Seram2014 S-0602
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Objetivo docente
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Revisión del tema
INFECCIONES BACTERIANAS
• Absceso cerebral
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Table 2: Anatomopatológicamente existen cuatro estadios de evolución de un
absceso cerebral, lo que usualmente se correlaciona con los hallazgos en las
imágenes.
References: Complejo Hospitalario de Soria - Soria/ES
• Ventriculitis
- Las claves diagnósticas incluyen ventriculomegalia con contenido denso formando nivel
de detritus intraventricular.
- En los estadios iniciales los hallazgos son sutiles pudiendose observarse sólo captación
de civ subependimario Fig. 7 on page 18. En la ventriculitis evolucionada el ependimo
se torna anormalmente hiperintenso en T2/FLAIR, con marcado realce tras civ y
restricción a la difusión ( Fig. 7 on page 18, Fig. 8 on page 19, Fig. 9 on page 20).
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El diagnóstico diferencial se plantea con tumores que tienen extensión ependimaria tales
como el linfoma cerebral, glioblastoma o ependimoma. La clínica infecciosa y el análisis
del LCR ayudará a realizar un diagnóstico correcto.
• Empiema extra-axial
Los abscesos subdurales son más frecuentes en la convexidad y los parafalcinos son
aproximadamente el 20%.
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Fig. 14: Gráfico en el que se puede observar los espacios craneales. Epidural:
entre el periostio y la duramadre. Subdural: entre la duramadre y la aracnoides.
Subaracnoideo: entre la aracnoides y piamadre. Cerebral o intraparenquimatoso.
References: Modificada de imagen libre en internet
• Meningitis bacteriana
Infección aguda de las leptominges y/o paquimeninges y del LCR, cuya incidencia ha
disminuído significativamente en la era postantibiótica, aunque sigue siendo la infección
del SNC más frecuente en niños.
La triada clásica incluye fiebre en el 95% de los casos, rigidez nucal (88%) y alteración
del estado neurológico (78%). La analítica también sugiere un contexto infeccioso con
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leucocitosis o leucopenia y desviación a la izquierda. El hemocultivo es positivo en un
rango de 50 a 90% de los casos y dependera del uso de tratamiento antibiotico previo a
la toma de las muestras. La etiología infecciosa de la meningitis se debe correlacionar
con los hallazgos en el LCR.
Table 3: Hallazgos en el LCR que serán los más específicos para determinar la
etiología infecciosa de la meningitis (viral, piógena, TB).
References: Modificada de imagen libre en internet
Los hallazgos en imagen pueden ser muy sutiles y sólo verse captación meningea tras
la administración de civ. En otros casos tambien puede observarse aumento de señal
en los surcos y cisternas en secuencia FLAIR Fig. 15 on page 25. La meningitis
puede asociarse o complicarse con áreas de cerebritis Fig. 16 on page 26, empiema,
trombosis venosa y/o hidrocefalia.
• Romboencefalitis
- Los criterios diagnósticos son: a)evidencias clínicas y por imagen de una infección
aguda del tronco cerebra; b) ausencia de compromiso clínico o radiológico de la corteza
cerebral, y c) demostración de la presencia de L. monocytogenes en sangre, LCR o
tejido cerebral.
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- En los casos más graves los pacientes pueden presentar depresión respiratoria y
muerte. En el 97% de los casos se encuentra alteraciones del LCR, el cual suele
tener leucocitosis con predominio de polimorfonuclear o linfocitario, proteínas levemente
aumentadas y glucosa normal. Esto obliga a realizar el diagnóstico diferencial con
meningitis tuberculosa o micótica.
Si bien la infección tuberculosa tambien es causada por una bacteria se suele hacer una
distinción de otras infecciones piógenas por la diferencia clínico-analítica y sobre todo
en su tratamiento, suele tener una presentacion más insidiosa.
- Abscesos tuberculosos: tienen una presentación similar que los abscesos piógenos,
aunque en ocasiones su agresividad puede extenderse del espacio intra al extraxial
comprometiendo incluso la calota craneal Fig. 23 on page 31 y Fig. 24 on page 32 .
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deaminasa con punto de corte > 15 UI/mL y la PCR para M. tuberculosis en LCR son las
pruebas más relevantes. La prueba de tuberculina suele ser negativa.
INFECCIONES VIRALES
- Encefalitis; causada más frecuentemente en los adultos por reactivación del virus del
herpes simple tipo 1 en pacientes inmunocompetentes. Ante un paciente con fiebre,
cefalea y alteración del estado mental hay que pensar en encefalitis, aunque también
puede debutar con convulsiones y coma. El diagnóstico temprano es crucial ya que sin
tratamiento la mortalidad es superior al 70%.
El virus tiene predilección por el lóbulo temporal ya que suele permanecer latente en el
ganglio de Gasser, aunque también puede afectar el lóbulo frontal. La corteza insular
con frecuencia se halla afectada con edema y efecto masa muy llamtivo en secuencias
T2/FLAIR Fig. 27 on page 35, captación laminar del civ y restricción a la difusión Fig.
28 on page 35 - Fig. 29 on page 36 , con gran frecuencia de modo bilateral y sin
afectación del putamen. En el TC se observan como áreas de hipodensidad por edema
visibles apartir del 5º día del inicio de los síntomas Fig. 30 on page 37.
Otras agentes infecciosos de encefalitis viral reconocidos de forma epidémica son poco
frecuentes y de baja incidencia en España tales como encefalitis japonesa, del Oeste
de Nilo, virus Nipah o enterovirus 71.
- Encefalitis VIH; el VIH es per se un virus neurotropo con más de 90% de infección
neurológica en estudio de autopsias y hasta un 60% pueden desarrollar sintomalogía.
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Los hallazgos anatomopatológicos son áreas de vacuolización de la sustancia blanca
que se correlaciona con áreas de hiperseñal en T2/FLAIR sin efecto masa ni captación
de civ predominantes en centros semiovales y periventriculares Fig. 31 on page 38.
En pacientes inmunodeprimidos/SIDA siempre se deben descartar otras infecciones
intracraneales más frecuentes tales como la LMP, toxoplasmosis o criptococosis.
Se debe plantear el diagnóstico diferencial con ADEM, encefalitis VIH y CMV adquirida,
además de reconocerse en el contexto de síndrome de reconstitución inmune.
- Meningitis viral; los hallazgos radiológicos son similares a las demás meningitis (véase
meningitis bacteriana).
* otros procesos intracraneales virales tales como CMV, varicela, sarampión, herpes tipo
2 entre otros, aunque son frecuentes son propios de la edad pediátrica por lo que no se
mencionan en este trabajo.
- Enfermedad por priones: Un prión o virus lento es una partícula acelular de naturaleza
protéica y con capacidad transmisible causante de una infección que se denomina
encefalopatía espongiforme humana, principalmente la Enf. de Creutzfeldt-Jakob y una
nueva variante de Creutzfeldt-Jakob que se transmite por comer carne vacuna infestada
("Enf. de las vacas locas").
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- El diagnóstico se confirma con la detección de la proteína 14-3-4 en el LCR, es
importante tener en cuenta falsos positivos asociados a encefalitis víricas, hemorrágias
o infartos agudos.
INFECCIONES PARASITARIAS
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reactivación de una infección previamente adquirida con formación de áreas de
encefalitis necrotizante dando lugar a abscesos de pared fina.
INFECCIONES FÚNGICAS
Las infecciones fungicas del SNC son una patología infrecuente en países desarrollados.
Aún así, en las últimas décadas se ha producido un incremento de dichas infecciones
como consecuencia de la epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
y el uso cada vez más frecuente de terapias inmunodepresoras para el tratamiento del
cáncer y de los pacientes con transplante de órganos o de médula ósea.
La mayor parte de las especies de hongos con potencial patógeno para el hombre son
oportunistas, lo que significa que no producirían infecciones invasivas sistémicas y del
SNC a no ser que coexistieran alteración la barrera protectora de la piel, daño en las
membranas mucosas o deficiencias del sistema inmunitario.
Las micosis del SNC se caracterizan por su variabilidad clínica. Tienen especial
predilección por el espacio subaracnoideo desarrollando habitualmente meningitis,
menignoencefalitis e hidrocefalia obstructiva. También es característica la afectación
de los vasos dando lugar a vasculitis o aneurismas micóticos. El parénquima puede
afectarse por la formación de granulomas y microabscesos.
El análisis del LCR en las infecciones fúngicas es variable, desde normal a pleocitosis
moderada con aumento de proteínas e hipoglucorraquia; la presión de apertura suele
estar elevada. El diagnóstico se establece identificando el germen responsable, que en
ocasiones es difícil.
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Es con diferencia el hongo que provoca con más frecuencia síndromes meningíticos
y meningoencefalíticos, de hecho la meningitis es su presentación clínica más común.
También pueden aparecer abscesos intraparenquimatosos.
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variable de realce periférico y edema vasogénico. Las lesiones pequeñas
presentan un realce sólido.
• La RM será más sensible para valorar infartos o hemorrágias dada la
facilidad de este germen de invadir los vasos. La oclusión de la arteria
carótida interna es relativamente característica de esta entidad.
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Images for this section:
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Fig. 2: LOE frontal izquierda con cápsula hiperintensa en T1 e hipercaptante tras la
administración de Gd, rodeada de edema vasogénico en este caso hipointenso (T1 SE).
Fig. 3: mismo caso que la fig.1 con cápsula hipointensa y edema vasogénico
hiperintenso en T2, así como importante restricción a la difusión (hiperseñal en B1000
y caída de señal en el ADC).
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© Complejo Hospitalario de Soria - Soria/ES
Fig. 4: pequeño absceso parietal derecho con cápsula temprana y áreas de cerebritis
bifrontal y en insula izquierda.
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Fig. 5: LOE parietal izquierda de similares características a los abscesos anteriormente
mostrados, salvo por la ausencia de restricción en la difusión compatible con: metástasis
de carcinoma de pulmón.
Fig. 6: Secuencia T1SE con gadolinio donde se aprecia absceso occipital derecho con
pequeños abscesos periféricos "hijos" (asteriscos).
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Fig. 7: Captación de civ a nivel del epéndimo del asta occipital posterior del VL derecho
(flecha).
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Fig. 8: Ventriculitis derecha, control tras una semana después del diagnóstico (mismo
paciente de la fig. 7)
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Fig. 9: Restricción característica del contenido purulento intraventricular. (mismo
paciente de fig.8)
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Fig. 10: ventriculitis derecha con marcada hiperseñal ependimaria.
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Fig. 11: Mucocele frontal bilateral complicado con pequeño empiema epidural frontal
derecho (flecha).
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Fig. 12: Ocupación de celdillas mastoideas y del oído medio derecho con erosión de las
celdillas y dehiscencia cortical (flechas) compatible con Otomastoiditis coalescente en
a. reconstrucción coronal. Imágenes b y c planos axiales.
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Fig. 13: Empiema subdural parafalcino y hemitentorial derecho.
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Fig. 15: Meningitis bacteriana confirmada; se observa hiperseñal difusa en los surcos en
la secuencia FLAIR, tras la administración de civ se observa captación leptomeníngea
difusa y paquimeníngea en la convexidad derecha.
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Fig. 16: Meningitis con captación en la convexidad derecha y captación leptomeníngea
más llamativa en lóbulos occipitales. Asocia área de cerebritis occipital derecha que
muestra restricción a la difusión.
Fig. 17: Carcinomatosis meníngea confirmada, con hallazgos radiológicos muy similares
a la meningitis infecciosa (comparar con imágenes 15 y 16).
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Fig. 18: Marcada hipersenal limitada a la fosa posterior; troncoencefálo y sustancia
blanca cerebelosa, compatible con Romboencefalitis confirmada.
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Fig. 20: Nódulo hiperdenso adyacente al pedúndulo cerebral izquierdo, sutíl en el TC
basal y con importante captación tras civ (b).
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Fig. 21: mismo paciente que la fig. 20 dos semanas más tarde, hallazgos en RM
característicos.
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Fig. 22: Control tras un año de evolución donde se aprecia disminución de tamaño y
perdida de señal por calcificación residual del tuberculoma (mismo caso que fig. 21).
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Fig. 23: Presencia de dos abscesos intraparenquimatosos frontales con destrucción de
la calota craneal y abscesos subperiósticos.
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Fig. 24: mismo caso anterior con reconstrucción VR (volumen rendering) en la que se
observa la marcada destrucción ósea.
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Fig. 25: Engrosamiento e hipercaptación meníngea en ínsula izquierda, cisterna
supraselar y en las meninges adyacentes a la hoz anterior, visible en TC sin y con civ (A y
B) y en RM T1 Gd (D y E). En FLAIR se observa aumento de señal en la ínsula izquierda.
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Fig. 26: Marcado engrosamiento y captación de civ visible en (B) T1 Gd. En (C)
secuencia FLAIR se observa aumento de señal paquimeníngeo más llamativo a nivel
de convexidades.
Fig. 27: Marcado edema en área límbica; zona medial del lóbulo temporal y córtex frontal
inferior.
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Fig. 28: Secuencia T1 SE con gadolinio, el área de edema se observa como sutíl
hipointensidad cortico-subcortical y sin captación parenquimatosa, por el contrario si se
observa realce meníngeo, por lo que estamos frente a una Meningoencefalitis (mismo
caso de fig.26).
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Fig. 29: restricción intermedia en ínsula derecha y cíngulo frontal. (mismo paciente que
fig. 26-27)
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Fig. 30: Hipodensidad temporal derecha con perdida de la diferenciación sustancia gris-
blanca.
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Fig. 31: focos de hiperseñal en T2/FLAIR sin efecto masa ni captación de civ
predominantes en centros semiovales y periventriculares
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Fig. 32: Hiperseñal y marcada restricción a nivel de ambos núcleos caudados.
Restricción intermedia a nivel de núcleos lenticulares y bitalámico más significativo en
mapa de ADC.
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Fig. 33: secuencia de difusión B1000 que muestra restricción en ambos núcleos
caudados y a nivel cortical occipital.
© http://www.hindawi.com/journals/tswj/2012/159821/fig3
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Fig. 35: Toxoplasmosis cerebral a nivel gangliobasal (localización más frecuente).
© http://radiopaedia.org/articles/cerebral-toxoplasmosis-2
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Conclusiones
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