Proverbios 9

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Proverbios 9: La Sabiduría edifica

la casa
Proverbios 9:1 La sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas.

Las siete columnas son en sentido figurado. No se refieren a siete principios


de la sabiduría. En la Biblia, el número siete representa totalidad y
perfección. Este versículo establece poéticamente que la sabiduría no carece
de nada: es completa y perfecta.
La sabiduría y la insensatez (necedad) se ilustran en este capítulo como unas
jóvenes rivales, cada una preparando una fiesta e invitando a las personas.
Sin embargo, la sabiduría es una mujer de carácter responsable, mientras
que la insensatez es una prostituta que sirve comida robada. La sabiduría
apela primero a la mente, la insensatez a los sentidos. Es más fácil estimular
los sentidos, pero el gozo de la insensatez es temporal. En contraste, la
satisfacción que da la sabiduría dura para siempre.
Proverbios 9:2 Mató sus víctimas, mezcló su vino, y puso su mesa.

Proverbios 9:3 Envió sus criadas; sobre lo más alto de la ciudad clamó.

Proverbios 9:4 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice:

Proverbios 9:5 Venid, comed mi pan, y bebed del vino que yo he mezclado.

El banquete descrito en este capítulo presenta algunos paralelos importantes


con el banquete que Jesús describió en una de sus parábolas. Quizás
muchos querían ir, pero nunca lo hicieron porque les desvió algo que en ese
momento les pareció importante. No permita que nada se vuelva más
importante que su búsqueda de Dios
Proverbios 9:6 Dejad las simplezas, y vivid, y andad por el camino de la
inteligencia.

El cap. 9 se une al resto de los capítulos 1-8 con la palabra sabiduría y el


contenido que habla de “los ingenuos” (los que no tienen criterio formado y
abiertos a todas las influencias, identificados con los adolescentes o jóvenes),
de los faltos de entendimiento, del burlador que desprecia a otros, del impío
o malvado, del sabio y del justo o recto. Además están los elementos
comunes del pan y vino y el temor de Jehová.
Para el autor se presenta una confrontación entre sabiduría y necedad, dos
mujeres con dos perspectivas distintas del mundo, con distintos llamados y
con distintos futuros. Esta sección inmediata tratará de la actitud de
sabiduría. Las otras secciones subrayan los siguientes temas: el prejuicio
hacia el maestro por haber intentado instruir a los nooyentes, la suma de la
sabiduría y finalmente, la actitud y el llamado de necedad.
El hogar debe ser uno de los lugares más sagrados de la sociedad. Es aquí
donde se forma la próxima generación y de donde verdaderamente se
proyecta la sociedad. El templo y el palacio, son ayudas en la sociedad para
complementar el hogar. En los capítulos 1—muchos no han sabido edificar
un hogar. Los ladrones o asesinos han querido llenar sus casas con cosas
robadas. La mujer ajena actúa de tal forma que su casa se hunde hacia la
muerte. La mujer con “vestido de prostituta” utiliza su casa como un lugar de
pecado, pues su casa está en caminos del Seol. Por otra parte, sabiduría
levanta una voz profética mostrando que se puede tener una casa perfecta,
es decir, con siete columnas. Ella tiene todo preparado —carne (asado), vino
especial, una linda mesa puesta— todo lo que significa un gran banquete. El
texto muestra que sabiduría es una mujer riquísima con carne en la mesa,
criadas o siervas para hacer su voluntad, etc. La vida de sabiduría es un
próspero estilo de vida.
El mensaje de las criadas refleja el llamamiento. Sentarse en la mesa
simbolizaba “una comunión de hermandad”, una amistad. Otra vez, el
llamado se hace donde están los ingenuos o faltos de entendimiento.
Sabiduría no espera que ellos vengan sino que va a buscarlos por medio de
las criadas. El pan y el vino significan comida. Para completar el cuadro
habría que ver la necedad.
Siete columnas de la sabiduría
1. Ama la belleza de la creación humana.
2. Hace preparativos como anfitrión generoso.
3. Administra con eficacia.
4. Ejerce compasión hacia los desafortunados.
5. Aconseja al fracasado.
6. Evita ser avergonzado.
7. Favorece al sabio.
Proverbios 9:7 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; el que
reprende al impío, se atrae mancha.

Proverbios 9:8 No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;


corrige al sabio, y te amará.

Proverbios 9:9 Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su


saber.
La inutilidad de corregir al cínico

Esta sección interrumpe el tema de sabiduría y necedad, como si fuese un


evento concreto que se presenta en el medio de la enseñanza a los jóvenes.
Son tres dichos independientes unidos por dos identificaciones: el burlador y
el sabio.
Se siente la frustración del maestro de “echar agua en el mar” en estos
versículos. Los burladores, que abiertamente muestran su desprecio a los
demás, y los impíos, que son completamente malvados, no pueden ser
instruidos. A la vez, el maestro, el que corrige… el que reprende…, queda
perjudicado, quedando mal frente a la sociedad. Mientras el versículo 7 tenía
un paralelismo sinónimo, el versículo 8 tiene un paralelismo antitético
contraponiendo los dos individuos, el burlador y el sabio. Las actitudes de las
dos personas, por lo tanto, son distintas aunque ambas son corregidas por el
maestro. Otra vez el versículo 9 vuelve a un paralelismo sinónimo, uniendo
sabio y justo, da y enseña, será más sabio y aumentará su saber. Mientras los
sabios y los justos han aprendido a aprovechar la sabiduría y están
dispuestos a ser corregidos, el burlador y el impío no han sabido aprovechar
la sabiduría y rechazan la corrección. Un dicho dice que “más vale ponerse
una vez colorado y no cien amarillo”. ¿Cuántas situaciones o consecuencias
dañinas les van a llegar en el futuro porque ellos no escucharon? Como dijo
el caído: ¡Cómo aborrecí la disciplina, y mi corazón menospreció la
reprensión! No escuché la voz de mis maestros… Casi en todo mal he estado,
en medio de la sociedad y de la congregación.
Proverbios 9:10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el
conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

¿Es usted un escarnecedor (burlador) o un sabio? Lo puede decir por la


forma en que responde a la crítica. En vez de contestar rápida y
agresivamente o devolver con astucia la crítica, escuche lo que se le está
diciendo. Aprenda de sus críticos, este es el camino a la sabiduría. La
sabiduría comienza cuando conocemos a Dios. Le da un propósito a la vida
porque El la creó. Conocer a Dios no solo es saber datos sobre su persona,
sino permanecer en temor reverente y tener comunión con El. ¿Quiere en
verdad ser sabio? Conozca cada vez más a Dios. (Si desea más información
sobre cómo llegar a ser sabio
Proverbios 9:11 Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te
añadirán.

Proverbios 9:12 Si fueres sabio, para ti lo serás; y si fueres escarnecedor,


pagarás tú solo.
La proyección del sabio y el fin brusco del cínico

El versículo 10 trata el tema de la fe apropiada desde la criatura al creador,


una reverencia santa y sana, temor de Jehová. En una relación sinónima se
acentúa la posibilidad o probabilidad de conocer al Santísimo a través de
una vida sabia (recta). El resultado del versículo 10 se encuentra en el
siguiente versículo, refiriéndose a una vida prolongada. Como los vicios
quitan la vida, al producir una muerte prematura, la sabiduría aumenta la
vida en cantidad y en calidad. El versículo 12 tiene un juego de palabras
basado en la palabra sabio: Si tú eres sabio, para ti eres sabio; si tú eres
burlador, tú solo vas a llevarlo. El sabio gana pero el burlador pierde basado
en su actitud. Así es el libre albedrío del hombre. El puede decir cuál es el
camino que desea tomar.
Al concluir esta sección se termina con los pasajes conectivos que unen los
pasajes más sustanciales y concretos. Hemos podido saber lo que piensa el
maestro y escuchar los momentos cuando intentó motivar a los jóvenes a
tomar buenas decisiones, integrando de esa manera la sabiduría en su vida.
Proverbios 9:13 La mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante.

Proverbios 9:14 Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares


altos de la ciudad,

Proverbios 9:15 Para llamar a los que pasan por el camino, que van por sus
caminos derechos.

Proverbios 9:16 Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dijo:

Proverbios 9:17 Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es
sabroso.

Hay algo hipnótico y tóxico en la maldad. Un pecado nos lleva a querer más.
Una conducta pecaminosa parece ser más apasionante que la vida cristiana.
De ahí que muchos echen a un lado todo pensamiento acerca del suntuoso
banquete de la sabiduría para comer la comida robada de la insensatez, la
ramera. No se engañe: el pecado es peligroso. Antes de desear el fruto
prohibido, eche un buen vistazo a quienes lo comieron y vea lo que les
sucedió
Proverbios 9:18 Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados
están en lo profundo del Seol.
El grito mortal de la callejera

Esta sección completa lo opuesto acerca de sabiduría. Aquí se trata de la


mujer necia, necedad, y se escucha su llamado a los que pasan por su puerta.
Asimismo, los capítulos 1-9 empezaron con el llamado de los ladrones o
asesinos. Ahora, se clausuran los capítulos 1-9 con el llamado de necedad.
El versículo 13 se complica porque el texto hebreo termina con el refrán “y
no conoce nada” en vez de y no conoce la vergüenza. Además la palabra
libertina viene de una palabra hebrea que aparece una sola vez en el AT, que
tiene la raíz de “simple” o “necio”. Así la palabra puede definirse como “la
que actúa en una forma necia”. Hay un paralelismo entre sabiduría y
necedad, en que sabiduría es más rica y sus frutos mejores:
Sabiduría

Las invitaciones idénticas de la señora Sabiduría y la señora Insensatez


El último sermón tiene una estructura delicadamente equilibrada: una
invitación de la señora Sabiduría, una invitación de la señora Insensatez que
imita sus palabras, y entre ellas una colección de observaciones, todo lo cual
reitera implicaciones de los sermones como un total.
La última invitación de la señora Sabiduría nuevamente recuerda a Isaías 55.
Aquí ella deja el papel de profeta y toma el de anfitrión, de modo que sus
criadas, no ella misma, extienden el llamado. El retrato de Proversículo de la
sabiduría ha tomado muchas formas: “Ella es tan aterradora como una diosa,
tan juguetona como un niño pequeño, tan con fortable como los brazos de
una madre, tan desafiante como un profeta, tan satisfactoria como una mesa
cargada de alimentos, tan misteriosa como un amante escondido entre los
lirios”
No es una oferta a la abnegación la que ella hace: el alimento es rico, el vino
es bueno (mezclado con especias), y el escenario espléndido (el significado
de las siete columnas es asunto de conjeturas). Pero hay tal vez una ironía en
los vversículo 4-6, que los faltos de entendimiento están destinados a
menospreciar su invitación.
El interludio, por lo tanto, comienza con una nota más bien resignada. La
experiencia sugiere que el maestro no tendrá éxito con mucha gente, y es
aconsejable (¡sabio!) ser realista acerca de esto. Pero un maestro sí tiene
experiencias más felices. Ese comentario recuerda la introducción a los
sermones. También conduce a la reiteración del texto lema, con la
acostumbrada promesa de la señora Sabiduría agregada, y el énfasis familiar
sobre la responsabilidad personal.
El interludio da a la señora Insensatez tiempo para preparar su débil
imitación de la cena de la señora Sabiduría. Así como la señora Sabiduría
está modelada con un profeta, la señora Insensatez lo está con la mujer
extraviada. Pero la señora Insensatez también lleva a la gente al mismo
destino que la mujer intencionada. Esta sección concluye así dramáticamente
al presentar ante los lectores una elección entre vida y muerte.

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