Tema 10
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Ejercicio 1. Vocabulario
• mal físico: significa la carencia de una propiedad de la que el ser que lo sufre se halla
dotado por naturaleza, y sin la que se ve mermado en su plena realidad.
• mal moral: es una libre decisión de la voluntad humana contra un mandato o prohibición
legítimos y conocidos adecuadamente por el intelecto. Es un mal culpable, dado que deriva
del ejercicio de la libre responsabilidad.
• mal metafísico: que expresaría una imperfección derivada de las limitaciones ontológicas de
la criatura. Se diría, por ejemplo, que una piedra pertenece a un nivel de ser en el que no es
posible la visión.
• hipóstasis: sustancia. la sustancia de las cosas es su esencia o su ser, comprendido como una
propiedad intrínseca de la cosa, algo que se halla “debajo” o que “subyace” a las cualidades
accidentales de la materia.
• gnóstico: conjunto de antiguas ideas y sistemas religiosos que se originó en el siglo I entre
sectas judías y cristianas antiguas. Estos varios grupos enfatizaban el conocimiento espiritual
por encima de las enseñanzas y tradiciones ortodoxas y la autoridad de la iglesia
• stéresis: como denotación la ausencia de una determinada forma. Por lo tanto, se trata de un
no ser relativo. El mal es la privación del bien.
• ontología: es una parte o rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser, la existencia
y la realidad, tratando de determinar las categorías fundamentales y las relaciones del ‘ser en
cuanto ser’
• argumento ad hominem: La acusación implícita contra Dios por permitir el mal es devuelta
y se trasforma en una acusación explícita contra el hombre. Este llamativo trastocamiento o
vuelco de la situación hace desaparecer, por así decirlo, el problema de la justificación de
Dios, y en su lugar aparece la cuestión de la justificación del hombre pecador.
Dentro de la compleja realidad que designamos globalmente con el término «mal», suele
distinguirse entre mal físico y mal moral. El primero se produce en el ámbito material y
visible. El segundo ocurre en el ámbito de la libertad. Ambos se encuentran relacionados de
algún modo con el dolor humano.
• El mal físico significa la carencia de una propiedad de la que el ser que lo sufre se
halla dotado por naturaleza.
• El mal ético o moral es una libre decisión de la voluntad humana contra un mandato
o prohibición legítimos y conocidos adecuadamente por el intelecto.
• Mal metafísico. que expresaría una imperfección derivada de las limitaciones
ontológicas de la criatura. Se diría, por ejemplo, que una piedra pertenece a un nivel de
ser en el que no es posible la visión.
Existe asimismo un dualismo mitigado, defendido por el gnóstico Valentín y más tarde
por los cátaros del siglo XIII, que admite la existencia de un creador inferior o
demiurgo, arconte o ángel, surgido del caos o creado por Dios, y responsable de los
niveles inferiores del psiquismo humano
• El pecado original y el origen del mal. El relato de la caída de Adán y Eva (Gn 3) quiere
mostrar, con ayuda de un lenguaje simbólico, que el mal y el dolor humanos no han venido de
la acción creadora de Dios, sino de la libertad humana.
• La polaridad entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre el pecado y la amistad
con Dios, entre la salud y la enfermedad, no responde a una mera simetría cósmica ni a una
necesidad fatal, ni a la acción creadora de Dios, sino que tiene que ver con la historia y con el
ámbito de la libertad humana.
• Aacerca del sufrimiento del hombre justo, y el autor sagrado parece sorprenderse de la
prosperidad de algunos impíos. Estas consideraciones se desarrollan amplia y dramáticamente
en el libro de Job, que es el lugar bíblico donde se trata con mayor extensión el tema del dolor
y del sufrimiento inocentes.
• Los cantos del siervo de Yahvé, recogidos en Isaías 42, 1-9; 49, 1-6. La figura del siervo
doliente representa a un personaje misterioso que satisface vicariamente, con su sufrimiento,
por los pecados de toda una colectividad. El siervo representa al pueblo de Israel, y es al
mismo tiempo figura de Cristo.
4. ¿Cómo se trata la cuestión del mal el N. T.?
Jesús se enfrenta directamente en el Evangelio con el problema del mal y con el hecho patente
del dolor humano, que conoce por experiencia y le rodea por todas partes.
• Los Evangelios nos muestran con gran frecuencia a Jesús de Nazareth en íntimo contacto
con el sufrimiento de los hombres. El Señor deja que se le acerquen los pobres, los enfermos,
los endemoniados, los pecadores y todos los que son víctima de desgracias e infortunios
humanos.
• Jesús ejerce su poder divino a favor del hombre doliente y pecador. Los milagros del Señor
son un signo de la victoria divina sobre el mal.
• Permanece, sin embargo, el misterio del dolor, que no desaparece sin más de la vida de los
hombres justos ni es asociado únicamente con el pecado.
5. Explica y comenta la siguiente frase: «El problema del mal solo adquiere su verdadero
carácter y adecuadas proporciones en el plano religioso, donde descubrimos su naturaleza
de oposición a Dios, que es su raíz y su sentido más hondo».
Las visiones humanas y científicas nos ayudan a racionalizar el dolor, y con ello una muestra
de su sentido, proyectando una esperanza o un sufrimiento, que estos a la vez no aportan un
sentido propio o pleno. Desde la visión cristiana, el dolor no pasa a tener una contradicción al
amor de Dios, sino que va tomando sentido, y en el cual podemos ir descubriendo que a partir
del dolor podemos llegar a experimentar un amor más profundo, una que nos hace capaces de
relacionarnos e identificarnos con los demás. Solo en el plano religioso, podemos encontrar el
sentido del dolor y su origen, y junto a ellos, darle un nuevo sentido.
Porque no queda solo reducida a unos cuantos actos morales, sino porque engloba todo lo
existente. Nos da una visión y una explicación mucho más profunda de la realidad del hombre
y de su desarrollo entorno al cosmos. Con el cristianismo, se ofrece esta visión, donde se
conjugan los elementos morales y físicos, llegando a un punto central y común, que es el
sentido del mal y del dolor, el cual ya no se muestra como un concepto reducido, sino una
realidad amplificada.
Que Dios permite el mal, en su infinita bondad, con el propósito de que experimentemos una
madurez humana y con ella su amor infinito. El amor y el dolor humano van unidos de la
mano, no son dos elementos contrapuestos. Parte también de la libertad que le dio al hombre,
no permitir el dolor, el hombre no tendría opción ni elección, y con ello tampoco voluntad ni
inteligencia.
Ciertamente la razón humana por sí misma no contempla su grandeza y cuanto puede alcanzar
a conocer y vivir. Pero con una relación que nos lleva a lo sobrenatural, si podemos
experimentar este tipo de situaciones y realidades. Con Dios como nuestro sentido y guía en
este camino temporal y físico, podemos ir entendiendo que no todo esta perdido y que cada
situación des confortante que vivo, tiene su fin. Por otra parte, el dolor me lleva a un
encuentro personal con Dios; en medio del mismo voy reconociendo mis capacidades
humanas para enfrentarlo y en esa trayectoria descubro que necesito de unas capacidades
superiores, divinas.
Lee los siguientes textos y haz un comentario personal utilizando los contenidos
aprendidos:
¿Existe libertad cuando no hay elección? Ciertamente que no. Tenemos libertad y
gozamos de ella cuando podemos elegir entre dos opciones, o más, pero si no tenemos
ninguna opción o solo una, cómo elegir. La creación y el amor de Dios, supone estrictamente
y de modo radical la libertad y el poder de elección. Elegir entre estar con Dios y no estar con
Él, es la decisión más fuerte, radical, difícil y a la vez más plena que el hombre puede realizar.
El amor de Dios no es una relación solo moral, sino que implica una serie de cuestiones donde
se van a contraponer a nuestro concepto de bien o bueno. Si el amor solo quedara en lo bueno,
dejaríamos de lado la conversión, y con ello la posibilidad de conocernos más (en sentido
relacional). En la diversidad es donde nos conocemos y donde vamos experimentando el amor
a los demás, construyendo así una sociedad más plena y perfecta, donde entra también la
participación humana y no solo una dependencia divina.