Alejandría
Alejandría
Alejandría
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Alejandría
اإلسكندرية
Al-ʼIskandariya
Metrópolis
AlexStanleyBridge.jpg
De izquierda a derecha:
Stanley Bridge, Palacio de Montaza, La Cornisa, Bibliotheca Alexandrina, Mezquita Abu al-
Abbas al-Mursi, Fuerte de Qaitbey
Flag of Alexandria.svg
Escudo
Entidad Metrópolis
Eventos históricos
Superficie
Población (27/11/2016)
Gentilicio Alejandrino, na
Índice
1 Geografía física
2 Historia
2.3 El Museo
2.7 El islam
2.11 Conflicto
3 Clima
4 Vida social
5 Patrimonio
6 Literatura
7 Hermanamientos
8 Personajes destacados
9 Véase también
10 Referencias
11 Bibliografía
12 Bibliografía complementaria
13 Enlaces externos
Geografía física
Está asentada sobre una península y se extiende hasta la isla de Faros y por tierra firme se
extiende al sur del puerto oriental. Esta parte continental está habitada por europeos mientras
que en la parte de la península se encuentra el barrio egipcio.
Ciudad portuaria
Desde la antigüedad han existido en Alejandría dos puertos. En 1870 se construyó una
escollera, reformada en 1906, que ha ampliado el puerto occidental convirtiéndolo en el mejor
del Mediterráneo oriental, que soporta el 80% del tráfico marítimo exterior de Egipto, ya que
puede acoger hasta 250 buques de gran calado, y en donde está la terminal del oleoducto
Suez-El Cairo-Alejandría, con una refinería de petróleo y el centro comercial, la aduana y
numerosos almacenes. También se usa como base por los barcos pesqueros. El puerto oriental
se ha convertido en puerto deportivo.
Historia
Fundación de Alejandría, 331 a. C.
En el año 332 a. C., Egipto estaba bajo el dominio persa. Ese mismo año, Alejandro Magno
entró triunfante en Egipto como vencedor del rey persa Darío III y los egipcios lo aceptaron y lo
aclamaron como libertador y lo proclamaron faraón. Hay que tener en cuenta además, que en
Egipto había desde mucho tiempo atrás gran cantidad de colonias griegas y que por lo tanto no
eran considerados extranjeros.
En abril de 331 a. C., fundó la ciudad que llevaría su nombre en un lugar del delta del Nilo,
sobre un poblado llamado Rakotis habitado por un puñado de pescadores. La elección del
emplazamiento fue muy afortunada pues estaba al abrigo de las variaciones que pudiera tener
el río Nilo, y por otro lado, lo suficientemente cerca de su curso como para que pudiesen llegar
a través de sus aguas las mercancías destinadas al puerto, a través de un canal que unía el río
con el lago Mareotis y el puerto.
Al este de Alejandría en la antigüedad (donde ahora está la bahía de Abu Kir) hubo varias islas
y pantanos donde desde el siglo vii a. C. existían importantes ciudades como Canopo y
Heracleion. Esta última fue redescubierta recientemente bajo el agua.
El lugar estaba frente a una isla llamada Faro, que con el tiempo y las múltiples mejoras que se
harían quedaría unida por un largo dique a la ciudad de Alejandro. El arquitecto que realizó
esta obra se llamaba Dinócrates de Rodas. El dique tenía una longitud de siete estadios (185 m
cada estadio), por lo que se le llamó Heptastadio (Επτασταδίων). La construcción del dique
conformó dos puertos, a ambos lados: el Gran puerto hacia el este, el más importante; y el
Puerto del buen regreso (Εύνοστος), al oeste, que es el que continúa utilizándose en la
actualidad.
En los amplios muelles del gran puerto atracaban barcos que habían surcado el Mediterráneo
y el Atlántico. Traían mercancías que se apilaban en los muelles: lingotes de bronce de la
península ibérica, barras de estaño de Bretaña, algodón de las Indias, sedas de China. El
famoso faro construido en la isla de Faros por Sóstrato de Cnido, en 280 a. C., dispuso en su
cúspide un fuego permanentemente alimentado que guiaba a los navegantes, hasta 1340,
cuando fue destruida la edificación.
El arquitecto Dinócrates se ocupó también del trazado de la ciudad y lo hizo según un plan
hipodámico, sistema que se venía utilizando desde el siglo v a. C.: una gran plaza, una calle
mayor de treinta metros de anchura y seis kilómetros de largo que atravesaba la ciudad, con
calles paralelas y perpendiculares, cruzándose siempre en ángulo recto. Se construyeron
barrios, semejantes a los que levantaron los españoles en las ciudades hispanoamericanas, las
llamadas cuadras. Las calles tenían conducciones de agua por cañerías. Administrativamente
se dividió en cinco distritos, cada uno de los cuales llevó como primer apelativo una de las
cinco primeras letras del alfabeto griego. Cuando Alejandro se marchó de Egipto para
continuar sus luchas contra los persas dejó como administrador de Alejandría a Cleomenes de
Naucratis.
Fue una ciudad opulenta. Los Ptolomeos construyeron un palacio de mármol con un gran
jardín en el que había fuentes y estatuas. Al otro lado de ese jardín se levantaba otro edificio
construido en mármol al que llamaban Museo (Μουσείον). Fue una innovación del rey
Ptolomeo I Sóter y en él se reunía todo el saber de la época. El museo tenía una gran
biblioteca. Cerca de este edificio se levantaba el templo de Serapis, el nuevo dios greco-
egipcio. En el centro de la ciudad se hallaban la Asamblea, las plazas, los mercados, las
basílicas, los baños, los gimnasios, los estadios y demás edificios públicos y necesarios para las
costumbres de aquellos siglos. Los habitantes de esta magnífica ciudad eran en su mayoría
griegos de todas las procedencias. También había una colonia judía y un barrio egipcio, de
pescadores, el más pobre y abandonado de la gran urbe.
El sueño de Alejandro
Ptolomeo I, amigo de la infancia de Alejandro Magno y uno de sus principales generales, tras
su muerte heredó Egipto y comenzó con las grandes obras, como la Biblioteca de Alejandría y
una de las maravillas del Mundo Antiguo, el Faro de Alejandría. Su reinado dio inicio a la
Dinastía Ptolemaica (323 a. C.- 30 a. C.)
El escritor griego Plutarco (c. 46-125), que escribió la biografía de Alejandro Magno, cuenta
cómo este se inspiró para tomar la determinación de fundar la ciudad en este sitio. Según
parece, tuvo un sueño en el que se le apareció un anciano de cabellos muy blancos y que le
recitaba insistentemente cierto pasaje de la Odisea: "Hay a continuación una isla en el mar
turbulento, delante de Egipto, que llaman Faros (Φάρος)". Cuando se levantó quiso ir a la isla y
se dio cuenta de su situación privilegiada y más aún si, por medio de un dique, se la unía a la
costa. Entonces, mandó traer harina para marcar él mismo el enclave de la futura Alejandría
(pues no se disponía del yeso con que solía hacerse) y él mismo dibujó el círculo en forma de
manto macedonio. No bien hubo terminado cuando empezaron a llegar desde el río y desde el
mar pájaros grandes y diversos que se dedicaron a comer toda la harina esparcida. Cuando vio
lo que estaba ocurriendo, Alejandro se turbó muy preocupado pensando que se trataba de un
mal augurio. Pero Aristandro, el vidente que lo acompañaba, supo interpretar el buen augurio
y afirmó que el proceder de los pájaros pronosticaba que la ciudad sería tan rica y próspera
que podría nutrir a todos los hombres de todas las razas.
El Museo
Ptolomeo I mandó construir el gran palacio que serviría de alojamiento a toda la dinastía
ptolemaica. Su hijo, Ptolomeo II Filadelfos fue el impulsor y creador del edificio levantado al
otro lado del jardín y conocido desde el principio con el nombre de museo. Le llamaron así por
respeto a la sabiduría, porque lo consideraron como un santuario consagrado a las musas, que
eran las diosas de las artes y de las ciencias. Se considera como el establecimiento científico
más antiguo del mundo, con una Universidad de enseñanza superior.
El edificio constaba de varios apartados dedicados al saber, que con el tiempo fueron
ampliándose y tomando gran importancia. Uno de esos apartados se dedicó a biblioteca y fue
quizás el que más creció y el que más fama adquirió en el mundo de la antigüedad. Había
también un jardín botánico con plantas de todos los países conocidos, una colección zoológica,
un observatorio astronómico y una sala de anatomía donde se hacía la vivisección en cuerpos
de criminales y donde, durante algún tiempo, se llegaron a disecar cadáveres. Contenía
habitaciones a modo de residencia para sabios, gramáticos y médicos y todos los gastos
corrían por cuenta de los reyes que estaban orgullosos de esta institución y comían muchas
veces allí en su compañía. Los sabios además de investigar y estudiar, daban conferencias y
lecciones a los jóvenes que quisieran aprender. En Alejandría llegó a haber hasta 14 000
estudiantes. Allí vivieron los famosos gramáticos alejandrinos que determinaron las leyes de la
retórica y la gramática, los famosos geógrafos que diseñaron mapas del mundo y los famosos
filósofos cuyo grupo acabó fundando una especie de religión.
Entre los grupos de sabios se encontraban personajes tan famosos en la Historia como
Arquímedes (ciudadano de Siracusa), Euclides, que desarrolló allí su geometría; Hiparco de
Nicea, que explicó a todos la trigonometría y defendió la visión geocéntrica del Universo,
enseñó que las estrellas tienen vida, que nacen y después se van desplazando a lo largo de los
siglos y finalmente, mueren; Aristarco de Samos, que defendió todo lo contrario, es decir, el
sistema heliocéntrico (movimiento de la Tierra y los demás planetas alrededor del Sol);
Eratóstenes, que escribió una geografía y compuso un mapa bastante exacto de "el mundo
conocido", consiguiendo medir la circunferencia terrestre con un error inferior al 1%; Herófilo
de Calcedonia, un fisiólogo que llegó a la conclusión de que la inteligencia está en el cerebro y
no en el corazón; Apolonio de Pérgamo, gran matemático; Herón de Alejandría, un inventor de
cajas de engranajes y también de unos aparatos de vapor asombrosos (es el autor de la obra
Autómatas, la primera obra que conocemos en el mundo sobre los robots), etc.
''Raqd.t (Alexandria)
en jeroglífico
Z1
a A35 t
niwt
Más tarde, ya en el siglo ii, allí mismo trabajaron y estudiaron el astrónomo y geógrafo Claudio
Ptolomeo y el médico Galeno, que escribió bastantes obras sobre el arte de la curación y sobre
la anatomía; sus enseñanzas y sus teorías fueron seguidas hasta muy entrado el Renacimiento.
En el siglo iii a. C. nació en este templo del saber una nueva ciencia: la alquimia, basada en la
sabiduría y conocimientos de los egipcios sobre las sustancias materiales y en las teorías
griegas sobre los elementos. Esta ciencia fue el embrión de lo que siglos más tarde sería la
química, cuyas bases como ciencia experimental sentó Antoine Laurent Lavoisier.
Escuela de Alejandría
La biblioteca de Alejandría fue uno de los iconos del Saber y la Ciencia más importantes de la
Antigüedad. Durante el reinado de Cleopatra, se llegó a albergar alrededor de un millón de
volúmenes de tratados sobre ciencias, arte y religiones, cuna de notables filósofos y cientistas
Se denomina así a una corriente de la filosofía neoplatónica que se desarrolló entre los siglos iii
y vii en la ciudad, con ciertos vínculos con la escuela neoplatónica ateniense, caracterizada por
la erudición, el sincretismo y el eclecticismo, incluso tendiendo puentes con el cristianismo,
alternando con estallidos de violencia. A ella pertenecen, entre otros, Olimpiodoro e Hipatia.1
En un sentido más amplio, hasta comienzos del siglo xix recibieron el nombre de escuela de
Alejandría las escuelas filosóficas, científicas, geográficas y lingüísticas que surgieron y se
desarrollaron principalmente en la ciudad durante los primeros siglos e influyeron en otras
ciudades con ideas eclécticas y del neopitagorismo pagano tanto como el conjunto de las
corrientes neoplatónica y el pensamiento filosófico del judaísmo y del cristianismo primitivo.
En ese conjunto muy diverso de ideas y tendencias destacaron Aristarco de Samos (astrónomo
y matemático griego), Hiparco de Nicea (astrónomo, geógrafo y matemático griego), Claudio
Ptolomeo (geógrafo y matemático greco-egipcio), Diofanto (matemático greco-egipcio),
Eratóstenes (matemático, astrónomo y geógrafo griego, quien calculó la circunferencia de la
Tierra), Ammonio Saccas (fundador del neoplatonismo ateniense), Filón de Alejandría (filósofo
judío greco-egipcio) y Clemente de Alejandría.3
Alejandría romana, 30 a. C.
Julio César, a petición de Cleopatra, tomó el control de las fuerzas de la ciudad (Sitio de
Alejandría (47 a. C.)), para zanjar la guerra dinástica entre la reina y su hermano (y corregente)
Ptolomeo XIII. Durante la batalla en el mar se produjo un incendio en Alejandría, en el cual
ardieron algunos almacenes de libros en el puerto, pero no esta claro si llegó a la Gran
Biblioteca. Después de asegurar a Cleopatra en el trono egipcio y casarla estratégicamente con
su hermano mucho menor, Ptolomeo XIV, Julio César regresó a Roma. Julio Cesar y Cleopatra
mantenían un estrecho vínculo amoroso, y dejaron descendencia, Cesarión.4 A la muerte de
Julio César, le sucede su sobrino e hijo adoptivo, Octavio Augusto. Cleopatra y Marco Antonio
inician un vínculo amoroso, y paralelamente se libra una disputa entre Marco Antonio y
Octavio, que pretendía el reino de Egipto (repercutiendo en la Batalla de Alejandría (30 a. C.)).
Derrotado, muere Marco Antonio, y Octavio visita a Cleopatra. La reina, al ver que no tenía
posibilidades de presentar batalla, se suicida, haciéndose morder por una serpiente. De esta
manera, Octavio toma de la ciudad en el año 30 a. C., y convirtió Egipto (último bastión no
romano del Mundo conocido), en provincia romana, y en propiedad particular suya, acabando
así con la independencia del país.
Anfiteatro de Alejandría
Los romanos convirtieron al país en el granero del Imperio, con lo que aumentó la importancia
de la ciudad, en cuyos almacenes debía depositarse toda la cosecha: cada año, debía enviarse
a Roma una cantidad de trigo que era el equivalente a la tercera parte de su abastecimiento,
cantidad y precio que se fijaba en la bolsa de Alejandría por la annona egipcia. Para mantener
aislado al país, se prohibió el uso de la moneda romana, que debía cambiarse por la local de
Alejandría. Todos estas disposiciones convirtieron a la ciudad en una próspera metrópolis con
varios cientos de miles de habitantes, cosmopolita y centro financiero de la zona.
Durante el período romano la ciudad experimentó numerosos desastres militares: sufrió parte
de la guerra de Kitos en el 117 durante Trajano, luego fue saqueada por un capricho de
Caracalla en 215, después destrozada por Valeriano en 253, posteriormente conquistada por
las tropas de Zenobia, reina de Palmira en 269, y reconquistada por Aureliano en 273, quien
saqueó y destruyó completamente el Bruchión, desastre que dañó el Museo y la Biblioteca (se
dice que en aquella ocasión los sabios griegos se refugiaron en el Serapeo, que nunca sufrió
con tales desastres, y otros emigraron a Bizancio). Finalmente, en 297 la revuelta del
usurpador Lucio Domicio Domiciano acabó con Alejandría, tomada y saqueada por las tropas
de Diocleciano, tras ocho meses de asedio (victoria conmemorada por el llamado «Pilar de
Pompeyo»). Se dice que tras la capitulación de la ciudad, Diocleciano ordenó que la carnicería
continuara hasta que la sangre llegara a las rodillas de su caballo, librando a los alejandrinos de
la muerte la caída accidental de este, al resbalar en un charco de sangre.
El cristianismo, siglo I d. C.
Una tradición muy antigua asegura que el primer cristiano que llegó a Alejandría para predicar
la nueva religión fue san Marcos. Esto sucedía en el año 61 después de Cristo. La misma
tradición cuenta que el primer cristiano convertido fue Aniano, de oficio, zapatero. San Marcos
le curó la herida de una mano y al mismo tiempo le habló del significado del cristianismo.
Desde esos tiempos de predicación, los cristianos de Alejandría y del resto de Egipto
mantuvieron una gran tradición evangélica. San Marcos fue perseguido bajo el mandato del
emperador Nerón y en el año 68 fue martirizado y muerto. Desde entonces hasta la época del
emperador Trajano (comienzos del siglo ii), los cristianos tuvieron que ocultar sus creencias,
amenazados por las persecuciones. A partir de este momento se les permitió con tolerancia
extenderse por toda la ciudad de Alejandría y poco a poco, a lo largo de todo el valle del Nilo.
Por otra parte, se desencadenó una abierta rivalidad entre las dos ciudades más importantes
del momento: Constantinopla y Alejandría. Esta rivalidad afectó bastante a los eternos debates
teológicos sobre la naturaleza o naturalezas de Cristo. Era la “guerra” entre los monofisitas y
los ortodoxos de Calcedonia.
Pero las luchas y disputas entre cristianos continuaron sin remedio y ya en el siglo vi, en el año
553, en el segundo concilio de Constantinopla, con el emperador romano Justiniano I al frente,
fue declarada herética la ortodoxia de los cristianos de Alejandría que seguían enfrentados a
los cristianos de Calcedonia. En los últimos años de mandato de este emperador, los
monofisitas de Siria empezaron a organizar su iglesia separada del resto de los cristianos, con
una estructura propia.
Cuando el pueblo árabe musulmán llegó en plan de conquista a Egipto en el 641 dieron el
nombre de qubt al cristiano de Alejandría. Esta es la palabra que nosotros conocemos como
copto. El símbolo de la cruz de Cristo se empezó a emplear en Alejandría, entre los cristianos
coptos, fue una costumbre que nació allí; se sabe que no existía en las catacumbas ni en el
lábaro de Constantino que llevaba un crismón.
Los cristianos coptos son la mayor religión en esta región del norte de Egipto, aunque en el
siglo xix, los misioneros católicos y protestantes convirtieron algunos de los seguidores
ortodoxos a sus respectivas iglesias.
El islam
Mezquita de Attarina.
Una flota imperial desembarcó en la ciudad a comienzos de 645 para reconquistar Egipto, pero
el ejército que transportaba fue derrotado por las superiores fuerzas árabes, y acabó por
retirarse. Tras un nuevo y largo asedio, en 646 los árabes tomaron la ciudad por tercera vez,
destruyéndola en buena parte para evitar que los bizantinos volvieran a atrincherarse en ella
vía marítima. Acabaron así 975 años de pertenencia al mundo grecolatino.
Durante un intervalo, entre 811 y 827, la ciudad estuvo en manos de piratas andalusíes, en
cierto modo antecedentes de los almogávares, para retornar a manos árabes. En 828, el
cadáver de San Marcos fue recuperado de la ciudad por navegantes venecianos, que lo
depositaron en la basílica de San Marcos, construida expresamente para albergar sus restos.
Alejandría hacia finales del siglo xvi o comienzos del siglo xvii (Civitates orbis terrarum)
Tras un largo declive, Alejandría resurgió como gran metrópoli en la época de las Cruzadas y
vivió un período floreciente gracias al comercio, con convenios con los aragoneses, genoveses
y venecianos que distribuían los productos llegados de Oriente a través del mar Rojo. En 1365
la ciudad fue brutalmente saqueada tras ser tomada por los cruzados dirigidos por el rey Pedro
I de Chipre. En los siglos xiv y xv, Venecia eliminó a la competencia y su almacén alejandrino se
convirtió en el centro de la distribución de especias hasta que los portugueses abrieron la ruta
del Cabo en 1498, fecha que marca el declive comercial, agravado por la invasión turca.
Cuando Napoleón entró en la ciudad, era un pueblo medio arruinado de sólo 7000 habitantes.
Mehmet Alí la reconstruyó en el siglo xix, convirtiéndose nuevamente en el gran puerto
egipcio.
El 19 de mayo de 1798, los franceses salen de Toulon con más de 400 barcos, 40 000 hombres
y 10 000 marineros y llegan a Alejandría el 30 de junio, el desembarco de tropas se hizo en
barcas de remo hasta la noche por lo que se coloca su flota en la amplia bahía de Abukir,
donde es destruida por Nelson un mes más tarde, tomando los ingleses el control del puerto
Alejandría y dando fin a la expedición francesa.
La flota británica bombardeó el puerto en el año 1882, lo que provocó un gran incendio y el
saqueo de las ruinas por parte de los beduinos. Al cabo de un mes desembarcó un gran
ejército británico que restauró el orden y dio inicio el protectorado británico sobre Egipto.
Alejandría en 1681.
Los papiros de Elefantina nos dan información acerca de la vida de la comunidad judía
asentada en la zona de Alejandría tras la toma de Jerusalén en 586 a. C. por Nabucodonosor II,
aunque existen datos de asentamientos en época de Manasés. Desde los reyes lágidas, los
judíos de la Diáspora se establecieron en la ciudad atraídos por el Museo, protegidos por la
tolerancia del mundo pagano en materia de diversidad religiosa, y crearon un activo foco
intelectual con un centro de estudios hebraicos.
Los judíos gozaban de todos los derechos civiles, como cualquier ciudadano griego, pero
mantenían las prerrogativas concedidas por los reyes persas, y constituían una comunidad
política independiente y autónoma, limitada solo por la subordinación a los Ptolomeos primero
y a los romanos después. A su frente tenían los cargos de las comunidades de la diáspora:
arcontes, que regían los asuntos administrativos y judiciales, y el archisinagogo a quien
correspondía todo lo referente al culto, además de un etnarca con grandes poderes civiles que
le permitían tratar con los funcionarios de Egipto o del Imperio romano. Constituyeron así un
grupo étnico apartado de la población de Alejandría, con un aislamiento lingüístico, económico
y cultural que les permitió conservar su identidad y religión, fieles a la ley y a las tradiciones
ancestrales.
Los romanos, que antes del Imperio habían sido aliados de los judíos, les otorgaron algunos
privilegios más, como la celebración del shabat. Sin embargo, el sentimiento antijudío fue
alentado por los escritores griegos alejandrinos, que les acusaban de exclusivismo, grosería y
deslealtad.
Probablemente a los egipcios les irritaba la tolerancia que el imperio había otorgado a los
judíos, y no faltaba entre ellos el descontento por la dominación foránea, primero griega y
luego romana. Ese resentimiento se tradujo en una xenofobia que terminó por descargarse
contra el pueblo hebreo. Esto, más la envidia social frente al florecimiento de esa colectividad,
fue caldo de cultivo para las primeras agresiones escritas, como las de Apión, iniciador de las
agitaciones antijudías que el año 38 provocaron que decenas de miles de judíos fueran
asesinados. Dos personajes se enfrentaron a Apión: Flavio Josefo, que tituló una de sus obras
Contra Apión, y el filósofo Filón de Alejandría, que encabezó una delegación para entrevistarse
con Calígula, intentando acabar con la violencia en la ciudad.
La negativa judía a practicar el culto oficial al Emperador, junto a las dos revueltas judías,
provocó la hostilidad romana y diezmó la población judía en Alejandría (al igual que en
Jerusalén), que constituía un 40% de la ciudad hasta el siglo ii a. C. Las relaciones entre judíos y
griegos siguieron siendo tensas y Alejandría se convirtió paulatinamente en un foco de
antisemitismo. El mismo Lisímaco, director de la Biblioteca de Alejandría, fue uno de los
instigadores de desórdenes contra los judíos. Aunque en los siglos siguientes Egipto fue casi
siempre un lugar relativamente seguro para los judíos, Alejandría conservó su tradición
antisemita y se producían brotes esporádicos antijudíos.
Helenizados en la época macedónica, tuvieron una gran influencia sobre sus correligionarios
en la época de los seleúcidas y asmoneos. Tradujeron al griego la Biblia, la llamada versión de
los setenta o Septuaginta en los siglos iii y ii a. C., además de producir una abundante literatura
hebrea en lengua griega: epopeyas, dramas, obras moralizantes. Las más conocidas son la
Carta de Aristea, los Oráculos sibilinos, el Libro de la Sabiduría de Salomón. Entre los autores
conocidos, se puede citar a Eupolemo, Artipon Demetrio, Aristeo y Filón.
La que se llamó escuela judía de Alejandría está fuertemente influenciada por la filosofía
griega. Al estudiar esta filosofía encuentran conceptos espirituales y morales que desean
conciliar con la Ley mosaica, considerando esta ley como fuente en la que se inspiraron
aquellos filósofos, especialmente Platón. El método para demostrar esta identidad fue la
interpretación alegórica, ya conocida por los judíos de Palestina y muy estimada en los
ambientes griegos.
El primer representante conocido es Aristóbulo, del que sólo se sabe que era vecino de
Alejandría en tiempos de Ptolomeo VI Filometer. Explica alegóricamente los pasajes bíblicos,
limando las dificultades que presentan la Biblia y los mitos griegos. Filón, contemporáneo de
Jesucristo, dedica su obra a unir sistemáticamente las ideas judías y griegas, y es el predecesor
del neoplatonismo de Plotino y de gran parte de las ideas de los Padres de la Iglesia.
La persecución contra las religiones monoteístas emprendida por los emperadores romanos
acabó con esta actividad literaria.
Conflicto
Alejandría en la actualidad
La Alejandría del siglo xxi es una ciudad moderna, con un trazado en cuadrícula (plan
hipodámico), al estilo griego, o europeo del siglo xix, que difiere de las laberínticas ciudades
islámicas. Es un centro del comercio del algodón, principal producto agrícola del país, y con un
importante núcleo de industrias textiles, químicas, de construcción mecánica y naval y centro
bancario. Su aeropuerto es el segundo de Egipto, con un gran tráfico internacional.
El Plan Toshka o "New Valley", inaugurado en enero de 1997, cuya finalidad es hacer un delta
alternativo paralelo al valle del Nilo que recuperará tierras del desierto, ampliará sus
perspectivas de negocio.
Puerto de Alejandría
Clima
Temp. máx. media (°C) 18.3 18.6 20.5 24.0 26.3 28.6 29.7 30.4 29.6
27.4 23.1 20.0 24.7
Temp. media (°C) 13.4 13.9 15.7 18.5 21.2 24.3 25.9 26.3 25.1
22.0 18.7 14.9 20
Temp. mín. media (°C) 9.1 9.3 10.8 13.4 16.6 20.3 22.8 23.1 21.3
17.8 14.3 10.6 15.8
Lluvias (mm) 52.8 29.2 14.3 3.6 1.3 0.01 0.03 0.1 0.8 9.4
31.7 52.7 195.9
Días de lluvias (≥ 0.01 mm) 11 8.9 6 1.9 1.0 0.04 0.04 0.04
0.2 2.9 5.4 9.5 46.9
Horas de sol 192.2 217.5 248 273 316.2 354 362.7 344.1 297 282.1
225 195.3 3307.1
Fuente n.º 1: World Meteorological Organization (UN),9 Hong Kong Observatory for sunshine
and mean temperatures,10 Climate Charts for humidity11
Fuente n.º 2: Voodoo Skies12 and Bing Weather13 for record temperatures
Vida social
La cosmopolita y occidentalizada vida de la Alejandría de principios del siglo xx, cuando el 60%
de la población la formaban coptos, griegos, armenios, judíos, británicos e italianos,
desapareció a partir de la proclamación de la república y de la crisis de Suez. La emigración de
la mayor parte de las comunidades griega, europea y judía acabó con el carácter más
cosmopolita de la ciudad. En los últimos años han aparecido conflictos interreligiosos entre
musulmanes radicales y cristianos coptos (12% de la población).
Desde el año 2004 se celebra la Feria Internacional del Libro de Alejandría, siendo la segunda
más importante por número de visitantes y expositores de Egipto, hospedándose en el recinto
cultural de la Bibliotheca Alexandrina.
Patrimonio
Pilar de Pompeyo.
Época grecorromana
El faro, monumento llevado a cabo por el segundo de los Ptolomeos y que, según cuenta la
Historia, llegó a estar catalogado como una de las Siete maravillas del mundo antiguo.
Recientemente se han hecho estudios submarinos y parece ser que se han encontrado
bastantes vestigios de esta gran torre.
La columna o pilar de Pompeyo que pertenecía al Serapeo o templo del dios egipcio Serapis y
que se halla situada sobre un montículo en el antiguo distrito de Racotis.
El Serapeo del que apenas queda nada sino algunos túneles, criptas y nichos y alguna columna
de mármol.
El Cesareum es uno de los monumentos desaparecidos, arrasado por las turbas de Teófilo; en
su lugar está la estatua del nacionalista alejandrino Saad Zaghloul.
La fortaleza de Qaitbey, una grandiosa fortaleza defensiva, mandada construir en el año 1480
por el sultán Qaitbey. Su atractivo radica en que está construida exactamente en el mismo
lugar donde se supone que se encontraba el famoso faro.
El Museo Grecorromano.
El Palacio Montazah, que fue residencia de verano de la familia real, mandado construir por el
jedive de Egipto (virrey) (1892-1914) Abbas II. Está rodeado de unos hermosos jardines de
estilo europeo.
Sinagoga judía.
Museos
El Museo Grecorromano, construido en el año 1893, durante el gobierno de Abbas Helmi II.
Está dedicado sobre todo al arte alejandrino.
Museo Nacional de Alejandría, inaugurado en 2003, con arte faraónico, grecorromano, copto,
árabe y del siglo xx.
Literatura
El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell, compuesto por cuatro libros: Justine, Balthazar,
Mountolive y Clea, tiene lugar en la Alejandría de entreguerras.
Miramar, del Premio Nobel de Literatura egipcio Naguib Mahfuz se desarrolla en la Alejandría
de los años 1960.
"No digas que fue un sueño", del español Terenci Moix (Premio Planeta 1986), desarrolla gran
parte de su trama en la Alejandría del siglo i antes de Cristo, en la etapa final del reinado de
Cleopatra. La obra halló continuación en El sueño de Alejandría. Tras la muerte del escritor, sus
cenizas fueron esparcidas por la bahía de Alejandría y sus obras completas donadas en un acto
oficial a la biblioteca de la ciudad.
Hermanamientos
Alicante (España)
Bratislava (Eslovaquia)
Durban (Sudáfrica)
Esmirna (Turquía)
Gyumri (Armenia)
Le Mans (Francia)
Odesa (Ucrania)
Shanghái (China)
Tesalónica (Grecia)
Villahermosa (México)