Flujos de Comunicación Existentes en La Comunidad
Flujos de Comunicación Existentes en La Comunidad
Flujos de Comunicación Existentes en La Comunidad
Comunicación
La comunicación, es un término que refleja el interés de transmitir información, ideas, sentimientos, pensamientos,
conceptos con el fin de que sean entendidos y que tengan la posibilidad de ser aplicados en algo de interés común o
particular. El proceso de la comunicación se da a través de una fuente (información), la codificación, el mensaje, el canal,
la decodificación, el receptor y la retroalimentación.
La mala comunicación puede causar situaciones, algunas situaciones que nos pueden impedir una buena comunicación
son el ruido un mal canal, que el Emisor use un tipo de codificación y el Receptor lo decodifique de otra forma en este
caso en particular por la cultura, las costumbres.
Direcciones en la comunicación
Puede realizarse de manera descendente que va de los puestos gerenciales a los niveles más bajos, por ejemplo el
notificar a los operarios de producción que debido a su esfuerzo la empresa logro grandes utilidades y que se llevaran a
la bolsa un bono esta noticia se les hará llegar a través de un memorando; la comunicación además se lleva a cabo de
manera ascendente, de manera contraria a la anterior, verbigracia que las personas de un puesto inferior hagan llegar
sus quejas o sugerencias a su jefe inmediato a la dirección general si así lo requiere el caso. Otra forma de comunicarse
es de manera lateral que es aquella que se da entre los mismos miembros del grupo.
Canales de comunicación
Existen canales de comunicación que se presentan dentro de una organización las Redes formales que son aquellas que
se relacionan a la actividades de la empresa y se lleva a cabo de manera descendente. Y la Red informal que
comúnmente se les llama chisme.
También debemos manejar que los humanos tienen la posibilidad de comunicarse de manera no verbal aprovechando
su cuerpo para representar situaciones, sentimientos o ideas que se tienen. Donde el cuerpo en la mayoría de las
ocasiones complementa la comunicación oral dándole énfasis o entonaciones a lo que se dice. Un simple gesto, un
movimiento del cuerpo dice más que las propias palabras.
Es preciso aclarar que existen varios criterio sobre el diagnóstico, pero se considera acertado el de Prieto (1999) cuando
expresa que es una herramienta para evaluar las prácticas sociales, orientadas a tener un conocimiento sistemático
sobre las mismas, para reconocer fortalezas y debilidades a retomar en la planificación; acciones destinadas a generar
modificaciones en la comunicación que ayuden a producir cambios positivo en el grupo, la comunidad o la institución.
Según Rivera (2007), el diagnóstico de comunicación es un “procedimiento que se realiza para evaluar la eficiencia de los
sistemas de comunicación interna de una empresa.”Constituye además, para la autora, “el método que analiza los
canales, emisores, contenidos e impacto de la comunicación en la organización”.
Se aprecia que es más amplio, abarcador y acepta, por tanto, su aplicación tanto interna como externa.
Un diagnóstico también varía en función de los aspectos que privilegia en el análisis. Está más allá del grado de
participación de los miembros de la comunidad o de la organización.
b) Diagnósticos que privilegian las relaciones de comunicación externa: interinstitucional, de medios, de destinatarios o
interlocutores de la organización.
a) De comunicación interna
Este diagnóstico privilegia en el análisis las relaciones de comunicación interna que establece la organización. Un
planificador abocado a este tipo de diagnóstico deberá trabajar algunos de estos temas:
3. Identificación y análisis de las relaciones entre los distintos grupos que conforman la institución.
Para ello el planificador deberá leer documentos, observar, realizar cuestionarios, hacer entrevistas individuales y
grupales, talleres de reflexión. También puede efectuar el seguimiento y la observación de un grupo de la institución a lo
largo de toda una jornada de trabajo., análisis discursivo de mensajes, analizar redes, analizar el organigrama y
sociograma, etc.
Debe apuntar no solo a la detección de problemas, sino a los resultados deseados, los obstáculos que deben eliminarse
para llegar a ese fin. Este nos proporciona varias ventajas como: la información confiable acerca de los procesos de
comunicación que tienen lugar en el interior de la institución.
circunstancias. Ayuda a detectar problemas ya existentes y problemas potenciales en las redes y flujos de comunicación
internos en la institución, tales como cuellos de botellas y distorsiones en los procesos comunicativos. Aumenta la
efectividad de la comunicación al permitir definir líderes y patrones de comunicación, factores cuyo conocimiento
facilita el diseño y difusión de todo tipo de mensajes en el interior de la institución.
Si se tiene en cuenta que el diagnóstico de comunicación supone fases para su realización, que estructuran el proceder
del investigador para hacer la pesquisa y que estas consisten en: la búsqueda de datos, el análisis y la evaluación para
identificar las deficiencias, para la obtención de resultados verídicos que sustenten una propuesta efectiva, en este caso,
el plan de acciones de comunicación.
Según Carpizo (1999)“Los medios de comunicación masiva contribuyen en gran parte a fijar las maneras de pensamiento
de la sociedad; a establecer la agenda de los asuntos políticos, sociales y económicos que se discuten; a crear o a
destruir la reputación de una organización, persona o grupo de personas; proporcionan información y elementos para
que la persona o el público construyan, ponderen y formen sus opiniones.
Son en muchas ocasiones los intermediarios entre la sociedad y el poder político. Son un poder porque poseen los
instrumentos y los mecanismos que les dan la posibilidad de imponerse; que condicionan o pueden condicionar la
conducta de otros poderes, organizaciones o individuos con independencia de su voluntad y de su resistencia”.
Es innegable que los medios de comunicación, más allá del mayor o menor poder que se les atribuye, han producido una
revolución en el espectador. Y es que su presencia se prolonga en los distintos espacios de la vida social cotidiana, ya
que es en el cuerpo, en el rostro, en la manerade hablar, en lo que cantan, en lo que comen, en los patrones de belleza y
de éxito donde la cultura de masas se muestra presente a cada instante sobre todo en nuestros jóvenes.
Los medios acompañan los procesos de sociabilización, ofrecen referentes de conocimiento muy importantes, imágenes
del mundo exterior y de personajes que constituyen parámetros de interpelación, modelos étnicos y sociales de éxito y
fracaso, que interactúan con los que vienen de su familia, el barrio o el entorno social inmediato.
“El término abarca todo el abanico de los medios modernos de comunicación social: televisión, cine, video, radio,
fotografía, publicidad, periódicos y revistas, música grabada, juegos de ordenador e Internet. Por textos mediáticos se
han de entender los programas, filmes, imágenes, lugares de la red, etc., que se transmiten a través de estas diversas
formas de comunicación. Al referirse a muchas de estas formas de comunicación se añade a menudo que se trata de
medios de comunicación , lo que implica que alcanzan a auditorios muy amplios, aunque naturalmente algunos medios
están pensados sólo para auditorios pequeños o especializados. Y no existe razón alguna para que ciertas formas más
tradicionales, como los libros, no puedan considerarse , dado que también ellas nos ofrecen versiones o
representaciones del mundo”. (BUCKINGHAM, 2004)
Indudablemente, los medios masivos de comunicación que tienen mayor influencia en la actualidad y sobre todo en la
educación son la Televisión y el Internet. La televisión, por ser el medio de entretenimiento más difundido, juega un
papel muy importante en la formación de la conciencia, tanto individual como colectiva. Se responsabiliza a la televisión
de los malos actos de los niños, de la falta de concentración, de la adopción de valores equivocados, del bajo
rendimiento escolar.
“Por lo tanto, el problema no se encuentra en los cambios que la televisión produce en las actitudes de los niños que la
consumen, qué nuevas conductas adoptan éstos como efecto de sus contenidos, o, a la inversa, cómo utilizar la
televisión para educarlos mejor. Interesa más bien hurgar, desentrañar, las diferentes condiciones sociales de existencia
desde las cuales los educandos perciben, aprecian, valoran, hacen suyos los mensajes televisivos”.
(CAFEIRO, 1997 p.150)
Si comparamos las actuales series de dibujos animados con las de hace treinta años, nos sorprenderá sin duda el
acelerado ritmo de las primeras, pero también su ironía e intertextualidad, su compleja manera de jugar con la realidad
y la fantasía.
“Pero los programas televisivos no se limitan a ser programas de televisión: son también películas, discos, , cómics,
juegos y juguetes de ordenador, por no hablar de camisetas, carteles, envases de bocadillos, bebidas, álbumes alimentos
y otros muchos productos”. (BUCKINGHAM,2004 p.20)
Por una parte, muchos opinan que la infancia, como se conoce, se encuentra moribunda o está en trance de
desaparecer, y que los medios son los principales responsables de este cambio. Por otra parte, no faltan quienes opinan
que los medios son en la actualidad una fuerza de liberación para los niños y jóvenes: los medios están creando una
nueva que se muestra más abierta, más democrática y más consciente desde el punto de vista social que la generación
de sus padres.
“Esencialmente, Postman (BUCKINGHAM, 2004 p.20) sostiene que la concepción moderna de la infancia fue una
creación de los medios impresos; ahora bien, los nuevos medios, en particular la televisión, están destruyéndola. Según
Postman (BUCKINGHAM,2004 p.20) esto tiene que ver en primer lugar con el acceso de los niños a la información.
Mientras el proceso de alfabetización a través de la lectura y la escritura exigía un largo aprendizaje, ahora no es
necesario aprender a leer o interpretar la televisión. Según él, la televisión es un : a través de ella, los niños acceden
cada vez más al conocimiento de los
de la vida adulta –sexo, drogas, violencia- que anteriormente les habrían resultado inaccesibles en virtud del código
especializado de la imprenta. En consecuencia, los niños se comportan cada vez más como adultos, y exigen compartir
los privilegios de los adultos”.
En cuanto a Internet, hasta donde se tiene noticia, ninguno de los clásicos de la Ciencia Ficción, ni de los futurólogos, ni
de los científicos, comunicólogos o cineastas dedicados a imaginar el futuro, previó la aparición de la tecnología que
haría la última gran revolución del siglo XX: Internet. Sin embargo, en poco más de diez años, se ha convertido en parte
de la vida de millones de personas alrededor de la Tierra y está cambiando el sentido de muchas de sus actividades, la
concepción del tiempo y la dimensión de su espacio. A esta red de redes se han unido instituciones educativas,
militares, comerciales, de gobierno y organizaciones no lucrativas.
Basado en estos dos medios de comunicación masiva mencionados, el periodista y asesor mediático norteamericano
Don Tapscott, establece una oposición directa entre la televisión e Internet. Señala que “mientras la televisión se
interpreta como un medio pasivo, la Red en cambio se ve como un medio activo; la televisión a sus usuarios, mientras
que la Red despierta su inteligencia; la televisión transmite una visión particular del mundo, mientras que la Red es
democrática e interactiva; la televisión aísla, mientras que la Red crea comunidades; etc. Los navegadores de Internet
están : son atrevidos, independientes,
analíticos, creativos, curiosos, respetuosos con la diversidad, socialmente conscientes, orientados globalmente, y todo
ello, a lo que parece, en virtud de su relación intuitiva con la tecnología”.(BUCKINGHAM, 2004 p.48)
Medios de comunicación masivos o de masas (término también muy utilizado directamente en inglés: mass media) son
los medios de comunicación recibidos simultáneamente por una gran audiencia, equivalente al concepto sociológico de
masas o al concepto comunicativo de público.
La finalidad de estos medios de comunicación es, según la fórmula acuñada específicamente para la televisión, formar,
informar y entretener al público que tiene acceso a ellos. Atendiendo a los intereses que defienden, buscan el beneficio
económico del empresario o grupo empresarial que los dirige, habitualmente concentrado en grandes grupos de
comunicación multimedia, e influir en su público ideológicamente y mediante la publicidad.
La comunicación de masas es el nombre que recibe la interacción entre un emisor único (o comunicador) y un receptor
masivo (o audiencia), un grupo numeroso de personas que cumpla simultáneamente con tres condiciones: ser grande,
ser heterogéneo y ser anónimo. Los medios de comunicación de masas son sólo instrumentos de la comunicación de
masas y no el acto comunicativo en sí.
La historia de los medios de comunicación está muy ligada al desarrollo de la tecnología, el desarrollo económico de los
últimos cien años ha llevado a poder ofrecer al gran público, a precios cada vez más bajos, una serie
de productos relacionados con la comunicación. Los medios de comunicación de masas se usan en la publicidad y
la propaganda política directa o indirecta.
Por la gran influencia en la opinión y los hábitos de la gente, son el objetivo de gobiernos y empresas. Han ayudado de
manera decisiva al proceso de globalización, puesto que permiten que cualquier persona pueda acceder a información
de cualquier lugar en cualquier momento, y cada vez con mayor rapidez, por lo que han colaborado en la expansión y
estandarización de los gustos culturales de la población mundial. Son objeto de estudio de disciplinas muy diversas,
desde la sociología hasta la economía, pasando por el arte y la filosofía.
La idea de influencia implica la utilización, por parte del influenciador, de recursos suficientes para imponer su criterio y
voluntad propia sobre el destinatario o influenciado. Se trata de un mecanismo, bien de refuerzo de actitudes, o bien de
posibilidad de cambio de actitudes y comportamientos, lo que incluso puede afectar a los valores y creencias colectivas,
de grupos reducidos o amplios (naciones).
Formar, o educar, es decir, tener contenidos específicos cuya finalidad sea la adquisición de conocimientos por parte del
espectador.
Informar, dar a conocer todo aquello que pueda ser relevante para el público y éste deba conocer.
En muchos países el derecho a la información tiene rango constitucional, su titular es el público y su administrador los
medios de comunicación, para lo cual los mismos textos constitucionales prevén que dispongan de la libertad de prensa,
una de las ligadas a la libertad de expresión. Los límites de estos derechos y libertades suelen fijarse en que la
información sea veraz y que no se inmiscuya en el derecho al honor o en la intimidad; aunque tales límites son
imprecisos y son objeto de debate. De hecho, los medios de comunicación han pasado a considerarse el cuarto poder,
junto con los tres poderes clásicos del constitucionalismo.
El control de su ejercicio por parte de los poderes estatales a veces es acusado de censura o de intentos de control. En la
mayor parte de las democracias modernas se opta por la autorregulación de los propios medios (deontología profesional
periodística), que únicamente se enfrentan a la responsabilidad penal o civil ante la justicia.
Por otra parte, la desinformación y la manipulación informativa son constantes desde los inicios de la prensa (la
denominada prensa amarilla, amarillismo o sensacionalismo es una manifestación evidente, sin embargo pueden
ejecutarse prácticas desinformativas y manipulativas en medios "no amarillistas".
El empresario de los medios de comunicación siempre ha tenido en la defensa de sus intereses (económicos, sociales, de
grupo de presión) su principal motivación, aparte del beneficio propio de cualquier actividad económica y del prestigio
social que da el protagonismo de esta actividad en concreto; a estos intereses individuales, se suele habitualmente
superponer la defensa de una ideología (política, religiosa o incluso estética). La motivación ideológica está presente (de
forma más o menos abierta) en todos los medios, es la motivación definitoria y expresa de la denominada prensa de
partido: institución propia del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, y que entró en crisis en la segunda mitad del siglo
XX hasta prácticamente convertirse en marginal en casi todos los países, excepto en los regímenes de partido único. El
que la publicidad sea el principal ingreso económico de los medios, los vincula a la economía general y a los puntos de
vista e intereses de los grandes grupos económicos, entre los que también están los mismos grupos de comunicación.
Los medios de comunicación son también una forma de control, de dos tipos para E.A.Ross: coactivas y persuasivas.
Las coactivas tienen relación con prácticas sociales e instituciones denominadas propiamente de control por cuanto se
apoyan en la fuerza directa: el sistema jurídico legal y policial; las fuerzas armadas, de propaganda y contrapropaganda.
Las formas persuasivas se relacionan con las prácticas de comunicación e información, tanto a nivel interpersonal como
institucional y de difusión pública.
TELEVISIÓN
La televisión tiene una serie de características que le otorgan un importante grado de influencia. Pues la televisión en sí
misma como diría Marshall McLuhan es más que medio mensaje. Por su expresividad, por la conjunción de imágenes y
sonidos. Que acercan la realidad como no lo hace ningún otro medio.
Aunque los medios de comunicación existen para informar, formar o entretener, son muchos los que discrepan y se
oponen férreamente a la utilización de estos medios, debido (según ellos), mediante frases ocultas, o uso de palabras
determinadas, e incluso programas, van modelando la mente humana, (puesto que la mente humana es susceptible a un
condicionamiento mental si se repite desde una frase a imagen), programando la de una determinada manera.
Prensa escrita
El concepto prensa escrita se refiere a publicaciones impresas que se diferencian en función de su periodicidad. Esta
periodicidad puede ser diaria (en cuyo caso suele llamarse diario, o más comúnmente periódico), semanal (semanario
o revista), mensual (caso de muchas revistas especializadas) o anual (anuario).