La Intrusion de La Psicologia A La Iglesia
La Intrusion de La Psicologia A La Iglesia
La Intrusion de La Psicologia A La Iglesia
” Salmo 119:105
LA PSICOLOGÍA Y EL
CRISTIANISMO
La intrusión de la psicología en la teología cristiana
•Introducción
•Parte 1. El pecado y la auto estima
•Parte 2. Encontranto el "Encuentro"
•Parte 3. El misticismo psicológico
•Conclusión
Hay muchos temas que dividen a los cristianos el día de hoy, pero no hay tema que sea
más controversial que el de las relaciones entre la psicología secular y la teología
cristiana. Algunos maestros cristianos populares están dispuestos a abrazar las teorías
y prácticas de la psicología moderna e integrarlas con las verdades cristianas bíblicas.
Después de todo, como ellos a menudo lo explican, “toda verdad es la verdad de Dios.”
Otros rechazan completamente la psicología moderna, se refieren a ella con
desaprobación como “psico-parlería,” y condenan los escritos de quienes se atreven a
citar los hallazgos de quienes la practican.
Aunque que yo sí creo que algunas de las teorías psicológicas y prácticas que están
siendo introducidas en el cristianismo distorsionan importantes doctrinas bíblicas y
potencialmente pervierten la misión y ministerio de la Iglesia, yo no demonizo o
rechazo la psicología moderna. Como un cristiano luterano mi posición en este asunto
se basa en dos perspectivas de la Reforma: la doctrina de los dos reinos, y la
centralidad del Evangelio de Jesucristo.
La teología de Martín Lutero en cuanto a los dos reinos era, desde su perspectiva,
secundaria solamente en importancia a su descubrimiento de la doctrina central de la
justificación. Lutero correctamente enseñó que hay un reino del lado izquierdo, regido
por la ley, que involucra la interacción del hombre natural; y un reino del lado derecho,
que es la Iglesia, regido por el Evangelio. Él describió estos reinos como el reino del
poder de Dios y el reino de la gracia de Dios.
Se nos dice hoy que el grito de batalla de la Reforma era: ¡Sola Scriptura! ¡Sola Gratia!
¡Sola Fide! (Sólo la Escritura, sólo la gracia, sólo la fe). Pero, ¿es esto lo que Lutero
realmente creía y enseñaba? En cuanto a la teología de Calvino, es incuestionable que
más que derivarlo de un estudio diligente de la Biblia, él impuso sobre la Biblia ciertas
ideas preconcebidas de su trasfondo católico romano que lo encerró en una errónea
interpretación.
Tanto Lutero como Calvino reconocían que dentro del reino de poder, o el reino del lado
izquierdo, el hombre natural y pecador a menudo exhiben cualidades virtuosas que son
agradables a Dios y serán recompensadas en esta vida. No cada persona nacida de la
raíz de Adán es un pícaro practicante. Pero cuando se trata de la justicia y de la
salvación eterna ofrecida en Cristo Jesús, cada persona, a pesar de sus cualidades
virtuosas y estilo de vida responsable, es un pecador miserable, enfrenta el juicio
divino y necesita el perdón de sus pecados y la justicia perfecta ofrecida en el
Evangelio de Jesucristo.
Por lo tanto, por causa de la variedad en la conducta que existe dentro del mundo de
los pecadores, el ejercicio legítimo de la psicología es buscar entender las causas y las
consecuencias de esa diversidad. ¿Por qué algunos pecadores, nacidos así por haber
heredado una naturaleza caída, actúan moral y virtuosamente, mientras otros son
delincuentes, pervertidos y depravados? ¿Hay una causa y un efecto producidos por el
medio, los factores genéticos, la fisiología o la neurología? Si es así, ¿cuáles son la
causa y el efecto? Así, se tiene el estudio de la psicología.
Así que, mientras yo acepto la psicología moderna como una disciplina legítima dentro
de las ciencias sociales, rechazo la idea de que la psicología pueda ser integrada con la
teología bíblica. La psicología tiene un lugar, y debe permanecer en ese lugar.
Enfocándonos en el evangelio:
Hay tres verdades bíblicas vitales que definen el propósito de la predicación del
Evangelio, el poder del Evangelio y el Evangelio como medio por el cual nuestro Señor
Jesucristo viene a nosotros. Estas tres verdades están al presente siendo amenazadas
o distorsionadas por la intrusión de la psicología moderna en la Iglesia Cristiana.
Permítanme primeramente compartir en forma breve estas tres verdades con ustedes y
entonces discutir cómo las teorías y técnicas psicológicas las han distorsionado.
I. EL PECADO Y LA AUTO-ESTIMA
Durante los cien años pasados, los psicólogos seculares han propuesto cierto número
de teorías para explicar las diversas dinámicas de la conducta humana. Las dos
principales escuelas de pensamiento, el freudianismo y el conductualismo, redujeron al
hombre a una criatura cuya conducta estaba determinada por fuerzas externas a él, ya
fueran deseos reprimidos o el condicionamiento producido por las recompensas y los
castigos.
Falsos maestros
“El principal beneficio de los padecimientos de Cristo es que el hombre vea dentro de
su verdadero ser, y que él se sienta aterrado y destrozado por esto. A menos que
busquemos ese conocimiento, no derivaremos mucho beneficio de la pasión de Cristo…
Quien sea tan duro de corazón y encallecido para no sentirse aterrado por la pasión de
Cristo y conducido a tener un conocimiento de sí mismo, tiene razones para temer.” (4)
“Si nuestro pecado es visto como la causa de la muerte de Jesús en la cruz, entonces
nosotros mismos hemos llegado a ser víctimas de una ‘andanada psicológica’ producida
por la cruz. Cuando soy llevado a sentir que el dolor y el tormento de la muerte de
Jesús en la cruz se debe a mi pecado, me estoy castigando a mí mismo con un tormento
espiritual y psicológico.” (5)
Después de una asamblea general, los pastores y las diaconisas se dividieron en tres
grupos mixtos pequeños, para lo que se llamaba “Entrenamiento para la sensibilidad,”
o “Encuentro.” Los grupos pasarían alrededor de doce horas juntos. El propósito era
interactuar en un ambiente no estructurado con el fin de despojarse unos a otros de
sus apariencias, quitarse las “máscaras,” descubrir las inseguridades personales, ser
“reales,” y arribar finalmente a un lugar de mutuo amor, respeto y apoyo.
¿Qué es el encuentro?
A medida que han pasado los años, he intentado entender la “experiencia del
encuentro.” Yo he llegado a algunas conclusiones, sin embargo, las dinámicas de la
personalidad humana permanecen un misterio. Mientras que no es difícil entender qué
sucede en la experiencia del encuentro, no creo que alguno entienda plenamente por
qué sucede.
Primeramente, la experiencia del encuentro no tiene nada en absoluto que ver con el
cristianismo, con el Evangelio, con el Espíritu Santo. Es una simple técnica de psicología
desarrollada por el Dr. Kurt Lewin en la década posterior a 1940, y fue popularizada por
el psicólogo humanista el Dr. Carl Rogers como una parte de su Terapia Centrada en el
Paciente. Roger usó la técnica como un método desarrollar una mayor sensibilidad,
apertura y empatía en los terapistas. En la década que siguió a 1960 y 70, el encuentro
llegó a ser “la cosa de moda” en el Movimiento de la Consciencia Humana y fue el
primer rasgo prominente del Movimiento del Potencial Humano.
Pero, como es a menudo el caso, los cristianos cargaban sus carretillas en los
botaderos de basura de la psicología moderna.
¿Un viaje rápido a la santificación?
En los años que siguieron a 1970 y 80, Lyman Coleman desarrolló los “Talleres
Serendipity” que eran versiones “cristianizadas” de encuentros mezclados con estudios
bíblicos. Los participantes en estos grupos eran conducidos a través de cuatro pasos:
“Abrelatas” – actividades diseñadas para quebrar las barreras psicológicas; “Eventos
bíblicos” – discusión de un tópico bíblico; “Escritura pesada” – examinar un tema a un
nivel más profundo; y “Eventos de crecimiento” – una experiencia de encuentros en los
cuales los participantes eran animados a abrirse y exponer sus almas. Es mi opinión
que estos talleres habrían sido justamente tan efectivos para producir una experiencia
de ésas que afectan toda la vida, si el grupo hubiera estudiado el Corán o el Libro de
Mormón en vez de la Biblia.
Los que intentan usar la dinámica del encuentro en un contexto cristiano son a menudo
francos y honestos acerca de sus intenciones. Por ejemplo, yo asistí a un evento de fin
de semana llamado “Adolescentes encuentran a Cristo”. Al final, a los adolescentes se
les dijo que invitaran a sus amigos a la siguiente reunión, pero que no les dijeran que
es lo que allí sucede. He conocido a miembros de la iglesia enojados que asistieron a un
pequeño grupo de estudio bíblico solamente para ser lanzados, si sospecharlo, a una
dinámica de encuentro Serendipity. Hace algunos años yo jugué golf con un pastor que
dirigía grupos de “Encuentro de matrimonios cristianos.” Yo le pregunté: ¿Qué ocurre
en estos grupos?” Él respondió: “Se supone que no revelamos eso. Vaya y véalo usted
mismo.” Si los pastores cristianos y líderes laicos son tan insensatos para imponer una
técnica sobre sus hermanos cristianos la cual ha sido desacreditada en gran medida por
la comunidad psicológica, una técnica basada en las suposiciones del humanismo
secular, ellos deberían al menos ser suficientemente honestos para decírselo. ¿Tiene
esto alguna diferencia de lo que hacen los “Moonies” cuando usan técnicas psicológicas
con sus incautos visitantes de fin de semana a fin de atraparlos en su culto falso?
Parece que el último movimiento que está cargando sus carretillas en el botadero de
basura de la psicología es el de los Cumplidores de Promesas [Promise Keepers - PK].
El movimiento de los PK involucra más que justamente las enormes y muy publicitadas
concentraciones. Un pastor que es promotor de los PK me dijo que el verdadero trabajo
de los seguidores de este movimiento tiene lugar en reuniones de grupos pequeños de
hombres dentro de las congregaciones locales. La pregunta es: ¿Qué ocurre dentro de
estas reuniones en pequeños grupos de hombres?
En su excelente libro Más allá de las Promesas, David Hagopian y Doug Wilson escriben
que esta guía de estudio “no sólo imponen con engaño la psicología neo-freudiana y
neo-jungiana sobre los incautos de la iglesia, sino también imponen lo que algunos han
visto como la teoría no bíblica de los grupos de encuentro.” (10)
De acuerdo con la consejera cristiana Sara H. Leslie: “La Guía de Estudio del Viaje
Masculino” promueve una sesión de grupos de encuentro durante ocho semanas
dándole el sabor artificial del apoyo bíblico. Los hombres son llevados a través de
varias etapas reconocibles de grupos de encuentro que se parecen en gran manera a
los “Talleres Serendipity.” (11)
Leemos mucho hoy acerca de la promiscuidad sexual entre los líderes de la iglesia. Me
pregunto cuántos de éstos líderes habían sido previamente participantes en grupos de
encuentro, Talleres Serendipity, o en sesiones de consejería con una mujer en la cual
mutuamente abrieron sus vidas el uno al otro. Éste sería un proyecto de investigación
fascinante. Tenemos muchos predicadores sensibilizados que son “abrazadores” por
allí, quienes deberían reservar sus abrazos para sus esposas y no para las mujeres en
sus congregaciones.
A medida que yo presenciaba esta escena increíble desplegándose frente a mí, no pude
evitar preguntarme: “¿De dónde sacó él todo esto?” Yo había oído acerca del
movimiento de la sanidad interior, pero no tenía idea de qué era, ni cómo
funcionaba. Sintiendo curiosidad, al regresar a casa me di a la tarea de responder a esa
pregunta. Después de 18 meses de investigación, el resultado fue mi primer libro (que
se acaba de imprimir) La Sanidad Interior: Liberación o Engaño.
Al leer las fuentes de la sanidad interior, fui impactado por la importancia de las teorías
y la filosofía del psiquiatra Dr. Carl G. Jung. Agnes Sanford, a quien se considera como
la madre del movimiento de la sanidad interior, a menudo citaba las enseñanzas y
teorías de Jung para apoyar su enseñanza de la sanidad interior, especialmente en su
libro Los Dones de Sanidad del Espíritu. Parece que Agnes Sanford fue grandemente
influida por su hijo, un sacerdote episcopal, John Sandford, y el pastor de ella, también
un sacerdote episcopal, Morton T. Kelsey, quienes fueron ambos analistas jungianos
entrenados en Zürich, Suiza (la sede del Instituto Jung).
Carl G. Jung
A comienzos del siglo veinte, Carl Jung era un seguidor de Sigmund Freud quien lo
escogió como su sucesor, pero la relación entre ellos no duró mucho. Jung se separó de
Freud por diferencias acerca del contenido de la mente inconsciente. Mientras que
Freud creía que el inconsciente contenía ideas sexuales reprimidas, Jung teorizaba,
sobre la base de su experiencia, que también contenía conceptos religiosos y míticos.
Freud amonestó a su joven discípulo que no abandonara la teoría sexual sino la
levantara como un “baluarte contra el lodo negro del ocultismo.” (13) ¡Freud fue
profético!
Jung también agregó una nueva dimensión al inconsciente freudiano, al cual él llamó:
“el inconsciente colectivo.” Él teorizaba que toda la humanidad, pasada y presente,
estaban conectadas en un plano inconsciente. Por lo tanto, en lo profundo de cada
individuo se hallaba la sabiduría colectiva de todos los tiempos, incluyendo todos los
contenidos religiosos y míticos.
De acuerdo con los ocultistas y los promotores de la Nueva Era, Jung colocó un apoyo
“científico” debajo de los fenómenos ocultos y la experiencia mística. Jung estaba
hondamente involucrado en el ocultismo y elaboró su tesis doctoral sobre la
parapsicología. El también estaba interesado en el misticismo católico y dirigió
seminarios sobre las enseñanzas de Ignacio de Loyola.
De acuerdo con sus discípulos, el más grande descubrimiento de Jung fue el uso de la
imaginación activa o visualización como un medio para alcanzar el contenido del
inconsciente colectivo. Después de su traumática ruptura con Freud, Jung pasó siete
años afirmando haber explorado el contenido del inconsciente a través de la
visualización. Él mantuvo un registro de sus resultados en su renombrado “Libro Rojo.”
Algunos sugieren que Jung, más que viajar por el inconsciente, estaba realmente
experimentando un colapso psicótico.
Jung afirmaba que las imágenes que emergían en su consciencia tenían vida propia. Él
había hecho contacto con su propio espíritu guía Filemón quien le trajo una mayor
sabiduría a su vida. Usando la terminología del teólogo Rudolf Otto, Jung describió las
imágenes visualizadas como “numinosas,” significando que ellas poseían una realidad
espiritual.
Los maestros de la sanidad interior, que han partido de la descripción que Jung hizo de
sus imágenes, enseñan que la imagen de Jesús llevada a las experiencias traumáticas
del pasado no es un producto de la fantasía o de la imaginación, sino realmente la
presencia real y espiritual de Jesús mismo. La popular maestra de la sanidad interior,
Rita Bennett, relata la historia de una mujer que fue “salvada” por medio de
encontrarse con la imagen visualizada de Jesús.” (14) ¿Qué le ha pasado a la
predicación del Evangelio?
Las enseñanzas de Carl Jung sobre la visualización han llegado a ser el marco para no
sólo el movimiento de la sanidad interior, sino también para la amplia proliferación de
misticismo psicológico en la iglesia cristiana. En el presente, hay muchos maestros,
ministros y sacerdotes cristianos promoviendo la técnica de visualizar a Jesús. Lo más
probable es que ellos ni siquiera tienen una idea en cuanto a la fuente de esto.
Originalmente, en los años que siguieron a 1970 y 80, además de los maestros de la
sanidad interior, la visualización mística fue promovida dentro de la iglesia por medio
de los escritos del ministro episcopal Morton Kelsey, el cuáquero Richard Foster y el
carismático Mark Virkler.
En 1986, Mark Virkler, quien por entonces era un maestro en un Colegio Universitario
Bíblico, apareció con el libro Diálogo con Dios (New Jersey: Bridge Publishing). Virkler
abiertamente admite en el libro, con casi una actitud apologética, que había sido
grandemente influido por el liberal sacerdote episcopal Morton Kelsey, especialmente
por el libro de éste llamado El Otro lado del Silencio. Virkler, afirmando que él es
“Bereano,” usa algunos de los peores métodos imaginables de interpretación al
intentar elaborar sus técnicas de meditación sobre la verdad bíblica. Él enseña a los
cristianos el método de la Nueva Era de “centrarse” a fin de visualizar a Jesús, hablar
con Él, oír Su voz, y recibir Su sabiduría. Virkler ha viajado por muchas partes
presentando sus seminarios sobre “Diálogo con Dios.”
Ya que la Biblia enseña que Jesús viene a nosotros a través de la Palabra y los
Sacramentos,* ¿qué están experimentando realmente aquellos que afirman que
contactan a Jesús por medio de la visualización? Si usted estudia la técnica de la
visualización inducida por un estado alterado de la consciencia, descubrirá que la
supuesta “versión cristiana” es la misma versión ocultista de la Nueva Era.
La metodología empleada por el Dr. Carl Jung para encontrarse con su espíritu guía
“Filemón” no es diferente que la enseñada por Kelsey, Foster or Virkler para
encontrarse con Jesús. Por lo tanto, debemos concluir que el Jesús contactado en la
visualización es “otro Jesús,” una imitación demoníaca o, en el mejor de los casos, una
invención de la imaginación humana.
Otros dicen que la visualización es similar a la oración – puede ser dirigida a Dios o
puede ser dirigida al diablo. Si esto es verdad y la metodología y la técnica son
neutrales, se podría deducir que podríamos poner delante de Dios una tabla de ouija o
las cartas del tarot con el propósito de recibir la dirección divina a través de ellos.
Otros más argumentan que la Iglesia Cristiana siempre ha usado cuadros e imágenes
en la enseñanza cristiana. Esto es verdad. A los niños siempre se les han enseñado
historias usando figuras. Pero, hay un enorme salto entre usar el arte cristiano y
utilizar un estado alterado de la consciencia o, como algunos dicen, “un marco de
relajamiento de la mente,” con el fin de invocar imágenes de Jesús y afirmar que estas
imágenes producen resultados espirituale.
En cada denominación
Dada la amplia distribución de los libros que promueven el misticismo psicológico, creo
que es seguro decir que esta práctica engañosa se ha abierto camino en cada una de
las principales denominaciones, incluyendo mi propia denominación, El Sínodo de la
Iglesia Luterana de Missouri.” Permítanme presentarles dos incidentes que lo
demuestran:
Mientras estaba trabajando en este mismo artículo temprano por la noche, recibí una
llamada telefónica de un pastor de la Iglesia Luterana del Sínodo de Missouri, quien se
presentó a sí mismo como un potencial invitado para mi programa Issues, etc. [Temas,
etc.] Me dijo que él había desarrollado un seminario y lo había presentado en
numerosos lugares. (Él pudo haber sido el presentador en la actividad para solteros en
el fin de semana). Él llamaba al seminario “Practicando la Presencia de Dios.” Él explicó
que él comienza el seminario guiando a las personas en un estudio bíblico,
demostrándoles que Dios siempre ha estado presente en sus vidas. Entonces él pone
una música relajante y anima a las personas a visualizar a Dios estando con ellos y
abrazándolos, a través de todas las escenas de la vida. En esta manera, como él lo
presentó, la presencia de Dios llega a ser real a las personas. Después de insistir
primeramente en que la Biblia era su única fuente, él finalmente admitió que había
leído el libro “Celebración de la Disciplina” de Richard Foster.
CONCLUSIÓN
Los que promueven la psicología engañosa en la iglesia generalmente ocultan las raíces
de su enseñanza. El sacerdote que presentó un “ministerio” de sanidad interior en la
conferencia a la que yo asistí, no dijo: “Esta enseñanza vino de Agnes Sanford. Está
basada en las teorías de Carl Jung, quien usaba la técnica de la visualización para
contactar con su espíritu-guía.” El pastor que quería promover sus seminarios místicos
en mi programa de radio afirmaba que él obtuvo su material directamente de las
Escrituras. Los que imponen la dinámica del encuentro sobre el pueblo cristiano invitan
a las personas a asistir a pequeños grupos de “estudio bíblico.” Ellos ocultan las raíces
por una razón obvia. Si ellos fueran honestos nadie caería en su promoción engañosa.
Si un pastor cuestiona una teoría o práctica psicológica específica, él debe invertir
semanas o meses escarbando hasta descubrir las raíces.
Yo sugiero que las denominaciones cristianas que están preocupadas por la intrusión
de la psicología moderna en sus filas, deberían nombrar a un comité permanente
compuesto por investigadores apologistas, tanto expertos en el ocultismo, como
pastores y laicos ortodoxos que sean entrenados académicamente en psicología.
La tarea de este comité sería hacer la investigación que muchos pastores que se
mantienen atareados no pueden realizar, y ofrecerle a la iglesia sus conclusiones y
opiniones concernientes a algunas de las ofertas de la psicología moderna.
Yo no estoy en ninguna manera sugiriendo que mis pensamientos sobre estos temas
sean la palabra final. Indudablemente hay pastores, teólogos y psicólogos cristianos
que puede ofrecer opiniones más académicamente maduras que lo que yo puedo, y los
animaría a hacerlo así.
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Tabla de Referencias
1. Robert Schuller, Self-Esteem: the New Reformation, (Waco, TX: Word, 1982), p. 98.
2. William Kirwin, Biblical Concepts for Christian Counseling, (Grand Rapids: Baker, 1984),
p. 107.
3. Donna Foster, Building a Child’s Self-Esteem, (Glendale, CA: Regal, 1977), p. 6.
4. Timothy Lull, Martin Luther’s Basic Theological Writings, (Minneapolis: Fortress, 1989), p.
168.
5. Ray S. Anderson, The Gospel According to Judas, (Colorado Springs, CO: Helmer and
Howard, 1991), p. 99.
6. Carl R. Rogers, Encounter Groups, (New York: Harrow Books, 1973), p. 9.
7. See Snapping: Americas Epidemic of Sudden Personality Change, (New York: Lippincott,
1978) by Jim Siegelman and Flo Conway, p. 222
8. Sarah H. Leslie, "Promise Keepers: Encountering Guys at Risk," The Christian Conscience,
January, 1995.
9. Gary R. Collins, Can You Trust Psychology, (Downers Grove: InterVarsity Press, 1988), p.
83.
10. Beyond Promises, pp. 85-86.
11. Sarah H. Leslie, op. cit.
12. Snapping, p. 223
13. C. G.. Jung, Memories, Dreams, Reflections, (Vintage Books, 1965), p. 150.
14. Rita Bennett, Emotionally Free, (New Jersey: Revel, 1982), pp. 74-89.
15. While many of Kelsey’s books are a rehashing of the same old stuff, the following are
important to obtain an overview of his teaching:
The Other Side of Silence, (New York: Paulist Press, 1976); Offers Kelsey’s perspective on
meditation.
Transcend, (New York: Crossroad, 1985); Presents Kelsey’s position on psychic phenomena.
* Nota del traductor: en los párrafos señalados con * hay que recordar que el
autor es luterano, y como tal, considera los sacramentos del bautismo, la santa
cena y la confirmación como medios de gracia para el crecimiento en la vida
espiritual. Compartimos este valiosísimo artículo porque nos permite conocer la
historia de los orígenes y desarrollo de la invasión de la psicología secular dentro
de la Iglesia Cristiana y sus nefastos resultados, sin detenernos a discutir la
doctrina luterana particular del autor.