Antecedentes Historico N

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FIDEICOMISO PARA LA CONSTRUCCIÓN

Y OPERACIÓN DE LA CENTRAL DE ABASTO


DE LA CIUDAD DE MÉXICO

Antecedentes históricos
El abasto de alimentos
en la ciudad de México

Hace casi 600 años se fundó el legendario mercado, el gran Tlanechicoloyan,


antecedente histórico de la Central de Abasto de la Ciudad de México, donde la gran
diversidad de productos que ahí cambian de manos también procede, como en la antigua
plaza, de muchos rincones de la República mexicana.
AUTOR DESCONOCIDO
Antecedentes Históricos Plaza Mayor de la Ciudad de México
a finales del siglo xviii

E n 1427 el mercado de Tlatelolco logró un ilimi-


tado catálogo de productos nunca antes vistos en
la cuenca de México. El gran crecimiento de las
ciudades hermanas provocó una guerra en la que Teno-
chtitlan salió victoriosa y el mercado pasó a sus manos.
El visitador José de Gálvez escogió la Plaza del Volador,
donde actualmente se ubica la Suprema Corte de Justicia
para establecer un mercado que inició actividades a finales
del siglo xviii. Éste funcionó con un reglamento expedido
en noviembre de 1791, considerándolo el mercado princi-
El tlahtoani Axayacatl reestructuró su organización, esta- pal; es decir, semejante a lo que hoy es la Central de Abas-
bleció el Petlacalco, local administrativo del tianguis que to de la Ciudad de México, donde se surtían los mercados
regulaba el flujo de las mercancías y erigió el gran Tlane- satélite de la ciudad. En sus puestos o cajones se vendían
chicoloyan, lugar donde se reúnen las cosas, almacenando frutas, legumbres, abarrotes, semillas, especias, carnes,
alimentos, objetos, animales y materias procedentes de aves vivas y muertas, zapatos y artículos de herrería.
todo el Imperio e incluso de regiones más distantes. Este mercado surtía a otros tianguis ubicados en dife-
No obstante, el mercado prehispánico de Tlatelolco, tan rentes rumbos de la ciudad, como los de Iturbide, Jesús,
alabado por los españoles que reconocían su buena or- Santa Catarina y Cruz del Factor; Vizcaínas, la Paja, Con-
ganización y la variedad de sus productos, fue sustituido cepción y Loreto, entre otros
por el mercado de San Juan, ubicado a un costado de En la noche del 17 de marzo de 1870, un incendio consu-
la Alameda, donde los aztecas vendían frutas y verduras. mió el mercado, en el que no quedaron más que los pila-
Dejó de funcionar a consecuencia de la inundación de la res de ladrillo que sostenían la techumbre de los puestos
ciudad en 1629 y por ello muchos comerciantes emigra- y, después de su remodelación, funcionó hasta 1914; es
ron a la plaza principal del Palacio Virreinal, hoy Palacio decir, El Volador vio el fin del Virreinato, el México Inde-
Nacional.
de aquellos productos que no eran producidos
en su región. Uno de los puntos importantes de
abastecimiento en la zona centro fue, sin duda,
la ciudad de México.
El Mercado de La Merced comenzó a funcio-
nar como una nueva plaza de mercado en 1863,
en el área demolida del convento e iglesia de
La Merced, pero no fue sino hasta 1880 cuando
se inauguró. Muy pronto cobró un gran auge
en el abastecimiento, debido a que allí se fue
a refugiar la mayoría de los vendedores que se
encontraban en el mercado El Volador.
En 1900 había doce mercados, ubicados en di-
CASIMIRO CASTRO y J. CAMPILLO
versos puntos de la ciudad, entre ellos los de La
La calle de Roldán y su desembarcadero Merced, San Juan o Iturbide, San Cosme, Mar-
Litografía coloreada (1869)
24 x 33 cm. tínez de la Torre, en la colonia Guerrero; y el Baratillo
COL. ROBERTO Y VERA MAYER en Tepito. Los dos primeros concentraban a la mayor
parte de locatarios de la ciudad, no sólo en su interior
pendiente, el Segundo Imperio, la República Restaurada sino en las abarrotadas vías públicas a su alrededor. Los
y el inicio de la Revolución Mexicana. tres restantes se convirtieron en referentes de la activi-
dad comercial: San Cosme al poniente, Martínez de la
La ciudad de México hasta 1860 contaba con cinco Torre en las cercanías de la estación de ferrocarriles de
mercados: Antigua del Volador, ubicado a un costado Buenavista, y Tepito al nororiente, cerca de vías impor-
de la Plaza Mayor, donde solía representarse el ritual tantes que conducían hacia el norte, en especial a la Villa
prehispánico de El Volador, de donde toma su nombre; de Guadalupe y Veracruz.
el Iturbide, situado en la antigua plaza de San Juan, que
abrió sus puertas el 27 de enero de 1850; el
de Jesús, establecido en 1857; el de Santa
Catarina, situado en la plazuela del mismo
nombre y que comenzó a funcionar en 1853,
y El Baratillo, entonces el mercado por ex-
celencia y el más visitado debido a que los
precios de sus mercancías eran los más acce-
sibles para la mayoría de personas.
La llegada del ferrocarril, en la segunda
mitad del siglo xix, permitió en México la
movilidad de una gran cantidad de insumos
comestibles y productos perecederos prove-
nientes de lugares muy distantes. El Ferro-
carril Nacional Mexicano, el Ferrocarril Inte-
roceánico, el Ferrocarril Mexicano del Sur y
el Ferrocarril de Tehuantepec transportaban
mercancía nacional y extranjera y la distribuían en todo AUTOR DESCONOCIDO
Primer plano conocido del mercado
el país, lo que permitía a diversas regiones abastecerse El Volador, ca. 1790
CIF.
Mercado de San Juan

CIF.
Mercado de La Lagunilla, 1922

La Merced, ya remodelada, fue reinaugurada por Don


Porfirio Díaz en 1890. Se le consideró el gran mercado
por excelencia durante siete décadas, testigo de la mod-
ernización y el crecimiento urbano. De los 700 mil habi-
tantes que tenía la ciudad de México en 1900, pasó a casi
millón y medio en 1930 y a 3 millones en 1950.
En los años cincuenta el gobierno empezó a sustituir
numerosos mercados, que eran barracas de madera y
FONDO CASASOLA lámina, por edificaciones modernas. El mercado de La
Aspecto general del Mercado de La Merced, 1927 Merced empezó su gran auge como centro introductor y
En 1903 los mercados de La Merced y San Juan tenían distribuidor mayorista desde la época colonial, pues allí
el mayor número de locatarios en la ciudad: 618 pues- estaban los embarcaderos hasta donde llegaban las mer-
tos, a diferencia de sólo 561 que sumaban los puestos de cancías por la vía fluvial.
siete mercados que les seguían en importancia. En 1957 se elaboró un ambicioso proyecto que supuso la
La cercanía de La Merced con los puertos principales demolición de casas en varias manzanas ubicadas hacia el
del Canal de la Viga la convertían en un lugar privile- sur y oriente de La Merced, en el Barrio de Santo Tomás
giado para el almacenamiento de legumbres, cereales, de la Palma.
carnes, animales de caza, huevo, derivados de la leche, El proyecto incluyó una serie de siete mercados para
pescado y frutas, principalmente. Desde allí se distribuía detallistas, con grandes cubiertas de acero y cemento,
el abasto a los demás mercados de la ciudad a finales del ventilación suficiente y, en general, condiciones sanitar-
siglo xix. ias notablemente mejoradas. Dos de aquellas unidades
se destinaron a frutas, legumbres y comestibles, y
dos más a ropa, calzado y oros enseres; mientras las
FONDO CASASOLA
tres restantes para artículos del hogar, flores, dulces y Interior del mercado de
La Merced a principios de
comidas. El viejo mercado desapareció por completo, los 60
cediendo su predio a un jardín.
Parte del mismo programa de mejoramiento consis-
tió, por otro lado, en la construcción del mercado de
Jamaica, donde en las décadas precedentes se había
concentrado el comercio al mayoreo de frutas, legum-
bres y flores.
También en los años cincuenta los productos nacio-
nales comenzaron a participar en una subasta especu-
lativa sin precedente. El almacenamiento suscitaba el
control de los precios de la oferta y la demanda y los Asimismo, el excesivo crecimiento de la población y
productores directos se convirtieron en acaparadores la creciente demanda de consumidores que acudían a
de la distribución. La Merced provocaron graves congestionamientos de
Además, el excesivo crecimiento de la población en el vehículos en la zona y el retraso en la carga y descarga
siglo xx provocó graves problemas de salubridad, se- oportuna de los productos; por lo que era urgente
guridad y congestionamiento de vehículos en la zona, buscar una mejor opción.
por lo que dicho mercado resultó insuficiente. En julio de 1969, se hizo del dominio público que el
En los años cincuenta los productos nacionales co- gobierno estaba desarrollando un proyecto para crear
menzaron a participar en una subasta especulativa sin un nuevo centro de abasto alejado del primer cuadro
precedente. El almacenamiento suscitaba el control de la ciudad y estratégicamente ubicado, en el que los
de los precios de la oferta y la demanda y los pro- Bodegueros de La Merced aportarían parte del capital
ductores directos se convirtieron en acaparadores de
para su construcción.
la distribución.
Surge la Central de Abasto de la Ciudad de México

Terreno y cimentación de la Central de Abasto, 1980.


Fotografías: Archivo Arq. Abraham Zabludovsky

La iniciativa se formalizó el 17 de abril de 1970, cuando bajos de urbanización de la zona, que incluían el entu-
se declaró de utilidad pública la construcción de la Cen- bamiento del Río Churubusco y la construcción de una
tral de Abasto para la Ciudad de México. avenida en su superficie, la edificación de un colector
De manera conjunta, se decretó la expropiación de en Canal de Tezontle y la ampliación de la Calzada del
un predio de aproximadamente 324 hectáreas, conocido Moral.
como Zona de Chinamperías, ubicado en la delegación Algunos años estuvo latente este proyecto hasta que
Iztapalapa. El terreno expropiado limitaba al Norte con en enero de 1976 se decidió retomarlo. Se planteó la edi-
los tiraderos de basura de Santa Cruz Meyehualco, con la ficación simultánea en dos predios que sumarían algo
Avenida Plutarco Elías Calles y el Ferrocarril Río Frío; al
Oriente, sus linderos estaban marcados por la Calle 71; al
Sur por la Calzada Ermita Iztapalapa y al Poniente por la
Calzada de La Viga.
El siguiente paso legal ocurrió el 17 de septiembre de
1970, cuando se desincorporaron del dominio público
dichos terrenos, autorizando al entonces Departamento
del Distrito Federal para realizar los actos inherentes a la
edificación de una Central de Abasto.
Se facultó entonces a esa instancia de gobierno para que
celebrara el contrato de fideicomiso y el inicio de los tra-
más de 800 hectáreas; el ya mencionado de la Zona de El instrumento referido quedó asentado en el Regis-
Chinamperías y otro perteneciente a la Secretaría de tro Público de la Propiedad con folio real 227745, de
Comunicaciones y Transportes, situado ceca de la Cal- fecha 9 de julio de 1981. Con una duración de 99 años,
zada Ignacio Zaragoza, también en Iztapalapa. al término de los cuales la propiedad aportada al mis-
A finales del mismo año, se anunció que la nueva mo sería revertida al hoy Gobierno del Distrito Federal,
Central constaría de 83 bodegas; 54 para mayoristas de conjuntamente con las construcciones que al efecto se
frutas y legumbres y 29 para abarrotes; además de un hubieran realizado. A los usuarios se les otorgará el
centro de administración e información, dos pabellones uso y aprovechamiento del predio y de las construccio-
para mayoristas de carne con un frigorífico, cuatro pa- nes que se efectúen, limitando la propiedad para que al
bellones para productores independientes, un depósito término del Fideicomiso se reincorpore al dominio del
de envases vacíos y una garita de control de acceso y Distrito Federal.
salida.
Con el compromiso de crear un nuevo recinto que
El 29 de junio de 1977 se publicó en el Diario Oficial, conjugara tradición con modernidad, las autoridades
un Acuerdo del Ejecutivo Federal, mediante el cual se encargaron el diseño del proyecto a Abraham Zablu-
creó la Comisión de Desarrollo Urbano del Distrito Fe-
dovsky, uno de los mejores arquitectos del mundo,
deral (CODEUR), al cual se encomendaría más adelan-
quien realizó una impresionante obra, por su tamaño
te la construcción y operación de la Central de Abasto
del Distrito Federal. y funcionalidad, acentuada por su estratégica ubicación
geográfica.
En marzo de 1981, iniciaron los trabajos de construc-
ción de la Central de Abasto. Poco después se firmaron La Central de Abasto fue concebida como una figu-
los protocolos del contrato de Fideicomiso para la Cons- ra hexagonal, ligeramente deformada, cuyo eje central
trucción de la Central de Abasto del Distrito Federal, mide 2 mil 250 metros, y en cuyos extremos se locali-
mediante la escritura pública número 11 de fecha 7 de zan las entradas y salidas. Para no repetir los problemas
julio, ante el notario público 125 del Distrito Federal. de distribución y espacio que existían en La Merced, se
determinó con precisión el número de bodegas que de-
berían construirse y la superficie de cada una de ellas.
Como el terreno seleccionado era una típica “Chinam-
pería”, o sea una zona sobre elevada con lodo y materia
orgánica a partir de un suelo cenagoso, los estudios de
mecánica de suelos recomendaron comentar a base de
cajones de compensación de cargas y, en la zona norte,
respaldar éstos con pilotes de fricción.

Inicia la gran obra de construcción


En marzo de 1981 iniciaron las obras y la construcción tros cuadrados en los que se usaron 17 mil toneladas de
estuvo a cargo de la empresa Consorcio CEDA, S.A. que acero, 86 mil metros cuadrados de concreto, 77 mil me-
surgió de la asociación de cinco constructoras. tros cuadrados de tapa losa y 14 mil metros de tubería
La edificación se integró con 14 zonas dispuestas para para drenaje.
urbanizar dos millones de metros cuadrados, mientras Debido a que los terrenos donde se edificaba la Central
que en otros 600 mil se construirían los inmuebles. Los se habían formado en chinampas, lo cual implicaba la
trabajos se realizaron en 14 meses y el costo original de presencia de suelos húmedos y cenagosos antiguamente
la obra se calculó en 16 mil millones de pesos, la mitad cubiertos por el lago de Texcoco, se optó por una cimen-
por la compra del terreno. tación de dos metros de profundidad, a partir de la cual
Para enero de 1982, el avance de las obras reportaba 3 se tendió una plancha de concreto que hiciera las veces
mil 500 personas trabajando. La cimentación se había de un enorme lanchón, capaz de permitir cierto grado
logrado a partir de una excavación de 399 mil 692 me- de flotación sobre ese suelo tan particular y, al mismo
tiempo, soportar el peso de las bodegas. Asimismo, se
dispuso de un sistema de gatos hidráulicos capaces de
amortiguar los efectos de cualquier movimiento sísmico.
Se construyeron 1,741 bodegas, de las cuales 1,437 fue-
ron destinadas a frutas y legumbres y 304 a abarrotes y
víveres. Ambos tipos de bodegas se diseñaron con una
doble vialidad: la primera para camiones cargueros con
estacionamiento y, la segunda, consistente en un andén
de carga y descarga para mercancías. Se incluyeron es-
pacios para almacenamiento y maduración y un pasillo
central para la exhibición, compra y venta y acarreo.
Las azoteas de las crujías de servicios complementa-
rios se acondicionaron como estacionamientos para
automóviles, lo que permitió dar una doble función a
esos inmuebles.
Por la magnitud de la obra, se requirió la utilización
de 26 excavadoras, 112 motoconformadoras, 35 bom-
bas para concreto, tres millones de metros cúbicos de
cim bra para techar las naves, 207 vibradores, 45 grúas
de 30 a 50 toneladas, 160 camiones de volteo, 72 pipas,
68 trascavos, 86 aplanadoras, cuatro petrolizadoras y,
sobre todo la mano de obra y el esfuerzo, en la última
etapa, de 20 mil trabajadores.
Los preparativos para el traslado y la gran inauguración
El 21 de noviembre de 1982, fue la fecha prevista
para el traslado de los comerciantes de La Merced a
la nueva Central de Abasto.
Los operativos se iniciaron a las 12 de la noche de
ese día, siendo el momento en que también se esta-
bleció un cerco en las inmediaciones de La Merced,
con el fin de impedir el paso de los camiones que
abastecían a los mayoristas. Gracias a estas manio-
bras, se logró reubicar a casi 2, 900 bodegueros con
tal efectividad, que a las 9 de la mañana del domin-
go 22, el 60% de los comerciantes al mayoreo, ya se
encontraban en la Central de Abasto.
La actividad comercial se inició en las áreas de fru-
tas y Legumbres, Abarrotes y Víveres, el Andén de
Subasta y Productores, y el Mercado de Envases Va-
cíos. Para la venta al mayoreo y medio mayoreo, los
productos que originalmente fueron aprobados para
expender fueron legumbres, hortalizas, frutas y flo- La inauguración de la nueva Central de abasto se
res; así como abarrotes, granos y semillas, avícolas, realizó el 22 de noviembre de 1982 por el presidente
pecuarios, piscícolas, lácteos y otros. Debido a que de la República José López Portillo y el regente del
la zona de abarrotes carecía de techos y cortinas en Distrito Federal, Carlos Hank González.
la fecha de inauguración, algunos comerciantes del Dos meses después de haber sido inaugurada la
sector no se cambiaron sino hasta enero de 1983. Central de Abasto, ya se vendían en sus instalaciones
13 mil toneladas de alimentos diariamente, con ope-
raciones monetarias que superaban los 400 millones
de pesos y con un flujo diario de 80 mil personas.
La Central está localizada en las intersecciones de
los Ejes 5, 6 y 8 Sur; de los Ejes 3 y 5 Oriente; de
la Calzada General Ignacio Zaragoza; del Circuito
Interior Avenida Río Churubusco y de las estacio-
nes Apatlaco y Aculco de la Línea 8 del Sistema de
Transporte Colectivo- Metro.
Muy cerca están también la Ciudad Deportiva,
el Palacio de los Deportes y el Foro Sol, además
de las jefaturas delegacionales de Iztapalapa e
Iztacalco.

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