Ocelotl y Kuauhtli

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CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL.

U N PROBLEMA DE STATUS
ADSCRITOS Y ADQUIRIDOS
EN LA SOCIEDAD M E X I C A
PREHISPANICA

Xavier NOGUEZ
Kl Colegio de Aíexico

INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA

E N ESTE TRABAJO SE REÚNEN algunas observaciones realizadas en


t o r n o a las diversas palabras usadas en el idioma n á h u a t l del
altiplano central, en la época previa a la conquista española,
para denominar ciertas diferenciaciones de j e r a r q u í a s princi-
palmente sociales y políticas. Se explora en particular la rela-
ción de los t é r m i n o s águila (cuauhtli) y ocelote {océlotl) con u n
tipo de diferenciación de status tanto en su c a r á c t e r de adscrip-
ción como de logro o adquisición. E l trabajo ha sido dividido
en varias secciones que analizan las concepciones zoológicas
que los nahuas tuvieron de estos animales y las palabras en-
contradas en diccionarios y fuentes diversas donde los térmi-
nos océlotl y cuauhtli entran en composición para hacer referen-
cia a elementos religiosos, diferenciaciones en la escala social
y política, así como instituciones de gobierno. A q u í sólo se tra-
t a r á n de plantear algunas directrices que ayuden a entender
u n segmento del complejo problema de las relaciones entre la
c o s m o v i s i ó n y la estructura sociopolítica del grupo mexica
ftenochca-tlatelolca), aunque haciendo t a m b i é n referencias a
algunos de sus vecinos nahuas de la cuenca lacustre.

Los STATUS ADSCRITOS Y ADQUIRIDOS

E n t é r m i n o s generales los status identifican cualquier posi-

HAiex, xxxix: 2 , 1 9 8 9 355


356 XAVIER NOGUEZ

ción de u n individuo dentro de u n sistema social, posición


derivada de diversas características y circunstancias como
p o d r í a n ser las biológicas (edad y sexo principalmente).
Dentro de la particular d i m e n s i ó n de su origen los status pue-
den dividirse en dos grandes grupos: por adscripción natural
desde el momento del nacimiento o por a d q u i s i c i ó n , princi-
palmente a través de logros o esfuerzos personales definidos
y aprobados por la misma sociedad. P o d r í a m o s decir que
cada individuo posee por lo menos uno de estos status.
E n la particular d i m e n s i ó n que nos interesa examinar en
este artículo, tanto los status adscritos como los adquiridos
pueden significar una evaluación en t é r m i n o s de poder, legi-
t i m i d a d , riqueza, estimación, respeto y prestigio. Esta eva-
luación se hace visible en privilegios, ventajas, posesiones
y símbolos que tienen u n significado evaluativo jerarquiza-
do. Creemos que en el caso de la sociedad mexica, el sistema
de símbolos para los status se derivó directamente de su cos-
movisión.

XÍJL OCKLOYOTL

1. E l ocelote concebido como animal. Valiosa información


nos entrega el material compilado por fray Bernardino de
S a h a g ú n en el Códice florentino y la Historia general de las cosas
de la Nueva España. A h í se registra la existencia de varios tipos
de ocelotes como el iztac océlotl, que posiblemente sea el ma¬
gray, el tlatlauhqui océlotl, y u n felino m á s p e q u e ñ o llamado
tlacocélotl o t a m b i é n tlacomiztli. O r t i z de Montellano conside-
ra que existen " c a t e g o r í a s encubiertas" sugeridas por los en-
cabezamientos de los párrafos del Códice florentino. En este
caso los grupos m á s importantes serían, de mayor a menor:
yolqui (cosa viva), manenemi ( c u a d r ú p e d o ) , y tecuani (carnívo-
ro, "comedor de personas"). E n esta ú l t i m a categoría que-
1
d a r í a n , por ejemplo, el ocelote y el miztli o puma. Entre

O R T I Z DE ^IVIONTELLANOJ 1984, pp. 118-128. Se ha creado u n a confu-


sión entre los t é r m i n o s j a g u a r y ocelote. A q u í consideramos que el t é r m i n o
océlotl se refiere al j a g u a r o " t i g r e m e x i c a n o " (Felis oncd), y no al ocelote
CUAUHYOTL Y OCEL.OYOTL 357

los m á s importantes h á b i t o s y características del ocelote se


mencionan las de habitar en los bosques, en los montes, en
los riscos, en los p e ñ a s c o s , y en los lugares donde hay agua,
la cual usa para beber y refrescarse. Es a d e m á s u n cazador
nocturno. Aunque no particularmente atractiva por su sa-
bor, la carne de este animal se usó para fines medicinales.
Era comida por los gobernantes con el objeto de adquirir
fortaleza, valentía y animosidad. A l ocelote se le considera-
ba u n animal grande (esta característica le da su nombre en
idioma zapoteco: péche-táo), peligroso, con una nariz grasicn-
ta y los ojos relucientes " c o m o brasa". El ocelote es a d e m á s
2
el señor gobernante de los animales. Por u n lado, como
hemos dicho, es el tecuani, la temible fiera devoradora de
gente, y por otro uno de los m á s antiguos y apreciados ico-
nos de los pueblos mesoamericanos. Sawyer comenta que las
características de ser u n animal que saliva y poseer unos i m -
presionantes colmillos fueron particularmente importantes
3
para los creadores de la simbología i n d í g e n a .
2. Algunos t é r m i n o s donde la palabra océlotl entra en com-
posición. Nos interesa ahora relacionar las ideas en torno a
este animal con algunas palabras clave para determinar va-
rios aspectos de la cosmovisión que deseamos enfatizar.
Ocelotía (pasado: oocelotí). Ser gran señor, ser honrado, ser
estimado.
Oceloyotica. C o n la v a l e n t í a de los ocelotes. E l t é r m i n o se
usa pareado con cuauhyotica, " c o n la esencia del ocelote y el
4
á g u i l a " . R é m i S i m e ó n entiende el t é r m i n o ocelóyotl como
la bravura, la v a l e n t í a , la h a z a ñ a y la proeza.
Ce Océlotl. Las obras de S a h a g ú n y fray Diego D u r á n con-
tienen i n f o r m a c i ó n relacionada con el signo Ce Océlotl, 1.
Ocelote, correspondiente al 14o. d í a de la cuenta ritual o to-
nalpohualli. E n los textos sahaguntinos los aspectos desafor-
tunados sobrepasan a los afortunados, t e n i é n d o s e como u n
signo nefasto (tequantonalli amo cualli). Aquellos que n a c í a n al

c o m o se le conoce en l a a c t u a l i d a d , el cual es u n a n i m a l m á s p e q u e ñ o
(¿tlacocélotl o tlalocélotl?).
2
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o X I , c a p í t u l o 1.
3
K U B L E R , 1972, p p . 44-45. [Discusswn en p p . 45-50.]
4
S A H A G Ú N , CF, L i b r o V I , c a p í t u l o 43.
358 XAVIER NOGUEZ

amparo del ocelote y no c o n s e g u í a n controlar su potente


hado llegarían a ser esclavos ( v e n d i é n d o s e a sí mismos),
m o r i r í a n en la guerra, o q u e d a r í a n abandonados en el cam-
po de batalla. Serían t a m b i é n m u y dados a las mujeres y co-
5
m e t e r í a n adulterio. Por otro lado, eran gente de coraje y
6
atrevimiento, aunque a veces soberbios y presuntuosos.
Los nacidos bajo este signo llegaban a ocupar puestos p ú b l i -
cos y estaban ansiosos de obtener honor y prestigio. C o m o
transcribe D u r á n , " a p e t e c e r á n dignidades, cargos, alcanzar-
7
los han por t i r a n í a y fuerza y por d á d i v a s . . . " . Es tam-
b i é n importante mencionar que este signo pertenecía a T l a -
8
tlauhqui-Tezcatlipoca, el desdoblamiento rojo de esta deidad.
El moblaje y tapetes con piel de ocelote. Entre los diversos
símbolos de poder se encontraba el asiento sin respaldo
(icpalli) y con respaldo (tepotzoicpalli) y los tapetes (pepechtli),
los cuales son descritos con cubiertas de pieles de ocelote
(ejemplo: oceloehuaicpallt) y de otros animales del monte
9
como lobos, osos, ciervos " y onzas y gatos cervales".
3. Dioses, cosmovisión y ocelotes. Sin pretender aden-
trarnos en la increíble complejidad de la religión mexica,
a q u í sólo haremos m e n c i ó n de algunos elementos clave rela-
cionados con el tema que intentamos dilucidar. Sabemos
que el ocelote se vinculaba con el mundo inferior, ese seg-
10
mento frío, h ú m e d o y oscuro de la cosmovisión n á h u a t l .
Esta parte estaba asociada a la serpiente, a deidades femeni-
nas de la fertilidad y la maternidad, a importantes dioses
como Tláloc ( ¿ " E l terroso"?), Tlaltecuhtli ( " S e ñ o r de la
t i e r r a " ) y Tezcatlipoca ( " E l humo del espejo"), así como a
ciertos f e n ó m e n o s y lugares como los eclipses, la noche, el
11
agua, las cuevas, los cerros y el eco.
5
S A H A G Ú N , HGCNE, L i b r o I V , c a p í t u l o 2.
J J U R A N , /liTVÜ, I , p . ¿ól.
7
D U R Á N , HIÑE, i , p. 231.
^ CASO, 1967, p . 196.
9
S A H A G Ú N , HGCNE, Libro V I I I , capítulo 11.
1 0
LÓPEZ AUSTIN, 1980, i , p . 59 en particular.
Es precisamente T e p e y ó l o t l , u n o de los desdoblamientos de Tezca-
tlipoca, " E l c o r a z ó n del c e r r o " , " E l d u e ñ o de los animales", " q u e es el eco
o r e v e r b e r a c i ó n de la voz que renueva en la m o n t a ñ a ' ' . V é a s e Códice Vaticano-
Latino-Rios, l á m . 19, y' Códice Telleriano-Remensis, 2a. parte, y l á m . I V .
CUAUHYOTL Y OCELOYOTL 359

Existe t a m b i é n una interesante relación entre el c h a m á n


(curandero o brujo que hace sortilegios) con los felinos en
general y el ocelote en particular. Incluso algunos de los b r u -
jos m á s poderosos, los nonotzaleque, "los poseedores de con-
j u r o s " , usaban los pellejos y otras partes del cuerpo de los
12
felinos para vigorizarse y protegerse. A d e m á s el signo 1.
Océlotl era t a m b i é n asociado con u n tipo de brujos llamado
teyollocuani, " e l devorador de corazones h u m a n o s " .
4. Ocelotes y señorío. O t r a importante idea que aparece
inmersa en el simbolismo del ocelote es la del linaje y el se-
ñ o r í o vinculado a Tezcatlipoca. N o es difícil entender la re-
lación entre Tezcatlipoca y el ocelote, puesto que no se pone
en duda que el felino era uno de los principales símbolos de
esta deidad. E n Tenochtitlan, cuando al recién electo gober-
nante le era impuesta una de las j e r a r q u í a s que le pertene-
c í a n , se le ataviaba con algunas de las prendas clave de la
vestimenta de Tezcatlipoca, como las sandalias de obsidia-
na. E n los discursos del L i b r o V I del Códice florentino y en la
Historia general se menciona que Tezcatlipoca-Titlacahuan
( " E l h u m o del espejo", "Nosotros somos sus esclavos"), la
j e r a r q u í a m á s alta e importante dentro de los complejos des-
doblamientos de este dios, a q u í asociado a la divinidad su-
prema, p r o v e í a al señor recién electo de colmillos y garras,
con el objeto de que gobernase e hiciese cumplir la justicia.
Volveremos sobre este asunto en el encabezado 6 . 1 .

liiL CUAUHYOTL.

Muchas m á s numerosas son las referencias que se hacen en


las fuentes en relación a esta impresionante ave depredado-
ra, así como a las ideas que se le atribuyeron. Nos hemos l i -
mitado a analizar aquellas palabras asociadas con cuáuh en
el sentido de cuauhtli (águila). L a palabra cuahuitl (madera es
su principal pero no ú n i c o significado) t a m b i é n entra en

1 2
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o X I , c a p í t u l o 1 ; L Ó P E Z A U S T I N , 1 9 6 7 ,
pp. 93-94.
360 XAVIER NOGUEZ

composición como cuauhP Es m u y probable que ambos


t é r m i n o s estén estrechamente asociados dentro de u n marco
m á s amplio de cosmovisión, pero a q u í no intentamos anali-
14
zar este interesante aspecto. Seguiremos en esta sección
los mismos encabezados de análisis que en la anterior.
1. El águila concebida como animal. S a h a g ú n incluye la
descripción del águila j u n t o con otras aves de r a p i ñ a en el L i -
bro X I , capítulo 2 de su Historia general y en el Códice florentino.
El término no sólo abarca diversos tipos de esta especie como el
águila blanca {iztac cuauhtlí), el águila nocturna (yohualcuauhtlí),
el águila negra (pouhcuauhtli), el águila de la serpiente de nube
(mixcoacuauhtlí) y otras, sino t a m b i é n encontramos esta pala-
bra para designar otras especies como el halcón del pantano
(tlacocuauhtli) y el aura americana, carancho o gallinazo (cozca-
cuauhtli). E n lo que hoy llamaríamos " t a x o n o m í a n á h u a t l " , el
águila se ubica en la clase superior tótotl (ave) y en la categoría
tlahuitequini (ave de r a p i ñ a ) , donde se colocaría j u n t o a otras
15
como tecólotl, tlohtli y cacálotl. E n la descripción sahaguntina
se enfatizan las características de los picos, garras, ojos ("tiene
recia vista, m i r a al sol de hito en hito. . . " ) y hábitos ( " g r i t a ,
sacúdese como gallina. . .cazay come animales vivos. . . " ) . A
diferencia del ocelote, el águila no se asocia con el medio
acuático. Es u n animal de zonas semiáridas que obtiene agua
directamente de la comida.
2. Algunos términos donde la palabra cuauhtlí entra en com-
posición. A q u í sólo se han seleccionado algunos t é r m i n o s , en-
tre ellos algunos particularmente referidos a categorías socia-
les y políticas, los cuales serán de utilidad para la posterior
discusión sobre los status.
Cuauhuía. V e r b o que denota gemir, sufrir en extremo, gritar.
Cuauhtía. Ser estimado, apreciado, honrado, admirado, eleva-
do, engrandecido.
Cuauhcíhuatl ( " M u j e r - á g u i l a " ) . Se refiere a una mujer valien-
te como u n hombre, pero c à n d i d a ; de corazón firme, vigo-
3
' S e g ú n A N D R E W S , 1 9 7 5 , p . 4 3 4 . L a diferencia se detecta en l a pro-
n u n c i a c i ó n m á s e n f á t i c a de l a p r i m e r a " a " (cuáuh) cuando el t é r m i n o se
refiere a á g u i l a .
1 4
Sobre los significados de cuahuitl véase LÓPEZ A U S T I N , 1 9 7 8 , pp. 9 3 - 9 4 .
1 5
O R T I Z DE N4ONTELLANO, 1 9 8 4 , p. 129.
CUAUHYOTL Y OCELOYOTL 361

rosa, trabajadora, resistente al dolor, que acepta las repri-


mendas y es fuerte como u n hombre. "Es humilde pero
16
tiene coraje y v a l o r " .
Cuauhyácatl ( " N a r i z o punta del á g u i l a " , "dirigente á g u i -
l a " ) . C o n este nombre se conocía al c a p i t á n arrojado y
valiente frente al enemigo. El cuauhyácatl era el encargado
17
de iniciar el ataque. Era t a m b i é n el título que se otor-
gaba a los grandes guerreros que h a b í a n hecho por lo me-
nos cinco prisioneros en "zonas de alto riesgo" como
18
A t l i x c o , Huexotzinco o Tliliuhquitepec.
Cuauhtlatolli. Lenguaje grosero, crudo, usando malas pa-
labras.
Cuauhuehue ( " V i e j o - á g u i l a " ) . Veteranos de guerra, los "ca-
pitanes antiguos'', los guerreros experimentados que rea-
19
lizaban tareas como de "maeses de campo' . Eran ade-
m á s los que participaban en los rituales funerarios de los
20
hombres caídos en el campo de batalla.
Cuauhnochtli ( " T u n a - á g u i l a " ) . E n t é r m i n o s rituales la pala-
b r a se refiere al c o r a z ó n del sacrificado, pero t a m b i é n en
el Códice Mendoza (folio 65 recto) se hace referencia a u n
personaje que es " m a n d ó n y executor" del tlatoani de Te-
nochtitlan. E l cuauhnochtli aparece a h í a c o m p a ñ a d o de
otros personajes de su mismo rango que portan los títulos
de tlillancalqui, atenpanécatl y ezhuahuácatl. "estos quatro
desta hazera servían de mandones y executores de lo que
los señores de M é x i c o mandaban y determynaban". E n
una referencia que da S a h a g ú n se enfatiza la labor letal
21
de ejecución que este grupo de individuos realizaba. Se
agrega a d e m á s que "Estos no eran de los senadores sino
de la gente baja que llamaban achcacauhtin no v e n í a n por
elección a aquel oficio sino mandados, solamente preten-

1 6
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o X , c a p í t u l o 14.
1 7
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o V I I I , c a p í t u l o s 18 y 2 1 .
1 8
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o V I I I , c a p í t u l o 2 1 .
1 9
D U R A N , HIÑE, n , p p . 159, 166-167, 283, 287 y 305.
2 0
T E Z O Z Ó M O C , C A Í , p . 428. Se i n c l u y e el l l a m a d o Códice Ramírez en l a
misma edición.
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I I , c a p í t u l o 27.
362 XAVIER NOGUEZ

d í a n para este oficio que fueran valientes, esforzados y de


22
buena p l á t i c a " .
Cuauhtécatl. Habitante del lugar del águila. En la fiesta de T l a -
caxipehualiztli se daba este nombre a los sacrificados a X i p -
pilli C u a u h d e h u á n i t l (el sol matutino). A su corazón se le
llamaba cuauhnochtli tlazotli, y era depositado en el llamado
23
lugar de la jicara del águila o de madera (Cuauhxicalco).
Cuauhpilli ( " N o b l e - á g u i l a " ) . Los cuauhpipiltin eran u n grupo
de macehuales ennoblecidos debido a su valor demostrado
en el combate. E l tlatoani les daba algunos derechos especia-
les como la exención en el pago del tributo, posesión de
los productos agrícolas de ciertas porciones de tierra, y
la m e m b r e s í a en el consejo de guerra (Tequihuacacalli o
Cuauhcallt), a d e m á s de la posibilidad de heredar su status a
sus hijos. Sin embargo los cuauhpipiltin no alcanzaban a po-
seer totalmente los derechos de los nobles de linaje (pipiltin),
teniendo t a m b i é n que observar restricciones en los atavíos
y en la forma en que los usaban. Los escritores españoles los
compararon con los "caballeros pardos":

De estos había un tercer género de caballeros a los cuales llama-


mos caballeros pardos. Los cuales siendo nacidos de gente baja y
de hombres de poca suerte, por su ánimo y valentía y buena
m a ñ a venían a merecer de ser del número de las águilas y a lla-
marse conquistadores, que es lo propio que tequihua. Por lo cual
había diferente orden y modo de armarlos caballeros que el con
24
que los de buen linaje se tenía.

Cuauhtlatoani ( " E l que habla como á g u i l a " ) . Gobernador mili-


tar establecido particularmente en poblaciones conquista-
das. N o es claro en las fuentes si los t é r m i n o s cuauhtlato y
cuauhtlatoqui son sólo variantes de este mismo título o deno-
tan j e r a r q u í a s diferentes. Tlatelolco, después de 1473, es el
caso m á s conocido de este tipo de gobierno. Después de una

2 2
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I I , c a p í t u l o 2 7 . Fiesta de H u e i t e c u -
h i l h u i t l . A p a r e c e n a d e m á s los n o m b r e s de tizacahuácatl (ticociauácatl),
ezcahuácatl (tezcacoácatt) y mazatécatl, pero n o se m e n c i o n a el de tlillancalqui.
2 3
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I I , c a p í t u l o 2 1 .
2 4
D U R A N , HIÑE, \, p . 1 1 5 ; v é a s e CARRASCO, 1 9 7 1 , pp. 354-355.
CUAUHYOTL Y OCELOYOTL 363

r á p i d a conquista militar, A x a y á c a d implanta a los tlatelol-


cas u n gobierno llamado cuauhtlatollo o cuauhtlatocáyotl que
rompe con la sucesión legítima que tenía esta comunidad
desde los tiempos de C u a c u a u h p i t z á h u a c . S a h a g ú n men-
ciona que después de la conquista tenochca, Tlatelolco tuvo
cuatro " c ó n s u l e s " mexicas como cuauhtlatoque, los cuales
a d e m á s poseían los cargos de tlacateccatzintli y tlacochcalcatzin-
tli: dos eran tlazopipiltin (nobles de linaje legítimo) y dos
25
eran cuauhpipiltin (véase párrafo anterior).
Cuauhquiahuácatl ("Habitante de Cuauhquiahuac", " e l lugar
de la entrada del á g u i l a " ) . U n título honorífico para
aquellos guerreros que sobresalían por sus h a z a ñ a s b é -
26
licas. Este título, j u n t o con el de cuauhnochtecuhtli, podía
27
pertenecer incluso a macehuales y a gente no mexica.
Cuauhxicalli-Cuauhxicalco ("Vasija o recipiente del águila o
de m a d e r a " - " E l lugar del cuauhxicalli"). A s í se denomina-
ba a una piedra de sacrificio que " t e n í a en medio las armas
del sol" y estaba colocada en el recinto llamado Cuacuauh-
28
tinchan. E n los apéndices 2 y 5 del L i b r o I I de la Historia
general S a h a g ú n menciona en tres ocasiones el nombre de
Cuauhxicalco para referirse a uno o varios sitios dentro del
recinto ceremonial de Tenochtidan. U n estudio m á s siste-
m á t i c o aclararía su ubicación e identificación particular.
Entre las características sobresalientes que se mencionan
están la quema de papeles votivos y de una X i u h c ó a d (36o.
edificio), la representación de una imagen del sol "pintada
o esculpida como ahora se pinta al sol, como una cara hu-
mana y con rayos que salen de ella, como una rueda. . . " ,
y la existencia de u n adoratorio donde el tlatoani ayunaba y
h a c í a penitencia a honra del sol. E n lo que S a h a g ú n descri-
2 5
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I X , c a p í t u l o 1.
2 6
D U R Á N , HIÑE, I I , p . 100. E x i s t í a t a m b i é n u n sitio en T e n o c h t i t l a n ,
" l a p u e r t a del p a t i o del cu de H u i t z i l o p o c h t l i que se l l a m a b a C u a u h -
q u i a u a c ' ' , S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I I , c a p í t u l o 34 y L i b r o X I I , capí-
t u l o 3 1 . A d e m á s se m e n c i o n a u n t e m p l o , el 69o., que se n o m b r a b a T l a -
cochcalco C u a u h q u i y á h u a c ; a h í se h o n r a b a l a estatua de M a c u i l t ó t e c , y
se realizaban ceremonias d u r a n t e las festividades de P a n q u e t z a l i z t l i y / o
T l a c a x i p e h u a l i z t l i , S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I I , A p é n d i c e .
2 7
V é a s e H A S S I G , 1988, p . 43.
2 8
D U R A N , HIÑE, i , p. 107.
364 XAVIER NOGUEZ

be como el "octavo edificio" se sacrificaban cuatro cauti-


vos llamados chachanme, y otros dos que eran la imagen del
sol y de la luna.
Cuauhtinchan, Cuacuauhtin inchan ( " L a morada de las á g u i l a s " ) .
Templo dedicado al sol donde se celebraba dos veces al a ñ o
la fiesta del Nahui Ollin (signo 4. Movimiento). A este lugar
sólo p o d í a n acudir los cuacuauhtin, "los caballeros o comen-
29
dadores del s o l " . C o m o h a b í a m o s mencionado previa-
mente, en este recinto se encontraba el cuauhxicalli, una
piedra esculpida utilizada para la occisión ritual.
Cuauhcalli ("Casa del á g u i l a " ) . Aunque esta palabra tiene
connotaciones similares a la anterior, se refiere no a u n l u -
gar para el ritual sino a una especie de sala para el consejo
de guerra en el palacio de gobierno. A h í se r e u n í a n los capi-
tanes de alta j e r a r q u í a con rangos de tiacahuan, tlacochcálcatl
y tlacatéccatl, que formaban u n consejo que atendía los asun-
tos relativos a la milicia. S a h a g ú n afirma que esta sala del
palacio t a m b i é n era conocida con el nombre de Tequihuaca-
calli ("Casa de los tequihuaque", los guerreros que h a b í a n
30
capturado cuatro prisioneros).
Ce Cuauhtli (Signo calendárico 1. Águila). Es el decimoquinto
día de la cuenta ritual del tonalpohualh. Las personas regidas
por el signo del águila serían valientes, esforzadas, atrevi-
das y sin v e r g ü e n z a . Los hombres serían presuntuosos y so-
berbios, "decidores de palabras afrentosas [¿cuauhtlatolli?],
y que p r e s u m i r í a n de bien hablados y corteses... y serían
jactanciosos y lisonjeros; al cabo v e n d r í a n a m o r i r en la
31
g u e r r a " . L a mujer a quien correspondiera este destino
" s e r í a deslenguada y maldiciente; su pensamiento sería de-
cir mal y avergonzar a todos, y t a m b i é n sería atrevida para
a p u ñ e a r y a r a ñ a r las caras a otras m u j e r e s . . . y para reme-
sas a todos y para rasgar los huípiles de las otras muje-
3 2
res. . . " D u r á n apunta a d e m á s que el signo Cuauhtli tie-
ne la misma naturaleza que el signo Gcélotl, con la adición
de que las personas nacidas bajo este signo p o d r í a n ser
2 9
D U R A N , HIÑE, i, p. 106 y u , p . 194.
3 0
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o V I I I , c a p í t u l o 14, p a r r á f o 4.
3 1
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I V , c a p í t u l o 25.
3 2
S A H A G Ú N , HGCNE y CF, L i b r o I V , c a p í t u l o 25.
CUAUHYOTL, Y OCELOYOTL 365

adictos a robar y a envidiar la riqueza de los d e m á s . L o que


robaban lo escondían como águilas, las cuales eran anima-
33
les de r a p i ñ a .
3. Dioses y elementos rituales conectados con el águila. E n
c o n t r a p o s i c i ó n con el ocelote, a q u í aparece una innegable re-
lación entre el ave depredadora y los elementos del mundo su-
perior relacionados con el sol, el cielo, el calor, la sequedad, la
luz, el fuego, el elemento masculino, el padre, y otros aspec-
31
tos. Es el águila uno de los símbolos m á s importantes de
H u i t z i l o p o c h t l i , el numen del grupo mexica en el poder, y a
q u i e n estaban asociadas otras deidades como Painal, Tlaca-
huepan, Teicauhtzin y Cuahuitlicac. A l sol matutino se le
daba el nombre de X i p p ü i C u a u h t l e h u á n i t l ( " E l n i ñ o o noble
del fuego celestial, águila que asciende í g n e a m e n t e " ) , y al sol
vespertino el de C u a u h t é m o c ( " E l que desciende como águi-
3 5
l a " ) . Predominan las plumas o plumones de águila en los
a t a v í o s del sol o T o n a t i u h - N a h u i O l l i n ( " E l que va haciendo
el d í a , signo 4. M o v i m i e n t o " ) y de T o n a n Quilaztli ("Nues-
tra madre, ¿ A u m e n t a d o r a de las legumbres?"), una de las
compartes femeninas del sol y probablemente t a m b i é n de al-
36
gunos dioses estelares.

I N CUAUHTLI I N OCÉLOTL, I N CUAUHTLOCÉLOTL

L a m e n c i ó n s i m u l t á n e a al águila y al ocelote aparece en una


m e t á f o r a que se ha interpretado como la exaltación de la va-
l e n t í a y la habilidad en el combate. Sabemos que los cuacuauh-
tin y los ocelome eran miembros de una especie de corps d'élite en
el ejército mexica. Estos cuerpos escogidos se c o m p o n í a n de
aquellos que h a b í a n tomado u n buen n ú m e r o de prisioneros
en el campo de batalla, siendo agasajados incluso con invita-

3 3
D U R A N , HIÑE, i , p. 231.
3 4
LÓPEZ AUSTIN, 1980, i , p. 59.
3 5
S A H A G Ú N , CF, L i b r o I I , c a p í t u l o 2 1 ; L i b r o V I , c a p í t u l o 1.
3 6
A l g u n o s datos importantes sobre la i d e n t i d a d de C ¿ u i l a z t l i - C u a u c í -
h u a t l se m e n c i o n a n en el " C a n t o a C i h u a c ó a t l " , y los respectivos comen-
tarios de G a r i b a y en Veinte himnos sacros. . . , p p . 136-149. E l canto provie-
ne del C ó d i c e matritense del Real Palacio.
366 XAVIER NOGUEZ

37
ciones a los banquetes que ofrecía el señor M o t e c u h z o m a .
Era a d e m á s m i s i ó n importante de este grupo alimentar y re-
gocijar al sol (quien aparece en algunos textos asimilado a
Tlaltecuhtli, el S e ñ o r de la tierra), a través de la occisión r i -
tual. Entonces el campo de batalla se convertía en el lugar
donde m e t a f ó r i c a m e n t e c o m í a y b e b í a el sol, el señor de la
tierra ( i n T o n a t i u h i n Tlaltecuhtli), el cual t a m b i é n era llama-
38
do in tonan in tota, "Nuestra madre, nuestro p a d r e " . Es pro-
bable que para la época de la gran intensificación del proceso
expansionista mexica el águila y el ocelote se estuvieran con-
virtiendo en los "agentes" m á s activos de Tonatiuh-Tlalte-
cuhtli, esa imperialista y sacrificial deidad resultado de las
fuerzas opuestas y complementarias de la tierra y el sol, pero
esto sólo se plantea a q u í como una hipótesis. Guerreros águi-
las y ocelotes aparecen en el sacrificio de cautivos en la desi-
gual lucha gladiatoria de la fiesta de Tlacaxipehualiztli. E n la
escenificación ritual participaban cuatro de estos guerreros,
dos águilas y dos ocelotes, a d e m á s del resto de los dioses perso-
39
nificados por individuos que portaban sus a t a v í o s . O t r o
ejemplo de la m e n c i ó n simultánea del águila y el ocelote se en-
cuentra en el famoso mito del nacimiento del quinto sol, don-
de, entre otras cosas importantes, se da noticia de las diferen-
40
cias de color en el plumaje del ave y la piel del felino. L a
idea del estrecho vínculo de estos dos animales t a m b i é n se
halla enunciada en la metáfora in cuauhpétlatl in ocelopétlatl ( " e l
petate del águila, el petate del ocelote") t é r m i n o que en la re-
copilación sahaguntina hace principalmente alusión a la "de-
4
fensa y escudo de la c i u d a d " . '
E n algunos textos se llega incluso a crear una sola palabra,
3 7
S A H A G Ú N , CF, L i b r o V I I I , c a p í t u l o 20.
3 8
S A H A G Ú N , CF, L i b r o I I I , c a p í t u l o 4, A p é n d i c e ; L i b r o V I , c a p í t u l o 3.
3 9
D U R A N , HIÑE, i , p . 98. Estos guerreros se diferenciaban como el g r a n
o viejo ocelote o á g u i l a , y el p e q u e ñ o o joven ocelote o á g u i l a . T a m b i é n par-
ticipaba u n anciano vestido con l a piel de u n gato m o n t é s o u n lobo
(cuetlachuehue), que ayudaba a las á g u i l a s y a los ocelotes en su f u n c i ó n sa-
crificial .
4 0
CCH {Leyenda de los soles), p p . 119 ss.
4 1
E n t r e otras citas: SAHAGÚN, CF, L i b r o V I , c a p í t u l o 43. E l uso del
s i m b o l i s m o del petate merece u n estudio p o r m e n o r i z a d o . Parece existir
u n a a s o c i a c i ó n con las puertas o entradas del á g u i l a y el ocelote del altépetl.
CUAUHYOTL Y OCELOYOTL. 367

in cuauhtlocélotl, para enfatizar t o d a v í a m á s el estrecho vínculo


de los dos animales, vínculo que p o d r í a referirse a una
j e r a r q u í a de síntesis que a b a r c a r í a los dos á m b i t o s cósmicos
opuestos, el mundo de arriba y el mundo de abajo, en una sola
unidad, probablemente como una respuesta similar a la crea-
ción de Tonatiuh-Tlaltecuhtli, esa interesante deidad con ca-
racterísticas solares y ctónicas al mismo tiempo. E n u n pasaje
de S a h a g ú n donde se menciona el nacimiento del sol y de la
luna, marcando el inicio de una nueva era, se alaba la valentía
del águila y el ocelote, animales que, como Nanahuatzin y Te-
cuhciztécatl, se lanzaron al teotexcalli u hoguera sagrada:

De este lugar se tomó la costumbre de llamar a los hombres dies-


tros en la guerra quauhtlocélotl, y dicen primero quauhtíi, porque el
águila primero entró en el fuego; y dícese a la postre océlotl porque
42
el tigre entró en el fuego a la postre que el águila.

LOS STATUS ADSCRITOS Y ADQUIRIDOS

Es incuestionable la asociación de las i m á g e n e s de las águilas


y ocelotes con la valentía, la fuerza y la habilidad, principal-
mente en la guerra y en el gobierno. Sin embargo p o d r í a m o s
agregar una interesante faceta m á s a los ya complejos signifi-
cados que se les i m p r i m i ó a estos dos animales. M e refiero a
los status adscritos y adquiridos que ellos representaron. E l
ocelote — y por e x t e n s i ó n el m u n d o inferior de la cosmovi-
sión— se asocia con los status adscritos (por nacimiento, por l i -
naje del pülotl) y con las actividades de carácter administrati-
vo. E l águila — y por extensión el mundo superior de esa
misma cosmovisión— se vincula a los status adquiridos, p r i n -
cipalmente a t r a v é s de m é r i t o s en la milicia. A d e m á s en el
ocelóyotl se encuentra la idea de una m á s antigua legitimidad
política de los señoríos, en contraposición con el cuáuhyotl, una
especie de " n u e v o poder" de adquisición reciente, como fue
el de grupos como el mexica, quienes, en la época de su arribo

4 2
S A H A G Ú N , HGCNE, y CF, L i b r o V I I , c a p í t u l o 2 y A p é n d i c e .
G A R I B A Y , 1956, p . 330, sólo identifica al C u a u h t l o c é l o t l c o m o u n jefe
g u e r r e r o , con grado de servidor especial de l a deidad solar.
368 XAVIER NOGUEZ

al Valle de M é x i c o , carecían de u n gobierno " l e g í t i m o "


ante los ojos de sus vecinos. A m p l i a n d o las ideas ya expresa-
43
das por López A u s t i n en torno a la o r g a n i z a c i ó n de la
cosmovisión n á h u a t l p r e h i s p á n i c a , t e n d r í a m o s , en polos
opuestos y complementarios al mismo tiempo, la siguiente
44
lista parcial de elementos:

OcELÓYOTL CuÁUHYOTL

abajo arriba
femenino masculino
madre padre
agua hoguera (fuego)
humedad sequedad
niebla claridad
inframundo cielo
obscuridad luz
noche día
muerte vida
menor mayor
vejez juventud
Tezcatlipoca-Tecuhciztécatl Huitzilopochtli-Nanahuatzin
Tlaltecuhtli Tonatiuh
Coatlicue ¿ T o n a n Quilaztli?
funciones administrativas funciones militares
pillotl macehuáyotl

status adscritos status adquiridos


ocelotía: ser ocelote, ser gran cuauhtía: ser águila, ser
s e ñ o r , ser honrado y estimado, honrado,
estimado. admirado, elevado,
V a l e n t í a , bravura, coraje, engrandecido.

4 3
L Ó P E Z A U S T I N , 1980, i , pp. 57 ss.
4 4
Es necesario a c l a r a r q u e esta l i s t a es t o d a v í a u n m e c a n i s m o
i n t e r p r e t a t i v o no exento de algunas contradicciones. E l listado requiere de
futuras exploraciones para poder afinar o entender mejor algunos casos
—citados al final de este trabajo— donde la d i m e n s i ó n sociopolítica no
concuerda c o n las premisas de la p a r t i c u l a r c o s m o v i s i ó n que estamos
utilizando.
CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL 369

tener nobleza (gobernante Valentía, bravura, coraje,


de los animales). fuerza, belicosidad,
Tecuani "devorador de resistencia al dolor
gente" animal fiero. humildad, grosería,
rudeza, majadería.
Signo del tona.lpoh.ualh'. Ave de r a p i ñ a , roba,
mismo que Cuauhtli, envidia el bien y la
nefasto ¿por ser u n signo riqueza ajena.
demasiado fuerte? Apetito
por puestos públicos, Signo del tonalpohualli'.
cargos y dignidades. mismo que Océlotl,
Oceloehuatepotzoicpalli, nefasto, ¿por ser u n signo
oceloehuaicpalli y demasiado fuerte?,
oceloehuapepechth. atrevimiento, bravura,
T é r m i n o s asociados con la de vergüenza.
administración:
Cihuacóatl-¿Atempanécatl? ¿tohcpalli ?
In petlatl in icpalh
T é r m i n o s asociados a la
milicia o al culto bélico al
sol (Nahui olhri)'.
Cuauhyacatl
Cuauhuehue
Cuauhpilh
Cuüuhtlatoam (Cuauhtlato,
Cuauhtlatoqui)
Cuauhquiahuacatl
Cuauhtinchan (Cuacuauhtin
inchari)
Cuauhtecatl
Cuauhxicalh
Cuauhcalh

' I 'ERMINOS INTERMEDIOS

Cuauhtlocelotl
In Cuauhtli in Ocelotl
I n Tonatiuh i n Tlaltecuhtli
370 XAVIER NOGUEZ

In Tonan in Tota
¿ Tlatocáyotl?
In cuauhpétlatl in ocelopétlatl
¿Quetzalcóatl?

Esta manera de organizar el mundo natural y social p o d r í a


explicarnos algunos asuntos sobre las relaciones entre la ter-
minología, funciones, composición social y legitimidad de po-
der político, tanto al nivel de status personales como de status de
pueblos. Damos unos ejemplos:
1) Tezcatlipoca como patrono de las funciones administra-
tivas. E n una m e t á f o r a compilada por S a h a g ú n se dice que
cuando a alguien se le daba u n cargo oficial, quedaba investi-
do con u n adorno de plumas de garza y u n xicolli de mecate
(Naztauh, nomecaxicol, literalmente " M i pluma de garza, m i
chalequillo de mecate"). Creemos que ambos atavíos pertene-
45
cen a Tezcatlipoca, como se puede comprobar en las des-
cripciones de D u r á n , donde se mencionan adornos como
plumas blancas de garza y una manta de red " m u y bien
46
obrada'' , la cual se asociaría al xicolli de mecate arriba men-
cionado. E n la descripción que se da en los Primeros memoriales
de Tezcatlipoca como Tlacochcalco Yáotl, el " E n e m i g o - L u -
gar de la casa de los dardos", se menciona entre sus atavíos
' ' su partidor de plumas de garza con penacho de quetzal y su
47
manto de cuerdas con orilla de color r o j o " . Otro dato inte-
resante se asocia a T e c u h c i z t é c a t l , deidad lunar asociada a
Tezcatlipoca, y su no m u y honroso papel en el nacimiento del
quinto sol. E n la versión recogida por S a h a g ú n en el Códice
florentino se narra que a media noche, cuando iban a comenzar
los oficios previos a su lanzamiento al fogón sagrado, los dio-
ses le ofrecieron u n tocado redondo de plumas de garza llama-
do aztacómitl (yaztacon mimíltic) y u n xicolli, y una ' 'xaqueta de

4 5
SAHAGÚN, CF, L i b r o V I , c a p í t u l o 4 3 ; véase la escultura lítica estudia-
da p o r D o r i s H e y d e n ( 1 9 7 2 ) , l a c u a l muestra u n xicolli de Tezcatlipoca,
a d e m á s de los elementos asociados a X i u h t e c u h t l i .
4 6
D U R A N , HIÑE, i , pp. 37-38.
4 7
S A H A G Ú N , RSAD, p p . 1 4 6 - 1 4 7 y CF, L i b r o I I , c a p í t u l o 6 [ 2 4 ] .
CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL 371

l i e n z o " (yxicol).™ T a m b i é n en el L i b r o V I de la misma fuen-


te son varias las referencias a ese poderoso dios llamado
Tezcatlipoca-Titlacahuan-Tloque Nahuaque, a quien se i n -
voca para que el tlatoani pueda realizar con efectividad las ta-
reas de su nuevo cargo. A h í se dice que d e b e r á ser cuidadoso
porque Nuestro S e ñ o r lo hizo su recadero, le dio colmillos y
garras, "porque eres como fiera, eres su fiera (titecuaniuh), eres
4 9
su juez, enójese quien se enojare. . . " T a m b i é n es posible
que la m e t á f o r a " h u m o , niebla: fama y h o n o r " (poctli, ayá-
huitl; tényotl, mahuizott) esté asociada particularmente, como lo
glosa S a h a g ú n , a las actividades del tlatoani, cuyo humo y su
niebla no se ha desvanecido d e s p u é s de su muerte, y todavía
50
se le recuerda como u n buen gobernante ( ¿ a d m i n i s t r a d o r ? ) .
E l h u m o y la niebla, Tezcatlipoca y T e c u h c i z t é c a t l nos es-
t á n remitiendo al mundo inferior, el mundo terrestre, al cual
t a m b i é n pertenece la m a y o r í a de las deidades femeninas como
C i h u a c ó a t l ("Serpiente-mujer"), una importante diosa y
t a m b i é n la designación de u n puesto político en Tenochtitlan,
que se manifestaba como una especie de "ministerio del inte-
r i o r ' '. Este cargo pudo haber existido en épocas anteriores a la
f u n d a c i ó n de la T r i p l e Alianza, pero es a partir del famoso
A t e m p a n é c a t l Tlacaélel, uno de los hijos de Huitzilíhuitl, el
segundo tlatoani de Tenochtitlan, cuando adquiere preemi-
51
nencia dentro de la organización administrativa y consultiva.
2) E l cuauhtlatocáyotl {cuauhtlatolló). Previamente habíamos des-
crito las características del t é r m i n o cuauhtlatoani, vinculado a u n
gobierno militar establecido en poblaciones conquistadas. L a
palabra t a m b i é n parece referirse a los pueblos cuyos gobiernos
carecían de nobleza (píllotl) y linaje legítimo (tlatocatlacamecáyott),
4 8
S A H A G Ú N , CF, L i b r o V I I , c a p í t u l o 2 y A p é n d i c e ; v é a s e N I C H O L S O N ,
1 9 7 1 , cuadro 3 . E n la v e r s i ó n de CCH (Leyenda de los soles, pp. 1 2 1 - 1 2 2 )
no aparece el n o m b r e de T e c u h c i z t é c a t l , sino que a l a l u n a se le da el
n o m b r e c a l e n d á r i c o de N a h u i T é c p a t l ( 4 . Pedernal).
4 9
S A H A G Ú N , CF, L i b r o V I , c a p í t u l o 1 0 . V é a s e la t r a d u c c i ó n de este tex-
t o en GARCÍA QUINTANA, 1980.
5 0
S A H A G Ú N , CF, L i b r o V I , c a p í t u l o 4 3 .
5 1
D A V I E S , 1 9 7 3 , p . 7 9 . E l a u t o r o p i n a que este cargo d e b i ó corres-
p o n d e r o r i g i n a l m e n t e a u n sacerdote, y , citando a A l varado T e z o z ó m o c ,
a f i r m a que u n o de los cuatro teomamaque de H u i t z i l o p o c h t l i era l l a m a d o
Tlamacazqui Cihuacóatl.
372

y eran gobernados por líderes sin conexiones directas con los


antiguos linajes de gobierno, o sea que no p o s e í a n la legiti-
m i d a d ritual que el caso r e q u e r í a para poder establecer u n
tlatocáyotl. Este pareció ser el caso de los mexica-tenochcas y
mexica-tlatelolcas antes de los gobiernos de Acamapichtli
52
y C u a c u a u h p i t z á h u a c , respectivamente. Veamos algunos
datos donde creemos ver la prueba de este argumento.
a. Entrega del Cuáuhyotl a los mexicas durante la peregrina-
ción. E n una de las primeras escenas del Códice Boturini o Tira
de la peregrinación aparece un águila asociada a Huitzilopochtli
entregando el bagaje chichimeca (el arco, las flechas y el chitah-
th o "redecilla") a u n personaje ataviado con plumones y pin-
tura facial, elementos que denotan la imposición de un nuevo
nombre, el de mexicas, al pueblo salido originalmente de A z -
53
t l á n . De esta forma su principal dios los prepara para el lar-
go trayecto que t e n d r á n que recorrer, ahora bajo una nueva
identidad tribal.
b. Los " c ó n s u l e s " de Tlatelolco. Se h a b í a ya explicado
que tras la muerte de M o q u i h u i x , el infausto gobernante tla-
telolca, A x a y á c a t l decide hacer desaparecer de ese señorío el
gobierno de tlatocáyotl que h a b í a inaugurado C u a c u a u h p i t z á -
huac. Quedan entonces al mando los jefes militares o " c ó n -
sules" , como los llama S a h a g ú n : " y el regimiento que de allí
en adelante usaron los tlatilulcanos fue por v í a de cónsules,
5 4
que fue su primera manera de regimiento. . . " S a h a g ú n men-
ciona los nombres de los cuatro jefes militares impuestos por
A x a y á c a t l , los cuales aparecen en una ilustración del Códice flo-
rentino, identificados por sus nombres o j e r a r q u í a s militares.
En medio de esta ilustración se dibujó u n águila con volutas
saliendo de su pico. E l ave está posada sobre lo que p o d r í a
ser el glifo de Tlatelolco o unos riscos o p e ñ a s c o s . L a noticia
de la i m p l a n t a c i ó n forzada de u n gobierno de conquista en
Tlatelolco en el a ñ o 7. Calli de 1473 se encuentra registra-
da en otras fuentes como los Anales de la conquista de Tlatelol-

5 2
B A R L O W , 1949, p . 118, y C A R R A S C O , 1976, p. 176, ya h a b í a n hecho
comentarios sobre esta d i f e r e n c i a c i ó n .
5 3
V é a n s e comentarios en N O G U E Z , 1978, r, p p . 63-64.
5 4
S A H A G Ú N , HGCNE, L i b r o I X , c a p í t u l o 1. (Las palabras enfatizadas
son del a u t o r del a r t í c u l o . )
CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL 373

55
co 1473y 1521. A h í en el texto aparece la palabra cuauhtlato.
Probablemente el problema del rompimiento del linaje an-
tiguo y legítimo lo haya t a m b i é n padecido Tenochtitlan por
a l g ú n tiempo después de la muerte de C u a u h t é m o c en 1525.
L a Crónica mexicáyotl menciona a don A n d r é s ¿de Tapia? M o -
telchiuhtzin Cuauhnochtli como sucesor del famoso caudillo
que fue el último defensor de la ciudad de M é x i c o . En esta
fuente se narra que don A n d r é s fue electo cuauhtlato, en vista
de que se había hecho cuauhnochtli en Hueimollan, durante la
56
expedición de C o r t é s a las Hibueras.
c. Los linajes legitimizados de C u a c u a u h p i t z á h u a c y Aca-
mapichtli. Si como lo asienta S a h a g ú n el cuauhtlatocáyotl o
cuauhtlatollo fue la " p r i m e r a manera de regimiento" de los tla-
telolcas, ¿cuándo adquieren éstos el poder legítimo, el que
a q u í hemos asociado al "poder antiguo"? Esto ocurrió en los
tiempos de la h e g e m o n í a tecpaneca en el Valle de M é x i c o ,
cuando T e z o z ó m o c de Azcapotzalco envía a uno de sus hijos,
de nombre C u a c u a u h p i t z á h u a c , para regir Tlatelolco. El Có-
dice Azcatitlan (lám. X I V ) registra una escena donde se aprecia
la construcción de una p i r á m i d e y el glifo de Tlatelolco con u n
ocelote en la parte superior. A l lado derecho se encuentran
tres personajes: C u a c u a u h p i t z á h u a c (glifo onomástico: cuer-
no de venado), T e z o z ó m o c de Azcapotzalco (glifo o n o m á s -
tico: un rostro pétreo y una voluta de puntos que sale de la
boca), y el difunto Acamapichtli (glifo onomástico: mano
sujetando tres cañas). A diferencia de una escena previa en el
mismo códice (lám. X I I I ) , C u a c u a u h p i t z á h u a c aparece a q u í
ya entronizado con los atavíos que correspondían a su nueva
j e r a r q u í a dada por u n señor perteneciente a u n linaje antiguo
como lo era T e z o z ó m o c . Creemos que la escena representa u n
momento crucial, cuando los tlatelolcas finalmente adquie-

5 5
Anales de la conquista, 1 9 4 5 , p. 3 2 7 .
5 6
Crónica mexicáyotl, 1 9 4 9 , p. 1 6 7 . O t r a s fuentes le asignan el puesto
de H u i t z n á h u a t l que p o s e í a en la é p o c a a n t e r i o r a la conquista. E n u n a
referencia, Colección de documentos inéditos del Archivo de Indias, citado en
G A R C Í A GRANADOS, 1 9 5 3 , m , p. 2 0 1 , se dice que T a p i a M o t e l c h i u h t z i n era
esclavo y que h a b í a g o b e r n a d o " p a r t e " de la c i u d a d de " t e m y x t i t l a n " ,
lo cual p o d r í a ser i n t e r p r e t a d o c o m o u n gobierno parcial ¿sólo p a r a los
macehuales?
374 X A V I E R NOGTJEZ

ren, dentro de la esfera de los símbolos de la gubernatura, el


status asociado al ocelóyotl, derivado directamente de Azcapot-
zalco. Barlow propone la lectura de este glifo t o p ó n i m o como
57
Ocelopan-Tlatelolco. El mismo autor menciona que al
nombre de Tlatelolco se le agregaron los "apellidos" de X a l i i -
yacac (literalmente: " L u g a r - s u nariz-arena") y Oceloapan
58
que Barlow traduce como "agua a t i g r a d a " .
¿Se dio esa misma situación en el caso de Tenochtitlan? A
diferencia de Tlatelolco, los registros históricos del inicio del
tlatocamecáyotl de Tenochtitlan están colmados de extrañas con-
tradicciones. L o único que repiten la m a y o r í a de las fuentes es
que Acamapichtli fue el primer soberano de linaje legítimo, el
cual no tuvo conexiones directas con T e z o z ó m o c , señor de los
tecpanecas. Acamapichtli estaba m á s bien vinculado a las d i -
nastías de Colhuacan (colhuas) y Coatlinchan (acolhuas). A m -
bos señoríos p o d í a n proporcionarle el status de ocelóyotl a Te-
nochtitlan, es decir, p o d í a n complementar el cuáuhyotl o
cuauhtlatollo que ya poseía este pueblo. Sin embargo surge una
gran confusión cuando se intenta definir el origen mismo de
Acamapichtli y sus relaciones matrimoniales. Y a q u í es cuan-
do entra en escena Ilancuéitl ("Falda-vieja") u n importante
59
personaje femenino. Si no estamos frente a u n problema de
m á s de u n personaje con el mismo nombre —problema co-
m ú n en las fuentes i n d í g e n a s — esta Ilancuéitl parece m á s
bien salida de una comedia de las equivocaciones: las fuentes
le otorgan el papel de madre natural, madre adoptiva, tía y es-
60
posa de Acamapichtli. A d e m á s se registra que p r o v e n í a de

5 7
B A R L O W , 1 9 4 9 , p . 1 1 9 . E n este ejemplo la presencia del ocelote no
se asocia o no recuerda los s í m b o l o s de la f u n d a c i ó n del s e ñ o r í o ya
que, como menciona T O R Q U E M A D A , M I , i , p p . 4 0 2 - 4 0 3 , éstos fueron u n re-
m o l i n o de aire, el m o n t í c u l o de arena, u n a culebra enroscada, u n escudo
y u n a flecha.
BARLOW, 1 9 8 7 , p. 65.
5 9
Es posible que I l a n c u é i t l sea t a m b i é n el n o m b r e de una deidad
c t ó n i c a - f e m e n i n a ( ¿ U a m a t e c u h t l i ? ) , a la que se hace comparte de Iztac
M i x c ó a t l y se le asigna el papel de generadora de linajes de pueblos. V é a -
se D A V I E S , 1 9 8 0 , p. 200.
6 0
L a o t r a candidata a ser la m a d r e de A c a m a p i c h t l i es A t o t o z t l i ,
cihuapilh procedente de C u l h u a c a n , y que en la m a y o r í a de las fuentes
aparece c o m o esposa de O p o c h t l i , u n famoso c a u d i l l o tenochca.
CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL 375

Culhuacan o de Coatlinchan. Se le adscribe una edad mayor


que la de Acamapichtli; es, por tanto, incapaz de procrear, ra-
z ó n por la cual, de acuerdo a D u r á n , el tlatoani tenochca decide
tener descendencia con las hijas de " . . . cada uno de los gran-
6 1
des señores y ayos del dios [Huitzilopochtli]. . . " Se llega a
decir en una de las fuentes que la dicha Ilancuéitl fue la verda-
dera soberana de Tenochtitlan y que Acamapichtli, en su cali-
dad de ' 'príncipe consorte", hereda el gobierno a la muerte de
la gobernante, momento en el cual el tlatoani pudo gobernar
plenamente a su pueblo.
¿Son gratuitos estos enredos familiares del primer señor
tenochca, o reflejan algún tipo de problema en la adopción
de u n r é g i m e n distinto dentro de la organización política tra-
dicional, y, por ende, de u n diferente status gubernamental?
A q u í Ilancuéitl parece representar el segmento femenino del
mundo inferior que hemos vinculado a los status adscritos, esa
legitimidad derivada del viejo linaje opuesta al cuáuhyotl. E n el
momento de la creación de la Triple Alianza (ca. 1431), y por
razones que d e b e r í a n explorarse con m á s detalle, Ilancuéitl, y
lo que ella simboliza, parece vincularse en Tenochtitlan al car-
go administrativo del C i h u a c ó a t l . Sobre este asunto Alfonso
Caso llegó incluso a proponer que Ilancuéitl no fue la esposa
62
de Acamapichtli sino su C i h u a c ó a t l . Finalmente mencio-
namos u n dato en la obra de S i g ü e n z a y G ó n g o r a que p o d r í a
interpretarse como una prueba del inicio del vínculo que ob-
tiene Acamapichtli, al ser elevado al tlatocáyotl, con ese seg-
mento inferior terrestre de la cosmovisión n á h u a t l . A h í se
dice que la fecha de e n t r o n i z a c i ó n del p r i m e r soberano te-
63
nochca fue el 3 de mayo de 1361. L a a n t i g ü e d a d del evento
y la naturaleza contradictoria de la i n f o r m a c i ó n disponible
no nos permiten saber con exactitud razonable el a ñ o y a ú n
menos el d í a del inicio del gobierno de Acamapichtli, pero en
la particular t r a d i c i ó n que recoge S i g ü e n z a , se le asigna el 3
de mayo, fecha que corresponde a la celebración de la Santa
Cruz cjuc e n ls, simbolog'ís. náhu.3,tl~cristi3.n3, Sin.crct1z3.cl3. se

^ D U R Á N , HIÑE, n, p. 56.
^ Historia de los mexicanos, 1 9 4 1 , p p . 2 2 7 - 2 2 8 . Este caso es citado p o r
DAVIES, 1 9 8 0 , pp. 200-201.
^ SIGÜENZA Y G Ó N G O R A , 1 9 2 8 , p. 78.
376 XAVIER. NOGUEZ

64
vinculó con la superficie de la tierra y el mundo inferior.
Por las contradicciones expresadas en las fuentes, el arran-
que del linaje señorial de Tenochtitlan debió haber tenido sus
contratiempos, quizá provocados por la particular coyuntura
histórica derivada de la competencia por la h e g e m o n í a política
que se daba en ese momento entre tecpanecas y acolhuas, y en
menor grado los colhuas. L a elección de Acamapichtli, a dife-
rencia de la hecha por los tlatelolcas con C u a c u a u h p i t z á h u a c ,
pudo no haber sido del agrado de los líderes de Azcapotzalco,
y es posible que T e z o z ó m o c haya confirmado el tlatocáyotl te-
nochca hasta la época de Huitzilíhuitl. Torquemada y la Rela-
ción de la genealogía dan a entender que Acamapichtli " n o gozó
de nombre de rey absoluto" y que fue hasta la época de su su-
cesor, el segundo Huitzilíhuitl, " e l mayor hijo de su legítima
m u j e r " , cuando finalmente se confirmó la soberanía del
65
tlatocáyotl en Tenochtitlan. Sin embargo la m a y o r í a de las
fuentes inician el linaje de los tlatoque con el señor Acama-
pichtli, quien posee el status de cuáuhyotl gracias al parentesco
que tiene con los líderes de la comunidad tenochca y, de una
forma u otra, adquiere el status del oceloyótl, a través de su am-
bigua relación con la enigmática Ilancuéitl, la cihuapilli vincu-
lada con Colhuacan y probablemente t a m b i é n con Coatlin-
chan. Como tlatoani establecido, Acamapichtli poseía las dos
calidades de cosmovisión que lo hacían, entre otras cosas,
"padre y m a d r e " de su pueblo, el jefe supremo de la adminis-
tración pública (¿que delegaría m á s tarde en el puesto de C i -
huacóatl?), la milicia y el sacerdocio. Creemos que el tlatocáyotl
era, en la singular d i m e n s i ó n de los gobiernos de pueblos par-
ticularmente en la época posclásica (900-1521), el vínculo de
u n status adscrito y uno adquirido; era el nivel de fusión que fi-
nalmente daba una completa legitimidad al gobernante.
Las anteriores ideas p o d r í a n explicar esa e x t r a ñ a doble re-
presentación de Acamapichtli al inicio de la primera sección
del Códice Mendoza (f. 2 vuelta). Ambas imágenes tienen ele-
6 4
V é a s e L Ó P E Z A U S T I N , 1 9 7 3 . C r e o personalmente que la cruz latina
t a m b i é n está asociada al entretejido de los petates, las cruces griegas y las
flores t e t r a p é t a l a s .
6 0
T O R Q U E M A D A , AÍI, i , p p . 1 4 0 - 1 4 1 : Relación de la genealogía, 1 9 4 1 , pp.
249-250, 252.
CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL 377
mentos similares como la tilma, el petate (¿icpalli?), la vírgula
de la palabra y la diadema de turquesa genuina (xiuhuitzolli),
u n elemento anacrónico ya que sólo p o d í a n usar los miembros
de las alianzas señoriales. Pero t a m b i é n se perciben elementos
dispares que complementan el mensaje iconográfico. E n la
p r i m e r a figura de Acamapichtli, asociada al a ñ o 1 .Técpatl, se
a g r e g ó el glifo de Cihuacóatl; en la segunda, unida al glifo
8.Acatl de la misma trecena, Acamapichtli porta un tocado de
guerrero llamado temülotl, y se encuentra colocado enfrente de
cuatro cautivos provenientes de las c a m p a ñ a s de C u a u h n á -
huac (Cuernavaca), M í z q u i c , C u i t l á h u a c y Xochimilco. Esta
atípica doble representación del primero de los señores te-
nochcas puede estar sugiriendo el vínculo de las funciones ad-
ministrativas (Cihuacóatl) y militares (temülotl) en la persona
del tlatoani, funciones que, según esta pictografía, adquiere en
a ñ o s distintos y en diferente orden. Posteriormente, y como
ya se h a b í a anotado, en el momento de la fundación de u n
nuevo hueitlatocáyotl durante el gobierno de Itzcóad, el puesto
de C i h u a c ó a t l se crea o redefine, relacionándose con la admi-
nistración y la consultoría de los negocios m á s importantes del
66
Estado.
Y así como hay casos de integración del cuáuhyotl y el ocelóyotl
en u n gobierno legitimizado, t a m b i é n se conocen ejemplos de
desintegración de esos gobiernos como en Tlatelolco tras la
conquista tenochca, o del señorío acolhua bajo la égida de
Tezcoco, después del asesinato de Ixtlilxóchitl Orne Tochtli,
padre de Nezahualcóyotl, a manos de los agentes de Tezozó-
moc de Azcapotzalco. E n el primer caso, ya descrito cuando
hicimos referencia al cargo de cuauhtlatoani, Axayácatl ordena
que se dé por terminado el linaje local y se impongan cuatro
" c ó n s u l e s " o cuauhtlatoque de quienes, se dice, dos eran
tlazopipiltin (nobles del linaje adscrito m á s legítimo) y dos
cuauhpipiltin (nobles de linaje adquirido), quizá con el objeto

6 6
M e n c i o n a r e m o s a q u í que al i g u a l que en el caso de A c a m a p i c h t l i el
o r i g e n de I t z c ó a t l plantea t a m b i é n problemas de l e g i t i m i d a d . D e acuerdo
a l a v e r s i ó n que da D U R A N HIÑE, n , p . 56, el cuarto s e ñ o r tenochca era
h i j o de A c a m a p i c h t l i y de " u n a esclava n a t u r a l de Azcapotzalco, de u n
b a r r i o l l a m a d o C u a u h c a l c o " . C u r i o s a m e n t e , Cuauhcalco sería " E l l u g a r
de l a casa del á g u i l a " .
378 XAVIER NOGUEZ

de que los dos primeros se encargaran de la conducción de la


a d m i n i s t r a c i ó n y del gobierno de la nobleza, y los dos restan-
tes de los asuntos de la milicia y los macehualtin. E n el ejemplo
de Tezcoco la disgregación no se hace en el nivel de integra-
ción pilli-macehualli, sino en el de chichimeca-tolteca, los dos
grupos que se h a b í a n integrado como acolhuas. Después de la
victoria tecpaneca sobre los grupos leales a Ixtlilxóchitl Orne
Tochtli, chichimecas y toltecas quedan segregados, n o m b r á n -
dose dos gobernantes que los representaban separadamen-
te. De acuerdo con la información del Códice Xólotl, a Tezco-
co se le impusieron dos señores, uno para los chichimecas
(¿Chichitzin Quinatzin?) y otro para gente de origen tolteca
67
( ¿ T l o h t z i n ? ) . A l v a Ixtlilxóchitl agrega que los nuevos go-
bernantes del Acolhuacan fueron los señores de Acolman y
68
Coatiinchan. Por los orígenes de estos señoríos, creemos que
el primero representaría a los chichimecas y el segundo a los
grupos asociados con los viejos linajes de procedencia tolteca.

N O T A FINAL

C o m o frecuentemente sucede en los estudios sobre las relacio-


nes entre la cosmovisión y la compleja realidad social y políti-
ca de los mexicas, una hipótesis resuelve algunos problemas
pero crea otros. A q u í nos hemos circunscrito a una particular
d i m e n s i ó n de la legitimidad de los status de personas y gobier-
nos, d i m e n s i ó n que tendría que compararse y contrastarse
con otras como los ritos agrícolas, la organización religiosa o
el papel que jugaban los gobiernos de los calpullis, por ejem-
plo. E n el caso que hemos expuesto se nota la ausencia de
Q u e t z a l c ó a t l y de H u e h u e t é o t l - X i u h t e c u h t l i , dos importantes
dioses que t a m b i é n jugaron u n primordial papel en la ideolo-
gía política de los mexicas.
A Quetzalcóatl ("Serpiente-pluma preciosa") se le atri-
b u í a , entre otras muchas cosas, ser el origen del linaje de go-

6 7
Códice Xólotl, I I , l á m i n a v m ; i , p p . 9 9 - 1 0 0 ; v é a n s e t a m b i é n las notas
de HÍCKS, 1 9 8 6 , p. 45.
6 8
A L V A I X T L I L X Ó C H I T L , 1 9 7 5 - 1 9 7 7 , i , pp. 344-345.
CUÁUHYOTL Y OCELÓYOTL 379

bernantes de Tollan-Xicocotítlan, a través de la compleja fi-


gura de Ce Acatl Topiltzin, en cuyo nombre se expresa la
nobleza que poseía. ¿ C u á l fue el papel que d e s e m p e ñ ó esta
deidad en la adquisición o adscripción de los status? E n el á m -
bito gubernamental p o d r í a m o s estar nuevamente en el nivel
de síntesis de ambas categorías de status en el cargo de tlatoani,
a la manera como lo hemos interpretado previamente. Nues-
tro argumento p o d r í a justificarse en el nombre mismo del
dios, donde se reconoce la vinculación de los dos grandes seg-
mentos de la cosmovisión: quetzalli, el superior y cóatl, el infe-
rior. El contacto directo con la vieja Tollan hace del Colhua-
can del Valle de M é x i c o , por ejemplo, un legítimo poseedor y
dador de tlatocáyotl.
H u e h u e t é o t l - X i u h t e c u h t l i ( " L a deidad a n c i a n a " - " S e ñ o r
del fuego celestial, de la turquesa''), como lo hemos expresado
en u n anterior trabajo, es el patrono de las alianzas señoriales,
de esa o r g a n i z a c i ó n que se conoció bajo el nombre de
hueitlatocáyotl ( " E l gran s e ñ o r í o " ) , integrado en la época de la
69
conquista por Tenochtitlan, Tlacopan y Tezcoco. E n múlti-
ples ocasiones vemos a los gobernantes de estas ciudades re-
presentados con los atavíos propios de esta deidad, para signi-
ficar su supremo mandato sobre el resto de los pueblos y la
posesión legítima de poderes judiciales extraordinarios. Es
probable que ésta sea otra dimensión de poder (el ' ' superpo-
d e r " ) , que sólo en específicas ocasiones se vincula con los dos
status a q u í estudiados.
Reconocemos que éste y otros asuntos exigen una revisión
m á s sistemática. Existen otros puntos que no concuerdan con
nuestra hipótesis, como el caso de las funciones patronales de
T e z c a ü i p o c a en el Telpochcalli, el nombre calendárico 1.
Cuauhtli de una de las Cihuateteo ("Deidades femeninas"),
o la referencia que da Olmos en su Arte a "Quauhtlihocelotl"
como uno de los nombres para "labrador o persona v a x a " .
Quede por ahora nuestra i n t e r p r e t a c i ó n como u n punto de
referencia para futuras exploraciones del universo de las re-
laciones que se establecieron entre el mundo natural y el or-
den social.

N O G U E Z , 1975, passtm; L Ó P E Z A U S T I N , 1987, p p . 257-292.


380 XAVIER. NOGUEZ

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