Particion Convencional
Particion Convencional
Particion Convencional
La partición del bien común se puede realizar a travez de distintas modalidades. Si los
copropietarios están de acuerdo en los términos de la división del bien común, y todo ellos son
capaces, estamos en presencia de una PARTICION CONVENCIONAL (art. 986, 1 C.C), cuya
naturaleza es la de un acto jurídico dispositivo y de atribución patrimonial, tipificando como
una permuta (art. 983 C.C.).
Al no exigir el art. 986 C.C. ninguna formalidad especifica para que las partes exterioricen su
voluntad, se entiende que rige el principio de libertad de forma (art. 143 C.C.). Sin embargo, en
el caso de partición de bienes hereditarios, el art. 983 C.C. señala que ésta “se hará” por
escritura pública tratándose de bienes inscritos en registros públicos, mientras será suficiente
el documento de firmas notarialmente legalizadas en el caso de otros bienes. ¿Estamos en
presencia de una formalidad “ad probationem” o “ad solemnitatem”? Según el art. 144 C.C. la
segunda sólo se presenta cuando la exigencia de formalidad esta acompañada de la sanción de
nulidad, pero esto no puede entenderse como una formula sacramental, incompatible con la
libertad del Derecho moderno, sino como la exigencia imperativa de una forma determinada.
En tal sentido, el art, 853 C.C. señala que el acto jurídico “se hará” bajo cierta formalidad
especifica, lo cual hace suponer su carácter “ad solemnitatem”. Siendo ello asi, salta a la vista
la incoherencia entre una partición cuyos copropietarios no se originan en una sucesión
hereditaria, y la otra partición en donde los copropietarios forman parte de una herencia. En el
primer caso rige la libertad de forma (art. 143 C.C. ).
¿Cómo conciliar esta discrepancia? Por nuestra parte, consideramos imposible encontrar
alguna coherencia entre ambas soluciones a una misma figura jurídica.