Los Tres Chanchitos

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LOS TRES CHANCHITOS

En un lejano bosque vivían tres chanchitos. Eran unos hermanos

muy unidos y graciosos, pasaban el día paseando, pescando o

comiendo, y por las noches les encantaba reunirse a cantar. El

más pequeño tocaba un pequeño violín, el del medio la guitarra

y el mayor de todos, el acordeón.

En el mismo bosque vivía un solitario lobo que se la pasaba

espiando a los chanchitos, pues quería comérselos, pero no los

atacaba porque los hermanos no se separaban nunca y el lobo

temía no poder en fretarse a los tres juntos, esperaba la

oportunidad de sorprenderlos por separado y echarles una

trampa para matarlos.


L

Los inteligentes chanchitos sospechaban que el lobo los

espiaba, y los desafiaron entonando esta canción: - ¿quién teme

al lobo feroz? ¿quién teme al lobo feroz? ¡nosotros, no! El lobo

estaba muy desgatado por las burlas en sus canciones.

Así que les dejo una carta que decía: “muy pronto los matare y

me los comeré, firma el lobo feroz”. Los chanchitos decidieron

tomar medidas: primero se mantendrían más unidos que nunca.

Segundo, ya no desafiarían tanto al lobo. Tercero, se

construirían casitas seguras para vivir.


Cada uno escogió el material para su casita: el más joven la

haría de paja, el del medio de madera y el mayor edificaría una

casa de ladrillos.

De mañana temprano el chanchito menor hizo prontito su casa

pues el material que eligio era blando y facil de sujetar. Asi que

no tardo en ir a jugar el hermano del medio busco madera en el

bosque y tambien termino rapido su casa. El que tardo mas

tiempo fue el mayor de los chanchitos que prefirio hacer una

casa bien fuerte y resistente, aunque les tomo mas tiempo y

esfuerzo contruirlas.
Esa noche los tres chanchitos cada quien en su casita cuando

encontraron otra carta amenazadora del lobo.

Entonces, no se aguantaron las ganas y volvieron a cantar su

canción desafiante por supuesto que el lobo los escucho

rabioso y decidió matarlos esa noche de una vez por todas


El lobo siguió el chanchito más joven a su casa de paja. Se puso

delante de la puerta y soplo y soplo. Como la casita era muy

frágil, el lobo la derribo. El asustado cerdito corrió a la casa de

madera del hermano del medio. Pero el lobo se puso frente a la

casa y soplo y soplo. Aunque la casa era más resistente, al final

se derrumbo

Los hermanos escaparon y fueron corriendo desesperado a la

casa del mayor. Este era la construcción mas fuerte, estaba

toda echa de ladrillo y tenia una chimenea. El chanchito mas

precavido abrió la puerta a sus hermanos, por mas que el lobo

soplo y soplo toda la noche no pudo derribar la casa.


El lobo no se resignó y así que busco una escalera y trepo y

llego a la chimenea de la casa se deslizo por allí pero cayo

ardorosa trampa.

Fue a parar a una olla cargada con agua caliente que el

hermano mayor hirvió para preparar un caldo.

El lobo apenas pudo escapar dando horribles aullidos.


Todos los habitantes del bosque supieron lo ocurrido y cuentan

que ese lobo jamás regreso por allí. Los chanchitos retornaron a

su vida alegre y tranquila, aunque desde entonces se volvieron

más cuidadosos. Eso sí, dicen que, hasta hoy, al pasar por ese

bosque, se les escucha cantar: - ¿quién teme al lobo feroz?

¿Quién teme al lobo feroz? ¡nosotros no!

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