CULTURA ECOLÓGICA EN COLOMBIA - El Paso Cesar Y Prodeco S.A.
CULTURA ECOLÓGICA EN COLOMBIA - El Paso Cesar Y Prodeco S.A.
CULTURA ECOLÓGICA EN COLOMBIA - El Paso Cesar Y Prodeco S.A.
1. Planteamiento problema
El departamento del Cesar en la Formación Los Cuervos posee el 32% de las reservas
carboníferas del país. En el corregimiento de La Loma, perteneciente al municipio de El
Paso en el departamento del Cesar (ver Imagen 1), se ha desarrollado desde hace 10
años la explotación de carbón a cielo abierto, impactando negativamente sobre la
población circundante de la mina Calenturitas correspondiente a la empresa Prodeco
S.A., pues es de conocimiento general las afectaciones a la salud producidas por este
tipo de minería a gran escala como enfermedades auditivas, cutáneas y respiratorias.
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/P/proyecto_de_desviacion_del_rio_rancheria_les_
duele_a_los_guajiros/proyecto_de_desviacion_del_rio_rancheria_les_duele_a_los_guajiros.asp
encuentra la modificación del suelo ocasionando pérdida de la biodiversidad local (ver
Imagen 2), y ésta situación se complica si analizamos que el ecosistema donde opera
dicha mina corresponde al Bosque Seco Tropical (BST), el cual debido a la intensa
deforestación que ha padecido sólo conserva menos del 2% de su cobertura natural
boscosa inicial. Otro factor que agudiza las consecuencias sociales es la corrupción que
seduce a ministros, alcaldes, gobernadores, secretarios, entre otros funcionarios
públicos, y que desvía los fondos de las regalías que deberían ser utilizadas en inversión
social como salud, educación y recreación pero que van a parar a los bolsillos de unos
cuantos.
2. Referente teórico
La actividad minera del país está regulada por la ley 685 del 2001 (Código de Minas).
La contaminación del aire, de las aguas, del suelo y de los demás recursos naturales
renovables; la degradación, la erosión y el revenimiento de suelos y tierras; las alteraciones
nocivas de la topografía; las alteraciones nocivas del flujo natural de las aguas; la
sedimentación en los cursos y depósitos de agua; los cambios nocivos del lecho de las
aguas; la extinción o disminución cuantitativa o cualitativa de especies animales o vegetales
o de recursos genéticos; la alteración perjudicial o antiestética de paisajes naturales; la
acumulación o disposición inadecuada de residuos, basuras, desechos y desperdicios; el
ruido nocivo; el uso inadecuado de sustancias peligrosas.
Según lo anterior podemos ver que el ejercicio de esta práctica minera viola
categóricamente la ley colombiana de protección al medio ambiente.
3. Análisis de la situación
A nivel social se generan cambios significativos, ya que una vez expropiados los
terrenos para el desarrollo de la minería ya no volverán a ser los mismos de antes, es
decir, si en el período anterior a la explotación del carbón las familias tomaban madera
del bosque para leña, o iban a cazar animales silvestres, o utilizaban la tierra para
cultivos de pan coger, o se iban a bañar al río, ya no lo podrán hacer pues las huellas
que va dejando la producción carbonífera de esta magnitud son irreversibles y palpables
(incluso a kilómetros) y no permite el desarrollo de otras actividades no intensivas. Una
vez que la empresa sea dueña de los predios, los habitantes perjudicados por dicha
compra tendrán que dedicarse a otras labores que antes no realizaban y tiempo después
del cierre y abandono de la mina los pobladores no tendrán nada sino invirtieron
adecuadamente lo poco que las alimañas dueñas y socias de la empresa y que los
gallinazos del gobierno local, departamental y nacional les dejaron, además de que
tendrán que contemplar de por vida un panorama obscuro y desolador antiguamente
desconocido para ellos.
Es incultura del político ladrón que de plata nunca están mal, que robando es el mejor y
que engaña prometiendo lo que al pueblo nunca le han dado que a sabiendas de que las
megaempresas mineras se llevan la mejor parte callan su voz (que se supone es la voz
misma del pueblo) por unos cuantos centavos. De igual forma es incultura del dueño/a
de la empresa y de sus accionistas que son conscientes de los graves daños de todo tipo
que causan a donde van llegando, por lo general países subdesarrollados y en “vías de
desarrollo”, como el nuestro, y que se enriquecen con el empobrecimiento de otras
naciones.
4. Conclusiones
Bajo el principio del Desarrollo Sostenible tienen que girar todas las prácticas
productivas y de aprovechamiento de los recursos naturales renovables y no renovables
en Colombia desde la Constitución Política de 1991. Todo proceso minero tiene que
tener un eficiente, eficaz y efectivo Plan de Manejo donde se contemplen las posibles
afectaciones que se generarán y las compensaciones de las mismas en los siguientes
componentes: social, biodiversidad (fauna y flora), abiótico (suelo, agua, aire) y
paisajístico. De igual forma la empresa minera debe tener un Plan de Gestión de
Riesgos. Después del proceso extractivo se puede hacer mejoramiento paisajístico a
través de la revegetalización de los sitios afectados y repoblamiento faunístico con el
abastecimiento de especies nativas primordialmente, o en pocas palabras, restauración
ecológica, la cual no tendrá efectos inmediatos pues necesita de décadas para simular lo
que en un comienzo fue dicho ecosistema. Otra alternativa ambiental en cuanto al
paisaje sería la formación de lagos artificiales en las depresiones creadas por la
extracción del mineral y de las masas de estéril durante el descapotado. También se
puede construir una PETAR (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales) en los
declives del terreno.
La gran minería de carbón a cielo abierto genera alteraciones del aire, hídricas, edáficas
y sociales. Si el gobierno nacional no toma cartas en el asunto estos pobladores seguirán
muriéndose de enfermedades y de la corrupción generada por las jugosas ganancias de
los “Aires de Progreso” de la Locomotora Mineroenergética, pues la empresa en
mención tiene la potestad para explotar carbón hasta el año 2035.