Clasificación de Los Suplementos Nutricionales
Clasificación de Los Suplementos Nutricionales
Clasificación de Los Suplementos Nutricionales
En el FCB, los suplementos son usados de manera común entre atletas y entrenadores
para mejorar el rendimiento, para una recuperación más rápida y para mejorar la salud en
general. Es importante tener en cuenta que raramente se necesita suplementos si la dieta
del atleta es saludable, variada y equilibrada.
Alimento deportivo
Los alimentos deportivos están conformados por los mismos nutrientes que los alimentos,
esencialmente carbohidratos, proteínas y lípidos. No obstante, su portabilidad,
presentación y composición los hacen muy prácticos para ser utilizados en momentos
específicos de los diferentes deportes, con el objetivo de mejorar el rendimiento y
favorecer la recuperación.
Ayuda ergogénica
De acuerdo con la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (International Society
of Sport Nutrition, ISSN), una ayuda ergogénica es “cualquier técnica de entrenamiento,
dispositivo mecánico, práctica nutricional, método farmacológico o técnica psicológica
que puede incrementar la capacidad de rendimiento en el ejercicio y/o mejorar las
adaptaciones al entrenamiento” (Kreider et al., 2004, p. 2).
Se puede apreciar que la definición es bastante amplia y contempla una gran cantidad de
aspectos. En el siguiente curso nos centraremos concretamente en las prácticas
nutricionales y, específicamente en la suplementación, que permitirá no sólo incrementar
el rendimiento en forma aguda y crónica, sino también tolerar mejor el entrenamiento, lo
que a largo plazo puede implicar una mejora crónica del rendimiento. Probablemente lo
más importante sea que esta mejora se logre en un marco de integridad del sistema inmune
y buen nivel de recuperación, lo que implicará un mejor estado general de salud de los
deportistas de diferente nivel, y así una disminución significativa de lesiones y fatiga.
Estructura química
La rama de la química que estudia los compuestos del carbono (cadenas carbonadas con
diferentes grupos funcionales) se denomina química orgánica (Wade, 1993), y es a través
del estudio de esta que se pueden analizar la mayor parte de las ayudas ergogénicas,
compuestos químicos y nutrientes que serán revisados en estos módulos.
La estructura química de una molécula implica los átomos que la conforman, así como su
distribución en el espacio. En el caso de la química orgánica, siempre se tienen cadenas
carbonadas formadas por diferentes números de átomos de carbonos unidos entre sí y
unidas a su vez a átomos diferentes o grupos funcionales, como los ácidos, aldehídos,
amino, entre otros. Un ejemplo complejo de estructura química de una molécula (o
macromolécula en este caso) es el de una proteína, para la cual su estructura primaria
indica la secuencia de aminoácidos que la conforman. La estructura secundaria de una
proteína implica el plegado de esa cadena de aminoácidos y su estructura terciaria implica
finalmente la disposición en el espacio de toda la molécula. En la figura 1 se presenta la
estructura química de la vitamina E (micronutriente).
.
Figura 1: Estructura química de la vitamina E
Ácidos carboxílicos
Contienen al grupo carboxilo (—COOH).
Ésteres
Se forman a partir de la reacción de un ácido carboxílico con un alcohol
(R—CO—O—R´).
Amidas
Se forman a partir de la reacción de un ácido carboxílico con un grupo amino (—NH2). Es
importante destacar que este tipo de unión química es la que une a los diferentes
aminoácidos en un péptido o proteína.
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Propiedades fisicoquímicas
Entre las propiedades fisicoquímicas inherentes a cada molécula, se encuentran: el punto
de fusión, el punto de congelamiento, la solubilidad, el peso molecular, la capacidad
calorífica específica, entre otros. Describiremos aquí el peso molecular y algunos
conceptos asociados.
pOH
+
Kw
+
pKw
+
Ka y Kb
+
Ecuación de Henderson-Hassellbalch
La ecuación de Henderson-Hassellbach puede derivarse a partir de la primera ecuación
planteada en la sección de Ka y Kb.
Biosíntesis
Constituye el mecanismo a partir del cual una molécula dada es sintetizada en algún tejido
del organismo.
Absorción intestinal
Existen dos clases de proteínas de transporte de membranas, a saber:
Proteínas transportadoras: se unen al soluto específico que va a ser
transportado y sufren una serie de cambios conformacionales que permiten la
transferencia del soluto a través de la membrana.
Proteínas de canal: no se unen al soluto, sino que forman poros hidrofílicos que
atraviesan la bicapa lipídica que forma las membranas celulares. Cuando estos
poros están abiertos permiten que determinados solutos puedan pasar a través de
ellos, y por lo tanto, puedan atravesar así la membrana (Alberts et al., 1994).
Todas las proteínas de canal y muchas de transporte tan solo permiten que los solutos
atraviesen la membrana de forma pasiva, proceso que es denominado transporte pasivo
o difusión facilitada. Si la molécula transportada carece de carga eléctrica (p. ej., el
colesterol o la acetona), la dirección del transporte pasivo viene determinada por la
diferencia de concentración a ambos lados de la membrana (gradiente de concentración).
Por otro lado, si el soluto tiene carga neta (por ejemplo, ion sodio o potasio), su transporte
se ve influido tanto por su gradiente de concentración como por el gradiente eléctrico a
través de la membrana (potencial de membrana). El gradiente eléctrico y el de
concentración pueden combinarse, pudiéndose así calcular la fuerza neta de dirección del
flujo o gradiente electroquímico para cada soluto cargado (Alberts et al., 1994).
Las células precisan además, de proteínas de transporte que bombeen activamente ciertos
solutos a través de la membrana en contra de su gradiente electroquímico. Este proceso,
conocido como transporte activo, está siempre mediado por proteínas transportadoras y
además está acoplado a una fuente de energía metabólica, tal como la que provee la
hidrólisis del ATP o un gradiente iónico (Alberts et al., 1994).
Carbohidratos
A continuación, se describen los transportadores de carbohidratos (CHO) del intestino.
• Transportador SGLT1
Figura 2: Transporte de glucosa y Na+ a través de las células del epitelio intestinal
Fuente: Bermúdez et al., 2007, p. 78.
Nótese la distribución asimétrica de las proteínas transportadoras en la membrana
plasmática de la célula epitelial intestinal, que da lugar al transporte transcelular de
glucosa a través del epitelio intestinal. Nótese también que las células adyacentes que
conforman el epitelio intestinal están conectadas entre sí mediantes uniones
impermeables, llamadas uniones estrechas o estancas.
• Transportador GLUT5
En la cara basal de las células epiteliales, tal como se puede apreciar en la figura 2, se
encuentra un tercer transportador para monosacáridos: el GLUT2, el cual transporta
glucosa, fructosa y galactosa (Bermúdez et al., 2007).
Grasas
La absorción de los ácidos grasos de cadena larga (> 11 carbonos) a través de las
membranas del epitelio intestinal, se da por difusión simple, debido a que son altamente
solubles en las membranas lipídicas (Jeukendrup & Gleeson, 2010). En las células
epiteliales, los ácidos grasos se reesterifican a triacilgliceroles en el retículo
endoplásmico, y luego se combinan con el colesterol y fosfolípidos para formar moléculas
llamadas quilomicrones. En estos, el lado apolar (con afinidad por los lípidos y no por el
agua) de los fosfolípidos está orientado hacia el centro y el lado polar (con afinidad por
el agua y no por los lípidos), hacia la superficie. Esto hace posible su transporte a través
de la linfa y el plasma sanguíneo.
Los ácidos grasos de cadena media (8 a 10 carbonos) y corta (< 7 carbonos) son más
solubles en agua que los de cadena larga, y por esto su ruta de absorción es diferente. Este
tipo de ácidos grasos ingresan a las células epiteliales y sin ser reesterificados difunden
directamente a través de la membrana basal hacia la vena porta, donde se unen a la
proteína plasmática albúmina.
Aminoácidos
Los aminoácidos, dipéptidos y tripéptidos, son absorbidos por transporte activo, acoplado
al transporte de sodio en el intestino delgado (Jeukendrup & Gleeson, 2010). Luego, son
transportados al hígado a través de la vena porta hepática. Teniendo en cuenta que la
mayoría de los aminoácidos son transportados al epitelio intestinal en contra de un
gradiente de concentración, es necesaria una proteína transportadora para su captación.
Los sistemas de transporte de la membrana luminal son sodio dependientes, mientras que
los de la membrana contraluminal no lo son (Jeukendrup & Gleeson, 2010).
Vitaminas
La mayor parte de la absorción de las vitaminas se produce en el yeyuno y el íleon y es,
en general, un proceso pasivo (por simple difusión, sin gasto energético) (Jeukendrup &
Gleeson, 2010). Las vitaminas liposolubles (A, D, E, y K) son absorbidas junto con los
ácidos grasos y luego incorporadas con los quilomicrones y transportadas hacia el hígado
y otros tejidos a través del sistema linfático (Jeukendrup & Gleeson, 2010).
Minerales
Es importante destacar que los minerales no son bien absorbidos en el intestino humano,
por eso es que su ingestión debe exceder en mucho los verdaderos requerimientos
(Jeukendrup & Gleeson, 2010). En el caso del hierro, aproximadamente el 15 % del hierro
hem, que se encuentra dentro del anillo protoporfirínico de la hemoglobina, es absorbido
en el intestino delgado, mientras que el hierro no hem, que es el hierro libre en sus estados
de oxidación Fe2+ y Fe3+, sólo es absorbido del 2 al 10 % (Jeukendrup & Gleeson,
2004).
En caso del calcio, se absorbe solo el 35 %, del magnesio, entre el 20 y 30 %, del zinc,
entre el 14 y el 41 %, y del cromo, menos del 2 %. (Jeukendrup & Gleeson, 2010).
El sodio, tal como fue previamente señalado, se absorbe a través de difusión facilitada
junto con la glucosa, y es la diferencia de concentración entre el lumen intestinal y las
células epiteliales del intestino lo que determina su absorción.
Agua
La mayor parte de la absorción del agua se da en el intestino delgado, principalmente en
el duodeno (72 %), por difusión simple. El agua se mueve desde el lumen intestinal hacia
las células epiteliales por un gradiente osmótico. La osmolaridad de la mayor parte de los
fluidos del organismo es de 290 mOsm/L. Así, cuando la osmolaridad del lumen intestinal
es baja (< 280 mOsm/L), el agua ingresa a las células del epitelio intenstinal, mientras
que cuando la osmolaridad del quimo es alta (> 300 mOsm/L), el agua va desde las células
epiteliales hacia el lumen. Con la absorción de solutos como la glucosa y el sodio, el
gradiente osmótico cambia y arrastra agua hacia el epitelio intestinal.
Km de los receptores
El valor de Km, o constante de Michaelis-Menten, indica la concentración de sustrato
necesaria para que se alcance la mitad de la velocidad máxima catalizada por una enzima
o, en el caso de un transportador, la velocidad máxima de transporte del soluto a través
de una membrana. El valor de Km indica la afinidad entre la enzima o el transportador
por su sustrato. Valores elevados indican baja afinidad y valores bajos, alta afinidad. De
este modo, se tiene que:
• V = (Vmáx.[S])/(Km + [S]).
• V =0,5.Vmáx.
• [S] = Km.
Lo notable es que parece no haber evidencia contundente que indique que el ginseng tiene
un efecto ergogénico (Bahrke, 2000). Este es solo un ejemplo, y así se podría continuar
con la L-carnitina, el cromo, la coenzima Q, los factores liberadores hormonales, el
tribulus terrestris, la dehidroepiandrosterona, entre otros.
Es importante destacar que la mayor parte de los productos disponibles en el mercado son
fuertemente publicitados por sus fabricantes, generalmente con imágenes de atletas
exitosos pero sin suficiente evidencia científica que avale su utilización. Es también digno
de mención que las empresas suelen contratar a profesionales para que colaboren con
grupos de investigación independientes que realizan estudios que son apoyados también
por las empresas.
Esto nos llama a la reflexión y a ser muy cuidadosos a la hora de interpretar los resultados
de los estudios; a decir, que estos sean científicos no implica que sean completamente
confiables, pues están también sujetos a sesgos, intereses de competencia y errores.
Ante el escenario que acabamos de plantear, las clasificaciones de los suplementos como
las que nos propone el Instituto Australiano del Deporte (Australian Institute of Sport,
AIS) (tabla 1) son muy útiles para poder distinguir esos pocos suplementos que sí cuentan
con evidencia de efectividad y que, apropiadamente utilizados, pueden beneficiar
notablemente el rendimiento y la salud del deportista de todo nivel, de aquellos que no lo
son.
GRUPO A
GRUPO B
GRUPO C
GRUPO D
De este modo, se presenta más abajo (tabla 2), la última clasificación de la ISSN (Kreider
et al., 2010) sobre la efectividad de los suplementos nutricionales actualmente disponibles
en el mercado o que están siendo estudiados en trabajos científicos.
Ornitina-α-
cetoglutarato,
aspartato de
zinc/magnesio
(ZMA).
Glutamina,
Smilax,
Isoflavones, Glutamina
Sulfopolisacáridos
Aparentemente no (inhibidores de la Ribosa
efectivos o miostatina), boro,
peligrosos cromo, ácidos Inosina
linoléicos
conjugados (CLA), Piruvato de calcio
gamma oryzanol
(ácido felúrico) Quitosan, cromo (no
prohormonas, diabéticos), garcinia
tríbulus terrestres, cambogia (HCA), L-
vanadil sulfato carnitina, fosfatos,
(vanadio). hierbas diuréticas.
Fuente: Kreider et al., 2010, p. 16.
1.1.4 Contaminación y dopaje inadvertido
Algunas ayudas ergogénicas, como la creatina, se obtienen a partir de fuentes naturales.
En el caso particular de este suplemento, se obtiene a partir de músculos de animales
(Mesa, Ruiz, González-Gross, Sáinz & Castillo Garzón, 2002). Durante la producción
industrial de creatina, se utilizan sarcocina y cianamida. De este modo, se generan
cantidades variables de contaminantes, como la diciandiamida, dihidrotriazinas, iones,
entre otros, y de este modo, sus concentraciones tolerables deben ser definidas y puestas
a disposición del consumidor.
En los últimos años, han sido identificados un mayor número de suplementos dietarios
con sustancias dopantes no declaradas (Geyer, Braun, Burke, Stear & Castell, 2011). Es
importante destacar que la utilización de estos suplementos puede conducir a casos de
doping positivo accidentales, lo que se conoce como doping inadvertido.
Los candidatos principales a producir un caso de doping son los productos que contienen
efedrina y análogos, como la sibutramina y la metilhexanoamina (Fajans Floyd, Knopf &
Conn, 1967). En el caso de los suplementos que contienen efedrina, las fuentes naturales
de la efedrina como el Ma Huang o la efedra sínica frecuentemente se mencionan en la
etiqueta en vez de los nombres de los ingredientes activos (efedrina, pseudoefedrina,
metilefedrina, entre otros). Respecto a los suplementos enriquecidos con sibutramina, el
ingrediente no se declara en la etiqueta y solo se proporciona la información de que el
producto contiene “ingredientes herbarios puros” que supuestamente tienen la capacidad
de inducir pérdida de peso. La sibutramina es una droga anorexígena sintética, solo
aprobada para preparados farmacéuticos y disponible bajo prescripción médica. Debido
a sus enormes efectos colaterales (riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardíaco
para pacientes con historia de enfermedades cardiovasculares), la Agencia de Medicina
Europea (European Medicines Agency) recomendó en enero de 2010 que esta droga sea
quitada del mercado.
Desde 2002, han aparecido en el mercado suplementos dietarios a los que probablemente
se les adicionan intencionalmente altas cantidades (más de 1 mg/g) de anabólicos
esteroides clásicos, no declarados o declarados con nombres no aprobados en la etiqueta.
A estos suplementos se los publicita como conducentes a incrementos enormes de la
fuerza y la masa corporal magra (Geyer et al., 2011). Por lo tanto, el riesgo de doping
inadvertido está predominantemente relacionado a suplementos dietarios que son
publicitados agresivamente por sus efectos fisiológicos, por ejemplo, ganancia de masa
muscular o pérdida de grasa, que no pueden ser atribuidos solo a tales productos. De este
modo, los atletas deberían comprar suplementos solo en fuentes de bajo riesgo, aunque
estas fuentes todavía no pueden garantizar que los suplementos dietarios estén libres de
contaminantes, aunque ofrecen una minimización del riesgo. Tales fuentes se establecen
en países como Alemania (http://www.colognelist.com), Holanda
(http://antidoping.nl/nzvt), Reino Unido (http://www.hfl.co.uk) y Estados Unidos
(http://www.nsf.org/certified/dietary). Los suplementos nutricionales producidos por
compañías farmacéuticas pueden representar también otra alternativa, ya que no se han
encontrado que tales productos estuvieran contaminados con sustancias dopantes.