Dra Gladys Adamson
Dra Gladys Adamson
Dra Gladys Adamson
Gladys Adamson
El Tema que nos convoca es Subjetividad e Interacción hacia el Nuevo Milenio. Mi reflexión
parte del ECRO de Enrique Pichón Riviere y me gustaría plantear primero la concepción de E.
Pichón Riviere de la subjetividad.
1) En primer lugar la subjetividad para E. Pichon Riviere es de naturaleza social. Lo es en
referencia a lo que ya S.Freud planteó en “Psicología de las Masas y Análisis del Yo” en el
sentido que “En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como
modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo”(1). El otro social siempre está presente
en el horizonte de toda experiencia humana. E. Pichón Riviere parte de una aseveración
radical: “El sujeto no es solo un sujeto relacionado, es un sujeto producido. No hay nada en él
que no sea la resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases”.(2) Ello significa
que no hay nada en el sujeto que no implique la presencia de otro social, culturizado. Por lo
tanto ubica la constitución de la subjetividad en una dimensión interaccional simbólica. El ser
humano carece de cualquier facultad o mecanismo instintivamente adquirido que le facilite su
adaptación al medio, al territorio o establezca respuestas fijas a los estímulos de su hábitat.
En este sentido el hombre es el único mamífero superior que crea la naturaleza a la cual se va
a adaptar. Esta produccion social cultural es tomado como naturaleza porque prece al
nacimiento del sujeto.
2) La subjetividad es al mismo tiempo singular y emergente de las tramas vinculares que lo
trascienden y con las que guarda una relación de productor y producido. Dice E. Pichón
Riviere: “El contraste que más sorprende al psicoanalista en el ejercicio de su tarea consiste
en descubrir, con cada paciente, que no nos encontramos frente a un hombre aislado, sino
frente a un emisario, en comprender que el individuo como tal, no es solo el actor principal de
un drama que busca esclarecimiento a través del análisis, sino también el portavoz de una
situación” (3)
Para E. Pichón Riviere la subjetividad se constituye en las estructuras vinculares que la
trascienden y que conceptualiza en términos de ámbitos grupales, institucionales y
comunitarios. Estas estructuras son autónomas e interdependientes al mismo tiempo. Cuando
en 1946 escribe sobre la Obra del Conde de Lautremont concibe su subjetividad conformada
no solo emergiendo en las vicisitudes de su estructura familiar-edípica sino también por las
circunstancias del sitio de Montevideo (de 1843 al 1851). “Durante sus 5 primeros años habrá
oído relatos de degollinas, descuartizamientos, cuyas víctimas eran muchas veces amigos de
su padre”. (4)
3) La subjetividad es concebida como un sistema abierto al mundo y por lo tanto siempre
estructurándose. Es una Gestal-Gestaltung (corresponde a un estructuralismo genético). No
constituye una estructura cerrada al estilo de Humpty Dumpty de “Alicia en el país de las
Maravillas” sino que su única posibilidad es estructurarse con el mundo. E. Pichón Riviere
concibe al sujeto en una doble dialéctica: intrasistémica e intersistémica. La subjetividad no es
una interioridad. Tampoco este sujeto vale solo por su exterioridad. El sujeto del ECRO
pichoniano es un sujeto concebido desde su verticalidad pero descentrado
en el vínculo, que habla mas allá de sí y produce socialmente, siempre, con un otro
imprescindible.
4) La subjetividad para Pichón Riviere se juega en el adentro-afuera en el interior-exterior.
Este posicionamiento subjetivo justamente tiene que ver con su concepción de salud que
implica a un sujeto cognocente. El proceso de socialización es concebido por Pichón Riviere
como un largo proceso de aprendizaje que da lugar a la conformación en cada subjetividad de
un esquema referencial que va a denominar también “aparato para pensar la realidad”. Este
concepto va a dar cuenta de una estructura subjetiva que, producto de la socialización va a
determinar la reproducción inconsciente que el sujeto lleva a cabo de las relaciones sociales
que lo han conformado. El “esquema referencial” es lo que dá cuenta de la reproducción de
las condiciones de existencia que el sujeto lleva a cabo, reproducción, incluso, de sus
situaciones de explotación o de sometimiento.
Este “aparato para pensar” nos permite percibir, distinguir, sentir, organizar y operar en la
realidad. A partir de un largo proceso de identificaciones con rasgos de las estructuras
vinculares en las cuales estamos inmersos construimos este esquema referencial que nos
estabiliza una determinada concepción de concebir al mundo que de otra manera emergería
en su condición de desmesura, inabarcabilidad y caos. Esta conformación del Esquema
Referencial lo lleva a cabo una subjetividad activa, productara tambien de sus condiciones de
existencia. Esta subjetividad implica que este sujeto piensa siente y hace
transformadoramente su contexto. Esta condicion activa transformadora hace que la
reproduccion que lleva a cabo el ser humano de la estructura social que lo produjo nunca
pueda ser textual. Siempre se reproduce aunque sea con mínimas transformaciones. Esto
lleva a E. Pichon Riviere a pensar la metáfora de la espiral para dar cuenta de esta
caracteristica donde la repetición o reproduccion “parece igual, pero no es igual”.
La estructura social externa a través de todas los ámbitos intermediarios deviene estructura
subjetiva a través del esquema referencial. Aquí el gran mediador es el concepto de vinculo.
El origen etimológico de la palabra vínculo es “atadura” y creo que ha sido elegido por E.
Pichón Riviere como la condición material de nuestra constitución subjetiva. Los vínculos
humanos son las estructuras que permiten y efectivizan la “atadura” del ser que nace abierto
al mundo y con impulsos inespecíficos a un campo simbólico que es la cultura en el tiempo
histórico social que le ha tocado vivir.
Vinculo es esa estructura sensible, afectiva ideativa y de acción que nos une, nos “ata” a otro
ser y con la cual el sujeto se identifica. La identificación no está planteada como identificación
a una imagen sino a un rasgo de la estructura vincular que incluye modelos de significaciones
sensibles, afectivas, ideativas y de acción y que luego el sujeto reproduce.
El vinculo es el que intermedia y permite la inserción del sujeto al campo simbólico de la
sociedad. El vinculo es una estructura bifronte posee una cara interna y otra externa. La
subjetividad es entendida por E. Pichón Riviere como una “verdadera selva de vínculos”
Dice E. Pichón Riviere “El esquema referencial es el conjunto de conocimiento, de actitudes
que cada uno de nosotros tiene en su mente y con el cual trabaja en relación con el mundo y
consigo mismo” (“Aplicaciones de la Psicoterapia de Grupo” 1957) y en “Técnica de los
Grupos Operativos” de 1960. Partimos de la base de la “preexistencia en cada uno de
nosotros de un esquema referencial (conjunto de experiencias, conocimientos y afectos con
los que el individuo piensa y hace)” (5)
Este esquema referencial es el que le permite al sujeto poseer modelos de sensibilidad,
modos de pensar, sentir y hacer en el mundo y que marcan su cuerpo de determinada
manera. Es en su tendencia a la repetición que va a ofrecer resistencia ante lo novedoso, ante
los estímulos (ideas o experiencias) que tiendan a desestructurarlo.
Estas vicisitudes son fundamentalmente para pensar una subjetividad inserta en una sociedad
moderna.
5) La concepción de subjetividad en E. Pichón Riviere es la de una subjetividad moderna.
Es aquí donde aparece E. Pichón Riviere en su condición de genio anticipando problemáticas
en la década del sesenta que solo a partir de finales de los 70 y los 80 aparecen como
problemáticas hegemónicas en el campo intelectual de las Ciencias Sociales. En los años 60
E. Pichón planteaba que debemos pensar a la subjetividad en su condición de moderna y a la
sociedad como estructura en permanente cambio y que tiende a la fragmentación de las
significaciones sociales (6). Por ello plantea que así como necesitamos un esquema
referencial, un sistema de ideas que guíen nuestra acción en el mundo necesitamos que este
sistema de ideas, este aparato para pensar opere también como un sistema abierto que
permita su modificación. Es la interrelación dialéctica mutuamente transformante con el medio
lo que guiará la ratificación o rectificación del marco referencial subjetivo. Concretamente
plantea que nuestro esquema referencial debe permanecer flexible permeable a los cambios.
Pero E. Pichón Riviere no concibe a las modificaciones del esquema referencial como una
renuncia sino como las modificaciones necesarias para una adaptación activa a la realidad y
para que, ante los cambios en el contexto los deseos y proyectos sigan siendo posibles.
Que la estrategia subjetiva no surja inconscientemente producto de un esquema referencial
que reproduce las condiciones de su conformación sino una estrategia que posee la
direccionalidad del proyecto y la autonomía y que se plantea una relación mutuamente
transformante con su contexto.
En síntesis: todo esquema referencial es inevitablemente propio de una cultura en un
momento histórico-social determinado. Somos siempre emisarios y emergentes de la sociedad
que nos vio nacer. Todo esquema referencial es a la
vez producción social y producción individual. Se construye a través de los vínculos humanos
y logra a su vez que nos constituyamos en subjetividades que producimos y reproducimos a la
sociedad en que vivimos.
Enrique Pichón Riviere nos sitúa frente al desafío de pensarnos como sujetos signados por el
cambio insertos en una sociedad que también se modifica permanentemente y que
actualmente ha sido definida como “contexto de turbulencia” (Mario Robirosa). Ello nos obliga
a pensar al sujeto y a la sociedad en condiciones de creación y mutabilidad. E. Pichón Riviere
rescata así nuestra condiciones de creadores. Porque no concibe ningún sistema como
cerrado y producido “para siempre”, porque todos los sistemas, el sujeto, los grupos, las
instituciones, los marcos teóricos, su ECRO están abiertos a los cambios, los cuales,
inexorablemente, nos va a someter la sociedad desde su condición de modernidad.
6) La subjetividad tal como la concibe Pichón Riviere es la que se hace presente en el Grupo
Operativo. Esa subjetividad concebida desde su verticalidad, su historia única y singular pero
que se halla inmerso en una estructura signada por el cara a cara y la presencia corporal
múltiple, con una lógica interactiva y de producción social. Es el sujeto productor y producido
de las estructuras cognitivas, afectivas y de acción o de toma de decisión que emergerán en
condiciones de producción conjunta.
Sociedad:
Lógicas inconsistentes:
Las lógicas inconsistentes son rechazadas desde la lógica formal clásica y la razón de este
rechazo es simplemente porque a partir de una contradicción no se puede demostrar si algo
es verdadero o es falso. En las lógicas inconsistentes se admiten las proposiciones que son
verdaderas o falsas pero acepta también la presencia de antinomias: establece que una
proposición pueda ser al mismo tiempo verdadera y falsa. Admite que hay proposiciones
complejas que tienen dos valores.
Ya los griegos habían planteado antinomias como la famosa de Epiménides que planteó “La
proposición que estoy enunciando ahora es falsa”. Si esta proposición es verdadera tiene que
ser falsa. Por el contrario si digo que es falsa entonces es verdadera.
F. Nietzsche “El hecho de que un juicio sea falso no constituye en nuestra opinión una
objeción contra ese juicio”…”Por principio nos inclinamos a afirmar que los juicios más falsos
son para nosotros los más indispensables,…” “… lo no-verdadero es la condición de la vida…”
y la verdad es “el tipo de error sin el cual el hombre no puede vivir”.
Hay proposiciones que pueden tener dos valores de verdad. Por ejemplo decir “no es verdad
que la proposición que estoy enunciando ahora es falsa”.
La lógica de la vaguedad incluye las antinomias. Tiene que ver con el hecho que las palabras
son vagas. La lógica de la vaguedad la definió el matemático Menger pero quien la desarrolló
fue un lógico estadounidense llamado Zadeh. Por ejem “María es mala” pero María es mala
todo el tiempo? y nunca tuvo rasgos de bondad ni nunca los tendrá?
La lógica de la vaguedad es una prueba que la lógica concreta es inconsistente,
contradictoria.
Notas:
(1) S. Freud: “Psicología de las Masas y Análisis del Yo” Obras Completas. Ed. Amorrortu
(2) V. Zito Lema: Cap. VI de “Conversaciones con Enrique Pichón Riviere” Ed. Nueva Visión.
(3) E. Pichón Riviere: “La Psicología Social” de “Psicología de la vida cotidiana” Ed. Nueva
Visión
(4) E. Pichón Riviere: “El Proceso Grupal” Ed. Nueva Visión
(5) E. Pichón Riviere: “El Proceso Grupal” Ed. Nueva Visión
(6) “Engranaje y Envoltura” de “Psicología de la vida cotidiana” Ed. Nueva Visión 1966 “Una
sociedad estable le permite al individuo reconocerse a través de una serie de funciones fijas
que actúan como espejos dándole un rostro. Pero hoy esos espejos como los de un siniestro
parque de diversiones, devuelven una imagen distorsionada e irreconocible. La