Articulo ¿Tiene Sentido El Trabajo Pedagógico
Articulo ¿Tiene Sentido El Trabajo Pedagógico
Articulo ¿Tiene Sentido El Trabajo Pedagógico
Artículo académico
¿TIENE SENTIDO EL TRABAJO PEDAGÓGICO?
MATERIA:
PEDAGOGÍA E HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
La reflexión desde la práctica implica la condición de un docente investigador; más real que
ideal, pero; no obstante, a pesar de las formalidades declarativas se mantiene una
concepción, heredada de la tradición, de formar sólo para enseñar porque se supone que la
investigación está reservada a los expertos o son otros profesionales quienes deben
investigar los problemas de la educación, lo cual no es verdad.
En este contexto, los docentes trabajamos, en las escuelas, en aulas inadecuadas, saturadas
de alumnos, carentes de espacios en donde los estudiantes tengan acceso a las tecnologías
de la información y la comunicación, sin las adaptaciones para incluir a todo tipo de
alumnos. Además, los docentes no tenemos la preparación para atender todas las
necesidades de aprendizaje, incluidas las necesidades especiales, de los alumnos. Inicié en
esta función después de haber egresado de una licenciatura no pedagógica, sin embargo,
desde mis inicios como docente descubrí la importancia que tiene aprender acerca de los
métodos pedagógicos, de las estrategias didácticas, del desarrollo cognitivo, de los estilos
de aprendizaje de los alumnos, y que, además debía mantenerme en actualización continua,
si lo que pretendo es lograr hacer un trabajo profesional.
2. DESARROLLO
Práctica Pedagógica
La actividad diaria que desarrollamos en las aulas, laboratorios u otros espacios, orientada
por un currículo y que tiene como propósito la formación de nuestros alumnos es la práctica
pedagógica. Esta entidad tiene varios componentes que es necesario examinar:
a) los docentes, b) el currículo, c) los alumnos, y d) el proceso formativo (Díaz, 2004).
Ahora bien, cuando examinamos nuestra práctica pedagógica ¿Como nos vemos como
docentes? ¿Cómo nos perciben los demás? Es indudable que somos nosotros quienes le
damos vida a la práctica pedagógica, pero realmente, qué respondemos, cuando nos
hacemos la pregunta ¿Quién soy? ¿Soy realmente un docente ideal?
Los docentes somos una circunstancia que se forma a partir de una persona. Si la formación
personal es fuerte, sólida, así lo será el docente. Por eso es necesario preguntarnos ¿Cuáles
son los valores y convicciones que orientan mi actuación? ¿Acaso vivo desde el personaje
que aparento ser o desde la persona que soy? ¿Qué es lo que orienta mi vida? ¿Tener más o
ser más? Se trata de darle sentido a nuestras vidas, y así evitar quedarnos llenos de nada y
vacíos de todo.
Los maestros enfrentamos el reto de guiar a los alumnos para el logro de sus aprendizajes
con la metodología pedagógica que desarrollemos en el trabajo áulico. Pero también,
debemos cumplir con otras funciones que se han agregado al trabajo docente, como son la
tutoría y la gestión escolar que, aunque están relacionadas con nuestro trabajo, implican la
aplicación de otras habilidades que los profesores debemos poseer. (Fernández, 2009).
El reto para los docentes es la creación de una escuela pública diferente, con un modelo
educativo que recupere la relación entre escuela y comunidad, para que sea un instrumento
que lleve a la transformación real de esta sociedad en la que prevalece el egocentrismo, más
preocupada por satisfacer las necesidades económicas y materiales, y que se aleja de los
valores éticos y morales. La nueva escuela tendría que caracterizarse por el profesionalismo
de los docentes, quienes deben ser democráticos e incluyentes. Los docentes debemos ser
quienes proveamos de una educación de calidad para todos, los encargados de rescatar y
preservar la cultura de los pueblos, y ser los proveedores del conocimiento universal
Saber Pedagógico.
Ahora bien, considero que esta realidad del docente como generador de conocimientos,
cuando reflexiona desde su práctica, reconstruyéndola y resignificándola no ha sido
estudiada de manera sistemática, amplia y suficiente en nuestros escenarios educativos. Sin
lugar a dudas, es una situación que debe ser examinada como consecuencia de las
implicaciones que tiene, entre algunas, en las siguientes áreas: (a) políticas de docencia del
Estado, (b) programas de formación docente de las universidades y (c) ejercicio docente y
práctica pedagógica en las instituciones educativas, por citar los más importantes.
Formación Docente
Retos y desafíos de la práctica docente que enfrentamos los maestros del siglo XXI.
Los maestros enfrentamos el reto de guiar a los alumnos para el logro de sus aprendizajes
con la metodología pedagógica que desarrollemos en el trabajo áulico. Pero también,
debemos cumplir con otras funciones que se han agregado al trabajo docente, como son la
tutoría y la gestión escolar que, aunque están relacionadas con nuestro trabajo, implican la
aplicación de otras habilidades que los profesores debemos poseer. (Fernández, 2009)
El reto para el Estado mexicano es hacer una verdadera reforma educativa, no solo laboral,
que sea incluyente, que tome en cuenta la atención a la diversidad, a la heterogeneidad, a la
desigualdad. Además, para transformar la educación desde sus orígenes, deben considerarse
problemas históricos como el analfabetismo, el rezago educativo, el problema de cobertura,
etc. Hacer la revisión del proyecto educativo, del currículum, de la práctica docente, de las
condiciones de infraestructura, etc. Incluir a todos los interesados en la educación:
docentes, directivos, alumnos, padres de familia, autoridades civiles, la sociedad en general,
para arribar a una real y factible propuesta de solución.
3. CONCLUSIONES
Aportes para una reconceptualización del saber pedagógico como objeto epistemológico
La práctica docente que se ha llevado a cabo durante décadas en las escuelas del país, no
pudo contribuir de manera satisfactoria al desarrollo de habilidades cognitivas, actitudinales
y valorales en los alumnos cuando se tenía claro el modelo de sociedad que se deseaba
formar. Ahora, que el país debe encarar los retos de una sociedad globalizada, se tiene que
modificar el esquema tradicional, identificando y eligiendo un nuevo paradigma acorde a
las características que los alumnos han adoptado en la sociedad actual.
4. REFERENCIAS
Covey, S. (1996). Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Argentina: Paidós.