Antropología Cultural Cap 2 Kottak-1

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Códigos éticos y métodos

de investigación
ANTROPOLOGÍA Y CÓDIGOS ÉTICOS

MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN

ETNOGRAFÍA: UNA ESTRATEGIA DISTINTIVA DE LA ANTROPOLOGÍA

TÉCNICAS ETNOGRÁFICAS
Observación y observación participante • Conversación, entrevistas y la entrevista dirigida
• El método genealógico • Informantes privilegiados • Historias de vida • Las creencias y
percepciones locales y las del etnógrafo • La evolución de la etnografía • Etnografía centrada •
en el estudio de problemas concretos • Investigación longitudinal • Investigación en equipo
• Cultura, espacio y escala.

INVESTIGACIÓN CON ENCUESTAS

Recuadro: Los antropólogos también sufren el choque cultural

En el Capítulo 1 se trató sobre la antropología y sus aplicaciones. El Capítulo 2 co-


mienza con una reflexión sobre las dimensiones éticas de la antropología y luego pasa
a tratar los métodos de investigación en antropología cultural.
La Anierican Anthropological Association (Asociación Norteamericana de Antro-
pología, también conocida como la AAA) es la principal organización representante de
la amplitud de campos de la antropología (incluye a los cuatro subcampos en su di-
mensión tanto académica como aplicada) y cree que la generación y el uso adecuado
de conocimiento sobre los pueblos del mundo, pasados y actuales, es una meta va-
liosa. La misión de la AAA es avanzar en la investigación antropológica y fomentar la
difusión del conocimiento antropológico mediante publicaciones, docencia, educa-
ción pública y aplicación. Parte de esa misión es ayudar a formar a sus miembros
sobre sus obligaciones y retos éticos (http://www.aaanet.org).

, , ,
ANTROPOLOGIA Y CODIGOS ETICOS

Los antropólogos son cada vez más conscientes del hecho de que la ciencia es insepa-
rable de la sociedad y del contexto del derecho y de la ética. Los antropólogos no pue-
den estudiar ·cosas sólo porque resultan interesantes O de valor para la ciencia. A me-

21
22 Capítulo 2. Códigos éticos y métodos de investigación

dida que realizan trabajos de investigación y se implican en actividades profesionales ,


es inevitable que surjan cuestiones de carácter ético.
Cuando se trabaja fuera del propio contexto cultural y en entornos con diferentes va-
lores culturales en interacción o incluso compitiendo, suele venir bien disponer de una
guía que ayude a tomar decisiones relacionadas con la ética profesional. La AAA ofrece
un código ético cuya versión más reciente fue aprobada en 1998 y actualizada en 1999.
ü,n mucha frecuencia, los antropólogos realizan trabajos de investigación fuera de
sus países de origen o, cuando menos, lejos de su propio entorno cultural. En estos con-
textos ajenos, el antropólogo busca la cooperación, los permisos si fueran necesarios, y
la buena relación con los funcionarios locales o gubernamentales, con otros miembros
de la academia y, sobre todo, con la gente de la comunidad objeto de estudio. La sensi-
bilidad cultural es un requisito indispensable cuando los objetos de estudio son perso-
nas en cuyas vidas se interfiere. Para llevar a buen término cualquier investigación es
preciso establecer y mantener unas relaciones de colaboración y de no explotación con
los colegas y los informantes de la comunidad que nos recibe.
Es de vital importancia ll_lformar a colegas y funcionarios del propósito de nuestra
investigación, de cómo se financia y de los resultados anticipados e impactos que pue-
dan producirse derivados de nuestra presencia en el campo. Los investigadores tienen
que obtener el consentimiento informado (aceptación a participar en la investiga-
ción sabiendo lo que eso implica) de todas las partes afectadas. No sólo las autorida-
des, sino también 1~ gente de la comunidad deben conocer el propósito, la naturaleza
y los procedimientos de investigación, así como sus potenciales costes y beneficios
para ellos.
Antes de que pueda iniciarse una investigación es necesario realizar un proceso
cultural~ente adecuado de creación de una red social de contactos. Esto es algo que
suele variar de un contexto a otro. Por ejemplo, cuando preparé mi primer trabajo de
campo en Madagascar en 1966, el primer paso fue obtener un visado de la embajada
de este país en Francia, donde pasé seis meses aprendiendo el idioma. Cuando llegué
a Antananarivo, la capital de Madagascar, visité a los antropólogos de la universidad
para apoyarme en sus conocimientos y recibir su consejo para llevar a cabo mis pla-
nes. Luego, cuando llegué al territorio de los betsileo me reuní con el jefe de la pro-
vincia y con los encargados de todas las unidades administrativas en las que realizaría
mi trabajo. A continuación me dediqué a hacer amistades con gente relevante de la pe-
queña ciudad en la que me instalé inicialmente. Ellos tenían redes sociales extensas en
1~ zonas rurales en las que planeaba hacer la mayor parte de mi trabajo de investiga-
ción. ~- través de con_tactos personales me creé una red personal de relaciones que me
permitió entrar _en diversas comunidades rurales,- una de las cuales sería mi principal
centro de estudio. Durante · ta • M d .
m1 es nc1a en a agascar mtenté estar en contacto con
d 1
to as as personas que me h bí
li c1'té b ecas para vo1ver a Madª an ayud.ad o a mtroducnme.
.
.
.
Cuando más adelante so-
1
· dos a dos d e os antr 61agascar me uí en mis proyectos como participantes fi-
. nanc1a 1
Los antropólogos t· op ogos que me ayudaron al principio. .
1enen una deud 1
campo y deben percibir una . ª
~ con gente entre la que realizan su trabajo de
reciprocidad adecuada p · l al
mendable que los antropólogos n rt . · or eJemp o, es tamente reco-
0 eamencanos que trab · ( ).
yan a colegas del país receptor en sus plan d . . . aJan en otro país 1 mdu-
. . , (2) establezcan relaciones es
nanc1ac1on, d e mvestigac1ón
b . • d es d e fi -
y e n sus so¡·1c1tu
. . . . . 1
e co a oración con I
respectivas mst1tuc10nes y (3) los mcluyan en la bl' . esos co egas y sus
vestigación. Por supuesto, no me cansaré de . p~ .icación de los resultado de la in-
. ms1stir en ello, la obligación ética pri•
Introducción a la Antropología 23

~ordial es para con la gente a la que se estudia. Su bienestar y su interés van por de-
lante de todo lo demás.
Al escribir solicitudes de becas, realizar investigación y trabajar en otros contextos
profesionales, suelen surgir de manera inevitable cuestiones éticas. En Est:a._dos Uni-
dos, antes de aceptar una propuesta de investigación, todas las agencias fede~es exi-
gen una evaluación ética del proyecto. En las universidades suele haber comisiones
cuyo trabajo consiste en hacer tales evaluaciones antes de que se envíe cualquier soli-
citud. Su finalidad es asegurarse de que la investigación no causará daños a las perso-
nas que van a ser estudiadas.
En su Código Ético, la denominada AAA señala que los antropólogos tienen obli-
gaciones para con su academia, para con la sociedad y la cultura más amplias, y para
con la especie humana, las restantes especies y con el medio ambiente. La finalidad de
este código es ofrecer referentes y fomentar la discusión y la educación.
El Código hace referencia a diversos contextos en los que trabajan los antropólo-
gos. Sus puntos principales sobre las dimensiones éticas de la investigación, la ense-
ñanza y la aplicación, podrían resumirse de la siguiente manera: Al proponer y reali-
zar una investigación, según el Código, los profesionales de la antropología deben ser
transparentes acerca de sus propósitos, impactos potenciales y fuentes de apoyo.

A._Responsabilidad para con las personas y los animales


1. La obligación ética principal del profesional de la antropología es para con las per-
sonas, las especies o los materiales que estudia. El potencial incumplimiento de
esta obligaci6n puede conducir a decisiones de no llevar a cabo, o dejar de realizar,
una investigación. Esta obligación ética fundamental entraña:

Evitar daños o males.


Respetar el bienestar de los humanos y de los primates no humanos.
Trabajar por la preservación de los restos arqueológicos, fósiles y registros
históricos.
Trabajar para alcanzar una relación de trabajo que beneficie a todas las partes.

2. Quienes realizan investigación tienen que ser respetuosos con la seguridad, la dig-
nidad y la privacidad de la gente que estudian. También han de evitar dañar la se-
guridad, el bienestar psicológico y la supervivencia de los animales y de las espe-
cies que estudian.
3. Deben enterarse con antelación si sus anfitriones desean permanecer en el anoni-
mato o ser reconocidos, y han de realizar todos los esfuerzos posibles para cum-
plir con estos deseos.

4. Deben obtener el consentimiento informado de las personas a las que estudian y


de aquellas cuyos intereses ·pudieran verse afectados por la investigación. Con-
sentimiento informado significa que el antropólog9--d~be conm1ücar a la gente sus
metas y procedimientos de investigación y ~eríer su consentimiento como par-
ticipantes. í"
/
5. Los profesionales de la antropología ~ue desarrollan una estrecha relación con
personas (por ejemplo, sus informanfe~) tienen que cumplir con sus obligaciones
j
1
Capítulo 2. códigos éticos y métodos de inveSttga(.~
.
·•611
24
· timiento informado. También tienen que n
de. mmsparencia Yde. cons:los Jfmites de la relación que establezcan. egOcia,
cwdadosa y respetuosarnen
. s personales de su trabajo, pero nunca deben explota
6. Pueden obtener beneficio .
animales O matenales c u1~-~1
1w i:Ues o b'10lóg1cos.
· Debe r a
otras personas, gropos,con las sociedades
' en 1as que trab aJan
· y están , obligadn re.
conocer su deud a Para b · os a
. 'd d decuada con la gente con 1a que tra a3an.
una rec1proc1 a a

B. Responsabilidad para con la academia y la ciencia


l . Los profesionales de la antropología deben estar preparados para encontrarse con
dilemas éticos durante su trabajo.
2. Son responsables de la integridad y reputación de su disciplina, de su mundo aca-
démico y de su ciencia. Nunca deben engañar ni malinterpretar a sabiendas. Nunca
deben fabricar evidencias, falsificar o plagiar. Tampoco deben evitar o impedir in-
formar de malas prácticas profesionales, ni obstruir la investigación de otros.
.
3. Deben hacer todo lo posible para preservar las posibilidades de hacer trabajo de
campo en un mismo lugar por futuros investigadores.
4. En la medida de lo posible, deben difundir sus hallazgos a la comunidad científica
y académica.
5. Deben tener en cuenta las peticiones razonables para acceder a sus datos con fine
de investigación y deben intentar preservar sus datos para su uso en la posteridad~

C. Responsabilidad para con el público

. .
:s:=:~:~i~~:J::re
1. Quienes ~vestigan deben poner sus resultados a disposición de los atro .
deben tomar decisiones acerca del enfornoc;::aq:e
e campo, y otras personas Debe t
implicaciones sociales y políticas de su trab . . . n ener en cuenta las
d -

bajo es entendido contextualizad d adJO e mtentar asegurarse de que su tra-


, o a ecua amente y tili d d
ponsable. Deben se francos sobre sus titul . , u za o e manera res-
2. Los profesional d la ac1ones y sesgos políticos o filosóficos.
es e antropología pueden ir m , . .
y adoptar una posición de defensa de 1 . as allá de difundir sus resultados
decisión individual más os mtereses de sus informantes E ta
que una responsabilidad ética. . s es una

El Código Ético completo de l AAA


puede encontrarse completo enª. lé , que aquí aparece resumido y parafra d
http://www.aaanet .org. mg s en la página web 4e
,.l sea o,
esta organización:
_,.,.

MÉTODOS~
Uf; INVESTIGACIÓN
La antropología cultural y la sociolooí
. '6n y eI comportamiento social "'"'ª co parten su mterés
.
gamzac1 es. S n embargo a . las re1ac1ones,
por . la or-
, partir de los tipos d e soc1e-
.
Introducción a la Antropología 25

dades que cada una de ellas tradicionalmente ha estudiado es donde surgen impor-
tantes diferencias entre estas disciplinas. Inicialmente los sociólogos se centraron en
el estudio de las sociedades occidentales industrializadas, mientras que los antropólo-
gos lo hacían en las sociedades no industriales. Para enfrentarse a estos dos tipos de
sociedades se desarrollaron diferentes métodos de recogida y análisis de datos. Para
los estudios a gran escala de sociedades complejas, los sociólogos se apoyaron en el
uso de cuestionarios y otros medios de recogida masiva de datos cuantificables. Du-
rante muchos años, las técnicas estadísticas y de muestreo han sido fundamentales en
sociología, mientras que los antropólogos se han preocupado menos por una forma-
ción estadística (aunque esto está cambiando a medida que los antropólogos trabajan
cada vez más en sociedades modernas).
Los etnógrafos tradicionales estudiaban poblaciones pequeñas, ágrafas (sin escri-
tura) y hacían uso de métodos etnográficos apropiados a tal contexto. "La etnografía
es un proceso de investigación en el que el antropólogo realiza un estrecho segui-
miento observando, registrando y participando de la vida cotidiana de otra cultura
-una experiencia etiquetada como el método de trabajo de campo-, y luego escribe
informes sobre esa cultura, poniendo énfasis en la descripción detallada" (Marcus &
Fischer, 1986, pág. 18). Un método clave descrito en esta cita es laa observación parti-
cipante -tomar parte en los hechos que uno observa, describe y analiza.
La antropología comenzó a separarse de la sociología a principios del siglo XX. Los
primeros estudiosos de la sociedad, como el académico francés Emile Durkheim,
están entre los fundadores tanto de la antropología como de la sociología. Compa-
rando la organización de las sociedades simples y las complejas, Durkheim estudió las
religiones de los, aborígenes australianos (Durkheim, 1912/2001), así como fenómenos

Margaret Mead haciendo trabajo de campo en Bali, Indonesia, en 1957.

.,
Capítulo 2. Códigos éticos y métodos de investigación
26

de masas (como las tasas de suicidio) en las naciones modernas (Durkheirn


189711951 ). Con el tiempo, la antropología se especializaria en las primeras y la socio~
logía en las últimas.

ETNOGRAFÍA: UNA ESTRATEGIA DISTINTIVA


DE LA ANTROPOLOGÍA

La antropología pasó a convertirse en un campo separado en la medida en que sus pri-


meros profesionales trabajaban en las reservas indias norteamericanas o viajaban a
tierras lejanas para estudiar pequeños grupos de forrajeros o de agricultores. Este tipo
de estudio personal y de primera mano de los asentamientos locales se denomina et-
nografia. Tradicionalmente, el proceso de convertirse en antropólogo cultural ha re-
querido una experiencia de trabajo de campo en otra sociedad. Los primeros etnógra-
fos vivieron en sociedades de pequeña escala y relativamente aisladas, con tecnologías
y economías denominadas simples. .
Así, la etnografía se fue configurando como una estrategia de investigación en so-
ciedades con una·mayor uniformidad cultural y una menor diferenciación social de
la que normalmente encontramos en los grandes y modernos países industriales. En
estos asentamientos no industriales, los etnógrafos tenían que enfrentarse a un
menor número de formas de enculturación para comprender la vida social. Los et-
nógrafos han intentado tradicionalmente la comprensión global de cualquier cultura
ajena (o, siendo más realistas, lo más globalmente posible, dadas la_s~limitaciones de
tiempo y de percepción). Para alcanzar esta meta holista, los etnógrafos adoptan una
estrategia de libre acción para la recopilación de sus datos. Dentro de una determi-
nada sociedad o comunidad, se desplazan de un lugar a otro y de un sujeto a otro
para descubrir la totalidad y la interconexión de la vida social.
La etnografía, al ampliar nuestro conocimiento del alcance de la diversidad hu-
mana, proporciona una base para las generalizaciones sobre el comportamiento hu-
mano y sobre la vida social. Los etnógrafos se sirven de técnicas variadas para com-
poner un cuadro de lo que, de otro modo, serían estilos de vida ajenos. Los
antropólogos suelen emplear varias (raramente todas ellas) de las técnicas que se ex-
plican a continuación.

, ,
TECNICAS ETNOGRAFICAS
Las técnicas de campo cara t , . d·
c ensticas e1 etnógrafo son las siguientes:
1. Observación directa de ri
yendo la obseroació"' ?. mera mano, del comportamiento cotidiano, inclu-
,z partzczpante.

2. Conversaciones unas veces má


charla en los en~uentros cotid' s y otras veces menos formales, y que van desde la
nerse a1 día de lo que pasa ~:~s, que co?tribuye a mantener la relación y po-
tructurados o sin estruc~ as entrevzStas prolongadas, que pueden ser es-

3. El método genealógi,co.
Introducción a la Antropología
27
4. Trabajo detallado con informantes privi/ern,,A05 b
vida comunitaria. 0 '"" so re aspectos determinados de la

s. En~e~s~~ndpr;fundi~d, conducentes con frecuencia a la recopilación de his-


tonas e vi e etermmadas personas (narradores).
6. Descubri~ento de las cr:encias y percepciones locales (nativas), que puedan ser
compara as con las propias observaciones y conclusiones del etnógrafo.
7. Investigación centrada sobre temas o problemas concretos de muy diversos tipos.

8. Investigación longitudinal -el estudio continuado y a largo plazo de un área o


un lugar.

9. Investigación en equipo-con varios etnógrafos trabajando de manera coordinada.

Observación y observación participante


Los etnógrafos tienen que prestar atención a cientos de detalles de la vida cotidiana, a
eventos estacionales Ya sucesos inusu~es. Tienen.que observar el comportamiento in-
dividual y colectivo en situaciones diversas y registrar lo que ven tai como lo ven. Las
cosas nunca vuelven a resultar tan extrañas como durante los primeros días y sema-
nas del ~bajo de campo. Con el tiempo, el etnógrafo acaba por acostumbrase y
acepta como normales patrones culturales que inicialmente le eran ajenos. Permane-
cer algo más de un año sobre el terreno le permite al antropólogo repetir la estación
en la que llegó, .wi momento en. el que se le podrian haber pasado por alto ciertos pro-
cesos y eventos-debido a su escasa familiarización con el entorno y al choque cultura:1.
Muchos etnógrafos anotan sus impresiones en un diario personal, que mantienen
por separado de las notas de campo, más formales. Posteriormente, este registro de
primeras impresiones ayudará a señalar algunos de los aspectos más fundamentales
de la diversidad cultural. Éstos incluyen olores peculiares, ruidos que hace la gente,
cómo se cubren la boca cuando comen y cómo miran a otros. Estos patrones, que son
tan básicos como para parecer casi triviales, forman parte de lo que Bronislaw Mali-
nowski llamó '1os imponderables de la vida nativa y del comportamiento típico" (Ma-
linowski, 1922/1961, p. 20). Estas caracteristicas de la cultura son tan fundamentales
que los nativos las dan por sabidas. Son demasiado básicas incluso para hablar de
ellas, pero el ojo no acostumbrado del antropólogo novato las percibe. A partir de en-
tonces se sumergen en la familiaridad y se desvanecen hacia la periferia de la cons-
ci~ncia. Este es el motivo por el que las impresiones iniciales son valiosas y deben ser
registradas. En primer lugar, y sobre todo, los etnógrafos deben ser precisos obser-
vando, recogiendo e informando de lo que ven en el campo.
Los etnógrafos se esfuerzan por establecer una buena y amistosa relación de tra-
bajo (en inglés rapport) con sus anfitriones basada en el contacto personal y la con-
fianza mutua. Uno de los procedimientos caracteristicos de la etnografía es la obser-
vación participante, lo que significa que tomamos parte en la vida de la comunidad al
tiempo que la estudiamos. En tanto que seres humanos viviendo entre otros, no pode-
mos ser observadores totalmente imparciales y distanciados. Además, también tene-
mos que tomar parte en muchos de los hechos y procesos que estamos obsezvando
tratando de comprender. Mediante la participación podemos aprender por qué los na-
tivos consideran significativos tales eventos, al ver cómo se organizan Y llevan ª cabo.
28 Capítulo 2. Códigos éticos y métodos d_e investigación

En Arembepe, en Brasil, aprendí sobre la pesca y la navegación por el Atlántico en


sencillos botes de vela con los pescadores brasileños. Hice viajes en un vehículo todo-
terreno a la capital llevando niños desnutridos, madres embarazadas y; en una ocasión,
ª una joven adolescente poseída por un espíritu. Todas eStas personas neces!~b~ con-
sultar especialistas fuera del pueblo. Bailé en las fiestas de Arembepe, ~ebi libaciones
de horrible sabor que conmemoraban nuevos nacimie~tos, Yme c~nve~ en padrino de
una niña del pueblo. La mayoría de los antropólogos tienen_ expenenci~ de campo si-
milares. La común humanidad del estudioso y de los estudiados, el etnografo y la co-
munidad investigada, hace inevitable la observación participante.

Conversación, entrevistas y la entrevista dirigida


Participar en la vida local significa que los etnógrafos hablan constantemente con la
gente y les preguntan sobre lo que observan. A medida que aumenta su conocimiento
de la lengua nativa, van entendiendo más y mejor. Se dan varias etapas en el aprendi-
zaje de la misma. Primero la fase de nombrar -preguntando nombre tras nombre de
los objetos que nos rodean-. Luego somos capaces de hacer preguntas más comple-
jas y de entender las respuestas. Comenzamos a entender conversaciones sencillas
entre la gente, y si nuestro dominio de la lengua llega lo suficientemente lejos, con el
tiempo llegamos a ser capaces de comprender las veloces discusiones públicas y las
conversaciones en grupo.
Una técnica de recogida de datos que he utilizado tanto en Arembepe como en Ma-
dagascar consiste en una encuesta que incluye una entrevista dirigi~ a partir de una
guía. En 1964, mis compañeros de trabajo de campo y yo intentamos completar
una entrevista con una guía en todos y cada uno de los 160 hogares de Arembepe. En-
tramos _en ~i todas las casas (menos del 5 por ciento rehusó pmicipar) para hacer
una sene de preguntas. Como resultado de ello obtuvimos un censo y una información
bási~ sobr~ el pueb~o. Anotamos el nombre, edad y sexo de cada miembro del grupo
de res1denc1a. Recogimos datos sobre el tipo de familia, el partido político l li · ,
trab · al . . , a re gion,
aJo actu y antenor, mgresos, gastos, dieta, posesiones, y muchos otros elementos · .
en nuestro formulario de ocho páginas.
_Aun_que estábamos haciendo una encuesta, nuestro enfoaue difen'a d Idº -
rutmano de ta •i · d -i, e iseno
trab . tncues uti iza o por los sociólogos y otros científicos sociales que

::~t; ~~e~:eo
lueg~::t::e;:;¡:_d~s y populosos países industriales. Esa encuesta, de la que
y manejable de ;ntr:
0
(la elecci~n de un grupo de estudio pequeño
datos. Por el contrario nos t a~i n más ampha) y una recogida impersonal de
res de la comunidad q~e es~~os mtenta~os hacer la entrevista en todos los hoga-
Utilizamos -una guía para . amos estudiando (es decir, tener una muestra total)
onentar O dº · · I . ·
Con la entrevista dirimda I ingir a entrevista más que un cuestionario
e• ' e etnógrafo habla ·
h ace preguntas y anota las resp · cara a cara con sus informantes
á . d' . uestas Los proced· . t d l ,
a ser m s m irectos e impersonales; ~o i_m1en os e cuestionario tienden
rellena el formulario. n frecuencia es el propio encuestado el que
Nuestra meta de obtener una mu t
es ra total nos p · •,
Ias personas del pueblo y nos ayudó a bl enmtio contactar con cas· todas
. esta ecer un
arem beperros todavía hablan con cariño sob re como , ªn re1•acion.
., l
Décadas despué s, los
ellos como para visitar sus hogares y hac 1 os mteresamos lo su.fi · t
er es preguntas. Esto n . cien e por
os situaba en una po-
Jntroducción a la Antropología 29

sición marcadamente opuesta a la de otros foráneos que los arembepeiros habían co-
nocido y que los habían considerado demasiado pobres y atrasados como para to-
marles en serio.
Sin embargo, como en otras encuestas, nuestras entrevistas dirigidas recogieron
una información cuantificable comparable. Esto nos proporcionó una base para eva-
luar patrones y excepciones de la vida del pueblo. Nuestra guía incluía un núcleo de
preguntas que se hacían a todos por igual. No obstante, durante las entrevistas sur-
gieron con frecuencia algunas cuestiones secundarias interesantes a las que dedica-
mos atención en aquel mismo momento o más adelante.
Luego, seguiríamos estos cabos sueltos en muchos sentidos de la vida comunitaria.
Por ejemplo, una mujer, una comadrona, se convirtió en la "informante privilegiada"
a la que más tarde consultábamos cuando queríamos obtener información detallada
sobre nacimientos locales. Otra mujer había hecho un noviciado en una casa de culto
afro brasileño (candomblé) en la ciudad. Todavía iba allí con regularidad para estudiar,
bailar y ser poseída. Fue nuestra experta en candomblé.
De este modo, nuestra entrevista dirigida nos proporcionó una estructura marco
que nos orientaba pero no nos confinaba en nuestra investigación. Ello permitió el que
nuestra etnografía fuese tanto cuantitativa como cualitativa. La parte cuantitativa era
la información básica obtenida y que luego analizamos estadísticamente. La dimen-
sión cualitativa vino de nuestras preguntas en profundidad, discusiones abiertas, pau-
sas para el cotilleo y trabajo con informantes privilegiados.

El método genealógico
En tanto que gente común, muchos de nosotros conocemos a nuestros antepasados
y parientes trazando nuestras genealogías. Algunos programas informáticos nos per-
miten trazar nuestro "árbol genealógico" y grados de parentesco. El método genea-
lógico es una técnica etnográfica bien establecida. Los primeros etnógrafos desarro-
llaron la anotación genealógica para tratar los principios de parentesco, filiación y
matrimonio. La genealogía es una pieza básica en la organización social de las socie-
dades no industriales, donde la gente vive y trabaja todos los días con sus parientes
próximos. Los antropólogos tienen que recoger datos genealógicos para reconstruir
la historia y entender las relaciones actuales. En muchas de las sociedades no indus-
triales los vínculos de parentesco son la clave de la vida social. Los antropólogos cla-
sifican estas sociedades como "basadas en el parentesco". Todos están emparentados
y pasan la mayor parte de su tiempo entre sí, y las normas de comportamiento pro-
pias de cada relación de parentesco en particular son fundamentales en la vida coti-
diana. El matrimonio es también crucial en la organización de las sociedades no
industriales porque los casamientos estratégicos entre pueblos, tribus y clanes gene-
ran alianzas políticas.

Informantes privUegiados

En todas las comunidades hay personas que por accidente, experiencia, talento o pre-
paración pueden proporciOJ::!~r la información más completa O útil sobre aspectos par-
ticulares de la vida; se trata de los informantes privilegiados. En Ivato, el poblado
30
Capítulo 2. Códigos éticos y métodos de investfa.. ...:
CM'-IÓO

betsileo en el
sultó un .nf que pasé la mayor parte de mi tiempo, un hombre llamado Rakoto re.
1
cuando l onnante Pat:icularmente bueno sobre _la historia local. Sin embargo,
e pedí que trabajara conmigo en la elaboración de una genealogía de las cin
cuenta o sesenta personas enterradas en el sepulcro del poblado, llamó a su Prirn~
Tuesdayfather, quien sabía más sobre este tema. Éste había sobrevivido a una epide-
mia de gripe española que asoló Madagascar, y prácticamente casi todo el mundo, allá
por 1919. Inmune a la enfermedad, a Tuesdayfather le correspondió la macabra tarea
de enterrar a sus parientes a medida que morían. De este modo, guardó el recuerdo de
todos los enterrados en el cememterio local. Él me ayudó con la genealogía, núentras
que Rakoto añadía detalles personales sobre los vecinos fallecidos.

Historias de vida
Tanto en las sociedades no industriales como en la nuestra, las personalidades indivi-
duales, los intereses y las habilidades de sus miembros son muy variadas. Algunas per-
sonas muestran más interés por el trabajo del etnógrafo y resultan de más ayuda, más
interesantes y de trato más agradable que otras. Los antropólogos, al igual que cuando
están en su propio entorno, también tienen sus preferencias, gustos y rechazos en el
campo. Con frecuencia, cuando se encuentra a alguien que nos·parece inusualmente
interesante, se·recoge su historia de vida. Esta recogida de las experiencias de toda
una vida proporciona un retrato cultural más íntimo y personal de lo que sería posible
obtener por otros medios. Las historias de vida nos revelan cómo perciben, reaccionan
y contribuyen a cambios que afectan a sus vidas, determinadas personas concretas.
Estos informes pueden ilustrar la diversidad existente dentro de una comunidad,
puesto que el enfoque consiste en cómo diferentes personas interpretan y se enfrentan
a algunos problemas comunes.

Las creencias y percepciones locales y las del etnógrafo

Una _de las metas de la etnografía es descubrir los puntos de vista, creencias y per-
cepciones locales (nativas), que podrían comparase luego con las propias observacio-
n~s Yconclusiones del etnógrafo. En su trabajo de campo, los antropólogos han com-
bm~do no~almente ~os estrategias de investigación, emic .(perspectiva local 0
nativ~) Y eti~ (perspectiva del científico). _Estos términos derivan de la lingüí~tica y
han sid~ aplicad?s ~ la etn?grafía por diversos antropólogos. Marvin Harris (1968)
~pular:izó l~s siguientes significados de los términos. Un enfoque emic investiga
c mo piednsa ª gente lo~al. ¿Cómo perciben y categorizan el mundo? ¿Cuáles son sus
normas e comportamiento"> ·Q é . .
.,. · <. u tiene sentido para ellos? ¿Cómo se imao-inan y
explican 1as cosasr Con la pe · • e,---
,, rspectiva em1c el antropólogo busca el "punto de vista
1ocal y se apoya en 1a gente local ara . li . .
.
t1vo El té . . ~ p exp car cosas y para decir s1 algo es significa-
o no. rmmo m,onnante se refi . d' 'd
. '
ª ª
conocer en el trabajo de campo la gent:re ml ivi ~os los que el etnógrafo llega a
. que e ensena cosas sobre s ultura l
proporc10na la perspectiva emic. uc , que e
El enfoque etic (perspectiva del científico) c b' 1e d
am iae 1oco elain · . d
categorías, expresiones e interpretaciones locales 1 d vestigac1ón e las
· au e1an~& R
los actores suelen estar demasiado implicados en 1 h.,. ogo. econoce que
o que acen como para interpretar
Introducción a la Antropología
31

sus culturas de modo imparcial. El etnógrafo etic le otorga más peso a lo que él 11
(el ob~ervador) percibe y considera U:Uportante. En tanto que científico, el antro~l~g:
debe intentar aportar un punto de vista objetivo y global al estudio de otras culturas.
Por supuesto, el antropólogo, como cualquier otro científico, es también un ser hu-
mano con sus filtros culturales que impiden la objetividad completa. Como en otras
ciencias, una preparación adecuada puede reducir, aunque no eliminar totalmente, el
sesgo del obs~rvador. No ob_stante, los antropólogos son instruidos para comparar
el comportamiento entre sociedades diferentes.
¿Cuáles serían algunos ejemplos de perspectivas emic frente a etic? Tomemos, por
ejemplo, las fiestas de los norteamericanos. El Día de Acción de Gracias tiene para
ellos una significación especial. Desde su punto de vista (emic), se trata de una cele-
bración cultural única que conmemora aspectos históricos particulares. Pero desde
una perspectiva más amplia, etic, esta fiesta se ve coip.o un ejemplo más de las cele-
braciones que se realizan en muchas culturas después de la recolección de las cose-
chas. Otro ejemplo: muchas personas pueden creer que los escalofrios y las corrientes
de aire son la causa de los resfriados, mientras que los científicos saben que los pro-
vocan gérmenes. En aquellas culturas que carecen de la teoría de la enfermedad por
gérmenes, las dolencias se explican de forma emic mediante varias causas que van
desde los antepasados, pasando por los espíritus y hasta por la brujería. La dolencia se
refiere a la percepción y explicación propia de una cultura (emic) de la mala salud,
mientras que enfermedad ser refiere a la explicación científica -etic-'- que implica
agentes patógenos conocidos.
En la práctica, la mayoría de los etnógrafos combinan las estrategias emic y etic en
su trabajo de campo. Las afirmaciones, percepciones y opiniones locales ayudan a los
etnógrafos a entender cómo funcionan las culturas. Las creencias locales son.también
interesantes y valiosas por sí mismas y ensanchan la visión que el antropólogo tiene
del mundo. Sin embargo, con frecuencia la gente local no admite, o.incluso no reco-
noce, ciertas causas y consecuencias de su comportamiento. Esto es tan verdad acerca
d~ los europeos, los latinoamericanos o los norteamericanos como de otras gentes de
cualquier otra sociedad

La evolu<;ión de la etnografía

Él anqopólogo polaco Bronislaw Malinowski ( 1884-1942), que pasó la mayor parte de


su vida profesional en Inglaterra, suele ser considerado el padre de la etnografía.
Como la mayoría de los antropólogos de su tiempo, Malinowski hizo etnografía de sal-
vamento o presen;ación, en la creencia de que la tarea del etnógrafo es estudiar y docu-
mentar la diversidad cultural amenazada por la occidentalización. Los primeros infor-
mes etnográficos (etnografías), incluida la obra clásica de Malinowski Los Argonautas
del Pactf,.co Occidental (1922/ 196 l), eran similares a los relatos anteriores de explora-
dores y viajeros que describían el descubrimiento por parte del autor de pueblos Ylu-
gares desconocidos. Sin embargo, las intenciones científicas de las etnografías las si-
túan aparte de los libros de exploradores y aficionados. .
El estilo que dominaba las etnografías "clásicas" era el realismo etnográfico.~ me~
del autor era presentar un informe preciso, objetivo y científico de una forma de vida~-
ferente, escrito por alguien que tenía un conocimiento de primera mano. Este conoa-
miento provenía de una "aventura etnográfica" que implicaba la inmersión en una l n-
32

·dad de Ios etnó.,......,,fos procedía -tanto como cj,-


~cu.• • ...,it(fi
una cultura ajenas. La auton ,, d 1"otro"-del hecho de su expenencia J>erso -
gua y d 1" tivo o e . d d 1 na)
cos como de ser la v~<:5 e naafias guiado por la asunción e que to os os. aspecto~
Malinowski escnb1ó etnogr . ctados. Comenzando con una descnpc¡ 60 d
d e mtercone . l e
de la cultura están vineula os . 1 '11 briand, el etnógrafo sigue os nexos entre e
, . a las IS as .1rO . l r ., 1
una expedición mantunªáreas d e 1ac ultura, como la magia, a re ig10n, os mitos , el
se

P
unto de entrada Y otra~ grafías contemporáneas, comparadas con las d
rc10 Las etno , d e
parentesco y e1 come · . lusivas y holísticas, centran ose en temas Parr _
Malinowski, tienden a ser menos ~c- I
1 ntesco o la rehg1ón. "
culares, como e pare_ tido fundamental del etnógrafo es captar el punto de
, Malinowski, un come . ., d
Segun . .6 con la vida, comprender su vis10n e su mundo"
. ta del nativo su re1ac1 n d l
VIS ' • as de Malinowski) . Desde la década e 1970, a antropolooía
25
(1922/1961 , p. -cursrn · ll · (>
. . h asumi·do la tarea de describir e interpretar ague o que tiene sentido
mterpretattva a .
ara los nativos. Los interpretativistas como Chfford Geertz (1973) ven las culturas
~mo textos, con significados que los nativos "leen" constantemente y que los etnógra-
fos tienen que descifrar. Según Geertz, los antropólogos pueden elegir cualquier as-
pecto de la cultura que les interese, hacerse con los detalles, y elaborarlo para infor-
mar a sus lectores sobre los significados en aquella cultura. Las formas simbólicas
públicas portan los significados, incluidos las palabras, los rituales y las costumbres .
.Una ten?~ncia ac~al e~ la escritura etnográfica es cuestionar los fines, métodos y
es~os trad1c1onales, mclmda la etnografía de los salvajes y el realismo etnográfico
(Chfford, 1982, 1988; Marcus y Cushman, 1982). Marcus y Fischer argumentan qu I
antropología ha alcanzado "un momento experimental". La experimentación es ne:e~

Bronislaw Malinow ,.,


fu SJ\.J (1884
e un antropólogo polaco -1942), sentado
en Inglaterra. Se le suel que Pasó la ......1 con isleños de I
• e consid " ªYor p as Trob ·
giere esta foto acerca de 1 erar el fu d arte de su Vid nand,
a relación de Mn . ador de la etn a Profesional
alinowski ograffa. . Q é
con los trob . c. u u-
11éllldes ?
Introducción a la Antropología 33

sana porque todos los pueblos y culturas ya han sido "descubiertos" y ahora tienen
que ser "redescubiertos... en circunstancias históricas cambiantes" (1986, p. 24).
En general, estos antropólogos experimentales consideran que las etnografías son
trabajos artísticos al mismo tiempo que científicos. Los textos etnográficos pueden
verse como creaciones literarias en las que el etnógrafo, como mediador, comunica in-
fonnación de los "nativos" a los lectores. Algunas etnografías experimentales recientes
son "dialogísticas", presentando la información como un diálogo entre el antropólogo
y uno o más informantes nativos (por ejemplo, Behar, 1993; Dwyer, 1982). Estos tra-
bajos atraen la atención sobre las formas en las que los etnógrafos, y por extensión sus
lectores, se comunican con otras culturas. No obstante, algunas etnografías dia-
logísticas han sido criticadas por ser demasiado confesionales, dedicando demasiado
tiempo al antropólogo y demasiado poco a la descripción de los nativos y su cultura.
La etnografía dialogística es un género dentro de una categoría experimental' más
amplia -la etnografía reflexiva-. Aquí, el etnógrafo-escritor pone sus sentimientos y
reacciones personales de su situación en el campo directamente en el texto. En los
informes reflexivos hay una estrategia prominente de escritura experimental. El etnó-
grafo debe adoptar algunas de las convenciones de la novela, incluida la narración en
primera persona, las conversaciones, los diálogos y el humor. Las etnografías experi-
mentales, haciendo uso de nuevas formas de mostrar lo que significa ser samoano o
brasileño, pueden transmitir al lector una comprensión más rica y compleja de la ex-
periencia humana.
Los escritores etnográficos recientes han intentado también corregir la deficiencia de
atemporalidad romántica que resulta obvia en los clásicos. La idea del presente etnográ-
fico estaba vinculada a la etnografía de salvamento o preservación -el periodo anterior
a la occidentalización, cuando florecía la "verdadera" cultura nativa-. Esta noción da a
las etnografías clásicas una calidad de eternidad atemporal. Las culturas que se descri-
ben parecen congeladas en el presente etnográfico. La única nota chirriante en este cua-
dro idealizado la ponen los ocasionales comentarios del autor sobre comerciantes o mi-
sioneros, sugiriendo que en realidad los nativos eran ya parte del sistema mundial .
. Ahora los antropólogos reconocen que el presente etnográfico es más bien una
construcción irreal. Las culturas han estado en contacto -y han estado cambiando-
. a lo largo de la-historia. La mayoría de las culturas nativas habían tenido, al menos, un
gran encuentro con extranjeros antes de que apareciera un antropólogo en su camino.
Igualmente, la mayoría de ellas ya había sido incorporada de algún modo en naciones-
estado o sistemas coloniales.
Las etnografías contemporáneas suelen reconocer que las culturas cambian cons-
tantemente y que un informe etnográfico hace referencia a un momento concreto.
Una tendencia actual en la etnografía consiste en prestar atención a las formas en las
que las ideas culturales siIVen a intereses políticos y económicos. Otra tendencia es
describir cómo ciertos "nativos" concretos participan en procesos históricos, políticos
y económicos más amplios (Shostak, 1981).

Etnografía centrada en el estudio de problemas concretos

Percibimos, por tanto, una tendencia a desplazarse desde las descripciones holísticas
hacia etnografías más centradas en problemas concretos y más experimentales. Aun-
que los antropólogos están interesados en el contexto global del comportamiento hu-
Capitulo 2. Cuulgu., \.: l!C;u.; i u,.:~uú<.Js uc mve t'
34 s tgación

mano, resulta imposible estudiarlo todo, y la investigación de campo suele dirig¡rse


hacia cuestiones específicas. La mayoría de los etnógrafos llegan al campo para inv
tigar un problema concreto y recogen datos sobre vari~bles consideradas relevan:~
.ón (véanse Chiseri-Strater and Sunstem, 2001 ; Kutsche, 1998) y
para su comprensl , . . · 1as
respues tas de los uu !-&onnantes
1
no son la uruca

fuente de datos.

También se recog .
e 1n.
e • erca de factores como la densidad de población, la calidad medio
1ormac16n ac . . ªIll-
. tal
b1en , e1e . ,lima la geografía física, la dieta y el uso de la tierra. A veces esto implica
. . . -d e1
tener q U e realizar los recuentos o las mediciones
.
uno
. .
rmsmo
.
e
.d
la cantidad de ll
u.
vía, la temperatura, los camp~s de cultivo, sus rendimientos, can~1- acles en las dietas,
0
distribución del tiempo (Bailey, 1990; Jonhson, 1978)-. Tamb1en suele suponer la
consulta de los archivos o datos gubernamentales.
La información que interesa a los etnógrafos no se limita a lo que los informantes
digan O puedan decimos. Por más que esto sea significativo no podemos depender ni
de la observación participante ni de las entrevistas en profundidad. En un mundo
cada vez más interconectado, los informantes locales carecen de conocimientos sobre
muchos factores (regionales, nacionales e internacionales) que afectan a sus vidas.
Pueden estar tan .engañados como nosotros mismos por el ejercicio del poder desde
los centros regionales, nacionales e internacionales.

Investigación longitudinal

En la actualidad la geografía limita menos a los antropólogos de lo que lo hacía en el


pasado, cuando podía costar meses llegar al lugar del trabajo de campo y las visitas
posteriores eran raras. Los nuevos sistemas de transporte permiten a los antropólogos
ampliar el área de su investigación y regresar en repetidas ocasiones. Ahora, los infor-
mes etnográficos incluyen de modo rutinario datos de dos o más estancias en el
campo. La investigación longitudinal consiste en el estudio a largo plazo de una co-
munidad, región, sociedad, cultura, o cualquier otra unidad, basado generalmente en
repetidas visitas. ·
Un ejemplo de tal investigación es el estudio longitudinal de la interacción de las
~erzas sociales y económicas en el distrito de Gwembe, en Zambia. Este estudio, pla-
nificado ~n 1956 por Elizabeth Colson y Thayer Scudder como un proyecto longitudi-
nal, continúa con Colson, Scudder y sus asociados de diversas nacionalidades. Aquí,
00 0
~ suel~ ser el caso de la investigación longitudinal, el estudio de Gwembe también
!s Ilustrativ~ de la investigación en equipo -con varios etnógrafos trabajando de
1orma coordinada- El proyect0 d . . . d
(mu lt1·temporal) como ·
mult'l 1 ( .
e mvestigac1ón e Gwembe es tanto lonmtudinal
e,A

Gwembe (Colson y Scudcier, :~~~-~:día


que ninguna localidad o o~ oca teruendo en consideración varias localidades), ya
representar adecuadamente la diversidad de
ha seguido de cerca el desarr ll d, udder Y Colson, 1980). Durante cinco décadas se
0 0
tes. Unos censos periódicos d 1 e .cuatro poblacmnes · emp1azadas en áreas diferen-
. e as mismas propo · d b .
c16n, la economía y otras variables 'd rcionan atos ás1cos sobre la pobla-
. 1
e eg1 as para segu· l b'
en el comportamiento religioso Se ha 'd rr os cam 10s en el parentesco y
. segu1 o y entr . tadO (
a la gente censada que ha emigrado par , evis cuando ha sido posible)
a ver como les ha 1·d 0
aquellos que se han quedado. comparativamente con
Mientras se continúa la recogida de datos b , .
duos, han surgido de forma sucesiva diferentes asic~s sobre comunidades e indivi-
cuestiones Al · •
· pnncipio el estudio se
Introducción a la Antropología
35

centraba en el ~mpacto de una ~an presa hidroeléctrica que inundaba gran parte de
la llanura del no Zambeze y obligaba a las gentes de Gwembe a un realojamiento f _
zoso. La presa también impulsó la construcción de carreteras y otras actividades :e
hicier~n que. la ge~te ~e Gwembe estuviera en contacto más estrecho con el rest;de
Zambia. En mvestigac1ones ulteriores, Scudder y Colson (1980) diseñaron una inves-
tigación para analizar el papel de la educación en la provisión de acceso a nuevas
0 portunidad~s Y e~ el incremento de la diferenciación social dentro del distrito y en
el país. Al rmsmo tiempo, resultaba evidente que el consumo de alcohol era un pro-
blema creciente. Un tercer gran estudio analizó el papel de los cambios en mercados,
transportes Yla exposición a los valores urbanos en la transformación de la produc-
ción doméstica de bebidas y un cambio radical en los patrones del beber (Colson y
Scudder, 1988).

Investigación en equipo

Como ya se ha mencionado, la investigación longitudinal suele realizarse en equipo.


Por ejemplo, mi propio lugar de trabajo de campo, Arembepe, en Brasil, entró por
primera vez en el mundo de la antropología en la década de 1960 como un pueblo
para el trabajo de campo en equipo. Fue una de las localidades elegidas para el ya ex-
tinto programa veraniego de trabajos de campo antropológicos de las universidades
de Columbia-Cornell-Harvard-Illinois. Durante al menos tres años, ese programa
envió un total de unos 20 estudiantes al año, incluido el autor, a realizar breves in-
vestigaciones veraniegas. Estábamos emplazados en comunidades rurales de cuatro
, países:. Brasil, Ecuador, Méjico y Perú. Puesto que mi esposa, Isabel Wagley Kottak
y yo comenzamos a estudiar allí en 1962, Arembepe se ha convertido en una locali-
zación de estudio de campo longitudinal. Tres generaciones de investigadores han
controlado diversos aspectos del cambio y el desarrollo. La comunidad ha pasado de
ser un púeblo a una ciudad. Su economía, religión y vida social se han transformado
\
(Kottak, 2006).
Investigadores brasileños y norteamericanos trabajaron con nosotros en proyectos
de investigación en equipo. durante la década de 1980 (sobre el impacto de la televi-
sión) y en la de 1990 (sobre la conciencia ecológica y la percepción del riesgo medio-
.ambiental).
Los estudiantes graduados de la Universidad de Michigan han recurrido a nues-
tra información de partida de la década de 1960 cuando han estudiado diversos
temas de Arembepe. En 1990, Doug Jones, un estudiante de Michigan que hacía in-
vestigación biocultural, utilizó Arembepe como lugar en el que analizar los estánda-
res de atractivo físico. En 1996-1997, Janet Dunn estudió la planificación familiar y el
cambio de estrategias reproductoras entre las mujeres. Chris O'Leary, que visitó por
primera vez Arembepe en el verano de 1997, ha investigado un impactante aspecto
del cambio religioso en Arembepe -la llegada del protestantismo-. Luego, en su
tesis (O'Leary, 2002) analizó los cambios en los hábitos alimentarios y de nutrición.
De este modo, Arembepe se ha convertido en lugar en el que han hecho su trabajo de
campo muchos investigadores que han formado parte de un equipo de investigación
longitudinal. Los últimos en llegar se han apoyado en los contactos Y hallazgos pre-
vios para aumentar el conocimiento disponible sobre cómo la gente local se enfrenta
y supera las nuevas circunstancias.
36 Capítulo 2. Códigos éticos y ~odos de 1
nve,u.,,._
ID'"\:~

Cultura, espacio y escala


Los apartados anteriores sobre investigación Jongitud~al Y. en equipo ilustran un .
importante dento de la antropología cultural, La inveSUgación etnográfica tradiC:ro
se centraba en una única comu!1Ídad O , ~ , , ª la que se ~rataba como si fi.~1
, . . ás me nos aislada en el tiempo yel espacio. El cambio ~era
umh :ª yl estuvie~
acia e reconoc1mie
O
~ nto d. e fluJ·-oscon
·~ -· -
inuados e inevitable
. -
-~ t e c n o
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-- i ~
- . .6-- El e?~:--: ~e tale~ fl11jos~ one.x!Qn es fo p_a~ ahm:a.del ..-::.·
ge~ 1 0 · ~~~ l I 1tP --¡:_.<-- ~ -
.. , ico como refle'o del mundo a~ n el ~ n t e . imáoenes e .
l1s1 do- ___-: .____ ~~nn;n~ lll-
fQOJJacióo fluyen a nuestro alr.s:de r como nunca a ,- -, e tral>aJo de
campo ha de ser más flexible y a escala mayor. La eltno~afía es ~a~ dvez más plur¡.
temporal y plurilocal. Malinowski pudo centrarse en a cu ~ tro na~ esa y Pasar la
mayor parte de su tiempo de trabajo de campo en ~a com_umdad. particular. En la ac.
tualidad no podemos permitirnos ignorar, como hizo Malinowski, los elementos "ex.
ternos" que cada vez con más frecuencia se entrometen en los lugares que estudiamos
(por ejemplo, emigrantes, refugiados, terroristas, guerreros, turistas, promotores).
Ahora son parte integrante de nuestro análisis las organizaciones Y fuerzas externas
(por ejemplo, gobiernos, negocios, organi~ciones no gubernamentales) que ejercen
influencia sobre la tierra, las personas y los recursos en todo el mundo. También es im-
porta~te el creciente reconocimiento de los diferenciales de poder y éómo e ~
a las culturas, así como la im ortancia de la diversidad interna de culturas socieda-
~7:Jñgrupo de antropólogos describen en dos volúmenes e ensayos editados por
Akbil Gupta y James Ferguson (1997a y 1997b) los problemas de intentar situar cul-
turas en espacios bien delimitados. Por ejemplo, John Durham Peters (1997) ~
q~bi~o_es ecialmente a los medios de comunicación de masas, las personas c .
temporáneas
p~
erimentan e orma simultánea lo -loe--:::..._::::.- __
y o g o . Describe
,....,_...._
como culturalmente '151 oc - es' tanto de "mirada centrada en lo inmediato"
...
a estas

(para ver los eventos locales) como e mirada centra a en o lejano para ver las imá-
genes de lo lejano). Dada su ''bifocalidad", sus interp~nes de lo local están siem-
~ j ofluida or informac_iónprocedente del ext~ P~r tanto~actitud ante un
cielo azul
, . en casa está matizada por su conocimiento, a traves' de la · · , me-
ac10n
teorolog1ra,
d de
. que puede estar acercándose un . uraca'n · Las noti' · ·
c1as nac10n es pue- al
en no enc~J~ en abso~u~o en las opiniones que se dan en las conversaciones locales,
pero las op~ones nacionales encuentran la forma de penetrar en el di local
Los medios d · · d · scurso •
e comurucación e masas, cada vez más estudiados por los antropó-
1ogos, son rarezas en términos de cultura . .
opiniones? ¿A qué cultura y 'd d Y espacm. ¿De qwén son estas imágenes y
comuru a representan'.> Ciertam t local
imágenes y mensajes de los medios de . : en e, no son es. Las
mente. La televisión nos las po d comumcación de masas fluyen electrónica-
bil'dad
1 es culturales mediante ne e1ante
un clic de · Internet nos pernu·te d escub nr . nuevas posi-
1
que en realidad los medios ele tr6 . . ratón, llevándonos a lugares virtuales aun-
_c · e rucos son fenóm · '
en su emoque y con un papel imp enos sm espacio, transnacionales
tidades culturales. ortante en la formación Y el mantenimiento de iden-
Los antropólogos estudian cada v ,
. l . l ez mas a gente en . .
eJemp os se me uyen a quienes viven e d movmuento. Entre los posibles
erca e las front .
grantes temporales, gente sin hogar y des 1 d . ~ras nacionales, nómadas emi-
. ., I'. al paza a mm1gra t fu ,
t1gac1on antropo og1ca actu puede llevarn '. . n es Y re giados. La inves-
d' os a VIaJar con 1 .
1amos a medida que se mueven del campo 1 . as personas a las que estu-
a a CIUdad, cmzan I fro
ª ntera, o hacer
Introducción a la Antropología 37

viajes internacionales por negocios. Como veremos en el capítulo sobre "Intercambio


cultural y supervivencia", cada vez con más frecuencias los etnógrafos siguen a las
personas y las imágenes que estudian. A medida que cambia el trabajo de campo, cada
vez con menos espacio bien delimitado, ¿qué nos qued~ de la etnografía tradicional?
Gupta y Ferguson nos recuerdan con acierto que "el énfasis característico de la antro-
pología en la rutina diaria y la experiencia vivida" (1997a, p. 5). El tratamiento de las
comunidades como entidades distintivas podría ser algo del pasado. No obstante, la
"tradicional atención antropológica al seguimiento de cerca de vidas particulares en
lugares concretos" (Gup~ y Ferguson, 1997 b, p. 25) continúa siendo importante. El
método de la observación de cerca contribuye a diferenciar la antropología cultural de
la sociología y de la encuesta, algo que vamos a ver a continuación.

INVESTIGACIÓN CON ENCUESTAS

A medida que los antropólogos han ido trabajando cada vez más en sociedades de
gran escala, han desarrollado formas innovadoras de aunar la etnografía y la encuesta
(Fricke, 1994 ). Antes de tratar sobre tales combinaciones de métodos de campo, tengo
que describir la encuesta y las principales diferencias entre ésta y la etnografía tal
como se ha practicado tradicionalmente. Habiendo trabajado principalmente en paí-
ses populosos y grandes, los sociólogos, psicólogos sociales, politólogos y economistas
han refinado el diseño de la encuesta, lo que incluye el muestreo, la recogida imper-
sonal de datos y el análisis estadístico. La encuesta suele tomar una muestra (un
grupo de estudio manejable) de entre una población mucho más amplia. Mediante el
estudio de una muestra representativa y adecuadamente seleccionada, los científicos
sociales pueden hacer inferencias precisas sobre el conjunto de la población.
En las sociedades de más pequeña escala, los etnógrafos llegan a conocer a la ma-
yoría de las personas, pero dado el mayor tamaño y complejidad de un país, no puede
evitarse el que la encuesta sea más impersonal. Los investigadores que utilizan la en-
cuesta llaman encuestados a las personas que estudian. Los encuestados son las per-
sonas que contestan a las preguntas de una encuesta y a las que sólo a veces entrevis-
tan personalmente los propios investigadores. En ocasiones, tras una reunión inicial,
se les pide a los encuestados que rellenen un cuestionario. En otros casos, los investi-
gadores envían por correo cuestionarios impresos a los miembros de una muestra ele-
gida al azar o cuentan con estudiantes graduados para entrevistarles o telefonearles.
En una muestra aleatoria o al azar, todos los miembros de la población tienen la
misma probabilidad estadística de ser elegidos por inclusión. Una muestra al azar se
elige mediante procedimientos aleatorios, como tablas de números aleatorios que
pueden encontrarse en muchos textos de estadística.
Cualquier persona criada en la Unión Europea o en Estados Unidos o Canadá ha
oído alguna vez hablar del muestreo. Probablemente, el ejemplo más familiar es el uti-
lizado para predecir los resultados de las campañas políticas. Los medios de comuni-
cación de masas contratan agencias para que hagan e~timaciones de resultados y éstas
realizan sondeos a la salida de las mesas electorales para saber qué tipo de personas
votaron a qué candidatos. Durante el muestreo, los investigadores recogen informa-
c~ón sobre la edad, sex?, :eligión, _ocupación, ingreso} y preferencias políticas. E~ sa-
bido que estas caractensticas (vanables, es decir, awíbutos que varían entre los rmem-
bros de una muestra o población) influyen en las decisiones políticas.
38 Capítulo 2. Códigos éticos y métodos de in .
Vest1gaCi6t¡

La mujer de la derecha es una empleada del Alto Comisio-


nado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR). Registra información sobre una familia de re-
fugiados afganos en Islamabad, Pakistán, el 25 de febrero
de 2005. ¿En qué se parece, y se diferencia, su forma de
recoger información, de la encuesta y la etnografía?

Son muchas más las variables que afectan a la identidad, las experiencias y las ac-
tividades sociales en un país moderno que en el caso de las pequeñas comunidades Y
los entornos locales en los que se desarrolló la etnografía. En los Estados Unidos de
hoy y en la Europa contemporánea se contarían por cientos los factores que influyen
en el comportamiento y las actitudes sociales. Estas variables independientes incluyen
· nuestra religión, la región del país donde crecimos; si procedemos de un pueblo, de un
suburbio o del centro de una ciudad; y las profesiones de nuestros padres, orígenes ét-
nicos y nivel de ingresos.
La etnografía puede usarse para complementar y afinar la investigación con en-
cuestas. Los antropólogos pueden aplicar prácticamente a cualquier entorno humano
las técnicas personales Y de primera mano propias de la etnografía La combinación
de la encuesta y la etnografía puede proporcionar nuevas perspectivas sobre la vida en
Introducción a la Antropología
39

las sociedades complejas (sociedades amplias y populosas con estratificación social


y gobierno centralizado). Una etnografía preliminar también puede contribuir a desa-
rrollar preguntas relevantes y culturalmente apropiadas para su inclusión en encues-
tas de carácter nacional.
En mis propios cursos en la Universidad de Ann Arbor en Michigan, los estudian-
tes han realizado investigaciones etnográficas acerca de las asociaciones universita-
, rias, equipos deportivos, organizaciones del campus y sobre la población local de los
sin hogar. Otros estudiantes han observado de forma sistemática el comportamiento
de la gente en espacios públicos, como pistas deportivas, estadios, restaurantes, bares
mercados, centros comerciales y aulas. De igual modo, otros proyectos de "antropolo-
gía moderna" utilizan las técnicas antropológicas para interpretar y analizar los me-
dios de comunicación de masas. Durante décadas, los antropólogos han estado estu-
diando sus propias culturas, y la investigación antropológica pasa actualmente por un
periodo de rápida expansión en Estados Unidos y Canadá. Dondequiera que exista
comportamiento humano pautado hay molienda para el molino antropológico.
En cualquier sociedad compleja, muchas variables independientes (indicadores so-
ciales) influyen en el comportamiento y las opiniones. Puesto que debemos ser capa-
ces de detectar, medir y comparar la influencia de los indicadores sociales, muchos de
los estudios antropológicos contemporáneos cuentan con una base estadística. In-
cluso en el trabajo de campo rural, son cada vez más los antropólogos que toman
muestras, recogen datos cuantitativos y hacen uso de la estadística para interpretarlos
(véase Bemard, 1994). La investigación cuantificable puede permitir una evaluación
más precisa de diferencias y similitudes entre comunidades. El análisis estadístico
puede apoyar y redondear un informe etnográfico sobre la vida social local.
No obstante, en los mejores estudios se mantiene el sello de la etnografía: losan-
tropólogos entran en la comunidad y llegan a conocer a la gente. Participan en las ac-
tividades, las redes sociales y en las asociaciones locales tanto en la ciudad como en el
campo. Observan y experimentan las condiciones y problemas sociales, así como los
. efectos de las políticas y programas nacionales sobre la vida local. El método etnográ~
fico y el énfasis en las relaciones personales en la investigación social son valiosas
aportaciones de la antropología al estudio de una sociedad compleja.

Los antropólogos también sufren el choque cultural

La primera vez que viví en Arembepe (Brasil) rimentan el choque cultural, en especial en su
fue durante el verano (norteamericano) de primer viaje para hacer trabajo de campo. El
1962. Era la época de mis afias en el New York chogue cuhural_no es otra cosa que e~ on-
City's Columbia College, donde estaba estu- lli.nto de sentimientos experimentados por
diando antropología. Fui a Arembepe como hallarse en un entorno ajeno, y las cons1-
participante del ahora extinto programa dise- ~ reacciónes. Se_trata de u~
ñado para que los futuros licenciados adqui- ·ante s~ón de alienación que no~ a
rieran experiencia en la práctica de la etno- · . · 5 oner e algunas de

grafía -el estudio de primera mano de una .las. p istas_ má. tidianas, triviales Y -o r
cultura y una vida social ajenas. tanto básicas), d nuestra prop~ cultura de
Habiendo crecido en una cultura púo sin- ,..orí en. . . B
tiendo una intensa curiosidad por las otras, Cuando planificaba mi primer v1aJe a :41-
los antropólogos, sin embargo, también expe- ·maginar lo desnudo que me iba
sil , no podía 1
Cap tulo 2. Códigos étl o Ymétod

Conrad K.ottak y su sobrino brasileño, Guilherme Roxo, revisitan Arembepe


en 2004 como parte de un estudio longitudinal.

a sentir sin la cobertura de mi propia lengua y era fuerte y el azúcar basto, y sobre todas las
cultura. Mi estancia en Arembepe sería mi mesas ·había contenedores para palillos y
primer viaje fuera de Estados Unidos. Yo era para harina de mandioca para espolvorear,
un muchacho urbano que había crecido en como si fuera queso parmesano, sobre cual-
Atlanta, Georgia, y en Nueva York. Tenía poca quier cosa que se fuera a comer. Recuerdo la
experiencia sobre la vida rural en mi propio sopa de harina de avena y un fangoso guiso de
país, ninguna sobre la de América Latina, y lengua de ternera y tomates. En una comida,
sólo había recibido una mínima preparación la cabeza desintegrada de un pescado, con los
en lengua portuguesa. ojos todavía apenas en sus órbitas, me miraba
Volamos directamente desde Nueva York a mientras el resto de su cuerpo flotaba en un
Salvador de Bahía, en Brasil, con una breve cuenco de aceite de palma de un brillante
escala en Río de Janeiro; como recompensa al color naranja ...
final del trabajo de campo haríamos una pa- Apenas recuerdo vagamente mi primer día
rada más prolongada en esta ciudad. Mien- en Arembepe. Al contrario que los antropólo-
tras nuestro avión hacía su aproximación a la gos que han estudiado tribus remotas de los
tropical ciudad de Salvador, no podía creer la bosques tropicales del interior de Sudamérica
blancura de la arena. "¿Eso no es nieve ver- o de las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea,
. , 1e comenté a un compañero de expedi-
da d?" '
ción de campo. yo no tuve que hacer largas caminatas o viajes
en canoa durante días enteros para llegar a
Mis primeras impresiones de Bahía eran
mi lugar de trabajo de campo. Arembepe no
los olores -olores extraflos de mangos madu-
estaba aislado comparado con esos lugares,
ros y pasado , de plátanos y de frutos de lapa-
sión- y de espantar las ubicuas moscas de la aunque sí estaba en relación con el resto de
fruta que nunca antes había visto, aunqu e los lugares en los que yo había estado ...
había lefdo extensamente sobre su comporta- Recuerdo lo que sucedió cuando llegamos.
No había un cam mo · como tal que en trase en
mien1 0 reproductor en las clases de genéti ca.
el. pueblo. Para entrar por e1sur; los vehículos
Había extrañas calderetas de arroz, frijoles
simplemente s01teaban los SJ·-
negros y gelatinosos trozos de carnes iniden- guiendo las roda cocoteros
tiíicablcs y pedazos de piel flotantes. El café hab[an pasad das de otros vehículo que
o antes. Una c,•u
on,po d e nt.ñ que
41
Introducción a la Antropología

. fu I .
rentemente sin es erzo, as muJeres
llevaban
d
había oído nuestra llegada persiguió nuestro
coche por las calles del pueblo hasta que esta- latas de queroseno de 18 litros, llenas e
cionamos delante de nuestra vivienda, ju nto a agua, sobre sus cabezas; donde los chicos ha-
la plaza central. Nuestros primeros días en cían volar cometas y competían cazando
Arembepe transcurrieron con niños siguién- moscas con sus manos; donde las mujeres
donos a todas partes. Durante semanas, tuvi- mayores fumaban en pipa, los tenderos te
mos pocos momentos de privacidad. Los ofrecían cacha.fa (aguardiente de caña) a las
niños vigilaban cada uno de nuestros movi- nueve de la mañana, y los hombres jugaban al
mientos a través de la ventana de nuestro dominó en las tardes tranquilas en las que no
salón. A veces, alguno hacía un comentario se iba a pescar. Visitaba un mundo en el que
incomprensible. Generalmente se limitaba a la vida humana estaba orientada hacia el
estar allí... agua -el mar, donde las mujeres lavaban co-
Los sonidos, sensaciones, visiones, olores y munalmente la ropa, los platos y su s p ropios
sabores de la vida del noreste de Brasil, y de cuerpos.
Arembepe, se nos fueron haciendo familiares
poco a poco ... Me fui acostumbrando a este Fuente: Esta descripción es una adpatación de mi
mundo sin pañuelos de papel, en el que cada estudio etnográfico Assault on Paradise: The
vez que pasaba un resfriado por el pueblo las Globaliz.ation of a Little Community in Brasil, 4ª ed.
narices de los niños solían a parecer con los (Nueva York, McGraw-Hill, 2006).
mocos colgando. Un mundo en el que, apa-

Palabras clave

Consentimiento informado · Investigación longitudinal


Emic Método genealógico
Entrevista dirigida Muestra
Etic Muestra aleatoria
Historia de vida Observación participante
Informante Sociedades complejas
Informante privilegiado Variables
Investigación con encuesta

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