Cuestionario Pag 41
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La motivación en la empresa.
Los factores higiénicos y motivacionales de Frederick
Herzberg
FREDERICK H ERZBERG
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Resumen
La actual competitividad empresarial ha hecho que muchos directivos y responsables empiecen a generar
valor en sus compañías a través de sus empleados. No cabe duda que, en la actualidad, hay muchos
directivos que creen erróneamente que detrás de un trabajador feliz y motivado en su puesto de trabajo ,
solo está el dinero, por lo que el propósito del presente trabajo ha sido comprobar, siguiendo la teoría de
Herzberg, si es cierto que solo el dinero o los beneficios empresariales son suficientes para que los
empleados se sientan motivados y felices. Para ello, se ha recogido información sobre 369 trabajadores
en activo de distintas edades, con distintos cargos y de diferentes empresas, empleando una técnica de
análisis tipo test con escala Likert. Los resultados han puesto de manifiesto que a día de hoy aún son
muchas las empresas que dejan de lado los factores motivacionales a la hora de tratar con sus
empleados.
Resum
La actual competitivitat empresarial ha fet que molts directius i responsables començin a crear valor en les
seves empreses a través dels seus empleats. No hi ha dub te que avui, hi ha molts executius que
equivocadament creuen que darrere d'un treballador feliç i motivat en el seu treball, estan només els
diners, per això l'objectiu del treball present serà veure si és cert, seguint la teoria de Herzb erg, que
només els diners o els beneficis empresarials són suficients perquè els treb alladors es sentin motivats i
feliços. Per fer-ho, s’ha recollit informació sob re 369 treb alladors en actiu de diferents edats, amb diferents
càrrecs i provinents de diferents empreses, utilitzant una tècnica d'anàlisi tipus test amb escala de Likert.
Els resultats han demostrat que avui dia encara son moltes les empreses que deixen de b anda els factors
motivacionals a l’hora de tractar amb els seus empleats.
Abstract
The current managerial competitiveness has done that many executives and persons in charge start
generating value in his companies across his employees. It does not fit doub t that, at present, there are
many executives who b elieve erroneously that b ehind a worker happy and motivated in his working place,
only is the money, for this, the intention of the present work has b een to verify, following Herzberg's
theory, if it is true that alone the money or the managerial benefits are sufficient in order that the
employees feel motivated and happy. For do it, there has been gathered information ab out 369 workers in
assets of different ages, with different charges and of different companies, using a technology of analysis
type test with scale Likert. The results have revealed that nowadays still are great the companies that
leave of side the factors motivacionales at the moment of treating with his employees.
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Sumario
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………………. 9
PARTE TEÓRICA
económico……………………………………………………………………………………….…… 34
PARTE PRÁCTICA
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………………………….. 67
ANEXOS……………………………………………………………………………………………………………………………. 69
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Introducción
Es sabido por todos que nuestro entorno está cambiando cada vez más con el paso de los
días. Las maneras de hacer, las herramientas o incluso los valores van cambiando con el
paso de los años. Ante esto, tanto las empresas como las personas que las dirijen también
deben de cambiar.
A día de hoy cada vez son más las empresas que han sabido hacer este cambio pero
también son muchas las empresas en las que todavía impera un modelo directivo
desfasado. El cambio es difícil, pero no imposible.
Las empresas, actualmente, no tan sólo requieren a directivos que sepan de contabilidad,
finanzas, y conocimientos técnicos sino que van más allá. Necesitan conocimientos que no
se adquieren en cursos o carreras, sino que se adquieren con la experiencia y el trato con
las personas.
El cambio es necesario, las empresas han de dejar de lado ese estilo directivo antiguo
basado en el ordeno y mando para pasar a trabajar con un estilo altamente participativo. Y
será en este último, donde los jefes pasaran a ser líderes, serán capaces de fomentar el
trabajar en equipo, de valorar el esfuerzo y la dedicación de sus empleados, de facilitar y
de crear en general un buen clima organizacional.
Además de todo ello, las empresas actuales, han de tener en cuenta la premisa de que
igual que antiguamente se tenía la idea de que el cliente era el centro de la organización, y
por ello se había de cuidar con total prudencia, actualmente los trabajadores han relevado
el puesto y han pasado a ser ellos la pieza clave dentro del entramado organizacional de
una empresa.
Los líderes han de tener claro que sí quieren buenos resultados, un buen clima laboral o
un buen rendimiento, será una tarea primordial crear valor a través de sus empleados. Los
procesos tecnológicos, las maneas de hacer, de organizarse, de trabajar, todo ello la
competencia puede hacerlo de igual manera a nosotros. Pero, si nosotro s hacemos que
nuestros trabajadores sean únicos, que estén motivados, felices, que se sientan acogidos
y que compartan los ideales de nuestra empresa, entonces tendremos mucho terreno
ganado.
Pero una vez aquí, cualquier directivo o responsable se podría preguntar: ¿Cómo creo
valor en mis empleados? ¿Cómo hacer que sean únicos? ¿Cómo hago que mis
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empleados esten felices en su puesto de trabajo y como consecuencia que trabajen más y
mejor? ¿Cómo les motivo?
Existe la creencia de que tan sólo con los beneficios salariales un trabajador ya se siente
motivado y feliz en su puesto de trabajo. Pero, ¿será esto cierto? ¿Es verdad que el
trabajador solo con un buen salario, unas buenas vacaciones y un buen horario ya se
siente feliz, motivado y satisfecho o quizás necesita algo más?
Muchos estudios e investigaciones han querido dar respuestas a estas preguntas, entre
ellos Frederick Herzberg, del cual versará el presente trabajo.
Frederick Irving Herzberg, una de las más destacadas figuras de la psicología ind ustrial y
organizacional, desarrolló una teoría con la cual quería identificar cuales eran los
elementos dentro del puesto de trabajo que generaban satisfacción e insatisfacción, para
así poder entender mejor las necesidades de los empleados y por ende sab er como
motivarlos.
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PARTE TEÓRICA
Hoy en día, cada vez más, los directivos de las grandes empresas se están dando cuenta
de la importancia que tiene el factor humano en las empresas, y cómo éste puede ser tan
determinante como los otros, pero hemos de saber que esto no siempre ha sido así.
Años atrás, se cuidaban más las máquinas para que estuvieran a punto, que a los propios
trabajadores, los cuales solo se entendían como parte de la cadena de producción sin
darle la menor importancia. No se tenían en cuenta y el directivo rara vez les pedía
opinión, consejo o se preocupaba por ellos. Como muy bien señala Piñuel (2007) en su
libro «Mi jefe es un psicópata» las personas al ser tratadas sin necesidades ni
sentimientos, realizarán su jornada laboral de cuerpo presente pero de mente ausente, ya
que no se involucrarán lo más mínimo ni en su trabajo ni en su empresa, solo irán,
trabajaran las horas suficientes como para que le paguen y no le echen y se acabó.
Ante toda esta situación a finales del s. XIX, apareció en Estados Unidos, Frederick
Winslow Taylor. Taylor fue un ingeniero que se interesó por estudiar la organización en el
trabajo que había entonces. Gracias a sus análisis y experimentos llegó a ser un gurú del
momento al crear las técnicas de racionalización del trabajo. Este ingeniero descubrió el
potencial de las personas, que estaba sin explotar, y aseguró que el trabajador podía
rendir mucho más en menos tiempo de trabajo y que este debía ser motivado por un
incentivo económico. Así fue surgieron las cadenas de montaje, y la remuneración
económica, aunque este tipo de trabajo fue muy criticado por los sindicatos al considerarse
que convertía al trabajador en un simple autómata excesivamente mecanizado. A raíz de
estas críticas las propuestas de Taylor se difundieron y surgió a inicios del S. XX la
ergonomía.
La ergonomía es la ciencia que estudia las condiciones de trabajo más propicias para el
sujeto, de modo que se encarga de diseñar el entorno para generar una mayor satisf acción
en él y así aumentar su rendimiento y productividad. En aquel entonces, los directivos, se
empezaron a dar cuenta que por ejemplo si las paredes eran blancas o si había hilo
musical los trabajadores aumentaban de manera significativa su rendimiento.
Más tarde, George Elton Mayo, psicólogo que estudió también el comportamiento de los
trabajadores según los factores ergonómicos. Mayo, realizó un experimento en el que
quería averiguar como la luz en el área de trabajo influía en el rendimiento , partiendo de la
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hipótesis que el sostenía de que la luz sí que influía en el rendimiento. Para ello seleccionó
a un grupo de trabajadores de una fábrica eléctrica de Estados Unidos (“Western Electric
Company”) los cuales verificaron la hipótesis. Pero luego quiso saber más, que pasaría si
bajara la intensidad de la luz, ¿bajaría el rendimiento? Y se encontró con que no solo no
bajaba sino que seguía subiendo. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, los trabajadores por
el simple hecho de haber sido elegidos por Mayo frente a los demás les hacía sentirse
especiales, y de ese modo, con un mayor rendimiento, era como se lo agradecían. Mayo
además, siguió experimentando con el grupo haciendo correr entre ellos un bulo de que
iban a haber despidos. Lo que sucedió fue que se anuló por completo el sentimiento de
agradecimiento y que además aumento de manera significativa la competitividad y el
rendimiento pero solo de manera espontánea, para salvar el puesto.
Esta ansiada competitividad hizo que se generara en el grupo un clima negativo en el
grupo y por tanto el rendimiento a la larga bajo en picado.
¿Qué es lo que hace pensar este experimento? ¿A qué conclusiones llegó Mayo? Gracias
a este experimento se pudo comprobar que cuando el trabajador se siente bien es más
productivo a la hora de trabajar. También concluyó que el trabajador se siente bien cuando
trabaja de manera unida, en grupo y que de un modo u otro su actividad está condicionado
por normas sociales, ya que observó que los trabajadores que producían poco perdían el
respecto de los demás. Entendió además, la importancia de un buen clima laboral, ya que
observó como este correlaciona de manera directa con el rendimiento.
Éstas son algunas de las conclusiones que desarrolló Mayo después de su experimento,
pero lo más importante de todo es que gracias a él por primera vez en la hist oria se
empezó a hablar de los factores humanos. Se le empezó a dar más importancia al
trabajador, a sus sentimientos, sus actitudes, sus afectos, su bienestar en el grupo, el
clima laboral, etc. Lo importante ahora era: ¿Cómo se siente el trabajador?
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Capítulo 2. ¿Qué es la motivación?
La palabra motivación tiene su origen en el verbo latino movere, que significa moverse, es
decir, poner en movimiento, estar listo para la acción. Según el Diccionario de la Real
Academia Española la motivación es la “acción y efecto de motivar” y entiende como
motivo la “causa o razón que mueve algo”. Además añade que es el “conjunto de factores
internos o externos que determinan en parte las acciones”. Idalberto Chiaventano (2000),
define el concepto de motivo argumentando que este es el impulsor que hace que una
persona actúe de una determinada manera. Por otro lado, Lazatti (1991) y Acereda (2013)
coinciden al afirmar que la motivación se genera cuando se presenta en la persona una
necesidad insatisfecha. Ambos opinan que esta necesidad insatisfecha hará que se
genere en nosotros un estado de motivación y de predisposición para llevar a cabo
acciones que hagan que esa necesidad quede satisfecha. Para Porret (2014), la
motivación podría definirse como lo que impulsa, dirige y mantiene el comportamiento
humano. Y de acuerdo con Santrock (2002), la motivación es “el conjunto de razones por
las que las personas se comportan de las formas en que lo hacen. El comportamiento
motivado es vigoroso, dirigido y sostenido” (p. 432) Herrera, Ramírez, Roa y Herrera (2004
citado en Naranjo, 2009)
Lazzati (1991) y Acereda (2013) defienden, como hemos visto, que la necesidad de la que
emerge la conducta motivada ha de ser necesariamente una necesidad no satisfecha.
¿Pero porqué este apunte? Se supone que yo me voy a sentir motivada cuando tengo una
necesidad por satisfacer, ya que por ejemplo si tengo la tripa llena no voy a querer ir al
supermercado a comprar, o no voy a querer hacer la comida. Entonces partiendo de esta
base entendemos que para estar motivados se nos ha de presentar una necesidad aun por
satisfacer, nunca ya satisfecha porque si no no estaría motivada para paliarla. Siguiendo a
Acereda (2013), la motivación supone una situación emocionalmente positiva que se
produce en el propio sujeto cuando existe un estímulo que satisface su necesidad no
satisfecha, lo que permite obtener de él una conducta esperada.
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1.1 La conducta motivada
Por tal de entenderlo mejor vamos a verlo con un ejemplo: una persona que está dejando
de fumar. Para una persona que está dejando de fumar y siente ese deseo o esas ganas,
su necesidad no satisfecha sería la nicotina, puesto que es lo que ella quiere y desea en
ese momento en su cuerpo. El estado de motivación latente de dicha persona sería esa
tensión que siente cuando no tiene el cigarro pero lo quiere, y puede ir acompañada de
sudoración nerviosismo e inquietud, es decir los síntomas físicos y psíqu icos de los que os
hablaba anteriormente. Una vez pasado el estado de tensión, la persona llevará a cabo
acciones motivadas por tal de conseguir esa ansiada nicotina o ese cigarrillo, que podrían
ser ir a comprar al estanco o pedir un cigarrillo a algún compañero. Por último, nuestro
fumador acabaría consiguiendo su ansiado incentivo, en este caso su cigarrillo.
Como podemos ver existen varias fases dentro del esquema de la conducta motivada, en
este caso cuatro. Tanto la primera como la última fase Acereda (2013) las clasifica en
parte subjetiva y parte objetiva, respectivamente. ¿Por qué así?
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La necesidad no satisfecha estaría definida como la parte subjetiva de este proceso ya que
pueden ser de dos tipos:
Innatas: estas necesidades serían inherentes el ser humano y por tanto no serán
discutibles, si no que serán compartidas por poco. Dentro de estas estarían la
necesidad de comer, la necesidad de dormir, etc. Es decir nadie dudaría de que el
ser humano necesita de ellas para sobrevivir.
Adquiridas: en cambio estas necesidades si que generan disputa entre los
individuos, porque no son compartidas, sino que cada uno tiene su punto de vista y
este dependerá de la sociedad y del entorno en el cual este inmerso el individuo. Y
de ahí que esta sea la parte subjetiva de dicho esquema. Dentro de estás estarían
necesidades como el móvil, el fumar, etc., es decir necesidades más superfluas y
discutibles. Aquí entrarían a más a más los deseos de cada uno.
Por otro lado, la parte que es realmente objetiva sería el incentivo. Decimos que es
objetiva puesto que el incentivo siempre es algo tangible, sería nuestra meta. Si la
necesidad no satisfecha no se complementa con el incentivo, es decir, si la parte subjetiva
y la objetiva no son compatibles no habrá motivación, ya que sería como darle de comer a
quien se muere de sed (Acereda, 2013).
Por todo ello, Acereda (2013) defiende que el estímulo final del esquema se convertirá
para nosotros en INCENT IVO, en tanto que es capaz de desencadenar en nosotros
conductas para poder conseguirlo. Cambiando así el esquema que propuso al principio.
Argumenta que entendemos por estímulos todas las sensaciones captadas por los
sentidos, y ya que no todo lo que percibimos nos motiva, aquellos estímulos que si lo
hagan pasarán a llamarse incentivos.
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INCENTIVO
FIGURA Nº 2. Esquema de la conducta incentivada (Acereda, 2013)
En este trabajo vamos a centrarnos, tal y como hemos dicho, en la motivación laboral. Por
ello, en este capítulo, vamos a conocer qué es y porque es tan importante dentro de una
empresa desarrollar un marco de actuación motivacional.
La motivación laboral sería aquella que conseguiría mover al trabajador a realizar las
tareas que se exigen para su puesto. Es decir, consistiría en “conseguir que la gente haga
lo que el directivo desea que se haga, cuando este quiera y como quiera, pero sólo porque
los trabajadores quieren hacerlo” (Urcola, 2011, pág. 44). Por su parte, Porret (2014)
argumenta que la motivación en el ámbito laboral alude al deseo que presenta el
trabajador por realizar su trabajo lo mejor posible.
Cabe decir que tan solo con motivar no vamos a conseguirlo todo, como hemos dicho
existen muchísimos más factores, como por ejemplo la remuneración económica que no
queremos desmerecer su importancia.
La motivación influye de manera directa con el rendimiento. Contra más motivado esté el
trabajador mejor trabajará. Y es que como hemos visto la motivación es energía que nos
emerge de dentro y hace que lo que hacemos lo hagamos con ganas, con ilusión y con
firmeza. Es por ello que es tan importante tener a trabajadores motivados. Por el contrario,
contar con trabajadores desmotivados hará que estos se apaguen lentamente, que sean
poco eficientes, que actúan como robots, sin ganas, sin implicarse con su trabajo, etc. y
esto tendrá consecuencias en los resultados (Bennis, 2009).
Los trabajadores han de ir motivados por el trabajo, sea por lo que sea. Porque me han
puesto hilo musical, porque han cambiado las sillas por unas nuevas, porque me darán
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una comisión por cada venta, porque me siento acogido por mi empresa, por lo que sea,
pero motivado. Ha de sentir que forma parte de la empresa, y que igual que él necesita a
la empresa, la empresa lo necesita a él. Sólo así, humanizando a las empresas,
conseguiremos que estas se cohesionen y que los trabajadores obtengan un bienestar
laboral. Urcola (2011) habla sobre la importancia de la motivación:
Pero, ¿como motivo a los trabajadores? ¿Basta con mejorar las condiciones físicas, con
pagarle un buen salario? ¿Qué debo de hacer?
Estos incentivos pueden ser tangibles, intangibles, intrínsecos o extrínsecos al trabajo, etc.
Hay mil incentivos. Pero nos ha de quedar claro que no todos los incentivos motivan a
todos los trabajadores por muy iguales que parezcan, ya que como hemos visto hasta
ahora cada uno tiene unas necesidades particulares que lo hacen único.
Pese a todo ello, el mostrar y ofrecer incentivos a nuestros trabajadores no siempre nos va
a proporcionar trabajadores motivados y con energía, ya que sí el trabajador no quiere
estar motivado, no lo estará. Como hemos podido ver hasta ahora, la motivación es un
estado de predisposición que siente la persona para alcanzar un objetivo, pero esta
motivación ha de surgir de forma intrínseca. Nadie motiva a nadie. Urcola (2010), al
respecto, señala que:
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Si pretendemos desarrollar nuestras actividades con una mayor energía y
entusiasmo, lo primero que debemos tener presente y claro es que cada uno de
nosotros somos los responsables de nuestra propia motivación. Los factores
organizacionales, el jefe, los compañeros, el trabajo, etc., contribuyen positiva y
negativamente en la motivación de un sujeto, pero el principal responsable es
uno mismo (p. 91)
En el ámbito laboral diríamos por tanto, que el líder ha de ser capaz de poner en marcha el
mecanismo que haga que su personal se motive por sí solo, para así conseguir de ellos los
máximos resultados, hablaríamos por tanto de AUTOMOTIVACIÓN.
Por tanto, siguiendo las necesidades de los trabajadores podré ofrecerles incentivos o
recompensas que haga que estos se muevan a por ellos en función de sus intereses
personales. Por ello es necesario tal y como dice Urcola (2010) conocer a nuestros
trabajadores, quizás un trabajador tenga una necesidad imperiosa de sent irse realizado
con su trabajo, otro tenga la necesidad de sentirse más cohesionado en el grupo, en
cambio otro tenga necesidad económica a que está pasando por un mal momento.
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3.3 Estado de la cuestión
Aunque los experimentos y análisis del pasado parecía que habían puesto punto y final a
una época donde el trabajador era una simple máquina más. A día de hoy nos seg uimos
encontrando con todo lo contrario. Aunque cabe decir que algunas empresas ya están
implantando modelos de negocio menos jerarquizados y flexibles, pero tal y como dice
Urcola (2010) existen todavía en la actualidad muchas empresas en las cuales imper a el
viejo modelo de hacer empresa y donde las maneras de hacer se han quedado obsoletas.
Todo ha cambiado en torno a la empresa de hace 20 años: la desaparición de las
fronteras, la constitución de la Unión Europea, la implantación de la moneda única, el
protagonismo de la mujer en el mundo laboral, los medios de pago, el modelo familiar, la
globalización de los mercados y con ellos la elevada competitividad, Internet, el desarrollo
de medios de comunicación, los medios de transporte, etc. y si vemos que han cambiado
todas estos factores, no es necesario también que cambien los estilos directivos que las
gestionan también lo hagan? Las empresas exitosas se han de adaptar e incluso
precipitarse a los cambios que se les avecinan y es por ello que todavía exis ten algunas
que no han sabido anteponerse a ello y que todavía siguen en pie pero con modelos de
dirección desfasados e inoperantes. Denis Waitley (1993), experto en management y en
desarrollo personal, lo resume muy bien en este cuadro
Cuadro nº1
Comparativa estilos directivos de ayer y hoy (Waitley, 1993, citado en Urcola, 2010, pág. 37)
Ayer los jefes ordenaban y mandaban Hoy los líderes facultan y apoyan
Ayer los jefes eran guerreros Hoy los líderes son facilitadores
Ayer los jefes exigían respeto Ho y los líderes fomentan el respeto por uno mismo
Ayer los accionistas eran lo primero Hoy los clientes son lo primero
Ayer los empleados obedecían órdenes Hoy los equipos toman decisiones
Ayer los beneficios se conseguían de cualquier modo Hoy los beneficios se logran mediante la integridad
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Urcola (2010) señala que el modelo antiguo utiliza el miedo como una estrategia de
control, y se basa en la emocionalidad de los trabajadores donde han de tener claro que tú
obedeces y ellos mandan y que por esa razón no es de extrañar que los trabajadores
sumergidos en ese modelo no se comprometan con su trabajo, ni obtengan un biene star
en él. En su libro, La revolución pendiente, Urcola (2010) alude a una investigación
realizada por la Universidad de Alcalá de Henares en el 2006 donde se concluyó que casi
el 40% de la población activa padece estrés, acoso laboral, está quemada o deprimido,
para explicar la decadencia del bienestar laboral actual. Además, en este libro explica que
es cada vez más frecuente encontrar a personas desmotivadas e insatisfechas con sus
puestos de trabajo. Son muchos los que se quejan de su salario, de re cibir un mal trato por
parte de sus superiores, de los servicios que ofrece su empresa, de no recibir
reconocimientos o valoraciones positivas, de que no cuenten con ellos, de sentirse
marginados desplazados e incluso algunos ni tan solo encuentran sentido al trabajo que
realizan.
Hace años era suficiente tener conocimientos teóricos, técnicos y administrativos pero a
día de hoy las empresas cada vez exigen más y no sólo necesitan personas que estén
bien formadas en lo técnico sino también personas que tengan conocimientos que no se
aprenden en ninguna escuela, sino que se aprenden gracias a la experiencia, y a la
gestión diaria de las personas. Tener la habilidad e motivar, conocer a sus trabajadores y
atenderles son aptitudes necesarias para los directivos actuales (Urcola, 2010).
El actual estado laboral de nuestro país y la suma rápida de competencia hace que cada
vez sean más las empresas que exigen a sus trabajadores más de lo que se pueden
permitir, provocándoles un gran desgaste físico y emocional. Hemos de, por tanto, cambiar
nuestros estilos directivos y nuestra manera de percibir a nuestros trabajadores, hemos de
darle la importancia que merecen y no verles como un simple recurso más. Como bien
señala Urcola (2010) las personas son la mayor ventaja competitiva que tiene una
empresa, no se las puede tratar con criterios de rentabilidad a corto plazo. Las máquinas
se pueden sustituir, la competencia puede comprar las mismas, pero los trabajadores, mis
trabajadores, si consigo hacerlos míos, jamás serán iguales a los tuyos. Es por ello que los
directivos deben de convertirlos en el eje clave de la organización, el principal. Lo explica
muy bien aquí:
Son las personas las que en la actualidad aportar mayor valor añadido al
trabajo que desempeñan. Cuando la era industrial se hallaba en su máximo
apogeo el reparto de los costes era aproximadamente un 80% en materias
primas y un 20% en personas. Hoy ha cambiado radicalmente esa situación,
hoy estamos en que un 30% es la repercusión de los costes de los
materiales y un 70% el de las personas, y lo que es más importante, está
comprobado que el 80% del valor añadido de un producto o servicio proviene
de las personas (pág.41).
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Pero, ¿cómo dirigir con el nuevo estilo que se nos presenta? ¿Qué factores son claves
para conseguir tener a unos trabajadores comprometidos con mi empresa, felices con lo
que hacen y que además resulten eficientes? Generar un buen clima laboral, favorecer la
participación de los trabajadores y las vías de comunicación, potenciar el tra bajo en equipo
y su desarrollo tanto profesional como personal, serían algunos de factores, pero nosotros
vamos a centrarnos en uno de ellos: desarrollar un marco motivacional.
Se han dado muchas explicaciones sobre la motivación laboral, sobre las variables que
motivan a las personas a llevar a cabo una tarea. Incluso son varias las teorías que se han
hecho a raíz de ella:
David MacClelland (1961) en su teoría de los tres factores elaboró una lista de tres
necesidades las cuales consideraba que poseía cualquier persona. Su aplicación en la
empresa sería que el directivo ha de reconocer que necesidad presenta cada trabajador
para poder ofrecerle la respuesta adecuada por tal de motivarle. Las necesidades de las
que habla son:
- Necesidad de Logro: las personas que tengan esta necesidad son aquellas
que se sienten motivadas cuando por ejemplo trabajan bajo metas u
objetivos cercanos. Son personas que necesitan esa sensación de haber
logrado algo, y necesitan retroalimentación para seguir avanzando y
creciendo. Suelen ser personas muy responsables y comprometidas con
sus actos. Por tanto cuando nos encontremos con un trabajador con este
tipo de necesidad lo mejor será ordenarle una tarea específica y dividirla en
distintas metas u objetivos a corto plazo. Siguiendo Navas (2009, pág. 23):
“Hay una gran relación entre la necesidad de logro y un buen desempeño.
McClelland observó que los que tenían éxito en ocupaciones competitivas
se hallaban por encima del promedio de su motivación de logro.”
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requieren un clima laboral agradable y tranquilo. Navas (2009) habla sobre
ello y explica que la necesidad de poder está ligada al deseo de querer
gustar y ser aceptado por los demás.
Abraham Maslow, psicólogo estadounidense conocido por ser uno de los fundadores de la
psicología humanista, desarrolló una teoría que postulaba que el ser humano era un ser
insatisfecho por naturaleza.
Además, Maslow creía que estas necesidades son las mismas para todos los seres
humanos, independientemente de la edad, el sexo, la cultura, etc. todos pasamos por esta
escala de necesidades. Lo único que se diferenciará será la manera de satisfacerlas.
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estas situaciones el ser humano deja a un lado lo más superfluo para interesarse
en aspectos de supervivencia. Dentro de las Necesidades Fisiológicas
encontramos otras necesidades que también considera Maslow importante
reseñar.
Necesidades Adquiridas: dentro de estas estarían la sanidad, la educación, es
decir aquellos servicios que hemos ido necesitando en nuestras vidas a raíz del
desarrollo de la cultura en la que vivimos.
Y en este primer escalón, es la base de la pirámide Maslow también clasificará el
dinero como una necesidad básica.
Maslow defendía que hasta que no se satisficiera la primera, es decir hasta que no
nos quisiéramos a nosotros mismos, no pasaríamos a la necesidad de que nos
quisieran y valorasen los demás.
23
ámbitos, y un individuo se puede realizar en todos, en uno o incluso en ninguno y
cuando surge el enfrentamiento entre distintos ámbitos no se podría conseguir la
autorrealización plena. La necesidad de autorealización se refiere al deseo de
cumplir nuestros deseos más profundos, es decir, hacer realidad lo que somos en
potencia… es el deseo de ser cada vez más lo que uno es, de llegar a ser lo que
uno es capaz de llegar a ser (Maslow, 1994).
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4.3 Teoría X y Y de McGregor (1960)
- Teoría X
Esta teoría postula que los directivos tienen una visión negativa acerca de sus
trabajadores y que por ello hacen uso de un estilo directivo autoritario. Creen que
necesitan estar muy encima de ellos, controlarles en exceso y presionarles para que
trabajen. Navarro (2008) habla sobre esta teoría: “la motivación es posible por medio de
castigos y engaños y únicamente la presión y el empleo de todos los medios de control de
la empresa garantizarán un comportamiento del trabajador conveniente a las necesidades
empresariales” (pág. 33). Porret (2014) lo explica muy bien a modo de esquema:
Cuadro nº2
Cuadro Explicativo teoría X de McGregor (Porret, 2014)
TEORÍA X
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- Teoría Y
Esta teoría postula que los trabajadores quieren y necesitan trabajar. Alude a un estilo
directivo más participativo, donde se quiere que el trabajador se implique en su trabajo y
se sienta motivado. Esto no quiere decir que se pierda por completo el autoritarismo, pero
si que se le da más voz y más importancia a las opiniones de lo s trabajadores. Porret
(2014) señala: “esta teoría considera que, el ser humano se siente estimulado realizando
trabajos que le permitan tener iniciativa y conseguir un desarrollo profesional. La clave
estaría en que el líder sepa motivar a sus trabajadores (pág. 23). Veamos el esquema
propuesto por este autor:
Cuadro nº3
Cuadro Explicativo teoría X de McGregor (Porret, 2014)
TEORÍA Y
McGregor afirma que las suposiciones de la teoría Y son más válidas que las de la teoría
X. Hizo un estudio donde propuso que los trabajadores se implicaran más en la toma de
decisiones, donde sus trabajadores implicasen más responsabilidad y retos y donde
hubiera una buena relación con los compañeros, todo ello para incrementar su motivación
laboral. Por desgracia, dejo ver que no existe evidencia que confirme que alguna de las
dos series de supuestos sea válida, o que al aplicar los supuestos de la Teoría Y, los
empleados se sentirán motivados (Navas, 2009).
26
4.4 Teoría de la fijación de metas de Edwin Lock e (1986)
Esta teoría desarrollada por Edwin Locke en 1986 postula que los trabajadores y las
personas en general actúan y se sienten motivadas gracias a la fijación de unos objetivos y
metas. Navas (2009) señala que “los estudios sobre fijación de metas han demostrado que
metas especificas y desafiantes son altamente motivantes y producen un nivel de
rendimiento más alto que la meta general de «haz tu mejor esfuerzo». Para Robbins
(2005) “la especificidad de los objetivos actúa como un estímulo interno” ( pág. 398).
Los trabajadores se fijan metas, como puede ser un nivel de rendimiento o una fecha
límite, y esto hace que dirijan todas sus acciones a alcanzar dicha meta. Se comprometen
a conseguir objetivos y esto tendrá una relación directa con su rendimiento. Pero no sólo el
compromiso, existen otras variables que hacen que un trabajador modifique su rendimiento
ya sea a mejor o a peor: la dificultad y especificidad de los objetivos, la retroalimentación o
la autoeficacia, serían algunos ejemplos. Además de todo ello, el trabajador también ha de
poseer de conocimientos, destrezas y habilidad que le permitan realizar las tareas que le
son encomendadas de manera óptima (Jaén, 2010).
Por tanto, en otras palabras esta teoría supone que las personas que se plantean metas
específicas y difíciles estarán más motivadas y comprometidas que aquellas que no se
platean metas, o que simplemente intentan hacerlo bien sin proponerse mejorar o llegar a
alcanzar alguna meta u objetivo previamente propuesto.
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conductas que intentarán restablecer esa igualdad. Siguiendo a Navarro (2010) algunas de
ellas son:
Porret (2014), también señala que ese sentimiento de injusticia aparece con la
comparación que se hace el propio trabajador respecto de los demás compañeros. Si mi
compañero, con mi misma experiencia, las mismas habilidades, la misma formación y con
el mismo rendimiento recibe un salario mejor que el mío pasaré a estar desmotivado.
Por tanto, con esta teoría se llega a la conclusión de que a los trabajadores no sólo les
interesa la cantidad de compensaciones que reciban sino también la relación que tiene
estas compensaciones con lo que los demás reciben.
Porret, en su libro Gestión de personas (2014, pág. 12) argumenta que esta teoría se basa
en dos pilares fundamentales:
Esta teoría postula que una persona tenderá a actuar de cierta manera con base a la
expectativa que tenga de que después del hecho, se le presentará un resultado positivo
para él (Robbins, 2005). La persona actuará de una manera u otra dependiendo del
convencimiento que tenga de un futuro resultado positivo. Si un trabajador quiere
promocionarse y subir de puesto y no tiene a nadie que le pueda entorpecer esa concesión
este se sentirá muy motivado ya que verá que existen muchas posibilidades. En cambo, si
28
por ejemplo en ese mismo caso, el trabajador sabe que ese puesto no lo va a poder
ocupar nunca o va a ser muy difícil porque por ejemplo la empresa tiene la tradición de
contratar a personal externo, el trabajador se sentirá desmotivado (Porret, 2014).
Valencia:
Instrumentalidad
Expectativa
Koontz (1991) está a favor de esta teoría ya que reconoce la importancia que tienen las
necesidades motivacionales de los trabajadores. Y no sólo eso, sino que enfatiza también
la importancia que tiene el medio ambiente dentro del ámbito laboral, y explica como este
puede favorecer el desempeño de cada empleado, considerando las diferencias,
habilidades y metas de cada trabajador.
Por último, hablaremos sobre la teoría de los 2 factores de Herzberg, que al versa r dicho
trabajo sobre esta teoría he creído conveniente ofrecerle un capítulo entero aparte.
29
Capítulo 5. Teoría bifactorial de Herzberg (1959)
Frederick Herzberg desarrolló, junto a Mausner y Snyderman, en 1959 una teoría acerca
de la motivación laboral llamada teoría de los dos factores, también llamada “teoría
bifactorial” o “teoría de la motivación/higiene”.
Herzberg (1959) quiso desarrollar una teoría que respondiese a la pregunta: ¿Qué es lo
que la gente quiere de su trabajo? Y para ello empezó a investigar y realizar estudios que
le llevaron a preguntarse: ¿Cuál es la forma más sencilla de que alguien haga algo?
PIDIÉNDOSELO. Pero, ¿qué sucede si esa persona no quiere hacerlo? Acereda (2013)
nos plantea varias opciones:
Pero estas tres formas de conseguir que alguien que no quiere hacer algo lo haga, salen
caras. En todas ellas hay que invertir dinero, que puede que no tengamos. Entonces es
aquí donde Herzberg introdujo su primera teoría: la teor ía KITA.
KITA son las siglas en inglés de “Kick in the ass” que traducido al español, no es nada más
ni nada menos que “patada en el culo”. Pero, puede que os estéis preguntando: ¿Qué
tiene que ver esto con la motivación? Pues bien, Herzberg formuló en dicha teoría que los
directivos, con tal de conseguir que alguien hiciera algo que no quieren hacer, debían «dar
un kita».
¿Qué es dar un Kita? Esta expresión coloquial se utiliza para hacer referencia a dar una
“patada” imaginaria a modo de empujón para que así la persona se mueva y haga lo que le
es encomendado. Siguiendo a Acereda (2013) existen varios tipos de Kita: el negativo y el
positivo.
30
Kita negativo: serían las sanciones, los castigos y todo tipo de repercusión
negativa para el sujeto y que por ello, este no desee. Este tipo d e Kita produce
movimiento puntual, pero no motivación, ya que la persona sólo actuará para
evitar el castigo.
Kita positivo: serían las recompensas, los beneficios y todo tipo de repercusión
positiva para el sujeto y que por ello, este si desee. Este tipo de Kita produce
movimiento, ya que la persona querrá su recompensa, pero también será algo
puntual, es decir tampoco provocará motivación.
De aquí surgió la idea de que no podemos motivar a nadie, ni con kita positivo ni con
negativo. Herzberg (2003, pág. 4) ejemplifica esto como sigue:
Si doy una patada a mi perro (por delante o por detrás) se moverá. Y cuando
quiero que se mueva otra vez, ¿qué debo hacer? Debo golpearlo de nu evo. De
forma similar puedo cargar la batería de una persona y recargarla, una y otra
ve z. Pero sólo se puede hablar de motivación cuando se tiene un generador
propio. Entonces uno no necesita estimulación externa alguna. Uno quiere
hacerlo.
A lo largo de la historia, el kita positivo es el que más se ha puesto en práctica por tal de
infundir motivación en los empleados. Algunos de ellos han sido: la reducción del horario
laboral, aumento de salarios, beneficios extrasalariales, una mejora en la comunicac ión, la
participación en el trabajo, etc. pero cuál es el problema de todos ellos ? Que como hemos
dicho antes, sólo es algo puntual, produce movimiento pero no motivación. Estos
incentivos se acaban saturando y dejando de funcionar, y se han de crear nuevo s, a
medida que las viejas kita positivas alcancen sus puntos de saturación creando así una
especie de bucle sin fin alguno (Herzberg, 2003).
Por tanto, entendemos que el trabajador sólo podrá estar motivado cuando en él se
instaure ese generador de energía y de motivación. Es decir, no existe la motivación sino
que estaríamos hablando de AUTOMOTIVACIÓN. Pero, ¿cómo se instala un generador de
motivación en nuestros empleados? Herzberg intenta responder esta pregunta con su
teoría de la motivación – higiene. Veamos por tanto en el siguiente capítulo en que se basa
dicha teoría.
A finales de los años 50 Herzberg realizó un estudio sobre la actitud laboral junto a sus
colaboradores a más de 200 trabajadores, ingenieros y contables. Para 1969 ya se
habrían realizado 12 estudios idénticos con una muestra total de 1685 empleados. Para
31
realizarlos utilizaron el método de los “incidentes críticos” de Flanagan. El método consiste
en la realización de entrevistas de manera individual a los trabajadores donde se le pedía
que recordasen y describieran lo más detalladamente posible situaciones en las que se
han sentido especialmente satisfechos en su trabajo e insatisfechos. Una vez se obtienen
los resultados estos se clasificarían por categorías en función de las situaciones señaladas
y su frecuencia de aparición (Navarro, 2008). Los resultados fueron los siguientes:
Los resultados dejaron en evidencia que había ciertos factores que estaban más
asociados a la satisfacción y otros que se relacionaban con mayor f recuencia con la
insatisfacción (Navarro, 2008). Los factores como el reconocimiento, el logro, el
crecimiento, la posibilidad de promoción, etc. fueron en un 81% los principales
generadores de satisfacción y por otro lado, factores como el sueldo, las condiciones de
trabajo, el status, etc. fueron en un 69% la causa principal de insatisfacción e infelicidad en
el trabajo (López, 2005). Es decir, las cosas que causaban satisfacción a los empleados
eran distintas de las que causas insatisfacción. ¿Qué quería decir con esto de que eran
distintos? Pues que factores tales como un bajo sueldo, una oficina incómoda, reglas
estúpidas, etc., lo que él llama factores higiénicos, causan insatisfacción, pero no
necesariamente estos si fueran positivos causarían satisfacción y por tanto motivación del
trabajador. En realidad, las personas nos sentimos atraídas por otros factores, los
llamados motivadores y estos si generarían satisfacción (Herzberg, 2003). Antes de
32
desarrollar mejor estas distinciones entre los factores veamos que categorías surgieron a
la hora de realizar el estudio.
Cuadro nº4
Ítems que componen los factores de la teoría motivación – higiene de Herzberg (Elaboración propia en base a
Herzberg, 2003)
Seguridad Responsabilidad
Relación con el jefe Trabajo en sí mis mo
Supervisión Crecimiento
Condiciones de trabajo Reconocimiento
Sueldo Pro moción
Relación con los compañeros Logro
Vida personal
Política de la empresa
Status
Relación con los subordinados
Para Herzberg los factores higiénicos serán factores extrínsecos al puesto de trabajo y los
segundos los intrínsecos. Además, los factores extrínsecos por su parte, serían los que si
son negativos nos provocarían insatisfacción, pero que si son positivos nos causarían no –
insatisfacción. Y por otro lado, los factores intrínsecos, serían los que siendo estos
positivos causarían satisfacción, y siendo negativos no – satisfacción (Manso, 2002). Para
entender mejor todo esto veámoslo en un esquema:
FACTORES MOTIVADORES
Positivo Negativo
33
Por tanto, Herzberg (2003), considera que unas malas condiciones de trabajo, una mala
administración y un estilo de dirección deficiente generarán seguramente insatisfacción en
el trabajador. Por otro lado, una buena política, administración, estilo de dirección,
condiciones de trabajo, no generará de por sí mismo satisfacción. En cambi o, el
reconocimiento, el logro, el hecho de que el trabajo sea interesante, la responsabilidad, la
posibilidad de promoción si determinaran satisfacción, y su ausencia, insatisfacción.
Vemos como Herzberg le da una gran importancia a los factores intrínsecos al trabajo,
cosa que hasta entonces en esa época se había subestimado demasiado. El autor señala
lo relevante que es que el trabajador se sienta a gusto en su trabajo, pero no por las
condiciones físicas (que también) sino porque le guste lo que hace, porque vea en ello un
desafío, porque crea que hacer eso merece la pena.
Herzberg quiso demostrar con su teoría además, de todo lo anterior dicho, que el salario,
como creen la mayoría de los trabajadores, y aún hoy en día, no es suficiente para que un
trabajador este motivado. No estamos diciendo que no sea importante simplemente que no
es suficiente.
¿Pero que más necesita un trabajador? Como hemos visto en el estudio que Herzberg
realizó, la mayoría de factores que nos motivan y nos causan satisfacción en el trabajo son
el hecho de poder promocionarnos y tener la posibilidad de ascender en la escala
jerárquica de la empresa, el hecho de que se reconozca mi trabajo y mis méritos, de que
me otorguen responsabilidades, etc.
Es decir, los empleados, aunque parezca mentira, le dan mucha importancia a una
“palmadita en la espalda” a un “Juan hoy has hecho un gran trabajo, te felicito por tu
evolución”, o a cualquier incentivo no económico y no material, que les haga sentir que
valen para ello y que son capaces. Es lo que llamaríamos el salario emocional. ¿Qué
quiere decir salario emocional? Pues que no sólo el salario económico es lo que
demandan nuestros trabajadores, sino que también necesitan recibir esa parte del salario
en forma de elogios, en forma de “Juan te dejo al mando esta tarde, confío en ti”, o en
forma de “tómate la tarde libre que te lo mereces” A las personas nos encanta que nos
reconozcan las cosas cuando las hacemos bien, eso nos motiva a hacerlas mejor. Es por
eso que últimamente en las empresas se oye hablar de ese salario emocional, esa parte
del salario que no se recibe con dinero.
34
Pero, llegados a este punto en el que dicho salario emocional está cobrando tanta
importancia en las organizaciones, ¿podría llegar al punto de sustituir al salario
económico? La respuesta es NO. Nadie niega que cuando una persona está mal de dinero
y no llegue a fin de mes, le dé igual la palmadita en la espalda o un “qué bien lo has
hecho”, ya que está claro que tiene otras prioridades. Pero una vez están las necesidades
básicas cubiertas, tal y como decía Maslow, el trabajador necesitará ir más allá y buscar su
autorealización en este caso en el ámbito laboral. Ambos, tanto el salario económico como
el salario emocional, son altamente imprescindibles para tener a unos empleados
satisfechos, felices y motivados en el puesto de trabajo, por ello ninguno de los dos podrá
sustituir al otro porque, por lo menos hasta el día de hoy, los dos son indispensables.
35
Cuadro nº5
Principios del desarrollo Vertical (Herzberg 2003, citado en López 2005)
Principio Motivadores
Suprimir controles pero manteniendo Responsabilidad
responsabilidad
Logro
Dicho desarrollo vertical fue aplicado durante las décadas de 1970 y 1980 en
muchas empresas de gran prestigio, como ITT, Sherwin-Williams, IBM, General
Electric en EEUU y Olivetti, Vol vo y Phillips en otros países. Los resultados
fueron variados: algunos han tenido éxitos notables, otros programas han sido
menos satisfactorios, y estos resultados se derivan de las dificultades de su
aplicación, al requerirse de una gran cantidad de tiempo, paciencia, apoyo de
seguimiento, y en general, una política de apoyo a estos programas de largo
plazo, y una gran coordinación con otras funciones de la organización como los
sistemas de evaluación de puestos de trabajo y remuneración, sistemas de
planificación de la trayectoria profesional, programas de evaluación de
supervisores y directivos y mejoras en los sistemas de datos y tecnología
maquinaria (pág. 32)
A modo de resumen, los principios extraídos de dicha teoría, y siguiendo a Acereda (2013)
son:
36
2. Lo contrario en el continuo de satisfacción es no-satisfacción y de insatisfacción es
no-insatisfacción
3. Los factores que favoreces la satisfacción son independientes de los que p roducen
insatisfacción. Eliminando los factores que generan insatisfacción, se puede lograr
la paz y hasta la serenidad, pero no necesariamente la motivación.
4. El hombre normalmente se siente estimulo por lo que hace, sobre todo si le gusta.
Mientras que los aspectos y vivencias circundantes próximas a su trabajo y a la
realización del mismo son, con frecuencia, fuente de insatisfacción.
5. Los factores motivadores (intrínsecos) ejercen una influencia más duradera que los
higiénicos (extrínsecos)
6. Para evitar la insatisfacción y generar al mismo tiempo satisfacción, deben
cuidarse ambos factores, higiénicos y motivadores, es decir ambos son
ESENCIALES.
Pese a todo ello, no hemos de desmerecer el trabajo realizado por Herzberg. Fue el primer
autor en analizar sus investigaciones sin apoyarse en modelos animales o de psicología
clínica. El autor deja claro que el salario no es el único incentivo por el cual los
trabajadores irán motivados al trabajo además, le dio importancia a los aspectos
intrínsecos al trabajo, cosa que hasta entonces había estado muy subestimado (Navarro,
2008).
38
PARTE EMPÍRICA
La investigación que se ha llevado a cabo en este trabajo surge de la idea tradicional que
se tiene en las empresas al creer que tan sólo con un buen salario, buenos horarios y las
vacaciones (factores higiénicos más determinantes) el trabajador ya debe sentirse
satisfecho, y rendir tal y como se espera de él. Sabemos, por la investigación teórica que
eso no es suficiente. Por tanto nos preguntamos: ¿son los factores higiénicos suficientes
para motivar? Para responderlo el objetivo propuesto ha sido:
Objetivo general
Hipótesis general
Hipótesis específica
39
2- Método, procedimiento e instrumentos
Sujetos
Para poder realizar esta investigación hemos utilizado a una muestra de 369 voluntarios
hombres y mujeres (N= 369), los cuales cumplirán con los cuatro requisitos de nuestras
variables independientes, que a continuación nombraremos.
Posición Jerárquica
Hombre Mujer
No Mando No Mando
Directivo Directivo
directivo intermedio directivo intermedio
56 27 6 204 64 12
15,17% 7,31% 1,62 55,28% 17,34% 3,25%
89 280
24,12% 75,88%
Total 369
%
60
50
40
30 Mujer
20 Hombre
10
0
No directivo Mando Directivo
intermedio
Edad
Hombre Mujer
25-30 31-35 36-40 41-45 46-50 51-55 + 55 25-30 31-35 36-40 41-45 46-50 51-55 + 55
34 11 18 6 8 10 2 104 67 39 35 20 13 2
9,21% 2,98% 4,87% 1,62% 2,16% 2,71% 0,54% 28,18% 18,15% 10,56% 9,48% 5,42% 3,52% 0,54%
89 280
24,12% 75,88%
Total 369
40
%
30
25
20
15 Mujer
10 Hombre
5
0
25-30 31-35 36-40 41-45 46-50 51-55 Más de
55
Edad en años
Antigüedad en la empresa
Hombre Mujer
Menos 1 De 1 a 3 De 4 a 6 De 7 a 10 Más de Menos 1 De 1 a 3 De 4 a 6 De 7 a 10 Más de
año 10 año 10
13 14 10 16 36 57 61 39 57 66
3,52% 3,79% 2,71% 4,33% 9,75% 15,44% 16,53% 10,56% 15,44% 17,88%
89 280
24,12% 75,88%
Total 369
% 20
15
10 Mujer
5 Hombre
0
Menos de De 1 a 3 De 4 a 6 De 7 a 10 Más de 10
1
Años de antigüedad
En esta muestra, tuvimos en cuenta 4 variables independientes de inicio, las cuales eran
sexo, edad, puesto jerárquico y antigüedad en la empresa. Por otro lado, formulamos un
seguido de cuestiones respecto a factores que motivan o desmotivan en la empresa, las
cuales quedan divididas de manera clara en los dos factores de Herzberg, los
motivacionales y los higiénicos, así al contar con 2 grupos de variables dependientes,
podremos analizar cada ámbito más general en vez de analizar variable a variable. Para
realizar el cuestionario formulamos dos afirmaciones por cada ámbito expuesto por
Herzberg dentro de ambos factores.
41
V1: Sexo
V2: Edad
V3: Puesto Jerárquico
V4: Antigüedad en la empresa.
ofrece mi empresa
Relación V13: Tengo una buena relación con mis compañeros de trabajo
con los
V14: Considero que hay un buen ambiente entre mis compañeros
compañeros
de trabajo
42
V23: Considero que mi jefe me delega las tareas que pert ocan
Responsabilidad
V24: Mi empresa valora mi responsabilidad en mi puesto de
Factores Motivadores trabajo
Crecimiento y V27: Considero que mi empresa me permite, con las tareas que
Procedimiento
En el siguiente apartado vamos a conocer cuáles han sido los planes de acción que hemos
utilizado para poder realizar dicha investigación.
3- Llegados a este punto, nos pusimos a realizar preguntas acerca de cada uno de
los ámbitos que Herzberg expone dentro de su teoría bifactorial, concretamente
dos preguntas por ámbito. Una vez las tuvimos todas, las pasamos a modo
afirmativo y mezclamos las afirmaciones de ambos factores, tanto los higiénicos y
los motivadores para construir el cuestionario de manera heterogénea.
43
4- Una vez realizado el cuestionario decidimos colgarlo a través de un programa web
(Google Forms) para poder facilitar la recogida de información de una manera más
cómoda y rápida. Asimismo, realizamos una pequeña parte introductoria, donde se
exponía en qué consistía el cuestionario y la forma de contestar adecuadamente.
6- Antes de acabar, y para conseguir más muestra, solicitamos ayuda a las páginas
de Informers de Facebook de más de 50 poblaciones de Cataluña los cuales nos
ayudaron de manera grata colgando nuestro link en sus páginas y permitiéndonos
llegar a mucha más población.
Instrumento utilizado
Debido a que queríamos conocer si es cierto que el pensamiento tradicional todavía a día
de hoy sigue presente en muchas empresas, hemos realizado un cuestionario donde
pudiéramos conocer cuál es el estado de la cuestión sobre el tema. Así pues, toda la
información que iremos exponiendo a continuación, ha sido extraída de los datos
recogidos en nuestro cuestionario. Hay que remarcar que las variables principales serían
aquellas que nos permitirían clasificar a los sujetos en función de un ítem. Por ello, hemos
utilizado las variables de sexo, edad, posición jerárquica y antigüedad (variables
independientes) para agrupar los resultados. Respecto a las variables dependientes, que
serán los factores motivacionales e higiénicos de Herzberg (variables dependientes).
Para poder interpretar los datos obtenidos del análisis estadístico, primero deberemos
conocer cuáles han sido las respuestas dadas por los sujetos y éstas, gracias al programa
DYANE estarán representadas en un gráfico en el que se nos muestre, a su v ez, el valor
44
de Chi cuadrado (x²) perteneciente a los resultados del test. Para cada puntuación de la
Chi cuadrado (x²) obtendremos un valor de p. Deberemos tener en cuenta que:
b) Es importante saber que los resultados de las pruebas pueden variar ya que dependerá
de varios factores que intervengan en cada persona. Así, los sujetos podrán verse
influenciados por los distintos factores.
c) Para poder realizar este estudio, utilizamos un intervalo de confianza del 0.05 (α=5%) de
modo que la posibilidad de error que encontremos en nuestra muestra sea mínima. Con
ello, consideraremos que existirán diferencias significativas entre los sujetos siempre que
el valor de p sea igual o menor a 0.05. Por lo tanto, los resultados de cada uno de los
individuos de la muestra diferirán en función de la variable analizada.
Una vez hemos tabulado todos los datos obtenidos, y tras aplicar el programa estadístico
DYANE, expondremos una tabla donde se podrá ver cada una de las cuatro variables
independientes en relación con el resto de variables dependientes. Tenemos que destacar
que vamos a utilizar el valor de “p” o “valor de significancia ”, para probar que existe una
diferencia real. Así pues, cuando el valor de “p” es menor a 0,05 nos indicará que tenemos
un 95% de probabilidad de que nuestros resultados no sean producto del azar, por ello,
nosotros vamos acabar seleccionado únicamente los casos donde haya una diferencia
estadísticamente significativa.
45
Valor Diferencias
Variable Factor Variable cruzadas
de la x² significativas
V1. Sexo Motivador V32 Logro 11,5272 p = 0,0419
Debido a las pruebas estadísticas realizadas con el valor de x² nos permite hacer un
análisis comparativo entre las variables independientes y las dependientes. Por ello, a
continuación desglosaremos los resultados, viéndolos en cada ámbito:
46
VARIABLE 1. SEXO:
Con los resultados obtenidos podemos observar como existen diferencias significativas
entre hombres y mujeres respecto a la creencia de que hacen su trabajo de manera
correcta. El porcentaje de hombres en desacuerdo dobla al de mujeres en desacuerdo.
Observamos que un 5,7% del total de hombres encuestados reconoce sentir que hace
bien su trabajo, frente a un 2,7% del total de mujeres encuestadas. Esto quizás se puede
atribuir al hecho de que los hombres suelen ser más críticos con ellos mismos. Aun así,
hemos de destacar que la gran parte de los encuestados, tanto hombres como mujeres
estaban bastante y totalmente de acuerdo con la afirmación, por tanto sienten que hacen
bien su trabajo.
VARIABLE 2. EDAD
Los resultados obtenidos nos muestran discrepancias entre los participantes con edades
de más de 55 años y los demás rangos de edades. En todas las edades más del 50% de
los participantes afirmaba compartir los ideales de su empresa, pero la diferencia con los
que afirmaban lo contrario no es muy relevante. En cambio, en los participantes de más de
55 años la brecha entre respuestas es muchísimo más grande , sólo el 25% afirmaba estar
en desacuerdo, frente al 75% que afirmaba estarlo.
48
Edad - V21 (Pienso que la crisis provocará un pronto cierre y/o despidos en
mi empresa)
Edad - V16 (Mi trabajo me permite tener tiempo libre para estar con mi familia
y amigos)
49
Con los resultados obtenidos podemos volver a ver como existen diferencias significativas
entre la población más joven y la más mayor. En los rangos de edades de 25 a 40 más del
doble de personas opinan que su empresa les permite tener tiempo libre, en cambio por
otro lado vemos que el rango de edad de 51 a 55 años opina en general lo contrario, un
52% está en desacuerdo, llegando a estar un 4% totalmente en desacuerdo. NO SÉ HA
QUE ATRIBUIRLO
Los resultados obtenidos nos muestran como la mayoría de la población se siente acogida
por su empresa independientemente de su posición jerárquica en la empresa. No obstante
también muestran que quienes más se sienten acogidos son los directivo s frente a los no
directivos y los de mando intermedio. Tan sólo el 5% de los directivos no se sentían
acogidos por su empresa, frente al 30% de los no directivos. Esto puede ser atribuible a
50
que los directivos suelen tener más beneficios empresariales intangibles que los demás, al
gozar de mayor posición jerárquica se les trata de una manera más positiva.
Los resultados nos vuelven a mostrar claras diferencias entre los directivos, y las otras dos
posiciones jerárquicas, no directivo y mando intermedio. El 83,3% de los directivos creen
estar bien pagados según su formación y experiencia frente al 4 5% y 46,1% de los no
directivos y mando intermedio, respectivamente. Más de la mitad de participantes que no
eran directivos negaron estar de acuerdo con esta afirmación, en cambio sólo un 16,6% de
los directivos lo hizo. Esto es así porque los directivos suelen estar bastante mejor
pagados respecto a los demás trabajadores, en cambio en estos últimos la relación
trabajo-salario no suele ser la justa.
51
Los resultados obtenidos nos vuelven a mostrar grandes discrepancias entre los no
directivos y los directivos. El 77,7% de estos últimos opinan que en su empresa existen
posibilidades de promoción, en cambio sólo el 37,7% de los no directivos opina lo mismo.
Por otro lado, el porcentaje de no directivos que cree que no hay posibilidades de
promoción y desarrollo en su empresa llega a triplicar el porcentaje de directivos que
opinan lo mismo. Volvemos a ver como los directivos gozan de mayores beneficios
empresariales intangibles en este caso el de la promoción, esto puede ser debido a que
los no directivos suelen ser más negativos a la hora de pensar en su futuro laboral.
Los resultados vuelven a dejar en evidencia la diferencia que existe entre los directivos y
los no directivos frente al sentimiento que tienen sobre si su empresa reconoce y valora el
trabajo que realizan. Un 77,7% de los directivos afirma sentir que se reconoce su trabajo,
frente al 53,8% de los no directivos que afirman lo contrario. De nuevo nos volvemos a
encontrar con que los directivos gozan de más beneficios que los no directivos. Vemos
como en los primeros se tienen en cuenta los factores motivadores y en cambio en los
últimos no. Este resultado puede ser atribuido a qué los no directivos piensan que sus
52
jefes sólo tienen en cuenta resultados, sin que se interesen por cómo han realizado el
trabajo, por ejemplo.
En los resultados anteriores podemos ver como vuelve a existir una diferencia entre la
opinión de los directivos y la del resto de trabajadores. Por eso mismo, podemos observar
como un 72,2% de los directivos considera que los logros reiterados si que son
recompensados en sus empresas. Por otro lado, vemos como los no directivos y mandos
intermedio, están en desacuerdo, 67-60% respectivamente, por lo que opinan que en sus
empresas los logros reiterados no van seguidos de recompensas u otros beneficios. Esto
puede ser debido a que los directivos tienen más beneficios, como hemos estado diciendo
hasta ahora, que los demás trabajadores sólo por la posición jerárquica que ocupan en la
empresa. Es por eso, que en ellos los logros son recompensados y en el resto de los
empleados no todo
53
Respecto a los resultados obtenidos podemos vislumbrar como vuelve a existir una
diferencia significativa entre los directivos y el resto de posiciones. Por un lado vemos
como los primeros consideran un 88,8% que su empresa valora su responsabilidad en el
puesto de trabajo. Por otro lado, un 46% de los no directivo s y un 36,2 de los mandos
intermedios piensan que no se les valora. Estos resultados podrían atribuirse al hecho de
que los jefes delegan más en los directivos ya que creen que estos conocen mejor la
empresa y por ende son más capaces de confiar en sus aptitudes y por tanto darles más
responsabilidades que no los mandos intermedios o los no directivos.
Volvemos a observar una clara diferencia entre los directivos y el resto de los trabajadores.
Sólo el 11% de los directivos afirma no compartir sus ideales con los de su empresa frente
al 46,5%. Como vemos casi la mitad de los no directivos encuestados no comparten los
ideales de su empresa, hecho que es algo preocupante ya que esta es una de las razones
por las cuales el empleado se puede sentir más cohesionado dentro de ella. El porqué de
54
este resultado es algo paradójico ya que sería más lógico pensar que contra más puesto
tienes en la empresa más compartes tus ideales con ella, pero como vemos esto no es así.
Quizás porque a los directivos no les preocupa tampoco el hecho de compartirlos o no, y
sólo se preocupan de mantener su puesto.
Los resultados obtenidos nos muestran claras diferencias entre los directivos – no
directivos. Vemos como los directivos opinan en un 61,1% que el pertenecer a su empresa
les hace tener más status social en cambio, un 61,9% de los no directivos está en
desacuerdo con esta afirmación. Por lo que respecta a los mandos intermedios, no se
posicionan muy al extremo por lo que un 50,5% de ellos estarían en des acuerdo con dicha
afirmación y pensarían por tanto que el pertenecer a su empresa no les hace tener más
status social, y un 49,4% opinaría que sí. El porqué de este resultado es claro, los
directivos tienen mejor posición jerárquica en la empresa y es por ello que creen que esto
les hace presentar más status social y viceversa.
55
Posición jerárquica - V10 (Mi jefe se preocupa por mí)
Los resultados obtenidos nos vuelven a dejar ver las diferencias que existen entre los
directivos y mandos intermedios y los no directivos. De estos últimos casi la mitad, un
49,2% opina que su jefe no se preocupa por él, en cambio un 65,9% de los mandos
intermedios, y un 72,22% de los directivos opinan que si que se preocupan por ellos.
Como podemos ver, contra más baja posición jerárquica más tendencia a creer que el jefe
no se preocupa por ellos y viceversa, esto puede ser debido a que como hemos dicho en
el trabajo la empresa no tiene en cuenta a sus trabajadores, sino que sólo les interesan los
resultados que estos le ofrecen, dejando de lado a las personas que en sus trabajadores
habitan.
56
Los resultados obtenidos nos muestran una clara diferencia entre los directivos y los no
directivos. Casi un 40% de los directivos considera sentirse superior a los demás por el
hecho de pertenecer a su empresa, en cambio sólo un 11% de los no directivos se sienten
así. El porqué está claro, los directivos presentan cargos más altos, de más renombre y
cobran más que los no directivos, por ello algunos se sienten superiores.
VARIABLE 4. ANTIGÜEDAD:
Los resultados nos demuestran que en su mayoría con una media del 70% todos los
rangos de antigüedad se sienten acogidos, es decir hay un acuerdo casi unánime. Quizás
cabría resaltar el grupo de 4 a 6 años, donde el tanto por ciento baja al 60%. Esto podría
deberse a que en esa franja de antigüedad en la empresa, los trabajadores han pasado la
“ilusión” de los primeros años, y tienen la sensación de que la empresa les acoge menos
porque ya no es como antes. Además también puede ser que en ese momento se hayan
vuelto más exigentes ya que coincide con el momento en el que las empresas más suelen
contratar de manera fija y por tanto quizás esperan más de lo que tenían hasta entonces.
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Antigüedad – V9 (Considero que la relación con mi jefe es buena)
Los resultados demuestran que en su mayoría todos los grupos consideran acertada esta
afirmación, pero en el grupo de 1 a 3 años los trabajadores sienten de manera más
significativa que en los demás grupos, que su relación con el jefe es buena.
Esto puede ser debido a que, tal y como hemos mencionado en el anterior, los
trabajadores pueden tener la sensación de que tienen una mejor relación con el jefe, ya
que quieren ganarse un contrato fijo e intentan acercarse y llevarse mejor con él.
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Los resultados obtenidos dejan en evidencia la gran diferencia que existe entre los rangos
de antigüedad de 7 a 10 años, y más de 10. Los primeros creen en un 39,7% que su
trabajo sí que es reconocido, frente a un 60,2 que opina que no. En cambio, en el rango de
más antigüedad en la empresa sucede asombrosamente lo contrario, un 62,7% opina que
su trabajo sí que es reconocido frente a un 37,2% que no. Respecto a las personas con
menos antigüedad en la empresa las respuestas entre ambos grupos de acuerdo y
desacuerdo es más o menos equitativa excepto un pequeño despunte en el rango de 4 a 6
años en el cual los trabajadores que opinan que su trabajo no es reconocido casi dobla a
los que opinan que sí (61,2%-38,7).
Esto podría deberse a que la empresa sólo tiene en cuenta los factores motivacionales a
los trabajadores con más antigüedad, es decir los de toda la vida que llevan a su lado año,
dejando de lado a los de menos antigüedad, quizás porque creen que como hemos dicho
en el trabajo con los factores higiénicos estos ya son felices.
Los resultados obtenidos muestran que los trabajadores con más antigüedad consideran
que su empleo les proporciona estabilidad en el tiempo, esto es debido a que como ya
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llevan años en ella se ven ya muy anclados a la empresa. Pero además, los trabajadores
con menos antigüedad, de menos de 1 año a 3 también están de acuerdo con esta
afirmación, esto puede deberse a la ilusión primeriza que te da el tener un primer trabajo
ya que este te da una estabilidad, pero tan sólo necesaria para satisfacer las necesidades
básicas de Maslow. En cambio en los primeros los directivos, las necesidades básicas ya
estarían más que satisfechas y la estabilidad que les proporciona el puesto les paliaría la
necesidad de seguridad.
Los resultados obtenidos nos muestran una gran diferencia entre las franjas de 7 a 10
años y menos de 1 año. Un 82,1% de los trabajadores encuestados de entre 7 y 10 años
de antigüedad en su empresa opina que alguna vez ha sentido que no se valoraba su
esfuerzo y que sólo se tenía en cuenta el resultado. Por otro lado, los recién llegados a las
empresas, con menos de un año de antigüedad, tan sólo el 43% opinan de esa manera, la
mitad de los anteriores. Aun así los resultados son desalentadores ya que en todas las
franjas de antigüedad la mayoría estaban de acuerdo con la afirmación, incluso llegando a
ser el doble las personas que estaban de acuerdo de las que no como es el caso de los
que llevan más de 10 años. El único rango en el que las personas que habían negado
sentirse de acuerdo con la afirmación eran mayoría es en el de 1 a 3 años, y aún así la
diferencia es mínima (50,6% en desacuerdo frente a 49,3% de acuerdo). Esto se debe a
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que las empresas aun siguen sin entender que no tan sólo deben de apostar por sus
empleados en función de los resultados que hacen sino tambié n en función de lo que son
como personas, es decir tiene que considerar el esfuerzo que ponen en cada tarea y
demostrárselo a ellos para que estos se enriquezcan y puedan seguir hacia adelante.
4- Discusión y conclusiones
Cabe resaltar que respecto al resto de variables que aparecen en el cuestionario, no hemos
encontrado resultados significativos, por lo que han sido descartadas para el análisis
específico.
A nivel general:
Primero, como hemos planteado anteriormente muchas empresas, todavía a día de hoy
siguen creyendo que los factores higiénicos son suficientes para que sus trabajadores
vayan felices al trabajo. Como hemos expuesto a lo largo del análisis de la parte empírica
vemos que, aun son muchas las personas, aunque no en mayoría, que consideran que los
factores motivadores no están presenten en su día a día.
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Segundo, hemos de reconocer que han sido también muchas las personas que han
respondido de manera positiva los ítems motivadores, siendo estos en su mayoría los
trabajadores con más antigüedad y jerarquía en la empresa.
A nivel específico:
- Variable 1 Sexo:
1- Los hombres creen, muy por encima de las mujeres, que no realizan bien su
trabajo, o por lo menos a si se sienten ellos. Por otro lado las mujeres sí que
consideran que lo realizan de manera adecuada.
- Variable 2 Edad:
2- Además, en una amplia mayoría, el grupo más mayor no comparte los ideales de
su empresa y cree que su empresa podría verse afectada por la crisis actual.
3- En general los más jóvenes consideran que su empresa les permite tener tiempo
libre para estar con su familia y amigos a diferencia de lo que piensa el grupo más
mayor.
1- Vemos que las diferencias en esta variable están, en su mayoría, entre los
directivos y los no directivos. Los primeros comparten los ideales de su empresa y
se sienten bien pagados y acogidos por ella a diferencia de los no directivo s que
opinan que no existen posibilidades de promoción, que su trabajo no es reconocido
y que los logros reiterados no son recompensados. Esto nos deja ver la gran
diferencia de trato que reciben los trabajadores dependiendo de su posición
jerárquica y que es en cuanto menos injusta.
2- Contra más baja es la posición jerárquica existe más tendencia a creer que el jefe
no se preocupa por ellos.
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3- La mayoría de los directivos cree que el pertenecer a su empresa le otorga mayor
status social e incluso algunos opinan que les hace sentir superio r a los demás.
- Variable 4 Antigüedad:
Conclusiones
Pero aun así, otro factor que nos ha llamado enormemente la atención son las grandes
diferencias que nos hemos encontrado en función de la posición jerárquica de las
empresas. Es obvio el reconocer que un directivo, cobrará más que un mando intermedio y
que estos a su vez cobrarán más que un trabajador base. Pero, ¿a caso no todos se
merecen que sus trabajos sean reconocidos? Los resultados como ya hemos mencionado
han puesto de manifiesto que los directivos reciben mejor trato en ese sentido que los no
directivos, o por lo menos los trabajadores así lo reconocen y así lo sienten. Esto puede
ser debido a que las empresas probablemente consideran de manera errónea que lo que
les hace sentir bien a unos es distinto de lo que les hace sentir bien a los otros.
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No debemos de olvidar que ambos querrán cobrar bien, pero que ambos querrán también
reconocimientos, halagos, recompensas intangibles, posibilidades de promoción, etc. No
debemos olvidar ni los factores motivacionales ni los factores higiénicos ya que ambos
serán clave para que el trabajador saque todo el potencial que lleve d entro. Ni los jefes
quieren sólo reconocimientos, ni los no directivos quieren solamente dinero. La cuestión va
mucho más allá.
Los directivos deben de crear valor en sus trabajos, como bien dictaba Herzberg (1959) un
trabajador no puede hacer un buen trabajo cuando no tiene un buen t rabajo para hacer. Es
decir, hemos de intentar llenarles de desafíos, hacer que se superen día a día, que
alcancen su mejor y mayor yo, para que así se sientan realizados, reconocidos, para que
así vean que su trabajo les hace llegar cada día más lejos, que vayan al trabajo con
ilusión, con ganas de aprender y de hacer más y más. Hemos de dejar de lado visiones
tradicionales donde el trabajador sólo hacía su faena, se le pagaba un salario y este se
marchaba a casa. A día de hoy el trabajador pasa más horas en el trabajo que en casa y
es por ello que las condiciones en las que este se somete allí deben de ser lo más
positivas posibles.
Una vez realizado el trabajo podemos dar respuesta a nuestras hipótesis principales:
Corroboramos esta hipótesis puesto que los resultados han afirmado que no existen
muchas diferencias significativas. Tanto los trabajadores mayor es como los jóvenes creen
que reciben beneficios tanto higiénicos como motivadores, aunque sí que es cierto que no
todos reciben todo y que existen algunas diferencias.
Corroboramos esta hipótesis puesto que los resultados han dejado en evidencia que no
existen casi diferencias significativas en función del sexo, sino que tanto hombres como
mujeres se consideran tratados de igual manera, y creen que reciben beneficios tanto
higiénicos como motivadores.
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Rechazamos esta hipótesis ya que a la vista de los resultados obtenidos en la parte
empírica hemos podido observar como las empresas de hoy en día tienen visiones muy
distintas respecto a que les hace sentir bien a sus trabajadores dependiendo de si est os
son no directivos, mando intermedio o directivos. Hemos podido ver como los directivos
gozan de beneficios motivacionales en cambio los de bajo nivel jerárquico no tanto como
se debería. Concluimos por tanto que las empresas creen que los directivos si que
necesitan esos beneficios motivacionales para sentirse bien y estar motivados en cambio
cree, erróneamente, tal y como hemos visto en la parte teórica, que a los no directivos con
ofrecerles unas buenas vacaciones, un buen salario y una buena remunerac ión ya está
todo hecho.
Por último, volvemos a corroborar dicha hipótesis puesto que los resultados han dejado en
evidencia que las empresas no tienen en cuenta el factor antigüedad a la hora de tratar a
sus empleados. Como hemos visto, todos ellos independientemente de su antigüedad han
creído que carecían de factores motivacionales en sus puestos de trabajo.
A modo general, podemos observar que, a diferencia de lo que las empresas consideran,
los trabajadores no se sienten bien en sus puestos de trabajo sólo con los factores
higiénicos, sino que también necesitan los factores motivacionales.
Los trabajadores tienen necesidades que no pueden ser satisfechas por medio del salario,
sino que deben ser satisfechas por medio de beneficios o incentivos no económicos que
recibe en su trabajo, los cuales son de tipo humano y social. Para los trabajadores es muy
importante sentirse apreciados por sus superiores. El saber que son importantes como
persona, que se les reconoce su trabajo y esfuerzo es crucial para hacer que su actitud
sea más positiva. Y esto se puede llegar a conseguir ofreciéndoles más beneficios
motivacionales. Es por ello que creemos que sería conveniente que se realizara más
sensibilización entre los directivos y gerentes de las empresas para que no nos
encontremos con personas con pensamientos tan negativos sobre su trabajo. Que se le
diera importancia no sólo a los factores higiénicos o solo a los motivacionales, sino que la
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visión que se tenga de ellos es que ambos son indispensables para conseguir trabajadores
felices en sus puestos, ya que lo visto en este trabajo no sólo pasa en empresas grandes o
en multinacionales, sino que también sucede en empresas pequeñas y es alg o que
deberíamos de cambiar.
A pesar de estas limitaciones, creemos que este trabajo puede contribuir a un mejor
entendimiento de lo que supone la satisfacción del trabajador, a cómo las empresas deben
ayudar a la automotivación personal, siendo catalizadores del propio generador de
motivación del trabajador, independientemente de su sueldo, sus vacaciones y sus
horarios. Creemos que si esto se consigue, la vida laboral de los trabajadores, en general,
se verá fuertemente enriquecida y reconocida, con las repercusiones positivas que esto
conlleva para el propio trabajador y para la empresa en general. Si podemos contribuir en
algo a ello, nos sentiremos muy satisfechas.
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Bibliografía
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3ª. Edición. México: Editorial Trillas
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Santesmases, M. (2005). DYANE. Diseño y análisis de enc uestas (versión 3). Madrid:
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demás y motivarse a sí mismo. Madrid: Esic Editorial.
Urcola, J. L. (2010). La Revolución Pendiente. Las pers onas en el centro de las organizaciones .
Madrid: Esic Editorial.
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Anexo
Datos Sociodemográficos
1. Indique su sexo
Hombre
Mujer
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3. ¿Qué puesto de trabajo ocupa en su actual empresa?
Escoja la opción que se acerque más a su puesto de trabajo. Los directivos serían los altos cargos, los
mandos intermedios serían los encargados o los jefes de equipo, y los no directivos serían el resto del
personal de plantilla, como peones, ayudantes o trabajadores de primera.
Directivo
Mando Intermedio
No directivo
Menos de 1 año
De 1 a 3 años
De 4 a 6 años
De 7 a 10 años
Más de 10 años
Esta parte del test se compone de 28 afirmaciones las cuales deberás responder con una
cruz en la casilla correspondiente marcando por tanto el grado de acuerdo que presentas
con cada una de ellas.
Algo de acuerdo
Totalmente en
Totalmente de
Bastante en
Bastante de
desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
acuerdo
Algo en
70
Las condiciones físicas de mi trabajo son buenas
Mi trabajo me permite tener tiempo libre para estar con mi familia y amigos
Considero que mi empresa me permite, con las tareas que realizo, sentir
que “crezco” a nivel personal
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