Manual de Historia de La Iglesia I
Manual de Historia de La Iglesia I
Manual de Historia de La Iglesia I
Historia
Eclesiástica
I
(Cristianismo unido)
ASAMBLEAS DE DIOS
SEMINARIO BIBLICO CAFETERO
MODULO DE ESTUDIO
HISTORIA ECLESIÁSTICA I
RECOPILADO POR:
INDICE
PÁGINA
INTRODUCCIÓN.………………………….…………………………………………………………3
LA HISTORIA DE LA IGLESIA………………………………....................4
3- La iglesia pentecostal…………………………………………………………………….…....9
6- La edad sombría………………………………………………………………………….……..15
3- Ireneo/Tertuliano……………………………………………………………………………….36
7- Desarrollo de la doctrina…………………………………………………….…….……….47
1- Fin de la persecución…………………………………………………………………………50
4- controversias y concilios………………………………………………….……………....61
6.1- la organización…………………………………………………………………………………67
6.2- el papado……………………………………………………………………………….……..…68
V- LA IGLESIA MEDIEVAL……………………………………………………71
2- Carlomagno…………………………………………………………………………………….....73
5- el triunfo de la tinieblas……………………………………………………………….......78
6- las cruzadas……………………………..................................................79
7- la caída de Constantinopla…………………………………………………………....….83
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………….84
HISTORIA ECLESIÁSTICA I
INTRODUCCIÓN
San Lucas, que relata este diálogo, dice que Jesús, habiendo dicho
estas cosas, fue alzado, y una nube le recibió y le quitó de los ojos de
los discípulos.
En materia religiosa, los judíos eran los más adelantados del mundo.
Poseían los divinos oráculos del Antiguo Testamento. El culto mosaico
era la expresión religiosa más perfecta a que habían llegado los
hombres. Los profetas habían anunciado el advenimiento de un Mesías,
y la esperanza de Israel estuvo durante largos siglos fija en el
cumplimiento de esta promesa.
Los esenios: eran una especie de monjes que, unos dos siglos
antes de Cristo, buscaron en las soledades del Mar Muerto un refugio
donde estar al abrigo de la corrupción reinante. De ahí se extendieron
también a otros de Palestina. Vivían en el celibato, sumidos en un
profundo misticismo, llevando una vida contemplativa y en completo
antagonismo con la sociedad. Sin suprimir en absoluto la propiedad
individual, vivían en comunidad. Eran industriosos, caritativos y
hospitalarios.
Por otra parte estaba el mundo pagano. Grecia y Roma aun en los
mejores días de su gloria no pudieron librarse del culto grosero que se
denomina paganismo. Este culto variaba mucho según las épocas y los
países que lo profesaban, de modo que se requerirían muchos
volúmenes para describirlo. En los días de los apóstoles y en los países
donde ellos iban a actuar, consistía en la adoración de dioses
imaginarios que representaban por medios de estatuas a las que el
vulgo y los sacerdotes atribuían poderes sobrenaturales.
3- La iglesia pentecostal
La
Una lectura a los primeros seis capítulos del libro de los Hechos
demostrará que durante el período primitivo el apóstol Pedro era el
dirigente de la iglesia. En cada ocasión Pedro sale al frente como el
proyectista, el predicador, el obrador de milagros y el defensor de la
naciente iglesia. Al lado de Pedro el práctico, vemos a Juan el
contemplativo y espiritual, rara vez hablando, pero teniendo en gran
estima a los creyentes.
Desde la
predicación de
Esteban, 35
d.C.
Hasta el
concilio en
Jerusalén, 50
d.C.
Ahora
entramos en
una época de
la historia de
la iglesia cristiana, que, aun cuando breve solamente 15 años, es de
suprema importancia. En este tiempo se decidió la gran cuestión de si el
cristianismo debía permanecer como una obscura secta judía, o debía
llegar a ser una iglesia cuyas puertas estuvieran abiertas para todo el
mundo. Cuando empezó este breve periodo hemos visto que estaba
limitado a la iglesia en Jerusalén, y no tenía apertura a los gentiles, ya
que sus miembros eran judíos como ya se ha planteado. Cuando
termino el periodo, la iglesia estaba decididamente establecida en Asia
6- La edad sombría.
Desde el martirio de
san Pablo, 68 d.C.
A la última
generación del primer
siglo, del 68 al 100 d.C.,
la llamamos, “la edad
sombría”, en parte,
porque las tinieblas de
la persecución estaban
sobre la iglesia; pero
con la especialidad, porque de todos los periodos de la historia, es del
que menos sabemos. Ya no tenemos la clara luz del libro de los Hechos
para que nos guie; y ningún autor de esta época ha llenado el vacio en
la historia. La caída de Jerusalén en el año 70 d.C., trajo un gran cambio
en la relación de cristianos y judíos. Nos gustaría leer acerca de la obra
ulterior de los ayudantes de san Pablo, tales como Timoteo, Apolos y
Tito, pero todos estos y los demás amigos de Pablo, a la muerte de este
quedan fuera del registro, y por espacio de 50 años, sobre la iglesia
pende una cortina, a través de la cual, es en vano esforzarse por mirar,
y al final se levanta aproximadamente en el año 120 d.C.
Durante esta época fueron escritos los últimos libros del Nuevo
Testamento, hebreos, tal vez segunda de Pedro, las Epístolas y el
evangelio de Juan, Judas y Apocalipsis. Pero el reconocimiento universal
de estos libros como canónicos e inspirados vino mas tarde. Es
interesante notar el estado del cristianismo a fines del siglo primero, los
miembros eran de todas las clases, desde la categoría más noble hasta
los esclavos, los cuales por todo el imperio sobre abundaban en número
a la población libre.
Al final del siglo primero las doctrinas expuestas por el apóstol Pablo
en la epístola a los Romanos fueron aceptadas por toda la iglesia como
reglas de fe. Surgían opiniones heréticas y se estaban formando sectas,
cuyos gérmenes habían sido descubiertos y expuestos por los apóstoles,
pero su completo desarrollo vino más tarde. El bautismo por inmersión
era en todas partes el rito de iniciación en la iglesia; encontramos antes
del fin del ministerio de pablo a las iglesias que se reúnen el primer día
de la semana, y en apocalipsis ese día es llamado el “día del Señor”; la
cena del Señor era observada universalmente.
San Esteban
Jacobo el Mayor
Felipe
Mateo
Jacobo el Menor
Matías
Andrés
San Marcos
Pedro
Pablo.
Judas
Bartolomé
Tomás
Lucas
Simón
Juan
Bernabé
Ha transcurrido tan sólo poco más de medio siglo desde que los
discípulos recibieron la gloriosa misión de ser testigos de Cristo en el
mundo. Entramos ahora en el segundo siglo de nuestra era. Los
primeros combatientes cristianos descansan ya de sus trabajos, y sus
descendientes espirituales se aprestan para la lucha, dispuestos a seguir
dando testimonio de lo que Cristo hizo por medio de su muerte y
resurrección, y de lo que hace en el corazón de todos aquellos que le
reciben con fe.
En el primer siglo, la cena del Señor era el centro del culto cristiano.
Los fieles se reunían con el objeto de conmemorar, por medio del
rompimiento del pan, la muerte expiatoria del Hijo de Dios.
La lectura de las Escrituras era una parte importante del culto. Como
no existía la división de capítulos y versículos, a menudo se leían libros
HIMNO DE LA MAÑANA
T en la tierra paz,
Te alabamos,
Te alabamos,
Te damos gracias
Señor Dios.
Cordero de Dios,
Único Señor,
¡Oh Jesucristo!
Amén.
HIMNO DE LA NOCHE
Amén.
La oración era una de las partes esenciales del culto. Los cristianos
se reunían no tanto para oír hablar de Dios, como para hablar con Dios.
Jhon Edilson Muñoz Rincón
30
Estas eran las características del culto primitivo, según resulta de los
escritos de los autores de aquella época. En todo prevalecía la
simplicidad. Dios era adorado en espíritu y en verdad, sin los ritos,
ceremonias, y pompas que caracterizaban al culto pagano.
Pero la unión de dos seres que aman al mismo Señor es tenida por
honrosa. Aunque no había lo que hoy llamamos matrimonio religioso,
toda la iglesia tomaba parte en la celebración de la boda. No que fuese
un sacramento ni una ocasión para exhibir lujo, sino un momento
solemne en el que se debía implorar la bendición de Dios sobre los
desposados.
Vida pública. San Pablo enseñó que el Estado era una institución
divina. Esto no debe confundirse, como ha sido hecho por algunos, con
el pretendido derecho divino de los monarcas. No quiere decir tampoco
que el gobernante A., B. o C., o el rey Fulano I o Mengano II sea un
ungido celestial. Lo que San Pablo quiso enseñar es que la sociedad
debe vivir regida por autoridades que impidan a los malos ser
perjudiciales a sus semejantes, que los que desempeñan estas funciones
deben ser respetados, porque hacen una obra que Dios aprueba. Esta
doctrina del apóstol demuestra que la vida civil es compatible con la
profesión de cristiano. En los primeros siglos, y especialmente en
tiempos de Diocleciano, había muchos cristianos que ejercían funciones
gubernativas.
Estas dos Epístolas se hallan junto con los demás libros del Nuevo
Testamento, en el manuscrito Alejandrino, lo que hace suponer que eran
leídas en las reuniones de las iglesias.
3- Ireneo/Tertuliano
Ireneo.
El siglo segundo no ha
producido un cristiano
más eminente que
Ireneo. Su actividad
misionera, su celo por la
causa de la verdad, su
talento de escritor, sus
admirables dotes
pastorales y su martirio,
le han hecho pasar a la
posteridad rodeado de
una aureola luminosa.
y con los otros que vieron al Señor, sus milagros y sus enseñanzas.
Cómo había recibido todo de los que fueron testigos oculares de su vida,
lo narraba de acuerdo con la Escritura. Estas cosas, por la virtud de la
gracia de Dios, me impartió a mí, y yo las escuchaba con ansiedad, y las
escribí, no sobre papel, sino en mi corazón; y por la gracia de Dios, las
recuerdo constantemente con memoria fresca y despierta. Y puedo
testificar delante de Dios, que si el bienaventurado presbítero apostólico
hubiese oído tales cosas, hubiera gritado, se hubiera tapado los oídos, y,
conforme a su costumbre, hubiera dicho: « ¡Oh mi Dios! ¡a qué tiempos
me has traído, para tener que sufrir esto!», huyendo del lugar, donde
sentado o en pie, hubiese oído tales palabras".
Tertuliano.
Antonio pio, (quienes con Marco Aurelio, fueron conocidos como los
“cinco buenos emperadores”), ningún cristiano podía ser arrestado sin
una querella definida y comprobada; el espíritu de aquella época era
más bien ignorar la religión cristiana.
Mientras que
el hecho
sobresaliente en
la historia de la
iglesia en todo el
siglo II y III
fueron las
persecuciones
imperiales, se
puede decir por
otra parte que se
producían
grandes
adelantos en la
condición,
organización y
vida de la
comunidad cristiana. Consideremos ahora algunos de estos:
- Santiago
- Hebreos
- Segunda de Pedro
- Apocalipsis
- El Pastor de Hermas
- La Epístola de Bernabé
- La enseñanza de los Doce Apóstoles
- Apocalipsis de Pedro.
Gradual y lentamente los libros del Nuevo Testamento, como hoy los
tenemos, alcanzaron la prominencia de escritura inspirada y los otros
libros gradualmente fueron quedando fuera de uso en las iglesias. Los
concilios que se celebraron de tiempo en tiempo no escogieron los libros
7- Desarrollo de la
doctrina.
Otra característica
distintiva de este
periodo fue el desarrollo
de la doctrina, en la
época apostólica la fe
era del corazón, una
rendición personal a la
voluntad de Cristo como
mi Señor y Rey de mi
vida, de acuerdo con su
ejemplo, y como resultado del hecho que su Espíritu moraba
- En Alejandría
- Asia Menor
- Norte de África.
Los Ebionitas: (de una palabra hebrea que significa “pobre”) eran
cristianos judíos que insistían que las leyes y costumbres judaicas
debían ser observadas. Ellos rechazaban los escritos de san Pablo
porque estos reconocían a los gentiles como cristianos.
Uno de los efectos producidos por las pruebas que pasaron los
cristianos de este periodo, fue una iglesia purificada. Las persecuciones
mantenían alejados a todos aquellos que no eran sinceros en su
profesión; nadie se unía a la iglesia por ganancia mundana o
popularidad. La persecución sacudía a la iglesia separando la cizaña del
trigo.
1- Fin de la
persecución.
Desde el edicto
de Constantino 313
d.C.
Hasta la caída de
Roma 476 d.C.
Constantino
Cuando fue proclamado Augusto por las legiones que su padre había
conducido a Britania, es decir el año 306, se mostró aún ligado al
paganismo y en el año 308 ofreció sacrificios en el templo de Apolo por
la buena marcha de su reinado. Creía que era deudor a los dioses por la
buena suerte de su carrera. Sólo después de sus victorias contra
Magencio es que hace sus primeras declaraciones públicas en favor del
cristianismo, esto es, en el año 312, cuando llegó a ser único emperador
de Occidente.
Desde que Constantino tomó esta actitud con los cristianos, aumentó
considerablemente el número de los que abandonaban el paganismo.
Las iglesias se hicieron cada vez más multitudinistas. No se exigía para
ingresar a ellas pruebas de una genuina conversión y todo se reducía a
una mera profesión exterior. Las costumbres simples que habían
caracterizado a los cristianos, empezaron a desaparecer. El lujo y la
pompa entró en las iglesias, y el espíritu ceremonial se manifestó cada
vez más profundo.
En el
periodo en el
cual entramos
ahora, el hecho
más notable y
también el más
poderoso,
tanto para bien
como para el
mal, fue la
victoria del
cristianismo.
En el año 305
d.C., cuando
Diocleciano
abdicó al trono
imperial, la religión cristiana era completamente prohibida, su profesión
era castigada con tortura y muerte. Menos de 20 años después, en 324
d.C., el cristianismo fue reconocido como la religión oficial del Imperio
Romano, y un emperador cristiano ejercía autoridad suprema con una
corte de cristianos profesantes a su alrededor. Los cristianos pasaron
entonces, en un instante, del anfiteatro romano, donde tenían que
enfrentarse con los leones, a ocupar un sitio de honor en el trono que
regia al mundo.
Por todo el Imperio, los templos de los dioses habían sido sostenidos
principalmente por el tesoro público. Estas donaciones fueron
concebidas a las iglesias y al clero. Gradualmente al principio, pero muy
pronto en forma general y más liberal, los fondos públicos fueron
enriqueciendo a la iglesia, a los obispos, ministros y otros funcionarios
del culto cristiano recibían su sostén del estado.
Esta había sido una forma común de ejecución para los criminales,
excepto para los ciudadanos romanos, quienes eran los únicos que
tenían derecho a ser decapitados cuando eran condenados a muerte.
Pero la cruz, un emblema sagrado para los cristianos, pronto fue
adoptada por Constantino como la insignia de su ejército y fue prohibida
como método de dar muerte.
4- controversias y concilios
Empezó a predicar que Cristo había sido creado por el Padre antes
que toda otra criatura; que no era eterno; que había tenido principio, y
que, por lo tanto, no podía ser mirado como igual a Dios. Su objeto no
era en ningún modo aminorar la gloria de Cristo, sino dar énfasis al
monoteísmo. "Tenemos que suponer —decía Arrio— dos esencias divinas
originales y sin principio, e independientes una de otra; tenemos que
suponer la diarquía en lugar de la monarquía, o no tenemos que temer
declarar que el Logos (el Verbo) tuvo un principio de existencia y que
hubo un momento cuando no existió".
En junio del año 325 se reunió el Concilio bajo los auspicios del
emperador, en la ciudad de Nicea, cerca de la capital. Todo había sido
arreglado con gran pompa para que el acto fuese imponente. Los coches
y caballos de la casa imperial fueron puestos a disposición de los
obispos, que llegaban de todas partes y especialmente de Oriente. Del
Occidente sólo Avinieron en muy limitado número. En la asamblea
tomaron asiento trescientos dieciocho obispos. Varios de ellos eran
ancianos venerables que habían sufrido bajo la persecución de
Diocleciano. Al entrar Constantino en la sala de sesiones, todos se
pusieron en pie, pero él no tomó asiento hasta que los obispos le
hicieron indicación en este sentido, para dar a entender que no
pretendía ocupar oficialmente un lugar en la asamblea. Arrio estaba
presente para defender sus ideas. Entre sus opositores se hallaba el más
tarde célebre Atanasio, "pequeño de estatura —dice Gregorio
Nacianceno— pero su rostro radiante de inteligencia, como el rostro de
un ángel". Ni Arrio, que era presbítero ni Atanasio que era diácono
estaban allí como miembros del Concilio, pero a ambos se les concedió
la palabra, sin voto. Los debates duraron dos meses perdiendo terreno
cada día el arrianismo. Eusebio de Cesárea, "el padre de la Historia
Eclesiástica'', con un grupo pequeño formaban el partido moderado, que
junto con Constantino procuraba la reconciliación. El arrianismo fue
finalmente condenado, y el siguiente credo subscripto por casi la
totalidad: "Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador de
todas las cosas visibles e invisibles; y en un Señor Jesucristo, el Hijo de
Dios, unigénito del Padre, de la esencia del Padre, Dios de Dios y Luz de
Sólo cinco obispos se negaron a firmar este credo, pero después tres
de ellos consintieron, quedando sólo dos bajo el anatema.
Los favores que recibía la iglesia eran cada vez mayores. El permiso
de recibir legados que le fue concedido, aumentó asombrosamente los
bienes inmuebles de las comunidades.
V- LA IGLESIA MEDIEVAL
Desde la
caída de Roma,
476 d.C., hasta
La caída de
Constantinopla
1453 d.C.
1. Decadencia
espiritual e
intelectual.
Entramos
ahora al oscuro
período que se
extiende desde
el fin del
pontificado de
Gregorio I, año
606, hasta la muerte de Carlomagno, ocurrida en el año 814. La
corrupción que empezó con los primeros legados de Constantino, se
hace peor bajo el dominio de los reyes bárbaros, y llega a su último
estado de descomposición con los favores que Pepino y Carlomagno
conceden a los papas de Roma. La ignorancia del clero y del pueblo
aumenta año tras año; se abandona el estudio de la Biblia y de toda
materia sana, y en su lugar aparecen ridículas leyendas de santos y de
almas que vienen del purgatorio pidiendo el auxilio de los fieles. La
libertad cristiana sucumbe bajo el peso de la tiranía y del absolutismo
papal. La superstición reemplaza a la fe, y la más grosera idolatría, al
culto en espíritu y en verdad.
2. Carlomagno.
Sus guerras fueron contra los lombardos, los sajones y los árabes de
España. Carlomagno se había casado con la hija del rey de los
lombardos; pero como este matrimonio desagradó al papa, la repudió y
se casó con otra y desde entonces sus relaciones con el ofendido suegro
quedaron rotas. Animado por el papa, Carlomagno pasó los Alpes, y al
frente de un poderoso ejército, penetró en Italia y llevó cautivo a
Francia al rey de los lombardos, quedando así dueño de toda la Italia del
Norte.
Entró en Roma con el fin de libertar al Papa, que había sido hecho
prisionero y que estaba encerrado en un convento, y el año 800, el día
de Navidad, fue coronado en la basílica de San Pedro, y proclamado
emperador de Occidente, estando comprendidos en sus dominios los
territorios que actualmente forman Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, la
mayor parte de Alemania, de Austria e Italia y porciones de Turquía y
España.
Al igual que
Carlomagno, realizó una
alianza con el Papa y se
coronó emperador en el año
962, dando nacimiento a un
nuevo imperio: el Sacro
Imperio Romano
Germánico, denominación
que adquirió Germania, a
partir de entonces. La
denominación de sacro o
sagrado provenía de la ceremonia consagratoria de la autoridad imperial
a cargo del Papa, representante de Dios en la Tierra.
todos los obispos recibían su autoridad del obispo de Roma, quien había
recibido la suya directamente de Jesucristo. No solamente registraba
todas las conquistas sucesivas de los. Pontífices, sino que las hacía
remontar a los tiempos más antiguos. Los papas no tuvieron vergüenza
de apoyarse en esta despreciable invención. Ya en 865 Nicolás I tomó
las armas para defender a los príncipes y obispos. Esta fábula
desvergonzada fue durante siglos el arsenal de Roma".
6. las cruzadas
La reforma del siglo XI les daba gran valor a las peregrinaciones, que
en esa época se volvieron más fáciles y comunes porque la piratería
había sido casi erradicada totalmente del mediterráneo. Las nuevas
circunstancias, y el hecho que eran muchos los peregrinos que no
volvían a sus hogares, comenzó a pensarse de la Tierra santa como el
lugar de la última peregrinación. Muchos documentos de la época nos
habla de peregrinos que esperaban morir en Jerusalén o en el camino. Y
algunos se mostraban decepcionados por haber podido regresar.
Por otra parte la situación así creada dio lugar a los peregrinajes
armados. Aquellos peregrinos no iban a conquistar Tierra Santa. Pero si
tropezaban con algún bandido, alguna banda de soldados pretendía
matarlos o hacerlos cautivos, debían estar prontos a defenderse.
La tradición de
la guerra santa se
fundiría a la de las
peregrinaciones
para crear el ideal
de las cruzadas.
Como es de todos
sabido, la iglesia
antigua tuvo serias
dudas acerca de si
se pedía ser soldado
y cristiano al mismo
tiempo. Pero en
épocas de
Constantino esas
dudas habían sido
resueltas, y por lo
tanto los cristianos
parecen haber sido relativamente numerosos en las legiones romanas.
Eusebio narra las guerras de Constantino contra Magencio y Licinio
como si se tratara de una empresa ordenada por Dios. Para ello tenía
amplios precedentes en el Antiguo Testamento, y no dejo de hacer uso
de ellos. Poco después Agustín desarrolló la teoría de la guerra justa, y
señaló las condiciones necesarias para poderle darle ese titulo a un acto
bélico cualquiera. En la “era de las tinieblas” fueron muchos los obispos
cristianos que de un modo u otro apoyaron algún ejército que salía al
campo de batalla.
7- la caída de Constantinopla
La caída de Constantinopla en
manos de los turcos otomanos el
martes 29 de mayo de 1453 fue
un suceso histórico que, en la
periodización clásica y según
algunos historiadores, marcó el
fin de la Edad Media en Europa y
el fin del último vestigio del
Imperio romano de Oriente y de
la cultura clásica.
BIBLIOGRAFÍA
Información de internet.