Hay que empezar a mirar también el
impacto y la oportunidad social que una empresa tiene para
hacer cambios.

–¿Qué puede hacer la empresa?

–Las empresas se pueden transformar en inclusoras, traer


adentro a los excluidos. Se pueden preguntar: ¿le puedo
comprar a los pobres? ¿es transferible el conocimiento a
grupos vulnerables? ¿Se puede trasladar el conocimiento de
costos, calidad, mercado y hacer que se transformen en una
empresa, que sea mi proveedora?

–O sea, no es sólo darles fondos, sino integrarlos al


circuito productivo.
–Un amigo mío de la fundación Kellogs me dijo un día: “Si
una empresa te da plata, te da lo más barato que tiene. Lo
importante es que comparta sus conocimientos, que te enseñe
a pescar”. Hay que empezar a darse cuenta de que una
empresa puede usar ese poder enorme que es comprar, para
traer adentro a los que están afuera.

–Es un concepto más amplio.

–Mucho más. Por ejemplo, si una empresa funcionara con


una visión integral de responsabilidad social debería tener un
criterio ético y no participar de la corrupción.

–Es todo un tema este. Hace poco se vio en el caso


Kolector, por ejemplo.

–Claro. Es por esto que hay una nueva definición. Un CEO


de McDonalds, que vino a Córdoba en 2007, dijo: “Para mí,
hoy la definición es mucho más cortita que antes.
Responsabilidad social es poder decir, con absoluta
transparencia, cómo gano el dinero”. Después, si lo dono o
no, eso es acción social. Esto es lo bueno cuando aparecen
estos acontecimientos.

–Ayudan a cuestionarse qué es ser responsables ¿no?

–Y, si. No es, ir cada 15 días a pintar una escuelita al


Champaquí. Eso es bueno, pero no es responsabilidad social.
Esto implica que la empresa gane el dinero de una manera
que la sociedad entiende que es legítima, que no tenga
“antivalores” éticos o culturales, que se gana sin destruir el
capital ambiental, sin dañar el tejido social.

–El consumidor en el mundo está siendo bastante crítico


en estos temas ¿acá es igual?

–En Argentina, como tenemos tantos vaivenes económicos,


cuando se pregunta a la gente si la conducta de la empresa
incide en su decisión de compra, a veces dice que sí. Pero en
situación de crisis como las actuales, la gente mira los
precios, no le importa de dónde vienen los productos o cómo
están hechos.

–¿Qué le interesa el consumidor en el mundo?

–En la dimensión del consumo se ha ido desde lo básico:


decirle la verdad al consumidor, ver qué tipo de publicidad se
hace (si se promueven o no valores) y qué tipo de atención se
hace al usuario. Además, el gerenciamiento del daño,
informar el riesgo de los productos. Pero, hoy hemos ido más
allá.

–¿Cómo?

–Natura, por ejemplo, se transformó en empresa B, (la


primera grande que llegó a ese nivel) y cambia su finalidad.
Pone como objetivo conseguir determinada meta ambiental o
social. La rentabilidad está incluida pero es un fin intermedio,
no último. Natura dice que va a cuidar la sociodiversidad de
Brasil. Y ha hecho fuerte hincapié en apuntar a un consumo
consciente, responsable: le dice a la gente que debe comprar
sólo lo que precisa.

–La cuestión social y ética ¿cómo se traduce en las


empresas?

–Por ejemplo, hay un debate profundo sobre cómo participan


las empresas en la financiación de las campañas electorales.
Las nuevas guías mundiales (GRI -Global Reportial
Initiative) incorporan mucho más de estos aspectos de
ciudadanía. Además, a cada sector se pide que responda
sobre diversas cuestiones.

–¿Por ejemplo?

–Si es de servicios, tienen que responder cómo atienden a los


usuarios. Si son petroleras, cómo manejan los derrames.
Después, pueden contar si plantaron árboles o ayudaron a una
escuela, pero esos aspectos son básicos.

–¿Qué aspectos se miden hoy?

–Hay varios puntos. El primero es la ética y la transparencia,


que incluye, entre otros temas que las organizaciones deben
escribir y decir cuáles son los negocios que van a hacer y
cuáles no. Esto lleva a la auditoría social, para que la gente
pueda ver si la empresa es coherente entre lo que dice y lo
que hace.

–¿Y los otros puntos?

–El segundo es cuál es el mundo que se promueve hacia


adentro, el público interno, el trato con los empleados. Luego
viene la cadena de valor, a quién le compra y cómo se vende.
En cuarto lugar, está la categoría tradicional del
medioambiente. Después, la comunidad. Y por último, el
tema del Gobierno y sociedad.

–¿Lo sustentable es más caro?

–Ha habido un fuerte cambio en los últimos seis o siete años.


Cuando se empezó con este tema, la pregunta en las empresas
era ¿esto nos encarece la operación? Hoy, no queda ninguna
duda de que no es así porque todo se mide.

–¿Ah, sí?

–Sí. Manejar a menor velocidad trae un gran ahorro de


costos; usar un envase más pequeño, también; alivianar las
botellas de plástico, sacarle dos tercios de material a algo;
que una caja no use telgopor sino cartón.

–¿Cómo está Argentina en RSE?

–Es muy heterogéneo. Hay tres grandes grupos. Uno de


empresas líderes, que incluye multinacionales, multilatinas,
Pyme y micro. Hay un segundo grupo que han entendido que
el tema es importante y están empezando a trabajar y
planificar en este tema. Por último, está el grupo mayoritario
que todavía especula con el concepto. “Me gustaría que
parezca que somos responsables” pero lo tienen en la vereda.

–¿Cómo empieza una empresa a hacer RSE?

–Hay tres puertitas de entrada, todas con la letra C. A la RSE


se entra por coerción (una multinacional vino y dijo “no te
compro más si no te adaptás”, porque vino una denuncia de
una ONG, por una ley). La segunda, es la conveniencia por
costos, por seguridad. Y esas dos van creando la tercera, que
es la convicción.
Estrategia y sociedad
por Michael E. Porter y Mark R. Kramer

Diciembre 2006
Reimpresión r0612d-e
El vínculo entre ventaja competitiva y
responsabilidad social corporativa

Estrategia y sociedad
por Michael E. Porter y Mark R. Kramer

G
obiernos, activistas y medios de comunicación Lo cierto es que los enfoques predominantes de RSC
se han vuelto adeptos a perseguir rendición están tan fragmentados y tan desconectados de los ne-
de cuentas de parte de las empresas por las gocios y de la estrategia que oscurecen muchas de las
consecuencias sociales de sus actividades. Una multitud mejores oportunidades que tienen las empresas para
de organizaciones confeccionan rankings de empresas beneficiar a la sociedad. Si en lugar de eso las corpora-
de acuerdo a sus desempeños en responsabilidad social ciones analizaran sus alternativas de responsabilidad
corporativa y, a pesar de metodologías a veces cuestio- social bajo los mismos marcos que orientan sus deci-
nables, estos rankings concitan una considerable aten- siones de negocios, descubrirían que la RSC puede ser
ción. Como resultado, la responsabilidad social corpora- mucho más que un costo, una limitación o un acto de
tiva (RSC) ha emergido como una prioridad ineludible beneficencia; puede ser una fuente de oportunidades,
para los líderes de negocios en todos los países. innovación y ventaja competitiva.
Muchas empresas ya han hecho bastante por mejorar En este artículo proponemos una forma nueva de
las consecuencias sociales y medioambientales de sus observar la relación entre empresa y sociedad que no
actividades, pero estos esfuerzos, por un par de razo- enfoca el éxito corporativo y el bienestar social como
nes, están lejos de ser todo lo productivos que podrían. un juego de suma cero. Presentamos un marco que las
Primero, confrontan a las empresas con la sociedad, empresas pueden utilizar para la identificación de todos
cuando obviamente ambos son interdependientes. Se- los efectos, positivos o negativos, que ellas provocan en
gundo, presionan a las empresas a pensar de manera la sociedad; para determinar cuáles abordar y para su-
genérica en responsabilidad social corporativa, en lugar gerir formas eficaces de hacerlo. Desde una perspectiva
de que lo hagan en la forma más apropiada para la es- estratégica, la responsabilidad social corporativa puede
trategia particular de cada una. convertirse en una fuente de enorme progreso social,

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E s t rat e g i a y s o c i e d a d

a medida que las empresas aplican sus vastos recursos, ponsabilidad social. Por ejemplo, una legislación toda-
experticia y conocimiento a actividades que benefician vía pendiente en el Reino Unido requeriría que todas
a la sociedad. las empresas que cotizan en la bolsa revelen los riesgos
éticos, sociales y ambientales en su reporte anual. Estas
presiones claramente demuestran el grado en que los
El surgimiento de la RSC
stakeholders externos están tratando de responsabilizar
La mayor atención corporativa a la RSC no ha sido to- a las empresas por problemas sociales y de resaltar los
talmente voluntaria. Muchas empresas se dieron por importantes riesgos financieros potenciales para cual-
enteradas sólo después de su sorpresa ante la respuesta quier empresa cuya conducta se considere inaceptable.
pública por asuntos que anteriormente no habían con- Aunque las empresas se han percatado de estos ries-
siderado como parte de sus responsabilidades empresa- gos, no tienen tan claro lo que deben hacer al respecto.
riales. Nike, por ejemplo, enfrentó un amplio boicot de De hecho, la respuesta corporativa más común no ha
los consumidores después que de The New York Times y sido estratégica ni operativa, sino cosmética: relacio-
otros medios reportaron prácticas laborales abusivas de nes públicas y campañas en los medios, cuyo núcleo
algunos de sus proveedores indonesios a principios de es a menudo un lustroso reporte de RSC que muestra
los 90. La decisión de Shell Oil de hundir la plataforma las buenas obras sociales y ambientales de la empresa.
petrolera en desuso Brent Spar, en el Mar del Norte, ge- De las 250 corporaciones multinacionales más grandes,
neró protestas de Greenpeace en 1995 así como titulares 64% publicaron informes de RSC en 2005, ya sea den-
noticiosos internacionales. Las empresas farmacéuticas tro de su informe anual o, en su mayoría, en reportes
descubrieron que la comunidad esperaba que tuvieran separados de sustentabilidad, lo que dio respaldo a una
una respuesta frente a la pandemia de SIDA en África, nueva industria casera de redactores de informes.
aunque ello sucediera muy lejos de sus principales mer- Tales publicaciones rara vez ofrecen un marco cohe-
cados y líneas de producto. Se responsabiliza actual- rente para las actividades de RSC, para no hablar de un
mente a las empresas de comida rápida y de alimentos marco estratégico. Más bien, acumulan anécdotas sobre
preempacados por la obesidad y la mala nutrición. iniciativas no coordinadas para demostrar la sensibi-
Organizaciones activistas de todo tipo, de derecha y lidad social de la empresa. Lo que esas publicaciones
de izquierda, se han vuelto mucho más agresivas y efica- dejan afuera es a menudo tan revelador como lo que
ces en presionar públicamente a las corporaciones. Para incluyen. Por ejemplo, pueden documentar reduccio-
llamar la atención sobre algún problema, los activistas nes en contaminación, desechos, emisiones de carbono
simplemente pueden elegir como objetivo a las empre- o uso de energía para divisiones o regiones específicas,
sas de mayor visibilidad o más exitosas, aun cuando tales pero no para la empresa como un todo. Las iniciativas
corporaciones realmente hayan tenido poco impacto filantrópicas se describen normalmente en términos
sobre el problema en cuestión. Por ejemplo Nestlé, el de dólares o de horas de voluntarios invertidas, pero
mayor productor de agua embotellada del mundo, se casi nunca en términos de impacto. Más inusuales son
ha convertido en un gran objetivo en el debate global incluso los compromisos proyectados para lograr obje-
sobre acceso al agua dulce, pese a que las ventas de agua tivos explícitos de desempeño.
embotellada de Nestlé consumen apenas 0,0008% del Esta proliferación de reportes de RSC ha ido apa-
agua dulce del mundo. La ineficiencia de la irrigación rejada con el crecimiento en las índices y rankings de
en la agricultura, que anualmente utiliza 70% del su- RSC. Aunque los índices rigurosos y confiables podrían
ministro mundial, es un problema mucho más urgente, influir positivamente en la conducta corporativa, la ac-
pero no ofrece una corporación multinacional igual- tual cacofonía de calificadores autonombrados no hace
mente conveniente para elegir como objetivo. mucho más que aumentar la confusión (vea el recuadro
Los debates sobre RSC han llegado incluso a las salas “El juego de los índices”).
de consejo de las corporaciones. En 2005, se registra- En un esfuerzo por superar esta confusión, los líde-
ron 360 resoluciones de accionistas relacionadas con res corporativos han buscado asesoría en una creciente
la RSC, sobre asuntos que iban desde condiciones la- hornada de cada vez más sofisticadas organizaciones
borales hasta calentamiento global. Cada vez más las sin fines de lucro, empresas consultoras y expertos aca-
regulaciones gubernamentales exigen reportes de res- démicos. Ha surgido una copiosa literatura sobre RSC,

Michael E. Porter es Bishop William Lawrence University Professor de Harvard University, con base en Harvard Business
School, en Boston. Es colaborador frecuente de HBR, y su más artículo más reciente es “Siete sorpresas para los nuevos CEO”
(Octubre 2004). Mark R. Kramer (mark.kramer@fsg-impact.org) es el director general de FSG Social Impact Advisors, una
firma consultora internacional sin fines de lucro, y es miembro senior de la CSR Initiative en John F. Kennedy School of Go-
vernment de Harvard, en Cambridge, Massachusetts. Porter y Kramer son los cofundadores de FSG Social Impact Advisors
y del Center for Effective Philanthropy, una organización de investigación sin fines de lucro.

4 harvard business review


Estrategia y so ciedad

aunque muchas veces no está muy claro cuál es la orien-


tación práctica que le ofrece a los líderes corporativos.
Examinar las principales escuelas de pensamiento sobre El juego de los índices
RSC es un punto de partida esencial para entender por
qué se requiere un nuevo enfoque para integrar más
eficazmente las consideraciones sociales a la estrategia Medir y hacer público el desempeño social es una forma
y a las operaciones del negocio central de la empresa. potencialmente eficaz de influir en la conducta corporativa,
siempre y cuando los índices se midan en forma consistente
y reflejen apropiadamente el impacto social corporativo. Des-
Cuatro justificaciones predominantes afortunadamente, ninguna de estas condiciones se cumple en
para la RSC la actual profusión de ranings de RSC.
En términos generales, los partidarios de la RSC han Los criterios utilizados en los índices varían ampliamente. El
recurrido a cuatro argumentos para presentar su tesis: Dow Jones Sustainability Index, por ejemplo, incluye aspectos
obligación moral, sustentabilidad, licencia para operar de desempeño económico en su evaluación. Pondera el servicio
y reputación. El argumento moral –aducir que las em- al cliente casi 50% más que la ciudadanía corporativa. En con-
presas tienen el deber de ser buenas ciudadanas y de traste, el igualmente prominente FTSE4Good Index no contiene
“hacer lo correcto”– es prominente en los objetivos de en absoluto indicadores de desempeño económico o servicio al
Business for Social Responsibility, la principal asocia- cliente. Incluso cuando los criterios son los mismos, invariable-
ción de actividades de RSC sin fines de lucro en Estados mente se ponderan en forma distinta en el puntaje final.
Unidos. Pide a sus miembros “lograr el éxito comercial Más allá de tales inconvenientes está el asunto aún más
en formas que honren los valores éticos y respeten a las desconcertante de cómo evaluar si se han cumplido los crite-
personas, las comunidades y el ambiente natural”. La rios. La mayoría de los medios de comunicación, entidades sin
sustentabilidad enfatiza la tutoría medioambiental y fines de lucro y organizaciones de asesoría de inversiones no
comunitaria. Una excelente definición fue desarrollada tienen los recursos para auditar complicadas actividades cor-
en la década de los 80 por el Primer Ministro noruego porativas globales. Tienden entonces a utilizar indicadores para
Gro Harlem Brundtland y usada por World Business los cuales se dispone de datos en forma fácil y barata, aunque
Council for Sustainable Development: “Satisfacer las éstos quizás no sean buenas aproximaciones de los efectos
necesidades del presente sin comprometer la capacidad sociales o ambientales que buscan reflejar. Por ejemplo, el
de las futuras generaciones para cubrir sus propias ne- Dow Jones Sustainability Index recurre al tamaño del consejo
cesidades”. La noción de licencia para operar se deriva de administración de una empresa como indicador de partici-
del hecho de que toda empresa necesita permiso tácito pación de la comunidad, aunque tamaño y participación quizás
o explícito de los gobiernos, comunidades y muchos no tengan ninguna relación.1
otros stakeholders para hacer negocios. Finalmente, Finalmente, aun cuando los indicadores seleccionados refle-
la reputación es utilizada por muchas empresas para jen con exactitud el impacto social, los datos a menudo no son
justificar iniciativas de RSC bajo el argumento de que confiables. La mayoría de los índices depende de encuestas
mejorarán la imagen de una empresa, fortalecerán su cuyas tasas de respuesta son estadísticamente insignificantes,
marca, elevarán la moral e incluso incrementarán el así como de datos reportados por las propias empresas sin veri-
valor de sus acciones. Estas justificaciones han hecho ficación externa. Las empresas que tienen más que ocultar son
progresar el pensamiento en este campo, pero ninguna las que con menor probabilidad respondan. El resultado es una
ofrece suficiente orientación para las difíciles decisio- mezcolanza de rankings en gran medida carentes de significado,
nes que deben tomar los líderes corporativos. Considere que permiten que casi cualquier empresa se jacte de cumplir
las limitaciones prácticas de cada enfoque. algún indicador de responsabilidad social, y la mayoría lo hace.
El campo de la RSC sigue estando fuertemente im-
buido de un imperativo moral. En algunas áreas, tales 1 Para una discusión más completa del problema de los índices de RSC,
vea Aaron Chatterji y David Levine, “Breaking Down the Wall of Codes:
como la honestidad en la presentación de los estados Evaluating Non-Financial Performance Measurement”, California Ma-
financieros y el operar dentro de la ley, es fácil entender nagement Review, Invierno 2006.

y aplicar consideraciones morales. Sin embargo, las obli-


gaciones morales son por naturaleza mandatos absolu- se necesitaría para ponderar un beneficio social frente
tos, mientras que la mayoría de las decisiones sociales otro o frente a sus costos financieros. Los principios
corporativas implica equilibrar valores, intereses y cos- morales no le dicen a una empresa farmacéutica cómo
tos en conflicto. La reciente entrada de Google a China, asignar sus ingresos entre subsidiar hoy la atención a los
por ejemplo, generó un conflicto irreconciliable entre la indigentes, desarrollar curas para el futuro y entregar
repulsión a la censura entre sus clientes de Estados Uni- dividendos a sus inversionistas.
dos y las restricciones legales impuestas por el gobierno El principio de sustentabilidad apela al interés propio
chino. Aún no se ha desarrollado el cálculo moral que ilustrado, invocando a menudo el llamado triple resul-

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E s t rat e g i a y s o c i e d a d

tado de desempeño: económico, social y ambiental. Es Finalmente, el argumento de la reputación busca ese
decir, las empresas deben operar en modalidades que beneficio estratégico, pero rara vez lo encuentra. La
garanticen el desempeño económico a largo plazo evi- preocupación por la reputación, al igual que la licencia
tando las conductas de corto plazo socialmente perju- para operar, se enfoca en dar satisfacción a las audien-
diciales o ambientalmente dilapidadoras. El principio cias externas; en empresas orientadas al consumidor, a
funciona en forma óptima para aquellos problemas que menudo produce campañas de marketing de alto perfil,
coinciden con los intereses económicos o de regulación vinculadas a una causa. En industrias estigmatizadas,
de la empresa. DuPont, por ejemplo, ahorró más de como las de químicos y energía, las empresas pueden
US$ 2.000 millones como resultado de sus reduccio- más bien desarrollar iniciativas de responsabilidad so-
nes en el uso de la energía desde 1990. Los materiales cial como una forma de seguro, con la esperanza de que
que ahora McDonald’s usa para empacar sus alimen- su reputación de conciencia social atenúe las críticas de
tos han reducido sus desechos sólidos en 30%. Éstas la gente en caso de crisis. Esta lógica presenta de nuevo
fueron sabias decisiones de negocios, totalmente sepa- el riesgo de confundir relaciones públicas con resulta-
radas de sus beneficios ambientales. Sin embargo, en dos sociales y de negocios.
otras áreas la noción de sustentabilidad puede llegar a Unas pocas empresas, como Ben & Jerry’s, Newman’s
no tener sentido. Se puede decir que la transparencia Own, Patagonia y Body Shop, se han distinguido por su
es más “sustentable” que la corrupción. Las prácticas extraordinario compromiso a largo plazo con la respon-
de buen empleo son más “sustentables” que los traba- sabilidad social. Pero incluso para estas empresas, es di-
jos explotadores. La filantropía puede contribuir a la fícil determinar el impacto social logrado y mucho más
“sustentabilidad” de una sociedad. Por ciertas que sean los beneficios de negocios. Los estudios sobre el efecto
estas afirmaciones, ofrecen poca base para equilibrar de la reputación social de una empresa en las preferen-
objetivos de largo plazo con los respectivos costos de cias de compra de los consumidores o el desempeño en
corto plazo. La escuela de la sustentabilidad plantea la bolsa han sido, a lo sumo, no concluyentes. Respecto
preguntas respecto a estas opciones sin entregar un a la idea de RSC como seguro, el vínculo entre buenas
marco para responderlas. obras y actitudes del consumidor es tan indirecto que
El enfoque de “licencia para operar”, en contraste, es imposibilita su medición. No habiendo forma de cuan-
mucho más pragmático. Ofrece una manera concreta tificar los beneficios de estas inversiones, tales progra-
para que una empresa identifique problemas sociales mas de RSC descansan sobre un fundamento inestable,
que son importantes para sus stakeholders y decida sujetos a ser descartados ante cambios de ejecutivos o
sobre ellos. Este enfoque también fomenta el diálogo frente a oscilaciones del ciclo de negocios.
constructivo con los reguladores, los ciudadanos lo- Las cuatro escuelas de pensamiento comparten la
cales y los activistas, una razón, quizás, de que esté misma debilidad: se enfocan en la tensión entre socie-
especialmente presente en empresas que dependen dad y empresa más bien que en su interdependencia.
del consentimiento del gobierno, como las compañías Cada una crea una lógica genérica, desligada de la es-
mineras y en otras industrias extractivas altamente re- trategia y de las operaciones de una empresa específica
guladas. Ésa es también la razón de que el enfoque sea o de los lugares donde opera. Por tanto, ninguna de
tan común en empresas que dependen de la paciencia ellas es suficiente para ayudar a una empresa a iden-
de sus vecinos, tales como la producción de químicos, tificar, priorizar y abordar los problemas sociales más
cuyas operaciones son nocivas o ambientalmente peli- importantes, o aquéllos sobre los que puede tener el
grosas. Sin embargo, al tratar de satisfacer a los stake- máximo impacto. El resultado es a menudo una mez-
holders, las empresas ceden el control primario de sus colanza inconexa de actividades filantrópicas y de RSC,
agendas de RSC a agentes externos. Las opiniones de desligadas de la estrategia de la empresa y sin ningún
los stakeholders obviamente son importantes, pero impacto social significativo ni capacidad de fortale-
estos grupos nunca podrán comprender plenamente cer su competitividad a largo plazo. Internamente, las
las capacidades y el posicionamiento competitivo de prácticas e iniciativas de RSC a menudo están aisladas
la empresa, o las concesiones que debe enfrentar. Tam- de las unidades operativas, e incluso separadas de la
poco la vehemencia de un grupo de stakeholders in- filantropía corporativa. Externamente, el impacto so-
dica necesariamente la importancia de un problema, cial de la empresa se diluye entre numerosos esfuerzos
ya sea para la empresa o para el mundo. Una compañía inconexos, cada uno de los cuales responde a un grupo
que ve la RSC como una manera de aplacar a grupos diferente de stakeholders o a un aspecto puntual de
de presión, descubre a menudo que su enfoque deriva presión corporativa.
en una serie de reacciones defensivas de corto plazo, La consecuencia de esta fragmentación es una
un interminable paliativo de relaciones públicas de enorme oportunidad perdida. El poder de las corpo-
mínimo valor para la sociedad y sin beneficio estraté- raciones para crear beneficio social se disipa, así como
gico para la empresa. el potencial de una empresa para tomar acciones que

6 harvard business review


Estrategia y so ciedad

apoyen tanto a sus comunidades como a sus metas de Para poner en práctica estos principios amplios, una
negocios. empresa debe incorporar una perspectiva social a los
marcos básicos que ya utiliza para entender la compe-
tencia y guiar su estrategia de negocios.
Integrar negocios y sociedad
Identificar los puntos de intersección. La interde-
Para promover la RSC, debemos fundarla en una com- pendencia entre una empresa y la sociedad adopta dos
prensión amplia de la interrelación entre la sociedad formas. Primero, una empresa provoca impactos en la
y una corporación, al tiempo que la anclamos en las sociedad a través de sus operaciones durante el trans-
estrategias y actividades de empresas específicas. De- curso corriente de los negocios. Éstos son los vínculos de
cirle a todo el mundo que los negocios y la sociedad se adentro hacia afuera.
necesitan mutuamente podría parecer un cliché, pero Virtualmente toda actividad en la cadena de valor de
es también la verdad básica que rescatará a las empresas una empresa impacta las comunidades en las que opera,
del caos que han creado sus actuales ideas de responsa- generando consecuencias sociales positivas o negativas
bilidad corporativa. (para un ejemplo de este proceso, vea el recuadro “La
Las corporaciones exitosas necesitan de una sociedad vista de adentro hacia afuera: trazar el impacto social
sana. La educación, los servicios de salud y la igualdad de la cadena de valor”). Aunque las empresas están cada
de oportunidades son esenciales para una fuerza la- vez más conscientes del impacto social de sus activida-
boral productiva. La seguridad en los productos y en des (como las prácticas de contratación, las emisiones
las condiciones de trabajo no sólo atrae clientes sino y la eliminación de desechos), estos impactos pueden
también reduce los costos internos de accidentes. La ser más sutiles y variables de lo que perciben muchos
utilización eficiente de tierra, agua, energía y otros re- ejecutivos. En primer término, dependen del lugar. La
cursos naturales hace más productivas a las empresas. misma operación productiva tendrá consecuencias so-
El buen gobierno, el imperio de la ley y los derechos de ciales muy distintas en China que en Estados Unidos.
propiedad son esenciales para la eficiencia y la innova- El impacto de una empresa sobre la sociedad tam-
ción. Los fuertes estándares de regulación protegen del bién cambia a través del tiempo, con la evolución de
abuso tanto a los consumidores como a las empresas los estándares sociales y el progreso de la ciencia. El as-
competitivas. En última instancia, una sociedad sana besto, ahora visto como un serio riesgo para la salud, se
crea una demanda creciente para la empresa, al satisfa- consideraba seguro a comienzos de la década de 1900,
cerse más necesidades humanas y crecer las aspiracio- dado el conocimiento científico disponible en ese mo-
nes. Cualquier negocio que persiga sus fines a expensas mento. Las evidencias de su grave riesgo para la salud
de la sociedad en la que opera descubrirá que su éxito aumentaron gradualmente por más de 50 años antes de
es ilusorio y, en definitiva, temporal. que se responsabilizara a alguna empresa por el daño
Al mismo tiempo, una sociedad sana necesita de em- que puede causar. Muchas empresas que no previeron
presas exitosas. Ningún programa social puede compe- las consecuencias de este conjunto de investigación en
tir con el sector de negocios a la hora de crear trabajos, evolución se han ido a la bancarrota a consecuencia de
riqueza e innovación que mejore los niveles de vida los resultados. Las empresas ya no pueden contentarse
a través del tiempo. Si los gobiernos, las ONG y otros con monitorear sólo los obvios impactos sociales del
participantes en la sociedad civil debilitan la capacidad presente. Sin un cuidadoso proceso que identifique los
de las empresas para operar productivamente, pueden cambiantes efectos sociales del mañana, las empresas
ganar batallas pero perderán la guerra, al degradarse la pueden arriesgar su propia supervivencia.
competitividad corporativa y regional, estancarse los sa- No solamente la actividad corporativa tiene efectos
larios, desaparecer los trabajos y evaporarse la riqueza en la sociedad sino también las condiciones externas
que paga impuestos y respalda las contribuciones sin influyen sobre las corporaciones, para bien o para mal.
fines de lucro. Estos son los vínculos de afuera hacia adentro.
Los líderes de negocios y de la sociedad civil se han Toda empresa opera dentro de un contexto competi-
enfocado demasiado en sus fricciones y no lo suficiente tivo, el que afecta significativamente su capacidad para
en sus puntos de convergencia. La mutua dependencia ejecutar su estrategia, especialmente en el largo plazo.
entre las corporaciones y la sociedad implica que las de- Las condiciones sociales conforman un aspecto clave de
cisiones de negocios y las políticas sociales deben seguir este contexto. El contexto competitivo concita mucho
el principio de valor compartido. Es decir, las alternati- menos atención que los impactos de la cadena de valor,
vas escogidas deben beneficiar a ambos lados. Si una pero para las empresas y la sociedad puede tener una
empresa o una sociedad sigue políticas que benefician importancia estratégica mucho mayor. Garantizar la
a un solo lado a expensas del otro, se encontrará en una buena salud del contexto competitivo beneficia a la
senda peligrosa. La ganancia temporal de una socavará empresa y la comunidad.
la prosperidad a largo plazo de ambas.¹ El contexto competitivo se puede dividir en cuatro

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E s t rat e g i a y s o c i e d a d

grandes áreas: primero, la cantidad y calidad de los in- temas sociales en estas tres categorías y clasificarlos en
sumos de negocios disponibles, por ejemplo recursos términos de su impacto potencial. La categoría a la que
humanos y naturales o infraestructura de transporte; ingrese un tema social dado variará entre unidades,
segundo, las reglas e incentivos que rigen la competen- negocios, industrias y lugares. Apoyar a una compa-
cia, como las políticas que salvaguardan la propiedad ñía de danza puede ser un asunto social genérico para
intelectual, garantizan la transparencia, protegen con- una empresa de servicios públicos tal como Southern
tra la corrupción e incentivan la inversión; tercero, el California Edison, pero puede ser parte del contexto
tamaño y sofisticación de la demanda local, influida competitivo para una corporación como American
por asuntos como los estándares de calidad y segu- Express, que depende del nicho de entretenimiento,
ridad de producto, los derechos de los consumidores alojamiento y turismo de alto costo. Las emisiones de
y la equidad en las compras del gobierno; cuarto; la carbono pueden ser un tema social genérico para una
disponibilidad local de industrias de apoyo, tales como empresa de servicios financieros como Bank of Ame-
productores de maquinaria y proveedores de servicios. rica, una consecuencia negativa en la cadena de valor
Todos y cada uno de estos aspectos del contexto pueden para una empresa basada en el transporte como UPS,
ser oportunidades para iniciativas de RSC (vea el recua- o un asunto de cadena de valor y de contexto competi-
dro “La vista de afuera hacia adentro: influencias socia- tivo para un fabricante de automóviles como Toyota. La
les sobre la competitividad”). La capacidad de reclu- pandemia del SIDA en África puede ser un problema
tar recursos humanos apropiados, por ejemplo, puede social genérico para un minorista estadounidense como
depender de una serie de factores sobre los cuales las Home Depot, un impacto de cadena de valor para una
empresas pueden influir, tales como el sistema local de empresa farmacéutica tal como GlaxoSmithKline o un
educación y capacitación, la disponibilidad de vivienda, asunto de contexto competitivo para una compañía mi-
la existencia de discriminación (que limita el conjunto nera como Anglo American, que depende de la mano de
de trabajadores) y la suficiencia de la infraestructura obra local en Africa para sus operaciones.
pública de salud.² Incluso asuntos como la diversidad en la contratación
Elegir qué temas sociales abordar. Ninguna em- o la conservación de energía, que se aplican a la mayo-
presa puede resolver todos los problemas de la sociedad ría de las empresas, pueden tener mayor importancia
ni asumir el costo de hacerlo. Más bien, cada empresa para algunas industrias que para otras. Por ejemplo,
debe seleccionar problemas que convergen con su pro- los beneficios médicos implicarán menores desafíos en
pio negocio. Es mejor dejar otros proyectos sociales áreas de desarrollo de software o biotecnología, donde
a empresas de otras industrias, ONG o instituciones la fuerza de trabajo tiende a ser pequeña y bien com-
gubernamentales mejor posicionadas para abordarlos. pensada, que en un sector como la venta minorista, que
La prueba esencial que debe impulsar la RSC no es si depende mucho de un gran número de trabajadores
una causa es meritoria, sino si presenta la oportunidad con bajos salarios.
de crear valor compartido, es decir, un beneficio signi- Dentro de un sector, un tema social dado puede in-
ficativo para la sociedad que también es de valor para fluir de distinta forma sobre diferentes empresas, de-
el negocio. bido a diferencias en posicionamiento competitivo. Por
Nuestro marco sugiere que los problemas sociales ejemplo, en la industria automovilística, Volvo decidió
que afectan a una empresa se dividen en tres categorías, hacer de la seguridad un elemento básico de su posicio-
donde se distinguen las muchas causas meritorias del namiento competitivo, mientras que Toyota ha creado
conjunto más reducido de problemas sociales que son una ventaja competitiva a partir de los beneficios am-
importantes y estratégicos para la empresa. bientales de su tecnología híbrida. Para una empresa
Los problemas sociales genéricos pueden ser importan- individual, algunos temas resultarán importantes para
tes para la sociedad pero no se ven significativamente la mayoría de sus unidades de negocios y localizaciones,
influidos por las operaciones de la empresa ni influyen ofreciendo oportunidades para iniciativas de RSC que
sobre su competitividad a largo plazo. Los impactos so- resultan estratégicas para la empresa en su conjunto.
ciales de la cadena de valor se ven altamente influidos Cuando un problema social es relevante para mu-
por las actividades de la empresa en el transcurso co- chas empresas en muchos sectores, a menudo puede ser
rriente de los negocios. Las dimensiones sociales del con- abordado más eficazmente mediante modelos coopera-
texto competitivo son factores del ambiente externo que tivos. Extractive Industries Transparency Initiative, por
afectan significativamente a los impulsores subyacentes ejemplo, incluye a 19 grandes empresas de petróleo, gas
de competitividad en aquellos lugares donde opera una y minería, que han acordado desestimular la corrup-
empresa (vea el recuadro “Cómo priorizat los temas ción mediante la divulgación y verificación públicas de
sociales”). todos los pagos de las empresas a los gobiernos de los
Para cada una de sus unidades de negocios y localiza- países en los que operan. La acción colectiva de parte de
ciones principales, toda empresa tendrá que distribuir todas las principales corporaciones de estas industrias

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Estrategia y so ciedad

previene que gobiernos corruptos –utilizando simple- les instalaciones en Estados Unidos. La empresa aporta
mente la vía de no hacer tratos con las empresas que entre US$ 250.000 y US$ 1 millón durante cinco años
revelan sus pagos– socaven el beneficio social a cada escuela, y también donaciones en especie. Los
Crear una agenda social corporativa. Categorizar y ejecutivos y empleados desempeñan un papel activo
calificar los problemas sociales sólo es el medio para un trabajando con los administradores de la escuela para
fin, que es crear una agenda social corporativa afirma- evaluar las necesidades y dar tutoría o servir de mento-
tiva y explícita. Una agenda social corporativa ve más res a los estudiantes. En un estudio independiente de
allá de las expectativas de la comunidad hacia oportu- diez de estas escuelas del programa entre 1989 y 1999,
nidades para alcanzar beneficios sociales y económicos casi todas mostraron mejoras significativas y la tasa de
simultáneamente. Pasa de mitigar el daño a buscar ma- graduación en cuatro de las cinco escuelas con peor
neras de reforzar la estrategia corporativa mediante el desempeño se duplicó de 30% a 60%.
progreso social. Las iniciativas eficaces de ciudadanía corporativa de
Una agenda social de esas características debe ser ese tipo generan buena disposición y mejoran las rela-
sensible a los stakeholders, pero no puede quedar ahí. ciones con los gobiernos locales y otros poderes impor-
Una parte importante de la atención y los recursos cor- tantes en la comunidad. Lo que es más, los empleados
porativos debe migrar a la RSC verdaderamente estraté- de GE se enorgullecen mucho de su participación. Pero
gica (vea el recuadro “Involucramiento corporativo en su efecto es intrínsecamente limitado. Por beneficioso
la sociedad: un enfoque estratégico”). Mediante la RSC que sea el programa, sigue siendo secundario para el
estratégica es que la empresa provocará el impacto so- negocio de la empresa, y su efecto directo sobre el reclu-
cial más significativo y cosechará los mayores beneficios tamiento y retención de empleados es modesto.
de negocios. La segunda parte de la RSC reactiva –mitigar el daño
RSC reactiva. La RSC reactiva comprende dos ele- resultante de las actividades de cadena de valor de una
mentos: actuar como buen ciudadano corporativo, de empresa– es esencialmente un desafío operativo. De-
acuerdo con las cambiantes inquietudes sociales de los bido a que hay una multitud de impactos de cadena de
stakeholders, y mitigar los efectos adversos actuales o valor para cada empresa y para cada una de sus locali-
previstos de las actividades del negocio. zaciones, muchas empresas han adoptado un enfoque
La buena ciudadanía es una condición sine qua non de lista de tareas para la RSC, usando conjuntos estan-
de la RSC y las empresas deben cumplirla bien. Mu- darizados de riesgos sociales y ambientales. La Global
chas organizaciones locales dependen de contribucio- Reporting Initiative, que se está convirtiendo rápida-
nes corporativas, y los empleados sienten un justificado mente en un estándar generalizado de reporte de RSC,
orgullo por la positiva participación de su empresa en ha enumerado una lista de 141 problemas de RSC, la que
la comunidad. se complementa con listas auxiliares para las diferentes
Las mejores iniciativas de ciudadanía corporativa im- industrias.
plican mucho más que firmar un cheque: especifican Estas listas constituyen un excelente punto de par-
metas claras y medibles y monitorean los resultados a tida, pero las empresas necesitan un proceso interno
lo largo del tiempo. Un buen ejemplo es el programa más preventivo y ajustado a sus necesidades. Los ejecu-
de GE de adoptar escuelas públicas secundarias en di- tivos de cada unidad de negocios pueden usar la cadena
ficultades de lugares cercanos a varias de sus principa- de valor como herramienta para identificar sistemática-
mente las ramificaciones sociales de las actividades de
la unidad en cada lugar. Aquí la gestión de operaciones,
que es la más cercana al trabajo que se está realizando,
Priorizando los problemas sociales
resulta particularmente útil Más difícil es prever las
consecuencias que aún no se identifican bien. Considere
Problemas Impactos Dimensiones a B&Q, una cadena internacional de centros de suminis-
sociales sociales de la sociales del
genéricos cadena de valor contexto tros para el hogar con sede en Inglaterra. La empresa
competitivo empezó a analizar sistemáticamente decenas de miles
Problemas sociales Problemas Problemas sociales
de productos en sus cientos de tiendas, comparándolos
que no son afectados sociales que son en el entorno
con una lista de una docena de temas sociales –desde
significativamente significativamente externo que afectan
significativamente
el cambio climático hasta las condiciones de trabajo en
por las operaciones afectados por las
de una empresa actividades de los impulsores las fábricas de sus proveedores– para determinar qué
ni afectan una empresa en el subyacentes de la productos plantean posibles riesgos de responsabilidad
materialmente su curso habitual de competitividad de social y cómo podría la empresa tomar acciones antes
competitividad a sus negocios. una empresa en los de que emerja cualquier presión externa.
largo plazo. lugares donde opera. Para la mayoría de los efectos de cadena de valor no
hay necesidad de reinventar la rueda. La empresa debe-

diciembre 2006 9
E s t rat e g i a y s o c i e d a d

El mapa de
La interdependencia entre una empresa y la sociedad se
puede analizar con las mismas herramientas utilizadas para
analizar la posición competitiva y desarrollar la estrategia. De

las oportunidades
esta forma, la empresa puede enfocar sus actividades espe-
cíficas de RSC para obtener un mejor resultado. En vez de
simplemente actuar a partir de impulsos bien intencionados

sociales
o de reaccionar a presiones externas, la organización puede
fijar una agenda positiva de RSC que produzca máximo be-
neficio social así como ganancias para la empresa.

La vista de adentro hacia afuera: trazar el impacto social de la cadena de valor


La cadena de valor representa todas las actividades que una empresa realiza al hacer negocios. Puede servir como
marco para identificar el impacto social positivo y negativo de esas actividades. Estos vínculos “de adentro hacia afue-
ra” pueden ir desde políticas de contratación y despido hasta emisiones de gases invernadero, como demuestra la
siguiente lista parcial de ejemplos.

• Relaciones con universidades • Prácticas de reporte • Educación y capacitación • Prácticas de abastecimiento


financiero laboral y cadena de suministro (so-
• Prácticas éticas de investiga-
borno, trabajo infantil, dia-
ción (pruebas en animales, • Prácticas • Condiciones laborales seguras
mantes de conflicto, precios
modificación genética) de gobierno • Diversidad y discriminación a agricultores)
• Seguridad de productos • Transparencia
• Salud y otros beneficios • Uso de insumos específicos
• Conservación de materias • Uso de lobby (pieles animales)
• Políticas de compensación
primas
• Políticas de despido • Utilización de recursos na-
• Reciclamiento turales

Infraestructura de la empresa
Actividades de apoyo

(financiamiento, planificación, relaciones con inversionistas)

Gestión de recursos humanos


(contratación, capacitación, sistema de compensación)

Desarrollo de tecnología
(diseño de productos, pruebas, diseño de procesos, investigación de materiales, investigación de mercado)

Abastecimiento
(componentes, maquinaria, publicidad, servicios)

Logística de Operacio- Logística Marketing y Servicio posventa


Actividades primarias

entrada nes de salida ventas (instalación, soporte


(almacenamien (montaje, (procesamien (fuerza de a clientes, solución
to de fabricación to de ventas, de reclamos,
promoción, reparaciones)
materiales, de pedidos, publicidad,
información, componen- almace- redacción de
recolección, tes, namiento, propuestas,
servicio, sucursales) preparación sitio web)
acceso del de informes)
cliente)

• Impactos de • Emisiones y basura • Uso y elimina- • Marketing y publicidad • Eliminación


transporte ción de envases (publicidad veraz, publici- de productos
• Biodiversidad e im-
(emisiones, con- (cajitas de dad a niños) obsoletos
pacto ecológico
gestión, rutas McDonald’s) • Prácticas de fijación de • Manejo de
madereras) • Uso de agua
• Impactos de precios (discriminación consumibles
y energía
transporte de precios entre clientes, (aceite de
• Seguridad y relacio- prácticas de precios anti- motor, tinta
nes laborales competitivas, políticas de de impresión)
• Materiales precios para los pobres)
• Privacidad
peligrosos • Información al consumidor del cliente
• Privacidad
Fuente: Michael E. Porter, Ventaja competitiva: creación y sostenimiento de un desempeño superior, 1985.

10 harvard business review


Estrategia y so ciedad

Estas dos herramientas deberían ser usadas de maneras distintas. Cuando una empresa usa la cadena de valor para
trazar todas las consecuencias sociales de sus actividades, en la práctica ha creado un inventario de problemas y oportu-
nidades –principalmente operacionales– que deben ser investigados, priorizados y enfrentados. En general, las empresas
deberían tratar de eliminar tantos efectos sociales negativos de la cadena de valor como sea posible. Algunas actividades
de la empresa presentarán oportunidades para la diferenciación social y estratégica.
Al abordar el contexto competitivo, las empresas no pueden hacerse cargo de todas las áreas en el diamante. Por lo
tanto, la tarea es identificar aquellas áreas de contexto social que tengan el mayor valor estratégico. Una empresa debería
escoger cuidadosamente de este menú una o unas pocas iniciativas sociales que entreguen el mayor valor compartido:
beneficio tanto para la sociedad como para su propia competitividad.

La vista de afuera hacia adentro: influencias sociales sobre la competitividad


Además de entender las ramificaciones sociales de la cadena de valor, una RSC eficaz requiere comprender las dimen-
siones sociales del contexto competitivo de la empresa: los vínculos “de afuera hacia adentro” que afectan su capacidad
para aumentar la productividad y ejecutar la estrategia. Éstos pueden ser entendidos utilizando el marco de diamante,
que muestra cómo las condiciones en las ubicaciones de una empresa (tales como la infraestructura de transporte y la
política regulatoria honestamente aplicada) afectan su capacidad para competir.

• Disponibilidad de recursos humanos (capacita- • Competencia local justa y abierta


ción laboral de Marriott) (ausencia de barreras al comercio,
• Acceso a instituciones de investigación y uni-
regulaciones justas)
versidades (programa Working Connections de • Protección a la propiedad intelectual
Microsoft)
• Transparencia (reportes financieros,
• Infraestructura física eficiente corrupción: Extractive Industries
• Infraestructura administrativa eficiente
Transparency Initiative)
Contexto para • Imperio del derecho (seguridad,
• Disponibilidad de infraestructura científica y la estrategia y
tecnológica (transferencia de conocimiento de protección de la propiedad, sistema
rivalidad de la legal)
Nestlé a proveedores lecheros) empresa
• Sistemas meritocráticos de incenti-
• Recursos naturales sustentables Las reglas e
(conservación de agua de GrupoNueva) vos (antidiscriminación)
incentivos que rigen
• Acceso eficiente al capital la competencia

Condiciones Condiciones
de los factores de la demanda
(insumos) local
Presencia de insumos La naturaleza y
especializados y de sofisticación de las
alta calidad a disposi- necesidades de los
ción de las empresas clientes locales

• Sofisticación de la demanda local


• Disponibilidad de proveedores locales Industrias (atractivo de las propuestas de valor
(productos de Sysco cultivados localmente; relacionadas y social: clientes de Whole Foods)
centros de recolección lechera de Nestlé) de apoyo
• Estándares regulatorios exigentes
• Acceso a empresas en campos relacionados La disponibilidad (estándar de emisiones y kilometra-
local de industrias de je de automóviles en California)
• Presencia de clusters en lugar de industrias
apoyo
aisladas   • Necesidades locales inusuales que
pueden ser satisfechas nacional y
globalmente (crédito habitacional
de Urbi, estrategia de “base de la
pirámide” de Unilever)

Fuente: Michael E. Porter, La ventaja competitiva de las naciones, 1990

diciembre 2006 11
E s t rat e g i a y s o c i e d a d

ría identificar las mejores prácticas para lidiar con cada gasolina. Elegido como Automóvil del Año en 2004
uno, con un ojo avizor sobre cómo están cambiando por Motor Trend Magazine, el Prius ha dado a Toyota
estas prácticas. Algunas empresas serán más preventi- una ventaja tan sustancial que Ford y otras empresas
vas y eficaces en mitigar la amplia gama de problemas están obteniendo licencia de la tecnología. Toyota está
sociales creados por la cadena de valor. Estas empresas bastante avanzada en establecer su tecnología como el
conseguirán una ventaja pero –al igual que en las prác- estándar mundial.
ticas de adquisición y otras áreas operativas– cualquier Urbi, una empresa mexicana de construcción, ha
ventaja probablemente es temporal. prosperado construyendo casas para compradores en
RSC estratégica. Para cualquier empresa, la estrate- posición desventajosa utilizando novedosos instru-
gia debe ir más allá de mejores prácticas. Se trata de mentos de financiamiento, tales como pagos flexibles
elegir una posición exclusiva: hacer las cosas en forma de hipotecas mediante deducciones salariales. Crédit
diferente de los competidores de un modo que reduzca Agricole, el mayor banco de Francia, se ha diferenciado
costos o satisfaga mejor un conjunto particular de ne- ofreciendo productos financieros especializados en
cesidades de los clientes. Estos principios se aplican por áreas relacionadas con el medioambiente, tales como
igual a la relación de una empresa con la sociedad como paquetes de financiamiento para mejoras que ahorran
a aquélla con sus clientes y rivales. energía en el hogar y auditorías para certificación orgá-
La RSC estratégica va más allá de una buena ciuda- nica de fincas.
danía corporativa y de mitigar los impactos dañinos de La RSC estratégica también libera valor compartido
cadena de valor para acumular un pequeño número de al invertir en aspectos sociales de contexto que fortale-
iniciativas cuyos beneficios sociales y de negocios sean cen la competitividad de la empresa. Se desarrolla una
grandes y distintivos. La RSC estratégica involucra las relación simbiótica: el éxito de la empresa y el de la
dimensiones de adentro hacia fuera y de afuera hacia comunidad se refuerzan mutuamente. Normalmente,
adentro, trabajando al unísono. Es aquí donde se hallan cuanto más estrechamente vinculado está un tema so-
verdaderamente las oportunidades para el valor com- cial con el negocio de la empresa, mayor es la oportu-
partido. nidad de aprovechar los recursos y capacidades de ésta
Muchas oportunidades para ser una empresa pio- para beneficiar a la sociedad.
nera en innovaciones que benefician a la sociedad y La sociedad entre Working Connections de Micro-
a la propia competitividad pueden surgir de la oferta soft y la American Association of Community Colleges
de productos y de la cadena de valor. Un ejemplo es la (AACC) es un buen ejemplo de una oportunidad de valor
respuesta de Toyota a las inquietudes por las emisio- compartido resultante de inversiones en contexto. La
nes de los automóviles. El Prius de Toyota, un vehículo escasez de trabajadores de tecnología es una significativa
híbrido de electricidad y gasolina, es el primero de una restricción al crecimiento de Microsoft; actualmente, hay
serie de modelos innovadores que han producido ven- más de 450.000 puestos de TI sin cubrir sólo en Estados
taja competitiva y beneficios ambientales. Los moto- Unidos. Los institutos comunitarios (community colleges),
res híbridos emiten apenas 10% de los contaminantes con 11,6 millones de estudiantes, que representan 45%
tóxicos de los vehículos convencionales y consumen de todos los estudiantes de pregrado de Estados Unidos,
podrían ser una solución frontal. Sin embargo, Micro-
soft reconoce que estas instituciones enfrentan desafíos
Involucramiento corporativo en la especiales: los programas de estudios de TI no son es-
sociedad: un enfoque estratégico tandarizados, la tecnología usada en clase a menudo es
obsoleta y no hay programas sistemáticos de desarrollo
Impactos Impactos Dimensiones so- profesional para que la facultad se mantenga al día. La
sociales sociales
sólo de la de ciales del contexto
la mitad iniciativa quinquenal de Microsoft de US$ 50 millones
genéricos cadena de valor competitivo
estaba dirigida a los tres problemas. Además de aportar
Buena ciudadanía Mitigar el daño Filantropía estratégica dinero y productos, Microsoft enviaba empleados vo-
causado por las que apalanca capa- luntarios a estas instituciones para evaluar necesidades,
actividades de la cidades para mejorar contribuir al desarrollo de programas de estudio y crear
cadena de valor áreas importantes del
institutos de desarrollo de facultad. Observe que en este
contexto competitivo
Transformar las caso los voluntarios y el personal asignado podían usar
actividades de la sus destrezas profesionales básicas para satisfacer la ne-
RSC cadena de valor RSC cesidad social, lo que es muy diferente de los programas
reactiva para beneficio de estratégica típicos de voluntarios. Microsoft ha logrado resultados
la sociedad, refor- que han beneficiado a múltiples comunidades mientras
zando la estrategia tienen un impacto directo –y potencialmente significa-
tivo– sobre la empresa.

12 harvard business review


Estrategia y so ciedad

Integrar las prácticas volcadas hacia fuera y hacia medio ambiente. Los problemas sociales son fundamen-
el interior. Innovar en la cadena de valor y abordar tales dentro de lo que distingue a Whole Foods entre las
las restricciones sociales a la competitividad son po- tiendas minoristas de alimentos y de su capacidad de co-
derosas herramientas para crear valor económico y brar precios premium. El abastecimiento de la empresa
social. Sin embargo, como ilustran nuestros ejemplos, enfatiza la adquisición a agricultores locales mediante
el impacto es aún mayor si operan en conjunto. Las los procesos de compras de cada tienda. Los compra-
actividades en la cadena de valor pueden ejecutarse en dores descartan alimentos que contengan cualquiera
formas que refuercen las mejoras en las dimensiones de casi 100 ingredientes comunes que la empresa con-
del contexto social. Al mismo tiempo, las inversiones sidera poco saludables o nocivos para el entorno. Los
en el contexto competitivo tienen el potencial de re- mismos estándares rigen para los productos fabricados
ducir las restricciones en las actividades de cadena de internamente. Por ejemplo, los productos horneados
valor de una empresa. Por ejemplo, Marriott propor- de Whole Foods contienen sólo harina sin blanquear y
ciona 180 horas de clases pagadas y capacitación prác- sin bromato.
tica a los desempleados crónicos que postulan a un El compromiso de Whole Foods con prácticas opera-
empleo en la cadena. La empresa ha combinado esto cionales naturales y respetuosas del medio ambiente
con apoyo a las organizaciones locales de servicios se extiende bastante más allá del abastecimiento. Las
comunitarios, que identifican, seleccionan y derivan a tiendas se construyen empleando un mínimo de mate-
los candidatos. El resultado neto es un mayor beneficio rias primas vírgenes. Recientemente, la empresa com-
para las comunidades y una reducción en los costos de pró créditos de energía eólica renovable equivalentes
reclutamiento de Marriott para empleados de nivel a 100% de su uso de electricidad en todas sus tiendas e
de entrada. Noventa por ciento de quienes participan instalaciones, la única empresa Fortune 500 que com-
en el programa de capacitación obtienen trabajo en pensa totalmente su consumo de electricidad. Los pro-
la cadena. Un año después, más de 65% sigue en el ductos dañados y los desechos biodegradables se envían
puesto, una tasa de retención sustancialmente mayor en camiones a centros regionales para la fabricación de
que la norma. abono. Sus vehículos están siendo transformados para
Cuando las prácticas de cadena de valor y las in- funcionar con biocombustibles. Incluso los productos
versiones en el contexto competitivo son plenamente de limpieza usados en sus tiendas son ecológicos. Y me-
integradas, la RSC se vuelve difícil de distinguir de las diante su filantropía, la empresa ha creado la Animal
operaciones diarias de la empresa. Por ejemplo, Nestlé Compassion Foundation para desarrollar formas más
trabaja directamente con pequeños agricultores de naturales y humanas de criar animales de granja. En
países en desarrollo para comprar commodities bási- síntesis, casi todos los aspectos de la cadena de valor
cos, tales como leche, café y cacao, de los que depende de la empresa refuerzan las dimensiones sociales de su
gran parte de su negocio global (vea el recuadro “Inte- propuesta de valor, distinguiendo a Whole Foods de sus
grar la práctica y el contexto de la empresa: el distrito competidores.
lechero de Nestlé”). La inversión de la empresa en No todas las empresas pueden construir su propuesta
infraestructura local y su transferencia durante déca- de valor en torno a temas sociales como Whole Foods,
das de conocimiento y tecnología de clase mundial ha pero añadir una dimensión social a la propuesta de
producido enormes beneficios sociales mediante de- valor ofrece una nueva frontera en el posicionamiento
sarrollo económico, mejor atención de salud y mejor competitivo. La regulación gubernamental, la exposi-
educación, al tiempo de brindar a Nestlé un acceso ción a críticas y responsabilidades y la atención de los
directo y confiable a los commodities que necesita consumidores a los asuntos sociales están en persistente
para mantener un negocio global rentable. La distin- aumento. Como resultado, la cantidad de industrias y
tiva estrategia de Nestlé es inseparable de su impacto empresas cuya ventaja competitiva puede involucrar
social. propuestas de valor social crece constantemente. Por
Crear una dimensión social en la propuesta de ejemplo Sysco, el mayor distribuidor de alimentos para
valor. En el corazón de cualquier estrategia existe una restaurantes e instituciones en Norteamérica, ha puesto
propuesta de valor única: un conjunto de necesidades en marcha una iniciativa para preservar pequeñas gran-
que una empresa puede satisfacer para los clientes que jas familiares y suministrar productos cultivados local-
ha escogido y que otros no pueden satisfacer. La RSC mente a sus clientes, como fuente de diferenciación
más estratégica ocurre cuando una empresa añade una competitiva. Incluso grandes multinacionales globales
dimensión social a su propuesta de valor, convirtiendo –como General Electric, con su iniciativa “ecomagina-
el impacto social en una parte integral de la estrategia. tion” que se enfoca en desarrollar tecnologías de puri-
Considere el caso de Whole Foods Market, cuya pro- ficación de agua y otros negocios “verdes”, y Unilever,
puesta de valor es vender alimentos orgánicos, naturales mediante sus esfuerzos para introducir nuevos produc-
y saludables a clientes apasionados por la comida y el tos, envases y sistemas de distribución que satisfagan las

diciembre 2006 13
E s t rat e g i a y s o c i e d a d

necesidades de las poblaciones más pobres– han deci- niveles operativos en procesos que identifiquen y prio-
dido que existen grandes oportunidades de negocios al ricen los problemas sociales con base en su importan-
integrar empresa y sociedad. cia para las operaciones de negocios y para el contexto
competitivo de la empresa. Aún menos han unificado
su filantropía con la gestión de sus iniciativas de RSC,
Organizarse para la RSC
y buscado introducir una dimensión social en su pro-
Integrar necesidades sociales y de negocios involucra puesta central de valor. Hacer esto requiere un enfoque
más que buenas intenciones y liderazgo fuerte. Requiere muy diferente hacia la RSC y la filantropía que el que
ajustes en la organización, en las relaciones jerárquicas y predomina hoy. Las empresas deben pasar de una pos-
en los incentivos. Pocas empresas han incorporado a los tura fragmentada y defensiva a un enfoque integrado y

Integrar la práctica y el contexto de la empresa:


el distrito lechero de Nestlé
El enfoque de Nestlé para trabajar con los pequeños agricul- vos de forraje. Con financiamiento y asistencia técnica de
tores ejemplifica la relación simbiótica entre progreso social Nestlé, los agricultores empezaron a cavar pozos de perfo-
y ventaja competitiva. Irónicamente, aunque la reputación ración profunda que antes no podían costear. La irrigación
de la empresa sigue dañada por una controversia de hace mejorada no sólo sirvió para alimentar a las vacas sino que
30 años sobre ventas de preparados para niños en Africa, aumentó el rendimiento de las cosechas, produciendo so-
el impacto de la corporación en los países subdesarrollados brantes de arroz y trigo y mejorando el nivel de vida.
con mucha frecuencia ha sido profundamente positivo. Cuando se abrió la fábrica de leche de Nestlé, sólo 180
Considere la historia del negocio de leche de Nestlé en agricultores locales suministraban leche. Hoy Nestlé compra
India. En 1962, la empresa quería entrar en el mercado indio leche a más de 75.000 agricultores de la región y la recolecta
y obtuvo permiso del gobierno para crear una lechería en el dos veces al día en más de 650 lecherías. La tasa de morta-
distrito norteño de Moga. La región sufría de severa pobreza; lidad de los terneros se ha reducido en 75% y la producción
la gente no contaba con electricidad, transporte, teléfonos de leche ha aumentado 50 veces. Al mejorar la calidad,
ni servicios médicos. Un agricultor poseía generalmente Nestlé ha podido pagar a los agricultores precios más altos
menos de dos hectáreas de terreno infértil y mal irrigado. que los establecidos por el gobierno y sus pagos quincenales
Muchos mantenían una sola hembra de búfalo que producía regulares les han permitido obtener crédito. Se han abierto
apenas suficiente leche para su propio consumo. Sesenta lecherías y fábricas competidoras y se está empezando a
por ciento de los terneros morían recién nacidos. Debido a desarrollar un cluster de la industria.
que los agricultores carecían de refrigeración, transporte o Hoy Moga tiene un nivel de vida significativamente más
cualquier otra forma de probar la calidad, la leche no se podía alto que otras regiones vecinas. Noventa y nueve por ciento
llevar lejos y con frecuencia se contaminaba o se diluía. de los hogares tiene electricidad y la mayoría cuenta con
Nestlé vino a Moga a crear un negocio, no a ejercer RSC. teléfono. Todos los pueblos tienen escuelas primarias y
Pero su cadena de valor, derivada de los orígenes de la em- muchos tienen escuelas secundarias. Moga tiene cinco
presa en Suiza, dependía de establecer fuentes locales de veces más médicos que las regiones vecinas. El mayor
leche a partir de una gran base diversificada de pequeños poder adquisitivo de los agricultores locales también ha
agricultores. Establecer esa cadena de valor en Moga re- ampliado notablemente el mercado para los productos de
quería que Nestlé transformara el contexto competitivo en Nestlé.El compromiso de Nestlé de trabajar con pequeños
formas que crearan un enorme valor compartido. agricultores es crucial para su cadena de valor. Le permite a
Nestlé construyó lecherías con refrigeración como pun- la empresa obtener un suministro estable de commodities
tos de recolección de la leche de cada pueblo y envió sus de alta calidad sin pagar a intermediarios. Los otros produc-
camiones a las fincas a recolectarla. Con los camiones iban tos básicos de la empresa –café y cacao– son cultivados a
veterinarios, nutricionistas, agrónomos y expertos para menudo por pequeños agricultores de países en desarrollo
verificar la calidad de la leche. Se entregaron medicinas y en condiciones similares. La experiencia de Nestlé en esta-
suplementos nutritivos para los animales enfermos y se blecer puntos de recolección, capacitar a los agricultores e
realizaron sesiones mensuales de capacitación para los introducir mejor tecnología en Moga se ha repetido en Bra-
agricultores locales. Los agricultores aprendieron que la sil, Tailandia y una docena de otros países, incluyendo muy
calidad de la leche dependía de la dieta de las vacas, que recientemente a China. En cada caso, al prosperar Nestlé,
a su vez dependía de una irrigación adecuada de los culti- también ha prosperado la comunidad.

14 harvard business review


Estrategia y so ciedad

positivo. El foco debe pasar de un énfasis en la imagen a olvidan esta verdad básica. Por ejemplo, cuando los paí-
un énfasis en la sustancia. ses en desarrollo distorsionan las reglas y los incentivos
La actual preocupación por medir la satisfacción de incorrectos para los negocios, castigan a las empresas
los stakeholders va en la dirección equivocada. Lo que productivas. Estos países están condenados a la pobreza,
debe medirse es el impacto social. Los gerentes operati- los bajos salarios y la venta de sus recursos naturales. Las
vos deben comprender la importancia de la influencia corporaciones tienen el know-how y los recursos para
“de afuera hacia adentro” del contexto competitivo, y los cambiar este estado de cosas, no sólo en el mundo en
responsables de las iniciativas de RSC deben tener una desarrollo sino también en las comunidades económica-
comprensión detallada de cada actividad en la cadena de mente desaventajadas de los países desarrollados.
valor. Las inversiones de cadena de valor y de contexto Esto no es excusa para las empresas que buscan utili-
competitivo en materia de RSC deben ser incorporadas dades de corto plazo en forma engañosa o que evaden las
en los indicadores de desempeño de los ejecutivos respon- consecuencias sociales y ambientales de sus acciones. Pero
sables del estado de resultados. Estas transformaciones la RSC no debería tratarse sólo de lo que las empresas han
requieren más que una ampliación de las definiciones de hecho mal, por muy importante que esto sea. Tampoco
cargos; requieren superar una serie de prejuicios arraiga- debería tratarse sólo de hacer contribuciones filantrópicas
dos. Muchos gerentes operativos han desarrollado una a beneficencias locales, ayudar en situaciones de desastre
arraigada mentalidad de “nosotros contra ellos” que res- o socorrer a los más necesitados, por muy meritorias que
ponde defensivamente a la discusión de cualquier pro- sean estas contribuciones. Los esfuerzos por encontrar valor
blema social, tal como muchas ONG ven con desconfianza compartido en las prácticas operativas y en las dimensiones
la búsqueda de valor social a cambio de utilidades. Estas sociales del contexto competitivo tienen el potencial no
actitudes deben cambiar si las empresas quieren aprove- sólo de fomentar el desarrollo económico y social, sino de
char la dimensión social de la estrategia corporativa. cambiar la forma en que las empresas y la sociedad piensan
La estrategia siempre consiste en elegir, y el éxito de mutuamente una acerca de la otra. Las ONG, los gobiernos
la responsabilidad social corporativa no es diferente. y las empresas deben dejar de pensar en términos de “res-
Se trata de elegir en qué temas sociales enfocarse. Las ponsabilidad social corporativa” y comenzar a pensar en
presiones por el desempeño de corto plazo que enfren- términos de “integración social corporativa”.
tan las empresas descartan la alternativa de inversiones Percibir la responsabilidad social como la construcción
indiscriminadas en creación de valor social. Más bien, de valor compartido, y no como un control de daños o
sugieren que la creación de valor compartido debería una campaña de relaciones públicas, requerirá un pensa-
ser vista como la investigación y desarrollo: como una miento de negocios radicalmente distinto. Sin embargo,
inversión a largo plazo en la competitividad futura de estamos convencidos de que la RSC se volverá cada vez
una empresa. Los miles de millones de dólares que ya se más importante para el éxito competitivo.
están gastando en RSC y filantropía corporativa genera- Las corporaciones no son responsables de todos los pro-
rían mucho más beneficio a las empresas y la sociedad si blemas del mundo, ni tienen los recursos para resolver
se invirtieran consistentemente utilizando los principios todos ellos. Cada empresa puede identificar el conjunto
que hemos delineado. particular de problemas sociales que está mejor equipada
Aunque la RSC reactiva depende de ser un buen ciuda- para ayudar a resolver y del que puede obtener el mayor
dano corporativo y hacerse cargo de cada perjuicio social beneficio competitivo. Abordar temas sociales creando
creado por la empresa, la RSC estratégica es mucho más valor compartido conducirá a soluciones autosostenibles
selectiva. Las empresas están llamadas a abordar cientos que no dependen de subsidios privados o gubernamenta-
de problemas sociales, pero sólo algunos son oportuni- les. Cuando una empresa bien gestionada aplica sus vastos
dades de hacer una real diferencia para la sociedad o de recursos, experticia y talento de gestión a los problemas
conferir una ventaja competitiva. Las organizaciones que que entiende y en los que posee un interés, puede tener
hacen las elecciones correctas y crean iniciativas sociales un mayor impacto sobre el bienestar social que cualquier
enfocadas, proactivas e integradas, en concierto con sus es- otra institución u organización filantrópica.
trategias centrales, se distanciarán cada vez más del resto.
1 Una discusión inicial de la idea de RSC como una oportunidad más que como
un costo puede encontrarse en David Grayson y Adrian Hodges, Corporate
El propósito moral de la empresa Social Responsibility (Greenleaf, 2004).
2 Para una discusión más completa de la importancia del contexto competitivo
Al generar empleo, invertir capital, adquirir bienes y y el modelo de diamante, vea Michael E. Porter y Mark R. Kramer, “La ventaja
competitiva de la filantropía competitiva”, HBR Diciembre 2002. Vea también
hacer negocios diariamente, las corporaciones tienen el libro de Michael Porter La ventaja competitiva de las naciones (1990) y su
una profunda y positiva influencia sobre la sociedad. Lo artículo “Locations, Clusters, and Company Strategy”, en The Oxford Handbook
of Economic Geography, editado por Gordon L. Clark, Maryann P. Feldman y
más importante que una corporación puede hacer por la Meric S. Gertler (Oxford University Press, 2000).
sociedad, y por cualquier comunidad, es contribuir a una
economía próspera. Los gobiernos y las ONG a menudo Reimpresión R0612D-E

diciembre 2006 15
Antecedentes de la responsabilidad social

Hacer una recopilación de aquellos acontecimientos que hicieron surgir a la responsabilidad social es, sin duda, una ardua tarea. Partiendo de la
transversalidad y el alcance del concepto, se abre ante nosotros un completísimo espectro. En este apartado recorreremos aquellos hitos principales
que dieron origen a la responsabilidad social.

Antecedentes de la responsabilidad social

Fundamentos de la responsabilidad social

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

Antecedentes de la responsabilidad social

Desde que el hombre existe, ha tenido que relacionarse y convivir con otros, lo que implica asumir determinadas obligaciones y adaptar su comportamiento. Esas obligaciones
son las llamadas responsabilidades sociales. Según el tiempo y el lugar en que le toque vivir al hombre, esas responsabilidades cambiarán tanto como lo ha hecho la sociedad.

Desde la época de los filósofos griegos y bajo el sistema de legalidad romano hasta la Edad Media, las responsabilidades de las personas y las normas de convivencia tenían su
base en las costumbres y creencias míticas y religiosas. En la Edad Moderna, la razón lo dominó todo, expandió el conocimiento y, con ello, la conciencia sobre los derechos
humanos; además surge el Estado como actor social con las responsabilidades de aquel entonces.

En la Edad Contemporánea, las organizaciones privadas de tipo empresarial se convierten en actores sociales mucho más poderosos, por sus dimensiones, utilidades, influencia
e impacto en el entorno económico, social y ambiental. En muchos casos, ese poder supera al poder del Estado y por ello es legítimo que la sociedad espere de ellas el
cumplimiento de sus responsabilidades y un mayor involucramiento en las problemáticas sociales.

En este contexto, el avance científico y tecnológico (con sus males y bondades) es una de las claves para el desarrollo de los pueblos, y con ello, de las organizaciones.

La responsabilidad social ha estado íntimamente ligada al concepto de desarrollo. Según las teorías del desarrollo, el enfoque ha ido cambiando a lo largo de la historia: algunas
ponen el énfasis en el aspecto económico, otras en el papel del Estado en el incentivo para el desarrollo, otras en los mecanismos de planificación y mercado. Posteriormente se
asociaba el desarrollo económico a la naturaleza del Gobierno (democracia o dictadura). Más tarde apareció la noción de desarrollo humano, que aclaraba que las personas no
eran solo agentes económicos, sino sujetos históricos con otras necesidades. Surgieron aquí preocupaciones de naturaleza étnica, lingüística o cultural por las identidades
colectivas, y se valoran las condiciones de salud, educación, etcétera. Años después se desarrolló la perspectiva de desarrollo sostenible, con la preocupación ambiental y la
inquietud por asegurar la integridad en el desarrollo de las generaciones futuras (Caravedo, 2011).

Paralelamente, desde los distintos sectores surgieron instituciones, iniciativas y consensos que fueron sembrando la conciencia social sobre diversos temas que hoy se incluyen
bajo el concepto de responsabilidad social. Con todo lo dicho, las responsabilidades del hombre y de la organización como una extensión de su voluntad, son cada vez mayores,
aquello por lo que hay que rendir cuentas se torna más complejo.

Cooperativa La Cruz Azul – México


Se trata del caso de una empresa que se convirtió en cooperativa y crece de la mano de las prácticas responsables.

Puedes consultar toda la información sobre sustentabilidad de La Cruz Azul en el siguiente enlace a su sitio web: Cooperativa La Cruz Azul – México

Sobre la cronología de sus acciones en responsabilidad social puedes consultar en: Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L. (s.f). Cronología de la Historia de la Cruz Azul.
Recuperado de: https://www.expoknews.com/wp-content/uploads/2014/09/final2Linea-del-tiempo-Cruz-Azul.jpg

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Fuente: Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L. (s.f). Cronología de la Historia de la Cruz Azul. Recuperado de: https://www.expoknews.com/wp-content/uploads/2014/09/final2Linea-del-tiempo-

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Cooperativa La Cruz Azul es una organización productora y comercializadora de cementos hidráulicos de capital 100 % mexicano, que cuenta con cuatro
plantas en los estados de Hidalgo, Oaxaca, Aguascalientes y Puebla.

Su historia comienza en 1881 en el estado de Hidalgo, donde se fomentó la inversión de capitalistas ingleses. Allí, el empresario inglés Henry Gibbon
alquiló una fracción de la vieja hacienda de Jasso e instaló una fábrica de cal hidráulica. Posteriormente, se asoció con otro inglés, Joseph Watson, y
juntos comenzaron a producir cemento por primera vez en el país.

Desde mediados del siglo XIX se observa en el sector privado el intento de las grandes compañías por incursionar en prácticas socialmente responsables;
por ejemplo, en Europa se daba una cultura paternalista, en la cual los empresarios se preocupaban por sus empleados en materia de educación,
alojamiento, etcétera. Esta etapa se estudia usualmente bajo el principio de caridad o filantropía por parte de las organizaciones. (Camacho Fernández y
Miralles, 2005).

Ya para 1920 la lucha de los trabajadores en reclamo de sus derechos adquiere va tomando un carácter institucional en la sociedad, que deriva en el
surgimiento del sindicalismo organizado y la creación, como organismo referente, de la Organización Internacional del Trabajo.

En ese momento y como resultado de la crisis mundial de los años 20’s y sus efectos, en marzo de 1931 La Cruz Azul es adquirida por la fábrica de
cemento “La Tolteca”, con el propósito de monopolizar la Industria Cementera. Una liquidación injusta provoca un litigio obrero-patronal, en este
conflicto son apoyados por el gobierno del estado de Hidalgo y logran finalmente ese mismo año, incautar la negociación y el día 2 de noviembre les es
entregada la fábrica para su operación. Es hasta el 29 de enero de 1934 cuando se constituye ante la Secretaría de Economía, la Cooperativa
Manufacturera de Cemento Portland La Cruz Azul, S.C.L, con 192 socios.

Entre los años '50 y '60 se produce una gran expansión en el tamaño y poder de las empresas americanas y por ende
también se expanden las expectativas sobre su comportamiento ante una sociedad con temas acuciantes como la
pobreza, el desempleo, la degradación urbana, la contaminación, problemas raciales, etcétera. A partir de esta época
el poder que adquirieron las corporaciones comienza a generarles mayores responsabilidades. Así nace la
responsabilidad social empresaria (RSE).

Y ¿qué sucedía con La Cruz Azul en esa época?

“Para 1940, en una Asamblea General de Cooperativistas, se aprueba el proyecto para la construcción de una nueva fábrica de cemento, eligiendo una zona
rica en materia prima en el Istmo de Tehuantepec, Lagunas, Oaxaca.

Por un estancamiento en el desarrollo y progreso de la Cooperativa, el 10 de diciembre de 1953 la Asamblea General de Cooperativistas opta por un cambio
de administración y es puesta esta responsabilidad en manos del Sr. Guillermo Álvarez Macías. Su participación y liderazgo logra incidir en los trabajadores
para revolucionar lo hecho hasta ese momento y transformar radicalmente los aspectos sociales y económicos de La Cruz Azul buscando el mejoramiento de
la calidad de vida de los trabajadores, sus familias y en la medida de lo posible, las comunidades. Todo lo anterior a partir de cuatro ejes principales:
industrial, social, cultural y deportivo”. (Cemento Cruz Azul, 2019).

Durante los años '60 y '70, las definiciones de RSE se expandieron y desarrollaron. El enfoque en investigación empírica y temas alternativos, tales como el de desempeño en
RSE y la teoría de los stakeholders, marcaron los años 80.

Las crisis democráticas de los años 70, desgastan la figura del Estado. De hecho, se va acentuando la idea de que contribuir al bienestar y a la calidad de vida debe ser la meta
de todos los sectores de la sociedad, incluidas las instituciones y empresas; es decir que el bienestar puede ser mayor si proviene desde múltiples fuentes. Así, entran en la
ecuación otros actores y factores que será necesario considerar, como la opinión pública, la prensa, las nuevas agrupaciones civiles y movimientos sociales, que cobran fuerza,
piden explicaciones y se hacen oír. Este clima se manifestaba mediante boicots, protestas y denuncias.

Mientras tanto en Cruz Azul, en la década de los 70, se construyeron y ampliaron las viviendas para los trabajadores, se continuó con la optimización y ampliación constante de
las dos plantas cementeras y, en el deporte, logró una hegemonía única en el fútbol mexicano con la obtención de seis títulos de liga. En 1988, la cooperativa La Cruz Azul
designó un nuevo director general, que permanece hasta la actualidad, consolidando el desarrollo de la cooperativa a través de la constante modernización de las fábricas y
poniendo el foco en las obras sociales, culturales, educativas y de servicios médicos.

La responsabilidad social en la era de la globalización


El cambio de paradigma significó cambios en los actores que componen la sociedad, en las relaciones entre estos y en los intereses y necesidades que generan las interacciones,
con lo cual cambian también el impacto de las acciones, las responsabilidades que cada cual debe asumir y aquellos ante quienes se debe dar respuesta. Así como resulta más
fácil que nunca el acceso a la información y la interconexión a nivel planetario en tiempo real. También pueden ser múltiples e instantáneas las oportunidades de generar valor,
se multiplican los riesgos, las presiones y las probabilidades de afectar a otros con nuestras actividades de manera positiva o negativa, desde el lugar que ocupemos en el
mundo.

Un mayor impulso de la responsabilidad social se dio a mediados de los ‘90, con el crecimiento de organismos internacionales, grupos multisectoriales que promovieron el
desarrollo de estándares, códigos de conducta, normativa, buenas prácticas y otros instrumentos para facilitar la puesta en práctica de la responsabilidad social con el grado de
complejidad que hoy involucra, y que además, difundieron diversas problemáticas vinculadas con la desigualdad y el desequilibrio que surgieron (De la Cuesta González,
2005).

Con los primeros albores del siglo XXI, el concepto de responsabilidad social echa raíces en las estrategias de las grandes organizaciones a fuerza de diversas crisis en el
ámbito financiero, económico, ambiental, social y ético, aparecen también flagelos que poniendo pie firme en la humanidad, como rasgos propios de un nuevo modo de
vida globalizado y transnacional, y que obligan a aunar esfuerzos desde todos los sectores.

Entre 1999 y 2004, la cooperativa La Cruz Azul se esforzó por obtener importantes sellos, como la certificación del sistema de calidad de la International Organization for
Standardization (ISO) 9002: 1994 y la certificación en la versión ISO 9001: 2002.

Erróneamente muchos creen que la responsabilidad social surge a partir de casos mundialmente conocidos de quiebre de la confianza entre las organizaciones y sus públicos,
como el de Enron, WorldCom o Parmalat, con fuerte incidencia en lo económico, social y ambiental. Sin duda, el impacto en la opinión pública de estos acontecimientos
colaboró para afianzar la necesidad de crear instituciones y normativas globalmente reconocidas para regular el comportamiento ético de las organizaciones; sin embargo, se
trata de un tema que tiene tantos años como la humanidad.

Por estos días, podemos aseverar que la responsabilidad social se ha institucionalizado a través de distintos organismos alrededor del mundo y de hechos significativos como la
Conferencia de Estocolmo en 1972, el Informe Brundtland en 1987, la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, el protocolo de Kyoto en 1997, Río+20 en 2012, el nacimiento de
organizaciones como Amnistía Internacional, World Wildlife Foundation (WWF), Greenpeace, Transparencia Internacional, entre muchas otras que abogan por el
comportamiento responsable de las organizaciones y por un desarrollo sostenible.

El papel del Pacto Mundial de Naciones Unidas o United Nations


Global Compact (UNGC)
Es considerado un punto de inflexión, por la convocatoria y visibilidad que logró en las organizaciones, con lo cual instaló el tema en las agendas de las organizaciones del
sector privado y también en las de los Gobiernos mediante la adhesión a la Declaración de los Objetivos del Milenio (ODM): en septiembre del año 2000, 189 países aprobaron,
en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, la Declaración del Milenio, que demarcaba una serie de metas relacionadas con el desarrollo de los países para el 2015. Los
ODM comprenden: terminar con el hambre y la pobreza extrema; las enfermedades más graves para toda la humanidad; poner fin al analfabetismo; reducir drásticamente la
mortalidad infantil; alcanzar la igualdad de género y proteger el medio ambiente entre otros. (Pacto Global, 2004).

El organismo creado para alcanzar dichos objetivos surgió por iniciativa de Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, quien hizo un llamado al sector privado
ante el Foro Económico Mundial en Davos (1999) para que trabaje, en conjunto con la Organización de Naciones Unidas (ONU), por la unión de los trabajadores y la sociedad
civil, y aportar así a la construcción de una economía mundial más sustentable e inclusiva. Esta iniciativa dio como fruto el Pacto Global o Pacto Mundial, firmado el 26 de julio
de 2000, que se traduce en una apelación a la comunidad internacional, y en particular al sector privado, a sumarse a valores y principios universales en las áreas de derechos
humanos, derechos laborales y medio ambiente.

En Europa, la repercusión de la Cumbre de Lisboa de Consejos de Estado en el año 2000 dio lugar a la publicación del Libro Verde sobre RSE de la Comisión de las
Comunidades Europeas en 2001, que explicita el sentido de responsabilidad social que deben adoptar las empresas para alcanzar los objetivos de las comunidades miembro.

Actualmente, existen organizaciones como la Global Reporting Inititative (GRI) o el Instituto Ethos en Brasil, la publicación de guías y normativas como las AA1000
(AccountAbility), SA8000 (de la Social Accountability International), las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o la tan
esperada ISO26000, además de una infinidad de sellos y certificaciones de estándares menos rigurosos, pero más accesibles y adaptados a la realidad de las organizaciones que
dan sus primeros pasos en responsabilidad social, dedicados a darle un marco más operacional, concreto y uniforme al ejercicio de la responsabilidad social.

A propósito, La Cruz Azul suscribe al Pacto Global en 2005, año en el cual inicia su programa de responsabilidad social, y en 2008 se publica la primera COP,
comunicación de progreso sobre los objetivos del Pacto Global.

Como podemos ver en este recorrido, la cooperativa La Cruz Azul ha generado un crecimiento de su responsabilidad social a la par de las exigencias del contexto. En 2019, fue
reconocida como empresa socialmente responsable por parte del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), debido a sus 15 años consecutivos de desarrollo en el tema,
además de los trabajos de modernización tecnológica en los cuales la actualización en los equipos que intervienen en la fabricación del cemento permite mitigar el impacto
ambiental, reducir las emisiones de CO2 en alrededor de 70 mil toneladas anuales y sustituir el 40 % del coque de petróleo utilizado como combustible.

¿Cuáles son las tendencias para el futuro de la responsabilidad social?

El proyecto Reporting 2025 de la GRI, la normativa para el diagnóstico y la gestión de la responsabilidad social más utilizada a nivel mundial, examina varias tendencias que
indican cómo evolucionará el tema en la próxima década:

las compañías serán consideradas más responsables que nunca;

quienes toman las decisiones empresariales tendrán en cuenta las cuestiones de sostenibilidad de modo más profundo, al elegir opciones relacionadas con
el crecimiento, el retorno del capital, la reputación y la gestión de riesgo;

la tecnología les permitirá a las empresas y a las partes interesadas acceder, recopilar, comprobar, analizar y correlacionar los datos;

la tecnología les permitirá a los negocios operar y reportar de una manera altamente integrada;

los valores éticos, la reputación y la gestión de riesgo guiarán a los responsables de la toma de decisiones cuando aborden temas que aún no están
regularizados, como las innovaciones de vanguardia y la gestión de conflictos;

los informes resultarán tanto de procesos regulados como voluntarios;

los datos de sostenibilidad serán digitales. (Lazovska, 2017)


LECCIÓN 2 de 3

Fundamentos de la responsabilidad social

Los fundamentos de la responsabilidad social dependerán del prisma con que se la mire. Atinadamente, Baltazar Caravedo (2009) hace una diferenciación de las perspectivas en
responsabilidad social según el contexto geográfico y socio-histórico, que marca los modos de definir y enfocar y abordar el tema. Veamos algunas de esas diferencias.

Perspectiva de Estados Unidos


En torno al concepto global de responsabilidad social, la sociedad estadounidense presenta una impronta más orientada al libre mercado, regulado por la libre competencia. Si
bien ha tenido momentos en los que el Estado intervino para regular el mercado en situaciones críticas (como en el New Deal), en general ha prevalecido el espíritu empresarial
y el emprendimiento individual, abarcando incluso la prestación de los servicios sociales más elementales.

En ese contexto, con una cultura corporativa tan marcada, las empresas se erigen como un actor social importante que ha aprendido, perfeccionado y adaptado sus metodologías
de intervención. La cultura filantrópica o caritativa se evidencia no solo en las empresas, sino en los individuos mediante obras de caridad para los más necesitados, y en
sectores como el arte, la investigación científica o la educación, que se vieron fortalecidos gracias a estos aportes. Además del énfasis en la productividad, nuevas
preocupaciones y necesidades surgieron en el ámbito medioambiental, con lo cual esa tradición filantrópica sostenida antiguamente fue tomando una perspectiva integral,
cambiando y abriéndose a la perspectiva de la responsabilidad social de la empresa o responsabilidad social corporativa. En el ámbito gubernamental, luego de los casos
fraudulentos de grandes corporaciones, el resultado: "fue que no era cierto que las regulaciones eran innecesarias. En este contexto, la promoción de políticas públicas para la
RSC y el buen gobierno corporativo han venido siendo promocionadas por los países" (Suarez, 2007, p. 5). Hoy, el liderazgo de una compañía en determinado sector de
actividad también debe abarcar la responsabilidad social y la sustentabilidad. Así lo demuestra Coca-Cola, con un ambicioso plan, digno de un coloso para la cultura y la
economía estadounidenses.

En el siguiente apartado encontrarás la infografía de su desempeño:

coca cola.jpg
2.2 MB

Fuente: Coca Cola de Argentina. (s.f). La historia de la sustentabilidad de Coca Cola. Recuperado de:

https://www.cocacoladeargentina.com.ar/content/dam/journey/ar/es/private/infografia/infografia-HISTORIA-SUSTENTABILIDAD-AR.jpg

Perspectiva europea
A diferencia de Estados Unidos, en Europa se ha dado una mayor actuación por parte del Estado en los asuntos sociales y económicos. Comparando con lo dicho anteriormente,
en cuanto a los servicios básicos para las poblaciones, estos se ofrecen desde entidades públicas. Los mercados han debido atenerse más a las regulaciones impuestas por leyes
emitidas desde los Congresos o disposiciones generadas en las instancias públicas ejecutivas. Aparte de estas cuestiones, se observa una notable inclinación y sensibilidad en las
sociedades europeas a los temas ambientales. Esta perspectiva destaca el papel de distintas entidades con preocupaciones sociales, laborales y ambientales en el ejercicio del
Gobierno en las últimas décadas.
Esto, desde luego, ha afectado el modo de hacer negocios de las empresas europeas. Según Caravedo (2011): “han incorporado el concepto de desarrollo sostenible que les ha
permitido ver ahorros y oportunidades en lo que antes sólo percibían costos y dificultades; han adquirido tecnologías más limpias" (p. 37) y han extendido su visión, esto
conlleva hacer de la Responsabilidad Social Corporativa, parte de la estrategia empresarial. Al menos así se percibía hasta los últimos acontecimientos que llevaron a la crisis
actual que, desde hace varios años, se vive en países de la Unión Europea, puntualmente en lugares como España o Grecia, que están soportando el peso de la indignación ante
la falta de ética y transparencia de grandes las empresas, específicamente las del sector financiero y bancario.

En 1995, la Comisión Europea (CE) publicó un manifiesto contra la exclusión social y en julio de 2001 publicó el Libro Verde implantando un hito fundamental en el
desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa.

Las empresas han hecho hincapié en la naturaleza voluntaria de la responsabilidad social, pero por su parte, el Parlamento Europeo aduce que: “el punto de partida debe ser un
enfoque voluntario, sin excluir un enfoque reglamentario, de ser necesario” (Caravedo, 2011, p. 38).

A continuación, veamos un ejemplo de una empresa referente en España por su responsabilidad social y una marcada inclinación en su estrategia hacia la temática
medioambiental. Esto suele suceder en contextos en donde las cuestiones económicas y sociales no tienen la urgencia que cobran en países emergentes:

“Mercadona es una compañía de supermercados físicos y venta online, de capital español y familiar, que tiene por objetivo prescribir al consumidor
productos y soluciones que cubran sus necesidades de comer, beber, cuidado personal, cuidado del hogar y cuidado de animales. Fundada en 1977 por el
Grupo Cárnicas Roig en València, hoy en día Mercadona es líder del segmento de supermercados en España, con más de 1.630 tiendas por todo el territorio
nacional.

Estas son algunas de sus iniciativas actuales en cuidado del medio ambiente:

Optimización del consumo de recursos naturales: el Modelo de Tienda Eficiente de Mercadona permite reducir hasta en un 40% el consumo energético,
debido a la mejora del aislamiento térmico y acústico, optimizando los materiales y el grosor de paredes y techos, y con nuevos arcones de congelado más
eficientes energéticamente y respetuosos con el medio ambiente. Además, cuenta con un sistema de iluminación LED automatizado que se regula según
zonas y momentos del día, para una gestión energética mucho más eficiente.

Reducción de emisiones: dentro de su proyecto de Distribución Urbana Sostenible, la flota de Mercadona dispone de 54 camiones propulsados a gas natural
licuado. Estos motores emiten un 40% menos de CO 2 por litro de combustible, reducen 10 veces la emisión de partículas y emiten un 80% menos de óxidos
de nitrógeno comparados con el estándar Euro V. Asimismo, ha iniciado pruebas con furgonetas eléctricas e híbridas para el reparto a domicilio.

Reducción de residuos: Mercadona ha sustituido en todos sus supermercados las bolsas de plástico de un solo uso y ofrece a sus clientes tres opciones para
realizar la compra: bolsas de papel, bolsas elaboradas con un 50%-70% de plástico reciclado procedente del embalaje utilizado en sus tiendas y cestas de
rafia. Esta iniciativa supone la reutilización de 3.000 toneladas de plástico anuales que recupera de sus tiendas.

Bienestar animal y pesca sostenible: Mercadona y sus proveedores mantienen una política de Bienestar Animal que se basa en los principios de la
Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). La totalidad de los productos de origen de animal de venta en Mercadona procede de proveedores
homologados, al igual que sus proveedores de pescado ratifica la política de Compra de Productos de la Pesca. Todos sus proveedores están comprometidos a
implantar en sus procesos estándares certificables de Bienestar Animal”. (Corresponsables, 2019).

Figura 1: Isologotipo de Mercadona


Fuente: [Imagen de Isologotipo de Mercadona] Autor desconocido. (s.f). Recuperado de: https://i.ytimg.com/vi/4_1M0DSml14/hqdefault.jpg

Perspectiva latinoamericana
Tanto Caravedo (2011) como otros estudiosos del sector coinciden en que uno de los elementos culturales que ha caracterizado a América Latina ha sido el paternalismo, lo que
según este autor ha llevado a las organizaciones: "a la conformación de relaciones y vínculos dependientes entre los distintos estamentos sociales" (p. 38), es decir que dicho
paternalismo ha afectado la conformación del Gobierno, el empresariado y las sociedades de esta región. Como puntos débiles a remarcar encuentra:

una marcada desigualdad en la distribución de los ingresos,

desigualdad en la concentración del poder político, económico y social,

extensión de las condiciones de pobreza.

Se interpreta como fortaleza la referencia del autor a la religión y la caridad de las empresas familiares, que han sido de gran valor para paliar las necesidades. Esta misma
actitud filantrópica se repite por parte de las empresas grandes y medianas. Al respecto, el autor agrega que: "las empresas multinacionales, además de inversión, han traído esta
necesidad impuesta por el mercado global de actuar de manera responsable” (Caravedo, 2011, p. 38). Por último, propone que la transformación cultural y social sigue siendo
un trabajo necesario para pasar de la filantropía y el paternalismo a una responsabilidad social más activa. Este parece ser, para el autor, el mayor desafío de la región.

Un ejemplo del panorama latinoamericano es la empresa nacional que comenzó siendo familiar y hoy es una multinacional de peso en Latinoamérica y el mundo: Arcor. Por su
presencia en el país y el trabajo constante en las comunidades en donde se encuentra, desde hace varios años, esta es considerada la empresa mejor valorada por su
responsabilidad social en Argentina, según el índice MERCO (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa). En esta oportunidad, destacamos su trabajo por la infancia:

Alrededor de ochenta mil niños y niñas fueron alcanzados por las iniciativas que impulsaron Fundación Arcor Argentina, Fundación Arcor Chile y el
Instituto Arcor Brasil durante 2016.

139 fueron los proyectos apoyados de la Fundación, que involucraron además a más de 70 mil adultos. Se trata de los números del compromiso con la
infancia que se encuentran plasmados en el Informe Regional de Inversión Social que presentaron las instituciones, por segundo año consecutivo, como un
balance de su accionar en Argentina, Brasil y Chile.

En el marco de la presentación del Reporte de Sustentabilidad de la empresa, se presentó también el segundo Informe de Inversión Social Regional de
Fundación Arcor Argentina, Fundación Arcor Chile y el Instituto Arcor Brasil, instituciones que trabajan para que la educación sea una herramienta de
igualdad de oportunidades para la infancia.

A lo largo del 2016, se brindó apoyo a 139 proyectos, que alcanzaron a más de 78.000 niños y niñas y 71.000 adultos. Todas estas iniciativas fueron posible
gracias a distintas alianzas realizadas con más de 150 actores sociales, como el Estado, Organizaciones de la Sociedad Civil, el ámbito académico y distintas
empresas. Asimismo, se dieron a conocer los resultados de 25 años de labor de Fundación Arcor Argentina, la cual desde 1991 y con el compromiso de
trabajar para que los derechos de la niñez sean una realidad desde los primeros años, apoyó más de 2.300 proyectos que involucraron a 3 millones de niños y
niñas de todo el país. (IARSE, 2017).

¿Ser o no ser una organización socialmente responsable?

¿Ser o no ser una organización socialmente responsable?


Para acceder al siguiente documento completo, puedes descargarlo en este lugar:

Moda o Demanda Social.pdf


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Fuente: Kiliksberg, B. (s.f). Responsabilidad Social Empresaria: ¿Moda o Demanda Social? Recuperado de:

https://www.econo.unlp.edu.ar/frontend/media/88/10988/96ec54036dada3b4ed47f8dcb0c92bbd.pdf

Bernardo Kliksberg1 es un destacado economista argentino que desde hace años aporta a la generación de conocimiento en materia de ética, desarrollo y responsabilidad social.
En su ensayo “RSE ¿Moda o demanda social?”, presenta un análisis con dos posturas claras y usuales al respecto, pero la reflexión no cabe solo para las empresas, sino para la
responsabilidad social como concepto integrado a la organización. En su argumento el autor expresa que: “en realidad la RSE es lo opuesto de una moda. Es parte de un proceso
de evolución de la concepción misma de la empresa privada en las últimas décadas. Este proceso está movilizado por poderosas demandas sociales" (Kliksberg, 2011, p. 1).

Kliksberg asegura que hay al menos cuatro razones para integrar la responsabilidad social a las organizaciones:

Los inversionistas apoyados por la opinión pública exigen mundialmente una revolución en el gobierno empresarial, con transparencia, mayor participación del accionariado
masivo, regulaciones detalladas y efectivas, y limitación de la elevación de ingresos de los altos ejecutivos. Sin ello está en riesgo la confianza, que es la base del sistema
económico. En el caso concreto de Arcor, la empresa informa a sus accionistas sobre la coyuntura económica: la economía argentina entró en recesión en 2018. Una sequía
severa redujo significativamente el producto bruto y las exportaciones agrícolas, y la importante depreciación del peso registrada desde mediados de 2018 impulsó la inflación,
lo que afectó el consumo interno y la confianza de los inversionistas. Los negocios de consumo masivo de la Argentina (golosinas, chocolates, galletas y alimentos) sufrieron,
durante el año 2018, una disminución de los volúmenes vendidos, en sintonía con la caída generalizada del mercado interno, producto de la recesión en la actividad económica
del país. No obstante, la pérdida de volumen fue menor que el promedio del mercado, gracias a la realización de acciones comerciales y a la solidez y diversidad de las marcas
del grupo. (Arcor, 2018).

En segundo lugar, los consumidores piden responsabilidad social empresaria. En el marco del XXVII Congreso de La Asociación Argentina de Productores en Siembra
Directa (Aapresid), el gerente general de agronegocios de Arcor, Modesto Magadán, se refirió a la diversificación que realiza la compañía ante el aumento de las especificidades
que busca el consumidor. Como ejemplo, citó las nuevas tendencias de veganismo, movimientos religiosos y hasta dietas libres de harinas que marcan este tipo de cambios.
Otro de los factores que inciden en la demanda es la preocupación por tener un cuerpo saludable (alimentos libres de plaguicidas y contaminantes). Magadán afirmó que: “a la
gente le preocupan los riesgos sobre su salud y a la industria también” (Agrofy News, 2019) y explicó que por eso los consumidores solicitan información nutricional cada vez
más clara y detallada del producto y su composición.
En tercer término, un rol decisivo es el de la opinión pública, que valora mejor a las organizaciones responsables. En 2018, la compañía Arcor debió afrontar fuertes demandas
de referentes de la opinión pública en materia de alimentación por su campaña “Tu porción justa”.

Apoyada por distintas organizaciones de salud pública, la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) presentó una denuncia en contra
de la empresa Arcor ante la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes por la campaña “Tu porción justa”, lanzada el mes pasado. Según advirtió la entidad,
la publicidad de la firma cordobesa “promueve el consumo de alimentos ultraprocesados en un contexto de emergencia sanitaria por la alta prevalencia de
sobrepeso y obesidad”. En la iniciativa, Arcor plantea que “una vida saludable es una vida equilibrada en la que darse un gusto y cuidar la salud van de la
mano”. (…) De acuerdo a lo señalado por Fundeps, “este tipo de mensajes han sido criticados por especialistas de salud pública por ser engañosos y
riesgosos”.(...)

“Las estrategias comerciales de este tipo, en la práctica, promueven productos con altas concentraciones de nutrientes críticos cuyo consumo regular tiene un
efecto dañino sobre la salud”. (Hoy Día Córdoba, 2018).

Un último pedido por parte Kliksberg, y no por ello menos importante, es que las empresas globales de países desarrollados ejerzan un liderazgo global responsable y
practiquen en sus inversiones, en países en desarrollo, el mismo código de buen comportamiento que aplican en sus exigentes medios nacionales.

Para ello, un frente clave es el de la educación en RSE. El autor plantea que el rol de la responsabilidad social empresaria, que consiste en asistir en las políticas públicas que
cuentan con el consenso de la sociedad civil, para enfrentar esos problemas cruciales y alcanzar un desarrollo sostenible, es inminente.

A modo de cierre de esta lectura, es complejo vaticinar lo que sucederá con esta temática en el futuro próximo, pero sí hay indicios claros de lo que es necesario hacer para su
desarrollo y de lo que la responsabilidad social puede generar, tomando las experiencias y aprendizajes de aquellos que han avanzado más en este camino como herramientas en
la construcción del propio. El mensaje final es la clara urgencia del compromiso y la responsabilidad de todas las partes de la sociedad.

1 Bernardo Kliksberg es el asesor principal de la Dirección Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Agrofy News. (2019). Sustentabilidad: cómo Quilmes y Arcor se adaptan al consumidor. Agrofy News. [en línea]. Recuperado de:
https://news.agrofy.com.ar/noticia/182353/sustentabilidad-como-quilmes-y-arcor-se-adaptan-consumidor

Arcor (2018). Alimentando Momentos mágicos: Memoria y estados financieros al 2018/ 58° Ejercicio Económico. Recuperado de: https://www.arcor.com › downloads ›
mef-arcor-2018

Cemento Cruz Azul . (2019). Historia de una Cooperativa. Obtenido de: https://cementocruzazul.com.mx/quienes-somos/historia/ )

Camacho, I., Fernández, J. y Miralles, J. (2005). Ética de la empresa (3.a ed.). Bilbao, ES: Desclée y Unijes.

Caravedo, B. (2011). Desarrollo Sostenible, Ética, Filantropía y Responsabilidad Social. En A. Vives y E. Peinado-Vara (Eds.), La responsabilidad Social en la Empresa en
América Latina (pp. 29-44). Washington: Banco Interamericano de Desarrollo y Cumpetere.

Coca Cola de Argentina. (s.f). La historia de la sustentabilidad de Coca Cola. Recuperado de:
https://www.cocacoladeargentina.com.ar/content/dam/journey/ar/es/private/infografia/infografia-HISTORIA-SUSTENTABILIDAD-AR.jpg

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De la Cuesta Gonzalez, M. (2005). La Responsabilidad Social Corporativa o Responsabilidad Social de la Empresa. Disertación no publicada. UNED.

Hoy día Córdoba. (2018). "Denunciaron a Arcor por la campaña 'Tu porción justa'”. Recuperado de: https://www.hoydia.com.ar/sociedad/52568-denunciaron-a-arcor-por-
la-campana-tu-porcion-justa.html

IARSE. (2017). Noticias. Fundación Arcor presenta su informe de inversión social regional. Recuperado de: http://www.iarse.org/noticias/reportes/fundacion-arcor-presenta-
su-informe-de-inversion-social-regional recuperado el 20/08/2019)

Kliksberg, B. (2011). RSE ¿Moda o demanda social?. Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial. Recuperado de:
https://www.econo.unlp.edu.ar/frontend/media/88/10988/96ec54036dada3b4ed47f8dcb0c92bbd.pdf

Lazovska, D. (2017). El futuro de la Responsabilidad Social. Disponible en: https://www.expoknews.com/el-futuro-de-la-responsabilidad-social/

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Suarez, A. (2007). Políticas Públicas de Responsabilidad Social Corporativa. Un estudio comparativo. Santiago de Chile, CL: Universidad Alberto Hurtado.

[Imagen de Isologotipo de Mercadona]. Autor desconocido. (s.f). Recuperado de: https://i.ytimg.com/vi/4_1M0DSml14/hqdefault.jpg


RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL:
¿MODA O DEMANDA SOCIAL?∗

Bernardo Kliksberg∗∗
Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires

La idea de responsabilidad social de la empresa privada (RSE) avanza aceleradamente en


el mundo y en Iberoamérica. Hay quienes la ven como una nueva moda gerencial, que se hará
obsoleta prontamente como ha sucedido con otras. Hay quienes la interpretan como un
ejercicio actualizado de relaciones públicas. Los datos parecen desmentir ambas visiones. En
primer lugar muestran una tendencia en ascenso vigoroso. 2900 empresas de 90 países han
suscrito el Pacto Global lanzado por la ONU comprometiéndose a cumplir con los 10
principios de derechos humanos, laborales, medio ambiente y anticorrupción que comprende.
160 empresas líderes mundiales han fundado el Consejo Empresarial para el Desarrollo
Sostenible que promueve el compromiso de las empresas con la sociedad. Crecen y se
expanden organizaciones empresariales creadas para similares fines como la “Business round
table” de EE.UU., “Business in the Community “ de Inglaterra, el Instituto Ethos en el Brasil, y
muchas otras.

Un importante grupo de prominentes instituciones financieras que manejan 6 billones de


dólares de activos han recomendado recientemente a las empresas y entidades financieras
colocar este tema en el centro de su agenda diaria. Señalaron: “Estamos convencidos que en un
mundo más globalizado, interconectado y competitivo el modo en que las empresas gerencien
los asuntos del medio ambiente, social y de gobierno corporativo es parte de la calidad de
gerencia que necesitan para competir exitosamente. Las empresas que tengan mejor desempeño
en estos campos pueden aumentan el valor de sus acciones, por ejemplo gerenciado
adecuadamente riesgos, anticipando acciones regulatorias o accediendo a nuevos mercados”.

En realidad la RSE es lo opuesto de una moda. Es parte de un proceso de evolución de


la concepción misma de la empresa privada en las últimas décadas. Este proceso está
movilizado por poderosas demandas sociales. Las mismas parten del reconocimiento de que la
empresa privada es un motor esencial de la economía, y que sus actividades deben ser
promovidas y facilitadas pero que, justamente por eso, por su enorme incidencia en la vida de
los ciudadanos, tiene que ser considerada como una institución social con responsabilidades
calificadas, y debe autoconsiderarse de este modo.

Quienes empujan en esta dirección son actores claves para las empresas y los países. En
primer lugar los inversores. Desde Enron en adelante hay en EE.UU. y en otras economías una
gran “brecha de confianza”. Los ejecutivos de la séptima empresa de la principal economía del
mundo generaron una quiebra fraudulenta de 60.000 millones de dólares causando gravísimos


Trabajo preparado originalmente a invitación de la Fundación Carolina de España y publicado por la misma.
∗∗
Autor de numerosas obras.

1
perjuicios a millones de inversionistas, e hicieron perder 2.000 millones de fondos jubilatorios a
sus 20.000 empleados. En juicio ejemplar la justicia termina de considerar culpables al
presidente y al gerente general del Grupo y antes lo hizo con 28 ejecutivos. Pero advierte
editorialmente The Washington Post: “Hay un riesgo en este veredicto... que algunos arguyan
que el problema de la América corporativa es sólo producto de unas pocas manzanas
podridas”. Advierte: ”Los escándalos empresariales de esta década no son sólo por algunas
manzanas en mal estado, y ponerlas en la cárcel no los va a cambiar”. El Wall Street Journal
señala que desde julio de 2002 se produjeron 1000 condenas por fraudes empresariales, y miles
de millones de dólares en multas. Los inversionistas apoyados por la opinión pública exigen
mundialmente una revolución en el gobierno empresarial, con transparencia, mayor
participación del accionariado masivo, regulaciones detalladas y efectivas, y crecientemente
limitación de la elevación de ingresos de los altos ejecutivos. Sin ello está en riesgo la confianza,
base del sistema económico.

En segundo lugar piden RSE los consumidores. Exigen productos de buena calidad,
saludables, precios justos, y se muestran en las encuestas dispuestos a premiar o castigar a las
empresas en el mercado según sus niveles de RSE. El Instituto Akatu de Consumo Consciente
en el Brasil está tratando de difundir la idea de que una de las dimensiones del ejercicio de la
ciudadanía es el consumo. Pone a disposición de los consumidores información sobre la RSE
de las empresas para que cuando compren lo hagan de modo consciente, consultando
previamente esa información. Dos experimentados asesores financieros, Huston y West, evocan
también a los consumidores advirtiendo que las variables ambientales, sociales y de gobierno
corporativo “no pueden ser ignoradas considerando los miles de millones de dólares que
empresas norteamericanas han tenido que pagar en los pleitos masivos por tabacos, asbestos, y
productos farmacéuticos, y los potenciales futuros riesgos”.

En tercer término, un rol decisivo es el de la opinión pública. Una encuesta realizada en


2005 en 18 países, encontró que tres de cada cuatro personas dicen que su respeto por las
empresas subiría si se asociaran a la ONU para enfrentar los problemas sociales. Estas fuerzas,
y la acción de empresarios de punta con alta preocupación social, han impulsado una evolución
rápida de la idea de RSE.

Podrían esquemáticamente identificarse varias etapas en este proceso, y ubicarse en cada


país en qué etapa están la mayoría de sus empresas. La primera fue la etapa en que dominaba la
idea de que la empresa tiene como única obligación generar beneficios a sus accionistas. Choca
de frente con las nuevas y generalizadas demandas sociales. Debe generar beneficios pero
preocupándose como lo señala el Consejo Mundial de Desarrollo Sostenible “por los
empleados, sus familias, la comunidad local, y la sociedad en general, para mejorar su calidad de
vida”.

De allí se pasó a la filantropía empresarial, con donaciones en aumento a una rama


variada de actividades en muchos casos culturales y educativas. Esos aportes son sin duda
valiosos, pero las demandas sociales piden mucho más que eso. Se espera que la empresa
además de aportar dinero, ayude a grandes causas de interés. público con su denso caudal de alta
gerencia, tecnologías de punta, canales de distribución, conocimientos financieros.

2
En la nueva y actual etapa, la de la RSE, se pide a las empresas: buen gobierno
corporativo, buena relación con su personal, juego limpio con el consumidor, preservación del
medio ambiente pero, junto a ello, compromiso social efectivo. Reich critica las desgravaciones
que se usan solo para apoyar “cosas como escuelas de élite, salas de concierto, etc.”. Señala que
“hay que dejar de autoengañarse de que este tipo de filantropía hace mucho por ayudar a los
pobres”.

Un último pedido es el de que las empresas globales de países desarrollados ejerzan “un
liderazgo global responsable” y practiquen en sus inversiones en países en desarrollo el mismo
código de buen comportamiento que aplican en sus exigentes medios nacionales.

Las empresas de punta están ingresando rápidamente en el terreno del compromiso


social efectivo. Las iniciativas se suceden. IBM termina de preparar y poner a disposición de las
instituciones públicas de salud un sofisticado software para ayudarlas a predecir con más
exactitud y prepararse para la gripe aviar y otras enfermedades infecciosas. Es el primer
producto de la ”iniciativa de epidemias globales” que ha suscrito con la Organización Mundial
de la Salud, y 20 instituciones públicas de salud. Google está preparando iniciativas para
entregar masivamente computadoras a niños en África. Cisco está entrenando en el uso de
internet en los países menos desarrollados. El Grupo Santander ha realizado un gran y
reconocido esfuerzo en fortalecer la educación superior a distancia en Latinoamérica.

Sin embargo, a pesar de los avances la fijación en las viejas visiones, o la actitud de que
la cuestión es simular que se hace RSE mientras la supuesta “moda” pasa, siguen vigentes. En el
caso de Latinoamérica hay importantes esfuerzos en marcha, como los que está liderando la
Fundación Carolina, institución pionera en tantos campos, pero también resistencias
significativas. Los costes son altos. Las empresas atrasadas en RSE lo pagarán cada vez como
indican múltiples fuentes, con menos competitividad, baja productividad del personal, y
rechazo de consumidores e inversionistas.

Un frente clave es el de la educación en RSE. Se deben abrir en la región iniciativas


sistemáticas de formación para los empresarios actuales, y para las nuevas generaciones que se
forman en las escuelas de administración, economía, ingeniería y otras. Como enfatiza van
Schaik, presidente de la Fundación Europea para el Desarrollo Gerencial, “las escuelas de
negocios también tienen que adoptar el concepto de que el bien común es parte de sus
responsabilidades, y como las empresas, tienen que alejarse de proteger modelos obsoletos de
pensamiento empresarial”.

El tiempo apremia. En un continente como el latinoamericano, con enormes


potencialidades pero con tanta pobreza (41 por ciento de la población), exclusión social (uno de
cada 4 jóvenes fuera del sistema educativo y del mercado de trabajo), y la mayor desigualdad de
todas las regiones, el rol de la RSE en asistir a las políticas públicas en concierto con la sociedad
civil, para enfrentar esos problemas cruciales y alcanzar un desarrollo sostenible es crítico. Es
hora de materializarla en compromisos sociales cada vez más exigentes e innovadores.

3
Responsabilidad social de las organizaciones en los diversos sectores

En este eje haremos un recorrido por las organizaciones de los diferentes sectores de la sociedad: el sector gubernamental, el sector privado y el tercer
sector. Además, identificaremos las características propias de cada ámbito y el alcance de sus responsabilidades, porque consideramos que, para
consolidar el funcionamiento de un sistema responsable y sustentable en el planeta, es indispensable el compromiso y la alianza de los tres sectores.

Responsabilidad social de las organizaciones en los diversos sectores

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Responsabilidad social de las organizaciones en los diversos sectores

La responsabilidad del sector ante la sociedad


Puedes consultar el artículo completo sobre este tema en el siguiente apartado:

La responsabilidad del sector público ante la Sociedad.pdf


374.2 KB

Si bien la agenda internacional de los gobiernos es cada vez más exigente y está más relacionada con temas de responsabilidad social empresaria (RSE) y sostenibilidad, todavía
falta sumar enormes esfuerzos, voluntades y acciones sistemáticas de parte de este sector para consolidar en él la responsabilidad social (RS) como modelo de gestión puertas
adentro.

La RS y la sustentabilidad atañen a este sector, principalmente porque es el que debe dar el ejemplo, y en segundo lugar porque debe promover, facilitar y controlar que se
apliquen y se cumplan en las demás organizaciones de la sociedad los principios de la responsabilidad social: rendición de cuentas, transparencia, la ética e integridad, la
escucha a los intereses de los stakeholders, la legalidad y la observación de la normativa internacional, el respeto por los derechos humanos, buenas prácticas laborares, gestión
del impacto ambiental, comercio justo e inclusivo, transparencia, etcétera.

Algunas de las cuestiones que dificultan el proceso es que no hay consenso sobre cuáles son las responsabilidades que le competen al gobierno. No muchos gobiernos son
conscientes de esas responsabilidades y muchos menos reportan su actividad. De todas maneras, sí hay modelos o enfoques de la responsabilidad social gubernamental según la
estructura política del país, su historia, su desarrollo económico, etcétera.

¿Qué pueden hacer los gobiernos para promover la Responsabilidad Social de la


Empresa?
Puedes encontrar un profundo análisis y una clasificación de estos modelos en el artículo de Lozano, Albareda e Ysa, disponible en el siguiente apartado:

¿Qué pueden hacer los gobiernos para promover la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE)_.pdf
456.8 KB

Fuente: Lozano, J; Albareda, L; Ysa, T. (2005). ¿Qué pueden hacer los gobiernos para promover la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE)? Recuperado de:

http://www.redalyc.org/pdf/174/17405305.pdf
Pero la acción de los gobiernos en relación con la RSE es indisociable de su respuesta a algunos de los principales retos actuales. Porque, cada vez más, el
auge de la RSE se vincula con los retos generados por la globalización económica; con la crisis y los cambios del estado de bienestar; con la búsqueda de
nuevas formas de gobernanza; con nuevas relaciones entre los gobiernos y otros actores sociales; y con la emergencia de nuevas demandas sociales. Se trata
de asumir que la gobernanza social en nuestro mundo interdependiente pide, al mismo tiempo, una nueva visión de la contribución de las empresas a la
sociedad, una nueva relación entre los actores políticos y los empresariales, y la capacidad de desarrollar un diagnóstico y una perspectiva compartidos
acerca de cuáles son los principales retos de nuestras sociedades que permitan contextualizar esa visión y esa relación. (Lozano, Albareda e Ysa, 2005,
http://bit.ly/2oQgC3y).

El caso del Reino Unido

¿Por qué mencionar al Reino Unido como uno de los referentes en esta temática?

Por varios motivos. En primer lugar, es uno de los países pioneros en la promoción de la responsabilidad social y además se caracteriza por ser uno de los más innovadores en
cuanto a su política de RSE, tan es así que plantea a la RSE como uno de los principales desafíos de gobernanza social.

¿A qué aspectos de la Responsabilidad Social debe atender una organización gubernamental?

Veamos a través de este ejemplo cómo se cumple con cada principio:

Las demandas del entorno



La RSE surge en el Reino Unido e Irlanda en las últimas décadas del siglo XX, como respuesta a los déficits de gobernanza social que aparecieron tras las crisis económicas de los países
industrializados, e incluyeron el cierre de empresas y graves problemas de exclusión social. Ambas sociedades tuvieron que hacerle frente al empobrecimiento de centros urbanos y zonas rurales,
así como a procesos de degradación medioambiental. Por otra parte, esta crisis económica afectó al Estado de bienestar, y esto pudo observarse en una caída de los servicios sociales que
prestaban las administraciones públicas. Para dar respuesta a estos retos, los Gobiernos buscaron soluciones a través del involucramiento de todos los agentes sociales, particularmente, de las
empresas: se crearon redes empresariales y proyectos de alianzas público-privadas que potenciaban la RSE. La premisa era comprometer a las empresas en proyectos sociales de inversión en la
comunidad. El concepto de business in the community implica el papel esencial de las empresas en el desarrollo económico de la comunidad en la que se encuentran y en la lucha contra la
exclusión social y el empobrecimiento.

En cuanto a la gestión empresarial



Este gobierno, a diferencia del modelo francés, representa un modelo no intervencionista en el que las empresas pueden integrar iniciativas de RSE en su práctica comercial y en la gestión
empresarial de forma voluntaria, sin que esto sea obligatorio. No obstante, en el caso del Reino Unido, el Gobierno adopta políticas de tipo soft intervention para favorecer y promover el
desempeño de las empresas en estrategias de RSE. Esto no significa que la RSE desde el Gobierno tenga un papel débil, sino que, por el contrario, uno de los elementos más importantes de este
modelo ha sido la institucionalización de un alto cargo gubernamental: el Minister for Corporation Social Responsibility, equivalente a una Secretaría de Estado. Así, el Gobierno del Reino
Unido ha sido el primero en crear dicha función, que tiene a su cargo un grupo importante de programas y proyectos vinculados a la RSE, que se ejecutan de manera descentralizada desde
diferentes ministerios. Este funcionario orienta los programas vinculados a la RSE y los incorpora a la estrategia gubernamental de proyectos y políticas públicas en materia de RSE.
En la relación con las empresas, la actuación gubernamental en RSE consiste en el desarrollo de proyectos de alianzas entre el sector público, el sector privado y el tercer sector para afrontar
conjuntamente problemas vinculados a la exclusión social, la pobreza, la falta de servicios sociales y la calidad de vida de zonas económicamente desfavorecidas. Las empresas colaboran con los
gobiernos locales en la formación de sus trabajadores, la creación de puestos de trabajo y la inversión en áreas urbanas o rurales.
Sobre la promoción de la rendición de cuentas

En el Reino Unido la regulación establece que, a partir de octubre de 2013, los informes corporativos no financieros deben incluir información sobre cuestiones de derechos humanos,
representación de género y reporte sobre emisiones de gases de efecto invernadero. Las reformas en dicha legislación tuvieron que ver con llevar los informes a un formato de fácil lectura y
dirigido estratégicamente a públicos específicos, tal como en la legislación existente en Finlandia, Dinamarca y Suecia.

En materia medioambiental

El Reino Unido es uno de los países con más legislación al respecto. A partir del Brexit, varios diputados expresaron su preocupación por la continuidad de esta legislación, que es considerada un
gran logro, y manifestaron la inquietud de que la salida del espacio comunitario pueda representar un riesgo para la vida silvestre y el hábitat del Reino Unido. Sin embargo, a fines de 2018, la
Agencia Ambiental de Inglaterra presentó su informe anual, en el cual aclaró su interés por asegurar la aplicación de la normativa ambiental (principalmente derivada de la Unión Europea) y
reforzar los parámetros ambientales. Dicho informe se atiene al Convenio de Aarhus, sobre el acceso a la información, la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos y el acceso a la
justicia en los asuntos ambientales.
El gobierno estableció un plan de 25 años para el medio ambiente y, recientemente, publicó una estrategia de bioeconomía y una estrategia de crecimiento limpio, que demuestra por qué el Reino
Unido es uno de los líderes en la reducción de las emisiones de carbono, para combatir el cambio climático e impulsar el crecimiento económico. Una de las nuevas líneas de acción al respecto es
la estrategia de recursos y residuos, mediante la cual, la industria pagará tarifas más altas y multas si sus productos son más difíciles de reutilizar, reparar o reciclar.

Participación ciudadana

El Gobierno de Reino Unido promueve la participación ciudadana mediante iniciativas como show us a better way, solicitando ideas a la ciudadanía sobre cómo aprovechar y usar la
información pública para generar servicios de valor que requiera la comunidad, o la plataforma e-petition, a través de la cual los ciudadanos ingleses pueden efectuar una petición relacionada con
las funciones del Poder Ejecutivo: si logran la recolección de 100 000 firmas en 12 meses, esta petición será analizada formalmente por la Cámara de los Comunes, lo que puede derivar en una
discusión legislativa.

Transparencia

Se trata de la apertura de los datos de todas las dependencias, que involucran a funcionarios y funcionarias gubernamentales bajo los tres poderes. Desde la posición de Gordon Brown, y
posteriormente David Cameron, se inició en el Reino Unido un proceso de apertura de datos mediante la publicación de información en poder de la Administración, con el objetivo de facilitarles
a los ciudadanos la comprensión sobre cómo funciona el Gobierno y cómo se generan y aplican las distintas políticas. La principal motivación es el convencimiento de que la información pública
de fácil acceso ayudará a que los ciudadanos puedan analizar, tomar mejores decisiones y realizar sugerencias sobre las políticas de gobierno.

Como vemos, el gobierno del Reino Unido es uno de los tantos que cumplen con varios de los indicadores reconocidos como responsabilidades inherentes a los servicios
públicos.

Aplicaciones de la Responsabilidad Social en la nueva gestión pública


Para conocer más sobre estos parámetros de la gestión de la RS en el ámbito gubernamental, con foco en los países latinoamericanos, te recomendamos la siguiente lectura:
Aplicaciones de la Responsabilidad Social a la Nueva Gestión Pública.pdf
197.5 KB

Fuente: Gaete Quezada, R. (2008). Aplicaciones de la responsabilidad social a la nueva gestión pública. Santa Fe, ARG. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=337530216002

Este autor hace un análisis de las responsabilidades que se espera cumplan las organizaciones gubernamentales en el contexto latinoamericano:

Identificación de las demandas y necesidades de los diferentes stakeholders de cada institución (asociaciones gremiales y sindicatos, ciudadanos,
empresas, proveedores, otros servicios públicos), para elaborar la agenda de trabajo que oriente las buenas prácticas de responsabilidad social.

Incorporación de los ciudadanos en su condición de stakeholders a la gestión activa de la organización, dejando de ser sólo sujetos pasivos receptores de
prestaciones que no consideran íntegramente sus necesidades y demandas.

Esfuerzos voluntarios por ampliar los procesos de rendición de cuentas por sobre los mínimos legales exigidos, como expresión del comportamiento
socialmente responsable en la gestión pública.

Sin olvidar, por supuesto, lo que se espera que suceda puertas adentro, como en cualquier organización: una gestión de recursos humanos que considere
plenamente las necesidades de desarrollo y bienestar de los funcionarios públicos y sus familias (Gaete Quezada, 2008).

Un nuevo paradigma
En los últimos diez años han crecido alrededor del mundo iniciativas conocidas como gobierno abierto, basadas en la apertura de datos, la participación ciudadana activa, la
colaboración al interior del Estado y entre este y la ciudadanía. Los países que han liderado esta tendencia (Estados Unidos, Suecia, Reino Unido, Francia y España, entre otros)
empiezan a mostrar importantes resultados y experiencias que pueden servir como referentes o insumos en el proceso de implementación de este nuevo enfoque en otros países.

Estados Unidos de América


Si bien el accionar de este país es bastante criticado en su desempeño a nivel medioambiental, por su influencia en el cambio climático y, más recientemente, en materia de
derechos humanos y migración, hay iniciativas más destacables en el ámbito de la transparencia y la rendición de cuentas por parte del Gobierno. Barack Obama fue pionero en
estas iniciativas para cambiar la forma de trabajar en el gobierno federal. Con la emisión de la directiva de gobierno abierto, el 8 de diciembre de 2009, se marcaron las pautas o
lineamientos que deben seguir las agencias gubernamentales para lograr la transparencia, la participación y la colaboración para la apertura de la información en su gestión
(bases del gobierno abierto).

Se establecieron cuatro ejes de trabajo:

Publicar información del Gobierno en formato abierto y reutilizable en la plataforma habilitada por el Gobierno federal.

Mejorar la calidad de la información pública, a través de la designación de un responsable del tema en cada agencia,
la elaboración de un procedimiento para asegurar la calidad de la información pública relativa al gasto público, el
diseño de planes de control y una guía de gestión de la información.

Crear e institucionalizar una cultura del gobierno abierto, mediante la definición de un plan de gobierno abierto para cada una de las agencias. Con el
propósito monitorear el avance de estos planes, se implementó un tablero de seguimiento y control en la página de la Casa Blanca, con estadísticas
agregadas de todas las agencias, en relación con el cumplimiento de las acciones y plazos previstos en la directiva. Dicho proceso de formulación del plan
de gobierno abierto debe ser multidisciplinario y participativo; esto significa involucrar a funcionarios con conocimientos y habilidades en diversas
disciplinas y crear espacios de intercambio de ideas y realimentación con todos los ciudadanos y grupos interesados.

Crear un marco normativo para el gobierno abierto, para aprovechar el uso de las nuevas tecnologías.

¿Qué implica el concepto de gobierno abierto?

El gobierno abierto es un nuevo paradigma dirigido a generar transformaciones culturales por dos vías: el desarrollo de capacidades para que las y los
funcionarios públicos dinamicen su relación con la ciudadanía y la aplicación de herramientas y mecanismos para empoderar a las personas en el ejercicio
efectivo de sus derechos ante las instituciones públicas (...).

Este empoderamiento de las personas administradas supone la necesidad de crear espacios oportunos para que la ciudadanía pueda establecer sus demandas,
generando una respuesta efectiva por parte del Estado. Estos espacios pueden ser de muy diversa índole y suelen denominarse mecanismos o herramientas de
participación ciudadana. La incidencia directa de la ciudadanía en los espacios de toma de decisiones obliga a las instituciones estatales a ser más eficientes y
transparentes en su labor, lo que reduce el riesgo de actos de corrupción. La suma de todos estos elementos constituye un Estado abierto. (Zuñiga Aponte, en
Nazer et al., 2019, p. 101-102).

Este concepto se basa en cuatro pilares interactuantes y complementarios:

transparencia,

rendición de cuentas,

participación,

tecnología.

Transparencia

Un antecedente importante es que Estados Unidos cuenta con una Ley de Acceso a la Información Pública (Freedom of Information Act o FOIA) desde el año 1966, gracias a la cual cualquier
ciudadano puede tener acceso a los registros y documentos públicos de las dependencias que forman parte de la rama ejecutiva del Gobierno federal, con excepciones o casos particulares en los
cuales no se aplica este principio. En respuesta al morando de mayo de 2009, el Gobierno Federal de Estados Unidos habilitó la plataforma tecnológica data.gov, que pone a disposición datos
oficiales del Gobierno en formatos estandarizados y comprensibles. Esto ha producido que desarrolladores externos puedan generar aplicaciones y diversos productos basados en la información.

Figura 1: Portal de datos abiertos del Gobierno de Estados Unidos

Fuente: Fuente: Concha y Nazer. (2012). p. 56.


Rendición de cuentas

Aquí lo fundamental es que los ciudadanos tienen maneras de exigir que los Gobiernos les informen sobre cómo y por qué los servicios o las políticas públicas han fracasado, y que respondan
política, administrativa o jurídicamente por sus actos. Los datos dispuestos en la mencionada plataforma han generado servicios de valor agregado que promueven la rendición de cuentas, como
por ejemplo, poder conocer el uso y destino de los recursos que recibe el Estado a través de los impuestos; tal es el caso de Recovery.gov y USAspending.gov.

Figura 2: Portal Recovery de Estados Unidos

Fuente: Fuente: Concha y Nazer. (2012). p. 56.

Participación

La participación tiene que ver con permitirles a los ciudadanos formar parte de los procesos de toma de decisiones, de maneras significativas, que trasciendan el mero derecho al voto y la
participación en las elecciones.
La participación debe suponer una responsabilidad compartida, un sistema de formulación y recepción de comentarios y sugerencias, una verdadera colaboración entre ciudadanos y gobiernos.
En el caso de EE. UU., el memorando dice que se deben detallar las propuestas para incrementar las oportunidades de participación de los ciudadanos y grupos de interés y los proyectos para
utilizar y aprovechar los mecanismos y herramientas innovadoras. Todo esto con el fin de fomentar la participación ciudadana en la toma decisiones y la generación de políticas, y las iniciativas
relacionadas con el uso de plataformas tecnológicas para mejorar la colaboración dentro y entre las agencias, con las ONG, la empresa privada y los ciudadanos en general.

Tecnología

Se refiere a las herramientas de tecnología de la información: herramientas en línea y basadas en la web, que están revolucionando la forma en que se comparte información, la participación
pública y la colaboración. En este caso, implica el desarrollo y la puesta en marcha de las plataformas, la construcción del marco legal sobre su uso y la accesibilidad a los datos por parte de los
ciudadanos de cualquier estrato social.

La responsabilidad social en el sector privado


En el sector privado surgió el concepto de responsabilidad social; de hecho, es en aquel donde más se ha desarrollado. Si bien este concepto se ha extendido a todo tipo de
instituciones, es importante distinguir cómo funciona en organizaciones con y sin fines de lucro. Es por eso que veremos a continuación la responsabilidad social en las
empresas con fines de lucro. Para Caravedo (2011):

Lo que hace especial a las prácticas responsables en las empresas es la gestión del aparente conflicto y el necesario balance entre los beneficios privados y el
bien común, entre la sostenibilidad económica y la sostenibilidad social y ambiental. En la mayoría de estas otras instituciones, este conflicto y balance no
existen. Si bien algunas deben lograr sostenibilidad económica, no es su objetivo primordial. Trabajan, o deberían trabajar, para el bien común. (p. 47).

En las empresas de América Latina, las formas jurídicas predominantes son la sociedad anónima y la sociedad de responsabilidad limitada. En cuanto a la estructura, hay que
comprender que, en dicho continente, la amplia mayoría de las empresas son pymes y solo el 1 % son grandes empresas. Además, muchas son empresas familiares o pertenecen
a un grupo reducido de dueños. Por otra parte, es muy pequeño el número de empresas que cotizan en bolsa y que participan en el mercado de valores. Todas estas
características hacen que el contexto sea muy particular y más limitado, a la hora de poner en marcha prácticas responsables.

A continuación, presentaremos las responsabilidades más básicas que se esperan de una empresa, aunque desde el enfoque de la responsabilidad social, cumplir con estos
cometidos no es tan simple como parece. Veamos cada punto con un ejemplo.

Este es el caso de una pyme del interior de Argentina: el Castillo Hotel Resort Spa, ubicado en las sierras del valle de Punilla, a 75 kilómetros de la ciudad de Córdoba. El
Castillo es una propiedad inmueble construida hacia 1870, que durante muchos años fue utilizada como hotel por la familia Ferrarini y como colonia de vacaciones por un
sindicato, hasta que en el año 2002 lo adquirió la familia Fábrega, para restaurarlo y convertirlo en el ícono del ecoturismo que hoy es. El Castillo creó un nuevo concepto del
servicio con eventos corporativos que se contratan con exclusividad, y turismo general en temporada alta.

Figura 3: Hotel Resort El Castillo


Fuente: Imagen sin título de El Castillo Hotel. (s.f). Recuperado de: https://www.elcastillohotel.com.ar/imagenes

Tabla 1: Las responsabilidades de la empresa en el caso El Castillo

Responsabilidades Descripción Ejemplo

La principal responsabilidad de la empresa es ser El Castillo nace con el objetivo de ser un ícono
rentable, pero no a cualquier costo ni con una en ecoturismo, que protege y realza la cultura de
Ser rentables
visión cortoplacista. la región. Es el primer hotel de Argentina en
cumplir con los principios del ecoturismo.

Producir bienes y servicios de manera Tres unidades de negocio: turismo vacacional,


corporate meetings y consulting division.
responsable, que cumplan su función, que
Brindar a los huéspedes servicios que les
satisfagan las necesidades de la sociedad y no permitan desarrollar las capacidades
solo de las empresas, que hagan lo que dicen que intelectuales, artísticas, deportivas e
Producir bienes y servicios
hacen, que no produzcan daño a las personas y interpersonales, mediante la aplicación de
técnicas no ortodoxas.
al medioambiente, que hayan sido producidos
con prácticas responsables para con los
trabajadores, con insumos no dañinos, etcétera.
Responsabilidades Descripción Ejemplo

Crear empleos con sueldos justos, con Hay un convenio de trabajo especial, mediante
el cual la jornada de trabajo se reduce a 6 horas
condiciones de trabajo dignas y enriquecedoras,
solo cuando la ocupación es del 0 %. El 70 %
aprovechando la diversidad de género y étnica del personal fue contratado de forma permanente
de la zona, y, de ser posible, favorecer a los más desde la creación del hotel, y el conocimiento o
necesitados, incluyendo a los minusválidos. la experiencia previa en el rubro no son
Crear empleos excluyentes. La totalidad del personal (50
empleados) es local y debe realizar un programa
de entrenamiento, capacitación y desarrollo, no
solo en lo pertinente a su función, sino también
en áreas como economía del hogar, yoga,
derecho civil, entre otras. Se realizan actividades
deportivas semanales.

¿Qué sucede si las leyes son deficientes? ¿Y si El Castillo cumple con el código ético mundial
para el ecoturismo. Esto muchas veces es una
su seguimiento y control es deficiente? En países
desventaja, ya que en el país no existe marco
en vías de desarrollo cumplir con las leyes no es legal que lo favorezca o promueva. Por ejemplo,
Cumplir con las leyes suficiente. por no contar con televisor en las habitaciones
(parte de la política medioambiental del hotel),
le impide adquirir una calificación mayor a 2
estrellas, aunque por el resto de los servicios
califique para 5 estrellas.

Pagar todos los que corresponden, sin evasión, Se paga la totalidad de los impuestos, y los
Pagar impuestos ni corrupción. empleados están inscriptos en la Administración
Federal de Ingresos Públicos.

Respetar por la conservación del edificio y del


entorno serrano. Minimizar el impacto ambiental
utilizando tecnología ecoeficiente: iluminar con
No hacer daño es una premisa básica, pero no energía solar, gas ecológico para splits,
No hacer daño suficiente. Se puede hacer el bien como parte de transmitir datos por vía inalámbrica, utilizar una
la actividad cotidiana. vertiente propia de agua. Usar eficientemente la
energía y el agua. Minimizar de residuos,
reciclar los de muebles, son algunas de las
acciones de El Castillo a este respecto.

Fuente: elaboración propia con base en Caravedo, 2011, y Liarte Vejrup, 2009.

Como vemos, el tamaño y la actividad de la organización no constituyen impedimento alguno para concebir a la RSE como parte de su estrategia. Hoy por hoy, existen
normativas y procedimientos de gestión diseñados exclusivamente para cada tipo de estructura y sector de actividad como, por ejemplo, la guía PLARSE de indicadores de RSE
para pymes, creada por el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) y el Instituto Ethos. Es posible, y hasta puede convertirse en una ventaja
competitiva, llevar adelante un negocio rentable sin que el desarrollo económico sea la única meta, sino también el desarrollo ambiental y social del entorno.

La responsabilidad social en la sociedad civil


Lee la siguiente publicación en donde encontrarás un enfoque sumamente claro, detallado y específico sobre la responsabilidad social directamente relacionada con el rol y la
estructura de las organizaciones de la sociedad civil, también llamadas del tercer sector:
La respondabilidad social en las organizaciones del Tercer Sector.pdf
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Fuente: Cordero, C; De la Cruz, Cristina. (2012). La responsabilidad social en las organizaciones del Tercer Sector. Recuperado de:

http://www.3sbizkaia.org/Archivos/Documentos/Enlaces/1291_CAST-publicacion.pdf

Al igual que en el sector público y en el empresarial, en la sociedad también encontramos organizaciones que, si bien no persiguen fines de lucro como las empresas ni tienen el
mismo poder y por tanto la misma responsabilidad que los gobiernos, sí buscan alcanzar y mantener su legitimidad en la sociedad. Por tanto, no están exentas de ser socialmente
responsables.

Veamos cuáles son los ejes de la gestión de la responsabilidad social en las organizaciones de este tipo:

1 La gestión de la responsabilidad social debe ser transversal a la organización y desplegarse a través de políticas, procedimientos, herramientas e
indicadores. Tanto a nivel interno como externo, una organización no gubernamental es una organización, y para que la responsabilidad social
corporativa (RSC) realmente se encarne en su estrategia, debe atravesar todas las áreas y procedimientos, y contar con el compromiso de la máxima
dirección. Analizaremos un caso de una organización particular, se trata de fundación AVINA, las razones por las cuales hemos tomado este ejemplo son
su trayectoria, su estructura y su rol en la sociedad. Se trata de una organización cuya razón de ser parte de la responsabilidad y la promoción del
desarrollo sostenible, a nivel internacional.

2 La gestión de la responsabilidad social en una organización del Tercer Sector, particularmente en ámbitos como la acción social o la cooperación
al desarrollo, respetando los derechos de las demás partes interesadas, debe orientarse prioritariamente a sus destinatarias y destinatarios
finales, procurando el ejercicio efectivo de sus derechos y la generación de oportunidades asociadas a los mismos.

Somos una fundación latinoamericana que promueve la sustentabilidad a partir de procesos colaborativos, generando impactos positivos a gran escala.
Para cumplir con nuestra misión trabajamos por el sur (Latinoamérica y África), en línea con la agenda 2030 de las Naciones Unidas, impulsando
innovaciones a favor del cuidado del planeta y el bienestar de las personas. Vemos necesario profundizar y fortalecer los esfuerzos que promueven la
dignidad humana, equidad, sostenibilidad ambiental y de nuestras democracias. Desde Fundación Avina impulsamos procesos colaborativos de cambio
que nos permiten comprender los desafíos y ofrecer respuestas específicas a cada contexto, generando cambios sistémicos y resilientes. Nada de lo que
hacemos sería posible sin nuestros aliados. En Fundación Avina entendemos que la colaboración es el mayor de los retos del desarrollo sostenible. (Avina,
s.f).

Una acción concreta: por iniciativa de Fundación Avina, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y
ocho universidades de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay firmaron un acuerdo para la conformación del Centro de Formación Regional en
Liderazgo y Cambio Climático, orientado a quienes toman las decisiones en el sector público y privado y a dirigentes de la sociedad civil. Este centro
cuenta con el apoyo institucional de la Secretaría General Iberoamericana.

3 No se deben aplicar distintos estándares (doble estándar), según sea la normativa o el contexto donde opere la organización, a la hora de incluir
criterios o requisitos de responsabilidad en las políticas y procedimientos de gestión de la organización. Por ejemplo, en Fundación Avina, uno de
los indicadores utilizados es el índice de progreso social (IPS). Se trata de un indicador de referencia en la región. El apoyo técnico y estratégico a
tomadores de decisión permite una identificación de prioridades de desarrollo y la generación de planes y proyectos para avanzar en esas áreas
prioritarias. Así contribuiremos a mejorar las condiciones de vida de las personas en el marco definido por los Objetivos de Desarrollo Sostenible. (Avina,
f.f

4 La orientación a los derechos, necesidades y expectativas de las partes interesadas debe gestionarse. En 2009, Fundación Avina, Love and Care
(CARE LAC) y Ecología y Desarrollo (Ecodes) de España firmaron una alianza para fortalecer la gestión comunitaria del agua en Latinoamérica. (En ese
año se realizaron los primeros tres foros de escucha, espacios de diálogo horizontal y multisectorial en tres países, que sustentan la estrategia de la alianza.
En 2013, se creó la iniciativa + Agua, a través de la cual las empresas invirtieron en la restauración de ecosistemas de relevancia hídrica y en mejorar el
acceso al agua de comunidades vulnerables en tres países (en 2015 aumentó a cinco países). Al 2016 se lograron 28 alianzas con 10 empresas que
invierten en la agenda común de acceso al agua para la protección del recurso hídrico.
5 El proceso de gestión de la responsabilidad social de la organización debe estar orientado por criterios o requisitos de responsabilidad
compartidos y permitir la evaluación, así como la mejora continua de la organización desde esta perspectiva.

En la web de Fundación Avina se encuentran disponibles (en formato PDF) los documentos de los protocolos que aplica la organización en cuanto a issues
que hacen a su responsabilidad social:

código de ética;

diagnóstico de riesgos ambientales y sociales;

mecanismos de reclamos;

política de comunicación para la transparencia y rendición de cuentas;

política y estrategia de igualdad y equidad de género;

política general de compras;

política de gestión de inversiones sociales;

protocolo para la prevención y tratamiento del acoso, discriminación y abuso de autoridad.

6 La gestión de la responsabilidad debe incluir un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas por parte de las organizaciones. La
información a difundirse, objeto de la política de transparencia de Fundación Avina, se refiere a:

políticas institucionales para la gestión de inversiones sociales;

sistemas internos de evaluación y monitoreo de inversiones sociales;

perfil de las inversiones sociales iguales o mayores a cincuenta mil dólares estadounidenses o su equivalente en la
moneda de la inversión;

perfil de las organizaciones aliadas que implementan las inversiones sociales;

progreso de la implementación de las inversiones sociales;

resultados alcanzados.

En Fundación Avina, las inversiones sociales son los bienes o recursos que se donan a los aliados para el desarrollo de
proyectos. Por otra parte, los estados financieros son permanentemente auditados por Crowe Horwath y se hacen
públicos para quien los quiera conocer. También están disponibles en la web, en la sección titulada transparencia.

7 Es necesario incluir sistemas de participación de las partes interesadas en el Gobierno, la gestión y la intervención de la organización. Una vía
importante para la canalización de inquietudes y comentarios son el protocolo de atención de reclamos y la accesibilidad a los datos abiertos de las
actividades de la fundación. Por otra parte, los procesos de incidencia de la fundación Avina son intrínsecamente colaborativos.

Puedes consultar sobre el proceso y los logros del programa Por un acceso al agua sostenible e inclusivo en el siguiente enlace:https://www.avina.net/timelime-acceso-al-agua/

Política de comunicación para Transparecia y Rendición de cuentas


También se encuentran protocolizados los contenidos específicos, tiempos y modos de la difusión de la información los cuales se pueden consultar en el siguiente apartado:

Politica de Comunicacion para Transparencia y Rendicion de Cuentas.pdf


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Fundación Avina. (2016). Política de transparencia en comunicación institucional sobre inversiones sociales. Recuperado de: https://www.avina.net/wp-content/uploads/2019/01/Politica-de-

Comunicacion-para-Transparencia-y-Rendicion-de-Cuentas-DIc-2016-formato-final.pdf

Hemos abarcado un gran abanico de responsabilidades en organizaciones con estructuras muy diferentes. Hagamos ahora un repaso de las dimensiones principales en cada
sector:

Identificación de las demandas y necesidades de los diferentes


stakeholders; Incorporación de los ciudadanos en su condición de
stakeholders a la gestión activa de la organización; Esfuerzos
Sector público o gubernamental
voluntarios por ampliar los procesos de rendición de cuentas por sobre
los mínimos legales exigidos; Gestión de la RS puertas adentro con
énfasis en el recurso humano.

Ser rentables con visión a largo plazo; producir bienes y servicios que
la sociedad necesite; cumplir con las leyes e ir más allá de ellas cuando
Sector privado o empresarial
el contexto lo demande; pagar los impuestos y combatir la corrupción;
no hacer daño y promover el bien común.

Incorporar una RSC transversal y estratégica; orientar todo el


accionar de la organización a los destinatarios y sus derechos o
necesidades; no aplicar doble estándar; la orientación hacia los
OSC o tercer sector
destinatarios debe gestionarse, implementar la gestión; evaluación y
mejora continua de la RSC puertas adentro, transparencia y rendición
de cuentas; sistema de participación abierta.

Debido a la transversalidad de la responsabilidad social en organizaciones de diversa índole, podemos observar que su designación puede cambiar de responsabilidad social
empresaria (RSE) a responsabilidad social corporativa (RSC, aplicable a cualquier tipo de organización), universitaria (RSU) o gubernamental (RSG), lo cual también
diversifica los ejes de gestión, pero no el enfoque o su finalidad: la implantación de un sistema de triple impacto, que pueda ser gestionado por la organización y que busca la
mejora continua, tanto para la organización como para su entorno.
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Avina, (s.f). Logros. Por un acceso al agua sostenible e inclusivo. Recuperado de: https://www.avina.net/timelime-acceso-al-agua/

Caravedo, B. (2011). Desarrollo Sostenible, Ética, Filantropía y Responsabilidad Social. En A. Vives y E. Peinado-Vara (Eds.), La responsabilidad Social en la Empresa en
América Latina (pp. 29-44). Washington: Banco Interamericano de Desarrollo y Cumpetere.

Concha, G. y Nazer, A. (2012). El desafío hacia el Gobierno abierto en la hora de la Igualdad. Santiago de Chile, CL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL).

Cordero, C; De la Cruz, Cristina. (2012). La responsabilidad social en las organizaciones del Tercer Sector. Cap. 2. Recuperado de:
http://www.3sbizkaia.org/Archivos/Documentos/Enlaces/1291_CAST-publicacion.pdf

Fundación Avina. (2016). Política de transparencia en comunicación institucional sobre inversiones sociales. Recuperado de: https://www.avina.net/wp-
content/uploads/2019/01/Politica-de-Comunicacion-para-Transparencia-y-Rendicion-de-Cuentas-DIc-2016-formato-final.pdf

Gaete Quezada, R. A. (2008). Aplicaciones de la responsabilidad social a la nueva gestión pública. Documentos y Aportes en Administración Pública y Gestión Estatal,
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Liarte Vejrup, N. (2009). Diálogos en torno a la construcción de una ciudadanía responsable. Córdoba, AR: Editorial de la Universidad Católica de Córdoba.

Lozano, J. M., Albareda, L. e Ysa, T. (2005). ¿Qué pueden hacer los gobiernos para promover la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE)? CIRIEC-España, Revista de
Economía Pública, Social y Cooperativa, n.°53, pp. 53-64. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/174/17405305.pdf
La responsabilidad del sector público ante la
sociedad

Los príncipes y los gobiernos son mucho más peligrosos que los otros elementos de la sociedad.

Nicolás Maquiavelo, 1469-1527.

El arte de gobernar consiste, de hecho, en ordenar la vida de tal manera que el interés egoísta

(de personas y empresas) conduzca a lo que es justo.

Antonio Genovesi, economista político, 1713-1769.


(el paréntesis es añadido)

Introducción

La inmensa mayoría de la literatura sobre la responsabilidad de los sectores de la sociedad se refiere a la responsabilidad de
sector privado. Pero está claro que éste no ejerce su responsabilidad en el vacío, lo hace en el contexto de las actuaciones de
los gobiernos y del resto de la sociedad. En otro artículo hemos analizado la responsabilidad de la sociedad civil [1] y en
este artículo, para completar el círculo, analizaremos la responsabilidad de los gobiernos ante la sociedad y en particular
su responsabilidad para que el sector privado pueda ejercer la suya. No nos referiremos a las obligaciones del sector
público de proporcionar los servicios que le competen como salud, educación, infraestructuras, servicios públicos, defensa,
policía, política económica, etc., nos referimos a sus responsabilidades que van más allá de cumplir con sus obligaciones
fundamentales.

Gran parte del sesgo a la preocupación sobre la responsabilidad el sector privado, en contraposición a la del sector público o
la de la sociedad civil, se debe a que atribuimos a aquel sector una irresponsabilidad innata, que sus objetivos que no
coinciden con los de la sociedad, que buscan el lucro a toda costa y en el corto plazo, que si no fueran controlados por el
sector público y la sociedad civil explotarían a los ciudadanos, etc. etc. La sociedad y los gobiernos reclaman
comportamientos más responsables. Si bien esto puede parecer una caricaturización, es la visión de muchos.

En contraposición, la percepción de muchos es que el sector público sí tiene los objetivos alineados con los de la
sociedad y cuyo objetivo principal es el mejoramiento de la calidad de vida de la población, de que el sector público está
más allá del bien y del mal. Que no tiene conflicto de intereses. También esta es una caricaturización, pero está más cerca
de la percepción, (¿por indiferencia o impotencia?) generalizada del público. Ni los unos son tan malos ni los otros son
tan buenos. Todas las generalizaciones son falsas, incluyendo esta de que todas las generalizaciones son falsas.

Se escribe mucho sobre la responsabilidad ante la sociedad del sector privado, pero poco o nada sobre la del sector público,
ante la sociedad y ante el mismo sector empresarial. Con este artículo pretendemos cubrir algo de la brecha. Si bien el
papel más importante lo ejercen los gobiernos nacionales o federales, las consideraciones aquí analizadas aplican igualmente
a los gobiernos locales, desde el provincial o estadual, hasta el municipal más pequeño, claro está cada uno en función de sus
capacidades.

No son solo las empresas las que tienen una licencia social para operar sino también la tienen los gobiernos. La gran
diferencia es que el sector privado depende además de la licencia legal que otorga el gobierno, que puede ser revocada, en
tanto que al gobierno se la otorga la ciudadanía, que también puede ser revocada por esa ciudadanía, pero que por pasividad,
costumbre o atomización de opiniones no es ejercida (“Curiosamente, los votantes no se sienten responsables de los
fracasos del gobierno que han votado”. Alberto Moravia, escritor, 1907-1990). En sociedades democráticas existe el
recurso del voto, pero si se ejerce, en general, se hace al margen del cumplimiento de los gobiernos de sus
responsabilidades. Es un tema político más que de eficiencia y efectividad en su cumplimiento. De hecho, es muy difícil
exigirle responsabilidad ante la sociedad ya que no existe consenso sobre cuales son esas responsabilidades, aparte que son
muy pocos los gobiernos que están conscientes de ellas y mucho menos que reportan sobre su ejecución. En la mayoría
de los gobiernos nacionales y subnacionales se opera como si esas responsabilidades no fueran exigibles. Pero, exigibles o
no, siendo una institución de la sociedad, tienen sus responsabilidades de la misma manera que las empresas y la sociedad
civil. Es lo que comentamos a continuación.

. Responsabilidades del sector público ante la sociedad

Es obvio que las actividades de las empresas están determinadas por el entorno que la sociedad crea y recrea continuamente
y en este entorno juegan un papel fundamental los gobiernos nacionales, locales y las instituciones de la
administración pública. Pero lamentablemente la visión que se suele tener de los gobiernos y de sus instituciones es de que
sus actividades son relativamente restrictivas, suelen priorizar el papel de controlador de la actividad económica ante el de
estimulador. El burócrata enfrente un sistema de incentivos y castigos muy asimétrico, puede ser penalizado por lo
que va mal, pero no es premiado por lo que va bien. En lo referente a las prácticas responsables de la empresa, este papel,
aun si estuviera bien ejercido, se cree que debería limitarse a regular las conductas que la sociedad considera inaceptables y
estimular las que puedan contribuir a un mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad.

El papel del gobierno puede y debe ser mucho más amplio. En los últimos años se ha expandido e intensificado el interés
y las actividades de la sociedad en exigir mayor responsabilidad al sector público. Asimismo, las instituciones
supranacionales, por ejemplo, la Comisión Europea y las Naciones Unidas, han intensificado sus sugerencias (¿exigencias?)
para que los estados preparen políticas conducentes a la responsabilidad empresarial y acciones tendentes a su propia
responsabilidad. En Europa piden a los países la preparación de estrategias nacionales de RSE, de planes para asegurar
el respeto a los Derechos Humanos, modificaciones a las políticas públicas de adquisiciones para permitir favorecer a los
proveedores responsables, entre muchas otras medidas. Las Naciones Unidas han promovido el logro de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible para contribuir al desarrollo económico y social, que requiere de la adecuación de las políticas
públicas y las acciones de los gobiernos y la participación de la empresa privada y la sociedad civil en su logro.

Para enfrentar sus propias responsabilidades y propiciar el comportamiento empresarial responsable los gobiernos tienen la
responsabilidad en seis grandes frentes y si no ejercen estas funciones de forma efectiva, las empresas no tendrán el marco
conducente para poder llevar a cabo sus actividades productivas con responsabilidad social y ambiental, ni la sociedad se
podrá beneficiar de todo ello. A continuación analizamos estos seis frentes de responsabilidad y, cuando es pertinente, los
ponemos en el contexto de la responsabilidad de la empresa.

Seis responsabilidades del sector público


Gestión eficiente de los recursos públicos Gestión del entorno macroeconómico y de
negocios

Regulador y representante de la sociedad Agente económico

Promotor de prácticas responsables Rendición de cuentas con responsabilidad

1.Gestión eficiente de los recursos públicos (o sea, de todos) que le han sido encomendados.

Así como en el caso de las empresas su primera responsabilidad ante la sociedad es la gestión eficiente y efectiva de los
recursos que le son encomendados, para poder retribuir a los aportantes de esos recursos y para ser sostenible y cumplir
con el resto de sus responsabilidades, también los gobiernos tienen esa misma responsabilidad como prioritaria. Pero con
una importante diferencia. En el caso de las empresas los recursos son de un grupo específico de personas y pueden (no
deben) decidir malgastarlos. Pero en el caso del sector público los recursos que gestionan son de todos los habitantes
del país, su gestión les ha sido delegada cuando los dirigentes han sido seleccionados. Gestionan “nuestros” recursos.
¿Cuántos gobernantes están conscientes de esto?

Y esta responsabilidad se complica mucho más ya que el sector público no es grupo homogéneo, con motivaciones e
incentivos comunes. Es una colección de personas e instituciones cada una de ellas con objetivos diferentes, algunos
netamente políticos, algunos económicos, y algunos movidos por la voluntad de servir a la sociedad. En toda institución
puede haber incongruencia de objetivos. Muchas empresas tienen visión cortoplacista y obsesión por el lucro y no es fácil
alinear sus objetivos con los de la sociedad. Paralelamente, muchos responsables de la gestión pública tienen objetivos
de corto plazo, tomando las decisiones con criterios políticos y personales de mantenerse en el poder.

De la misma manera que le pedimos a las empresas que antepongan los intereses de la sociedad les debemos exigir a los
gobiernos que antepongan el bienestar de los ciudadanos en la gestión de los recursos. No hace falta detallar ejemplos de
esto, seguramente el lector tiene muchos. Baste recordar las promesas electorales con criterios netamente políticos, no
usando criterios de largo plazo, de eficiencia y efectividad en la gestión de los recursos.

Los gobiernos gestionan cantidades de dinero que apabullan a los


recursos que gestionan los dirigentes y funcionarios en su vida personal.
Uno de los problemas más
Un pequeñísimo porcentaje de aquellos recursos puede cambiarles la
candentes en esta gestión vida. Generalmente los funcionarios públicos están relativamente mal
eficiente y eficaz de los recursos pagados (algunos dirán que su remuneración es compatible con su
productividad) y son muy sensibles a estos “aumentos” de ingresos.
públicos es la corrupción.
Pero por cada corrupto hay un corruptor, no es exclusividad de
sector público pero el punto débil es el corrupto. Solamente en los países
más desarrollado se prioriza al corruptor en las penas, que suelen ser monetarias, y cubiertas por las empresas. Para el
corrupto, la pena puede ser la privación de la libertad. El cualquier caso, es responsabilidad de los gobiernos prevenir y
perseguir esta mala utilización de recursos públicos.

Y como en el caso de las empresas que tienen muchos grupos de stakeholders, los gobiernos también los tienen, pero en su
caso la materialidad es mucho más sencilla, no hay que hacer mucho análisis, sus stakeholders críticos no son el partido,
no son los ciudadanos que votaron por ellos, son todos los ciudadanos. El lector estará pensando que esto es una ilusión,
lo es, pero necesitamos recordárselo a los dirigentes del sector público en todo momento. Sus “clientes” son los
ciudadanos.

2. Gestión del entorno macroeconómico y de negocios

El desarrollo económico y social del país debe ser la prioridad del gobierno, pero para hacerlo necesita del concurso
del sector privado, principal empleador y productor de bienes y servicios. Y este, para llevar a cabo sus funciones,
requiere de un entorno macroeconómico y de negocios conducente al desarrollo de su actividad empresarial. Desde la
estabilidad económica hasta las regulaciones para la creación, funcionamiento y disolución de empresas. Si las empresas
pueden dedicar sus recursos a fomentar a la producción de los bienes que la sociedad demanda y a la creación de empleos
dignos, en vez de distraer su atención en la lucha contra regulaciones confusas, onerosas o deficientes, o en la lucha contra
los riesgos ocasionados por la incertidumbre macroeconómica, ambas partes pueden contribuir a la prosperidad económica.
En la medida que el gobierno, a través de sus políticas públicas, ejerce su papel fundamental con responsabilidad, las
empresas podrán ejercer el suyo, también con responsabilidad.

En ocasión de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se ha enfatizado mucho el papel del sector privado,
para complementar y respaldar las acciones del sector público, principal responsable de su logro.[2] Se han producido
decenas de guías para su contribución y su reporte (ver De cómo los Objetivos de Desarrollo Sostenible pueden contribuir al
greenwashing). Se le está asignando un papel clave, pero en toda la discusión se ha ignorado el papel del sector público en
no obstaculizar y facilitar esa acción del sector privado. Esto nos llevó a destacar una omisión en los ODS y proponer
uno nuevo, el numero 18, para subsanar estas deficiencias (¿Falta algún Objetivo de Desarrollo Sostenible?). No es que
se vaya a adoptar nada de la propuesta, la comentamos porque es muy indicativa de la responsabilidad del sector público. En
el artículo proponíamos el nuevo objetivo y sus metas:

Objetivo 18: Promover el desarrollo de un clima de negocios conducente a la operación de las empresas para que puedan
contribuir al logro de los 17 objetivos precedentes.

Meta 18.1: Reducir obstáculos a la creación, operación y disolución de empresas de acuerdo con las mejores prácticas
internacionales, en los aspectos laborales, comercio doméstico e internacional, inversiones y respeto a los derechos de la
propiedad privada y promover un ecosistema que apoye el desarrollo de las PyMEs.

Meta 18.2: Fortalecer las instituciones del sistema regulatorio de la actividad empresarial para que operen con mayor
efectividad y eficiencia, en particular tomando en cuenta los costos y beneficios de las regulaciones.

Meta 18.3: Fortalecer el sistema jurídico y los sistemas de resolución de disputas para que las empresas tengan acceso a
una justicia imparcial, eficiente en términos de costo y tiempos y efectiva en términos la resolución de los casos.

Meta 18.4: Preparar e implementar planes nacionales que garanticen la protección, respeto y remediación de los Derechos
Humanos por parte de las empresas, en particular adecuando las legislaciones y regulaciones a las mejores prácticas
internacionales.

Meta 18.5: Adecuar los códigos criminales para establecer penas personales a quienes cometan delitos como parte de sus
actividades dentro de las empresas.

Meta 18.6: Coordinar los marcos legales entre los países para reducir la elusión fiscal, en particular la localización de
ingresos y gastos, transacciones financieras entre empresas relacionadas y los precios de transferencia por bienes y
servicios.

Nótese que no se pide el otorgamiento de incentivos especiales para las empresas, se trata en todos los casos de
mejorar el clima de negocios para la empresa. Nótese además las metas son balanceadas, piden un mejor clima de
negocios, pero también incluyen el fortalecimiento de los instrumentos de control y del sistema de administración de
justicia.

. Regulador y representante de la sociedad.

REGULACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD

En este sentido son importantes las legislaciones, regulaciones y las instituciones de seguimiento y control. Sin embargo,
las legislaciones y regulaciones suelen ser incompletas e imperfectas y las instituciones relativamente deficientes. Hay
un rezago en la actualización de estos instrumentos en función del desarrollo económico y social. Si las leyes y regulaciones
son deficientes y/o las instituciones de supervisión de su aplicación son débiles, las empresas tendrán menos incentivos para
ser responsables.

Dependiendo del grado de desarrollo legal e institucional del país, el Estado debe legislar, regular y asegurar el
cumplimiento de un número reducido de actividades que se consideren no negociables y básicas y dejar a la empresa
y a sus partes interesadas la discreción para el comportamiento responsable. Esta regulación debería afectar
especialmente a cuestiones de obligatorio cumplimiento por su importancia y repercusión (condiciones laborales, seguridad
social, seguridad y salud laboral, impacto medioambiental, igualdad, etc.), mientras que otros aspectos de tipo externo y
social estarían necesitados más bien de apoyo e impulso público. La línea divisoria entre lo que debe ser obligatorio (y
solo debe ser obligatorio aquello que se puede forzar su cumplimiento) y voluntario depende de ese nivel de
desarrollo relativo y del poder del sector empresarial en el país.

Como comentábamos al principio, son comunes los abusos por parte de las empresas para maximizar sus beneficios en
detrimento del bienestar de la sociedad.

Otro importante papel de las políticas públicas es entonces el de ejercer de


representante de la sociedad y regular, controlar y supervisar los potenciales
comportamientos irresponsables de las empresas. Las políticas públicas deben
buscar un balance entre el control de las prácticas perniciosas y la restricción de
la creatividad y capacidad de innovación de las empresas.

Este balance es sumamente difícil de lograr en la práctica y se debe hacer por aproximaciones sucesivas, en consulta con las
empresas y las partes afectadas, evitando sobre reacciones que conllevan el riesgo de sobre regular las actividades de las
empresas, poniéndoles una camisa de fuerza y restringiendo su capacidad de innovación.

Y estas políticas públicas deben ser compatibles y en función de la capacidad institucional del Estado de supervisar y
controlarlas. Las leyes y regulaciones son solo el principio, lo importante es su implementación (enforcement).Son
muchos los casos, particularmente en América Latina, donde se establecen regulaciones, por ejemplo, en temas
medioambientales y laborales, que exceden la capacidad institucional del país, creando serios obstáculos a su seguimiento y
fomentando la corrupción. El principal motor de la corrupción es la incompatibilidad entre las legislaciones y
regulaciones y la capacidad de las instituciones de seguimiento y control. La responsabilidad del Estado incluye
además la creación y operación efectiva y eficiente de estas instituciones. Y es precisamente en este aspecto institucional
donde hay una diferencia más pronunciada entre España y algunos países de América Latina y es donde más se debe trabajar
en estos últimos.

Pero estas legislaciones, regulaciones e instituciones públicas, son sólo condición necesaria. Ya en el año 23 AC, Quintus
Horatius Flaccus decía que “las leyes sin moralidad son inútiles” («Leges sine moribus vanae). Y en tiempos más
modernos, Earl Warren, expresidente de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos recalcó: “No solamente la ley en
una sociedad civilizada presupone el compromiso ético, presupone la existencia de una amplia área de la conducta humana
controlada solo por normas éticas y no sujetas para nada a la ley.” Las leyes con solo una parte. No se puede ni se debe
regular todo el comportamiento. Las empresas y la sociedad también deben poner su parte, con moralidad y ética.

3.2.Legislación sobre la responsabilidad empresarial

Hay una creencia dentro de algunos gobiernos de que es necesario ir más allá de la regulación de conductas empresariales
que no admiten discrecionalidad y se proponen legislaciones de tipo genérico. En algunos países la legislación es a nivel
nacional (India, que impone un mínimo de “gasto en RSE”) pero lo más común, a nivel nacional, son planes de acción o
estrategias. A nivel de gobiernos subnacionales descentralizados si se han aprobado legislaciones como comentamos más
adelante. Con las mejor de las intenciones, se pretende regular la responsabilidad empresarial, cuando no hay ni
puede haber consenso sobre cuales son las responsabilidades de las empresas ante la sociedad, más allá de definiciones
muy generales. Cada empresa opera en un entorno muy específico lo hace muy difícil que se pueda plasmar en una ley
(ver ¿Cómo interpretar LA definición de la RSE?). La legislación debe entonces ser de tipo tan general que no tenga
mordiente, o muy específica que ponga una camisa de fuerza a las actividades empresariales, penalizando a las que se portan
bien para castigar a las que lo hacen mal.

Ello no obsta para que algunos gobiernos lo hagan. A nivel supranacional esta la disposición de la Unión Europea sobre
diseminación de información no financiera que comentamos en la sección 5 a, que debe ser transpuesta a las leyes
nacionales. [3] A nivel nacional, en España la Ley de Economía Sostenible (4 de marzo del 2011 incluye los artículos 35 y
39 sobre la RSE en general (transparencia, buen gobierno, condiciones laborales, respeto al medio ambiente, etc.) de las
empresas a las cuales aplica esa ley. El Código de Buen Gobierno, aplicable a las empresas que cotizan en bolsas de
valores, también incluye algunas disposiciones (consejo directivo, no discriminación, gestión de la RSE, reportes, etc.),
aunque no son de cumplimiento obligatorio [4].

A nivel subnacional algunos ejemplos son el pionero de la Ley de responsabilidad social empresarial en Extremadura (9 de
diciembre del 2010), la Ley para el fomento de la responsabilidad social de la Comunidad Valenciana (14 de septiembre del
2018) y, en América Latina la Ley de Responsabilidad Social Empresaria de la Provincia de Mendoza (24 de octubre del
2012). Estas leyes suelen establecer algunas obligaciones para las empresas y el mismo gobierno, creación de consejos
asesores, disposiciones para la presentación de información sobre las actividades empresariales y para la promoción,
certificación y premios a la responsabilidad. Más adelante comentamos estos últimos aspectos (el lector interesado en
detalles sobre el contenido de estas leyes y los problemas que pueden conllevar pueden leer el artículo ¿Se debe legislar la
RSE?: El intento valenciano, donde presentamos un análisis crítico de un caso).

4. Agente económico

El Estado es en casi todos los países el agente económico más poderoso y por ende tiene la responsabilidad de dar el
ejemplo en su propia administración de recursos humanos, temas medioambientales, transparencia, etc. y fomentar
prácticas empresariales responsables a través de sus contrataciones y compras.

El Estado no solo maneja la administración pública, uno de los principales empleadores del país, sino que además suele tener
una gran cantidad de empresas e instituciones públicas más o menos autónomas, algunas con fines de lucro. A veces se
piensa que, porque el Estado es el representante de la sociedad, está exento de supervisión y control de sus prácticas
responsables o es menos susceptible de supervisión pública. Muchas veces esto se limita a temas de transparencia. Pero
a pesar de tener un objetivo social, también debe ver sus responsabilidades en el contexto más amplio de ser una
institución. Es cierto que en muchos casos no tiene los conflictos inherentes a las empresas con fines de lucro, entre
beneficios propios y beneficios para la sociedad. Ello no obsta para no exigirle responsabilidades en todos los ámbitos
de su actuación. Y, en este sentido, las empresas públicas, con fines de lucro, no se deben distinguir de las empresas
privadas.

Por ejemplo, el Estado debe establecer políticas de adquisiciones que exijan prácticas responsables a las empresas. Las
políticas de adquisiciones del Estado deben contener criterios de selección, que, si bien prioricen el mejor precio,
también deben incluir criterios de prácticas responsables (laborales, género, medioambientales, corrupción,
transparencia, etc.) en sus proveedores.

La Directiva 2014/24/EU de la Unión Europea permite introducir consideraciones sociales y ambientales en la selección de
proveedores (artículo 67.2). Si bien la evaluación se debe llevar a cabo en base al precio o costo, usando criterios de
costo-eficiencia, puede incluir las relaciones precio/calidad, que podrá incorporar aspectos cualitativos, sociales y
ambientales. Es posible, además, favorecer proveedores que emplean personas en situación de desventaja (párrafo 36),
requerir que sus productos tengan certificaciones sociales y ambientales (párrafo 75) y las condiciones del cumplimento del
contrato de adquisición pueden incluir medidas para la promoción de igualdad de condiciones laborales, la conciliación del
trabajo y vida familiar y la protección del medio ambiente (párrafo 98). Esas disposiciones permiten incorporar criterios
responsabilidad en las adquisiciones, pero no obligan a hacerlo. Para tener vigencia en cada país, se debe transponer
la Directiva en las leyes nacionales, y es así donde podría hacerse la inclusión de estos criterios como obligatoria. En
América Latina no existe una institución supranacional que regule estas contrataciones y adquisiciones y se deberán observar
las legislaciones nacionales, pero la directiva europea puede servir de modelo.

Y como agente económico tiene la responsabilidad de usar los recursos públicos para garantizar la justicia social, por
lo que debe velar por el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa, ya sea a través de la redistribución de la
riqueza, vía los impuestos, o a través de las instituciones que velan por esa justicia. En este sentido, como ya hemos
comentado, el Estado tiene la responsabilidad de hacer una utilización eficiente y efectiva de los recursos que maneja. Mal
puede pedir a las empresas que paguen todos los impuestos que tocan, puntalmente, si no los utiliza de la mejor
manera posible.

5. Promotor de prácticas responsables

5.1.Promoción vía facilitación

Aparte de dar el ejemplo, el Estado también juega un papel fundamental en la promoción de prácticas responsables en el
resto de las instituciones, tanto privadas como en la sociedad civil. La principal actividad que puede desarrollar es la
contribuir a la educación, conocimiento y difusión de las prácticas responsables. Por ejemplo, puede promover la
creación de asociaciones de empresas privadas para que intercambien experiencias, promover la enseñanza en las escuelas y
universidades públicas y crear mecanismos de difusión como por ejemplo un portal de internet con los recursos accesibles en
el país y buenas prácticas relevantes de otros países. También puede promover y participar en eventos y publicaciones de
difusión, preparación y diseminación de buenas prácticas.

Para llevar a cabo estas actividades no se debe descartar la creación de una institución especializada que promueva y
difunda las prácticas responsables en el mismo sector público y en las empresas privadas y que promueva el diálogo
entre las partes y con la sociedad civil. Si se crea, debe ser una institución con responsabilidades medibles y con rendición
de cuentas (accountability), con actitud proactiva. En algunos países se han creado Consejos Asesores, que son un buen
comienzo, pero que pueden ser insuficientes, al caer en actitudes pasivas. El Consejo Estatal de Responsabilidad Social de
las Empresas, CERSE, de España es un buen ejemplo de cómo no hacerlo (ver Promover la RSE en España). Un buen
ejemplo es el Consejo Asesor de Responsabilidad Social de Costa Rica. [5]

Una responsabilidad destacable de promoción se refiere al estímulo u obligación del reporte de las prácticas responsables
de las empresas ya que vía el reporte se le proporciona información a la sociedad para que esta también ejerza su
responsabilidad de exigir responsabilidad a las empresas y se promuevan las prácticas responsables. De la misma manera,
también debe ser responsabilidad del Estado reportar sobre sus actividades, lo que comentaremos más adelante.

Hay un gran debate sobre la obligatoriedad o voluntariedad del reporte (ver Obligatoriedad del reporte de sostenibilidad:
¿Bajo qué condiciones?). Como todo, la obligatoriedad tiene ventajas y desventajas, pero lo cierto es que el gobierno y sus
instituciones (por ejemplo, las Comisiones de Valores) no pueden permanecer indiferentes al tema, por lo menos para las
grandes empresas. El gobierno puede facilitar el proceso produciendo guías de aplicación voluntaria para el reporte,
teniendo en cuenta los lineamientos que ya existan a nivel global.

Sobre esto, la Directiva 2014/95/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de octubre de 2014
estableció requerimientos para el reporte de información no financiera y de diversidad (protección del medio ambiente,
responsabilidad social y trato a los empleados, respeto a los derechos humanos, anticorrupción y soborno y diversidad en los
Consejos) para las más grandes empresas (unas 6.000), que fue transpuesta a la legislación española en un Real Decreto Ley
18/2017 del 24 de noviembre, publicado en el Boletín Oficial del Estado. De nuevo, en los países de América Latina no hay
instituciones supranacionales que se preocupan por estos temas y dependen en su mayor parte de la voluntariedad de las
empresas, los requerimientos de las bolsas de valores, para aquellas que cotizan y de las demandas de los stakeholders con
poder.

El Estado también puede promover prácticas responsables participando en iniciativas supranacionales, como por
ejemplo los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Obviamente que todas
estas actividades del sector público en la promoción de prácticas responsables debe ser coordinada con los esfuerzos de
organismos e instituciones multinacionales o multilaterales que también producen guías para el comportamiento, en
especial aquellas relacionadas con la regulación voluntaria, las regulaciones internacionales que no adquieren el carácter de
ley en los diferentes países, como por ejemplo las Guías para Empresas Multinacionales de la OECD y las iniciativas
multinacionales sobre corrupción y evasión y elusión fiscal, o los estándares de reporte del Global Reporting Initiative, GRI,
los lineamientos de reporte integrado del International Integrated Reporting Council.

5.2.PROMOCIÓN VÍA LEGISLACIÓN

En algunos casos excepcionales la promoción de la responsabilidad empresarial se plasma en legislaciones como las
mencionadas arribas, aunque lo más común es hacerlo como parte de las actividades normales de alguna institución
gubernamental, a veces incluida como parte de Planes o Estrategias nacionales o subnacionales. En el caso de promoción
vía legislación el gobierno adquiere un compromiso más firme de hacerlo, exigible por la ciudadanía, lo que requiere
que el gobierno informe debidamente de sus actividades y sus resultados, lo cual no tiene buenos precedentes.

5.3.PROMOCIÓN VÍA PREMIOS, CERTIFICACIONES E INCENTIVOS

Con la mejor de las intenciones son muchos los gobiernos que organizan premiaciones a las prácticas responsables de
las empresas. Se pretende estimularlas tanto vía el deseo de ganar el premio, con la publicidad y posible impacto
reputacional que ello conlleva, como para ser imitadas como buenas prácticas con efecto demostrativo. Lamentablemente
estos premios, tanto por parte de instituciones independientes como de gobiernos conllevan muchos riesgos y no es fácil
otorgarlos con efectividad. Muchas veces se premia la calidad de la información presentada, que no es verificada, y las
buenas intenciones, más que lo que se debería premiar que es el impacto que han tenido esas prácticas responsables y
su sostenibilidad en el tiempo, no deben ser efímeras(para una extensa discusión de estos potenciales problemas ver Como
no otorgar premios de responsabilidad empresarial).

Igualmente, para estimular prácticas responsables, algunos gobiernos promueven y, en el peor de los casos, la hacen ellos
mismos, una certificación de la responsabilidad de las empresas. Ello les otorga a las empresas un “certificado de buena
conducta”. Esto tiene los mismos riesgos de los premios mencionados, con el agravante de que la certificación es percibida
como más permanente y más amplia. No es solo una práctica la que se premia, se certifica la “responsabilidad” de la
empresa, estimulando la percepción de que es “totalmente” responsable. Y la práctica nos ha demostrado que empresas
que son calificadas como socialmente responsables siempre tienen algunas actividades calificables como
irresponsables. Esto conlleva también un riesgo moral y de conflicto de intereses para los gobiernos al aparecer que
favorecen a algunas empresas, que les otorgan su respaldo como representantes de la ciudadanía. Ni las certificadas son
totalmente responsables, ni las no certificadas son irresponsables.

En muchos estudios se ha demostrado que los incentivos para portarse bien pueden resultar contraproducentes. Al principio
de su introducción parece que funcionan, que estimulan el comportamiento responsable, pero a la larga se desarrolla la
creencia de que portarse bien es algo excepcional, cuando debe ser lo normal. ¿Por qué deben los gobiernos
incentivar a las empresas para que cumplan con su responsabilidad ante la sociedad? A largo plazo es más efectivo un
programa de desincentivos a la irresponsabilidad, por ejemplo, la diseminación de prácticas empresariales irresponsables
demostrables para que la sociedad actúe. ¿Son efectivas las publicaciones de listas de deudores morosos o de evasores
fiscales? [6].

Y algunas legislaciones promueven prácticas responsables a través de ayudas o subsidios financieros a algunas prácticas,
como por ejemplo al uso de energía renovable o la contratación de personas en desventaja social (puede ser más efectivo
apoyar a las organizaciones de la sociedad civil que gestionan el tema que a las empresas con fines de lucro) . Este tema
debe manejarse con suma cautela, por las razones mencionadas arriba sobre la adicción a los incentivos. En este caso con
el problema adicional del impacto sobre las finanzas de los gobiernos, que es muy posible que en caso de restricciones
presupuestarias deban eliminarse, creando incertidumbre e impactos negativos en las empresas. Existen usos alternativos de
estos recursos fiscales que pueden tener mayor efectividad. La alternativa mencionada arriba de favorecer a las
empresas responsables a través de las compras públicas responsables es fiscalmente más neutral y puede ser más
efectivo en el largo plazo.

6. Rendición de cuentas con responsabilidad (accountability)

Así como la sociedad y algunos gobiernos exigen a las empresas que reporten sobre sus actividades, el sector público
también tiene esa responsabilidad, aunque no se le exige de forma sistemática. Esta responsabilidad es aún mayor, no
solo porque ostenta el mayor poder del país (con el poder vienen responsabilidades) y se lo exige a otros, sino además
porque gestiona los recursos que pertenecen a la sociedad. Esta rendición de cuentas sobre la eficiencia y efectividad de la
gestión de los recursos no está muy arraigada. A veces lo hacen ante los Congresos, pero suele ser un reporte sobre la gestión
presupuestaria, en que se gastó cuanto, más que sobre los logros e impacto de los recursos utilizados. Y la alternativa de
pedirlo a la hora de las elecciones no es efectiva. En esos momentos la preocupación se centra en discusiones políticas, y nos
dicen lo que quieren como quieren. Hoy por hoy es muy difícil evaluar la efectividad y eficiencia del gobierno.

Anta la generalizada escasez de estos recursos la ciudadanía debería exigir la aplicación a los gobiernos de los mismos
estándares de transparencia que exige a las empresas. Pero no hay mecanismos para organizar a la ciudadanía a que lo exija.
Dependerá de la iniciativa de los gobiernos. La rendición de cuentas con responsabilidad (accountability) puede parecer
una utopía, pero no deja de ser una de las responsabilidades del sector público. [7]
En este sentido es destacable que la ley valenciana de RSE establece
que “………se avanzará en la reducción y/o supresión de las cargas
Recordemos que la principal
administrativas, la racionalización y simplificación de los
responsabilidad de la procedimientos administrativos, para dotarlos de mayor celeridad,
administración pública es la eficacia y eficiencia en su gestión, de acuerdo con los principios de
buena administración……”. Sería altamente recomendable que en la
utilización eficiente de los
memoria anual que se ofrece en la ley el foco fuera en los resultados
recursos de los contribuyentes y logrados en este objetivo, más que en la descripción de las
demás recursos que están bajo actividades llevadas a cabo.

su control.
En resumen

El sector público tiene responsabilidades ante la sociedad que van más allá de proporcionar efectiva y eficientemente los
servicios públicos que son su responsabilidad natural (educación, salud, infraestructuras, servicios públicos, defensa,
protección ciudadana, administración de justicia, redistribución de ingresos, etc.). Su primera y más importante
responsabilidad es la gestión de los recursos públicos de forma efectiva y eficiente, con transparencia y accountability.
También debe establecer entornos favorables para que estas empresas contribuyan al desarrollo económico y social y al
bienestar de la sociedad. Pero debe proteger a la sociedad de los potenciales abusos de las empresas, a través de
regulaciones y legislaciones efectivas, como representante que es de la sociedad. Debe promover las prácticas
responsables en las empresas sin tener que acudir a subvenciones financieras. Y los gobiernos deben dar el ejemplo a
través de su propio comportamiento responsable, en su función de agente económico de gran envergadura.

Imagen: Foto de comida creado por benzoix – www.freepik.es

[1] Ver mi artículo Responsabilidad de la Sociedad Civil ante la sociedad.

[2] Ver Mis once artículos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la RSE.

[3] Existen demás un gran número de iniciativas supranacionales de aplicación voluntaria. Ver Ecosistema global de
regulación de la responsabilidad de las multinacionales

[4] Ver la serie de artículos donde analizábamos la RSE en el Código de Buen Gobierno.

[5] El suscrito es miembro de uno de gobierno subnacional que se ha reunido físicamente una vez en tres años y virtualmente
nunca.

[6] Un programa de estímulo a la lectura en niños en Nueva York les pagaba un dólar por cada libro leído. El programa en
efecto aumento la lectura, pero cuando cesó, los niños volvieron a su hábitos normales y muchos consideraron que para leer
había que pagarles (ver Sin incentivos no hay paraíso).

[7] A finales del 2016 se presentó un documento de guías para la preparación de informes integrados para entidades del
sector público (Integrated thinking and reporting: Focusing on value creation in the public sector. An introduction for
¿Qué pueden hacer los
gobiernos para promover la
Responsabilidad Social de la
Empresa (RSE)?

Josep M. Lozano
Laura Albareda
Tamyko Ysa
Instituto Persona, Empresa y Sociedad (IPES) ESADE

CIRIEC-ESPAÑA Nº 53/2005 (pp. 53-64)


LOZANO, JOSEP M.; ALBAREDA, LAURA Y TAMYKO, YSA
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1.- ¿Qué pueden hacer los gobiernos para


promover la Responsabilidad Social de la
Empresa (RSE)?

Contestar esta pregunta requiere previamente explicitar desde que perspectiva se habla de la
RSE. Mi enfoque parte del supuesto que la RSE se fundamenta en una visión global de la empresa,
y no se reduce a algún tipo de actividades o iniciativas que la empresa pueda llevar a cabo, por loa-
bles y “sociales” que sean. Consiguientemente, la RSE debe estar integrada en la visión y la estra-
tegia global de la empresa, y los diálogos entre los diversos actores involucrados deben incluir en su
agenda todos estos aspectos.

Matriz conceptual de RSE


Empresas

Sector público Sociedad civil

Visión y Stake- Medio Accounta-


Trabajo Mercado
misión holders ambiente bility

Estrategias

Políticas

Prácticas

Fuente: Marc Vilanova, ESADE.

Desde esta perspectiva cabe entender, en mi opinión, que hoy la RSE haya entrado en la agenda
política de la mayoría de gobiernos europeos y de otros países. Los gobiernos se enfrentan, pues, a
un desafío social importante: están dando respuesta al nuevo papel de la empresa en el actual pro-
ceso de desarrollo económico y a los consiguientes retos sociales y medioambientales que se plan-

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¿QUÉ PUEDEN HACER LOS GOBIERNOS PARA PROMOVER LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE
LA EMPRESA (RSE)? 55
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tean. Además, la Comisión Europea pide que estas políticas nacionales de RSE estén en consonan-
cia con las políticas comunitarias y los estándares y códigos internacionales.

Muchos gobiernos europeos han empezado a desarrollar y a diseñar acciones y políticas guber-
namentales en el marco de la RSE. En general, los gobiernos no han adoptado políticas de obligato-
riedad de la RSE, sino que han potenciado la dinamización, la facilitación de políticas que favorezcan
la RSE, el desarrollo de estándares y las prácticas de información que promuevan la RSE y la crea-
ción de espacios de diálogo y partenariado. En estos roles, los gobiernos y las administraciones públi-
cas tienen un papel fundamental, difícilmente sustituible.

En el contexto europeo, no hay duda de que el Libro Verde "Fomentar un marco europeo para la
responsabilidad social de las empresas" y la ulterior Comunicación "La responsabilidad social de las
empresas: una contribución empresarial al desarrollo sostenible" publicados por la Comisión Europea
se han convertido en la referencia cuando se trata de enfocar esta cuestión1 La Comisión Europea
define la RSE como "la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones socia-
les y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores"
(Comisión Europea, 2001). La manera como la Comisión ha planteado esta cuestión subraya dos
aspectos: el qué y el cómo. En lo que respecta al qué, ha puesto énfasis en el hecho de que las empre-
sas deben asumir compromisos sociales y medioambientales en sus actuaciones; en cuanto al cómo,
ha puesto el acento en la voluntariedad.

Pero la acción de los gobiernos en relación con la RSE es indisociable de su respuesta a algunos
de los principales retos actuales. Porque, cada vez más, el auge de la RSE se vincula con los retos
generados por la globalización económica; con la crisis y los cambios del estado de bienestar; con la
búsqueda de nuevas formas de gobernanza; con nuevas relaciones entre los gobiernos y otros acto-
res sociales; y con la emergencia de nuevas demandas sociales. Se trata de asumir que la gobernanza
social en nuestro mundo interdependiente pide, al mismo tiempo, una nueva visión de la contribu-
ción de las empresas a la sociedad, una nueva relación entre los actores políticos y los empresariales,
y la capacidad de desarrollar un diagnóstico y una perspectiva compartidos acerca de cuáles son los
principales retos de nuestras sociedades que permitan contextualizar esa visión y esa relación.

En la aproximación a la RSE que se hace en cada país se condensan varios elementos: la estruc-
tura política e institucional; el estilo y la organización de los procesos políticos; la estructura social;
la intensidad con que se asume la actitud de voluntariedad; la manera como se describe el papel de
las empresas en el ámbito local y nacional; el papel que juegan las ONG y las asociaciones ciudada-
nas en la sociedad; las características del sistema educativo y de los valores que se transmiten en

1.- De todos modos, al hacer alusión a este docu-mento, a menudo se olvida que previamente se formuló el am-bicioso objetivo estratégico
de la Unión Europea establecido en la Declaración final de Consejo Europeo de Lisboa (marzo 2000): "convertir la Unión Europea en 2010 en
la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer eco-nómicamente de manera sostenible con más y mejor
ocupación y con mayor cohesión social".

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LOZANO, JOSEP M.; ALBAREDA, LAURA Y TAMYKO, YSA
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él; lo que se espera de los líderes; las tradiciones históricas. Todo ello hace que sea cada vez más
necesario que las empresas y los países tengan una clara conciencia de la necesidad de elaborar
su propia aproximación a la RSE. Esto hace que la RSE no se refiera ya simplemente a las relaciones
entre empresa y sociedad, sino que se configure como una manera de repensar el papel de la empresa
en la sociedad, incorporando como elemento vertebrador una perspectiva de gobernanza y sosteni-
bilidad.

De todo lo expuesto hasta aquí se infiere que pensar solo a partir del dilema "legislación: ¿sí o
no?" cuando nos preguntamos qué se puede hacer desde los gobiernos para impulsar la RSE es pro-
pio de un reduccionismo empobrecedor y estéril. La legislación no es más que un elemento posible,
entre otros, y, en muchas situaciones, ni siquiera el más útil ni el más importante. Lo que hace falta
es enmarcarla en una perspectiva política. Especialmente si, al hablar de RSE, tomamos como ele-
mentos de referencia las dos palabras clave que aparecen en los subtítulos de los documentos de la
Comisión Europea: fomentar (desde la perspectiva de las instituciones políticas), y contribución (desde
el mundo empresarial). Porque, en este punto, ni solo las empresas ni solo los gobiernos, cada uno
por su cuenta, podrán tener éxito. Al contrario, el éxito para empresas y gobiernos estriba en su pro-
gresiva capacidad para afrontar conjuntamente, cada uno desde su especificidad institucional, el desa-
rrollo de la RSE.

Gobierno

Ausencia de estrategia Fomentar la RSE

Ausencia
de Falta de iniciativas Iniciativas públicas
estrategia unidireccionales
de control
Empresa
Contribuir
al desarrollo Iniciativas Visión compartida
de marcos empresariales Iniciativas públicas
de RSE individuales de facilitación y
combinación de recursos
(diálogo, partenariado y redes)

Fuente: Josep M. Lozano, ESADE.

En lo que se refiere a los roles de los gobiernos en materia de desarrollo de la RSE, resulta muy
significativo el mapa publicado por el Banco Mundial. Los autores describen la posible adopción, por
el sector público de cuatro roles: obligar, facilitar, colaborar y promocionar. La siguiente matriz nos
brinda una visión de conjunto a partir de una combinación de iniciativas y roles.

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Funciones del sector público


Obligar Legislación de obligación y control Regulación e inspección Sanciones e incentivos legales y
fiscales

Facilitar Legislación facilitadora de actuaciones Creación de incentivos Capacitación


Apoyo financiero Aumento de la concienciación Estimulación de mercados

Colaborar Combinación de recursos Implicación de stakeholders Diálogo

Promocionar Apoyo político Difusión y reconocimiento

Fuente: Banco Mundial.

2.- Las actuaciones de los gobiernos europeos


en la RSE: análisis comparado

En la Unión Europea existen distintos modelos de aproximación desde las políticas públicas a la
RSE. Cada país ha ido orientando la RSE hacia los temas sociales o medioambientales más ade-
cuados según su proceso de desarrollo del estado del bienestar, y en función de la relación existente
entre la empresa, el gobierno y la sociedad civil. Es necesario resaltar, desde esta perspectiva que
la elaboración e implementación de políticas públicas de RSE no solo se entiende en la relación tra-
dicional de la acción de los gobiernos (administraciones públicas) hacia el sector privado (empresas)
sino que implica hoy a todos los actores sociales: sector público, sector privado, sociedad, y espe-
cialmente las intersecciones entre todos ellos, en una perspectiva relacional.

Así pues, para analizar las políticas públicas de RSE hay que tener en cuenta a los actores invo-
lucrados y sus contextos y, más en concreto:

• Los perfiles y modelos de actuación adoptados por los gobiernos.


• Los programas y políticas públicas.
• Los discursos que los gobiernos han elaborado sobre el concepto de RSE atendiendo a la difu-
sión, los medios y los organismos utilizados.
• La incorporación de la RSE en la estructura organizativa.

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LOZANO, JOSEP M.; ALBAREDA, LAURA Y TAMYKO, YSA
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3.- Modelos de políticas públicas de RSE en


Europa

La aplicación de esta aproximación relacional y estratégica nos ha permitido analizar las iniciati-
vas gubernamentales.2 Este análisis ha concluido con la identificación en los países de la UE-15 de
cuatro modelos de actuación gubernamental en el ámbito del desarrollo de políticas públicas de pro-
moción de la RSE. Como resultado, proponemos una denominación que nos puede dar una clave
de lectura de cada modelo. Cada denominación pone de manifiesto una perspectiva dominante, pero
no excluyente de las demás.

El modelo Partenariado

Utilizamos la denominación de partenariado para referirnos a la forma de diseñar e implementar


políticas públicas de RSE propia de los países nórdicos y escandinavos (Dinamarca, Suecia y
Finlandia), a los que añadimos los Países Bajos. Estos países cuentan con una larga experiencia en
gestión ambiental, a la que se ha añadido el componente de RSE, y una favorable tradición histórica
de negociación social, en la que la relación entre Gobierno y empresa se contempla como positiva e
incluye aspectos de colaboración. El modelo nórdico, que entronca con una dilatada trayectoria que
muestra preferencia por los acuerdos cooperativos y el consenso entre diferentes tipos de organiza-
ción, se caracteriza, principalmente, por el empleo de la herramienta del partenariado y por la crea-
ción de un ámbito público compartido. En última instancia, el impulso de la adopción de partenariados
público-privados se puede interpretar como resultado de la cultura política escandinava, en la que múl-
tiples proyectos de investigación ponen énfasis en la cooperación, el consenso y la participación.

Según la tradición política de la mayoría de los países nórdicos durante el pasado siglo, los pro-
blemas sociales forman parte de las competencias fundamentales de los gobiernos y, como tales, son
considerados una cuestión básica que deben resolver sus políticas. Fruto de estos valores subya-
centes a la vocación político-social, estos países han desarrollado, a lo largo del siglo XX, un amplio
y completo Estado del bienestar. En este marco, las políticas sociales se han dirigido, desde la década
de 1950, al desarrollo de coberturas y servicios sociales. Asimismo, en la última década del siglo XX,
los gobiernos empezaron a considerar la importancia de los actores económicos, sobre todo de las
empresas, en la dinamización y resolución de los problemas sociales. Por tanto, podemos afirmar que,
para los gobiernos que se identifican con este modelo, el cambio hacia la RSE implica, sobre todo, un
cambio de actitud por parte de los actores sociales (empresas, sindicatos y organizaciones sociales)
para asumir su corresponsabilidad en el desarrollo de una sociedad más inclusiva, con un mercado

2.- Hemos presentado con detalle el resultado de una amplia investigación sobre esta temática en LOZANO, J.M.; ALBAREDA, L.; YSA, T.;
ROSCHER, H.; MARCUCCIO, M. (2005): Los gobiernos y la responsabilidad social de las empresas. Barcelona: Granica

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¿QUÉ PUEDEN HACER LOS GOBIERNOS PARA PROMOVER LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA
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laboral dinámico e integrador. Para estos gobiernos, todos los actores se hallan implicados en la cons-
trucción de nuevas políticas y acciones de RSE que favorezcan el desarrollo de una sociedad más
equitativa.

Por otra parte, para muchas empresas ya involucradas en el contexto social, ser socialmente res-
ponsables, en determinados casos, es inherente a su forma de hacer negocios. Las iniciativas socia-
les son, a menudo, implementadas de manera informal, e incluso implícita, como respuesta a las
expectativas y demandas locales. Los contextos nacionales definen un marco donde los actores públi-
cos y privados se hallan directamente implicados en el proceso de creación de políticas públicas y
establecen partenariados para la responsabilidad social. El partenariado es considerado como una
herramienta innovadora _y también la principal_ para resolver problemas sociales difíciles. Asimismo,
se implica en gran medida a los gobiernos locales, responsables de la canalización de la formación de
partenariados, favoreciendo de esta manera la idea de corresponsabilidad social entre administra-
ciones, empresas y organizaciones sociales. El fomento de los partenariados se convierte así en el
eje central de las políticas públicas de promoción de la RSE en estos países. De hecho, en el contexto
danés, los partenariados locales intersectoriales son prácticamente inseparables del concepto de RSE.

Una de las políticas comunes consiste en poner el énfasis en una buena información sobre RSE
por parte de las empresas, respetando los principios de transparencia sobre los aspectos sociales. Es
el propio consumidor quien concede más importancia a la producción socialmente responsable; en los
Países Bajos, por ejemplo, se aboga por la inclusión de una etiqueta para evitar la confusión. Otro fac-
tor diferenciador del modelo, es la asunción por las autoridades de que deben predicar con el ejem-
plo. En resumen, se plantean las políticas públicas de RSE en el marco de los asuntos sociales y la
inserción sociolaboral. Se implica de forma muy importante a los gobiernos locales, que canalizan la
formación de partenariados, favoreciendo el concepto de corresponsabilidad social entre administra-
ciones, empresas y organizaciones sociales.

El modelo Empresa en la Comunidad

En este modelo incluimos a los países anglosajones: el Reino Unido e Irlanda. El concepto de busi-
ness in the community se refiere al modo que tienen los gobiernos y las sociedades que nos ocupan
de entender el papel de la empresa en la sociedad, en especial, en lo referente a la resolución de los
retos sociales y al papel de la empresa en el desarrollo comunitario. El gobierno británico ha sido
uno de los gobiernos más innovadores en el desarrollo de su politica de RSE, en la medida que plan-
tean la RSE como algo vinculado a los principales retos de gobernanza social.

La RSE se originó en el Reino Unido e Irlanda en las últimas décadas del siglo XX, como respuesta
a los déficit de gobernanza social que aparecieron tras las crisis económicas que afectaron a la eco-
nomía de los países industrializados y que comportaron el cierre de empresas y, como consecuencia,
importantes problemas de exclusión social. Ambas sociedades tuvieron que hacer frente a importan-

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LOZANO, JOSEP M.; ALBAREDA, LAURA Y TAMYKO, YSA
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tes problemas de exclusión social y empobrecimiento de centros urbanos y zonas rurales, así como
a procesos de degradación medioambiental. Además, la crisis económica repercutió en el Estado de
bienestar y se manifestó en un declive de los servicios sociales ofrecidos por las administraciones
públicas. Para responder a estos retos sociales, los gobiernos buscaron soluciones innovadoras a tra-
vés de la implicación de todos los agentes sociales, sobre todo de las empresas. De esta forma, se
crearon redes empresariales y proyectos de partenariado público-privado que potenciaban la RSE.
Se trataba de involucrar a las empresas en proyectos sociales de inversión en la comunidad.

El concepto de business in the community responde a la idea de que las empresas tienen un papel
fundamental en el desarrollo económico de la comunidad en la que están implantadas y en la lucha
contra la exclusión social y el empobrecimiento. En el Reino Unido e Irlanda, los gobiernos y las pro-
pias empresas usan habitualmente conceptos como "invertir en la comunidad", "implicación en la comu-
nidad", "estrategias de regeneración de zonas desfavorecidas" y "compromiso con la comunidad" para
definir su aportación al desarrollo social y comunitario.

La propuesta de responsabilidad empresarial tuvo un impulso inicial en el marco de la contribu-


ción de las empresas al desarrollo sostenible a través de nuevas políticas públicas de gobernanza
social. En lo que se refiere a la gestión empresarial, los gobiernos parten de un enfoque de volunta-
riedad de la RSE: las empresas pueden integrar iniciativas de RSE en su práctica comercial y en la
gestión empresarial de forma voluntaria, más allá de los requerimientos legales. No obstante, sobre
todo en el caso del Reino Unido, el gobierno adopta políticas de lo que se conoce como soft inter-
vention para favorecer y promover la actuación de las empresas en el ámbito de la RSE.

Tanto en el Reino Unido como en Irlanda, la acción gubernamental se concibe como promotora,
facilitadora, incentivadora de la RSE, y fomenta los partenariados público-privados. Y en su papel como
facilitadores, estos gobiernos buscan mecanismos que la incentiven, ya sea mediante el desarrollo de
soft regulation para favorecer acciones empresariales de RSE o a través de medidas fiscales.

Otra idea importante en estos países con respecto a la actuación gubernamental en RSE es el
desarrollo de proyectos de partenariado entre el sector público y el sector privado, y también con el
tercer sector. Se trata de resolver conjuntamente problemas vinculados a la exclusión social, a la
pobreza, a la falta de servicios sociales y a la calidad de vida de áreas económicamente desfavore-
cidas. Las empresas colaboran en proyectos de partenariado con los gobiernos locales en la forma-
ción de sus trabajadores, la creación de empresas y en la inversión en áreas urbanas o rurales
desfavorecidas.

Uno de los elementos más importantes de este modelo ha sido, en el caso del Reino Unido, la ins-
titucionalización de un alto cargo gubernamental responsable de RSE: el Minister for RSE. De esta
forma, el Gobierno del Reino Unido ha sido el primero en crear la función de un alto responsable polí-
tico de RSE, un cargo que gestiona un grupo importante de programas y proyectos vinculados a la
RSE que se implementan desde diferentes ministerios. El secretario de Estado para la RSE orienta

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¿QUÉ PUEDEN HACER LOS GOBIERNOS PARA PROMOVER LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA
EMPRESA (RSE)? 61
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los programas vinculados a la RSE y los incorpora en una red transversal sobre RSE de políticas y
proyectos del Gobierno británico.

El modelo Sostenibilidad y ciudadanía

El modelo Sustainability and Citizenship aborda la RSE desde una perspectiva centrada, sobre
todo, en las empresas consideradas como "buenas ciudadanas". Los países incluídos en este modelo
de RSE _Alemania, Francia, Austria, Bélgica y Luxemburgo_ tienen, por lo general, experiencia en
políticas de desarrollo sostenible, y los gobiernos de estos países se han aproximado a la RSE para-
lelamente a la publicación del Libro Verde de la Comisión Europea. Esta experiencia, centrada bási-
camente en la década los noventa, plantea las actividades de RSE en el marco de la sostenibilidad a
largo plazo. De hecho, en estos casos la sostenibilidad es propiamente la clave del enfoque de los
temas de RSE, más que la RSE propiamente dicha, lo que se resulta comprensible si tenemos en
cuenta que se trata de países con una cierta tradición en lo que atañe a la preocupación por la sos-
tenibilidad tanto desde los movimientos sociales como desde los partidos políticos y los gobiernos.

El concepto de ciudadanía corporativa plantea que las empresas no solo deben ser buenas ciu-
dadanas mediante la transparencia de sus actividades y el cumplimiento de sus deberes fiscales, sino
que deben ir más allá. Asimismo, hace referencia al hecho de que la empresa debe tener un estrecho
vínculo con su entorno local y contribuir a solventar problemas sociales mediante el partenariado con
otros actores de la sociedad. En este sentido, una de las principales características del modelo
Sostenibilidad y ciudadanía es el valor que otorga a los comportamientos socialmente responsables
de las empresas, en tanto que introducen indudables cambios sociales. Por eso, se consideran muy
positivamente los nuevos escenarios sociales que generan las empresas al adoptar políticas de RSE.
En última instancia, la idea clave de este concepto estriba en que las empresas funcionan como ver-
daderos agentes sociales y que la ciudadanía corporativa es la estrategia adoptada para respaldar
sus acciones en este ámbito.

En este modelo, la acción de los gobiernos se basa ante todo en el fomento de la RSE y en la cre-
ación de incentivos que ayuden a las empresas a asumir su responsabilidad social. No obstante, la
aproximación de los gobiernos a la RSE puede tener un carácter voluntario _como en el caso de
Alemania, Austria, Bélgica o Luxemburgo_ o tener un mayor componente normativo, como es el caso
de Francia.

Los países que forman parte del modelo Sostenibilidad y ciudadanía disfrutan en general de un
Estado del bienestar relativamente sólido que, en la década de los noventa, recibió el impacto de la
crisis económica mundial, el incremento de los gastos sociales y las consecuencias del envejecimiento
de la población.

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LOZANO, JOSEP M.; ALBAREDA, LAURA Y TAMYKO, YSA
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El concepto de economía social de mercado responde también a ese principio, pues combina la
libertad económica y personal con la justicia social, de manera que incluye componentes de respon-
sabilidad social. Así, los debates sobre la RSE a menudo tienen su origen en las propias empresas,
que aúnan esfuerzos y crean plataformas para compartir experiencias y expresarse con una sola voz.

Entre los países que incluimos en este modelo, Francia requieren una atención especial. En Fran-
cia, la RSE está muy implantada en las actividades relacionadas con el desarrollo sostenible, que han
recibido el impulso del gobierno francés. Tanto es así que estas actividades parecen estar –compar-
taivamente- más dirigidas por el gobierno, lo que ha derivado en un enfoque en el que tienen un papel
más relevante los aspectos normativos, acorde con lo que parece una orientación más típica del Estado
francés.

El modelo Ágora

Utilizamos la denominación ágora para referirnos a la forma de desarrollar y aplicar las políticas
públicas de RSE propias de los países mediterráneos, entre los que incluimos Italia, España, Portugal
y Grecia. Se trata de países que se han interesado por esta materia recientemente, sobre todo desde
la publicación del Libro Verde y de la Comunicación. Los gobiernos de estos países no habían parti-
cipado en 2001 en el debate abierto por la CE a partir del Libro Verde. Sin embargo, a partir de 2002,
la mayoría de ellos empezaron a incluir en la agenda política las acciones de RSE. Aunque algunos
aún se encuentran en una etapa incipiente, otros, como es el caso de Italia, han empezado a conso-
lidar recientemente su proyecto de RSE.

Hemos dado a este modelo el nombre de Ágora por el hecho de que, en los países mediterráneos,
la aplicación política de la RSE nace de procesos de discusión en los que el Gobierno ha querido impli-
car a empresas, organizaciones empresariales, universidades, organizaciones sociales y sindicatos,
que debaten en grupos de trabajo, junto a los representantes políticos, las acciones que se pretenden
emprender. Este modo de proceder trata de buscar el consenso para generar una acción guberna-
mental que incluya todas las voces y perspectivas sociales.

Precisamente, la creación de comisiones o grupos de trabajo que incorporan un enfoque multis-


takeholder para discutir el concepto de RSE y buscar soluciones consensuadas acerca del papel que
corresponde desempeñar al Gobierno es lo que caracteriza este proceso en los países mediterrá-
neos.3 En definitiva, el modelo Ágora consagra un espacio de debate con cierta dimensión pública.
A diferencia del Foro Europeo Multistakeholder sobre RSE de la CE, estos grupos de trabajo o comi-
siones son creados por los gobiernos en los primeros pasos de la acción gubernamental, antes incluso
de haber definido sus marcos de acción.

3.- En España, Grecia y Portugal se dan procesos similares, a través de la creación de grupos de expertos, comisiones de trabajo o foros.

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¿QUÉ PUEDEN HACER LOS GOBIERNOS PARA PROMOVER LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA
EMPRESA (RSE)? 63
(pp. 53-64)

Los países de este modelo, en general, cuentan con estados del bienestar menos desarrollados
que los del norte de Europa, especialmente en lo que respecta a los servicios sociales. Por otra parte,
al igual que el resto de los países europeos, han recibido el impacto de las crisis económicas y del
incremento del paro y la exclusión social.

El origen del discurso sobre la RSE en los gobiernos mediterráneos hay que buscarlo en la CE
y, en general, en las diferentes iniciativas internacionales, como las líneas directrices para empresas
multinacionales de la OCDE, el Pacto Mundial o los índices de sostenibilidad. Paralelamente, las accio-
nes de RSE empezaron a ser promovidas por las grandes empresas multinacionales. En todos es-
tos países se han creado redes empresariales de RSE y centros de investigación que apuestan por el
desarrollo de la RSE y trasladan este concepto al marco nacional. En definitiva, son estas redes y orga-
nizaciones de la esfera de la RSE las que están construyendo el discurso.

Respecto a los temas que se vinculan a la RSE en cada país, se observa que lo común en España,
Grecia y Portugal se refiere a los temas de carácter social. Es preciso destacar que todos los gobier-
nos, cuando presentan su discurso sobre RSE, inciden en que sus tejidos empresariales están for-
mados por pymes, de manera que uno de los elementos más destacados de su estrategia es la
promoción y el desarrollo de medidas e instrumentos de RSE adecuados a esas empresas.

Modelos de actuación gubernamental en el ámbito del


desarrollo de políticas públicas de promoción de la RSE
en la UE-15

Modelo Característica Países

Partenariado Partenariado como estrategia compartida entre sectores Dinamarca, Finlandia, Países
para la resolución de retos socio-laborales Bajos, Suecia

Empresa en la Políticas de soft intervention para fomentar la implicación de Irlanda, Reino Unido
comunidad la empresa en los retos de governanza de la comunidad
(enterpreneurship y voluntariado).

Sostenibilidad y Versión actualizada del acuerdo social existente e impor- Alemania, Austria, Bélgica,
ciudadanía tancia de una estrategia de desarrollo sostenible Luxemburgo,

Regulador Francia

Ágora Creación de grupos de debate en los queparticipan los dife- España, Grecia, Italia, Portugal
rentes actores sociales para proveer el consenso público
sobre RSE

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4.- Más allá de la relación bilateral gobierno


empresas

En el estado actual de desarrollo de las políticas de RSE en Europa, es conveniente destacar


los siguientes puntos. En primer lugar, en el desarrollo de las políticas públicas sobre RSE es muy
relevante el contexto social, cultural y político de cada país. Los modelos de políticas públicas y RSE
que hemos presentado suscintamente así lo corroboran. El lector familiarizado con la literatura sobre
el desarrollo del Estado del bienestar en Europa habrá detectado similitudes entre los modelos de polí-
ticas públicas y RSE que hemos identificado y las agrupaciones que suelen hacerse en el análisis
de las distintas formas y experiencias del Estado de bienestar. Esta semejanza no nos sorprende, y
menos aún si analizamos con detalle el itinerario que han seguido las propuestas de la Comisión
Europea en el desarrollo de las políticas de RSE.

En segundo lugar, debemos destacar que mientras en unos países las políticas de RSE se han
definido partiendo de los temas sociales y generando una política pública independiente, en otros, la
acción gubernamental para la RSE se ha incorporado a la política nacional de sostenibilidad. En este
sentido, nos parece que la aproximación centrada en la sostenibilidad se enlaza más en la tradición
medioambiental, de las políticas "verdes", centrando los temas sociales bajo el concepto de desa-
rrollo sostenible. En cambio, en otros países, la aproximación de RSE se enlaza más en la tradición
empresa-sociedad y en la relación entre estos actores sociales y las políticas de negociación colec-
tiva. Por lo tanto, la elaboración y el diseño sobre su postura sobre RSE no es solo una cuestión
conceptual sino una opción política.

En tercer lugar, podemos apuntar que existen ciertos elementos que deben tenerse en cuenta en
el momento de analizar y desarrollar las marcos gubernamentales para promover la RSE. La RSE no
debe ser observada como un elemento desvinculado de los grandes retos políticos y económicos
actuales, sino al contrario. De hecho, en algunos casos se presenta a la RSE como respuesta, y en
otros como consecuencia, de los nuevos retos generados por la globalización económica. De esta
forma, la RSE se presenta como respuesta a la crisis del estado de bienestar, como nuevo modelo de
gobernanza o como marco vinculado a la competitividad nacional. Así planteamos el hecho de que
el debate sobre la acción gubernamental en el campo de la RSE no debe plantearse sólo como un
debate sobre políticas públicas, sino que los gobiernos deben incluirlo en un contexto mucho más
amplio, como un debate sobre modelo de governanza, en el marco de la crisis del estado de bienes-
tar y los nuevos retos generados por la economía globalizada. Además, el debate también se plantea
en el marco de las nuevas relaciones entre gobiernos, empresas y sociedad. Al hablar de políticas
sobre RSE estamos hablando, en último término, de unas políticas que no se refieren únicamente al
modelo de empresa, sino también al modelo de país.

CIRIEC-ESPAÑA Nº 53/2005
Documentos y Aportes en Administración
Pública y Gestión Estatal
ISSN: 1666-4124
magadpub@fce.unl.edu.ar
Universidad Nacional del Litoral
Argentina

Gaete Quezada, Ricardo Andrés


APLICACIONES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL A LA NUEVA GESTIÓN PÚBLICA
Documentos y Aportes en Administración Pública y Gestión Estatal, vol. 8, núm. 11, 2008, pp. 35-61
Universidad Nacional del Litoral
Santa Fe, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=337530216002

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APLICACIONES DE LA
2
RESPONSABILIDAD SOCIAL
A LA NUEVA GESTIÓN PÚBLICA

Ricardo Andrés Gaete Quezada (•)


(Universidad de Antofagasta, Chile)

RESUMEN ABSTRACT
El artículo analiza la responsabilidad social como This article examines the corporate social res-
estrategia para que la gestión pública pueda ponsibility as a strategy for governance that can
hacer frente más eficientemente a los desafíos cope more efficiently with the new challenges of
que la globalización y modernización del Estado globalization and modernization of the state pose 35
plantean a los servicios públicos, identificando to public services, identifying elements that allow
elementos que le permitan a la administración del state administration to establish processes more
Estado establecer procesos de interacción más efficient interaction with the environment and
transparentes con el entorno y con los distintos with the various stakeholders. Corporate social
stakeholders. La responsabilidad social corporati- responsibility provides an interesting opportunity
va proporciona una interesante oportunidad para for the state institutions to manage efficiently and
que las instituciones del Estado puedan gestionar ethically its relations with the internal and external
sustentable y éticamente sus relaciones con el environment, giving greater importance to the im-
entorno interno y externo, otorgando mayor impor- pacts the decisions and actions that implement on
tancia a los impactos que tienen las decisiones y the public, through a more transparent and mindful
acciones que implementan sobre los ciudadanos, of the interests of civil society in the development
por medio de una relación más transparente y of its mission.
consciente de los intereses de la sociedad civil
en el desarrollo de su misión.

PALABRAS CLAVE: KEY WORDS:


responsabilidad social, Nueva Gestión pública, social responsibility, new public management,
modernización del Estado, participación ciudadana, modernization of the State, citizen participation,
rendición de cuentas. accountability.

RECEPCIÓN: 01/09/08
(•)
E-mail: rgaete@uantof.cl ACEPTACIÓN FINAL: 21/05/09
36 1 INTRODUCCIÓN
El artículo analiza las aplicaciones y beneficios que el concepto de res-
ponsabilidad social ofrece a la nueva gestión pública, para responder en
forma adecuada a las necesidades y exigencias que la sociedad civil plantea
actualmente a las instituciones del Estado. Ello le exige a este último asumir
un comportamiento socialmente responsable tanto en el ámbito interno como
externo, de manera de alcanzar así un nivel de “calidad ética sustentable”1
y acorde a los nuevos desafíos que deben enfrentar los servicios públicos a
nivel mundial.
Habitualmente, el concepto de responsabilidad social ha sido circunscrito a
las acciones que emprenden las empresas, refiriéndose en especial a los efectos
e impactos que dichas acciones puedan tener en el entorno de las mismas.
Sin embargo, la responsabilidad social tiene una aplicación muchísimo
más amplia, que abarca no sólo el ámbito externo de una organización si-
no que también al interior de la organización, en cada acción, actitudes y
comportamientos de las personas en el ejercicio de sus funciones habituales,
como un valor en la cultura organizacional.
El enfoque de responsabilidad social corporativa plantea la necesidad de es-
tablecer una gestión organizacional basada en principios y valores que permitan
desarrollar una relación ética y transparente con los actores internos y externos
que posee una organización. Tal relación se expresará en una preocupación
permanente por los impactos generados en virtud de las actividades y propósi-
tos principales declarados en su misión y visión, retroalimentando a todos y
cada uno de los sistemas de gestión de una institución.
Por otra parte, la reforma del Estado y de la administración pública ha
desarrollado importantes procesos modernizadores de la gestión pública,
incorporando numerosas técnicas de gestión desde el ámbito privado, además
de realizar inversiones considerables en equipamiento, infraestructura y ca-
pacitación de los funcionarios.
Lo anterior, con el propósito de generar los cambios necesarios para adaptar
el trabajo que realizan los servicios públicos a las necesidades y crecientes
demandas de la ciudadanía, que aspira encontrar en las instituciones de la
Administración del Estado las respuestas adecuadas a sus problemáticas
desde las perspectivas de calidad, eficiencia y pertinencia de las mismas.
En ese escenario, surge para la gestión pública un desafío adicional como
consecuencia de los procesos de globalización y desarrollo de la sociedad del
conocimiento. Estas ponen de manifiesto en la ciudadanía la necesidad de
que se respeten y atiendan nuevos derechos, tales como la no discrimina-
ción, la equidad, la diversidad, el empoderamiento o la participación. Ello
genera la necesidad para la gestión pública de enfrentar dos nuevos desafíos 37

adicionales: la transversalidad y la intersectorialidad.


De esta manera, los habituales desafíos que debe asumir la gestión pú-
blica de cualquier Estado, en cuanto a la implementación de políticas pú-
blicas que enfrenten eficientemente problemáticas tales como la pobreza,
la delincuencia, el desempleo, la exclusión, la salud o la educación, además
deben incorporar la transversalidad y la intersectorialidad, debido a que estos
dos aspectos son parte de los impactos y condiciones con los cuales se deben
diseñar e implementar las políticas y programas que la gestión pública deberá
ejecutar para responder a las demandas emergentes.
En virtud de lo señalado, utilizando como metodología la revisión y análisis
documental y bibliográfico de los aportes existentes en la literatura, trata de
responder a la interrogante ¿es aplicable el concepto de responsabilidad social
corporativa a la gestión pública de las organizaciones dependiente del Estado?,
identificando a la responsabilidad social como un elemento de gestión clave
para que los servicios públicos y las organizaciones de la Administración del
Estado2 en general, puedan enfrentar de manera eficiente los nuevas desa-
fíos y exigencias que plantean los ciudadanos para el desarrollo de una nueva
gestión pública, capaz de incorporar a su trabajo la gestión de los impactos
sobre sus stakeholders.
2 LA TRANSVERSALIDAD E INTERSECTORIALIDAD COMO CONTEXTO
La aplicación de la responsabilidad social en la nueva gestión pública,
tiene como contexto a los procesos de transversalidad e intersectorialidad que
experimentan actualmente las organizaciones pertenecientes a la Administración
del Estado, como resultado de los procesos de globalización a nivel mundial.
En cuanto a la intersectorialidad de la gestión pública, es necesario que
los servicios públicos “aprendan” a trabajar en coordinación con otras insti-
tuciones estatales, así como también con organismos privados (empresas,
organizaciones ciudadanas), debido a que muchos servicios públicos desa-
rrollan su función con carácter privativo y monopólico, lo que desde un punto
de vista cultural y a veces práctico dificulta la interacción con otro tipo de
organizaciones.
Lo anterior impide la generación de redes o procesos de coordinación con
otras instituciones, fomentando una cultura de aislamiento y descoordina-
ción, duplicando en ocasiones los esfuerzos y recursos de forma innecesa-
ria, generando insatisfacción de los ciudadanos con dicho accionar de los
servicios públicos, concentrándose mayormente en “hacer valer su mandato
legal” frente a otras instituciones públicas y privadas, en lugar de encadenar
la participación de múltiples actores, enfoques y recursos en la satisfacción
38 de las necesidades ciudadanas.
En este sentido, la responsabilidad social aporta importantes beneficios y
avances mediante una adecuada gestión de los stakeholders, proporcionando
a los servicios públicos herramientas y aportes en su relación con otras
organizaciones, los ciudadanos e incluso con sus propios funcionarios.
Respecto de la transversalidad de la gestión pública, sin lugar a dudas
que la ciudadanía en general ha cambiado, tanto en su composición como
en sus aspiraciones y demandas: igualdad de género, consideración de los
colectivos desfavorecidos (inmigrantes, discapacitados u homosexuales), no
discriminación, la equidad, la diversidad, el empoderamiento o la participación,
entre otras nuevas demandas que deben ser incorporadas como variables a
los procesos de gestión pública.
En ese escenario, el modelo de responsabilidad social aporta importantes
elementos que permiten desarrollar una adecuada y eficiente “gestión
relacional” con diferentes grupos de interés, quienes plantean sus demandas
desde diferentes perspectivas que hacen necesaria la elaboración de una
agenda de trabajo amplia para la generación de buenas prácticas, incorporando
en los objetivos de la gestión pública una mayor flexibilidad organizativa para
adaptarse a los cambios que ha sufrido la sociedad civil en general, tanto
desde la perspectiva cultural, social, política e intelectual.
3 LA RESPONSABILIDAD SOCIAL COMO ELEMENTO DE GESTIÓN
Más de un siglo ha transcurrido desde que en 1899, Andrew Carnegie
estableciera en su libro El evangelio de la riqueza lo que hoy se considera como
uno de los primeros pasos del concepto de responsabilidad social, basado en
los principios de caridad y custodia. Carnegie desarrolló una marcada actividad
benéfica, lo que más tarde le significó el reconocimiento internacional como
uno de los filántropos más importantes del mundo (Stoner 1996).
De acuerdo con Raúl Etcheverry, la responsabilidad social:

es originaria del mundo anglosajón y no necesita ser identificada con la teoría


civil de la responsabilidad, una característica de la metodología Romano-
Germánica de la ley (…) ha estado en uso desde los años 60, especialmen-
te en países de la cultura anglosajona, ha sido solamente durante la
década pasada en que las reflexiones sobre la relación entre sociedad y
la corporación ha ganado importancia extraordinaria dentro del ambiente
intelectual dominado por discusiones y crítica sobre las consecuencias
sociales relacionadas con la globalización. (Etcheverry 2005:497-498)

Para Murillo (2007:208) la génesis de la responsabilidad social aplicada a


las empresas, se remonta a los años cincuenta del siglo XX, identificando dos 39

maneras distintas de entender el modelo de economía de mercado como las


razones que han originado la preocupación por el comportamiento socialmente
responsable de las empresas: “por un lado Estados Unidos con un sistema
económico menos intervencionista pero donde la necesidad de dar unas
pautas de conducta ética a las grandes empresas ya se hizo evidente y por
el otro lado el bloque europeo con un modelo de interrelación entre empresa
y sociedad más estrecho pero que también ha sufrido crisis importantes”.
Sin embargo, Camacho et al (2005:29) ubican los inicios del concepto de
responsabilidad social a comienzos del siglo XX aproximadamente por el año
1920, donde este concepto “se entendía como filantropía empresarial o como
acción caritativa con un tono demasiado paternalista”, destacado que ciertas
prácticas como la caridad o la beneficencia no son negativas en sí mismas, pero
que de alguna manera podrían prestarse para confusión de un comportamiento
socialmente responsable basado solamente en este tipo de prácticas, como
legitimadoras por otro lado de un ineficiente cumplimiento de las funciones
esenciales de cada organización descritas en su misión institucional.
Al analizar el concepto de responsabilidad social en mayor profundidad,
nos encontramos con lo planteado por Fernández quien, citando a Sethi
y Boatright, señala que el concepto de responsabilidad social corporativa
predominante en la actualidad hace referencia a “la asunción de la obligación
de llevar el comportamiento corporativo a un nivel superior en el que sea
congruente con las normas, valores y expectativas sociales existentes y no
sólo con los criterios económicos y legales” (Fernández 2005:4)
De igual manera, María Emilia Correa, investigadora de ILPES-CEPAL, citando
al World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), señala que
la responsabilidad social “es el compromiso que asume una empresa para
contribuir al desarrollo económico sostenible por medio de colaboración con
sus empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en pleno, con
el objeto de mejorar la calidad de vida” (Correa 2004:15).
La misma autora identifica cinco grandes áreas de la gestión de una
organización (específicamente empresas para la investigación de la autora),
en donde pueden realizarse evaluaciones del comportamiento socialmente
responsable de las organizaciones:
• Ética, valores y principios
• Derechos humanos, trabajo y empleo
• Gobernabilidad corporativa
• Impactos sobre el medio ambiente
• Relaciones con los proveedores
40

Además, de acuerdo con Moreno (2006:191) el concepto de responsabilidad


social corporativa establece algunas implicaciones de importancia:
1) Su aplicación es voluntaria no impuesta por imperativo legal alguno, aun
cuando el punto de partida del comportamiento socialmente responsable es
el escrupuloso cumplimiento de la ley, las buenas prácticas a que da lugar
la responsabilidad social sobrepasan las exigencias legales.
2) Demanda la atención equilibrada de las necesidades e intereses de
todos los stakeholders de la organización y no solamente de aquellos que
tienen el carácter de accionistas.
3) La relación con los stakeholders aludida anteriormente exige a la or-
ganización aplicar el concepto de responsabilidad social a todas las activida-
des de la organización de manera integral. (financiera, productiva, comercial,
jurídica, humana, ambiental, etc.)

De esta manera, la relación con los stakeholders de una organización


es una aspecto central y distintivo a la hora de gestionar la responsabilidad
social, aun cuando esta situación adquiere una gran complejidad debido a
las múltiples formas, características y definiciones que los grupos de interés
pueden adquirir, dependiendo de los diferentes ámbitos o sectores al cual
pertenezca cada organización, el parámetro o característica con el cual
se pretenda identificar a los actores involucrados y muy especialmente,
dependiendo del grado de compromiso con el cual cada institución pretenda
asumir su comportamiento socialmente responsable.
Lo anterior, debido a que dicho compromiso puede oscilar en un baremo
que va desde el cumplimiento cosmético o estético en función del marketing
que la organización desea realizar, hasta la asunción de un compromiso real y
sincero por establecer un diálogo fluido y permanente con sus stakeholders,
para acrecentar su capital social estableciendo una comunidad de aprendizaje
y participación permanente.
Desde una perspectiva personal, con base holística en las definiciones
ofrecidas de manera precedente, planteo como definición de responsabilidad
social para el presente trabajo:

el desarrollo de las actividades propias de una organización en virtud del


rol asignado por la sociedad, con una conciencia plena del impacto que
generan sus propias acciones en el entorno, desde diferentes perspectivas
tales como la económica, legal, social y medioambiental, aplicando en su
gestión de manera voluntaria un conjunto de valores y principios que se
orientan a la protección y cuidado de los intereses de la sociedad en su 41

conjunto, estableciendo relaciones transparentes y sustentables con los dis-


tintos actores con los que se relaciona tanto interna como externamente.
(Gaete 2006:139)

Sin embargo, la discusión conceptual acerca de la responsabilidad social


y su nomenclatura aun no está finalizada (en ocasiones se acompaña del
adjetivo “empresarial”, “corporativo”, u “organizacional”, para señalar el
tipo de organización y sector en el que se aplica), resultando conveniente
parafrasear a Josep Lozano, Laura Albareda y Daniel Arenas (2007:43) quie-
nes señalan al respecto que “en cierta medida es estéril, y que por ello quizá
sería mejor avanzar planteando cuestiones más concretas”, postura a la que
adhiere plenamente este trabajo planteando elementos para orientar el diálogo
hacia la identificación de formas de aplicación de la responsabilidad social
a la gestión pública, en lugar de concentrar los esfuerzos en la terminología
que pueden resultar infructuosas.
Finalmente, Morrós & Vidal (2005:26) respecto del aun vigente debate
acerca de la nomenclatura relacionada con la responsabilidad social, señalan
que “los comportamientos responsables deben ser desarrollados tanto por
cada uno de los ciudadanos como por cada una de las organizaciones que
actúan, independientemente de la fórmula jurídica […] la palabra empresa
pertenece más a la cultura latina y la palabra corporación a la tradición
anglosajona”, para referirse a la discusión respecto de la responsabilidad
social empresarial o corporativa.

4 PRINCIPALES ASPECTOS DEL CONCEPTO DE GESTIÓN PÚBLICA


Resulta adecuado comenzar el análisis del concepto de gestión pública
desde una perspectiva etimológica del mismo, para lo cual es posible citar a
Emilio Albi, José Manuel González Páramo y Guillem López Casasnovas quienes
plantean que la gestión pública implica es “un conjunto de decisiones de
coordinación y motivación de las personas plasmados en procedimientos y
mecanismos contractuales, para alcanzar los fines de la organización estatal
(eficiencia y equidad), dentro de las restricciones del marco jurídico-político”.
Estos autores distinguen en su análisis el concepto de gestión, entendiendo
por tal “un conjunto de reglas y decisiones dirigidas a incentivar y a coordinar
acciones”, y el concepto de pública debido a que “persigue metas colectivas y
se desenvuelve en el marco de unas restricciones jurídico-políticas peculiares”
42 (Albi 1997:20-21).
Desde otra perspectiva, el concepto de gestión pública también se vincula
con el enfoque de las políticas públicas, en especial cuando se mencionan
temáticas tales como salud, educación o vivienda, las que describen
necesidades sociales, requiriéndose una capacidad de gestión pública muy
importante para satisfacerlas, sobre todo en lo referido a las decisiones que
permitan desarrollar políticas públicas pertinentes.
Es importante señalar que las políticas públicas “constituyen hoy en día
el principal nexo entre la sociedad civil y el Estado, transformándose en
el principal quehacer del Estado contemporáneo y por ende su principal
producto”, por lo que las funciones que tienen las políticas públicas en la
actualidad, de acuerdo a Tomassini (2002), serían:
1) Converger en una visión estratégica de desarrollo del país.
2) Articular la acción de las instituciones del gobierno.
3) Estimular la formación de consensos o disensos políticos.
4) Explicitar la agenda pública que interesa a la ciudadanía.
5) Reflejar los temas valóricos que interesan a la sociedad.

De acuerdo con Brugué (1995), “el origen de cualquier política pública


debiera ser la voluntad de resolver un problema determinado, se trataría de
las causas que lo han provocado y de buscar la solución más adecuada para
ponerle remedio” (Castro, 1995:322). Así el autor señala la dificultad que
muestran muchas políticas públicas para desarrollar el concepto de causa-
efecto-solución, debido a la complejidad de las decisiones tomadas por la
administración pública en relación con las políticas públicas, en particular en
lo concerniente a las posibles soluciones a la enorme cantidad de problemas
de los actores que integran la sociedad civil.
Tomassini (1994:84) señala que para tener buenas políticas públicas “los
países deberán incorporar muchos de los aportes provenientes de la moderna
teoría de las organizaciones, de los conocimientos logrados en materia de
gestión o management sciences”. Con ello reafirma la gran importancia que
tiene el hecho de que los servicios públicos implementen una nueva gestión
pública para el adecuado desarrollo de las políticas públicas, caracterizada
por un mayor énfasis en los resultados, utilización de técnicas modernas de
gestión y activa participación de la ciudadanía en los procesos de gestión.
De acuerdo con Barzelay (2001:15), durante gran parte del siglo XX
se consideró a la gestión pública como “un proceso a través del cual se
formulaban políticas, se distribuían los recursos y se implementaban pro-
gramas, antes que como una cuestión política por derecho propio”.
Sin embargo, avanzada la segunda mitad del siglo XX se desarrolla el 43

concepto de “Nueva Gestión Pública”. Este plantea como corrientes de


expresión significativas la desregulación, la reinvención del gobierno, la
posburocracia, la ética en la gestión pública, la participación, etc., identificando
la existencia de dos grandes enfoques: “un enfoque neoempresarial de la
gestión pública que hace énfasis en la economía, la eficiencia y la eficacia
de los aparatos públicos, proponiendo una clientelización de los ciudadanos”.
Además existiría un “enfoque neopúblico” de la gestión pública que “pone
especial atención en la repolitización, la racionalización y el control de la
externalización de los servicios públicos, la participación ciudadana y la ética
en la gestión pública” (Ramió 1999:156).
Respecto de la Nueva Gestión Pública, Bañón (2003) en el marco de
la evaluación de políticas públicas, la reconoce como una corriente de
modernización de las administraciones públicas que establece los principios
de eficiencia y eficacia para la acción pública como elementos distintivos.
De igual manera, Sancho (1999:23), citando a Subirats (1989), señala
que “la gestión pública a diferencia de la privada ha de permitir la expresión
de unos valores que no son sólo instrumentales sino también políticos, es
decir, no se ha de limitar a buscar la mejor manera de hacer las cosas sino
que ha de actuar para reconciliar una gran diversidad de intereses sociales
antagónicos”, destacando que la gestión pública no sólo debe preocupar-
se de ser eficiente técnicamente, sino que debe conciliar ese aspecto de
manera adecuada con la variable política, con la cual comúnmente se
encuentra asociada.
De acuerdo con Javier Mendoza (1995), un importante proceso de ex-
perimentación y aprendizaje asociado al concepto de gestión pública se en-
cuentra relacionado con el management público, que adapta las técnicas de
gestión del sector privado acorde con la especificidad y complejidad de las
administraciones públicas. De acuerdo con este autor:

la irrupción del management en el seno de las organizaciones públicas


subraya la entrada en crisis del modelo burocrático como pauta organizativa
y de gestión para hacer frente a las tareas y responsabilidades propias
del Estado en las sociedades avanzadas (...) cada vez más desarrollada,
compleja e interdependiente se traduce en un cuestionamiento creciente de
las bases tradicionales de legitimidad de los poderes públicos, consideradas
ahora insuficientes. (Universidad de Zaragoza 1995:112)

Para lograr un Estado que sea capaz de responder a los desafíos y re-
44 querimientos de la sociedad civil, es necesario además de la modernización
de la gestión pública, el rediseño del Estado para que este pueda responder
con los niveles de pertinencia, calidad y eficacia esperados por la sociedad
civil a través de las políticas públicas. Es por ello que es necesaria además
una reforma democrática del Estado que permita a los ciudadanos participar
activamente en la gestión pública y en la selección, formulación y ejecución
de las políticas públicas. (Tomassini 2002).
Sin embargo, probablemente uno de los obstáculos más importantes y
difíciles que debe sortear la gestión pública, especialmente en Latinoamé-
rica, para responder de manera eficiente y oportuna a los requerimientos
actuales y futuros de la sociedad civil y el sector privado, tiene relación
con la resistencia al cambio que muchos servicios públicos presentan a los
procesos modernizadores y a los grandes cambios que en ocasiones afectan
a los procesos de gestión pública, sobre todo en lo relativo a la participación
ciudadana en el accionar del Estado, tanto de sus servicios públicos como
en sus políticas y programas públicos.
En este sentido, Olías de Lima señala en confirmación a esta situación que
“la cultura de los empleados públicos puede ser un freno a la productividad
pero también es un compromiso con los valores de la vida colectiva y con
los intereses del Estado, recomendando cuidado al momento de introducir
criterios de mercado en la gestión pública que pueden llegar a ser lesivos a
la probidad y los valores éticos” (Olías de Lima 2001:20).
Algunas investigaciones desarrolladas con financiamiento del Banco
Interamericano del Desarrollo (BID) han destacado estos aspectos, señalando
que algunos de los procesos de modernización del Estado en América Latina
y en otras latitudes se han caracterizado por el enfoque administrativo o
gerencial que busca:

imprimir en las instituciones del Estado una nueva cultura de gestión, de


desempeño, de resultados, de medición de esos resultados, de orienta-
ción al usuario, y de calidad de servicio, en un contexto de sustitución
de monopolios públicos por la externalización y la competencia en el
mercado, de descentralización y desconcentración de sus funciones, de
transparencia y rendición de cuentas y de nuevos diseños organizacionales
más emprendedores, flexibles y horizontales. (Tomassini 2002:24)

Finalmente, Savas (2008:27) señala que las ideas fundamentales de la


nueva gestión pública, con las respectivas variaciones en cada país, en tér-
minos generales abarcan los siguientes principios:
1) Regreso a las funciones básicas del Gobierno, traspasando las demás 45

al sector privado.
2) Restauración de la sociedad civil, creando comunidades de ciudadanos
y no de clientes.
3) Adopción de los principios de mercado (competencia, privatización,
desregulación, pago de servicios por parte de los usuarios y estrategias de
precios).
4) Descentralización y delegación de competencias, especialmente hacia
las administraciones locales donde el contacto con los ciudadanos es mucho
más directo y cotidiano.
5) Focalización en la gerencia, con especial énfasis en los procesos de
evaluación.
6) Un Estado de proporciones óptimas. Ampliación de algunas organi-
zaciones estatales, reducción de otras.
7) Institucionalización del gobierno electrónico y otras nuevas tecnologías.

De esta manera, en los principios identificados por Savas se vislumbran


importantes argumentos para incorporar a las prácticas de la gestión pública
el concepto de responsabilidad social, que permita asumir estos procesos
de cambios que se generan en el Estado en todas partes del mundo con un
énfasis en la asunción de un comportamiento organizacional que ofrezca un
especial tratamiento de los impactos y consecuencias que las acciones de
la organización generan en sus stakeholders.

5 APLICACIONES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL A LA GESTIÓN PÚBLICA


El autor Rodrigo Moraga (1999:126) señala algunas situaciones en las
que es posible identificar puntos de encuentro entre la gestión pública y la
responsabilidad social corporativa, efectuando algunas recomendaciones
para fortalecer la ética en la gestión pública:
• Asegurar el conocimiento y comprensión de los miembros de la orga-
nización sobre los principios y normas que se deben acatar.
• Observar prácticas y procedimientos que aseguren el cumplimiento de
leyes y reglamentos.
• Definir y establecer procedimientos en aquellas funciones o actividades
en las que pudieren producirse conflictos de intereses.
• Establecer claramente las relaciones con las empresas y organismos
con los que interactúa. Se deben instaurar criterios y parámetros objetivos
46 que resguarden la transparencia en las actividades de los funcionarios y del
servicio en general.
• Por último, promover activamente que las personas que integran cada
servicio y unidad conozcan y asuman la responsabilidad social e institucional
que emana de su misión.

En concordancia con lo planteado por Moraga, el autor Julio Corredor


señala que:

Las organizaciones públicas aunque parezca redundante, en el cambio


de paradigma que se perfila, tienen que asumir en su gestión la respon-
sabilidad social [...] en algunos países el déficit de servicio público, la
ineficiencia o la corrupción desbordan los pronósticos. Internamente, se
observa con frecuencia que el factor humano adscrito a las dependencias
gubernamentales no es atendido en sus requerimientos de formación,
seguridad social remuneraciones y reconocimiento a su dedicación al
trabajo y en el ámbito externo densos sectores de la población aparecen
como excluidos de su legítima relación con los órganos del Estado.
(Corredor, 2005:7)
Es por ello que resulta muy importante reforzar y ampliar el ámbito de acción
y entendimiento del concepto de responsabilidad hacia la gestión pública.
De esa manera se podrá reconocer la relevancia de factores intangibles que
se encuentran asociados a los procesos de gestión y que Mendoza, citando
a Echeverría (1993), plantea basándose en los siguientes factores:

Cuadro 1
Factores intangibles del nuevo marco de responsabilidad
de la gestión pública

El cambio de la cultura organizativa se El reconocimiento de la legitimidad de la


orientará al logro de resultados, a estimular función gerencial, lo que supone la atribución
la responsabilidad personal, a dar prioridad al de autoridad para el empleo de los recursos y la
servicio ciudadano, a crear conciencia de coste y obtención de resultados; el directivo será juzgado
a favorecer la innovación y la mejora continua. en función del producto de su actividad.

Un nuevo concepto de control, como una La utilización de nuevos instrumentos de gestión,


actividad netamente directiva producto de la aplicando aquellas técnicas de gestión del sector
responsabilidad asumida para contribuir a que la privado de carácter gerencial, principalmente la
organización alcance los objetivos establecidos. dirección por objetivos y el control de gestión.
47

Fuente: Echeverría, en Universidad de Zaragoza (1995:113).

Además, es posible vincular la responsabilidad social con la gestión pública


en relación con la ética pública, especialmente con la probidad administrativa
para el caso de la gestión pública, con la que tanto funcionarios como
instituciones deben desarrollar la función pública que les corresponda de
acuerdo con su misión institucional.
En este aspecto, la responsabilidad social proporciona importantes criterios
que refuerzan la ética y la probidad dentro de un servicio público, por ejemplo:
la cultura organizacional asociada al accountability o rendición de cuentas,
memorias de sustentabilidad, códigos de ética, gestión de la relación con
los stakeholders, entre otras prácticas que fortalecen el comportamiento
socialmente responsable de cualquier tipo de organización.
De esta manera, la necesidad de reforzar una conciencia respecto de
los efectos e impactos que las acciones y decisiones ejecutadas tengan
en la sociedad en general es una de las principales razones para plantear
como factible y necesaria la aplicación del modelo de responsabilidad social
corporativa en la gestión pública, no sólo para fortalecer el compromiso y
conciencia de los servicios e instituciones del Estado en general, sino también
la de los funcionarios públicos en relación con la asunción de un conjunto
de valores y principios relacionados con el comportamiento socialmente
responsable a nivel individual.
Un segundo aporte de la responsabilidad social corporativa a la gestión
pública, se asocia con la identificación y administración de la relación con
los stakeholders o agentes críticos con los que los servicios públicos deben
interactuar en el ejercicio de la función pública, tanto en el ámbito interno
como en el entorno externo de una institución pública. Aquella relación, de
diversas maneras se puede ver afectada por los resultados más o menos
eficientes que alcance la gestión pública desarrollada por dicho servicio
público, donde evidentemente los stakeholders o agentes críticos varían de
un servicio a otro, así como la calidad e intensidad de la relación que se
pueda establecer entre los mismos.
La adecuada identificación de estos agentes permitirá a la institución
pública construir los consensos necesarios para orientar sus acciones y
decisiones sobre la base del diálogo y la negociación, especialmente con
los agentes críticos más importantes, lo que permitirá a los procesos de
48 gestión pública alcanzar una eficiente administración de los impactos y
efectos de sus acciones y decisiones, factor destacado dentro del concepto
de responsabilidad social corporativa.
Otro de los elementos que pueden fortalecer un comportamiento social-
mente responsable es la rendición de cuentas (accountability) y la transparencia
expresada a través del pleno acceso a la información, por ejemplo, en la publi-
cación de memorias de sustentabilidad o cuentas públicas de gestión.
Resulta evidente que por sí mismas la transparencia y la rendición de
cuentas se transforman en aspectos característicos y distintivos de la gestión
pública, sin embargo también se transforman en indicadores de un compor-
tamiento socialmente responsable junto a otros aspectos descritos en este
trabajo, razón por la cual es importante no considerar como sinónimos a la
transparencia y la rendición de cuentas con la responsabilidad social, ya que
las primeras son expresión de un aspecto específico del proceso de gestión
y toma de decisiones de una organización (la evaluación y el control por
ejemplo), en cambio la responsabilidad social debe abarcar y trascender a
todas las fases y actividades de la gestión de una organización.
Estas son condiciones fundamentales para que los servicios públicos de-
sarrollen una gestión pública acorde con los actuales escenarios fijados por
los procesos de globalización y en especial por el desarrollo de la denominada
sociedad del conocimiento. Esta demanda a las instituciones del Estado
respecto del desarrollo permanente de una actitud y comportamiento más
responsable y abierto en cuanto al acceso a la información y al conocimiento
sobre los resultados alcanzados y, sobre todo, en cuanto al correcto uso de
los recursos estatales expresa claramente un comportamiento socialmente
responsable.
La rendición de cuentas se relaciona con la necesaria transparencia con la
que deben actuar los servicios públicos frente a los ciudadanos, en particular
respecto del acceso de la información, pero también de los resultados
alcanzados por las instituciones públicas en el cumplimiento de su misión,
por lo que “la creación de mecanismos institucionales que permitan el control
y la supervisión social como práctica institucionalizada [...] relacionados con
la responsabilidad democrática de la gestión pública [...] supone la existencia
de sistemas político-administrativos con un alto grado de legitimidad política
y eficiencia administrativa” (Barzelay 1998:12).
Sin embargo, las acciones de rendición de cuentas y transparencia no son
efectivas en sí mismas si no existe una sociedad civil activa y vigilante que
esté alerta y denuncie cualquier conducta incorrecta, razón por lo cual los
servicios públicos deberán:
49

favorecer la participación y el control ciudadano reduciendo los costes de tal


actividad [...] reforzando la participación ciudadana en los procedimientos
para la elaboración de disposiciones de carácter general, ampliar la
participación de representantes de la sociedad civil en consejos de
administración de organismos y agencias públicas, garantizar de forma
eficaz el acceso a los registros y archivos públicos por los ciudadanos
interesados, abrir al público las reuniones para toma de decisiones públicas,
impulsar las encuestas al cliente de los servicios públicos, desarrollar
sistemas como la selección aleatoria de ciudadanos para participar en
debates sobre medidas concretas. (Villoria 2000:157-158)

Además, la responsabilidad social también tiene formas de expresión que


se clasifican en el ámbito interno de las organizaciones, relacionado con
la adecuada gestión del capital humano que labora en una organización,
proporcionando las oportunidades e instancias adecuadas para que el re-
curso humano pueda desempeñar su trabajo en condiciones óptimas tanto
materiales como intangibles.
Entre los aspectos que expresan un comportamiento socialmente respon-
sable en el ámbito interno de una organización, resulta conveniente citar a
Carneiro, quien, basado en los planteamientos del Libro verde de la Unión
Europea, señala que las prácticas responsables internas en esta materia
“se refieren en concreto a cuestiones relativas a la gestión e inversión en
recursos humanos, a la salud y seguridad en el trabajo y a la gestión del
cambio” (Carneiro 2004:107-108).
De esta manera, podrán ser ejemplos de prácticas socialmente responsa-
bles de las organizaciones públicas en relación con las condiciones de trabajo
que ofrecen a sus funcionarios, aspectos tales como el adecuado y constante
acceso a capacitación y perfeccionamiento, planes de carrera laboral, políticas
de prevención de riesgos de accidentes y enfermedades laborales, aplicación
de equipamiento e instalaciones ergonómicas, óptimo manejo del estrés y
clima organizacional positivo, entre otros.
Finalmente, en esta compactada identificación de los aportes que la res-
ponsabilidad social puede efectuar a la gestión pública, la eficiente gestión
de la diversidad permitirá a las organizaciones y servicios públicos desarrollar
una gestión capaz de incorporar satisfactoriamente los nuevos derechos que
la ciudadanía actualmente se arroga: la equidad de género, el respeto por las
minorías, la no discriminación laboral o política, el respeto por la etnicidad
y, en general, el desarrollo de una gestión de la diversidad que permita a
50 los servicios públicos implementar políticas de desarrollo de los recursos
humanos especialmente en lo referido al ingreso, capacitación y evaluación
del desempeño.

6 ALGUNAS EXPERIENCIAS EMPÍRICAS DE LA RELACIÓN


DEL ESTADO CON LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
Cuando se analiza la aplicación de la responsabilidad social al trabajo
desarrollado por los servicios públicos o el Estado en su conjunto, uno de
los aspectos importantes se relaciona con el diseño y ejecución de políticas
públicas que permitan articular o establecer las bases para la aplicación de
la responsabilidad social por parte de las empresas.
Respecto de este tema, durante el año 2004 un equipo de investigadores
de ESADE, por encargo de la Generalitat de Catalunya, desarrolló un estudio
para determinar las políticas públicas que están aplicando los gobiernos
europeos en el ámbito de la responsabilidad social de la empresa.
Una de las primeras conclusiones identificadas en esta investigación dice
relación con que ella no sólo ha impactado fuertemente la agenda económica
y empresarial en los últimos años, sino que también se está insertando en
la agenda política y social de varios Estados europeos. De igual manera,
distinguen tres aspectos de importancia cuando se habla de responsabilidad
social empresarial: (Lozano 2005:14)
1) La agenda, que contiene las diversas prácticas, actuaciones y propuestas
que se van clasificando bajo el concepto de responsabilidad social.
2) La comprensión, asociada a cuál es el grado de entendimiento de la
responsabilidad social, cuál es la propuesta de implementación que realiza
cada organización en relación con el tema y un reconocimiento del rol que
la organización cumple dentro de la sociedad.
3) La visión, identificando el proyecto de sociedad con el cual se vincula
la responsabilidad social en un territorio específico, determinando el tipo de
país que quiere contribuir a configurar.

Otra de las conclusiones que se desprenden de la investigación realizada


por ESADE es la relevancia que tiene el que, para evitar transformar en una
simple moda la responsabilidad social, es necesario vincularla a “una visión
de empresa y una visión país”, y definir con claridad qué se quiere hacer en
el futuro, así como evaluar el sentido que ella adquiere para los integrantes
de una organización o un país desarrollar un comportamiento socialmente
responsable. 51

De esta manera, la incorporación de la responsabilidad social en la agenda


pública puede ser un factor fundamental para obtener mayores niveles de
gobernabilidad en un país, en la medida en que exista una visión compartida
respecto de la sociedad que se aspira construir y la forma como las distintas
organizaciones, especialmente las empresas, contribuirán a la realización
de esa visión compartida. Tal visión contendrá varios elementos asociados
al concepto de responsabilidad social, tales como desarrollo sustentable,
comportamiento ético a nivel laboral, social, cultural, medioambiental, etc.
(Lozano, 2005).
En esta perspectiva, la investigación desarrollada por ESADE cita al Banco
Mundial y su informe Public Sector Roles in Strengthening Corporate Social
Responsability del año 2002 para identificar los roles que mantiene el sector
público en relación con la responsabilidad social y que son importantes para
el adecuado diseño y desarrollo de políticas públicas que incorporen los
principales aspectos de la responsabilidad social:
Cuadro 2
Roles del sector público en relación con la responsabilidad social

Obligar Legislación de Regulación e inspección Sanciones e incentivos


obligación y control legales y fiscales

Facilitar Legislación facilitadora Creación de incentivos Capacitación


de actuaciones

Apoyo financiero Aumento de la concienciación Estimulación de mercados

Colaborar Combinación de Implicación de stakeholders Diálogo


recursos

Promocionar Apoyo político Difusión y reconocimiento

Fuente: Banco Mundial, citado por Lozano (2005).

Respecto del cuadro anterior, los gobiernos encontrarán orientaciones im-


portantes en relación al carácter e impacto que debieran tener las políticas
públicas a desarrollar en cuanto a la responsabilidad social, siendo proba-
blemente los aspectos vinculados a creación de incentivos, aumento de la
52
concienciación, y difusión y reconocimiento las áreas en donde mayores ejem-
plos de políticas públicas es posible encontrar, donde es habitual por ejemplo
que los Estados realicen una premiación anual por medio de la entrega de un
reconocimiento y difusión a la “empresa socialmente responsable del año”.
Una análisis particular tiene el rol de obligar del sector público en relación
con la responsabilidad social señalado en el cuadro anterior, dado que si bien
existen cuerpos legales que establecen incentivos a las empresas para que
realicen donaciones, como es el caso chileno, y que es susceptible clasificar
dichas donaciones dentro del aspecto filantrópico de la responsabilidad social,
existe un considerable número de expertos e investigadores del compor-
tamiento socialmente responsable de las organizaciones que recomiendan y
se oponen abiertamente a introducir el modelo y filosofía de la responsabilidad
social a través de la obligación legal. Ello, puesto que perdería una parte
importante del carácter voluntario que establecen muchos enfoques sobre
esta temática, algo a lo que adherimos plenamente.
Un ejemplo concreto de esta situación puede encontrarse en la obligación
de las empresas privadas en países como Francia o Reino Unido para presentar
un balance social, situación que debiera estar enmarcada más bien en la
filosofía y principios de comportamiento ético de cada empresa, las que vo-
luntaria y concientemente rindieran cuentas a la sociedad sin la necesidad
de una presión de carácter legal.
De esta manera, existen importantes coincidencias entre los resultados
obtenidos por los investigadores de ESADE en cuanto a la fuerte conexión
entre las políticas públicas y la responsabilidad social, como uno de los
principales campos en el cual el Estado y su administración pueden hacer
aportes significativos, tanto en lo relativo al desarrollo de políticas públicas
que aplican criterios de equidad y redistribución en cuanto a políticas sociales,
como en el desarrollo de políticas públicas que introduzcan incentivos a las
organizaciones, especialmente a las empresas, para que desarrollen un
comportamiento socialmente responsable.
Finalmente, en el análisis de las políticas públicas y responsabilidad so-
cial investigado por ESADE, es posible mencionar que sus investigadores
identifican elementos concretos a aplicar en una política pública que tenga a
la administración pública como su principal actor en cuanto al desarrollo de la
responsabilidad social. Entre sus principales aspectos es posible mencionar
los siguientes: (Lozano 2005:65)
• Desarrollar políticas internas que favorezcan el liderazgo.
• Vincular el gasto público a las empresas socialmente responsables.
• Participar en acontecimientos internacionales. 53

• Trasladar el debate internacional de la responsabilidad social al contexto


nacional y local.
• Coordinar las políticas de responsabilidad social en los distintos niveles
desconcentrados o descentralizados en los que se desarrollan los servicios
públicos.

Las investigaciones y análisis sobre la relación existente entre la responsa-


bilidad social y las políticas públicas han aumentando en los últimos años, lo
que se refleja en el trabajo realizado por la Fundación Ecología y Desarrollo.
Desde el año 2003, elabora un informe anual acerca de la responsabilidad
social corporativa y las políticas públicas que se desarrollan en España y a
nivel internacional en general.
Dicha Fundación, debido a la inexistencia de una definición comúnmente
aceptada, entiende por responsabilidad social “la formalización de políticas
y sistemas de gestión en los ámbitos económico, social y medioambiental;
también la transparencia informativa respecto de los resultados alcanzados en
tales ámbitos y, finalmente, el escrutinio externo de los mismos” (Fundación
Ecología y Desarrollo 2004:9).
Basándose en la definición anterior, la Fundación Ecología y Desarrollo
(2004) señala que las políticas públicas dirigidas a fomentar la responsabilidad
social corporativa debieran clasificarse utilizando tres criterios: formalización,
transparencia y escrutinio.
Un aspecto relevante de destacar es la plena coincidencia entre los pos-
tulados de la Fundación Ecología y Desarrollo con las conclusiones de la
investigación de ESADE respecto de que la responsabilidad social corporativa
se ha incorporado en la agenda de los organismos internacionales y los
Estados, lo cual ha contribuido para que esta temática se haya transformado
en los últimos años en un tema de alta relevancia.
En una línea de análisis similar en cuanto al rol del Estado en la respon-
sabilidad social de las empresas, el Instituto de Comunicación y Desarrollo
(ICD) de Uruguay desarrolló una investigación a nivel local para identificar
cuál es el papel que tiene el Estado como facilitador de la responsabilidad
social de las empresas.
Este estudio plantea dos fundamentos importantes para el análisis de la
relación entre la responsabilidad social y la gestión pública. Por un lado, señala
que existe un nuevo escenario de interacción entre el estado, las empresas
y las organizaciones de la sociedad civil denominado gobernanza moderna.
Aquí el Estado no es el único responsable de la formulación y ejecución de
54 políticas públicas debido a que en la actualidad es factible el concurso de
empresas y organizaciones sociales en el desarrollo de este proceso.
El segundo fundamento de la investigación uruguaya se sustenta en la
aplicación de un concepto de responsabilidad social más amplio, inserto
en la agenda de todos los actores vinculados directa o indirectamente al
desarrollo humano donde no sólo se cuentan el estado y las empresas,
sino que además, cada vez con más fuerza, se incorporan al debate y desa-
rrollo de la responsabilidad social los organismos internacionales como
Naciones Unidas, Organización Internacional del Trabajo, Banco Mundial
u organizaciones vinculadas a la generación de conocimiento como las
universidades (López, 2006).
Este concepto extendido de responsabilidad social de las empresas
se expresa incluso al nivel de ejecutor de políticas públicas en sectores
que tradicionalmente estuvieron en manos del Estado y actualmente son
explotados por empresas privadas como los sectores energético, de salud
y educación, entre otros, en los que las empresas van asumiendo pro-
gresivamente un papel más activo y determinante en el desarrollo social de
una comunidad, región o país, en donde la influencia de las empresas no se
circunscribe exclusivamente a lo económico, sino que trasciende de manera
considerable en el desarrollo de la sociedad civil.
De acuerdo a la investigación desarrollada por el ICD en Uruguay, la
participación del Estado uruguayo en materias relacionadas con la respon-
sabilidad social está muy fragmentada en la actualidad; obedece a esfuerzos
o iniciativas aisladas de algunos ministerios como el de Desarrollo Social,
Economía y Trabajo y Seguridad Social, los que han incorporado aspectos
y temas de responsabilidad social en sus agendas ministeriales. Entre las
materias específicas identificadas por la investigación del ICD se mencionan
la apertura de espacio para el diálogo sectorial sobre responsabilidad social,
la realización de controles y la fiscalización respecto del cumplimiento de los
derechos laborales consagrados nacional e internacionalmente.
Citando la misma investigación, donde sí se registran acciones más concretas
vinculadas con el concepto de responsabilidad social es en las empresas pú-
blicas uruguayas, desarrolladas en ámbitos tradicionales como la existencia de
políticas ambientales, el establecimiento de buenas relaciones con los stake-
holders, la realización de aportes o inversiones socialmente responsables hacia
las comunidades en la que opera, entre otros ejemplos (López, 2006).
Finalmente, la investigación realizada en Uruguay plantea que si bien es
cierto muchos actores identifican como deseable e importante la intervención
del Estado en temáticas de responsabilidad social, no existe claridad respecto
de las formas y vías que dicha intervención debiera adquirir. 55

No obstante lo anterior, las principales tendencias y opiniones se inclinan


por señalar para el Estado un rol de garante de las normativas y generador de
incentivos estatales para que un mayor número de empresas muestre interés
por asumir su responsabilidad con la sociedad de manera sustentable en el
tiempo. Además se hace énfasis en cuanto al rol estatal en lo referido a sus
empresas y a cómo las empresas públicas ponen en práctica principios e
indicadores de responsabilidad social al igual que las empresas privadas, como
parte del ejemplo que el Estado debiera entregar a través de sus empresas.
Para finalizar esta revisión de experiencias en relación con la aplicación
de la responsabilidad social corporativa al trabajo que realizan los servicios
públicos, la Red Puentes en Chile realizó un estudio para explorar cómo
algunas instituciones estatales abordan actualmente los temas relativos a la
responsabilidad social.
Una de las primeras conclusiones que se extrae de este estudio dice
relación con que el Estado chileno aún no llega a un consenso sobre el
grado o nivel de incidencia que debe ejercer para apoyar el desarrollo e im-
plementación de prácticas y políticas de responsabilidad social por parte de
las empresas chilenas.
Esta falta de consenso responde a que algunos de los organismos públicos
encuestados se inclinan por identificar un rol activo del Estado para incentivar
a las empresas para que desarrollen políticas y prácticas de responsabilidad
social y otros servicios públicos señalan que la inexistencia de políticas
públicas que coordinen a las empresas en materias de responsabilidad social
sería un factor determinante que impediría a Chile lograr poner a las empresas
al mismo nivel global en cuanto a políticas y prácticas de responsabilidad
social, quedando las acciones emprendidas por las empresas en esta materia
circunscritas a aspectos de filantropía o beneficencia.
Es tan evidente esta situación dicotómica en Chile que, de acuerdo al
estudio de la Red Puentes, los servicios públicos que más vinculados están
a estos temas como Corfo, Indap o Conama lo están más bien por exigencia
del proceso de globalización de los mercados o los tratados internacionales,
pero en ningún caso ello obedece a un accionar sistematizado por la existencia
de alguna política pública determinada.

7 CONCLUSIONES
Una de las primeras conclusiones que es importante plantear como
56 resultado de este trabajo se relaciona con la relevancia que tiene en la
actualidad para la gestión pública que realizan las instituciones y los servicios
públicos del Estado, el identificar herramientas y estrategias de gestión que
permitan enfrentar de manera eficiente los nuevos desafíos de transversali-
dad e intersectorialidad, asociados a la emergencia de derechos ciudadanos
tales como la equidad, el respeto por la diversidad, el empoderamiento o el
desarrollo sustentable.
Estos desafíos emergentes de la gestión pública demandan a los servicios
públicos el desarrollo de capacidades e instancias de gestión que les permitan
establecer relaciones más eficientes con los distintos niveles, actores y grupos
con los que interactúan, tanto en la necesaria coordinación de instituciones,
enfoques y recursos que puedan estar involucrados en la atención de estas
nuevas demandas ciudadanas, como incorporando de forma efectiva las
características y requerimientos específicos de los sujetos que se ven afectados
por problemáticas sociales, económicas, culturales o medioambientales desde
una perspectiva transversal, desarrollando programas y prestaciones que
respondan a esas características y requerimientos.
Otra conclusión significativa respecto del concepto de responsabilidad
social, lo plantea como un modelo de gestión aplicable a cualquier tipo de
organización, independientemente del sector económico al que pertenezca
o el tamaño de su estructura o recursos. Esta situación se relaciona con
el hecho de romper el mito relativo a la responsabilidad social en cuanto a
que su aplicación se limita únicamente a las empresas, dado que existen
importantes experiencias de aplicación de este modelo en universidades y
organismos internacionales en distintos países del mundo.3
También es importante identificar la existencia de ciertas condiciones
básicas relacionadas con la aplicación del modelo de responsabilidad social
corporativa a la gestión pública, entre las que se destacan la importancia
de asumir voluntariamente este modelo y no como resultado de alguna
imposición legal, debido a que uno de sus fundamentos más destacados se
relaciona con la necesaria existencia de valores y principios individuales y
organizacionales que sustenten este modelo tales como la transparencia, la
conciencia de los impactos, el desarrollo sustentable, etc.
Además, una condición muy importante se relaciona con los ámbitos de
aplicación del modelo de responsabilidad social corporativa: las acciones que
reflejan un comportamiento socialmente responsable de una organización
deben abarcar los ámbitos internos y externos de la misma, por lo que la
adecuada identificación de los stakeholders o agentes críticos ayudará a una
organización a reconocer las áreas respecto de los cuales deberá fortalecer
su comportamiento socialmente responsable. 57

En el contexto de los servicios públicos, la aplicación de la responsabilidad


social corporativa puede contribuir de manera considerable al fortalecimiento
de la democracia participativa, debido a que entrega a los ciudadanos
interesantes herramientas para ejercer un control ciudadano más activo y
permanente del comportamiento de los servicios públicos, sus directivos y
funcionarios, en relación con aspectos sumamente importantes tales como la
transparencia, la probidad, el respeto por los derechos humanos y laborales,
la eficiencia y calidad de la gestión, así como importantes espacios de
participación en la gestión pública realizada en las instituciones y servicios
públicos que integran la administración del Estado.
No obstante lo anterior, no son menores los ejemplos de servicios
públicos en los que, además de la corrupción, existen problemas de gestión
pública relativa a la falta de transparencia, malas condiciones de trabajo de
los funcionarios públicos y pocas o nulas oportunidades de desarrollo del
capital humano, carencia de instancias efectivas de participación ciudadana,
inexistencia de una cultura ambiental que se preocupe por el desarrollo
sustentable, gestión de la diversidad, etc., que hacen imprescindible que los
servicios públicos desarrollen y fortalezcan su comportamiento socialmente
responsable en este tipo de variables.
Respecto de esta circunstancia, especial atención debieran tener para los
servicios públicos en general las condiciones laborales que le brindan a sus
funcionarios, las que muchas veces se relacionan con formas de expresión
de un comportamiento socialmente irresponsable, traducidas por ejemplo en
inestabilidad laboral, bajos sueldos, inexistentes posibilidades de capacitación
o desarrollo de carrera laboral, mal clima laboral, altos índices de estrés y
accidentabilidad laboral, discriminación laboral, nepotismo, como ejemplos
de situaciones que afectan directamente la responsabilidad social corporativa
de un servicio público en el ámbito interno.
De esta manera, las instituciones pertenecientes a la administración
estatal de cualquier país del mundo, no obstante su origen orientado hacia
la satisfacción de las necesidades de toda la sociedad, deben procurar
cumplir con un comportamiento apropiado, medido en términos socialmente
responsable, que no se limite solamente al cumplimiento eficiente de su misión
o al irrestricto respeto y apego al marco jurídico y político que las regula, sino
que sea capaz además de ofrecer un esfuerzo adicional en la perspectiva de
proactividad y empatía con las necesidades y demandas de los ciudadanos.
Además, deben desarrollar una gestión pública capaz de satisfacer las
nuevas demandas emergentes de la sociedad civil y la ciudadanía en general
58 tales como el desarrollo sustentable, la participación y la autodeterminación, la
inclusión social, acceso a redes sociales, entre otras demandas emergentes así
como la incorporación plena del ciudadano a la gestión de las organizaciones
públicas, entre otros relevantes aspectos.
Finalmente, en base a los elementos señalados en el presente trabajo,
podemos identificar algunos indicadores que expresan un comportamiento
socialmente responsable de los servicios públicos:
• Una gestión de recursos humanos que considere plenamente las necesi-
dades de desarrollo y bienestar de los funcionarios públicos y sus familias.
• Identificación de las demandas y necesidades de los diferentes stake-
holders de cada institución (asociaciones gremiales y sindicatos, ciudadanos,
empresas, proveedores, otros servicios públicos), para elaborar la agenda de
trabajo que oriente las buenas prácticas de responsabilidad social.
• Incorporación de los ciudadanos en su condición de stakeholders a
la gestión activa de la organización, dejando de ser sólo sujetos pasivos
receptores de prestaciones que no consideran íntegramente sus necesidades
y demandas.
• Esfuerzos voluntarios por ampliar los procesos de rendición de cuentas
por sobre los mínimos legales exigidos, como expresión del comportamiento
socialmente responsable en la gestión pública.
NOTAS
1
La organización es capaz de mantener un 3
A nivel de las Universidades por ejemplo en
comportamiento ético considerando permanen- España, la Universidad de Zaragoza y el con-
temente los impactos que su accionar genera en sorcio de universidades andaluzas; en Chile el
sus stakeholders, así como la incorporación de Consorcio de Universidades asociadas al proyecto
los requerimientos de éstos en sus acciones. Construye País. En el caso de los Organismos
2
Considerando la teoría de los poderes del Esta- Internacionales, destacan los esfuerzos realiza-
do, se hace referencia específicamente al poder dos por las Naciones Unidas a través del Pacto
Ejecutivo, integrado por las diferentes organiza- Mundial y las contundentes recomendaciones y
ciones públicas, tanto aquellas que concentran análisis que formula la Organización del Trabajo
su labor en la prestación de servicios como (OIT) instando a las empresas a aplicar la respon-
aquellas de planificación o toma de decisiones sabilidad social. También la OCDE elabora unas
o la fiscalización. Directrices que son aplicables a cualquier tipo de
organización, inclusive servicios públicos.

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POLÍTICA DE TRANSPARENCIA EN COMUNICACIÓN
INSTITUCIONAL SOBRE INVERSIONES SOCIALES Página 1 de 5

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Aprobado por: Director Ejecutivo

Indice

1. OBJETIVO ........................................................................................................................... 1
2. ÁMBITOS DE ACCIÓN DE LA POLÍTICA ................................................................................ 1
3. CONSIDERACIONES GENERALES ......................................................................................... 1
4. LA TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL EN INVERSIONES SOCIALES ....................................... 2
5. LOS CONTENIDOS ESPECIFICOS, TIEMPOS Y MODOS DE LA DIFUSIÓN ................................ 2
6. LOS PROTOCOLOS BÁSICOS DE ACCIÓN PARA LA TRANSPARENCIA DE LA INFORMACIÓN
SOBRE INVERSIONES SOCIALES .......................................................................................... 4
7. LA GESTIÓN DE LA POLÍTICA DE TRANSPARENCIA - CLARIFICACIONES, AJUSTES Y
ACTUALIZACIONES............................................................................................................. 5

1. OBJETIVO

Esta Política de Transparencia en Comunicación Institucional sobre Inversiones Sociales tiene por
objeto establecer los parámetros básicos bajo los cuales se debe proveer informaciones a los
públicos externos sobre las inversiones de Fundación Avina, así como la forma en cómo las gestiona
y evalúa y sobre sus resultados.

2. ÁMBITOS DE ACCIÓN DE LA POLÍTICA

Los lineamientos aquí contenidos se aplican a todas las unidades operativas de Fundación Avina que
manejan inversiones sociales, a todos los programas y a la totalidad de los países en donde opera.

3. CONSIDERACIONES GENERALES

La Dirección de Comunicación Estratégica (DCE) es la encargada de velar por el cumplimiento de las


directrices establecidas en esta política y está facultada para dirigir u orientar las acciones de
comunicación en el ámbito institucional.
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La Dirección de Comunicación Estratégica tiene la responsabilidad por la difusión de esta Política, a


través del sitio web institucional.
Todos los colaboradoresi deberán conocer la presente Política. Así mismo, los colaboradores
actuarán en sus interfaces de contacto con públicos externos, de forma de cumplir con la
transparencia definida en estas directrices.

Cualquier persona que necesite asistencia para validar las acciones de comunicación que se
desarrollen en su unidad operativa, deberá dirigirse a la DCE, a través del colaborador asignado a su
dirección o gerencia.

4. LA TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL EN INVERSIONES SOCIALES

La transparencia es uno de los elementos claves para asegurar el posicionamiento institucional de


Fundación Avina, señalando la consistencia entre los mensajes y la práctica organizacional.

Por transparencia, Fundación Avina comprende la difusión de información que promueve el


fortalecimiento de la credibilidad organizacional y de la confianza mutua en las relaciones con
aliados e inversores, además de favorecer oportunidades para diálogos de mayor empoderamiento
con los diferentes públicos externos, especialmente aquellos a quienes Fundación Avina busca
beneficiar.

La información a difundirse, objeto de esta Política, se refiere a:

− Políticas institucionales para la gestión de inversiones sociales;


− Sistemas internos de evaluación y monitoreo de inversiones sociales;
− Perfil de las inversiones sociales iguales o mayores a cincuenta mil dólares estadounidenses
o su equivalente en la moneda de la inversión;
− Perfil de las organizaciones aliadas que implementan las inversiones sociales;
− Progreso de la implementación de las inversiones sociales;
− Resultados alcanzados.

En Fundación Avina, inversiones o inversiones sociales son los bienes y/o recursos que donamos a
los aliados para el desarrollo de proyectos.

5. LOS CONTENIDOS ESPECIFICOS, TIEMPOS Y MODOS DE LA DIFUSIÓN

Las informaciones a difundirse bajo los criterios definidos en esta Política son originadas desde las
operaciones de gestión de inversiones sociales, cuyos protocolos, criterios y dinámicas de
funcionamiento son determinantes para los plazos de transparencia de la información.
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Por esta razón, se define la siguiente programación de transparencia:

Naturaleza específica de la Tiempo de Modos de difusión


información difusión/actualización
Política, protocolos y formatos Difusión inmediata; Sitio web de
para la gestión de inversiones actualización permanente Fundación Avina
sociales

Política, protocolos y formatos Difusión inmediata; Sitio web de


del sistema de evaluación y actualización permanente Fundación Avina
monitoreo de inversiones
sociales

Listado de las inversiones Difusión inmediata; Sitio web de


sociales igual o superior a actualización cada seis meses Fundación Avina
cincuenta mil dólares

Reportes del estado de Difusión al fin de cada año Sitio web de


implementación, de las fiscal; actualización a cada seis Fundación Avina
inversiones sociales iguales o meses
superiores a cincuenta mil
dólares

Perfil de las organizaciones Difusión al fin de cada año Sitio web de


aliadas que implementan las fiscal; actualización cada seis Fundación Avina
inversiones sociales, con meses Informe anual de
nombre, dirección, país. Fundación Avina
Datos de la inversión: objetivo,
fecha de inicio y de cierre
(estimado) de la inversión,
monto total, monto
desembolsado a la fecha,
contrapartida aportada por el
aliado.

Reporte de resultados Difusión al fin de cada año Sitio web de


alcanzados por Fundación Avina. fiscal; actualización cada seis Fundación Avina
meses Informe anual de
Fundación Avina
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6. LOS PROTOCOLOS BÁSICOS DE ACCIÓN PARA LA TRANSPARENCIA DE LA INFORMACIÓN


SOBRE INVERSIONES SOCIALES

Fundación Avina trabaja en estrecha colaboración y respetando las características institucionales de


todos sus aliados con los cuales desarrolla Proyectos. Para Fundación Avina, la transformación
también pasa adentro de las culturas y prácticas organizacionales. Es desde este principio que se
define el siguiente protocolo de acción para la transparencia de inversiones en Fundación Avina:

6.1. En la construcción del acuerdo de la inversión, los colaboradores de Fundación Avina


deberán compartir la presente Política con la organización que ejecutará los recursos
financieros e implementará las actividades planeadas; la organización deberá formalizar su
aceptación de la Política de Transparencia de Fundación Avina a través de una cláusula
específica en el documento legal que formaliza la inversión;

6.2. Una vez formalizada la inversión, los datos contenidos en la tabla del ítem 4 de esta Política
serán difundidos de acuerdo a lo establecido en la presente, en términos de su naturaleza,
tiempos y formas de difusión;

6.3. En caso de que la organización aliada lo solicite, Fundación Avina podrá acordar un plazo
razonable para que la organización aliada adopte las medidas necesarias para implementar
las acciones definidas en la Política de Transparencia de Fundación Avina. Fundación Avina
y la organización aliada podrán negociar en búsqueda de soluciones que respeten las
políticas, prácticas y culturas institucionales de ambas organizaciones.

6.4. Las organizaciones aliadas serán quienes proveerán a los colaboradores de Fundación Avina
las informaciones de naturaleza institucional para que se las difunda de acuerdo a lo
establecido en la presente Política, en términos de su naturaleza, tiempos y formas de
difusión;

6.5. Las informaciones de naturaleza financiera sobre la inversión serán difundidas una vez
cumplidos los protocolos internos de convalidación de Fundación Avina;

6.6. Las informaciones referentes a resultados y logros alcanzados serán difundidas una vez
cumplido el proceso de convalidación previsto en los sistemas de monitoreo de Fundación
Avina;

6.7. Las organizaciones aliadas podrán requerir ajustes o revisiones de las informaciones
difundidas. Para ello, basta que lo requieran directamente al colaborador de Avina que sea
su punto de contacto programático; sin embargo, las informaciones ajustadas y/o revisadas
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deberán estar bajo las normativas definidas en la presente Política, en términos de su


naturaleza, tiempos y formas de difusión.

7. LA GESTIÓN DE LA POLÍTICA DE TRANSPARENCIA - CLARIFICACIONES, AJUSTES Y


ACTUALIZACIONES

7.1. La presente Política se podrá actualizar a partir del perfeccionamiento en las prácticas y
canales de transparencia adoptados por Fundación Avina, así mismo como a partir de la
retroalimentación recibida por parte de los públicos externos, aliados e inversores,
canalizadas a través de los colaboradores de Fundación Avina o de comunicados recibidos
por los canales de comunicación de la organización;

7.2. Todas las medidas de gestión de la transparencia organizacional, sea para actualizar, ajustar,
clarificar, mediar o perfeccionar la presente Política y eventos a ella relacionados serán
conducidas por un comité interno formado al menos por un representante de la Dirección
de Comunicación Estratégica, la Dirección de Impacto y la Dirección de Administración y
Finanzas, estando la coordinación del comité a cargo de la Dirección de Comunicación
Estratégica.

En términos generales, a lo largo del documento se utiliza el género masculino, pero debe
entenderse que, para todos los propósitos, queda también considerado el género femenino.
Ética profesional y organizacional

En este eje, veremos cómo la ética es siempre la base desde la cual parten y se sustentan las
estrategias de responsabilidad social (RS) de las organizaciones. Desde una ética personal o
individual de quienes han fundado o dirigen la organización, se transmiten los valores de
sustentabilidad, mediante la cultura organizacional, y se gestionan las acciones concretas de
RS.

Ética profesional y organizacional

Referencias

Revisión del módulo


LECCIÓN 1 de 3

Ética profesional y organizacional

La ética aplicada al ámbito empresarial, de la misma manera que todas las concepciones de la
ética empleadas en otros campos de conocimiento, se basa en una determinada visión acerca del
ser humano y del bien, de tal forma que no se puede fundamentar teóricamente la ética
empresarial sin establecer previamente el modelo de ser humano que le da soporte. (Díaz de la
Cruz y Fernández Fernández, 2015, p. 86).

La ética es el principal fundamento de la responsabilidad social, de hecho, ninguna estrategia de responsabilidad


social que no esté verdaderamente arraigada en la ética de la organización y de sus líderes será sostenible en el
tiempo. Así, la ética se manifestará en la misión, la visión, los valores de la organización y el comportamiento de sus
líderes, y encausará las conductas esperadas en todos aquellos que la conforman.

Marco conceptual de la ética y la responsabilidad social


empresarial
Para comprender la relación entre estos dos conceptos, la ética y la responsabilidad social, tanto en el plano
individual como organizacional, se sugiere la lectura del siguiente artículo (fragmento páginas 84 a 106). En él,
encontrarás no solo un análisis teórico sobre cada concepto y su relación, sino también la metodología de aplicación
en las organizaciones.

Marco conceptual de la ética y la responsabilidad social


empresarial.pdf
564.8 KB
Fuente: Díaz de la Cruz, C. y Fernández Fernández, J. L. (2016). Marco conceptual de la ética y la responsabilidad social

empresarial: un enfoque antropológico y estratégico. Recuperado de:

https://www.unav.edu/publicaciones/revistas/index.php/empresa-y-humanismo/article/viewFile/6837/5997

Veamos cómo se transmite la ética en una organización empresarial, en este caso, sobre la empresa alimenticia
Kellogg, que tiene ya muchos años de trayectoria en el tema. (Kellogg, 2013, p. 3).

“Somos un equipo de personas dedicadas a hacer un mundo más sano a través deproductos de
calidad" (Kellogg, S/F, p. 3).

Ese fue el compromiso original del creador de la compañía, que marcó la impronta ética de la empresa. La compañía
Kellogg fue la primera en la industria de alimentación en contratar a una experta en alimentación, Mary Barber, que
impartía cursos de nutrición a familias. Además, Kellogg fue la primera empresa en imprimir mensajes nutricionales
e información del producto en las cajas de cereales.

Hoy por hoy declaran que su propósito es: “Nutrir a las familias para que puedan crecer y
prosperar” y su visión es: Enriquecer y deleitar al mundo a través de alimentos y marcas que
importan”. (Kellogg, 2013, p. 3).

¿Por qué la visión, la misión y los valores son importantes cuando hablamos de ética
organizacional?

Porque demuestran el ideal de persona, de conducta y de vida al que apunta la organización, tanto para formar a
quienes pertenecen a ella como también para transmitir dichos valores a todos sus grupos de interés. En Kellogg, los
valores corporativos son:
integridad,

responsabilidad,

humildad,

simplicidad,

resultados.

Los grupos de interés (stakeholders) que identifican en su código de ética global son:

Nuestra gente. Actuamos con integridad. Nos tratamos unos a otros con equidad y respeto. Nuestros
consumidores Deleitamos a nuestros consumidores con alimentos seguros, de alta calidad y delicioso
sabor.

Nuestro mercado. Competimos enérgicamente y con integridad. Nos asociamos con quienes
demuestran nuestros valores.

Nuestros inversionistas. Somos una inversión preferida porque trabajamos para el presente mientras
forjamos el futuro.

Nuestras comunidades. Usamos recursos naturales de forma responsable y brindamos apoyo a


nuestras comunidades. (Kellogg, 2013, p. 2).

¿Qué son los stakeholders y por qué están relacionados con la ética de la empresa?

La teoría de los stakeholder


Para comprender mejor la teoría de los stakeholders ‒directamente ligada a la gestión de la responsabilidad social en
las organizaciones ‒, se sugiere leer el siguiente artículo:

La teoría de los stakeholder.pdf


423.3 KB

Fuente: González Esteban, E. (2007). La teoría de los stakeholders Un puente para el desarrollo práctico de la ética empresarial

y de la responsabilidad social corporativa. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/2911/291122924002.pdf

La teoría de los stakeholders es una metodología útil para poder llevar la ética y la responsabilidad social de las
organizaciones de la teoría a la práctica (González Esteban, 2007).

Un stakeholder es cualquier grupo o individuo que puede afectar o ser afectado por el logro de los objetivos de la
empresa. Dichos stakeholders no son meros receptores pasivos de la actividad de la organización, sino interlocutores
válidos y activos. Por ejemplo:

los colaboradores o recursos humanos de la organización,

los clientes, usuarios o consumidores,

los inversores o accionistas,

los entes reguladores y gubernamentales,

los grupos activistas,

los medios de comunicación


la sociedad en general;

la comunidad cercana.

Concretamente, la propuesta que se plantea aquí entiende que una corporación que quiera
gestionar su responsabilidad debe tener presente que tal responsabilidad se define a partir del
diálogo con todos sus stakeholders, tratando de averiguar en tal diálogo qué intereses y valores
son comunes a todos ellos y por tanto universalizables; qué intereses y valores son propios de
cada grupo o de alianzas grupales y cuáles son simplemente intereses y valores particulares.
(González Esteban, 2007, p. 209).

De este modo, se considera que una organización que está respondiendo a esas expectativas e intereses está siendo
socialmente responsable, y esto solo se logra obteniendo el acuerdo de todos los implicados.

¿Cómo se llegan a conocer los intereses y expectativas de los stakeholders?

Esto se logra por medio del diálogo: abriendo, sistematizando e institucionalizando diversos canales de diálogo allí
donde podamos encontrar a los interlocutores pertenecientes a cada grupo de interés, para que sea de fácil acceso
para ellos.

Kellogg, por ejemplo, lanzó su plataforma Hablando con Kellogg, con el objetivo de acercarse a los consumidores,
para generar mayor transparencia en cuanto a los temas de sustentabilidad, comunidad y nutrición, razón por la cual
la plataforma está divida en estas tres secciones. El contenido de la plataforma está armado a partir de preguntas que
los propios consumidores han manifestado y que, a su vez, han sido respondidas por los especialistas de la compañía,
lo que permite establecer un diálogo con los expertos en cada tema.

Esta plataforma se lanzó en Ciudad de México, para su presentación Kellogg abrió un espacio de diálogo con cerca
de 15 periodistas. Allí hubo un intercambio de inquietudes en temas de importancia para México como la obesidad,
los organismos genéticamente modificados (OGM) y la comunidad.

¿Cómo priorizar las demandas de los stakeholders?

Una herramienta conocida es la propuesta por Mitchell, Agel y Wood en Del Castillo (2011) basado en el uso de tres
atributos para clasificar la prioridad de cada grupo de interés:

el nivel de poder ejercido por cada uno de los grupos de interés, es decir, el nivel de influencia que
estos grupos pueden ejercer en el proceso de decisión de la compañía,

el nivel de urgencia de sus pedidos,

el nivel de legitimidad o validez de sus demandas.

Este análisis propone que las organizaciones dediquen sus esfuerzos a aquellos stakeholders que cumplen al menos
dos de estos atributos, de manera que sus demandas implican un mayor riesgo u oportunidad y por tal motivo una
mayor prioridad (Del Castillo, 2012).

Figura 1: Categorización de las demandas de los stakeholders


Fuente: Del Castillo, (2011), p. 235.

Este modelo es solo una propuesta, ya que las empresas suelen utilizar otros criterios, muchas veces propios, para
establecer sus prioridades, y esto es totalmente válido. Kellogg, en el año 2008, identificó sus principales asuntos de
responsabilidad corporativa a partir de un análisis de materialidad, clasificó los asuntos de responsabilidad
corporativa en forma cualitativa a través de tres parámetros: nivel de interés y preocupación social, impacto
(financiero y de prestigio) y nivel de control. Los asuntos que se consideran más materiales son aquellos de alta
preocupación social e impacto para Kellogg, sobre los cuales la compañía tiene cierto grado de control.

En el artículo sugerido anteriormente sobre la teoría de los stakeholders, se proponen una serie de pasos para
institucionalizar las respuestas de la organización a las expectativas de los stakeholders que estarán en constante
revisión. Se resumen dichos pasos en González Esteban, E., (2007).

Definición e implantación de un código Ético,

establecimiento de un Comité de ética corporativo,


desarrollo de planes de comunicación interna del código ético y del funcionamiento del comité de
ética, como también programas de formación para el personal a cerca del código de ética y sus
implicancias en el día a día,

elaboración de informes de RSC,

Desarrollo de planes de comunicación externa sobre el código ético y el informe anual de RSC.
(Gonzalez Esteban, E., 2007).

1 Definición e implantación de un código ético

Además de la declaración de la misión, la visión y los valores de la organización, el código de ética es uno de los
principales indicadores de la ética asumida por la organización. En el caso de Kellogg, también se encuentran allí los
procedimientos de toma de decisión y solución de conflictos.

Figura 2: Toma de decisiones al estilo Kellogg

Fuente: Kellogg Company. (2013). Recuperado de: http://bit.ly/32ZvpHM


Como vemos, Kellogg también logra cumplir con el tercer paso, que es el desarrollo de planes de comunicación
interna sobre el código ético, el comité de ética y las implicancias en la toma de decisiones cotidianas.

El código global de ética está dividido en partes, según los grupos de interés mencionados. Dentro de cada grupo,
también encontramos los temas sensibles o issues, que suelen llamarse también temas materiales o materialidad en
responsabilidad social.

Dentro de cada tema del código de ética de Kellogg, se responde a tres preguntas:

¿Cómo hacemos lo correcto?

¿Por qué es importante?

¿Qué significa?

Por ejemplo, dentro del stakeholder nuestra gente, que abarca todo el personal de Kellogg, se encuentra, entre otros
temas sensibles, evitar conflictos de intereses, que se desarrolla tal como se presenta en el siguiente cuadro.

Figura 3: Protocolo para evitar conflicto de intereses en


Kellogg
Fuente: Kellogg Company. (2013). Recuperado de: http://bit.ly/32ZvpHM

2 Establecimiento de un comité de ética corporativo

Otros indicadores de la ética empresarial que se pueden encontrar e implementar en la estrategia corporativa son las
subunidades o áreas, tanto internas como externas, dedicadas a la gestión y salvaguarda de la ética empresarial. En
Kellogg, la supervisión de la política o ley aplicable y está a cargo del Departamento de Recursos Humanos o el
Departamento Legal y de Auditoría, y de la Oficina de Ética.

La oficina de ética de Kellogg es un recurso para:

Ofrecer orientación y aclarar cómo aplicar el Código o una política de la empresa en sus actividades de
negocios.

Brindar capacitación sobre ética y cumplimiento.

Recibir reportes de las violaciones reales o posibles al Código, a las políticas de la empresa y a la ley.

3 Elaboración de informes de responsabilidad social corporativa (RSC)

En cuanto a la rendición de cuentas, Kellogg realiza su reporte de sustentabilidad anualmente. El primer reporte
global presentado en 2009 cubría el periodo de 2007 bajo los lineamientos G3 de la Iniciativa Global de Reportes o
Global Reporting Initiative (GRI), los cuales proveen un marco de recomendaciones e indicadores para desarrollar
este tipo de documentos.

En el siguiente enlace encontrarás el reporte de 2018 para Latinoamérica, alineado con los Objetivos de
Sustentabilidad 2030 (ODS) y basado en los cuatro pilares de la estrategia de responsabilidad social de la empresa:

nutrir con nuestros alimentos,

alimentar a quienes más lo necesitan,

contribuir al planeta,

vivir los valores de nuestro fundador.

Para ampliar información sobre los reportes de responsabilidad social de la empresa Kellogg, se recomienda ingresar
al siguiente link: responsabilidad social de la empresa Kellogg.
4 Comunicación externa de la estrategia de responsabilidad social

Los soportes elegidos por Kellogg para comunicar las acciones de responsabilidad social de la marca en su cadena de
valor, las metas de la compañía, las relaciones con la comunidad y el medio ambiente, entre otros temas, son los
artículos y videos que se pueden encontrar en su sitio web oficial y en sus redes sociales.

Si dentro del sitio web oficial no se encuentra la información específica que requieres, puedes
hacer tu pregunta, y expertos en el tema te responderán en un periodo máximo de 24 horas.
Algunas de las mejores preguntas se publican en el sitio.

Como hemos podido apreciar, la estrategia de responsabilidad social de la empresa Kellogg es un ejemplo bastante
claro sobre cómo generar confianza con los stakeholders, basándose en una ética de trabajo que la atraviesa desde su
fundación, fuertemente implantada y gestionada actualmente de manera competitiva, que apunta a mantener su
legitimidad como organización.
LECCIÓN 2 de 3

Referencias

Castillo, M. del (2011). Estrategias de Responsabilidad Social Empresaria. Vives, A. y Peinado Varas, E.
(Ed./Comp), La Responsabilidad Social de la Empresa en América Latina. P. 229-248. Washington: Banco
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empresarial: un enfoque antropológico y estratégico. Revista Empresa y Humanismo, 19(2), 69-118. Recuperado de
https://studylib.es/doc/8723038/marco-conceptual-de-la-%C3%A9tica-y-la-responsabilidad-social-

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empresarial y de la responsabilidad social corporative. Veritas. Revista de Filosofía y Teología, 2(17), 205-224.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=291122924002

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de https://www.kelloggcompany.com/content/dam/kellogg-company/files/ESLA_COE_Final3.pdf
LECCIÓN 3 de 3

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos...

La Responsabilidad Social

Vimos qué es la RSC y qué implica este modelo de gestión en las organizaciones.

Antecedentes de la Responsabilidad Social



Descubrimos aquellas tendencias de la gestión de las organizaciones y los factores del contexto que dieron origen a
la RSC, llevándola a su situación actual.

Responsabilidad Social de las organizaciones en los diversos sectores



Conocimos cuáles son y cómo varían las responsabilidades de una organización según al sector que pertenece
(privado, público y tercer sector).
Ética profesional y organizacional

Vimos que la ética es uno de los pilares fundamentales del concepto de RSC, y como ello se manifiesta en el
vínculo que las organizaciones establecen con su entorno.
VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 205-224

La teoría de los stakeholders


Un puente para el desarrollo práctico de la ética
empresarial y de la responsabilidad social corporativa
ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN
Universitat Jaume I (España)
elsa.gonzalez@fis.uji.es

Resumen
En este artículo se pretende mostrar, por un lado, de qué modo la teoría de los
stakeholders podría ayudar a hacer posible el tránsito de la teoría a la práctica de
una ética organizacional y del concepto de responsabilidad que ésta implica. Por
otro lado, se tratará de explicitar algunas de las exigencias que tal pensamiento
le plantea a la sociedad si quiere organizarse teniendo en cuenta a los individuos
como ciudadanos que pueden y deben exigir los derechos de ciudadanía
económica, social y política.

Palabras clave: ética empresarial, responsabilidad social corporativa, teoría de


los stakeholders, ciudadanía.

Abstract
This article sets out to show on the one hand how the stakeholder theory could
help enable the transit from the theory to the practice of business ethics and
the concept of responsibility these ethics involve. On the other hand, the article
attempts to clarify some of the conditions that this theory requires from society
if society wishes to organize itself by considering individuals as citizens who
can and must demand their economic, social and political citizens rights.

Key words: business ethics, corporate social responsibility, stakeholders theory,


citizenship.

Doctora en Filosofía por la Universitat Jaume I (Castellón, España). Profesora del


Área de Filosofía Moral en la misma universidad. Colaboradora de la Fundación ÉTNOR
(Fundación para la Ética de los Negocios y de las Organizaciones). Junto con D. García-
Marzá y otros autores escribió la obra Ética y empresa. La empresa socialmente responsable
(2003). Es autora de numerosas publicaciones relacionadas con la ética empresarial
y la responsabilidad social corporativa, entre las que cabe destacar «Defining a Post-
conventional Corporate Moral Responsibility» (2002) y «Corporate Social Responsibility
(CSR) in Europe: committing to a new business model. A critical review from the
business ethics perspective» (2007).
Este trabajo se inscribe dentro del proyecto de investigación «Ética del desarrollo
y responsabilidad social de la empresa» (HUM2004-06633-C02-02/FISO) financiado
por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y Fondos FEDER.

Recibido:
VERITAS, vol. II, 22/Noviembre/2006 - Aceptado: 5/Enero/2007
nº 17 (2007) 205
ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

1. El marco ético de reflexión de la responsabilidad social corporativa

Adentrarse en el concepto de responsabilidad de la empresa, implica hoy


día, un paso obligado por los planteamientos holísticos y normativos de la ética
empresarial. Es cierto que el discurso de la Responsabilidad Social Corporativa
(RSC) está siendo abordado desde la década de 1990 con mucha profusión desde
distintas disciplinas. Así encontramos estudios y propuestas desde la economía
de la empresa, la dirección y administración de empresa, la sociología de las
relaciones laborales, la comunicación y la publicidad, por mencionar algunas
de las más activas en el tema. Pero, todas ellas acaban acudiendo a la ética
empresarial para preguntarle acerca de la naturaleza de la actividad empresarial,
de las razones para la asunción de responsabilidades, para pedirle, en resumidas
cuentas, orientaciones acerca de qué debería ser la empresa y porqué debe adoptar
planteamientos rigurosos de responsabilidad en sus relaciones comerciales y en
el núcleo duro de su negocio (core business).
La ética empresarial y económica, por su parte no ha llegado tarde a tal
reflexión sino que ha estado desde los inicios implicada en la tarea de ofrecer
fundamentaciones fuertes, así como, de orientar la actividad empresarial en un
sentido justo, prudente y responsable.
El trabajo que aquí se presenta precisamente se sitúa dentro de una propuesta
de Ética Empresarial y Económica Dialógica, fundamentada en la teoría ética
del discurso, tal y como la entienden J. Habermas1 y K.-O. Apel2, y que ha sido
desarrollada en los últimos 20 años en las Universidades de Valencia (España) y
de la Jaume I (Castellón, España)3.
Partiendo de los presupuestos de este modelo de ética económica y
empresarial se evidencia que cualquier organización empresarial para la gestión
de su dimensión ética debe tener en cuenta, al menos, cinco cuestiones básicas.

1
J. HABERMAS: Teoría de la acción comunicativa: complementos y estudios previos. Cátedra,
Madrid 1989; Ibid., Conciencia moral y acción comunicativa. Península, Barcelona 1991; Ibid.,
Aclaraciones a la ética del discurso. Trotta, Madrid 2000.
2
K.-O. APEL: La transformación de la filosofía. Tomos I y II, Taurus, Madrid 1985;
Ibid., Teoría de la verdad y ética del discurso. Paidós, Barcelona 1991, 5ª reimpr. 1995.
3
Para el desarrollo de una formulación de ética empresarial fundamentada en una
renovada ética del discurso, véase A. CORTINA: Ética aplicada y democracia radical. Tecnos,
Madrid 1993; A. CORTINA, J. CONILL, A. DOMINGO y D. GARCÍA-MARZÁ: Ética de la
empresa. Claves para una nueva cultura empresarial. Trotta, Madrid 20007; D. GARCÍA-MARZÁ:
Ética empresarial. Del diálogo a la confianza. Trotta, Madrid 2004.

206 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

En primer lugar, que la gestión de los valores, normas y principios morales se


convierte en una necesidad para las empresas que quieren mantener su proyecto
en el medio y el largo plazo. En segundo lugar, que cualquier organización
empresarial es agente moral de decisión y actuación, al igual que las personas.
Una empresa posee libertad para decidir frente a distintas alternativas de acción y
tiene que elegir de entre ellas, produciéndose un ajustamiento basado en valores,
normas y principios, por lo que es responsable de sus decisiones y actuaciones.
En tercer lugar, que la actividad empresarial no se produce en el vacío social, por
lo que aunque una empresa puede ser privada, sus repercusiones son públicas
por lo que está obligado a responder de ellas. En cuarto lugar, que aquello que sea
lo moralmente exigible deberá ser descubierto en un diálogo con los afectados
por la decisión, norma o institución, en condiciones de simetría, inclusión e
igualdad. Y, en quinto lugar, que cualquier ética económica y empresarial debe
tener presente que una reflexión en el nivel organizacional (meso) debe ir
acompañado siempre de una reflexión crítica del nivel de los sistemas (social,
económico y político) en el que se inserta la organización ―y viceversa.
En este artículo se pretende mostrar de qué modo la teoría de los stakeholders
podría ayudar a hacer posible el tránsito de la teoría a la práctica de una ética
organizacional, así como mostrar algunas de las exigencias que tal pensamiento
le plantea a la sociedad si quiere organizarse teniendo en cuenta a los individuos
como ciudadanos que pueden y deben exigir los derechos de ciudadanía
económica, social y política.

2. La empresa stakeholder y su responsabilidad

En el último decenio se ha avanzado mucho en la cuestión de la fundamentación


de una ética empresarial y económica, pero todavía queda mucho camino por
recorrer para dar respuestas a las dificultades que se nos presentan al intentar
orientar la praxis cotidiana desde las principales ideas de la ética empresarial y
económica. En esta cuestión en concreto es donde se centra este estudio. Que
es una propuesta concreta acerca de cómo tender un puente entre la teoría y la
práctica de la ética empresarial y económica dialógica. Porque un concepto de
RSC dialógico fundamenta que cualquier empresa posee una responsabilidad de
carácter económico, social y ecológico, pero a partir de ese punto las preguntas
son de otro cariz y apuntan al cómo definir las responsabilidades concretas y
también al cómo delimitar la extensión de tales responsabilidades.

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 207


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

Para responder a estas cuestiones, en los últimos años he propuesto utilizar


la teoría de los stakeholders4 como una metodología de gestión empresarial,
considerando que desde ella es posible tender un puente para que la ética
empresarial dialógica pueda pasar de la teoría a la práctica5. A continuación se
exponen las ideas centrales de tal complementación al mismo tiempo que nos
adentramos en el significado del vocablo stakeholder.
Un primer apunte necesario respecto a la teoría de los stakeholders es que en
sus inicios nació con vocación de ser una teoría estratégica de gestión, como
bien señala uno de los principales precursores de la misma, Richard Edward
Freeman. Él definió el término stakeholder, en su obra, Strategic Management: A
Stakeholder Approach, una obra conside-rada hoy en día como un clásico en el
tema: un stakeholder es «cualquier grupo o individuo que puede afectar o ser
afectado por el logro de los objetivos de la empresa»6.
Aunque Freeman sigue defendiendo el uso de esta teoría como metodología
de gestión exclusivamente estratégica y, en ningún caso normativa, muchos han
sido ya los estudios que se han desarrollado sobre ella y las propuestas para
que unida a teorías éticas normativas pueda servir para ayudar a la gestión de la
dimensión ética de la empresa.
Las razones del interés por la teoría de los stakeholders son muy diversas, pero
se remarcarán las más importantes:

1. Esta teoría, en primer lugar, permite pensar un nuevo paradigma


empresarial, donde existe una comprensión de la empresa plural. Por tanto, la
empresa no es cosa de uno (accionista o propietario), ni exclusivamente de dos
(propietarios y trabajadores), si no que la empresa debe ser entendida desde

4
Cfr. Para la formulación de la teoría de los stakeholders, R. E. FREEMAN: Strategic
management. A Stakeholder Approach. Pitman, London 1984; T. DONALDSON / L. PRESTON:
«The Stakholder Theory of the Corporation: concepts, evidence, and implications»,
en Academy of Management Review, vol. 20, 65-91; T. M. JONES / A. C. WICKS / R. E.
FREEMAN: «Stakeholder Theory: The state of the art», in N. E. BOWIE (ed.): The Blackwell
Guide to Business Ethics. Blackwell Publishers, Oxford 2002, 19-37.
5
Cfr. Para la propuesta de complementación E. GONZÁLEZ ESTEBAN, «Defining
a Post-conventional Corporate Moral Responsibility», en Journal of Business Ethics, vol.
39 (2002), 101-108; Ibid., «La gestión de la responsabilidad basada en la teoría de los
stakeholders», en D. García-Marzá / E. González Esteban / F. Navarro y B. Ballesteros:
Ética y empresa. La empresa socialmente responsable. Cideal, Madrid 2003, 58-87; Ibid.,
«Consecuencialismo y deontologismo para una ética empresarial: una mirada desde la
teoría de stakeholders», en J. Pizza: Ética e responsabilidade social. Editora da Universidade
Católica de Pelotas, Pelotas, 99-116.
6
R. E. FREEMAN: Strategic management. A Stakeholder Approach, op. cit., 24.

208 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

la pluralidad de «agentes» ―los que afectan― que intervienen en ella y, por


tanto la hacen posible, así como desde todos aquellos «pacientes» ―los que son
afectados― por la organización empresarial.

2. En segundo lugar, la teoría nos permite además comprender que


entre los distintos stakeholders que configuran la empresa se establecen una
serie de relaciones que pueden ser entendidas desde la perspectiva no sólo del
contrato jurídico o del contrato social, sino del contrato moral7. Es decir, entre
los distintos stakeholders que configuran la organización empresarial existen
expectativas recíprocas de comportamiento, algunas de ellas con carácter
legítimo que deberán ser satisfechas desde dentro del marco de las relaciones
empresariales. Por tanto, nos muestra como no son sólo intereses económicos
sino también de otro tipo.

3. En tercer lugar, y derivado del anterior, mediante la teoría de los


stakeholders es fácil vislumbrar la existencia de una responsabilidad social,
entendida en sentido ético, de la organización empresarial.

Por estas razones la complementación entre la teoría de los stakeholders, es


quizás hoy en día una de las más utilizadas para tratar de desarrollar propuestas
teórico-prácticas plausibles y reales de la RSC.
Concretamente, la propuesta que se plantea aquí entiende que una
corporación que quiera gestionar su responsabilidad debe tener presente que tal
responsabilidad se define a partir del diálogo con todos sus stakeholders, tratando
de averiguar en tal diálogo qué intereses y valores son comunes a todos ellos y
por tanto universalizables; qué intereses y valores son propios de cada grupo o
de alianzas grupales y cuáles son simplemente intereses y valores particulares8.
Al determinar tales valores e intereses la empresa puede diseñar y generar
estrategias que traten de satisfacer y encarnar los valores universalizables, dar
una respuesta adecuada a valores grupales que no contradigan los anteriores y,
en la medida de lo posible, satisfacer intereses y valores particulares. La idea clave
reside en considerar que una empresa conseguirá la legitimidad y credibilidad de

7
Cfr. D. GARCÍA-MARZÁ: Ética empresarial. Del diálogo a la confianza, op. cit.
8
Cfr. E. GONZÁLEZ ESTEBAN: «Defining a Post-conventional Corporate Moral
Responsibility», op. cit.; D. GARCÍA-MARZÁ: Ética empresarial. Del diálogo a la confianza, op.
cit.; E. GONZÁLEZ ESTEBAN y D. GARCÍA-MARZÁ: «Corporate Social Responsibility
(CSR) in Europe: committing to a new business model. A critical review from the
business ethics perspective», en Business Ethics: A European Review, forthcoming, 2007.

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 209


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

sus stakeholders siempre y cuando sea capaz de dar respuesta a las expectativas
legítimas ―universalizables― que poseen los distintos stakeholders.
En este sentido, cada corporación debe ser capaz de identificar adecuadamente
a todos sus stakeholders. Teniendo en cuenta que un stakeholder es cualquier
individuo o grupo que es afectado o puede ser afectado por la consecución de
los objetivos de la organización y que posee expectativas, donde algunas de ellas
son universalizables. La cuestión clave en la identificación de los stakeholders,
es conseguir diferenciar aquellos stakeholders que poseen poder comunicativo
―capacidad de interlocución― y expectativas urgentes y legítimas. A estos
stakeholders les denominaremos stakeholders centrales, mientras que al resto
de stakeholders que poseen sólo dos de estos atributos les denominaremos
latentes, puesto que en cualquier momento se pueden convertir en centrales
para la determinación de las responsabilidades de la corporación9.
La identificación de los stakeholderes se realiza mediante un procedimiento de
diálogo. Este diálogo tiene que tener los siguientes rasgos:

―Los intereses pueden ser cualificados y existen tres tipos de intereses:


particulares, grupales y universalizables o generalizables. Una perspectiva
ética del enfoque de los stakeholders debería adoptar los intereses universalizables
o generalizables como guía para la definición de sus estrategias y de su
RSE.

―Un stakeholder no será comprendido sólo como un afectado por la


actividad empresarial sino como un interlocutor válido. En este sentido se
afirma que no es un simple reclamante pasivo sino que trata de influir en
las decisiones y actividades de la empresa. Con esta definición de los
stakeholders se exige que todos los afectados por la actividad empresarial
sean considerados como interlocutores válidos de la empresa, cuyos intereses
es preciso tener en cuenta en la toma de decisiones.

―Un stakeholder válido posee poder tanto de carácter estratégico o


instrumental como comunicativo, es decir, generador de entendimientos
y consensos acerca de intereses universalizables.

Esta propuesta ha sido realizada por E. GONZÁLEZ ESTEBAN y D. GARCÍA-


MARZÁ, op. cit., 2007, sobre la crítica al trabajo de R. K. MITCHELL / B. R. AGLE /
D. J. WOOD: «Toward a Theory of Stakeholder identification and saliente: defining the
principle of who and what really counts», en Academy of Management Review, vol. 22, nº 4,
853-886.

210 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

―El establecimiento de diálogos para la búsqueda de consensos acerca


de las normas y procedimientos empresariales que respondan a intereses
universalizables o generalizables para guiar la dirección empresarial es
una exigencia. Es decir, deberá existir un respeto obligado al principio de
universalización que establece que una decisión es moralmente correcta
cuando puede o podría ser aceptada por todos los afectados presentes y
futuros.

―Los diálogos deberán atender a cuatro principios10: principio de sinceridad


de los interlocutores; principio de inclusión de todos los afectados como
solución a los conflictos –o en su defecto los representantes-, potenciales,
presentes y futuros; principio de reciprocidad entre los participantes; y
principio de simetría entre todos los intereses planteados.

Partiendo de este enfoque ético una empresa podrá considerarse que está
dando una respuesta adecuada a su RSC cuando encuentre el acuerdo de todos
los implicados. Este acuerdo será considerado siempre como un proceso
y no un hecho, y la valoración ética del mismo dependerá del alejamiento o
cercanía respecto a la inclusión de los múltiples stakeholders, las condiciones
del diálogo y del posible acuerdo. El requisito mínimo, consecuentemente, es
siempre la exigencia del diálogo entre todos aquellos stakeholders identificados.
De la consideración de todos los afectados dependerá la credibilidad moral o
legitimidad de la empresa.
Bajo esta perspectiva se hace hincapié en que los seres humanos son capaces
de alcanzar acuerdos intersubjetivos acerca de la corrección de las normas
morales y en este sentido para definir los criterios para la gestión de la RSE.
Para que este acuerdo o consenso alcanzado sea considerado como moral
deberá contar con la participación de todos los afectados por las cuestiones que
se dirimen en el diálogo en condiciones iguales y simétricas de participación,
bien sean normas, instituciones, decisiones, políticas o estrategias. Así pues se
considerarán stakeholders a incluir en los procesos de decisión y diálogo en
la empresa a todos aquellos que posean competencia comunicativa y cuyos
resultados de tales diálogos puedan afectarles. A mi juicio, se puede afirmar que
los derechos que les corresponden a tales interlocutores o stakeholders válidos podrían tener la
calidad de ser expectativas legítimas, por lo que serían sujetos a responsabilidad para la empresa
y en este sentido se convierten en obligaciones para la misma. Es decir, cada stakeholder
como interlocutor válido, desde este modelo procedimental para la RSE, tendría


10
Cfr. J. HABERMAS: Aclaraciones a la ética del discurso, op.cit.

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 211


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

el derecho a participar en los diálogos que se planteen y cuyos resultados les


afecten.
Una vez se ha desarrollado esta fase preliminar es fundamental una
institucionalización y una respuesta clara de la corporación con respecto
a las expectativas legítimas de los stakeholders ―que siempre estarán en
permanente revisión―. Para tal institucionalización se proponen las siguientes
herramientas11:

1. Definición e implantación de un código ético: el código ético es un


documento formal donde se expresa la voluntad y la disposición de la
empresa para el reconocimiento y satisfacción de todos los intereses
en juego. Se propone una estructura del código ético en tres partes:
definición de los principios guía de la corporación, compromiso con
valores que sean capaces de desarrollar los principios guía y determinación
de compromisos concretos por parte de la corporación. Se recomienda
que el contenido del código ético sea revisado, al menos cada tres años,
a la luz de los nuevos acontecimientos que pueden darse en el entorno
y también de la revisión de las expectativas de los stakeholders mediante
un diálogo constante.

2. Establecimiento de un comité de ética corporativo: que es el espacio


de la razón pública en la empresa, ámbito para el seguimiento y control
de los compromisos adquiridos en el código ético, así como para la
deliberación y la búsqueda de intereses comunes y generalizables.
Además, al comité de ética debería llegar cualquier conflicto de carácter
ético que se produjera en la corporación, para ser analizado y proponer
pautas de actuación que sean acordes con los principios, valores y
compromisos adquiridos en el código ético.

3. Desarrollo de planes de comunicación interna del código ético y del


funcionamiento del comité de ética, así como programas de formación
a todos los trabajadores de la empresa acerca del código ético y las
implicaciones que éste tiene en la toma de decisiones cotidiana.

11
Cfr. Para un estudio y propuesta de códigos éticos, auditorias éticas y comités
éticos organizacionales D. GARCÍA-MARZÁ: Ética empresarial. Del diálogo a la confianza, op.
cit.; Ibid., «Trust and Dialogue: Theoretical Approaches to Ethics Auditing», en Journal
of Business Ethics, vol. 57, 209-219.

212 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

4. Elaboración de informes de RSC, con estos informes se pretende


mantener informados a todos los stakeholders acerca de la realización
de la empresa respecto a la RSC. Estos informes deberían ser anuales y
contemplar los tres aspectos de la RSC, a saber, aspectos económicos,
medioambientales y sociales.

5. Desarrollo de planes de comunicación externa tanto del código ético


como del informe anual de RSC. La publicidad de las actuaciones y
estrategias que la empresa emprende de modo proactivo con respecto
a la RSC son muy importantes, especialmente, para que los stakeholders
posean información suficiente para poder conocer si las expectativas
legítimas están tratando de ser satisfechas por parte de la corporación.
Estos procesos de comunicación externa deberían de establecer canales
adecuados para que los stakeholders pudieran sugerir mejoras que deberían
ser examinadas por el comité ético de la corporación y elevadas como
sugerencias de mejora a la corporación en el caso de ser consideradas
relevantes.

6. Establecimiento de una auditoría ética, que podría ser cada dos o


tres años. Con la auditoría ética se pretende realizar una valoración del
cumplimiento del contrato moral, de la consistencia entre lo que se dice y
lo que se hace. Esta auditoría debería ser realizada por una organización
independiente con el objetivo de determinar los puntos fuertes y débiles
de la organización y proponer mejoras a la corporación.

Como se puede observar, con este modelo de RSE, no sólo se puede definir
la responsabilidad de la corporación sino también las estrategias a desarrollar
para que las expectativas legítimas sean satisfechas. De este modo, se puede
decir, que el modelo permite gestionar la confianza de los stakeholders que es la
piedra angular del éxito a largo plazo de cualquier proyecto empresarial.

3. Stakeholding: demanda de la revisión de los sistemas


económico, social y político

La teoría de los stakeholders ha sido utilizada como metodología adecuada


para el desarrollo de la ética de la empresa, y la mayoría de los estudios
realizados al respecto apuntan en algún momento que es necesario realizar una
seria reflexión ética desde los presupuestos de la teoría de los stakeholders de los

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 213


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

sistemas políticos, sociales, culturales y económicos en los que se inscribe la


organización. De alguna forma se pone de manifiesto que de poco serviría una
teoría ética de la empresa a nivel meso sin una teoría ética de la empresa a nivel
macro12.
Las implicaciones de la teoría de los stakeholders en nivel macro, es decir, en
los sistemas sociales, culturales, políticos y económicos, se hacen evidentes al
observar la concepción de la empresa que encierra su definición, así como a
través del concepto de responsabilidad empresarial que subyace a tal teoría.
Por una parte, la concepción de la empresa, como una institución social
inscrita en un sistema abierto, dinámico y de interdependencias entre sus
instituciones, muestra que ésta actúa dentro de sistemas sociales, político-
administrativos y económicos que imponen límites o constricciones al actuar de
la empresa pero que también se ven modificados por las políticas, estrategias y
valores de la empresa.
Por otra parte, la concepción de responsabilidad que conlleva el enfoque de
stakeholder, como una co-responsabilidad, pone de manifiesto que la empresa
no funciona en un vacío social y moral y, por tanto, que los sistemas en los que
se inserta también deben ser revisados para que pueda la empresa acometer tal
responsabilidad. Sería insensato, como se ha manifestado en muchas ocasiones,
pedirle a una empresa que desarrolle una política de igualdad de oportunidades
allí donde los sistemas sociales y culturales imponen en el sistema económico
y sus instituciones la ley de la desigualdad. Esto lleva pues a una revisión de los
sistemas sociales, económicos y político-administrativos, desde una perspectiva
ético-normativa.
Para tal revisión, la terminología utilizada al uso en este nivel macro ha sido la
de stakeholding quizás para mostrar la puesta en marcha en el sistema y su carácter
de proceso y construcción que no es exclusivo de la institución empresarial.
Las principales propuestas de revisión desde este concepto han sido
realizadas en EE.UU. (Ackerman y Alstott) y en Gran Bretaña (G. Kelly, D.
Kelly y Hutton), en este último país es mucho más abundante la reflexión acerca
del concepto. En el contexto de Gran Bretaña, aquellos que defienden la idea
de stakeholding coinciden en afirmar que no se puede tomar sólo una de las
dimensiones de stakeholding, es decir, que hay que tomar en un conjunto todas
sus dimensiones inscritas en el nivel macro, a saber, económica, socio-cultural


12
Cfr. G. ENDERLE: «¿Qué es la ética económica?», en Economía, vol. XVI, nº 31,
Junio, 91-111; J. CONILL: Horizontes de economía ética. Tecnos, Madrid 2004.

214 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

y política, puesto que las unas refuerzan a las otras13. Esta es quizás la principal
diferencia que existe entre las propuestas estadounidenses y las de Gran Bretaña,
dado que la propuesta en EE.UU. apunta a un desarrollo de la sociedad de
stakeholding sólo a través de la dimensión económica, entendiendo que desde ésta
se producirán cambios en el ámbito social y político.
La segunda gran diferencia es que en el ámbito práctico político tales ideas
han calado en el lenguaje y propuestas políticas del laborismo inglés, mientras
que no lo han hecho en la política estadounidense. Así por ejemplo, el Primer
Ministro Tony Blair en una conferencia pronunciada el 7 de enero de 1996 en
Singapur afirmó que stakeholding era el tema central del nuevo enfoque de
los laboristas: «Nuestra tarea… es equipar a nuestra gente y a nuestros negocios para el
cambio económico y tecnológico masivo y para hacer esto situamos en la base una economía de
stakeholder, en la que la oportunidad económica se encuentra ampliamente diseminada y en la
que ningún grupo o clase se encuentra excluido». Dado que en 1997, cuando este nuevo
laborismo llegó al poder, fue apeando poco a poco la dimensión económica
de sus políticas guiadas por el concepto de stakeholding society, centrándose
únicamente en los aspectos sociales y democráticos del mismo, los teóricos del
concepto han avivado sus voces para recordar que del concepto de stakeholding
no sólo nace una nueva concepción de la empresa, sino también una nueva
concepción de las relaciones económicas, políticas y sociales entre las personas
centradas, desde esta perspectiva, en la confianza y en la búsqueda de objetivos
comunes. Por tanto, apear la dimensión económica supone llevar el propio
concepto al fracaso.
Utilizando el lenguaje de la filosofía moral y política de la ciudadanía14,
podemos decir que el concepto de stakeholding pretende realizar una revisión y
propuestas concretas de todas las dimensiones de la ciudadanía: política, social
y económica.
De este modo, podemos observar como el concepto de stakeholding se
presenta como un concepto político y no exclusivamente empresarial. Al revisar

13
Cfr. G. KELLY / D. KELLY / A. GAMBLE (eds.): Stakeholder capitalism. Macmillan
Press LTd, London 1997; J. PLENDER: A Stake in the Future. The Stakeholding Solution.
Nicholas Brealey Publishing, London 1997; W. HUTTON: The state we’re in. Jonathan Cape,
London 1995; Ibid., «Six Stakeholding Propositions», en Business Strategy Review, vol. 8,
nº2, 7-9; Ibid., The stakeholding society. Polity Press & Blackell Publishers Ltd., Cambridge
1999; A. GAMBLE / G. KELLY: «Shareholder Value and the Stakeholder Debate in the
UK», en Corporate Governance, Empirical Research and Theory-Building Papers, vol. 9, nº 2, 110-
117.
14
Cfr. A. CORTINA: Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía. Alianza,
Madrid 1997.

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 215


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

la bibliografía el lector tiene la impresión de que casi todo parece tener una
dimensión de stakeholder: stakeholder capitalism, stakeholder democracy, stakeholder
company, stakeholder government, stakeholder community, stakeholder Europe, stakeholder
society, stakeholder economy. Y siempre su uso mantiene una promesa de inclusión,
cooperación, participación y responsabilidad.

4. Los principios de la sociedad de stakeholding

Como se acaba de señalar la revisión de los sistemas económico, político y


social desde el concepto de stakeholding lleva implícita una cuádruple promesa:
inclusión, cooperación, participación y responsabilidad. Pero veamos con mayor
detenimiento estos cuatro principios. La inclusión (económica, social y política)
es entendida bajo los términos de que todo individuo es miembro o pertenece
a (membership) una organización, institución o comunidad y que dentro de ellas
poseen tanto derechos como obligaciones.
Esta inclusión implica un concepto de cooperación, es decir, tiene como
objetivo mostrar cómo los individuos trabajando conjuntamente pueden afectar
a las fuerzas que la sociedad posee desde la búsqueda de objetivos comunes y
de confianza. Por tanto una sociedad, una política o una economía de stakeholder
existe cuando existen tanto derechos como obligaciones construidas entorno
a las nociones de cooperación y de inclusión económica, social y política. En
definitiva, la cooperación lleva a la búsqueda de objetivos compartidos y a la
creación de confianza.
Por este motivo la participación, entendida como autonomía, se erige como una
de las piezas clave para convertir stakeholding en una realidad. Es absolutamente
necesaria la participación de los individuos que tienen un interés de un modo
activo, más que pasivo, en aquellos ámbitos en los que se encuentran incluidos.
Por tanto, la existencia de individuos preparados a comprometerse con otros
que comparten actividades y preocupaciones comunes es de vital importancia.
Lo que la participación requiere es acceso a los recursos sociales, información
y una cultura que anime a la cooperación y a los procesos de consulta. En este
sentido el derecho de participación implica la obligación de participar.
Este concepto de participación subraya la importancia de la autonomía de
las personas, es decir, que cada persona tenga control sobre su propia vida y
la flexibilidad suficiente para poder tomar decisiones. El proceso que lleva a
alcanzar altas cotas de autonomía pasa necesariamente, en primer lugar, por una
capacitación por medio de información y habilidades así como oportunidades
para que puedan adquirir tanto propiedad como capital social. Y, en segundo

216 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

lugar, se necesita de un tipo de instituciones cívicas, una cultura pública y un ethos


público que pueda hacer comprensible las alternativas disponibles así como la
posibilidad de contribuir al desarrollo personal.
Y, finalmente, el concepto de responsabilidad pública y de control (accountability) se
entiende como una tarea que cualquier individuo e institución debe de llevar a
cabo. Es decir, la presentación de los informes acerca de cómo y de qué manera
se han utilizado los derechos de que un individuo, empresa o institución goza
debe ser la norma común.

5. Stakeholding: mediación entre el individualismo


y el colectivismo

Así pues, el concepto de Stakeholder resalta la importancia que tiene que cada
individuo se sepa y sienta poseedor de un stake en la sociedad de la que es miembro,
de otro modo será difícil que pueda cooperar, se sienta motivado a participar y
construir o que se le pueda pedir responsabilidad. En palabras de Darling:

«Cada individuo debe tener un interés en el futuro de su país. Los individuos


deberían tener la oportunidad de contribuir, y poder llegar a hacer lo mejor
que pueden alcanzar para ellos mismos y sus familias. Poseer tal interés es
bueno tanto para el individuo como para la sociedad»15.

Con estas palabras se puede observar como stakeholding se propone como


un concepto capaz de mediar entre la perspectiva individualista y colectivista,
dado que concede un papel importante al Estado pero también al individuo,
considerando que ambos son necesarios16. Pero al mismo tiempo pueden surgir
dos modelos distintos de sociedad de stakeholding, dependiendo dónde vayamos a
cargar más las tintas.
Si se contempla el modelo de stakeholder como un modelo individual
entonces los individuos se convierten en stakeholders porque se presta atención a
su propio capital humano. La agenda de Stakeholder entonces es cómo equipar a
cada individuo con un stake suficiente para que tenga éxito en el ámbito social,
político y económico. En este sentido ser un stakeholder significa tener la autonomía
para elegir y la libertad para salir de relaciones que no son provechosas.

15
A. DARLING: «A Political Perspective», in G. Kelly / D. Kelly / A. Gamble (eds.),
Stakeholder capitalism, op. cit., 10.
16
Cfr. G. KELLY et.al.: Stakeholder capitalism, op. cit., 239-241.

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 217


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

Entre los ejemplos del modelo individual podemos resaltar propuestas muy
ambiciosas como la realizada por Bruce Ackerman y Anne Alstott17. En esta obra,
en lugar de proponer una reforma a gran escala de las instituciones económicas
apuesta por ayudar a los individuos, dotándoles de un stake de $80.000 a la edad
de 21 años, sujeto a distintas condiciones, que permitiría revitalizar el ideal liberal
de una ciudadanía independiente, responsable y propietaria. Como consecuencia
de esta innovadora propuesta, argumentan sus autores, tanto la sociedad
como la política y la economía del país se verían fortalecidas. Además de esta
propuesta, ambiciosa por lo que tiene de transformadora, existen propuestas
más modestas que se centran en la promoción de ayudas a los individuos para
que adquieran las habilidades y valores necesarios para dar lugar a un cambio
cultural caracterizado por una mayor cooperación y consenso en las empresas y
organizaciones, que se ven como el corazón o centro del enfoque de stakeholders.
En términos de ciudadanía esta línea de trabajo implica sobre todo acometer
una ciudadanía económica, que como consecuencia, pero sin ser su objetivo,
reforzaría la ciudadanía civil, política y social.
Si se contempla el modelo de stakeholder como un modelo colectivo,
entonces las obligaciones colectivas y los derechos colectivos que se poseen
por ser miembros de comunidades y organizaciones se convierten en el centro
del modelo. Los stakeholders colectivamente ejercen el derecho de voz que
establece medidas de control y de responsabilidad (accountability). Así pues, ser
un stakeholder es ser reconocido como poseedor de un interés en la decisión
y acciones de organizaciones concretas y exigir como resultado derechos de
consulta, información, y participación en la toma de decisiones, mientras que la
aceptación de tal pertenencia conlleva obligaciones. La agenda de Stakeholder
aquí se centra en una reflexión y propuesta de transformación de las instituciones
sociales, políticas y económicas de modo que tales derechos y obligaciones se
puedan ejercer.
El trabajo realizado por William Hutton18 se presenta como una visión de
stakeholder que enfatiza los aspectos colectivos. Argumenta que stakeholding es el
concepto de organización adecuado para la izquierda contemporánea porque
ofrece una interpretación radicalmente distinta de cómo una economía capitalista
debe funcionar. Para él la agenda de stakeholder debe ser comprehensiva,
cubriendo la propiedad y el control de las empresas, las relaciones en el trabajo,

17
Cfr. B. ACKERMAN / A. ALSTOTT: The Stakeholder Society. Yale University Press,
New Haven & London 1999; Ibid., «Why Stakeholding?», Working Paper for the Havens
Center Rethinking Redistribution Conference, March, 2002.
18
Cfr. Nota 13 del presente artículo.

218 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

la educación y la formación, el bienestar, la política macroeconómica y un


cambio constitucional. Se centra pues en las estructuras y las instituciones de
una economía amplia. Con su propuesta presenta la concepción de stakeholders
como un modo de entender las relaciones sociales, políticas y económicas
distintas al modelo de libre mercado. Con ello busca situar límites significativos
sobre el modo en que los mercados operan para reducir su tendencia a polarizar
la sociedad y a convertir a numerosos grupos en grupos marginales. Dicho en
términos de ciudadanía se pretende hacer efectiva tanto la ciudadanía civil, la
política, la social y la económica.
Aun las diferencias señaladas en los dos modelos, que se pueden desarrollar
partiendo de las promesas y principios del concepto de stakeholding para los
sistemas social, económico y político, cualquier propuesta de stakeholding subraya
que tanto el individuo como el estado deben de ponerse manos a la obra en la
tarea de su construcción. Es decir, no caen en ninguno de los dos extremos
apuntados: individualismo-colectivismo, sino que tratan de mediar, con mayor
o menor éxito en su empeño, entre ambas categorías por medio del concepto
de stakeholding.
Pese a no existir una propuesta unificada de la agenda de stakeholding,
a mi juicio, sí que se pueden rastrear las principales líneas de actuación que
se presentan, bajo este enfoque, como necesarias por parte del estado y del
individuo.
El Estado debería fundamentalmente proporcionar y mantener un marco
social, político y económico que permita a los individuos la oportunidad de
tener éxito en sus empresas de cooperación, así como de empoderar o capacitar a
los individuos (empower) para que sean capaces de llevar adelante sus proyectos.
Concretamente se establece que el estado debería crear una situación de largo
plazo a través de la estabilidad, por lo que una de sus prioridades debe ser facilitar
un entorno económico estable con una baja inflación; invertir en habilidades
facilitando la mejor educación posible; modernizar el estado de bienestar, pues
para darles a las personas un interés (stake) en el país es necesario que la persona
tenga trabajo y los medios necesarios para poder participar plenamente; y ayudar
a las empresas, por medio de las infraestructuras y políticas de regulación.
El individuo tiene que asumir los derechos y obligaciones que se derivan
de su stake de modo que sea capaz de dinamizar y crear riqueza tanto en el
ámbito económico, como en el social y en el político; jamás abdicando de sus
responsabilidades y obligaciones sino ejerciéndolas como seres autónomos.
Como se reitera en el debate acerca de stakeholding, con este concepto no se
está abogando por un colectivismo o por una socialización de la economía y de
las relaciones entre los individuos, por eso el reconocimiento y el estudio de las

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 219


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

relaciones entre público y privado constituyen uno de los pilares de su análisis19.


Tratando de darle cuerpo a la idea de que en cualquier sociedad es necesario
descentralizar el poder y reconocer los distintos tipos de representación legítima
en una sociedad, en este sentido se afirma que el poder ―entendido tanto
estratégica como comunicativamente― existe tanto en la esfera del estado
como también en el individuo y en las distintas formas de asociación libre y
voluntarias que éstos adoptan. En este sentido el individuo no puede quedar
exclusivamente relegado al ámbito privado, sino que puede (tiene derechos para
ellos) y debe (por responsabilidad y obligación) ejercer el poder que tiene para
influir en aquello que también le afecta que es la esfera pública. En este sentido,
aunque se distinguen ambos ámbitos se muestra que no se pueden identificar
público-Estado y privado-sociedad civil20.
En definitiva, el éxito del concepto de stakeholding pasa por alcanzar tanto
una sociedad, como una política y economía imbuida de sus principios de
inclusión, cooperación, participación y responsabilidad pero puede dar lugar a modelos
de aplicación prácticos distintos. En el terreno de la aplicación es donde se pone
de relieve la importancia que tiene entender stakeholding cargando más las tintas
en el modelo individual (liberal) o en el modelo colectivo (socialista).

6. Stakeholding social o la sociedad de los stakeholders

El discurso de stakeholding, al igual que el discurso de la ciudadanía, es


una forma de recuperar las preocupaciones que existían en los estudios del
concepto de clase, que no son otras que las preocupaciones que suscitan las
desigualdades estructurales y la falta de justicia que existen dentro del sistema
capitalista hegemónico actualmente. Tal recuperación se realiza, como ya se
ha expuesto, por medio de las ideas de inclusión, cooperación, participación y
responsabilidad.
El planteamiento de social stakeholding es que cada persona como miembro
de una sociedad, como consumidor y como ciudadano posee un stake que es
necesario definir y que tiene que mantener a lo largo de su vida social. Para la
primera tarea, la definición, son imprescindibles los aspectos de participación y
cooperación y, para el mantenimiento se hace imprescindible la descentralización
de poder, la inclusión y la responsabilidad.
19
A. DARLING: «A Political Perspectiva» in G. Kelly / D. Kelly / A. Gamble (eds.):
Stakeholder capitalism, op. cit., 12.
20
Cfr. A. CORTINA: Ética aplicada y democracia radical, op. cit., especialmente capítulo
9 y A. CORTINA: Hasta un pueblo de demonios. Taurus, Madrid 1998.

220 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

Las propuestas concretas que se han realizado, y a las que se ha aludido en el


apartado anterior, abogan por trabajar desde el marco de un estado de bienestar
fuerte, pero reformulado, de tal suerte que se evite uno de los males, criticados
duramente por sus detractores, que es el de la apatía y falta de implicación
ciudadana. En este sentido, siempre dentro del marco del bienestar se pretende
mostrar a los ciudadanos que ellos poseen un interés (stake) en la sociedad
heredado de la generación anterior y que tienen la obligación de mantenerlo
para el disfrute de su generación y también de las generaciones futuras. Con
ello se daría pié a la creación de un ethos de responsabilidad, independencia y
participación en los asuntos sociales del que han carecido las sociedades con
estados de bienestar fuertes especialmente en Europa.
Las dos primeras tareas que tal sociedad de stakeholding tendría que emprender
para alcanzar estos objetivos son: descentralizar el poder, para que cada ser social,
ciudadano o consumidor pueda ejercer un control directo sobre sus intereses y
definir políticas sociales de largo plazo que tengan como objetivo fomentar la
cohesión social por medio de un ethos semejante.
El tratamiento del ejercicio del poder, tanto comunicativo como estratégico,
es una de las principales cuestiones que se abordan al plantear una sociedad
Stakeholder. En este sentido se afirma que una sociedad Stakeholder es aquella que
reconoce la existencia de distintos canales de ejercicio del poder. Así pues junto
con el de la representación política y la representación sindical se encuentran
también las asociaciones libres y voluntarias que deben tener canales apropiados
para poder ejercer su poder en la toma de decisiones que les afectan y en la
elaboración o reflexión de políticas en las que su stake se ve involucrado.
Por su parte, las políticas sociales deberán ser inclusivas y estar elaboradas
a partir de los principios de la ciudadanía social y ciudadanía económica. Por
ello, como ya se ha mencionado, se resalta en la society stakeholding la importancia
del estado de bienestar como una fuerza para la inclusión frente a los rasgos de
la economía de exclusión. Es decir, la ciudadanía social, se entiende siguiendo
a Marshall, como un modo de avanzar hacia el reconocimiento práctico del
derecho a unos mínimos de bienestar económico y seguridad para todos. En
la sociedad de stakeholding tal combate de la inseguridad es uno de sus objetivos,
pero no el único como lo fue para el estado de bienestar. El segundo objetivo
es la capacitación del individuo para que pueda llevar adelante sus propios
planes de vida dentro de un entorno exento de inseguridad pero donde existe
igualmente incertidumbre, por eso la ciudadanía económica cobra especial
importancia. Donde la ciudadanía económica se entiende como una igualdad
real, de derechos, oportunidades y obligaciones, dentro de las coordenadas
socioeconómicas concretas; es decir, se pretenden con estas propuestas que la

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 221


ELSA GONZÁLEZ ESTEBAN

libertad del individuo sea «real»21.


De esta suerte, frente a las propuestas que dejan todo en manos del estado de
bienestar la propuesta social de stakeholding aboga por centrarse estratégicamente
en la cuestión de un acceso a ingresos. Es decir, la cuestión de la distribución
es importante en la búsqueda de la justicia social, pero lo es más asegurar unos
ingresos básicos a todos22. Algunas propuestas prácticas se han realizado al
respecto como son la de una renta básica23 (basic income) o el capital básico24
(Stakeholder grants) para todo ciudadano, por el mero hecho de serlo25.
Dicho brevemente, los objetivos generales de una Sociedad de Stakeholder
deberían ser abordar los fallos del mercado, tratar la injusticia distributiva y aumentar
los incentivos para la participación social. Dicho en terminología de ciudadanía:
desarrollar la ciudadanía económica en la sociedad, dando lugar, de modo
indirecto a un refuerzo de la ciudadanía civil, política y social.
Lo que proporcionan los ingresos básicos para todo ciudadano es no sólo la
garantía de un interés en la sociedad sino también seguridad, esto no implica negar
la existencia de incertidumbre, como ya se ha mencionado. El individuo es libre
de hacer con sus ingresos básicos lo que considere más oportuno utilizando su
autonomía, pero el ingreso básico le garantiza una seguridad de poseer unos
ingresos económicos y unas habilidades sociales que le permitirán guiarse con
mejores armas dentro de tal incertidumbre.

21
Cfr. P. VAN PARIJS (ed.): Arguing for basic income: ethical foundations for a radical reform.
Verso, London 1992; Ibid., Real freedom for all: what (if anything) can justify capitalism? Oxford
University Press, Oxford 1995.
22
Cfr. J. MCCORMICK: «Mapping the Stakeholder Society», in G. Kelly et.al.,
Stakeholder capitalism, op. cit., 109.
23
Desarrollada por P. VAN PARIJS, ver nota 21 de este artículo; J. IGLESIAS
FERNÁNDEZ: El derecho ciudadano a la Renta Básica. Los libros de la catarata, Barcelona
1998; Ibid. (coord.), ¡¡Renta básica ya!! Virus, Barcelona 2000; D. RAVENTÓS: El derecho a la
existencia. Ariel, Barcelona ; Ibid. (coord.): La Renta Básica. Por una ciudadanía más libre, más
igualitaria, más fraterna. Ariel, Barcelona 2001.
24
Desarrollada por B. ACKERMAN / A. ALSTOTT, ver nota 17 de este artículo.
25
Las diferencias entre ambas propuestas son que mientras que las dos poseen la
característica de ser universales e individuales, la Renta Básica aboga por una incondicionalidad
del ingreso, mientras que la Stakeholder grant aboga por una condicionalidad de la misma,
que entre otras cosas implica que deberá ser devuelta en un momento determinado a las
arcas sociales. http://www.policylibrary.com/redistribution/biorsg.htm.

222 VERITAS, vol. II, nº 17 (2007)


LA TEORÍA DE LOS STAKEHOLDERS

Cabe señalar que esta estrategia de stakeholding es de largo plazo, es un proceso


dinámico más que un acontecimiento. Así pues, afirman sus defensores, no
significa que una sociedad de stakeholder no cuente con desempleo, incertidumbre,
riesgo o salarios bajos pero, sin duda alguna, se podrían reducir sus niveles.

7. Conclusión y líneas futuras de investigación

El pensamiento de la teoría de los stakeholders ha demostrado ser muy


fructífera cuando se ha podido fundamentar desde el punto de vista ético-
normativo. En este sentido se ha mostrado que una ética empresarial en el nivel
meso u organizacional de reflexión, puede contar con una rica propuesta desde
la ética empresarial dialógica que además complementada con la teoría de los
stakeholders permite llevar tales presupuestos normativos a la práctica.
De este modo podemos afirmar, que el concepto de stakeholder entendido
desde la ética empresarial dialógica nos abre la posibilidad teórico-práctica de
la gestión de la responsabilidad social corporativa (RSC) desde un punto de
vista no meramente estratégico si no también ético-normativo. Pero, una de las
dificultades con las que se está encontrando este modelo de empresa es la falta
de unos sistemas económicos, políticos y sociales que sean capaces de acoger y
estimular la presencia de empresas que desarrollen y asuman su RSC. En este
sentido, el concepto de stakeholding, ha hecho su aparición en los últimos años
como una reflexión acerca de los presupuestos y criterios normativos de los
sistemas en los que se insertan las organizaciones.
Como se ha visto a lo largo del artículo, partiendo de las ideas del pensamiento
de stakeholding, de su diseño social, los temas clave de preocupación son
cohesión, participación y compromiso, que se consideran condiciones de
posibilidad para alcanzar un resultado común del que todos se puedan beneficiar
y responsabilizar. El supuesto filosófico que se maneja es que la construcción de
una comunidad moral unida al mercado puede favorecer la estabilidad y éxito del
país. De nuevo se repite la idea básica de que es necesaria la revisión del Estado
de Bienestar para evitar la pasividad y crear compromisos sólidos y estables
de los ciudadanos, pero sin renunciar a los puntos fuertes que tal marco de
bienestar ofrece. Este trabajo ha sido desarrollado desde la década de los años
80 por la filosofía política, por lo que cabría poner en una futura investigación
en relación este debate con el realizado desde el pensamiento de stakeholding
para seguir avanzando en el desarrollo de sistemas de pensamiento más justos y
solidarios a nivel político, social y económico.

VERITAS, vol. II, nº 17 (2007) 223


Concepto y evolución del desarrollo sostenible

Un elemento fundamental para entender la Responsabilidad Social, es su estrecha relación con el Desarrollo Sostenible.

¿Cuál es la relación entre estos conceptos?

¿Cómo colaboran los países al cumplimiento de estos objetivos?

¿Cómo se ponen en marcha las acciones tendientes a lograr los objetivos de la Agenda 2030?

¿Cómo se aborda un objetivo de la Agenda 2030?

¿Cómo integrar a los gobiernos Provinciales y Municipales para hacer efectivo el plan hacia los obje

Referencias
LECCIÓN 1 de 6

¿Cuál es la relación entre estos conceptos?

El concepto de Desarrollo Sostenible es intrínseco a toda definición de Responsabilidad Social, ambos se basan en la preocupación por las consecuencias de la actividad
humana en los mismos pilares: social, económico y ambiental.

¿Qué es el Desarrollo Sostenible?

En 1987, se publica el Informe Brundtland1, solicitado por la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, que acuña formalmente el concepto de
Desarrollo Sostenible, incluido en el principio 3 de la Declaración de Río en 1992. Según este informe el Desarrollo Sostenible consiste en:

[1]Informe Brundtland: "Nuestro Futuro Común, redactado en 1987, disponible en http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/42/427, consultado el 5 de julio de 2013.

"Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para
atender sus propias necesidades. (Comisión Brundtland; 1987).

Es así como surge el concepto, enmarcado en ese entonces en un nuevo enfoque de lo que significaba el Desarrollo. El éxito de una organización depende de su interacción con
el entorno en donde se encuentra, con los grupos de interés, y con los recursos ambientales, naturales y también materiales disponibles. En el pasado esa interacción estaba
dirigida por el logro de los objetivos organizacionales, y para los grupos de interés era suficiente con obtener los bienes o servicios que la organización generara a una buena
relación costo-beneficio. Pero hace varias décadas, ante los desastres ambientales derivados de los procesos productivos, ante la merma de recursos naturales, la toma de
conciencia sobre el calentamiento global y los efectos sociales generados por las organizaciones en su entorno, es ese enfoque de desarrollo cambió, y cambiaron también las
interacciones, las expectativas de los actores que intervienen, y el rol que desempeñan las organizaciones en la sociedad. (Caravedo, 2011)

“La visión de desarrollo sostenible surge con la preocupación ambiental pero no se limitó a ésta. Con su
introducción no solo se ampliaba el espectro de elementos a considerar para hablar de desarrollo. En este
caso se incluía el medio ambiente. Pero, además, se preguntaba por la posibilidad de la continuidad del
desarrollo en las generaciones futuras, al menos en las mismas condiciones que en las generaciones
presentes. Buscaba la equidad intergeneracional. En el marco de esta perspectiva es que surge la definición
de sostenibilidad como la articulación de procesos en la dimensión ambiental, económica y social. Hoy los
gobiernos, las empresas y, en general, las instituciones que actúan con una perspectiva de desarrollo
sostenible emplean como referente lo que llaman «la triple línea de base» (económica, ambiental y social)”.

Caravedo, B. en Vives y Peinado Vara (2011) Cap, 1, p. 31


Las condiciones para crear un desarrollo sostenible son dinámicas, es decir que se van modificando acuerdo al accionar del hombre y el impacto que esto genera en el ámbito
económico, social y medioambiental. La preocupación de los países del mundo sobre este tema dio origen a los OBJETIVOS DEL MILENIO (ODM), un acuerdo entre los
líderes de diferentes sectores de 192 países para contribuir al Desarrollo sostenible. 15 años después, se sintetizan en los OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE
(ODS) y de esta síntesis se desprende la creación de una agenda de cara al año 2030 para la consecución de dichos objetivos.

Veamos un audiovisual que resume la cronología de estos acontecimientos:

YOUTUBE

La transición hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La transición hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible


Los miembros de las Naciones Unidas actualmente están formulando un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) a fin de finalizar los ODM.

VER EN YOUTUBE 

Fuente: United Nations Development Programme (UNDP). (15 de noviembre de 2015). La transición hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de:

https://www.youtube.com/watch?v=jL_YyIX5v_s&feature=youtu.be

CUADRO: EVOLUCIÓN DEL LOS OBJETIVOS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE


FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA

PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE LOS ODM Y LOS ODS

Sostenibilidad. La nueva hoja de ruta pone en el centro una cuestión que había permanecido en un segundo plano en los últimos 15 años: el modelo
actual es insostenible. Si queremos garantizar la vida y los derechos de las personas y el planeta tierra, el modelo a seguir tiene que ser sostenible.

Equidad. Los ODM se basaban en promedios nacionales y no contaban con la realidad de las comunidades más vulnerables y alejadas. Los ODS incluyen
un enfoque en el que se tienen en cuenta más parámetros que reflejan mejor la realidad para poder trabajar con ella.

Universalidad. Mientras los ODM trabajaban las metas solo en los países en desarrollo, los ODS establecen que no se puede hablar de agenda de
desarrollo si no se asume que todos los problemas están interconectados y hay que abordarlos desde todos los países.

Compromiso. A diferencia de los ODM, los ODS comprometen por primera vez a todos los países del mundo. Esto significa, por ejemplo, que el
Gobierno de España tendrá que aplicar la Agenda 2030 en sus políticas internas, lo que supone un cambio sustancial con respecto a los ODS.

Alcance. Frente a los 8 ODM, ahora tenemos 17 ODS con 169 metas a alcanzar. Aunque pueda parecer ambiciosa, la nueva Agenda no ha querido dejar
de lado cuestiones que considera fundamentales como el empleo digno o el cambio climático.

Fuente: UNICEF. (s.f). “5 Diferencias entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Recuperado de:
https://www.unicef.es/noticia/5-diferencias-entre-los-objetivos-de-desarrollo-del-milenio-y-los-objetivos-de-desarrollo

Hoy por hoy, los países y entidades comprometidos con el desarrollo sostenible han generado una agenda de mecanismos y acciones concretas hacia el año 2030, para el
seguimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

Para una mejor comprensión de esta lectura, te recomiendo que recorras con atención el siguiente paper, que presenta la agenda 2030 para el logro de los objetivos de desarrollo
sostenible, los indicadores para la implementación de cada objetivo como así también las organizaciones implicadas.
Agenda 2030.pdf
2.8 MB

Fuente: Bárcena, A. y Prado, A. (2016). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para América Latina y el Caribe. Santiago de Chile, CL.: CEPAL.

Recuperado de https://www.cepal.org/es/publicaciones/40155-la-agenda-2030-objetivos-desarrollo-sostenible-oportunidad-america-latina-caribe
LECCIÓN 2 de 6

¿Cómo colaboran los países al cumplimiento de estos objetivos?

Veamos qué sucede en nuestra región, América Latina y el Caribe:

En 2016, la región comenzó a integrar la Agenda 2030 con diferentes enfoques según las estrategias y planes de desarrollo de cada país. Para esa fecha, ya se habían definido al
menos 16 mecanismos institucionales que se basaban en instituciones existentes en cada país para el seguimiento de la Agenda 2030, o que suponían la creación de nuevas
instituciones con funciones específicas para tal fin (CEPAL, 2017).

En 2017, los países demostraron avanzar desde una fase inicial de difusión del contenido de la Agenda 2030 a una fase de implementación, caracterizada por la incorporación
de los contenidos de la Agenda a las políticas públicas y por el desarrollo de instituciones y mecanismos de seguimiento y evaluación nacionales y subnacionales. Ese año, más
países definieron mecanismos institucionales de coordinación, todos los cuales contaban con instrumentos legales (decretos o resoluciones) que definían su alcance y sus
objetivos (CEPAL, 2018).

En la actualidad, 29 de los 33 países de la región han establecido mecanismos para el cumplimiento de la Agenda 2030; 13 de ellos los han creado y los otros 16 se han basado
en mecanismos preexistentes o arreglos institucionales ad hoc.

Figura 1. Mecanismo de coordinación para la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo Sostenible
Fuente: Informe de avance cuatrienal sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el
Caribe (2019) Santiago de Chile:Foro de los países de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible.Pág. 45.

Los países que adhieran a la Agenda 2030 pueden presentar informes anuales voluntarios En el bienio 2016-2017, se presentaron 14 informes nacionales voluntarios, a los que
se agregaron 8 informes en 2018. Por otra parte, 10 países más han manifestado su interés en presentar su informe en el bienio 2019-2020

Si te interesa conocer los resultados y el estado de los objetivos de la Agenda 2030 en 2019 puedes descargar los informes en la web de la ONU en Argentina, en el siguiente
enlace:

Informe-ODS-2019.pdf
9.2 MB

Fuente: Naciones Unidas. (2019). Informes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de: https://www.onu.org.ar/stuff/Informe-ODS-2019.pdf

Ahora bien, más allá de los informes

¿en qué consisten esos mecanismos?, es decir…


LECCIÓN 3 de 6

¿Cómo se ponen en marcha las acciones tendientes a lograr los objetivos de la Agenda
2030?

El desarrollo se vive en el territorio; por ello, la adaptación de la Agenda 2030 al contexto local es fundamental. A ese nivel, la implementación de la Agenda 2030 se enfrenta a
dificultades en materia de capacidades de cada región, coordinación con el estamento nacional, asignación de presupuesto y autonomía en la toma de decisiones. Existen tres
aspectos relevantes para la adaptación de la Agenda a nivel subnacional:

la participación ciudadana,

la descentralización

y la asignación presupuestal para la implementación de los ODS.

El Observatorio Regional de Planificación para el Desarrollo de América Latina y el Caribe es un organismo creado para el seguimiento de las iniciativas de la región
tendientes a lograr los objetivos de la Agenda. Dicho organismo ha identificado iniciativas de territorialización para la implementación de la Agenda en la Argentina, el Brasil,
Colombia, México y el Paraguay, y algunas iniciativas sobre las que se dispone de menos información en Bolivia (Estado Plurinacional de), Chile, Costa Rica, Cuba, el
Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, el Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tabago, el Uruguay y Venezuela. En el siguiente
cuadro veremos las publicaciones realizadas por cada país para la implemtnación subnacional de la Agenda 2030.
LECCIÓN 4 de 6

¿Cómo se aborda un objetivo de la Agenda 2030?

Por ejemplo:

Con relación a este objetivo, uno de los ejemplos en la región es el programa Agricultura de Baja Emisión de Carbono (ABC) del Brasil, que reduce las emisiones agropecuarias
de gases de efecto invernadero (GEI) y mejora las zonas de pastoreo degradadas con metas hacia 2020. El corazón del programa es una línea de crédito destinada a financiar
tecnologías de baja emisión de carbono. Además, el programa permite articular políticas y financiamiento, para reducir la deforestación, mitigar las emisiones y aumentar la
productividad del suelo. Según Gurgel y Costa (2015), se prevé que, entre 2012 y 2023, se mitiguen aproximadamente 1.800 millones de toneladas de dióxido de carbono
equivalente (CO2 eq) (véase el gráfico II.8), gracias a las emisiones que se evitarán y al carbono que se almacenará en el suelo por la recuperación de los pastizales y la
integración de los bosques y las actividades agrícolas y ganaderas. El programa ABC mostró que se puede aumentar la productividad de las áreas, evitar la deforestación y al
mismo tiempo reducir las emisiones, lo que transforma la ganadería en una actividad más eficiente en materia de producción y emisiones

Fuente: Informe de avance cuatrienal sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el
Caribe (2019) Santiago de Chile:Foro de los países de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible.
LECCIÓN 5 de 6

¿Cómo integrar a los gobiernos Provinciales y Municipales para hacer efectivo el plan
hacia los obje

En nuestro país la territorialización de la Agenda 2030 se ha dado mediante la firma de convenios y la definición de una metodología para adaptar la Agenda a los niveles local
y provincial.

La Argentina presentó su primer informe nacional voluntario en 2017 ante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible. En este documento, detalla su
estructura institucional para la implementación y el monitoreo de la Agenda 2030, los Objetivos y metas prioritarios y los desafíos, destacando que, para alcanzar las metas de
los ODS, se precisan respuestas que tengan en cuenta múltiples niveles y actores (los distintos niveles de gobierno —nacional, provincial y municipal—, los ciudadanos, las
organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y el sector académico) (CNCPS, 2017a).

El Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), es la entidad designada como mecanismo implementador de la Agenda 2030, es el órgano rector y
coordinador de la priorización e implementación de los ODS para la Agenda 2030 desde el año 2015, y depende la presidencia de la Nación.

Ejes de la Planificación estratégica Argentina para los ODS:

La Agenda 2030 presenta 169 metas que deben ser priorizada por cada país en función de sus realidades y sus necesidades. El CNCPS priorizó 8 grandes objetivos y 100
prioridades de Gobierno que la Gestión Presidencial de Mauricio Macri presentó a la sociedad, esos 8 objetivos son los siguientes:

1 Estabilidad Macroeconómica

2 Acuerdo productivo Nacional

3 Desarrollo de infraestructura

4 Desarrollo Humano Sustentable

5 Combate al Narcotráfico y mejora de la seguridad

6 Fortalecimiento Institucional

7 Modernización del Estado

8 Inserción inteligente al mundo

Aunque el objetivo principal sigue siendo el objetivo Número 1 de los ODS: “La erradicación de la pobreza” ese sigue siendo el gran objetivo de nuestro país.

El CNPCS ha desarrollado dos instrumentos que proporcionan lineamientos y sugerencias metodológicas para la incorporación de los ODS en la gestión y la planificación, son
herramientas de gestión y de implementación de los ODS para Municipios y Provincias:
el Manual para la adaptación local de los ODS

y la Guía para el proceso de adaptación de los ODS en el Gobierno Provincial.

El objetivo del manual es brindar lineamientos y sugerencias metodológicas para la incorporación de los ODS en la gestión y planificación a nivel municipal, de acuerdo con
los cuatro pasos establecidos para el nivel local:

Por otra parte, la guía, tiene como objetivo brindar lineamientos y sugerencias metodológicas para la incorporación de los ODS en la gestión y planificación a nivel
subnacional; en ella se recogen los lineamientos generales para las cinco etapas de territorialización establecidas para el nivel provincial:

Además, otra de las funciones del CNCPS es prestar asistencia técnica y capacitación a los gobiernos provinciales y municipales que decidan tomar los ODS como marco para
su planificación y gestión de gobierno.

En la estrategia de territorialización de la Agenda 2030, el Consejo lidera los procesos de difusión y sensibilización sobre la Agenda que se llevan a cabo en las organizaciones
no gubernamentales y el sector privado empresarial.

Una acción relevante del Consejo para territorializar los ODS fue la instauración de convenios de localización —es decir, de adaptación de la Agenda al contexto local— con las
provincias. Se han firmado convenios con 15 provincias: Chaco, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones,
Neuquén, Salta, San Juan, Santa Fe, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y Tucumán. El objetivo de dichos convenios es implementar acciones de vinculación y
cooperación que permitan la adaptación de las metas de desarrollo sostenible a la realidad provincial.

Otro organismo con un rol esencial en la Agenda 2030 de la región es el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ha realizado una labor de
acompañamiento a la implementación de los ODS a nivel subnacional, apoyando el desarrollo de un plan estratégico para la instalación y seguimiento de los ODS en la
Argentina, cuyos objetivos son: impulsar la adaptación de las metas de los ODS a las prioridades nacionales, coordinar el seguimiento de las metas mediante una plataforma de
seguimiento e informes periódicos de avance e incorporar a las jurisdicciones subnacionales al proceso mediante talleres regionales y asistencia técnica a los gobiernos
subnacionales para la elaboración de documentos de planificación estratégica a nivel provincial.

Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sobre la base de Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), Informe voluntario nacional [en

línea] https://sustainabledevelopment.un.org/content/documents/16117Argentina.pdf; Guía para el proceso de adaptación de los ODS en el Gobierno Provincial, 2017 [en línea]

http://www.odsargentina.gob.ar/public/documentos/seccion_publicaciones/provmuni/gu%C3%ADa_de_ adaptaci%C3%B3n_provincial_final_oct2017.pdf y Manual para la adaptación local

de los ODS [en línea] http://www.odsargentina.gob.ar/public/documentos/ seccion_publicaciones/provmuni/manual_de_municipios.pdf.

Al momento la mayor dificultad que presenta la implementación de los ODS en Argentina tiene que ver con el complejo entramado interinstitucional, que requiere un mayor
dinamismo y agilidad entre todos los Ministerios y organismos de la Administración Pública para definir las metas y los indicadores nacionales. (Revista Ecosistema. Enfoques
para la sustentabilidad. Julio de 2017)

Algunas de las fortalezas de nuestro país de cara a los ODS

“Argentina, a pesar de todos los pesares económicos, las idas y venidas sigue siendo un país con alto desarrollo humano. Sigue teniendo, comparado con
América Latina, algunos de los mejores indicadores en Educación y Salud. A nivel mundial todavía aparece en el informe mundial de desarrollo humano en
la lista de los países de alto desarrollo humano. Refleja un trabajo de toda la gente: Municipios, empresas, industriales, toda la sociedad ha logrado eso y no
es poca cosa. Hay un gran compromiso de los ministerios y se ha avanzado en la adaptación de las metas nacionales, pero todavía queda mucho por hacer. El
tiempo pasa, corre. Debemos recordar que vivimos un contexto internacional de presiones económicas muy complicado. Esto no va a ser fácil y no debemos
perder el tiempo si queremos cumplir con las metas.”
René Mauricio Valdéz, Coordinador Residente del sistema de Naciones Unidas y Representante Residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. (2017)
LECCIÓN 6 de 6

Referencias

Bárcena, A. y Prado, A. (2016). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para América Latina y el Caribe. Santiago de Chile, CL.: CEPAL.
Recuperado de https://www.cepal.org/es/publicaciones/40155-la-agenda-2030-objetivos-desarrollo-sostenible-oportunidad-america-latina-caribe

Caravedo, B. (2011) en Vives y Peinado Vara. La Responsabilidad Social de la Empresa en América Latina. Cap. 1. Recuperado de
https://publications.iadb.org/handle/11319/5383

Web:

Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible https://foroalc2030.cepal.org

Informe de avance cuatrienal sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe (2019) Santiago de
Chile: Foro de los países de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible.

Revista Ecosistema. Enfoques para la sustentabilidad. “Agenda 2030 en la Argentina: No dejar a nadie atrás”. Julio de 2017. ISSN 1852-9151. www.revistaecosistema.com
Desarrollo responsable y sustentable en las
organizaciones

Las organizaciones han comprendido que la forma en que son vistas por la sociedad ha
cambiado, y por ende han debido adaptar su comportamiento en coherencia con una nueva la
manera de enfocar sus actividades.

“Hoy se piensa, se gestiona y se comunica en base a una matriz mucho más


amplia del concepto de valor creado; y por lo tanto, se van transformando las
nociones de calidad, servicio, competitividad sostenida y rentabilidad. Estos se
relacionan cada vez más con la transparencia, la credibilidad y el protagonismo
en la construcción de una sociedad más equitativa en términos de
oportunidades y más sustentable en términos de equilibrio ambiental”.
IARSE – RS&S: La gestión Responsable orientada a la Sustentabilidad
(GROS) en las Organizaciones.

Desarrollo responsable y sustentable en las organizaciones

La Responsabilidad Social y la Sustentabilidad como eje de las acciones

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

Desarrollo responsable y sustentable en las


organizaciones

La responsabilidad social está intrínsecamente ligada al desarrollo sostenible. El mismo resume las más amplias
expectativas de la sociedad (económicas, sociales, ambientales) que necesitan ser tomadas en cuenta por los actores
sociales que buscan actuar responsablemente.

La sustentabilidad es un concepto marco que comprende a la responsabilidad dándole una perspectiva en el largo
plazo y despojándola completamente de la idea de asistencialismo y cortoplacismo. Esto indica que las
organizaciones y empresas, por ejemplo, que comienzan a transitar el camino de la sustentabilidad deben poner el
foco en los aspectos vinculados al desarrollo. En otras palabras, es poder abordar los problemas de desarrollo desde
el compromiso social con un impulso estratégico.

Lo expuesto, trae aparejada la necesidad de desatar una ola de crecimiento e innovación, a desarrollar capacidades de
modernización y de relacionamiento organizacional. De este modo, la articulación público-privada y la participación
ciudadana deben ser indudablemente los instrumentos fundamentales de toda estrategia.

Como se indicó anteriormente, los tres pilares básicos de la responsabilidad social son:

económico,

ambiental

y social.
Para que la empresa logre un desarrollo sostenible debe pretender la combinación de los tres pilares y buscar crecer
en estos ámbitos. Si logra una bonanza económica tomando conciencia sobre el medio ambiente y motivando al
bienestar social de la comunidad en la que se desenvuelve, logrará la sostenibilidad de la que tanto se ha hablado.

¿Conoces alguna organización cuyo desarrollo sea responsable y sostenible?

En el camino de integrar la gestión responsable y sostenible a la estrategia de la organización, como hemos visto, es
fundamental el compromiso de la alta dirección, un liderazgo que comparta este enfoque. Elsa Del Castillo Mory
(2011) comenta las claves de dicho enfoque relacionando cada aspecto de la gestión organizacional con el desarrollo
sostenible:

Los siete elementos de un enfoque integrado de gestión sostenible

Se consideran las necesidades


de las
generaciones futuras y se
GRUPOS DE INTERÉS reconoce la
necesidad de desarrollar
alianzas con
grupos de interés claves.

Se consideran los costos del


ciclo
de vida de los recursos y se
RECURSOS
toma en
cuenta la búsqueda de la
eficiencia en
el uso de dichos recursos.

Se adopta una visión de largo


plazo en
el enfoque del negocio y se
integran
LIDERAZGO
las perspectivas económica,
ambiental
y social en las políticas
corporativas y en los

Se enfatiza en la búsqueda de
eficiencia, en la necesidad de
PROCESOS
innovación y mejora
continua.
Se resaltan los valores de
equidad y
VALORES
diversidad y, se desarrollan
prácticas de negocio éticas.

Se establecen objetivos
orientados al
triple resultado (económico –
social -
OBJETIVOS
ambiental), reconociendo la
necesidad
de compatibilizar los tres
enfoques

Se desarrollan indicadores que


RESULTADOS rompen el statu quo en la toma
de decisiones.
Fuente: Del Castillo Mory, E, (2011) Estrategias de Responsabilidad Social. Vives, A. y Peindado-Vara, E. (Eds). p. 232.

Natura, la empresa de origen brasileño dedicada a la comercialización de cosméticos, productos de higiene y


perfumería, es un caso paradigmático en cuanto a la gestión de la Sustentabilidad.

Su cultura organizacional está basada en el respeto por el medioambiente y la sociobiodiversidad, y la importancia de


los vínculos. En el año 2013 renovó su Visión de Sustentabilidad y se propuso un nuevo modelo de desarrollo que va
más allá de neutralizar los efectos de sus actividades, y que potencia al máximo su impacto positivo en el planeta.

“En esta nueva Visión de Sustentabilidad Natura ya no se propone mitigar


impactos negativos, y busca convertirse en un generador de IMPACTO
social, ambiental y económico POSITIVO, entregando valor a toda su red
de relaciones, en todos los negocios, marcas y geografías donde estén
presentes, por medio de sus productos, servicios y canales de
comercialización” declaró Pedro Gonzales, Gerente General de Natura
Argentina.

Fuente: Visión Sustentable. Obtenido de: http://www.visionsustentable.com.ar/blog/?


p=8071#more-8071

El enfoque estratégico de Natura se basa en tres pilares de acción:


Fuente: Informe Piensa-Impacto positivo. Visión de Sustentabilidad 2050. Natura, 2014. Disponible en:

I N N O VA C I Ó N D E M A R C A S Y “CONTRIBUIREMOS
“LA GESTIÓN INTEGRADA
PRODUC... P O S I T I VA M E N T E

“Las expresiones de nuestras marcas estimularán el aparecimiento de nuevos valores y comportamientos necesarios
para la construcción de un mundo más sustentable, así como serán referencias de vanguardia y pionerismo en
innovación a partir de tecnologías sustentables”.
Producción y distribución:
“Actuaremos por medio de un modelo de producción y distribución ecoefetiva1 enfocado en el desarrollo local y en
la generación de impacto socio-ambiental positivo en nuestra cadena de valor.” ”. (Piensa-Impacto positivo. Visión
de Sustentabilidad 2050. Natura, 2014. P. 25. Disponible en:
https://scf.natura.cl/sites/all/modules/downloads/pdf/Vision_de_Sustentabilidad_2050.pdf)
Acciones:

Ekos – valorización de la sociobiodiversidad1 (2000)


En 2000, lanzaron Ekos, una línea pionera en la implementación de un nuevo modelo de negocio que incluye a
comunidades agroextractivistas y distribuye beneficios por acceso al patrimonio genético y conocimiento tradicional
asociado.
Esta línea de producto promueve una economía basada en la conservación de la biodiversidad, a partir de sus
productos y servicios, y la valoración de las poblaciones locales.

PET Reciclado post-consumo8 (2007)


En 2007, inician el uso de plástico reciclado post-consumo8 (PET) en la submarca Ekos.
PE Verde (2010)
A partir de 2010, comienzan gradualmente a sustituir PE (polietileno convencional) por PE verde (origen de caña de
azúcar) en
envases y repuestos.
Fuente:
I N N O VA C I Ó N D E M A R C A S Y “CONTRIBUIREMOS
“LA GESTIÓN INTEGRADA
PRODUC... P O S I T I VA M E N T E

con el desarrollo humano de nuestra red de relaciones y fomentaremos acciones de emprendedurismo por medio de
plataformas colaborativas”. ”. (Piensa-Impacto positivo. Visión de Sustentabilidad 2050. Natura, 2014. P. 25.
Disponible en: https://scf.natura.cl/sites/all/modules/downloads/pdf/Vision_de_Sustentabilidad_2050.pdf)

Acciones:
Desarrollo de las comunidades
Agroextractivistas

Se adquieren insumos vegetales y se


distribuyen los beneficios mediante el acceso
al patrimonio genético y al conocimiento
tradicional, el modelo de negocios basado
en la sociobiodiversidad1 también estimula
el desarrollo social de las comunidades
agroextractivistas. Desde 2004, se invierten casi R$ 62 millones en
apoyos e infraestructura, estudios y servicios técnicos, suministro, capacitación, distribución de beneficios y uso de
la imagen.
I N N O VA C I Ó N D E M A R C A S Y “CONTRIBUIREMOS
“LA GESTIÓN INTEGRADA
PRODUC... P O S I T I VA M E N T E

del Triple Bottom Line (TBL)2 estará incorporada en todos los procesos de Natura y nuestras prácticas
empresariales serán de vanguardia, fuente de inspiración y referencia de comportamiento empresarial.
A través de nuestro comportamiento, posiciones y propuestas, queremos dialogar con la sociedad y contribuir a su
desarrollo, valorando su diversidad”. (Piensa-Impacto positivo. Visión de Sustentabilidad 2050. Natura, 2014. P.
25. Disponible en: https://scf.natura.cl/sites/all/modules/downloads/pdf/Vision_de_Sustentabilidad_2050.pdf)

Acciones:
Gestión integrada
Para evolucionar en
sustentabilidad, se incluyeron indicadores
socioambientales en el modelo de
gestión de desempeño, definiendo metas y
compromisos para los temas
prioritarios, con el control regular de su
desempeño. Dichos indicadores forman parte de la remuneración variable de los
colaboradores desde 2009.
LECCIÓN 2 de 4

La Responsabilidad Social y la Sustentabilidad como eje


de las acciones

¿Cómo articular la RSE con la estrategia de la organización?

A continuación, el proceso propuesto por Del Castillo Mory (2011):

Etapa I: Priorización de los grupos de interés y sus demandas: Identificar a sus grupos de interés más relevantes
(priorizando aquellos que concentran al menos dos de los atributos antes discutidos –poder, urgencia y legitimidad).
Una vez identificados, registrará las oportunidades y amenazas que observa en su relación con cada grupo. Este tipo
de análisis le permitirá pensar en posibles acciones o programas de RSE que tengan como objetivo potenciar dichas
oportunidades o reducir futuras situaciones riesgosas para la empresa. (Del Castillo Mory, E, (2011) Estrategias de
Responsabilidad Social. Vives, A. y Peindado-Vara, E. (Eds). P. 235.)

Etapa II: El análisis de los procesos internos de la cadena de valor: A partir del análisis de cada uno de los
procesos centrales de la empresa (recogidos en la cadena de valor), será posible detectar aquellos impactos positivos
o negativos que la operación del negocio produce en los temas económico, ambiental y social. De ello se
desprenderán ideas de nuevas acciones o programas de RSE orientadas a generar un balance positivo en el modo en
que la empresa impacta a su entorno. (Del Castillo Mory, E, (2011) Estrategias de Responsabilidad Social. Vives, A.
y Peindado-Vara, E. (Eds).p. 235.)

Etapa III: Factores del contexto competitivo: Como paso final, será posible proponer acciones de RSE que tengan
como finalidad potenciar las oportunidades que la empresa tiene para fortalecer el contexto en el cual compite
(desarrollando programas que le generen mejores condiciones para acceder a los factores de producción; que
permitan consolidar o ampliar la demanda por sus productos; que mejoren las condiciones de la oferta de servicios de
industrias complementarias o, que mejoren las condiciones para competir en su sector). (Del Castillo Mory, E, (2011)
Estrategias de Responsabilidad Social. Vives, A. y Peindado-Vara, E. (Eds).
Una vez realizado este análisis integral, se habrán identificado los puntos clave para la acción. Se está en condiciones
de elaborar un plan de RSE, y eso nos lleva a la siguiente pregunta:

¿Cómo gestionar un plan estratégico de RSE?

Será necesario establecer cómo se involucrará a la RSE en la estructura de la organización, es decir, qué lugar se le
va a otorgar en su funcionamiento. Y no menos importante: diseñar cómo se incorporará la RSE a la cultura y
filosofía corporativa.

Veamos cómo sucedió en Natura, a través del mensaje de sus fundadores:

Hace 45 años, eran muy pocas las probabilidades de que Natura pudiese tener un
futuro que fuese más allá de los límites del pequeño negocio en que empezó su
aventura, su búsqueda de un “lugar bajo al sol”. Sin embargo, no será una
exageración o pretensión afirmar en qué medida el espíritu de la época impregnaba
su ADN, con el ímpetu para provocar rupturas, innovaciones y nuevas visiones que
marcaron los años 70. Una convicción de valor social, tanto en nuestra particular
visión de la cosmética como de la importancia de las relaciones como fundamento
del fenómeno humano y de los principios éticos que esta idea establece,
fundamentaba nuestra visión del mundo. En síntesis, un sentimiento de profunda
reverencia a la Vida, que está en todo, nos nutrió con un capital emocional para
cimentar nuestros posicionamientos, con los cuales abrimos espacios, mentes y
corazones en nuestras incursiones por el mundo.

Pasamos a invertir este capital emocional a través de lo que consideramos los pilares
de la construcción de Natura: nuestras pasiones por la Cosmética y por las
Relaciones (…) A lo largo del tiempo, nuestros productos, inspirados en fórmulas y
envases innovadores, diseminaron principios y valores que estimulan reflexiones,
desde su proceso de desarrollo hasta llegar a la intimidad del amplio público,
formando la imagen de una marca solidaria, responsable social y ambientalmente.

Fue de esta forma que pudimos contribuir al surgimiento de nuevos


comportamientos para un mundo más sustentable. Además, nuestro modelo de
negocios, pautado por el cultivo de relaciones de calidad, centradas en el respeto y
en principios éticos, incluye a millones de personas, promoviendo una amplia
distribución de ganancias.

Buscando crear valor para la sociedad como un todo, buscamos reducciones


significativas de emisiones de gases del efecto invernadero, imprimimos nuevos
paradigmas en la relación con comunidades agroextractivistas y en la justa
remuneración de sus servicios y de los activos de la biodiversidad. Además,
articulamos nuevas acciones para el desarrollo de la región amazónica, entre otras
innumerables, centradas en los principios de la Sustentabilidad.

También somos concientes de que la ambición de crecer, aumentar las ganancias,


generar valor para los accionistas, es inherente a la naturaleza del régimen
capitalista, pero que puede y debe ejercerse en forma virtuosa, creando riqueza
también para la sociedad como un todo. En este aspecto, tenemos una pretensión
todavía mayor: sí, queremos crecer, pero en forma sustentable, generando un
impacto positivo tanto económico como social y ambiental.

(…) Fundamentalmente, queremos contribuir a que los principios de la


Sustentabilidad sean la base de otras formas de construir el ambiente empresarial y
la sociedad como un todo, a través de relaciones humanas entusiastas, con
interacciones micro y macroeconómicas dirigidas a generar impactos positivos en el
sentido económico, social y ambiental.

Antonio Luiz da Cunha Seabra

Guilherme Peirão Leal

Pedro Luiz Barreiros Passos

Socios Fundadores

Fuente: Informe Piensa-Impacto positivo. Visión de Sustentabilidad 2050. Natura, 2014. p. 15-17.Disponible en:

https://scf.natura.cl/sites/all/modules/downloads/pdf/Vision_de_Sustentabilidad_2050.pdf

Para comprender de qué manera la RSE se incorpora en la cultura de la organización, repasemos el proceso gradual
que implica, descripto por Del Castillo Mory mediante un juego de arrastrar y soltar. Te propongo que arrastres el
concepto hacia el paso del proceso al que pertenece:

PASO 1

Despertar la conciencia de los directivos sobre los temas sociales y ambientales. Revisar la misión y los principios
de la empresa.

PASO 2

Consideraciones en torno a la generación de valor social y medioambiental por parte de la empresa, llevada a un
espacio de discusión más amplio. Promoviendo una cultura de diálogo que permita diseñar políticas de actuación
corporativa.

PASO 3

Planteamientos de la RSE asimilados. Indicadores que guían la actividad de la empresa y promueven la
autoevaluación y seguimiento del desempeño colectivo. Mayor participación de los grupos de interés y actitud
corporativa de rendición de cuentas.

PASO 4

Procesos de monitoreo del desempeño, tomando acciones de mejora que conduzcan a la empresa hacia la
innovación en el proceso de inserción de la RSE.

Fuente: Del Castillo Mory, E, (2011) Estrategias de Responsabilidad Social. Vives, A. y Peindado-Vara, E. (Eds). P. 243.
LECCIÓN 3 de 4

Video conceptual

Sustentabilidad y políticas públicas

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LECCIÓN 4 de 4

Referencias

Del Castillo Mory, E, (2011) Estrategias de Responsabilidad Social. Vives, A. y Peindado-Vara, E. (Eds). La
responsabilidad Social en la Empresa en América Latina.Publicación del Banco Interamericano de Desarrollo.

Piensa-Impacto positivo. Visión de Sustentabilidad 2050. Natura, 2014.Disponible en:


https://scf.natura.cl/sites/all/modules/downloads/pdf/Vision_de_Sustentabilidad_2050.pdf
Implicaciones del cambio de paradigma en las personas
y las organizaciones

¿Cómo surgen los cambios que instauran este nuevo paradigma de gestión? ¿Cuáles son las
actitudes e iniciativas necesarias para los primeros pasos? ¿Cómo se prepara el terreno para
el surgimiento de una cultura sustentable?

IMPLICANCIAS DEL CAMBIO DE PARADIGMA EN LAS PERSONAS Y LAS ORGANIZACIONES.

El diseño para el cambio organizacional

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

IMPLICANCIAS DEL CAMBIO DE PARADIGMA


EN LAS PERSONAS Y LAS ORGANIZACIONES.

“Es cierto que el cambio empieza con el deseo de hacer las cosas mejor,
pero el cambio real no se produce sólo deseando, o con la creación de
web sites o de reportes llenos de buenas intenciones. La empresa que
logra un cambio exitoso es aquella que consigue introducir nuevas
normas y valores en la toma de decisiones que afectan el status quo en
todos los aspectos de la organización: liderazgo, estructura, procesos de
reporte, incentivos a empleados”.

(Correa y Valencia, Gestión de la RSE, cambio y diseño organizacional.


Vives y Peinado Vara, 2011.p. 251)

Para una mejor comprensión de los temas de esta lectura recomendamos el siguiente artículo, que habla sobre los
cambios de paradigma necesarios no sólo por parte de las organizaciones sino también en toda la población
Latinoamericana, a los fines de encarar los desafíos de la región, recurriendo a la RSC como herramienta para el
cambio:
una-agenda-para-america-latina.pdf
178.1 KB

Fuente: Kliksberg, B. (2009) Responsabilidad social corporative (RSC). Una agenda para América Latina. Telos. (79).

Recuperado de: https://telos.fundaciontelefonica.com/archivo/numero079/una-agenda-para-america-latina/[FS1]

En base al paper sugerido te propongo esta actividad de repaso:

Según Kliksberg (2009) ¿Cuáles de los siguientes aspectos deberían ser la agenda de
RSC en una América Latina con los urgentes desafíos planteados en el paper?

a) buenas políticas de innovación y desarrollo

b) juego limpio con el consumidor

d) una reforma a fondo del gobierno corporativo hacia la transparencia,

c) rol activo en la lucha por el equilibrio medioambiental

e) el compromiso de las empresas con los desafíos humanos y sociales de la región.

SUBMIT
Ahora bien, habiendo comprendido un poco mejor cuál es la postura que deberían tomar las empresas y las demás
organizaciones para lograr el cambio de paradigma, veamos con mas detenimiento qué debe suceder puertas adentro
de ellas para lograrlo.

“La gestión de la Responsabilidad es un proceso Top Down”

María Emili Correa y Rafael Valencia (2011) hablan sobre el diseño y la gestión del cambio en las organizaciones, en
el camino de la RSC. Aseguran que:

"La medida de éxito de la introducción de la Responsabilidad Social en


una empresa es, precisamente, que la empresa CAMBIE su forma de
actuar, de tomar decisiones y, por definición, su aporte y relación con el
mercado y la sociedad que la contiene."

Correa y Valencia (2011) en Vives y Peinado Vara. P 250

Esto implica que el cambio hacia la Responsabilidad Social debe ser intrínsecamente cultural, debe sobrepasar las
ideas, las declaraciones y la intención de hacer las cosas mejor, para convertirse en acciones, en nuevas conductas
recorriendo toda la organización, comenzando por quienes las dirigen. Este cambio de paradigma exigirá a los líderes
de la organización una mayor consistencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Así, el cambio puede provenir de dos fuentes de origen:


“como cambios personales y
valóricos en los gestores y
empleados de la empresa,
esfuerzos de transparencia
INTERNO
que permiten identificar
oportunidades de mejora o
liderazgo de líderes de
opinión dentro de la

1 of 2

“como las exigencias de los


clientes, la presión o la crítica
pública, exigencias de las
autoridades (en lo ambiental,
EXTERNO
laboral, relaciones
comunitarias, temas
tributarios, etc.),
oportunidades en mercados

2 of 2

El caso General Electric:


Esta tradicional empresa decidió hacer lo que siempre se recomienda para el puntapié inicial del cambio: comenzar
por las fortalezas, es decir, reforzando lo que hace bien en materia de Responsabilidad Social (“appreciative
change”).

Haciendo un análisis de sus fortalezas, General Electric (en adelante GE) identificó que su principal habilidad era
tomar ideas imaginativas y transformarlas en productos que solucionan problemas, de este modo vieron la
oportunidad de poner esta capacidad al servicio de la solución de los grandes desafíos de la sociedad actual, como la
reducción la pobreza, el deterioro ambiental, y los problemas de salud. (Correa y Valencia (2011) en Vives y Peinado
Vara.)

Como parte de este impulso surge en el año 2005 la línea ECOIMAGINATION


(https://www.ge.com/reports/ecomagination-ten-years-later-proving-efficiency-economics-go-hand-hand/)

Esta línea que comenzó con 14 productos y para el año 2012 agregaba 34 nuevos productos, se enfoca en construir
soluciones innovadoras para la demanda de productos más ecoeficiente. Esto también incluye a los productos
Cleantech, los cuales generaron ventas de 70 billones de dólares entre 2005 y 2011. La empresa también los
implementó en sus operaciones internas, como parte de la estrategia para reducir su huella ambiental, ahorrando 81
millones de euros. (Expok News, Comunicación de Sustentabildiad y RSE. Disponible en:
https://www.expoknews.com/caso-de-exito-de-rse-ge/)

Imagen publicitaria Ecoimagination GE


Fuente: https://www.expoknews.com/caso-de-exito-de-rse-ge/

De esta manera la estrategia de ciudadanía corporativa de GE no es algo que se suma a su actividad para mejorar su
Responsabilidad Social, sino que se ha convertido en su forma de lograr los objetivos de negocio, que es finalmente
lo mejor que puede sucederle a una organización en el camino de la introducción de la Responsabilidad Social a su
estructura.

Antes de seguir con lo que implica el diseño para el cambio organizacional, te propongo que repasemos cuáles son
las dimensiones que abarca el proceso de cambio según Correa y Valencia (2011) en Vives y Peinado Vara.
¿Cuáles son según las dimensiones que comprende el cambio organizacional ante la
introducción de la RSE?

profundidad

velocidad

compromiso

impacto

amplitud

SUBMIT
LECCIÓN 2 de 3

El diseño para el cambio organizacional

“La implementación de la responsabilidad social es un proceso que


requiere construir conocimiento, competencia y capacidades, e ir
ajustando el diseño organizacional en su liderazgo y estructura. Las
acciones más adecuadas para una empresa dependerán de la etapa en
la que se encuentre frente a los diversos temas que se incluyen en este
amplio concepto de la responsabilidad social”. Correa y Valencia (2011)
en Vives y Peinado Vara, p. 255.

¿Qué variables esenciales debe implicar el diseño de un cambio


organizacional para la inserción de la Responsabilidad Social?
Veamos con un ejemplo cómo resuelven algunas organizaciones el diseño del cambio organizacional. A
continuación, el caso de MACISA.SA:

La estrategia que eligió el grupo MASISA en cuanto al LIDERAZGO brinda una guía clara a seguir por sus
empresas para liderar el desarrollo sostenible en su región. Estos son los pasos del proceso:

1 “nivel básico de gestión”: implica garantizar el cumplimiento de la legislación en los países


donde operan, obteniendo así la autorización gubernamental para funcionar. Al mismo tiempo,
deben obtener y mantener la licencia social para operar, que surge del diálogo y consultas con
sus públicos interesados.

2 Si estas actividades de cumplimiento (“compliance”) están bajo control, este modelo de liderazgo
apuntará a identificar riesgos e impactos operacionales (en la cadena de valor), detectar
tendencias futuras y asegurar consistencia interna para plantar los cimientos de una cultura de
negocios de Triple Resultado. En esta etapa también se buscan oportunidades innovadoras de
negocio.
3 En la última etapa, la estrategia de MASISA se propone lograr el liderazgo en dos temas:
cambio climático y negocios inclusivos. El camino es ofrecer productos y servicios que solucionen
problemas sociales o ambientales significativos para la sociedad y el planeta, construyendo una
posición comercial cada vez más sólida en la región. Correa y Valencia (2011) en Vives y Peinado
Vara,

Figura: Ruta del Liderazgo responsable de MACISA S.A

Fuente: Correa y Valencia (2011) en Vives y Peinado Vara, p. 255.

Ahora analicemos cómo se dan en la estrategia de MACISA, los factores para el cambio organizacional, propuestos
por Correa y Valencia:

Liderazgo: el rol de la junta directiva



Declaración de la política: “MASISA se compromete a administrar su negocio de forma sostenible, buscando
maximizar el resultado financiero, social ambiental de sus operaciones. Para ello, incorpora las variables sociales y
ambientales como parte integral de su estrategia de negocios, lo que se presenta en su Sustainability Scorecard y en
sus indicadores de gobernabilidad, operando a través de la Gestión de Triple Resultado. En este contexto, la
responsabilidad social es entendida como una interacción de manera responsable y ética con nuestras comunidades
vecinas y diversos públicos de interés y en ningún caso ser interpretados como filantropía”. Fuente: Disponible en:
http://www.masisa.com/wp-content/uploads/2016/07/Pol%C3%ADticadeDesarrolloSostenible.pdf

Liderazgo: El papel del líder y de los ejecutivos



“La Estrategia de Sostenibilidad de MASISA es aprobada por el Directorio, que periódicamente recibe un informe
de implementación y evaluación de la estrategia de parte del Gerente General Corporativo. El Consejo de
Desarrollo Sostenible, integrado por los gerentes de país y gerentes corporativos, propone la Estrategia de
Sostenibilidad de MASISA de mediano y largo plazo; define: políticas, programas y metas de liderazgo para
asegurar que MASISA logre estándares de gestión social, ambiental, y salud y seguridad de clase mundial;
identifica e informa asuntos emergentes; y apoya a los ejecutivos de MASISA y sus filiales, en el cumplimiento de
sus metas. También coordina el cumplimiento de los Principios del Pacto Global de las Naciones Unidas”.
www.masisa.comhttp://www.masisa.com/wpcontent/uploads/2016/07/Pol%C3%ADticadeDesarrolloSostenible.pdf

Estructura: posición dentro de la estructura



“La Gerencia General de país, así como los Gerentes Forestales y de Operaciones definen las metas ambientales,
sociales, y de salud y seguridad, e implementan los programas y las acciones para cumplirlas.
Para ello, asignan la responsabilidad por las metas, así como el manejo de las relaciones con públicos interesados.
Quienes desarrollan esta función, tienen una relación funcional con el Consejo de Desarrollo Sostenible de
MASISA. Para asegurar el cumplimiento de metas, acciones y programas, ellas deben ser consideradas en los
procesos de revisión independiente que el área de auditoría interna realiza periódicamente”. www.masisa.com
http://www.masisa.com/wpcontent/uploads/2016/07/Pol%C3%ADticadeDesarrolloSostenible.pdf

Estructura: foco del trabajo



“La Visión y Valores de MASISA definen el comportamiento empresarial ético, socialmente responsable y
respetuoso del medio ambiente de la empresa, de la misma manera que reconoce a sus públicos interesados
estratégicos o “stakeholders”. La Declaración de Principios Empresariales traduce esta Visión y Valores en guías
para la acción. Incluye compromisos para evaluar el retorno financiero y las nuevas inversiones; la conducta
corporativa e individual; las relaciones con públicos interesados; y los temas relativos a salud, seguridad y medio
ambiente”.
www.masisa.comhttp://www.masisa.com/wpcontent/uploads/2016/07/Pol%C3%ADticadeDesarrolloSostenible.pdf

Estructura: recursos humanos



El compromiso de integrar los temas sociales y ambientales en la toma de decisiones requiere una acción
transversal, con las siguientes acciones por área:
-Gobierno corporativo: estrictos estándares de control, ética y transparencia empresarial
-Legal: cumplimiento de la legislación ambiental y de salud y seguridad de los países donde operan, así como los
requerimientos de Convenios o Tratados Internacionales suscritos por tales países
-Riesgo y manejo de crisis: Sistema de control interno que permite asegurar la identificación y monitoreo de
riesgos sociales y riesgos ambientales. MASISA aplica para este efecto, el Sistema de Administración de Riesgos
(SAR).
-Marketing y Comunicaciones Corporativas: Adecuado proceso de comunicaciones y manejo de crisis que
considera temas ambientales y sociales.
-Finanzas: Generar mayor rentabilidad y aumentar el valor de la compañía considerando los temas sociales y
ambientales en la toma de decisiones. Para este propósito, se utiliza el Sustainability Scorecard, un sistema de
gestión que integra cinco dimensiones: finanzas; clientes; procesos y tecnología; capital humano; y medio ambiente
y sociedad.
-Capital Humano: La evaluación de desempeño de los colaboradores de Masisa, como así mismo los procesos de
selección, inducción, entrenamiento y construcción de cultura, son consistentes con la filosofía de triple resultado de
la empresa, y con los principios de Pacto Global a los que suscribe la empresa.
- Operaciones: estrategias, políticas y manuales alineados con la política de sostenibilidad.”.
www.masisa.com http://www.masisa.com/wpcontent/uploads/2016/07/Pol%C3%ADticadeDesarrolloSostenible.pdf

En toda organización, los cambios generan resistencia por parte de sus integrantes. Por lo tanto, es indispensable
incluir en la estrategia acciones destinadas a gestionar los conflictos y promover incentivos entre los colaboradores
que tiendan generar un clima favorable y a sumar voluntades para el cambio de paradigma.
LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Correa y Valencia (2011). Gestión de la RSE: Diseño y Cambio organizacional. Vives, A. y Peinado-Vara, E. (Eds).
La responsabilidad Social en la Empresa en América Latina, pp 250-266.Publicación del Banco Interamericano de
Desarrollo.

Expok News, Comunicación de Sustentabilidad y RSE. Disponible en: https://www.expoknews.com/caso-de-exito-


de-rse-ge/)

www.masisa.com.Disponible en: https://www.masisa.com/nosotros/gobierno-corporativo/politicas-y-


procedimientos/
Revista TELOS (Revista de Pensamiento, Sociedad y Tecnología) TELOS 79 : La Responsabilidad Social Corporativa, en la encrucijada :
https://telos.fundaciontelefonica.com Una agenda para América Latina

Una agenda para América


Latina

POR BERNARDO KLIKSBERG

En una América Latina fuertemente afectada por la crisis, la RSC se plantea como una
herramienta fundamental para el desarrollo de la región, especialmente si se realiza en
conjunción con las políticas públicas. Sin embargo, el avance en RSC requiere de un cambio
de enfoque respecto al rol de la empresa en la sociedad que obliga a la superación de las
concepciones narcisista y filantrópica, así como al desarrollo de programas formativos
adecuados.

La revista The Economist señala que «la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha ganado
la batalla de las ideas». Lo que queda según ella es: ¿qué, específicamente, y cómo?

Efectivamente, las resistencias iniciales que despertó en el mundo desarrollado parecen


estar en retroceso y sus avances son continuos. 4.000 empresas de 90 países han suscrito el
Pacto Global de la ONU, comprometiéndose a cumplir con los 10 principios sobre derechos
laborales, sobre medio ambiente y corrupción que comprende y 160 empresas líderes han
establecido el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, que promueve el
compromiso de las empresas con la sociedad.

Una encuesta reciente entre diferentes CEO (Chief Executive Officer – Director ejecutivo en
castellano) (CECP, 2008) indicaba que el 90 por ciento de las empresas sentía que tenía la
responsabilidad de dar a la comunidad y de involucrarse personalmente en liderar
actividades a su favor. Sólo el 20 por ciento estaba satisfecho con lo que había alcanzado en
ese campo. En Estados Unidos se instituyó el National Corporate Philanthropy Day (25th
February) y en Gran Bretaña se estima que hay 2.000 ejecutivos dedicados totalmente a la
RSC. Todas las grandes transnacionales tienen hoy políticas de RSC.

Revista TELOS (Revista de Pensamiento, Sociedad y Tecnología) | ISSN: 0213-084X


Pág. 1/7 | Abril - Junio 2009 | https://telos.fundaciontelefonica.com
Editada por Fundación Telefónica - Gran Vía, 28 - 28013 Madrid

Fundación Telefónica
Revista TELOS (Revista de Pensamiento, Sociedad y Tecnología) TELOS 79 : La Responsabilidad Social Corporativa, en la encrucijada :
https://telos.fundaciontelefonica.com Una agenda para América Latina

Las iniciativas pioneras de líderes empresariales mundiales (como Soros, Gates y Buffet) y de
empresas como Google o Telefónica, entre otras, aportando recursos en escalas inéditas para
emprendimientos a favor de la salud pública, la educación o la democracia y sus resultados,
han mostrado que la RSC puede hacer diferencias concretas de envergadura.

Los desafíos abiertos de América Latina

Todo indica que la RSC puede desempeñar un rol muy importante en los exigentes desafíos
que América Latina tiene por delante. Hay avances macroeconómicos e institucionales
considerables en la región. Ha tenido en los últimos cuatro años la mayor tasa de crecimiento
interanual en 27 años, el 4,7 por ciento; las exportaciones han subido fuertemente
favorecidas por el aumento de precios de los commodities; las reservas de divisas han
superado récords históricos y las tasas de inflación han sido bajas.

Por otra parte, hay progresos muy significativos en materia de democratización: ha crecido la
participación ciudadana, la sociedad civil se articula cada vez más y se estima que hay más
de un millón de ONG. El Estado tiende a descentralizarse, delegando mayores recursos y
facultades en municipios y regiones. Las presiones ciudadanas por transparencia, rendición
de cuentas y buena gestión aumentan.

Estos progresos se ven ahora confrontados por la grave crisis económica internacional, que
encuentra una América Latina que, a pesar de sus avances, presenta agudas brechas
sociales. 200 millones de personas se hallan actualmente por debajo de la línea de la
pobreza (el 36 por ciento de la población); 90 madres mueren cada 100.000 nacidos vivos,
frente a 6 en Canadá; 30 niños de cada 1.000 no llegan a los 5 años de edad, frente a 3 en
Suecia. En educación hay avances, pero sólo el 49,7 por ciento de los jóvenes termina la
secundaria y entre los pobres lo hace sólo el 30,8 por ciento; el rendimiento educativo es
limitado y los países de la región participantes en las últimas pruebas PISA han ocupado
algunas de las posiciones más relegadas.

Uno de cada cuatro jóvenes está fuera del sistema educativo y del mercado de trabajo;
excluidos de todo, constituyen una verdadera ‘bomba de tiempo’.

La región produjo en 2007 alimentos para tres veces su población actual y, sin embargo, el
16 por ciento de los niños padece de desnutrición crónica. El problema en alimentación no es
en este caso de producción sino, como señala Amartya Sen en sus trabajos, de ‘acceso’
(Sen-Kliksberg, 2008).

Existen fuertes déficits en áreas básicas. Hay 60 millones de personas sin agua potable, 120
millones sin instalaciones sanitarias y 136 millones viviendo en tugurios.

Los estudios del Banco Mundial, del BID y de la ONU indican que una traba esencial para un
desarrollo sostenido e inclusivo se encuentra en las muy elevadas desigualdades de la
región. América Latina tiene el peor coeficiente Gini de todas: la brecha entre el 10 por ciento

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más rico y el 10 por ciento más pobre es de 50 veces frente a los 10 en España o los 6 en
Noruega.

La cohesión social está fuertemente afectada por la pobreza y las disparidades; actualmente
es la segunda área con más criminalidad del planeta, con una tasa de 30 homicidios por cada
100.000 habitantes y por año, frente a los menos de 2 en los países nórdicos.

Los progresos económicos y el desarrollo de la democracia crean oportunidades enormes de


avance, pero las graves dificultades sociales generan inestabilidad, falta de gobernabilidad,
repelen inversiones muy necesarias y contradicen las promesas de inclusión y derechos de
las democracias. Los indicadores de confianza en las instituciones son muy bajos. Viene un
periodo en el que los impactos de la crisis económica internacional se harán sentir y pueden,
en un continente tan desigual, afectar especialmente a los más vulnerables.

El enfrentamiento a estos graves problemas exige amplias concertaciones sociales entre las
políticas públicas, que en una democracia tienen la obligación de asegurar a todos los
ciudadanos los derechos básicos en materia de salud, educación, oportunidades de trabajo,
desarrollo, la empresa privada como motor clave de la economía y la sociedad civil en todas
sus expresiones. En la gran mayoría de los países avanzados esos pactos funcionan a diario y
son la base de su progreso.

En un continente con un amplio potencial económico, pero con una agenda social tan
inquietante –que de no ser contestada puede poner en riesgo los logros económicos e
institucionales–, la RSC con la sociedad civil puede ser un poderoso colaborador de las
políticas públicas y poner en marcha todo un orden de alianzas virtuosas.

Hay progresos claros en RSC en la región en los últimos años, pero se necesita mucho más
para que pueda superarse la brecha existente con los adelantos en el mundo desarrollado en
este campo y para corresponder a las realidades de los países.

La necesidad de un cambio de paradigma

Para avanzar en RSC en América Latina, un paso fundamental es lograr superar prejuicios,
resistencias y modelos no actualizados respecto al rol de la empresa en la sociedad. Muchas
empresas siguen ancladas en una visión narcisista, donde la única meta es la maximización
del lucro y sólo existe la responsabilidad de rendir cuentas a los propietarios. Ese enfoque ha
sido superado en el mundo desarrollado a través, entre otras, de la figura del stakeholder: la
empresa tiene todo el derecho a obtener beneficios, pero tiene responsabilidades más
amplias y debe responder no sólo a sus accionistas sino también a los consumidores, los
empleados, la opinión pública y muchos otros ‘involucrados’.

Otras empresas han pasado a una etapa más avanzada y practican activamente la
‘filantropía empresarial’. Realizan donaciones a entidades culturales, educativas, artísticas,
etc., y las están ampliando.

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La RSC significa mucho más que la filantropía. Meritoria y útil, ésta no cubre, sin embargo,
las inquietudes más profundas de la sociedad. La situación en el mundo desarrollado se
refleja en una amplia consulta efectuada por Bonini, McKillop y Mendonca, del grupo
Mckinsey (2008), quienes entrevistaron a 4328 ejecutivos de empresas multinacionales y a
4063 consumidores de las mismas. El 68 por ciento de los ejecutivos contestó que las
grandes corporaciones hacen una ‘contribución generalmente’ o ‘en cierta medida’ positiva
al bien común. En cambio, sólo un 48 por ciento de los consumidores está de acuerdo con
ello. En EEUU son menos, el 40 por ciento. Cuando se preguntó en qué medida confían en
que diversas instituciones actúan en el mejor interés de la sociedad, los europeos y
estadounidenses colocaron a las corporaciones globales al final de la lista. Las antecedían las
ONG, pequeñas empresas regionales, la ONU, los sindicatos y los medios masivos. En
América Latina, al plantear una pregunta similar sobre confianza en el Latinobarómetro
(2007), la empresa privada aparece sólo con un 41 por ciento de credibilidad. Lideran la tabla
los bomberos, la Iglesia, los pobres y la radio.

Se necesita avanzar más allá de la filantropía para responder a problemas de legitimidad de


esta profundidad.

En la última reunión de Business for Social Responsibility (2008), que engloba a algunas de
las mayores empresas mundiales, su Presidente, Aron Cramer, dejó claro que «la esencia de
la RSC es entender cómo la intersección de los negocios y la sociedad está cambiando».
Resaltó que «un futuro sostenible se dará cuando las consideraciones sociales y ambientales
estén en el centro en la toma de decisiones empresarial y estos temas estén en la agenda de
todos los Consejos Directivos». Planteó asimismo que había que llegar a crear productos «con
RSC insertada en el producto», es decir, que significaran por sí mismos una contribución al
bienestar colectivo y al medio ambiente.

El paso de las concepciones narcisista y filantrópica al paradigma de RSC fue urgido en los
países desarrollados por la presión de pequeños inversionistas que, después de la quiebra
fraudulenta de Enron, exigieron una reforma profunda del Gobierno Corporativo y que tras la
crisis de Wall Street tienen una desconfianza aguda, de consumidores cada vez más
articulados que premian y castigan a las empresas teniendo en cuenta sus comportamientos
en RSC y de una sociedad civil que, así como exige ética a los líderes políticos, también la
exige crecientemente a los líderes empresariales.

Porter & Kramer (2006) describen así la importancia de estas presiones: «Muchas compañías
despertaron a la Responsabilidad Corporativa después de ser sorprendidas por respuestas
públicas a cuestiones que no consideraban previamente que fueran parte de sus
responsabilidades empresariales. Los laboratorios han descubierto que se espera que
respondan a la epidemia de SIDA en África aunque esté lejos de sus mercados y líneas de
producción primarias. Actualmente se está haciendo responsables a las empresas de comida
rápida por la obesidad y la mala nutrición».

La necesidad de una agenda de RSC para América Latina

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¿Cuál debería ser la agenda de RSC en una América Latina con los urgentes desafíos que
antes se refirieron?

En primer lugar, buenas políticas de personal. Ello abarca desde la estabilidad laboral,
remuneraciones dignas y protección social –todo lo que hoy se llama ‘trabajo decente’–
hasta posibilidades de aprendizaje y desarrollo cuestiones como la eliminación de las
discriminaciones de género (de amplia vigencia en una región donde las mujeres ganan un
30 por ciento menos que los hombres en igualdad de tareas), el equilibrio familia-empresa,
también vital. Los continuos pronunciamientos a favor de la familia no se compadecen con la
falta de políticas consistentes para posibilitar una convivencia equilibrada entre las
responsabilidades familiares y las laborales.

En segundo lugar, ‘juego limpio’ con el consumidor: productos de buena calidad, saludables
y a precios razonables. Resulta significativa al respecto, entre otras iniciativas, la
convocatoria que realizó recientemente la Organización Panamericana de la Salud (OPS,
2008) a las empresas alimentarias líderes, proponiéndoles llegar a una región libre de
transfat (grasas ultrasaturadas) en un periodo cercano.

En tercer lugar, la empresa debería tener un rol activo en la lucha por el equilibrio
medioambiental, tendría que reducir al mínimo su efecto contaminante y, asimismo, estar en
primera fila de las iniciativas en este tema crítico.

En cuarto término, en un continente con sistemas fiscales con una alta tasa de evasión y de
pronunciada regresividad, se espera que las empresas ayuden a minimizar la evasión y
contribuyan a la creación de un pacto fiscal renovado con patrones equitativos, que permita
financiar las inversiones que se requieren en los campos decisivos para el desarrollo y la
competitividad como, entre otros, la salud, la educación, la inclusión social y la investigación
y desarrollo en ciencia y tecnología.

En quinto lugar se espera, como en el mundo desarrollado, una reforma a fondo del gobierno
corporativo hacia la transparencia, la asunción de responsabilidades reales por los
directorios, paquetes salariales equilibrados para los CEO, controles, regulaciones y
participación de los pequeños inversores.

En sexto lugar, un aspecto clave en el mundo desarrollado y totalmente estratégico para


América Latina es el compromiso de las empresas con los desafíos humanos y sociales de la
región. Las posibilidades de que las empresas puedan colaborar con las políticas públicas en
educación, salud pública, inclusión social y otras áreas críticas son amplísimas.

Pueden ser catalizadoras de alianzas formidables. Entre algunas experiencias recientes a


nivel internacional, Google y Cisco entregaron a la Secretaria General de la ONU un sistema
para el monitoreo integral de las metas del milenio; Yahoo desarrolló Yahoo Verde con guías
para preservar el medio ambiente; IBM desarrolló un software para la Organización Mundial
de la Salud (OMS) para el control de la gripe aviar; Coca Cola pactó con Greenpeace
transformar sus neveras en neveras naturales; Telefónica de España ha montado un
programa ejemplar en gran escala contra el trabajo infantil en América Latina (Proniño), que

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ya está protegiendo a 107.602 niños.

Son asimismo ilustrativos de las posibilidades en América Latina de alianzas de este orden
los impactos positivos en diversos países de programas en los que el Estado apoya
financieramente a las empresas para que ofrezcan entrenamiento laboral a jóvenes excluidos
y las empresas contratan después a los que pasaron por dichos programas.

Educar en RSC

Para impulsar la RSC en América Latina es imprescindible fortalecer la formación en la


materia. En medio del caso Enron, Amitai Etzioni (profesor emérito de George Washington-
University) planteó en un combativo artículo en The Washington Post (4 de agosto de 2002)
que el Congreso americano debería «impulsar la realización de una audiencia en la que los
decanos de las principales escuelas de negocios expliquen al público cómo se enseña la ética
en sus universidades». Actualmente hay un gran consenso sobre al necesidad de profundizar
la formación ética de los futuros CEO y numerosas experiencias innovadoras en marcha.

Los sofisticados instrumentos de alta gerencia que entregan con eficiencia muchos MBA
deben ser utilizados con un elevado sentido de la responsabilidad. Piper (2008), uno de los
renovadores de la enseñanza en Harvard en este campo, observa que, con frecuencia, en los
currículum de los MBA el énfasis se pone «en cuantificación, modelos y fórmulas y se
minimiza la aplicación de juicios». Poniendo en primer lugar el tema ético el prestigioso MBA
del MIT anuncia a los futuros aspirantes que «Si está interesado en hacer dinero, éste no es
el lugar para usted, pero si busca aprender modos creativos de crear y manejar
organizaciones complejas de un modo que pueda ayudar a la sociedad y crear riqueza, eso
es lo que ofrecemos». Van Shaik, presidente de la Fundación Europea para el desarrollo
gerencial, advierte que «las escuelas de negocios tienen que adoptar el concepto de que el
bien común es parte de sus responsabilidades».

En América Latina hay importantes avances en RSC y esfuerzos de gran mérito, pero uno de
los principales frentes a fortalecer para pasar del narcisismo y la filantropía a una RSC
comprometida y ‘por convicción’, está en el desarrollo de la preparación ética de las nuevas
generaciones de líderes gerenciales a través de metodologías de aprendizaje activas. Ello
requerirá, por lo pronto, la integración de la enseñanza sistemática de la RSC en los
currículum de las universidades de la región. Esperanzadora la recepción que ha recibido la
Red Iberoamericana de Universidades por la RSC (Redunirse), establecida por universidades
líderes de Iberoamérica, con el apoyo de la Dirección Regional del PNUD, la Agencia Española
de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Fundación Carolina, la Unión de
Universidades de América Latina y otras entidades ( 1).

Una anotación final

La RSC es un juego de ‘ganar-ganar’. Según lo demuestran múltiples investigaciones; con


ellas las empresas ganan en posicionamiento en los mercados, competitividad,

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productividad, capacidad de reclutar y de retener a los mejores talentos, sostenibilidad y


valor de sus acciones. También ganan la sociedad y la economía. En el caso de América
Latina, un continente con oportunidades muy relevantes –aunque con riesgos considerables–
es, además, una necesidad histórica apremiante.

Bibliografía

Bonini, S. M. J.; McKillop, K. & Mendoza, L. T. (2007). The trust gap between consumers and
corporations. McKinsey Quarterly, 2(7), 7-17.

Cramer, A. (2008, noviembre). Leadership in a Changing World: The Impact of the Global
Financial Crisis and the New U.S. President on the Sustainability Agenda. Business for Social
Responsibility Conference. Plenary Session, November 4-7. New York.

Etzioni, A. (2002, 4 de agosto). When It Comes to Ethics, B-Schools Get an F. The Washington
Post.

Kliksberg, B. (2009). Más ética, más desarrollo. (17a. ed.). Buenos Aires: Temas.

Latinobarómetro (2007). Santiago de Chile: Corporación Latinobarómetro.

Piper, T. R.; Gentile, M. C. & Parks, S. D. (2008). Can Ethics Be Taught?: Perspectives,
Challenges, and Approaches at the Harvard Business School. Masachussets: Harvard
Business School Press.

Porter, M. E. & Kramer, M. R. (2006, diciembre). Strategy and Society: The Link between
Competitive Advantage and Corporate Social Responsibility. Harvard Business Review, 78-92.

Sen, A. & Kliksberg, B. (2008). Primero la gente. Una mirada desde la ética del desarrollo a
los problemas del mundo globalizado. Madrid: Planeta; Deusto.

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Buenas prácticas de responsabilidad social

"Los principales obstáculos a la responsabilidad empresarial en casi todos los países de América Latina son la indiferencia, la apatía y a veces la
ignorancia e impotencia, de muchas de las partes involucradas, no sólo de las empresas. Es necesario aclarar que estos han sido el producto de
muchas décadas de debilidad institucional en los gobiernos centrales y locales, una sociedad civil poco o mal organizada y un clima de negocios poco
favorable para la inversión o la producción".
Vives, A. y Peinado-Vara, E. (2011) p. 252

BUENAS PRÁCTICAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

Políticas y regulaciones Públicas

Normas y guías

Revisión del módulo

Referencias
LECCIÓN 1 de 5

BUENAS PRÁCTICAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL

Para superar los obstáculos que presenta nuestra región en cuanto a la aplicación de un modelo de gestión responsable y sustentable, es necesaria la difusión y la adopción de
prácticas responsables, en todos los sectores de la sociedad. Ese es el eje de esta lectura.

A lo largo de esta lectura desarrollaremos principalmente lo planteado por Antonio Vives y Estrella Peinado Varas en su capítulo “Promoción y adopción de prácticas
responsables”, a través de casos de la región.

Desarrollo de las partes interesadas

Los invito a repasar mediante un juego de verdadero-falso, cuáles son las diferentes partes interesadas de la sociedad que según Vives y Peinado Vara (2011) son los puntos
desde los cuales se deben promover las prácticas responsables:

Si las leyes y regulaciones son deficientes y/o las instituciones de supervisión de su aplicación son débiles, en este caso las empresas tendrán menos

incentivos para ser responsables.

Verdadero.

Falso.

SUBMIT

El consumidor, no es el principal actor que puede recompenzar o castigar el comportamiento responsable de las empresas.

Verdadero.

Falso.

SUBMIT
Veamos el caso de una práctica responsable por parte del ESTADO en su rol de regulador y representante de la sociedad, que interviene a través de las POLÍTICAS Y
REGULACIONES PÚBLICAS, tratando de lograr un equilibrio entre la libertad empresarial para el ejercicio de sus actividades y las demandas actuales de la sociedad. (Vives
y Peinado Vara, 2011)
LECCIÓN 2 de 5

Políticas y regulaciones Públicas

Creación de la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, en Argentina:

La Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas entró en vigencia en marzo de 2018. La misma busca alinear ciertas regulaciones argentinas anticorrupción con
estándares internacionales que penalizan a las personas jurídicas por participar en esos delitos.

La ley hace a las personas jurídicas responsables por:

1 cohecho y tráfico de influencias, nacional y trasnacional;

2 concusión;

3 enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados; y

4 balances e informes falsos agravados, con el fin de ocultar el cohecho y el tráfico de influencias, nacional y trasnacional.

Estableces multas, otras penalidades y exenciones de la ley. Solicita el requisito de contar con programas de compliance para poder contratar con el gobierno.

Hasta su creación no había precedentes para varios de los puntos planteados por esta ley. Por lo tanto, sería prudente que las personas jurídicas realicen un profundo análisis
sobre su alcance y cómo aplica a cada una de sus actividades.

La pena principal prevista para los delitos de este tipo es la multa de dos a cinco veces el beneficio indebido obtenido, pudiendo ser condenada aun cuando no haya sido posible
identificar o juzgar a la persona física que tuvo participación en el delito, siempre que pueda ser constatado que tal delito no podría haber sido cometido sin la tolerancia de los
órganos de la entidad.

El enfoque sobre los delitos de corrupción responde a que esta normativa tuvo su origen en las recomendaciones efectuadas por la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico (OCDE).

Una de las novedades de esta ley es que promueve los “Programas de Integridad” por parte de las personas jurídicas, éstos implican se definen como un conjunto de acciones,
mecanismos y procedimientos internos de promoción de la integridad, supervisión y control, orientados a prevenir, detectar y corregir irregularidades y actos ilícito. Dichos
programas incluyen:

la creación de un Código ético o de conducta;

el establecimiento por parte de la organización de procedimientos específicos para prevenir ilícitos en el ámbito de concursos y procesos de licitación, en
la ejecución de contratos administrativos o en cualquier interacción con el sector público; y

la realización de capacitaciones periódicas sobre el "Programa de Integridad" a directores, administradores y empleados.


(De Vedia, 18 de febrero de 2018. Legal Today. Disponible en: http://www.legaltoday.com/practicajuridica/supranacional/america_latina/argentina-
aprueba-el-regimen-de-responsabilidad-penal-de-la-personas-juridicas)

Dentro de la SOCIEDAD CIVIL, como otro agente importante en la promoción de prácticas responsables, se encuentran los CONSUMIDORES, y en este amplio y diverso
grupo hay numerosas opciones no sólo para demandar a las organizaciones un comportamiento responsable, sino para ser agentes de cambio siendo responsables en el consumo.
Hay novedosas iniciativas alrededor del mundo, alentadas y favorecidas por los modos de comunicación en redes, veamos algunos ejemplos:

Consumidores

Título: consumo colaborativo

Fuente: Consumo colaborativo y economía compartida. Una visión general y algunas experiencias en Aragón. (2013) ECODES.

Crowfunding: la microfinanciación entre muchos

Este nuevo pero muy nombrado concepto de financiación en masa, microfinanciación colectiva o micromecenazgo nació para empoderar proyectos que no encuentran
financiación tradicional mediante créditos en instituciones bancarias, entonces lo logran mediante numerosas aportaciones de importe reducido, realizadas por varios individuos
u organizaciones.

La microfinanciación colectiva es posible y ha alcanzado gran difusión gracias a Internet y las redes sociales, de la mano de la mejora y facilidad de las tecnologías de pago por
la red.

Los proyectos pueden ser de origen diverso: culturales, sociales, educativos, científicos, tecnológicos o ecológicos. De este modo se financian proyectos como películas, libros,
discos, cómics, blogs, medios de comunicación y periodismo independiente, empresas sociales, investigación científica, empresas tecnológicas, productos innovadores,
tecnológicos o sociales, iniciativas creativas, solidarias y ambientales, clubes deportivos, entre otros.

Este modelo cuenta con una amplia serie de versiones o alternativas: algunos consideran la microfinanciación colectiva como una donación que no espera beneficios de la
transacción. Otros esperan recibir como pago el producto que contribuyeron a financiar. Para otros es una inversión en una empresa y esperan un beneficio económico concreto
o una parte proporcional de los beneficios si el proyecto triunfa. La expectativa más común es el deseo de apoyo a una iniciativa de cambio y mejora social, cultural, creativa,
educativa, científica y tecnológica que va a beneficiar a la sociedad, y también la visibilización del donante.

Una de las plataformas pioneras en este tema es Kickstarter en funcionamiento desde 2009. Otra plataforma mundial de microfinanciación reconocida es Indiegogo, bajo el
lema "Financia lo que te importa a ti", nació en Francia en 2010. También la web Crowdacy reúne más de 60 plataformas de financiación colectiva. (Consumo colaborativo y
economía compartida. Una visión general y algunas experiencias en Aragón. (2013) ECODES. Disponible en:)

Para conocer más sobre las implicancias y el surgimiento del Consumo Colaborativo, como así también más iniciativas y casos, te invitamos a leer el siguiente informe:
Consumo colaborativo.pdf
9.8 MB

Fuente: ECODES. (2013). Consumo colaborativo y economía compartida. Una visión general y algunas experiencias en Aragón. Disponible

en:http://www.aragonhoy.net/index.php/mod.documentos/mem.descargar/fichero.documentos_Informe_Consumo_Colaborativo_ECODES_DGAConsumo_eb80b3c0%232E%23pdf

Otro de los modos de práctica responsable planeados por Vives y Peinado Varas (2011) es la aplicación y seguimiento de NORMAS Y GUÍAS de Responsabilidad Social,
algunas son normativas internacionales de alto prestigio en el sector empresarial y otras son guías orientadoras para la gestión de la Responsabilidad Social. Existe al respecto
una gran variedad de herramientas adaptadas a cada sector de actividad y tipo de organización.

Un modo muy pragmático por parte de algunas organizaciones que orientan a otras organizaciones en el camino de la Responsabilidad Social, es la elaboración de Normas y
Guías de aplicación, basadas en la experiencia propia o en un mayor conocimiento y experiencia sobre el tema:

A modo de repaso sobre las normativas internacionales más implementadas por las organizaciones, te propongo que respondas a la siguiente pregunta de respuesta múltiple.
Para responderla deberás haber leído el capítulo de Vives y Peinado Varas (2011) “Promoción y Adopción de prácticas responsables”, en el manual “La Responsabilidad Social
de la Empresa en América Latina”.

¿Cuáles son las normativas de Responsabiidad Social más aplicadas en la actualidad?

ISO 26000

GRI (Global Reporting Iniciative)

AA1000AS

ISO 9000

INCORRECTA

SUBMIT
LECCIÓN 3 de 5

Normas y guías

PLARSE: una guía para el diagnóstico

La guía para el diagnóstico de RSE que recomendamos a continuación surge del trabajo compartido entre las más prestigiosas organizaciones de Latinoamérica dedicadas a la

RSE, que integran el programa PLARSE1, con el apoyo técnico del Instituto ETHOS, pionero en el desarrollo de indicadores.

Se trata de un cuestionario guía, diseñado para la implementación de un único patrón de indicadores de RSE para todos los países de América Latina que forman parte del

programa2, que alcanza siete grandes áreas de la responsabilidad social de una empresa:

[1] el PLARSE es un programa liderado por el Ethos, en alianza con la Fundación Avina, la Organización Intereclesiástica para la Cooperación al Desarrollo (ICCO) y el Forum Empresa y

está integrado por Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), Paraguay. Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible (CECODES) - Colombia. Consorcio Ecuatoriano

para la Responsabilidad Social (CERES) – Ecuador. Corporación Boliviana de RSE (COBORSE) – Bolivia. Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) - Argentina.

Instituto ETHOS – Brasil. Perú 2021 – Perú. Unión Nicaragüense para la RSE (UNIRSE) - Nicaragua

[2]Guía de autoaplicación de indicadores de Responsabilidad Social Empresaria IARSE-ETHOS, versión 2.0 PLARSE - PROGRAMA LATINOAMERICANO DE RSE

Valores, Transparencia y Gobierno Corporativo

Público Interno

Medio Ambiente

Proveedores

Consumidores y Clientes

Comunidad

Gobierno y Sociedad

Para medir el desempeño de la empresa en cada una de estas áreas se usan INDICADORES, por ejemplo, para el área Público Interno, uno de los indicadores es "Relaciones
con Sindicatos u Otras Asociaciones de Empleados". La estructura de los indicadores permite medir la PROFUNDIDAD de las prácticas de la organización, es decir, para cada
indicador hay opciones de respuesta que describen prácticas, y éstas pueden pueden categorizarse en distintas etapas:

ETAPA 1: una etapa básica de acciones de la empresa. Está todavía en el nivel reactivo a las exigencias legales.

ETAPA 2: la etapa intermedia de acciones, en la cual la empresa mantiene una postura defensiva sobre los temas. Pero ya empieza a encaminar cambios y
avances respecto a la conformidad de sus prácticas.
ETAPA 3: Representa la etapa avanzada de acciones, en la cual ya se reconocen los beneficios de llegar más allá de la conformidad para prepararse de
antemano a las presiones reguladores que resultan en cambios de expectativas en la empresa. Además, la Responsabilidad Social y el Desarrollo

Sustentable son considerado estratégicos para el negocio.

ETAPA 4: Representa la etapa proactiva, en la cual la empresa alcanzó estándares considerados de excelencia en sus prácticas, involucrando a
proveedores, consumidores, clientes, la comunidad y también influenciando políticas públicas de interés para la sociedad.

También se considera la opción de respuesta en caso de no haber implementado la práctica medida por el indicador. Además, se aplican indicadores BINARIOS, que ofrecen
Información Adicional, se componen de preguntas que pueden responderse por sí o por no y cualifican la etapa seleccionada en los Indicadores de Profundidad. Sirven para la
evaluación de la etapa de responsabilidad social identificada por la empresa.

Para la realización del auto diagnóstico es necesario la designación de un coordinador o responsable que lleve adelante el proceso, como también la capacitación y compromiso
de todos los integrantes de la empresa.

Claro que no es el único instrumento de auto diagnóstico disponible, verán que hay varias organizaciones que ofrecen herramientas similares en la web. Se menciona esta
herramienta por el grado de exhaustividad y detalle que observan los indicadores y su adecuación a la empresa latinoamericana, que se encuentra en un entorno con
características particulares.

Al finalizar es cuestionario arrojará una valoración sobre el estado de la responsabilidad de la empresa en cada área.

Como en toda recolección de datos, es importante el conocimiento y capacitación en RSE que tenga quien interprete los datos, para poder realizar un análisis competente y
hacer un aprovechamiento eficiente de esta valiosa herramienta, en caso de no contar con dicho recurso, el IARSE ofrece una evaluación más profunda de los resultados
obtenidos cargando los datos en su sitio web. (www.iarse.org. Disponible en: http://www.iarse.org/uploads/Indicadores%20PLARSE%202%200.pdf) esta es sólo la fuente

Estos casos y ejemplos a los que hemos recurrido son sólo algunos de los modos de llevar a cabo buenas prácticas de Responsabilidad Social y Sustentabilidad. Lo que no
debemos dejar de destacar es la urgente necesidad de un compromiso por parte de todos los actores de la sociedad para promover y adoptar prácticas responsables, y por otra
parte la importancia de comunicar y hacer visibles las acciones que ya han sido puestas en marcha, para generar un efecto de contagio y de toma de conciencia en la sociedad.
LECCIÓN 4 de 5

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos

Concepto y evolución del desarrollo sustentable



¿Qué es el Desarrollo Sustentable? ¿Cuándo y porqué surge este concepto? ¿Qué alcance se le concede hoy? Estos interrogantes fueron explicados mediante ejemplos en la lectura 1.

Desarrollo responsable y sustentable en las organizaciones



En esta lectura vimos cómo se aplica y se gestiona el concepto de Desarrollo Sustentable en las organizaciones.

Implicaciones del cambio de paradigma en las personas y las organizaciones



En la siguiente lectura vimos cuáles son los factores que favorecen el cambio de paradigma necesario en las organizaciones para la introducción de la RS, como también los pasos a realizar.

Buenas prácticas de Responsabilidad Social



Vimos a qué se denomina Buenas Prácticas de RS y Desarrollo Sustentable, qué tipos de prácticas se llevan adelante actualmente por los diversos sectores de la sociedad.
LECCIÓN 5 de 5

Referencias

Consumo colaborativo y economía compartida. Una visión general y algunas experiencias en Aragón. (2013) ECODES. Disponible en:
http://www.aragonhoy.net/index.php/mod.documentos/mem.descargar/fichero.documentos_Informe_Consumo_Colaborativo_ECODES_DGAConsumo_eb80b3c0%232E%23p
df

De Vedia, 18 de febrero de 2018. Legal Today. Disponible en: http://www.legaltoday.com/practicajuridica/supranacional/america_latina/argentina-aprueba-el-regimen-de-


responsabilidad-penal-de-la-personas-juridicas

Vives, A. y Peinado-Vara, E, (2011) Promoción y Adopción de prácticas responsables. Vives, A. y Peindado-Vara, E. (Eds). La responsabilidad Social en la Empresa en
América Latina, pp 451 a 464.Publicación del Banco Interamericano de Desarrollo.
Medioambiente

En la presente lectura nos ocuparemos de analizar el concepto de desarrollo ambiental


sustentable y de responsabilidad ciudadana como base para preservar y garantizar un
desarrollo sustentable que dé cuenta de las exigencias que las jóvenes generaciones están
reclamando con gran énfasis en los últimos años.

Desarrollo ambiental sustentable

¿Qué es la sustentabilidad?

Responsabilidad ciudadana

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 5

Desarrollo ambiental sustentable

Para el desarrollo de los conceptos planteados en esta unidad tomaremos el caso de las masivas manifestaciones en
contra del cambio climático que han tenido una gran repercusión en todo el mundo en los últimos cuatro años. La
figura de Greta Thunberg ha ganado notoriedad desde que pronunció un discurso elocuente en la Conferencia de
Cambio Climático de Katowice organizado por las Naciones Unidas en el año 2018. En dicho discurso dijo:

Mi nombre es Greta Thunberg. Tengo 15 años. Soy de Suecia. Hablo en nombre de Climate
Justice Now (...) Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y eterno, porque tienen
demasiado miedo de no ser populares. Solo hablan sobre seguir adelante con las mismas malas
ideas que nos metieron en este desastre, incluso cuando lo único sensato que pueden hacer es
poner el freno de emergencia. No son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son.
Incluso esa carga nos la dejan a nosotros los niños. Pero a mí no me importa ser popular. Me
preocupo por la justicia climática y por el planeta (...) Nuestra biósfera se está sacrificando para
que las personas ricas en países como el mío puedan vivir de lujo. Son los sufrimientos de muchos
los que pagan por el lujo de unos pocos (...) Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de
todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos (...) Necesitamos mantener los
combustibles fósiles en el suelo y debemos centrarnos en la equidad. Y si las soluciones dentro
del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema en sí mismo.
No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen. Nos han ignorado en el
pasado y nos volverán a ignorar. Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin
tiempo. Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no. El
verdadero poder pertenece a la gente. Gracias (Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Greta_Thunberg).
Imagen 1: Greta Thunberg en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas
(COP24)

Fuente: Muy Interesante, s.f., https://bit.ly/2sTuV9T

Con estas palabras en mente podemos iniciar nuestra lectura sobre el concepto de desarrollo ambiental sustentable. El
concepto de desarrollo sustentable se origina en la toma de conciencia en tanto el nivel de consumo y las formas de
producción existentes están degradando el planeta, de tal manera que no permiten una previsión de sus recursos a
futuro. Hoy por hoy todos reconocemos los estragos que se están ocasionando a nuestro ambiente. Como ya
mencionamos en el módulo 1, Caravedo (2011) considera que “el desarrollo sostenible surge de una preocupación
ambiental pero no se limita a esta, surgiendo así la definición de sostenibilidad como la articulación de procesos en la
dimensión ambiental, económica y social” (Caravedo, 2011, p. 31). Además, se presenta un gran desafío a la hora de
pensar el vínculo entre las grandes industrias y corporaciones con el cuidado del medio ambiente y la generación
cada vez aún más abismal de una brecha de riqueza entre grandes empresarios y el común de la sociedad. En ese
sentido, sostiene, se requiere tanto:
“la ética como la responsabilidad social son elementos que generar innovación, transparencia,
eficiencia y rentabilidad, confianza, reputación y legitimidad, que conllevan a una mayor
competitividad de las organizaciones al desarrollo sostenible. El fomentar valores éticos dentro de
la empresa permite que los integrantes de la misma actúan de forma honesta y transparente,
evidente de esta manera la práctica de la corrupción”. (Estrada y García, 2005, p.3)

De lo que se trata, como lo refleja la cita de Greta Thunberg implica que la responsabilidad debe ser asumida ahora,
en este tiempo, debido a que de manera “cotidiana ocasionamos daños a la capa de ozono, contribuimos al
calentamiento global, contaminamos el aire y los ríos, destrozamos selvas y bosques, agotamos los recursos
minerales y presionamos numerosas especies hasta su extinción, así como otras modalidades de devastación” (Sen,
2008, p.54).

Las empresas no pueden ser responsables del desarrollo sustentable ambiental ya que
esta es una tarea que requiere de las herramientas jurídicas y políticas de los estados
nacionales más poderosos.

Es verdadero porque los Estados son los únicos organismos que cuentan con las herramientas
posibles para garantizar un desarrollo en materia de medio ambiente.

Es falso porque no son solo los Estados los que deben regular y garantizar el desarrollo
ambiental sostenible. Las empresas tienen la responsabilidad ética de brindar herramientas
para garantizar la sustentabilidad en la relación entre los recursos sociales y el medio
ambiente.

SUBMIT
Siguiendo a Schiavi (2012), esta toma de conciencia se asienta en que la población mundial no disminuirá y tampoco
sus necesidades, por lo tanto, se impone una modificación de las formas de producción y de consumo, para poder
preservar los recursos disponibles para las generaciones presentes y futuras Naciones Unidas ha impulsado diversas
cumbres y conferencias en relación a la temática medioambiental, a través de las cuales se ha ido avanzando en la
conceptualización del desarrollo sustentable y en los acuerdos, recomendaciones y compromisos. Sin embargo, en la
figura de la joven militante por el cambio climático, Greta Thungber, podemos notar que la discusión sobre las
responsabilidades éticas de las empresas sobre el medio ambiente y el medio social es un problema de una actualidad
radical.

Uno de los interrogantes por los que debemos partir es preguntarnos si asumir una posición positiva frente a la
responsabilidad organizacional del medio ambiente, ¿es suficiente para que esa responsabilidad implique una
comprensión real de problema al que se enfrenta la humanidad? ¿Cómo lograr que el reclamo cada vez más
contundente de las generaciones venideras sobre la atención a la contaminación extrema, a la pobreza profunda y a
las desigualdades sociales que tienen que ver con el escaso desarrollo social en ciertos territorios del mundo,
implique una toma de conciencia real de los Estados y de las empresas?

Para reflexionar con mayor profundidad sobre estas cuestiones, primero nos preguntaremos qué implica la
sustentabilidad.
LECCIÓN 2 de 5

¿Qué es la sustentabilidad?

La población mundial es de 7 mil millones y probablemente crecerá hasta los 9 mil millones de personas en 2050.
Ello supone el aumento de la demanda de recursos naturales que, a su vez van disminuyendo, mientras se ahondan
las diferencias en los ingresos. El eco de la demanda del Climate Justice Now resuena en estas palabras. Hoy día, la
sostenibilidad exige un nivel de vida decoroso que no comprometa las necesidades de las futuras generaciones.

Esto significa plantearse una serie de preguntas para encontrar mejores maneras de hacer las cosas. Entre tales
cuestiones figuran:

Pobreza y empleo

¿Cómo ayudar a las personas a salir de la pobreza y obtener buenos
empleos, al tiempo que protegemos el medio ambiente?
¿Cómo ayudar a las personas a salir de la pobreza y obtener buenos
empleos, al tiempo que protegemos el medio ambiente?

Calidad de vida

¿Cómo proporcionar a todo el mundo acceso a la energía limpia y velar
porque nuestras necesidades energéticas no contribuyan al cambio
climático?
¿Cómo cerciorarnos de que todos obtengan el agua, los alimentos y la
nutrición que necesitan?
¿Cómo lograr que nuestras ciudades ofrezcan una calidad de vida
decente a todo el mundo?

Contaminación ambiental

¿Cómo crear mejores sistemas de transporte que nos permitan llegar
donde queremos sin causar demasiada congestión ni contaminación?
¿Cómo asegurarnos de que nuestros océanos están sanos y la vida
marina no se ve amenazada por la contaminación y el cambio climático?
¿Cómo garantizar que nuestras comunidades resistirán los desastres
naturales?

Solucionar estos problemas es el principio en la construcción del futuro que queremos. De esta manera, la idea de
sostenibilidad se introduce en los procesos, y es menester lograr el compromiso y la educación de todas las personas
para promover un consumo sustentable. Como se mencionó en los módulos anteriores, es en el Informe Brundtland
(1987)“Nuestro futuro común, el que se establece que el concepto de sustentable desarrollo que satisface «las
necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias
necesidades»” (Sen, 2008, p.54,).En este sentido, la ONU propuso 17 objetivos para el desarrollo sostenible que
implica esta definición ya trabajada en anteriores lecturas, como la multidimensionalidad de aspectos que involucran
un desarrollo sostenible a largo plazo.

Video 1: ¿Sabes cuáles son los 17 objetivos de desarrollo sostenible?

Descripción: Este video nos permitirá tener una visión amplia de los disidiste objetivos planteados por la ONU para
el desarrollo sostenible (ODS).

YOUTUBE
¿Sabes cuáles son los 17 objetivos de desarrollo sostenibl…

¿Sabes cuáles son los 17 objetivos de desarrollo sostenible?


Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son una llamada a la acción a todos los países para
erradicar la pobreza y proteger el planeta así como garantiz...

VER EN YOUTUBE 

Fuente: Naciones Unidas. Recuperado dehttps://videos.un.org/es/2018/08/29/sabes-cuales-son-los-17-objetivos-de-desarrollo-

sostenible/

Como vemos en el video, y siguiendo las ideas de Schiavi (2012), para logar un
desarrollo sostenible, se encuentran involucrados tres elementos fundamentales: el
económico, el social y el ambiental. Y no implica conservar la naturaleza sin modificar su
estado original, sino que busca implementar un modelo de desarrollo que tenga en cuenta
el largo plazo. Donde no solamente se incluya la variable productiva y económica de
crecimiento, sino también aspectos ecológicos y humanos.
Indicaciones sobre la lectura: El capítulo presenta una reflexión profunda sobre la relación entre educación y
desarrollo sostenible que nos pone sobre la pista de la responsabilidad ética y social frente al medio ambiente.

Educación para el Desarrollo Sostenible.pdf


31.8 KB

Fuente: UNESCO (2011, pp. 46-63,). Educación para el Desarrollo Sostenible Examen por los expertos de los procesos y el

aprendizaje. Recuperado de linkhttps://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000191442_spa

En base a la lectura del capítulo propuesto, ¿en qué contribuye el aprendizaje al desarrollo sostenible de la
UNESCO?, te propongo que realices la siguiente actividad:

Teniendo en cuenta el reclamo de Greta Thunberg, que involucra una nueva generación
de jóvenes cuya preocupación fundamental son los efectos sobre el cambio climático en
el que los Estados más ricos y las empresas más poderosas son indicadas como los
grandes responsables, podemos preguntarnos a partir de la lectura del texto: ¿en qué
contribuye el aprendizaje al desarrollo sostenible? ¿qué es necesario para alcanzar el
desarrollo sostenible?

Es necesario que se produzca un acuerdo entre las empresas y los Estados nacionales

Es necesario que se produzcan transformaciones a nivel social y/o cultural.

Es necesaria la protesta social contra el cambio climático.


Es necesaria la redistribución equitativa de la riqueza.

SUBMIT

Es interesante detenerse a revisar el concepto de desarrollo sostenible o sustentable, ya que el mismo es el eje de
escritos, investigaciones, reuniones internacionales (Cumbres de la Tierra en Río, 1992 y 2012, Cumbre mundial
sobre Desarrollo Sostenible en Johanesburgo, 2002), protocolos para actuar concertadamente (Protocolo de Kyoto de
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, 2001), tratados bilaterales y políticas de
Estado sobre el medio ambiente.
LECCIÓN 3 de 5

Responsabilidad ciudadana

Amartya Sen (2008), en el capítulo 4 de su libro Primero la gente, brinda una mirada desde la ética del desarrollo a
los problemas del mundo globalizado y hace un repaso crítico del concepto. Quizás lo más sugestivo sea el título del
capítulo: Por qué debemos preservar la <<lechuza moteada>>. El autor valora la atención asignada a la idea de
desarrollo sustentable, pero se pregunta cuán abarcador es el concepto de seres humanos implícito en la misma (Sen,
2008). En este sentido, Sen (2008) expone dos vías para el trabajo por la sustentabilidad ambiental:

Involucra la creación de
reglamentos y el
otorgamiento de incentivos
financieros; donde ha habido
Institucional
avances significativos,
particularmente en el
desarrollo de instituciones
nacionales e internacionales

1 of 2

Las iniciativas que involucran


a los ciudadanos en las
políticas ambientales son
Ciudadanía responsable débiles, y las autoridades
públicas son escépticas en
relación a los posibles
resultados si se apela a un

2 of 2

En esta línea de la ciudadanía responsable, se deber avanzar desde lo práctico en el impulso del activismo cívico,
pero también desde el cuestionamiento para ampliar la idea de sustentabilidad con este enfoque, afirma Sen (2008).
En este punto el autor cita la obra Ciudadanía y el Ambiente, de Andrew Dobson (2003, p.238), para darle la razón
cuando asegura la potencialidad de las responsabilidades cívicas frente a los desafíos medioambientales y enfatiza su
“interés en investigar y destacar lo que los ciudadanos pueden lograr cuando les anima una comprensión social y
reflexión razonada, y no únicamente incentivos financieros (actuando meramente como «actores racionales en
función de su propio interés»)” (Sen, 2008, p.55).

Imagen 2: La marcha por el cambio climático en New York.


Fuente: Palllaro, 2019, https://bit.ly/2R2IFXP

De acuerdo con Sen, y en consonancia con los reclamos masivos de los últimos años por
el estado de extrema contaminación de los ecosistemas, podemos afirmar que la
ciudadanía no es solo un instrumento para preservar el medio ambiente.

Es verdadero porque es la ciudadanía responsable la que puede lograr la preservación del


medio ambiente.

Es falso porque no es la ciudadanía sino los empresarios los que deben garantizar la
preservación del medio ambiente.
SUBMIT

Aparece, entonces, claramente el sentido de la responsabilidad, tanto hacia otras especies como hacia otros seres
humanos más débiles, asociado a un sentido de valores. Enfoque que fundamenta la visión amplia de humanidad que
el autor defiende para el desarrollo sustentable, donde lo que prima es la libertad de la persona para decidir en
relación a lo que valora. Es claro que, en este marco, la responsabilidad es asumida por las nuevas generaciones,
quienes no dejan de señalar que la responsabilidad no solo involucra nuestra propia especie, sino otras especies cuya
pervivencia peligra. La responsabilidad radical que involucra el desarrollo sustentable la contrae la ciudadanía,
fundamentalmente la juventud, que ve con ojos preocupados lo que parece un destino ineludible: la extinción masiva
de especies, ecosistemas y seres humanos. Como dice Máximo Mazzocco, fundador de Ecohouse y miembro de
Alianza por el Clima:

"Estamos ante una emergencia de crisis climática y ecológica. Es hora de


actuar. Los jóvenes ya marcamos el mundo que queremos tener".

Pallaro, B. (2019) Movilización mundial por el clima: la Argentina, entre los más de 160 países que participan. En La Nación.

Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/manana-se-realizara-3movilizacion-mundial-crisis-climatica-

nid2291338
LECCIÓN 4 de 5

Video conceptual

Consumo y desecho

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LECCIÓN 5 de 5

Referencias

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Latina y la contribución de la Fundación AVINA. Recuperado de: www.avina.net

BID-FOMIN Manual de Gestión. La responsabilidad social de la empresa en América Latina. Recuperado


de:http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=36193698. Capítulo en libro Responsabilidad social y
desarrollo en la educación superior: Europa y Latinoamérica, pp. 115-122, Proyecto C-PRO Programa ALFA,
Medellín, 2011, ISBN 978-958-761-079-6. Recuperado de:
http://www.austral.edu.ar/wpcontent/uploads/2012/10/Carlos-Pujadas-RS-empresa-universidad-sociedad-v2.pdf

Caravedo, B. (2011). Desarrollo sostenible, ética, filantropía y responsabilidad social. En Vives, A. y Peinado-Vara,
E. (comp.) La responsabilidad social de la empresa en América Latina. Manual de Gestión. BID-FOMIN.
Recuperado de: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=36193698

Chacón, R. M.; Montbrun N.; Rastelli V. (2009). La educación para la sostenibilidad: Rol de las
Universidades. Revista ARGOS (Vol. 26 N° 50). (pp. 50-74). Recuperado de:
http://www.acading.org.ve/info/comunicacion/pubdocs/DOCS_EDUCACION/educacion_sostenibilidad.pdf

Documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Rio+20, 20 a 22 de
junio de 2012), “El futuro que queremos”, Tema 10. Recuperado de: https://rio20.un.org/sites/rio20.un.org/files/a-
conf.216-l-1_spanish.pdf.pdf

Estrada García, R.A.; Monroy Alvarado G. S.; y Ramírez Alcántara, H. T. (2005) Ética, Responsabilidad Social,
Desarrollo sustentable en las organizaciones. Publicada en Memoria del 3er. Congreso sobre Responsabilidad Social
Corporativa, ISEOR, ADERESE, pp. 146-161, Lyon, Francia, Octubre 2005; en revista Administración y
Organizaciones, Año 8, No. 15, pp. 27-45, Departamento de Producción Económica, DCSH, UAM-X, México,
Diciembre 2005. Recuperado de:http://www.centrogeo.org.mx/curriculum/germanmonroy/pdf/etica_responsabilid
ad_social_desarrollo_susten_organiz.pdf

Pallaro, B. (2019) Movilización mundial por el clima: la Argentina, entre los más de 160 países que participan. En
La Nación. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/manana-se-realizara-3movilizacion-mundial-
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PNUMA (2011). Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza -
Síntesis para los encargados de la formulación de políticas. Recuperado de:
http://www.unep.org/greeneconomy/Portals/88/documents/ger/GER_synthesis_sp.pdf.

PNUMA, RED MERCOSUR (2011). Eficiencia en el uso de los recursos en América Latina: Perspectivas e
implicancias económicas. Recuperado de: http://www.pnuma.org/reeo/Documentos/REEO%20WEB%20FINAL.pdf.
Último acceso: 27/01/2015

Pujadas, C. (2011). La responsabilidad social en las relaciones universidad-empresasociedad. Centro Austral de


Desarrollo Sostenible, Universidad Austral, Argentina.

Schwalb, M. (2011). La responsabilidad de la empresa ante los consumidores. En Vives, A. y Peinado-Vara, E.


(comp.) (2011).La responsabilidad social de la empresa en América Latina. Manual de Gestión. BID-FOMIN.
Recuperado en: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=36193698.

Sen, A. (2008). Primero la gente. Una mirada desde la ética del desarrollo a los problemas del mundo globalizado.
Madrid: Ed. Planeta/Deusto.

UNESCO (2011). Educación para el Desarrollo Sostenible Examen por los expertos de los procesos y el
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Sostenible: Francia. Recuperado de: http://unesdoc.unesco.org/images/0019/001914/191442s.pdf.

Vara, E. (comp.) (2011).La responsabilidad social de la empresa en América Latina. Manual de Gestión. BID-
FOMIN. Recuperado de: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=36193698.
Administración de los recursos disponibles

En esta lectura exploraremos en concepto de administración de los recursos disponibles a


partir de un acercamiento a la economía verde como principal estrategia para garantizar el
desarrollo sostenible tanto en el ámbito público como privado.

Recursos disponibles

Economía verde

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

Recursos disponibles

Como hemos tratado en la lectura anterior y, fundamentalmente en los Módulos 1 y 2, el concepto de desarrollo
sustentable es entendiendo como un proceso integral que compromete a los actores sociales y los responsabiliza
frente al modelo económico, político, ambiental y social, así como en los patrones de consumo que determinan la
calidad de vida. Esta es la razón de que García y otros (2005) sostengan que:

El desarrollo sustentable implica pasar de un desarrollo pensado en términos cuantitativos basado


en el crecimiento económico a uno de tipo cualitativo, donde se establecen estrechas
vinculaciones entre aspectos económicos, sociales y ambientales, en un renovado marco
institucional democrático y participativo, capaz de aprovechar las oportunidades que supone
avanzar simultáneamente en estos tres ámbitos, sin que el avance de uno signifique ir en
desmedro de otro. La sustentabilidad supone un cambio estructural en la manera de pensar el
desarrollo, en la medida en que impone límites al crecimiento productivo, al consumo de recursos
y a los impactos ambientales más allá de la capacidad de aguante del ecosistema. Establecer
límites significa hacer un llamado a no "descapitalizarnos" (financiera, física, humana, social y
ecológicamente). No solamente cuidar el capital físico y financiero, lo que comúnmente se hace,
sino que es necesario realizar una revalorización del capital social y humano, lo que representa
una oportunidad para reducir la dependencia de los recursos naturales e impulsar la
diversificación hacia actividades intensivas en conocimiento y tecnología. Asimismo, la
revalorización del capital natural atrae inversiones nacionales e internacionales basadas en la
conservación y no en la extracción (Estrada García, Monroy Alvarado, y Ramírez Alcántara,
2005, p.11).
En esta lectura analizaremos la administración de los recursos naturales a partir de la responsabilidad sobre el capital
a fin de evaluar la posibilidad de la convivencia entre capital y sustentabilidad presentado en la cita anterior. En el
mismo sentido en que la denuncia de Greta Thunberg nos ayudó a reflexionar sobre el medio ambiente, en el espacio
empresarial la pregunta de cómo sostener una sustentabilidad que tenga en cuenta las dimensiones económicas,
ambientales, institucionales, humanas y tecnológicas implican una reflexión sobre cómo la administracion de estos
recursos permite potenciarlos sin actuar en detrimento del medio ambiente. Si consideramos una vez más que

(…)la administración y el manejo de los recursos naturales, humanos, sociales, económicos y


tecnológicos, con el objeto de alcanzar una mejor calidad de vida para las generaciones actuales y
futuras, velando por los patrones de consumo, es la condición para el desarrollo sustentable
(Estrada García et al., 2005, p.)

…nos percataremos de la urgencia del cambio de miradas que las empresas y las industrias necesitan asumir para
garantizar una administración de los recursos disponibles que gratifica la triada de vertientes de la sustentabilidad. Es
por esta razón que en esta lectura analizaremos de cerca la economía verde como concepto que permitirá evidenciar
lo interconectado que están las dimensiones sociales, económicas y ambientales a la hora de plantear una
administración sustentable de los recursos disponibles.

En el siguiente cuadro se especifican las implicancias de las dimensiones mencionadas antes:

Dimensión económica

Tiene en cuenta la calidad de los servicios y no sólo el crecimiento de la producción. La aplicación de regulaciones
ambientales nacionales e internacionales supone oportunidades para el mercado y el desarrollo sustentable, así
como la implementación de proceso de producción más limpia y eficiente y la agregación de valor a las materias
primas.
Dimensión humana

Los recursos económicos son reasignados para atender necesidades que se orientan a una mejor calidad de vida
(superar la pobreza, satisfacer las necesidades básicas humanas y equidad en los ingresos).

Dimensión ambiental

La utilización de recursos naturales y energéticos no debe superar su capacidad de regeneración para que la
naturaleza siga siendo el sustento de la vida humana. Los residuos deben ser asimilados por el ecosistema y por lo
tanto su generación no debe superar esta capacidad de asimilación.

Dimensión institucional

Estimula nuevas formas de organización y participación ciudadana a través de la descentralización política
administrativa de las decisiones.

Dimensión tecnológica

Orientada hacia la producción, busca utilizar la menor cantidad de recursos aumentando a su vez su calidad. Se da
gracias al rápido avance del desarrollo y la innovación tecnológica. Es un paso hacia el uso de tecnologías con
mayor eficiencia y menor contaminación (Estrada García et al., 2005).
El desafío está puesto en lograr desarrollar las estrategias para alcanzar el desarrollo sustentable. Las cuales, deben
ser diseñadas y aplicadas por cada país, en forma conjunta con el gobierno, empresas y población, valorizando la
diversidad e impulsando la responsabilidad social y ambiental desde los valores éticos. Los gobiernos deberán
modernizar la gestión institucional y las empresas incentivar un cambio organizacional profundo junto a trabajadores,
proveedores y comunidad (Estrada García et al., 2005).
LECCIÓN 2 de 3

Economía verde

Todos los actores sociales, gobierno, sociedad civil, ciudadanía, organizaciones privadas, están invitados a
comprometerse con el desarrollo sustentable. El documento El futuro que queremos, producto de la Cumbre para la
Tierra de Río de Janeiro en 2012, invita a las empresas a unirse a este camino: “invitamos también a las empresas y
la industria, según proceda y de conformidad con la legislación nacional, a que contribuyan al desarrollo sostenible y
a que formulen estrategias de sostenibilidad que incorporen políticas de economía verde, entre otras cosas” (Cumbre
para la Tierra de Río de Janeiro, 2012, p. 69).

Figura1: economía verde.

Fuente: López Trujillo, 2018, https://bit.ly/2uDeMFZ


Ahora bien, ¿qué implica la economía verde? Para ello tomaremos un caso tratado en UNEP (2012) sobre la empresa
Chalalán Ecolodge en Bolivia:

Chalalán Ecolodge es una empresa basada en la comunidad que ofrece una amplia gama de
programas y actividades para la recreación y el aprendizaje en profundidad de la selva, bajo la
guía de los pueblos indígenas locales. La empresa Chalalán comprende 74 familias, 42 son
beneficiarios directos de las ganancias de la compañía. Ubicado en el Parque Nacional Madidi, el
proyecto ha adoptado el estilo de construcción indígena con materiales disponibles localmente. El
albergue dispone de un sistema de gestión de aguas residuales que utiliza procesos naturales, una
gran parte de la electricidad utilizada en el lodge es generada por paneles solares, reduciendo al
mínimo el uso de combustibles fósiles.

Aparte de las transferencias directas de Chalalán en forma de donaciones y/o contribuciones, la


comunidad cuenta con los ingresos generados a través de la venta de bienes y servicios para el
albergue. El nivel de conservación conseguido en el área de influencia del lodge, está relacionado
con el impacto social y económico que ejerce la actividad sobre la población de la comunidad.
Gracias a las iniciativas de conservación, ha sido posible reintroducir especies como el mono
araña negro, el pecarí de labios blancos y otros mamíferos amenazados.

La comunidad empresarial genera otros beneficios. Por ejemplo, la empresa jugó un papel clave
en la consecución de reconocimiento de derechos a la tierra de la comunidad y juega también un
papel fundamental en la planificación económica del territorio (UNEP, 2013, pp. 9-8).

De acuerdo con el ejemplo del empleo de una administración sustentable responde las siguientes preguntas:
Si una empresa metalúrgica decide implementar una economía verde, que podrías
recomendarle:

Que evalúe cómo impacta la extracción de los recursos disponibles en relación al desarrollo
sustentable.

Que tenga en cuenta los aspectos sociales de la utilización de los recursos disponibles.

Que realice capacitaciones en materia de economía verde.

Que ponga en consideración cuales son los caminos a seguir para la obtención de mayor capital.

SUBMIT

El concepto de economía verde que se plasma en esta invitación a las empresas, aparece con fuerza en la preparación
de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río + 20). El Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) (2011), en su Informe Hacia una economía verde: Guía para el
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza - Síntesis para los encargados de la formulación de políticas,
afirma que la economía verde no reemplaza al desarrollo sostenible, sino que es una forma para alcanzarlo a nivel
nacional, regional y mundial, alineada y ampliando el Programa 21. El Informe demuestra que las economías verdes
son un nuevo motor del crecimiento, generan empleos y son claves para eliminar la persistente pobreza.

El PNUMA (2011) considera que una economía verde debe mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social a
la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas. En su forma más básica, una
economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de forma eficiente y es
socialmente incluyente. En una economía verde, el aumento de los ingresos y la creación de empleos deben derivarse
de inversiones públicas y privadas destinadas a reducir las emisiones de carbono y la contaminación, a promover la
eficiencia energética, así como en el uso de los recursos, y a evitar la pérdida de diversidad biológica y de servicios
de los ecosistemas.

(…) El concepto de “economía verde” no sustituye al de “desarrollo sostenible”, pero hay un creciente
reconocimiento de que el logro de la sostenibilidad requiere casi indispensablemente de contar con una economía
adecuada y correcta. Durante décadas, para crear riqueza se ha seguido un modelo de “economía marrón” que no
abordaba de manera sustancial problemas tales como la marginación social o el agotamiento de los recursos, con lo
que todavía estamos lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La sostenibilidad sigue siendo un
objetivo vital a largo plazo, y para alcanzarlo es necesario enverdecer la economía. (PNUMA, 2011, p.1).
Otras ideas interesantes en relación a la sustentabilidad ambiental son desarrolladas en el informe Eficiencia en el uso
de los recursos en América Latina: perspectivas e implicancias económicas (PNUMA, RED MERCOSUR, 2011).
Aporta información que contribuye a la integración de la eficiencia en el uso de recursos en la formulación de
políticas de los sectores públicos y privados. Abarca los cuatro países de MERCOSUR, Brasil, Argentina, Uruguay y
Paraguay, así como Chile y México, visualizando oportunidades para la transición hacia una economía baja en
carbono y eficiente en el uso de recursos.

 Lectura Obligatoria: Economía Verde en el contexto del desarrollo sostenible y erradicación


de la pobreza.

Indicaciones sobre la lectura: Este texto te ayudará a comprender en profundidad y en contexto qué implica hablar
de economía verde.

ESPANOL Economia Verde 16 DEC 2011.pdf


152.2 KB

Fuente: UNEP (2012). Economía Verde en el contexto del desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza: Una perspectiva

desde América Latina y el Caribe. Recuperado de link https://bit.ly/2FEmHFi

El enfoque de gestión sostenible de recursos incluye acciones y organizaciones dentro de un sistema de gestiones que
aseguran el uso y abastecimiento continuo de recursos a fin de cubrir las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones de cubrir sus propias necesidades. Así mismo una gestión sostenible de
recursos evita el traslado de impactos de una cadena productiva a otra, de una categoría de impacto a otra y de una
región a otra (PNUMA, 2011).
En el caso de una empresa maderera, la responsabilidad social implica ignorar las
eficiencias en el uso de recursos en la formulación de políticas en sectores privados, sin
tener en cuenta que garanticen la sustentabilidad el ecosistema y de la sociedad.

Es verdadero porque los sectores privados tienen la autonomía para definir el tipo de políticas
que emplean, por lo que la empresa maderera no.

Es falso porque la responsabilidad social afecta no tan solo al ámbito público sino a las
empresas privadas como la maderera.

SUBMIT

El informe integra aportes de la economía y el ambiente, acercando posiciones y evidencias para construir un marco
común. Y considera que la sostenibilidad del desarrollo es un proceso, no una meta, lo cual posiciona la cuestión en
los avances, o no, de las naciones hacia una mayor sostenibilidad del desarrollo, y permite diferenciar la visión del
rol de los recursos naturales, para el logro de desarrollo según los niveles de ingreso e industrialización de los países
(PNUMA , Red Mercosur, 2011).

Figura 1: Altor hornos de Benxi en 2013.


Fuente: Magnet, 2018, https://bit.ly/36Xi713 G

En los países desarrollados es habitual que la consideración de la sostenibilidad esté asociada con
la noción de consumo excesivo y la necesidad de reducir la Ftasa de uso de recursos y la
intensidad en el uso de insumos y en emisiones. En los países en desarrollo el problema de la
sostenibilidad tiene que ver muchas veces con la necesidad de facilitar el acceso a fuentes de
energía segura para una proporción de la población que habitualmente no tiene acceso a ellas o
sólo puede obtener servicios energéticos (calor para cocción y calefacción, por ejemplo), a través
de fuentes muy contaminantes y poco eficientes. En los casos de países de ingresos bajos, parece
muy difícil asociar la noción de la transición hacia la sostenibilidad del desarrollo a una
trayectoria decreciente en el consumo de algunos recursos e insumos (como energía eléctrica o
agua potable), ya que muchas veces amplios sectores de la población aún no acceden a estos
servicios básicos y a pesar de los esfuerzos en el marco de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM), están lejos del cumplimiento de esos derechos económicos esenciales. En
síntesis, el enfoque utilizado en este informe, considera la eficiencia en el uso de recursos como
un factor relevante, tanto para potenciar el desarrollo económico, como para contribuir a su
sostenibilidad y mejorar, de esta manera, el perfil de especialización productiva y el tipo de
inserción internacional de los países de la región. (PNUMA, Red Mercosur, 2011, pp.30-31).

En general, los países de América Latina no contemplan las consecuencias del agotamiento potencial de los recursos
naturales en los análisis económicos convencionales. Esto es consecuencia de que la protección ambiental y el
desarrollo productivo, se presentan como objetivos casi excluyentes. Las nociones de economía verde, consumo y
producción sustentables y eficiencia en el uso de los recursos, permiten integrar el cuidado del medio ambiente al
crecimiento productivo.

Figura 2: Parque Cauchari. La planta de energía solar más grande de


Latinoamérica. Jujuy.

Fuente: Colqui, 2019, https://bit.ly/35IiZF7


LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Colqui, L. (2019) Inauguraron las dos últimas estaciones de la planta de energía solar más grande de Sudamérica
[La Nación] Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/economia/inauguraron-dos-ultimas-estaciones-planta-
energia-solar-nid2293134

Documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Rio+20, 20 a 22 de
junio de 2012), “El futuro que queremos”, Tema 10. Recuperado de: https://rio20.un.org/sites/rio20.un.org/files/a-
conf.216-l-1_spanish.pdf.pdf

Estrada García, R.A.; Monroy Alvarado G. S.; y Ramírez Alcántara, H. T. (2005) Ética, Responsabilidad Social,
Desarrollo sustentable en las organizaciones. Publicada en Memoria del 3er. Congreso sobre Responsabilidad Social
Corporativa, ISEOR, ADERESE, pp. 146-161, Lyon, Francia, Octubre 2005; en revista Administración y
Organizaciones, Año 8, No. 15, pp. 27-45, Departamento de Producción Económica, DCSH, UAM-X, México,
Diciembre 2005. Recuperado
de:http://www.centrogeo.org.mx/curriculum/germanmonroy/pdf/etica_responsabilidad_social_desarrollo_susten_org
aniz.pdf

López Trujillo, M. (2018) Economía verde [entrada de blog]. Recuperado de:


http://logopoliskpo.com/2018/11/26/economia-verde/

Magnet Xataca (2018) Cerrar 80.000 fábricas: la solución de China a su insostenible problema de
contaminación. Recuperado de: https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/cerrar-80-000-fabricas-la-solucion-de-
china-a-su-insostenible-problema-de-contaminacion

PNUMA (2011). Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza -
Síntesis para los encargados de la formulación de políticas. Recuperado de:
http://www.unep.org/greeneconomy/Portals/88/documents/ger/GER_synthesis_sp.pdf

PNUMA, RED MERCOSUR (2011). Eficiencia en el uso de los recursos en América Latina: Perspectivas e
implicancias económicas. Recuperado de: http://www.pnuma.org/reeo/Documentos/REEO%20WEB%20FINAL.pdf
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Oficina Regional para América Latina y el Caribe
UNITED NATIONS ENVIRONMENT PROGRAMME
PROGRAMME DES NATIONS UNIES POUR L’ENVIRONNEMENT 
 
   
XVIII Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente Distribución:
de América Latina y el Caribe Limitada
Quito, Ecuador UNEP/LAC-IG.XVIII/3
31 de enero al 3 de febrero de 2012 Viernes 2 de diciembre de 2011
Original: Español
B. SEGMENTO MINISTERIAL
2 al 3 de febrero de 2012
 

Economía Verde en el
contexto del desarrollo sostenible y
erradicación de la pobreza:
Una perspectiva desde
América Latina y el Caribe


 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
Índice

I. ¿Qué es y cuál es el origen del concepto de Economía Verde en el contexto del


desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza? ......................................... 3
Antecedentes .................................................................................................... 3
La economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza
........................................................................................................................3

II. Marcos conceptuales de la región para la promoción del desarrollo


sostenible y la erradicación de la pobreza ............................................................ 6

III. Iniciativas de la región que fomentan la economía verde en el contexto del


desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza ............................................... 9
La iniciativa Chalalán y el Manejo Sostenible de los Ecosistemas basado en comunidades,
Bolivia.............................................................................................................. 9
Mecanismos de financiación verdes en Trinidad & Tobago ...................................... 10
Conservación y uso sostenible de los recursos de la biodiversidad en una región cafetalera
de Colombia.................................................................................................... 10
Programa de distribución de bombillas, Cuba ....................................................... 11
Eco-etiquetas, Brasil ........................................................................................ 11
Producción de energía eólica en México ............................................................... 12
Construcción de una economía verde en Granada ................................................. 12

IV. Contribución en el marco de los AMUMAs y otras iniciativas, a la economía


verde 13
Consumo y Producción Sostenible ...................................................................... 13
Protocolo de Montreal ....................................................................................... 13
cConvención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, y su Protocolo de
Kioto.............................................................................................................. 15

V. Medición de avances en en la transformación hacia una economía verde .... 15

VI. ¿Qué pueden hacer los Gobiernos de la región para promover una economía
verde inclusiva? ................................................................................................. 16 

2
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

Economía Verde en el contexto del


Desarrollo Sostenible y erradicación de la pobreza:
una perspectiva desde América Latina y el Caribe
I. ¿Qué es y cuál es el origen del concepto de Economía Verde en el contexto
del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza?
Antecedentes
1. Aunque el concepto de economía verde ha existido desde hace varios años1, el
tema fue introducido oficialmente a la mesa de discusión cuando la Asamblea
General de las Naciones Unidas decidió organizar la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro, Brasil 2 en 2012 con el
objetivo de:
“obtener un compromiso político renovado en favor del desarrollo sostenible,
evaluando los avances logrados hasta el momento y las lagunas que aún
persisten en la aplicación de los resultados de las principales cumbres en
materia de desarrollo sostenible y haciendo frente a las nuevas dificultades
que están surgiendo.”
2. También, la misma resolución, establece que el resultado de la conferencia será
un documento político específico, y que la conferencia se centrará, entre otros, en
dos temas:
a) Economía verde3 en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de
la pobreza, y
b) El marco institucional para el desarrollo sostenible.
La economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza
3. En reconocimiento a la necesidad imperante de los países en desarrollo de
erradicar la pobreza como principal prioridad en sus decisiones de política pública, y
de la estrecha relación que tienen el estado de los recursos naturales con la
capacidad de las sociedades para mejorar el bienestar de las personas y promover
el desarrollo, se habla de la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible
y la erradicación de la pobreza4, y no únicamente de economía verde. La inclusión
explícita de la necesidad de acabar con la pobreza de una forma que se garantice
que no volverá a aparecer y que se mantendrán los recursos naturales, resalta al
menos dos temas. Primero, que no se puede hablar de economía verde
independientemente de acciones directamente ligadas a atender las necesidades de
los grupos más vulnerables; y segundo, que no puede existir una economía verde si
los patrones de consumo y producción no garantizan que la mejora en el estado del
medio ambiente y los beneficios sociales estén presentes en el corto, mediano y
                                                        
1. Pearce, D.W., Markandya A. and Barbier, E.B. (1989). Blueprint for a Green Economy. Earthscan, London 
2. Resolución AG 64/236 (24 dic 2009). 
3.  El  texto  original  en  español  menciona  “economía  ecológica”,  pero  la  versión  en  inglés  establece  “green  economy”.  En 
documentos posteriores se adoptó la traducción “economía verde” como la más precisa para describir el concepto.  
4. En este documento, cada vez que se mencione economía verde deberá entenderse que se habla del concepto
completo economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.


 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
largo plazo.
4. Bajo estas premisas entonces, la economía verde es la que mejora el bienestar
del ser humano y la equidad social, a la vez que reduce significativamente los
riesgos ambientales y las escaseces ecológicas. En su forma más básica, una
economía verde es aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los
recursos de forma eficiente y es socialmente incluyente.
5. Es de suma importancia remarcar que el concepto de “economía verde” no
sustituye al de “desarrollo sostenible”, sino que es una ruta a tomar para
alcanzarlo. El camino concreto no es igual para todos los países, sino que depende
de la situación y perspectivas específicas de cada uno. En la región existen
diversas iniciativas que ya apuntan hacia el desarrollo sostenible que pueden
considerarse como economía verde. Dentro de esa amplia gama de opciones hay
algunos elementos que son comunes a todos ellos.
6. Entre los elementos comunes está el cambio de paradigma de la vieja creencia
de que los recursos naturales son inagotables y tienen una capacidad ilimitada de
regeneración, al reconocimiento de que la naturaleza tiene límites y que la
humanidad tiene la responsabilidad de asegurar que los ecosistemas y los ciclos
naturales se mantengan en sano funcionamiento. Esta responsabilidad atiende a
dos inquietudes que se han puesto como razón fundamental para la protección
ambiental. Por un lado se ha reconocido el derecho a un desarrollo armónico con
la naturaleza, y por el otro atiende a la necesidad de mantener un medio ambiente
que proporcione de forma sostenida los bienes y servicios necesarios para asegurar
el bienestar de las personas incluyendo las más vulnerables. Y en este sentido, otro
de los rasgos compartidos es el fuerte valor que se le da a la inclusión y desarrollo
social, como parte fundamental del proyecto o intervención.
7. La falsa creencia de un medio ambiente sin límites es la falta de reconocimiento
de que la sociedad toma bienes y servicios de la naturaleza para promover su
bienestar (como agua de ríos, lagos y el subsuelo, beneficios de los ecosistemas
agrícolas que resultan en la producción de alimentos, aire limpio, y una infinidad
más) pero que no retribuye a la naturaleza, ni la provee de los medios y tiempos
necesarios para recuperar o regenerar eso que tomó.
8. Para corregir esta práctica errónea y las consecuencias que ha provocado, es
necesario comprender la importancia de los bienes y servicios que provee la
naturaleza, y el hecho de que muchos de esos bienes y servicios entran en una
dinámica de mercado que no ha incorporado el costo ni el beneficio que tienen para
la sociedad el asegurar que la naturaleza pueda seguir proporcionando dichos
bienes y servicios.. Los beneficios en la mayoría de los casos son evidentes, por
ejemplo la provisión de agua o aire limpios, pero a pocas se les asignan valores en
la toma de decisiones.
9. Reconociendo que los países de la región tienen una gama muy variada de
condiciones sociales, ambientales, económicas y culturales, resulta evidente que no
es posible aplicar un mismo conjunto de estrategias para lograr transformar la una
economía hacia una más respetuosa con el medio ambiente e inclusiva. Es labor de
los gobiernos establecer las condiciones que consideren necesarias que permitan a
su país asegurar en el corto, mediano y largo plazos, la erradicación de la pobreza,

4
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

la mejora de las condiciones de vida y la conservación de la naturaleza.


Igualmente, es responsabilidad de los estados definir, aplicar, promover y coordinar
las acciones necesarias dentro del contexto específico de su país, para llevarlo hacia
un desarrollo sostenible en el plazo más corto posible.
10. Muchas de las iniciativas de políticas, programas y proyectos promovidos por
los gobiernos, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil en la
región, en áreas que van desde la generación de energía limpia, la agricultura
sostenible, el ecoturismo y la gestión sostenible de los recursos naturales son
elementos básicos de una economía verde. La transición a una economía verde no
es un obstáculo para el desarrollo y la industrialización, generando condiciones que
los puedan atrasar. Por el contrario, una economía verde está destinada a
promover la industrialización basada en la eficiencia de recursos, asegurando un
acceso fiable, local y asequible a la energía y la tecnología, así como mejorar la
eficiencia en el uso de los recursos que podría mejorar la competitividad de la
región.
11. Como se indica anteriormente, el debate en torno a la economía verde está
estrechamente relacionado con el marco de desarrollo sostenible y la erradicación
de la pobreza. Lograr el desarrollo sostenible requiere del fortalecimiento de sus
tres pilares interdependientes, el ambiental, social y económico. A través de la
economía verde, la promoción del gasto público, las inversiones privadas y la
creación de condiciones favorables garantizan que la asignación de capital y la
alineación de las decisiones políticas son coherentes con los objetivos de desarrollo
sostenible, promoviendo así la cabal implementación de la Agenda 21. . El cambio
hacia una economía verde debe ser visto como un vehículo económico, ambiental y
social, y un camino para el desarrollo sostenible.
12. La mayoría de las clases más vulnerables en América Latina y el Caribe
dependen de la agricultura, bosques, pesquerías y otros recursos naturales y
servicios de los ecosistemas para su subsistencia, el acceso a los alimentos, el
empleo y la generación de ingresos. Mediante la promoción de las inversiones que
mantengan y mejoren los recursos naturales, una economía verde permite el
acceso a servicios básicos como alimentos, energía, infraestructura, agua e y
generación de entradas económicas para las clases más vulnerables. Por ejemplo,
formas más sostenibles de agricultura aumentarán el rendimiento, los ingresos y
reducirán el cambio climático y la vulnerabilidad del medio ambiente. En el sector
energía, dado que partes de la región de América Latina y el Caribe siguen
sufriendo un acceso limitado a la energía que impide el desarrollo de las actividades
y el desarrollo de la región 5 , la economía verde puede promover soluciones de
energía renovable como la biomasa moderna, la energía solar, eólica, hidráulica y
geotérmica, las cuales pueden ofrecer opciones energéticas más viables, accesibles
y adaptables para la calefacción, la cocina y la iluminación de los más vulnerables.

                                                        
5. Informe producido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe acerca del papel que la energía desempeña en 
el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El documento calcula que en todo América Latina y el Caribe hay 
unas  30  millones  de  personas  que  carecen  de  acceso  a  energía  eléctrica,  basado  en  datos  de  las  Naciones  Unidas, 
representando un 5.5% de la población total. De igual manera, el documento resalta la ineficiencia de los servicios existentes de 
energía eléctrica, los cuales cuentan con un servicio intermitente y con tarifas exorbitantes. 


 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
13. Si una economía va a ser verde e inclusiva, no debe constituir nuevos
obstáculos técnicos al comercio y a la cooperación. En línea con los principios de Río
de responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas, la
transición a una economía verde debe tener en cuenta los impactos de distribución
internacional. De esta manera, el crecimiento verde puede conducir a nuevas
oportunidades de mercado. Las normas comerciales deberían impedir a los países el
uso de preocupaciones ambientales como un pretexto para la protección del
comercio.
14. Según la visión de uno de los países de la región, lejos de imponer barreras y
restricciones de cualquier naturaleza, la economía verde genera oportunidades y
supone:
a) La conciliación del crecimiento de la actividad económica y comercial con la
gestión sostenible de los recursos y el fortalecimiento de la protección
ambiental;
b) La inversión en tecnologías agrícolas que permitan una utilización más
sostenible del suelo y de los recursos naturales en general;
c) La reducción de las emisiones de carbono;
d) La promoción, diseminación e inversión en energías renovables;
e) El manejo ambientalmente sostenible de los residuos;
f) La adecuada gestión de los productos químicos;
g) La promoción de patrones de consumo y producción sostenibles, con los
países desarrollados tomando el liderazgo en la implementación de medidas;
h) La promoción de un hábitat social sostenible, mediante la utilización de
tecnologías limpias en la construcción y de la creación de oportunidades de
empleo en la industria.
15. Otros ejemplos de instrumentos que pueden ser un aporte para el desarrollo
sostenible en el marco del concepto del crecimiento verde, estrategia bajo la cual
se enmarcan las discusiones de los países de la OECD, incluyen: las compras
públicas sostenibles, la generación de empleos dignos y verdes, en particular, para
mujeres y jóvenes, la eliminación de subsidios perversos, los impuestos “verdes”, la
infraestructura sostenible, la producción agropecuaria sostenible, la energía
renovable y la eficiencia energética, el ordenamiento territorial ambientalmente
sostenible, la promoción de la ciencia, la investigación, desarrollo e innovación en
tecnologías e industrias sostenibles y con alto potencial de crecimiento, y en
particular, la promoción de una economía de bajo contenido de carbono.

II. Marcos conceptuales de la región para la promoción del desarrollo


sostenible y la erradicación de la pobreza
16. La región de América Latina y el Caribe ha estado promoviendo el desarrollo de
marcos conceptuales novedosos en búsqueda del alcance del desarrollo sostenible,
cuyo conocimiento y análisis pueden ofrecer insumos útiles para la discusión
asociada al concepto de una economía eficiente en el uso de los recursos, baja en

6
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

carbono y socialmente inclusiva.


17. En este sentido, se resalta el caso de los gobiernos de Bolivia y Ecuador y la
propuesta de impulsar el reconocimiento de los derechos de la naturaleza, es decir,
el derecho a que se respete integralmente su existencia, mantenimiento y
regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos. Se
debe instar a los Estados a implementar medidas de precaución y restricción para
las actividades que puedan conducir a la extinción de especies, la destrucción de
ecosistemas o la alteración permanente de los ciclos naturales.
18. Asimismo, el Ecuador plantea el Buen Vivir como una estrategia alternativa al
desarrollo, como un nuevo paradigma que reemplaza al modelo imperante basado
en el crecimiento económico infinito, lo que ha llevado a la sobre-explotación de los
recursos naturales, ha generando pobreza, inequidad y la exclusión de buena parte
de la población. El Plan Nacional para el Buen Vivir es un proceso en construcción,
retomado de los saberes ancestrales de los pueblos y nacionalidades indígenas, que
implica vivir en armonía con uno mismo, con la naturaleza y los demás, en la
construcción de Estados democráticos, incluyentes, plurinacionales e
interculturales.
19. Otro ejemplo interesante a considerar es el modelo de desarrollo propuesto por
el Gobierno de Brasil. La experiencia brasileña se ha centrado en el fortalecimiento
y la intensificación de las inversiones en protección social y desarrollo. Iniciativas
como Bolsa Familia y Luz para Todos, y la creación de otros como Minha Casa,
Minha Vida [Mi Casa, Mi Vida] y Brasil sem miseria [Brasil sin la pobreza extrema],
que incluye Bolsa Verde representan este camino. La visión asociada con estos
programas es que la calidad de vida y las condiciones ambientales se incorporen
plenamente en los derechos de las poblaciones más vulnerables.
20. Esta orientación se ha manifestado también en el desarrollo de instrumentos de
políticas públicas, privadas y mixtas, encaminadas a una mayor eficiencia en el uso
de los recursos naturales, a la reducción de la generación de emisiones, al uso de
tecnologías más limpias, al incremento de la productividad y al mejoramiento de las
condiciones de calidad de vida de la población propuesto por el Gobierno de
Colombia. De igual forma, esto implica adecuada información y un conocimiento
que permita una correcta valoración de los recursos naturales y de los servicios
ecosistémicos como soporte de un crecimiento económico y social sostenible. Se
entiende que estas sinergias entre los tres pilares son fundamentales para lograr
avances concretos en la reducción de la pobreza. Igualmente, esta articulación de
los tres pilares deberá fortalecer procesos de transición tecnológica y de innovación.
21. Dichas condiciones se cumplen en la principal herramienta de planeación del
Gobierno de Colombia, el Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2010-2014,
que busca avanzar hacia la Prosperidad Democrática impulsado por cinco sectores
clave: 1) agricultura, 2) minero-energética, 3) infraestructura, 4) vivienda, y 5)
innovación. Estos sectores conforman la estrategia de crecimiento económico y de
competitividad como pilar fundamental para alcanzar un mayor bienestar de la
población. Esto último se expresa en la reducción de la pobreza, la igualdad de
oportunidades y la convergencia del desarrollo regional. Estos mecanismos de
crecimiento económicos se encuentran articulados con las políticas ambientales y
sociales del país. Es por esto que el objetivo de la política ambiental durante este


 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
cuatrienio será el de garantizar la recuperación y el mantenimiento del capital
natural y de sus servicios ecosistémicos, como soporte del crecimiento económico y
del apoyo a los mencionados sectores “locomotoras”.
22. De manera similar, Jamaica ha preparado "Visión 2030 Jamaica - Plan Nacional
de Desarrollo", su primer plan de desarrollo de largo plazo que proporciona una
hoja de ruta estratégica para preparar al país para el logro del estatus de país
desarrollado para el año 2030. Este plan prevé una importante transformación de
Jamaica de un país en desarrollo de ingresos medios a uno que ofrece a sus
ciudadanos una calidad de vida y estándares de clase mundial en áreas críticas
como la educación, salud, nutrición, servicios básicos, el acceso a bienes y servicios
ambientales, el civismo y el orden social. El país también ha desarrollado un marco
local de planificación del desarrollo sostenible que se ejecuta como parte del
proceso del gobierno local de reforma del país.
23. El Gobierno de Venezuela propone el concepto de la economía social ecológica,
que necesariamente debe tener en cuenta los impactos ambientales y sociales, en
particular la pobreza, la seguridad alimentaria, la educación, la salud, la promoción
de la capacidad productiva de los países en desarrollo y el empleo, como aspectos
transversales de cualquier programa, proyecto o actividad, que será desarrollado, y
que promueva avances en el marco de los tres pilares independientes del desarrollo
sostenible hacia una concepción integral.
24. Este modelo de desarrollo ubica al ser humano como su centro de acción y se
basa en los valores de solidaridad, justicia, inclusión social, equidad, respeto y
cumplimiento de los derechos humanos y participación de los ciudadanos. En
congruencia con este modelo de desarrollo, el Gobierno de Venezuela lleva a cabo
políticas sociales dirigidas a erradicar la exclusión, la pobreza, la discriminación y
social, con el fin de lograr una sociedad incluyente y participativa, capaz de
garantizar a todos sus miembros una vida digna, que permita disfrutar sus
derechos sociales, económicos, culturales, ambientales, políticos y civiles, de una
manera universal y equitativa.
25. Entre estas propuestas, se inserta también la presentada por los países
miembros del SICA (Sistema de Integración Centroamericana), según la cual la
economía ecológica debe fortalecer la interacción de los 3 pilares del desarrollo
sostenible, enfocarse en la erradicación de la pobreza, el hambre y las
desigualdades con un régimen económico global más justo, inclusivo y equitativo
para la humanidad y la naturaleza, que promueva el comercio justo, el empleo
digno, las tecnologías seguras y accesibles priorizando el conocimiento ancestral en
las buenas prácticas y garantizando el financiamiento para la implementación de las
políticas y estrategias de los países en desarrollo, bajo el principio de la
responsabilidad común pero diferenciada.
26. La economía verde debe contribuir a reducir el impacto de las crisis emergentes
globales, particularmente en las poblaciones y las economías de los países en
desarrollo; poniendo especial atención a los temas prioritarios de crisis energética y
volatilidad de los precios, crisis financiera, desastres, crisis alimentaria y
especulación de precios de los alimentos, cambio climático, escasez de agua,
economía azul, patrones de producción y consumo sostenible en el marco de un
Programa de 10 años.

8
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

27. Barbados también ha decidió integrar el concepto de economía verde,


entendido como un sistema integral de producción, distribución, consumo y
asimilación de residuos que, desde su esencia, refleje la fragilidad del ecosistema
insular como la base de las intervenciones de la política pública en la protección de
recursos naturales, elecciones de negocios e inversión, programación del desarrollo
humano y la facilitación de estrategias de mercados de exportación. Barbados está
comprometido con la integración de la economía verde en sus planes de desarrollo,
incluido el Plan Estratégico de Barbados 2005-2025, para lograr una articulación de
todos los sectores de la economía que le permita avanzar en la implementación del
desarrollo sostenible.

III. Iniciativas de la región que fomentan la economía verde en el contexto del


desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza
28. Aun cuando no exista consenso sobre el concepto de economía verde, existe un
conjunto de experiencias exitosas en curso que nos permiten indicar que hay una
percepción en los sectores público y privado sobre las características fundamentales
que deberá tener cualquier aproximación globalmente acordada sobre este
concepto. Para considerar que los proyectos, programas o políticas propician el
tránsito hacia una economía verde, deben fomentar, mediante la inversión directa o
a través de otros mecanismos o incentivos, no sólo la conservación o restauración
de los recursos naturales, sino también asegurar que la sociedad involucrada
cuente con los recursos suficientes para su correcto desarrollo en el corto, mediano
y largo plazos. A continuación se mencionan algunos ejemplos de referencia.
La iniciativa Chalalán y el Manejo Sostenible de los Ecosistemas
basado en comunidades, Bolivia6
29. Chalalán Ecolodge es una empresa basada en la comunidad que ofrece una
amplia gama de programas y actividades para la recreación y el aprendizaje en
profundidad de la selva, bajo la guía de los pueblos indígenas locales. La empresa
Chalalán comprende 74 familias, 42 son beneficiarios directos de las ganancias de
la compañía. Ubicado en el Parque Nacional Madidi, el proyecto ha adoptado el
estilo de construcción indígena con materiales disponibles localmente. El albergue
dispone de un sistema de gestión de aguas residuales que utiliza procesos
naturales, una gran parte de la electricidad utilizada en el lodge es generada por
paneles solares, reduciendo al mínimo el uso de combustibles fósiles.
30. Aparte de las transferencias directas de Chalalán en forma de donaciones y/o
contribuciones, la comunidad cuenta con los ingresos generados a través de la
venta de bienes y servicios para el albergue. El nivel de conservación conseguido en
el área de influencia del lodge, está relacionado con el impacto social y económico
que ejerce la actividad sobre la población de la comunidad. Gracias a las iniciativas
de conservación, ha sido posible reintroducir especies como el mono araña negro,
el pecarí de labios blancos y otros mamíferos amenazados.

                                                        
6. Latin America and the Caribbean, a Biodiversity Super Power, UNDP, 2010 


 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
31. La comunidad empresarial genera otros beneficios. Por ejemplo, la empresa
jugó un papel clave en la consecución de reconocimiento de derechos a la tierra de
la comunidad y juega también un papel fundamental en la planificación económica
del territorio.
Mecanismos de financiación verdes en Trinidad & Tobago7
32. El Fondo Verde de Trinidad y Tobago fue establecido a través de la Ley de
Finanzas 2000. Esta ley introdujo un impuesto del 0,1 por ciento -la tasa del Fondo
Verde- sobre las ventas brutas o los recibos de todas las empresas que realizan
negocios en Trinidad y Tobago, a pagar al final de cada trimestre. El propósito del
Fondo es permitir la financiación de grupos comunitarios y organizaciones
dedicadas a actividades de remediación, reforestación y conservación del medio
ambiente. El Fondo Verde constituye un mecanismo mediante el cual se puede
conseguir la financiación de programas y proyectos ambientales.
33. En 2010, el Gobierno distribuyó más de 2,7 millones de dólares a través del
Fondo Verde a dos organizaciones comunitarias. Fondes Amandes utilizará el dinero
para continuar su iniciativa de reforestación en la cuenca del Fondes Amandes en
St. Ann. La Greenlight Network utilizará sus fondos para llevar a cabo una iniciativa
de reciclaje de plástico. Es el primer proyecto de este tipo promovido en Trinidad y
Tobago.
Conservación y uso sostenible de los recursos de la biodiversidad en
una región cafetalera de Colombia
34. En Colombia, el café se cultiva en las tres cordilleras andinas, abarcando un
área de más de 3,6 millones de hectáreas y 605 municipios del país (56% del total
nacional)8. La industria consiste en 420.000 hogares y más de 500.000 granjas de
producción agrícola. La Federación Colombiana de Cafeteros, fundada en 1927 y
considerada uno de las mayores ONG del mundo, incluye más de 500.000
agricultores que poseen y controlan completamente la misma. Los agricultores
asociados a la Federación obtienen beneficios tales como precios de garantía,
establecidos como un amortiguador frente a la imprevisibilidad de los precios del
mercado internacional del café. Desde su creación, la Federación se ha preocupado
por la sostenibilidad ambiental de la producción de café. La Federación también ha
proporcionado a las comunidades locales infraestructura básica, como electricidad,
servicios de agua potable, escuelas y carreteras, ha mejorado las condiciones de
vida en estas áreas y ha puesto en marcha el Centro de Investigación Nacional del
Café (Cenicafé) para generar la tecnología para la producción de café sostenible
apropiada y competitiva.

                                                        
7. PNUMA. Manual on Compliance with and Enforcement of Multilateral Environmental Agreements.
http://www.unep.org/dec/onlinemanual/Enforcement/InstitutionalFrameworks/EconomicInstruments/Resource/tabi
d/1018/Default.aspx
Greenlight Network. http://greenlightnetwork.blogspot.com/2010/03/greenlight-gets-green-fund-upport-for.html
8. Armenteras, D., Rincón, A. & Ortiz, N. 2004: Ecological Function Assessment in the Colombian Andean Coffee-
growing Region. Sub-global Assessment. Working Paper. [online] Millennium Ecosystem Assessment.
http://www.millenniumassessment.org/en/subglobal.colombia.aspx 

10
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

Programa de distribución de bombillas, Cuba9


35. En 1997, Cuba organizó el Programa de Ahorro de Energía de Cuba (PAEC),
tomando como referencia las experiencias de México y Perú, y ha desarrollado un
programa de eliminación de lámparas incandescentes a través de la venta a precios
subvencionados de dos lámparas fluorescentes compactas (LFC) a cada cliente.
36. De 1998 a 2000 Cuba sustituyó 3 millones de lámparas fluorescentes
compactas, que a su vez redujo de 150 MW la demanda máxima del sistema de
generación de electricidad en las horas pico, y de 216 millones de kWh al año el
consumo de electricidad. A partir de 2000, Cuba subvencionó la venta de LFC con el
fin de reducir los precios al detalle. A finales de 2005, como parte del Programa de
Revolución Energética en Cuba, se inició un programa de reemplazo de lámparas,
abordando clientes individuales (residenciales y no residenciales), sustituyendo
cada lámpara incandescente por una LFC de potencia de iluminación igual,
ofreciendo el LFC de forma gratuita a cambio de la lámpara incandescente para su
recogida y posterior destrucción.
37. Con este programa, Cuba ha sustituido unas 10 millones de lámparas
incandescentes, lo cual reduce el consumo de electricidad en el país de más de 720
millones de kWh, y a su vez reduce sus emisiones de CO2 en más de 1.300 millones
de toneladas, y la demanda de electricidad en las horas punta en más de 250 MW.
Además, el gobierno estableció un programa de recogida de tubos fluorescentes,
para su tratamiento y almacenamiento en un lugar seguro para evitar que el
mercurio se libere en el medio ambiente. El país también está estudiando la
organización de un sistema de recolección de LFC. Una de las variantes propuestas
es reducir el precio de venta de la LFC, si el cliente devuelve el LFC gastado y roto.
Eco-etiquetas, Brasil10
38. La Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Fomento, Industria y
Comercio Exterior (MDIC/SECEX) de Brasil y el PNUMA están trabajando en una
iniciativa conjunta para la difusión del eco-etiquetas entre las empresas brasileñas.
El proyecto ayuda a desarrollar las capacidades nacionales de los diferentes actores
(incluido el sector privado, el MDIC y los institutos de certificación en Brasil) para
promover la certificación de empresas con las eco-etiquetas reconocidas en el
mercado nacional e internacional. En este contexto, un proyecto piloto ha apoyado
la empresa brasileña "Internacional do Papel" a lograr la certificación de eco-
etiquetado europea (UE Flower).
39. Tomando ventaja de esta experiencia positiva, SECEX está desarrollando un
programa nacional llamado "Brasil eco-exportador", con el objetivo de generar
condiciones favorables para aquellas empresas que quieren obtener la certificación,
reduciendo los costos de certificación, a través de incentivos y subsidios del
Gobierno. El objetivo del programa es aumentar la presencia de la certificación a
través de eco-etiquetas entre las empresas en el mercado brasileño y mundial, para
                                                        
9. Borrador del Informe sobre la transición a una iluminación eficiente en Latinoamérica y el Caribe Iniciativas
UNEP/GEF en.lighten & REGATTA en colaboración con OLADE. Presentado en el marco del IV Seminario de
Eficiencia Energética en América Latina y el Caribe, Santo Domingo, Republica Dominicana, 3 y 4 de agosto de
2011.
10. EcoLabeling Project. UNEP. Caso Brasil. http://ecolabelling.unep.fr/sites/eco-label 

11 
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
demonstrar el compromiso formal por parte de las empresas del país, en relación
con la gestión ambiental y conservación de la biodiversidad. La misma iniciativa se
está promoviendo entre los países del Cono Sur, en la perspectiva de desarrollo del
eco-etiquetado regional, basándose en las experiencias desarrolladas en Brasil.
Producción de energía eólica en México11
40. En 2008, el Congreso mexicano aprobó el proyecto de ley de Reforma
Energética, que también incluyó una nueva Ley para el Aprovechamiento de
Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE), con
el objetivo de reducir la dependencia de México de los combustibles fósiles
mediante la promoción de tecnologías de energía renovable. La nueva ley reconoce
que la energía renovable necesita un importante apoyo e incentivos financieros
para alcanzar su potencial. Con este fin, se creó un Fondo de Energías Renovables
para promover el uso de fuentes renovables y eficiencia energética, a través del
cual se pueden obtener garantías de financiación y apoyo directo. Se han asignado
alrededor de $ 220 millones al año desde 2009 hasta 2011.
41. Hasta ahora, se encuentran proyectos exitosos de promoción de la energía
eólica en el Estado de Oaxaca, y esto se debe a las condiciones atmosféricas
presentes en esta parte del país. Sin embargo, es importante tener en cuenta que
el aspecto de auto-sostenibilidad es un factor limitante para la generación de
energía eólica fuera del territorio de Oaxaca, ya que las empresas que producen
energía deben tener en cuenta la cantidad de viento, el precio de venta de la
energía, el costo de la transmisión y la tecnología disponible para su generación.

Construcción de una economía verde en Granada


42. La economía verde ofrece una oportunidad para promover el desarrollo integral
incorporando sus dimensiones económicas, sociales y ambientales. Con este fin,
dos proyectos integrados se citan como ejemplos: "La construcción de una
economía verde para inducir la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible:
un micro-proyecto de demostración en Carriacou, Granada". El objetivo principal de
este proyecto es diseñar una estrategia integral para la transformación de la
economía tradicional de una pequeña comunidad en la isla caribeña de Carriacou en
una economía verde. La actividad dará lugar a la formulación general de una "hoja
de ruta de economía verde" para la transición hacia el desarrollo sostenible, que
incluirá cuatro componentes principales:
a. Un sistema de agua-energía-integral de los residuos;
b. Un centro educativo de excelencia diseñado específicamente para el
desarrollo de capacidades en tecnologías bajas en carbono y la gestión de los
recursos naturales;
c. El desarrollo de una infraestructura turística respetuosa del medio ambiente;
y
d. Un sistema de transporte comunitario bajo en emisiones de carbono.
                                                        
11. Global Wind Energy Council. GWEC Global Wind 2009 Report. www.gwec.net; www.amdee.org

12
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

43. Y el proyecto para "la integración del cambio climático en las estrategias y los
planes nacionales de desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe". Este
proyecto se enfoca en:
a. La gestión de recursos hídricos en el norte de Granada;
b. La restauración de ecosistemas costeros basada en la comunidad;
c. Las energías renovables para fines médicos y centros comunitarios
inmediatamente después de los desastres naturales;
d. Sistemas de alerta temprana de inundaciones y sequías.

IV. Contribución en el marco de los AMUMAs y otras iniciativas, a la economía


verde
Consumo y Producción Sostenible
44. En respuesta al Plan de Implementación de Johannesburgo (PIJ) de la Cumbre
Mundial de Desarrollo Sustentable (2002), se desarrolló el Proceso de Marrakech,
como un esfuerzo para promover la interacción de múltiples partes interesadas
para acelerar el cambio hacia un consumo sostenible y hacia patrones de
producción que promuevan el desarrollo social y económico dentro de la capacidad
de los ecosistemas, comúnmente agrupado bajo el nombre de consumo y
producción sostenible (CPS)
45. La región ha hecho avances importantes en la promoción de patrones de
consumo y producción sostenibles, varios países además de sus estrategias o
planes de desarrollo sostenible han desarrollado estrategias nacionales de consumo
y producción sostenibles incluyendo Brasil, Colombia, Cuba, Republica Dominica,
Ecuador, México, Perú, Santa. Lucía y Uruguay. Honduras ha comenzado a realizar
consultas nacionales para el desarrollo de su estrategia de consumo y producción
sostenibles.
46. CPS y la economía verde como conceptos comparten el objetivo de evitar
ciertos fenómenos como la escasez de recursos y la inseguridad. Al tratar de
cumplir con estos objetivos generales, también llegan a identificar objetivos
comunes, en particular, la erradicación de la pobreza, la internalización de los
costos ambientales y sociales y el impulso a la innovación tecnológica y la calidad
del trabajo.
47. Los marcos de trabajo de CPS y economía verde pueden aprender el uno del
otro. Cabe destacar que las actividades del CPS aportan la experiencia de política
de gestión ambiental, la innovación y la tecnología para avanzar en el cambio de
comportamiento, la medición del progreso a través de los indicadores no
financieros, y el fortalecimiento de la capacidad de ejecución. Las actividades de
economía verde ofrecen la disciplina y el enfoque de análisis empírico, combinando
esto con los datos monetarios para facilitar la integración de las economías
nacionales y la política económica.
Protocolo de Montreal
48. El Protocolo de Montreal es reconocido globalmente como el acuerdo

13 
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
multilateral sobre medio ambiente más exitoso y que además tiene membrecía
universal. Este AMUMA ha contribuido no sólo a la protección de la capa de ozono
estratosférico, sino que ha traído beneficios económicos, ambientales y sociales. Ha
contribuido al enverdecimiento de las economías del Artículo 5 (países en
desarrollo) y no Artículo 5 (desarrollados) mediante la transferencia de tecnología,
creación de capacidades institucionales y sectoriales, proporcionadas vía el Fondo
Multilateral del Protocolo de Montreal, así como fondos independientes y esfuerzos
paralelos de los gobiernos y el sector privado.
49. Desde su entrada en vigor en 1987, la implementación del Protocolo de
Montreal ha reducido la producción y consumo de cerca de 100 compuestos
químicos industriales conocidos por su acción agotadora de la capa de ozono en un
97%. Dado que las sustancias que agotan la capa de ozono son también gases de
efecto invernadero (GEI), este Protocolo ha tenido el beneficio adicional de reducir
las emisiones de GEI en alrededor de 11 mil millones de toneladas de CO2e
(GtCO2e/yr).
50. Para resaltar algunas de las contribuciones de este AMUMA al tránsito hacia una
economía verde, destacan los siguientes ejemplos:
a) Fortalecimiento institucional del sector público, establecimiento de políticas
sinérgicas entre instituciones gubernamentales, en particular para la
protección de la capa de ozono, clima y eficiencia energética;
b) Investigación, desarrollo, innovación y transferencia de tecnología en el largo
plazo, alternativas más limpias y fomento de la cooperación triangular sur-
sur;
c) Capacitación en el servicio industrial en prácticas de recuperación, reciclado y
reuso de sustancias reguladas por el Protocolo de Montreal. Este beneficio
también contribuye a la creación de empleos y a la seguridad, en particular
para los técnicos empleados por los prestadores de servicios;
d) Gestión de datos de comercio internacional de sustancias y equipos;
e) Beneficios a la salud y a los ecosistemas y su inclusión en la mitigación del
cambio climático;
f) Educación y concienciación en el propósito del Protocolo de Montreal y sus
beneficios ambientales y de desarrollo. Esto promueve demandas en el
mercado por tecnologías más limpias que no agoten la capa de ozono.
51. Los beneficios medidos del Protocolo de Montreal mientras continúen los
esfuerzos de la comunidad internacional para la eliminación de los
hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y la adopción de las mejores alternativas
disponibles. Esto promovió el mensaje del Secretario General de la ONU durante el
Día Mundial del Ozono 2011, en el que afirmó que los HCFC son sustancias que
degrada la capa de ozono y que tienen un gran potencial de efecto invernadero, el
HCFC más común es cerca de 2000 veces más poderoso que el dióxido de carbono
en su potencial de calentamiento. Con el acuerdo de la eliminación de los HCFC, las
Partes del Protocolo de Montreal incrementaron su importante contribución a la

14
 
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protección del sistema climático global12.

Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, y su


Protocolo de Kioto
52. La creación de la CMNUCC y el Protocolo de Kioto marcaron la consolidación de
la preocupación por los efectos en el clima global de las acciones humanas y ha
traído a la mesa de discusión diversos temas que han hecho avanzar a los países de
la región hacia un desarrollo sostenible.
53. La Convención obliga a los países Partes a tener en consideración el cambio
climático en la toma de decisiones y realizar acciones para disminuir sus emisiones
y prepararse por medio de la adaptación, en el marco del principio precautorio y
tomando en cuenta las responsabilidades comunes pero diferenciadas, así como las
prioridades de desarrollo, objetivos y circunstancias nacionales. El Protocolo de
Kioto incorpora medidas específicas para su cumplimiento. En el caso de los países
de América Latina y del Caribe (países que no están en el Anexo I) no existe
obligatoriedad de reducir las emisiones de gases efecto invernadero, pero sí la
posibilidad de participar en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
54. Aunque solamente el 15% (559) de los proyectos MDL que se han desarrollado
en el mundo están en América Latina, y de ellos 197 están en Brasil y otros 134 en
México, existen experiencias exitosas de reducción efectiva de emisiones de gases
de efecto invernadero a la atmósfera en diversos países.
55. Dentro del contexto de la CMNUCC también diversos países han incorporado la
dimensión climática en su política pública que ha llevado a tomar acciones
concretas para reducir sus emisiones pero sobre todo para adaptarse al cambio
climático.
56. El tema del cambio climático ha resonado mucho en los últimos años por la
cercanía del término del primer periodo de cumplimiento del Protocolo de Kioto.
Dentro de las negociaciones se han discutido diversos esquemas que han llamado la
atención hacia la necesidad de asegurar que cualquier decisión que se tome deberá
incluir sólidamente los tres pilares del desarrollo sostenible, además de
consideraciones específicas para grupos que presentan mayor vulnerabilidad.

V. Medición de avances en la transformación hacia una economía verde


57. El marco de indicadores que permite evaluar los avances en la transición hacia
una economía verde reconoce tres grupos principales:
a) Medición de inversiones, empleo y sectores verdes, que representa los
esfuerzos para lograr una transformación verde de la economía y varios
sectores clave, en términos de inversión, y su contribución a la producción y
el empleo;
b) Desacoplamiento de los impactos y eficiencia en el uso de los recursos. Este
grupo evalúa los impactos ambientales de la actividad económica, la
                                                        
12. PNUMA, OzonAction. www.unep.org/ozonaction

15 
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3
 
identificación de indicadores de eficiencia en el uso de los recursos y la
productividad, y el desacople de la actividad económica de estos impactos.
Los elementos principales se refieren a materiales y residuos, energía, agua,
uso del suelo, cambios en los ecosistemas, y las emisiones de sustancias
peligrosas.
c) Los indicadores de progreso hacia el desarrollo sostenible. Este grupo se
refiere a las mediciones más generales de progreso económico y bienestar,
incluida la reducción de la pobreza y la depreciación del capital natural. Esto
incluye por lo tanto una amplia gama de indicadores, sobre todo para
complementar el PIB con criterios sociales, económicos ambientales más
detallados.
58. El concepto de economía verde supone una creciente participación de los
sectores verdes, o ambientales, en la economía, o de actividades que se han
"enverdecido" en cierta medida, en términos de mejoras en la eficiencia de los
recursos. Esto se puede evaluar con indicadores asociados a estas "actividades
económicas verdes": contribución a la producción y al PIB, contribución a la
inversión, contribución al empleo. Estos son a menudo sub-sectores de los sectores
existentes, por ejemplo, la agricultura sostenible como subsector de la agricultura,
el turismo sostenible como sub-sector del turismo y las energías renovables como
sub-sector de la energía.
59. A medida que estos subsectores verdes o más verdes lleguen a ocupar una
parte mayor de la economía, el impacto de la economía sobre el medio ambiente en
términos de energía, uso de los recursos y la generación de residuos debería
disminuir, en términos relativos, o incluso en términos absolutos.
60. Los cambios en el desempeño ambiental de la economía también deben ser
capturados. Muchos de los indicadores propuestos en esta categoría intentan
representar muchas otras dimensiones del bienestar y del progreso más allá de la
esfera del medio ambiente. En la medida en que el crecimiento de una economía
verde que contribuya a la reducción de la pobreza, los impactos del crecimiento en
los correspondientes sectores verdes serán visibles también en la esfera social.

VI. ¿Qué pueden hacer los Gobiernos de la región para promover una
economía verde inclusiva?
61. Las acciones de los países de la región evidencian el compromiso hacia una
agenda que promueva la eficiencia en el uso de recursos, la promoción de patrones
de producción y consumo sostenibles, la inclusión social y la reducción de la
inequidad, asociados con la mejora del bienestar humano y la reducción de los
riesgos y escaseces ecológicas.
62. No existe una formula única que pueda ser aplicada con éxito en todos los
países debido a las grandes diferencias culturales, ambientales, económicas y
políticas que imperan en cada país. De esta forma cada gobierno debe encontrar la
mejor estrategia para transitar por el camino que quiera tomar hacia la
sostenibilidad de su modelo económico y de desarrollo, que le permita a su país
asegurar el mantenimiento de su riqueza cultural y natural.

16
 
UNEP/LAC-IG.XVIII/3

63. Aún así, se ha identificado una gama de políticas que los gobiernos pueden
considerar para estimular inversiones y cambios enfocados en esta visión: desde
instrumentos regulatorios y económicos hasta asociaciones público-privadas e
iniciativas voluntarias.
64. Reglamentos y normas, nacionales o regionales, podrán definir el marco político
general para fomentar una transición hacia la sostenibilidad del modelo económico
y de desarrollo. Un contexto de políticas claras, previsibles y estables puede crear
la confianza necesaria para orientar la planificación y estimular la inversión. La
promoción de patrones sostenibles en la producción, el consumo, la distribución y el
transporte son elementos clave de esta transición. Se pueden destacar las compras
públicas sostenibles como un mecanismo para estimular la demanda de productos y
servicios sostenibles.
65. Una de las medidas a considerar es la corrección de las externalidades
negativas, para asegurar que los precios reflejen los costos sociales y ambientales
reales, que a menudo no son captados por el mercado. La reforma gradual de los
subsidios perjudiciales, tales como los subsidios a la pesca y a los combustibles
fósiles, y el uso de instrumentos fiscales, como impuestos sobre la contaminación,
son medidas esenciales a disposición de los gobiernos.
66. En general, la conducción de una transformación económica requerirá un
conjunto de políticas e instituciones por parte del estado, así como la facilitación de
la participación activa del sector privado y otros actores no gubernamentales.
 

17 
 
Normativas y acuerdos internacionales

En esta lectura nos encargaremos de considerar los acuerdos y normativas internacionales


fundamentales que comprometen a los gobiernos del mundo a ser responsables de la
administración de los recursos disponibles para el cuidado del medio ambiente y la
erradicación de la pobreza.

Antes de que sea tarde

Cumbre para la tierra

Compromisos

Referencias
LECCIÓN 1 de 4

Antes de que sea tarde

Para abordar el tema de las Normativas y acuerdos internacionales en relación al desarrollo sostenible y su
administración es interesante recuperar algunos de los documentos centrales. Para ello vamos a trabajar sobre el
fragmento un documental que ha tomado relevancia internacional: Before the flood (Antes que sea tarde, título en
español) narrado por Leonardo Di Caprio y dirigido por Martin Scorsese.

La discusión sobre los efectos del cambio climático pone en evidencia también el problema de la pobreza, como lo
veremos en el video. Sin embargo, las normativas y acuerdos internacionales pretenden paliar y resolver las
consecuencias de la deforestación, la contaminación, y el consumo excesivo de combustibles fósiles.

Video 1: Antes de que sea tarde

Descripción: De la mano de Di Caprio reflexionaremos sobre los intentos de superar el cambio climático y la
pobreza.

YOUTUBE

ANTES QUE SEA TARDE. Documental completo (Before th…


ANTES QUE SEA TARDE. Documental completo (Before
the flood) en español
Leonardo DiCaprio, activista ambiental y embajador de las Naciones Unidas (ONU), investiga lo
que se debe hacer para evitar que el cambio climático provoque ...

VER EN YOUTUBE 

Fuente: Ciudadana Vegana. (Año, mes día). Antes que sea tarde. Documental completo (Before the flood) en español

[YouTube] (Minuto: 33:37 a 37:37)Recuperado de: https://bit.ly/30mgXcU

Como vemos en el fragmento seleccionado del documental, Di Caprio tiene una entrevista con la activista ecológica
Sunita Narain, del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente de Delhi. La pregunta que inspira esta entrevista es:
¿pueden países menos desarrollados, con un crecimiento rápido de población, hacer la misma transición (que China)
?, y es que Di Caprio se pregunta, luego de haber visitado China y constatado que a pesar de la contaminación
extrema, este país ha avanzado notablemente en la utilización y remplazo de otros tipos de energía sostenible, si
acaso países de extrema pobreza y gran densidad poblacional pueden hacer lo mismo. La respuesta de parte de
Narain es no. Lo interesante de la conversación entre el actor y la activista es que se evidencia que pobreza no está
asociada a nivel de consumo sino a nivel de contaminación. Pero los niveles de empleo de energía y, por tanto, de
utilización de recursos disponibles son mayores en los países desarrollados que en los países en desarrollo. Esto nos
pone a pensar, ¿cuál es la urgencia y el grado de responsabilidad entre desarrollo sostenible y pobreza?
LECCIÓN 2 de 4

Cumbre para la tierra

Teniendo en cuenta esta situación reflejada en el famoso documental, es interesante recuperar un poco de la historia
de las normativas. Ya hacia 1960 los problemas de la tierra que incluyen pobreza, pérdida de la biodiversidad y
deterioro ambiental, comienzan a ser alertados por la comunidad científica. La relación del hombre con la naturaleza
queda expuesta, así como la complejidad de la biósfera, su dinamismo, sinergia e incertidumbre. En 1972 se decide
una reunión de gobiernos para analizar y pensar propuestas para el ambiente y a partir de entonces comienzan a
reunirse cada diez años. Esta primera gran reunión sobre cuestiones ambientales internacionales fue la Conferencia
de Naciones Unidas sobre el Medio Humano (conocida luego como Cumbre para la Tierra de Estocolmo), convocada
por Naciones Unidas y celebrada en Estocolmo, Suecia, entre el 5 y el 16 de junio de 1972.

Figura 1: Fotografía de la Primera Cumbre de la Tierra, celebrada en


Estocolmo (Suecia) en el año 1972.
Fuente: Geoscena, 2015, https://bit.ly/2NiOOOD

Los documentos más importantes de la Cumbre de Estocolmo son:

Este es el inicio del Derecho


Ambiental moderno debido a
que establece los criterios y
principios que guiarán la
La Declaración
actuación internacional y
nacional en materia de
protección medioambiental, y
resalta la responsabilidad de

1 of 3

El Plan de Acción para el Medio Recomendaciones para diversos


Humano grupos de actuación ambiental.

2 of 3

La creación de instituciones
ambientales y de fondos para
proporcionar financiación a
programas ambientales La
La Recomendación
Asamblea General de
Naciones Unidas creó el
Programa de las Naciones
Unidas sobre el Medio

3 of 3
Esta conferencia fue la base para todas las acciones concertadas y reuniones que siguieron de materia ambiental
siendo el punto de partida del estudio sobre el deterioro ambiental y de las primeras pautas para la formulación de
programas sociales, educativos y culturales en este sentido.

Así es como hacia 1992, se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo, más
conocida como Cumbre para la Tierra de Río de Janeiro, entre el 3 y el 14 de junio. Los países participantes
acordaron adoptar un enfoque de desarrollo que protegiera el medio ambiente, mientras se aseguraba el desarrollo
económico y social, todo lo cual era esencial para lograr el desarrollo sostenible según los Principios de Río. Los
documentos, aprobados por 178 gobiernos en Río de Janeiro, incluyeron:

1) Programa 21: este es un plan de acción que tiene como finalidad metas ambientales y de desarrollo en el siglo
XXI.

2) Declaración de Río sobre medio ambiente y desarrollo: se definen los derechos y deberes de los Estados, en 27
principios.

3) Declaración de principios sobre los bosques.

4) Convenciones sobre el Cambio Climático, la Desertificación y la Diversidad Biológica.

 Lectura Obligatoria: Cumbre para la Tierra +5

Indicaciones sobre la lectura: En esta publicación profundizaremos en el conocimiento de los documentos centrales
de la Cumbre para la Tierra +5
Cumbre para la Tierra + 5.pdf
130.3 KB

Fuente: Naciones Unidas. (1997). Asamblea General para el Examen y Evaluación de la aplicación del Programa 21.

Recuperado de https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm

De acuerdo con la publicación, responde las siguientes preguntas:

De acuerdo con la publicación Cumbre para la Tierra ¿cuáles de los siguientes


enunciados corresponden a los planes de acción con los que se comprometen las
normativas y acuerdos internacionales?

Esfuerzo por reverdecer la Tierra mediante la reforestación y la conservación forestal

Lucha contra el cáncer de mama en países en desarrollo

Prevención del agotamiento de las poblaciones de peces altamente migratorios y de las


poblaciones de peces cuyos territorios se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas
exclusivas

Lucha contra la desertificación.

SUBMIT
Es interesante notar el fuerte compromiso que las Naciones Unidas y todos los gobiernos que la integran han puesto
sobre el cambio climático y su relación con la pobreza en los últimos años. En el próximo apartado expondremos los
compromisos que asumen estos gobiernos frente al futuro de la tierra a fin de garantizar estrategias ecológicas y
sostenibles de energía y la utilización de recursos disponibles.
LECCIÓN 3 de 4

Compromisos

Teniendo en cuenta la denuncia que vemos en el documental “Antes de que sea tarde”, nos concentraremos en los
objetivos y compromisos de los acuerdos y normativas internacionales. La Cumbre para la Tierra + 5 tuvo lugar en
un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General celebrada en 1997. Tenía como principal objetivo
analizar la ejecución del Programa 21, aprobado en la Cumbre de 1992. Después de intensas deliberaciones debidas a
las diferencias entre los Estados acerca de cómo financiar el desarrollo sostenible en el plano mundial, se obtuvieron
diversos acuerdos que se plasmaron en el documento final de la sesión: "Informe del Secretario General sobre la
aplicación y ejecución de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo". Estos acuerdos fueron:

EMISIÓN DE GASES PRODUCCIÓN SOSTENIBLE POBREZA

Adoptar objetivos jurídicamente vinculantes para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero, los cuales
son causantes del cambio climático.

EMISIÓN DE GASES PRODUCCIÓN SOSTENIBLE POBREZA

Avanzar con más vigor hacia las modalidades sostenibles de producción, distribución y utilización de la energía.
EMISIÓN DE GASES PRODUCCIÓN SOSTENIBLE POBREZA

Enfocarse en la erradicación de la pobreza como requisito previo del desarrollo sostenible.

En el año 2000 se llevó a cabo, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, entre el 6 y el 8 de septiembre, la
Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas. Los líderes del mundo adoptaron unánimemente la Declaración del
Milenio de las Naciones Unidas, la cual plasma el reconocimiento de la responsabilidad colectiva de los gobiernos
para lograr la dignidad humana, la igualdad y la equidad, haciendo de la globalización una fuerza positiva para todos,
en especial los más vulnerables. La Declaración de la Cumbre cita a la libertad, la igualdad (de los individuos y de
las naciones), la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la naturaleza y la responsabilidad compartida como seis
valores fundamentales para las relaciones internacionales en el siglo XXI. Se establecieron los Objetivos de
Desarrollo del Milenio en el marco de una nueva alianza mundial para reducir la pobreza extrema, con plazos hasta
el 2015. Sobre la protección del medio ambiente, la Declaración del Milenio (2000) señaló que no deben escatimarse
esfuerzos para contrarrestar la amenaza de que el planeta se estropee de forma irremediable por las actividades
humanas.

Por lo tanto, los participantes en la Cumbre decidieron adoptar una nueva ética de conservación y cuidado del medio
ambiente. Otra instancia en el proceso internacional hacia el cuidado del medio ambiente ha sido la Cumbre
Mundial de Desarrollo Sostenible, conocida como Cumbre para la Tierra de Johannesburgo, la cual se llevó a
cabo del 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002 en el Centro de Congresos de Sandton, y de forma paralela se
desarrolló un foro no gubernamental. El objeto era renovar el compromiso político asumido en la Cumbre de Río por
el desarrollo sostenible, y realizar un seguimiento al Programa 21. Previamente se llevaron a cabo consultas
nacionales y reuniones preparatorias regionales, para evaluar las oportunidades y desafíos que entraña el desarrollo
sostenible, así como para establecer prioridades, iniciativas y compromisos necesarios para alcanzar este desarrollo.
De acuerdo con las normativas internacionales, el ser humano es responsable del medio
ambiente. Esta afirmación supone una mirada sobre el futuro inmediato y establece una
serie de valores como el individualismo, la solidaridad y el empoderamiento de las
Naciones.

Es verdadero porque la base de estos acuerdos es proteger el medio ambiente sin ir en contra
de la economía capitalista que reconoce al individuo como el responsable del medio
ambiente.

Es falso porque los valores en juego implican el reconocimiento de la libertad, la tolerancia,


la solidaridad, el respeto a la naturaleza y una solidaridad compartida por todos los seres
humanos.

SUBMIT

El éxito de la cumbre frente a la pobreza creciente y el aumento de la degradación ambiental ha sido establecer y
crear, con urgencia, compromisos y asociaciones dirigidas a la acción para alcanzar resultados mensurables en el
corto plazo. Están incluidas nuevas metas sobre el saneamiento, la utilización y producción de sustancias químicas, el
mantenimiento y la restauración de las poblaciones de peces y la reducción del ritmo de desaparición de la diversidad
biológica. Se atendió también a las necesidades de África y de los pequeños Estados insulares en desarrollo y a
nuevas cuestiones, como las pautas sostenibles de producción y consumo, la energía y la minería. Los documentos
que emanan de Johannesburgo son: la Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible, y su Plan de
Aplicación. Entre el 20 y el 22 de junio de 2012, se celebró en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Desarrollo Sostenible, reuniendo a líderes mundiales, actores del sector privado, de ONG y otros
grupos. Veinte años después de la histórica Cumbre para la Tierra de 1992, a los fines de debatir y dar forma a cómo
se puede reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección del medio ambiente en un planeta
cada vez más poblado.
Los objetivos fueron: asegurar un renovado acuerdo político en desarrollo sostenible; evaluar los progresos y brechas
en la implementación de los acuerdos ya realizados; y abordar los retos nuevos y emergentes. Y los dos temas
principales fueron: cómo construir una economía ecológica para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de
la pobreza (economía verde) y cómo mejorar la coordinación internacional para el desarrollo sostenible (marco
institucional). El documento final fue: El Futuro que Queremos, que se ha comentado en el apartado anterior de esta
Lectura 3. El consenso fue firmado por 193 naciones rápidamente. Sin embargo, algunas organizaciones, varias de
ellas ambientalistas, se sintieron decepcionadas por los resultados de Río+20.

Existe un gran número de normativas y acuerdos multilaterales que serían imposibles de escribir en este apartado.
Sin embargo, se encuentran enumerados y en detalle en el sitio del PNUMA. Sólo se hará un breve repaso de algunos
de los más importantes a continuación:

Convención sobre la Diversidad Biológica (1992)



URL: http://www.cbd.int/
Fue firmado en el marco de la Conferencia de Río de Janeiro en 1992, es casi una declaración de buenas
intenciones. Fue un primer paso a nivel mundial decisivo hacia la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios obtenidos del uso de
los recursos genéticos.

Declaración de Dublín sobre Agua y el Desarrollo Sostenible (1992)



Dirección URL:
https://www.wmo.int/pages/prog/hwrp/documents/espanol/icwedecs.html#in
La necesidad de una acción concertada frente a la escasez y el uso abusivo del agua, para invertir las actuales
tendencias de consumo excesivo, la contaminación, las amenazas crecientes de las sequías y las crecidas hicieron
necesaria esta declaración, a fin de preservar los ecosistemas y asegurar la calidad de vida del ser humano1.
[1] Declaración de Dublín sobre Agua y el Desarrollo Sostenible (1992) Organización de las Naciones Unidas. Recuperado
de: https://bit.ly/3a31yCG
Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente
como Hábitat de Aves Acuáticas (1971)

Dirección URL: https://bit.ly/37VPote

La convención se enfoca en la conservación y el uso racional de los humedales, la designación de humedales


idóneos para asegurar su manejo eficaz y la cooperación internacional para humedales compartidos o
transfronterizos2. La Comisión de las Partes (COP) se reúne periódicamente para administrar y orientar la
aplicación. Los humedales están entre los ecosistemas más diversos y productivos. Proporcionan servicios
esenciales y suministran toda nuestra agua potable. Sin embargo, continúa su degradación y conversión para otros
usos.
[2] Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas (1971)
Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de: https://bit.ly/37VPote

Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural



Dirección URL: http://whc.unesco.org/archive/convention-es.pdf

Aprobada en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura, celebrada en París en noviembre de 1972, busca promover la identificación, la protección y la preservación
del patrimonio mundial, cultural y natural considerado especialmente valioso para la humanidad3.
[3] Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural. (1972) UNESCO. Recuperado de:
https://bit.ly/30c35BU

Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, 1992)

Los Acuerdos Multilaterales Ambientales se pueden ver en: http://www.pnuma.org/acuerdos/index.phpÚltimo
acceso: 26/01/2015
Dirección URL: http://www.un.org/es/climatechange/kyoto.shtml
https://unfccc.int/files/essential_background/background_publications_htmlpdf/application/pdf/convsp.pdf

El cambio climático es una amenaza que afecta a todos los países en forma directa y esta es la causa de su objeto en
forma conjunta. La convención incluye aspectos como la educación, la investigación, la concientización, y medidas
de aplicación y observación de lo acordado4. Una de las resoluciones más conocidas es la que refiere a la reducción
de las emisiones de CO2 a la atmósfera porque está relacionada directamente con la economía de los países.
[4] Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (1992) Organización de las Naciones Unidas.
Recuperado de: https://bit.ly/3azlD3M

Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y


Flora Silvestres (CITES, 1963)

Dirección URL: http://www.cites.org/

Es un acuerdo internacional para prohibir el comercio de especies protegidas y de sus productos derivados a fin de
velar por la supervivencia de las especies. Habida cuenta de que el comercio de animales y plantas silvestres
sobrepasa las fronteras entre los países, su reglamentación requiere la cooperación internacional a fin de proteger
ciertas especies de la explotación excesiva.

Esta constante preocupación de la sociedad en relación al medio ambiente que se ha ido plasmando en las diversas
Cumbres para la Tierra, conferencias internacionales y tratados multilaterales y bilaterales también se ha reflejado en
leyes a nivel nacional que establecen nuevas formas de actuar.

Las nuevas normas y acuerdos ambientales, impulsados principalmente por la Cumbre para la Tierra de Río en 1992,
sumadas a la Ronda Uruguay de negociaciones del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade o Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), han impulsado también el surgimiento de estándares
internacionales para las empresas y corporaciones a fin de promover una gestión ambiental responsable orientada
hacia el desarrollo sustentable, con prácticas productivas y métodos menos destructivos del medio ambiente.

Parte importante de este proceso es el avance de la concientización en la preservación del medio ambiente, impulsada
y promovida por organizaciones ambientalistas, y del aumento de la demanda de productos “verdes” por parte de los
consumidores.

Un estándar internacional ambiental, que ya se ha mencionado en el módulo 1, es la norma ISO 14000, que comenzó
a publicarse en el año 1996, tras el éxito de las normas ISO 9000 para gestión de la calidad, y que, tal como ya se
estudió, es de aplicación voluntaria, no legal, por parte de las empresas y organizaciones gubernamentales.
Los tratados internacionales de índole ambiental, ratificados por Argentina,
se encuentran listados en el sitio web de la Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable de la Nación: http://www.ambiente.gov.ar/?
idarticulo=5357

La norma ISO 14000 explica cómo establecer un sistema de gestión ambiental; puede ser
implementada en organizaciones de cualquier tamaño, y se enfoca en reducir impactos
ambientales cumpliendo con la legislación en esta materia, manteniendo a su vez un equilibrio
entre esta reducción del impacto y el sostenimiento de la rentabilidad.

Estas normas ambientales establecen instrumentos y sistemas para los procesos de producción
dentro de una empresa u organización, y de los impactos de los mismos en el medio ambiente. La
certificación puede ser otorgada tanto a la empresa como al producto en sí. En América Latina, se
fueron expandiendo normas como la ISO 14000, para una gestión medioambiental en sentido
amplio, a la que se fueron sumando certificaciones sectoriales como la del Forest Stewardship
Council (FSC), con oficinas en América Latina desde 1994 (primero en México y luego a través
de iniciativas nacionales en otros nueve países) o las nacionales como la Certificación para la
Sostenibilidad Turística en Costa Rica —creada en 2000 por el Centro Latinoamericano para la
Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS), del Instituto Centroamericano de
Administración de Empresas (INCAE)—, e iniciativas internacionales para temáticas específicas,
como el Carbon Disclosure Project (CDP), una coalición de inversionistas de todo el mundo que
busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y medir los riesgos de gestión
medioambiental de las empresas y que, entre otras ciudades, tiene una sede en San Pablo. (Avina,
2011, p.36).

Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de estas normas y certificaciones como herramientas
estratégicas para el ingreso a los mercados internacionales.
LECCIÓN 4 de 4

Referencias

AVINA (2011). En busca de la sostenibilidad. El camino de la Responsabilidad Social Empresarial en América


Latina y la contribución de la Fundación AVINA. Recuperado de: www.avina.net

Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. (1992) Organización de las Naciones
Unidas. Recuperado de:
https://unfccc.int/files/essential_background/background_publications_htmlpdf/application/pdf/convsp.pdf

Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves
Acuáticas (1971) Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de: http://www.ramsar.org/es/acerca-de/la-
convenci%C3%B3n-deramsar-y-su-misi%C3%B3n

Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural. (1972) UNESCO. Recuperado
de: http://whc.unesco.org/archive/convention-es.pdf

Declaración de Dublín sobre Agua y el Desarrollo Sostenible (1992) Organización de las Naciones Unidas.
Recuperado de: https://www.wmo.int/pages/prog/hwrp/documents/espanol/icwedecs.html#in

Documento final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Rio+20, 20 a 22 de
junio de 2012), “El futuro que queremos”, Tema 10. Recuperado de: https://rio20.un.org/sites/rio20.un.org/files/a-
conf.216-l- 1_spanish.pdf.pdf

Geoscena (2015) COP21 París: ¿la última oportunidad de reaccionar ante el cambio climático? [entrada de blog].
Recuperado de: https://geoscena.wordpress.com/2015/11/27/cop21-paris-cambio-climatico/
PNUMA (2011). Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza -
Síntesis para los encargados de la formulación de políticas. Recuperado de:
http://www.unep.org/greeneconomy/Portals/88/documents/ger/GER_synthesis_sp.p

PNUMA, RED MERCOSUR (2011). Eficiencia en el uso de los recursos en América Latina: Perspectivas e
implicancias económicas. Recuperado de: http://www.pnuma.org/reeo/Documentos/REEO%20WEB%20FINAL.pdf

Programa 21 (1992). DECLARACIÓN DE RÍO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO. Recuperado


de: http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/agenda21sptoc.html
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Documento de antecedentes

Un futuro sostenible
El medio ambiente se convirtió en una cuestión de importancia internacional en 1972, cuando se celebró en
Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. En los años subsiguientes, las
actividades encaminadas a integrar el medio ambiente en los planes de desarrollo y los en procesos de adopción
de decisiones en el plano nacional no llegaron muy lejos. Aunque se avanzó algo respecto de cuestiones
científicas y técnicas, se siguió soslayando la cuestión del medio ambiente en el plano político y se fueron
agravando, entre otros problemas ambientales, el agotamiento del ozono, el calentamiento de la Tierra y la
degradación de los bosques.

Cuando las Naciones Unidas establecieron la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en
1983, era evidente que la protección del medio ambiente iba a convertirse en una cuestión de supervivencia para
todos. La Comisión presidida por Gro Harlem Brundtland (Noruega) llegó a la conclusión de que para satisfacer
"las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las
propias" la protección del medio ambiente y el crecimiento económico habrían de abordarse como una sola
cuestión.

De resultas del Informe Brundtland, la Asamblea General de las Naciones Unidas convocó la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD). La Conferencia, conocida como
Cumbre para la Tierra, se celebró en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992. Fue un momento decisivo en
las negociaciones internacionales sobre las cuestiones del medio ambiente y el desarrollo.

Los objetivos fundamentales de la Cumbre eran lograr un equilibrio justo entre las necesidades económicas,
sociales y ambientales de las generaciones presentes y de las generaciones futuras y sentar las bases para una
asociación mundial entre los países desarrollados y los países en desarrollo, así como entre los gobiernos y los
sectores de la sociedad civil, sobre la base de la comprensión de las necesidades y los intereses comunes.

Los acuerdos de la Cumbre para la Tierra

En Río, 172 gobiernos, incluidos 108 Jefes de Estado y de Gobierno, aprobaron tres grandes acuerdos que
habrían de regir la labor futura: el Programa 21, un plan de acción mundial para promover el desarrollo
sostenible; la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, un conjunto de principios en los que
se definían los derechos civiles y obligaciones de los Estados, y una Declaración de principios relativos a los
bosques, serie de directrices para la ordenación más sostenible de los bosques en el mundo.

Se abrieron a la firma además dos instrumentos con fuerza jurídica obligatoria: la Convención Marco sobre el
Cambio Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Al mismo tiempo se iniciaron negociaciones
con miras a una Convención de lucha contra la desertificación, que quedó abierta a la firma en octubre de 1994 y
entró en vigor en diciembre de 1996.

El Programa 21

https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm 1/7
1/5/2020 Cumbre para la Tierra + 5

En el Programa 21, que contiene más de 2.500 recomendaciones prácticas, se abordan los problemas urgentes de
hoy en día. El Programa 21 tiene por objeto preparar al mundo para los retos del próximo siglo e incluye
propuestas concretas en cuestiones sociales y económicas, como la lucha contra la pobreza, la evolución de las
modalidades de producción y de consumo, la dinámica demográfica, la conservación y ordenación de nuestros
recursos naturales, la protección de la atmósfera, los océanos y la diversidad biológica, la prevención de la
deforestación y el fomento de la agricultura sostenible.

En el Programa 21 se recomiendan maneras de fortalecer el papel de los grupos principales --las mujeres, los
sindicatos, los agricultores, los niños y los jóvenes, las poblaciones indígenas, la comunidad científica, las
autoridades locales, el comercio, la industria y las organizaciones no gubernamentales-- con miras al desarrollo
sostenible.

Al aprobar el Programa 21, la Conferencia exhortó a los participantes a adoptar varias iniciativas importantes en
esferas fundamentales del desarrollo sostenible. Entre esas iniciativas cabe señalar la Conferencia Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, de la cual surgió un Programa de
Acción para esos Estados, una Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, de fuerza
jurídica obligatoria, y la celebración de conversaciones sobre la prevención del agotamiento de las poblaciones
de peces altamente migratorios y de las poblaciones de peces cuyos territorios se encuentran dentro y fuera de
las zonas económicas exclusivas (poblaciones de peces transzonales).

La Declaración de Río

En la Declaración de Río se definen los derechos y las obligaciones de los Estados respecto de principios básicos
sobre el medio ambiente y el desarrollo. Incluye las siguientes ideas: la incertidumbre en el ámbito científico no
ha de demorar la adopción de medidas de protección del medio ambiente; los Estados tienen el "derecho
soberano de aprovechar sus propios recursos" pero no han de causar daños al medio ambiente de otros Estados;
la eliminación de la pobreza y la reducción de las disparidades en los niveles de vida en todo el mundo son
indispensables para el desarrollo sostenible, y la plena participación de la mujer es imprescindible para lograr el
desarrollo sostenible.

Principios relativos a los bosques

La Declaración de los principios para la ordenación sostenible de los bosques, que no tiene fuerza jurídica
obligatoria, constituyó el "primer consenso mundial" sobre la cuestión. En la Declaración se dispone,
fundamentalmente, que todos los países, en especial los países desarrollados, deberían esforzarse por reverdecer
la Tierra mediante la reforestación y la conservación forestal; que los Estados tienen derecho a desarrollar sus
bosques conforme a sus necesidades socioeconómicas, y que deben aportarse a los países en desarrollo recursos
financieros destinados concretamente a establecer programas de conservación forestal con miras a promover una
política económica y social de sustitución.

Tras la aprobación de los principios relativos a los bosques se estableció, en 1995, un Grupo Intergubernamental
sobre los Bosques, en calidad de órgano subsidiario de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las
Naciones Unidas.

La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas

La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible fue establecida después de la Cumbre de la Tierra para apoyar,
alentar y supervisar a los gobiernos, los organismos de las Naciones Unidas y los grupos principales, tales como
los sectores comercial e industrial, las organizaciones no gubernamentales y otros sectores de la sociedad civil,
en las medidas que habrián de adoptar para aplicar los acuerdos alcanzados en la Cumbre para la Tierra.

La Comisión está integrada por representantes de 53 gobiernos elegidos entre Estados Miembros de las Naciones
Unidas sobre la base de una representación geográfica equitativa. Los miembros ocupan su cargo durante
períodos de tres años; cada año se celebran elecciones para cubrir los puestos que quedan vacantes por rotación.

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1/5/2020 Cumbre para la Tierra + 5

Las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales acreditadas ante la Comisión pueden participar


en sus períodos de sesiones en calidad de observadores.

La Comisión, que se reúne anualmente en Nueva York, presenta informes al Consejo Económico y Social y
formula recomendaciones a la Asamblea General. Su primer período de sesiones se celebró un año después de la
Conferencia de Río, del 14 al 26 de junio de 1993; el segundo fue celebrado del 16 al 27 de mayo de 1994; el
tercero, del 11 al 28 de abril de 1995, y el cuarto, del 18 de abril al 3 de mayo de 1996.

El mandato de la Comisión consiste en examinar la aplicación de los acuerdos alcanzados en la Cumbre para la
Tierra, impartir orientación normativa a los gobiernos y a los grupos principales que realizan actividades
relacionadas con el desarrollo sostenible y fortalecer el Programa 21 elaborando nuevas estrategias en caso
necesario. La Comisión intenta promover el diálogo y crear asociaciones entre los gobiernos, los organismos de
las Naciones Unidas y los grupos principales, lo cual resulta fundamental para promover el desarrollo sostenible
en todo el mundo.

Con arreglo al programa de trabajo temático plurianual aprobado en su primer período de sesiones, la Comisión
supervisa la aplicación del Programa 21 y recibe informes anuales de los gobiernos y aportes de las
organizaciones que forman parte de los grupos principales. En 1997, la Asamblea General pasará revista a los
adelantos generales alcanzados desde la Cumbre para la Tierra y hará recomendaciones prácticas orientadas al
siglo que se aproxima.

Entre las cuestiones intersectoriales que se examinan junto con las sectoriales cabe incluir: el comercio y el
medio ambiente; las modalidades de producción y de consumo; la lucha contra la pobreza; la dinámica
demográfica; los recursos y mecanismos financieros; la educación, la ciencia, la transferencia de tecnología
ecológicamente racional, la cooperación técnica y el fomento de la capacidad; la adopción de decisiones y las
actividades de los grupos principales.

Los informes que presentan anualmente los gobiernos son la base fundamental sobre la cual se evalúan los
progresos y se determinan los problemas que se plantean a los países. A mediados de 1996, unos 75 gobiernos
anunciaron que habían establecido comisiones nacionales de desarrollo sostenible u otros órganos de
coordinación. Muchos países estaban tratando de obtener apoyo legislativo para sus planes de desarrollo
sostenible; por otra parte, en la mayor parte de los países la participación de las organizaciones no
gubernamentales es sumamente activa.

Para ayudar a los países a formular normas sobre sostenibilidad y controlar sus efectos, el Programa 21 reconoce
la necesidad de que se establezca una serie de indicadores del desarrollo sostenible de aceptación internacional.
Se prevé que para el año 2000 se pondrá a disposición de todos los países una serie de indicadores de entre los
cuales los gobiernos podrán seleccionar los más adecuados para las condiciones en sus países. La labor de la
Comisión respecto de la evolución de las modalidades de producción y de consumo, particularmente en los
países desarrollados, incluye la promoción de modalidades más sostenibles de consumo y de producción y la
evaluación de los efectos--en los países en desarrollo--de los cambios en las pautas de consumo y producción en
los países desarrollados. La transferencia de tecnología ecológicamente racional es otra cuestión en que la
Comisión aprobó un programa de trabajo encaminado a seguir promoviendo formas de producción industrial
menos contaminantes.

La Comisión está ampliando el alcance del Programa 21 en otras esferas mediante su colaboración con la
Organización Mundial del Comercio (OMC), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo (UNCTAD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), encaminada a
promover la coherencia y el apoyo mutuo de las actividades en materia de comercio, medio ambiente y
desarrollo sostenible.

También se está intensificando la labor en diversos aspectos sectoriales. Al observar los inicios de una crisis del
agua, la Comisión pidió que se llevara a cabo una evaluación mundial de todos los recursos de agua dulce, tarea
que ha de concluir en 1997. Asimismo, la Comisión pidió que se coordinaran y centraran mejor las actividades
en la esfera de la energía. En 1994, la Comisión estableció el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques,
https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm 3/7
1/5/2020 Cumbre para la Tierra + 5

como órgano subsidiario, y le encargó que estudiara más en detaille la ordenación sostenible de los recursos
forestales mundials y que le presentara informes al respecto.

Cooperación de los organismos de las Naciones Unidas

Reconociendo que los organismos y programas de las Naciones Unidas estéan en una posición idónea para
ayudar a los gobiernos a aplicar el Programa 21, la Cumbre para la Tierra instó al sistema de las Naciones
Unidas a racionalizar sus actividades y a aprovechar mejor sus conocimientos especializados en distintas partes
del sistema.

Atendiendo a esa petición, en octubre de 1992 el Secretario General de las Naciones Unidas estableció el Comité
Interinstitucional sobre el Desarrollo Sostenible, para que determinara las principales cuestiones de política y
promoviera la cooperación y la coordinación eficaces a nivel de todo el sistema en el marco de las actividades
complementarias de la Cumbre para la Tierra.

Los organismos de las Naciones Unidas desempeñan la función de dirigentes de tareas en relación con distintos
capítulos del Programa 21 y según su ámbito de especialización. Se encargan de organizar las actividades a nivel
de todo el sistema de las Naciones Unidas respecto de la aplicación del Programa 21 y de presentar informes
sobre la marcha de esas actividades. El Comité presenta informes al Comité Administrativo de Coordinación
(CAC), presidido por el Secretario General.

Junta Consultiva de Alto Nivel

El Secretario General de las Naciones Unidas también estableció en julio de 1993 una Junta Consultiva de Alto
Nivel sobre el Desarrollo Sostenible sobre la base de una recomendación de la Cumbre para la Tierra.

La Junta, integrada por 21 personalidades eminentes que desempeñan sus funciones a título personal, asesora al
Secretario General y a la Comisión sobre las nuevas cuestiones que se plantean en relación con el desarrollo
sostenible y ayuda a formular propuestas de política, concebir formas innovadoras de resolver problemas y
determinar las nuevas cuestiones que habría que señalar a la atención de los comités, programas y organismos de
las Naciones Unidas.

En sus cuatro años de funcionamiento, la Junta Consultiva de Alto Nivel ha promovido activamente diversas
medidas encaminadas al desarrollo sostenible. Su influencia ha quedado de manifiesto no sólo en la calidad de la
orientación normativa que imparte, sino también en la amplitud de los contactos que mantiene con grupos
comunitarios y de profesionales.

Grupo Intergubernamental sobre los Bosques

En el tercer período de sesiones de la Comisión, celebrado en abril de 1995, se estableció el Grupo


Intergubernamental sobre los Bosques. Esa medida evidenció la preocupación generalizada que existe respecto
de la situación en que se encuentran los bosques del mundo y la importancia crítica de los bienes y servicios que
proporcionan desde los puntos de vista económico, social, cultural y ambiental. El Grupo ha de centrar su
atención en la ordenación sostenible de los bosques y la aplicación de las decisiones sobre los bosques de la
Cumbre para la Tierra. El mandato del Grupo abarca aspectos como la necesidad de formular programas
forestales nacionales, la función productiva de los bosques, el comercio de productos forestales y el medio
ambiente, la conservación de la diversidad biológica, la importancia de los bosques en la moderación del cambio
climático mundial y el respeto de los derechos de las poblaciones indígenas y de los habitantes de los bosques.
También comprende cuestiones de cooperación técnica y financiera entre países. Se prevé que el Grupo
presentará su informe definitivo a la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible en su período de sesiones de 1997.

El espíritu de Río

https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm 4/7
1/5/2020 Cumbre para la Tierra + 5

Desde la Cumbre para la Tierra, celebrada en 1992, el "espíritu de Río" perdura en la acción de los gobiernos, las
organizaciones no gubernamentales, los grupos principales y las personas de todo el mundo.

Bien cabe llamar a la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible el órgano custodio del "espíritu de Río" y del
desarrollo sostenible; la Comisión no sólo ha logrado movilizar el interés y la participación activa de los
gobiernos y del sistema de las Naciones Unidas, incluidos los bancos de desarrollo, sino que también ha captado
la atención de grupos no gubernamentales y del público en general.

El Programa 21 y la labor de la Comisión han suscitado una reacción alentadora; se han puesto en marcha
numerosísimas iniciativas públicas y privadas encaminadas a aplicar los instrumentos aprobados en la Cumbre
para la Tierra. Ello obedece a la urgencia que reviste el tema del que se ocupa la Comisión y a la manera abierta
y transparente como lleva a cabo sus actividades. El hecho de que la Comisión haya hecho hincapié en su
carácter participativo ha generado apoyo a su labor y adhesión a su programa de trabajo. En sus intentos de
integrar las soluciones para los problemas económicos, sociales y ambientales, la Comisión se está ocupando
con urgencia de las principales cuestiones que preocupan a los países en el ámbito del desarrollo.

Medidas adoptadas por los grupos principales

Inspirados por la Cumbre para la Tierra y alentados por la labor de la Comisión, individuos y organizaciones de
todo el mundo han concretado el Programa 21 en medidas prácticas aplicadas a comunidades locales. En los
ejemplos siguientes queda de manifiesto el alcance de las medidas adoptadas.

A comienzos de 1994, la Confederación de Industrias de Zimbabwe inició un programa denominado "Limpio,


verde y rentable" para ayudar a ciertas industrias del país a desarrollar su capacidad administrativa y técnica con
vistas a mejorar su comportamiento ecológico. Inicialmente, el programa se centra en dos aspectos: la
colaboración con los sectores directivos para que se comprometan con la causa del medio ambiente y desarrollen
estrategias empresariales encaminadas a mejorar el comportamiento ecológico de la industria, y la realización de
auditorías ambientales y de "economía doméstica" para encontrar oportunidades inmediatas de reducir los
insumos de materiales, agua y energía y los desechos.

El programa de recuperación de recursos de Metro Manila ha desencadenado una revolución silenciosa con el
apoyo de tres grupos: la Clean and Green Foundation, la Metro Manila Linis-Ganda y la Secretaría de
Rehabilitación de Ríos del Departamento de Medio Ambiente. Los grupos han organizado a los dueños de
chatarrerías en cooperativas ambientales registradas ante la Dirección para el Desarrollo de Cooperativas. En el
sistema ordenado que se ha puesto en marcha, los "asistentes ambientales" reúnen y compran material, y los
chatarreros lo clasifican y lo venden a fábricas y otros compradores. El sistema de recolección ayuda a reducir
entre un 60 y 70% la presión de los vertederos. Se trata de una iniciativa local, a cargo de agentes locales y con
recursos locales.

En Namibia, mujeres, jóvenes y grupos de organizaciones no gubernamentales participan activamente en las


actividades nacionales de lucha contra la desertificación en las tres zonas desérticas del país: los desiertos de
Namib, Kalahari y Karoo. Se está ampliando el alcance de los medios de comunicación, se hace participar en las
actividades a las poblaciones de las aldeas y se trata de educar a la ciudadanía sobre la cuestión mediante
representaciones dramáticas, talleres y boletines informativos. En 1993-1994 se han llevado a cabo encuestas
sociológicas y se han levantado mapas pluviométricos; los Directorios de Asuntos del Medio Ambiente y de
Gestión de Recursos, junto con el Ministerio de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, se encargan de las
actividades nacionales. A pesar de los muchos problemas que atraviesa el país, se ha puesto en marcha una
campaña nacional urgente para superar los problemas económicos, sociales y ambientales de la desertificación.

En Nepal, por medio del Proyecto de Silvicultura Comunitaria, se están reforestando zonas sumamente
erosionadas del país mediante el establecimiento de bosques de ordenación comunitaria. Este proyecto basado en
la comunidad tiene por objeto reducir la demanda de leña mediante la difusión de conocimientos relativos a la
construcción y la utilización de cocinas de bajo consumo de combustible.

https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm 5/7
1/5/2020 Cumbre para la Tierra + 5

El Uruguay y la Federación Mundial de Organizaciones de Ingenieros (FMOI) han convenido en establecer un


centro regional para América Latina y el Caribe a fin de promover la ingeniería para el desarrollo sostenible. El
Centro reunirá información y la difundirá a los ingenieros, organizará cursos de capacitación sobre temas
relacionados con el desarrollo sostenible y promoverá el estudio de proyectos de ingeniería en la región.

Una coalición de 40 grupos de 16 países de América Latina, apoyados desde los Estados Unidos por la
Organización de Mujeres para el Medio Ambiente y el Desarrollo y con el respaldo de organismos de las
Naciones Unidas, está ayudando en el plano local a las mujeres a capacitar a otras mujeres de sus comunidades
para promover la enseñanza sobre el medio ambiente y la conciencia de las cuestiones relativas al desarrollo
sostenible. En Europa, en América del Norte y en otros países industrializados las mujeres están promoviendo
entre los consumidores la conciencia de los efectos sobre el medio ambiente de determinados productos,
especialmente productos químicos tóxicos, plaguicidas y productos con contenido radiactivo. Las mujeres
también han desempeñado una función fundamental en reuniones recientes celebradas entre períodos de sesiones
en relación con la modificación de los hábitos de consumo y de las modalidades de producción.

La Cumbre para la Tierra + 5 en 1997

La Cumbre para la Tierra convino en que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en un período
extraordinario de sesiones que se celebraría en 1997, llevaría a cabo un examen de los adelantos alcanzados al
cabo de cinco años. En ese período extraordinario de sesiones se evaluará en qué medida han respondido los
países, las organizaciones internacionales y la sociedad civil al reto de la Cumbre para la Tierra. En la Cumbre
para la Tierra + 5, Jefes de Estado y autoridades gubernamentales, en consultas de base amplia en todos los
planos, desde el local hasta el internacional, llevarán a cabo una evaluación amplia y honesta de nuestra posición
en relación con los objetivos establecidos en la Cumbre para la Tierra. El objetivo consiste en determinar y
reconocer los adelantos alcanzados en la aplicación de los acuerdos concertados en la Cumbre para la Tierra y en
promover acuerdos similares en todo el mundo. También se tratará de identificar errores y omisiones y de
proponer medidas correctivas. Mediante el examen se promoverá la asociación mundial necesaria para alcanzar
el desarrollo sostenible y se tratará de renovar el compromiso de los gobiernos, las organizaciones no
gubernamentales, los representantes de grupos principales y la ciudadanía en general en relación con los retos
del siglo que se acerca. Un propósito importante del período de sesiones consiste en determinar las prioridades y
los objetivos y esbozar un plan de trabajo para la siguiente etapa de aplicación de los instrumentos de la Cumbre
para la Tierra, que nos llevará al siglo XXI.

Para más información, dirigirse a:

División de Desarrollo Sostenible


Departamento de Coordinación de Políticas y de Desarrollo Sostenible
Naciones Unidas
Nueva York, N.Y. 10017
Teléfono: (212) 963-0902
Fax: (212) 963-4260
Correo electrónico: dpcsd@un.org
Dirección en la World Wide Web:
http:\\www.un.org\dpcsd
o a:
Sección de Desarrollo y Derechos Humanos
Departamento de Información Pública
Naciones Unidas
Nueva York, N.Y. 10017
Teléfono: (212) 963-3771
Fax: (212) 963-1186
Correo electrónico: vasic@un.org

https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm 6/7
1/5/2020 Cumbre para la Tierra + 5

Publicado por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas

DPI/1868/SD -- Febrero 1997

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https://www.un.org/spanish/conferences/cumbre&5.htm 7/7
Recursos para proteger y preservar el ambiente

Conservación Ambiental: Proteger, Mantener y Cuidar los Recursos Naturales

Revisión del módulo

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

Conservación Ambiental: Proteger, Mantener y Cuidar


los Recursos Naturales

La Conciencia Ambiental

¿Por qué hablamos de Conservación Ambiental?

Hoy más que nunca se hace necesario ante el deterioro del medio ambiente, el cuidado y conservación ambiental de
todos los recursos de la naturaleza. Para lograr revertir el desequilibrio ecológico que existe actualmente. Por el
impacto de las actividades humanas sobre el entorno, los ecosistemas y la diversidad de especies que existen en el
planeta.

Últimamente se le está dando importancia a todo lo relacionado con el cuidado del ambiente, la naturaleza, el agua,
el aire, el suelo, las plantas, los animales, los ecosistemas y paisajes naturales. Sin embargo, todavía falta que la gran
mayoría de la humanidad entienda y comprenda que en la medida que se cuide y se conserve el medio ambiente, se
estaría garantizando una calidad de vida de las presentes y futuras generaciones (Pineda, s.f.,
https://bit.ly/2GlgGNU).
¿Qué es?

Así pues, la conservación ambiental es una necesidad ante la cantidad de problemas ambientales que están afectando
la salud de toda la humanidad. Y en consecuencia la destrucción del único hogar como el planeta. Esta conservación
del medio ambiente y todos sus recursos naturales, debe ser más profunda y verdadera para tratar de minimizar el
daño causado por el hombre y buscar despertar esa conciencia humanista que permita poner en prácticas medidas de
conservación ambiental por un desarrollo sostenible que satisfaga las necesidades presentes sin comprometer las de
las generaciones futuras.

La conservación ambiental es la acción de la humanidad para cuidar, proteger y mantener todos los elementos de la
naturaleza como la propia existencia de los seres humanos, la fauna, la flora, los parques y reservas naturales. Es
decir, esta conservación implica garantizar la preservación del planeta tierra, por medio de comportamientos y
hábitos ecológicos que permitan combatir los problemas de la contaminación ambiental y el deterioro del medio
ambiente.
Esta conservación debe asegurar la explotación y uso racional de todos los recursos naturales como el aire, agua,
suelo, plantas, animales, ríos, mares, lagos, océanos, espacios naturales, ecosistemas y todos los componentes que
conforman y rodean el medio ambiente. Esta conservación del entorno, es lograr por toda la humanidad que la
naturaleza, el ambiente o el planeta se encuentren en óptimas condiciones saludables para una mejor calidad de vida
de las sociedades.

La conservación ambiental del entorno es fundamental para el desarrollo económico y riqueza de todo país, para
asegurar el material genético, el patrimonio cultural, los paisajes, la diversidad de especies, la salud, la calidad de
vida de toda la humanidad y del planeta en general (Pineda, s.f., https://bit.ly/2GlgGNU).

Medidas de Conservación Ambiental

Los ciudadanos conjuntamente con el estado como principales responsables de mantener el medio ambiente en
beneficio de sí mismo, deben promover y poner en práctica las siguientes medidas de conservación ambiental por un
mundo mejor:

La principal arma para asegurar la conservación de los recursos naturales y lograr un cambio de
conducta, es la Educación Ambiental.

Educar desde temprana edad a los niños y niñas en temas ambientales.

Implementar nuevas políticas y leyes que permitan regular el agotamiento de los recursos naturales.

Ejecutar la evaluación y los estudios de impacto ambiental en los proyectos y actividades de desarrollo
del país.

Promover el saneamiento ambiental para mantener los ecosistemas saludables.

Utilizar racionalmente el agua y la electricidad, utilizar la energía solar, desconectar los aparatos, entre
otras.
Mantener los espacios de las comunidades en buen estado, por medio de programas, campañas o
jornadas de manteamiento de áreas o ecosistemas.

Hacerles mantenimiento a los motores de los vehículos.

Conservar y mantener las plazas, parques, espacios recreativos y ambientes urbanos.

Evitar comprar y usar productos no biodegradables o no reciclables.

Tratar de manejar menos, utilizar el transporte público o caminar más seguido.

Fomentar el uso de la bicicleta como el mejor transporte ecológico o movilidad sostenible (Pineda,
s.f., https://bit.ly/2GlgGNU).

Otras medidas son:

Reducir la compra de productos innecesarios.


Fomentar la cultura del reciclaje.

Aplicar las 3R del reciclaje (reciclar, reducir y reutilizar)

Dile no al consumismo incontrolado.

Consumir responsablemente.

Consumir productos locales o ecológicos.

Promover y fomentar la agricultura ecológica y turismo ecológico.

Evitar usar productos que contaminen el aire.

No usar bolsas plásticas.

Desarrollar y participar en proyectos sostenibles.

Promover las energías renovables.

Enseñar a los niños a hacer manualidades con material reciclable.

Cuidar y conservar el aire, agua, suelo, los animales y las plantas.

Respetar y valorar los ecosistemas.

Apoyar las organizaciones ambientales y las iniciativas por las instituciones gubernamentales en
materia ambiental.

Apoyar los blog y páginas web que promuevan la educación ambiental por medio de contenidos
ecológicos y compartir en las redes sociales esos artículos para despertar la conciencia de los demás.

Promover y participar en programas de educación ambiental para sembrar la conciencia del


conocimiento ambiental y sensibilizar a las personas sobre los problemas ambientales y cómo se
puede conservar el medio ambiente.
Estas son algunas medidas que la humanidad debe comenzar inmediatamente a poner en práctica,
si se quiere que siga existiendo un medio ambiente, el cual necesita del granito y colaboración de
cada uno de los que son responsables de su destrucción. De ahí que, el entorno ambiental es la
base de la vida en el planeta y de los servicios vitales que brindan sus recursos y ecosistemas
(Pineda, s.f., https://bit.ly/2GlgGNU).

Actividad empresarial ¿Cómo ayudar al medio ambiente desde la empresa?

Adoptar un enfoque verde se antoja como la mejor forma de ayudar al medio ambiente desde la
empresa. Muchas compañías se limitan a adaptarse a la normativa relacionada con el medio
ambiente para evitar sanciones por su actividad, pero esto no es suficiente. Hay que ir un poco
más allá de lo que diga la legislación y asumir desde la empresa ese compromiso individual
relacionado con el cuidado y el respeto del entorno en el que operamos. Es una cultura de empresa
responsable, que debe llegar a todos los trabajadores.

Los responsables de la empresa son los que deberían promover ese compromiso ambiental entre
los trabajadores, a partir de pequeños hábitos o prácticas que darán paso a una actividad mucho
más responsable con el medio ambiente. Es necesario definir unos objetivos medioambientales y
trabajar para cumplirlos (Sisternas, 2018, https://bit.ly/38BAjxs).

Ahorro energético

Entre estas medidas destaca el ahorro de energía, algo tan fácil como cambiar los equipos de
iluminación o climatización a favor de otros de bajo consumo o la desconexión de los aparatos
electrónicos cuando no están funcionando. Avances como la tecnología led nos ayudan a cumplir
con él. La eficiencia energética es clave para cuidar el medioambiente y, además, nos permite
reducir costes. Si quieres saber las claves para ahorrar energía en tu negocio puedes saber más
acerca de este tema (Sisternas, 2018, https://bit.ly/38BAjxs).
Políticas de reciclaje

Otra cuestión interesante es el diseño de una política de reciclaje. Independientemente del sector
al que se dedique tu empresa, seguro que generáis una serie de residuos o desperdicios. A parte de
reciclar correctamente el papel o el plástico en la oficina, a lo largo de la cadena productiva
seguro que se generan una serie de desperdicios que hay que reciclar correctamente. Pero no nos
quedamos aquí, cuando se produzca una renovación de equipos o mobiliario, también hay que
tratar de reutilizar y reciclar todo lo posible.

La gestión de residuos es fundamental para reducir el impacto en nuestro entorno. Por un lado,
pueden ser reutilizados. Por otro lado, pueden ser tóxicos, por lo que deben respetarse los
procesos que se exigen para no contaminar (Sisternas, 2018, https://bit.ly/38BAjxs).

Eficiencia en los recursos

También hay que hablar del uso eficiente del papel, un recurso que muchas veces desperdiciamos
de forma totalmente arbitraria, y que tiene un gran impacto ecológico. No basta con utilizar papel
reciclado, que también es una medida a tener en cuenta, también podemos reutilizar las hojas que
solo están escritas por una cara, instalar puntos de reciclaje en diferentes puntos de la oficina, etc.
Y además de reutilizar y reciclar tenemos la tercera R, reducir el consumo de papel, algo muy
fácil gracias a los formatos digitales (Sisternas, 2018, https://bit.ly/38BAjxs).

Oficinas sostenibles

Más allá de estas acciones que puedes poner en marcha en tu día a día, también tienes la opción
de crear una oficina verde. Si vas a levantar el edificio de cero, puedes recurrir a materiales
reciclados o renovables para la construcción, además de apostar por los principios de la
arquitectura bioclimática, en busca de sacar el máximo partido a la luz solar o a la climatización
natural para así ahorrar en electricidad o gas. Ese espacio físico de trabajo debe ser un ejemplo
más de las medidas ecológicas adoptadas por la empresa (Sisternas, 2018, https://bit.ly/38BAjxs).
Reducir el impacto

Finalmente hay que hablar de la huella que deja nuestra actividad. En este sentido, podemos
tomar medidas para incentivar el uso del transporte público, la bicicleta o el coche compartido
entre los trabajadores de la empresa, evitando que cada uno venga en su coche. También
procuraremos utilizar materias primas y recursos de proximidad, de forma que tengan el menor
impacto posible y podemos proteger el medio ambiente también en los ineludibles
desplazamientos del día a día (Sisternas, 2018, https://bit.ly/38BAjxs).
LECCIÓN 2 de 3

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos

Medioambiente

En esta lectura estudiamos el concepto de desarrollo social con el fin de avanzar hacia una comprensión global de
del vínculo entre los sectores privado,público y organizaciones civiles.

Administración de los recursos disponibles



En la presente lectura desarrollaremos el concepto de Desarrollo social sostenible. Para ello repasaremos las
características del concepto sostenible en relación al desarrollo social.

Normativas y acuerdos internacionales



En esta lectura nos concentraremos en conceptos de una ciudadanía corporativa que tenga en cuenta el medio
ambiente, pobreza y genere innovación y desarrollo con vistas a mejorar la vida de futuras generaciones.
Recursos para proteger y preservar el ambiente

En la presente lectura se realizará un breve resumen sobre la historia de concepto de enfoque participativo y se
profundizará sobre el concepto de participación comunitaria.
LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Pineda, J. (S.f.) Conservación Ambiental: Proteger, Mantener y Cuidar los Recursos Naturales [entrada de blog].
Recuperado de: https://encolombia.com/medio-ambiente/interes-a/conservacion-ambiental-proteger-mantener-cuidar-
recursos-naturales/

Sisternas, P. (2018) ¿Qué hacen las empresas para cuidar el medio ambiente? [entrada de blog]. Recuperado de:
https://www.emprendepyme.net/que-hacen-las-empresas-para-cuidar-el-medio-ambiente.html
Desarrollo social

En esta lectura introduciremos el concepto de desarrollo social con el fin de avanzar, a lo


largo de las lecturas, hacia una comprensión global del vínculo entre los sectores privado y
público y de las organizaciones civiles, y el modo en que se puede garantizar un desarrollo
social desde el compromiso de cada uno de los actores involucrados.

Desarrollo Social

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Desarrollo Social

A pesar de que la noción de desarrollo se vincula al progreso económico, es fundamental comprender que existen
otros aspectos que resultan fundamentales y determinantes para el desarrollo y progreso social de un país. En este
sentido, como hemos visto a lo largo de las lecturas, en este módulo nos dedicaremos a pensar algunos de los ámbitos
más urgentes y postergados: el desarrollo social, que implica la posibilidad del desarrollo humano de calidad
educativa, saludable, con verdaderas oportunidades de progreso económico e, incluso, cognitivo. En este sentido,
trabajaremos a partir de casos ficticios y reales de organizaciones que pretendan mejorar la calidad de vida de
comunidades en estados de vulnerabilidad, donde la vinculación entre desarrollo social y responsabilidad social es
fundamental.

Figura 1. La responsabilidad social


Fuente: Lazovska, 2019, https://bit.ly/2Y02XGv.

Una de las principales estrategias para lograr un desarrollo social con vistas a la integración concreta de las personas
en el entramado social, la garantía de los derechos humanos y la erradicación de la pobreza lo constituyen los planes
de desarrollo y atención de la primera infancia. En líneas generales, pensar en el desarrollo social que garantice el
desarrollo presente cultural, social, cognitivo de la primera infancia asegura una sociedad futura más justa y
equitativa, con igualdad de oportunidades genuinas.

Con el siguiente video (hasta el minuto 2:50), nos adentraremos en profundidad en el tema más acuciante del
desarrollo social: la erradicación de la pobreza.

Video 1: Desarrollo social


Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo (2017). Desarrollo social: ¿cómo combatir la inequidad y la pobreza en América

Latina y el Caribe? [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=hbuKDozOaiM

En Argentina, contamos con un conjunto de normativas, entre leyes y decretos, que pretenden garantizar y trabajar en
materia de desarrollo social con perspectiva en responsabilidad social. En este sentido, el Decreto 750/2019[1] de
octubre de 2019, que tiene como objetivo el desarrollo de ciertas estrategias que permitan garantizar la igualdad, el
equilibro y la dignidad social desde la primera infancia a partir del programa “Primera Infancia Primero”, pretende
abogar por una justicia social de raíz.

La lectura del decreto nos permitirá avanzar desde el concepto de desarrollo social hacia el de desarrollo social
sostenible, que trataremos en la próxima lectura.

[1] Decreto 750/2019. (2019). Primera Infancia Primero. Presidente de la Nación Argentina. Recuperado de

https://bit.ly/3arWg2A

Decreto 7502019.pdf
183.5 KB

De acuerdo con la lectura del Decreto 750/2019, realiza la siguiente actividad.

Si una provincia aplica la estrategia denominada “Primera Infancia Primero”, y de


acuerdo con lo estipulado en el Decreto 750/2019, teniendo como objetivos la
erradicación de la pobreza y la justicia social desde la primera infancia a partir de la
lucha contra el hambre y la garantía de la educación y salud, tal estrategia se alinearía a
los objetivos propuestos por un organismo institucional que propone…

La ONU (Organización de las Naciones Unidas), conocidos como los 17 Objetivos de


Desarrollo Sostenible.

La OEA (Organización de los Estados Americanos), conocidos como los 17 Objetivos de


Desarrollo Sostenible.

La COP25 (Conferencia de las Naciones Unidas por el Cambio Climático), conocidos como
los 19 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La ONU, conocidos como los 16 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

SUBMIT

Como vemos en el decreto, la importancia de un desarrollo social integral es fundamental para dirigirse hacia
políticas que involucren a los tres sectores: el público, el privado y el tercer sector. Alcanzar las metas propuestas por
los “17 Objetivos de Desarrollo Sostenible” solo será posible si se propone un modelo basado en la responsabilidad
social que alcance a cada uno de los agentes y gestores en todos los sectores.

Responsabilidad social
La responsabilidad social concebida como un bien público necesario para las sociedades, al afectar al ejercicio de
derechos, debe recibir una adecuada gestión, por la que deben velar las administraciones públicas, como agente
dinamizador de los demás agentes (Cordero y De la Cruz, 2012), como el ejemplo del Decreto 750/2019.
Las organizaciones de la sociedad civil, también llamadas del tercer sector, sin fines de lucro, sociales, no
gubernamentales, según la visión y el enfoque que guíe, también deben asumir responsabilidades tanto desde la
gestión como desde las relaciones con el entorno social y medioambiental. Esta responsabilidad debe atravesar la
organización desde la estrategia y requiere de la coordinación de distintas áreas funcionales. Sin embargo, la práctica
es aún parcial y fragmentada, y se debe trabajar mucho para avanzar hacia el ejercicio de una responsabilidad social
que contribuya a aumentar la legitimidad de las organizaciones de la sociedad civil.

Una organización civil tiene la tarea fundamental de promover el bienestar social y de


fomentar el desarrollo social sostenible.

Es verdadero porque la existencia de estas organizaciones es muchas veces impulsada desde


la misma ciudadanía o surge del interés del sector privado por involucrarse en problemáticas
comunitarias.

Es falso porque la existencia de estas organizaciones depende de las normativas de los


Estados. En este sentido, las organizaciones civiles solo contribuyen asociándose a las
políticas estatales.

SUBMIT

Al rol activo que deben asumir las organizaciones de la sociedad civil en la promoción de su responsabilidad social y
la de otros actores, debe sumarse el de los Estados y las administraciones públicas para la promoción, diseño e
implementación de un diseño eficaz para gestionar la responsabilidad de los distintos actores sociales y económicos
(Cordero y De la Cruz, 2012).

Las entidades sin fines de lucro son asociaciones civiles en las que la instancia de mayor autoridad es la asamblea de
asociados. Los socios constituyentes se juntan para defender una o varias causas sociales o ambientales; no aportan
capital. La asamblea de estas entidades designa un Consejo Directivo que, en teoría, debiera renovarse
periódicamente. Por lo general, estas entidades se organizan en torno a algunos ejes temáticos. Tal es el caso de las
asociaciones de consumidores o de las organizaciones ambientalistas.

Mitos sobre la política social


Por otro lado, de acuerdo con Kliksberg (2008), existen una serie de mitos por los cuales se torna difícil promover el
desarrollo social en América Latina. Estos mitos sobre la política social afectan considerablemente el cumplimiento
de los objetivos impulsados por la ONU en materia de desarrollo sostenible.

Primer mito: la superficialidad de la política social



Sectores influyentes suelen presentar expresa o implícitamente la visión de que es una especie de “concesión
forzosa” a la política. El mensaje transmitido es que los esfuerzos deberían concentrarse en el único camino real,
que sería el crecimiento económico. La política social, sería una especie de “costo forzado” que con frecuencia
distrae recursos de ese esfuerzo central. Esta visión ha sido algunas veces verbalizada sintéticamente con la
afirmación: “La única política social es la política económica” (Kliksberg, 2008).

Segundo mito: la política social es un gasto



La terminología está totalmente difundida y afianzada. Cuando hablamos de lo social estamos hablando de un
“gasto”, recursos que se consumen. Transmite una visión que refuerza la anterior: superflua y gasto. El lenguaje no
es un punto menor, expresa con frecuencia concepciones subyacentes muy arraigadas (Kliksberg, 2008).

Tercer mito: es posible prescindir del Estado



A las características de superflua y mero gasto con que se tiende a asociar a la política social, se les suma con
frecuencia una tercera: sería casi por naturaleza altamente ineficiente. Con ello se cierra un círculo que crea las
condiciones para pensar como única alternativa en reemplazar las políticas sociales públicas, por el mercado, en
forma total o considerable. En América Latina, el razonamiento ha tomado con frecuencia el carácter de “profecía
que se cumple a sí misma”. Al plantear como punto de partida la inutilidad del Estado, ha generado medidas que
debilitaron drásticamente sus capacidades institucionales, desarticularon organismos claves, propiciaron casi
agresivamente el retiro del sector público de los más capaces y desjerarquizaron la función pública tanto en el
campo social como en otras áreas. Un Estado minado en sus bases organizativas ha cumplido en diversas realidades
la profecía. Su capacidad de operación real se redujo significativamente (Kliksberg, 2008).

Cuarto mito: el aporte de la sociedad civil es marginal



Así como se descalifica a la política social pública, el razonamiento circulante tiende a relativizar las posibilidades
de aporte a la acción social de la sociedad civil. Transmite el mensaje de que dicho aporte es meritorio
simbólicamente, pero equivale a caridad. No resuelve ningún problema relevante y, por ende, no merecería un
apoyo especial. Así, muy pocos países de la región han intentado explorar seriamente la posibilidad de incentivos
fiscales sistemáticos para promover las contribuciones. En general, respondiendo a esta visión subestimante, son
débiles las políticas para tratar de potenciar las posibilidades de participación de la sociedad civil en la política
social (Kliksberg, 2008).

El trabajo en materia de responsabilidad social con vistas a fomentar políticas fundadas en el desarrollo social
implica deconstruir las representaciones sociales sobre el rol del Estado, la pobreza y el aporte de la sociedad civil.
Un desarrollo social integral supone que todos los actores se encuentren implicados y que mantengan fuertes
compromisos con la sociedad civil.

La “gestión de la responsabilidad social” se refiere a cómo una organización:

orienta y organiza elementos clave de su actividad y sus relaciones,

a través de decisiones sobre inversión y operaciones,


incorporando criterios que busquen optimizar los riesgos e impactos económicos, sociales,
medioambientales y de respeto de los derechos humanos, así como la satisfacción de las
necesidades y expectativas de las distintas partes interesadas,

y dando lugar a prácticas y resultados concretos, sobre los que rinde cuentas. (Cordero y De la
Cruz, 2012, p.10).

Esta gestión tiene dos planos, uno interno y otro externo, que se vinculan y deben ser coherentes con la misión,
visión y valores de la organización (Cordero y De la Cruz, 2012).

Figura 2. Desarrollo social


Fuente: ciatenciad, 2017, https://bit.ly/2zmVcQA https://www.timetoast.com/timelines/desarrollo-social-
del-ser-humano

Por lo tanto, la responsabilidad social se asienta en pilares, a saber:

La orientación a las partes interesadas, o “inclusividad”, donde todos están incluidos en una realidad y
se deben gestionar los elementos vinculados a los derechos y oportunidades de las partes interesadas,
basadas en marcos normativos y códigos éticos o de buen gobierno.

La visión integral de los resultados e impactos, tanto económicos como sociales y medio ambientales.

La sostenibilidad, social, ambiental y económica, presente y futura, como también de la estructura de


la organización y de su misión y valores.

La transparencia y la rendición de cuentas, construyendo en forma continua su legitimidad y


generando confianza (Cordero y De la Cruz, 2012).

Estos pilares exigen que las organizaciones asuman una serie de compromisos básicos para poner en marcha la
gestión de la responsabilidad social, que incluyen el respeto de los derechos humanos, de la ley y la ética, el principio
de responsabilidad, comportamiento ético, orientación a las partes interesadas, integración transversal de la
responsabilidad social en la organización, principios de prevención y precaución, transparencia y rendición de
cuentas, sistemas de medición, control y mejora continua, actuación en las áreas de influencia (Cordero y De la Cruz,
2012).

Si tomamos como caso alguna organización de la sociedad civil, observaremos que algunas orientaciones prácticas
para desarrollar una estrategia de responsabilidad social incluyen el ciclo de relación con las partes interesadas que
promueve su participación activa en el proceso de gestión, como también el proceso de gestión de la responsabilidad
social. El ciclo de relación con las partes interesadas expone, en forma transversal a la gestión, un ciclo de mejora
continua en cinco etapas, que se muestra en la Figura 3. Estas etapas están atravesadas por la participación de los
grupos de interés, con el fin de proyectar sus expectativas y percepciones, para actuar en forma preventiva en los
impactos sobre sus derechos y oportunidades, como en la percepción de estos. Todo ello, para asegurar la suma de
valor que una organización de la sociedad civil debe proveer a las partes interesadas, particularmente a los
beneficiarios finales de su misión (Cordero y de la Cruz, 2012).

Figura 3. Metodología de implantación de un proceso de


gestión RS

Fuente: Cordero y De la Cruz, 2012, p. 69.

El proceso de gestión de la responsabilidad social es un ciclo de mejora continua, integrado en el sistema de gestión.
Dos condiciones previas de este proceso son: el compromiso de los órganos de gobierno en la definición e impulso
de la estrategia de responsabilidad social de la organización y la definición de la estructura necesaria para su
implantación. Una vez que estas condiciones estén listas, Cordero y De la Cruz (2012) sugieren un camino de
implementación en seis etapas “coherentes con el ciclo de mejora continua y dentro de las cuales se ha de integrar
también el ‘ciclo de relación con las partes interesadas’: identificar, analizar, diagnosticar, planificar, actuar,
evaluar… y volver a empezar” (Cordero y De la Cruz, 2012, p. 58).
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Banco Interamericano de Desarrollo. (27 de enero 2017). Desarrollo social: ¿cómo combatir la inequidad y la
pobreza en América Latina y el Caribe? [Video de YouTube]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?
v=hbuKDozOaiM

Cordero, C. y De la Cruz, C. (2012). La responsabilidad social en las organizaciones del Tercer Sector.
Orientaciones para su aplicación. Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia. Recuperado de
http://www.3sbizkaia.org/wp-content/uploads/1291_CAST-publicacion.pdf

Decreto 750/2019. (30 de octubre de 2019). Primera Infancia Primero. Presidente de la Nación Argentina.
Recuperado de https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/220299/20191031

Figura 1. Lazovska, D. (23 de mayo de 2019). Los CEOs deben invertir más en responsabilidad social. ExpokNews.
Recuperado de https://www.expoknews.com/los-ceos-deben-invertir-mas-en-responsabilidad-social/

Figura 2. ciatenciad. (3 de agosto de 2017). Desarrollo social del ser humano. Timetoast timelines. Recuperado de
https://www.timetoast.com/timelines/desarrollo-social-del-ser-humano

Kliksberg, B. (2008). Más ética, más desarrollo [17ma. Ed.]. Buenos Aires, Argentina: Temas.
https://www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/220299/20191031

PRIMERA INFANCIA PRIMERO

Decreto 750/2019

DECTO-2019-750-APN-PTE - Apruébase la Estrategia Nacional de la Primera Infancia.

Ciudad de Buenos Aires, 30/10/2019

VISTO el Expediente N° EX-2019-53739311-APN-SSDNAYF#SENNAF, la CONVENCIÓN SOBRE LOS


DERECHOS DEL NIÑO aprobada por Ley N° 23.849, las Leyes N° 26.061 de Protección Integral de los Derechos
de las Niñas, Niños y Adolescentes, los Decretos N° 416 del 17 de abril de 2006, N° 174 del 2 de marzo de 2018,
sus modificatorios y N° 574 del 11 de abril de 2016, y

CONSIDERANDO:

Que, la CONSTITUCIÓN NACIONAL en su artículo 75, inciso 22, dota de jerarquía constitucional a diversos
instrumentos internacionales de Derechos Humanos, incluyendo a la CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS
DEL NIÑO.

Que la mencionada Convención, que fuera aprobada por la Ley N° 23.849, establece en el inciso 2 del artículo 3,
que: “los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para
su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de
él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas”.

Que conforme lo dispuesto en los incisos 1 y 2 del artículo 7°, de la Convención precedentemente aludida, se
establece la obligatoriedad de la inscripción del niño inmediatamente después de su nacimiento, garantizándosele
el derecho al nombre, la nacionalidad y, donde mediaran las posibilidades, a conocer a sus padres y a ser cuidados
por ellos. Asimismo, y en referencia a las garantías de los niños y niñas, se establece que los Estados Partes
velarán por la aplicación de estos derechos de conformidad con su legislación nacional y las obligaciones que
hayan contraído en virtud de los instrumentos internacionales pertinentes en esta esfera, sobre todo cuando el niño
resultara de otro modo apátrida.

Que mediante la Observación General N° 7 (CRC/C/GC/7, 2005), emitida por el Comité de los Derechos del Niño y
denominada “Realización de los derechos del niño en la primera infancia”, se indicó que los Estados Partes no
habían otorgado suficiente atención al diseño de leyes, políticas y programas destinados a las niñas y los niños
pequeños.

Que por el artículo 4° de la citada CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO, se establece que los Estados
Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos
reconocidos en la Convención. En lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados
Partes adoptarán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro

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https://www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/220299/20191031

del marco de la cooperación internacional.

Que la Ley N° 26.061, tiene por objeto la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes que
se encuentren en el territorio de la REPÚBLICA ARGENTINA, para garantizar el ejercicio y el disfrute pleno,
efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados
internacionales en los que la Nación sea parte.

Que el citado cuerpo legal, en su artículo 3°, entiende por interés superior de la niña, niño y adolescente, la máxima
satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías que a ellos se les reconoce, entre los que se
encuentran el derecho a una buena calidad de vida, educación, salud, como así también, a obtener los beneficios
de la seguridad social.

Que asimismo, en el artículo 7° de la Ley N° 26.061, se establece que la familia es responsable en forma prioritaria
de asegurar a las niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno y el efectivo ejercicio de sus derechos y garantías, y
que los Organismos del Estado deben asegurar políticas, programas y asistencia apropiados para que la familia
pueda asumir adecuadamente esta responsabilidad.

Que la Política de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes debe ser implementada
mediante una concertación articulada de acciones de las políticas públicas con eje en la primera infancia,
ejecutadas por el Nivel Nacional, el Nivel Provincial, la CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES y los Niveles
Municipales.

Que en ese marco, se creó en el ámbito del PODER EJECUTIVO NACIONAL, la SECRETARÍA NACIONAL DE
NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA, organismo especializado en materia de derechos de infancia y adolescencia,
que diseña, coordina y monitorea las políticas públicas de la primera infancia junto al CONSEJO FEDERAL DE
NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA, organismo que preside.

Que por el Decreto N° 416/06, se incorporó al Anexo I del artículo 1° del Decreto N° 357 del 21 de febrero de 2002
y sus modificatorios, dicha Secretaría Nacional, en el ámbito del MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO
SOCIAL.

Que en tal sentido, mediante el Decreto N° 174/18 y sus normas modificatorias y complementarias, se aprobó el
Organigrama de Aplicación de la Administración Nacional centralizada, determinándose que la SECRETARÍA
NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA del MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL, tiene
entre otros de sus objetivos, el de ejercer las facultades previstas en el artículo 44 de la Ley N° 26.061 y el de
coordinar, orientar, supervisar e implementar planes y programas de carácter nacional y federal para la niñez, la
adolescencia y la familia, y políticas públicas orientadas a la protección integral de niñas, niños y adolescentes.

Que mediante el Decreto N° 574/16, se implementó el PLAN NACIONAL DE PRIMERA INFANCIA, con el objeto de
brindar los cuidados adecuados e imprescindibles, complementando, orientando y coadyuvando en su rol, a las
familias desde una función preventiva, promocional y reparadora, garantizando el desarrollo integral de niños y
niñas de CUARENTA Y CINCO (45) días a CUATRO (4) años de edad inclusive, en situación de vulnerabilidad
social en pos de favorecer la promoción y protección de sus derechos.

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https://www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/220299/20191031

Que en el ámbito del MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL, a través de la SECRETARÍA NACIONAL
DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA, se llevan a cabo acciones directas con familias en temas de cuidado y
acompañamiento a la crianza desde la vida pre natal hasta los CUATRO (4) años de edad.

Que, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, resulta necesario abordar la política de la primera
infancia desde las distintas dimensiones que abarca esta población, en especial aquellas referidas a la salud, la
identidad, la cultura, las condiciones para la crianza, la educación y la promoción y protección de sus derechos.

Que a fin de consolidar una política nacional integral dirigida a la primera infancia que genere más y mejores
oportunidades para el desarrollo infantil, se promueve una Estrategia Nacional de la Primera Infancia denominada
“PRIMERA INFANCIA PRIMERO”, desde un abordaje interministerial, determinando prioridades asumidas de forma
articulada, y focalizando las intervenciones desde la etapa pre natal hasta los SEIS (6) años de edad, a través de
las múltiples dimensiones que componen las trayectorias de vida de niños y niñas, garantizando una primera
infancia plena de derechos.

Que tal Estrategia propone potenciar el desarrollo de las nuevas generaciones de niñas y niños pequeños,
mejorando las condiciones de acceso a los bienes y servicios sociales, otorgando equidad de oportunidades y
acortando las brechas sociales y territoriales que atentan contra la justicia social en nuestro país.

Que para este fin, la Estrategia aludida se llevará adelante bajo el liderazgo y coordinación de la SECRETARÍA
NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA e implicará un trabajo mancomunado entre la Secretaría de
Gobierno de Salud dependiente del MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL y el MINISTERIO DE
EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA.

Que la SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA del MINISTERIO DE SALUD Y


DESARROLLO SOCIAL ha intervenido y propiciado la presente medida.

Que la Secretaría de Gobierno de Salud del MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL y el MINISTERIO
DE EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA, han intervenido conforme sus competencias.

Que los Servicios Jurídicos de Asesoramiento Permanentes de las jurisdicciones involucradas han tomado la
intervención de su competencia.

Que el PODER EJECUTIVO NACIONAL se encuentra facultado para dictar el presente en virtud de lo dispuesto por
el artículo 99, inciso 1 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL.

Por ello,

EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA

DECRETA:

ARTÍCULO 1°.- Apruébase la Estrategia Nacional de la Primera Infancia, denominada “PRIMERA INFANCIA
PRIMERO”, como herramienta para garantizar el desarrollo integral y progresivo de niños y niñas, desde la etapa

3 de 4
https://www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/220299/20191031

pre natal hasta los SEIS (6) años de edad inclusive, que como ANEXO I
(IF-2019-97289121-APN-SENNAF#MSYDS), forma parte integrante de la presente medida.

ARTÍCULO 2°.- La SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA del MINISTERIO DE


SALUD Y DESARROLLO SOCIAL es la Autoridad de Aplicación de la Estrategia Nacional de la Primera Infancia
aprobada en el artículo 1° del presente.

ARTÍCULO 3°.- Facúltase al titular de la SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA del
MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL, a dictar las normas aclaratorias y complementarias,
administrar y/o recibir recursos adicionales específicos, celebrar convenios con instituciones públicas y privadas,
nacionales, provinciales y locales, requerir la intervención de otras jurisdicciones ministeriales y organismos
integrantes de la Administración Pública Nacional, y todas aquellas medidas que resulten necesarias para la
implementación y ejecución de la Estrategia Nacional de la Primera Infancia “PRIMERA INFANCIA PRIMERO”, en
el marco de sus respectivas competencias.

ARTÍCULO 4°.- El presente decreto entrará en vigencia a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial.

ARTÍCULO 5°.- Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y
archívese. MACRI - Carolina Stanley

NOTA: El/los Anexo/s que integra/n este(a) Decreto se publican en la edición web del BORA
-www.boletinoficial.gob.ar-

e. 31/10/2019 N° 83594/19 v. 31/10/2019

Fecha de publicación 31/10/2019

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Desarrollo social sostenible

En la presente lectura desarrollaremos el concepto de desarrollo social sostenible. Para ello,


en primer lugar, repasaremos las características de la idea de sostenible en relación con el
desarrollo social y, luego, trabajaremos el caso de la minería a cielo abierto para pensar la
vinculación entre este y la responsabilidad social mediada por el concepto de desarrollo
sostenible.

Sostenibilidad

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Sostenibilidad

Recordemos que cuando hablamos de desarrollo sostenible lo primero que hay que considerar es que no implica solo
el ámbito económico, al cual el concepto de desarrollo estaba estrechamente vinculado. Para garantizar una
sostenibilidad, otros dos aspectos resultan fundamentales: el social y el ecológico. El concepto de desarrollo
sostenible se refiere a la capacidad de producir para satisfacer las necesidades actuales, sin afectar a las futuras
generaciones. En este siendo, al concepto de desarrollo sostenible le es inherente la responsabilidad social y el
ecologismo.

Figura 1. Las tres dimensiones de la sostenibilidad

Fuente: Nojhan y HUB1, 2007, https://bit.ly/2S6Ccwf

Nos enfocaremos, por un lado, en la relación entre la dimensión social y económica y, por otro, en la relación entre la
dimensión social y la ecológica. Ambas, de acuerdo con el grafico están mediadas por la soportabilidad y lo
equitativo. Por lo tanto, “muchas de las interpretaciones de desarrollo sostenible coinciden en que, para llegar a ello,
las políticas y acciones para lograr crecimiento económico deberán respetar el medio ambiente y además ser
socialmente equitativas para alcanzar el crecimiento económico” (Artaraz, 2002). Los vínculos ente lo social y lo
económico, y lo social y lo ecológico pueden comprenderse mejor con las siguientes definiciones:

Soportabilidad: En cuanto al poder que ejercen los países desarrollados sobre los países en vías de
desarrollo debido a las exportaciones de recursos naturales, existe por parte de los primeros sobre los
segundos lo que se conoce como deuda ecológica, ya que, si no se consideran las externalidades ni los
costos sociales, los precios que pagan los países desarrollados no reflejan el valor real del recurso y su
extracción. (Artaraz, 2002, p. 3).

Equidad: Existen tres tipos de equidad. El primer tipo es la equidad intergeneracional, [que] supone
considerar en los costes de desarrollo económico presente la demanda de generaciones futuras. El
segundo tipo es la equidad intrageneracional, e implica el incluir a los grupos hasta ahora más
desfavorecidos (por ejemplo: mujeres y discapacitados) en la toma de decisiones que afecten a lo
ecológico, a lo social y a lo económico. El tercer tipo es la equidad entre países, siendo necesario el
cambiar los abusos de poder por parte de los países desarrollados sobre los que están en vías de
desarrollo. Este informe comenta el satisfacer las necesidades esenciales de las personas, y esto
supone dar más importancia a los desfavorecidos que la que han tenido hasta el momento. (Artaraz,
2002, p. 4).

Para comprender en profundidad las tres dimensiones implicadas en el concepto de desarrollo sostenible,
recomendamos la lectura completa del siguiente artículo:

Teoría de las tres dimensiones.pdf


281.1 KB

A partir de la lectura del artículo responde:


Una empresa minera considera fundamental establecer como principio básico un modelo
de desarrollo social sostenible, el cual implicaría que, según el artículo leído,

Según el Informe Brundtland (Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, 1987)
sobre el futuro del planeta y la relación entre medio ambiente y desarrollo, el desarrollo
sostenible se entiende como aquel que satisface las necesidades presentes sin poner en peligro
la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Según el Informe de la ONU sobre el futuro del planeta y la relación entre medio ambiente y
desarrollo, el desarrollo sostenible se entiende como aquel que satisface las necesidades
presentes sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades.

Según el Informe de la OEA sobre el futuro del planeta y la relación entre medio ambiente y
desarrollo, el desarrollo sostenible se entiende como aquel que satisface las necesidades
presentes sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades.

Según el informe de UNICEF sobre el futuro del planeta y la relación entre medio ambiente y
desarrollo, el desarrollo sostenible se entiende como aquel que satisface las necesidades
presentes sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus
propias necesidades.

SUBMIT

Para comprender en profundidad el sentido del desarrollo sostenible y su impacto en la dimensión social,
presentaremos un caso particular en que lo soportable y lo equitativo no se cumplen: la minería a cielo abierto.
Un caso: minería a cielo abierto
De acuerdo con el artículo de Comelli, Hadad y Petz dedicado a la minería a cielo abierto,

La industria minera posee la particularidad de ser una actividad de corto o mediano plazo que
genera fuertes impactos nocivos en el medio ambiente, sin que el capital que lleva adelante la
extracción se vea perjudicado directamente por los mismos, ya que, una vez terminada la vida
productiva de la mina, este se retira a nuevos territorios a reiniciar el ciclo (Galafassi, 2007).
Como expresa el geógrafo norteamericano David Harvey, en la etapa actual del desarrollo del
capitalismo asistimos a un “proceso de acumulación por desposesión”. “El capital, en su proceso
de expansión geográfica y desplazamiento temporal... crea necesariamente un paisaje físico a su
propia imagen y semejanza en un momento, para destruirlo luego” (2004: 103). Las actividades
extractivas, como la minería a cielo abierto, representan intentos de acumular mediante
desposesión, un modelo basado en la mercantilización de los recursos naturales y la depredación
de la naturaleza. (Comelli, Hadad y Petz, 2010, p. 137).

Figura 2. Minería a cielo abierto

Fuente: Zorrilla, Sacher y Acosta, 2014, https://bit.ly/2VWwMVS


Lo que resulta destacable de este caso es que la producción de este tipo de megaemprendimientos implica un
beneficio a corto y mediano plazo, no favorece las comunidades de modo sostenible y genera una gran
contaminación en el medio ambiente. De acuerdo con las autoras, los problemas que conlleva este tipo de práctica
minera de extracción son: “pobreza, pérdida de biodiversidad y deterioro medioambiental” (Comelli, Hadad y Petz,
2010, p. 142). Por ello, consideran que

En esta línea se publica en 1972 el informe sobre Los límites del crecimiento (Meadows, 1972)
que inició un debate global sobre el futuro de la humanidad. El documento, conocido como el
primer informe del Club de Roma, concluye que, en un planeta con recursos naturales limitados,
tierra cultivable finita y una capacidad de absorber la contaminación humana también limitada, las
dinámicas de crecimiento exponencial de población y producto per cápita no son sostenibles.
(Comelli, Hadad y Petz, 2010, p. 142).

La responsabilidad social que implica una mirada de desarrollo sostenible debería estar orientada a una perspectiva
largoplacista, que tenga en cuenta los efectos sobre el medio ambiente y sobre las comunidades que se ven afectadas
de modo directo e indirecto. Recordamos aquí el reclamo de Greta Thunberg a las grandes corporaciones y
organismos internacionales, por considerar que el discurso de una economía verde no garantizaba la concreta
erradicación de la pobreza ni de la injusticia social, educativa, en salud y a nivel cultural. La importancia de una
genuina política en materia de desarrollo social sostenible implicaría:

la implementación de políticas de fortalecimiento de la imagen institucional, la difusión mediática


de las actividades comunitarias que realizan, la importancia de la actividad económica para el
país-región; en suma, la “responsabilidad” que la empresa demuestra en el ámbito social en el que
se inserta. Lejos de significar un coste elevado para las empresas, esta estrategia permite mejores
resultados a largo plazo, y puede marcar la diferencia entre ser admitido o no como actor legítimo
en una sociedad determinada. [En palabras de autores como Acselrad o Svampa], la RSE
[responsabilidad social empresarial] no es un costo, es una inversión que se tiene que efectuar
desde el inicio de un prospecto e incrementar a medida que se desarrolla el proyecto, de esta
forma se optimizará el costo final de la “licencia social”. (Comelli, Hadad y Petz, 2010, p. 147).

Uno de los mayores inconvenientes que presenta este tipo de emprendimientos es la falta de reconocimiento de las
comunidades y los gobiernos para la toma de decisiones sobre el modo de instrumentar las actividades, siguiendo lo
que se ha denominado el mito de la superficialidad de la política social y el mito de que el aporte de la sociedad civil
es marginal (desarrollados en la lectura 1 de este módulo), que implican un riesgo para su bienestar presente o futuro.

La necesidad del desarrollo social sostenible


El caso de la minería a cielo abierto, como también el programa estratégico “Primera Infancia Primero”, trabajado en
la lectura 1 de este módulo, son ejemplos de cómo el desarrollo sostenible encuentra limitaciones en el propio
sistema económico en el que surgen como demandas urgentes. Uno de los determinantes de la pobreza y
contaminación a nivel global lo constituye el consumismo extremo que deriva del sistema capitalista. Es por esta
razón que existen un sinnúmero de programas, tratados y acuerdos internacionales para erradicar la pobreza y cuidar
el medio ambiente con vistas al buen vivir presente y futuro. En este sentido, el concepto de desarrollo social
sostenible implica una serie de acciones concretas con las que los distintos países deben comprometerse.

El desarrollo social sostenible tiene diferentes definiciones que a continuación se mencionan (Villalobos-Álvarez,
2018):

Es aquel capaz de satisfacer


las necesidades actuales sin
comprometer los recursos y
Largoplacismo
las posibilidades de las
as pos b dades de as

futuras regiones. (Villalobos-


Álvarez, 2018, p. 2).

El desarrollo social sostenible


se refiere al proceso por
medio del cual una
comunidad logra niveles cada
Comunidad
vez mayores de calidad de
vida... a través del trabajo
colaborativo entre sus
integrantes, con logros

El desarrollo social sostenible


es aquel que presenta las
siguientes características:
autosuficiencia regional,
Recursos
importancia de la naturaleza
para los humanos y uso eficaz
de los recursos. (Villalobos-
Álvarez, 2018, p. 2).
“Teniendo en cuenta que el desarrollo social sostenible se basa en una transformación de una sociedad de la
información o una sociedad de red hacia una sociedad del conocimiento” (Villalobos-Álvarez, 2018, p. 2), es
fundamental el papel de la educación y la cultura para la adquisición, asimilación y creación de conceptos que
permitan enriquecer a toda la comunidad no solo en ámbitos académicos, sino con nuevas competencias en general.

Debemos promover un cambio radical desde la sociedad actual, con las practicas
económicas actuales, hacia nuevas prácticas que promulguen una verdadera acción
responsable y sostenible. Solo así lograremos una mejora genuina de la calidad de vida
de las personas que favorezca el desarrollo económico, cultural y vital a nivel global.

Es verdadero porque el concepto mismo de desarrollo sostenible implica una responsabilidad


social que actúe sobre la calidad de vida presente sin descuidar a las futuras generaciones.

Es falso porque los distintos sectores tienen diferentes responsabilidades. Son los Estados lo
que deben garantizar la sustentabilidad de sus propios desarrollos tecnológicos, no las
empresas ni organizaciones civiles.

SUBMIT
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Artaraz, M. (2002). Teoría de las tres dimensiones de desarrollo sostenible. Ecosistemas. Revista de Ecología y
Medio Ambiente X, 3. Recuperado de https://revistaecosistemas.net/index.php/ecosistemas/article/viewFile/614/580

Comelli, M., Hadad, M. G. y Petz, M. I. (2010), Hacia un desarrollo (in)sostenible en América Latina. El caso de la
minería a cielo abierto en argentina. Argumentos. Revista de Crítica Social 12, pp. 132-157. Buenos Aires,
Argentina: Universidad de Buenos Aires. Recuperado de
https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/argumentos/article/view/882/768

Figura 1. Nojhan y HUB1. (2017). Desarrollo sostenible.svg [con licencia CC BY-SA 2.0 FR
(https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/fr/deed.en)]. Recuperado de
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Desarrollo_sostenible.svg

Villalobos-Álvarez, R. A. (2018). Desarrollo social sostenible. En J. Vélez (Coord.), Memorias del II Congreso
Internacional de Tecnología, Ciencia y Educación para el Desarrollo Sostenible. Ciudad de México, México: Centro
Universitario CIFE-CORCIEM. Recuperado de
https://www.researchgate.net/publication/330938213_Desarrollo_Social_Sostenible
Año X, Nº3 / 2001
Septiembre - Diciembre

Informes
Artaraz, M. 2002. Teoría de las tres dimensiones de desarrollo sostenible. Ecosistemas 2002/2 (URL:
http//www.aeet.org/ecosistemas/022/informe1.htm)

Teoría de las tres dimensiones de desarrollo sostenible


Miren Artaraz
Escuela Universitaria de Empresariales, Universidad del País Vasco-Euskal /
Herriko Unibertsitatea, C/ Nieves Cano, 33; 01006 Vitoria-Gasteiz

El término desarrollo sostenible aparece por primera vez de forma oficial en 1987 en el Informe
Brundtland (Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, 1987) sobre el futuro del planeta y la
relación entre medio ambiente y desarrollo, y se entiende como tal aquel que satisface las necesidades
presentes sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades. Actualmente existen múltiples interpretaciones del concepto de desarrollo sostenible y
coinciden en que, para lograrlo, las medidas a considerar deberán ser económicamente viables, respetar
el medio ambiente y ser socialmente equitativas. A pesar de este reconocimiento de la necesidad de una
interpretación integrada de estas tres dimensiones, en la práctica es necesario un cambio sustancial del
enfoque de las políticas y programas en vigor.

La incompatibilidad entre crecimiento económico y equilibrio ecológico


En el sistema económico tradicional la incompatibilidad entre crecimiento económico y
equilibrio ecológico es evidente. Existen grandes problemas de degradación ambiental:
contaminación del aire, del suelo y del agua, agotamiento de los recursos naturales
renovables y no renovables, pérdida de diversidad biológica y deforestación, entre otros.
La relación entre el medio ambiente y la economía se definió de forma explícita en 1992
en el Quinto Programa de Acción Comunitario en materia de Medio Ambiente, cuando
consideró que el crecimiento económico es insostenible "si no se tienen en cuenta las
consideraciones medio ambientales, no sólo como un factor restrictivo, sino como un
incentivo para aumentar la eficacia y la competitividad, sobre todo en el mercado
mundial" (Comisión de Comunidades Europeas, 1992).
En los posteriores Informes y Programas comunitarios aparecen nuevos términos como
el de rendimiento ecológico, que plantea como política de producción utilizar menos
recursos naturales para obtener el mismo nivel de productividad económica o valor
añadido. Se insiste también en los conceptos de producción y consumo sostenibles, para
conseguir el desarrollo sostenible y con ello el equilibrio entre la economía y la
ecología.
Teoría de las tres dimensiones del concepto de desarrollo sostenible
Actualmente no existe consenso acerca del significado de desarrollo sostenible (existen
más de cien definiciones), ya que tampoco lo hay acerca de qué es lo que debe
sostenerse. Según los autores, el desarrollo sostenible consistirá en:
Año X, Nº3 / 2001
Septiembre - Diciembre

- sostener los recursos naturales (Carpenter, 1991);


- sostener los niveles de consumo (Redclift, 1987);
- lograr la sostenibilidad de todos los recursos: capital humano, capital
físico, recursos ambientales, recursos agotables (Bojo et al., 1990);
- perseguir la integridad de los procesos, ciclos y ritmos de la naturaleza
(Shiva, 1989);
- sostener los niveles de producción (Naredo, 1990). Según este autor,
una actividad sostenible es aquella que o bien utiliza productos
renovables o bien, al menos, financia la puesta en marcha de un proyecto
que asegure tanto la producción renovable de un bien substitutivo del
consumido, como la absorción de residuos generados sin daño para los
ecosistemas. La mayoría de las políticas están diseñadas orientadas a
cambios en la producción.
Muchas de las interpretaciones de
desarrollo sostenible coinciden en que,
para llegar a ello, las políticas y acciones
para lograr crecimiento económico
deberán respetar el medio ambiente y
además ser socialmente equitativas para
alcanzar el crecimiento económico. En el
Consejo Europeo de Gotemburgo de
2001 su presidenta Nicole Fontaine
recalca "la voluntad de la Unión Europea
a favor de un desarrollo sostenible, Figura 1. Las tres dimensiones del concepto de
cuyas tres dimensiones, la económica, la sostenibilidad.
social y la medioambiental, son
indisociables".
Este concepto de sostenibilidad puede ser gráficamente representado mediante un
triángulo equilátero, cuya área central representaría la zona de equilibrio para el
desarrollo sostenible (Figura 1).
Dimensión económica
La crisis económica internacional de 1973 puso en duda por un lado, el modelo
económico de crecimiento, que consideraba que la naturaleza ofrecería de forma
ilimitada los recursos físicos (materias primas, energía, agua), y por otro lado, su
compatibilidad con la conservación del medio ambiente. Según Redclift (1996), "los
efectos externos, entre los que destaca el efecto invernadero y la destrucción de la capa
de ozono, no son consecuencia de la escasez, sino de la imprudencia e insostenibilidad
características de los sistemas de producción".
Se propone incluir en el cálculo del PIB el coste para el medio ambiente de las
actividades económicas e industriales. En 1990 el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo, en su primer Informe sobre Desarrollo Humano, elaboró el Índice de
Año X, Nº3 / 2001
Septiembre - Diciembre

Desarrollo Humano, que mide el progreso de un país a partir de la esperanza de vida, el


nivel educacional y el ingreso per cápita. Esto supondría el primer paso para pasar de la
noción de Crecimiento, que es lo que mide el PIB, a la de Desarrollo, un concepto más
cualitativo en lo que a calidad de vida se refiere.
También se han creado los indicadores de desarrollo sostenible, unos indicadores
empíricos que permiten identificar en el mundo real las tendencias de determinados
parámetros para poder así determinar y evaluar si nos estamos acercando hacia el
desarrollo sostenible. En el Informe que la Comisión de Desarrollo Sostenible de las
Naciones Unidas elaboró en 2001 aparecen estos indicadores clasificados según el nivel
en el que pretenden hacer las estimaciones: sociales, económicos, medioambientales e
institucionales (dimensión no analizada explícitamente en el presente artículo) (Tabla
1).

Tabla 1. Temas analizados por los indicadores de desarrollo sostenible (Fuente: Indicators of Sustainable
Development: Framework and Methodologies, 2001).

SOCIALES MEDIOAMBIENTALES ECONÓMICOS INSTITUCIONALES

Estructura
Equidad Atmósfera Sistema institucional
económica

Sistema Capacidad
Salud Tierra
Institucional institucional

Océanos, mares y
TEMAS Educación
costas

Alojamiento Agua dulce

Crimen Biodiversidad

Población

Dimensión social
Según Redclift (1996), "la gestión y los conflictos ambientales están relacionados con
dos procesos: la forma en que las personas dominan la naturaleza y la dominación
ejercida por algunas personas sobre otras". La dominación que ejercen los seres
humanos sobre el medio ambiente, es algo muy evidente. En cuanto al poder que
ejercen los países desarrollados sobre los países en vías de desarrollo debido a las
exportaciones de recursos naturales, existe por parte de los primeros sobre los segundos
lo que se conoce como deuda ecológica, ya que si no se consideran las externalidades ni
los costos sociales, los precios que pagan los países desarrollados no reflejan el valor
real del recurso y su extracción. Además, si se aplica la valoración ambiental en
términos de costos y beneficios, es decir, cuantificar la disposición a pagar por la
mejora de la calidad ambiental, la diferencia entre países es enorme, ya que "el sustento
Año X, Nº3 / 2001
Septiembre - Diciembre

básico en los países subdesarrollados requiere el sacrifico de la calidad ambiental a


favor de la ganancia económica a corto plazo"
En esta dimensión social está además implícito el concepto de equidad. Existen tres
tipos de equidad. El primer tipo es la equidad intergeneracional propuesta en la propia
definición de desarrollo sostenible del Informe Brundtland. Esto supone considerar en
los costes de desarrollo económico presente la demanda de generaciones futuras. El
segundo tipo es la equidad intrageneracional, e implica el incluir a los grupos hasta
ahora más desfavorecidos (por ejemplo mujeres y discapacitados) en la toma de
decisiones que afecten a lo ecológico, a lo social y a lo económico. El tercer tipo es la
equidad entre países, siendo necesario el cambiar los abusos de poder por parte de los
países desarrollados sobre los que están en vías de desarrollo. Este Informe comenta el
satisfacer las necesidades esenciales de las personas, y esto supone dar más importancia
a los desfavorecidos que la que han tenido hasta el momento.
Dimensión ecológica
Las sostenibilidad en términos ecológicos supone que la economía sea circular, que se
produzca un cierre de los ciclos, tratando de imitar a la naturaleza. Es decir, hay que
diseñar sistemas productivos que sean capaces de utilizar únicamente recursos y
energías renovables, y no producir residuos, ya que éstos vuelven a la naturaleza
(compost, por ejemplo) o se convierten en input de otro producto manufacturado.
En el Sexto Programa Marco Comunitario se cita por primera vez el término Política de
Productos Integrada, y según se analiza en el Libro Verde sobre Política de Productos
Integrada que elaboró la Comisión de las Comunidades Europeas en 2001, tiene como
objetivo reducir los efectos ambientales de los productos durante su ciclo de vida. Se
considera el ciclo vital del producto completo, desde su extracción hasta la gestión final
del residuo cuando su vida termina. Esta política se centra en las tres etapas que
condicionan el impacto ambiental del ciclo de vida de los productos. Por un lado la
aplicación del principio de "quien contamina paga" a la hora de fijar los precios, para
que el productor asuma su responsabilidad integrando en los precios el coste ecológico.
Por otro lado la elección informada del consumidor mediante el etiquetado. Y por
último el diseño ecológico del producto. Para realizar este tipo de diseño, se consideran
adecuadas las herramientas Inventarios del Ciclo de Vida (ICV) y el Análisis del Ciclo
de Vida (ACV). Esta última se comenzó a utilizar en la década de los 70, e identifica,
cuantifica y caracteriza los diferentes impactos ambientales basándose en un inventario
de flujos entrantes y salientes del sistema, calculando los requerimientos energéticos y
de materiales y las emisiones producidas. Dos direcciones interesantes en la Web con
información, programas, ejemplos y "demos" son
http://iisd1.iisd.ca/business/lifecycle.htm y http://www.Ecosites.co.uk/.
"Lo que hizo que el movimiento global por el desarrollo sostenible fuera diferente de
otros esfuerzos medioambientales que lo precedieron fue el reconocimiento de la
interrelación entre los elementos críticos del desarrollo económico, de la política social
y de la protección medioambiental" (Cooper, 1999). La interpretación integrada de estas
tres dimensiones supone considerar el sistema económico dentro de los sistemas
naturales, y no por encima de ellos, es decir, aplicar una interpretación global y no
unidimensional. Todos los agentes sociales, que tratarán de lograr la sostenibilidad a
Año X, Nº3 / 2001
Septiembre - Diciembre

largo plazo, y el propio sistema natural, establecerán los límites del sistema
medioambiental, como por ejemplo el del consumo máximo posible de recursos
naturales. Es después cuando aparecen los instrumentos económicos, no como
determinantes, sino como un camino para lograr la solución más eficiente. En la
búsqueda de un desarrollo sostenible global, a la hora de tomar decisiones, habrá que
considerar también reducir las diferencias sociales entre seres humanos, para acabar con
las actuales desigualdades e inequidades, tanto dentro de cada país como entre países.

Conclusiones
Aunque se reconoce que el desarrollo económico y social y la protección
medioambiental son componentes interdependientes del desarrollo sostenible, y que se
ha avanzado en determinados aspectos como la utilización de herramientas de análisis e
instrumentos tales como los indicadores de desarrollo, en la práctica, y como refleja el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente de 1997 "el progreso hacia
un futuro global sostenible es demasiado lento. Falta un sentido de urgencia, nacional e
internacional, y los fondos y la voluntad política son insuficientes". Es necesario un
cambio de enfoque respecto a las políticas y programas actualmente en vigor, porque
"existe la necesidad de reconocer el concepto de desarrollo sostenible como alternativa
a la visión establecida, y no como modificación de la misma"(Redclift, 1996) Es decir,
la sostenibilidad no es un objetivo factible si lo que se pretende es adaptar los modelos
de desarrollo económico actuales. Habrá que promover nuevos planteamientos en
cuanto a la gestión de recursos, el papel de mercado, las políticas institucionales,
sociales, económicas y medioambientales.

Referencias
Bojo, J., Maler, K.G. y Unemo, L. 1990. Environment and development:
an economic approach. Dordrecht. Kluwer.
Carpenter, S.R. 1991. Inventing Sustainable Technologies. Ed: J. Pitt y
E. Lugo, The Technology of Discovery and the Discovery of Technology.
Proceedings of the Sixth International Conference of the Society for
Philosophy and Technology. Blacksburg.
Comisión de las Comunidades Europeas. 1992. Quinto Programa de la
Unión Europea en materia de medio ambiente. Hacia un desarrollo
sostenible. Bruselas.
Comisión de las Comunidades Europeas. 2001. Sexto Programa de
Acción de la Comunidad Europea en materia de medio ambiente.
Bruselas. URL: http://europa.eu.int/eur-
lex/es/com/pdf/2001/es_501PC0031.pdf
Comisión de las Comunidades Europeas. 2001. Libro Verde sobre
Política Integrada del Producto. Bruselas. URL:
http://europa.eu.int/eur-lex/es/com/gpr/2001/com2001_0068es01.pdf
Año X, Nº3 / 2001
Septiembre - Diciembre

Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo. 1987. Our


Common Future. Oxford University Press. Oxford.
Liderazgo y responsabilidad social

En esta lectura nos concentraremos en algunos conceptos que nos permitan comprender con
mayor profundidad la relevancia de la responsabilidad para la solidez de una ciudadanía
corporativa que valore y proteja el medio ambiente, luche por la erradicación de la pobreza y
genere innovación y desarrollo con vistas a mejorar la vida de futuras generaciones.

Liderazgo asociativo

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Liderazgo asociativo

En una empresa que se encuentra capacitando a sus gerentes en responsabilidad social, una de las principales
cuestiones por tratar es el liderazgo asociativo. En este sentido, capacitar en materia de responsabilidad social
implicaría generar y estimular la capacidad asociativa, lo cual supone:

Impulsar liderazgos capaces de mandar obedeciendo, donde cada miembro tenga un espacio de
iniciativa y responsabilidad hacia dentro, y encare procesos de articulación hacia fuera.

Potenciar la solución integral y creativa, a través de redes y trabajo conjunto, de problemas sociales
que son cada vez más complejos y están interrelacionados, logrando mejores resultados.

Unificar metas, usar eficientemente los recursos, a través de un planteo intersectorial de la


responsabilidad social.

Establecer consensos, acuerdos, pactos implícitos o explícitos para regular una actuación conjunta.

Actuar cooperativamente, sobre la base de la confianza y la expectativa de reciprocidad.

Generar sinergias del grupo, que superan la suma de las cualidades individuales.

Figura 1. Liderazgo
Fuente: [Imagen sin título sobre liderazgo]. (s. f.). Recuperada de https://genesin.biz/los-tres-principios-
del-liderazgo/

Este tipo de enfoque pretende, como se puede observar en los rasgos señalados, un borramiento de un enfoque
individualista para pasar a otro que pretende destacar la capacidad asociativa de los agentes. En este sentido, el
liderazgo se trabaja desde una perspectiva de responsabilidad, compromiso y valoración de los agentes participantes
y promoviendo la vinculación entre la empresa y la comunidad.

Una empresa de producción textil de la puna argentina se interesa por que su producción
sea ecológica. Por lo tanto, no solo pretende mejorar los mecanismos y procesos de
abastecimiento de materia prima y producción interna, sino que pretende que todos los
participantes de la empresa estén capacitados en materia de responsabilidad social.
Teniendo cuenta las características de una perspectiva asociativa, podemos decir que sus
líderes deberán encarnar un perfil con las siguientes características:

Ser autoritario.
Generar consenso.

Fomentar la participación de todo el grupo.

Ser modelo de profesional responsable.

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Es en este sentido que Bernardo Kliksberg (2008) expresa con claridad la idea del enfoque asociativo y la
integración, cuando afirma que es posible la construcción de una economía con rostro humano en la Argentina y que
uno de sus ejes es una política social activa.

Hacia una política social


Ahora bien, en la Argentina, al igual que en muchos países de América Latina, existen límites para expensar en una
política social activa. Estos límites están sostenidos por lo que Kliksberg (2008) denomina falacias, es decir falsas
ideas, que impiden el planteo de una política social que pueda tener los resultados deseados por la comunidad. Varias
de estas falacias tienen que ver con una visión fragmentada de la realidad, con la poca o nula articulación entre
sectores y actores de la sociedad. Las que el autor enumera son:

Ahora bien, en la Argentina, al igual que en muchos países de América Latina, existen
límites para expensar en una política social activa. Estos límites están sostenidos por lo

que Kliksberg (2008) denomina falacias, es decir falsas ideas, que impiden el planteo de
una política social que pueda tener los resultados deseados por la comunidad. Varias de
estas falacias tienen que ver con una visión fragmentada de la realidad, con la poca o
nula articulación entre sectores y actores de la sociedad. Las que el autor enumera son:
Esta falacia implica que lo único que importa es la política económica. Lo correcto sería integrar ambas políticas y
lograr una política socioeconómica, con variables productivas y sociales.

Política social como asistencialismo



Esto se opone a políticas estructurales, de creación de empleo. La solución es, primero, aceptar que ayudar es un
mandato ético, se debe asistir al que lo necesita; y lo segundo es pensar que esto no es opuesto a generar
oportunidades (capacitación, acceso a crédito, a tecnologías), y que ambas cosas pueden integrarse en una misma
política social.

Oposición Estado/sociedad civil



Lo social es de uno u otro, y hay que optar. Esto no es así; la articulación entre ambos es clave para potenciar el
esfuerzo complementario. Así, si el Estado debe garantizar los derechos en una sociedad democrática, la sociedad
civil debe aportar a esto con el voluntariado y la responsabilidad social empresaria, actuaciones que en nuestro país
están muy desvalorizadas, no así en Europa, donde el empresariado está trabajando mucho más adelante en estos
temas.

Concepción del pobre como objeto y no como sujeto



La política social exitosa es aquella que cree en los pobres, que les da cierto poder. Los pobres en América Latina
tienen un enorme capital social, valores milenarios, conciencia comunitaria, cultura, todo lo cual puede producir
resultados asombrosos si se potencia y se impulsa con seriedad la participación comunitaria.

En este sentido se planeta que la política pública, de acuerdo con el economista Kliksberg (2008), debe consistir en
una perspectiva socioeconómica y descentralizada. Tal perspectiva política debe implicar la cogestión por parte de la
ciudadanía, con participación y buena gerencia social. En último lugar, debe generar redes y alianzas con la
responsabilidad social empresaria, el voluntariado y otros sectores de la sociedad civil. En estos marcos, es la
responsabilidad social la que facilita las soluciones integrales y promueve el equilibro para la toma de decisiones que
afectan a toda la comunidad.

Complejicemos el ejemplo con el que iniciamos: una empresa textil de reciente formación produce con la
participación de la comunidad de un pueblo de la puna. Esta vinculación obliga a los licenciados en turismo y a los
diseñadores textiles a asumir un rol activo con la comunidad y, para fomentar la participación de todos los agentes, se
plantea una capacitación de los representantes de la comunidad con el objetivo de unificar metas, usar eficientemente
los recursos. En este ejemplo, la capacitación que se brinda a la comunidad en materia de responsabilidad social
también implicará la participación de los miembros de la empresa con el fin de lograr, desde las bases, un contrato
social entre ellos y la comunidad puneña.

Figura 2. Mujer tejiendo en telar

Fuente: [Imagen sin título sobre mujer tejiendo en telar]. (s. f.). Recuperado de
https://www.google.com/imgres?imgurl=https%3A%2F%2Finsalta.info%2Fuploads%2Fpueblos-
originales-1.jpg
Liderazgo y contrato social
En módulos anteriores hemos estudiado la propuesta de un “nuevo contrato social” para integrar a todos los actores
sociales en un trabajo conjunto frente a las actuales realidades del mundo. A continuación, se exponen planteos y
realidades con diversas perspectivas desde sectores y autores, que muestran cómo se estructuran las relaciones en un
entramado donde la participación, la integración, la asociación son los ejes del “nuevo contrato social”. Luis Perera
afirma que se necesita un esfuerzo de integración entre la academia, la empresa y la sociedad. Siguiendo a Atle
Midtum, hace un paralelo con la idea de Montesquieu de un Estado saludable con el equilibrio de los tres Poderes, y
considera que el mundo solo está alcanzando soluciones imperfectas y tiene gran necesidad de acciones colectivas
que, de formas creativas y nuevas, involucren la participación de los tres poderes de la sociedad (gobiernos;
mercados y negocios; y organizaciones de la sociedad civil), para mantener el orden global, y particularmente el de
América Latina (Perera, 2011).

La empresa que mencionamos en estas tres partes requiere la figura del nuevo contrato social. Aun así, en América
Latina existe una visión muy pobre sobre la responsabilidad social de la empresa, que se contrapone a los grandes
avances de Europa occidental en cuanto al cambio en la opinión pública que ha generado este tema y ha llevado a
resultados muy claros. La concepción de la empresa que allí y en Estados Unidos predomina es la de que es un motor
de la economía, y le corresponde el apoyo en la producción de bienes; pero como lo que hace impacta en los
ciudadanos, debe ser responsable y constituirse en un ciudadano ejemplar. Esto es lo que se llama ciudadanía
corporativa, que en nuestro ejemplo se sustenta a partir del objetivo de vincular los saberes técnicos de los
profesionales a la comunidad puneña.

Liderazgo asociativo y comunidad corporativa


Según Estrella Peinado-Vara, la ciudadanía corporativa es el primer paso hacia la responsabilidad social empresaria,
y tiene que ver con minimizar el impacto negativo en la sociedad y el medio ambiente (Peinado-Vara, 2011).

Empresas como las que hemos descripto, particularmente en países con economías emergentes como es el caso de la
mayor parte de América Latina, se desenvuelven en un entorno donde ejercen una gran influencia.

La participación en la sociedad requiere de un conjunto de estrategias y herramientas que peritan una vinculación
armónica entre la empresa, el Estado y la comunidad.
La lectura del siguiente material (desde la página 1 a la página 20, esto es, 11 a 24 del PDF) permitirá comprender
con mayor profundidad en qué consiste la mirada participativa como criterio fundamental para el liderazgo
participativo.

Herramientas para el desarrollo participativo.pdf


2.5 MB

Con base en la lectura propuesta y recordando el caso de nuestra empresa textil, responde la siguiente actividad:

Para generar mayor participación de la comunidad en el proyecto de la empresa, los


profesionales y gestores deben plantear un conjunto de normas presentadas a la
comunidad de modo unilateral. La participación de la comunidad será indirecta y las
mediaciones no serán sensibles al estado de ánimo de los participantes.

Es verdadero, porque para que una empresa logre el equilibrio deseado con la sociedad debe
fijar sus propias normas cuidando su propia rentabilidad.

Es falso, porque para que una empresa logre el equilibro deseado con la comunidad debe
fomentar el diálogo y el reconocimiento de todos los participantes del proyecto y miembros
de la comunidad.

SUBMIT
Las comunidades donde operan buscan en las empresas el liderazgo para la solución de muchos
de sus problemas. Sin pretender que el sector privado substituya el papel del Estado, o que se
convierta en la fuente de todas las soluciones, la ciudadanía corporativa supone llevar a cabo las
operaciones respetando al resto de los actores en la sociedad, comportándose como una buena
ciudadana y, de esta manera, contribuyendo a mejorar, o al menos a no empeorar, la calidad de
vida de la población y del medio ambiente cuyos recursos consume para poder llevar a cabo su
actividad. (Peinado-Vara, 2011, p. 67).

Figura 3. El acuerdo como base del contrato social y el


liderazgo asociativo

Fuente: [Imagen sin título sobre contrato social]. (s. f.). Recuperada de
https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=en-vista-de-un-acuerdo-social
En un escalón más alto se encuentra la responsabilidad social empresaria, integrada a las acciones de la empresa con
atención a las diversas partes interesadas. La gestión incorpora estas prácticas responsables en lo social y ambiental
consiguiendo mejoras competitivas mientras impacta positivamente en el entorno, lo cual a su vez beneficia a las
operaciones en un círculo virtuoso (Peinado-Vara, 2011).

Desde el sector público, existe una carencia de políticas que promuevan e incentiven el comportamiento responsable
de las empresas desde lo social y lo ambiental, y otros temas claves como la solución en derechos humanos,
contaminación, trabajo infantil, mercados financieros que funcionen, etcétera. En este sentido, el Estado debería
impulsar medidas que agilicen el clima de negocios, y, luego, facilitar incentivos para una conducta responsable, que
desde el mercado mismo sea exigida a través de los consumidores, financiadores, empleados y sociedad civil,
sosteniendo de esta forma la voluntariedad de la responsabilidad social empresaria (Peinado-Vara, 2011). Otra acción
más para encarar desde el sector público es “el fortalecimiento de la sociedad civil y la creación, con el apoyo del
Estado, de oportunidades de diálogo entre las partes” (Peinado-Vara, 2011, p. 80).

El tejido empresarial de Latinoamérica no puede ignorar los problemas que suponen la falta de
infraestructura, la debilidad de las instituciones y un clima de negocios no del todo conducente.
Produciendo bienes y servicios de forma responsable se puede contribuir a aliviar alguna de estas
deficiencias, o al menos contribuir a cierta estabilidad social que influya en estos elementos de
fondo. (Peinado-Vara, 2011, p. 81).
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Cordero, C. y De la Cruz, C. (2012). La responsabilidad social en las organizaciones del Tercer Sector.
Orientaciones para su aplicación. Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia. Recuperado de
http://www.3sbizkaia.org/wp-content/uploads/1291_CAST-publicacion.pdf

Figura 1. [Imagen sin título sobre liderazgo]. (s. f.). Recuperada de https://genesin.biz/los-tres-principios-del-
liderazgo/

Figura 2. [Imagen sin título sobre mujer tejiendo en telar]. (s. f.). Recuperado de https://www.google.com/imgres?
imgurl=https%3A%2F%2Finsalta.info%2Fuploads%2Fpueblos-originales-1.jpg

Figura 3. [Imagen sin título sobre contrato social]. (s. f.). Recuperada de https://www.losandes.com.ar/article/view?
slug=en-vista-de-un-acuerdo-social

Geilfus, F. (2002). 80 herramientas para el desarrollo participativo. San José, Costa Rica: Instituto Interamericano de
Cooperación para la Agricultura. Recuperado de http://ejoventut.gencat.cat/permalink/aac2bb0c-2a0c-11e4-bcfe-
005056924a59

Kliksberg, B. (2008). Más ética, más desarrollo [17ma. Ed.]. Buenos Aires, Argentina: Temas.

Licha, I.(2002). El debate actual sobre desarrollo participativo. En Licha, I. (Ed.) Gerencia social en América Latina
Enfoques y experiencias innovadoras. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Recuperado en:
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Gerencia-social-en-Am%C3%A9rica-Latina-Enfoques-
y-experiencias-innovadoras.pdf
Peinado-Vara, E. (2011). RSE en América Latina. En A. Vives y E. Peinado-Vara (Eds.), La responsabilidad social
de la empresa en América Latina (pp. 65-82). Washington, D. C., Estados Unidos: Banco Interamericano de
Desarrollo. Recuperado de https://www.pwc.com/cl/es/publicaciones/assets/la-responsabilidad-social-de-la-empresa-
en-america-latina.pdf

Perera, L. (2011). Las instituciones del mercado financiero. En A. Vives y E. Peinado-Vara (Eds.), La
responsabilidad social de la empresa en América Latina (pp. 267-293). Washington, D. C., Estados Unidos: Banco
Interamericano de Desarrollo. Recuperado de https://www.pwc.com/cl/es/publicaciones/assets/la-responsabilidad-
social-de-la-empresa-en-america-latina.pdf
Construcción de espacios de participación tendientes al
modelo social inclusivo

En la presente lectura integraremos algunos de los conceptos que trabajamos en las que
integran este módulo. Se realizará un breve resumen sobre la historia de concepto de enfoque
participativo y se profundizará sobre el concepto de participación comunitaria.

Participación como inclusión

Video conceptual

Referencias

Revisión del módulo


LECCIÓN 1 de 4

Participación como inclusión

Hemos hablado en las lecturas anteriores de la importancia de la participación para el desarrollo sostenible. Ahora
profundizaremos en el enfoque participativo. El desarrollo participativo nace del empuje de gobiernos y Naciones
Unidas entre las décadas de 1950 y 1960, con el objeto de aportar en la modernización de las sociedades en
desarrollo con importantes grupos de población rural. En los últimos treinta años ha experimentado cambios, con la
aparición de nuevos actores en escena, como las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los movimientos
sociales, muchos de ellos con una visión del desarrollo centrado en las personas que se vincula al desarrollo
participativo (Licha, 2002).

La siguiente lectura (en especial desde la página 69 hasta la 82) permite profundizar en el concepto de participación.

Gerencia-social-en-América-Latina-Enfoques-y-experiencias-
innovadoras.pdf
1.6 MB

La acción de estos grupos sociales los distingue en dos: los defensivos, que enfrentan la situación crítica de las
comunidades pobres, y los que buscan el cambio de prácticas institucionalizadas de la sociedad (Licha, 2002).
Este segundo grupo insiste en formas alternativas de desarrollo y asignación de recursos de
inversión, proponiendo opciones que apuntan a la reorientación de la economía en función de las
necesidades de la comunidad, mediante acciones equitativas y sostenibles. En términos sociales,
estos grupos plantean la instauración de organizaciones de base participativas y creativas, la
delegación de poder en los ciudadanos, la generación de ingresos y oportunidades de empleo, y el
desarrollo de servicios sociales y de infraestructura financiera a nivel comunitario. En última
instancia, estos movimientos buscan crear sociedades solidarias y cooperativas, centradas en las
personas, como alternativa al modelo de desarrollo occidental que es fuertemente criticado por
fomentar el individualismo, la competitividad y la depredación del ambiente. (Licha, 2002, p. 70).

Figura 1. Responsabilidad social y participación

Fuente: [Imagen sin título sobre responsabilidad social y participación]. (s. f.). Recuperada de
https://www.marketing4food.com/responsabilidad-social-corporativa-rsc-en-el-sector-alimentario-y-
agroalimentario/
Las organizaciones y movimientos sociales que trabajan por el desarrollo comunitario utilizan como metodología la
investigación-acción participativa (IAP), que fomenta la transformación social desde la participación de los excluidos
en el mismo proceso de desarrollo para humanizar y recrear el mundo (Licha, 2002).

La realidad de la pobreza y el contexto crítico de las comunidades más vulnerables ha impulsado la revisión del
enfoque de desarrollo participativo, para dar una respuesta más acabada al desarrollo desde la participación
comunitaria. Entre los cambios introducidos en el enfoque, se entiende la participación como:

… el ejercicio del derecho de los ciudadanos y comunidades a intervenir en su propio desarrollo.


Bajo esa perspectiva, el desarrollo alude al ejercicio de los derechos humanos universales (civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales), y la participación es considerada como un proceso
de concienciación, que apunta a la delegación de poder ciudadano, a la democratización de la
sociedad, a la generación de conocimiento, al desarrollo de habilidades, al fortalecimiento
institucional, y al desarrollo de un ethos democrático y cooperativo. (Licha, 2002, p. 74).

Una organización que establezca sus estrategias desde el modelo participativo debería
fomentar...

La delegación de poder a la comunidad.

La competitividad entre sus miembros.


El individualismo como base del vínculo con la comunidad.

La competitividad y el progreso de la empresa.

SUBMIT

Licha (2002) plantea que los cambios en el enfoque se plasman en dos corrientes, la paradigmática y la pragmática,
que comparten los principios del desarrollo participativo y las premisas, ya estudiadas en la lectura 1 del presente
módulo. Ambas son complementarias, en tanto una acentúa más bien lo teórico, estratégico y valorativo del modelo
de desarrollo participativo; y la otra se orienta a resultados inmediatos y al uso de instrumentos adecuados para
promover el desarrollo participativo. El siguiente cuadro repasa y amplía lo estudiado sobre dichas vertientes del
desarrollo participativo.

Inclusión social
A partir del enfoque participativo, un nuevo consenso se perfila desde principios del siglo XXI en relación con la
participación como estrategia clave del desarrollo, modificando los enfoques anteriores que suscitaban debates y
etiquetamientos ideológicos de ella (Kliksberg, 2008). Evidencia de este acuerdo es que muchos organismos
internacionales han incluido la participación como eje de acción en sus estrategias, declaraciones y proyectos,
llegando en ciertos casos a institucionalizarse como política oficial.

Entre ellos, el Banco Mundial ha incorporado los métodos participativos, con la contribución de la comunidad en el
diálogo con los países y los programas de ayuda, en el desarrollo, la promoción y la asistencia técnica que fortalezca
el involucramiento de las personas vulnerables y de bajos recursos y de los afectados por los proyectos. La
Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha venido trabajando durante las dos últimas décadas en integrar la
participación en los programas de cooperación técnica en lo económico y social, como también lo hizo el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), que, en 1997, editó el Libro de consulta sobre participación, donde afirmaba que
la participación era una nueva forma de cooperación para el desarrollo en los años noventa. A su vez, la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD) sitúa la participación como factor clave en la cooperación
para el desarrollo, y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) promueve una participación total de
la gente, afirmando que esta es esencial en el desarrollo humano (Kliksberg, 2008).

Figura 2. Cumbre para la Tierra. Agenda 21

Fuente: ONU, 1992, https://bit.ly/3aCEWbd

Incluso la Agenda 21 (o Programa 21), de la Declaración de Río de 1992, indica que la participación de la sociedad
civil es un elemento imprescindible para avanzar hacia la sostenibilidad. En el Preámbulo del Capítulo 1 se afirma
que:

1.3 El Programa 21 aborda los problemas acuciantes de hoy y también trata de preparar al mundo
para los desafíos del próximo siglo. Refleja un consenso mundial y un compromiso político al
nivel más alto sobre el desarrollo y la cooperación en la esfera del medio ambiente. Su ejecución
con éxito incumbe, ante todo y sobre todo, a los gobiernos. Las estrategias, planes, políticas y
procesos nacionales son de capital importancia para conseguir esto. La cooperación internacional
debe apoyar y complementar tales esfuerzos nacionales. En este contexto, el sistema de las
Naciones Unidas tiene una función clave que desempeñar. Otras organizaciones internacionales,
regionales y subregionales tienen también que contribuir a ese esfuerzo. (ONU, 1992,
https://bit.ly/3eSs6cj).

Asimismo, se debe alentar la participación más amplia del público y la participación activa de las organizaciones no
gubernamentales y de otros grupos. Y más adelante, en el Preámbulo del Capítulo 23, en la Sección III, donde se
refiere al fortalecimiento del papel de los grupos principales, se establece que la participación auténtica de todos los
grupos sociales tendrá una importancia decisiva en el cumplimiento eficaz de los objetivos, las políticas y los
mecanismos acordados por los gobiernos en todas las áreas del Programa 21 (ONU, 1992, https://bit.ly/2VDWYp2).

El Programa 21 implica el compromiso de las organizaciones civiles y de las empresas


privadas para su ejecución con éxito.

Es verdadero, porque solo el sector privado y el tercer sector tienen la capacidad de aplicar
con éxito los objetivos de la Agenda 21.

Es falso, porque los gobiernos son los que pueden generar mayor impulso para la ejecución
con éxito de los objetivos de la Agenda 21.

SUBMIT

En este sentido, uno de los requisitos fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible es la amplia participación
de la opinión pública en la adopción de decisiones. Además, en el contexto más concreto del medio ambiente y el
desarrollo, se ha hecho evidente la necesidad de emplear nuevas formas de participación (ONU, 1992).
Se trata de la necesidad de que las personas, los grupos y las organizaciones participen en los
procedimientos de evaluación del impacto ambiental, conozcan el mecanismo de adopción de
decisiones y participen en él, sobre todo cuando exista la posibilidad de que esas decisiones
afecten a las comunidades donde viven y trabajan. Toda persona, grupo u organización debería
tener acceso a la información relativa al medio ambiente y el desarrollo con que contaran las
autoridades nacionales, incluso a la información acerca de productos y actividades que tuvieran
consecuencias importantes para el medio ambiente o hubiera probabilidades de que las tuvieran,
así como a la información sobre las medidas de protección del medio ambiente. (ONU, 1992,
https://bit.ly/2VDWYp2).

La participación de la sociedad civil en la gestión de los recursos y en las decisiones de conservación del medio
ambiente es planteada como un pilar del desarrollo sustentable, ya que permite facilitar un mejor aprovechamiento de
los recursos naturales y contribuye a mejorar las condiciones socioeconómicas de la población, promoviendo
patrones de consumo adecuados, fortaleciendo estructuras sociales y preservando los ecosistemas. Todo ello genera
una transformación en las condiciones de desigualdad en las que opera el mercado que posibilita a las personas el
ejercicio pleno de la libertad y de los derechos fundamentales en la búsqueda de soluciones para los problemas de su
entorno político, social, económico y ambiental.

Para que el desarrollo sustentable sea viable, se necesita tecnología y organización social. Para esto se debe fortalecer
la capacidad económica y social de la población. Por ello, políticas reguladoras e incentivos son requeridos en este
sentido, a fin de que la sociedad tome parte en la construcción e implementación de políticas de desarrollo ambiental,
económico y social, según sus prioridades y preferencias.

Sin embargo, puede verse una luz desde la óptica de Bernardo Kliksberg (2008), para quien este movimiento a favor
de la participación excede a los organismos del sistema de cooperación internacional, y en América Latina las
sociedades están presionando cada vez más desde abajo hacia arriba por estructuras participativas, exigiendo que
sean genuinas. Esto explica el apoyo que reciben los procesos de descentralización que se encuentran en curso como
oportunidades de ampliar la participación. El autor explica la nueva vinculación entre participación y desarrollo
como fruto de las necesidades que surgen de la realidad, una realidad con pobreza e iniquidad marcadas en el
continente, que son inadmisibles en un sistema democrático.

Para profundizar en la participación comunitaria en el desarrollo social, recomendamos leer la siguiente publicación
(especialmente, las páginas 7 a 27):

Seis tesis no convencionales sobre participación.pdf


90.1 KB

De acuerdo con el autor, y consecuentemente con la urgencia por la erradicación de la


pobreza en América Latina, el enfoque participativo presenta tres legitimidades:

La legitimidad moral, que se planteó desde muchos sectores como un derecho básico con apoyo
de las cosmovisiones éticas y religiosas.

La legitimidad política, entendida desde la historia independentista y vinculada al ideal


democrático predominantes en el continente.

La legitimidad macroeconómica y gerencial, que consiste en tomar la participación como


oportunidad para brindar instrumentos más efectivos para resolver problemas sociales que afectan
a gran parte de la población.

La legitimidad socioeconómica, como derecho fundamental de la participación libre en el


mercado, enlazado a los valores del capital.

SUBMIT
La cuestión estriba, para Kliksberg, en plantear:

¿Cómo diseñar políticas económicas con rostro humano, cómo articular estrechamente las
políticas económicas y las sociales, cómo mejorar la equidad en el continente más desigual de
todo el planeta, cómo llevar adelante alianzas virtuosas entre Estado, empresas y sociedad civil en
todas sus expresiones para enfrentar la pobreza, cómo garantizar el fundamental derecho a la
salud, hoy debilitado, y a la educación? (Kliksberg, 2008, p. 80).

RSE e inclusión social


Para el caso de las empresas, las posibilidades de actuación desde lo social son variadas. Existen temáticas comunes
para todo el mundo, como el cuidado del medio ambiente, la defensa de los derechos humanos, la erradicación del
trabajo infantil y forzado, y la garantía de condiciones laborales mínimamente aceptables. Sin embargo, en América
Latina:

El alto nivel de desigualdad en el ingreso hace que las prácticas de negocios de inclusión sean
también urgentes para llegar hasta los más pobres y vulnerables de forma práctica y efectiva (no
paternalista) (Peinado-Vara, 2012, p. 68).
Las condiciones para que se avance en la responsabilidad social empresaria son las mismas que para que exista un
buen clima de negocios, e incluyen “un marco regulatorio y fiscal óptimo y mercados financieros e instituciones que
funcionen” (Peinado-Vara, 2012, p. 68). En América Latina, muchas son las dificultades en relación con estos temas.
Sin embargo, el empresariado está avanzando en la toma de conciencia de la necesidad de un sector privado
responsable (Peinado-Vara, 2012).

Tres condiciones favorables se dan en la región para un sector privado responsable, aunque no resultan suficientes,
pero al menos indican avances:

Empresas y empresarios responsables: Multinacionales que mantienen estándares de sustentabilidad


social, económica y ambiental de la casa matriz, y empresarios con visión que apuestan a decidir
involucrando a las partes interesadas.

Empresas irresponsables: Aquellas que por sus malas conductas han sufrido consecuencias negativas
y han aprendido las ventajas de la responsabilidad.

Instituciones de promoción: Impulsadas por la sociedad civil, organizaciones empresariales y


multilaterales.

Entre los aspectos por involucrar en la responsabilidad social, el medio ambiente, las oportunidades económicas para
los excluidos, las condiciones laborales y las pymes, en una región como América Latina, son claves.
Particularmente, las oportunidades económicas para los excluidos, a través de la inclusión en las cadenas de valor de
empresas grandes a proveedores en situación de vulnerabilidad y pobreza.

Reflexiones finales
Se trata de encontrar una solución basada en la creación de oportunidades económicas para grupos
que, con cierto apoyo, pueden suministrar bienes y servicios a las empresas. Por su parte, las
empresas apoyan a estos grupos y mejoran aspectos empresariales como el abastecimiento desde
lugares cercanos, mejora de la calidad de los productos y servicios; y la periodicidad más estable
del suministro.

Con los grupos pobres y vulnerables, que no tienen acceso a servicios básicos como agua, energía,
educación, salud y recursos financieros, existen también oportunidades comerciales, puesto que
las infraestructuras son muy deficitarias y el Estado no alcanza a proveerlas. En este caso es
conveniente enfatizar el enfoque de inclusión y el desarrollo de modelos en aquellos productos y
servicios que sean estratégicos para contribuir a mejorar la vida de estas personas, y no tanto en
buscar simplemente el potencial del mercado en la base de la pirámide per se (que puede llevar a
un mayor endeudamiento de la población, por ejemplo, o a un consumo innecesario). (Peinado-
Vara, 2012, pp. 75-76).

Figura 3. Desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza


Fuente: ONU, 2017, https://bit.ly/3aF2Lzd

Algunos ejemplos incluyen enfoques integrales de la sostenibilidad que suponen el desarrollo de negocios con la
base de la pirámide para luchar contra la exclusión; capacitación para construir o fabricar viviendas o muebles para
familias de escasos recursos para generar empleos entre los mismos grupos; adquisición de financiamiento e
información en su red de distribución, para impulsar el acceso a salud, educación y mejoras en hogares (Peinado-
Vara, 2012). Los modelos de negocio inclusivos pueden ser facilitados por las nuevas tecnologías de la información y
lograr una escala importante que tenga impactos positivos. Estos instrumentos permiten el acceso a la información en
forma equitativa para los pequeños productores, lo cual puede significar una ampliación de las oportunidades de
negocio. Dichos modelos son creados para cada situación y población en particular, según sus necesidades y
potencialidades específicas en conversación con las empresas y sus estrategias, y requieren procesos de
entendimiento y adaptación importantes (Peinado-Vara, 2012).
LECCIÓN 2 de 4

Video conceptual

Video 1: Desarrollo sustentable y sostenible

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LECCIÓN 3 de 4

Referencias

Figura 1. [Imagen sin título sobre responsabilidad social y participación]. (s. f.). Recuperada de
https://www.marketing4food.com/responsabilidad-social-corporativa-rsc-en-el-sector-alimentario-y-agroalimentario/

Figura 3. ONU. (2017). Nueva alianza busca erradicar el hambre y la malnutrición en América Latina y el Caribe.
Objetivos de desarrollo sostenible. Recuperado de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2017/11/nueva-
alianza-busca-erradicar-el-hambre-y-la-malnutricion-en-america-latina-y-el-caribe/

Kliksberg, B. (1999). Seis tesis no convencionales sobre participación. Buenos Aires, Argentina: Dirección Enlace
de Recursos Institucionales, Dirección General de Políticas Sociales, Subsecretaría de Promoción y Desarrollo
Comunitario, Secretaría de Promoción Social, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Recuperado de
http://courseware.url.edu.gt/PROFASR/Estudiantes/Facultad%20de%20Ciencias%20Pol%C3%ADticas%20y%20So
ciales/Gu%C3%ADa%20de%20Estudio%20Semipresencial%20Diagn%C3%B3stico%20y%20Participaci%C3%B3
n%20Social%20I/Materiales%20adicionales%20de%20lectura/Seis%20tesis%20no%20convencionales%20sobre%2
0participaci%C3%B3n.pdf

Kliksberg, B. (2008). Más ética, más desarrollo [17ma. Ed.]. Buenos Aires, Argentina: Temas.

Licha, I. (2002). El debate actual sobre desarrollo participativo. En I. Licha (Ed.), Gerencia social en América
Latina. Enfoques y experiencias innovadoras. Washington, D. C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Recuperado
de https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Gerencia-social-en-Am%C3%A9rica-Latina-
Enfoques-y-experiencias-innovadoras.pdf

ONU. (1992). Cumbre para la Tierra. Programa 21. Recuperado de


https://www.un.org/spanish/esa/sustdev/index.htm
Peinado-Vara, E. (2011). RSE en América Latina. En A. Vives y E. Peinado-Vara (Eds.), La responsabilidad social
de la empresa en América Latina (pp. 65-82). Washington, D. C., Estados Unidos: Banco Interamericano de
Desarrollo. Recuperado de https://www.pwc.com/cl/es/publicaciones/assets/la-responsabilidad-social-de-la-empresa-
en-america-latina.pdf
LECCIÓN 4 de 4

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos

Desarrollo Social

En esta lectura estudiamos el concepto de desarrollo social con el fin de avanzar hacia una comprensión global de
del vínculo entre los sectores privado, público y organizaciones civiles.

Desarrollo Sostenible

Desarrollamos el concepto de Desarrollo social sostenible. Para ello repasamos las características del concepto
"sostenible" en relación al desarrollo social.

Liderazgo

En esta lectura nos concentramos en conceptos de una ciudadanía corporativa que tiene en cuenta el medio
ambiente, pobreza y genere innovación y desarrollo con vistas a mejorar la vida de futuras generaciones.
Construcción de espacios

En la presente lectura se realizo un breve resumen sobre la historia de concepto de enfoque participativo y se
profundizo sobre el concepto de participación comunitaria.
CENTRO DE DOCUMENTACIÓN EN POLÍTICAS SOCIALES

DOCUMENTOS / 18

SEIS TESIS NO CONVENCIONALES


SOBRE PARTICIPACIÓN

Bernardo Kliksberg

Dirección Enlace de Recursos Institucionales


Dirección General de Políticas Sociales
Subsecretaría de Promoción y Desarrollo Comunitario
Secretaría de Promoción Social
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

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Vicejefatura de Gobierno
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Secretaría de Promoción Social


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Subsecretaría de Promoción y Desarrollo Comunitario


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BUENOS AIRES SIN FRONTERAS

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Apoyo:

Centro de Gestión y Participación nº 1

FUNDAM, Fundación para el Desarrollo Municipal

Centro Cultural Fortunato Lacámera

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Dirección General de Estructuras y Sistemas de Información


CENTRO DE DOCUMENTACION EN POLITICAS SOCIALES
DOCUMENTOS/ 18

SEIS TESIS NO CONVENCIONALES

SOBRE PARTICIPACION


Bernardo Kliksberg∗
Documento presentado en el marco de

Buenos Aires Sin Fronteras


Un espacio para el diálogo

Buenos Aires
1999

∗ Asesor de la ONU, OIT, BID, OEA, UNESCO, y otros organismos internacionales. Director del
Proyecto Regional de las Naciones Unidas para América Latina de Modernización Estatal y Gerencia Social.
Entre otras distinciones: Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires, Profesor Emérito de la
Universidad de Congreso (Mendoza), Doctor Honoris Causa de la Universidad Baralt (Venezuela), y otras.
Actualmente, Coordinador General del Instituto Interamericano para el Desarrollo Social (INDES/BID)
(Washington, DC). Autor de 32 obras y numerosos trabajos de extendido uso internacional. Entre sus
últimas obras: “Pobreza. Un tema impostergable” (Fondo de Cultura Económica), “Pobreza. Claves para una
gerencia social eficiente” (Editorial Norma); “Social Management: some strategic issues” (United Nations,
New York); y “El rediseño del Estado. Una perspectiva internacional” (Fondo de Cultura Económica).
I. LA PARTICIPACION EN EL CENTRO DEL ESCENARIO

Hasta hace pocos años la participación comunitaria en el desarrollo económico y


social era un tema altamente polémico, objeto de fuertes controversias, fácilmente susceptible
de rápidos etiquetamientos ideológicos. Una de sus descalificaciones más frecuentes era
considerarla integrante del reino de las Αutopías” sin sentido de realidad. Actualmente se
está transformando en un nuevo consenso. Gran parte de los organismos internacionales de
mayor peso están adoptando la participación como estrategia de acción en sus declaraciones,
proyectos, e incluso en diversos casos están institucionalizándola como política oficial. Entre
ellos, el Banco Mundial publicó en 1996 un libro ≅maestro≅ sobre participación. Señala que
presenta Αla nueva dirección que el Banco está tomando en apoyo de la participación≅, y
resalta que Αla gente afectada por intervenciones para el desarrollo debe ser incluida en los
procesos de decisión≅. Su Departamento de Políticas preparó estrategias y un Plan de
Acción a largo plazo en donde se formulan lineamientos muy concretos. Entre ellos, que el
Banco fortalecerá las iniciativas de los prestatarios que fomenten la incorporación de los
métodos participativos en el desarrollo, que la participación de la comunidad será un aspecto
explícito del diálogo con el país y de las Estrategias de Ayuda al país, y que el Banco
fomentará y financiará asistencia técnica que fortalezca el involucramiento de la gente de
escasos recursos y otros afectados por el proyecto. Ya desde años anteriores el sistema de
las Naciones Unidas había integrado la promoción de la participación como un eje de sus
programas de cooperación técnica en el campo económico y social. Los informes sobre
Desarrollo Humano que viene publicando desde 1990 y que examinan problemas sociales
fundamentales del planeta, indican en todos los casos a la participación como una estrategia
imprescindible en el abordaje de los mismos. El Banco Interamericano de Desarrollo editó
en 1997 un Libro de Consulta sobre Participación. En su Introducción se indica que ΑLa
participación no es simplemente una idea sino una nueva forma de cooperación para el
desarrollo en la década del 90". Se destaca el peso que se proyecta asignarle. ΑLa
participación en el desarrollo y su práctica reflejan una transformación en la manera de
encarar el desarrollo a través de los programas y proyectos del Banco≅. La Organización
para la Cooperación y el Desarrollo (OECD) (1993) reconoce que la “participación más
amplia de todas las personas es el principal factor para fortalecer la cooperación para el
desarrollo”. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (1993) destaca
que: “La participación es un elemento esencial del desarrollo humano” y que la gente “desea
avances permanentes hacia una participación total”.

Otros organismos de cooperación internacional globales, regionales, subregionales y


nacionales están sumándose al nuevo consenso. Pero el proceso no se limita a los dadores de
cooperación y préstamos para el desarrollo. Va mucho mas lejos. En las sociedades
latinoamericanas se está dando un crecimiento continuo de abajo hacia arriba de la presión
por estructuras participatorias, y una exigencia en aumento sobre el grado de genuinidad de
las mismas. La población demanda participar, y entre otros aspectos una de las causas
centrales de su interés y apoyo a los procesos de descentralización en curso, se halla en que
entrevé que ellos pueden ampliar las posibilidades de participación si son adecuadamente
ejecutados.

Como todos los cambios significativos en la percepción de la realidad, esta relectura


de la participación como una estrategia maestra de desarrollo tiene anclajes profundos en
necesidades que surgen de la realidad. América Latina está llegando a fin del siglo XX con

5
un cuadro social extremadamente delicado. Como lo señalaron expresamente los Presidentes
de todo el Continente en la reciente Cumbre de Santiago (1998):

“Superar la pobreza continúa siendo el mayor desafío que confronta nuestro


hemisferio”.

La referencia a la pobreza como el mayor problema abierto tiene bases en los hechos.
Según el informe al respecto de una Comisión especial presidida por Patricio Aylwin (1995),
casi la mitad de los habitantes de la región están por debajo de la línea de pobreza, y el 41%
padece de algún grado de desnutrición. Según UNICEF el 60% de los niños son pobres. La
escolaridad promedio es de 5,2 años (menor a primaria completa). Según el Banco Mundial
(1996) 2.200.000 niños nacen sin que sus madres cuenten al dar a luz con asistencia médica
de ningún tipo con los consiguientes impactos en las tasas de mortalidad materna e infantil.
Asimismo, la región es caracterizada mundialmente como la más desigual del mundo. Se
observan severas iniquidades en la distribución de ingresos, el acceso a activos productivos,
el acceso al crédito y las posibilidades de obtener una educación de calidad razonable.1 Este
panorama de pobreza e iniquidad pronunciada inadmisible en un sistema democrático como el
que ha alcanzado la región después de largas luchas, y bloqueador del desarrollo, reclama
respuestas urgentes e imaginativas. Ha sido el motor fundamental del nuevo interés surgido
en torno de la participación comunitaria. La experiencia muchas veces frustrada o de
resultados limitados en las políticas y proyectos de enfrentamiento de la pobreza, ha dejado
como uno de sus saldos favorables la constatación de que en la participación comunitaria
puede haber potencialidades de gran consideración para obtener logros significativos y al
mismo tiempo mejorar la equidad.

La participación siempre tuvo en América Latina una legitimidad de carácter moral.


Desde amplios sectores se planteó con toda frecuencia como un derecho básico de todo ser
humano, con apoyo en las cosmovisiones religiosas y éticas predominantes en la región.
También tuvo continuamente una legitimidad política. Es una vía afín con la propuesta
histórica libertaria de los padres de las naciones de la región, y con el apego consistente de la
misma al ideal democrático. Ahora se agrega a dichas legitimidades otra de carácter
diferente, que no excluye las anteriores sino se suma a ellas. La participación tiene una
legitimidad macroeconómica y gerencial. Es percibida como una alternativa con ventajas
competitivas netas para producir resultados en relación a las vías tradicionalmente utilizadas
en las políticas públicas. Ello pone la discusión sobre la participación en un encuadre
diferente al de décadas anteriores. No se trata de una discusión entre utópicos y antiutópicos,
sino de poner al servicio de los severos problemas sociales que hoy agobian a buena parte de
la población, los instrumentos más efectivos, y allí aparece la participación, no como
Αimposición de algún sector, sino como oportunidad".

Como toda Αoportunidad, su movilización efectiva enfrenta fuertes resistencias de


diversa índole. Su presencia es evidente observando la vasta brecha que separa en América
Latina el Αdiscurso” sobre la participación de las realidades de implementación concreta de
la misma. En el discurso el consenso parece total, y la voluntad de llevarla adelante potente.
En la realidad el discurso no ha sido acompañado por procesos serios y sistemáticos de
implementación. Esa distancia tiene entre sus causas principales la presencia silenciosa de
bloqueos considerables al avance de la participación.

6
Este trabajo procura aportar a la reflexión abierta que es imprescindible llevar a cabo
en la región hoy para ayudar a que las promesas de la participación comunitaria puedan
hacerse realidad en beneficio de los amplios sectores desfavorecidos de la región. Para ello
plantea una serie de tesis sobre aspectos claves del tema. Tratan de poner a foco en qué
consiste la nueva legitimidad de la participación, resaltar cómo forma parte de un movimiento
más general de replanteo de la misma en la gerencia de avanzada, identificar algunas de las
principales resistencias subterráneas a la participación, y sugerir estrategias para encararlas.

El objetivo de fondo no es exhaustivizar ninguno de los temas planteados, sino ayudar


a construir una agenda de discusión históricamente actualizada sobre la materia, y estimular el
análisis colectivo de la misma.

II. Primera Tesis: LA PARTICIPACION DA RESULTADOS

Según enseña la experiencia concreta, promover y poner en marcha modelos


participativos genuinos, significa en definitiva gerenciar con excelencia. La participación da
resultados muy superiores en el campo social a otros modelos organizacionales de corte
tradicional como los burocráticos y los paternalistas.

Uno de los estudios cercanos más significativos al respecto es el llevado a cabo por
el Banco Mundial sobre 121 proyectos de dotación de agua potable a zonas rurales llevados a
cabo
en 49 países de Asia, Africa y América Latina (1994), (1995). Los proyectos estaban
apoyados por 18 agencias internacionales. Se seleccionó el agua como tema central de la
evaluación, por cuanto la falta de acceso a agua potable es un problema que afecta a vastos
sectores de población pobre, tiene el más alto rango de importancia, y hay una larga historia
de programas en esa área.

La investigación recogió data sistemática sobre dichos proyectos, y realizó análisis


cuantitativos y análisis cualitativos comparativos entre ellos. Al mismo tiempo efectuó
exámenes de la evolución de los proyectos durante períodos en algunos casos superiores a
diez años. Se estudiaron 140 variables, y se introdujeron diversas precauciones
metodológicas para evitar efectos “halo” y otros posibles sesgos. Los resultados finales
pueden apreciarse en el siguiente cuadro:

7
Efectividad según los niveles de participación de la comunidad
en proyectos rurales de Agua

Grado de Participación de los Beneficiarios


Variable TOTAL de
Bajo Mediano Alto
proyectos
Bajo 27
21 6 0
(22%)
Grado de Mediano 54
efectividad de 15 34 5
(45%)
los proyectos Alto 40
1 18 21 (33%)
37 58 26 121
TOTAL de Proyectos (31%) (48%) (21%) (100%)

Fuente: Deepa Narayan. The contribution of People´s Participation: 121 Rural Water Supply Projects. World Bank, 1994

Como se observa, el cuadro clasifica a los proyectos según el nivel de participación


de los beneficiarios en proyectos de baja, mediana y alta participación. A su vez cruza esa
clasificación con otra que es la identificación de los proyectos que tuvieron baja, mediana y
alta efectividad en términos de las metas buscadas. En los proyectos con baja participación
sólo el 3% tuvieron alta efectividad mientras en los proyectos con mediana participación el
31% tuvo alta efectividad, es decir, se multiplicó por 10 la efectividad. En los proyectos con
alta participación la efectividad llega a su tope, el 81% de los proyectos tuvieron alta
efectividad. El grado de efectividad alcanzada multiplica por 27 al obtenido en los de baja
participación, y por 2,6 al de los proyectos con mediana participación.

La participación de la comunidad cambió radicalmente los grados de logro de metas


de los proyectos.

Según indica la investigación, algunos de sus resultados fueron:

• el mantenimiento de los sistemas de agua instalados en buenas condiciones


(factor crucial en esta materia)
• la extensión del porcentaje de población alcanzada
• la mayor igualdad en el acceso
• beneficios económicos generales
• beneficios ambientales

Por otra parte, señalan los investigadores, la participación fue un factor fundamental
de empoderamiento de la comunidad. Influyó fuertemente en:

• la adquisición por parte de los miembros de la comunidad de nuevas


habilidades organizacionales y de destrezas relacionadas con el manejo del
agua.
• el fortalecimiento de la organización comunitaria.

8
Los resultados indican que la participación no debe limitarse a algunas etapas del
proyecto. La efectividad aumenta cuando está presente en todo el ciclo del proyecto. Por
ello los serios problemas que encuentran los proyectos de agua que son diseñados sin
consulta a los beneficiarios y en los que se espera después que la comunidad no consultada se
hará responsable por su operación y mantenimiento.

El cambio en la aplicación de la participación generó variaciones sustanciales a lo


largo de la vida de los proyectos. Entre otros casos examinados, en su fase 1 el proyecto del
Aguthi Bank en Kenya fue conducido sin la participación de la comunidad. Estuvo plagado de
problemas, demoras en la construcción, sobrecostos, y desacuerdo sobre los métodos de pago
de los consumidores, y tuvo que paralizarse. Fue rediseñado y los líderes locales se
autoorganizaron en el Aguthi Water Committee. Trabajando con el equipo del proyecto
movilizaron el apoyo de la comunidad. Ella comenzó a contribuir con trabajo y aportes
económicos. Desarrollada de ese modo, la fase 2 del proyecto desarrollada de ese modo se
completó en tiempo y dentro del presupuesto fijado. La comunidad paga las tarifas mensuales
acordadas por el servicio, y el mantenimiento del sistema y cogestiona ambos con el
Gobierno. En Timor, Indonesia, el programa Wanita, Air Dan Sanitasi se propuso ayudar a
que grupos de la comunidad fundaran y administraran su propio sistema de agua. Se formaron
grupos pero los equipos gubernamentales demoraban en llegar. Los grupos incrementaron su
participación y comenzaron a operar solos. Negociaron derechos de agua con un grupo
vecino, consiguieron material de construcción, y construyeron tanques de agua con una
limitada asistencia técnica.

La opción por la participación en lugar de otras modalidades posibles se considera


asimismo la causa determinante del éxito en el Proyecto de Agua Rural del Banco Mundial en
el Paraguay. Se ayudó a fortalecer una agencia gubernamental SENASA que tuvo la misión
de promover en cada comunidad la creación de juntas y acordar con ellas contratos para la
construcción y mantenimiento de los sistemas de agua. Se eligió esa alternativa que llevaría
mas tiempo en lugar de la de contratar una empresa externa que llevara adelante en corto
plazo las construcciones. Los resultados convalidaron la elección. El Proyecto excedió las
expectativas. Las comunidades contribuyeron con el 21% de los costos totales de
construcción (un 6% más que los estimados originales) y el proyecto sirve a 20.000 personas
más que las originalmente estimadas. La operación y el mantenimiento son satisfactorios.
Las juntas comunitarias están bien motivadas, manejan los sistemas satisfactoriamente,
cumplen con los compromisos financieros, y tienen limitados problemas en recoger las
contribuciones.

Dharam Gai (1989) llega a similares conclusiones a las de la investigación


mencionada examinando nueve experiencias de participación popular en el trabajo con
comunidades rurales pobres. Algunas se refieren a crédito para los pobres como la difundida
del Grameen Bank, otras a organización de pequeños productores, grupos de autoayuda y
ayuda mutua. Indica el investigador que en todos ellos, la efectividad es muy alta, y además
es muy significativa la contribución al mejoramiento de la equidad. Resalta:
ΑEstas experiencias demuestran que una modalidad de desarrollo arraigada en
organizaciones populares de participación, al mismo tiempo que permite la plena iniciativa
individual y de grupos, promueve una distribución relativamente igualitaria de los ingresos y
el acceso a los servicios y medios comunes≅.

9
En América Latina numerosas experiencias en marcha indican que la participación
comunitaria puede arrojar resultados fuera del alcance de otros tipos de abordajes en los
campos más disímiles. Revisaremos brevemente tres de ellas, que son actualmente referente
internacional, llevadas a cabo en áreas muy diferentes: Villa El Salvador en el Perú, las
Ferias de Consumo Familiar en Venezuela, y el Presupuesto Municipal Participativo en Porto
Alegre, Brasil.

50.000 familias pobres se instalaron a comienzos de los 70 en un vasto arenal ubicado


en las afueras de Lima, desprovisto de recursos de ninguna índole, y a distancia de vías de
acceso. A ellos se fueron sumando otras familias marginales llegando a una población de
250.000 habitantes. Adoptaron un diseño urbanístico muy peculiar altamente descentralizado.
El municipio está organizado por manzanas y cada grupo de manzanas tiene su propio parque
central y espacios para la deliberación comunitaria, la recreación, y la cultura. Se
organizaron en base a modelos altamente participativos, con directivos por grupo de
manzanas, y más de 1000 espacios organizativos donde se desarrollan las actividades básicas
de la Villa. En dos décadas, en condiciones socioeconómicas muy difíciles, levantaron con
su esfuerzo comunitario gran parte de la infraestructura física. Construyeron 38.000
viviendas, 60 locales comunitarios, 64 centros educativos, 22 bibliotecas populares, 41
núcleos de servicios integrados de salud, educación, y recuperación nutricional, cuatro
centros de salud, farmacias.

Su esfuerzo comunitario permitió lograr metas sociales de envergadura. El


analfabetismo es 3,5%, muy inferior a la media nacional. Asisten a primaria la casi totalidad
de los niños y a secundaria un porcentaje mucho mayor a la media del país. La mortalidad
infantil es marcadamente menor a la nacional, y lo mismo sucede con la mortalidad bruta.
Hubo concreciones muy significativas en agricultura, y se estableció un parque industrial de
microempresas. Se desenvolvió una densa vida productiva, social y cultural en medio de
condiciones de adversidad económica muy intensas, con resultados muy diferentes a los de
otras poblaciones marginales. La experiencia ha recibido continuos laudos mundiales. La
UNESCO la premió como una de las más desafiantes experiencias de educación popular. Las
Naciones Unidas la reconoció como promotora ejemplar de formas de vida comunitaria.
España le concedió el Premio Príncipe de Asturias como experiencia modelo de desarrollo
social. En el Perú se le otorgó el Premio Nacional de Arquitectura por su diseño urbano.
Recientemente, con apoyo de organizaciones de la sociedad civil, se ha transformado en uno
de los primeros municipios de la región que ha incorporado la informática al servicio de la
democracia. Se han instalado terminales públicos de computación y una red de televisión en
circuito cerrado. Los habitantes reciben información sobre los temas a tratar por el Consejo
Municipal por estas vías, y le hacen llegar por las mismas continuamente sus puntos de vista.2

La experiencia en su conjunto es desde ya de alta complejidad y ha tenido, como es


inevitable, avances y retrocesos, pero sus logros son notables. La práctica permanente de la
participación comunitaria ha sido una de sus bases principales. Uno de los resultados ha sido
la elevación de la autoestima individual y colectiva, fuerza de enormes potencialidades.
Como describe un agudo analista de la experiencia Carlos Franco(1992):

ΑCuando se asiste con alguna frecuencia a reuniones de pobladores y se conversa con


los Αfundadores≅ de la comunidad o sus dirigentes, no resulta difícil advertir expresiones
recurrentes de autoconfianza colectiva, certidumbres sobre la disposición de un poder

10
organizado, una cierta creencia en las capacidades de la comunidad para proponerse
objetivos y unirse para su logro≅.

Las Ferias de Consumo Familiar de Barquisimeto implican la incursión de la


participación comunitaria en un terreno económico difícil, como es la comercialización de
productos de consumo masivo. Son una red de 50 organizaciones donde participan
productores agrícolas, cooperativas, asociaciones civiles, parroquias, que logran hacer llegar
a la cuarta ciudad de Venezuela productos verdes y otros, a precios un 40% más baratos que
los del mercado. Las ferias compran a los pequeños productores sus cosechas a precios
justos, y las venden en los fines de semana a la población en ferias abiertas. Iniciadas con un
capital de 4.000 dólares venden actualmente 25 millones de dólares anuales, y la repercusión
de sus logros ha motivado el intento de replicarlas en otros Estados. Cumplen múltiples
funciones al mismo tiempo. Son: organización de los productores agrícolas, apoyo a la
producción popular, educación nutricional, formación en el trabajo, y una contribución clave
al abaratamiento del costo de vida de los sectores populares. Han debido competir en el
mercado con cadenas comerciales altamente especializadas y con fuertes recursos
financieros, y sin embargo, han logrado un posicionamiento creciente que las ha convertido en
uno de los principales comercializadores de alimentos del país. En la base de sus logros se
halla un sistema organizacional de participación activa. Identifican como bases de su
organización las siguientes: reunión semanal de planificación y evaluación por grupos,
rotación de responsabilidades, toma de decisiones por consenso, información para todos,
disciplina y vigilancia colectiva, descentralización e integración, espacios de encuentro fuera
de la tarea. Consideran que sus logros han tenido como pilares: una historia de formación de
un capital humano y social, potenciar el capital social sobre el capital financiero, y unas
formas de gestión novedosas. Se definen como un proyecto de vida, y no sólo productivo,
orientado por valores como la solidaridad, la responsabilidad personal y de grupo, el amor al
trabajo como medio para lograr el desarrollo personal y comunitario, la iniciativa personal,
el respeto.3

En otro campo muy distinto a los anteriores se ha desenvuelto en América Latina en


años recientes una experiencia que hoy es referencia internacional obligada , el presupuesto
municipal participativo de Porto Alegre.4 Con una población de 1.300.000 habitantes y serios
problemas sociales, el nuevo Alcalde electo de Porto Alegre, capital del Estado de Río
Grande del Brasil, abrió en 1989 un proceso por el cual las inversiones del presupuesto
municipal serían decididas por toda la ciudadanía participativamente. Fuentes críticas
vaticinaron una incierta suerte al propósito de hacer ingresar la participación a un área tan
técnica. El Municipio estableció un sistema organizacional descentralizado que posibilitó el
acceso masivo de sus habitantes a la toma de decisiones presupuestarias a través de su
integración a grupos vecinales y niveles posteriores de representación de los mismos. Los
habitantes recibieron por esta vía información continua sobre el presupuesto y su ejecución, e
identificaron sus propias prioridades. El proceso les permitió según describe el BID (1997):

• expresar su comprensión de los problemas cruciales que enfrenta la ciudad;


• establecer prioridades de los problemas que merecen más inmediata atención;
• seleccionar las prioridades y generar soluciones prácticas;
• tener oportunidad de comparar con las soluciones creadas en otras regiones de
la ciudad y en otros grupos de temas;
• decidir, con el apoyo de técnicos de la oficina del Alcalde, en invertir en los
programas menos costosos y más factibles de atender;
11
• tomar la decisión definitiva sobre la aprobación, o nó, del plan de inversiones;
y
• revisar los éxitos y fracasos del programa de inversiones para mejorar sus
criterios para el año siguiente.

La participación en el proceso ha ido creciendo y se estimaba que en 1995 mas de


100.00 personas se vincularon a la creación del presupuesto de la ciudad. Los resultados
refutaron los pronósticos escépticos, fueron más allá de lo esperado, y se han convertido en
objeto de análisis internacional. La participación comunitaria masiva demostró ser un
mecanismo más eficiente de asignación de recursos, que los métodos tradicionales usuales.
Los recursos fueron reorientados hacia las prioridades reales de la población. Entre 1989 y
1995, entre otros aspectos, la cobertura de agua subió del 80 al 98% de la población, el
sistema de alcantarillado se extendió del 46 al 74% de la población, las escuelas públicas
matricularon el doble de niños, y se expandió el pavimento en los barrios pobres. Mejoró
fuertemente el diseño y la gestión del presupuesto, al recibirse los puntos de vista de la
población, y hacerse totalmente transparente. Mas allá todavía la participación produjo un
efecto “empoderamiento” de amplias proporciones. Como señala el BID: ΑEl proceso
participativo también ha tenido un enorme impacto en la habilidad de los ciudadanos para
responder a los retos organizadamente, como comunidad, y en la capacidad de trabajar en
forma conjunta para mejorar la calidad de la administración pública y en consecuencia la
calidad de la vida≅.

Los resultados de investigación expuestos, y los casos reseñados sumariamente a los


que se pueden sumar muchos otros corroboran que la participación da resultados concretos y
superiores a los esquemas tradicionales de Αarriba hacia abajo≅. Las experiencias
presentadas tienen, a pesar de su diversidad, dado que corresponden a realidades muy
diferentes y han operado en campos muy variados, ciertas características comunes. En
primer lugar, en todos los casos puede encontrarse que se intentó poner en marcha formas de
participación Αreal≅, no ≅simulaciones de participación≅. La apelación no fue como se ha
dado con tanta frecuencia a consultas erráticas o coyunturales, o a recibir opiniones después
no tenidas en cuenta. sino efectivamente se diseñaron modalidades organizacionales que
facilitaron, y estimularon la participación activa y continua. En segundo término, en todos
los casos ha habido un respeto por aspectos como la historia, cultura e idiosincrasia de la
población. No se Αimpusieron≅ formas de participación de laboratorio, sino que se intentó
construir modalidades que fueran coherentes con esos aspectos. En tercer término, todas
estas experiencias, que son de largo aliento, tuvieron como un marco subyacente un proyecto
en términos de valores, de perfil de sociedad a lograr, de formas de convivencia diaria por
las que se estaba optando.
¿Por qué la participación da resultados superiores? Ese es el objetivo de análisis de
la siguiente tesis del trabajo.

III. Segunda Tesis. LA PARTICIPACION TIENE VENTAJAS COMPARATIVAS.

Los mejores resultados de los modelos participativos en el campo de los programas


sociales, no son mágicos. Derivan de bases muy concretas. En general, los programas en esta
materia, independientemente de sus metas específicas como bajar deserción en primaria,
mejorar inmunizaciones, suministrar agua, prestar crédito a familias pobres, etc., tienen lo que
se podría denominar “suprametas” que les son comunes y que enmarcan a las metas
12
específicas. Se desea que los programas sean eficientes, es decir, hagan un uso optimizante
de recursos usualmente escasos, que contribuyan a mejorar la equidad, punto crucial en
América Latina, como se ha destacado actualmente la región más desigual del mundo, y que
generen sostenibilidad, favorezcan la conformación de capacidades que fortalezcan la
posibilidad de que la comunidad pueda seguir adelante con ellos en el tiempo.

Lograr este tipo de metas requiere un abordaje organizacional acorde con su particular
estructura. Por otra parte, la tarea no estará cumplida maximizando una sola de las
suprametas. Se debe tratar de lograr el mayor efecto de conjunto posible en los tres campos.
Así, como ha sucedido en diversos casos si se hace un uso eficiente de recursos, y se alcanzan
los objetivos, pero al mismo tiempo la metodología empleada es de carácter netamente
vertical, los efectos pueden ser regresivos en términos de desarrollo de las capacidades de la
comunidad, y las metas alcanzadas tendrán una vida limitada. Son usuales los proyectos de
desarrollo social en donde se obtiene un nivel significativo de metas durante la duración del
período del préstamo o la cooperación externa, pero al finalizar la misma, los logros
retroceden rápidamente. Señala al respecto un análisis de la acción del Banco Mundial
(Blustein, Washington Post, 1996): “evaluaciones internas indican que más de la mitad de sus
proyectos, es incierto o improbable,sean ‘sostenibles’. Ello significa que después que se han
completado – un proceso que toma usualmente cinco o seis años – es posible que no sigan
dando beneficios significativos a los países receptores".

Tampoco la meta de equidad es de obtención lineal. No basta tener la intención de


asignar recursos a través de los proyectos a grupos desfavorecidos. Si los modelos
organizacionales empleados tienen características que sólo permiten el acceso real a dichos
recursos a sectores de determinados niveles de calificación y capacitación previa, los
programas pueden ser cooptados por dichos sectores. Es frecuente el caso de programas para
pobres, cuyas complejidades administrativas de acceso, llevan a que grupos de clase media
se conviertan en sus principales beneficiarios.

Las dificultades reseñadas y otras identificables indican que debe haber una estrecha
coherencia entre las metas de eficiencia, equidad y sostenibilidad, y el “estilo
organizacional” empleado. Es esa la base práctica de la que surgen las ventajas comparativas
de los modelos participativos genuinos. Sus rasgos estructurales son los más acordes con el
logro combinado de las “suprametas”.

En cada una de las etapas usuales de los programas: diseño, gestión, monitoreo,
control, evaluación, la participación comunitaria añade “plus” prácticos, y limita los riesgos
usuales.

En la elaboración del programa social, la comunidad puede ser la fuente mas precisa
de detección de necesidades relevantes y de priorización de las mismas. Es quien más
conocimiento cierto tiene sobre sus déficits y la urgencia relativa de los mismos. Asimismo
puede hacer aportes decisivos sobre múltiples aspectos requeridos para un diseño exitoso,
como las dificultades que pueden encontrarse en el plano cultural, y a su vez las
“oportunidades” que pueden derivar de la cultura local.

Su integración a la gestión del programa logrará diversos efectos en términos de


efectividad organizacional. Puede poner en movimiento la generación de ideas innovativas.
Permitirá rescatar en favor del proyecto elementos de las tradiciones y la sabiduría
13
acumulada por la comunidad que pueden ser aportes valiosos. Asegurará bases para una
“gerencia adaptativa”. La experiencia de los programas sociales demuestra que ese es el tipo
de gerencia más acorde a los mismos. Continuamente se presentan situaciones nuevas en
muchos casos inesperadas, y se necesitan respuestas gerenciales sobre la marcha. En
gerencia adaptativa el momento del diseño y el de la acción deben acercarse al máximo. Para
lograr resultados efectivos de la acción, el diseño debe reajustarse continuamente en base a
los emergentes. La comunidad puede posibilitar la gestión adaptativa suministrando en
tiempo real continuos “feed backs” sobre qué está sucediendo en la realidad, e incluso
agregando constantemente información que puede ayudar a evitar situaciones luego difíciles
de manejar.

En materia de control del buen funcionamiento del programa, y de prevención de la


corrupción, el aporte de la participación comunitaria organizada puede ser insustituible. El
control social obligará a la transparencia permanente, significará un seguro contra desvíos,
permitirá tener idea a tiempo de desarrollos indeseables a efectos de actuar sobre los
mismos.

Finalmente, los jueces mas indicados para evaluar los efectos reales de los programas
sociales son sus destinatarios. Las metodologías modernas de evaluación participativa, y de
investigación acción permiten que la comunidad de modo orgánico indique resultados
efectivamente obtenidos, deficiencias, efectos inesperados favorables y desfavorables, y
elementos claves para diseños futuros.

No utilizar los modelos participativos significará “costos de oportunidad” en todos


los aspectos organizativos planteados. Pero además favorecerá la generación de “costos
directos” que atentarán contra el cumplimiento de las metas como los siguientes, identificados
por el Grupo de Desarrollo Participativo del Banco Mundial (1994):

• una falta de apoyo y de sentido de propiedad que impide el aprovechamiento


de los servicios, reduce la continuidad del beneficio y limita la recuperación
de los costos del proyecto;
• un sentido de indiferencia y dependencia del Estado donde los ciudadanos ven
que tienen poca o ninguna voz en su propio desarrollo;
• malestar y resentimiento cuando los proyectos o políticas son impuestos; y
limitación del aprendizaje y la creación de nuevas alternativas por parte de los
actores claves;
• costos financieros, de tiempo y oportunidad adecuada que el Banco y los
actores claves intercambiaron, se identifiquen mutuamente y se comprometan
unos con otros;
• dificultad para asegurar que los actores claves y sus prioridades reales están
expresados apropiadamente por las personas que los representan;
• el riesgo de ahondar diferencias y conflictos preexistentes entre subgrupos de
interesados con diferentes prioridades e intereses;
• generar expectativas imposibles de cumplir; y
• las elites poderosas y más organizadas pueden tomar el poder y excluir a la
gente de escasos recursos y a los grupos marginados.

14
Todos los “plus” de la participación comunitaria señalados y otros añadibles
aportan fuertemente a la eficiencia organizacional. Pero su efecto combinado va mucho más
de ello. Tienen impactos extensos y profundos en materia de sostenibilidad y equidad.

En cuanto a la sostenibilidad, al crearse condiciones favorables para ello a


través de la participación, la comunidad puede desarrollar el sentimiento de “ownership”, de
propiedad del proyecto, hacerlo realmente suyo. Ello movilizará sus energías y esfuerzos
para que el mismo avance, y creará una conciencia de protección de sus concreciones. La
participación asimismo posibilitará condiciones para que la comunidad aprenda, se ejercite
en la planeamiento y la gestión, y vea crecer sus capacidades. Se fortalecerá entonces su
posibilidad de sostener el proyecto.

Todos los elementos mencionados potenciarán la autoestima individual y colectiva.


Ello puede desencadenar energías y capacidades latentes en gran escala.

La experiencia permite constatar el valor para la sostenibilidad del abordaje


participatorio. A partir de ella, resalta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OECD) (1993):

“Para que el desarrollo sea sostenible, las personas de los países interesados deben
ser los ‘dueños’ de sus políticas y programas de desarrollo”.

Los riesgos en materia de que los programas no mejoren la equidad pueden ser
considerables. En la visión de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional
(CIDA) (1994):

“El beneficio de los proyectos de desarrollo llegaba generalmente mas a los que
estaban en mejores condiciones, a los ubicados en áreas accesibles y a los que tenían mejor
acceso a la información”.

La participación comunitaria en todas las etapas de los proyectos, ese pensar la lógica
del proyecto desde las percepciones y la cultura de los pobres, los acercará mucho más a sus
realidades y reducirá riesgos como los señalados.

Al mismo tiempo, la participación en sí como proceso social cambia a sus mismos


actores. Potencia a los grupos desfavorecidos, hace crecer su confianza en sus propias
capacidades, y contribuye a su articulación. Todos estos elementos los colocan en mejor
situación para luchar por sus derechos e influir de modo efectivo.

Este conjunto de ventajas comparativas son las que operan detrás de la superioridad
observable en las experiencias con participación respecto a los modelos organizacionales de
corte tradicional de tipo jerárquico o paternalista.

Las ventajas son reconocidas como tales actualmente por un consenso muy amplio en
otros campos organizacionales, como se podrá observar en la tesis siguiente.

IV. Tercera Tesis. LA PARTICIPACION ES UN NUCLEO CENTRAL DE LA


GERENCIA DEL AÑO 2000

15
La revalorización de la participación en el campo social se inscribe en un proceso
mas generalizado donde están cambiando fuertemente las percepciones respecto a los aportes
de la participación a la gerencia.

Está en plena marcha a fines del siglo XX un cambio de paradigma de extensas


implicancias en cómo obtener eficiencia en las organizaciones. Las ideas que dominaron la
gerencia durante casi todo este siglo, y siguen ejerciendo una influencia determinante en
América Latina, asociaban gerencia de calidad, con aspectos como organigramas precisos,
división de funciones, manuales de cargos, descripción de tareas detalladas, procedimientos,
formularios. La visión era que “ordenando” formalmente la organización, y poniendo bajo
control de las normas y procesos la mayor parte de su funcionamiento, se obtendrían
resultados exitosos.

El análisis científico de algunas de las organizaciones con mejores resultados actuales


indica que los estilos gerenciales que han adoptado se hallan totalmente distantes del
paradigma tradicional. Estudios pioneros como los de Kotter en Harvard (1989) y Mintzberg
(1996) en la Universidad McGill en Canadá, coinciden en identificar que el éxito se asocia
con factores como capacidades para el análisis sistemático del contexto y sus tendencias,
detección de los problemas estratégicos, comunicaciones activas, horizontalidad,
participación, potenciación de las capacidades de la organización, construcción de redes de
contactos, y otros semejantes. Se ha descripto la transición paradigmática en desarrollo
como el “paso de la administración a la gerencia”.5

Como ha sucedido normalmente en la historia, los cambios de paradigma no se dan a


instancias exclusivamente de personas. Tienen que ver con modificaciones profundas en la
realidad que plantean nuevas demandas. Efectivamente, ha habido en las décadas recientes
transformaciones estructurales en el contexto histórico que plantearon exigencias
cualitativamente diferentes a la gerencia de organizaciones. Los cambios simultáneos en
dimensiones fundamentales de la realidad, como las tecnologías, la geopolítica, la
geoeconomía, y otros producidos en períodos cortos y en medio de un sistema mundial cada
vez más interconectado, generaron un contexto de umbrales de complejidad inéditos. Uno de
sus rasgos centrales es grados de incertidumbre pronunciados. Los impactos sobre la
gerencia son múltiples. Entre ellos, gran parte de las variables del contexto pueden afectar en
cualquier momento a la mayor parte de las organizaciones. Sus contextos son ahora, como se
dice en gestión estratégica, “un mundo de entrometidos” donde variables intrusas de todo
orden aparecen sorpresivamente e influyen. Asimismo, el tiempo ha mutado sus
características. En gerencia tradicional se entrenaba a proyectar las realidades pasadas, y a
tomar decisiones en base a esas proyecciones. Se extrapolaban cifras presupuestarias,
participaciones en el mercado, etc. Actualmente, en una época donde las tasas de cambio de
la realidad son ultraaceleradas, el pasado puede ser una guía engañosa. El presente difiere
radicalmente del pasado. A su vez, el futuro no se halla a gran distancia, como sucedía antes.
El presente se transforma muy velozmente, convirtiéndose rápidamente en futuro. Las
fronteras entre ambos son cada vez más cercanas. La gerencia no puede apoyarse en la
proyección del pasado, ni en cuidadosas planificaciones de mediano y largo plazo. Tiene que
ser fuertemente adaptativa, y tener gran capacidad de innovar.

El medio sumariamente descripto exige otro tipo de diseños organizacionales, de


estilos gerenciales, y de habilidades en los miembros de la organización. Las organizaciones
que han logrado desenvolverlos están a la vanguardia en logros en diversos campos. La
16
imagen ideal de la organización mutó. No es más la de organización rigurosamente ordenada,
la necesidad pasa por la creación de “organizaciones inteligentes”, con capacidad de tener
una relación estrecha con el contexto, entender las “señales de la realidad” y actuar en
consecuencia. Para ello deben ser necesariamente “organizaciones que aprenden”. Entre sus
capacidades esenciales estará la de saber “gerenciar conocimiento”. Este tipo de
organizaciones no son viables sin un personal comprometido. La inteligencia, el aprendizaje,
la administración del conocimiento, la innovación, no se hallan al alcance de una persona por
mayores que sean sus calidades. Sólo pueden ser generadas desde el conjunto del personal,
operando a través de equipos de trabajo. Peter Drucker (1993) plantea agudamente: “El
líder del pasado era una persona que sabía cómo ordenar. El del futuro tiene que saber cómo
preguntar”. Necesita imprescindiblemente de los otros. Como resalta Goldsmith (1996),
entre las habilidades de los ejecutivos exitosos se hallan ahora las de escuchar, hacer “feed
back” continuo, no caer en el usual sesgo de las estructuras jerárquicas tradicionales de
“matar” al que dice la verdad, sino por el contrario estimularla, reflexionar.

El modelo deseado para el 2000 es el de: organizaciones inteligentes, que aprenden,


adaptativas, innovadoras. Buscando caminos para construirlas, gerentes, expertos e
investigadores llegaron permanentemente en los últimos años a la participación. Estudios
pioneros como los de Tannenbaun (1974) ya arrojaban evidencias al respecto. Analizando
empresas jerárquicas y participativas en diversos países se observó significativas
correlaciones entre altos grados de participación y mayores niveles de satisfacción, mayor
motivación laboral, e incluso menor frecuencia de síntomas de úlcera. Walton (1995) indica
que desde los 70 diversas empresas emprendieron lo que llama “la estrategia del
compromiso” tratando de lograr el involucramiento activo de su personal. Menciona entre
ellas plantas de la General Foods, General Motors, Procter and Gamble, Cummings Engine.
Los beneficios para la productividad eran muy claros. En Japón surgieron los círculos de
calidad, basados en la idea de capitalizar los aportes que en cada sector de la empresa podían
hacer los operarios al mejoramiento de las tareas que allí se realizaban. Se realizaban en
horas de trabajo, eran alentados fuertemente, tenían incentivos. Se estimó que aportaron cerca
del 60% de las mejoras de productividad de la empresa japonesa durante un extenso período
de tiempo. Constituían una forma básica de participación. A fines de siglo la participación
es convocada gerencialmente desde llamados de orden más sofisticado. Así se plantea que un
motor de la organización es la “visión compartida”. Peter Senge (1992) la considera un
instrumento eje para la productividad. Crea una sensación de vínculo común, da coherencia a
las actividades, inspira. Estudiando equipos con alto desempeño, Maslow (1965) ya había
anticipado que uno de sus rasgos esenciales era la visión compartida.

En esos equipos de excepción anotó:

“La tarea ya no estaba separada del yo … sino que él se identificaba tanto con la
tarea, que ya no se podía definir el verdadero yo sin incluir esa tarea”.

Se requiere, asimismo, la participación para crear un ambiente altamente deseado hoy


en gerencia avanzada: un clima de confianza. Las mediciones indican fuertes correlaciones
entre clima de confianza y rendimiento y, al revés, entre percepción del personal de que se
desconfía de él, y reducción del rendimiento. El esquema básico de la administración
tradicional de corte vertical está fundado en la presunción de que se debe desconfiar del
personal, y ello es captado por el mismo. A su vez la confianza tiene doble vía. El personal

17
debe sentir que puede confiar en la organización. Que aspectos como, por ejemplo, los
ascensos, y el acceso a oportunidades, estarán regulados por criterios objetivos.

La creación de “confianza” necesita participación. Ese es su hábitat natural.

Por otra parte, se aspira hoy a una alta tasa de innovación. Sin ella no hay en los
mercados actuales, competitividad. Las investigaciones demuestran que la tasa de innovación
es mayor en los trabajos en equipos interdepartamentales, lo que significa estructuras
horizontalizadas. También indican en forma consistente que algunas de las innovaciones más
importantes en el mundo organizacional en los últimos años se han dado en el marco de lo que
llaman “grupos calientes”. Se trata de grupos reducidos, autogestionados, con un desafío
importante, cabalmente participativos (Leavitt, Lipman-Blumen, 1995).

Diversos analistas describen el panorama de la organización del futuro con visiones


que prevén altos contenidos participativos. Para Jackman (1986) “Las organizaciones en el
futuro se basarán fuertemente en la autogestión de sus miembros”. Peters (1988) dice que:
“las organizaciones utilizan equipos multifuncionales y organizan cada función en 10 a 30
personas en grupos autogestionados”. Para Wilpert (1984) “La participación en el trabajo
organizacional será un tema central … en todos los países industrializados o en
industrialización”.

La búsqueda de eficiencia apelando a la participación forma parte básica también de


experiencias de vanguardia en la gestión pública. Kernaghan (1992) reseña la amplia
experiencia de los Gobiernos Canadienses. La idea clave de diversas experiencias exitosas
que se están realizando con participación de los funcionarios en los servicios públicos
canadienses “es liberar el talento de los empleados cambiando la cultura de la organización
por una que involucre y faculte mas y cambiando la estructura de la organización por medio
del uso de grupos de trabajo facultados”. La participación que se busca no es sólo la de los
empleados individualmente, sino en equipo reestructurándose así toda la conformación de la
organización tradicional. En base a 68 casos de experiencias participativas en el sector
público canadiense en los últimos años el autor elabora una vívida reconstrucción de cómo
evolucionaron los procesos participatorios que por su agudeza transcribimos integralmente a
continuación:

“Al comienzo del proceso la organización tiene las siguientes características: la


mayoría de los gerentes operan siguiendo el estilo de mando y cumplimiento pero por
lo menos algunos apoyan la participación de los empleados y el trabajo en grupo; un
pequeño porcentaje de empleados participa en actividades de grupo; sólo existen
planes generales no específicos para incrementar la participación de los empleados;
la forma y el número de sugerencias de los empleados han sido relativamente estables
durante los últimos años; y las mejoras al ambiente de la organización y a las
prácticas de manejo de recursos humanos resultan de las sugerencias y quejas de los
empleados. Las etapas siguientes del proceso muestran un paso gradual hacia una
organización facultada. Hacia el final de este proceso, se ha logrado una
transformación notable”. Según observa el investigador, al transformar la
organización de un modelo jerárquico tradicional, a un modelo participativo, se da
paso a una organización con las siguientes características:

18
• “La administración usa métodos innovativos y efectivos para
incrementar la participación de los empleados y el trabajo en equipo;
existe un alto nivel de confianza y respeto entre los empleados, entre
los gerentes y entre empleados y gerentes.

• Surge una cooperación entre los grupos que realizan diferentes


funciones en toda la organización para satisfacer las necesidades de
los clientes de una manera más efectiva.

• Las tendencias hacia la participación en equipo y otras formas de


participación de los empleados permiten que los empleados hagan más
sugerencias y aumente el número de sugerencias aceptadas.

• Los empleados se sienten fuertemente facultados; existe un sentimiento


de propiedad grupal sobre los procesos de trabajo, los empleados
muestran un orgullo personal por la calidad del trabajo y el sindicato y
la administración cooperan para mejorar la calidad.

• El poder, las retribuciones, la información y el conocimiento se llevan


hasta los niveles más bajos factibles; el facultamiento de los
empleados conduce a una nivelación sustancial de la organización.

• Las mejoras que resultan de la participación de los empleados se hacen


evidentes en los sistemas, procesos, productos y servicios.

• Un proceso de encuesta formal regular determina los niveles de


satisfacción de los empleados, se emprenden acciones de seguimiento
para mejorar las prácticas de manejo de recursos humanos y los planes
futuros determinan cómo sostener el momentum y el entusiasmo”.

Las experiencias participativas canadienses arrojaron múltiples beneficios. Entre


ellos: mejor productividad, moral más alta, reducción de costos, mejor servicio a los
clientes, más innovación y creatividad, reducción en el ausentismo y la rotación de personal.
Una ventaja adicional de las organizaciones abiertas a la participación, es que demuestran
tener una mayor capacidad de atracción de personal calificado y capaz. El proyecto laboral
global que brindan, les da superioridad competitiva en el reclutamiento respecto a
organizaciones de corte tradicional.

Schelp (1988) refiere un interesante caso en el servicio público en Suecia. El enfoque


participatorio fue aplicado en profundidad a la comunidad en la prevención de accidentes en
municipios rurales. Se hizo tomar conciencia a la comunidad de que los resultados de salud
en esta área no dependían de los servicios de salud sino, sobre todo, de la acción preventiva
conjunta de la misma comunidad realizada incluso en los hogares. Las principales causas de
este tipo de accidentes no eran prevenibles desde afuera de la comunidad sino sólo desde su
interior. Se crearon grupos de trabajo comunitarios que asumieron responsabilidades
crecientes en la labor preventiva a los que se dio pleno apoyo, y se realizó desde ellos una
tarea de difusión amplia sobre los patrones de accidentes mas frecuentes, y las políticas
necesarias para prevenirlos. Al cumplirse tres años de la experiencia la tasa de accidentes

19
había decrecido en un 30%. Por otra parte, el número de miembros de la comunidad
interesados en participar ascendió considerablemente. En la estrategia empleada, el sector
público transfirió a la comunidad conocimientos y experiencia. La misma a través de sus
organizaciones básicas: ONGs, empresas, sindicatos, individuos, asumió el peso de la
acción.

Sander (1994) destaca el potencial de la participación en un campo muy relevante, el


mejoramiento de la gestión educativa. Señala que se hace necesario en esta área “pasar de la
evaluación crítica de la realidad organizacional y administrativa en la educación, a
propuestas concretar de acción”. En su visión “la estrategia más efectiva para hacerle frente a
ese desafío, es la participación”.

Extrayendo conclusiones en este campo Mintzberg (1996) llama la atención sobre que
en definitiva los servicios en salud y educación “nunca pueden ser mejores que las personas
que los suministran”. Se hace necesario “liberar” el potencial de esas personas. La
participación claramente aporta a ello.

Como se observa, tanto en el campo gerencial empresarial como en el público, las


indicaciones hacia la participación tienen fuerza creciente. Participación es hoy una estrategia
maestra de la gerencia de excelencia.

Frente a los resultados que da la participación comunitaria, sus ventajas comparativas,


y su legitimidad gerencial, ¿cómo se explica su limitado avance en la región?

A dicho problema está dedicada la siguiente tesis.

V. Cuarta Tesis. LA PARTICIPACION ENFRENTA FUERTES RESISTENCIAS E


INTERESES

En el "discurso" la participación ha triunfado en América Latina. Se escuchan


permanentemente desde los más altos niveles gubernamentales, y de grupos de gran peso en la
sociedad, referencias a la necesidad de incrementar la participación, a su deseabilidad para
una sociedad democrática, a su tradición histórica en cada sociedad. A diferencia de décadas
cercanas, casi no se escuchan voces que explícitamente se opongan a la participación. Sin
embargo, la realidad no pasa solamente por el discurso. En los hechos, los avances en
participación comunitaria muestran una gran brecha con el declaracionismo al respecto. Las
investigaciones que se han internado en la práctica de la participación han encontrado con
frecuencia, llamados a participar que no se plasman en apertura efectiva de puertas,
experiencias iniciadas con amplias promesas pero que se quedan en el "título" inicial,
frustraciones pronunciadas de numerosas comunidades.

La brecha tiene explicaciones. La participación comunitaria es en definitiva un


proceso que implica profundos cambios sociales. Como tal es esperable que genere
resistencias, y que al vulnerar intereses instalados los mismos desarrollen estrategias de
obstaculización.

Es fundamental poco a foco de donde provienen las principales trabas a su avance,


para poder diseñar políticas adecuadas de superación de las mismas.

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Entre ellas, en nómina no taxativa, se hallan que las que sumariamente se presentan a
continuación.

A. El eficientismo cortoplazista

Una resistencia primaria a la participación es la de cuestionarla en términos de costos,


y tiempo. El razonamiento explícito plantea que montar un proyecto con componentes
participativos implica toda una serie de operaciones adicionales a su mera ejecución directa,
que significan costos económicos. Al mismo tiempo se resalta que los tiempos de
implementación se extenderán inevitablemente por la intervención de los actores
comunitarios. Generara costos y alargara los plazos.

El razonamiento demuestra pronunciadas debilidades cuando se sugiere un análisis


que exceda el cortoplazismo. En una primera impresión efectivamente en muchos proyectos
habrá nuevos costos por la participación, y los plazos serán más extensos. ¿Pero cuál es el
impacto de estas "cargas adicionales" en el mediano y largo plazo? La alternativa real no es
entre efectividad a corto plazo, y efectividad con mayores costos a largo plazo.

La evidencia ha demostrado sistemáticamente que los logros cortoplazistas tienen


desventajas pronunciadas. Por lo pronto como se ha destacado una de las metas centrales en
proyectos sociales, la sostenibilidad del proyecto, se resiente agudamente con esos planteos.
Como ya se destacó, las evaluaciones internas practicadas al respecto por organizaciones
como el Banco Mundial son casi terminantes. Un porcentaje significativo de proyectos,
evaluados con indicadores apropiados, no pasan el test de sostenibilidad. La actividad se
desarrolló de tal modo que terminada la cooperación del organismo externo a la comunidad,
no han quedado bases para que la comunidad se sienta estimulada o esté capacitada para
seguir sosteniendo el proyecto. La efectividad de corto plazo se transforma allí en altos
niveles de inefectividad a mediano y largo plazo.

Por otra parte el razonamiento eficientista, implica cuantiosos "costos de


oportunidad". Los extensos beneficios potenciales derivados de la participación comunitaria
y reseñados en las secciones anteriores no se producirán. Véase por ejemplo entre muchos
otros el caso del Proyecto PRODEL en Nicaragua (1998). Su objetivo es movilizar pequeños
proyectos de infraestructura y equipamiento urbano. Se opto por realizarlo bajo un modelo de
cogestión con la comunidad. Las evaluaciones realizadas indican que con ella los costos
directos de construcción y mantenimiento preventivo de estas obras fueron hasta un 20%
inferiores a costos de proyectos similares ejecutados por los gobiernos locales sin
participación comunitaria. Entre otros aspectos la ciudadanía aportó al proyecto 132.000
días de trabajo voluntario.

B. El reduccionismo economicista

Otra línea de razonamiento coherente con la anterior percibe todo el tema del diseño y
ejecución de programas sociales desde categorías de análisis puramente económicas. Las
relaciones que importan son de costo/beneficio medido en términos económicos. Los actores
se hallarían motivados por cálculos microeconómicos puros, y persiguen básicamente la
maximización de su interés personal. Lograr que produzcan, sería un tema de meros
"incentivos materiales" que produzcan. Las evaluaciones desde este enfoque sólo perciben
21
los productos medibles con unidades económicas. Muchos de los aspectos de la participación
comunitaria no ingresan por tanto en este marco de ubicación frente a la realidad. Ella genera
productos como el ascenso de la autoestima, y la confianza en las fuerzas de la comunidad que
escapan a este razonamiento. Las motivaciones a las que apela como responsabilidad
colectiva, visión compartida, valores de solidaridad, no tienen que ver con los incentivos
economicistas. Las evaluaciones no tienen en cuenta los avances en aspectos como cohesión
social, clima de confianza, y grado de organización.

Al desconocer todos estos factores el economicismo priva a la participación de


"legitimidad". Es una especie de ejercicio de personas poco prácticas, o soñadoras sin
conexión con la realidad. Sin embargo, los hechos indican lo contrario. Los factores
excluidos, forman parte central de la naturaleza misma del ser humano. Cuando se niegan hay
sensación de opresión, y las personas se resisten a aportar utilizando múltiples estrategias.
Cuando facilitan en cambio, dichos factores, pueden ser un motor poderoso de productividad.

Amartya Sen (1987) realiza sugerentes anotaciones sobre los errores que implica el
economicismo. Señala que "la exclusión de todas las motivaciones y valoraciones diferentes
de las extremadamente estrechas del interés personal es difícil de justificar en términos de
valor predictivo, y parece tener también un soporte empírico dudoso". Los seres humanos
tienen otros tipos de comportamiento - indica - éticamente influidos como entre ellos: sienten
simpatía por otros, se comprometen con causas, se comprometen con ciertas reglas de
conducta, tienen lealtades, tienen interdependencias. "Los fríos tipos racionales llenan
nuestros libros de texto pero el mundo es más rico". Los seres humanos hacen errores,
experimentan, están confusos, hay Hamlets, Mcbeths, Lears, Otellos.

Sen se pregunta: "Es extraordinario que la economía haya evolucionado por una vía
que caracteriza la motivación humana de un modo tan estrecho. Es extraordinario porque se
supone que la economía esta preocupada por la gente real. Es difícil creer que esa gente esté
completamente no afectada por el tipo de examinación que plantea la pregunta socrática
"cómo debería uno vivir". ¿Puede la gente que la economía estudia realmente no estar
afectada por esta resonante cuestión, y seguir exclusivamente el rudimentario razonamiento
duro que les atribuye la economía moderna?".

C. El predominio de la cultura organizacional formal

Un paradigma antes reseñado ha dominado el pensamiento organizativo en la región,


la visión formalista. Para ella el orden, la jerarquía, el mando, los procesos formalmente
regulados, y una percepción verticalista y autoritaria de la organización son las claves de la
eficiencia. Como lo detectara Robert Merton, en este enfoque el orden, que es un medio,
tiende a transfomarse en un fin en sí mismo. En este tipo de organizaciones se produce una
traslación de valor de los fines a las rutinas. El cumplimiento de la rutina está por encima de
lo sustantivo.

Esa cultura lee como "heterodoxa" e intolerable la participación. Está basada en la


cooperación, la horizontalidad, la flexibilidad, la gerencia adaptativa, la visión clara de
cuáles son los fines y la subordinación a ellos de los procesos organizativos. El choque entre
ambas culturas es inevitable. Cuando se encomienda a organizaciones de tradición
22
burocrática y vertical poner en marcha proyectos participativos, las resistencias serán
innúmeras, y se expresarán por múltiples vías. Pondrán obstáculos infinitos, asfixiarán a
fuerza de rutinas los intentos, cerrarán las puertas a las iniciativas, desmotivarán
continuamente a los actores comunitarios. Estarán en definitiva esperando inconscientemente
el fracaso de la experiencia participatoria para convalidar desde él su propio modelo
burocrático formal.

D. La subestimación de los pobres

En diversas oportunidades sectores directivos y profesionales de las organizaciones


que deben llevar a cabo proyectos por vías participatorias, tienen una concepción
desvalorizante de las capacidades de las comunidades pobres. Creen que serán incapaces de
integrarse a los procesos de diseño, gestión, control, y evaluación. Que no pueden aportar
mayormente por su debilidad educativa y cultural. Que necesitaran periodos muy largos para
salir de su pobreza. Que sus liderazgos son primitivos, que sus tradiciones son atrasadas, que
su saber acumulado es una carga.

Cuando se parte de una concepción de este orden se está poniendo en marcha la


conocida ley sociológica de "la que se autorealiza". Se desconfiará de las comunidades en
todas las etapas del proceso, se les limitarán las opciones reales para participar, se tendrá un
sesgo pronunciado a sustituir su participación por ordenes de "arriba hacia abajo" para hacer
“funcionar” las cosas. Asimismo la subvaloración será captada rápidamente por la
comunidad, y ello creará una distancia infranqueable entre ella y los encargados de promover
su participación. Todas estas condiciones crearan una situación en donde la participación
estará condenada a fracasar. Después con frecuencia aparece en las "elites ilustradas" que
condujeron la experiencia la coartada racionalizadora. Argumentarán que las comunidades no
tenían interés en participar, y por eso la experiencia no operó. En realidad ellos crearon
fuertes incentivos para que perdieran el interés.

La idea de "capital social" de creciente difusión rompe categóricamente con estos


mitos sobre las comunidades pobres. Una comunidad puede carece de recursos económicos,
pero siempre tiene capital social. Las comunidades pobres tienen normalmente todos los
elementos constituyentes del capital social: valores compartidos, cultura, tradiciones,
sabiduría acumulada, redes de solidaridad, expectativas de comportamiento reciproco.
Cuando logran movilizar ese capital social los resultados pueden ser tan importantes como
los observados en este trabajo en Villa El Salvador del Perú, o las Ferias de Consumo
Familiar de Venezuela. Por otra parte como anotara Albert Hirschman (1984) a diferencia
de otras formas de capital, el capital social es el único que aumenta con su uso.

E. La tendencia a la manipulación de la comunidad

Un poderoso obstáculo al avance de la participación se halla en los intentos reiterados


en la realidad latinoamericana de "coparla" para fines de determinados grupos. El
clientelismo es unas de las formas favoritas que adopta la manipulación. Allí el discurso
ofrece promesas muy amplias de participación para ganar apoyos temporarios. Luego las
realidades son muy pobres en participación real. Incluso sistemáticamente en los intentos
manipulatorios se trata de relegar a los líderes auténticos de la comunidad, y de impedir que
surjan líderes genuinos. Se procura asimismo crear "líderes a dedo" que puedan ser en
definitiva un punto de apoyo para el proyecto manipulatorio. Cuando la comunidad percibe
23
las intenciones reales, se produce un enorme efecto de frustración. Los efectos son graves. No
sólo la comunidad resistiéndose dejará de participar, y la experiencia fracasará, sino que
habrá quedado fuertemente predispuesta en contra de cualquier intento posterior aun cuando
sea genuino.

F. El problema del poder

La investigación antes mencionada de Narayan sobre los proyectos rurales de


dotación de agua, constata la presencia como obstáculos a la participación de muchos de los
mencionados. Indica que entre los problemas identificados se hallaron: la resistencia a dar el
control sobre los detalles de la implementación, la falta de incentivos para una orientación
hacia la comunidad, la falta de interés en invertir en el desarrollo de las capacidades de la
comunidad.

A estos y otros obstáculos mencionables, corresponde sumarles un obstáculo


formidable muchas veces subyacente detrás de los anteriores.

Mary Racelis (1994) indica que un eje central en participación es "el conferimiento de
poder al pueblo en lugar de perpetuar las relaciones generadores de dependencia tan
características de los enfoques de la cima a la base". La idea es compartir realmente el
poder. Esto es lo que sucedió en la exitosa experiencia del presupuesto municipal
participativo de Porto Alegre. Según refiere Zander Navarro (1998) no sólo redistribuyó los
fondos públicos de un modo más equitativo instalando un patrón más justo que priorizó a los
pobres sino estableció un nuevo marco de relaciones políticas. La comunidad efectivamente
fue investida del poder de decidir, y su pusieron a su disposición mecanismos concretos de
deliberación para ejercerlo que ella misma fue enriqueciendo con su practica. El
investigador se pregunta si esa experiencia es trasladable a otros municipios. Su respuesta
destaca que "el requisito más importante y decisivo a tenerse en cuenta es que las autoridades
locales deben tener la firme voluntad política de compartir partes de su poder con sus
constituyentes".

Un obstáculo fundamental en el camino a la movilización de la participación es si


existe una voluntad en ese orden. Si hay disposición realmente a compartir el poder.

A veces ella no existe. El proyecto que se está llevando a cabo está ligado a ciertos
fines de algunos sectores, y dar participación real podría obstaculizarlo. En otras ocasiones,
el cálculo es que disminuiría el poder que tendrían las autoridades.

Sin embargo, con participación los efectos podrían ser muy diferentes. En alta
gerencia el llamado de investigadores como John Kotter de la Universidad de Harvard a
organizaciones empresariales más abiertas a la influencia de sus integrantes despertó
inicialmente muy fuertes resistencias en el liderazgo empresarial tradicional. Pero después
de años de lanzado, el autor indica que la experiencia real fue en sentido opuesto. Quienes
compartieron el poder organizacional, actualizaron de ese modo en aspectos claves su
organización, incrementaron la innovatividad y la productividad, y aumentaron entonces el
“poder total disponible” de la misma. Quienes se encerraron y no aceptaron compartir,
fueron los dueños absolutos de organizaciones cada vez menos competitivas, por lo tanto de
un "poder total" en reducción.

24
Experiencias como las de Porto Alegre y otras sugieren que procesos semejantes se
dan en el campo de la participación comunitaria. Las autoridades municipales que
desarrollaron en Porto Alegre un proyecto genuinamente participativo recibieron un apoyo
creciente y cada vez más generalizado de toda la población de la ciudad, que percibió que
toda la ciudad mejoraba. Sus bases reales de poder no disminuyeron compartiéndolo, sino
aumentaron, y fueron reelectas en varias oportunidades.

¿Cómo enfrentar las importantes resistencias y obstáculos a la participación


reseñados, y otros agregables?

VI. Quinta Tesis. SE REQUIEREN POLITICAS Y ESTRATEGIAS ORGANICAS


Y ACTIVAS PARA HACER AVANZAR LA PARTICIPACION.

Los avances en participación comunitaria sufren permanentemente el embate de


obstáculos y resistencias como los señalados. Pero existen también en los procesos
históricos actuales de la región importantes fuerzas en pro de dichos avances. Los
trascendentales progresos realizados por la región en el campo de la democratización crean
un marco objetivo de condiciones proparticipación.

En la América Latina actual hay una vigorosa presión de la población por que la
democracia conseguida a través de largas luchas adquiera características cada vez más
activas. Se aspira a reemplazar la “democracia pasiva” por una “democracia inteligente”
donde el ciudadano esté ampliamente informado, tenga múltiples canales para hacer llegar
continuamente sus puntos de vista- no sólo la elección cada tantos anos de las autoridades
máximas - y ejerza una influencia real constante sobre la gestión de los asuntos públicos. Se
están desarrollando positivos y crecientes procesos de fortalecimiento de la sociedad civil.
Aumenta a diario el número de organizaciones de base, mejora su capacidad de acción, se
está enriqueciendo el tejido social.

Todo este medio ambiente en cambio crea actitudes y percepciones culturales que ven
a la participación de la comunidad como una de las vías principales para activar la
democracia en los hechos concretos.

Junto a ello, las urgencias sociales latinoamericanas son extensas, y profundas. La


región esta llegando al año 2000 con amplios sectores de la población sin agua potable, y sin
instalaciones sanitarias mínimas. Con una amplia población desnutrida, lo que va a significar
severas consecuencias. Se ha estimado así que una tercera parte de los niños de
Centroamérica menores de 5 anos de edad presentan una talla menor a la que debieran. El
50% de los niños de la región no completan la escuela primaria, desertan antes de finalizar
seis grados. La repetición es del 50% en el primer grado, y de 30% en cada uno de los
grados posteriores. Ello produce, según indica Puryear (1998), que un niño de la región
promedio permanece siete años en la escuela primaria y completa en ellos sólo cuatro grados.
Las tasas de desocupación abierta son muy elevadas y las de desocupación juvenil aun
mayores. Ha crecido aceleradamente la violencia urbana.

La unidad familiar esta agobiada por el peso de la pobreza, y se destruyen numerosas


familias.

Encarar los difíciles problemas señalados requerirá políticas publicas renovadas,


25
donde asoma la necesidad de concebir diseños de políticas que articulen estrechamente lo
económico y lo social, y dar alta prioridad a agresivas políticas sociales. La instrumentación
de nuevas políticas y programas requiere imaginación gerencial. Se necesitan modelos no
tradicionales de mayor efectividad. Allí la participación comunitaria como se ilustro en las
secciones previas del trabajo da resultados, y tiene ventajas comparativas.

Estas y otras demandas y fuerzas proparticipación deben ser movilizadas para afrontar
las resistencias y obstáculos. Se requiere a tal fin diseñar y poner en practica políticas y
estrategias apropiadas para dar la "pelea por la participación".

Entre ellas:

a. Hay una vasta tarea de investigación a realizar en la materia. Es necesario apuntalar


la acción con estudios sistemáticos sobre los factores a tener en cuenta para
aprovechar el potencial de la capacitación, y poder solucionar los problemas
inevitables que aparecerán en sus procesos de ejecución.

Así en la investigación realizada por el Banco Mundial sobre proyectos rurales de


dotación de agua (Narayan 1994) se concluye del análisis de los 121 proyectos
examinados que entre los factores favorables al éxito de la participación se hallan los
siguientes:

i. en cuanto a los beneficiarios de los proyectos

• se obtenga el compromiso de los beneficiarios previamente a la


implementación del proyecto;

• incide el grado de organización de los beneficiarios.

ii. en cuanto las agencias ejecutoras de los proyectos

• deben hacer del avance de la participación una meta central de sus proyectos;

• consiguientemente debe haber un monitoreo sistemático de como están


adelantado las "metas de participación comunitaria";

• son indicados los incentivos y reconocimientos por iniciativas de miembros de


la organización que aporten al avance de la participación;

• la agencia debe tener fuerte orientación a aprovechar el conocimiento de la


comunidad;

• debe asimismo orientarse consistentemente a invertir en la capacitación de la


comunidad.

Estudios de este orden, y muchos otros necesarios como los relativos a las diversas
modalidades organizacionales existentes en participación, sus ventajas y limitaciones,
pueden contribuir a crear un fondo de conocimientos al respecto que fortalecerá la

26
acción concreta.

b. Debe realizarse una tarea continuada de "aprendizaje" de las experiencias exitosas de


la región. Hay un importante caudal de experiencias de este tipo como las numerosas
presentadas en el pionero Encuentro del BID "Programas Sociales, pobreza y
participación ciudadana" (1998). Es muy limitada la tarea de documentación de
dichas experiencias, y revisión de sus enseñanzas. Hay en ese "rescate del
conocimiento acumulado" una amplia línea de trabajo a seguir.

c. Se debe apoyar la realización de nuevas experiencias innovadoras en este campo. La


participación significa una experimentación social compleja. Trabaja con variables
multifascéticas culturales, ambientales, organizacionales, económicas, financieras,
políticas, demográficas, etc. Es abierta para el desarrollo de innovaciones en todas
sus etapas, que luego pueden ser aprovechadas colectivamente. Pero se requiere para
ello como en otros campos, políticas de apoyo a la realización de experiencias
innovativas.

Así por ejemplo entre otros casos en el Gobierno del Canadá, el Premio 1991 a la
Administración innovativa en el área pública fue dedicado al tema: "Participación:
empleados, gerentes, organizaciones". La existencia de un premio de esta índole
motivó 68 presentaciones de experiencias de todos los niveles del gobierno
canadiense.

Las enseñanzas derivadas de las mismas han dado lugar a múltiples análisis, que a su
vez están retroalimentando a otras experiencias y proyectos.

d. Es necesario forjar una gran alianza estratégica en torno de la participación.


Diversos actores sociales tienen alto interés en su avance. Normalmente sus esfuerzos
son aislados. Su articulación a niveles sectoriales y nacionales puede dar fuerza
renovada a la acción. Entre ellos aparecen actores como los Municipios, las
organizaciones no gubernamentales, Universidades, asociaciones vecinales,
comunidades religiosas que trabajan en el campo social, diversos organismos
internacionales, y desde ya las comunidades desfavorecidas.

El trabajo conjunto de estos y otros sectores para impulsar la participación, proteger


experiencias en marcha, buscar comprometer sectores cada vez más amplios, obtener
recursos en su apoyo, fortalecer la investigación, y otros planos de acción puede
mejorar significativamente las condiciones para su aplicabilidad.

e. Un punto central a encarar, que puede ser uno de los ejes de trabajo de la alianza
estratégica, es la generación de conciencia pública respecto a las ventajas de la
participación. Es necesario procurar que el tema trascienda la discusión de los
especialistas, y se convierta en una cuestión de la agenda pública dadas sus
implicancias de todo orden. Se requiere una tarea intensiva con medios masivos de
comunicación sobre la materia. Asimismo nutrir la discusión con información
detallada sobre todos los aspectos: potencial, dificultades esperables, experiencias
internacionales, enseñanzas de las experiencias realizadas y en marcha. Dada la
genuinidad de la propuesta de la participación una opinión pública informada al
respecto puede ser un activo factor en su favor.
27
VII. Sexta Tesis. LA PARTICIPACION SE HALLA EN LA NATURALEZA MISMA
DEL SER HUMANO

El Informe sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas centrado en


participación (1993) señala:

"Una participación mayor de la población no es más una vaga ideología basada en los
buenos deseos de unos pocos idealistas. Se ha convertido en un imperativo - una condición de
supervivencia".

Este es claramente el caso de la participación en América latina. Tanto en el campo


general de fortalecimiento de los procesos de democratización, como en el de enfrentar los
graves problemas sociales que afectan duramente a la mayor parte de la población.

Pero aún hay más. Como lo señalara Enrique V. Iglesias (1998), en sus palabras de
cierre de la magna reunión convocada por el BID, sobre el tema, la participación implica
devolver a la población un derecho que le pertenece.

Efectivamente, en la identidad básica del ser humano, se halla la necesidad de la


participación. Un profundo conocedor del tema, Juan XXIII, resaltó en su encíclica Mater et
Magistra que el designio divino ha creado a los seres humanos de tal modo que: “en la
naturaleza de los hombres se halla involucrada la exigencia de que en el desenvolvimiento de
su actividad productora, tengan posibilidad de empeñar la propia responsabilidad y
perfeccionar el propio ser”. El involucramiento es una exigencia interna de la naturaleza
misma del ser humano.

La participación comunitaria es un instrumento potente como se ha marcado en este


trabajo, pero nunca debe perderse de vista que es al mismo tiempo un fin en sí mismo. Hace a
la naturaleza del ser humano participar.

La participación eleva su dignidad y le abre posibilidades de desarrollo y realización.


Trabajar por la participación es en definitiva hacerlo por restituir a los desfavorecidos de
América Latina uno de los derechos humanos más básicos, que con frecuencia –
silenciosamente - les ha sido conculcado.

NOTAS FINALES
1
Entre muchas otras afirmaciones coincidentes al respecto, destaca Shadid Javed Burki,
Vicepresidente para América Latina del Banco Mundial (1996): "La región de América Latina y el
Caribe tiene la más pronunciada disparidad en los ingresos de todas las regiones en desarrollo en el
mundo", y resalta editorialmente el New York Times (1997) que América Latina es la región "que tiene
la mayor brecha entre ricos y pobres".
2
Puede verse al respecto "Villa El Salvador: Municipio Cibernético", Diario El Comercio, Lima,
23/junio/97. Respecto a Villa El Salvador en general, puede ampliarse información en: Carlos Franco.
La experiencia de Villa El Salvador: del arenal a logros fundamentales a través de un modelo social de
avanzada. Incluido en Bernardo Kliksberg (comp.) "Pobreza. Un tema impostergable. Nuevas
28
respuestas a nivel mundial" (Cuarta edic., Fondo de Cultura Económica, 1997). También en: Gastón
A. Zapata. Una estrategia de desarrollo alternativa basada en la participación social y la organización
comunitaria. Villa El Salvador. Incluido en B. Kliksberg "¿Cómo enfrentar la pobreza?", Grupo Editor
Latinoamericano, 1992. Asimismo ver Carlos Franco, "Imágenes de Villa El Salvador", en B.
Kliksberg "¿Cómo enfrentar la pobreza?" antes citado.
3
Puede ampliarse al respecto en: "Las ferias de consumo familiar de Barquisimeto" (mimeo), y
Luis Gómez Calcaño "Las Ferias de Consumo Familiar del Estado Lara: una experiencia de
organización participativa", Seminario: "Programa Sociales, pobreza y participación ciudadana", BID,
1998.
4
La experiencia es expuesta sistemáticamente en: Zander Navarro "La democracia afirmativa y
el desarrollo redistributivo: el caso del presupuesto participativo en Porto Alegre, Brasil (1989-1998)".
Seminario "Programas Sociales, Pobreza y Participación Ciudadana", BID, 1998.
5
El autor analiza detalladamente el tema en su obra "El pensamiento organizativo: de los
dogmas a un nuevo paradigma gerencial" (13ª edic., Editorial Norma, 1994).

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Dirección Enlace de Recursos Institucionales
Dirección General de Políticas Sociales
Subsecretaría de Promoción y Desarrollo Comunitario
Secretaría de Promoción Social - Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Av. Entre Ríos 1492 - P.B Of.1. (1133) Buenos Aires Tels.: 4300-9634 / 4304-1292

DOCUMENTOS PUBLICADOS

1.- Kliksberg, Bernardo. Hacia una nueva política social

2.- Tonucci, Francesco. La ciudad de los niños

3.- Rotelli, Franco. Empresas sociales en Italia

4.- Ramos, Cleide La televisión en el s.XXI y los jóvenes

5.- Di Marco, Graciela; Carranza, Hugo; Grillo,Oscar; Primavera, Heloisa;


Descentralización y Políticas Sociales

6.- Pszemiarower, Santiago; Pochtar, Nora; Finkelstein, Susana. Los adultos


mayores y sus derechos

7.- Murtagh, R.; Mitzubuti, S. ; Daza, Rubén; y otros. Cooperación


intermunicipal en el marco de la integración regional

8.- Riverón y otros. Discriminación contra los extranjeros.

9.- Aguiar, E.; Lapaccó, C.; Dizenfeld, R.; Brenner,Viviana. Los derechos
humanos en la Argentina de hoy I

10.- Viaggio,J; Recalde, H; Zamorano,C.. Los derechos humanos en la Argentina


de hoy II

11.- Redín, M.E.; Bravo, Ema; Suárez, María y otros. Redes sociales y redes
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institucionales

12.- Chitarroni, Horacio. Estudios sobre la estructura social de la ciudad

13.- Castells, Manuel. Productividad, competitividad en la sociedad de la


información

14.- Pochtar, Nora; Pszemiarower, Santiago. La tan temida ancianidad

15.- Fleury, Sonia. Política social, exclusión y equidad en América Latina


en los años noventa

16.- Mercado, Pampa; Moro, Javier; Palomino, Héctor. Políticas Sociales y


Derechos Humanos

17- Kliksberg, Bernardo. Desigualdad y desarrollo en América Latina; el


debate porstergado.

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