Mi Texto Teatral - Albimar Montero Torregroza
Mi Texto Teatral - Albimar Montero Torregroza
Mi Texto Teatral - Albimar Montero Torregroza
El presente texto teatral, trata sobre el rompimiento de una relación de noviazgo, la escena que consta
de dos personajes, son dos hermanas que sostienen una conversación sobre la situación sentimental
de una de ellas.
Título: Desilusión
Personajes: Isabel (hermana mayor), Mariana (hermana menor)
Escenografía: La escena sucede en la sala de una casa
(Mariana entra en escena ingresando a la casa por la puerta y se sienta en un sofá de la sala, saca su
teléfono para hacer una llamada.)
Mariana: Hola Isa como vas, bien gracias a Dios, bueno no también como quisiera, la verdad es que me
siento muy triste por lo del rompimiento con Julián y necesito hablar con alguien ¿será que puedes
venir? Bueno te espero, pero no te tardes.
(Pasados 15 minutos llega Isabel y toca la puerta, Diana se dirige a abrirle la puerta y se saludan)
Mariana: Hola Isa te estaba esperando no sabes lo triste que estoy sintiendo, no quiero estar sola, por
eso te pedí que vinieras.
Isabel: pero que fue lo que paso con Julián porque ese rompimiento tan repentino.
Mariana: ay hermanita si te contará, imagínate que descubrí que Julián está casado y tiene 2 hijas una
de 4 meses de nacida y una de 2 años.
Isabel: Como va a ser, ¿no se suponía que era soltero? y ¿cómo te enteraste?
Mariana: ay Isa de la forma más inesperada. ¿Recuerdas que te había comentado que Julián se había
sentido indispuesto de salud y por eso no pudo venir anoche a las cenas con mis papas?
Isabel: sí, claro lo recuerdo
Mariana: bueno yo quise pasar por su apartamento para averiguar cómo se sentía.
Mariana: cuando toco a la puerta ¡oh sorpresa!, me recibe una mujer con un bebe en los brazos, a
todas estas sin ninguna malicia yo pregunto por Julián y ella me dice de parte de quien y yo le
contestado, de parte de Mariana soy su novia y a esa mujer se le subieron los colores al rostro y me
dijo ¿Novia?, que pena, pero yo soy la esposa y tenemos dos hijas, esta bebé de 4 meses y una niña de
2 años.
Isabel: mjuuuu ¿y entonces Mariana que hiciste?
Mariana: Pues nada que podía hacer dar vuelta y salir de ahí.
Isabel: ¿y Julián que dijo?, ¿no estaba en el apartamento?
Mariana: al parecer no porque no lo ví por ningún lado y no quise averiguarlo.
Isabel: ¿y entonces que hiciste?
Mariana: lo llamé y lo conforté y no me lo pudo negar
Isabel: no te lo puedo creer
Mariana: así mismo.
Isabel: lo siento mucha hermana, de verdad
Mariana: ¡uy! es que da una rabia conmigo por ser tan ingenua, como no pude darme cuenta de que
me estaba mintiendo.
Isabel: no te culpes, él nos engañó a todos, parecía un hombre sincero, además él te presentó a su
mamá y a sus hermanas y ellas nunca te dijeron nada.
Mariana: fui una tonta al creer en sus palabras, la sabia como enamorarme, creo que me tenía ciega, la
última vez que nos vimos fue a la orilla del mar, bajo una luna encantadora, y yo hasta me sentía en las
nubes cuando me decía, ¡tus ojos son como dos estrellas que iluminan mis noches!, parecía hasta
poeta.
Isabel: ya hermanita, trata de sobreponerte, es mejor que te hubieses dado cuenta a tiempo y no
cuando se hubiesen casado como te lo propuso.
Isabel: lo mejor que debes hacer es tratar de mantenerte ocupada, trata de enfocarte en tu trabajo, en
tus estudios ya verás como pronto abras salido de este triste episodio.
Mariana: si supongo que eso es lo que debo hacer.
Isabel: te propongo algo como para distraer tu atención.
Mariana: si dime
Isabel: vamos a arreglar la casa vamos a cambiar todo de lugar. Sabes te voy a llevar al jardín de don
Bernabé, él cultiva unas hermosas margaritas para el mal de amor, ya verás que adornando tu casa con
esas hermosas flores tu animo va a estar mejor.
Mariana: ay hermanita cuantas cosas se te ocurren
(Ambas sonríen)
Mariana: pero sabes que sí, debo darle otro aire a mi vida, no me puedo tirar a la pena todavía hay
mucho por lo que debo luchar.
Isabel: bueno Mariana, voy a entregar estos documentos donde Doña Nora y enseguida regreso para
que nos dispongamos a arreglar la casa, no me tardo.
Mariana: está bien te estaré esperando
(Isabel sale de escena)
Mariana: ¡ay, Dios!, dame fuerzas para superar esta situación.
Fin