Antoniadis
Antoniadis
Antoniadis
Carolina Antoniadis
domus referencial
Jefe de Gobierno
Carolina Antoniadis (Rosario 1961) irrumpió en nuestro escenario artístico a mediados de
Lic. Jorge Telerman
la década del 80; concretamente en 1986, cuando recibió el Premio Medalla de Plata en
Ministra de Cultura el Salón Nacional de Artes Plásticas. Década aquella en que en oposición a cierta mini-
Arq. Silvia Fajre mización de la pintura tal como se había venido practicando en la década anterior, retor-
nó con inusitada potencia lo que se llamó “goce casi salvaje de la pintura”.
Centro Cultural Recoleta Basta observar la obra de los artistas emergentes en aquella época –independientemen-
te de sus tendencias– para conprobar una constante: la confianza en la pintura como
Directora General medio expresivo y la utlización irrestricta de todas sus posibilidades de elocuencia.
Arq. Liliana Piñeiro a/c
Si buscáramos apurar una definiciòn de la obra de Antoniadis, habría que ponerla del
Directora de Programación lado del “barroco”, aunque obviamente con sus propios motivos y sus propias claves. Sus
María Rita C. de Fernández Madero abigarrados cuadros proponen constantemente un viaje por la casa, de ahí el título
Domus Referencial. Pero no se trata de un recorrido por la intimidad de espacios reales,
Director Musical sino de una constante confluencia de distintos aspectos de la realidad doméstica que
Prof. Francisco Kröpfl
terminan al fin componiendo un estridente espacio simbólico; allí, memoria y presente
juegan sus cifras altamente subjetivas entre deliberados decorados.
Jefa de Departamento de Artes Visuales: Clelia Taricco a/c
Jefa de Departamento de Prensa: Laura Quesada
Pinturas de fuerte presencia visual donde si por momentos se reitera obsesivamente una
Jefa de Departamento de Formación Cultural: Prof. Ana María Monte misma unidad óptica, en otros las unidades manifiestan el horror al vacío característico
Jefe de Departamento de Artes Escénicas y Actividades Multimedia: Jorge Doliszniak de todo barroco.
Jefa de Departamento de Coordinación: Elsa Brito del Pino
Jefa de Departamento de Contabilidad y Suministros: Mónica Pastine a/c La obra de Carolina Antoniadis, de inmediato reconocible, ocupa un importante espacio
Jefe de Departamento de Infraestructura y Funcionamiento Edilicio: Arq. Eduardo Tapia no sólo entre las obras de su generación, sino en el firmamento del arte argentino. Esta
muestra antológica que hoy presentamos en el Centro Cultural Recoleta es una excelen-
Jefe de Departamento de Investigación y Producción Musical: Julio Viera
te ocasión para comprobar –mas allá de la solvencia artística que preside su arte– la pro-
Jefe de Departamento de Tecnología: Julio Viera a/c
funda coherencia que atraviesa cada una de estas magníficas imágenes.
Pretérito anterior
Preimpresión e impresión
49 Pintar es un placer
Latingráfica SRL
Jorge López Anaya
51 Carolina Antoniadis. La sociedad decorativa
Jorge Glusberg
55 Obras años 1990
Pretérito indefinido
73 La memoria y el estilo en la obra de Antoniadis
Jorge López Anaya
75 Carta a una joven pintora
Luis Felipe (Yuyo) Noé
78 Obras años 1980
English texts
91 Translations
El paraíso perdido de Carolina Antoniadis
se conjuga en pretérito imperfecto
Vivian Lofiego
8 9
Allí Carolina fue aprendiendo la belleza y la inestabilidad de la Los personajes guardan su luz, logrando acceso directo a su lugar en el
belleza, la aventura y la desolación de la aventura. Sin saber iba tejien- paraíso perdido, ahora recuperado. Imperfecto. Se convierten en univer-
do, iba captando lo que más tarde volcaría en la tela. Todo aquello que sales porque podemos reflejar nuestros propios deseos.
se fue guardando, imprimiendo, fue por la gracia de la creación, la cele- La tela blanca me evoca indisociablemente a la nieve, nieve en la
bración del deseo. El arte es esa celebración dionisíaca, la posibilidad de que podemos imprimir el aullido y la rosa abierta al rojo, podemos
unir ciertas piezas sueltas del pasado trayéndolas al presente. Esas pie- imprimir el miedo y el asombro. Se puede abrir el blanco sin límites, se
zas sueltas, en la muestra, estan constituidas por el material fotográfi- puede depositar sobre ella la memoria. Esa gran casa, la identidad.
Demetrio Antoniadis trabajando en el co tomado por la familia, más los paisajes que pintaba su abuelo
Parque Independencia, Rosario, c. 1925. Demetrio. En ese collage se conjuga en pasado, un intrincado tejido París, 1 de marzo 2006
Foto Archivo Antoniadis.
relacional y estético.
Pero el tiempo que utiliza, como título para alguno de sus cua-
dros: es el imperfecto. Tiempo en que algo filtra, pasa por una especie
de ranura, espacio donde fuga y plasma la experiencia, lo vivido que
deviene lo vivencial. Algo quedó atrapado en el tiempo y es siempre
una evocación que por capricho el pasado trae al presente… En esa
alianza de tiempo y espacio van desfilando los personajes de Caroli-
na en un fondo de figuras circulares con colores múltiples, con colo-
res de arco iris. Están fijos, nos invitan a pasar a su domus, la morada
definitiva que los alberga. Ese espacio doméstico donde conjugan
pérdida y deseo.
Los personajes están vivos, estampados, atrapados, como en una
fotografía. Constituyen Vacío extremado, Objeto dependiente, Proyecto
discontinuo, Fobia, Púber, Felicidad utópica. Son más, muchos más. Son
el espacio constituido como lugar de encuentro para que visitemos la
casa grande que gestó Carolina, mansión con múltiples recámaras.
Espectadores, nos quedamos en el umbral, observando fascinados a los
personajes que transitan con el rostro sin trazos, protegiendo, resguar-
dando de este modo la identidad y sus emociones. Sólo Orfeo vio el
rostro de Eurídice –cuando ella habitaba la muerte–, al darse vuelta
violó la consigna de Hades –Dios del inframundo– perdiéndola así defi-
nitivamente. En la obra de Antoniadis, la ausencia de trazos en el rostro 1
poiesis: palabra griega que define poesía como creación.
2
es una suerte de salvación, de preservación de una mitología personal. Ted Hughes, Birthday Letters. Ed. Lumen, Barcelona, 1999.
10 11
Psiquismo y decorativismo
Elena Oliveras
Un subjetivismo en acción
Sin dejar de lado su inicial interés por el espacio, Antoniadis ejercita, en
sus últimas etapas, el juego con el tiempo, o mejor, su juego porque
ahora más que nunca se pone en evidencia el predominio de su inter-
pretación personal del pasado.
No se equivocaba Hegel cuando, en la primera mitad del siglo XIX,
anunciaba para el arte el despliegue de un subjetivismo extremo. Exceso
característico del período que él denominó ‘romántico’. Precisamente, lo
que artistas como Antoniadis ponen en obra es un subjetivismo extendi-
do y sin clausura, sin cierre de partes. Subjetivismo del autor que sirve de
disparador –da ‘alas’– a la lectura, igualmente subjetiva, del espectador.
Antoniadis mira al pasado e intenta producir “un ensayo sobre las
coincidencias, el destino, las relaciones estéticas conscientes e incons-
cientes dentro de una familia, la mía”, afirma. Descubrirá afinidades
entre su obra y los paisajes del abuelo Demetrio –documentadas en
pinturas como Luchas intestinas (1998)–; también con las fotos sacadas
por sus padres, Leonor y Miguel, y más recientemente, con las de su
hermano Leonardo (reconocido exponente de la fotografía contempo-
Carolina Antoniadis en la casa familiar ránea). Asimismo, su interés por el diseño refleja el refinamiento de su
de Rosario, c. 1964.
Foto Archivo Antoniadis. abuela, modista, y de su madre que dibujaba figurines.
12 13
Foto de Leonardo Antoniadis,
serie Los gitanos rumanos, 1992.
14 15
dibujados por su madre, ni tampoco íconos (femeninos o masculinos) “experiencia”, según Dewey, hace falta “consumación, no cesación”. “Tal
serializados, tal como los encontramos en La elegida (1997), Destino cir- experiencia es un todo y lleva con ella su propia cualidad individualiza-
cular (1998) o Target (2002). Sus figuras alcanzarán mayor conexión con dora y de autosuficiencia”, agregaba. No es eso lo que encontramos en
lo ‘real’, al estar basadas en proyecciones fotográficas de seres ‘reales’. las figuras de Antoniadis. Todo apunta a la suspensión y no a una ter-
No obstante, ninguna de ellas –por el ya mencionado planismo– alcan- minación definitiva.
za corporeidad y hasta llega a perderla casi totalmente en trabajos La suspensión de la experiencia del cuerpo –plano, fragmentado
como Modo potencial (2006), transfiguradas en sombras o energías y recortado en el espacio bajo la seductora apariencia del vestido–
semi-abstractas. tiene por efecto neutralizar diferencias entre lo pictórico y el diseño o
De este modo, las ‘presencias reales’ de Antoniadis se presentan la decoración. Así, la irrepetibilidad –y supuesta “seriedad”– de lo
como indicadoras de ausencias. Rostros y estados de ánimo desapare- humano y la serialidad –y fascinación– de lo decorativo se homogei-
cen bajo tramas y rayas que obsesivamente los interceptan, como suce- nizan. Psiquismo y decorativismo resultan, en síntesis, términos inter-
de en Felicidad utópica (2004), Presente imperfecto (2005), Elegancia cambiables.
(2005) o Pudor (2005).
Invadido por elementos vecinos, el cuerpo fragmentado habla de la Hedonismo pictórico
imposibilidad de tener de él una experiencia completa. Para que exista Al ser tema de su propia obra, Antoniadis no podía dejar de poner en
el centro el placer del acto de pintar. Si bien hay enigma en sus relatos
visuales, nunca desembocan en la melancolía ni en el dramatismo
pues en todo momento ella opera en clave hedonista, poniendo de
manifiesto el placer del hacer. Placer que, para el espectador, no será
siempre tranquilo. No es el placer relajado de quien, simplemente, se
deja estar en la bella forma; por el contrario, es el placer de aquél que
siente el desafío de participar en una poiesis que complete significa-
dos implícitos, aun sabiendo que es propio de éstos resistir a su clau-
sura. Por esta imposibilidad semántica, cada imagen de Antoniadis es
un signo en flotación que, desde y más allá de lo autobiográfico, remi-
te a un mundo desencantado, sin atributos (fijos). Un mundo quizás
aún esperanzado en la belleza, aunque no sea ésta más que aparente
o fractal.
16 17
Pretérito pluscuamperfecto
Carolina Antoniadis*
Claudia Laudanno
21
ideal de una trayectoria sensorial, en la que la ambigüedad y la rebel- un síntoma de ese reflejo o retombee especular, propio de la omnivi-
día de una belleza, lindante con lo criminal, funcionan como el correla- sión del barroco y actúa como metáfora de la pérdida del eje, la inesta-
to de una falta, de una ausencia de ser. Este hiato y cesura se sitúa en bilidad y el caos, que imperan en este turbulenta y frenética
profundidad, actuando por detrás de la belleza del ornamento, y corres- contemporaneidad. Híbrida, al igual que su par Ambigua –otra tela ova-
ponde al des-ser de lo bello, propuesto por Lacan. Un sustrato de lada de las mismas dimensiones, fechada también en 2002– son el
melancolía y perversidad, que coincide con el esplendor y el éxtasis de resultado de la mezcla sincrética de varias modelos de mujeres: la exó-
la forma, convirtiéndose en el leit-motiv de la obra de Antoniadis. Ese tica, la estandarizada, la oriental, la occidental, la moderna, la postmo-
sombrío fondo no es mas que el fuscum subnigrum, que Leibniz había derna, la funcional, la adornada, la niña, la adulta, etcétera. Por ello, son
identificado con la mónada barroca, una suerte de célula, celda o mas femeninas que lo femenino y no les queda mas escapatoria que
sacristía, sin ninguna abertura que la comunicara con el exterior, pero camuflarse en un abrazo abigarrado con los círculos o las elipses multi-
fuertemente autónoma. colores que tapizan sus profusos fondos.
Tanto las configuraciones monádicas, que tejen microrelatos para- Parecidos, pero no idénticos, estos círculos están pintados en tintas
lelos en un mismo cuadro, como los bellos y tenebrosos vórtices radia- planas, generando una trama caleidoscópica, que avanza vertiginosa-
les, aparecen recurrentemente en las últimas obras de Antoniadis, en mente hacia el primer plano, compitiendo con la magnificencia de la
Híbrida. 2002. 200 x 150 cm.
Acrílico sobre tela. trazados donde predominan el ritmo, la redundancia y la repetición mujer-fetiche.
serial programada en forma regular e irregular. En síntesis, el contrapunto entre el orden y el desorden de una
[…] entropía creciente aflora en este vasto conjunto de obras, donde el lujo
Híbrida (2002), un monumental shaped canvas de forma ovalada, se instala como voluptuosa impostura, en tanto que el artificio del
que mide 200 X 150 cm, contiene un atractivo, excesivo, y monstruoso ornamento se propone como arte y efecto de montaje.
ícono femenino, que se mimetiza con el caos programado de un fondo
geométrico. El mismo reproduce la belleza de ciertas configuraciones *Fragmento del artículo publicado en Art Nexus Nº 50, Volumen 2, 2003.
fractales en progresiones rítmicas con variantes irregulares. Aquí, la
figurante es vista por la artista como un cliché o estereotipo del arte de
género, adosado sobre un fondo veteado, con la cual intenta acordar,
haciéndose veteadura. Se trata de un hipercuerpo, de un prototipo cló-
nico, totalmente desmesurado y fuera de escala, urdido a partir de la
relectura post, que hace Antoniadis de ciertos procedimientos típicos
de pop art y del optical art.
Híbrida es una mujer imposible y funciona como un autentico imán
para el ojo. En ella, la elipse de la tela con forma se duplica, por efecto
de redundancia, en el contorno de la cabeza del personaje, encerrado
Vista de la exposición Perla irregular,
en un close-up. La inclusión de un ovalo menor dentro de otro mayor es Fundación Klemm. 2002.
22 23
Sobre genealogías pictóricas*
Fabián Lebenglik
24 25
Los procedimientos de la ornamentación que, en una primera
aproximación buscarían la armonía entre los colores y formas, aquí
exhiben un plus gozoso: se yuxtaponen con humor e ironía. Anto-
niadis toma las claves de una estética decorativa estandarizada y
convencional, como la del estampado textil y la trabaja paródica-
mente a través de un complejo barroquismo de superficies y textu-
ras visuales.
Sus imágenes comienzan por describir una cotidianeidad que por el
Leonor, Leonardo y Carolina en el contraste, la enumeración y la complementación de componentes se
Parque Español. Foto Miguel Antoniadis. vuelve ideológica: ya que se construye sentido por la acumulación y
contigüidad.
Con delicada lucidez, Antoniadis combina saberes estéticos con sabe-
res cotidianos e íntimos. También hay un lugar para la intimidad en su
obra (aunque intimidad pudorosa), cercana al diario personal en clave.
Futuro Imperfecto. 2006. 200 x 260 cm. Acrílico sobre tela y laca.
26 27
Presente imperfecto. 2006. 200 x 260 cm.
Acrílico sobre tela y laca.
28 29
Proyecto Discontinuo. 2006. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca. Test Familiar. 2005. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca. Colección Yaco García, Panamá.
30 31
Posesión. Ambición. Trauma. Inquietud.
Aspirante. 2006. 50 x 50 cm cada uno.
Acrílico sobre tela y laca.
Carolina en su cuarto.
Foto Leonor y Miguel Antoniadis.
Tejido Genealógico. 2004. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca.
32 33
Pretérito imperfecto. 2006. 200 x 260 cm. Acrílico sobre tela y laca. Colección Familia Zang. Yo y mi peluche, Elegancia, Pudor. 2005.
Tríptico. 60 x 60 cm cada uno.
Acrílico sobre tela y laca.
Colección Ana Olcese.
34 35
Aura Expandida. 2005. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca. Colección Familia Hitters. Foto Juan Hitters. Vacío extremado. 2004. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca. Colección Familia Zang.
36 37
Pronombre Posesivo. 2004. 200 x 200 cm. Acrílico sobre tela y laca. Felicidad utópica. 2004/05. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca. Colección particular, Portugal.
38 39
Vista de la exposición Perla irregular en Target I. 2002. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela.
Fundación Klemm, 2002. Colección Fulop/Sabatini.
Ideal. 2002. 200 x 150 cm. Acrílico sobre tela y laca. Colección Aerolíneas Argentinas.
40 41
Incertidumbre. Pie de atleta. Itten. Temor. 2002. Herencia. Competencia. 2006. 40 cm. de diámetro c/u. Porcelana, oro y pintura sobre cubierta.
40 cm. de diámetro c/u. Porcelana, oro y pintura sobre cubierta. Indiscriminación. 2002. 40 cm de diámetro. Serigrafía sobre porcelana.
42 43
Autorretrato Gravedad. 1997. 20 x 30 cm cada una. Toma directa.
Página siguiente:
Detalle de la serie La naturaleza del hombre. 12 platos de porcelana y oro.
44 45
Pretérito anterior
Pintar es un placer*
Jorge López Anaya
Decorativismo y humor
Carolina Antoniadis, artista ligada al neodecorativismo, presentó su pri-
mera exposición individual en 1987, a los veintiséis años. Poco antes
había egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Ese mismo año, Antoniadis integró el Grupo de la X junto con Jorge
Macchi, Juan Paparella, Ernesto Ballesteros, Pablo Siquier. Estos artistas
jóvenes, que hoy gozan de un ascendente prestigio, compartían un pro-
yecto estético enfrentado al de los neoexpresionistas, que ya habían
obtenido un amplio reconocimiento. Entre las características principa-
les de sus obras se destacan la recuperación de algunos rasgos del arte
de concepto, la pintura abstracta o figurativa distanciada y fría, los
comentarios sobre kitsch y sobre los medios de comunicación de
masas, el decorativismo, la ironía y el humor
La decoración fue uno de los enemigos mayores del arte de van-
guardia, que buscaba la funcionalidad de las ideas y el contenido. Los
artistas de la primeras décadas del siglo (Mondrian, Malevich, la
Bauhaus) consideraban lo decorativo como “carente de sentido” y pura-
mente lúdico. Alguna vez se afirmó que la ornamentación era un cri-
men. Pero para el arte actual, lo decorativo significó una de las
expresiones de la vuelta a la pintura espontánea y desideologizada,
luego del imperio del arte de concepto.
El neodecorativismo es una estética que, ante todo, trabaja sobre la
idea del placer de pintar y del placer del mirar. En este contexto, la obra
de Antoniadis reúne esas condiciones con plenitud y originalidad.
Desde muy temprano, sus cuadros mostraron un acentuado humor
y un clima de optimismo notable.
Durante la década del ochenta, Antoniadis pintó interiores
domésticos cuyos muros están decorados con papeles de motivos flo-
reados; las telas estampadas cubren los muebles y los espacios del
ambiente. En ocasiones, cuando el motivo es el atelier, recurrió al
Página opuesta: artificio de reproducir el cuadro dentro del cuadro. En todas estas
Carolina Antoniadis junto a
La Novia de azúcar. Foto Virginia Fabri. obras son evidentes las citas de Bonnard, un pintor que un siglo
49
Carolina Antoniadis. La sociedad decorativa*
Jorge Glusberg
antes había aprendido el valor de lo decorativo, de Gauguin y de los Hay una obra de Carolina Antoniadis (1961) cuyo título dice más de lo
grabadores japoneses. esperado: Problemas de Género (1995). Es uno de sus simulacros de
En la exposición del MNBA se presentan diversas series temáticas tapicerías barrocas o de telas estampadas, profuso en arabescos y en
pintadas a lo largo de varios años. Una de ellas tiene como motivo las imágenes que suponen seres humanos, animales, plantas, vestidos. Así
tortas de bodas de varios pisos, con ornamentación cursi. entramos en el terreno fértil de las alusiones y las implicancias.
Otros cuadros representan frisos decorativos con ánforas antiguas y Género: el varón, la mujer. Género: un producto textil. Género:
fondos tomados de los mosaicos romanos. También el patchwork, una modo o manera de hacer una cosa. Género: pintura de una escena de
artesanía femenina, es aludido en pinturas de estructura geométrica costumbres o de la vida cotidiana. ¿A qué género se refiere Antoniadis?
repetitiva. Sin duda, a todos y a cada uno. Porque están aquí el varón y la mujer, el
La ropa y la moda son temáticas fundamentales en los trabajos de macho y la hembra, el lienzo (el soporte), el plano, su modo o manera
Exposición en Parque España, Rosario.
2003. Antoniadis. de hacer arte, su interés por lo cotidiano y lo común, su visión de las
Un blanco vestido de novia con puntillas aparece en un cuadro titu- costumbres. En cuanto a los “problemas”, también están todos y cada
lado La novia de azúcar, la irónica referencia a la torta de bodas es evi- uno, porque Antoniadis es maestra en ironía, en desarticular el lengua-
dente. Quimonos japoneses de apariencia comestibles y ropa interior je ordinario, coloquial, las frases hechas, los refranes.
que tiene, como motivo ornamental los órganos interiores de la mujer, Es que Antoniadis aborda sentidos opuestos y los transforma en com-
son otras representaciones plenas de humor. Son notorias en estas pin- plementarios. El común denominador es el paralelismo, ya que disuelve
turas las referencias sociológicas y críticas. los contrarios estableciendo entre ellos una particular y sutil correspon-
La pintura de Carolina Antoniadis posee un poderoso atractivo sen- dencia, donde el humor acepta mediar y proponer un delicado equilibrio.
sual, con su barroquismo y sus excesos en las formas y en los colores. En la primera etapa de su jugosa y atrayente obra, Antoniadis
Es evidente que las obras expuestas horrorizarían a los funcionalis- –nieta de un pintor de paisajes a quien no conoció pero cuya presencia
tas, que sostenían la necesidad de desterrar todo lo superfluo. se le impone desde los óleos que quedaron después de su muerte– tra-
bajó en el tema de la casa, de los interiores, como resumen y paradig-
*Publicado en La Nación, 1999 ma del ser humano. Lo hace, según quería Bonnard, entre el intimismo
y la decoración, y este es el primer par de opuestos –de implicaciones–
que terminan completándose, correspondiéndose, paralelizándose (si
se admite la palabra).
La casa es, mas aún que el paisaje, un estado de ánimo, enuncia
Bachelard. “Por eso –añade–, las imágenes de la casa están en nosotros
tanto como nosotros estamos en ellas. Las cosas que pueblan una casa
son objetos-sujetos, sin los cuales nuestra vida íntima carecería de
modelo de intimidad”. En suma, las casa, los cuartos, sus enseres y per-
tenencias pueden leerse.
50 51
Antoniadis los lee, pintándolos, y, a la vez, los pinta, leyéndolos. Pero ambos son también el continente. Porque la casa aparece des-
[…] habitada, a pesar de lo cual sentimos la existencia de sus moradores,
Cómodas, placares, lavatorios, mesas, cortinas, mantas, alfombras, empezando por la propia artista. Así, recordamos la tesis de Heidegger
jarros, bancos, lámparas, sillas, sofás, sillones, estanterías, frascos, según la cual el Ser es la casa donde vive el hombre.
muñecos, camas, floreros, dan cuanta de una casa-estado-de-ánimo y De todas maneras, al contemplar las obras de Antoniadis, el espec-
de sus objetos-sujetos, casi diríamos: de sus órganos. He ahí la intimi- tador también se transforma, en un habitante pasajero, en un visitante
dad rescatada por Antoniadis. La suya, como todas las casas, es una de esa casa-estado-de-ánimo.
casa de la memoria, arrancada a la ciudad del olvido; su vivienda es Por ello, se entabla una correspondencia más entre lo permanente y
una vivencia (en término de Husserl, o sea una experiencia). lo transitorio, entre las presencias que se ausentan (los observadores) y
La casa mostrada por Antoniadis es, obviamente, una serie de espa- las ausencias que se presentan (los habitantes de la casa).
cios decorados, al igual que cualquier casa. Los muebles y demás artí- Mas tarde, Antoniadis extenderá esta temática a ciertos elementos
culos de un hábitat humano no sólo obedecen a una necesidad igualmente domésticos, en sus telas Torta de bodas masculina y Torta
utilitaria sino también a un impulso estetizante (la primera acepción de bodas femenina, ambas de 1992.
latina de ornar, adornar y exornar es prepararse para la guerra). […] Las Tortas de boda son casas figuradas y tiene pisos en altura.
Pero no termina aquí la propuesta decorativa de las obras de Antonia- […]
dis, quien destaca esos aspectos de la casa de manera sistemática, hasta Como en todas sus obras Antoniadis no se redujo a pintar las tortas
convertir sus obras, a veces, en transcripciones de género de tapicería. de boda: las ha elaborado encima del soporte, con la minuciosidad de
[…] una repostera, atenta al relieve de las cremas, a la configuración de los
Mas allá de la dudosa categorización de arte decorativo, lo cierto es pisos, al trabajo de los adornos.
que todo arte tiene un indisociable componente decorativo en el senti- Si, en términos metafóricos, sus casas son habitables, estas tortas
Las Bodas (detalle). 1993. 150 x 200 cm.
Acrílico sobre tela.
do de la presentación o la re-presentación. Y es en este sentido en el de boda son también comestibles: de este modo, la parábola se cierra.
Colección Fundación Telefónica. que hablamos de lo decorativo como uno de los puntos de partida de la Pero ambas telas deben ser consideradas en el marco de una terce-
obra de Antoniadis. ra, A falta de pan (1922): es una mesa donde abundan pasteles y otros
Ella exterioriza los elementos interiores; al hacerlo, interioriza de alimentos, salvo como indica el título, el pan. Se trata de una directa
ellos (y en ellos) a personajes exteriores, que son quienes observan sus referencia social y además poética: en el primer caso, por su alusión a
creaciones. Los dos verbos, no son aquí caprichosos: exteriorizar es la riqueza –sugerida por las golosinas que ocupan la mesa–, en contras-
expresar, y ser exteriorizado es recibir una expresión. te con la miseria –la falta de pan–: y en el segundo caso, por la dimen-
La coincidencia de dos opuestos ocurre nuevamente, y aun podría- sión humana y religiosa del pan, ya desde el maná mosaico.
mos evocar la antigua tesis hegeliana sobre el arte como conjugación […]
entre el interior y el exterior de la obra, esto es, entre el contenido y la Posteriormente, Antoniadis dará una nueva vuelta de tuerca a su
forma, salvo que en el caso de Antoniadis el contenido es la forma, y exploración de lo cotidiano. Ahora, acentúa lo decorativo, solicitándole
viceversa. el testimonio de sus observaciones sobre la condición femenina, el
52 53
amor, la sociedad, el consumismo, el triunfo de las apariencias, los nue-
vos mitos y los nuevos ritos, el dominio de la trivialidad, la puja clasista.
No solo acentúa lo decorativo: hace de el un medio capaz de repre-
sentar el mundo de hoy. Si todo arte, como indicábamos, tiene siempre
un componente decorativo, lo decorativo ha terminado por ser el arte
de las sociedades actuales. El célebre arquitecto Adolf Loos, un precur-
sor del racionalismo, escandalizó a sus colegas al proclamar, en 1908:
“El ornato es un delito”. Hoy, sin embargo, el ornato no solo no es un
delito: puede ser una obra singular, un hecho sacro.
[…]
La obra de Antoniadis es una obra para ver y pensar. Para ver sus figu-
ritas repetidas –nunca mejor empleada esta metáfora argentina, aunque
aquí la repetición no es un contratiempo sino una necesidad–, sus dece-
nas de cabezas, sus objetos dispares, sus animales multiplicados, sus
seres imaginarios, sus símbolos heráldicos, y para pensar en lo que callan
o dicen sus alegorías: Amor equino, Perdido en la selva circular, Lujo asiáti-
co, Relaciones peligrosas, Deseo elíptico, Almas gemelas, La elegida.
Pero lo decorativo, si por un lado ampara a las sociedades actuales,
por otro lado las desoculta. Lo decorativo es, al mismo tiempo, cons-
tructor y reconstructor, disfraz y desnudez, regimentación y revelación,
porque en su esencia misma, en sus dispositivos secretos, en sus maní-
as supersticiosas y en su afán de igualdad a ultranza –igualdad exterior
ante todo–, está el germen de su disolución. No es que lo falso termine
por ser verdadero sino que lo verdadero es falso, y lo falso es verdadero,
y en este juego de encubrimiento/descubrimiento todo se pierde y
nada se transforma.
Destino Circular. 1998. 200 x 150 cm. Acrílico sobre tela y silicona. Colección Yolanda Del Amo.
*Publicado en el catálogo del Museo Nacional de Bellas Artes, 1999.
54 55
Circulo Simbiótico. 1999. 250 x 200 cm. Acrílico sobre tela y silicona.
56 57
Identificación Botánica. 1999. 150 x 150 cm. Acrílico y serigrafía
sobre tela. Colección Patricia Ready, Santiago de Chile.
Granadas y acantos. 1999. 100 x 100 cm. Acrílico, papel sobre tela.
Perdido en la selva Circular. 1998. 150 x 200 cm. Acrílico sobre tela y silicona. Colección particular.
58 59
Oscura Selva circular. 1998. 200 x 200 cm. Acrílico sobre tela y silicona.
Colección Federico Klemm.
Luchas intestinas. 1998. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela y silicona.
Colección Valeria Fiterman
60 61
Relaciones peligrosas. 1994. 23 pinturas. 50 x 50 cm. Acrílico sobre tela y silicona.
Colección Jorge Andelman.
Problemas de género. 1993. 150 x 200 cm. Acrílico sobre tela y serigrafía. Amor Heráldico. 1998. 200 x 150 cm. Acrílico sobre tela y silicona.
Colección particular. Colección particular.
62 63
Casamiento de Leonor
y Miguel Antoniadis.
La novia de Azúcar. 1994. 200 x 150 cm. Acrílico sobre tela. Ella-El. 1994. 150 x 200 cm. Acrílico sobre tela.
Colección Amalia Lacroze de Fortabat. Colección Familia Malkassian.
Kimono. 1994. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela. Colección particular.
64 65
Exposición en Parque España, Rosario. 2003.
Página opuesta:
Ropa interior. 1994. 200 x 150 cm.
Acrílico sobre tela.
Colección Cristina Carliste.
66 67
Díptico La Bella y la Bestia. 1992. 150 x 200 cm. Serigrafía y acrílico sobre tela estampada. Colección particular. Estilo Americana. 1990. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela. Colección particular.
Página siguiente:
Torta de Bodas Femenina. 1993. 150 x 200 cm. Acrílico sobre tela.
68 69
Pretérito indefinido
La memoria y el estilo
en la obra de Antoniadis*
Jorge López Anaya
73
Carta a una joven pintora*
Luis Felipe (Yuyo) Noé
Querida Carolina:
Me has contado que has comenzado a dudar de tu obra: que pen-
sás que por allí no es actual: que hay mucho de Matisse.
Como para mí, el pensamiento plástico visual es el único legítimo
para la pintura, comprendo toda duda que provenga del mismo. Des-
confío, en cambio, de aquellas dudas producidas por el pensamiento
racional extrapictórico, aun cuando sea con fundamentación histórico-
artística. Generalmente estas últimas no son espontáneas –o sea, con-
secuencias lógicas del propio proceso artístico– sino resultados de
planteos de otros.
Es correcto que la pintura consiste en un diálogo, y esto supone la
participación de los otros. Ello es consecuencia del hecho de que ante
todo es un lenguaje y, por lo tanto, un pensamiento que, como el litera-
rio, se formula cuando se enuncia, pero esta vez, a través de líneas,
espacios y colores. Pero, como todo lenguaje, comienza con una enun-
ciación individual (plástica reitero) que es contestada por aquel que, en
este caso –por ser visual– la contempla. Esta respuesta puede darse con
opiniones o con creaciones en otros lenguajes artísticos (una música
sugerida por una pintura, por ejemplo). Pero, sobre todo, lo natural es
que las respuestas a las proposiciones pictóricas sean dadas dentro de
la lógica plástica. Si una propuesta pictórica no tiene respuestas pictó-
ricas puede sospecharse de que no es estimulante en tanto tal.
En tal sentido, puedo decirte que tu pintura da ganas de pintar y
provoca el pensamiento visual? Pues, así es. Y es natural porque ella es la
respuesta de una joven de los años ochenta de este movido siglo a un
pintor que a comienzos del mismo tuvo la osadía de pensar la realidad a
Nipón, ni Japón. 1988. 120 x 140 cm. Acrílico sobre tela. Colección Jorge Andelman.
través de la esencialización del lenguaje pictórico: la línea, el color y el
espacio. No creas que el pensamiento plástico de Matisse tuvo muchas
respuestas adecuadas. Se lo aplicó en lo gráfico (lo que es sobre todo
una acusación de recibo) pero no se lo continuó mucho en su reflexión.
Y no justamente por no ser estimulante, sino que nos ha tocado vivir un
tiempo tan entrecruzado de aproximaciones a una verdad esencial en la
74 75
Primera muestra individual Galería
Altos de Sarmiento. 1987.
Foto Leonardo Antoniadis.
pintura que pronto la respuesta de Matisse fue “superada” (en tanto continuar viviendo). Sino te quedarías de entrada en el vicio de lo que
consecuencias inmediatas) por la de los cubistas, primero, y la de los muchos llaman “estilo” o “personalidad” lo que sería la muerte de tu
abstractos, después. Esta propuesta sin embargo, era clara como clara quehacer pictórico, porque éste está precedido, ante todo, está precedi-
era su pintura: aproximarse al mundo que nos rodea a través de los ele- da por un interrogante: ¿qué hacer? Dudá, eso demuestra que estás
mentos fundamentales del lenguaje visual. Pero la realidad pensada por viva, pero no respondas a la duda negando tu pensamiento, lo que
Matisse (lección bien aprendida por vos en una actitud de reflejo amo- quiero decirte es que tu ideología artística es la verdadera por la simple
roso) no tiene nada que ver con tu entorno y en consecuencia, con tu razón de que es auténtica. En el arte, por suerte, lo que es verdad para
Carolina Antoniadis junto a Sangre, sudor
y lágrimas, 1985. Foto Leonardo Antoniadis. pensamiento plástico, o sea con tu pintura. Ante todo sos mucho más unos no lo es forzosamente para otros. Lo que no implica que no exista
barroca –como que sos de América Latina–; segundo, sos de otra época ninguna referencia a la verdad. Hay una, el lenguaje pictórico, el cual
(y no sólo porque hayas nacido hace poco, sino porque pertenecés a otra supone como todo lenguaje un pensamiento, pero este es, ante todo,
sensibilidad). Admitirás que en el Renacimiento se aceptó como el no literario aun cuando hable del mundo.
modelo de la pintura durante mucho tiempo, ¿cuántas variantes tuvo ¿Sabés que cuando veo tu pintura me gustaría nacer de nuevo?
tal modelo? ¿Cuántos siglos dialogaron con tal propuesta? Yo pertenezco a una generación que luchó contra prejuicios que no nos
Si vos pintás como pintás, es en tu caso una clara manifestación de dejaban avanzar (no solamente los académicos, sino también los van-
espontaneidad de tu sensibilidad plástica. Allí comienza tu pensamien- guardistas). Ahora siento que, a veces, los prejuicios los ponen los jóve-
to pictórico. Desarrollalo. Te llevará a consecuencias inesperadas pero nes asustados ante todos los campos de posibilidades que se les abren.
será siempre tu pensamiento. Lo enriquecerás de mil otros aportes, Y esto no lo digo por vos, sino por aquellos que te pueden objetar algo.
hasta aparentemente lo negarás –como todo pensamiento que se Tu pintura me traduce una natural libertad. Y ésta nunca puede ser la
llame tal– pero siempre será el tuyo si continuás fiel al desarrollo (aún que necesita destruir para afirmarse, como me tocó a mi vivirla.
dialéctico) de su premisa, o sea el origen de su punto de partida. A los Creo en vos. Lo único que te pido es que hagas lo mismo. Y me pare-
que te digan que debés pensar de otra manera, no te digo que no les ce que para el caso, este acto de fe es mas importante que el mío. ¿Y si
hagas caso, pero utilizá su propuesta dialécticamente: tesis (la tuya), te digo que creo mucho en vos? No haría otra cosa que decir la verdad,
antítesis (la de ellos), síntesis (la tuya). porque me encanta tu sensibilidad pictórica.
Así demostrarás ser doblemente rica, por tener capacidad de propo-
Carolina Antoniadis y Yuyo Noé. 1987.
sición pero también de absorción. Foto Leonardo Antoniadis. Un beso,
Tu pintura demuestra una sensorialidad extrema pero no matérica Yuyo Noé
(eso que muchos denominan “plástica”). Es una sensorialidad ante la
vida y ésta la “pensás” a través de ese medio espejo de tu propia alma
que es la pintura. Pero en tu caso esta sensorialidad es ante todo pro-
ducto del diálogo entre la grafía y el color.
Por supuesto que me parece magnífico que dudes. Es la única
manera de continuar pensando (que para el caso es lo mismo que decir
76 77
Sueño nihilista. 1988. 70 x 100 cm. Acrílico sobre tela tejida. Colección particular. El fin de los sueños. 1988. 150 x 150 cm. Acrílico sobre tela. Colección particular.
78 79
Una cama casi pez. 1988. 200 x 150 cm. Acrílico sobre tela.
Colección particular.
Leonor Romeo de López junto al biombo Sangre, sudor y lágrimas. 1986. 220 x 260 cm. Acrílico sobre tela. Mención de Honor, Salón Nacional de Pintura, 1986.
en el living de Rosario. Foto Leonor Antoniadis. Colección de la artista.
80 81
Junio Negro. 1987. 120 x 100 cm. Acrílico sobre tela.
Colección particular. Foto Leonardo Antoniadis.
Sin titulo. 1985. 70 x 200 cm. Témpera sobre papel. Sin título. 1985. 70 x 100 cm. Témpera sobre cartón.
82 83
Selección de exposiciones, premios y artículos
Nace en Rosario en 1961 Premios Recibidos 1989 1993 2002 Cinco artistas argentinas muestran su
en 1965 se traslada a Buenos Aires Premio Medalla de Plata Gunther, Fundación Banco Patricios. BARRENCHEA, Laura. Obras neo barro- obra en Valencia, Diario El País, Espa-
donde vive y trabaja. 2003 CAYC (Centro de Arte y Comunica- cas trae artista argentina, Santiago de ña, 12 de julio.
Premio mención Concurso Iberoame- ción. 1991 Chile, diario El Mercurio, 27 de julio. Cinco pintoras bonaerenses en Valen-
Estudios y trabajos realizados ricano de Pintura Fundación Aerolíne- Versiones Inversas, espacio CAYC, LAUDANNO, Claudia. Evidencias de un cia, diario ABC Comunidad valencia-
as Argentinas, Museo Nacional de 1987 Harrod’s en el arte. nuevo aspecto del arte post latinoa- na, Valencia, España, 12 de julio, p 18.
1984 Bellas Artes. Segundo Premio Saint Valery Museo mericano, diario Rosario/12, sección Breve diccionario ilustrado, diario La
Egresa de la Escuela Nacional Prilidia- de Arte. 1990 Plástica, 30 de julio. Nación, Bs. As., 11 de mayo, p. 8.
no Pueyrredon como profesora Nacio- 1999 Galería Ática. —————. Sobre la integración de
nal de Pintura. Gran Premio de Honor Fundación 1986 las artes, diario Rosario/12, sección 1999
Avon. Medalla de Plata Salón Nacional de 1987 Plástica, 22 de octubre. CRISTOFF, María Sonia. Carolina Anto-
1985-1989 Beca Fundación Antorchas. Artes Plásticas. Galería Altos de Sarmiento. —————. Las alegorías pictóricas niadis en Brasil, diario La Nación, Bs.
Trabaja como docente en distintas Beca Fondo Nacional de las Artes. de la rosarina Carolina Antoniadis, As., 9 de mayo, p.12.
instituciones: Municipalidad de Bs.As, diario Rosario/12, sección Plástica, 4 GLUSBERG, Jorge. Antoniadis expone
colegios privados, Instituto vocacio- 1998 Muestras individuales Reseñas críticas en diarios y revistas de junio, p. 6. sus sutil humor en pintura, diario
nal de Arte, etc. 3er Premio Fundación Avon. especializadas LÓPEZ ANAYA, Jorge. El placer de ver, La Ámbito Financiero, Bs. As., 23 de
Premio Leonardo Artista del Año, 2006 Nación on Line, Bs. As., 27 de octubre. marzo, p. 3.
1990 Museo Nacional de Bellas Artes. PLuscuamperfecto, Galería del Infini- 2003 —————. La pintura como exceso, LÓPEZ ANAYA, Jorge. Pintar es un pla-
Beca de Fundación Antorchas a la to. Buenos Aires FARINA, Fernando. La belleza no es un diario La Nación, Bs. As., Octubre, p. 5. cer, diario La Nación, Bs. As.
Creación Artística. 1997 Domus Referencial, selección antoló- delito, Rosario, diario La Capital, 12 de Revista ED, Santiago de Chile, Año VII, Revista Identidades, Artistas de Amé-
Mención de Honor Premio Fundación gica, Sala C, Centro Cultural Recoleta. mayo, p. 22. N° 79, Agosto, p. 26. rica Latina y el Caribe, BID, Paris, p. 23
1990-1993 Fortabat, M.N.B.A GONZÁLEZ CORTIÑAS, Fernanda. La Noticias Actualidad, El Mercurio, San-
Trabaja como docente de la U.B.A en 1er Premio Fundación Federico 2003 obra de Carolina Antoniadis o la tiago de Chile, Agosto 10, p. 120. 1998
la carrera de Diseño Textil. Klemm. El delito de la belleza, selección anto- inmanencia de lo femenino, Buenos Palermo Viejo, Travel + Leisure en DIEGUEZ VIDELA, Albino. Una calidad
lógica (1986-2003), Centro Cultural Aires, diario Página/12, 8 de Abril. español, Noviembre, p. 55. bien impuesta, diario La Prensa, 25 de
1994 1996 Parque de España, Rosario. Exposición LEBENGLIK, Fabián. Sobre genealogías octubre, p 8.
Cátedra Skific, Diseño Textil II, como Premio Salón de Pintura de la Asocia- organizada bajo el auspicio de la pictóricas, diario Página/12, Buenos 2001 GRINSTEIN, Eva. El legado de
jefa de trabajos prácticos. ción Críticos de Arte. Agencia Española de Cooperación Aires, p.29. ARENAZA, F. Carolina Antoniadis. Duchamp cobra vida en una exposi-
Iberoamericana (AECI). LAUDANNO, Claudia. García y Anto- Autorretratos III, Revista Para Ti. ción de homenaje, diario El Cronista,
1995 1995 niadis o la pintura entendida como GREEN, Juliana. A little bit of everyt- 28 de octubre.
Dicta Seminario de indumentaria. Mención de Honor Premio Fundación 2002 cuerpo artístico, diario Rosario/12, sec- hing, diario Buenos Aires Herald, 9 de LÓPEZ ANAYA, Jorge. La visión femeni-
Escuela E. de la Cárcova. Fortabat, Centro Cultural Recoleta. Barrocas Anomalías, Galería de Arte ción Plástica. diciembre, p. 14. na, diario La Nación, 13 de septiembre.
Premio de Adquisición Telefónica de Patricia Ready, Santiago de Chile. —————. Carolina Antoniadis y el La vanguardia oriental: Kyu Pink Show, —————. Balance con ganancias,
1996-2002 Argentina a la Pintura Joven. Perla Irregular, Fundación Federico J. enigma de lo demasiado visible, Bue- diario Clarín, 9 de noviembre, p.14. diario La Nación, 27 de diciembre.
Profesora Adjunta de la carrera de Klemm. nos Aires, Revista Magenta, Abril, pp. VERLICHAK, Victoria. Carolina Anto-
Indumentaria y Textil I, Cátedra Skific- 1994 34, 35, 36. 2000 niadis, la artista del trimestre, BA Bue-
Salszman, U.B.A. Mención en Premio Inter Soft a la 1999 —————. Plásticos de aquí para LEBENGLIK, Fabian. Una discreta inva- nos Aires Bellas Artes, Revista de Arte
Pintura Contemporánea. Museo Nacional de Bellas Artes, Bue- todo el mundo, diario Rosario/12, sec- sión argentina, diario Página/12, Bs. de la Universidad de Palermo, N° 1,
1996-2003 Museo Sívori, Centro Cultural Recoleta. nos Aires. ción Plástica, 7de enero. As., 25 de julio, p. 29. Octubre, pp. 76-80.
Profesora Titular de la Cátedra de —————. Apuesta por el arte con- MAÑES, Natalia. El Museo de la Ciu- El presente del arte argentino, diario El
3°año Pintura, Escuela Nacional de 1991 1998 temporáneo, diario Rosario/12, sec- dad acoge el universo femenino de Territorio, Posadas, 6 de septiembre.
Bellas Artes P. Pueyrredón. Premio Medalla de Plata Gunther, Fundación Federico Jorge Klemm. ción Plástica, 24 de junio. cinco artistas argentinas, Minidiario, Exaltación de la subjetividad - una
Beca del Fondo Nacional de las Artes. CAYC (Centro de Arte y Comunica- Aerolíneas y el Arte, Aerolíneas Argen- Valencia, España, 12 de julio, p.6. mirada sobre el arte de los noventa,
Beca de la Fundación Antorchas. ción). 1996 tinas Magazine, Noviembre, p. 68. Una Mostra recull l’ univers femení, Revista La Maga, 1 de julio.
Centro Cultural Borges. Exposición Revista Art Nexus, Septiembre- diario Levante, España, 12 de julio. Mirada de los 90, Revista Noticias, 18
organizada con el auspicio del Museo Noviembre, p. 152. de julio, p. 17.
Nacional de Bellas Artes.
84 85
Agradecimientos
Carolina Antoniadis
Jogando em vários frentes, diario O’ 1990 BRAGA MENÉNDEZ, Florencia. El ali- A la memoria de Miguel Demetrio Félix Antoniadis, mi padre .
Globo, Rio de Janeiro, Agosto, p. 24. BRIANTE, Miguel. Elegidores y elegidos mento sin nombre, texto del catálogo
en una muestra para pensar, diario de la muestra: Carolina Antoniadis, Deseo expresar mi agradecimiento a todas las personas que han pres-
1997 Página/12, Abril. Buenos Aires, Fundación Banco Patri-
tado su apoyo y colaboración haciendo posible esta exposición.
BATTISTOZZI, Ana María. Recostados LEBENGLIK, Fabián. Superficies, colores cios, junio de 1992.
en las vidrieras, diario Clarín, 11 de y nombradías, diario Página/12, 10 de GLUSBERG, Jorge. Carolina Mi principal agradecimiento es para mi familia que creyó en mí desde
Octubre, p. 72. abril. Antoniadis, texto del catálogo de la
LÓPEZ ANAYA, Jorge. La memoria y el muestra: Carolina Antoniadis, Buenos un principio: a mi madre, mi tía Aurora, mi hermano Leonardo, Suzette,
1996 estilo en la obra de Antoniadis, diario Aires, Centro Cultural Borges, sep- Ennio, Claudia y mi tio Howard. A Pablo que siempre me da esperanza y
FEVRE, Fermín. De todo un poco, dia- La Nación, Abril, p. 5. tiembre 1996.
alegría.
rio Clarín, 21 de septiembre, p. 13. OLIVERAS, Elena. Fragmentos, diario GLUSBERG, Jorge. Carolina Antonia-
SÁNCHEZ, Julio. Entrevista a Carolina Clarín, 20 de enero. dis: La sociedad decorativa, texto pre-
A mis mano derecha incondicionales, sin ellas hubiese sido imposible
Antoniadis, revista La Maga, 28 de Antoniadis y su poética visión de lo sente en el catálogo de la muestra:
agosto, p. 36. cotidiano, diario La Nación, 9 de Carolina Antoniadis, Buenos Aires, hacer la muestra: Leila Tschopp y Celina González Sueyro.
febrero, p. 8. Museo Nacional de Bellas Artes,
1994 marzo 1999, pp. 7-15. A mis protectores espirituales Jorge Sarsale, Roberto Malkassian
GALLI, Aldo. Dos certámenes de alto 1988 GRINSTEIN, Eva. El círculo no es redon- y Jorge Chamorro.
nivel, diario La Nación, Septiembre, p. 8. GLUSBERG, Jorge. Brillante reunión de do, texto presente en el catálogo de
LÓPEZ ANAYA, Jorge. Exposición colec- pintura joven, diario Ámbito Financie- la muestra: Carolina Antoniadis, Bue- A los auspiciantes: Fundacion Alón, Papelera Massuh, UZ Financial
tiva del arte de los años noventa, dia- ro, 7 de diciembre, p. 21”. nos Aires, Fundación Federico Jorge
Advisors, Sherwin Williams, Jorge Andelman, Bodegas Chandon, MpM
rio La Nación, 22 de octubre. LÓPEZ ANAYA, Jorge. Exposición de Klemm, agosto 1998.
arte joven con escasa autenticidad, LAUDANNO, Claudia. Barroca Anoma- Producciones, Asociación Amigos del Centro Cultural Recoleta .
1993 diario La Nación, Septiembre. lía, texto crítico para el catálogo de la
FEINSILBER, Laura. Coinciden buenas OLIVERAS, Elena. Voces que emergen, muestra: Barrocas Anomalías, Santia- A mis coleccionistas, que me han prestado generosamente la obra:
muestras de White, Eckell, Antoniadis, diario Clarín, 10 de Diciembre. go de Chile, Galería de Arte Patricia Valeria Fiterman, Jorge Andelman, Flía. Zang, Yaco García, Flía. Malkas-
diario Ámbito Financiero, 17 de junio. Ready, agosto 2002.
LEBENGLIK, Fabián. Jóvenes en el tope, 1987 —————. Cuando el vértigo del sian, Fundación Federico J. Klemm, Cristina Carliste, Ana Olcese y Flía.
diario Página/12, 12 de octubre. CARGA, Ligia. Argentinos em tempo de artificio se interna en el infierno de lo Hitters.
crise, diario O´ Globo, 3 de junio. bello, texto crítico del catálogo de la
1992 LÓPEZ ANAYA, Jorge. Autonomía muestra: El delito de la belleza – Sel- A Jacobo Fiterman, Estela Totah, Monica Girón, Elena Oliveras, Liliana
GLUSBERG, Jorge. Expone la genera- expresiva en nueve jóvenes pintores, kección antológica (1986-2003), Rosa- Piñeiro y Yuyo Noé.
ción joven del arte contemporáneo, diario La Nación, 6 de noviembre. rio, Centro Cultural Parque de España,
diario Ámbito Financiero, 1° de Sep- SENDRA, Rafael. Grupo dela X, diario abril 2003. A Mariela Sambán, Martin Urgoiti y Diego Zapella, Clelia Taricco,
tiembre, p. 2. La Capital, Rosario, 3 de Mayo. —————. Un nuevo horror al vacío,
LEBENGLIK, Fabián. El arte del debate OLIVERAS, Elena. Pintores jóvenes, dia- texto crítico del catálogo de la mues- Cynthia Ciocan, Gustavo Lowry, Mónica y Victor Najmías, Victoria Perri,
entre los que pintan y los que critican, rio Clarín, 14 de Noviembre. tra: Perla irregular, Buenos Aires, Fun- Erica Bohm, Luis Campos, Julio Suaya.
diario Página/12, 18 de febrero, p. 22. dación Federico Jorge Klemm,
octubre-noviembre de 2002. A Diana Schufer, Ester Nazarian, Juan Schafer, Aldo Bressi, Maria Euge-
1991 Ensayos críticos, prólogos VERLICHAK, Victoria. Juegos de mujer, nia Carreira, Clara Salzman, Flia. Ardisone, Estudio de diseño Marius
GLUSBERG, Jorge. Antoniadis devuelve y textos en catálogos texto crítico para el catálogo de la
el valor a lo decorativo, diario Ámbito muestra: Barrocas Anomalías, Santia- Riveiro Villar, Eugenia Machado, Cerámica Fénix, Acrílicos Madison,
Financiero, 6 de agosto, p. 2. BATKIS, Laura. El mundo recortado de go de Chile, Galería de Arte Patricia Rodolfo Villalba, Guillermo Ramis, Eduardo Vidal, Ricardo Maidana,
————. El Gunther convocó lo Carolina Antoniadis, texto crítico para Ready, agosto 2002.
Estudio Bonta, Fernando Romaso, Rafael Chamorro, Dolores Carrizo, mis
mejor, diario Ámbito Financiero, Sep- el catálogo de la muestra: Carolina
tiembre. Antoniadis, Buenos Aires, Galería alumnos; María José Alguero y a los que me acompañan diariamente
Atica, abril de 1990. en esta aventura.
86 87
English Texts
88