Eje J - Variabilidad y Cambio Climatico
Eje J - Variabilidad y Cambio Climatico
Eje J - Variabilidad y Cambio Climatico
CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
Titulo:
Anales de trabajos completos de XXVI CONAGUA
Tomo I – 1º edición
Compilador:
Andrés Rodríguez
ISBN: 978‐
EDITADOR POR
Anales de trabajos completos de XXVI CONAGUA
DATOS DEL ISBN
LA GESTION DEL AGUA ANTE LOS
DESAFIOS CLIMATICOS Y AMBIENTALES
Acta de Trabajos Completos
de Congreso
CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
Organizadores:
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales –
Universidad Nacional de Córdoba
Gobierno de la Provincia de Córdoba: Ministerio de Agua,
Ambiente y Servicios Públicos
Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC)
Comité Permanente del Congreso Nacional del Agua
‐4‐
CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
PATROCINADORES
-5-
CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
AUTORIDADES PROVINCIALES:
Gobernador Provincial: Juan Schiaretti
Vicegobernador: Martin Llaryora
Ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos: Fabián López
Secretaría de Recursos Hídricos: Edgar Castelló
Presidente Directorio EPEC: Luis Giovine
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA:
Rector: Hugo Oscar Juri
Vicerrector: Ramón Pedro Yanzi Ferreira
Secretario General: Roberto Terzariol
AUTORIDADES DE LA FACULTAD DE CS. EXACTAS FÍSICAS Y NATURALES:
Decano: Pablo Recabarren
Vice‐decana: Adriana Cerato
Secretario General: Daniel Lago
Secretario de Extensión: Luis Bosch
COMITÉ PERMANENTE DE LOS CONGRESOS NACIONALES DEL AGUA
Presidente: Juan Carlos Bertoni
Vicepresidente: Héctor Daniel Farías
Secretario: Antonio Milesi
Tesorero: Andrés Rodríguez
Vocal: Eric Zimmerman
Comisión revisora de cuentas: Cristóbal Lozeco, Raúl Lopardo, Eduardo
Zamanillo. Suplente: Gabriel Caamaño Nelli.
COMITÉ ORGANIZADOR LOCAL:
Álvarez J., Baraquet M. M, Camponovo D., Camurri C., Díaz Lozada, J.M,
Eder M., Flores Nieto F., Ingaramo R., Kelly Percichelli C., Menajovsky S.,
Rodríguez A., Soria A. y Vaschalde T.
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CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
COORDINACION COMITÉ CIENTIFICO:
Héctor Daniel Farías, Ricardo Ingaramo, Andrés Rodríguez y Juan Carlos
Bertoni
DIFUSIÓN, COMUNICACIÓN Y DISEÑO
Javier Álvarez, Andrea Soria, Celeste Camurri y Agustina Sastre
INFRAESTRUCTURA Y LOGISTICA
Sergio Menajovsky y Andrea Soria
CULTURA DEL AGUA Y REVISTA CETA
Coro de la FCEFYN de la UNC, Zuzana Boneu y Marcelo García
PAGINA WEB
Lucas Gianre, Agustin Martina y Javier Álvarez
EXPO CONAGUA 2017
Diego Camponovo, Matías Eder, Nicolás Guillen y Andrea Soria
AUSPICIANTES
INTA – Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
INA – Instituto Nacional del Agua
IAHR – International Association for Hydro‐Environment Engineering
COHIFE – Consejo Hídrico Federal
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CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
COMITÉ CIENTIFICO Laboranti, Claudio
Larrosa, Nancy
Abril, Ernesto
Llop, Armando
Alonso, Facundo
Lopardo, Raúl A.
Álvarez, Javier
Menajovsky, Sergio
Araujo, Héctor Ricardo
Menéndez, Ángel
Bachiega, Daniel
Merg, Carlos
Basan Nickisch, Mario
Millón, Jorge
Basile, Pedro
Morabito, José
Bazán, Raquel
Moya, Gonzalo
Bertoni, Juan Carlos
Niño, Yarko.
Bocanegra, Emilia
Olmos, Luis
Cardini, Julio Cesar
Oroná, Claudia
Carro Pérez, Magalí
Pagot, Mariana
Catalini, Carlos
Paoli, Carlos Guillermo
Chreties, Christian
Patalano, Antoine
Cioccale, Marcela
Paz, María Eugenia
Collins, Jorge
Pedocchi, Francisco
Corral, Mariano
Pertusi, Laura
Cosavella, Ana
Pilar, Jorge
Currie, Héctor
Plencovich, Gonzalo
Díaz, Eduardo Luis
Pozzi Piacenza, Cecilia
Díaz, Érica
Prieto Garra, Daniel
Díaz, Leandro Raúl
Pusineri, Graciela
Díaz Lozada, José
Ragessi, Matías
Dolling, Oscar
Ramonell, Carlos
Duarte, Oscar C.
Reyna, Santiago
Eder, Matias.
Riccardi, Gerardo
Farías, Héctor Daniel
Rodríguez, Andrés
Fernández Cirelli, Alicia
Rodríguez, Leticia
Flores Nieto, Federico
Rohrman, Hugo
García, Carlos Marcelo
Romagnolli, Martín
Guillén, Nicolás.
Ruiz, Marcia
Gyssels, Paolo
Rujana, Mario
Herrero, Horacio
Scacchi, Graciela
Hillman, Gerardo
Scavuzzo, Marcelo
Ingaramo, Ricardo
Schneider, Dagni
Iturraspe, Rodolfo
Schreider, Mario
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CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
Seoane, Rafael
Serra, Juan José
Silber, Mario
Spalleti, Pablo
Stenta, Hernán
Szupiany, Ricardo
Tarrab, Leticia
Testa, Alejo
Toselli, Luis
Tuchneider, Ofelia
Valiente, Miguel
Vanlesberg, Susana
Vicario, Leticia
Villanueva, Adolfo
Vives, Luis
Weber, Juan F
Zamanillo, Eduardo
Zimmerman, Eric
Zucarelli, Viviana
‐9‐
CÓRDOBA, REPUBLICA ARGENTINA
PROLOGO
A partir de ese momento y con el transcurrir del tiempo, los Congresos Nacionales del
Agua se han ido convirtiendo en el encuentro técnico-científico y de gestión del agua
más tradicional, numeroso y completo (por su transversalidad y cantidad de ejes
temáticos) de la Argentina, por lo cual ha cobrado trascendencia a nivel Regional y
Latinoamericano.
A partir del año 1963 y hasta el momento la historia registra 25 ediciones realizadas, en
la mayoría de los casos con frecuencia bianual. El Comité Permanente se ha ocupado
a lo largo de 54 años de mantener la vigencia del Congreso Nacional del Agua e
estrecha colaboración con los organizadores provinciales y locales de cada Congreso.
En esta oportunidad bajo el lema “La gestión del agua ante los desafíos climáticos
y ambientales" reunirá a cerca de 1000 profesionales del sector para compartir y
discutir los problemas que nuestra sociedad y país tienen alrededor del agua. Esto se
promueve a través de las propias presentaciones orales (cerca de 280) y en poster
(cerca de 40), de 3 mesas redondas, 5 sesiones especiales y 3 conferencias plenarias,
todas con profesionales reconocidos de la materia.
La difusión del material del Congreso incluye la publicación del libro (con ISBN) de los
Resúmenes Extendidos evaluados previamente por el Comité Científico, la publicación
de los artículos completos en libro con formato digital, y la publicación de los mejores
artículos de cada eje temático y del artículo del Premio INA en la Revista (con ISSN)
Ciencia Tecnología e Innovación del CETA de la FCEFyN de la Universidad Nacional
de Córdoba (retomando la tradición iniciada en el XXIV CONAGUA de Resistencia).
El presente libro digital contiene los trabajos completos in-extenso, que complementa a
la versión impresa de los resúmenes extendidos, e incluye los textos completos de las
323 contribuciones aceptadas para el presente Congreso. A continuación se presenta
la cantidad de trabajos según el área temática:
-10-
CÓRDOBA, REPUBLICA ARGENTINA
Se espera que los trabajos publicados puedan resultar útiles para aportar elementos
que contribuyan a la solución de diversos problemas con los que se enfrentan a diario
técnicos, profesionales, investigadores y funcionarios que habitualmente tienen que
tratar con temas vinculados al aprovechamiento, gestión, control y preservación de los
recursos hídricos.
Comité Organizador
-11-
CÓRDOBA, REPÚBLICA ARGENTINA
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
magdalena_baraquet@hotmail.com
RESUMEN
El cambio climático se define como un cambio en los promedios de las variables climáticas a lo largo de un
período de tiempo. Por otro lado, el concepto de variabilidad climática se define como la variación de una
variable climática alrededor de su valor medio. En este trabajo, se evalúa la presencia de efectos de cambio y
variabilidad climática sobre el régimen pluviométrico en diferentes regiones de Argentina analizando variables
que se extraen de información pluviométrica histórica, tales como lluvia máxima diaria anual, lluvia total anual,
días lluvioso al año, días lluviosos al mes y días consecutivos con lluvia. Generalmente el análisis de estadística
inferencial de la información pluviométrica histórica se utiliza, en ausencia de información histórica de caudales
escurridos superficialmente, para definir las medidas estructurales y no estructurales requeridas para mitigar el
riesgo hídrico. Sin embargo, la presencia de efectos de cambio y variabilidad climática en el régimen
pluviométrico afecta las predicciones realizadas a través del análisis de estadística inferencial. En ese marco, en
este trabajo se implementó una metodología de análisis de estadística inferencial para series estacionarias y para
series no estacionarias. La diferencia básica entre ambos enfoques reside en que, en el caso de analizar
estadísticamente una serie histórica no estacionaria, el periodo de retorno (recurrencia) de las variables máximas
anuales es dinámico y es función del tiempo, es decir que para un horizonte de tiempo dado existe una relación
entre la variable y la recurrencia, pero al variar ese horizonte la relación cambia. Este trabajo pretende avanzar
en esta área de vacancia; ilustrando el análisis de estadística inferencial de variables pluviométricas requeridas
para el diseño hidrológico en casos de que se utilicen series históricas afectadas por variabilidad y cambio
climático.
INTRODUCCIÓN
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Figura 1.- Arriba, izquierda: Ejemplo cambio en la media de una variable; Arriba, derecha: Ejemplo de cambio en la
varianza de una variable; Abajo: Ejemplo de cambio en la media y la varianza de una variable. (Tercer Informe IPCC)
Hasta no hace mucho tiempo, muchos de los usos de la información climática, se basaba en la
premisa que el clima era estacionario, al menos en la escala de décadas, y que por lo tanto el
clima futuro sería igual al del pasado inmediato. Así, las series de los elementos climáticos y
de sus derivados hidrológicos eran tratadas estadísticamente como estacionarias.
Hoy, la hipótesis de que las series climáticas o de sus derivados son estacionarias no siempre
es apropiada. Las acciones antrópicas generan y han generado variaciones en los parámetros
climáticos que hacen que la hipótesis casi siempre implícita de que las estadísticas del clima
pasado pueden representar las del clima futuro ya no siempre sea válida. Esto hace que todas
las metodologías basadas en la presunción de estacionariedad para el cálculo de parámetros de
diseño de infraestructuras, la planificación del uso de los recursos hídricos, del territorio, de la
actividad forestal o de la agricultura a mediano plazo deben ser revisadas. A la hora de
estimar alguna o varias características del clima futuro para algún requerimiento de
planificación se debe ser cuidadoso antes de emplear a priori la hipótesis de que el clima es
estacionario y por lo tanto se requieren de nuevos métodos tanto para la detección de la
existencia de estacionariedad como para el análisis de los datos no estacionarios. A pesar de
esta necesidad, no hay aún una metodología totalmente desarrollada y segura para estimar el
clima futuro. En rigor, el gran desafío para la climatología mundial durante los próximos años
será desarrollar los métodos que permitan anticipar el clima de las próximas décadas en el
contexto del intenso cambio climático en curso.
OBJETIVOS
Objetivo general:
Objetivos particulares:
Profundizar sobre los conceptos de cambio y variabilidad climática.
Profundizar sobre conceptos básicos de estadística hidrológica, haciendo hincapié en
la distinción entre el análisis que se debe hacer sobre una serie estacionaria (análisis
de frecuencia clásico) y una serie no estacionaria (nuevo paradigma de análisis de
frecuencia).
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
MATERIALES Y MÉTODOS
EVALUACIÓN DE RESULTADOS
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Esta estación se encuentra en la provincia de Salta a una latitud de -22.46 y a una longitud de
-65.08. Cuenta con registros históricos de precipitación diaria desde el año 1984 hasta el año
2014 sin datos faltantes (31 años de datos).
A continuación, se presentan cada uno de los análisis realizados sobre las diferentes variables
de interés.
1. Precipitación Máxima Diaria Anual.
La serie hidrológica de precipitaciones máximas diarias anuales analizada es la que se
muestra en la Figura 2:
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 15 mm el año 1992 y un máximo de 66
mm en el año 1999. El valor promedio de la serie es de 37 mm y posee un desvío estándar de
12 mm.
Por otro lado, se verificó la hipótesis de independencia, pero no se verificaron las hipótesis de
estacionariedad y homogeneidad.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Figura 3. -Precipitación máxima diaria anual asociada a distintos períodos de retorno, Iruya Poscaya.
En la Figura 3 se puede ver con una línea negra la misma serie histórica de precipitaciones
máximas diarias anuales que la mostrada en la Figura 2. Además, se ve cómo se va
modificando el valor medio del período de retorno a medida que pasa el tiempo. Por ejemplo,
un valor de 50 mm tenía un período de retorno de 25 años en el año 1985; mientras que en el
año 2010 la recurrencia de este valor bajó a 5 años.
Figura 4. -Comparación de periodos de retorno de la precipitación máxima diaria anual, Iruya Poscaya.
De la última figura se puede ver que en la actualidad (año 2017) para un período de retorno de
50 años se asocia un valor de precipitación máxima diaria anual de 70 mm, mientras que para
el año 2050 se espera que este valor aumente a 90 mm. Es decir, para un mismo período de
retorno el valor de precipitación máxima diaria anual aumenta.
2. Precipitación Total Anual.
La serie hidrológica de precipitaciones totales anuales analizada es la que se muestra en la
Figura 5.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 248 mm en el año 1992 y un máximo de
1115 mm en el año 2011. El valor promedio de la serie es de 575 mm y posee un desvío
estándar de 191 mm.
Al aplicar las diferentes pruebas estadísticas a la serie no se encontró ningún dato atípico y se
verificaron las hipótesis de independencia, estacionariedad y homogeneidad. Por lo tanto, no
se encontró ningún patrón que muestre variabilidad en el tiempo.
Debido a que se detectó que la serie era estacionaria mediante la prueba de estacionariedad
Mann Kendall, se procedió al análisis de estadística inferencial clásico, que consiste en
relacionar los diferentes valores de la variable con un período de retorno. En primer lugar, se
aplica la función de distribución de probabilidad empírica de Weibull y luego a partir de los
datos obtenidos se determinó que la función de distribución de probabilidad teórica que mejor
ajusta es Gumbel por el método de máxima verosimilitud. Se puede ver la relación entre la
variable y las diferentes recurrencias con su respectivo intervalo de confianza en la Figura 6
que se muestra a continuación.
Al analizar la relación existente entre la recurrencia y la precipitación total anual se puede ver
que la FDP Teórica Gumbel por el método de máxima verosimilitud arroja valores de
precipitación menores a los de la FDP empírica de Weibull para tiempos de retorno mayores a
los 10 años. Esto puede deberse a que el valor máximo de la serie (1115 mm) es muy
probable que corresponda a una recurrencia del 100 años o aún mayor; y por razones de falta
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Otra aclaración que vale la pena realizar es que además se calcularon los intervalos de
confianza (95%) y los mismos se muestran en la figura anterior. Se observa que a medida que
la recurrencia crece la incertidumbre también lo hace y este grado de incertidumbre también
tiene que ver con la longitud de la serie de la muestra (a más datos siempre es menor el
intervalo de confianza). Se puede ver que para 100 años la incertidumbre relativa (que surge
de calcular la diferencia entre el valor del intervalo sobre el medio y dividir esa diferencia por
el valor medio) es del 23%, para 50 años es del 21%, para 25 años es del 20%, para 20 años
es del 19%, para 10 años es del 17%, para 5 años es del 15% y para 2 años es de 11%.
3. Días lluviosos al año.
La serie hidrológica de los días lluviosos al año analizada es la que se muestra en la Figura 7:
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 29 días en el año 1997 y un máximo de 98
días en el año 1990. El valor promedio de la serie es de 57 días y posee un desvío estándar de
15 días.
Al aplicar las diferentes pruebas estadísticas a la serie no se encontró ningún dato atípico y se
verificaron las hipótesis de independencia, estacionariedad y homogeneidad. Por lo tanto, no
se encontró ningún patrón que muestre variabilidad en el tiempo.
Debido a que se detectó que la serie era estacionaria mediante la prueba de estacionariedad de
Mann Kendall, se procedió al análisis de estadística inferencial clásico, que consiste en
relacionar los diferentes valores de la variable con un período de retorno. En primer lugar, se
aplica la función de distribución de probabilidad empírica de Weibull y luego a partir de los
datos obtenidos se determinó que la función de distribución de probabilidad teórica que mejor
ajusta es Gumbel por el método de máxima verosimilitud. Se puede ver la relación entre la
variable y las diferentes recurrencias con su respectivo intervalo de confianza en la Figura 8.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Al analizar la relación existente entre la recurrencia y los días lluviosos al año se puede ver
que la FDP Teórica Gumbel por el método de máxima verosimilitud ajusta bien a los datos
empíricos (Weibull). Se observa que el valor máximo (98 días) tiene una recurrencia del
orden de los 25 a 50 años.
Otra aclaración que vale la pena realizar es que además se calcularon los intervalos de
confianza (95%) y los mismos se muestran en la figura anterior. Se observa que a medida que
la recurrencia crece la incertidumbre también lo hace y este grado de incertidumbre también
tiene que ver con la longitud de la serie de la muestra (a más datos siempre es menor el
intervalo de confianza). Se puede ver que para 100 años la incertidumbre relativa (que surge
de calcular la diferencia entre el valor del intervalo sobre el medio y dividir esa diferencia por
el valor medio) es del 17%, para 50 años es del 17%, para 25 años es del 15%, para 20 años
es del 15%, para 10 años es del 14%, para 5 años es del 12% y para 2 años es de 10%.
4. Días lluviosos al mes.
La serie hidrológica de días lluviosos al mes analizada es la que se muestra en la Figura 9:
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 8 días en el año 1997, y un máximo de 27
días en el año 1989. El valor promedio de la serie es de 16 días y posee un desvío estándar de
5 días.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Debido a que se detectó que la serie era estacionaria mediante la prueba de estacionariedad de
Mann Kendall, se procedió al análisis de estadística inferencial clásico, que consiste en
relacionar los diferentes valores de la variable con un período de retorno. En primer lugar, se
aplica la función de distribución de probabilidad empírica de Weibull y luego a partir de los
datos obtenidos se determinó que la función de distribución de probabilidad teórica que mejor
ajusta es Gumbel por el método de máxima verosimilitud. Se puede ver la relación entre la
variable y las diferentes recurrencias con su respectivo intervalo de confianza en la Figura 10:
Figura 10. -Distribución de probabilidades de los días lluviosos al mes, Iruya Poscaya.
Al analizar la relación existente entre la recurrencia y los días lluviosos al mes se puede ver
que la FDP Teórica Gumbel por el método de máxima verosimilitud ajusta bien a los datos
empíricos (Weibull). Se observa que el valor máximo (27 días) tiene una recurrencia del
orden de los 20 a 30 años.
Otra aclaración que vale la pena realizar es que además se calcularon los intervalos de
confianza (95%) y los mismos se muestran en la figura anterior. Se observa que a medida que
la recurrencia crece la incertidumbre también lo hace y este grado de incertidumbre también
tiene que ver con la longitud de la serie de la muestra (a más datos siempre es menor el
intervalo de confianza). Se puede ver que para 100 años la incertidumbre relativa (que surge
de calcular la diferencia entre el valor del intervalo sobre el medio y dividir esa diferencia por
el valor medio) es del 22%, para 50 años es del 21%, para 25 años es del 19%, para 20 años
es del 19%, para 10 años es del 17%, para 5 años es del 14% y para 2 años es de 11%.
5. Días consecutivos con lluvia
La serie hidrológica de días consecutivos con lluvia es la que se muestra en la Figura 11.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 1 día en los años 1998 y 2000, y un
máximo de 18 días en el año 1989. El valor promedio de la serie es de 6 días y posee un
desvío estándar de 4 días.
Al aplicar las diferentes pruebas estadísticas a la serie no se encontró ningún dato atípico,
pero no se verificó la hipótesis de independencia. Por lo tanto, esta serie se descartó y no se
llevó a cabo el análisis.
Esta estación se encuentra en la provincia de Córdoba a una latitud de -32.23 y a una longitud
de -64.78. Cuenta con registros históricos de precipitación diaria desde el año 1958 hasta el
año 2015 con datos faltantes en los años 1984, 1985, 1988, 1989, 1990, 1991 y 1992 (51 años
de datos).
A continuación, se presentan cada uno de los análisis realizados sobre las diferentes variables
de interés.
1. Precipitación Máxima Diaria Anual.
La serie hidrológica de precipitaciones máximas diarias anuales analizada es la que se
muestra en la Figura 12.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 34 mm en el año 2004 y un máximo de
178 mm en el año 1999. El valor promedio de la serie es de 87 mm y posee un desvío estándar
de 34 mm.
Al aplicar las diferentes pruebas estadísticas a la serie no se encontró ningún dato atípico y se
verificaron las hipótesis de independencia, estacionariedad y homogeneidad. Por lo tanto, no
se encontró ningún patrón que muestre variabilidad en el tiempo.
Debido a que se detectó que la serie era estacionaria mediante la prueba de estacionariedad de
Mann Kendall, se procedió al análisis de estadística inferencial clásico, que consiste en
relacionar los diferentes valores de la variable con un período de retorno. En primer lugar, se
aplica la función de distribución de probabilidad empírica de Weibull y luego a partir de los
datos obtenidos se determinó que la función de distribución de probabilidad teórica que mejor
ajusta es la Gumbel por el método de máxima verosimilitud. Se puede ver la relación entre la
variable y las diferentes recurrencias con su respectivo intervalo de confianza en la Figura 13.
Figura 13. -Distribución de probabilidades de precipitación máxima diaria anual, El Durazno-La Florida.
Otra aclaración que vale la pena realizar es que además se calcularon los intervalos de
confianza (95%) y los mismos se muestran en la figura anterior. Se observa que a medida que
la recurrencia crece la incertidumbre también lo hace y este grado de incertidumbre también
tiene que ver con la longitud de la serie de la muestra (a más datos siempre es menor el
intervalo de confianza). Se puede ver que para 100 años la incertidumbre relativa (que surge
de calcular la diferencia entre el valor del intervalo y el valor medio y dividir esa diferencia
por el valor medio) es del 18%, para 50 años es del 17%, para 25 y 20 años es del 16%, para
10 años es del 14%, para 5 años es del 12% y para 2 años es de 10%.
2. Precipitación Total Anual.
La serie hidrológica de precipitaciones totales anuales analizada es la que se muestra en la
Figura 14.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 304 mm en el año 1968 y un máximo de
1727 mm en el año 1999. El valor promedio de la serie es de 973 mm y posee un desvío
estándar de 265 mm.
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 22 días en el año 1962 y un máximo de 90
días en el año 1974. El valor promedio de la serie es de 59 días y posee un desvío estándar de
15 días.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
ese periodo. Este último dato fue eliminado de la serie y se aplicó nuevamente el test el cual
arrojó un nuevo dato atípico (27 días en el año 1963), por lo tanto, esta serie se descartó y no
se llevó a cabo el análisis.
4. Días lluviosos al mes.
La serie hidrológica de días lluviosos al mes analizada es la que se muestra en la Figura 16.
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 6 días en el año 1962, y un máximo de 16
días en los años 1979 y 1980. El valor promedio de la serie es de 12 días y posee un desvío
estándar de 3 días.
Al aplicar las diferentes pruebas estadísticas a la serie no se encontró ningún dato atípico y se
verificaron las hipótesis de independencia y homogeneidad, pero no se verificó la hipótesis de
estacionariedad.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Figura 17. – Días lluviosos al mes asociados a distintos períodos de retorno, El Durazno-La Florida.
En la Figura 17 se puede ver con una línea negra como la serie de días lluviosos al año se
comporta a lo largo del tiempo, desde el año 1958 hasta el año 2015 (registro muestreado).
Además, se ve cómo se va modificando el valor medio del período de retorno a medida que
pasa el tiempo. Por ejemplo, un valor de 15 días lluvioso al mes anuales tenía un período de
retorno de 50 años en el año 1960, mientras que en el año 2010 el período de retorno de este
valor bajó a 5 años.
Figura 18. -Relación entre días lluviosos al mes y período de retorno para diferentes horizontes de tiempo, El Durazno-La
Florida.
De la última figura se puede ver que en la actualidad (año 2017) para un período de retorno de
50 años se asocia un valor de 15 días lluviosos al mes, mientras que para el año 2050 se
espera que este valor aumente a 18 días lluviosos al mes y para el año 2100 llegue a 20 días
lluviosos al mes. Es decir, para un mismo período de retorno el valor de días lluviosos al mes
aumenta.
5. Días consecutivos con lluvia.
La serie hidrológica de días consecutivos con lluvia analizada es la que se muestra en la
Figura 19.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los valores de esta serie varían entre un mínimo de 2 días en los años 1959, 1962, 1968 y
1988, y un máximo de 8 días en el año 2002. El valor promedio de la serie es de 5 días y
posee un desvío estándar de 2 días.
Al aplicar las diferentes pruebas estadísticas a la serie no se encontró ningún dato atípico y se
verificaron las hipótesis de independencia, estacionariedad y homogeneidad. Por lo tanto, no
se encontró ningún patrón que muestre variabilidad en el tiempo.
Debido a que se detectó que la serie era estacionaria mediante la prueba de Mann Kendall, se
procedió al análisis de estadística inferencial clásico, que consiste en relacionar los diferentes
valores de la variable con un período de retorno. En primer lugar, se aplica la función de
distribución de probabilidad empírica de Weibull y luego a partir de los datos obtenidos se
determinó que la función de distribución de probabilidad teórica que mejor ajusta es la
Gumbel por el método de Máxima Verosimilitud. Se puede ver la relación entre la variable y
las diferentes recurrencias con su respectivo intervalo de confianza en la Figura 20.
Figura 20. -Distribución de probabilidades de días consecutivos con lluvia, El Durazno-La Florida.
Al analizar la relación existente entre la recurrencia y los días consecutivos con lluvia se
puede ver que la FDP Teórica Gumbel por el método de máxima verosimilitud ajusta bien a
los datos empíricos (Weibull). Se observa que el valor máximo de la serie (8 días) tiene una
recurrencia del orden de los 50 años.
28
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Otra aclaración que vale la pena realizar es que además se calcularon los intervalos de
confianza (95%) y los mismos se muestran en la figura anterior. Se observa que a medida que
la recurrencia crece la incertidumbre también lo hace y este grado de incertidumbre también
tiene que ver con la longitud de la serie de la muestra (a más datos siempre es menor el
intervalo de confianza). Se puede ver que para 100 años la incertidumbre relativa (que surge
de calcular la diferencia entre el valor del intervalo y el valor medio y dividir esa diferencia
por el valor medio) es del 17%, para 50 años es del 16%, para 25 y 20 años es del 15%, para
10 años es del 13%, para 5 años es del 11% y para 2 años es de 9%.
CONCLUSIONES
Actualmente se está aplicando este análisis sobre toda la provincia de Córdoba, con el
objetivo de verificar si existen o no efectos que puedan asociarse al cambio y a la variabilidad
climática. Además, se prevé analizar si los casos de no estacionariedad se presentan en ciertas
zonas o son casos aislados en el espacio.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
29
XXVI CONGRESO NACIONAL DEL AGUA
CÓRDOBA, ARGENTINA, 2017
Introducción Objetivo
Existe un fuerte consenso en relación al cambio acelerado del En el presente trabajo se estudia la variabilidad temporal en la
clima a escala global, particularmente a través de la variación producción de caudal de los ríos más importantes de la
en patrones y tendencias de algunos parámetros climáticos Patagonia Austral continental a fin de contribuir a una mejor
como la precipitación y la temperatura. La Patagonia Austral comprensión de su dinámica hidrológica y las perspectivas
experimenta en décadas recientes importantes cambios en futuras.
algunos de ellos aún no apropiadamente cuantificados ni
estudiados debido principalmente a la falta de estaciones
meteorológicas con densidad suficiente en el territorio, Materiales y métodos
continuidad temporal y confiabilidad metodológica en su Se analizaron series históricas de caudales (Q) de 24 estaciones
operación y registro de datos (Monserrat et al., 2016). Estos instaladas en 20 ríos con diversos regímenes de alimentación y
cambios comienzan a evidenciar condicionamientos en las cuencas vertientes en la Patagonia Austral, comprendiendo las
economías regionales, particularmente en el sector regiones hidrográficas (RH) de los ríos Santa Cruz (RH09) y
agropecuario. La escasez de datos y análisis disponibles en la Gallegos (RH13), de vertiente atlántica, y Vizcachas–Serrano
actualidad crea incertidumbre sobre la realidad de recursos (RH11), de vertiente pacífica, en un rango latitudinal
estratégicos como el agua de superficie en la región, altamente comprendido entre –48°57’ y –52°33’, desde el centro de la
influenciado por el cambio climático que experimenta la región provincia de Santa Cruz (Argentina) y hasta la Región de
en décadas recientes, así como sobre escenarios futuros Magallanes (Chile). Se trabajó con caudales medios mensuales,
relacionados con su disponibilidad, todos aspectos que estacionales y anuales correspondientes a series históricas de
demandan acciones inmediatas en términos de anticipación y temporalidad diversa entre 1956 y 2015. Los ríos estudiados
adaptación a sus posibles impactos. fueron: Gallegos superior (RGs), Penitente en tramos superior
Cambios en el clima repercuten decididamente en la hidrología (RPs) e inferior (RPi), Rubens superior (RRs), Ci Aike o Chico sur
regional, por lo que el monitoreo de parámetros asociados a la (CK), Centinela (CN), Pratt (PT), Don Guillermo (DG), Santa Cruz
dinámica del recurso hídrico, como las tendencias y patrones (CZ), Mitre (MT), La Leona (LE), Las Vueltas (VU), Baguales (BG),
en los regímenes de caudales, resulta de gran valor durante la Grey (GY), Tres Pasos (TP), Chorrillos (CH), Paine (PN), Chalia
planificación del acceso y aprovechamiento del recurso hídrico (CL), Las Chinas superior (LCs) e inferior (LCi), Serrano superior
como también así para el aporte de una herramienta de (SRs) e inferior (SRi), Vizcachas superior (VZs) e inferior (VZi).
evaluación permanente de la integridad de los ecosistemas Se utilizó el test no paramétrico de Mann-Kendall (MK) para la
fluviales (Martínez Santa María y Fernández Yuste, 2006). detección y descripción de tendencias anuales y estacionales
en series disponibles de caudales (Tabla 1), (Salmi et al., 2002;
López et al., 2007). Los diferentes análisis se agruparon según
el régimen de caudales (K) de cada río, aplicando una versión
simplificada de la clasificación propuesta por Musy and Higy
(2011) a partir del cálculo de coeficientes mensuales de
descarga, en :(a) nivales, (b) nivo-pluviales, (c) pluvio-nivales y
(d) pluviales. Estos regímenes se han definido a partir de la
distribución estacional de caudales en relación al módulo
anual.
Resultados
En términos generales todos los ríos de la región, con la
excepción de aquellos de régimen pluvial, ubicados en la
Patagonia extrandina (CK, CN y CH), evidencian en años
recientes tendencias crecientes en la producción de Q medios
anuales, si bien el grado de significación en éstos es variable en
las diferentes secciones estudiadas y sin un patrón específico
según su ubicación geográfica o régimen de alimentación. Un
caso particular lo presentaron los ríos de régimen nival (como
CZ, GY, VU, entre otros) en los cuales la prueba de MK resultó
significativa en tendencias crecientes no solo para los Q medios
anuales sino para los diferentes Q medios estacionales en casi
Figura 1.- Área de estudio. Adaptado de Diaz y Giménez (2015). todos los ríos con la excepción del verano y la primavera para
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XXVI CONGRESO NACIONAL DEL AGUA
CÓRDOBA, ARGENTINA, 2017
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
RESUMEN
El pronóstico de precipitación estacional es un gran desafío en hidrología operativa, a pesar de muchos avances en las
últimas décadas. El objetivo de este estudio es desarrollar modelos de tendencia de lluvias bimestrales en Argentina, sobre
la base de series temporales continuas sin datos faltantes, y con una distribución espacial ordinaria pero homogénea. Se
utilizaron los datos de precipitación generados por el Proyecto Global de Precipitación Climatológica (GPCP por su sigla en
inglés), establecido en 1986 por el Programa Mundial de Investigaciones del Clima (World Climate Research Program). Esta
información mensual considera una combinación de información satelital y estaciones de superficie. Para evaluar la calidad
de los datos de precipitación del GPCP, se realizó una comparación con datos de precipitación de la red pluviométrica
operativa en el Servicio Meteorológico Nacional. Los predictores son forzantes del sistema océano-atmósfera; y la técnica
para el desarrollo de los modelos que vinculen éstos y las lluvias estacionales es la de Redes Neuronales Artificiales. Además
se cuenta con la ventaja y oportunidad de poder en el futuro verificar con datos del GPCP la bondad y credibilidad de las
tendencias estimadas, dado la continuidad de disponer de observaciones de las precipitaciones del GPCP.
.
ABSTRACT
The forecast of seasonal precipitation is a great challenge in operational hydrology, despite many advances in
the last decades. The objective of this study is to develop trend models of bimonthly rainfall in Argentina, based
on continuous time series with no missing data, and with an ordinary but homogeneous spatial distribution. It
was considered opportune to use precipitation data generated by the Global Precipitation Climatology Project
(GPCP), established in 1986 by the World Climate Research Program. This monthly information considers a
combination of satellite information and surface stations. To evaluate the quality of GPCP precipitation data, a
comparison was made with precipitation data from the operational rain gauge at the National Meteorological
Service. Predictors are forcing the ocean-atmosphere system; and the technique for the development of the
models that link these and the seasonal rains is Artificial Neural Networks. We will also have the advantage and
opportunity of being able in the future to verify with the data of the GPCP the goodness and credibility of the
estimated trends, given the continuity of having observations of precipitations of the GPCP.
INTRODUCCIÓN
Con la finalidad de evitar las dificultades que implica trabajar con información faltante y la
distribución heterogénea de lluvias, en este estudio se utilizaron datos generados por el
Proyecto Global de Climatología de Precipitación en una resolución ordinaria de 2.5° x 2.5°
de latitud-longitud. Por lo tanto, estos datos fueron comparados con registros observados en
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los nodos con datos de lluvia, son 63, y cubren el área entre 70° - 53° Oeste y 21° - 42° S;
abarcando Argentina al Norte del río Colorado, la República Oriental del Uruguay, la
República del Paraguay, y el estado de Rio Grande do Sur (Brasil). Para reducir esta cantidad
de nodos con lluvias bimestrales, se ha aplicado la técnica estadística de Análisis de
Componentes Principales, rotación varimax, y son 3 las regiones identificadas con diferente
variabilidad estacional-espacial; pero además en el análisis inter-regional cada una está
representada por un conjunto de componentes principales, no superando la cantidad de 5
componentes.
Los posibles predictores elegidos por la técnica de modelado, son variables que representan el
sistema acoplado océano-atmósfera, por tanto, se identificaron las teleconexiones (Giddings
et al., 2006) más significativas entre la variable dependiente (lluvia) y las que representan la
variabilidad del océano global y la atmósfera.
La técnica de Redes Neuronales Artificiales (RNA) se usó para modelar los procesos no
lineales entre las lluvias y las variables que representan la interacción mar-atmósfera. Un
trabajo pionero en aplicar RNA en el pronóstico de lluvias de 1 hora en adelante fue French et
al. (1992). Las RNA están ganando popularidad, como lo evidencia el incremento en el
número de artículos sobre este tema apareciendo en revistas de hidrología. La comunidad
hidrológica está tomando conciencia del potencial de las RNA como una herramienta
alternativa de modelado.
DATOS Y METODOLOGÍA
Datos
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Los datos fueron obtenidos del Proyecto Global de Climatología de Precipitación (GPCP) en
su versión 2.3. El GPCP existe desde hace más de 20 años y fue establecido en 1986 por el
Programa Mundial de Investigaciones del Clima (World Climate Research Program), para
resolver el problema de datos faltantes y cuantificar la distribución espacial de lluvias. Esta
información es sumamente necesaria (Arkin and Xie, 1994) para estudios de diagnóstico del
clima, aplicaciones sociales tales como manejo del agua para agricultura, energía, sequías,
pronóstico y control de inundaciones. El enfoque general del GPCP consistió en combinar las
estimaciones de precipitación derivadas de diferentes sensores instalados en distintos tipos de
satélites de órbita baja, geoestacionaria y polar. Este proyecto considera una integración de
varios conjuntos de datos de satélites con observaciones de pluviómetros y/o pluviógrafos.
Las estimaciones de microondas están basadas en un sensor de microondas/imagen instalado
en un satélite de órbita baja y sol sincrónico. La versión 1 consideraba en éste análisis de
combinación de fuentes, 6700 pluviómetros, mientras que actualmente ha llegado a relevar
40.000 pluviómetros. El primer producto de estos datos fue una fusión incorporando
estimaciones de precipitación de datos de microondas de satélites de órbita baja; datos
infrarrojos de satélites de órbita geo sincrónica y datos de estaciones pluviométricas
(Huffman et al., 1997). Sucesivas mejoras fueron hechas en intervalos regulares sobre los
pasados años (Adler et al., 2003) con la versión 2.2. Luego, mediante nuevos procedimientos
de calibración cruzada (cross-calibration) se verificaron y aplicaron correcciones y se logró la
versión 2.3, que es usada en esta investigación.
La Figura 1 muestra los nodos con datos de lluvia entre las coordenadas geográficas 70° - 53°
Oeste y 21° - 42° Sur, con un total de 63 celdas con información al Norte del río Colorado.
Los datos publicados están en formato netCDF. La información espacio-temporal es en la
actualidad un elemento clave en disciplinas como la Climatología y la Meteorología. Un
formato de uso muy extendido es el de las bases de datos netCDF, que permiten obtener una
estructura multidimensional e intercambiar los datos de forma independiente al sistema
operativo empleado. El formato binario NetCdf permite incluir, junto a los datos, gran
cantidad de meta-información (nombre de proyecto, tipo de boya, sensores,...). Esto hace que
los ficheros NetCdf sean prácticamente autosuficientes, ya que contienen la información
necesaria para leer los datos sin incrementar extraordinariamente su tamaño. Los ficheros en
este formato tiene la extensión *.nc.
Para la selección de los datos se utilizó la herramienta de libre distribución y multiplataforma
Weather and Climate Toolkit (WCT) que permitió visualizar y exportar los archivos NetCDF
de la colección GPCP a diferentes formatos. Estas características de exportación de datos
facilitan la interoperabilidad de la información meteorológica y climática con las herramientas
de análisis de datos. En https://www.ncdc.noaa.gov/wct/install.php, se encuentra la
herramienta que ha facilitado la transformación del formato *.nc a *.csv y de allí a ascii, para
un fácil manejo de los datos numéricos. La Figura 1 muestra los nodos con datos de lluvias en
escala mensual, y que abarcan gran parte de Argentina al Norte del río Colorado, Uruguay y
Paraguay.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Figura 1. Regiones analizadas y distribución espacial de los nodos con datos del GPCP.
Tabla 1. Indicadores estadísticos entre observaciones del SMN y los nodos del GPCP.
Estadísticos clásicos bimestre enero-febrero de 1979-2014
N=1408 Promedio Máximo CORR BIAS RMSE
Observación 198.44 820.5
0.79 13.34 83.63
GPCP 211.77 652.56
Figura 2.- Distribución de precipitaciones medias del GPCP de toda el área estudiada y datos de estaciones pluviométricas
del SMN.
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El resultado de la aplicación de esta técnica, con rotación varimax, en el período común 1979
- 2016 se muestra en la Tabla 3, donde las lluvias estacionales de 26 nodos de la Región I, que
representan el litoral de Argentina, se reducen a sólo cinco Componente Principales (CP), las
que explican el 83.7% de la varianza total de las precipitaciones del bimestre Enero-Febrero.
Para evaluar la calidad de los datos GPCP en el centro y norte de Argentina, se realizó una
comparación para el período 1979-2014, con las observaciones de la red pluviométrica
operativa del SMN, considerando las estaciones más próximas al nodo del GPCP. La
validación se realizó a partir del cálculo de indicadores estadísticos y del análisis de la
distribución de las precipitaciones medias observadas y las estimadas por el GPCP, teniendo
en cuenta la resolución temporal del pronóstico estacional. El análisis de los resultados de
esta evaluación muestra una buena correlación de los datos GPCP con las observaciones en
superficie con un coeficiente de correlación de 0.79 (Tabla 1). El resultado del BIAS 13.34
mm marca una ligera sobrestimación de GPCP en los datos, que también se observa en el
promedio para cada año de los 63 nodos mostrado en el gráfico de barras de la Figura 2.
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Tabla 3. Análisis de Componentes Principales. Correlación entre las series de CPs y las lluvias bimestrales en cada nodo de
la región I.
Nod CP1 CP CP3 CP4 CP5
o 19 -0.03 2
0.79 0.31 - -
20 -0.05 0.94 0.04 0.13
- 0.08
-
21 -0.11 0.91 0.06 0.02
0.10 -0.11
26 0.41 0.74 0.24 - 0.03
0.15
27 0.30 0.89 -0.02 0.19
- 0.23
28 0.34 0.84 0.03 -0.03 0.22
33 0.78 0.42 0.22 0.05
- 0.20
34 0.75 0.56 0.06 0.09
- 0.21
35 0.69 0.64 -0.04 0.03
0.11 0.19
40 0.87 0.06 0.38 - -
41 0.94 0.10 0.16 0.05
0.02 0.03
-
42 0.90 0.17 0.00 0.13 0.10
-
46 0.33 0.16 0.84 0.01 0.09
0.07
47 0.61 -0.06 0.67 0.28 -
48 0.80 -0.13 0.38 0.24 0.08
-
49 0.76 -0.13 -0.14 0.43 -0.17
52 0.12 0.11 0.65 - 0.12
0.55
53 0.13 0.27 0.69 0.19
0.17 0.42
54 0.21 0.19 0.77 0.43 0.19
55 0.06 0.13 0.40 0.81 0.16
56 0.29 -0.17 -0.12 0.81 0.02
59 -0.04 -0.17 0.62 0.00 0.55
60 -0.11 0.11 0.18 0.28 0.84
61 -0.15 0.27 0.19 0.34 0.73
62 -0.02 -0.28 0.08 0.63 0.33
63 0.10 -0.03 0.19 0.74 0.30
Para el desarrollo del modelo estadístico de pronóstico se utiliza como predictando o variable
a pronosticar la serie temporal del índice estandarizado de cada Componente Principal
obtenida. Una vez obtenido el modelo estadístico de mejor ajuste, se determinan las
ecuaciones de regresión lineal entre cada CP y las lluvias bimestrales de cada nodo. Por lo
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Teleconexiones
El objetivo es identificar áreas oceánicas donde las temperaturas de la superficie del mar
(SST) y las presiones a nivel del mar (SLP) estén vinculadas en forma remota tanto en tiempo
como en espacio (teleconexión) con la variabilidad temporal de las precipitaciones del
bimestre Enero-Febrero del período 1979 - 2014. Existen antecedentes en la búsqueda de
teleconexiones con variables climáticas, para tratar de explicar relaciones entre fenómenos
hidrometeorológicos y variables del sistema acoplado océano – atmósfera (Giddings y Soto,
2006; Méndez González J. y Coautores, 2010; Quereda J. y Coautores, 2011)
Para identificar estas teleconexiones (Giddings y Soto, 2006) con las Temperaturas de la
Superficie del Mar (SST), se aplicó el programa – Climate Laboratory (Tanco y Berri, 2000).
Las SST son obtenidas del “Climate Diagnostic Center” (CDC) de la “National Ocean and
Atmospheric Administration” (NOAA) para el período 1950-2016 (Reynolds y Smith, 1994);
accediendo al servidor ftp://ftp.emc.ncep.noaa.gov/cmb/sst/oisst_v2/ASCII_UPDATE/.
Otros posibles predictores en escala mensual, cuya influencia como forzantes del sistema
océano-atmósfera en las lluvias del NE de Argentina, se identifican con la técnica de
modelación. Estos son:
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Las RNA han sido aplicadas a una variedad de problemas hidrológicos y meteorológicos, tal
como el pronóstico de precipitación (Kuligowski and Barros, 19981, b; Hall et al., 1999);
predicción de inundaciones (Campololo et al., 2003); predicción de tornados (Marzban and
Gregory, 1996); predicción de manchas solares (Koons and Gorney, 1990) y predicción de
parámetros de calidad de agua (Maier and Dandy, 1996). Estos trabajos han mostrado que
esta técnica de modelación es adecuada para capturar la compleja no linealidad de la
variabilidad de estas variables (Hsu et al., 1997; Minns and Hall, 1996).
Para construir los modelos de pronóstico de las Componentes Principales, se usó un esquema
de Red Neuronal Artificial, siendo la información de entrada los forzantes del sistema
océano-atmósfera ya identificados como potenciales predictores, ya que la técnica permitirá
sólo incluir los de mayor peso en la explicación de la variabilidad de los caudales. La técnica
de Redes Neuronales Artificiales, forma parte de una rama de la Inteligencia Artificial, donde
el conocimiento se incorpora mediante el aprendizaje a partir de ejemplos e intentan simular
la estructura y funcionamiento de las neuronas biológicas.
Las redes generalmente consisten de un número de elementos de procesamiento
interconectados, llamados neuronas. Hay varias estructuras de redes neuronales artificiales
(RNA), pero las más usadas son las redes con conexión hacia delante (feedforward) con
múltiples capas ocultas de neuronas (en nuestro caso sólo una), llamadas perceptrón
multicapa. Las señales fluyen desde la capa de entrada hasta la capa de salida mediante
conexiones unidireccionales llamadas sinapsis que conectan cada neurona con las de las capas
vecinas (Haykin, 1994). La Figura 3 presenta una red neuronal artificial donde las entradas
(xi) son ponderadas por valores asociados con cada sinapsis (wij) llamados pesos sinápticos.
Todos los valores son sumados y comparados con un umbral (bj). Esta suma es el nivel de
activación de la neurona (vj). La salida de una neurona es finalmente computada por una
función de activación ((vj)), que generalmente puede ser lineal o no-lineal (sigmoidea).
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Una vez finalizado el proceso de entrenamiento, la red está lista para ser usada en la
simulación histórica y pronóstico de la CP1 en este caso de estudio. El desempeño del modelo
fue verificado con el coeficiente de correlación “r” y los test estadísticos: Error Medio
Absoluto en porcentaje “MAPE” y la Raíz del Error Cuadrático Medio “RMSE”, siendo:
40
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
los valores de probabilidad de ocurrencia del pronóstico, se trazan los mapas de isolíneas y
sedelimitan de esta forma los escenarios antes mencionados.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Teleconexiones
La Figura 4 muestra las regiones en los Océanos Pacífico y Atlántico donde las temperaturas
de la superficie del mar (SST) de Noviembre, del período 1978-2013, presentan
teleconexiones con respecto a la serie temporal de la CP1 del período 1979 – 2014. Estas se
ubican geográficamente en el Océano Pacífico SE y, en el Océano Atlántico Tropical y que de
acuerdo al test de hipótesis de “r”, estas correlaciones son significativas en el nivel del 99%.
Figura 4.- Mapa de correlaciones entre la CP1 del período 1979-2014 y las SST de Noviembre del período 1978-2013.
Figura 5.- Mapa de correlaciones entre la CP1 del período 1979-2014 y las alturas geopotenciales en 200 hPa de Noviembre
del período 1978-2013.
41
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
El esquema de red neuronal entrenada ha considerado tres capas, la de las neuronas de entrada
que son los forzantes climáticos, una capa oculta y la capa de salida que es la CP1. Se
tomaron estas entradas con uno y dos meses previos al período de pronóstico, es decir,
Octubre y Noviembre, con la finalidad de realizar el cálculo de estos pronósticos los primeros
días de Diciembre de cada año. Durante el entrenamiento, se van cambiando en la capa oculta
el número de nodos ocultos, y la función de transferencia (lineal/sigmoide), variando éstas
según la experiencia adquirida de trabajos realizados en hidrología operativa. Se determina
finalmente, en función de los estadísticos r y RSME el mejor modelo, eliminando aquellas
neuronas cuyos pesos sinápticos no son significativos, se reiteran los pasos mencionados y se
continúa así hasta determinar el mejor modelo. Como resultado se obtuvo que la mejor red
entrenada presentó 7 neuronas en la capa de entrada, 10 nodos en la capa oculta, y la función
de activación sigmoide. Estas neuronas de entrada a la red neuronal son:
OAT11: SST (°C) del mes de Noviembre en los Océanos Atlántico Tropical (Figura 6);
GH2_OPS :GH11: altura geopotencial (m.s.n.m.)) del mes de Noviembre en el nivel de 200
hPa, en el Sur del Océano Pacífico (Figura 7);
DAT10: dipolo de las SST del mes de Octubre, en el Océano Atlántico Tropical; calculado
como la diferencia de anomalías de una región del Atlántico Norte y Atlántico Sur;
N1+210: SST Niño 1+2 del mes de Octubre;
PDO11: Oscilación del Pacífico Norte del mes de Noviembre;
SIC10: Área cubierta de hielo del mes de Octubre en el sector Antártico (km2)
OAA10: Oscilación Antártica del mes de Octubre
Figura 6.- Series de la CP1 observada, estimadas en la etapa de entrenamiento y en la etapa de validación.
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Para caracterizar el régimen de precipitaciones del bimestre Enero – Febero, en cada nodo se
aplicó la distribución de Gamma Incompleta obteniendo los límites de probabilidad de
ocurrencia del 80, 60, 40, 20%, que se corresponden con las categorías Muy Húmedo,
Húmedo, Normal, Seco y Muy Seco.
Figura 10.- Mapas de observaciones y tendencias de precipitación para el bimestre de Enero-Febrero 2015 (expresado en
probabilidad de ocurrencia). La correlación entre observaciones y pronóstico es 0.89 y la RMSE es de 57 mm
CONCLUSIONES
Debido a que las precipitaciones observadas en Argentina, presentan una distribución espacial
heterogénea, así como registros faltantes difíciles de completar, se utilizaron bases de datos de
precipitación publicadas por el Proyecto Global de Climatología de Precipitación (GPCP por
sus siglas en inglés); información mensual que consideran una combinación de información
satelital y estaciones de superficie. La mayor desventaja de este tipo de información es su
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resolución muy ordinaria de 2.5 x 2.5° de latitud-longitud, ya que los modelos de pronóstico
en esta resolución pierden detalles dentro de cada celda de trabajo.
Para evaluar la calidad de los datos de precipitación del GPCP, se realizó una comparación
con datos de precipitación de la red pluviométrica operativa en el Servicio Meteorológico
Nacional. El análisis de los resultados de esta evaluación muestra una buena correlación de
los datos GPCP con las observaciones en superficie con un coeficiente de correlación de 0.79.
Luego, se logra a partir de teleconexiones con indicadores del sistema océano-atmósfera
desarrollar modelos no lineales con la aplicación de la técnica de redes neuronales artificiales.
Tabla 5. Resultados comparativos entre observaciones y pronósticos.
Enero-Febrero r rmse (mm) Bias (mm)
1979 0.82 70 -42
1980 0.83 62 -9
1981 0.94 47 3
1982 0.91 42 -10
1983 0.95 49 8
1984 0.95 48 17
1985 0.84 62 -15
1986 0.91 44 -7
1987 0.91 51 -4
1988 0.93 42 -16
1989 0.82 85 -29
1990 0.9 63 29
1991 0.84 58 -17
1992 0.85 57 5
1993 0.93 54 -40
1994 0.92 44 -11
1995 0.96 42 -19
1996 0.94 51 7
1997 0.95 39 15
1998 0.93 65 13
1999 0.96 36 -12
2000 0.92 43 -10
2001 0.96 37 2
2002 0.94 36 8
2003 0.95 51 16
2004 0.72 119 -85
2005 0.8 66 -26
2006 0.79 66 -18
2007 0.92 59 15
2008 0.84 72 9
2009 0.91 51 -19
2010 0.9 82 36
2011 0.89 63 13
2012 0.86 70 -34
2013 0.87 60 -36
2014 0.92 63 29
2015 0.89 57 4
2016 0.84 82 -58
2017 0.83 92 0
Media 0.89 58 -7
Agradecimiento. Este trabajo fue financiado con aportes del Proyecto PNAGUA-1133024 “Estudio del impacto
de escenarios futuros sobre los recursos hídricos”, del Programa Nacional Agua del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
RESUMEN
La gestión de los recursos hídricos debe trabajar sobre los problemas para la situación actual y desarrollar
herramientas de planeamiento para escenarios de cambio climático, que incorporen el aumento de incerteza.
Como posibles formas de lidiar con los potenciales impactos del cambio climático se plantean cuatro estrategias
de planeamiento de los sistemas de drenaje urbano: ignorar el impacto futuro, proyecto basado en los máximos
incrementos previstos, adaptación por etapas, e incorporación de medidas de control en la fuente a lo largo del
tiempo.
Se simuló el funcionamiento de un sistema urbano para tres escenarios hipotéticos de impacto del cambio
climático. Fueron cuantificados los costos de implementación de cada estrategia y los daños directos atribuibles
a pérdidas por inundación. A partir de eso se estimaron los resultados económicos de cada estrategia y se realizó
un análisis comparativo de las ventajas y desventajas de adoptar cada una de ellas.
Un aspecto interesante del trabajo es que los resultados también son, al menos parcialmente, aplicables a las
incertezas generales relacionadas a la lluvia, que van más allá de las originadas por el cambio climático, y ya se
encuentran en condiciones de afectar los proyectos. Por ejemplo la utilización de series de lluvias muy cortas y
poco representativas, o la variabilidad climática.
ABSTRACT
Water resources management must work on the problems for the current situation and develop planning tools for
scenarios of climate change, incorporating the increase of uncertainty that it generates. Possible ways to deal
with the potential impacts of climate change are four strategies for planning urban drainage systems: ignoring the
future impact, project based on the maximum expected increases, project adaptation by stages, and incorporation
of source control measures.
The operation of an urban system was simulated for three hypothetical climate change impact scenarios. The
costs of implementing each strategy and the direct damages due to flood losses were quantified. From that, the
economic results of each strategy were estimated and a comparative analysis was made of the advantages and
disadvantages of adopting each one.
An interesting aspect of this work is that the results are also at least partially applicable to general uncertainties
related to rainfall, which go beyond those caused by climate change, and are already in a position to affect
projects; for example, the use of very short and unrepresentative rainfall series or climatic variability.
INTRODUCCIÓN
El actual contexto de variación temporal de las características estadísticas de las variables
climáticas causada por el cambio climático constituye un escenario de incerteza profunda o
incerteza severa (deep uncertanty). Eso tiene un efecto directo sobre los recursos hídricos.
Es necesario incorporar consideraciones sobre la incerteza del cambio climático en las etapas
de planeamiento y toma de decisiones, y definir estrategias de adaptación a los impactos, para
mejorar la eficiencia y resiliencia de las inversiones en programas, proyectos e infraestructura.
Como respuestas a los impactos del cambio climático han sido propuestas una amplia
variedad de estrategias de adaptación (e. g. Hallegatte, 2009), que si bien pueden
implementarse individualmente, han demostrado un mejor desempeño cuando se enmarcan en
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2.- Estrategias Reversibles: Las políticas de adaptación deben favorecer las estrategias de tipo
reversible y flexible sobre las opciones irreversibles. El objetivo es minimizar el costo de los
errores de predicción sobre el futuro cambio climático. Por ejemplo, la implementación de
sistemas de alerta temprana, que pueden ajustarse periódicamente en función de nueva
información.
3.- Estrategias de margen de seguridad: cuando el sobredimensionamiento de la
infraestructura, basado en criterios de diseño conservadores, reduce su vulnerabilidad a costos
muy bajos o nulos. E. g., diseñar para el máximo impacto previsible.
4.- Estrategias Blandas: implican un aumento de la eficiencia de la adaptación al cambio
climático a partir de la implementación de herramientas institucionales o financieras. Las
estrategias blandas son a su vez estrategias de tipo reversible.
5.- Estrategias que reducen los horizontes de toma de decisiones: una opción para limitar los
costos asociados a la incerteza del cambio climático es la reducción de la vida útil de la
infraestructura.
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la tabla 1 se presenta un panorama resumido de la magnitud de los impactos de los
aumentos en las lluvias extremas. En la cuenca analizada, para Tr 5 años (proyecto
microdrenaje) la inundación de calles es nula, así como la inundación en el macrodrenaje para
Tr 25 (proyecto macrodrenaje). Los indicadores utilizados son: el porcentaje de inundación de
calles y la mediana del tirante, el caudal máximo en el arroyo y el valor esperado de daños
(Expected Anual Damage - EAD). Para poner en contexto los valores monetarios, el costo del
sistema de micro y macrodrenaje es de $97.000.000.
Tabla 2.- Costos y beneficios de las estrategias. Escenario de cambio climático 1.20PE
Costos Beneficios
(106 $ - 2013) (106 $ - 2013)
Horizonte E2-2 E3-2 E4-2 E2-2 E3-2 E4-2
H1 (2013-2043) 8.00 2.84 22.69 20.06 4.72 6.66
H2 (2013-2073) 8.00 6.27 23.07 29.53 12.78 12.70
H3 (2013-2103) 8.00 6.93 23.19 36.20 19.45 16.25
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En el corto plazo (los primeros 30 años), la estrategia E3 tiene la relación B/C más favorable.
A mediano y largo plazo (60 y 90 años), la estrategia E2 presenta mejores relaciones costo
beneficio que la estrategia E3. Esto es debido a que al inicio los costos de E2 son mayores,
pero no crecen en el tiempo, como si lo hacen los costos de E3. Los beneficios de E2 son
siempre mayores que los de E3
La estrategia E4 presenta relaciones B/C inferiores a 1 en todas las situaciones, en el rango
0,10-0,80, debido principalmente a el alto costo de implementación de la LID seleccionada.
En la figura 1 se presentan las relaciones B/C para el escenario 1,20PE.
Figura 1.- Relación B/C para las estrategias de adaptación en el escenario 1,20PE.
El análisis anterior está hecho considerando que el impacto que causa el cambio es igual al
previsto en proyecto. Eso es solo una de las situaciones posibles, casi ciertamente el impacto
va a ser diferente al previsto, menor o mayor, en algún porcentaje desconocido. Para
contemplar esos casos se hizo un análisis de las situaciones resultantes de la combinatoria de
impactos previstos y acontecidos. La figura 2 presenta el espectro de combinaciones posibles.
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Figura 3.- Relación B/C para combinatoria de impactos previsto y ocurrido, horizonte de
proyecto mediano plazo.
Los análisis comentados aquí han sido hechos considerando que el canal principal de
macrodrenaje se mantiene a cielo abierto y en estado semi-natural. El costo de entubamiento
sería del orden de $ 54 millones (2013). Un análisis que considerara el macrodrenaje entubado
podría dar un resultado diferente en relación a las estrategias de adaptación.
En los análisis de largo plazo (H2 y H3), el valor de daños evitados aumenta
“vegetativamente” generando cierta distorsión de los resultados. Por eso, es preciso ser
cuidadoso al definir la ponderación de los horizontes en la toma de decisiones.
Los costos de implementación (sobredimensionamiento) de E2 y E3 en los escenarios
analizados no superan el 15 % del costo de construcción de la red para la precipitación
estacionaria. Ya en el corto plazo ese incremento en el costo es compensado con la
disminución de los daños (beneficios) para ambas estrategias.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Garat, E., (2017). “Incorporación de la incerteza del cambio climático en la gestión del
drenaje urbano”. Tesis de doctorado, FCEIA, UNR, Rosario
Hallegatte, S., (2009). “Strategies to adapt to an uncertain climate. Global Environmental
Change 19.
52
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
RESUMEN
En la región central de la llanura pampeana argentina, el manejo del uso del suelo junto a características
naturales de anegamiento y variaciones en las precipitaciones, han resultado en inundaciones. Una de las cuencas
más afectadas ha sido la del Arroyo Tortugas (Córdoba, Argentina), donde dichos eventos, afectaron los sectores
urbanos. A pesar de la importancia y frecuencia de los mismos, los cuales se prevén se incrementen en un
contexto de creciente variabilidad climática, no ha sido propuesto la adaptación de los municipios dentro de la
cuenca. En consecuencia, el objetivo del siguiente trabajo propone un plan de gestión integral para la adaptación
del sistema urbano de la Subcuenca Arroyo Tortugas (SAT).
Se analizaron las características generales de la cuenca y su comportamiento climatológico e hidrológico, así
como proyecciones de eventos extremos (temperatura y precipitaciones), como ejes orientadores de la gestión de
cuencas y la elección de medidas de adaptación al cambio climático del sector urbano, ante potenciales eventos
de inundación y temperaturas elevadas en la SAT. Se proponen medidas que permitan la reducción de la
velocidad de escorrentía, aumento de infiltración, y reducción de temperatura a partir de la implementación de la
“Infraestructura Verde”.
.
ABSTRACT
In the central region of plain pampas Argentinean, the land use management together natural features of
waterlogging and variation of precipitation are resulting in flooding. The Sub-basin Tortuga Stream (SAT), in
the southeast of Córdoba, has been one of the most affected basins, where successive events of flooding affected
urban activities. Despite the importance and frequency of these events, which will likely increase in a context of
climate variability increase; it hasn't been proposed an integral plan for adaptation to the basin. It is therefore
proposed as main goal an integrated management plan for adaptation of the agricultural and urban sub-basin
system Tortugas Arroyo (SAT).
It has analyzed the general features of basin and it the climatological and hydrological behavior, as well
projections of extreme events (temperature and precipitations), as guiding axes of watershed management and
the choice of measures to adapt to climate change in the urban sector, in the face of potential flood events and
elevated temperatures in the SAT. Measures are proposed that allow the reduction of the runoff velocity,
increase of infiltration, and reduction of temperature from the implementation of the "Green Infrastructure".
INTRODUCCIÓN
Las inundaciones han sido siempre parte integral del proceso de renovación de la naturaleza,
proporcionando muchos efectos positivos como conectividad hidrológica garantizando el
transporte de agua, materia y los organismos vivos, contribuyendo en los procesos ecológicos
(Kuppel, S. et al., 2015). Pero no solo han sido un beneficio para la naturaleza, sino que han
estado presentes en la historia de las civilizaciones desde sus inicios; en algunos casos han
sido aprovechadas por numerosas civilizaciones que vivían de la producción de cultivos en
terrenos inundados, como en el caso del Nilo (Bolaños, J. 2003).
Sin embargo, su conversión en catástrofe resulta sobre todo de la acción humana, por una
parte, debido al descontrol de las aguas producido por la deforestación y manejo inadecuado
de cuencas y planos de inundación y, por otra, a causa de desequilibrios sociales y
económicos, que obligan a la población a ocupar zonas de riesgo. Además existe una
creciente influencia de cambios climáticos globales, que irán agravando la situación, aunque
estos no explican todos los sucesos de inundaciones recientes (Mejía L. & Chicue D. 2014).
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Las inundaciones, definidas como el resultado de lluvias fuertes que sobrepasan la capacidad
de carga de los ríos, y la capacidad de absorción del suelo (Organización de los Estados
Americanos OEA, 1993), están entre las amenazas derivadas de los fenómenos
meteorológicos que más daños provocan a nivel mundial (EM-DAT International Disaster
Database, 2014), generando alteraciones ambientales en el ámbito rural y urbano, de difícil
reversión (Montico, S. 2002) tales como, localidades anegadas con alta tasa de evacuados,
daños en la infraestructura, interrupción de las vías de comunicación, canalizaciones
clandestinas y graves problemas sanitarios.
El exceso de agua en una llanura puede manifestarse por dos situaciones de creciente
gravedad. Una es el anegamiento de la tierra y afloramiento de agua freática en la superficie
del terreno y la otra es la inundación, debido a la ocupación temporaria del terreno por una
capa de agua que puede ser aportada directamente por la lluvia o por escurrimiento superficial
(Abraham, S. 2007). Ambos casos se presentan en la llanura pampeana Argentina, donde el
escurrimiento lento y dificultoso lleva a que los excesos hídricos se almacenen en lagunas o
elevando los niveles freáticos. La napa freática lentamente sube de nivel por lo que cobra gran
importancia el control de la recarga, a fin de evitar llegar a ese umbral crítico, en el que
aumenta el riesgo de inundación (Mercau, J; Jobbagy, E. & Viglizzo, E. 2013).
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mundial, y que viene a añadirse a la variabilidad natural del clima observada durante períodos
de tiempo comparables (IPCC, 2014).
Para conocer las condiciones ambientales futuras se utilizan Modelos Climáticos Globales
(MCG). Los MCG son la herramienta más confiable actualmente disponible para simular el
sistema climático y sus variaciones. Son adecuados para desarrollar escenarios climáticos
globales futuros, los cuales trabajan con diferentes hipótesis sobre futuras concentraciones de
Gases de Efecto Invernadero (GEI) (TCNCC, 2014).
Sin embargo, los modelos no son perfectos, sino que tienen limitaciones relacionadas con los
procesos físicos de las nubes, o con los flujos de calor y vapor entre la superficie y la
atmósfera. Una de las mayores limitaciones de los MCG es que no siempre hacen una
representación adecuada del clima a nivel regional, por los errores en la cuantificación de las
precipitaciones (TCNCC, 2014).
El cambio climático en conjunto con los cambios en el uso de suelo (aumento de las áreas
construidas, la deforestación, agricultura, ganadería, etc), están perturbando en forma
dramática la respuesta hídrica natural, alterando el ciclo de lluvia y la capacidad de absorción
del suelo (Centro Nacional de Prevención de Desastres, CENAPRED, 2013)
El Arroyo Tortugas fue canalizado para transportar el agua proveniente de desagües pluviales
urbanos y del escurrimiento superficial en campos de la región, por lo cual presenta en
determinadas épocas del año caudales importantes (Díaz, J. et al., 2014), lo cual conlleva a un
impacto hídrico significativo.
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DISEÑO METODOLÓGICO
La unidad de análisis fue la Subcuenca del Arroyo Tortugas y las variables utilizadas fueron:
Ubicación, Hidrología, Relieve, Uso del suelo, Fluctuaciones de la napa, Área Urbana, entre
otras.
Se realizó un análisis y descripción de las variables ambientales de la cuenca, a través de fotos
aéreas, imágenes satelitales, cartas topográficas, mapas de suelos, gráficos, cuadros y estudios
hidrológicos, sistematizando y procesando la información mediante Sistemas de Información
Geográfica (QGIS).
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futuro de la cuenca, y luego se identificaron las zonas más afectadas por potenciales excesos
hídricos y futuras fluctuaciones de temperatura en la cuenca.
A partir del análisis de los escenarios climáticos de la Tercera Comunicación Nacional, junto
a la búsqueda bibliográfica, se propusieron una serie de proyectos de adaptación de la cuenca
ante la variabilidad climática y potenciales eventos de exceso hídrico y temperaturas elevadas,
considerando los aspectos ambientales, sociales y económicos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
CARACTERÍSTICAS DE LA SAT
La Subcuenca del Arroyo Tortugas (SAT) es una importante cuenca de aporte a la cuenca baja
del Río Carcarañá, la cual se extiende hacia el Centro-Este de la provincia de Córdoba, al
Oeste de la provincia de Santa Fe y al norte hasta la ciudad de San Francisco (Diaz, J. et al.,
2015) (Figura 1 y 2).
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Figura 2.-Ubicación de la Subcuenca del Arroyo Tortugas dentro de la cuenca del Carcarañá.
Fuente: Díaz J., et al, 2015
La cuenca de estudio pertenece a la unidad ambiental denominada Llanuras mal Drenadas del
Sudeste de Córdoba (Becerra et al., 1999; citado en Degioanni, A. et al., s.f). Las
características que presenta son las siguientes: una red de drenaje de dificultoso escurrimiento
(Figura 3), donde proliferan humedales en conto con los niveles freáticos, que favorece la
concurrencia de flujos superficiales y subterráneos en las zonas más deprimidas. Se produce
así una deficiencia en el sistema de drenaje natural que, en circunstancias de lluvias altas,
puede conllevar auténticos problemas de inundación en todo el sector (Degioanni A. et al.,
s.f).
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La SAT actualmente se encuentra cubierta por cultivos anuales, que han ido desplazando a las
pasturas perennes y pastizales nativos (que consumían agua durante todo el año). A partir de
los años 70, debido a ciertas medidas político-económicas, los productores se han visto
incentivados a reemplazar sus producciones por la soja hasta llegado el día de hoy, en donde
ocupa casi el 80% de la superficie sembrada (Bollati, P., 2016).
Este cambio en el uso del suelo en el sector agropecuario generó excedentes hídricos en la
capa freática (Bertram N. & Chiacchiera S., 2013). Y la disminución de las rotaciones
también provocó cambios en la infiltración.
Otro factor relacionado con el cambio del uso de suelo es la aparición de más superficies no
infiltrantes y cauces artificiales como canales, calles y cunetas, que modificaron el
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
La subcuenca del Arroyo Tortugas abarca las siguientes localidades por departamento (Figura
4):
Tercero Arriba: Oliva, James Craik y Corralito.
▪ General San Martín: La Playosa y Arroyo Algodón
▪ Unión: San Antonio de Litin, Noetinger, Chilibroste y Cintra.
▪ Marcos Juárez: Saira, Marcos Juárez, Leones y General Roca.
▪ Río Segundo: Pozo del Molle y Colazo.
▪ San Justo: Devoto, Saturnino María Laspiur, Las Varas, Las Varillas, Alicia, San
Francisco y El Fortín.
▪ Belgrano: Bouquet, Montes de Oca y Tortugas.
De acuerdo con los datos del último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010
(INDEC), la población de la cuenca que se encuentra dentro de la provincia de Córdoba
cuenta con 174.131 habitantes, constituyéndose como urbano 92% (159.851 hab.) y 8% como
rural (14.270 hab.) (Figura 5) estando esta última comprendida por población rural agrupada,
aquella que reside en localidades de menos de 2.000 habitantes, y por la población rural
dispersa.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Las localidades que concentran mayor población en la SAT son (Figura 43): San Francisco
(36%), Marcos Juarez (16%), Las Varillas (9%) y Oliva (7%).
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Con respecto a algunos departamentos de manera individual, cabe agregar que General San
Martín, Marcos Juárez y Unión presentan una fuerte oleada de migración en las edades de 25
a 45 años. Otro rasgo que destacar es que los departamentos que presentan una mayor
cantidad de población infantil y anciana son Marcos Juárez (9.262 niños y 5.792 ancianos),
Tercero Arriba (4.887 niños y 2.955) y San Justo (21.097 niños y 13.330 ancianos). Estos
departamentos son los que concentran la mayor cantidad de población vulnerable.
De acuerdo con Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (2000) el
concepto de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) permite la delimitación de grupos de
pobreza estructural y representa una alternativa a la identificación de la pobreza considerada
únicamente como insuficiencia de ingresos. Por medio de este abordaje se identifican
dimensiones de privación absoluta y se enfoca la pobreza como el resultado de un cúmulo de
privaciones materiales esenciales. Usualmente utiliza indicadores directamente relacionados
con cuatro áreas de necesidades básicas de las personas (vivienda, servicios sanitarios,
educación básica e ingreso mínimo), información que se obtiene de los censos de población y
vivienda.
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El INDEC (2010) considera hogares con NBI aquellos en los cuales está presente al menos
uno de los siguientes indicadores de privación:
▪ Hacinamiento: Hogares que tienen más de tres personas por cuarto (hacinamiento
crítico)
▪ Vivienda inadecuada: Hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente
pieza de inquilinato o vivienda precaria por estar construida con materiales frágiles o
inseguros (por ejemplo, cartón, chapa).
▪ Condiciones sanitarias: Hogares que no tienen retrete o tienen retrete sin descarga de
agua.
▪ Menores no escolarizados: la presencia en el hogar de al menos un niño de 6 a 12 años
que no asiste a la escuela.
▪ Capacidad de subsistencia: Cuatro o más personas por jefe de hogar que no haya
completado el tercer grado de escolaridad primaria y, según su edad, debería haberlo
hecho.
En la cuenca SAT hay 171.771 personas que viven en hogares de las cuales el 5% (8.655
hab.) tienen al menos una NBI y 95% (163.116 hab.) no tienen NBI. Mediante la Figura 7 se
puede observar que dentro del 5% con NBI, las localidades de mayor porcentaje y por lo tanto
las más vulnerables son: San Francisco, Marcos Juárez, Las Varillas, James Craik, Leones y
Pozo del Molle.
Figura 7.- Porcentaje de población SAT- Necesidades básicas insatisfechas (NBI) en localidades
Fuente: Elaboración propia con base en Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (INDEC), CEPAL,
Dirección de Estadísticas Socio-demográficas y Dirección General de Estadística y Censos de la Provincia de Córdoba, 2010
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eléctrica, ya sea por red o por generación propia con motor u otros medios; y el 0,2% restante
no tiene acceso a este servicio.
Las localidades que representan el mayor porcentaje sin acceso a electricidad son San
Francisco, Devoto, Marcos Juárez, Pozo del Molle y, compartiendo el mismo porcentaje,
Oliva, James Craik y Corralito (Figura 8).
La información que brinda esta temática permite caracterizar a la población con y sin
cobertura y el tipo de cobertura en función de una variedad de atributos que releva el censo,
entre ellos la edad. Vale la pena destacar que la información que reporta este apartado es de
suma importancia como indicador de las condiciones de vida de la población de los adultos y
niños mayores, que sin protección previsional constituyen un grupo altamente vulnerable que
es prioritariamente objetivo de protección (INDEC, 2012).
En la SAT el 75% de las personas cuenta con cobertura de salud, mientras que el 25% aun no
la tiene, principalmente el grupo de personas que se encuentran entre los 15-64 años (Figura
9).
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Las localidades que reúnen mayor población sin cobertura de salud son: San Francisco (8%),
Marcos Juárez (4%), Las Varillas (2%), Leones y Oliva (1,7), y Pozo del Molle (1%)
(INDEC, 2010)
Las localidades que poseen una mayor superficie son: San Francisco (48,80 km²), Marcos
Juárez (20,70 km²), Las Varillas (15,12 km²), (Oliva 6,56 km²) y por último Pozo del Molle
(4,41 km²) (Tabla 1).
Tabla 1.-Superficie de las localidades de la SAT
Departamento Localidad Superficie Km2
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Figura 11.- Síntesis del índice de vulnerabilidad social frente a riesgo de desastre. Censo 2001 y 2010
Fuente: CIMA & TCN en Natenzon, C., s.f
En el siguiente mapa se puede observar las tendencias de Vulnerabilidad Social ante eventos
extremos de todo el país y específicamente de los departamentos de la SAT. Para el año 2001
los departamentos de San Justo, Tercero Arriba, Río Segundo, Unión y General San Martín se
observa una alta vulnerabilidad social, mientras que para el año 2010 estos redujeron su IVSD
a medio exceptuando el departamento de Río segundo que se mantuvo en alto. Para el caso de
Marcos Juárez el índice se mantuvo para ambos años en vulnerabilidad media.
VARIABILIDAD CLIMÁTICA
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Este índice representa la cantidad de lluvia caída durante 5 días consecutivos de precipitación.
El incremento podría ser de un 13% en los casos más extremos como en la localidad de Las
Varillas, Pozo del Molle y San Francisco; y un aumento del 6 al 8% en la región sureste y
oeste de la cuenca (Figura 13).
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La variabilidad de los eventos puede ser mayor en los seis casos estudiados y se denota una
diferencia considerable entre los máximos, inclusive dichos máximos superan eventos
extremos del periodo histórico en San Francisco, Las Varillas, Pozo del Molle y Alicia
(Figura 14).
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Figura 14.-Precipitación máxima en 5 días consecutivos (PX5 día) histórica y proyectada en las principales localidades de la
SAT
Fuente: Elaboración propia con datos de la TCNCC
Índice entendido como la duración de las olas de calor mostró en los mapas que en el periodo
de (1961-1990) existieron entre 1 a 4 olas de calor. Mientras que con los promedios de
proyecciones futuras (2015-2039), muestra un importante aumento de olas de calor: 5 olas de
calor en el Oeste de la cuenca y de 6 a 7 en el Centro y Este (Figura 15).
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
RACHA SECA
En la mayoría de las localidades analizadas vemos, que la cantidad de días secos posiblemente
disminuya en los próximos años, lo cual es congruente con el aumento de precipitaciones en
la cuenca (Figura 16).
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Al igual que el sector agropecuario de la SAT, los asentamientos urbanos se han visto
afectados por las inundaciones, provocando otro tipo de pérdidas que están relacionadas a los
daños en la infraestructura de las ciudades.
Para realizar la descripción del escurrimiento se realizó una serie de superposiciones de capas
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
vectoriales de líneas de escurrimiento, ejidos urbanos, canales, curvas de nivel; con capas
ráster de inundaciones pasadas y con imágenes satelitales.
En primera instancia, se observa las inundaciones pasadas con respeto a las ciudades
anteriormente seleccionadas, donde se identificó qué localidades se inundaron o son
propensas a inundarse, en caso de presentarse a futuro un evento más extremo que los ya
acontecidos. Dichas localidades son Las Varillas, San Francisco, Marcos Juárez, Alicia y
Pozo del Molle (Figura 17).
Teniendo como base el anterior mapa, se expone el primer esquema en el cual se identifica la
relación del escurrimiento con la topografía (curvas de nivel) y a las canalizaciones, lo cual
nos permitió observar los diferentes rumbos en los que se dirige el agua de localidad a
localidad, y aproximar el lugar de ingreso de ésta a las urbes (Figura 18).
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
El esquema nos da un panorama general, sin embargo, se vió necesario observar a detalle el
escurrimiento respecto a los ejidos urbanos que son propensos a inundaciones.
La ciudad de las Varillas cuenta con numerosos canales que redirigen el escurrimiento, el
principal es proveniente del Oeste, adyacente a la Ruta Nacional Nº 158, el cual atraviesa la
ciudad llevando el escurrimiento en dirección a las Varas y por lo tanto a San Francisco; el
mismo canal a la vez se conecta con tres canales: uno de ellos ubicado al Noroeste que
conduce el agua a un escurrimiento natural, otro al Sur que se empalma con el canal de la
Ruta Provincial Nº 3-13 en dirección a la localidad de Alicia, por último un canal contiguo al
mismo que proviene desde la localidad de Pozo del Molle.
Si llegaran desbordarse, al menos la periferia de la ciudad queda más expuesta, en especial el
ingreso por Ruta Nacional Nº158, ya que ese canal podría saturarse al recibir aportes
importantes del canal proveniente de Pozo del Molle, aun así se tenga la presencia del área de
amortiguamiento que se encuentra antes de ingresar a la ciudad (Figura 19).
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OBJETIVOS
Se plantearon objetivos que dieron forma a distintos proyectos, para cada uno de ellos se han
contemplado: lineamientos de aplicabilidad, beneficiarios, financiamiento, indicadores de
éxito e incentivos.
OBJETIVO GENERAL
Adaptar la Subcuenca Arroyo Tortugas ante eventos climáticos extremos, como ser excesos
hídricos e incremento de temperaturas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
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Los consorcios canaleros que abarcan el territorio de la SAT están avalados por la legislación
vigente de la provincia de Córdoba y su objetivo es la realización de obras y trabajos de
construcción, conservación, mejoramiento, mantenimiento, rehabilitación y limpieza de
canales de la red principal y secundaria de desagües o drenajes de cuencas rurales o urbanas.
Este sector está compuesto principalmente por productores que ven afectados sus terrenos de
cultivos por el anegamiento, por lo tanto, su participación será fundamental al momento de
tomar decisiones dentro de la SAT.
El rol del sector académico dentro del comité es el de proveer de información y análisis de
datos; y realizar trabajos de investigación en el ámbito social, ambiental y económico, que
contribuyan a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la subcuenca del Arroyo
Tortugas.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Además, se proporcionarán incentivos los cuales son aquellas medidas que motivan a los
actores, que se ven afectados por determinadas propuestas, a que cumplan con los objetivos
que se establezcan en forma conjunta. Los mismos estarán a cargo del Comité de la SAT.
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
De acuerdo con los datos arrojados por las modelizaciones de la metodología 2, las
diferencias de precipitaciones en los distintos trimestres, proyectadas para el periodo 2015-
2039 y precipitaciones pasadas se observa un considerable incremento de las precipitaciones,
particularmente en los periodos estacionales primavera-verano, donde el aumento oscila entre
un 100% a un 150%.
Por otro lado, los antecedentes de inundaciones descritos en las localidades muestran que las
capacidades estructurales instaladas actualmente pueden ser sobrepasadas por eventos
extremos.
Esto incentivó a realizar una búsqueda de medidas que refuercen las medidas actuales
(infraestructura gris), para que contribuyan a amortiguar en mayor magnitud dichos eventos.
Tarea que se realizó mediante la metodología 3, donde se infirió que las medidas que
complementan a las medidas ingenieriles son las basadas en IV.
Cabe agregar que si bien los tipos de IV son aplicables en todo tipo de ciudades, el proyecto
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
busca que las medidas propuestas sean las más adecuadas para las localidades y la cuenca, es
decir, no adaptar las ciudades de manera aislada y unitaria sino tomar en cuenta todas las
características de SAT haciendo hincapié en el control del escurrimiento.
Es por ello que se analizaron una serie de aspectos como ser: localización de las ciudades
respecto a la SAT, los rasgos físicos de las ciudades, y sobre todo el análisis de la escorrentía
de la metodología 2.
Por otra parte, también se busca para la aplicabilidad futura del objetivo del proyecto, la
participación de entes nacionales y privados, como también los ciudadanos.
En resumen, se buscó involucrar todos los aspectos necesarios para proporcionar propuestas
de medidas de adaptación lo más aptas posibles para las urbes que podrían verse más
afectadas por eventos de exceso hídrico (San Francisco, Las Varillas, Marcos Juárez, Pozo del
Molle y Oliva), pero a la vez son propuestas que benefician a toda la cuenca.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
La delimitación del uso de suelo realizada tiene como finalidad dar pie a la identificación de
la predominancia edilicia en las distintas localidades. El procedimiento se realizó mediante
Sistemas de Información Geográfica (SIG) (Qgis 2.10.1), clasificando de manera visual,
imágenes satelitales de Digitalglobe disponibles en Google Earth.
La división de los usos de ocupación del suelo se englobó dentro de 7 áreas (Figura 22):
1. Área residencial consolidada y comercial, la cual se caracteriza por ser un área que cuenta
con los servicios infraestructurales completos.
2. Un segundo grupo, de conformación mixta, que involucra dos tipos de áreas que se suelen
encontrar en la periferia de la ciudad. La primera denominada Área residencial no
consolidada, que consta de terrenos baldíos o donde la urbanización en la manzana no está
completa y/o contiene posibles carencias de servicios; y la segunda el Área agrícola,
compuesta por campos de cultivos dentro del ejido urbano. Este grupo es de gran relevancia
tenerlo delimitado, principalmente para prever aspectos legales de derecho de propiedad
puesto que pueden ser de carácter público o privado, y por otro lado por ser lugares altamente
potenciales para la implantación de estructuras de adaptación;
5.Área institucional- administrativa conformada por los sectores académicos ya sean colegios,
universidades, clubes etc., y por los sectores de administración como ser bancos y las
municipalidades, entre otros entes;
6. Área de servicios es el sexto grupo el cual incluye a los servicios básicos que requiere una
sociedad, como ser: hospitales, plantas de tratamientos cloacales y de electricidad. En este
apartado se incluyen también los hoteles. En algunos casos los servicios, como por ejemplo
plantas de tratamiento cloacales, aún se encuentran en proceso de construcción en algunas de
las localidades;
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Análisis de usos de ocupación del suelo: De acuerdo con la representación de usos de suelo de
cada localidad se puede observar que la traza urbana y la lotificación se desarrolla sin
consideración o estrategia ambiental o criterio preestablecido. Los usos del suelo son mixtos,
teniendo como grupo predominante el área mixta residencial-comercial, seguido del grupo
que conforma el área residencial no consolidada-agrícola. En tercer lugar (en las localidades
más grandes) el grupo de área industrial y por último las áreas verdes.
Dada la conclusión del análisis previo, para proponer las medidas de adaptación más
adecuadas a las localidades; también es necesario poseer un panorama de las características
internas; en otras palabras, es necesario observar y cualificar el inmobiliario urbano, con el fin
de destacar rasgos que nos permitan apuntar a medidas más específicas y más aptas.
Para poder cumplir con lo anteriormente mencionado, se trabajó en base al soporte fotográfico
de la plataforma Google-Streetview y con fotografías tomadas “in situ”.
Mediante el siguiente esquema (Figura 22) se muestran los puntos para la captura de las
fotografías y el motivo de selección de estos puntos.
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El conjunto de los diferentes ingresos a las ciudades, tienen la característica común de tener
campos agrícolas o terrenos baldíos junto a las rutas. En muchos de los casos, son zonas que
se encuentran inundadas o se inundan debido a los canales colindantes a las rutas, o por ser
zonas por donde pasa el escurrimiento natural.
Independientemente de los casos, estas zonas sirven de caminos para que el agua fluya hacia
la ciudad, por lo tanto, colocar un tipo de barrera en base al origen del escurrimiento, es una
manera de afrontar esa problemática. El Anillo verde es una medida que actúa en forma de
barrera para proteger a las ciudades, lo cual lo vuelve ideal para implantarlo en las zonas
mencionadas.
Las localidades de la SAT se caracterizan, como se vio, por poseer grandes áreas residenciales
que se encuentran conformadas por barrios que llevan características similares en el diseño de
sus casas. Se denota que en la mayoría de los casos las edificaciones llevan principalmente
techos planos o ligeramente inclinados, lo que resulta ser una ventaja, ya que vuelve factible
proponer techos verdes, siendo ésta una medida ideal para disminuir los volúmenes de
escorrentía.
Es de conocimiento que las calles, avenidas, aceras e industrias, contribuyen a que la lluvia se
convierta rápidamente en escorrentía, en especial cuando son mayormente de cemento. Al
momento de realizar ambos análisis, se encontró que las localidades tienen una cantidad
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En síntesis, las medidas de adaptación propuestas son “Anillo verde” y “trama verde” dado
que son las más óptimas para aplicar en las localidades. Es importante recordar, que si bien
dentro de la categoría de trama verde existen varios tipos de medidas, se proponen
específicamente las de techo verde y superficies verdes.
También, la legislación, tendrá que contemplar un listado de especies nativas y exóticas, las
cuales deberán contar con las características y capacidades necesarias que permitan cumplir
con el objetivo de la IV. En el caso de las especies exóticas la ordenanza deberá ser rigurosa
en las condiciones para su aplicación, ya que el objetivo será la reforestación con especies
nativas, con algunas excepciones debido meramente a cuestiones ético-paisajísticas.
Para la selección de las especies a implantar, sean nativas o exóticas, se deben considerar
diferentes aspectos:
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para el crecimiento, desarrollo vertical del tallo y la raíz de un árbol adulto para
asegurar que llegue a su madurez sin toparse con obstáculos aéreos ó subterráneos
durante su crecimiento. Como ser cableados eléctricos ó telefónicos, daños en el
pavimento o problemas a las podadoras de césped, así como, romper o tapar tuberías y
drenaje.
▪ Forma de la planta: debe ser siempre tomada en cuenta en los lugares urbanos por
cuestiones de espacio y para que la planta no obstaculice el libre tránsito de personas y
vehículos.
▪ Funcionalidad: Entre las principales capacidades que deben tener las especies para el
cumplimiento del objetivo de la IV son la Adaptabilidad a excesos hídricos,
temperaturas altas y alta capacidad de absorción de agua. Debe recordarse que estas
variables siempre requieren ser guiadas por un cuerpo multidisciplinario de
profesionales.
ANILLO VERDE
Esta medida puede evitar el ingreso de agua a las ciudades y prevenir las inundaciones en las
periferias, este sistema de espacio verde libre conformará una base para ordenar los usos que
se den en el territorio a futuro. Los aspectos que se deberán tener en cuenta para su
implementación son los siguientes:
UBICACIÓN
Se debe realizar un mapeo de la ubicación del AV para tener un seguimiento del mismo.
PLANTACIÓN
Se deberá delimitar la extensión del Área total del anillo lo cual facilitará el control y
monitoreo de la zona, así como la cantidad de árboles plantados.
Será necesario realizar la plantación y expansión del anillo en etapas y plazos marcados,
empezando por los lugares de donde provienen los mayores volúmenes de escorrentía.
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Consistirá en realizar corredores o tramos verdes compuestos por calles y avenidas que
contengan las superficies verdes. Estos corredores estarán conectados al anillo verde
dispuestos en base a la dirección del escurrimiento y a la conformación actual de espacios
verdes (Figura 23), cada uno de estos elementos disminuirá el volumen de escorrentía por
absorción o retención de agua. La TV que se propone contempla dos medidas aplicables en la
cuenca SAT, que son los techos verdes y las superficies verdes o calles verdes.
Es necesario tener en cuenta que al momento de realizar los inventarios de materiales que se
utilizaran en la construcción de la trama verde los mismos sean amigables con el
medioambiente.
TECHOS VERDES
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Para áreas residenciales, comerciales, e industriales la utilidad de los techos es alta, pero para
áreas como carreteras o calles es nula.
La función que tendrá principalmente esta medida será la retención de agua de lluvia para
disminuir el escurrimiento, ya que la reducción que provee en los picos de crecidas es alta. A
su vez la implementación de los mismos generará efectos de aislamiento térmico en los
hogares contrarrestando en parte los eventos de Temperaturas extremas cálidas.
Para su aplicación se tendrán que tener en cuenta las siguientes características para la
selección del soporte (Figura 24):
Figura 24.-Características para tener en cuenta para la implementación del Techo Verde.
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de Castañeda Vega M, 2011
Los factores climáticos y medioambientales que se deberán tener en cuenta son los siguientes:
▪ Intensidad de la lluvia
▪ Humedad relativa
▪ Temperatura promedio
▪ Proyecciones climáticas
▪ El medio del cultivo debe tener un alto contenido de mineral y de 5-15cm de espesor
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SUPERFICIES VERDES
Las superficies verdes que se implantaran en el tejido urbano de las localidades deben ser:
jardines en veredas y arbolado urbano.
▪ Jardines en veredas
De acuerdo con lo establecido por la United States Department of Agriculture and Natural
Resources Conservation Service (USDA & NRCS, 2011). Los jardines deben de estar
localizados en veredas para capturar la escorrentía de áreas impermeables.
Pueden ser establecidos en cualquier lugar en donde existan buenos suelos con tasas de
percolación adecuadas. Es mejor mantener los jardines de lluvia alejados de los cimientos de
edificios, servicios eléctricos y sistemas sépticos.
Para los jardines de veredas de calles de una vía se recomienda que estos sean de un ancho
mínimo de 1.5m (Figura 25). Y para el caso de avenidas o bulevares entre 3 a 4 m de ancho
(Figura 26). O que representen de 7 a 20% del tamaño de la superficie impermeable que
genera la escorrentía.
Para hallar este porcentaje se debe medir los metros cuadrados del área impermeable (largo x
ancho) y luego multiplique esto por 0.07 (7 por ciento).
La vegetación factible para estos lugares es los cubre pisos, pastos, mayor proporción de
arbustos y elementos vegetales bajos, en algunos casos se puede usar árboles medianos o
pequeños. Debido a que no se puede tener pasto o cubre-pisos bajo grandes árboles, ya que la
vegetación pequeña también busca luz, si no la obtiene no se desarrollará, especialmente la
vegetación perenne.
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Figura 25.- Esquema mínimo recomendado para la implantación de jardines para calles (vías locales)
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de Alvarado Ojeda A, et al., 2007
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Un jardín típico tiene una profundidad entre 15 y 22 cm de profundidad. Debe estar nivelado
de lado a lado y de extremo a extremo; los bordes deben estar a nivel para que el
escurrimiento de aguas pluviales se extienda de manera uniforme.
Los jardines o parques pueden ser privados y estar al cuidado de un grupo comunitario, o
públicos.
▪ Arbolado Urbano
El arbolado urbano es propuesto para los lugares donde es escaso, que de acuerdo al análisis
realizado, serían los sectores cerca de los barrios periféricos o para calles y avenidas que no
tengan el suficiente número de árboles.
Previo a la forestación se debe consultar y contar con personal y profesionales necesarios para
realizar las tareas de: elección de la especie, preparación del terreno, marcación, ahoyado,
atado, plantado, fertilización, etc.
Una vez obtenido lo anterior se deben tomar en cuenta también las siguientes consideraciones:
- Se debe definir las especies a implantar acorde a las características físicas del lugar a
implantar.
- Una vez ya definida la especie a plantar se recomienda considerar el área que ocupará la
fronda del árbol adulto en correlación con el área donde quedará plantado..
- Sea cualquiera de las zonas donde se reforestará, se deberá dejar un porcentaje de área libre
en la cual, es recomendable sembrar árboles (espacio verde) en el 30% del área.
- Se debe confeccionar una taza (área que circunda el tronco del árbol) de al menos 1-2 metros
de diámetro para que pueda acumularse suficiente agua producto de las lluvias. En su sección
más profunda la taza debe tener al menos 15 cm.
- Cada vez que se plante un árbol éste deberá tener un mínimo de 2.5 a 3 m de altura y se
procurará que las especies seleccionadas le den una identidad particular a la cuadra o avenida
donde estén ubicadas, ya que será de ayuda al momento de realizar la trama hacia el Anillo
verde.
- Durante el proceso de crecimiento del árbol se debe mantener a la planta con una rejilla de
protección.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
A continuación, se propone una estructura básica para la ubicación idónea del anillo verde en
cada localidad en base a los resultados obtenidos en la metodología 2 (índices climáticos
extremos) y al análisis de escurrimiento. Se complementa con la delineación de la trama verde
mediante: la creación de grandes corredores verdes viales y ferroviarios, que favorezcan la
retención de caudales pico y a la vez promuevan la conformación de un sistema de áreas
verdes; la recuperación de grandes espacios vacantes y la aplicación sectorial de techos verdes
en los barrios que puedan complementar el sistema de conexiones biofísicas (áreas verdes)
dentro del tejido urbanizado.
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En este caso por el Sudoeste, dados los antecedentes de inundación en esta la localidad a
causa del aumento del escurrimiento por canalizaciones realizadas desde pozo del molle.
Además de complementar al reservorio que se encuentra actualmente cerca de la ruta nacional
N° 158.
La Trama Urbana verde está compuesta por:
▪ Arbolado y Jardines
En ambos deben reforzar las salidas en dirección al anillo verde con arbolado para evitar la
escorrentía aguas abajo hacia las localidades de Alicia y San Francisco. Y a la entrada
El índice Tx90 arrojó un incremento de días cálidos, en los que el 50% de los años podrían
tener aproximadamente 20 días cálidos más que el periodo pasado. Por lo tanto para atenuar el
impacto del aumento de días con altas temperaturas, la propuesta debe ir expandiéndose hasta
cubrir la mayor parte de la ciudad. La medida también tendrá como fin la maximización de la
retención de agua.
Se propone aumentar las superficies verdes coincidentes con áreas industriales, ya que
estos sectores son los que poseen por lo general superficie impermeable que favorece el
proceso de escorrentía.
CONCLUSIONES
Las inundaciones son parte de un proceso natural que contribuye de manera beneficiosa a los
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ecosistemas. Sin embargo, pueden convertirse en una gran amenaza para los sistemas urbanos
y agropecuarios, cuando hay una falta de coordinación en la toma de decisiones, debido a que
la cuenca hidrográfica no es considerada como un todo, sino que las decisiones se limitan a la
jurisdicción de cada municipio.
Existe también una creciente influencia por parte del Cambio Climático, que irá agravando la
situación, siendo indispensable hoy en día relacionar la Gestión Integral de Cuencas con
medidas que las adapten para afrontar las catástrofes de tales eventos.
En la trayectoria hacia el cumplimiento del objetivo del presente Trabajo Final de Carrera, es
decir, “desarrollar un Plan de Gestión Integral para la Subcuenca del Arroyo Tortugas”, se
obtuvieron las siguientes conclusiones:
El intenso cambio en la matriz productiva de la SAT, debido al avance de los cultivos anuales
sobre los perennes, ha provocado una disminución en la tasa de evapotranspiración, y
reducción en la capacidad de infiltración del suelo, lo que actualmente se traduce en el
ascenso de napa freática y aumento de la escorrentía superficial. Esta situación se agrava al
considerar las características intrínsecas del terreno como ser el relieve de llanura, los sectores
de poco drenaje y las zonas de lagunillas que han sido drenadas para aumentar la superficie
agrícola.
Según los datos arrojados por la Tercera Comunicación Nacional sobre el Cambio Climático,
se concluyó que en la SAT podría haber un aumento de precipitaciones principalmente en el
Centro-Este de la cuenca e incremento de temperaturas extremas a lo largo de la misma,
siendo más notable al Oeste.
Se constató que ante esta problemática, existen diversas medidas para adaptar sectores
agrícolas y urbanos ante eventos de exceso hídrico y temperaturas extremas. Sin embargo,
estas medidas se suelen tomar de forma aislada basadas en soluciones inmediatas sin una
visión integral. Esta problemática inspiró a desarrollar un plan que mantenga como eje
principal una visión holística al momento de proponer las medidas que podrían ser una
solución para la SAT.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
233
consigo múltiples beneficios ecosistémicos como por ejemplo, la captación del CO2, la
protección de biodiversidad, la mejora de la calidad paisajística, etc.
El comité de cuenca que se ha plateado, proporciona una estructura organizacional para que
las entidades sociales puedan tener un espacio de diálogo e integración de acuerdo a sus
necesidades y puntos de vista al momento de realizar la gestión.
La capacitación y la actuación conjunta de los actores sociales y entes públicos en este tipo de
planes son vitales para la aplicabilidad de los proyectos, ya que los mismos van a ser artífices
en la toma de decisiones, en cuanto a qué medida preferirán aplicar.
Para finalizar, cabe destacar que el presente Trabajo Final de Carrera representa la primera
propuesta de planificación integral de la cuenca basada en la adaptación en un escenario de
cambio climático, que contiene la Adaptación Basada en Ecosistemas, Infraestructura Verde y
gestión de riesgo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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XXVI CONGRESO NACIONAL DEL AGUA
CÓRDOBA, ARGENTINA, 2017
VARIABILIDAD DEL CAUDAL ANUAL EN CUENCAS DEL OESTE ARGENTINO ENTRE LOS 22°‐52°S
Y SU RELACIÓN CON FORZANTES CLIMÁTICOS
Carolina Lauro 1, Alberto I.j. Vich 1,2, Stella Maris Moreiras 1,3
1
CONICET‐CCT‐Mendoza, Mendoza, Argentina
2
UNCUYO‐Facultad de filosofía y Letras, Mendoza, Argentina
3
UNCUYO‐Facultad de Ciencias Agrarias, Mendoza, Argentina
Av. Ruiz Leal s/n Parque Gral. San Martin, Mendoza. Te: 2615244219. clauro@mendoza‐conicet.gob.ar
Introducción Tunuyán TVU 1944‐11 Escondido EEF 1977‐11
Diamante DLJ 1971‐11 Raquel REA 1993‐11
El escurrimiento de las cuencas con nacientes en la cordillera
Atuel APS 1972‐11 Azul AEA 1970‐11
de los Andes y serranías del oeste argentino, se ve alterado con
los actuales cambios en el uso del suelo y cambios en la Atuel ALN 1982‐11 Epuyén ELA 1951‐11
circulación atmosférica y condiciones climáticas regionales. Atuel ALA 1931‐11 Manso MLM 1946‐11
Como consecuencia se modifica el régimen y magnitud del Salado SCA 1939‐11 Manso MLA 1951‐11
escurrimiento, generando inconvenientes en la disponibilidad y Pincheira PIN 1967‐11 Manso MLS 1956‐11
distribución del recurso hídrico.
Cobre CVH 1950‐78 Manso MCO 1965‐11
Por lo tanto, comprender dichos cambios es necesario para
determinar los efectos de la variabilidad climática en los Tordillo TVH 1950‐75 Carrileufú CCH 1957‐11
sistemas hídricos, y lograr una correcta planificación de los Valenzuela VVN 1977‐11 Fontana FEA 1956‐11
mismos. Chico CLL 1991‐11 Futaleufú FEM 1979‐11
El presente trabajo pretende realizar aportes al conocimiento Poti Malal POG 1971‐11 Bagglits BRC 1977‐11
del régimen hidrológico de los ríos con nacientes en la
Grande GLE 1977‐11 Hielo HCO 1964‐11
Cordillera de los Andes y Serranías del oeste argentino entre
los 22° S y 52° S, con especial énfasis en el análisis de la Grande GLG 1971‐11 Huemul HUC 1990‐11
respuesta del caudal anual ante fluctuaciones en las Barrancas BAR 1960‐11 Carrenleufú CCA 1963‐11
características climáticas regionales. Colorado CBR 1939‐11 Carrenleufú CLV 1954‐11
Para ello se plantean los siguientes objetivos específicos: Currileuvú CLM 1989‐11 De Las Vueltas VLG 1992‐11
‐ Detectar tendencias y cambios abruptos en el caudal anual Nahueve NLC 1974‐11 La Leona LLL 1956‐11
‐ Identificar la relación entre el caudal anual y diversos índices
Neuquén NVA 1981‐11 Santa Cruz SCF 1955‐11
climáticos.
Neuquén NAN 1971‐11 Centinela CRP 1993‐11
Materiales y Métodos Neuquén NPI 1902‐11 Mitre MRP 1993‐11
Neuquén NDB 1990‐11 Gallegos GPB 1993‐11
Las series de caudal medio anual se elaboraron a partir de
Aluminé ALS 1978‐11 Penitentes PRM 1993‐11
caudales medios diarios de 79 estaciones de aforo localizadas
entre los 22‐52°S. Los datos fueron extraídos de la base de Malleo MMA 1973‐11
datos de la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación. En la
tabla 1 se encuentra la lista de los ríos analizados y la longitud Para la detección de tendencia lineal los test aplicados fueron:
de registro empleada. En la figura 1 se presenta la distribución el test paramétrico t student (Remington y Schork, 1974), y los
geográfica de las estaciones de aforo. test no paramétricos: Spearman Rank Order Correlation
(Kundzewicz y Robson, 2000), Mann‐Kendall (Hirsch et al.,
Tabla 1.‐ Estaciones de aforo y longitud de registro empleado en el 1982; Westmacott y Burn, 1997) y sus correcciones por pre‐
análisis. blanqueo (Yue et al., 2002) y por varianza (Hamed y Rao, 1998).
Rio Sigla Serie Rio Sigla Serie Para detectar la presencia de cambios abruptos se aplicaron el
Bermejo ABL 1944‐11 Chimehuín CNA 1971‐11 test paramétrico t de Student y diversos test no paramétricos:
Mann Whitney (1947), Pettitt (1979), Buishand (1982), Cusum
Bermejo PSA 1940‐11 Quilquihue QJA 1962‐11
test, Worsley (1979) y el test desarrollado por Taylor (2000).
Pescado PCC 1956‐11 Limay LPL 1903‐11
Estos test detectan un solo punto de cambio y en algunos casos
Cuyín debe eliminarse previamente la tendencia y las series deben
San Francisco SFC 1946‐11 CCM 1971‐11
Manzano
tener distribución normal. Tanto en la detección de tendencias
Lules LPT 1953‐11 Alto Chubut ACN 1967‐11 como de cambios abruptos se trabajó con un α= 0,05.
Los Sosas LSR 1953‐11 Chubut CEM 1943‐11 Las conexiones entre el caudal y las variables climáticas, fueron
Las Cañas LCP 1953‐11 Chubut CGU 1990‐11 examinadas por medio de análisis de correlación lineal de los
Jáchal JPA 1937‐89 Chubut CLA 1943‐11 caudales anuales con los índices climáticos anuales
San Juan SJ1 1971‐11 Chubut CVI 1993‐11
representativos de los patrones de circulación regional.
Los índices climáticos utilizados fueron la temperatura
San Juan SJ4 1951‐11 Chubut CHA 1992‐11
superficial del mar anual en la región Niño 3.4 (Trenberth,
Los Patos LPP 1951‐11 Gualjaina GUA 1956‐11 1997), el índice de oscilación decenal del pacífico (Mantua et
Los Patos LPA 1951‐11 Lepa LGU 1956‐11 al, 1997) y el índice de oscilación antártica (Marshall, 2003).
Vacas VPV 1949‐11 Senguer SNA 1952‐11
Cuevas CPV 1949‐11 Senguer SLM 1987‐11
Tupungato TPV 1949‐11 Mayo MPM 1980‐11
Mendoza MEG 1956‐11 Villegas VRN 1957‐11
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XXVI CONGRESO NACIONAL DEL AGUA
CÓRDOBA, ARGENTINA, 2017
Figura 1.‐ Distribución espacial de las estaciones de aforo empleadas
en el análisis.
Resultados
De los 79 casos analizados el 85 % no presenta tendencias
significativas. Las tendencias significativas encontradas
corresponden; el 58 % a tendencias positivas y el 42 % a Figura 1.‐ A y B: Distribución espacial de tendencias y saltos
tendencias negativas. Las tendencias negativas se observan respectivamente. C, D y E: correlaciones con TSM Niño 3.4, PDO y SAM
principalmente al sur de la cuenca del río Atuel. Mientras que respectivamente.
las positivas al norte de la misma. Conclusiones
El 58 % de los casos analizados presenta saltos significativos, de
Es importante recordar que la detección de tendencias
los cuales el 54 % son saltos positivos mientras que el 46 % son
depende del período de análisis utilizado. El presente estudio
saltos negativos. La distribución espacial de tendencias y saltos
no se realiza sobre un período de base común, por lo que las
se muestra en la figura 2.A y B, el período de análisis empleado
diferencias encontradas entre los distintos sitios de aforo
es el de la tabla 1. En la figura 2.A se presenta el coeficiente de
analizados en principio pueden deberse a la diferencia en la
tendencia en m3/s.año y en la figura 2.B el año de salto.
longitud de los registros empleados. A pesar de ello, fue
No se encontraron correlaciones significativas entre el caudal
posible identificar un patrón de comportamiento regional. Las
anual y la TSM anual en la región Niño 3.4 para los sitios
tendencias positivas de caudal se encuentran en las cuencas al
pertenecientes a las cuencas del río Bermejo y Lules. Los sitios
norte de los 35° S y al sur de esta latitud las mismas son
de la región de Cuyo y en las cuencas del río Neuquén, Limay,
principalmente negativas. Este mismo comportamiento se ve
Senguer, del río Carrenleufú y del Santa Cruz se correlacionan
reflejado en las tendencias de precipitación, mientras que la
positiva y significativamente, los coeficientes de correlación se
temperatura tiende a aumentar en todo el oeste argentino
encuentran entre 0,20 y 0,50.
(SAyDS, 2015; Nuñez et al., 2008). También se encuentra un
El índice de la PDO anual se correlaciona significativamente con
patrón similar respecto de la distribución espacial de los saltos
el caudal anual del río Bermejo, Lules, Jáchal, San Juan,
positivos y negativos. En el NOA y centro oeste se encontraron
Mendoza, Atuel, Colorado, Neuquén y Santa Cruz con
saltos positivos en la década del 70. Mientras que en la
coeficientes de correlación positivos. Con el sitio VRN se
Patagonia se encontraron saltos negativos en las décadas del
correlaciona significativamente de manera negativa.
70, 80, 90.
Se encuentran correlaciones negativas significativas entre el
La mayoría de las cuencas estudiadas tienen un bajo impacto
índice SAM anual con el QA en el río Chubut, Senguer,
antrópico, por lo que se sugiere que la falta de estacionariedad
Escondido, Epuyén, Manso y Futaleufú. Los coeficientes se
encontrada puede ser causada por fluctuaciones en la
encuentran entre ‐0,27 y ‐0,49. En la figura 2.C, D y E se
temperatura y precipitación, que tienen su origen en
muestran las correlaciones significativas entre el caudal y los
variaciones en los patrones de circulación océano‐atmósfera.
índices TSM región Niño 3.4, PDO y SAM.
98
XXVI CONGRESO NACIONAL DEL AGUA
CÓRDOBA, ARGENTINA, 2017
La variabilidad del régimen fluvial en las cuencas del oeste
argentino, se encuentra asociada a fenómenos de circulación
atmosférica. En Cuyo y Patagonia se encuentra una relación
directa entre el caudal y TSM región 3.4. Los saltos
encontrados se asocian a cambios de fase de la PDO. Al sur de
los 37°S los caudales tienen una relación inversa con el índice
SAM.
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99
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Argentina.
4 Instituto Nacional del Agua, Centro Regional Litoral, Santa Fe, Argentina.
RESUMEN
En este trabajo se crean y analizan escenarios futuros de precipitación y temperatura simulados por Modelos
Climáticos Globales (GCMs) que representan apropiadamente el clima regional. Se aplican métodos estadísticos
de reducción de escala a los GCMs: (1) un modelo de regresión con un Análisis de Correlación Canónica y (2)
un método de escalamiento local. El método de regresión se valida con simulaciones de largo período (1901-
2005) y decadales (1961-2010). Se proyectan escenarios futuros de cambio climático cercano (2015-2035). Se
evalúan los posibles cambios en los escenarios de concentración representativa RCP4.5 (de estabilización) y
RCP8.5 (con un nivel muy alto de gases de efecto invernadero).
El proceso de reducción de escala estadístico permitió corregir los errores sistemáticos de las variables
simuladas por los GCMs. Los cambios medios espaciales proyectados indicaron incrementos de la temperatura
media y la precipitación en las próximas décadas. La precipitación media regional aumentaría aproximadamente
70 mm en los próximos 20 años. Los modelos decadales expusieron cambios menos significativos, con
incrementos de aproximadamente 20 mm. Esto sugiere un impacto de la variabilidad decadal natural del clima
en las proyecciones de cambio climático regional. La temperatura media aumentaría hasta 1º C en los próximos
20 años.
ABSTRACT
This study develops and evaluates future scenarios of precipitation and temperature simulated by Global Climate
Models (GCMs) that appropriately represent the regional climate. Statistical downscaling methods are applied to
GCMs: (1) a regression model performed using Canonical Correlation Analysis and (2) a local scaling method.
The regression method is validated with historical long-period simulations (1901-2005) and decadal simulations
(1961-2010). Future scenarios for near-term climate change are projected (2015-2035). Possible changes in the
scenarios of representative concentration RCP4.5 (stabilization) and RCP8.5 (with a very high level of
greenhouse gases) are evaluated.
The statistical downscaling method allowed us to correct the systematic errors of the variables simulated by the
GCMs. Area-averaged mean changes projected increases in mean temperature and precipitation in the coming
decades. Regional average precipitation would increase by approximately 70 mm over the next 20 years. The
decadal models exhibited less significant changes, indicating increases closely to 20 mm of precipitation. These
results suggest an impact of natural decadal climate variability on projections of regional climate change. The
average temperature would increase to 1 ºC in the next 20 years.
INTRODUCCIÓN
100
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
En los últimos años, una gran cantidad de estudios se ha focalizado en los métodos y las
aplicaciones de procesos de reducción de escala dinámica y estadística a GCMs, muchos de
los cuales se presentan en un grupo acotado de trabajos de revisión (e.g. Christensen et al.,
2007; Maraun et al., 2010). Particularmente para el caso de los procesos estadísticos, se
sugiere una categorización basada en la naturaleza de los predictores seleccionados, que
distingue entre el “pronóstico perfecto” (PP, del inglés “perfect prognosis”) y el pronóstico
por estadísticas de salidas de los modelos (MOS, por su sigla en inglés). Un enfoque de PP se
lleva a cabo cuando se establece una relación entre la variable observada (predictando) y
predictores de larga escala observados simultáneamente, que luego se aplica a los predictores
simulados en el futuro. El proceso de MOS requiere una relación estadística entre la variable
observada y la simulada por los modelos, que luego se aplica al predictor simulado. En
principio, MOS ofrece ciertos beneficios potenciales por sobre PP. Ésta técnica puede dar
cuenta de los errores inherentes de los modelos y corregir los sesgos (Eden y Widmann,
2014). La principal e importante desventaja es la escasa habilidad de los GCMs para
representar la evolución temporal de los procesos de larga escala del clima.
101
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
DATOS Y MÉTODOS
El clima regional se considera condicionado por el estado de larga escala según R = F(X),
donde R representa la variable local, X las variables de larga escala y F es una Función de
Transferencia que se establece por la calibración y validación de modelos utilizando
observaciones o datos grillados de reanálisis. Para la reducción estadística de escala de los
campos mensuales retrospectivos y futuros de GCMs, en este trabajo se utilizó un modelo de
regresión a través de un Análisis de Correlación Canónica (CCA; Wilks, 2006) aplicado con
un método MOS. El CCA es una técnica estadística multivariada que se puede usar para
determinar la combinación lineal entre un campo predictor (datos de los GCMs) y un
predictando (variables locales), procurando encontrar la óptima combinación entre los grupos
de datos y produciendo la máxima correlación (e.g., Verbist et al., 2010). Los principales
tópicos del método de regresión aplicado se pueden ver en Lovino (2015).
Una alternativa simple para la corrección de los errores sistemáticos de los GCMs es el
escalamiento local (LS, por su sigla en inglés; Maraun et al., 2010). Para su desarrollo, se
deriva un factor de escalamiento que se aplica a cada punto de grilla, definido como la razón
entre la variable media mensual observada y simulada para el período estimado en el
escenario histórico. Así, la variable corregida al tiempo t en el futuro se representa por el
valor del predictor en el futuro , escalado por la relación entre la variable media
observada y el valor medio simulado .
Los resultados del método de regresión con MOS se validaron en escenarios retrospectivos
simulados para el quinto informe del IPCC (AR5): de largo período (1901-2005) y decadales
(1961-2010) y se proyectaron en escenarios futuros de cambio climático cercano (2015-
2035). Se evaluaron los posibles cambios en las proyecciones de los escenarios de
concentración representativa (RCP por su sigla en inglés) RCP4.5 (de estabilización) y
RCP8.5 (con un nivel muy alto de gases de efecto invernadero). Los valores numéricos de los
escenarios suponen el forzamiento radiativo total proyectado en el año 2100 (en W/m2) en
relación con la era preindustrial (año 1750).
Se presentan aquí solo los resultados obtenidos con las simulaciones de largo período. Los
resultados de las simulaciones decadales han sido muy similares a los obtenidos en los
escenarios históricos de largo período (ver Lovino 2015 para mayor información).
102
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
PRECIPITACIÓN
a) b) c)
d) e) f)
Figura 1: Diagramas de dispersión de la precipitación mensual media areal simulada por NorESM1-M e INM-CM4
y la observada, en el período 1901-2005: a) NorESM1 original b) campo de validación cruzada a escala reducida de
NorESM1 c) ídem b) pero con factor de corrección mensual, d) INM-CM4 original, e) campo de validación cruzada
a escala reducida de INM-CM4, f) ídem e) pero con factor de corrección mensual.
103
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TEMPERATURA
Tabla 2.- Métricas estadísticas de verificación entre las series medias areales de temperatura media observada y simulada
por los GCMs a escala reducida en el escenario de largo período (1901-2005). MBE: error medio, MAE: error medio
absoluto, RMSE: error medio cuadrático, E: coeficiente de eficiencia, r: coeficiente de correlación de Pearson.
Errores estadísticos
Modelo Desvío r
RMSE MAE MBE E
CMCC-CM 5.00 0.93 1.91 1.50 -0.25 0.84
Downscaling 3.85 0.94 1.71 1.37 -0.06 0.87
Downscaling corregido 4.69 0.95 1.46 1.15 0.00 0.91
CESM1-BGC 5.19 0.94 1.78 1.41 0.31 0.86
Downscaling 3.89 0.95 1.61 1.27 -0.06 0.89
Downscaling corregido 4.50 0.96 1.38 1.08 0.00 0.92
Los diagramas de dispersión entre la temperatura media simulada y observada (Figuras 2a-f)
muestran que esta variable se encuentra aceptablemente bien representada por los GCMs
analizados a escala reducida en la región. El método de reducción de escala minimiza la
dispersión de los datos (mejoran los coeficientes de determinación R2), aunque provoca una
leve subestimación de los valores máximos de verano y una sobreestimación de los mínimos
invernales (Figuras 2b y 2e). Este desvío se corrige al aplicar el factor de corrección mensual
para cada GCM, ajustando la dispersión de los datos nuevamente a la línea 1:1 (Figuras 2c y
2f). Los coeficientes de determinación de los campos de temperatura media corregidos
adoptan valores mayores a 0.9, indicando la bondad del ajuste obtenido con los GCMs
utilizados para el proceso de reducción de escala.
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CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
a) b) c)
d) e) f)
Figura 2: Diagramas de dispersión de la temperatura media mensual promedio areal simulada por CMCC-CM y
CESM1-BGC (escenario histórico retrospectivo de largo período) y la observada, en el período 1901-2005: a)
CMCC-CM original, b) campo de validación cruzada a escala reducida de CMCC-CM, c) ídem b) pero con factor
de corrección mensual, d) CESM1-BGC original, e) campo de validación cruzada a escala reducida de CESM1-
BGC, f) ídem e) pero con factor de corrección mensual.
La Figura 3 exhibe los cambios medios de precipitación anual entre los períodos históricos
analizados y los futuros hasta 2035, tanto para los escenarios RCP4.5 y RCP8.5 como para los
decadales (que solo se proyectan con RCP4.5). Los modelos RCPs del escenario de largo
período, asociado a cambios antrópicos del sistema, muestran un incremento leve de las
precipitaciones para la región (aprox. 70 mm en 20 años), según los resultados del proceso de
reducción de escala MOS. La aplicación del LS sugiere un incremento similar al del modelo
MOS para INM-CM4 y muy escaso para el NorESM1-M, de tan solo 11 mm para el RCP4.5
y 42 mm para el RCP8.5. Los modelos decadales, asociados a la variabilidad natural del
sistema, que incluyen condiciones iniciales dependientes de las observadas, muestran cambios
menos significativos que los modelos del escenario de largo período, con valores positivos de
entre 20 y 30 mm para los modelos MOS y LS de CCSM4, respectivamente y de 13 y -8 mm
para CanCM4. Estos resultados sugieren que las proyecciones asociadas a la variabilidad
decadal de la región no presentarían cambios significativos. Los cambios asociados a los
GCMs de largo período indican cambios positivos de mayor cuantía, aun cuando se evalúan
en un período cercano (hasta 2035). Estas variaciones no representarían un importante
incremento para las precipitaciones regionales, cuyos valores medios espaciales históricos en
el período normal 1981-2010 fueron de aproximadamente 1050 mm. Se debe resaltar que, si
bien los GCMs analizados son del grupo de modelos que mejor representaron el clima
histórico y presente en la región, se requiere aumentar el número de modelos empleados para
poder obtener resultados más robustos, ya que las simulaciones ensambladas mejoran las
predicciones.
105
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Figura 3: Cambios medios de precipitación anual promedio espacial entre los períodos 1901-2005 y 2006-2035 para
INM-CM4 y NorESM1-M y entre 1961-2010 y 2011-2035 para las simulaciones decadales de CCSM4 y CanCM4.
Figura 4: Cambios medios de temperatura media anual promedio espacial entre los períodos 1901-2005 y 2006-2035
para CESM1 y CMCC-CM y entre 1961-2010 y 2011-2035 para las simulaciones decadales de los modelos CMCC-
CM y MIROC4h.
106
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
600 0
1
2
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
2015
Figura 5.- Relación entre la precipitación (P) y el nivel freático (NF) mensual en
Rafaela entre enero de 1970 y diciembre de 2016.
Como los escenarios de precipitación predicen incrementos para los próximos años, las
tendencias de los últimos años en el acuífero libre podrían permanecer, aún con la gran
variabilidad espacio-temporal conocidas de ambas variables en las zonas de llanura. Estas
condiciones más húmedas producirían importantes impactos en la agricultura y la ganadería,
aumentando considerablemente el riesgo a inundaciones locales en las zonas de llanura.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La mayor incertidumbre para la aplicación del método MOS en escenarios futuros, sumada a
las incertidumbres propias de los GCMs, es la asunción de estacionariedad en la relación
estadística a través de las funciones de transferencia establecidas en el pasado, es decir, que la
relación establecida para los datos históricos sea válida para el futuro (Barsugli et al., 2013;
Baethgen y Goddard, 2013). Como contrapartida, el método MOS permite ajustar
proyecciones divergentes a una regresión más sensata de los modos dominantes hallados en
los patrones principales de las variables históricas, aunque puede subestimar los cambios de
baja frecuencia. Como complemento al método de MOS aplicado en este trabajo y para
obtener información suplementaria en las simulaciones futuras, se empleó una técnica de
escalamiento local, que ajusta los valores medios de los campos de GCM a los observados,
sin modificar los parámetros estadísticos y espaciales de las proyecciones.
El proceso de reducción de escala estadístico con MOS aplicado a los GCMs que mejor
representan el clima regional permitió corregir los errores sistemáticos de los modelos y
mejorar la distribución espacial de los campos medios mensuales simulados de precipitación y
temperatura media. La principal desventaja del método resultó ser la disminución de la
variabilidad temporal. Esta falencia se redujo sensiblemente con la aplicación de un factor de
corrección lineal mensual.
107
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
la actualidad muestra tendencias hacia condiciones más húmedas. Esta situación podría
favorecer el desarrollo de inundaciones pluviales, aunque es conocido que estos eventos están
fuertemente influenciados por la gran variabilidad hidroclimática regional. Para el caso de la
temperatura media, el incremento sería más significativo e independiente de la influencia de
la variabilidad decadal, con valores promedios de hasta 1º C en los próximos 20 años (15% de
desvío estimado).
Los GCMs utilizados para las proyecciones representaron adecuadamente el clima histórico
regional. En trabajos futuros se aumentará el número de modelos estudiados para poder
obtener resultados más robustos con ensambles multimodelos.
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109
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Argentina.
4 Instituto Nacional del Agua, Centro Regional Litoral, Santa Fe, Argentina.
RESUMEN
Este trabajo evalúa la habilidad de 25 GCMs del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados Fase 5
(CMIP5, por su sigla en inglés) para representar el clima medio histórico y presente de la región núcleo de
cultivos de Argentina. Se evalúan estadísticamente simulaciones mensuales de precipitación y temperatura para
modelos individuales y sus ensambles. Se consideran dos tipos de simulaciones: (a) de largo período (1901-
2005), en las que los modelos responden a forzantes climáticos (e.g., cambios de la composición atmosférica y
de usos del suelo), y (b) decadales (1961-2010) que también son inicializadas con estados climáticos
observados. Referente a las simulaciones de largo período, se identificaron los 9 modelos que mejor representan
los campos de temperatura observada y su ciclo anual. Las series temporales de los modelos están en fase con
las observadas (r> 0.92). Se identificaron 7 GCMs que representan adecuadamente las características de la
precipitación regional, reconociendo el ciclo anual de precipitación (aunque subestimando la precipitación de
verano y sobreestimado levemente la de invierno). Los ensambles multimodelos con los GCMs seleccionados
logran las mejores medidas de verificación estadística. La habilidad de las simulaciones decadales para
representar el clima regional mostró ser muy similar a la de las simulaciones de largo período.
ABSTRACT
This study describes the ability of 25 global climate models (GCMs) of the Coupled Model Inter-comparison
Project Phase 5 (CMIP5) to represent the historical and current mean climate over the core crop region of
Argentina. Monthly simulations of precipitation and temperature are statistically evaluated for individual models
and their ensembles. Two types of simulations are considered: Long-term simulations for 1901-2005 in which
the models respond to climate forcing (e.g., changes in atmospheric composition and land use) and decadal
simulations for 1961-2010 that also are initialized from observed climate states. Within the long-term
simulations, we identify a subset of 9 models that best represents the observed temperature fields and its annual
cycle. The models temperature time series are in phase with those observed (r> 0.92). A subset of 7 models is
also found to adequately represent regional precipitation features. Most GCMs are able to reproduce the annual
precipitation cycle, although they underestimate summer precipitation and slightly overestimate winter rains.
The multimodel ensemble means computed using the selected GCMs reach the best evaluation metrics. The
performance of decadal simulations is similar to that of the historical long-term simulations as seen in the
individual GCMs and their ensembles.
110
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
INTRODUCCIÓN
El sudeste de Sudamérica tiene una gran variabilidad hidroclimática con frecuentes eventos
extremos, incluyendo inundaciones, sequías y olas de calor, que afectan los sistemas humanos
y naturales (Magrin et al, 2014). Los eventos extremos han incrementado su frecuencia e
intensidad; incluso es posible que esta tendencia se exacerbe en las próximas décadas (e.g,
Carril et al. 2016). Si esto sucede, estos cambios afectarán los sistemas hidrológicos y la
producción de alimentos en una de las llanuras más fértiles del mundo.
Estudios previos han demostrado que la variabilidad decadal observada presenta un rol
fundamental en el clima regional (e.g., Baethgen y Goddard, 2013; Grimm y Saboia, 2015).
Sin embargo, la mayor parte de los estudios solo evalúan el rendimiento de los modelos con
simulaciones de largo período. Debido a que las simulaciones decadales del CMIP5 no solo
responden a forzantes externos, sino que también consideran las interacciones internas del
sistema climático, son capaces de evaluar la trayectoria actual del cambio climático y explorar
la predictabilidad del clima regional en escalas temporales de decadales a multidecadales.
Este trabajo se propone evaluar la habilidad de GCMs del CMIP5 para representar
apropiadamente el clima actual e histórico de la región. Para ello, se aplican y evalúan
métricas estadísticas y propiedades climatológicas de simulaciones históricas de largo período
y decadales y se identifican los grupos de modelos de mejor rendimiento.
111
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
Figura1.- Mapa topográfico de la porción sur de América del Sur junto con los principales ríos que desembocan en el Río de
la Plata. El recuadro destaca la región núcleo de cultivos en Argentina.
DATOS Y MÉTODOS
Este trabajo evalúa un grupo de 25 GCMs del CMIP5 de varios centros de modelado del
mundo (la lista de modelos usados se puede ver en Lovino, 2015). Se analizaron dos tipos de
simulaciones: (a) de largo período (1901-2005), que proporcionan una proyección de las
respuestas forzadas del clima por cambios de la composición atmosférica y de usos del suelo,
y (b) decadales (1961-2010), que consideran la variabilidad interdecadal observada como
componente no forzado de la evolución climática. Se evaluaron estadísticamente las
simulaciones mensuales de precipitación y temperatura de las simulaciones de largo período y
las decadales, tanto de los modelos individuales como de ensambles multimodelos. Los datos
observados utilizados para la evaluación son del CRU TS 3.2 (Harris et al., 2014).
El rendimiento de los modelos se evaluó mediante métricas estadísticas: error medio, error
absoluto medio, error medio cuadrático, coeficiente de eficiencia y coeficiente de correlación
(definiciones en Déqué, 2012). Además, se contrastan los ciclos anuales simulados con los
observados en el último período normal común disponible en ambos tipos de experimentos,
1971-2000.
Tabla 1.- Métricas estadísticas de rendimiento entre las series medias areales de temperatura media observada y simulada en
el escenario de largo período (1901-2005). GCMs con las mejores métricas en sombreado. MBE: error medio, MAE: error
medio absoluto, RMSE: error medio cuadrático, E: eficiencia, r: coeficiente de correlación.
112
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Modelo MBE MAE RMSE E r 14 GFDL-ESM2M 3.27 3.49 4.06 0.27 0.92
1 ACCESS 1.0 0.87 1.70 2.10 0.81 0.94 15 GISS-E2-R 3.49 3.76 4.42 0.14 0.93
2 BCC-CSM1.1 -1.40 2.01 2.51 0.71 0.94 16 HadGEM2-CC -0.01 1.69 2.09 0.81 0.94
3 BNU-ESM 0.25 2.46 2.97 0.61 0.94 17 HadGEM2-ES 0.22 1.78 2.21 0.79 0.94
4 CanESM2 -1.25 1.80 2.31 0.77 0.94 18 INM-CM4 -3.81 3.90 4.67 0.04 0.94
5 CCSM4 0.12 1.40 1.81 0.86 0.94 19 MIROC4h 2.84 3.11 3.58 0.44 0.94
6 CESM1-BGC 0.31 1.41 1.78 0.86 0.94 20 MIROC5 4.05 4.08 4.45 0.13 0.94
7 CESM1-FAST 0.06 1.44 1.85 0.85 0.94 21 MIROC-ESM 1.06 1.72 2.10 0.81 0.94
8 CMCC-CM -0.26 1.50 1.91 0.84 0.93 22 MPI-ESM-LR 1.74 2.23 2.73 0.67 0.93
9 CNRM-CM5.2 0.47 1.74 2.18 0.79 0.93 23 MPI-ESM-MR 2.03 2.48 3.08 0.58 0.92
10 CSIRO-Mk3 1.64 2.59 3.08 0.58 0.94 24 MRI-CGCM3 1.70 2.21 2.67 0.69 0.93
11 EC-EARTH 0.21 1.57 2.00 0.82 0.92 25 NorESM1-M 0.23 1.41 1.79 0.86 0.93
12 FGOALS-g2 -3.12 3.16 3.57 0.44 0.94 Ensamble 25 0.68 1.40 1.70 0.87 0.94
13 GFDL-CM3 1.54 2.30 2.82 0.65 0.93 Ensamble 9 0.02 1.08 1.39 0.92 0.96
Figura 2.- Diagrama de Taylor de la temperatura media simulada con experimentos históricos de largo período (1901-2005).
Solo los GCMs distantes del grupo de puntos centrales se identifican con letras. CRMS: Centered root mean squared error
(error medio cuadrático centrado).
La Figura 3a muestra que el ensamble de los 25 modelos ajusta correctamente el ciclo anual
de temperatura, sobreestimando levemente la temperatura desde noviembre hasta abril. El
rango inter-modelos tiene una amplitud media de 8 ºC que se incrementa a 10 ºC en invierno.
La Figura 3c indica que el rango inter-modelos se reduce considerablemente al promediar los
9 mejores GCMs, especialmente en los meses cálidos. Todos los modelos analizados
reconocen correctamente el ciclo anual con diferentes errores sistemáticos que son
113
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cuantificados en la Tabla 1 por las métricas de error medio (MBE). La Tabla 1 muestra que 19
de los 25 modelos tienen errores medios positivos, indicando una tendencia a sobreestimar la
temperatura media regional. Consistentemente, la Figura 3b muestra que la mayoría de los
modelos sobreestima la temperatura, especialmente en los meses cálidos. La Figura 3d indica
que la mayor parte de los modelos seleccionados reducen este error, ajustando precisamente
los valores medios observados entre marzo y diciembre y sobreestimando levemente los
valores observados entre enero y febrero. Estos resultados sugieren que los 9 modelos que
logran el mejor rendimiento y su ensamble multimodelo son capaces de simular
apropiadamente la temperatura media regional.
Figura 3.- Ciclo anual de la temperatura media observada y simulada por los experimentos históricos de largo período de
modelos individuales y los ensambles multimodelos en el período 1971-2000: (a) y (b) los 25 modelos analizados; (c) y (d)
los 9 GCMs con las mejores métricas de evaluación.
PRECIPITACIÓN
La precipitación está simulada con menor eficiencia que la temperatura por los modelos
globales, como era de esperar, ya que la precipitación resulta de una deficiente
parametrización que aproxima los procesos actuales, mientras que la temperatura es obtenida
por balances termodinámicos más sencillos y precisos. Las métricas de la evaluación de la
temperatura media areal se presentan en la Tabla 2. Los coeficientes de correlación varían
entre 0.31 y 0.64. Las simulaciones tienden a subestimar la precipitación, ya que 18 de los 25
modelos tienen errores medios negativos. Se seleccionaron 7 GCMs con coeficientes de
correlación mayor a 0.6, ya que si las series se encuentran en fase, es posible corregir los
errores por métodos estadísticos. Sus métricas estadísticas son marcadamente mejores que el
resto de los modelos. Esta mejora se traduce al ensamble de los 7 mejores GCMs, que logra
los mejores resultados.
Tabla 2.- Métricas estadísticas de rendimiento entre las series medias areales de precipitación observada y simulada en el
escenario de largo período (1901-2005). GCMs con las mejores métricas en sombreado. MBE: error medio, MAE: error
medio absoluto, RMSE: error medio cuadrático, E: eficiencia, r: coeficiente de correlación.
114
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Modelo MBE MAE RMSE E r 14 INM-CM4 -20.6 32.2 42.0 0.11 0.62
1 ACCESS 1.0 3.5 34.4 45.3 -0.03 0.47 15 MIROC5 -27.7 36.6 47.8 -0.15 0.52
2 BCC-CSM1.1 -10.9 32.3 42.3 0.10 0.47 16 MIROC-ESM-CH -29.4 36.0 47.5 -0.13 0.56
3 BNU-ESM -21.1 35.9 46.5 -0.09 0.44 17 MPI-ESM-LR -13.6 35.0 45.9 -0.06 0.37
4 CanESM2 7.5 36.0 47.8 -0.15 0.60 18 MPI-ESM-MR -15.9 36.9 48.5 -0.18 0.31
5 CESM1-BGC 14.6 34.8 45.3 -0.03 0.60 19 MRI-CGCM3 -5.3 35.8 46.5 -0.09 0.40
6 CESM1-FAST 14.8 34.0 45.4 -0.04 0.62 20 NorESM1-M 5.1 33.4 43.6 0.04 0.64
7 CNRM-CM5.2 -19.5 32.6 43.5 0.05 0.54 21 CCSM4 14.5 33.9 44.1 0.02 0.62
8 CSIRO-Mk3.6.0 -22.3 37.7 48.2 -0.17 0.56 22 CMCC-CM 8.6 35.7 47.8 -0.15 0.48
9 GFDL-CM3 -12.2 34.0 44.0 0.03 0.52 23 EC-EARTH -2.7 33.0 42.5 0.09 0.46
10 GFDL-ESM2M -19.8 36.5 47.6 -0.14 0.47 24 FGOALS-g2 -23.8 35.7 47.2 -0.13 0.41
11 GISS-E2-R -29.5 38.3 51.0 -0.31 0.43 25 MIROC4h -22.7 35.3 46.1 0.08 0.62
12 HadGEM2-CC 11.9 37.4 47.2 -0.12 0.45 25-model ensemble -9.0 24.3 32.5 0.47 0.72
13 HadGEM2-ES 9.0 36.0 46.1 -0.07 0.46 7- model ensemble -0.4 24.9 32.3 0.48 0.71
Figura 4.- Diagrama de Taylor de la precipitación regional simulada con experimentos históricos de largo período (1901-
2005). Los puntos azules corresponden a los modelos que logran las mejores métricas de evaluación.
115
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Figura 5.- Ciclo anual de la precipitación regional observada y simulada por los experimentos históricos de largo período de
modelos individuales y los ensambles multimodelos en el período 1971-2000: (a) y (b) los 25 modelos analizados; (c) y (d)
los 7 GCMs con las mejores métricas de evaluación.
En este trabajo, las métricas de las simulaciones decadales (Tabla 3) no muestran diferencias
notables en comparación con los resultados de las simulaciones históricas de largo período
(Tablas 1 y 2). En el caso de la precipitación, los coeficientes de eficiencia muestran una leve
mejora con valores positivos entre 0.1 y 0.25; aunque los errores estadísticos y las
correlaciones permanecen en el rango de las simulaciones históricas. En el caso de la
temperatura, se debe notar que los máximos errores estadísticos de las simulaciones decadales
(MAE = 2.99 ºC y RMSE = 3.43 ºC, Tabla 3) son menores que los máximos errores de las
simulaciones históricas de largo período (MAE = 4.08 ºC y RMSE ) 4.67 ºC, Tabla 1). Por
ello, la magnitud de los errores se reduce levemente en las simulaciones decadales de la
temperatura media regional.
Tabla 3.- Métricas estadísticas de evaluación entre las series temporales medias areales de precipitación y temperatura media
mensual observada y simulada por experimentos decadales (1961-2010). Las unidades del error medio (MBE), el error
absoluto medio (MAE) y el error medio cuadrático (RMSE) son ºC/mes para temperatura y mm/mes para precipitación. Los
coeficientes de eficiencia (E) y correlación (r) son adimensionales.
Modelo MBE MAE RMSE E r
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Como en las simulaciones de largo período, los ensambles multimodelos mejoran las métricas
de evaluación de los modelos individuales (Tabla 3). El modelo CCSM4 nuevamente presenta
la mayor habilidad para simular la temperatura media regional. Los modelos CFSv2-2011 y
CMCC-CM también exhiben buenos rendimientos para temperatura, mientras que el modelo
CanCM4 se destaca para simular precipitación.
Figura 6.- Ciclo anual de la temperatura (a,b) y la precipitación regional (c,d) observada y simulada por los experimentos
decadales de modelos individuales y los ensambles multimodelos en el período 1971-2000.
La Figura 6a muestra que la temperatura del ensamble multimodelo ajusta muy bien el ciclo
anual observado, consistentemente con el bajo valor de MBE de solo -0.1 ºC (Tabla 3). La
mayor parte de los GCMs (Figura 6b) reproducen el ciclo anual, aunque con errores
sistemáticos que son cuantificados por el MBE de la Tabla 3. Cinco de los siete modelos
analizados presentan errores positivos menores a 1 ºC. El ensamble multimodelo de
precipitación (Figura 6c) subestima la precipitación observada durante la estación lluviosa (de
septiembre a abril) mientras que sobreestima levemente la lluvia de invierno. El ciclo anual de
precipitación es simulada por cada GCM con diferente éxito; algunos GCMs reproducen
117
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adecuadamente el ciclo anual (e.g, CCSM4 y CanCM4) mientras que otros se alejan
considerablemente de la distribución observada (e.g., FGOALS-g2, CMCC-CM).
CONCLUSIONES
La temperatura media regional está considerablemente bien simulada por los modelos
analizados en el escenario histórico de largo período. Todos los modelos ajustan
correctamente el ciclo anual de temperatura, aunque con ciertos errores estadísticos leves. La
precipitación regional está simulada con distintas eficiencias. La mayor parte de los modelos
reconocen el ciclo anual, aunque subestiman la precipitación en la temporada de lluvias y la
sobreestiman levemente en invierno. Tanto para precipitación como para temperatura, los
ensambles multimodelos logran mejores rendimientos que los modelos individuales.
Nuestros resultados muestras que las simulaciones decadales no mejoran las métricas de
evaluación logradas por las simulaciones de largo período. Esto sugiere que las
inicializaciones de las simulaciones decadales con observaciones climáticas no conducen a
una mejor representación del clima regional. Sin embargo, algunos modelos individuales
tuvieron éxito. El modelo CCSM4 logró las mejores métricas tanto para temperatura como
para precipitación, demostrando gran habilidad para simular el clima regional en escalas
temporales decadales. Este modelo también presentó uno de los mejores rendimientos con las
simulaciones históricas de largo período.
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120
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
RESUMEN
En la región Tropical-Subtropical de la Tierra tienen ubicación las principales cuencas hidrográficas fuentes del
agua y alimentos del planeta. Esta región está siendo afectada por cambios importantes de circulación
atmosférica y generación de precipitación. En las últimas décadas se han observado sequias persistentes sobre
Chile Central, Sur de África y zona mediterránea. Estas regiones son periféricas a otras más húmedas,
proveedora de agua a los ríos importantes y generadora de alimentos. En el estudio se muestra la relación
existente entre estos fenómenos y el calentamiento global destacándose: I) Tendencias permanentes o
persistencia crecientes de las precipitaciones, II) ídem con tendencias decrecientes, y III) larga oscilación con
tendencias a las sequías en la primera mitad del siglo pasado y las precipitaciones abundantes en la segunda
mitad.
ABSTRACT
In the Tropical-Subtropical region of the Earth are located the main water sources and food of the planet. This
region is being affected by major changes in atmospheric circulation and precipitation generation. In recent
decades persistent droughts have been observed over Central Chile, Southern Africa and the Mediterranean area.
These regions are peripheral to others more humid, providing water to the important rivers and generating food.
The study shows the relationship between these phenomena and global warming: (i) Increasing permanent trends
or persistence of precipitation, (ii) those with decreasing trends, and (iii) a long oscillation with drought trends in
the first half of the Last century and abundant rainfall in the second half.
INTRODUCCIÓN
Las regiones continentales intertropicales y templadas del planeta son las principales áreas,
fuente de agua y alimentos en el planeta. Estas han sido objeto de abundantes estudios por el
impacto económico y mantenimiento de la sociedad humana, hoy afectada supuestamente por
el Cambio Climático (IPCC, 2001). Según Basaure (2007) la superficie de la Tierra es de 510
millones de kilómetros cuadrados, de las cuales están cubiertas por aguas el 70.7%. Del 30%
de la superficie de tierra firme, está cultivada el 9.3%. De esta superficie EUA y la India
juntos, cultivan de la superficie total en esta actividad un 23%, siguiéndole Rusia y China.
Entre estos cuatro países la superficie agrícola es de un 40% del total.
Si bien es cierto que la mayor parte de los cultivos se ubican sobre la zona templada, muchos
de ellos están en la periferia de regiones de clima húmedo o semiárido subtropical afectados
por persistentes sequías en franca expansión observados a través de sus tendencias. Motivados
por el impacto que el calentamiento global (CG) y Cambio Climático (CC) asociado sobre las
precipitaciones y otras variables, los investigadores como Chen y otros (2002) justifican la
posibilidad de ocurrencia de una intensificación de la Circulación de Hadley (CH) con su
respectivo secado en la banda subtropical y crecimiento de las precipitaciones en la zona
Ecuatorial en la Convergencia Intertropical (CIT). Esto ha sido mostrado con datos empíricos
para el Hemisferio Sur (HS) por Minetti y otros (2014 a) advirtiendo sobre la intensificación
de las sequías en el centro de Chile. Por otro lado haciendo uso de modelos climáticos, Dai
(2013) muestra que el CG generaría en un futuro cercano un incremento de las sequías sobre
121
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
122
CONAGUA 2017 XXVI Congreso Nacional del Agua
comunidad científica generó una nueva base de datos globales en un grillado de latitud y
longitud (Kalnay y otros, 1996), que sirvió para obtener información regular en el tiempo y
espacio, para poder diagnosticar el pasado climático y proyectar hacia el futuro el
comportamiento de un planeta calentándose (CG) bajo diversos escenarios (supuestos). En
este caso Dai (2013) utilizando modelos CMIP3, A1B, CMIp5, y RCP4.5, muestra a las áreas
bajo aridez en la Tierra y cómo se incrementarían con el tiempo bajo el efecto de un CG con
una tasa de +20% entre la actualidad y el año 2100, con el impacto que esto generaría.
La información reciente desde 1948 a la actualidad no es suficiente para abordar el estudio del
CC y su impacto en el espacio geográfico. Para esto se ha requerido construir una base ad-
hoc de datos pluviométricos longevos y controlados sobre la banda subtropical y algunos en
zonas templadas (USA), debido al interés que presenta lo que ocurre en este país de gran
capacidad de producción y almacenaje (stocks) para el comercio exterior y fijamiento de
precios de alimentos. Los primeros resultados obtenidos por este grupo muestran tendencias
de las precipitaciones anuales casi estacionarias en Chile desde fines del siglo XIX hasta
1950-80 y un crecimiento de las condiciones secas a partir de esa fecha, coincidentes con la
intensificación del calentamiento global a partir de 1980 (Minetti et al 2014-a).
Es objetivo de este trabajo verificar también el impacto del CG en las condiciones hídricas de
la región subtropical de la Tierra. Para ello es necesario: a) Presentar las tendencias regionales
de las precipitaciones en el Subtrópico del Hemisferio Norte, Sur y en su conjunto, b)
Analizar regionalmente el comportamiento de las sequías y c) Relacionar el CG con las
condiciones hídricas del área de estudio. La hipótesis de esta investigación es que el CG
impactaría negativamente en las condiciones hídricas de la región subtropical, y de manera
menos homogénea, en el HN.
DATOS Y MÉTODOS
La región estudiada es la comprendida entre los paralelos +/- 40º donde el balance de energía
es positivo (Barry y Chorley, 1972). Esto incluye a la Circulación de Hadley (CH) y la
Convergencia Intertropical (ITCZ) como manifestaciones de la convección global en gran
escala. Sus irregularidades estacionales son debidas a la circulación monzonal de verano
(CM) y hacia el N y S respectivamente comienza el dominio de la circulación de latitudes
medias, incluidas en este trabajo como circulación periférica. Los datos térmicos tratados aquí
corresponden a las series mensuales-anuales recopiladas y analizadas globalmente por la
NASA (https://data.giss.nasa.gov/gistemp) cuya base ha sido construída con información de
los Servicios Meteorológicos de los respectivos países del planeta. La serie anual de esta
variable ha sido interrelacionada con los índices hídricos tratados para este análisis en
diversas regiones del planeta descriptas en la Figura 1. Las localidades con series
investigadas se muestran en la Tabla 1.
Cada región bajo análisis ha sido construida con alrededor de cinco localidades de cada
región (4 en el NE de Brasil y 6 en el centro de Sudamérica), cuyos índices hídricos han sido
estimados con el índice propuesto por Minetti y otros (2014 a). El índice hídrico de sequía
(IS) estimado en cada región como el porcentaje de localidades secas (referida al valor central
mediano) sobre el total de localidades en cada uno de los meses (1), tiene algunas
propiedades que permiten trabajar en situaciones de falta de datos (no menos de tres
localidades por área), es linealmente relacionado con la intensidad (área-intensidad), su valor
anual es la suma de los valores mensuales, fácil de estimar, la presencia de valores extremos
dudosos (outliers) no afecta a su tratamiento temporal como series, y permite hacer una
Vigilancia Climática Operativa VCO.
ISM = Nº localidades secas/ total de localidades (1) con 0 ≤ ISM ≤ 1 (2) con:
123
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FIGURA 1: Localidades con investigación pluviométrica sobre doce regiones del planeta en el período 1880-2016. En cada
una de las regiones existen series pluviométricas con datos del período 1850-2016.
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Al clima se lo puede representar como el estado medio de la atmósfera (X̅), con sus
variaciones periódicas (Xp) y aperiódicas (X´), como una representación lineal aditiva (3) . A
esta definición de una sola variable se la puede ampliar para un conjunto de variables que
representen al mismo (R, T, P, etc) (4). De esta manera:
X = X̅ + Xp + X´ (3) con:
̅
X variable bajo análisis, X promedio de la variable, Xp variaciones periódicas diurnas, anual,
y X´ perturbación de cualquier escala temporal.
La variable X puede ser representando por R : precipitación, T : la temperatura, P la presión
atmosférica y así sucesivamente a las otras variables que describen al clima. El C
Cambio Climático (CC) puede estar representado por cambios en X̅ a través de los años pero
también a través de cambios en la variabilidad (“s” desvío estándar o momento de segundo
orden) o también en su momento de 3er. orden o sesgo. Las perturbaciones X´ a su vez
pueden representar a las variaciones interanuales de corto, medio y largo plazo según
(Hoskins, 2012), figura 2.
Figura 2: Escalas de los fenómenos de la variabilidad interanual del clima desde 1 a 100 años. Onda Anual; QBO: Cuasi
Bienal Oscillation; ENSO: El Niño Oscilación del Sur; 10 años límite de interés de este análisis; Actividad Undecenal de
Manchas Solares; OST: Oscilación Subtropical; PDO: Pacifical Decadal Oscillation; AMO: Atlantic Multidecadal
Oscillation; ASBF: Oscilación Solar de larga escala o baja frecuencia.
125
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Figura 3: Cantidad de localidades con información meteorológica en función de la longitud de los records observados.
Un análisis de CC sobre la Tierra con sus impactos deberían tener en cuenta a todos aquellos
cambios superiores a 10 años de longitud (como variaciones interdecadales), que pueden ser
evaluadas mediante un análisis espectral de la varianza (con ciclos/longitud de muestra de 0.1
o mayores), según Tukey, (1950). El cómputo de las varianzas explicadas superiores a 10
años permitiría entonces entender la importancia de los cambios de larga escala en el tiempo y
el espacio. Además de estos hechos, el espectro de la varianza permite entender si las
perturbaciones en las series son persistentes o no (ruido blanco o rojo de Markov, Uriel,
1985), y la longitud-área de las perturbaciones por la conexión entre ambas escalas.
Las regiones analizadas han sido seleccionadas por su ubicación geográfica donde se
producen los máximos descensos y secado subsidente del aire y en aquellas regiones donde la
producción agrícola de granos es muy destacada como para analizar posteriormente los
niveles de impactos.
Con los datos de índices anuales de sequías para las doce regiones se ha calculado una matriz
de correlación a los efectos de regionalizar en escala macro, una o varias súper regiones
homogéneas para analizar los procesos de secado con el tiempo y espacio.
RESULTADOS
Las figuras 4 a,b,c sobre la izquierda muestran a las series temporales de los índices de
sequías estimados según Minetti y otros (2010) en doce regiones que cubren básicamente a la
zona intertropical de ambos hemisferios y cuatro subregiones de USA. Por la derecha de todas
ellas se presentan a los espectros de la varianza de las series temporales de acuerdo a Tukey
(1950) con las prescripciones de la WMO (1966).
126
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Figura 4a: Índices de sequía regionales en Sudamérica con tendencia y espectros de la varianza. Figura 4 b: Ídem para
regiones de Norte América.
La tabla 2 presenta información variada de los ajustes de tendencias como polinomios de 1er,
2do y 3er grado como proporciones entre las varianzas explicadas por cada tendencia
polinomial, desvíos típicos, varianzas, coeficiente de variación, porcentaje de varianza debida
127
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Tabla 2: Parámetros de los ajustes por tendencia de 1, 2 y 3er. grado en las series de sequías regionales. Se identifican con
negrita aquellas tendencias que igualan o superan la explicación del 10% de la varianza total. Se muestran las correlaciones
significativas con la variabilidad de la temperatura global (* con significación estadística igual o mayor que 95%, ** máxima
asociación con el modelo).
´a y b´ son los coeficientes de las rectas de regresión (polinomio grado 1). S es el desvío Standard, y CV el coeficiente de
variación (Spiegel, 1969). S² ≥ 0.1 es la sumatoria de las varianzas explicadas en las longitudes del espectro de la varianza
superiores a 10 años. r es el coeficiente de correlación con las anomalías de temperaturas del planeta.
Siete de estas series regionales admiten tres raíces detectando claramente una etapa
interdecadal seca y otra lluviosa con máxima amplitud en la del SE de USA (Peterson et al.,
2013). Estas etapas serían de alrededor de 68 años con cuasi período de 136 años superando a
los cambios de 80 años debidos a la actividad solar (Hoskins, 2012 y Herman y Goldberg,
1978 entre otros). La longitud de tales cambios no sería factible de análisis en el período
instrumental por la corta longitud de las series a tratar (136 años). Cambios con expresiones
matemáticas de tendencias lineales (polinomio de 1er.Gr.) o cuadráticas (polinomio de 2do.
GR.) pueden verse claramente en CHI, ME y tal vez SAF. Un análisis múltiple con matriz de
correlación (Lund, 1969) puede verse en la tabla 3, donde se pudo agrupar a cinco tipos de
variabilidades espacio-temporal. Ellas serían las de Tipo F, K, J, L y D. La de tipo F agrupa a
seis regiones americanas (dos de Sudamérica y cuatro de USA). Su principal modelo de largo
plazo es un polinomio de grado 3. El modelo Tipo K agrupa a tres regiones (SAF, CHI y
ME). Este modelo de largo plazo está representado por un polinomio cuadrático. Los
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Figura 5: Tendencias lineal (izquierda), cuadrática (centro) y cúbica (derecha) de los índices de sequías anuales en las cinco
regiones agrupadas.
Tabla 3: Interrelaciones entre las variabilidades interanuales regiones a partir de una matriz de correlación (N: 136 datos, rc
= 0.15-Lund, 1969).
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Figura 6: Promedio móvil de cinco años en los índices de sequía del tipo F.
La figura 6 muestra al promedio móvil ordinario de 5 años, a los efectos de mostrar que la
onda observada es real excluyendo a los dos primeros y últimos valores por la limitación
metodológica. En este caso las series globales abarcan al período 1900-2006, mientras que en
el caso aquí analizado en este trabajo cubre al período 1880-2016. Series inversas en los
períodos lluviosos y secos interdecadales pueden observarse en los resultados de
precipitaciones observadas en el Sahel-Centro de África (10º-20ºN, 20ºW-10ºE) entre 1900-
2016 con datos del doi:10.6069/H5MW2F2Q analizados por Janowiak, J.L, (1988),
confirmando la existencia de una intensificación de la HC al ser forzada por el GW. Las
oscilaciones largas del clima también están impactando sobre el S de África en las escalas
superiores a 10 años con importantes cuasi-períodos del 40 años mostradas en la figura 7 y 8
asociadas posiblemente con la Pacifical Decadal Oscillation-PDO (Minetti y otros, 2010), de
acuerdo con (Nicholson y Entekabi, 1986, 1987 a y b, y 1989).
Figura 7: Índice de sequia anual en el Subtrópico terrestre y tendencia como polinomio de 3er. Gr.
Detalles de las tendencias pueden verse en el modelo tipo K de las figuras 7 y 8, con
intensificación de las sequías en los últimos 40 años forzadas aparentemente por el GW. Esta
tendencia se ve mediante un ajuste polinómico de 3er. Gr. en los tipos K y F. La condición
opuesta al tipo K con una tendencia decreciente de las sequías o aumento de la precipitación
puede verse en el tipo J (S de Asia). Este caso sería explicado como el desplazamiento de la
ITCZ hacia Asia en el verano (Loo et al., (2015) y la intensificación de los movimientos
ascensionales correspondidos por los subsidentes en el Subtrópico. Mientras que los
movimientos subsidentes de la HC se ponen de manifiesto en CHI y SAF. En el HN esto se
observa en ME (Philandras et al., 2011).
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Figura 8: Índice de sequia de la banda Subtropical (Chile Central, S de África y S de Europa) sin tendencia polinómica de
3er. Grado y P.Movil de 5 años (arriba). Abajo espectro de la varianza del índice filtrado y correlograma mostrando una
cuasi-periodicidad de alrededor de 40 años.
Mientras que el tipo D del NE de Brasil no tiene una teleconexion con el resto de los índices
de las regiones marcando un ajuste claramente parabólico (figura 5), el tipo L de AUS
(Makuey et al., 2013) es semejante que el ajuste del SEUS manteniendo una amplitud de onda
baja en contraste con el anterior.
CONCLUSIONES
La región subtropical del planeta presenta un claro incremento en los índices de sequía como
tendencias intensificándose en los últimos 50 años..
Las tres tendencias más destacadas de los índices de sequías anuales se presentan en SAF,
CHI y ME. Estas tendencias positivas se incrementan en la segunda mitad de la centuria.
El índice compuesto por las tres regiones e indicadas como cambio en la banda subtropical,
posee una significativa correlación con el calentamiento global (GW).
Entre el calentamiento e intensificación de los índices de sequías de los extremos N y S de
África con su inversa en la región del Sahel (Ecuatorial) se destaca la intensificación de la
HC. La inhomogeneidad geográfica entre hemisferios continental y marítimo en el rumbo N-S
y la orográfica en el rumbo E-W serían responsables de la irregularidad global de la HC.
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La circulación monzonal asiática tiene una tendencia negativa en los índices de sequías
anuales debido a que la ITCZ interrumpe a la CH en el Sur de Asia. Se destacan no solo una
tendencia negativa (más lluvioso) con las décadas, sino que además crecen la inestabilidad
interanual con episodios importantes de sequías y lluvias.
En el SE de EEUU se destaca un cambio ondoso de la tendencia (polinomio de grado 3ro). Se
destaca el contraste entre el período seco que incluye al de la Segunda Guerra Mundial a las
décadas de 1960-80 (más lluvioso) después.
Las tendencias hacia las sequías están retornando en las últimas décadas incluyendo a la
ocurrencia de severos episodios principalmente en el año 2012. Este comportamiento también
fue observado en la zona continental de Sudamérica con el período más seco entre los años
2008-13.
Los índices de sequías anuales están correlacionados en forma significativa con los cambios
interanuales de temperatura global en las zonas de Chile central, Sur de África, Zona
Mediterránea, y Zona Monzonal del Sur de Asia, destacándose la primera de todas éstas en su
asociación. En el caso de MO, ésta correlación es inversa (negativa). El índice tipo K en la
banda subtropical ya filtrado por un polinomio de 3er.Gr. muestra una oscilación cuasi-
periódica de casi 40 años muy útil para la predicción estacional de largo plazo.
Agradecimiento. A los Servicios Meteorológicos Nacionales de cada país fuente de los datos originales,
Instituciones que recopilaron y procesaron los mismos (Smithsonian Institution y NOAA-USA). Al Laboratorio
Climatológico Sudamericano que facilitó el armado de la base de datos para el análisis y facilito el
equipamiento necesario.
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RESUMEN
El objetivo de este trabajo es investigar la influencia el océano Atlántico, y su variabilidad, sobre la precipitación
estacional en Argentina. Se utilizaron datos de precipitación mensual de 68 estaciones meteorológicas
provenientes de varias fuentes y datos de temperatura de la superficie del mar (TSM) de ERA-INTERIM
(ECMWF). Se analizó el comportamiento medio y la variabilidad de la TSM del Atlántico en escala estacional
obteniendo que los máximos desvíos estándar se encuentran cerca de la costa del sur de Sudamérica en todas las
estaciones del año, aunque con ciertas variaciones en la posición y extensión. La extensión del máximo desvío
estándar es en otoño y primavera, abarcando desde el sur de Brasil hasta 45°S y 50°S en primavera y otoño,
respectivamente. En invierno y verano en cambio, se extiende entre 35 y 45°S. El método de correlación se
aplicó para detectar posibles relaciones entre lluvias estacionales y algunos índices de fenómenos de variabilidad
climática que tienen lugar en el océano Atlántico, y otros especialmente definidos para detectar tanto la posición
como la intensidad del anticiclón semipermanente del océano Atlántico (AA). Los principales resultados
muestran que una fase positiva del Dipolo del Océano Atlántico Sur se asocia a precipitación sub-normal todo el
año, en el centro y este del país en primavera, Comahue en verano, el norte patagónico en otoño y Buenos Aires
en invierno. Cuando el AA está intensificado, la precipitación aumenta en el norte de Cuyo en primavera y en el
centro en invierno y cuando AA se desplaza hacia el norte de su posición media, la precipitación disminuye en
invierno y primavera en el centro y aumenta en otoño en el noreste, centro y sur de la Patagonia.
ABSTRACT
The aim of this work is to study the influence of the Atlantic Ocean (AO), and its variability, over seasonal
rainfall in Argentina. Monthly precipitation data of 68 meteorological stations and sea-surface temperature (SST)
data from ERA-INTERIM (ECMWF) were used. The mean behavior and variability of SST in the Atlantic
Ocean was analyzed and it could be seen that maximum standard deviations can be found near southern South
America in every season, although with some differences in position and extension. The extension of the
maximum standard deviation is in autumn and spring, covering from southern Brazil to 45°S and 50°S in spring
and autumn respectively. However, during winter and summer, it reaches between 35°S and 45°S. The
correlation methodology was used to detect possible relations between seasonal rainfall and some climate
variability indices that characterize several phenomena of climate variability that occur in the Atlantic Ocean. In
addition to this, some indices that characterize the position and intensity of the Atlantic High (AH) located in the
southern AO were used. Results show that a positive phase of the South Atlantic Ocean Dipole is associated with
lower than normal precipitation during the year; in central and eastern Argentina in spring, in the Comahue
region in summer, in northern Patagonia in autumn and in Buenos Aires province during winter. When the AH is
intensified, precipitation increases in northern Cuyo in spring and central Argentina in winter; whereas when the
AH moves northwards, rainfall decreases during spring and winter in central Argentina and increases in autumn
in northeast and central Argentina and southern Patagonia.
INTRODUCCIÓN
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DATOS Y METODOLOGÍA
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En los campos medios de verano (Fig.1) e invierno (Fig.2) puede observarse un claro
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Figura 1.- Campo medio de TSM de verano (DEF). Figura 2.-Campo medio de TSM de invierno (JJA).
Figura 3.- Campo de desvío estándar de TSM de primavera Figura 4.-Campo de desvío estándar de TSM de invierno
(SON). (JJA).
En la zona tropical del océano Atlántico sur se define el "Dipolo del Atlántico Sur " como la
diferencia entre la TSM media normalizada de los dominios: noreste (NE: 10ºE–20ºW, 0º-
15ºS) y sudoeste (SO: 10º–40ºW, 25º-40ºS). La fase positiva de este dipolo se define cuando
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Figura 5.- Campo de correlación entre el índice del Dipolo del Océano Atlántico Sur (SAODI) y la precipitación estacional para el período
1979-2012. Los valores intensos en rojo (azul) representan las áreas donde la correlación es positiva (negativa) y significativa con un 95% de
confianza.
Además se observa que cuando AA se desplaza hacia el norte de su posición media (Fig. 7), la
precipitación aumenta en toda la región este del país durante el otoño, incluyendo Buenos
Aires, el Litoral y sur de la Patagonia. En invierno y primavera, la lluvia se ve disminuida en
el centro y parte de Cuyo. Nuevamente en verano no hay señal significativa de este factor
sobre la lluvia.
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Por último, teniendo en cuenta el desplazamiento longitudinal del AA (Fig. 8), se ve que
cuando el AA se encuentra desplazado hacia el este de su posición media (AALON positivo)
hay una disminución de la lluvia en Comahue y en pequeños sectores de Buenos Aires y
Chubut durante el verano. En el otoño, bajo las mismas circunstancias, la precipitación es por
debajo de lo normal en regiones de Neuquén y Chaco. Durante el resto del año no tiene señal
significativa sobre la lluvia estacional.
Figura 6.- Campo de correlación entre el índice de intensidad del Anticiclón del océano Atlántico (AAINT) y la precipitación estacional para
el período 1979-2012. Los valores intensos en rojo (azul) representan las áreas donde la correlación es positiva (negativa) y significativa con
un 95% de confianza.
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Figura 7.- Campo de correlación entre el índice de desplazamiento latitudinal del Anticiclón del océano Atlántico (AALAT) y la precipitación
estacional para el período 1979-2012. Los valores intensos en rojo (azul) representan las áreas donde la correlación es positiva (negativa) y
significativa con un 95% de confianza.
Figura 8.- Campo de correlación entre el índice de desplazamiento longitudinal del Anticiclón del océano Atlántico (AALON) y la
precipitación estacional para el período 1979-2012. Los valores intensos en rojo (azul) representan las áreas donde la correlación es positiva
(negativa) y significativa con un 95% de confianza.
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CONCLUSIONES
Puede observarse que las condiciones tanto del océano Atlántico lejano como las de las aguas
que se sitúan en la costa argentina, influencian la precipitación estacional de Argentina. Frente
a una fase positiva del Dipolo del Océano Atlántico Sur, se registra precipitación sub-normal
a lo largo de todo el año, en áreas que incluyen el centro y este del país, Comahue, el norte
patagónico y Buenos Aires según la estación. También pudo verse que frente a un aumento en
la intensidad del Anticiclón semipermanente del océano Atlántico, la precipitación es superior
a lo normal en el norte de Cuyo en primavera y en el centro del país en invierno. Finalmente,
en cuanto a los desplazamientos latitudinales y longitudinales respecto de su posición media,
al verse el anticiclón desplazado hacia el norte, la precipitación disminuye en invierno y
primavera en el centro y aumenta en otoño en el noreste, centro y sur de la Patagonia. Por ello
resulta importante el estudio de estas relaciones, ya que permiten mejorar los pronósticos
estadísticos de lluvia estacional en la región.
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